Sesenta y seis chilenos pertenecian ala cuarta Compafifa del Cha-
ilustre nombre, nieto del Padre de la-Patris- José Miguel Carreta y Ver-
dugo. En su primera juventud dedicése al comercio de animales traidos
desde Argentina. Corprendié que aquel oficio no encuadraba a su con-
dicién social. Dejéndolo de lado obtuvo una colocacién como funciona-
rio en la Intendencia de Santiago. Al esallar la guerra se inscribié en el
Regimiento Esmeralda, de brillante trayectoria durante la campafia. A
regresar @ la Patria, sino debié perma-
H Teniente Montt era sobrino nieto del Presidente Manuel Montt.
Estudiaba en Casablanca cuando se declaré la guerra, Presentése
como voluntario en el ejército, pero no se le acepté debido a su natura-
Regimiento Curieé. Le correspondié la Compafifa que mandaba el Capi-
‘in David Polloni. Particip6 con distincién en los diversos combates y
batallas en que actué el Curicé. Por méritos ascendié hasta el grado de
teniente, Fue trasladado al Regimiento Chacabuco y en él intervino en
Jn campafia de la Sierra. Habiendo enfermado de tifus, fue atendido en
Huancayo por el doctor Justo Pastor Merino. Era uno de los convale-
cientes en la villa de La Concepeién.
Perteneciente también a las antiguas familias de Chile el Teniente
Arturo Pérez del Canto ingres6 gracias a su tenacidad en el ejército.
Abandonando las aulas —como alumno del Liceo de Hombres de Copia-
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que. siempre
acompafia a nuestro pueblo: un perro, De raza indefinida, era la masco-
ta de la guarniciOn y obedecia al nombre de “Cuico”. Era un pedazo del
hogar modesto llevado desde Chile por alguno de los soldados.
En la casa pérroquial instalése la guamici6n con estrechez pero
buen énimo. Fue acomodada como enfermeria otra casa vecina, De ma-