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El nuevo texto no solamente modifica profundamente los textos de los códigos que
reemplaza, desde el punto de vista hermenéutico representa un cambio de paradigma
con respecto a las bases del seguro bajo las que se puede interpretar. Es decir, el
antiguo código estaba basado en el derecho romano, el actual texto tiene una fuerte
influencia del derecho anglosajón.
Con respecto a la Ley de Defensa del Consumidor, consideremos que una de las
modificaciones a la Ley 24.240 introducida por la Ley 26.361 residía en el concepto de
consumidor. De acuerdo a la 24.240 el consumidor era quien “de cualquier manera
está expuesto a una relación de consumo”. El artículo 1092 reemplaza esta definición
y en los fundamentos del anteproyecto indica que: “… ese texto interpretado
literalmente ha logrado una protección carente de sustancialidad y de límites por su
amplitud”, poniendo en evidencia que diversos fallos han considerado consumidor al
peatón víctima de un accidente de tránsito, incluso con relación al contrato de seguro
celebrado el responsable civil y su asegurador. Básicamente, una relación de consumo
que operaba de manera absolutamente externa al peatón, pero que dada la
interpretación posible con el texto de la 24.240 podía llegar a considerarse consumidor
a los efectos de un fallo. De hecho hay muchas referencias de interpretaciones en este
sentido y de ahí la aclaración en el anteproyecto mencionado.
- Art. 765 “es de dar dinero si el deudor debe cierta cantidad de moneda, determinada
o determinable, al momento de constitución de la obligación. Si por el acto por el que
se ha constituido la obligación, se estipuló dar moneda que no sea de curso legal en la
República, la obligación debe considerarse como de dar cantidades de cosas y el
deudor puede liberarse dando el equivalente en moneda de curso legal.”
Intereses
El Artículo 770 dispone con respecto al anatocismo “que no se deben intereses de los
intereses excepto que… una cláusula exprese la acumulación de los intereses al
capital con una periodicidad no inferior a seis meses…” o que la obligación se
demande judicialmente y en este caso, la acumulación opera desde la fecha de la
notificación de la demanda o que la “obligación se liquide judicialmente y en este caso,
La capitalización se produce desde que el juez manda pagar la suma resultante y el
deudor es moroso en hacerlo”.
Contratos
También el contenido resultará inalterable para los jueces, excepto que derive del
pedido de una de las partes y que medie autorización legal, o cuando resulte violatorio,
en forma manifiesta, del orden público.
Orden de Prelación
Señala que el contenido del contrato debe integrarse con las normas indisponibles que
se aplican en sustitución de aquellas cláusulas incompatibles con ellas; las normas
supletorias; los usos y prácticas del lugar de celebración, cuando éstos hayan sido
declarados obligatorios o porque sean conocidos y aplicados ampliamente (art. 964).
La generalidad de los autores señala que el resto de los contratos de seguro son
Contratos de Adhesión a Cláusulas Predispuestas.
Sin embargo hay algunos casos, escasos por cierto, de contratos de seguro que
entrarían en la categoría de Contratos paritarios. Se trata de aquellos que califican
como Grandes Riesgos y están comprendidos en el punto 23.5 del Reglamento
General de Actividad Aseguradora, donde la citada norma requiere la conformidad del
Asegurable de todas y cada una de las condiciones integrantes del contrato. Es
probable que cuando se asegura una Central Eléctrica o una Planta productora de
tubos de acero de gran escala, los asegurados tendrán tanta capacidad como los
aseguradores para discutir las condiciones del contrato.
En cuanto a las cláusulas abusivas, a las que define como las que desnaturalizan las
obligaciones del predisponente, que implican renuncia o restricción al derecho del
adherente o amplían los derechos de quien las redactó, o que por su contenido,
redacción o presentación no son razonablemente previsibles se tendrán por no
escritas. Se consideran violatorias de la libertad de contratar aquellas cláusulas que
subordinan la provisión de productos o servicios a la adquisición simultanea de otros.
Por último, todo lo que se encuentre incluido en la publicidad se considera incluido
dentro del contrato.
Una novedad importante está referida a cuando los contratos se celebran fuera del
establecimiento comercial del proveedor, que en materia de seguros constituyen la
extensa mayoría. Prevé la nueva legislación que el consumidor tiene en estos casos el
derecho del arrepentimiento durante los primeros diez días de celebrado el contrato y
podrá dentro de ese plazo, rescindir, revocar o arrepentirse de dicho contrato sin que
le genere cargo alguno.
Similar criterio prevalece cuando los contratos se celebran a distancia o con utilización
de medios electrónicos.
Contratos Conexos
Cuando dos o más contratos autónomos se vinculen entre sí por una finalidad
económica común deberán ser interpretados los unos por medio de los otros,
atribuyéndoles el sentido apropiado que surge del grupo de contratos. Esta norma
faculta al juez a revisar todos los contratos para decidir sobre toda la operación
comercial. Los contratos de seguros están en muchos casos vinculados con otros
contratos, como por ejemplo cuando una propiedad se vende con un préstamo de
carácter hipotecario como consecuencia de la financiación otorgada por una entidad
financiera y en razón de la operación existirá una cobertura de seguro de vida de saldo
deudor y con seguridad una cobertura de incendio sobre el inmueble.
Prescripción
El nuevo Código establece como regla general en su artículo 2560 un plazo de cinco
años para que opere la prescripción, excepto que se disponga uno distinto.
Existen diferentes plazos de prescripción para casos especiales. Así el propio código
establece, por ejemplo, que las acciones civiles derivadas de delitos de lesa
humanidad son imprescriptibles.
En primer término resulta de interés destacar que el nuevo Código Civil y Comercial,
como ya se comentó en párrafos anteriores no hace distinción entre Responsabilidad
Civil Contractual y Extracontractual, circunstancia que seguramente tendrá
importancia general en cuanto al contenido de las coberturas y en particular por lo que
hace al plazo unificado de prescripción en lo referente a la utilización de contratos con
cláusulas que limitaban los períodos de denuncia (Claim Made) y cuya existencia
siempre ha sido motivo de controversias.
Señala el artículo 1716 “La violación del deber de no dañar a otro, o el incumplimiento
de una obligación, da lugar a la reparación del daño causado, conforme con las
disposiciones de este Código.” Y que “Cualquier acción u omisión que causa un
daño a otro es antijurídica si no está justificada.” (Art. 1717). Señalando a continuación
que las causales de justificación son la legítima defensa, el estado de necesidad, y el
ejercicio regular de un derecho.
En el artículo 1730 se aclara taxativamente que: “Este Código emplea los términos
caso fortuito y fuerza mayor como sinónimos” empleando la siguiente definición: “Se
considera caso fortuito o fuerza mayor al hecho que no ha podido ser previsto o que,
habiendo sido previsto, no ha podido ser evitado. El caso fortuito o fuerza mayor exime
de responsabilidad, excepto disposición en contrario.”
A su vez el artículo 1712 dispone que están legitimados para reclamar quienes
acreditan un interés razonable en la prevención del daño.”
En otro orden se excluyen del contenido del nuevo Código al Estado Nacional, a los
Estados Provinciales y Municipales y naturalmente a sus agentes y sus conductas se
deberán juzgar exclusivamente dentro del marco del Derecho Administrativo.
También es original la norma que admite las acciones de responsabilidad civil cuando
el hecho generador de un daño puede haberse producido fuera del país, lo que estaría
habilitando cubrir por ejemplo la RC Productos que se elaboren en el exterior.
Seguro de Automotores
Las Resoluciones SSN Nº 39.327 y 39.328, que fueron dictadas con fecha 29 de Julio
del 2015 para regir a partir del 1 de Agosto de ese mismo año, en concordancia con el
inicio de vigencia del nuevo Código, modifican parcialmente las condiciones
contractuales de las Coberturas de Seguro de Vehículos Automotores y/o Remolcados
(Res. 39.327) y las correspondientes al Transporte Público de Pasajeros (Res.
39.328), para adaptarlas a los “nuevos principios establecidos en el mencionado
Código”.
En primer término y con referencia al Artículo 509 del Título III del Código, en lo
concerniente a las Uniones Convivenciales, definidas como: “la unión basada en
relaciones afectivas de carácter singular, pública, estable y permanente entre dos
personas que conviven y comparten un proyecto de vida en común, sean del mismo o
de distinto sexo”
En cuanto al contenido del Artículo 1741 en el que se admite que el juez amplíe la
cantidad de legitimados activos en materia de reclamos por daños extrapatrimoniales
(daño moral, psicológico, etc.) sufridos a consecuencia de la muerte o gran
discapacidad del damnificado directo y en consecuencia podrán reclamar aquellos que
“según las circunstancias” gocen de “trato familiar ostensible”. Considerando que ese
trato familiar ostensible es definido por un magistrado en cada caso particular y,
asimismo, se entiende que el espíritu de su incorporación es a los fines de darles
facultad para reclamar por los daños sufridos por el tercero con el cual demuestre trato
familiar ostensible, en ese sentido, no corresponde asimilarlo a la facultad de reclamar
por daños patrimoniales o por daños físicos propios y que la alusión al mismo resulta
improcedente en el marco de las coberturas bajo análisis.
“debe tenerse en cuenta que el texto de la Cláusula de Riesgo Cubierto establece que
el Asegurador asume la obligación de indemnidad a favor del Asegurado y del
Conductor….por daños corporales a personas, sean estas trasportadas o no
transportadas y por daños materiales hasta un monto máximo por cobertura” y que el
fin principal del Seguro de RC es el resarcimiento de un daño, dejando de lado
cualquier otra obligación que surja del actuar por parte del Asegurado no contemplada
en el mismo. Y expresa, asimismo, que la conciencia de que ciertas conductas
disvaliosas…que podrían encontrarse amparadas….a través de un seguro, desalienta
su cumplimiento por parte de los ciudadanos, provocando un efecto contrario al
buscado por la norma.
Por último, aclara que las pólizas vigentes emitidas con antelación a la entrada en
vigencia de las Resoluciones bajo análisis no requerirán ni ser anuladas ni adecuadas,
pudiendo las Aseguradoras incorporar las modificaciones correspondientes en cada
renovación, sin perjuicio de lo definido en el Artículo 7º del nuevo Código Civil y
Comercial de la Nación.
SEGUROS OBLIGATORIOS
A continuación en el Artículo 2071 señala que “Para poder celebrar contratos sobre
unidades construidas o proyectadas bajo el régimen de propiedad horizontal, el titular
del dominio del inmueble debe constituir un seguro a favor del adquirente, para el
riesgo del fracaso de la operación de acuerdo a lo convenido por cualquier razón, y
cuya cobertura comprenda el reintegro de las cuotas abonadas con más un interés
retributivo o, en su caso la liberación de todos los gravámenes que el adquirente no
asume en el contrato preliminar.”
“El incumplimiento de la obligación impuesta en este artículo priva al titular del dominio
de todo derecho contra el adquirente a menos que cumpla íntegramente con sus
obligaciones, pero no priva al adquirente de sus derechos contra el enajenante.”
Se trata de una cobertura original obligatoria entre privados, en la que los asegurables
(compradores o inversores) tendrán derecho a exigírselo a quien deba contratarlo. Por
otra parte resulta de interés destacar que contrariamente a lo que ocurre en la
actualidad, el nuevo Código incluye dentro del concepto de propiedad horizontal, en
su artículo 2073, a los clubes de campo, barrios cerrados o privados, parques
industriales, empresariales o náuticos y cualquier otro emprendimiento urbanístico,
independientemente del destino de uso del mismo.
El citado Artículo 2071 no señala qué tipo de cobertura será de aplicación en estos
casos, pero atento al contenido del mismo parece razonable pensar que un seguro de
caución podría satisfacer correctamente sus exigencias.
l) a pedido de parte interesada, expedir dentro del plazo de tres días hábiles el
certificado de deudas y de créditos del consorcio por todo concepto con constancia de
reclamos administrativos o judiciales e información sobre los seguros vigentes.”
Hasta aquí una apretada síntesis de las disposiciones del nuevo ordenamiento jurídico
que afectan a los contratos de seguro, disposiciones que habrá que tener
particularmente en cuenta en los pedidos de aprobación de condiciones particulares,
toda vez que las actuales en vigencia, conforme con lo dispuesto en la Resolución
35.614, caducan en su totalidad el 3 de Marzo de 2016.
ANALISIS CRITICO
Los Dres. Alberto Alvarellos y Enrique Quintana, expusieron sus puntos de vista
respecto de la reforma del Código Civil actual, que entrará en vigencia a partir del día
1 de Agosto del presente año, en el Foro Nacional del Seguro.
El Nuevo Código Civil y Comercial cuenta hoy en día con un descontento generalizado
en algunos temas y opiniones a favor con respecto a otros, suscitando importantes
discusiones en todos los ámbitos, y el seguro no es ajeno a ello. La pregunta que
debemos realizarnos a esta altura es, ¿realmente modifica sustancialmente el Código
Civil y Comercial a la ley de seguros? ¿Otorgará este nuevo código mayor seguridad
jurídica? Lo cierto es que hay opiniones disímiles en casi todos los temas y artículos,
que a seguros se refieren o que podrían llegar a tener influencia en ellos de una
manera indirecta. Hay quienes opinan incluso que no era necesaria una modificación
tan sustancial al Código Civil actual, lo cierto es que fue una reestructuración total,
nada del anterior código se mantiene, ni siquiera el articulado o el orden de las
normas.
El primer punto criticable al Nuevo CC, tiene que ver con su entrada en vigencia. La
ley 26994 la indicaba para el día 01 de Enero de 2016, pero la misma fue modificada
por la ley 27077, quedando finalmente para el 01 de Agosto de 2015. Ahora bien,
¿tienen los jueces y abogados el pleno conocimiento de las nuevas normas que rigen
a partir de esa fecha como para poder desempeñar su labor conforme a ellas? La
respuesta pareciera ser que NO. Con tan poco tiempo para poder tomar conocimiento
de su contenido y no sólo eso sino también analizarlo en profundidad y conocer el
alcance de cada norma, lo cierto es que se hace muy complicado. Y si ellos no tienen
aún el conocimiento total de las normas, ¿pueden las aseguradoras, sus letrados y
aún los productores asesores de seguros que deben asesorar a los asegurados
conocerlas y aplicarlas? La respuesta pareciera a todas luces obvia. Recordemos que
según las leyes 22400 y 20091 los PAS deben desempeñar su actividad con
conocimiento de las leyes y asesorar en base a ellas.
Las leyes para su verdadero conocimiento requieren de tiempo no sólo para conocer
su contenido y alcances sino también para su maduración, en otros países desde que
se sanciona una ley se tardan 5 años aproximadamente para que entre en vigencia, de
esa forma cuando lo hace ya es altamente conocida y debatida por todos, máxime
cuando se trate de una ley de fondo tan importante como el Código Civil y Comercial.
Otra crítica que se le hace al Nuevo Código es que en pos de reducir artículos (se bajó
a más de la mitad de los existentes antes entre el Civil y el Comercial), han quedado
muchos temas sin legislar, por ejemplo, se eliminó el estatuto del comerciante, la
denominación de sociedades comerciales y la naturaleza jurídica de los contratos
consensuales
Un tercer tema de vital importancia y que ha dado lugar a múltiples discusiones, tiene
que ver con el art. 3 del NCC, que establece “Deber de resolver. El juez debe resolver
los asuntos que sean sometidos a su jurisdicción mediante una decisión
razonablemente fundada”. Una decisión debe estar fundada no sólo en la razón sino
también en una norma que la avale y la encuadre dentro del caso resuelto, es
inconcebible que un código civil y comercial tenga una norma de estas características.
Ello da lugar a la no aplicación necesaria de una ley a la causa, por otro parte, ¿qué se
entiende por razonablemente? Lo que para un juez puede ser razonable para otro
puede que no lo sea, entonces ¿dónde está la seguridad jurídica que la normativa
debe brindar?
El nuevo CCC no produce ninguna modificación en la ley seguros, ello expresado por
la misma comisión redactora del proyecto, integrada por el Dr. Ricardo Lorenzetti, la
Dra. Elena Highton de Nolasco y la Dra. Aída Kemelmajer de Carlucci, quienes en el
punto 1.4 de los fundamentos del Anteproyecto, expresan que “se respetan a los otros
microsistemas normativos autosuficientes, es decir, se ha tratado de no modificar otras
leyes, excepto que ello fuera absolutamente necesario“. Respecto de la actividad
aseguradora, mencionan que “En otros casos no hay ninguna modificación, como
sucede con la ley de Seguros“. Ahora bien ello no significa que nada cambie, es decir,
la nueva legislación no modifica la ley de seguros, sin embargo provoca
modificaciones en diversos aspectos relativos al mercado asegurador, como ser
nuevos seguros obligatorios, y sobre todo lo relativo al régimen de responsabilidad civil
donde se introducen importantísimos cambios.
La primera de estas modificaciones tiene que ver con el art. 1710 del nuevo cuerpo
normativo, que fija el “deber de prevención del daño”. Hasta ahora, ese deber de
prevención se aplicaba solamente a riesgos del trabajo, pero a partir de la nueva
disposición es aplicable a toda persona en cuanto de ella dependa. Esta disposición
da lugar a varios interrogantes, en la relación de un contrato de seguros, ¿en cabeza
de quién estará esa obligación? ¿Será este deber objeto de cobertura de RC? y de
serlo, ¿cuál será el límite?, ¿qué daños deberán ser resarcidos?
Otro cambio sumamente importante tiene que ver con el plazo de prescripción en
responsabilidad civil. Puntualmente el nuevo código, le quita sentido a las coberturas
claims made que se utilizan actualmente para todos los casos de póliza de RC médica,
y que tenían un plazo de prescripción de 10 años, a los fines de acotar el tiempo que
transcurre entre el hecho que genera el daño y la recepción del reclamo. El nuevo
código fija un plazo de prescripción de 3 años, al eliminar la distinción entre
responsabilidad contractual y extracontractual.
El nuevo código conserva los 4 elementos básicos de atribución de responsabilidad
que son la antijuridicidad, el factor de atribución, el nexo de causalidad y el daño.
Daño: no hay responsabilidad civil sin daño. El nuevo código incorpora la pérdida de
chance. En cuanto al daño moral contiene dos novedades: la indemnización
corresponde sólo a la víctima, y en caso de muerte o gran incapacidad amplía el
número de legitimados a reclamarla, los cuales son ascendientes, descendientes y
todos aquellos que mantienen con la víctima un trato familiar ostensible.