You are on page 1of 7

El embarazo: síntomas, cuidados y etapas del desarrollo fetal

El embarazo es el periodo que pasa desde la concepción hasta el nacimiento del bebé. Abarca
aproximadamente 9 meses, aunque los especialistas prefieren contabilizar la gestación por
semanas.

Puesto que se desconoce el momento exacto de la implantación del embrión en el útero, se


considera que el embarazo se inicia con la última menstruación de la mujer. A partir de este
momento, pasarán 40 semanas de desarrollo fetal hasta el parto. Durante todo este tiempo,
la mujer experimentará numerosos cambios físicos y emocionales como consecuencia de las
variaciones hormonales. Estos cambios darán lugar a diferentes síntomas en función de la
etapa del embarazo. En la especie humana las gestaciones suelen ser únicas, aunque pueden
producirse embarazos múltiples. La aplicación de técnicas de reproducción asistida está
haciendo aumentar la incidencia de embarazos múltiples en los países desarrollados.3

El embarazo humano dura unas 40 semanas desde el primer día de la última menstruación o
38 desde la fecundación (aproximadamente unos 9 meses). El primer trimestre es el momento
de mayor riesgo de aborto espontáneo; el inicio del tercer trimestre se considera el punto de
viabilidad del feto (aquel a partir del cual puede sobrevivir extraútero sin soporte médico).
En 2007 el Comité de Aspectos Éticos de la Reproducción Humana y la Salud de las Mujeres
de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) definió al embarazo
como la parte del proceso de la reproducción humana que comienza con la implantación del
conceptus en la mujer. El embarazo se inicia en el momento de la nidación y termina con el
parto. La definición legal del embarazo sigue a la definición médica: para la Organización
Mundial de la Salud (OMS) el embarazo comienza cuando termina la implantación, que es
el proceso que comienza cuando se adhiere el blastocito a la pared del útero (unos 5 o 6 días
después de la fecundación).4 Entonces el blastocito atraviesa el endometrio uterino e invade
el estroma. El proceso de implantación finaliza cuando el defecto en la superficie del epitelio
se cierra y se completa el proceso de nidación, comenzando entonces el embarazo. Esto
ocurre entre los días 12 a 16 tras la fecundación. Se denomina embarazo ectópico o
extrauterino al que se produce fuera del útero, por una implantación anómala del óvulo
fecundado (habitualmente en alguna de las dos trompas de Falopio) y con mucha menos
frecuencia en la cavidad peritoneal (embarazo abdominal) y otros sitios.
Síntomas de embarazo

Los síntomas de embarazo que experimenta cada mujer pueden aparecer en momentos
distintos y con mayor o menor intensidad en función de las condiciones de cada una. De
hecho, hay quienes sienten cambios en su organismo desde los primeros días y quienes no
notan nada diferente hasta un estadio más avanzado del embarazo.

La ausencia de menstruación por la interrupción de los ciclos menstruales y el aumento


de peso a medida que avanza la gestación es algo común en todas las embarazadas. Otros
síntomas comunes son los siguientes:

 Náuseas y vómitos en el primer trimestre.


 Hinchazón y pesadez en abdomen, piernas, cara y pies, más pronunciados en los últimos
meses.
 Cansancio, sueño y fatiga.
 Ganas frecuentes de orinar.
 Mayor retención de líquidos.
 Cambios en la forma, sensibilidad y tamaño de pechos y pezones. Estos cambios se
producen en miras de la futura lactancia materna.
 Mayor sensibilidad olfativa, aumento del apetito y aparición de antojos.
 Aparición de estrías debido al crecimiento abdominal.

El embarazo mes a mes

La gestación comienza con la fecundación e implantación del embrión después de haber


mantenido relaciones sexuales sin protección en los días fértiles de la mujer.

Tras la llegada de los espermatozoides a las trompas de Falopio, uno de ellos se fusiona con
el óvulo maduro que ha sido expulsado del ovario. El embrión que ha resultado de esta
unión desciende por la trompa hasta llegar al útero, donde se adhiere al endometrio y da
inicio al desarrollo fetal y al embarazo.

A partir del momento de la implantación, tanto la madre como el embrión empiezan a sufrir
cambios. Te recomendamos leer los siguientes post para conocer de manera detallada todo
lo que ocurre durante las siguientes semanas de gestación:
Desarrollo del feto

La implantación embrionaria suele tener lugar alrededor de la cuarta semana de embarazo.


En este momento, el embrión es un disco circular de unos 2 mm.

Durante el segundo mes empieza la organogénesis: se forman la médula espinal, el


cerebro, el corazón, el intestino y la piel. También aparecen los ojos, las orejas, la nariz y el
labio superior.

Ecografías

La ecografía es una técnica de diagnóstico por imagen basada en la emisión de ultrasonidos


por una sonda. Los ultrasonidos penetran en la piel, gracias a la utilización de un gel
acuoso, y permiten llegar a la visión del feto, la cual sale reflejada en el ecógrafo.

Dieta durante el embarazo

Es fundamental controlar la alimentación durante el embarazo para que el feto reciba los
nutrientes necesarios y pueda desarrollarse con normalidad.

Complicaciones

El embarazo es un estado especial del organismo de la mujer, el cual sufre muchos cambios
y, por tanto, en ocasiones pueden resultar algunas complicaciones no deseadas que
comprometen la gestación.

Los controles ginecológicos pretenden diagnosticar cualquier riesgo en el feto a medida


que avanza el embarazo. Sin embargo, no siempre es posible evitar que tenga lugar un
aborto u otra alteración en la evolución gestacional normal.

Embarazo adolescente

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la adolescencia es el período en la vida


de una persona que comprende entre los 10 y los 19 años. En algunos casos la adolescencia
se ve interrumpida cuando la joven se queda un embarazo. Y es que, una de cada cinco
mujeres en el mundo ya tiene un hijo antes de los 18 años y cada año se producen 16
millones de nacimientos de mamás adolescentes. En las regiones más pobres del planeta a
una de cada tres mujeres son madres en la adolescencia.
Según los expertos, la edad más apropiada para ser madre es entre los 20 y los 35 años, ya
que el riesgo para la salud de la madre y el niño es mucho menor. El embarazo en la
adolescencia se considera de alto riesgo y conlleva más complicaciones. La adolescente no
está preparada ni física ni mentalmente para tener un bebé y asumir la responsabilidad de la
maternidad.

Las adolescentes que se quedan embarazadas presentan en muchos casos:

- Cuadros de mala nutrición, con carencia de nutrientes esenciales para el buen desarrollo
del bebé

- Un mayor número de abortos espontáneos

- Partos prematuros, hay un gran número de bebés de adolescentes que nacen antes de la
semana 37 de gestación

- Sus bebés tienen un peso bajo ya que la inmadurez de su cuerpo hace que su útero no se
haya desarrollado completamente

- Las mamás adolscente tienen niños con más problemas de salud y trastornos del
desarrollo

- En los casos de embarazos de niñas de menos de 15 años, el bebé tiene más posibilidades
de nacer con malformaciones

Consecuencia del embarazo en adolescentes

Desde el aspecto médico, embarazarse durante la adolescencia trae serias consecuencias:

- Un problema que se presenta en este tipo de embarazos es la falta de atención médica desde
el inicio del embarazo, debido a que generalmente las chicas no avisan pronto a sus padres,
tardan en decirles de su situación de 4 a 5 meses, los cuales pasan sin revisión alguna.

- Las mujeres de 16 años o menos corren el riesgo de preeclampsia y eclampsia.

- El bajo peso al nacer de los lactantes hijos de adolescentes aumenta y probablemente se


debe a causas orgánicas tales como anomalías placentarias, nutrición deficiente, tabaquismo
y consumo de drogas.

- La mortalidad materna en ésta etapa, incluso en numerosas naciones en vías de desarrollo


figura dentro de las causas más frecuentes de muerte en las adolescentes, la mayoría se deben
a embolia, enfermedad hipertensiva, embarazos ectópicos

- Algunas chicas optan por el aborto a veces clandestino que pone su vida en peligro debido
a sepsis y hemorragias presentadas durante el proceso.
Aspecto psicosocial

-Algunas jóvenes madres optan por la adopción que les crea una gran culpa y
arrepentimiento, sobre todo en etapas más maduras de su vida.

- Hay quienes deciden tener soltera al hijo, enfrentándose a grandes carencias y dificultades.
Su proyecto de vida se ve frenado, sufren agresiones por parte de su familia y del entorno y
tienen menos oportunidades de conseguir un empleo (cuando lo obtienen es mal
remunerado), sin olvidar que deben educar a su hijo en medio de un ambiente desfavorable.

- Otras jóvenes madres deciden ( si es que la pareja responde) casarse. Sin embargo existen
altas probabilidades de que su matrimonio no resulte porque los chicos se enfrentan a un
evento inesperado, sorpresivo; no son capaces en esos momentos de llevar una vida de pareja
independiente económicamente, no estan lo suficientemente maduros para que su relación
perdure, ni estan preparados para recibir un hijo y mucho menos cuidarlo.

El aborto

El Aborto se puede definir como la culminación de un embarazo antes de que el feto pueda
vivir de forma independiente fuera del vientre de la madre. La Organización Mundial de la
Salud (OMS) hace una definición de una forma de aborto denominado inseguro y lo califica
como un procedimiento para terminar un embarazo realizado por personas que carecen de las
habilidades necesarias o en un ambiente que no esté en conformidad con los estándares
médicos mínimos, o ambas cosas.

De forma tal que para la OMS, existen dos formas; una segura y otra insegura. En algunos
países, si ocurre antes de las 24 semanas de embarazo, por causas naturales, es considerado
espontáneo y se le denomina involuntario.
El aborto espontáneo según SEGO (Sociedad Española de Cirugía y Obstetricia), se define
como la expulsión o extracción de un feto o embrión que tenga por peso menos de 500
gramos o unas 22 semanas de embarazo. También queda dentro de la definición cualquier
producto de gestación de edad o de peso de embarazo que no sea viable, como un huevo no
embrionado, una mola hidatiforme u otras. Esto sin importar si es deliberado o no. Incluso si
hay vida.
Este tipo presenta varias formas clínicas que van desde la amenaza de aborto, pasando por el
inevitable, el completo, el retenido, el séptico y el de repetición. La calificación no está
estandarizada; pero estos son, de forma aproximada, los términos más usados.
Pero existe otro tipo de procedimiento que es conocido como inducido y es causado
deliberadamente con el fin de interrumpir el embarazo (ya sea bajo la observación médica o
no).
Tomar la decisión para terminar un embarazo es extremadamente personal y varía
drásticamente de un individuo a otro, en algunas sociedades es aceptada bajo determinadas
circunstancias; pero en otras puede ser considerado un acto criminal. Si se está considerando,
se debe pensar cuidadosamente acerca de lo que es correcto antes de tomar la decisión.
Se debe consultar a padres, médico u otro adulto de confianza que pueda ayudar con esta
elección. Hay que considerar que esto tendrá una repercusión muy importante en la vida
actual y futura. Los consejeros en las clínicas de salud de la mujer, como la Planificación
Familiar, pueden proporcionar información acerca de las diferentes opciones (como la
interrupción del embarazo, la adopción o la crianza de los hijos) y el efecto que cada uno
pueda tener.

Las consecuencias del aborto no seguro

Médicos Sin Fronteras (MSF) se esfuerza por reducir la mortalidad y el sufrimiento en las
poblaciones afectadas por conflictos y crisis. La organización médico-humanitaria está
decidida a luchar contra las principales causas de mortalidad materna, incluyendo el aborto
no seguro.

El aborto no seguro es una de las cuatro principales causas de mortalidad materna –junto con
las hemorragias, las infecciones y la alta presión sanguínea–, y además es la única totalmente
prevenible. Estas cuatro causas son responsables del 75% de las muertes maternas en todo el
mundo.
El aborto no seguro tiene consecuencias médicas que en muchos casos son irreversibles y
que pueden causar la muerte de la mujer embarazada. MSF es testigo una y otra vez de cómo,
cuando no hay servicios accesibles de aborto seguro, muchas mujeres recurren a métodos no
seguros a pesar de los considerables riesgos que entrañan.

Se calcula que cada año 47.000 mujeres adultas y jóvenes mueren a causa de abortos no
seguros y que cinco millones más sufren lesiones que derivan en discapacidades. Pero todas
estas cifras son solo estimaciones ya que muchas mujeres y jóvenes no pueden buscar
atención médica aunque sufran complicaciones y nadie sabe cuántas mueren.

Según un estrudio liderado por la Organización Mundial de la Salud publicado en 'The


Lancet', de los 55,7 millones de abortos que se solicitaron aproximadamente cada año entre
2010 y 2014, alrededor de 25 millones fueron abortos no seguros. Esto significa que fueron
realizados por personas que no tenían la cualificación necesaria para ello y en un entorno que
no respetaba los mínimos estándares médicos.

Complicaciones del aborto no seguro

MSF no alienta el aborto en absoluto. La interrupción del embarazo es, exclusivamente,


elección de la mujer. El único objetivo de MSF es evitar las consecuencias del aborto no
seguro.

Cuando una mujer está decidida a interrumpir su embarazo, buscará la forma de someterse
a un aborto independientemente de si el procedimiento es seguro y legal o no. Y si no le es
posible acceder a un aborto en condiciones médicas seguras, arriesgará la vida para
interrumpir el embarazo. Cuando ocurren complicaciones derivadas de un aborto no seguro,
la mujer suele renunciar a buscar ayuda médica profesional por temor a las consecuencias
sociales que esto le pueda acarrear.

Las principales complicaciones de un aborto no seguro son sangrado severo, infección,


peritonitis, lesiones en vagina y útero e incluso la muerte; también pueden darse
consecuencias a largo plazo que afecten a embarazos futuros, entre ellas la infertilidad.

You might also like