El Dibujo: Instrumentos y Dibujo Geométrico El concepto de dibujo
Para poder realizar un buen proyecto en un interior,
necesitamos principalmente del dibujo. El dibujo nos acompaña en toda las fase de la realización del proyecto, desde la intuición del mismo hasta su ejecución. El dibujo consiste en trazar marcas sobre un soporte, a través de la aplicación de presión o el arrastre de un instrumento especial en la superficie misma del soporte.
Los instrumentos gracias a los cuales se realiza un dibujo,
son: lápices de grafito o color, bolígrafos o plumas, finos pinceles con tinta, pasteles de cera o carboncillos. Los soportes tradicionales más frecuentes son el papel, la cartulina, las tablas de madera o contrachapado, el muro, el lienzo, el vidrio.
Es importante destacar que el dibujo es una forma
descriptiva que puede tener infinitas formas de representación. Pueden ser utilizados instrumentos variados, como flores, barro, arena, materiales plásticos, metal, vidrio y todo aquello que el artista pueda imaginar. Nosotros nos enfocaremos en aquellos instrumentos estándar que nos permiten describir lo que vemos y plasmarlo sobre una hoja de papel.
Los trazos que realizamos sobre el soporte pueden
representar aquello que nosotros vemos mientras dibujamos o una escena imaginada o recordada, es decir, cosas abstractas o concretas. Entonces, el dibujo tiene una doble función: por un lado, es un instrumento fundamental que nos permite estudiar la realidad que nos rodea (relevándola), y por otro lado, nos permite expresar físicamente un idea que tenemos en mente (el proyecto).
Utilizaremos ambas posibilidades, dado que será necesario
conocer el ambiente que nos rodea esquematizándolo sobre el papel y, al mismo tiempo, representar las soluciones que imaginamos en nuestro proyecto, “previsualizándolas”.
Para poder ser capaces de concretar una idea que tenemos
solo en nuestra mente, será necesario dominar los instrumentos y soportes, y obviamente, refinar las técnicas de representación. El dibujo gráfico
La actividad gráfica de una persona se expresa a través del
“dibujo”. Hemos ya afirmado que el dibujo es un conjunto de marcas y puntos, trazos que, con distinta densidad, organizan una superficie plana, pero no podemos detenernos en este punto. De hecho, para que esta expresión ser correcta, debemos agregar que el conjunto de estas marcas que dejamos sobre el soporte tiene como objetivo fundamental la comunicación de un mensaje.
Teniendo esto como objetivo principal, se define con el
término “dibujar” la acción resultante. El dibujo es un hecho artístico y humano al mismo tiempo. Teniendo un mensaje común para representar bajo la forma de un dibujo, cada individuo particular desarrollará un dibujo distinto de los demás. Un dibujo resulta entonces la manifestación de la interpretación individual, humana y artística, de un determinado concepto por parte del dibujante o artista.
Es posible afirmar que en el dibujo se muestra un carácter
eminentemente expresivo e individual. Es el modo con el cual una persona imagina, conoce, crea y demuestra un hecho. Entonces, el dibujo es simplemente la exigencia interior de un artista de expresarse gráficamente.
En efecto, la representación posee mucho de la influencia
emotiva del individuo que la realiza.
Éste es el principio de las diversas corrientes artísticas que
se suceden en el curso de los siglos: rupestre, primitivo, oriental, egipcio, griego, romano, bizantino, medieval, clásico, barroco, neoclásico, académico, romántico, realista, impresionista, puntillismo, simbolismo, expresionismo, geométrico, y así sucesivamente.
El dibujo es, entonces, la actividad gráfica de una persona
que transmite un mensaje. La escritura y los símbolos
Intuitivamente, somos capaces de comprender la diferencia
entre escritura y dibujo, pero a nivel conceptual esta diferencia es extremadamente sutil.
Ambos tienen como finalidad trasmitir un mensaje, pero
el carácter es diferente: tanto la escritura como el dibujo pueden ser definidos como un conjunto de símbolos sobre un soporte, que posee como objetivo transmitir un mensaje; son personalizados, es decir, son producto de una elección individual tanto en la forma de dibujar los caracteres como en la de componer las frases para expresar un concepto.
La verdadera diferencia entre la escritura y el dibujo es el
uso de símbolos. De hecho, se trata de diseños estandarizados que poseen significados asignados. El alfabeto es la matriz que nos permite decodificar, mientras que el idioma en que fueron escritos permite deducir las relaciones entre caracteres con el fin de entender el mensaje.
Entonces, la escritura resulta ser un tipo de dibujo más
complejo y de difícil intuición, que emerge de la lectura e interpretación de los símbolos. Estos últimos se encuentran también en las representaciones gráficas, donde tienen como fin ser repetitivos e interpretados comúnmente.
De hecho, el dibujo permite representar conceptos enteros.
Por ejemplo, dibujar un individuo levantando tierra con una pala en el interior de un triángulo rojo, nos hace entender que, en los alrededores, hay gente trabajando. En este caso, dado que el mensaje que se quiere transmitir es la presencia de personas que trabajan, no es necesaria toda la información para representar al individuo.
Nuestro cerebro asocia imágenes segun los esquemas de las
formas geométricas y las proporciones. Es así como nace el concepto de hombre que trabaja bajo la forma de un símbolo. De hecho, para lograr que el mismo pueda ser intuido, no será necesario representarlo con ojos, nariz, boca, manos, pies, etc. Bastará usar un círculo en lugar de cabeza y formas más o menos anchas para el cuerpo, que permitirán así interpretar la figura humana.
De esta forma, se sintetiza una función mediante una forma
impresa sobre un soporte que, en este caso, tiene el objetivo de ser notado. Por convención, con el tiempo siempre se asociacian determinadas formas a un significado. Por ejemplo, las señales de tránsito, donde los círculos, círculos con una barra, triángulos, triángulos invertidos, etc., dictan reglas inconfundibles.
Entonces, los símbolos en el dibujo son extremadamente
importantes y en el ámbito arquitectónico desarrollan un rol fundamental. Convenciones gráficas del dibujo técnico
Como se mencionó previamente, los símbolos poseen un
rol significativo en el dibujo. Una serie de signos gráficos convencionales forman ya parte del uso universal de la representación. Entre éstos, indicaremos los principales, cuyo conocimiento es necesario para un correcto procedimiento descriptivo. Las líneas guión-punto sobre los planos tienen el fin de indicar: el curso de las secciones, los límites de ensayo y el contorno de las dimensiones, de cualquier tipo, que impiden la visualización de una parte del dibujo.
Las líneas guión-dos puntos indican trabajos que se unen
con estructuras de otras plantas. Las líneas discontinuas indican: la proyección de elementos arquitectónicos ubicados sobre el plano secante; la prolungación de un muro en el cual se detiene el visual; las hipótesis de construcción.
Si el diseñador introduce líneas del mismo tipo y con
distintos significados, éstas serán diferentes en la longitud de las líneas o en el espesor y, si es necesario, se especificará en la leyenda. En el dibujo manual, el resultado final debería estar terminado con plumas rapidograph de diferentes espesores; dibujando con programas CAD, el grosor de las líneas se determinará en función de la impresión.
El espesor de la línea se relaciona con las jerarquías entre
los distintos tipos: a meyor groso, más importancia de la línea. La jerarquía, en orden descendente, es como sigue: • Línea de sección • Líneas de proyección • Esquema del mobiliario interior • Caracterización de materiales y texturas
En cuanto al grosor de la punta a utilizar en cada caso, hay
que tener en cuenta que la sección deberá destacarse claramente de las demás, pero no exagerando. Una buena proporción es la siguiente: 0,6 mm para la sección y respectivamente 0,3 mm, 0,2 mm, 0,1 mm para los otros signos.
Los diversos signos gráficos como guiones o las líneas de
puntos y rayas, pueden realizarse con la punta de 0,2 mm, mientras que para el contorno de las aberturas (puertas, ventanas) y los de los salientes se debe utilizar una 0,3 mm. Los resultados finales son entonces acompañados por una serie de símbolos gráficos imprescindibles para una comprensión adecuada.
Sobre los planos deben indicarse el curso de las líneas de
sección con el guión-punto, con flechas que indiquen la dirección apropiada según el punto de vista y los pares de letras que identifiquen las secciones individuales. Además, es necesario poner sobre el borde de la hoja, señalizaciones relativas a la elevación de referencia sobre el nivel del mar o el nivel local.
Cualquier tipo de producto se puede lograr en CAD o a
mano alzada usando el rapidograph. Pero lo que importa es el resultado final, independientemente del modo de producción. De hecho, cualquier dibujo hecho con lápices y reglas puede en cualquier momento ser escaneado y vectorizado, incluso en otros diseñadores CAD.
Lo que importa es el trabajo final, para el cual son
esenciales la claridad y la legibilidad, logradas solo a través de un uso correcto de los símbolos. Los materiales para el dibujo
Los materiales de dibujo más comunes se aplican en seco,
sin ningún tipo de preparación.
Hay también una amplia gama de materiales que son a base
de agua o al óleo. Para estos últimos, es necesario mezclarlos antes de aplicarlos y ahí radica la diferencia entre el dibujo y la pintura. En la pintura, los colores se crean con la mezcla de los colores básicos, en cambio, en el dibujo se yuxtaponen o superponen.
En el dibujo, los colores se pueden combinar en la
superficie debido a una interacción química directa.
En general, la mezcla es un efecto óptico más que químico:
cuando los colores se superponen en capas anteriores, la luz que incide en la capa inferior se refleja de abajo a arriba y, mediante la interacción con la capa superior, devuelve a la superficie un color uniforme.
Del mismo modo, cuando se aplican golpes de color
bastante cercanos, el ojo los mezcla. Esta última técnica se utiliza mucho en el campo de la restauración de pintura, ya que permite restaurar las obras cuando hay lagunas presentes, a pesar de ser siempre reconocibles cuando se la observa de cerca.
En nuestro caso, la principal herramienta que permite la
creación de dibujos técnicos es el lápiz. Normalmente se utilizan lápices de dureza media (2H) para líneas finas y directamente medias (HB) para las líneas más gruesas. Hay dos tipos: los lápices de madera tradicionales, cuya mina se inserta en un hueco del soporte de madera, y los formados por la mina y portaminas en metal o plástico.
El dibujo se hace siempre, primero, con lápiz, y solo
después pueden retocarse con tinta. Para el dibujo se usan lápices especiales con la mina diferenciada según los distintos grosores de las líneas que se pueden extraer.
Para borrar errores y líneas de cosntrucción se usa la goma
de lápiz, preferentemente blanca.
Las reglas para el dibujo técnico, en general de entre 50 y
100 cm, presentan un lado milimetrado, mientras del otro lado poseen ranuras o escalones para optimizar la escritura con plumas de tinta.
Se encuentran las de material sintético, pero también de
aleación ligera o incluso en madera. Para el dibujo técnico son necesarias dos reglas: una con ángulos de 45 ° y otra con ángulos de 30 ° y 60 °. También éstas presentan un lado milimetrado y otro con ranuras para facilitar la escritura. Las medidas del lado milimetrado varían entre los 10 cm y el metro. Normalmente, están hechas de material sintético pero también pueden encontrarse de aluminio, o incluso madera.
El normógrafo para las escrituras en el dibujo realizado a
mano, estudiando la dimensión de los caracteres, de forma que ésta no resulte excesiva respecto al resto del proyecto. De todas formas, es posible para los dibujantes más habilidosos, realizar todas las escrituras a mano o ayudándose con una línea guía.
Existen también normógrafos adecuados para la
reproducción de símbolos recurrentes, como muebles de interior en diversas escalas, elementos de instalaciones, etc. El tecnígrafo es un instrumento del dibujo técnico compuesto de una esquadra (o dos reglas utilizadas de forma perpendicular), montada sobre un transportador que consciente la rotación angular.
La mesa de dibujo consiste en una mesa con posibilidad
de ser regulada para obtener una correcta posición de trabajo. La representación geométrica se realiza en la actualidad con programas. El dibujo técnico se vale de programas desarrollados con tal fin, entre los cuales el más difundido es el AutoCAD.
Estos programas toman el nombre CAD de la abreviación
en inglés de “Computer Aided Design”, es decir “Diseño Asistido por Computador”. El dibujo geométrico y el método Monge
Con el fin de dibujar el plano de un edificio, un
apartamento, o simplemente un objeto de pequeñas dimensiones, es fundamental comprender plenamente las técnicas de representación geométrica. El argumento que sigue ofrece un breve panorama de los procedimientos y técnicas que describen, a través del dibujo, las características de un objeto determinado. El punto de partida para la descripción gráfica de cualquier objeto consiste en las proyecciones ortogonales, también llamadas método Monge.
Las proyecciones ortogonales proyectan sobre un plano
(la hoja de trabajo) un objeto situado en el espacio, manteniendo las mismas propiedades geométricas y dimensionales del objeto, de forma que puedan ser medidas en referencia a una relación predefinida entre las dimensiones del objeto y su representación (escala gráfica). Con este fin, las redes que se proyectan deben ser paralelas entre sí y perpendiculares en el plano de proyección.
Pensando en un objeto en sus tres dimensiones en un punto
en el espacio, podemos representar su forma en un plano de proyección que a su vez puede moverse de la manera más adecuada en torno al objeto, siempre con la proyección recta paralela y perpendicular al plano mismo. Obtenemos de esta manera los aspectos de dos dimensiones de las caras exteriores del objeto representado.
Poniendo el plano paralelo al suelo, la proyectación
resultante se llama proyección sobre el plano horizontal, mientras que moviendo el plano paralelamente al suelo, cortando perpendicularmente el objeto o yendo por sobre el mismo, en el plano arquitectónico obtendremos una planta del objeto. De la misma forma, colocando el plano perpendicularmente al del terreno (también al plano horizontal) la proyección resultante se define como proyección sobre el plano vertical (o vertical lateral).
En el ámbito arquitectónico, las proyecciones sobre el
plano vertical se llaman perspectivas, si se refieren a las fases laterales del objeto, y secciones si se refieren al plano perpendicular vertical del objeto. Los tipos de imágenes resultantes serán siempre bidimensionales y, en la geometría proyectiva, el sistema geométrico que sirve para tener simultáneamente más imágenes en dos dimensiones, sobre el plano horizontal y vertical del objeto, se llama sistema de las proyecciones perpendiculares planas. Tal sistema consiste en la proyecciones contemporánea sobre dos planos entre ellos perpendiculares, el plano horizontal PH y el plano vertical PV, que se cortan a lo largo de una recta, denominada línea de tierra LT.
Si hacemos coincidir el PH con la hoja de dibujo y
volcamos el plano horizontal a lo largo de la línea de tierra sobre el plano horizontal, se obtiene sobre la misma hoja de dibujo la figura proyextada sobre el plano horizontal y aquella proyectada sobre el plano vertical. El dibujo técnico
El dibujo técnico consiste en una representación gráfica de
elementos geométricos presentes en el espacio. En la base de todas las representaciones técnicas, se encuentran las reglas de la geometría descriptiva que asocia a cada signo un significado espacial. El dibujo técnico puede subdividirse en bidimensional (2D) y tridimensional (3D). Los métodos de representación bidimensional proporcionan un objeto visto desde arriba, desde el lateral y desde el frente. Tales vistas son llamas también proyecciones ortogonales.
En cambio, los métodos de representación en tres
dimensiones consienten la visualización completa en el espacio y en un único momento del objeto, de acuerdo a su forma y a su masa. Son de naturaleza diversa los modelados tridimensionales, usados como instrumentos para la proyectación, y el diseño bidimensional, un instrumento de documentación que proporciona datos e información técnica consultables por cualquiera que tenga un conocimiento mínimo del dibujo técnico.
La modelación tridimensional es un instrumento de
trabajo excepcional. No posee indicaciones de las dimensiones, tolerancia o secciones y otras precisiones sobre un modelo sólido tridimensional, a diferencia de los dibujos bidimensionales que las suministran constantemente.
Enumeremos los métodos de representación 3D: las
axonometrías, la proyección central y las representaciones en perspectiva. Las técnicas de representación gráfica se fundan en el principio de proyección del objeto sobre hipotéticos planos receptores que, en base a la posición y a la rotación de sus ángulos de intersección, proporcionan la imagen final.
El dibujo técnico se emplea en cada ámbito de la
arquitectura y de la ingeniería para representar gráficamente el desarrollo de los diseños. En la arquitectura se utiliza en la representación de los elementos que constituyen el edificio, tales como, por ejemplo, la disposición de los cimientos, las estructuras dimensionadas a través de cálculos inherentes a la disciplina de la estática, las paredes y la disposición de las divisiones dentro de los espacios interiores, la disposición del mobiliario y el diseño de espacios al aire libre, las cercas y jardines. En el diseño de ingeniería, el dibujo técnico está dirigido a la representación gráfica de las estructuras y las instalaciones tecnológicas dimensionados sobre la base de los cálculos de diseño efectuados con anterioridad.
Éste se subdivide en cuatro tipologías de dibujo:
preliminar, definitivo, ejecutivo y “as-built”. La renderización
La renderización, o rendering, indica la representación
gráfica y cualitativamente alta de un objeto o de la arquitectura para el trabajo de un diseñador.
En los últimos años, el término asumió un significado
particular, referido al ámbito de la gráfica por computador, en la cual se identifica un proceso de generación de una imagen partiendo de la descripción matemática de una escena en tres dimensiones, interpretada por algoritmos que establecen el color de todos los puntos de la imagen digital.
La descripción se provee a través de un lenguaje o una
estructura de datos que contiene la geometría, el punto de vista, los datos inherentes a las características visuales de las superficies distinguibles y la iluminación. En el proceso de generación de los gráficos, el rendering representa la última fase que otorga a un modelo o animación su aspecto final.
El resultado es una imagen del objeto que es posible ver en
su contexto, completa por materiales y detalles que hacen que la representación sea lo más fiel posible a la realidad. En el caso específico de las animaciones para películas cinematrográficas, muchas imágenes, llamadas fotogramas, deben ser diseñadas y recogidas en un programa capaz de crear una animación de este tipo.
La mayor parte de los programas de elaboración
tridimensional son de todas formas capaces de elaborar este tipo de imágenes particulares.