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Representaciones sociales (Wagner y Elejabarrieta)

Algunos de nuestros conocimientos cotidianos se formula con palabras, otros son sentidos o emociones que
conocidos verbalmente, y otros son símbolos o iconos. La teoría de las representaciones sociales se ocupan
de un tipo especifico de conocimiento que juega un papel crucial en como la gente piensa y organiza su vida
cotidiana.
Características principales: a) el carácter social de su génesis. B) el hecho de que es compartido
ampliamente y distribuido dentro de una colectividad. C) la estructura interna y los procesos implicados. El
término representaciones sociales significa dos cosas: por una aparte, el término se usa para referirse a los
procesos a través del discurso; y por otra parte, el término se refiere al producto final de ese proceso, el
conocimiento colectivamente distribuido e individualmente accesible.
 La morfogénesis de las representaciones sociales
Una representación social se define como la elaboración de un objeto social por una comunidad. Las
representaciones sociales, en tanto que proceso social, solo puede aparecer en grupos y sociedades en las
que el discurso social incluye comunicación. La mayor parte de las veces es una modificación en las
condiciones de vida en el interior de una sociedad lo que ocasiona reelaboraciones y cambios en las
concepciones de los objetos sociales.
No son los atributos o fenómenos inherentes a un objeto los que lo convierten en social, sino la relación que
la gente mantiene con ese objeto. El discurso y la comunicación que crean las representaciones sociales
tienen lugar en los grupos reflexivos. Un grupo reflexivo es concebido como un grupo que es definido por
sus miembros, en el que los miembros conocen su afiliación y tiene criterios disponibles para decidir que
otras personas tmb pertenecen al grupo. Formar parte del grupo quiere decir que se dispone de una
representación consciente de las personas que pertenecen al grupo. Si un grupo es delimitado por un
observador externo mediante un criterio arbitrario que no aparece en la conciencia de sus miembros,
entonces hablamos de un grupo normal.
La teoría de las representaciones sociales enfatiza una forma de comunicación y pensamiento cotidiano en el
mundo actual. El pensamiento colectivo y la reflexividad de los grupos se complementan mutuamente y son
los prerrequisitos fundamentales para lo que denominamos identidad social. La identidad social tmb permite
a las personas dar verosimilitud a sus creencias cuando disponen de alguna evidencia.
El consenso funcional es necesario para mantener el grupo como una unidad social reflexiva y para
mantener la vida del grupo en una dirección organizada, estandarizado la identidad social y las interacciones
de una mayor cualificada de los miembros del grupo. Se requiere un consenso funcional preparado para
preservar el proceso colectivo de mantenimiento de una representación.
El discurso que elabora las representaciones sociales, al igual que el conocimiento de sentido común, para
que sea efectivo necesita ser público. (Extenderse a través de todos los miembros de un grupo. El mínimo
requerimiento es que los resultados de la elaboración colectiva de conocimiento sean accesibles a todos los
miembros del grupo.)
El carácter del pensamiento colectivo implica que las representaciones sociales deban relacionarse con el
metalenguaje acerca de su grupo de referencia. Sabiendo lo que pueda los endogrupos y exogrupos
relevantes, pensar no constituye ninguna sorpresa en las sociedades modernas. La reflexividad de los grupos
en la sociedad moderna implica, en primer lugar, conocer lo que mi propio grupo conoce y, en segundo
lugar, tener una idea acerca de los sistemas de conocimiento de los otros grupos.
No todo el conocimiento social complejo y las creencias que podemos denominar socialmente representadas
contendrán este tipo de metaconocimiento. El metaconocimiento relacionado con un grupo suele ser más
prominente con un tipo específico de representaciones sociales, las cuales han sido denominadas por
Moscovici como representaciones polémicas. Estas representaciones resultan de las situaciones conflictivas.
(Problema) el proceso sociogenético tiene varias etapas. Un fenómeno desconocido y/o una situación
conflictiva que perturba la práctica grupal y que crea un conflicto entre grupos. Este fenómeno se convierte
en un objeto relevante para el grupo. Se inicia un proceso de comunicación pública y colectiva. El
conocimiento común implica entonces una identidad social común, que es una precondición necesaria de los
grupos reflexivos.
 La topografía de la mentalidad moderna
La investigación clásica de la cognición social se interesa por las características generales del proceso de
percepción, memoria y juicio, que es considerado una característica psicológica universal del hombre como
miembro de la humanidad. La investigación en representaciones sociales a menudo se focaliza en contenidos
específicos de sistemas de conocimiento que caracterizan grupos sociales y sociedades. En una perspectiva
social, contenidos y procesos parecen estar entremezclados y difícilmente pueden separarse.
Pueden distinguirse 3 amplios campos de investigación en representaciones sociales. El primero es el que
caracteriza la perspectiva original de las representaciones como conocimiento vulgar de ideas científicas
popularizadas. El segundo es el extenso campo de los objetos culturales construidos a través de una larga
historia y sus equivalentes modernos. El tercero es el campo de las condiciones y acontecimientos sociales y
políticos, tiene un corto plazo de significación para la vida social. Podemos denominar la topografía de la
mente moderna.
1) La ciencia popularizada: (conocimiento popular científico/conocimiento vulgar) Fuertes legítimas
de conocimiento, en la sociedad occidental moderna ha sido la ciencia. Esta juega un importante
papel como fuerte de conocimiento cotidiano y, al mismo tiempo, es una autoridad para legitimizar y
justificar las decisiones cotidianas y las posiciones ideológicas.
La ignorancia publica acerca de la racionalidad científica resulta de la vulgarización del cocimiento
científico, en el que los conceptos y las teorías aparecen desconectados de sus fuentes originales, del
proceso de producción de conocimiento científico, ontologizandose y objetivándose para convertirse
en los mitos de la vida cotidiana.
El conocimiento científico popular puede usarse como una fuente de justificación secundaria de
convicciones ideológicas previas, y sirve de explicación metafísica de los hechos sociales.
2) la imaginación cultural: (obj. culturales con larga historia y equivalente modernos) la imaginación
cultural proporciona realidad a los objetos que habitan el mundo social a objeto con una larga
historia. Estas representaciones permiten una interacciones sociales que no sólo recrean los objetos
mismo, sino que define tmb a los actores como parte complementarias de los objetos, y proporcionan
a los sujetos sociales la impresión de pertenecer a culturas y comunidades específicas.
Las representaciones sociales de objetos culturales representan ante todo conocimiento declarativo.
Delimitan los objetos y entidades, estructuran sus características y fijan su significado en los
contextos sociales.
3) condiciones sociales y acontecimientos: (polemicas/conflictos-tiene un corto plazo de duración)
son las representaciones sobre condiciones sociales y acontecimientos que con frecuencia pueden
denominarse polémicas. Las principales características de estar representaciones, en comparación
con las culturales, son más bien breve su significación social y restrictiva validez en cuando a tamaño
de poblaciones a las que se refiere. Son compartidas por pequeños grupos. Los temas característicos
de este campo giran alrededor del conflicto social.
Representaciones polémicas son la base de la identidad social. El conocimiento colectivo sobre las
condiciones políticas, la estructura social y tmb sobre los acontecimientos históricos, guía el
pensamiento y la actuación selectivos de los grupos sociales. Un mismo dominio de conocimiento
puede pertenecer a más de una categoría.
 Descubriendo el funcionamiento de las representaciones sociales.
Las representaciones sociales, como producto, se caracterizan por ser elaboradas mediante el discurso y la
comunicación que permite una distribución colectiva del conocimiento. Las representaciones sociales son
procesos en los que necesariamente interviene la comunicación y la producción discursiva. Los procesos de
las personas que intervienen en un discurso, en la cognición social clásica son los procesos cognitivos de
tratamiento individual de información (atención, codificación, memoria e inferencia)
Las representaciones sociales son procesos de carácter sociocognitivo. La objetivación y el anclaje: designar
la actividad social y cognitiva que permite la construcción de conocimiento social compartido por los grupos
sociales
1. El proceso de objetivación: la objetivación es el mecanismo que permite la concretización de lo
abstracto. El proceso de objetivación se refiere a la transformación de conceptos abstractos extraños en
experiencias o convierte en perceptibles. Suele distinguirse en dos fases o etapas: transformación icónica y
naturalización.
a) la transformación iónica actúa en un primer memento seleccionando y descontextualizando ciertas
informaciones de la idea o entidad que se objetiva. La información seleccionada es entonces mucho
más tratable y más fácilmente accesible que si debiéramos atender a la inmensa cantidad de
información que circula en nuestra sociedad acerca de cualquier objeto específico. En el segundo
momentos, la transformación icónica materializa la entidad abstracta en una imagen. La
transformación iónica da lugar a la estructura imaginaria que reproduce una estructura conceptual.
Se ha denominado núcleo figurativo.
b) La naturalización: la transformación de un concepto en una imagen pierde su carácter simbólico
arbitrario convirtiéndose en una realidad con existencia autónoma. Lo que percibimos no son ya las
informaciones sobre los objetos, sino la imagen que reemplaza y extiende de forma natural lo
percibido.
Nos interesamos en como se elaboran y naturalizan, a través de la objetivación, las ideas o conceptos. Los
objetivos adquieren una significación social que les da cuerpo y figura, más que por conocer en que se
diferencia el supuesto original de su representación social.
1. El proceso de anclaje: Permite transformar lo que es extraño en familiar. El anclaje permite
incorporar lo extraño en lo que crea problemas, en una red de categorías y significaciones. Dos
modalidades de intervención permiten describir el funcionamiento del anclaje: a) la inserción del
objeto de representación en un marco de referencia conocido y preexistente; y b) la
instrumentalización social del objeto representado.
Las inteligencias es la ideología del don constituye un punto de anclaje importante para explicar la
desigualdades intelectuales a través de las diferencias naturales. Una segunda forma de anclaje posibilita la
inserción de las representaciones en la dinámica social, haciéndolas instrumentos útiles de comunicación y
comprensión. El anclaje posibilita que las personas puedan comunicarse en los grupos a que pertenecen bajo
criterios comunes, con un mismo lenguaje para comprender los acontecimientos.
o El anclaje y la objetivación mantienen una relación dialéctica.
Toda representación esta organizada alrededor de un núcleo y de un elemento periférico. El núcleo central
tiene dos funciones: a) una función generadora mediante la cual los otros elementos de la representación
adquieren o transforman su significado y b) una función organizadora de las relaciones que asocia los
elementos de la representación. Este núcleo es la parte más estable, coherente y rígida de la representación,
ya que esta fuertemente anclado sobre la memoria colectiva del grupo que lo elabora, sobre las condiciones
históricas y sociales del grupo.
Los elementos periféricos pueden considerarse como esquemas, en el sentido de la cognición social. Los
esquemas indicaron lo que es normal, lo que hace falta comprender o lo que es bueno pensar.
La transformación: puede ocurrir que en ciertas circunstancias, la vida cotidiana exija o condicione unas
determinadas prácticas en un grupo social. Si esas practicas son coherentes con la representación no surge
ningún problema, pero si entran en contradicción con ella pueden inscribirse como esquemas periféricos
durante un tiempo, intentado siempre proteger el núcleo central.

El análisis del discurso en psicología social (Iñiguez/ Antaki)

No existe una definición única de análisis del discurso que pueda contener toda la variedad de teoría y
practicas que actualmente se acogen bajo esta denominación. El análisis de contenido comienza con la
formulación de hipótesis sobre algún fenómeno social o psicológico. La palabra o la frase representan
directamente el concepto subyacente, y entre una y otro hay una vía directa sin nada que lo obstaculice. Es
aquí donde el AD se separa del análisis de contenido pues asume una teoría del lenguaje mas sofisticada.
El principio básico sobre el que descansa el Análisis Conversacional es que el lenguaje puede ser
comprendido por su uso: deberíamos ver como el lenguaje es usado por hablantes en conversaciones reales,
y deberíamos mirar por encima del nivel de la palabra o de la frase. (Toma de turno)
 Antecedentes del análisis del discurso
Existen dos fuentes de influencia principales en el AD que han surgido de dos tradiciones de trabajo
distintas. La primera ha sido la filosofía lingüística asociada a la escuela de Oxford en Gran Bretaña. La
segunda es el trabajo desarrollado en la Europa continental. Nos referimos principalmente a la primera de
ellas.
Los antecedentes de la primera tradición ha sido la noción de que el lenguaje puede afectar a la realidad
social. Esta forma de pensar refuerza la visión del lenguaje, y de la conducta lingüística, como capacidad de
hacer algo; y la idea de que el analista puede ser espectador de la interacción y hacer interpretaciones justo
sobre lo que el lenguaje esta haciendo. Esto supone separarse de dos imágenes usuales, como son la visión
del lenguaje como una serie de descripciones, y del analista como mero recolector de datos neutros. Esto
coloca directamente la actividad académica de la interpretación dentro de la orbita de la Psicología,
constituyendo un nuevo punto de partida.
Una visión positivista de la ciencia, en un experimento típico, se manipula una variable independiente y se
miden sus efectos en una variable dependiente; la única interpretación que se hará será que la variable
independiente ha causado el cambio en la variable dependiente. Esto constituye un hábito de pensamiento
tan internalizado en el mundo experimental que difícilmente es calificado como una interpretación. En la
actualidad es habitual encontrar toda una serie de críticas a la experimentación que sostiene que se necesita
un importante grado de interpretación en la misma.
La teoría de la Disonancia Cognitiva, predice que cuando el compromiso es alto, se experimentara disonancia
entre el compromiso y el hecho de haber oído algo que pronostica el experimento.
 Definiciones de Análisis de discurso
Hay varias definiciones de lo que es análisis de discurso, ninguna de las cuales pretende, de forma
imperiosa, ser definitiva. Un discurso es un conjunto de prácticas lingüísticas que mantiene y
promueven ciertas relaciones sociales. El análisis consiste en estudiar como estas prácticas en el
manteniendo y promoviendo estas relaciones: es sacar a la luz el poder del lenguaje como una practica
constituyente y regulativa.
¿Cómo es el análisis del discurso?
El modo particular en que el analista de discurso coloca la cuestión consiste en preguntarse que relaciones
sociales mantenidas y promovidas a través del lenguaje se quiere explicar. El campo es inagotable. El
lenguaje es de tal modo parte intrínseca de nuestra cultura que es difícil, concebir alguna relación social que
no se produzca a través de este medio.
El punto de partida del AD se basa en la proposición de que la relación social a examinar no esta sólo
mediatizada por el lenguaje sino tmb controlada por el.
Una vez que el analista ha escogido la relación social a la cual prestar atención, y es consciente de que su
elemento de trabajo va a consistir en un continuo entrecruzamiento de discursos, la búsqueda de material
relevante puede empezar. El analista recogerá ahora un material que ejemplificara los discursos que
resumen la relación.
No todo es un discurso. Hay dos criterios centrales para hacerlo evidente: un fragmento de conversación o
de escrito es un texto relevante si, en primer lugar, se puede interpretar que los participantes actúan en su
role como representativos del grupo, en que el investigador los ha identificado “como protagonista” en la
relación social; y en segundo lugar, que el texto debe tener efecto discursivo.
Los efectos discursivos son aquellos que operan por encima del nivel de lo individual. La tarea del analista
consiste en recorrer los textos buscando todas las posibles lecturas e identificar aquellas que sean más
adecuadas a la relación social que tiene en consideración.
La primera regla de el analista es no exceder el texto- el texto construye los objetos del discurso. Distintos
analistas pueden optar por diferentes niveles de análisis.
El AD asume el lenguaje tanto como señal de una realidad social como una forma de crearlas. Defiende por
un uso dinámico del lenguaje, y es sensible a sus efectos, no en el sentido de una reacción mental
transitoria, sino como un efecto de la forma lingüística.
El lenguaje es más una forma de construcción. El AD reconoce el mundo en el cual el hablante vive, un
mundo donde le habla tiene efectos.

Racionalidad e imaginario social en el discurso del orden. (Marí)

El discurso del orden y el imaginario social concurren y se aproximan al dispositivo de poder. Lo injusto del
poder soberano, es que constituya un ser natural solo frente a los otros soberanos, y no natural frente a sus
sujetos. Son los indicadores decisivos de este otro elemento esencial del dispositivo del poder que no
aparecían en nuestro esquema inicial y que lo integra junto con el discurso del orden y el imaginario social:
la fuerza.
La fuerza es el elemento constitutivo del poder, el que lo produce, pero la fuerza o la violencia se frustraría
de no articularse en dispositivos con el discurso del orden y el imaginario social, que constituyen las
condiciones de reproducción del poder conquistado o instituido con base en al fuerza. En el interior del
dispositivo del poder, el discurso del orden y el imaginario social reactualizan las fuerza y la transforman en
poder, haciéndolo constante y socialmente transmisible.
Fuerza, discurso del orden e imaginario social varían en sus modos de articularse, interceptarse y agruparse
dentro del dispositivo del poder, según cambios históricos en que se suceden diversas coyunturas
económicas, políticas e ideológicas.
- El discurso del orden es el lugar de la razón. Pertenece al ámbito cognoscitivo, al de la teoría y las
representaciones racionales.
- El espacio de la ley es espacio de razón. La ley es fuerza-razón en un doble sentido: razón en cuanto
al tipo formal de las estructuras lógicas que comunican la fuerza, y razón en cuanto en ella y a
través de ella se producen las operaciones ideológicas de justificación del poder.
La perdida de la libertad propia del estado de naturaleza solo se justifica, en el cálculo racional de las
ventajas que proceden del sacrificio del derecho natural de todos a todo. Al indicar Hobbes que la
conservación de la vida es la respuesta de la razón, señala tmb que es la vida el único derecho inalienable e
intransferible.
Ahora bien, el dispositivo del poder exige como condición de funcionamiento y reproducción que la fuerza y
el discurso del orden legitimante, estén en una estructura de movilización de creencias discursivas
extraordinarias. La función del imaginario social es operar en el fondo común y universal de los símbolos,
seleccionando los más eficaces y apropiados a las circunstancias de cada sociedad para hacer marchas el
poder. Más que a la razón, el imaginario social interpela a las emociones, a la voluntad y los deseos.
Mientras el discurso del orden combina predominantemente un repertorio de signos de la razón, el
imaginario social teje signos procedentes tanto de los fantasmas profanos como de la religión. Pero el
entretejido global de estos signos con la fuerza y el discurso del orden no conforma una operación irracional,
es por el contrario expresión de la más alta racionalidad del dispositivo del poder como condición de
reproducción ideológica de la infraestructura económica de una formación social.
El imaginario social es una praxis en el mismo sentido que esta categoría tiene en la teoría aristotélica y en
la marxista. Lo específico de esta praxis es la creación de lazos entre los códigos y el mundo. En esa praxis
se hacen operantes los fantasmas, la subjetividad humana, pero en cuanto a la praxis perteneces a lo social.
La palabra fantasma no alude al producto de una imaginación incontrolable o irracional, tiene el sentido de
fantasma en la experiencia freudiana: actividad creadora que anima el mundo imaginario y sus contenidos.
Pero la conexión fatasmatica entre el poder y el deseo no paso inadvertida para la teoría político-jurídica.
Hobbes propone la traducción en términos de necesidad social de este fenómeno psíquico. Lo hace
señalando la influencia de lo social en lo psíquico y la vía reciproca de realimentación del poder por lo
psíquico. Para Hobbes suponer que el hombre pude vivir sin deseo, es suponer que pude vivir aquél cuyos
sentidos e imaginaciones se han detenido. El objeto del deseo humano no es disfrutar, sino asegurar el
cambio de su deseo futuro. El objeto del deseo que privilegio Hobbes es el poder.
Sabemos que el este campo es el del imaginario social. Las formas del imaginario social decoran el poder en
el sentido de que lo embellecen, de fijar el régimen de respeto y reverencia de gravedad y dignidad que
reclama el poder.
Así como el imaginario social es condición de reproducción del discurso del orden en el dispositivo del poder,
enfocado en su modelo político-jurídico, es condición de reproducción de las formas de producción.
 HOBBES Y KELSEN: los referentes profanos del poder
El equivalente del pacto social del pensamiento político de Hobbes en el seno de la teoría del derecho es otro
referente racional y civil. Esta norma es tmb una ficción destinada a dar, el ultimo fundamento de validez del
orden jurídico. En cuanto “norma”, en cuanto significado de un acto de voluntad dirigido a la conducta de
otros, no existe en la realidad del derecho positivo, pero debemos actuar “como si” existiera para
comprender desde el punto de vista científico el derecho, por un lado y por el otro, para justificarlo
asignando a la ficción el contenido significativo de validez originaria de todo el sistema normativo.
Kelsen se topa con el problema de que a una norma presupuesta en el pensamiento jurídico, se puede
objetar, que una norma solo puede ser el significado de un acto de voluntad y no un acto de pensamiento.
Ahora bien, con esta ficción, el aceptar la norma básica de este tipo engendra una contradicción con el
reconocimiento de que la constitución cuya validez esta fundada en aquella norma, es el significado de un
acto de voluntad de una autoridad suprema sobre la cual no puede ser admitida ninguna otra.

Hacia una psicopatología de la pobreza (Fiasché)

La ideología conservadora es la fuerza que detiene y retrasa un proceso de cambio en la propia base
estructural de un acontecimiento institucional.
 En foque cultural del Psicoanálisis
Enrique Pichón Riviére fue el primer psicoanalista cultural que tuvo la Argentina. Una psicopatología
desde la cultura. Esto significa entender y explicar el modo en que la cultura juega un papel muy
importante en los mecanismos psicopatológicos, de los cuales disponemos en nuestra interioridad y a los que
muchas veces no podemos renunciar porque entrarían en la contracultura.
La contracultura tiende dos vertientes, una es la vertiente del proceso creativo de las transformaciones, lo
que Piaget sintetizaba diciendo que el hombre modifica al mundo y el mundo modifica al hombre. Pero tmb,
por medio de la contracultura y de su intencionalidad, existe la posibilidad de entra en el proceso de
deterioro y la marginación. Ello quiere decir que los cambios pueden ser muy fértiles o muy
autodestructivos en sus dos potencialidades, que dan lugar a que a veces su elección no pueda ser evaluada
con tanta facilidad: sin se va ir hacia la creatividad o hacia la marginalidad autodestructiva.
Cuando nos encontramos con un adolescente, es el adolescente el gestor cotidiano de la transformación
contracultural, no podemos tener la certeza de si llegara o no a ser un agente del cambio. Porque es
necesario comprender que el adolescente esta en el campo de la acción, comenzando a formar el
exogrupo, que es su grupo de pertenencia, y esto implica la experiencia de la horizontalidad, que se
transmiten los pares, donde la contracultura se juega en cada grupo.
Todos hemos recibido la cultura del marco institucional que es la escuela, desde la cual surgen proposiciones
muy valiosas para el proceso de aprendizaje. Pero algunos sostienen que hay que abolir las escuelas, porque
el niño tiene su propia potencialidad de aprendizaje que se desarrolla en la vida cotidiana, y que esa
potencialidad de aprendizaje esta cercenada permanentemente por los esquemas institucionales que
nosotros le imponemos.
Estos esquemas teóricos de eliminación de las escuelas, no puede ser válidos en los países coloniales. El
niño de una villa miseria, que vive en una ecología destructiva y tiene perturbada su capacidad de
aprendizaje, tiende a asimilar la destrucción que lo rodea, y la internaliza en conductas destructivas. Una
destrucción que se va a transformar en autodestrucción. La escuela, que es una organización bien
estructurada, le asegura al niño la incorporación de los conocimientos en forma metódica, encauzada y
dirigida, proporcionándole una ecología ética y estéticamente mas diferenciada.
La falta de una organización educativa estructurada, en este nivel de privación económica y cultural,
significaría un empobrecimiento en el proceso de aprendizaje, pues la sistematización y la rigidez del modelo
escolar favorecen el proceso tendiente a encausar y consolidar la adquisición y elaboración metódica de los
conocimientos.
Siguiendo el esquema de las áreas de Pichon Riviére, quedaría determinado que el centro de la salud básica
para el desarrollo es el cuerpo, la psicomotricidad. Cuando vemos a esos niños de la calle, como se mueven
y se manejan en su tarea, advertimos que tiene toda la esquizoidía propia de los seres que ha tenido que
ahogar el desarrollo emocional a favor de un aprendizaje precoz de estrategias para poder sobrevivir. Y esas
que no se viven quedaran con ese sello, son etapas que tenderán a evitar la posibilidad de experiencia.
Pues lo que se pierde es uno de los elementos básicos, considerado como base estructural de la salud
mental, que es la capacidad de realización simbólica, la capacidad de producir metáforas.
Aunque esos niños vayan a la escuela, muchos no van a poder alcanzar el pensamiento metafórico, porque
no pueden salir del pensamiento concreto, pragmático, que puede serles muy útil en la lucha contra el
mundo externo, pero no tiene la posibilidad de gozar del conocimiento correspondiente al nivel intelectual
que da la metáfora.
Se puede justificar que la psicopatología de la pobreza no puede ser considerada en términos de criterios de
salud y enfermedad de acuerdo con el sistema adaptativo. Por lo tanto, consideramos que esos criterios
adaptativos no solucionan aquellos elementos negativos inherentes a la pobreza, que no permiten el goce de
la salud en toda su potencialidad.
El reconocimiento de la experiencia conflictiva constituye un fenómeno mental básicamente creativo. Pero
cuando el individuo vive en la marginalidad, sometido a las ansiedades de la supervivencia, aquel nivel de
concientización no se puede alcanzar, porque la persona, sumergida en la miseria, vivencia con violencia el
conflicto, que a menudo se canaliza en al delincuencia. En este caso, la transformación no se puede lograr
porque el individuo no puede evitar en el “pattern epileptoide”

Psicología social Latinoamérica: una respuesta neoparadigmática (Robertazzi)

 Introducción
La psicología social comunitaria, la psicología social crítica y la psicología de la liberación pueden pensarse
como 3 líneas articulares e interrelacionadas respecto de cómo pensar la Psicología y sus cursos de acción.
Estos 3 enfoques constituyen 3 modos de hacer una “psicología socialmente sensible” y pueden incluirse en
el paradigma de la construcción y transformación críticas, según Montero. Tienen origen en el
continente latinoamericano intentando responder a las problemáticas propias de sus sociedades.
La Psicología social latinoamericana se propuso el desafío de enfrentar la realidad del subdesarrollo, los
efectos que producía sobre las personas y sobre las relaciones que establecían, enfocando de manera directa
la cuestión del poder y las posibilidades de transformación de las situaciones de desigualdad e injusticia.
Son 3 enfoques teórico-técnico que pueden pensarse como una respuesta neoparadigmática propia del
continente latinoamericano.

 Una perspectiva histórica


La psicología social latinoamericana se convertía en un campo “reconocible y reconocido” pero con fronteras
difusas, en la medida en que estaba generando permanentemente nuevas áreas: comunitaria, política,
ambienta, a la vez que desarrollaba otras de carácter interdisciplinario: salud, educación, trabajo.
Páez caracterizó como una Psicología social sobre América Latina, dado que abordaba los problemas que la
aquejaban. Se trata de una Psicología Social mucho más social y crítica que la europea y la de USA, pues
sostenía una defensa de la diversidad cultural y una lucha contra la imposición de un único modo de hacer
ciencia.
 Modalidades de la Psicología social en América Latina.
La psicología social comunitaria, la psicología social crítica y la psicología social y política de la liberación
constituyen 3 expresiones que atienden a las particulares configuraciones de poder que se instalan en
América Latina, a la vez que pretenden contribuir a la transformación de las sociedades, los grupos, los
individuos y sus relaciones, es por eso que cada una influye sobre las otras.
El análisis de Montero sobre paradigma de la construcción y transformación críticas fundamenta a estas 3
manifestaciones de la psicología y pone de manifiesto las dimensiones éticas y políticas. Las características
más relevantes consisten en presentar una visión del ser humano como sujeto activo, de la sociedad en la
que vive así como del tipo de relación necesaria para la producción de conocimiento.

1. La Psicología Social Comunitaria


Fue definida como el estudio de los factores psicosociales que permiten desarrollar, fomentar y mantener el
control y el poder que los individuos pueden ejercer sobre su ambiente individual y social para solucionar sus
problemas y producir cambios en el ambiente y en la estructura social. Este enfoque aborda los procesos de
cambio y transformación situando el origen en la propia comunidad o grupo, al considerar que sus
integrantes son sujetos activos capaces de conducir y modificar su vida.
Esta psicología ofrece un marco que permite problematizar la cuestión del poder, la desigualdad, las
transformaciones del ambiente y la constitución de una comunidad porque el criterio geográfico no siempre
resulta adecuado para tal definición. El objeto de la psicología comunitaria coloca a la comunidad como
ámbito y sujeto de la acción psicosocial comunitaria y de sus transformaciones posibles.
Este enfoque propone como tarea inicial la identificación de las necesidades como práctica realizada por la
propia comunidad. La participación y el compromiso son conceptos desarrollados por esta perspectiva que
ya marcan un estilo definido.
Se entiende por identificación de las necesidades al conjunto de actividades grupales, colectivas, de carácter
participativo, mediante las cuales se busca que una comunidad señale aspectos de su vida en común que
siente como insatisfactorios, inaceptables, problemáticos, perturbadores, limitantes o imposibilitantes, los
que impiden alcanzar un modo de vida diferente.
El conocimiento que la comunidad puede poseer sobre determinado problema no significa que lo
experimenten como una necesidad:
- Necesidades normativas: las que determinan los expertos a partir de normas preestablecidas o en
función de criterios técnicos.
- Necesidades sentidas: son las que las personas expresan, implícita o explícitamente, y que pueden
coincidir o no con las normativas
- Necesidades comparadas: son las producciones que no los reciben
La participación para Montero es la actuación conjunta de un grupo que comparte objetivos e intereses; una
acción conscientizadora y socializante que produce una movilización de la conciencia respecto de las
situaciones vitales, sus causas y sus efectos.
Montero presenta 3 puntos de vista sobre la participación, que en la práctica suelen estar unidos:
- Desde el punto de vista político: implica alcanzar o adquirir poder, desarrollo social o ejercicio de los
derechos democráticos.
- Desde el punto de vista comunicacional: se trata de compartir la información, ofreciéndola y
recibiéndola, escuchando a otros y siendo escuchado.
- Desde el punto de vista económico: se trata de compartir los beneficios que se obtengan a partir del
trabajo conjunto.
Los modos de la participación son diversos y todos necesarios. Según Hernández esos modos implican 3
dimensiones: ser parte, tener parte y tomar parte. Mediante la participación se adquiere identidad. No se
valora el proceso de participar como bueno o malo en sí mismo, dependerá de los valores y de la concepción
ética que orienta la acción. Ni tampoco hay una universal de la participación, sino que es una construcción
social que adquiere significado en función de todas las variables mencionadas.
El compromiso posee un carácter motivador porque las personas se comprometen con aquello que
consideran valioso y conveniente, ya sea individual y/o colectivamente. El compromiso como elemento
motivador acompaña siempre a la participación, pues poseen una relación directa.
Hay distintos tipos de compromiso, done se ponen en juego intereses tmb diversos; cuando el compromiso
es transformador supone la posibilidad de encuentro con el Otro, el respeto por sus saberes, una valoración
positiva hace a la justicia y la igualdad, lo derechos humanas y los intereses y necesidades de grupos y
comunidades.

2. La Psicología Social Crítica


Inicialmente surgió como una posición antipositivista y política, en el sentido de denunciar las condiciones
socioeconómicas, sus efectos en el ampo de las ciencias y en el tratamiento y la interpretación de los
fenómenos sociales, intentando generar una política liberadora que contrarrestara las formas opresivas que
existían en la psicología de la época.
Ibáñez subraya la necesidad de deconstrucción permanente de los conocimientos científicos adquiridos, dado
que sólo constituyen interpretaciones posibles de la realidad, contextualizada en tiempo y espacio, las que
modifican la misma realidad que están estudiando. El interior de la misma psicología crítica se encuentra
interesantes cuestionamientos a ese afán deconstruccionista.
Esta perspectiva no postula entonces una división entre la realidad y su conocimiento, pues las categorías
con las que pensar la realidad están construidas por las personas aunque no de modo exclusivo. Este
enfoque entiende a la psicología social como práctica discursiva y por lo tanto social. La Psicología social
crítica desde sus inicios se ha propuesto alterar lo que puede denominarse el modo “natural” de ver las
cosas, evidenciar los mecanismos del poder que sostienen posiciones establecer y abrir nuevas perspectivas
al conocimiento.
Pero aunque no parezca fácil definir en qué consiste una Psicología Social Crítica implicara siempre un deseo
comprometido de transformar el mundo y de subvertir las relaciones de dominación del orden social
imperante.

3. La psicología Social de la Liberación


Se trata de una corriente teórico-práctico democratizadora y fortalecedora, ética y crítica, que propone la
participación activa de los ciudadanos en la construcción de la realidad. Su foco esta puesto en quienes
resultan víctimas de las situaciones de opresión y se encuentran excluidos de los bienes sociales y de las
decisiones que los afectan; su finalidad es potencializar todos los recursos que poseen esos grupos de
personas que habitualmente están silenciadas.
La construcción de una psicología de la liberación surgió en el contexto de las luchas armadas en Centro
América, poniendo el acento en las necesidades concretas de las personas y planteando la urgencia de
contribuir a conformar una sociedad más justa y más digna. El aumento de la exclusión de las grandes
mayorías de la población interpela aún de modo más agudo a los distintos saberes.
La concientización era un concepto central de la psicología que proponía, dado que articulaba las distintas
dimensiones de la conciencia individual, social y política, así como el crecimiento personal, la organización
comunitaria y los procesos de transformación individual y social.
Su perspectiva cuestionaba al psicologismo por haber acentuado los factores individuales y subjetivos,
fortaleciendo de ese modo las estructuras opresivas. Proponía entonces que la preocupación de los
científicos sociales se dirigiera a transformar el mundo y no sólo a explicarlo.
En su propuesta de una psicología de la liberación, Martín-Baró entendía la necesidad urgente de un
replanteo teórico y práctico de la disciplina, partiendo de condiciones sociales y políticas conflictivas, en una
perspectiva que comenzara desde abajo, es decir desde la mayoría oprimida. Montero afirmaba que la
Psicología de la Liberación es la que trata del estudio psicosocial de aquellos procesos y conductas que
conducen hacia la liberación de la opresión, a adquirir poder y control sobre la propia vida, a la
transformación y al desarrollo de una identidad social positiva. Dentro de estos enfoques puede estudiarse
algunos procesos psicosociales, tales como los de naturalización, habituación y familiarización que ponen de
manifiesto la postura acrítica de considerar naturales las situaciones que se viven.
Es posible analizar otros procesos que constituyen a la desnaturalización: los procesos psicosociales de
problematización, concientización y liberación. Han sido propuestos inicialmente por Freire y expresan la
posibilidad de cuestionar y analizar de manera crítica el hecho de estar y ser en el mundo. Tales procesos
están estrechamente vinculados con la identificación y jerarquización de las necesidades de grupos y
comunidades.
La problematización implica movilización de la conciencia, en la medida en que permite cuestionar los modos
de construir conocimientos sobre el mundo en que se vive, sobre uno mismo y el papel social desempeñado
en ese proceso.
La concientización es el paso de una conciencia ingenua a una conciencia crítica que resulta indispensable
incluir la praxis, así como la reflexión ética y política sobre esa praxis.
El proceso de liberación, desde la perspectiva de Dussel puede entenderse como una nueva intersubjetividad
de validez futura. La relación ética consiste simpe en una tarea inclusiva, basada en la igualdad y el respeto
por las diferencias individuales y la singularidad.
El criterio de verdad que sostiene su postura es la vida del sujeto humano y el principio material ético se
deriva de él:
- El principio formal moral universal: se trata de un principio de aplicación de la norma material que
considera el criterio de intersubjetividad. Desarrolla la vida del sujeto humano aquí y ahora, cómo se
produce la supervivencia de los sujetos necesitados y con derechos a ser participantes
- El principio de factibilidad ética: considera la relación ser humano-naturaleza, en condiciones reales
de factibilidad.
En la medida en que no existe la sociedad perfecta, siempre habrá victimas y es necesario transformar la
sociedad. Se estaría éticamente obligado a actuar responsables y solidariamente para estudiar las causas de
victimización de los dominados y a proyectar entonces alternativas positivas futuras para transformar la
realidad.
El criterio ético-crítico reconoce que no puede aceptarse a bondad del sistema dominador, porque pierde
validez y verdad; lo que implica que se debe actuar creativa y con solidariamente para transformarlo.
Hacia una psicología de la liberación (Martin-Baró)

 Psicología de la liberación
Hay que afirmar que si pretendemos que la psicología contribuya a la liberación de nuestro pueblo, tenemos
que laborar una liberación. No es una tarea teórica, sino práctica. Si la psicología latinoamericana quiere
lanzarse por el cambio de la liberación tienen que romper con su propia esclavitud. Realizar una psicología
de la liberación exige primero lograr una liberación de la psicología.
La psicología latinoamericana se ha mostrado muy pobre para poder aportar una solución a las
problemáticas. Hay 3 razones por las cuales la psicología social latinoamericana se encuentra en un estado
de miseria:
1) Mimetismo cientista: Esto está relacionado con que al intentar lograr un prestigio y reconocimiento, lo que
se hizo fue intentar copiar los modelos de psicología norteamericana, pero los mismo se muestran inútiles
para poder abordar las problemáticas propias de nuestra región.
2) Carencia de una epistemología adecuada. Son 5 razonas las cuales caracterizaron a la psicología social las
responsables. Por un lado, el positivismo que solamente se centraba en los datos positivos y eso es un
impedimento de poder ver las cosas más allá de lo dado. El individualismo, ahistoricismo, la visión
homeostática por al cual no se pueden reconocer los cambios sociales y el hedonismo.
3) El dogmatismo provinciano.
El autor reconoce 3 falsos dilemas con respecto a la psicología social.
1) Oponer a la psicología y la antropología cristiana.
2) Oponer una psicología humanista a una deshumanizada.
3) Una psicología reaccionaria que es la que establece un orden social injusto frente a una progresista que
es la que permite dar transformaciones.
Las tres intuiciones más importantes:
I. La afirmación del objeto de la fe cristiana es un dios de vida que el cristianismo debe asumir como su
primordial tarea religiosa promover la vida. La fe cristiana en un Dios de vida debe buscar, todas
aquellas condiciones históricas que den vida a los pueblos.
II. La verdad práctica tiene primacía sobre la verdad teorética, la ortopraxis sobre la ortodoxia. La
verdad de la fe mostrarse en realizaciones históricas que evidencien y hagan creíble de la existencia
de un Dios de vida.
III. La fe cristiana llama a realizar una opción preferencial por los pobres. La teología de l liberación
afirma que a Dios hay que buscarlo entre los pobres y marginados. En primer lugar, porque esa fue
la opción de Jesús. Y en segundo lugar, porque los pobres constituyen la mayoría de nuestros
pueblos. Y en tercer lugar, porque los pobres ofrecen condiciones objetivas y subjetivas de apertura
al otro.

La teología de la liberación propone 3 elementos esenciales para la construcción de una psicología de la


liberación de los pueblos latinoamericanos:
A. Un nuevo horizonte: son los problemas reales de los propios pueblos, los que deben constituir el
objeto primordial. La psicología debe trabajar por la liberación de los pueblos latinoamericanos,
un proceso que entraña una ruptura con las cadenas de la opresión personal como de las
cadenas de la opresión social.
B. Una nueva epistemología: el objetivo de servir a la necesidad de liberación de los pueblos
latinoamericanos exige una nueva forma de buscar el conocimiento. La nueva perspectiva tiene
que ser desde abajo, desde las propias mayorías populares oprimidas. No se trata de que
nosotros pensemos por ello, de que les transmitamos nuestro esquema o de que les resolvamos
sus problemas; se trata de que pensemos y teoricemos con ellos y desde ellos. Tmb aquí acertó
la intuición pionera Freire, quien planteó la pedagogía del oprimido y no para el oprimido, era una
Psicología de la liberación tiene que aprender que sólo desde el mismo pueblo oprimido será
posible descubrir y construir la verdad existencial de los pueblos latinoamericanos. Asumir una
nueva perspectiva no supone echar por la borda todo nosotros conocimientos; lo que supone es
su relativización y revisión crítica desde la perspectiva de las mayorías populares.
C. Una nueva praxis: todo conocimiento humano está condicionado por los límites impuestos por la
propia realidad. Lo que veamos y como lo vemos esta ciertamente condicionado por nuestra
perspectiva, por el ligar desde el que nos asomamos a la historia; pero está condicionado tmb por
la propia realidad. De ahí que para adquirir un nuevo conocimiento psicológico no baste con
ubicarnos en la perspectiva del pueblo, es necesario involucrar en una nueva praxis, una
actividad transformadora de la realidad que nos permita conocerla en la que no es y en ello en la
medida intentamos orientarla hacia lo que debe ser. El problema de una nueva praxis plantea el
problema del poder y el problema de la politización de la Psicología. El que un conocimiento sea
parcial no quiere decir que sea subjetivo; la parcialidad puede ser consecuencia de unos intereses
pero pueden ser tmb de una opción ética.
 Tres tareas urgentes
Son muchas las tareas que se le presentan a la Psicología de la liberación, tanto teóricas como prácticas.
Presento 3 tareas: la recuperación de la memoria histórica, la desideologización del sentido común y de la
experiencia cotidiana, y la potenciación de las virtudes populares.
En primer lugar, la recuperación de la memoria histórica. La difícil lucha por lograr la satisfacción cotidiana
de las necesidades básicas fuera a las mayorías populares a permanecer en un presente psicológico, en un
aquí y ahora sin un antes ni después; el discurso dominante estructura una realidad aparentemente natural
y ahistórica, lo que es más importante, encontrar las carices de la propia identidad.
Recuperar la memoria histórica significa descubrir selectivamente, mediante la memoria colectiva, elementos
del pasado que fueron eficaces para defender los intereses de las clases explotadas y que vuelven otra vez a
ser útil para los objetos de lucha y concientización. Se trata de recuperar no solo el sentido de la propia
identidad, sino de rescatar aquellos aspectos que sirvieron ayer y hoy para la liberación. La recuperación de
una memoria histórica va a suponer la reconstrucción de unos modelos de identificación que les permitirá su
liberación y realización.
En un segundo lugar, contribuir a desideologizar la experiencia cotidiana. Sabemos que el conocimiento es
una construcción social. Desideologizar significa rescatar la experiencia original de los grupos y persona y
devolvérsela como dato objetivo, lo que permitirá formalizar la conciencia de su propia realidad verificando la
validez del conocimiento adquirido.
Finalmente debemos trabajar por potenciar las virtudes de nuestro pueblo. La historia contemporánea
ratifica día tras día su insobornable solidaridad en el sufrimiento, su capacidad de entrega y de sacrificio por
el bien colectivo. Hay una gran tarea delante si pretendemos que la Psicología latinoamericana realice un
aporte significativo a la Psicología universal y a la historia de nuestro pueblo. Esta tarea debe ser de una
Psicología de la Liberación, pero requiere una liberación previa de la Psicología y de la liberación sólo llega
de la mano de una praxis comprometida con los sufrimientos y esperanzas de los pueblos latinoamericanos.

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