Características de un cristiano espiritual

Ser un cristiano espiritual es algo muy especial, debemos trabajar para lograrlo dependiendo de la
ayuda sobrenatural de Dios, y buscándolo de todo corazón. Veamos en forma sencilla diez
características de un cristiano espiritual.

El liderazgo es un don precioso, pero ser un líder cristiano espiritual no es tan sencillo, repasemos
las 10 características que debe tener un buen cristiano, apasionado por traer almas a los pies del
señor Jesús:

1. Sabe oír la voz de Dios.

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios” (Romanos
8:14). Hay que saber distinguir entre la voz del maligno, la voz del yo, (la carne) y aprender a
escuchar al Espíritu Santo, que es característica de la persona madura espiritualmente.

2. Ignora el halago y a la crítica.

“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más
alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la
medida de fe que Dios repartió a cada uno”. Romanos 12:3

Hay muchos a los que les gustan los halagos de los demás, pero no pueden manejar las críticas. El
maduro sabe recibir los halagos de otras personas sin que le afecte su corazón con sentimientos
de orgullo o vanagloria, porque sabe dar la gloria a Dios. De la misma manera cuando es criticado
no se ofende ni se molesta porque entiende que la crítica es parte de la vida espiritual y debe ser
tratado en el ego para ser un líder exitoso.

3. Ama la sabiduría.

La sabiduría es parte del creyente maduro. Es una persona que sabe aplicar el conocimiento que
tiene de la Palabra de Dios en su vida diaria. La sabiduría es la virtud mayor de una persona que ha
alcanzado madurez.

(1ª corintios 2:6) Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y
sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.

Sabe que la sabiduría empieza con tener temor de Dios. Salmo 111:10. El principio de la sabiduría
es el temor del SEÑOR…

Es pronto para oír y tardo para hablar. Creo que el escuchar, es un arte que todos debemos de
aprender a desarrollar. También debemos aprender a conocer cuándo hablar, y esto se logra a
través de la sabiduría que Dios nos dá.

4. Llevan muchos frutos espirituales.

Una manera simple y sencilla de comprobar la madurez de una persona, es por medio del fruto.
Un verdadero creyente es maduro cuando se ven resultados positivos en su vida personal, en su
familia, en su manera de conducirse y en el reino.

(Mateo 7:16-18) “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos
de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No
puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos”.

5. Conoce su identidad en Cristo.

Una persona madura conoce quien es él en Dios, conoce su propósito y su llamado, sabe cuál es su
posición y no tiene una baja autoestima, sino que ha llegado a conocer su identidad en Cristo
Jesús.

2ª Corintios 1:22 nos selló como propiedad suya y puso su Espíritu en nuestro corazón, como
garantía de sus promesas.

6. No se ofende fácilmente.

El inmaduro se ofende por cualquier cosa. Por ejemplo se ofenden por que no lo saludan, porque
no los toman en cuenta, cuando los corrigen, cuando les dicen algo que no les gusta, porque no los
llamaron cuando estaban enfermos, y cuando piensan que no les aman. Una señal de una persona
madura es que no se ofende fácilmente, y si se siente ofendido, perdona con facilidad.

Por otro lado, el maduro no ofende: (Santiago 3:2) Porque todos ofendemos muchas veces. Si
alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.

7. Es prudente pero también se renueva en su manera de pensar.

Una de las maneras para llegar a madurar eficazmente como creyente, es a través de la
renovación del entendimiento por medio de la palabra de Dios. Es flexible siendo prudente no se
cierra a los cambios.

(Romano 12:2) “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta”.

8. Ha desarrollado el carácter de Cristo.

Dios no llama a perfectos, porque no los hay. Dios llama a personas que quieran perfeccionarse, y
eso comienza con el deseo de cambiar, de reconocer sus debilidades y arrepentirse, clamando a
Dios para que haga milagros en su carácter. Cuando hablamos del carácter de Cristo, estamos
hablando de lo que describe el siguiente pasaje:
(Gálatas 5:22-23) Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad,
fidelidad, mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley.

9. Se sustenta de alimento sólido.

Un hijo maduro ya no se conforma con tomar “leche espiritual”, sino que busca comer alimento
sólido de la Palabra. Quiere tocar tópicos más profundos; indaga, busca y tiene gran hambre de la
palabra.

(Hebreo 5:14) “pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el
uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”.

1. Honra siempre a toda autoridad.

Una de las características de un maduro espiritual es que honra a todas las autoridades, de
cualquier índole, las respeta, y esto incluye a los padres, líderes políticos y a los espirituales.

(Romanos 13:1) “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad
sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas”.

La honra es de tres maneras, con palabras, con gestos concretos. Y si depende directamente del
líder, dándole cuenta de su desempeño. Dios te ayude a desarrollarte espiritualmente, que el
maravilloso camino de la vida cristiana esté siempre en tu corazón y en tus pensamientos. Dios te
bendiga y tengas una semana de victoria!

MADUREZ

MADUREZ es la habilidad de controlar y equilibrar pensamiento, voluntad y sentimientos.

MADUREZ es paciencia. Es el saber posponer el placer inmediato en favor de un beneficio de largo

plazo.

MADUREZ es perseverancia. Es la habilidad para cumplir las metas y sacar adelante un proyecto o
una situación a pesar de las dificultades.

MADUREZ es la capacidad de tomar una decisión y sostenerla. Los inmaduros pasan su vida
explotando posibilidades para al fin no hacer nada.

MADUREZ es la capacidad de encarar disgustos y frustraciones, incomodidades y derrotas, sin

queja ni abatimiento.

MADUREZ es humildad. Es ser suficientemente grande para decir "me equivoqué" y, cuando se
esté en lo correcto, la persona madura no necesita experimentar la satisfacción de decir "te lo
dije".

MADUREZ significa confiabilidad. Mantener la palabra, superar las crisis. Los inmaduros son
maestros de la excusa; son los confusos y desorganizados. Sus vidas son una confusión de
promesas rotas, amigos perdidos, negocios sin terminar y buenas intenciones que nunca se
convierten en realidad.

MADUREZ es el arte de vivir en paz y armonía con las personas y las cosas que nos rodean.