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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA

UNIDAD ACADÉMICA DE CIENCIAS QUÍMICAS Y DE LA SALUD


CARRERA DE BIOQUÍMICA Y FARMACIA

Docente: Dra. Bioq. Farm. Serafin Alvarez Diana Haydee, Mgs.


Ciclo/Nivel: Sexto Semestre “C”
Fecha: Machala , 11 de junio de 2018
Integrantes:
 Alvarex Sofia
 Bustamante Oviedo Mercy Daniela
 Gutierrez Ayala Michael Damian
 Leon Marlon
 Vera Winer
Tema:
TIPOS DE BACTERIAS GRAM POSITIVAS NO ESPORULADAS

1. OBJETIVO:
Conocer mediante la investigación bibliográfica otros tipos de bacterias Gram positivas
no esporuladas existentes.

2. INTRODUCCION
Los bacilos Gram positivos no esporulantes constituyen un grupo diverso de bacterias
aerobias y anaerobias. Especies del género Corynebacterium y especies del género
Propionibacterium, son miembros de la micro flora normal de la piel y las mucosas del
ser humano y, como tales, a menudo son contaminantes de muestras clínicas que se
remiten para valoración diagnóstica. Sin embargo, entre los actinomicetos aerobios se
encuentran microorganismos patógenos importantes como Corynebacterium diphtheriae,
un microorganismo que produce una potente exotoxina que causa la difteria en el ser
humano y Mycobacterium tuberculosis, el microorganismo causante de la tuberculosis.
3. DESARROLLO
Los bacilos Gram positivos que no forman esporas configuran un grupo heterogéneo de
bacterias anaerobias facultativas o anaerobias estrictas que colonizan la piel y las
superficies mucosas.
Actinomyces, Mobiluncus, Lactobacillus y Propionibacterium son patógenos
oportunistas bien conocidos, mientras que los miembros de los géneros Bifidobacterium
y Eubacterium se pueden aislar en las muestras clínicas pero rara vez causan enfermedad
en el ser humano (Joklik W, Willett H, Amos D, Wilgert C. 2014).

3.1. Genero Corynebacterium


Las especies del género Corynebacterium y bacterias relacionadas por lo común tienen
una forma irregular o en palillo de tambor; aunque no todas las cepas tienen las
configuraciones irregulares, los términos bacterias “corineformes o difteroides” son
convenientes para designar el grupo. Estas bacterias tienen un alto contenido de
guanosina más citosina. Las corinebacterias son ubicuas en las plantas y en los animales,
y colonizan normalmente la piel, el aparato respiratorio superior, el aparato digestivo y
el aparato genitourinario del ser humano. Aunque todas las especies de corinebacterias
se pueden comportar como patógenos oportunistas, unas pocas se asocian con una mayor
frecuencia a enfermedades. La más conocida de estas es Corynebacterium diphtheriae,
el agente etiológico de la difteria. Se han descrito otros géneros de bacterias corineformes.
Los cuatro géneros que se han asociado con una frecuencia mayor con la enfermedad
humana (Arcanobacterium, Brevibacterium, Rothia, Tropheryma) (Joklik W, Willett H,
Amos D, Wilgert C. 2014).

3.2. Corynebacterium diphtheriae


Bacilos pleomorfos Gram positivos. El principal factor de virulencia es la toxina diftérica,
una exotoxina A-B; inhibe la síntesis de proteínas. El agente etiológico de la difteria;
existen formas respiratorias y Cutáneas.
Epidemiología:
Distribución universal que se mantiene por los portadores asintomáticos y por los
pacientes infectados. El ser humano es el único reservorio conocido, siendo portador en
la orofaringe y en la piel. Se transmite de persona a persona mediante la exposición a las
gotas respiratorias o el contacto cutáneo. La enfermedad se observa en personas no
vacunadas que viven hacinadas en zonas urbanas, y en niños o en adultos con disminución
de la inmunidad (Joklik W, Willett H, Amos D, Wilgert C. 2014).
Diagnóstico:
El examen microscópico es inespecífico; se observa la formación de gránulos
metacromáticos en C. diptheriae y otras corinebacterias. Se deben llevar a cabo cultivos
en medios no selectivos (agar sangre) y selectivos (agar cisteína-telurito, medio de cultivo
Tinsdale, agar colistina-nalidíxico) La identificación de sospecha de
C. diphtheriae se puede basar en la presencia de cisteinasa y la ausencia de
piracinamidasa; la identificación definitiva se realiza mediante pruebas bioquímicas o
secuenciación de los genes específicos de la especie. La demostración de exotoxina se
fundamenta en la reacción en cadena de la polimerasa o la prueba de Elek (Joklik W,
Willett H, Amos D, Wilgert C. 2014).
Tratamiento, prevención y control:
Infecciones tratadas con antitoxina diftérica para neutralizar la exotoxina; utilización de
penicilina o eritromicina para eliminar C. diphtheriae y acabar con la producción de
toxina y vacunación de pacientes convalecientes con el toxoide diftérico con el fi n de
estimular la formación de anticuerpos protectores Administración de la vacuna diftérica
y de las dosis de recuerdo a la población susceptible (Joklik W, Willett H, Amos D,
Wilgert C. 2014).
Hábitat: Piel y mucosas de animales y hombre, ocasionalmente aislados del suelo.

3.3. Genero Listeria


Existen varias especies del género Listeria. De éstas, L. monocytogenes es importante
como causa de un amplio espectro de enfermedades en animales y seres humanos. L.
monocytogenes es capaz de crecer y sobrevivir en una amplia gama de condiciones
ambientales. Puede sobrevivir a temperaturas de (4°C), bajo condiciones de pH bajo y
condiciones de alto contenido de sal. Por tanto, puede superar la preservación de
alimentos y las barreras de seguridad de manera que es un microorganismo patógeno
importante transmitido en los alimentos (Mandell G, Douglas L, Bennett J. 2015).
Características morfológicas e identificación:
L. monocytogenes es un bacilo corto, Gram positivo, no formador de esporas. Produce
catalasa y tiene una motilidad de extremo sobre extremo tambaleante a una temperatura
de 22 a 28°C pero no de 37°C; la prueba de motilidad rápidamente diferencia a la Listeria
de los difteroides que son miembros de la microflora normal de la piel (Mandell G,
Douglas L, Bennett J. 2015).
Características de cultivo y crecimiento:
Listeria crece bien en medios como agar sangre de cordero al 5% en el cual muestra la
pequeña zona característica de hemólisis alrededor de las colonias y por debajo de las
mismas. El microorganismo es un anaerobio facultativo y produce catalasa, hidrólisis de
esculina y es móvil. Listeria produce ácido pero no gas por la utilización de diversos
carbohidratos. La motilidad a una temperatura ambiental y la producción de hemolisina
son características primordiales que ayudan a diferenciar Listeria de las bacterias
corineformes (Mandell G, Douglas L, Bennett J. 2015).
Clasificación antigénica:
La clasificación serológica se lleva a cabo sólo en los laboratorios de referencia y se
utiliza principalmente para los estudios epidemiológicos. Los serotipos 1/2a, 1/2b y 4b
constituyen más del 95% de las cepas de seres humanos. El serotipo 4b produce la mayor
parte de los brotes epidémicos transmitidos en los alimentos (Mandell G, Douglas L,
Bennett J. 2015).
Patogenia e inmunidad:
L. monocytogenes entra en el cuerpo a través del aparato digestivo tras la ingestión de
alimentos contaminados como quesos o verduras. El microorganismo tiene varias
proteínas de adhesina que facilitan la fijación de las bacterias a las células hospedadoras
y que contribuyen a la virulencia. Tiene una proteína de superficie de la pared celular
denominada internalina A que interactúa con la E-caderina, un receptor en las células
epiteliales, que favorece la fagocitosis hacia las células epiteliales. Después de la
fagocitosis, la bacteria es envuelta en un fagolisosoma, donde es activada por el pH bajo
para producir listeriolisina O. Esta enzima produce lisis de la membrana del fagolisosoma
y permite que las listerias escapen hacia el citoplasma de la célula epitelial. Los
microorganismos proliferan y ActA, otra proteína de superfi cie de la listeria, activa la
polimerización de la actina de la célula anfitriona, lo cual las impulsa hacia la membrana
celular. Empujando la membrana de la célula hospedadora, produce la formación de
protrusiones elongadas denominadas filópodos, que son ingeridos por células epiteliales
adyacentes, macrófagos y hepatocitos, las listerias son liberadas y el ciclo comienza de
nuevo. L. monocytogenes se puede mover de una célula a otra sin estar expuesta a
anticuerpos, complemento o células polimorfonucleares. Shigella flexneri y rickettsias
también usurpan la actina y el sistema contráctil de las células anfitrionas para diseminar
sus infecciones. El hierro es un factor de virulencia importante. Las listerias producen
sideróforos y pueden obtener hierro de la transferrina. La inmunidad para L.
monocytogenes es mediada principalmente por células, según se demuestra por la
ubicación intracelular de la infección y por la notable relación de la infección con los
estados que cursan con alteración de la inmunidad mediada por células como el
embarazo, sida, linfoma y trasplante de órganos. La inmunidad puede ser transferida por
los linfocitos sensibilizados pero no por los anticuerpos (Mandell G, Douglas L, Bennett
J. 2015).

3.4. Genero Propionibacterium


Las propionibacterias son bacilos gram positivos pequeños que se disponen generalmente
en cadenas cortas o en agregados. Se suelen encontrar en la piel (en contraposición con
Actinomyces), la conjuntiva, el oído externo, la bucofaringe y el aparato genital
femenino. Los microorganismos son anaerobios o aerotolerantes, inmóviles, catalasa
positivos y capaces de fermentar carbohidratos, produciendo como principal residuo
ácido propiónico (de ahí su nombre). Las dos especies que se aíslan con una frecuencia
mayor son Propionibacterium acnes y Propionibacterium propionicum (Murray P.
Jorgensen J. 2011).
Propionibacterium acnés:
Origina dos tipos de infecciones:
1) el acné vulgar (como su propio nombre indica) en adolescentes y adultos jóvenes.
2) infecciones oportunistas en pacientes portadores de prótesis (p. ej., válvulas cardíacas
artificiales o prótesis articulares), o dispositivos intravasculares (p. ej., catéteres,
derivaciones del líquido cefalorraquídeo).
Las propionibacterias se aíslan también de forma frecuencia en los hemocultivos, pero
este hallazgo suele ser una contaminación por bacterias colonizadoras de la piel que
recubre el punto de venopunción. La función principal de P. acnes en el acné radica en
la estimulación de la respuesta inflamatoria. La producción de péptidos de bajo peso
molecular por parte de las bacterias que subsisten en los folículos sebáceos atrae a los
leucocitos. Se fagocitan las bacterias, lo que va seguido de la liberación de enzimas
hidrolíticas (lipasas, proteasas, neuraminidasa e hialuronidasa) que estimulan una
respuesta inflamatoria localizada (Murray P. Jorgensen J. 2011).
Propionibacterium propionicum:
Cuando se inyecta en los animales de experimentación, P. propionicum produce una
canaliculitis lacrimal (inflamación del conducto lagrimal) y abscesos. Las
propionibacterias pueden desarrollarse en la mayoría de los medios de cultivo, aunque
puede llevar entre 2 y 5 días que se haga evidente el crecimiento. Se debe tener cuidado
para evitar la contaminación de las muestras por los microorganismos que normalmente
se encuentran en la piel. La significación de la recuperación de una cepa se debe
interpretar teniendo en cuenta la presentación clínica (p. ej., un catéter u otro cuerpo
extraño puede servir de foco para estos patógenos oportunistas) (Murray P. Jorgensen
J. 2011).
El acné no está relacionado con la eficacia de la limpieza de la piel, debido a que las
lesiones se forman en el interior de los folículos sebáceos. Por este motivo, el acné se
trata fundamentalmente mediante la aplicación tópica de peróxido de benzoílo y de
antibióticos. Se ha referido que algunos antibióticos, como eritromicina y clindamicina,
disponen de eficacia en el tratamiento (Murray P. Jorgensen J. 2011).

3.5. Género Nocardia


Pertenece a la familia Nocardiaceae, suborden Corynebacterineae, perteneciente a los
Actinomycetes. En el suborden se encuentran además otras familias como
Mycobacteriaceae y Corynebacteriaceae. Comparte con estas dos familias los
componentes de su pared: ácidos micólicos, galactosa, arabinosa, ácido
mesodiaminopimélico, etc. Comprende numerosas especies, pero las especies que
infectan al hombre son: complejo N. asteroides y N. brasiliensis. Las infecciones
producidas por este microorganismo son infrecuentes, pero está aumentando el número
de casos reportados. Causa infecciones localizadas tanto como diseminadas en humanos,
frecuentemente inmunodeprimidos, y en animales (Corti M and Villafañe F. 2013).
Morfología y fisiología:
Macroscopía y microscopía: son cocobacilos ramificados que frecuentemente forman
hifas aéreas (formando colonias algodonosas), parcialmente ácido-alcohol resistente. Las
colonias son de color naranja, de superficie y bordes irregulares, con un característico
olor a tierra mojada, variable según la especie. Son aerobios y moderadamente exigentes
desde el punto de vista nutricional. Son de crecimiento lento, los cultivos en agar infusión,
en Sabouraud, en Lowenstein-Jensen o en agar sangre pueden ser examinados al cabo de
algunos días. Se pueden utilizar medios selectivos con antibióticos (Corti M and
Villafañe F. 2013).
Infección clínica:
La nocardiosis es una infección mundialmente distribuida. Afecta fundamentalmente a
pacientes inmunodeprimidos, pero no en forma exclusiva. La resistencia del huésped a la
infección depende del número y de la capacidad fagocítica y lítica de los
polimorfonucleares y otras células de defensa. El hecho que la enfermedad afecte de
forma importante a los pacientes VIH positivos reafirma la importancia de la inmunidad
celular en este tipo de infecciones. La transmisión de la enfermedad se produce por la
inhalación de partículas contaminadas, ocasionando nocardiosis pulmonar, o mediante
inoculación cutánea directa en donde se produce celulitis y linfangitis. No existe
evidencia aún de transmisión persona-persona (Corti M and Villafañe F. 2013).
La infección se manifiesta clínicamente por:
• Nocardiosis pulmonar: es una neumonía de evolución aguda o subaguda con
formación de abscesos y cavitación. Habitualmente provocada por N. asteroides.
• Nocardiosis cutánea y subcutánea: puede producir el clásico micetoma (enfermedad
crónica de la piel y el tejido celular subcutáneo que destruye progresivamente la piel, el
celular subcutáneo, las fascias, el músculo, llegando al hueso) además de celulitis,
pústulas, etc. En general causada por N. brasiliensis.
• Nocardiosis sistémica: a partir de las dos formas anteriores pueden producirse
bacteriemias y afectar el sistema nervioso central, la piel y tejido subcutáneo, los riñones,
articulaciones, huesos, corazón y ojos. Tanto la infección pulmonar como la sistémica no
son infecciones autolimitadas por lo que requieren de correcto tratamiento antibiótico y
muchas veces cirugía (Corti M and Villafañe F. 2013).
Determinantes de patogenicidad
La composición diferente de su pared y la presencia de factor de cordón o dimicolato de
trehalosa parecen permitirle la vida en el interior celular. También los niveles altos de
lactosa y superóxido dismutasa (Corti M and Villafañe F. 2013).
Sensibilidad antibiótica
Son sensibles a las sulfonamidas, trimetoprim-sulfametoxazol y dapsona con sulfato de
estreptomicina. Son sensibles además a amicacina, que muestra actividad sinérgica con
imipenem, con cefalosporinas de tercera generación y con trimetoprim-sulfametoxazol.
Se tratan habitualmente con sulfas o con cotrimoxazol (Corti M and Villafañe F. 2013).

3.6. Género Rhodococcus


Es otro género bacteriano que integra la familia Nocardiaceae y comparte muchas de sus
características biológicas. Crece formando colonias rosadas extendidas sobre agar
infusión sangre con o sin sustancias selectivas agregadas. Produce infecciones
oportunistas, en especial de pulmón y de partes blandas, en pacientes
inmunocomprometidos (VIH positivos), con frecuente invasión sanguínea.

3.7. Género Erysipelothrix


Las bacterias del género Erysipelothrix afectan fundamentalmente a los cerdos, tienen
gran importancia dos de ellas, la Erysipelothrix rhusiopatise y la Erysipelothrix insidiosa,
en la veterinaria se reconocen a estos microorganismos como los agentes etiológicos de
la erisipela porcina que constituye una de las enfermedades rojas del cerdo de mayor
importancia (Beer, Joachim. 2013).
Difusión en el ambiente y transmisión
Puede encontrarse en la tierra procedente de excreciones y secreciones de los animales
enfermos con este germen. Se considera posible la existencia de portadores y la
vinculación de los brotes con factores tensores o de estrés. Los cerdos son más
susceptibles a estos gérmenes comprendidos en edades de más de tres meses (Beer,
Joachim. 2013).
Morfología y fisiología:
Los bacilos de este germen son delgados con tendencia a formar ligamentos, son
inmóviles, no esporógenos, grampositiva aunque tienden a gramnegativas en cultivos
viejos. Son hemolíticos y microaerófilos (crecen mejor con un 5-10 % de CO2). En
extensiones sanguíneas o tisulares aparece en parejas o en grupos con bacilos cortos y
finos; no crece en agar Mac-Conckey y ennegrece la punción en el medio Kligler y la
torna amarillenta en un tiempo de 24-72 horas. Este género de bacteria crece bien en el
agar sangre, cristal violeta y también formando colonias lisas o rugosas (Beer, Joachim.
2013).
Órganos que afecta y patologías que provoca:
Este germen afecta fundamentalmente a los cerdos, el mismo se puede presentar de tres
formas: agudas o septicémica, crónica con endocarditis y artritis en las extremidades
posteriores y la otra forma de presentarse es cutánea donde se muestran manchas
rómbicas o en forma de diamantes de color rojizo y además se pueden presentar
dermatitis gangrenosa. Este germen también puede afectar a las aves en forma
septicémica sobre-aguda, esto ocurre con frecuencia en los pavos, gallinas y palomas. En
los ovinos la Erysipelothris se presenta dando lugar a la poliartritis crónica relacionada
con una afección umbilical (Beer, Joachim. 2013).
Diagnóstico:
El diagnóstico se hace a partir de las características morfológicas y las pruebas
bioquímicas, también se utilizan las pruebas serológicas de inmunofluorescencia y
aglutinación. Para la inmunofluorescencia se plantean los serotipos A, B y N, el primero
se aísla de casos agudos y los dos últimos de casos crónicos o de portadores
asintomáticos. Otra forma de realizar un diagnóstico de la presencia de este germen es la
inoculación experimental en pichones de ratones blancos que mueren a las 18 horas de la
inoculación intraperitonial, si la prueba da resultados positivos (Beer, Joachim. 2013).
4. CONCLUSIÓN
A través de la recopilación de información bibliográfica se logró conocer que existe una
gran variedad de bacterias gram positivas que no formas esporas, es decir, no esporuladas
las cuales pueden causar enfermedades y en el presente trabajo se plasmó información
necesaria que debemos conocer de cada una de estas bacterias

5. BIBLIOGRAFÍA
 Beer, Joachim. (2013). Enfermedades víricas infecciosas de los animales domésticos.
Enfermedades producidas por bacterias y hongos e intoxicaciones, Ed. Acribia, t. II.
Zaragoza.
 Joklik W, Willett H, Amos D, Wilgert C. (2014). Microbiología. 20ª ed.
Panamericana.
 Mandell G, Douglas L, Bennett J. (2015). Enfermedades infecciosas: Principios y
Práctica. 5ª ed. Bs.As. Panamericana.
 Murray P. Jorgensen J. (2011). Manual Clínico de Microbiología. 8 Ed. Washington,
D.C.
 Corti M and Villafañe F. (2013). Nocardiosis: Enfermedades infecciosas. Pag 243-
250.

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