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ACCIÓN GEOLÓGICA DEL VIENTO

El viento es un agente de erosión y su acción, particularmente en zonas de


climas áridos, semiáridos y desérticos, es responsable del transporte y
deposición de grandes volúmenes de sedimentos con desarrollo de un paisaje
eólico típico. Es capaz de transportar enormes cantidades de fragmentos
sueltos, de arena y polvo, para depositarlos a grandes distancias. Sin embargo,
su habilidad para e rodar roca sólida es limitada.
TIPOS DE EROSIÓN:
Deflación: cuando el viento levanta, arrastra y dispersa granos de arena y
partículas de polvo sueltos sobre la superficie rocosa.
La deflación es el proceso por el cual el viento levanta, arrastra y dispersa los
fragmentos de rocas meteorizadas del suelo, tales como los limos (partículas
de entre dos y veinte micrómetros), así como arenas y arcillas de tamaño
adecuado para ser transportados por el viento. Dichos fragmentos, además de
producir corrosión sobre otras rocas desgastándolas, se imprimen abrasión a sí
mismas en su desplazamiento cuando chocan con la superficie de otras rocas;
cuando éstas son de consistencia heterogénea la erosión avanza más
rápidamente en las zonas más blandas, produciendo lo que se denomina
superficie alveolar.
El desplazamiento se realiza de forma similar a como ocurre en las corrientes
fluviales, es decir en función del tamaño y peso. Este movimiento puede ser por
reptación, consistente en el deslizamiento o arrastre a nivel de suelo; saltación
o acción de saltar los fragmentos por encima de diferentes obstáculos, y cuyo
ejemplo podemos observarlo en las conocidas ondulaciones o rizaduras de
arena (ripple-marks) que se forman en las playas y arenales; y suspensión o
acción de quedar los fragmentos suspendidos en el aire en forma de finas
partículas. Por su parte, los fragmentos de mayor tamaño que no pueden ser
barridos por el viento, quedan aislados y acumulados en el lugar.
Abrasión: cuando el viento arrastra arena y polvo contra las rocas, y es capaz
de desgastarlas por el roce y choque de las partículas.
La corrosión es la abrasión sufrida por las rocas al ser friccionadas por los
impactos de las partículas arenosas que son transportadas por el viento.
Cuando estas partículas golpean las rocas sufren a su vez una transformación,
tomando un aspecto redondeado.
Si las rocas son blandas se produce lo que se denomina erosión alveolar o
diferencial, es decir, presentan alveolos u oquedades resultado de los golpes
repetitivos que las partículas arenosas imprimen en determinados puntos de la
superficie. Cuando las rocas son deleznables, o sea, fáciles de romper,
disgregar o deshacer, entonces se pueden llegar a formar depresiones o
corredores muy profundos.
Cuando la corrosión ocurre sobre rocas homogéneas y compactas las
superficies van siendo pulimentadas, resultando efectos con una tonalidad
característica denominada pátina, muy evidente en zonas desérticas.
Igualmente, los fragmentos impactantes adquieren formas de facetas
(poliédricas).

Cuando el viento pierde fuerza va depositando los materiales transportados de


forma gradual, lo que habitualmente da lugar a la acumulación de partículas de
similar tamaño y peso. Ejemplo de este fenómeno son las dunas y arenales y
los llamados loess. Los loess (o Loes, de la localidad alemana de Löss) es
material de origen peri glaciar, sedimentario arcilloso de color amarillento (limo
o polvo muy fino); no presenta estratificaciones y absorbe el agua de lluvia sin
producir manantiales. Se encuentra en los valles del Rin y del Mississippi,
presentando espesores de entre 5 y 19 m., pero la zona típica de loes es el
norte de China, donde cubre unos 600.000 kilómetros cuadrados de superficie
y puede alcanzar los 100 m. de espesor. Las praderas americanas y pampas
argentinas se levantan sobre este tipo de suelo, y se han demostrado como de
gran fertilidad cuando se utilizan como suelos agrícolas.
TRANSPORTE EÓLICO
El proceso eólico en geología y en meteorología, se refiere a la actividad del
viento, específicamente en la capacidad del viento para dar forma a la
superficie terrestre. Los vientos pueden erosionar, transportar y depositar
materiales. Son agentes efectivos en regiones con escasa vegetación y ofrecen
grandes suministros de sedimentos no consolidados.
El transporte eólico es el primer proceso para la formación de dunas costeras,
forma parte del movimiento y erosión de las partículas de arena detrás y
paralelamente a la línea costera. Hay tres procesos principales involucrados en
el transporte eólico:
Suspensión: las partículas más finas de arena son movidas por el viento,
suspendidas en el aire. Estas partículas no son afectadas por la gravedad y por
lo tanto pueden viajar miles de kilómetros antes de aterrizar de nuevo en la
tierra. Cuando aterrizan a menudo se debe porque se han combinado con
gotas de lluvia que caen en la lluvia.
Saltación: (La forma más común de transportación de arena)- Cuando el
viento golpea el suelo, causa turbulencia, esta turbulencia llega a mover las
partículas de arena. Si el viento tiene la velocidad suficiente, hará que las
partículas se empiecen a mover (inicialmente solo al ras del suelo). La
velocidad requerida para el movimiento se llama velocidad crítica y varía
dependiendo del tamaño de grano, vegetación presente y los niveles de
humedad presentes en la arena (La humedad retiene la arena abajo, lo que
requiere una velocidad critica mayor). A medida que la arena se mueve, golpea
otros granos provocando que reboten en el aire. El viento a continuación
recoge estas partículas en suspensión y se los lleva. La gravedad hace que
caigan de regreso a la superficie. Sí la arena cae en una superficie dura
(ejemplo., roca), la partícula de arena rebotara de nuevo, moviéndose más
lejos. Sí la arena cae en una superficie arenosa, Puede causar perturbación en
otras partículas, rebotándolas hacia arriba y arrastrándolas consigo, iniciando
así una reacción en cadena.

Arrastre superficial: las partículas más grandes que son demasiado pesadas
para ser recogidas y transportadas por el viento se mueven por el suelo.
Cuando se desplazan por las partículas que caen, ruedan a lo largo del suelo.
Durante este proceso, no solo se mueven solas, también se mueven en contra
de otras partículas, las partículas se erosionan en partículas más pequeñas
que se pueden mover por la saltación o la suspensión.
DEPOSITOS EOLICOS
LOES
Loes o Loess, depósito o sedimento de grano fino, de tonos amarillos u ocres,
transportado por el viento generalmente en zonas de cierta altitud y periféricas
a antiguos casquetes glaciares.
DUNA
Una es una acumulación de arena, en los desiertos o el litoral, generada por el
viento, por lo que las dunas poseen unas capas suaves y uniformes. Pueden
ser producidas por cambios en el viento o por variaciones en la cantidad de
arena. La granulometría de la arena que forma las dunas, también llamada
arena eólica, esta muy concentrada en torno a 0,2 mm de diámetro de sus
partículas.
Cuando el viento tiene una dirección dominante, las dunas adquieren la forma
de una C con la parte convexa en contra del viento dominante. Estas dunas
generalmente avanzan, se mueven, empujadas por el viento. La velocidad de
avance de las dunas es inversamente proporcional a su tamaño, así, las dunas
más pequeñas alcanzan a las mayores, con las que se van fusionando y
aumentando de tamaño. Cuando la duna alcanza un tamaño significativo, más
de 4 a 6 m, comienza a desprenderse mayor cantidad de material por las dos
puntas de la C, dando origen a nuevas dunas pequeñas, las que al ser más
veloces que las grandes, se van alejando de la duna madre. Este fenómeno de
movimiento de dunas, se observa con mucha claridad en el desierto de
Sechura, en el norte de Perú.
El movimiento de las dunas puede causar serios problemas, como: la invasión
de terrenos cultivados, obstrucción y ocultación de carreteras y vías de
comunicación, invasión de áreas pobladas. Para evitar estos problemas existen
varios procedimientos para limitar el avance de las dunas, entre ellos; sembrar
plantas que requieren poca agua para subsistir, retirada de la humedad
atmosférica; rociar en la parte convexa de la duna materiales aglutinantes,
como puede ser petróleo, o aceites industriales usados.
DESIERTOS Y VIENTOS
El clima tiene una gran influencia en la naturaleza y la intensidad de los
procesos externos de la tierra, lo que se demostró de manera clara en el
capítulo anterior sobre los glaciares. Otro ejemplo excelente de la estrecha
relación entre el clima y la geología se ve al examinar el desarrollo de los
paisajes áridos. La palabra desierto significa literalmente desocupado. Para
muchas regiones secas, ésta es una descripción muy apropiada, aunque, en
las regiones de los desiertos en las que se dispone de agua, las plantas y los
animales medran. No obstante, las regiones secas del mundo son
probablemente las áreas menos familiares de la Tierra, con excepción del
ámbito polar.
Los paisajes desérticos aparecen frecuentemente desolados. Sus perfiles no
están suavizados por una alfombra de suelo y abundante vida vegetal. En
cambio, son frecuentes los afloramientos rocosos desnudos con pendientes
empinadas y angulosas. En algunos lugares, las rocas tienen un tinte naranja y
rojo. En otros son grises y marrones, con bandas negras. Para muchos
visitantes, el paisaje desértico exhibe una belleza impresionante; para otros, el
terreno parece sombrío. Con independencia del sentimiento que provoquen,
está claro que los desiertos son muy diferentes de los lugares más húmedos
donde vive la mayoría de la gente.
Como veremos, las regiones áridas no están dominadas por un solo proceso
geológico. Antes bien, se ponen de manifiesto los efectos de las fuerzas
tectónicas, las corrientes de agua y el viento. Dado que estos procesos se
combinan de formas diferentes de un lugar a otro, el aspecto de los paisajes
desérticos varía también mucho.
Distribución y causas de las regiones secas
Las regiones secas del mundo abarcan alrededor de 42 millones de kilómetros
cuadrados, un sorprendente 30 por ciento de la superficie terrestre. Ningún otro
grupo climático ocupa un área de tierra tan grande. Dentro de estas regiones
con déficit de agua, se reconocen normalmente dos tipos climáticos: el
desierto, o árido, y la estepa, o semiárido. Los dos comparten muchas
características. Sus diferencias son fundamentalmente una cuestión de grado
(váase Recuadro DESVIE-0l). La estepa es una variante marginal y más
húmeda del desierto y es una zona de transición que rodea el desierto y lo
separa de los climas húmedos que lo bordean. El mapa mundial que muestra la
distribución de las regiones desérticas y de estepa revela que las tierras secas
están concentradas en los subtrópicos y en las latitudes medias (Figura
DESVIE-0l).

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