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φ es consecuencia lógica de Γ.
Γ implica lógicamente a φ.
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de los signos que componen el vocabulario del lenguaje de la lógica proposicional.
La implicación lógica no es un signo del lenguaje. Es decir, no es un signo del
lenguaje sino que es una relación metalingüística que va a ser denotada por un
signo del metalenguaje. Es decir que implicación lógica e implicación material no
son la misma cosa.
Ahora bien, ¿qué relación hay entre consecuencia lógica e implicación lógica?
Hay una relación muy estrecha entre estas dos relaciones: la consecuencia lógica
es la relación conversa (o inversa) de la implicación lógica y viceversa. La
relación de ―ser la relación conversa de‖ es simétrica. Si R es la relación conversa
de R-1, R-1 es la relación conversa de R. La relación entre implicación lógica y
consecuencia lógica es, entonces, la siguiente: la consecuencia lógica es la
conversa de la implicación lógica y la implicación lógica es la conversa de la
relación de consecuencia lógica. Por ejemplo, la relación conversa ―ser (un)
progenitor de‖ es la relación ―ser (un) hijo de‖. Las relaciones binarias, como ―ser
progenitor de‖ o ―ser hijo de‖ se interpretan extensionalmente en la semántica de
la lógica de predicados como conjuntos de pares ordenados de individuos del
universo de discurso, tales que el primer miembro de un par ordenado tiene la
relación en cuestión con el segundo miembro.
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obtener la relación conversa. Generalizando, para cualquier par de relaciones
binarias R y R-1 tal que R-1 es la relación conversa de R (y R es la relación
conversa de R-1) se da que el par ordenado 〈a, b〉 pertenece a la extensión de la
relación R si y sólo si el par ordenado 〈b, a〉 pertenece a la extensión de R-1
Aclaramos entonces este punto acerca de una expresión alternativa para denotar la
relación lógica fundamental para la lógica, y para la filosofía de la lógica, que es la
relación de consecuencia lógica. Otra expresión que se usa como sinónima aquí de
implicación lógica, pero que en castellano no tiene mucho éxito es:
Γ entraña φ
φ se sigue (deductivamente) de Γ
Puede ser que se topen además con otras expresiones que denoten a este objeto
central de estudio de la filosofía de la lógica, pero con las que les presenté es
suficiente por ahora.
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lógica formal contemporánea de la relación de consecuencia lógica –ustedes ya
vieron dos caracterizaciones alternativas de esa relación para la lógica
proposicional: la caracterización de consecuencia semántica y la caracterización
de consecuencia sintáctica— de acuerdo con la noción intuitiva de consecuencia
lógica? Se supone que existe una noción intuitiva —que, a veces se denomina ―pre
teórica‖— de consecuencia lógica. Como, en realidad, hay varias nociones de este
tipo en la historia de la lógica, supongamos que hay por lo menos una noción
intuitiva de consecuencia lógica. Estas caracterizaciones que ustedes vieron para la
lógica proposicional, ¿están de acuerdo con la noción intuitiva de consecuencia
lógica o son radicalmente diferentes de ella? La discusión en la literatura actual se
centra, en general, alrededor de un trabajo germinal de un lógico polaco, uno de
los más grandes lógicos del siglo XX, Alfred Tarski. Hay un trabajo de Tarski que
se llama ―Sobre la noción de consecuencia lógica‖1 en donde este lógico se
propone partir de lo que él considera que es la noción intuitiva de consecuencia
lógica y tratar de recoger de esa noción intuitiva la mayor cantidad de rasgos
posibles para hacer una teoría matemáticamente precisa de la consecuencia lógica.
A este proceso se lo suele llamar ―proceso de elucidación de conceptos‖. Es decir,
uno tiene un concepto que puede ser vago, puede ser impreciso, etc., y quiere
precisarlo. Por ejemplo, este es caso del concepto intuitivo de número: uno tiene,
en general, una noción imprecisa y vaga de número. Pero uno puede preguntarse
qué es un número y pedir una elucidación de la noción de número como la que
hicieron Frege y Russell para llegar a un concepto preciso de número —la llamada
―definición Frege-Russell de número‖—.
1
Tarski, A. (1936) ―O pojęciu wynikania logicznego‖, Przegląd Filozoficzny, 39, pp. 58–68 y ―Über den
Begriff der logischen Folgerung‖, en Actes du Congrès International de Philosophie Scientifique, fasc. 7
(Actualités Scientifiques et Industrielles, vol. 394), Paris: Hermann et Cie, pp. 1–11.
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Hoy hay sol y es
miércoles.
Hoy hay sol.
Es decir, se puede tener una idea intuitiva de consecuencia lógica sin nunca
preguntarse por una caracterización matemáticamente precisa de esa noción. Por el
contrario, pueden preguntarse eso mismo y eso es lo que hace Tarski en este
artículo germinal de 1936. ¿Qué sucede? Hay una polémica persistente sobre si
hay o no hay problemas con esta caracterización de Tarski. Esa polémica se
reaviva sobre todo debido a un autor norteamericano, John Etchemendy, que
publica un libro que se llama La noción de consecuencia lógica2, en el cual este
hereje afirma que Tarski hizo muy mal ese proceso de elucidación. Es decir que su
caracterización del concepto de consecuencia lógica, que es la que da origen a las
caracterizaciones de la noción de consecuencia para la lógica de primer orden que
ustedes estudian en los libros de texto, en realidad no refleja adecuadamente la
noción intuitiva. A partir de ese texto de Etchemendy se ha generado una industria
cultural sobre esta cuestión.
2
The Concept of Logical Consequence. Cambridge (Mass.): Harvard University Press, 1990.
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un operador modal y en el otro caso tengo un condicional afectado por un
operador modal.
La noción intuitiva más habitual es esta que les acabo de presentar. Se puede decir
que esta noción ya aparece en Aristóteles. Como les decía, uno puede encontrar un
antecedente en Aristóteles cuando él define silogismo. No vamos a entrar en esta
caracterización aristotélica porque incluye determinadas condiciones que, si uno
las interpreta literalmente, hacen que su noción de consecuencia lógica sea muy
distinta de la noción que vamos a describir.
Otra caracterización intuitiva que se suele hacer tiene que ver con una
caracterización en términos de los significados de los términos que aparecen en el
argumento. Entonces, uno diría que, en este sentido intuitivo, φ es una
consecuencia lógica de Γ si, dado el significado de las expresiones que aparecen
en Γ y en φ, no es posible que todas las oraciones de Γ sean verdaderas y φ sea
falsa. Es decir, en virtud del significado de las expresiones que aparecen en el
argumento, la verdad de las premisas garantiza la verdad de la conclusión. Por
ejemplo si consideramos:
Juan es casado.
Por lo tanto Juan no es soltero.
En virtud del significado de las expresiones que aparecen en esas dos oraciones
(tenemos una sola premisa y la conclusión) no es posible que la premisa sea
verdadera, es decir, que Juan sea casado y que la conclusión ―Juan no es soltero‖
sea falsa. Una caracterización intuitiva relacionada con esta manera de entender la
consecuencia lógica es la que habíamos mencionado en alguna clase anterior: si el
argumento es válido, si hay consecuencia lógica, la conclusión está contenida en
las premisas. Pero, ¿qué quiere decir que está contenida? Que en virtud del
significado de los términos que aparecen en el argumento no es posible que las
premisas sean todas ellas verdaderas y la conclusión falsa. Si las premisas son
verdaderas la conclusión también lo es. A la caracterización en términos de
contención se la suele llamar ―consecuencia analítica‖ y a veces se le niega el
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estatus de consecuencia lógica. Sin embargo, en un sentido intuitivo uno diría que
esa también es una idea de consecuencia lógica. La idea de que un razonamiento
es un buen razonamiento deductivo si la conclusión esta contenida en las premisas
es una idea que aparece en muchos autores, aunque resulta difícil de precisar.
Profesor: Para tratar de contestar esa pregunta, veamos un ejemplo. Vos tenés la
regla de adición que dice que si tienen φ como premisa, pueden concluir (φ ψ).
Ahora bien, demos un ejemplo en lenguaje natural que instancie esa regla:
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consecuencia lógica que tiene que ver con una operación que podemos llamar
―sustitución uniforme‖ y que se relaciona estrechamente con la noción de forma.
Por ejemplo, consideremos el siguiente argumento:
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comparten la misma forma lógica, de manera que si el argumento original es
válido, los obtenidos mediante sustitución uniforme a partir de él también lo serán.
Γ╞ Consecuencia semántica
Este es un punto central de la materia porque uno de sus objetivos es dar una
caracterización matemáticamente precisa de una noción intuitiva. Como las
nociones de consecuencia lógica de distintos sistemas lógicos no tienen por qué
coincidir, una práctica habitual en los libros es subindicar los símbolos de
consecuencia con las iniciales del sistema lógica para el cual estamos definiendo
esas nociones:
├LP
╞LP
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términos matemáticos, en términos de teoría de conjuntos. Entonces, ¿cómo se
caracterizaba la noción de consecuencia sintáctica?
Γ├LP
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Por ejemplo, supongan que aparece en el lugar n de una derivación:
p
n) p
n+1) p
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indirectamente con las tablas de verdad para las conectivas— se da que si hace
verdaderos a todos los miembros de Γ —y esto quiere decir que otorga el valor 1 a
todos los miembros de Γ— entonces hace verdadera a , es decir otorga el valor 1
a . Es un enunciado condicional cuantificado universalmente: para toda valuación
se da que si hace verdaderos a todos los miembros de Γ también hace verdadera a
.
Γ╞LPO
Γ├LPO
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