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INES DOMINGO, HEATHER BURKE Y CLAIRE SMITH MANUAL DEA “a CAMPO DEL ARQUEOLOG@ «UNA AYUDA ESENCIAL PARA PRINCIPIANTES Y PROFESIONALES», JOLIN MULVANEY. PROFESOR EMERITO. Ariel prehistoria {INDICE Prélogo, por Valentfn Villaverde. Cartruto 1. Preparativos para el trabajo de campo . Qué aprenderds en este capftulo Cémo disefiar tu investigaci6n a La basqueda de financiaciOn ..........0cccceeveeeeeeenee Cémo obtener financiaci6n gubernamental. Cémo obtener financiacién de la empresa p! La obtencién de financiacién a través de fundaciones . La arqueologfa de urgencia...... Los arquedlogos y la ética profesional . Cémo trabajar con diversos colectivos sociales. Los arquedlogos y su profesién. beeen cece eee Planifica con antelaci6n el equipo de campo que vas a necesitar C6mo trabajar con la legislacion ........... 000050 eee Legislaci6n estatal . . Legislacién autondmica. Bibliograffa y lecturas adicionales P4ginas web de utilidad CariTULoO 2. Orientacién y cartograffa. Qué aprenderds en este capitulo . C6mo utilizar un mapa ........ Cémo utilizar un mapa para calcular coordenadas UTM. C6mo interpretar las curvas de nivel Cémo dibujar un croquis....... Cémo utilizar la fotografia aérea . Cémo utilizar la bréjula . La determinacién de raml Como utilizar un sistema de posicionamiento global (GPS) Cémo localizar el Norte con la ayuda de tu reloj 8 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO Sobrevivir en el monte...............---- El comportamiento responsable en el monte Cémo cocinar en la hoguera... . Bibliograffa y lecturas adicionales Paginas web de utilidad CapituLo 3. La busqueda de yacimientos. Qué aprenderds en este capitulo éQué es un yacimiento?. La prospeccién superficial sistemdtica. Cémo desarrollar una estrategia de muestreo adecuada El muestreo estratificado El muestreo aleatorio. . El muestreo sistematico ............ La recogida de informacién en el campo. El diario de campo... 2.66. .e eee sees e eee e enero ennne El registro de los transectos 0.06... cscs cscs ees e nen eee nee E] registro de las caracterfsticas del terreno, la vegetaci6n y la Pendiente .... cece cece cece eee cere e ene en erence El registro de los recursos hidricos ... EI registro de los suelos y de las formaciones geolégicas. Cémo documentar las alteraciones..............5+ Cémo determinar el verdadero alcance de una prospecci6n: ué revela y qué oculta . Qué hacer al encontrar un yacimiento. Informacién basica sobre su localizaci6n . Informacién descriptiva basica....... Cémo definir los limites de un yacimiento Qué no hacer en un yacimiento .. Algunos apuntes sobre cé6mo denominar a un yacimiento. Bibliograffa y lecturas adicionales Paginas web de utilidad Cartruto 4. La planimetrfa del yacimiento .. Qué aprenderds en este capftulo . Principios basicos ........ Cémo topografiar el yacimiento con precisién . Cémo minimizar las probabilidades de error Técnicas para elaborar la planimetria de un yacimiento La técnica de la brijula y el paso... 6.6. eee seen eee Cémo trazar el plano de un 4rea por medio de la técnica de la brajula y el paso. La técnica de la perpendicular al eje de referencia... . ee Cémo utilizar la técnica de la perpendicular a un eje de referen- cia para documentar superficies verticales ..............4 Principios basicos de nivelacién . Como instalar un nivel..........-..06500- seen eeeenees Cémo rellenar una ficha de registro ‘de cotas La estacién total | 126 . 127 . 127 . 128 » 128 . 131 » 132 133 146 148 150 155 . 159 INDICE 9 Bibliograffa y lecturas adicionales Paginas web de utilidad Carituto 5. Técnicas bdsicas de excavacién . Qué aprenderds en este capitulo Principios basicos Los principios de la excavacién . La planificacion de la excavacion. ¢Cudnta superficie excavar? ¢Dénde excavar?. . Muestreo con catas . El cuadriculado del yacimiento Designaci6n de las catas . El registro de las tres dimes El registro del proceso de excavacién. La descripcién de los depésitos . La descripcién de los restos .... La descripcién del proceso de excavacién La documentacién de las secciones . La interpretacié6n de la estratigraffa . El uso de la rasqueta y el pincel . El tamizado y la separaci6n de mate! La conservacién de los hallazgos en el yacimiento El etiquetado de los hallazgos y las muestras . La recogida de muestras en el campo ..... La recogida de muestras evitando la contaminacién El tamario apropiado de las muestras .. . La gestién de las colecciones arqueolégicas Bibliograffa y lecturas adicionales ...... Paginas web de utilidad...............55 Cartruto 6. La documentacién arqueolégica de yacimlentos prehistéricos . . Qué aprenderds en este capitulo . Qué entendemos por arqueologfa pi Qué es un yacimiento prehistérico. . Materiales dispersos en superficie Restos aislados . . Cuevas y abrigos. 225 » 226 » 226 228 229 Estructuras constructivas y ciones de piedras. 229 Concheros 230 Minas, canteras y dreas de aprovisionamiento de materias primas.. Arte rupestre 1 238 Lugares de enterramiento 232 Principios basicos ........ 233 234 . 234 El estudio arqueolégico de la industria Iftica El estudio arqueolégico de la piedra tallada . 10 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO. Qué debes registrar al encontrar una concentraci6n de restos La documentacién arqueolégica de la industria ésea La documentaci6n arqueoldgica de la cerémica 252 Descripcién morfolégica de la cer4mica . 253 Descripcién de los atributos técnicos 256 Técnicas de acabado y decoracién . Cémo definir los Ifmites de un drea de dispersion de materiales 259 La documentacién de un abrigo 0 cueva . : La documentaci6n del arte rupestre. . La documentacién de canteras, minas ° ‘fuentes de aprovisiona- miento de materias primas...........0.s sees reece eee: 266 La documentacién de un conchero La documentacién arqueolégica de estructuras constructivas y alineaciones de piedras 270 Cémo describir los componentes de una estructura. 273 La documentacién arqueolégica de un enterramiento . 277 Bibliograffa y lecturas adicionales 278 Paginas web de utilidad CarttuLo 7. La documentacién de yacimlentos arqueolégicos de época clésica o posterior . seeeeeeeees 281 Qué aprenderas en este capftulo Qué entendemos por yacimiento arqueolégico Alisicoo posterior 281 Aspectos bdsicos. . Tipo de yacimientos. 283 Materiales dispersos Estructuras constructivas Minas y canteras ....... Cuevas, abrigos y arte rupestre. Necrépolis y enterramientos . . Caminos y vias de comunicacién . La utilizaci6n de las fuentes escritas .... El registro de restos arqueolégicos......... se eeeneceeeseeees 297 Las fuentes epigraficas ....... La arqueologfa industrial . . La arqueologfa de la Guerra Civil. El registro de yacimientos subacudticos . La historia oral..... 20.2.2... Bibliograffa y lecturas adicionales P4ginas web de utilidad. INDICE 1 Capfruto 8. La gestién del patrimonio cultural. Qué aprenderés en este capitulo ‘Cémo preparar un proyecto de intervencién arqueolégica C6mo determinar el interés cultural de un resto arqueolégico Categorfas de interés cultural . El valor estético 0 artfstico . Valor histérico Valor social . . . Valor cientifico (o arqueolégico). ae La evaluaci6n del interés del patrimonio cultural............ 326 ¢Cual es el siguiente paso? Determinar el impacto del desarrollo 327 Como desarrollar estrategias de gestion. ........ 2.0.0... e0ee 329 Estrategias para gestionar intervenciones sobre el patrimonio. 331 Antes de entregar tu informe... Bibliograffa y Iecturas adicionales Paginas web de utilidad CartruLo 9. La fotograffa y el dibujo arqueolégico. Qué aprenderds en este capitulo . Principios basicos ...... Cémo funciona la c4mara Cé6mo obtener buenos disparos. Cudndo usar el tripode Como elegir la camara m: El mantenimiento de tu equipo fotografico. Cémo escoger la pelfcula adecuada . Las escalas y las pizarras informativas La documentacién fotografica de estructuras verticales. El registro fotogréfico de la excavacién 355 Tienes problemas disparando? 356 La toma de fotograffas aéreas. .. see seveees 357 La documentacién fotografica del arte rupestre oe La documentacién fotogréfica de artefactos .. Cémo mantener un buen registro fotografico . Técnicas basicas de dibujo arqueolégico . . . El dibujo de superficies horizontales (planos). C6mo trazar un plano en el campo . - 366 El dibujo de superficies verticales (secciones) 369 El dibujo técnico de materiales arqueolégicos . . 372 El dibujo del contorno. 373 El dibujo de los detalles. 374 El BI dibujo del perfil y de la seccién 375 376 El eae de los utiles Ifticos.. . 379 El dibujo de la ceramica........ El calco o reproducci6n del arte rupestre El archivo de fotograffas e ilustraciones . 12 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO Bibliograffa y lecturas adicionales Paginas web de utilidad......... Cartruto 10. La presentacién de los resultados: redaccién, publicaci6n e interpretacién Qué aprenderds en este capitulo Cémo escribir bien. Cémo empezar... . Las fases de Ja redacci6n. 397 Investigacién. .. . 397 Primer borrador . 399 La revision . 399 La edici6n. Las memorias cientificas. Los informes de impacto arqueolégico Comprueba la precisi6n de tu informe. .... Reportaje o artfculos de divulgaci6n. Publicaciones especializadas. . Paginas web .........-..- Comunicado de prensa 0 articulo periodistico . Como conseguir un resultado profesional Conferencias 0 charlas...............- Cémo preparar una presentacién en Powerpoint . Cémo interpretar la arqueologfa para el pablico. Cémo preparar un péster con los resultados de tu investigaci6n 421 Errores clésicos y sugerencias de utilidad El lenguaje discriminatorio.......... Colocar las ilustraciones separadas del texto. 424 Numerar las figuras de forma confusa. 424 C6mo presentar las cifras 425 Fallos a la hora de mencionar las fuentes de forma adecuada... 425 Diferencias entre referencias bibliogrdficas y bibliografia... 426 Bibliograffa y lecturas adicionales ............. Paginas web de utilidad - 427 APENDICE 1. Ejemplos de fichas de registro Prospeccién: Ficha de prospeccién general: entorno . 432 Prospecci6n: Yacimiento al aire libre/hallazgo aislado » 434 Prospeccién: Ficha para documentar canteras 0 afloramientos Ifticos. . 436 Prospeccién: Ficha de registro de la industria Iftica . 438 Prospeccién: Ficha de registro de la ceramica............. 440 Excavaci6n 1.... 441 Excavaci6n 2. . Ficha de registro de cotas Ficha de registro fotografico - 431 APENDICE 2. Plantilla de di4mmetros para vasos cer4micos... 447 Plantilla de didmetros para vasos cer4micos . INDICE 13 ApENDICE 3. Apuntes para una primera aproximacién crono- légica al registro material: industria L{tica y ce- Aproximacién cronolégica a la industria Iftica Aparicién y perduracién de los utiles Ifticos a lo largo de la Prehistoria ....... beeen een eenes Aproximacié6n cronolégica a los restos ceramicos. . 461 APENDICE 4. Listado detallado para la realizacién de informes de impacto arqueolégico...............-. +5 465 Lista de comprobaci6n para informes de impacto arqueolégico 467 APENDICE 5. Disefio de un proyecto de interpretativo....... 471 Descripcién del proyecto... 6... cseccseeeeneeeneeeeens 43 APENDICE 6. Listado de comprobacién de tablas, figuras y referencias Lista de verificacién de tablas y figuras Lista de verificacién para citas bibliogréficas Lista de comprobacié6n para la revisién bibliografica. | 477 477 _ 478 A Gary Jackson, Jimmy Smith y Didac Roman por compartir tantas veces nuestras horas de campo. AGRADECIMIENTOS Este manual, como cualquier otro proyecto arqueolégico, no hubiera sido posible sin la ayuda de muchas personas. En primer lugar nos gustarfa agradecer a todos aquellos que nos aconsejaron y prestaron su ayuda durante la elaboracién del manual. En particular queremos agradecer a Val Attenbrow por sus sabios consejos sobre la propuesta inicial, as{ como a Tessa Corkhill, Richard Fullagar y Alice Gorman. Wendy Beck, Sandra Bowdler, Yolanda Carrién, Jaume Coll, Pablo Garcfa-Borja, Jay Hall, Gary Jackson, Matthew Kelly, Ian Lilley, Bernat Martf, Consuelo Mata, Didac Roman, Peter Veth, Jaime Vives y Valentin Villaverde nos hicieron comentarios detallados sobre diversas partes del manuscrito. Sus consideraciones han sido, sin duda, de gran ayuda. En segundo lugar queremos agradecer a todos aquellos que contribuyeron a este manual con sus recomendaciones de campo: Emnestina Badal, Jane Balme, Joan Bernabeu, Yolanda Carrién, Rosario Cebri4n, Jaume Coll, Aedeen Cremin, Bruno David, Iain Davidson, Agustin D{ez, Pablo Garcfa-Borja, Denis Gojak, Manuel Gonz4lez Morales, Alice Gorman, Nicky Horsfall, Wayne Johnson, Xavier Mangado, Juan March, Ramiro Javier March, Bernat Martf, Carlos Mazo, Mike Morwood, Robyn Najar, José Pérez Ballester, Manuel Pérez Ripoll, Jack Radley, Pere Pau Ripollés, Didac Roman, June Ross, Juan Salazar, Begoiia Soler, David Schmitt, Stephen Sutton, Pilar Utrilla, Valentin Villaverde, Jaime Vives-Ferrandiz y Joe Watkins. Aidan Ash, Emestina Badal, Yolanda Carrién, Agustin Dfez, Consuelo Mata, Rosario Cebrian, M." Jestis de Pedro, Sergio Ripoll, Didac Roman, Juan Salazar, Matt Schlitz, Mark Staniforth y Valentin Villaverde nos cedieron amablemente sus fotograffas. Finalmente nos gustaria agradecer a todos los alum- nos de las asignaturas ARCH3302: Field Methods in Australian Archaeology de los afios 2002 a 2007 y Practicas de cultura ma- terial y arqueologfa de campo en Prehistoria de los afios 2002 a 2004. Este libro fue desarrollado mientras impartfamos esas asignaturas y sus opiniones y sugerencias nos ayudaron a acla- rarnos las ideas y a mejorar nuestras clases y publicaciones. 18 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO Esta publicacién no hubiera sido posible si no nos hu- biéramos conocido a través de Meg Conkey. Por tanto, Meg, gracias. Otros muchos contribuyeron a esta publicacién de forma indirecta, como Jimmy Smith e Isabel Domingo. Finalmente, nuestro objetivo como arquedlogos es apren- der sobre las poblaciones pasadas por medio del estudio de los restos materiales que fabricaron y utilizaron y que han legado hasta nosotros. Pero no sélo los objetos (los restos materiales) son importantes, sino también el lugar en el que aparecen (los yacimientos) y el resto de materiales o evidencias arqueolégi- cas junto a los que aparecen (el contexto). Un objeto puede aportar poca informacién por s{ mismo y suele ser el contexto el que realmente aporta informacién sobre el comportamiento y las actividades que Ievaron al objeto al lugar en el que lo encontramos. Por tanto, lo m4s importante en el trabajo ar- queol6dgico es prestar atencién al contexto. Este manual est4 especialmente dedicado a todos los que han compartido con nosotras e] trabajo de campo y la pasién por la arqueologfa: profesores, compafieros y alumnos, y sobre todo a los que ya no estan (especialmente a Juan Miguel Pérez Gil, que nos dejé el mismo dfa que se envié este libro a la edi- torial). PROLOGO No son muchos los manuales de arqueologia de campo disponibles en Espafia para los estudiantes de Arqueologia. Mas bien puede afirmarse que las publicaciones en caste- llano sobre el método arqueolégico, entendido como los pro- cedimientos de recuperacién y anélisis de los materiales ar- queolégicos empleados para obtener la informacién que la Arqueologfa utiliza para su s{ntesis hist6érica, estén escasa- mente presentes entre Jos manuales universitarios al uso. Un repaso a aquellos t{tulos habitualmente citados en las orien- taciones bibliogr4ficas de los cursos universitarios nos sitta ante libros anticuados e incluso descatalogados, pues la edi- cién original remite a mediados del pasado siglo, o ante tra- bajos que tratan sélo de determinados aspectos del método ar- queoldgico (el sistema de excavacién, el estudio del material Iftico, el tratamiento estadfstico o informético de los datos, etc.). La situacién no es la misma en el 4mbito de lengua in- glesa, donde abundan este tipo de manuales, muy vinculados en ocasiones a la propia actividad de campo de regiones do- tadas de una cierta especificidad en su propio registro ar- queolégico, es decir, con una secuencia arqueolégica distinta de la que van a encontrar los arqueélogos de nuestro pafs. Esta situaci6n resulta sorprendente cuando se valora al hilo de la importancia que en los ultimos afios han ido ad- quiriendo los trabajos arqueolégicos en el A4mbito espafiol o cuando se manejan las cifras de estudiantes que a lo largo de los dltimos afios han configurado un perfil formativo, di- Tigido a su especializacién en torno a las materias relaciona- das con las 4reas de Prehistoria y Arqueologfa dentro de la licenciatura de Historia. Nuestro pais posee un rico patri- monio arqueolégico que incluye yacimientos que abarcan desde la mds remota prehistoria paleolftica hasta la arqueo- logia medieval e industrial, y tanto la actividad investiga- dora como la denominada arqueologfa de salvamento estan diariamente en primera plana de la actividad profesional e in- vestigadora y su impronta se deja notar en los medios de co- municaci6n. 20 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO Verdaderamente utiles desde una perspectiva historio- grafica, libros como los de Introduccién a la Arqueologia de V. Gordon Childe, la Arqueologta de campo de M. Wheeler o la Introduccién a la arqueologia prehistorica de F. Hole y R. F. Heizer resultan en la actualidad inapropiados como manuales para fa- miliarizarse con la practica y !a metodologfa arqueolégica. Los métodos y las técnicas de prospeccién, excavacién y analisis y las herramientas utilizadas han cambiado sustancialmente y esos trabajos, magnfficos en otros aspectos, no son sensibles alos problemas éticos que la practica arqueolégica conlleva en la actualidad. Mientras que entre los manuales de edici6n més reciente tan s6lo podemos citar el de Teorfa y Método en la Arqueologta, de V. M. Fernandez Martinez, 0 la Guta prdctica de arqueolog(a, de J. McIntosh. En el primer caso se trata de un libro cuyo contenido se reparte entre la metodologfa y !a teorfa, quedando en lo esencial la primera reducida a la exca- vacién y la recuperacién de los datos, mientras que en el se- gundo estamos ante un manual de corte mds divulgativo, donde se entremezclan los ejemplos y la metodolog{a, pero sin una excesiva profundizacién en la misma. Bien podemos decir, por tanto, que el libro que ahora pre- sentamos contribuye a rellenar un vacio bibliogrdfico entre los manuales universitarios publicados en castellano, al contem- plar expresamente la Arqueologia de campo como eje central de su contenido. El enfoque de s{ntesis de la mayor parte de las discipli- nas universitarias de Prehistoria y Arqueologia y la atencién por los componentes teéricos y su valoracié6n historiografica, dejan en muchas ocasiones la metodologia arqueoldégica redu- cida a un escaso contacto con los materiales destinados a fa- cilitar su descripcién, dibujo y clasificacién o a la experiencia que se adquiere en la participacién en las campaiias de exca- vacién programadas por los departamentos universitarios. Sin embargo, tanto los investigadores como los profesionales de la arqueologfa de salvamento son conscientes de la importancia que el método arqueolégico tiene para el adecuado desarrollo de su actividad y estudiantes y licenciados se quejan con cierta frecuencia de la falta de atencién prestada en su formacién a la metodologia y el procedimiento arqueolégico. Por otra parte, la formacién de campo obtenida a través de la participacién de los estudiantes en los programas de ex- cavaciones ofertadas todos los veranos por universidades, mu- seos u otros organismos relacionados con la arqueologia, se ve afectada por la desigualdad de situaciones y capacidades for- mativas ante las que éstos se encuentran. No es lo mismo asis- tira una excavacién bien planificada y dotada econémicamente, con unos objetivos cientfficos bien definidos y donde participa PROLOGO 21 un equipo interdisciplinar que desarrolla una metodologfa exi- gente y actualizada, que a un campamento de trabajo o a una excavacién de salvamento. Las posibilidades formativas son muy distintas y las deficiencias metodolégicas pueden llegar a ser importantes en algunos casos. La formacién de campo es imprescindible para el futuro arquedlogo, como lo es el estudio directo de los materiales ar- queolégicos, pero sin una formacién previa el esfuerzo y el tiempo dedicado a esa tarea se acrecientan y muchas veces la situacién desmoraliza al principiante. Todo es nuevo en la ex- cavaci6n y parece que hasta lo més esencial y rutinario ha de ser aprendido en pocos dfas para sacar provecho de la expe- riencia. Un conocimiento previo de la Arqueologfa de campo facilita esta tarea y hace que la capacidad de reflexién y apren- dizaje sea mucho mayor. El libro que ahora presentamos constituye una aporta- cién importante en este tema y se ajusta perfectamente a esta necesidad. Su génesis, con todo, necesita de algunas palabras aclaratorias. El] Manual de campo del arquedlogo parte de una publicacién anterior efectuada en lengua inglesa, en la edito- rial Allen & Unwin. Lo primero que hay que indicar al refe- rirnos al volumen que ahora prologamos es que esta edicién de Ariel no constituye una mera traducci6n de aquella otra pu- blicacién. Aunque el peso del libro original en este otro es in- negable, y de hecho constituye el nucleo central del mismo, las novedades y cambios también son sustanciales. La obra original The Archaeologist’s Field Handbook, de H. Burke y C. Smith, nacié como un manual dirigido fundamentalmente a los estudiantes y arquedlogos australianos. Con su publica- cién, estas dos investigadoras universitarias se propusieron re- lenar el vacfo existente para los estudiantes de ese pafs al de- jar de publicarse otros dos manuales que en ajios anteriores también habfan tenido una clara orientacié6n hacia la arqueo- logfa australiana: el Australian Archaeology: A guide to Field and Laboratory Techniques, de J. Mulvaney, y el Australian Field Archaeology: A Guide to Techniques de G. Connah. En el libro de Burke y Smith los ejemplos, la secuencia arqueolégica a la que se hace referencia, la legislacién y los apéndices se diri- gen a los arquedlogos australianos. E] capftulo en el que se es- tablecen los principios de la Arqueologfa Histérica se ajusta a la realidad del pasado colonial de Australia. Las referencias bibliogrdficas y los colaboradores también estan relacionados con el Ambito universitario de ese pafs. Incluso la arqueologfa australiana y su peculiar relacién con las poblaciones abor{- genes constituyen un verdadero leitmotiv a lo largo de una buena parte de los capftulos. Otro tanto ocurre con el paisaje y las condiciones ambientales de Australia, tan distintas de las 22 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO. de Esparia y continuamente presentes en las paginas y conse- jos del libro original. Cuando se pensé en la edicién en castellano de este libro por la editorial Ariel, desde el principio se tuvo claro que una parte del interés del manual se perderia si no se adaptaba el texto a la situacién espaiiola y a las necesidades de los estu- diantes universitarios espafioles. Y no se trataba de modificar algunos aspectos de detalle, o los ejemplos, cuyo valor carece de limitaciones geogrdficas o cronolégicas, sino de rehacer al- gunos capftulos por completo, aquéllos que tienen que ver con los yacimientos y materiales que van a encontrar en su practica arqueoldgica los profesionales de la arqueologia y aqué- llos que inciden directamente en la legislacién y el marco de actuacién de la actividad profesional, en cualquiera de sus di- mensiones. Es por eso que la obra que ahora se presenta puede verse como un libro nuevo, mds que como una traduccién, que incorpora incluso una nueva lista de autores. La aportacién de Inés Domingo a esta empresa ha sido sustancial y su huella se deja sentir en el disefio del libro: con modificaciones en varios capftulos y con la introduccién de nuevos cuadros, con consejos de arquedlogos esparioles que en- lazan con la realidad arqueolégica de nuestro entorno. Asi, con respecto al libro original publicado por Burke y Smith, la ver- sién que aquf tenemos suprime en el capftulo 1 los apartados dedicados a la relaci6n con la comunidades aborigenes e in- troduce apartados relativos a la legislacién estatal y autoné- mica espatiola, mientras que los capftulos sexto y séptimo son nuevos. El sexto, titulado «La documentacién arqueolégica de los yacimientos prehistéricos», sustituye a uno dedicado a la documentaci6n de los yacimientos de época histérica en Australia, orientado en la publicacién original a la documen- tacién de los yacimientos del pasado colonial de este pafs, en la mayorfa de los casos con cronologfas que no sobrepasan los 200 afios de antigtiedad. El cap{tulo séptimo, titulado «La documentacién de yacimientos arqueolégicos de época clasica © posterior», sustituye, por su parte, a otro dedicado a la ar- queologia de los yacimientos aborigenes, con cronologias que en esta ocasi6n llegan a los 40.000 ajios de antiguedad. La im- portancia de este amplio periodo para la arqueologia de la pe- ninsula Ibérica justifica su tratamiento especffico y la creacién de toda una documentacién adicional ajustada al contenido del capitulo. El nuevo manual elaborado para su manejo por los lec- tores de la peninsula Ibérica mantiene, como antes indicaba, una parte sustancial del libro dirigido a los lectores australia- nos, aquélla que podrfamos denominar de valor universal, puesto que tiene que ver con la metodologfa arqueolégica en su sen- PROLOGO 23 tido més estricto, y con los pasos que hay que dar desde que se disefia el inicio de una actividad arqueolégica hasta su fi- nalizaci6n. Los métodos y las herramientas son los mismos en cualquier parte del planeta. Otra cosa son, sin duda, las tradiciones diddcticas regionales y esta diferencia puede ob- servarse, cuando comparamos este libro con otros publicados en nuestro pais, en la forma o el talante con el que se enfocan los distintos capitulos. Como prehistoriador y docente que tra- baja en el 4mbito espafiol no quiero dejar de sefalar este pecto, por otra parte tan positivo en el libro, que tan distinto resulta de nuestra propia tradicién. El estilo del manual es di- recto, no da nada por sabido ni rehuye entrar en cualquier tema que tenga que ver con la prdctica arqueolégica, por banal que parezca a primera vista. En sus p4ginas se tratan o se formu- lan consejos sobre cosas tan dispares como el levantamiento de una planimetria, las normas que han de seguirse en un grupo en los dfas de convivencia de una excavacién arqueolégica, o la manera de cocinar en un campamento (una recomenda- cién util en un pafs con regiones en las que la solucién de los problemas de intendencia no resulta tan sencilla como en el nuestro, y donde la excavacién puede pasar por el levantamiento de un auténtico campamento). Con independencia de algunas situaciones poco frecuentes en nuestro 4mbito de actuacién, pero no distintas de las que se pueden producir en misiones ar- queolégicas en otras regiones del planeta, los consejos y las lis- tas de aspectos que deben tenerse en cuenta antes de iniciar una actividad de campo, tienen una finalidad marcadamente did4ctica y lo que pretenden, y de hecho en mi opinién lo- gran, es hacer comprensible el procedimiento arqueolégico a un estudiante de arqueologfa. La forma en que este propésito se alcanza es sencilla y su- mamente coherente, pero no habitual. Para ello se seleccionan los temas desde la Iégica de su propia secuencia temporal y desde la larga experiencia en la actividad de campo de unas au- toras que est4n acostumbradas a tratar con estudiantes en prac- ticas: se parte de la eleccién del tema de investigaci6n y la preparacién del trabajo de campo, se continua por las herra- mientas destinadas a la prospeccién y la localizacién de los ya- cimientos; se abordan después las técnicas de excavacién y re- gistro de materiales y estructuras; se analizan las problematicas de la arqueologfa prehistérica y de la arqueologfa histérica; se trata del valor del patrimonio arqueoldégico y su gestién; se por- menorizan las técnicas de fotograffa e ilustraci6n, y se desem- boca en la importancia del proceso de presentacién de resul- tados, con especial atencién a la redacci6n de la Memoria de excavaciones y la extraccién de conclusiones, a la publicaci6n y difusién de los resultados. Los ep{grafes consiguen dar res- 26 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO memecte in yeni “SGT ystems relate voces soe mec, ence ope! meson ‘ct codecs ate oper ox “EP SS ret ep v v _ =. Estructura y contenido del libro. Capftuto 1 PREPARATIVOS PARA EL TRABAJO DE CAMPO Qué aprenderas en este capitulo Qué significa ser un arquedlogo consecuente. Requisitos legales para desarrollar actividades arqueolégi- cas en las diversas comunidades auténomas. — La importancia de una buena planificacién de la investi- gacién y el trabajo de campo. — Técnicas bdsicas para buscar financiaci6n. — Responsabilidades éticas a la hora de trabajar con otros sec- tores de la sociedad. 28 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO * Botiquin de primeros auxilios * Navaja * Silbato, itil para localizar a alguna persona en caso de que se separe re opts ee, o? casi sexpat ore nee — ssiccmqey sabe se ‘ogpan omunsed nd unace Groag aIe ae ene es 7 epeiyq oy cpus ou oun ur vpctpooy p cpsuco bay eG "saayse eeL ace bison 5290 op oxi jo vo eujauesop es qootaad nj ‘epued eperb nb ugsueeo 2d % pepuowayue uno O4so4 oy 66 eK endo nb Uany ‘sepend owoo jue} #67 ‘vesesq syne: «eb ojpnyae op fssu06 ews un 063 32 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO contribuiré notablemente al conocimiento arqueoldégico. La Arqueologia debe ser capaz de proporcionar ideas que otras dis- nas no pueden aportar. Si la investigacién propone resolver incégnitas que son marginales o al margen de las polémicas imperantes en la disciplina, tendrés que demostrar con mayor claridad que la respuesta a esas preguntas aportard algo a la dis- . La justificaci6n adecuada de tu tema de investigacién es una pieza clave en cualquier investigacién cientifica. — Debes definir la naturaleza y el aleance de la cues- tién. Un proyecto de investigacién debe abordar un problema especifico y claramente expuesto, no sélo un tema general o un conjunto de datos, ya que rara vez son un punto de partida suficiente para el disefio de una investigacién cientifica. — Debes demostrar que existen posibilidades de lograr una respuesta. Por ejemplo, tratar de determinar en qué yaci- miento se utiliz6 por primera vez un util especifico es una cues- 1i6n casi imposible. Por ello, es necesario que analices deteni- damente tu tema de investigacién y reduzcas los objetivos de tu proyecto para que resulte viable y practico. — Tu tema de investigacién condicionard en gran medida todos los aspectos del trabajo de campo. Cuanto més cuida- dosamente lo prepares, mas eficiente y productiva sera tu ac- tividad de campo. Pasos para desarrallar un proyecto de nvestigacién Tu proyecto de imvecigain dete inch a silent informactén: + Los objetives de la investigactén: 4 Qué pretendes hacer? Cerciérate de ‘exponerlos con claridad para que los lectores no tengan que suponer. + Las investigaciones preyias sobre el-drea de estudio o sobre el tema de investigacién. 2 Qué 6e ha hecho con anterioridad que sea relevante? * El contexto medioambiental u otra informacion importante sobre el 4rea de estudio. + Lametodologia que vas a seguir. Debes tratar de ofrecer todos los de- talles, sin cefiirte exclusivamente a la actividad’ de campo. zQué me- todologla de campo necesitas, qué tipo de andlisis o'qué dtro tipo de métodos para la recogida de informacién adicional (p. ¢]., historia oral)? + La previsi6n del tiempo necesario para desarrollar el proyecto, inclu- yendo ol tiempo necesario para el andlisis de los resultados y para re” dactar el informe. * Sipretendes excavar o recuperar materiales, tendras que enumerar las técnicas de conservacién pertinentes y qué medidas a, corto y largo plazo serdn necesarias para la conservaciény almacenamiento apro- piado de los materiales. + Por ditimo, debes enumerar los beneficlos del proyecto. {Qué aportard ala disciplina? 4Cémo harés llegar los resultados tanto @ la comun+ dad cientifica como al publico én general? PREPARATIVOS PARA EL TRABAJO DE CAMPO 33 La busqueda de financiacién Uno de los aspectos mas importantes para que tu pro- yecto sea viable es la busqueda de financiacién. Muchos no pueden llevarse a cabo sin financiacién para cubrir los costes de gasolina y viajes o para comprar el equipamiento basico. Y¥ lo que es m4s importante, la financiacién permite incre- mentar la calidad de tu trabajo, ya que te permitiré pagar a especialistas para desarrollar las labores técnicas m4s espe- cializadas (dataciones radiocarbénicas, estudios paleoam- bientales —flora y fauna—, etc.). El primer paso en este pro- ceso es localizar un organismo de financiacién apropiado. Para ello debes leer bien las bases para solicitar subvenciones de la entidad a la que pretendes solicitar una ayuda, para ver si cumples sus requisitos b4sicos. Si no los cumples, presentar la solicitud no es mas que una pérdida de tiempo. Lo esencial a la hora de solicitar fondos es ofrecer un producto atractivo o vendible, un buen expediente o una propuesta de investiga- cién buena u original. Existen dos factores principales que van a condicionar la obtencién de una ayuda econémica para tu proyecto. El pri- mero es la calidad de tu solicitud. Siempre que solicites fi- nanciacién, es crucial que presentes la mejor propuesta. Sea cual sea el organismo o la entidad en la que solicites financia- cién tendrds que explicar qué vas a hacer, cémo vas a hacerlo y por qué es importante tu proyecto. El segundo aspecto que tendr4s que comprobar es si el organismo o la entidad financia el tipo de proyectos para el que vas a solicitar subvencién. Si, por ejemplo, el objetivo de su programa son proyectos de arqueologfa urbana, no tiene sentido solicitar un proyecto de arqueologfa subacuatica, a no ser que haya cierta coincidencia (p. ej., el yacimiento ur- bano se halla bajo el agua). Lo que debes recordar es que la financiacién va siempre dirigida a conseguir resultados es- pecfficos. Si pretendes solicitar fondos de un organismo par- ticular, deber4s demostrar que tu proyecto ayudaré al citado organismo a cumplir sus objetivos. No importa cudn impor- tante sea tu proyecto o lo bien que esté redactada la solicitud, ya que si el proyecto queda fuera de los objetivos de la orga- nizacién, sera eliminado ya en la primera fase de evalua- cién. A la hora de buscar financiacién existen tres tipos de or- ganismos a los que puedes recurrir para que subvencionen tus trabajos arqueolégicos: los programas gubernamentales, las empresas y las fundaciones. Aunque los tres tienen elementos comunes, también existen algunas estrategias especfficas que puedes usar en cada uno de ellos. 34 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO (COMO OBTENER FINANCIACION GUBERNAMENTAL Tanto el gobierno estatal como los autonémicos disponen de una serie de programas de fondos para subvencionar la in- vestigacién arqueoldgica. Una de las cuestiones mas impor- tantes a tener en cuenta para solicitar financiaci6n publica es saber que tu solicitud seré evaluada por profesionales. Lo que significa que deberds ser particularmente cuidadoso a la hora de demostrar la relaci6n que mantiene tu trabajo con las in- vestigaciones previas o el panorama actual. Tendrds que ha- cer referencia a los trabajos desarrollados por otros investiga- dores que han intervenido en la misma 4rea geogrdfica en la que se desarrolla tu proyecto, as{ como a cualquier trabajo pre- vio con un enfoque teérico similar o que haya estudiado yaci- mientos o materiales afines. Por ejemplo, si pretendes de- sarrollar un proyecto de patrimonio cultural en el macizo del Montgo (Alacant), deberds hacer referencia a las investigacio- nes previas efectuadas en el entorno de! Montgé, asi como a cualquier otro trabajo centrado en la gestién del patrimonio cultural o arqueolégico que pueda resultar relevante para tu proyecto. La otra cuesti6n a recordar es la de revisar cudles son las reas prioritarias en la actualidad. Debes tener en cuenta que las prioridades pueden cambiar de un aio para otro y tu soli- citud se ver4 reforzada si eres capaz de ajustar tu proyecto para que encaje en una de esas reas prioritarias. Finalmente, al- gunos programas gubernamentales te pedir4n justificar tu pre- supuesto. Con frecuencia el proceso consiste en una comisién de evaluacién que decide qué proyecto le gustarfa financiar y, acontinuaci6n, analiza detenidamente los presupuestos, para ver por dénde se pueden recortar. No es suficiente indicar que necesitas carretes de fotos o un ayudante y esperar que la co- misién esté de acuerdo contigo. Tienes que explicar qué pre- tendes fotografiar y por qué esas fotograffas son esenciales para concluir tu proyecto, o detallar cual es la labor que va a de- sarrollar tu ayudante y por qué no se puede llevar a cabo sin esa persona. Recuerda que cualquier punto que no esté co- rrectamente justificado seré el primero en ser eliminado si la comisién decide recortar tu presupuesto. (COMO OBTENER FINANCIACION DE LA EMPRESA PRIVADA Conseguir dinero de las empresas exige desarrollar otro tipo de habilidades. Algunos programas gubernamentales —como los de la Direcci6n General de Ciencia y Tecnologfa— existen simplemente para promover el conocimiento. Sin PREPARATIVOS PARA EL TRABAJO DE CAMPO 35 embargo, esto no suele ocurrir con la financiacién de la em- presa privada. Las empresas tienen objetivos especfficos que acostumbran a buscar la produccién de capital. Por tanto, para conseguir un socio empresarial que subvencione tu proyecto es necesario que tu investigacié6n les ayude en su objetivo de generar dinero. No tiene que existir necesariamente una rela- cién directa, podria ser s6lo haciendo propaganda de una em- presa 0 estableciendo lazos con grupos comerciales, como por ejemplo, por medio del patrocinio de conferencias u ofrecié doles el tipo de investigacién que con posterioridad podran uti- lizar en centros de interpretaci6n o de turismo cultural. En resumen, los patrocinadores privados no financian pro- yectos por amor al arte. Su trabajo es obtener resultados es- pectficos que son, al menos parcialmente, econémicos y sus acciones no suelen incluir el dar dinero simplemente por tra- tarse de una buena causa. La principal pregunta que los pa- trocinadores privados te van a hacer es: ¢Qué vamos a sacar con esto? Teniéndolo en cuenta, debes elaborar tu propuesta tratando de hacer coincidir sus necesidades con las tuyas. Por ejemplo, un ayuntamiento podria necesitar la identificaci6n de yacimientos arqueoldgicos para desarrollar algunos programas de turismo cultural. En el momento en que les abordes por pri- mera vez, podrfan estar pensando en turismo gastronémico o artfstico. Tu labor consiste en conseguir que amplfen sus mi- ras y reconozcan el patrimonio como parte del turismo cultu- ral y encontrar el modo en que tu trabajo de campo pudiera ayudarles. Podria ser simplemente proporcionando informa- cién para folletos o paneles informativos. Recuerda que ten- drds que hacer el trabajo por ellos, no esperes que vean la re- laci6n entre patrimonio y dinero por sf mismos. ‘LA OBTENCION DE FINANCIACION A TRAVES DE FUNDACIONES Las reglas para conseguir fondos de fundaciones son exac- tamente las mismas. Como los programas gubernamentales, las fundaciones han sido creadas con propésitos especfficos y es importante demostrar en qué medida tu proyecto puede ayu- darles a cumplir sus objetivos. Hay dos cuestiones especiales que debes recordar en cuanto al dinero procedente de las fun- daciones. La primera es que tu solicitud ser4 evaluada por un comité que es poco probable que incluya arqueélogos. Por ello, deberds exponer con claridad tu proyecto y su trascendencia, para que pueda ser facilmente entendido por una audiencia profana. La segunda cuestién que debes recordar es que, al igual que las empresas patrocinadoras, necesitan tener pruebas de 36 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO que el trabajo que van a financiar es bueno. La forma de ayu- dar a las fundaciones consiste no sélo en contribuir a que avan- cen sus temas prioritarios, sino también proporciondndoles un reconocimiento publico. Por ejemplo, si una fundacién finan- cia la conferencia de un investigador de prestigio extranjero, debes presentarlo como el «investigador de reconocido presti- gio financiado por la fundacién X». Asimismo, debes recordar siempre incluir una referencia a tus patrocinadores, organis- mos publicos, empresas 0 fundaciones, en todas las publica- ciones o informes que elabores a partir del proyecto. Debes estar especialmente atento cuando presentes una memoria a la propia fundacién que te financidé. A menudo los informes los recibe la misma comisién que evalué tu solicitud, proporcio- nandote una buena oportunidad para demostrar la gran cali- dad de tu trabajo. De este modo podrds mejorar tu expediente, ampliando las posibilidades de volver a obtener financiacién de la misma fundacién en el futuro. Aspectos a tener en cuenta a fa hora de solicitar una subvencién * Témate en serio tu solicitud de ayuda o financiacién. En cierto modo, solicitar una subvencién es como solicitar un trabajo, considéralo como: un proyecto de gran importancia. * Busca un organismo de financiacién apropiado y comprueba que tu pro- puesta concuerda con sus objetivos. + Lee atentamente las bases para solicitar una ayuda y esegurate de que tu solicitud las cumple. * Siempre que sea posible visita a las personas involucradas en la asig- inacién de subvenciones para explicaries tu proyecto. De este modo ten- dran la oportunidad de hacerte preguntas y de esclarecer cualquier con- tusi6n. Ademés, tienen la opartunidad de crearse una opinién personal sobre tus aptitudes y tiabilidad. Este aspecto es de especial importan- cia cuando se trata de solicitantes recién licenciados, ya que no pode- mos esperar que una organizacién financie de forma habitual a inves- tigadores que son totalmente desconocidos. * Trala de presentar la mejor solicitud y pide a algunos colegas que te la revisen, porque sus opiniones te ayudaran a pulira. + Revisa tu solicitud para resaltar en qué medida encaja en los objetives de la organizacién. Cualquier organizacién seleccionara aquellos pro- yectos que estén relacionados con sus dreas prioritarias. * Elige tus referencias cuidadosamente. Es recomendable que elljas a al- guien que pueda comentar tu proyecto a conciencia y defender tu ca- pacidad de obtener resultados satisfactorios. Y atin mas importante, es imprescindible que presenten las referencias a tiempo. Es tu res- ponsabilidad, no la suya, ya que (tu eres quien va’ a conseguir la sub- vencién. Lo mas adecuado es elegir a aquellos investigadores que te conocen y también a tu proyecto, y recordarles con cuatro 0 cinco dias de antelacién que el plazo de presentacién esta préximo, Una vez fi- PREPARATIVOS PARA EL TRABAJO DE CAMPO. 37 nafizado el plazo, debes ponerte en contacto con el organismo ola em- Presa para comprobar si han recibido las carlas de referencia y si hay alguna pendiente, ponte en contacto con la persona indicada y adviér- tele, con amabilidad, de que e! plazo ha vencido. * Trala de demostrar que tienes una reputacién sdlida pare conseguir re- suitades. De este modo el organismo que te va a financiar podré estar més seguro de que utilizards la subvencién que te han concedido para completar un proyecto. : * Pon especial esmero en todos los informes que presentes. Los intor- mes provisionales suelen ser la principal herramienta de la institucién para evaluar cémo progresa tu trabajo. Depende de ti demostrar al or- ganismo o empresa que su dinero esté siendo empleado correctamente. Presta m4s atencién Inciuso con los informes finales, mostrando que has compietado el proyecto como estaba planeado y satisfecho todas tus responsabilidades, Después de todo, tal vez quieres volver a solicl- tar fondos en el mismo organismo. * No te limites a un organismo o empresa patrocinadora por proyecto. Presenta una solicitud en cualquier organismo en el que tu proyecto cumpla los requisites, pero debes Informar a cada organismo sobre cualquler otra fuente de financiacién que hayas buscado. SI al final ob- tienes m4s de una subvencién puedes tratar de renegociar los térmi- nes de las mismas. Por ejemplo: «Tengo dinero de la Fundacién X para estos aspectes del proyecto, puedo utilizar vuestra subvencién para otras fases complementarias?= Conseguir un presupuesto adecuado para tu proyecto es una de las tareas mas duras de cualquier solicitud de subven- cién. Lo mas importante es estar seguro de que es realista; no merece la pena conseguir una suma de dinero muy redu- cida para efectuar un gran trabajo. Uno de los peores resulta- dos para cualquier proyecto es obtener suficiente dinero para el trabajo de campo, pero carecer de recursos para realizar ana- Ifticas o redactar los resultados no es solamente una mala prac- tica ética sino que podria haberse evitado desde el principio. En resumen, no empieces un proyecto si no vas a poder fina- lizarlo. Comprueba que tu presupuesto incluye: — La investigacién preliminar, la actividad de campo, el andlisis y la redaccién (como guia puedes incluir general- mente un dia de procesado de los materiales —limpieza y si- glado— y unos dos dias de estudio y clasificacién por cada dia de campo) y, si es necesario, la conservacién de los artefactos a largo plazo; — incluye los honorarios para cualquier ayudante que ne- cesites en el trabajo de campo; — incluye los honorarios para cualquier especialista que fuera necesario (p. ej., topégrafos, restauradores, antracélogos, palinélogos, carpélogos, zooarquedlogos, etc.); 38 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO — incluye tan sélo los materiales relacionados con la parte del proyecto para la que solicitas subvencién y comprueba que cada uno de ellos est4 plenamente justificado. Lista de comprobaclén para fa solicitud de financiacién zHas demostrado + la importancia de tu proyecto; + cémo va a impulsar e! proyecto los objetivos del organismo que te va a financtar, * el grado de apoyo que tiene tu proyecto; * tu capacidad para cumplir los objetivos del proyecto; * tu experiencia previa? (Si estds solicitando una subvenciin por primera vez serfa mejor empezar solicitando sumas de dinero pequefias, aun- que razonables, ya que todavia no has demostrado tus capacidades, ni que eres digno de confianza. Todos los organismes que otorgan sub- venciones tienen la responsabilidad de financiar proyectos que van a ser completados y hasta que hayas demostrado que se puede confiar ‘en ti, no puedes esperar obtener una subvencién considerable). + {Los resultados tangibles de'tu proyecto (p. ¢}., un informe, un video, fotas, cintas, la proteccién fisica de los yacimientos, una carta de agra- decimiento en el periédico)? ~ Ju solietud * ysatistace los criterlos de seleccién; ‘+ incluye una metodologia consistente con los objetivos que propones en tu estudio; * tiene un presupuesto adecuado para alcanzar los resultados promet- dos, recordando no inflarlo; © muestra una estructura ldgica y bien organizada; * prevé un tiempo de ejecucién realista y viable? La arqueologia de urgencia La practica de la arqueologia no est4 unicamente rela- cionada con la investigaci6én. Cuando un yacimiento se en- cuentra en peligro por la realizacion de algiin tipo de inter- vencién en el medio (obras de infraestructura, construcci6n, etc.) es imprescindible la intervencién de un arquedlogo para evaluar, prospectar, hacer un seguimiento arqueoldgico 0 ex- cavar. Se trata, por tanto, de otra forma de financiacién de un trabajo de campo que tienes que tener en cuenta. En la actualidad la legislacién vigente exige la elaboracién de un informe de impacto ambiental siempre que se vaya a rea- lizar una obra o instalacién —construccién de carreteras, vias férreas, puentes, minas, complejos urbanisticos, etc.— (consul- tar Real Decreto 1131/1988, de 30 septiembre, por el que se PREPARATIVOS PARA EL TRABAJO DE CAMPO 39 aprueba el Reglamento para ejecucidn del Real Decreto Legislativo 1302/1986, de 28 de junio, de evaluacién del Impacto Ambiental y la Ley 6/2001, de 8 de mayo, de modificacién del Real Decreto legislativo 1302/1986, de 28 de junio). Asimismo, en la mayoria de las ciudades las leyes de Patrimonio exigen la realizacién de seguimientos y excavaciones en las 4reas his- loricas. Que una excavacion se lleve a cabo por causas de fuerza mayor no implica que no se tenga que seguir una metodolo- gia cientifica. La intervencién arqueoldégica, sea cual sea su naturaleza, debe seguir un proceso similar al de cualquier yecto de investigacién cientifica (planificaci6n, intervencién, estudio y publicacién). La arqueologia de urgencia la finan- cia el promotor de las obras (ya sea una entidad publica o una empresa privada). Las empresas de arqueologia también son contratadas por las instituciones publicas, en cuyo caso de- bes preparar un informe que entrard en fase de concurso p: blico. Eso no quiere decir que para ganar sea necesario pr sentar el informe con las tarifas mas bajas, ya que es contraproducente para los profesionales de la arqueologia el devaluar su trabajo. Ademas, recuerda que la intervencién ar- queoldgica no implica sélo la prospeccién, el seguimiento o la excavacién, sino el posterior estudio de los materiales y para ello es fundamental contar con equipos interdisciplina- res para sacar el maximo partido a la informacion arqueold- gica y que se produzcan avances en la investigacién. Si bien el tiempo es primordial en este tipo de intervenciones, tam- bién lo es la ética profesional que te exige, como arquedlogo, estudios arqueoldgicos de calidad y dar a conocer los resul- tados de la investigacién. Recomendaciones de Juan March para preparar un proyecto de Intervencl6n arqueolégica ~ Para presenter un proyecto arqueolégico tendremos que pasar por distintas fases. EI inicio del proceso seré la llamada de un cliente, que bien podra ser una entidad o administracién publica, o alguna entidad de tipo privada. Inicialmente, el hecho de que contacten con nosotros querra decir que el cliente que nos demanda nuestros servicios tiene la necesidad de resolver un asunto de tipo patrimonial. De entrada, ef cliente nos expondré sus necesidades y nos solicitara un presupuesto de los trabajos a llevar a cabo, El arquedlogo deberd orientar correcta- mente al cliente de forma que se salvaguarden tos derechos del mismo, ‘se respete el patrimonio cultural y se cumpla con la legalidad vigente. ‘Trabajamos en un sistema de mercado en el que la famosa frase «el tiempo es dinero» esta a la orden del dia. Sin embargo, la prioridad debe ser siempre la defensa del patrimonio cultural. Eso significa que 40 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO, la ética profesional debe estar siempre por encima de la competitividad empresarial. Para realizar su cometido el arquedtogo debe conocer Ia legisiacion en materia de patrimonio cultural aplicable en el lugar donde se planteen sus intervenciones. Debera estar familiarizado con las diferentes tramila- ciones administrativas necesarias para los distintos tipos de actuacion. Y finalmente, deberd poder valorar su trabajo y el del resto de las personas que puedan participar en una intervencion arqueoldgica, desde un punto ‘econémico, para poder ofrecer a sus posibles clientes presupuestos rea- les y ajustados de los trabajos a realizar. En primer lugar tendremos que tener claro el tipo de intervencién a realizar. En general, se plantean dos tipos de intervenciones. Por un lado, tendremos las denominadas «ordinarlas», y son aquellas que se llevan a cabo basicamente por intereses cientiticos. Suele tratarse de inter- venciones que pueden constar de varias campaiias, en las que el princi- pal objetivo es el conocimiento exhaustivo de un yacimiento. Las inter- venciones denominadas de «urgencia» son aquellas donde el patrimonio cultural se ve amenazado de una u otra forma. En ellas suele existir la necesidad de actuar con rapidez y suelen caracterizarse por ser inter- venciones de minimos, en las que se hace lo minimo exigible para cum- plir con la administracién, ya que por lo general ni se dispone de tiempo ni de recursos. Como ya hemos dicho, lo primero que se nos pedira sera la elabo- racién de un presupuesto en el que se manejaran basicamente dos fac- tores, el tiempo y el dinero. El presupuesto deberd incluir todos los tra- bajos de documentacién, investigacion y conservacién que se estimen oportunos. El profesional reatizara una estimacién aproximada del tiempo de la intervenci6n en funcion del personal con el que cuente, y valorara econdmicamente el precio de la intervencién. Si se desconocen los ho- norarios a percibir, una posibilidad para conocerlo es consultar con los Gistintos colegios de arquedlogos o similares, que también nos podran poner al corriente acerca de las obligaciones, derechos y legislacién vi- gente. Al tratarse de una actividad como la arqueologia en la que nunca sa- bremos con exactitud matemitica lo que nos vamos a encontrar y en fa que otros factores como el tiempo atmostérico pueden dar al traste con nuestros pianteamientos iniciales. nunca presentaremos presupuestos ce- trados. Es recomendable indicar que nuestra estimacién presupuestaria puede depender de los hallazgos o del tiempo. Existen maneras de aproximar el tiempo de duracién de la excava- cién. La mas usada se basa en el volumen de tierra a excavar. Con los metros cUbicos de tierra a excavar, podremos calcular el cubicaje a mo- ver por persona y dia, siendo la relacién de 1 m? de tierra por persona y dia la mas empleada. Ala hora de elaborar el presupuesto incluiremos todos los gastos de- tivados de la investigacién arqueoldégica (estudios del territorio, antraco- logia, inventarios liticos, ceramicos, palinologia, zooarqueologia, etc.). La realidad es que en muchos casos no podremos incluir algunos de estos estudios multidisciplinares en nuestra investigacién por falta de obligato- riedad. PREPARATIVOS PARA EL TRABAJO DE CAMPO. 4) SI el presupuesto es aceptado, el arquedtogo deberd preparar un pro- yecto en el que se describa cémo se realizardn los trabajos y que incluya un estudio histérico del drea a Intervenir. A! finalizar la intervencién reali- ‘zaremos un informe preliminar, en el que detallaremos de manera breve tos resultados de la actuacién, y dispondremos de un tlempo para real- Zar una memoria cientifica con les resultados finales del trabajo. Todes es- tos pasos deben estar contemplados en el presupuesto presentado a los Promotores, Juan March trabaja como arquedlogo en la Comunidad Valenciana. Los arqueélogos y la ética profesional A menos de que tu investigacién pretenda analizar exclu- sivamente tu historia personal o familiar, tendras que trabajar inevitablemente con el patrimonio de otras personas. Existen diversos colectivos y entidades sociales que pueden tener inte- rés por la arqueologfa, entre las que se incluyen: — diversos organismos gubernamentales o administra- ciones ptiblicas (ver «Cémo trabajar con la legislacion> al final de este capitulo); — promotores u otro tipo de clientes del patrimonio (ver capftulo 8, «La Gestién del Patrimonio Cultural»); — grupos u organizaciones locales; — propietarios y arrendatarios, y — otros profesionales que trabajan con el Patrimonio. Como profesional del Patrimonio, tienes toda una serie de responsabilidades éticas hacia todos los colectivos y entidades sociales interesados. Cuando desarrollas un trabajo de campo, debes pensar cémo afecta tu trabajo a esos otros colectivos. éTienes que solicitar permiso a alguno de ellos? ;Piensas que tu trabajo va a promover cambios positivos? ¢Es un trabajo en colaboracién? ¢Puedes tomar alguna medida para asegu- rar que las personas con las que trabajas obtendr4n algun be- neficio de tu investigacién? La diferencia entre un trabajo ético y uno contrario a la conducta profesional reside en analizar de- tenidamente estas cuestiones y actuar al respecto. En los ul mos afios las organizaciones que regulan la prdctica profesio- nal de la Arqueologia, los colegios de arquedélogos, han elaborado sus propios cédigos éticos. Otros grupos profesionales a nivel internacional, como el WAC (World Archaeological Congress) o la EAA (Asociacién Europea de Arquedlogos) tienen cédigos éticos similares que debes conocer. 42 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO, COMO TRABAJAR CON DIVERSOS COLECTIVOS SOCIALES Si vas a llevar a cabo actividades de campo relacionadas con el patrimonio arqueolégico tendrés que consultar a diver- sos colectivos locales, como por ejemplo, los organismos en- cargados de la gestién del Patrimonio de la zona afectada o los miembros de la sociedad histérica local. Aunque no siempre es. preceptivo, puede resultar beneficioso. Puede ayudarte o faci- litarte el acceso a los yacimientos o proporcionarte informa- cién que desconoces e, incluso, podria sugerirte diversas orien- tactones o enfoques para tu investigacién. La comunidad incluye a todas las personas que viven en el 4rea en la que se va a de- sarrollar el proyecto arqueolégico y probablemente englobara a un rango bastante amplio de grupos interesados y cada uno de los cuales podria aportar sus propios intereses 0 técnicas al proyecto. Para poder efectuar actividades arqueoldégicas (espe- cialmente si la intervencién requiere remocién de tierra), en cualquier comunidad aut6noma es un requisito indispensa- ble contactar con los propietarios o los arrendatarios de los terrenos para solicitar un permiso de acceso a sus tierras. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana, si quieres obtener un permiso de excavacién es un requisito presentar por escrito a la Consellerfa el permiso de acceso a los terrenos priva- dos, mientras que no es necesario para realizar una pros- peccién sin remocién de tierra. Por norma general, «si tienes alguna duda, consulta», y ciertamente cuantas mas consul- tas efectues, menos probabilidades habra de que alguien salga perjudicado y encontrards menos problemas en el transcurso de tu proyecto. No sélo es de buena educacién, sino tam- bién sensato entrar en contacto con los colectivos afectados con los que vas a trabajar y asegurarte de que dichos grupos sociales obtienen algun beneficio con la investigacién que es- t4s Nevando a cabo. Otra de nuestras responsabilidades éticas es mantener informados de los resultados a los diversos colectivos afecta- dos, siempre que lo permita la normativa vigente. Existen diversos medios de dar a conocer al ptiblico tanto tu proyecto como los resultados obtenidos: dfas de puertas abiertas du- rante la campaiia de excavacién y visitas guiadas por el yaci- miento, charlas en las escuelas, conferencias locales, creacién de una pdgina web con la informacién publica del proyecto y la realizacién de publicaciones, gufas y materiales de di- vulgacién (ver capitulo 10: «Cémo dar a conocer los resulta- dos»). Aunque en teorfa parece sencillo, en la practica puede implicar una gran inversién de tiempo y un gran compromiso. Si bien la mayoria de los arqueélogos han subrayado la im- PREPARATIVOS PARA EL TRABAJO DE CAMPO 43 portancia de dar a conocer los resultados de la investigacién arqueolégica al publico, son pocos los que lo hacen en la prac- tica. Es importante recordar que el publico esta interesado no sélo en los resultados, sino también en el propio proceso. Las visitas a los yacimientos y los dias de puertas abiertas en las excavaciones arqueoldgicas suelen ser populares, porque la gente aprende sobre lo que se ha encontrado y en qué con- siste la arqueologfa. Los ARQUEOLOGOS Y SU PROFESION Los arquedlogos tienen asimismo responsabilidades con respecto a otras personas con las que comparten profesién. Nos referimos fundamentalmente a la forma de recuperaci6n, do- cumentacién y archivo de los datos y a la necesidad de que tus resultados puedan ser comparados con los de otros pro- yectos. Uno de los principales problemas de muchos proyectos es que no presentan con claridad la metodologia utilizada, ni los resultados de su andlisis y documentacién, o usan términos descriptivos confusos 0 idiosincrdsicos. Si nadie es capaz de entender lo que quieres decir cuando hablas de «lasca convexa» o si describes un artefacto simplemente como «inusual», im- pedirds que alguien pueda comparar sus resultados con los tuyos. Por tanto, si tus resultados no pueden ser comparados con los de otros proyectos similares, tu estudio no aportara nada al conocimiento actual. Del mismo modo, los informes resultantes de tu activi- dad de campo deben estar disponibles para que otros investi- gadores puedan referirse a ellos. Por supuesto, no siempre es posible —especialmente si tu informe contiene informacién secreta o confidencial— pero en el mejor de los casos deberfas facilitar una copia al cliente o al organismo que te financia, otra copia a la administraci6n local, autonémica o estatal en- cargada del Patrimonio, y también a cualquier grupo intere- sado que haya participado en el proyecto; una copia que acom- pafie a los hallazgos (si tu proyecto incluye recogida de materiales 0 excavacién) y, si lo crees oportuno, una copia al archivo 0 la biblioteca publica pertinente que se halle mds pré- xima (Birmingham y Murria, 1987: 92) o a la biblioteca del Museo Arqueoldgico més préximo al yacimiento o lugar de los hallazgos. Aun nivel muy basico, es importante documentar de forma detallada toda la actividad de campo desarrollada y asegurarte de conservar y archivar de forma adecuada tu diario de campo (ver «Cémo redactar un cuademo de campo» en el capftulo 3), tus notas, tus fichas de registro y tus fotograffas. Un archivo 44 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO debe contener toda la informacién primordial relacionada con la recogida y andlisis de los datos, incluyendo: — tucuaderno(s) de campo; — originales de tus fichas de registro; — originales de tus fichas de inventario y clasificacion de materiales; nales de cualquier otro tipo de fichas de recogida de datos; — un archivo fotografico completo; — originales de cualquier planta de excavacién, croquis, mapas u otros dibujos; — copias de cualquier documento de voz conteniendo historia oral o las propias transcripciones realizadas como parte del proyecto; — copias de cualquier documento histérico recogido como parte del proyecto; — copia original de tu informe, y -— toda la correspondencia relevante o los permisos que has solicitado y obtenido como parte del provecto. Si alguna parte de tu proyecto usa una base de datos in- formatizada, no la guardes tinicamente en el disco duro o en una unidad de almacenamiento externa (disco duro, CD, DVD, etcétera), ya que los programas de ordenador pueden quedar completamente obsoletos en pocos afios, haciendo inaccesible tu base de datos. Si has facilitado tu archivo a un cliente, a un archivo gubernamental o a un museo, probablemente no po- dr4s controlar la actualizacién de tu base de datos o del pro- grama; en tal caso, asegtirate de que hay copias disponibles de wu base de datos en papel. Muchos arquedlogos utilizan de forma habitual bases de datos informatizadas, especialmente para fotograffas, pero debes tener copias impresas de reserva de los ficheros principales para poder disponer de ellos a largo plazo (para mas recomendaciones sobre archivos digitales, ver «El archivo de fotografias e ilustraciones» en el capitulo 9). Recomendaciones para garantizar la perduracién de tu archivo No basta con crear simplemente un archivo que agrupe todos tus ma- teriales. Debes asegurarte también de que has utilizado los medios ade- cuados para que la documentacién perdure, que todo esta correctamente identificado y que incluye referencias cruzadas, de forma que si algo se separa del resto del archivo pueda ser devuelto a su sitio sin la menor duda. Nunca tomes notas 0 rellenes fichas de inventario con un rotulador ‘normal, ya que-si se humedece, la tisita puede emborronarse.._ ~~ : ee th PREPARATIVOS PARA EL TRABAJO DE CAMPO 45 ‘Tampoco debes utilizar rotuladores fosforescentes o lépices. En su lugar, utiliza un boligrafo, rotuladores indelebles 0 rotrings. Evita el papel reciclado para tus notas 0 fichas, ya que es menos és- table quimicamente. Evita también el papel coloreado, e! uso de cinta ad- hesiva y los post-it, ya que todos se deterioran con el paso del tiempo. ‘Como un archivo debe perdurar a largo plazo, no uses grapas meté- ficas, clips-o libretas con gusanillo metdlico, ya que tienden a oxidarse. Nunca incluyas una copia a l4piz de un documento o cualquier tipo de: Impresié6n que pueda ser sensible a la luz o el calor, como el papel tér- mico para fax. - Nunca separes o mezcles tus registros y elimina todo aquelio que con- sideres material inelevante. . Si est4s trabajando en un proyecto por encargo, el archivo pertenece técnicamente al cliente que financia la investigacién y, por tanto, es tu responsabilidad entregarle los contenidos del archivo. Este hecho conlleva toda una serie de problemas. ¢De quién es la propiedad intelectual generada por tu proyecto? Y en segundo lugar, ¢cudles son las responsabilidades éticas para que sean accesibles los archivos del proyecto? En general es poco ético quedarte con los derechos exclusivos sobre la infor- maci6n que has recopilado como parte del proyecto y por la que te han pagado, a no ser que haya sido claramente especificado como una parte necesaria del proceso (por ejemplo, si partici- pas en un proyecto etnografico en el extranjero y un grupo abo- rigen solicita que la informacién sea protegida como confiden- cial). Esto no implica que cuando vayas a escribir un articulo 0 una publicacién académica con posterioridad a partir de los da- tos recopilados, dicha publicacién pertenezca a alguien més. En general, la informacién que recoges en tu actividad de campo es técnicamente propiedad de quien ha financiado el proyecto, mientras que lo que haces con ese material (p. ej., tu interpre- tacién, s{ntesis o publicacién) te pertenece a ti. Ademés, mientras resulta sencillo afirmar que debes de- volver el contenido de tu archivo al organismo que te ha fi- nanciado, puede que no siempre sea lo mejor. Si est4s traba- jando para un pequefio cliente, por ejemplo, podria no desear ser saturado con un lote de documentacién adicional o care- cer de instalaciones para almacenarlo de forma adecuada. Devolviéndoselo, podrias correr el riesgo de impedir a futuros investigadores (0 incluso a ti mismo) tener acceso a los datos. Es cierto que una copia completa de tu informe debe ser en- tregada a la administracién competente, pero eso no incluye todos los archivos adicionales generados por tu investigaci6n. Desafortunadamente, no existe un depésito centralizado para este tipo de informacién documental y tendrds que decidir ta mismo qué es lo mejor para que tu archivo se conserve a largo 46 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO plazo. Si estas trabajando para un organismo publico, no cabe duda de que tendr4s que proporcionales el archivo, pero ge- neralmente lo especificaran con claridad en el proyecto. El tema de la propiedad intelectual es un 4rea difusa y antes de llevar a cabo cualquier intervencién 0 trabajo arqueoldgico es reco- mendable que averigties los requisitos y las expectativas que afectan a ambas partes. No obstante, el organismo o entidad que encarga el trabajo deberia reconocer publicamente quién es el autor del mismo, en beneficio de ambas partes. Anétalo y pon tu nombre. Recomendaciones de Aedeen Cremin Para crear un buen archive arqueolégico Es increfble la cantidad de archivos que se pierden o que resuttan in- servibles a lo largo del tiempo al no ir correctamente identificados. Se dice que cuando el profesor R. J.C. Atkinson murié, se descubrié una caja liena de cuademos entre sus cosas. Los cuadernos contenian meticulosas me- diciones de piedras de monumentos megallticos, Incluyendo probable- mente Stonehenge, que excavé en los afios 50 del siglo xx. Ninguna de las libretas contenfa etiquetas de identificacién y, por tanto, todo ese tra- bajo resuité inservible. No permitas que te ocurra lo mismo. Aqui tienes un listado de las cosas que debes tener en cuenta: * Pon una identificacién a cada trozo de papel que utilices, explicando qué es @ incluyendo tu nombre y Ia fecha. Utiliza un cuademo para cada trabajo e identificalo, con un titulo, tu nombre y la fecha en la que 0 has utilizado. Los cuadernos cosidos resuttan mas adecuados, ya que de ese modo evitas fa tentacién de arrancar las hojas, Es cierto que acabarés con una caja de cuadernos ‘a medio rellenar, pero al menos podrés encontrarlos cuando fos nece- sites. Un archivo digital obsoleto no te daré la informacién que necesi- tas a largo plazo. + Nunca dejes tu cuademo a nadie. Nunca te lo devolveran, ni sera pu- blicado 0 reconocido. Si alguien lo quiere, pueden simplemente foto- copiarto. * Pon una sejial de copyright en cada documento original que produz- cas. Cuesta 30 segundos y te protege. Por supuesto pon tu nombre y tus sefias de contacto en el documento; nadie podré reconocer tu tra- bajo si no sabe quién eres. * Identifica claramente todos los croquis que hagas, p. ej., no «We» sino ventana con marco doble y estructura de madera» 0 «pozo tallado en la roca», etc. Pon una flecha apuntando hacia el norte, una escala, la fecha y tu nombre en el croquis. Si el dibujo no esta a escala, indicalo. Si es posible, incluye las descripciones y las medidas en tu croquis o enuméralas en una nota al pie. + Guarda un archivo fotografico completo, con tantos detalles como pue- das inciuir, p. ej., No «Cova dels Cavalls» sino «Vista de la escena de caza de una manada de cérvides de estilo levantino, situada en la parte central de la Cova dels Cavalls (Tirig, Castellé). Foto realizada en PREPARATIVOS PARA EL TRABAJO DE CAMPO 47 octubre de 2001, manteniendo la c4mara perpendicular a la pared y a un metro de distancia. Orientacién sur». ieva una brijula y comprueba ‘siempre, no presupongas. * Cualquier fotografia que tomes debe incluir un ple lo mas completo posible; escrito en boligrafo por la parte posterior o incorporado en la imagen ef la guardas en formato digital. Pon tu nombre completo (p. €]., «Yolanda Cartién» y no «Yolr) y la fecha (a veces es crucial en 4a documentacién de excavacién). * Cualquier cosa en la que hayan participado divereas personas debe in- corporar un [istado con sus nombres completos. Una Imagen identifi- ‘cada como «Didac, Pau y Maria. en el yacimiento» sélo seré utll para i, pero para nadie més. * Sidebes usar iniciales, usa tres o cuatro. Te sorprendertfa saber cuanta gente comparte las mismas dos iniclales que tu y tus colegas. * En un proyecto de larga duracién, ya sea una excavacién o una pros- peccién, lleva un diario de excavacién actualizado (si, en el mismo cua- demo). Algunas de las cosas que irs viendo no podrds anctarlas en las fichas de registro y es bueno tanerlo todo anotado. También es itil anotar la secuencia de trabajo para poder revisarla con posterioridad. + Recuerda que nada se publica a tlempo, razén por la que es necesa- fio que tengas una documentacién aproplada. En los afios sesenta del ‘siglo xx trabajé en una excavacién en la que el primer director fallecké de forma Inesperada dejando el trabajo inacabado. Su sucesor finaliz6 Ja excavacién pero nunca publics los resultados, ya que llevaba otro tra- bajo en marcha. También murlé de forma Inesperada. Cuarenta afios después, se le encargé a una tercera persona publicar un informe com- Pieto de la excavacién. Si fo hizo 0 no, no lo 96; e6!o espero que nues- tra documentacién estuviera bien. Yo ciertamente no conserve nin- guna documentacién de ningun tipo, ni siquiera una foto de recuerdo. Este tipo de cosas ocurren. + Los cuadernos son tu archivo. Si ejerces como arquediogo, posterior- mente tus cuademos serdn interesantes para otros investigadores, asi que no te deshagas de ellos incluso cuando consideres que estén des- fasados. Aedeen Cremin trabaja como arquedlago en el Australian Capital Territory. Planifica con antelaci6n el equipo de campo que vas a necesitar Posiblemente una de las tareas mas importantes en la pla- nificaci6n de tu trabajo de campo es asegurarte que tienes el equipo adecuado para llevar a cabo el trabajo. Muchas activi- dades arqueolégicas no tendran lugar en Jos cémodos alrede- dores de la ciudad sino en el monte, donde los yacimientos no han sido alterados o destruidos por el desarrollo. En cual- 48 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO Fic. 1.2. Imagen tpica de un arquedlogo en el campo. quier caso, antes de ir al campo debes pensar qué material ne- cesitards para la recopilacié6n de datos, qué otro equipamiento podria ser necesario teniendo en cuenta el lugar al que te diri- ges y cualquier otra cosa que pudieras necesitar. Hay algunas cosas esenciales que constituyen la base de cualquier trabajo de campo: — una navaja; — protector solar (excepto si trabajas en cueva); — repelente para insectos; — un buen sombrero y botas; — un botiquin de primeros auxilios, y — una botella de agua. PREPARATIVOS PARA EL. TRABAJO DE CAMPO. 49 Otras cosas a tener en cuenta son camisetas de algodén ligeras y de manga larga, que te ayudan a protegerte del sol. Algunas sugerencias dependerdn del lugar al que vayas a tra- bajar: en el monte, y fundamentalmente en zonas de vegeta- cidn espinosa, es aconsejable llevar pantalén largo para prote- gerte las piernas. No emprendas ninguna actividad sin asegurarte de que Ilevas el equipo adecuado y de que vas suficientemente bien preparado; no hay nada peor que llegar a un yacimiento de dificil acceso, o que se encuentra aislado, y darte cuenta de que no llevas pilas para la cAmara 0 que se te han olvidado las fichas de registro. Recomendaciones de Juan Salazar para proteger tu equipo Antes de iniciar cualquier intervencién arqueolégica es imprescindible planear la proteccién de tu equipo. Una simple caja de plastico duro de gran tamaiio permitirA transportar con ciertas garantlas las diversas he- rramientas; los batiles metdlicos son mas seguros pero muy pesados y bastante caros. La excavacién produce un desgaste continuo en todo el material, seleccionar el mismo por su resistencia no es una mala idea. Aparte de las herramientas metdlicas hay que tener especial cuidado con el material de dibujo, fotogratia y el nivel éptico. Dibujo Una cinta para triangular de 30 metros, flexémetro de 5 metros, plo- mada, y el resto del material de dibujo deben estar siempre organizados en una bolsa 0 estuche aparte, sino, tiene muchas probabilldades de per- derse. Las piquetas de metal para triangular han de llevar una proteccién superior de plastico, asi son visibles para todos y se evita el peligro que ‘suponen las mismas. Los eerosoles para marcar puntos no deben dejarse al sol. Fotogratfa Para la fotografia recomendamos un equipo basico compuesto por cé- mara digital, tripode, una plaqueta para los datos de las diversas unida- des estratigraficas, una flecha para el norte, escalas de menor tamafio y un par de jalones. Podrfa ser una buena idea sumar una cémara reflex para diapositivas. Las nuevas cAmaras digitales son bastante sensibles al polvo y Ia tierra de las excavaciones; mientras mds tiempo pasen las c4maras dentro de las fundas mas protegidas estaran; por cierto, una funda dura a prueba de golpes es lo mds conveniente. Tener las manos limpias a la hora de utilizar la cAmara digital también nos ahorraré costosas re- paraciones. Nivel éptico Un nivel dptico y una cavacion, Un equipo mi resistente, de facil mat documentar las cotas de Ia ex- jue estan ya anticuados, es muy inte util; tapar el mismo si co- 5G MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO. mienza la lluvia puede evitar una averfa. Un GPS para intervenciones fuera de Ja Ciudad puede ser de mucha utilidad. Suelen ser equipos ro- bustos y técilmente manejables, una correcta conservacién no gerd muy complicada. Latvia, eso), la Berta y el poivo de la excavackin pueden amuiner las mejores herramientas de trabajo. No hay remedios mdgicos para con- servar nuestro equipo, los lmprevistes ‘son.continucs ‘en la arqueologia de campo, pero tener e! material organizado y.una, limpleza diaria de! mismo puede marcar la diferencia. ‘Suertel, - Juan Salazar ebela coro arquesogo on ia Comunidad Valorie. Cémo trabajar con la legislacién Toda actividad arqueoldgica est4 regulada por la legisla- ci6n estatal, autonémica o municipal sobre el Patrimonio. No se trata de dificultar tu trabajo, sino de proteger los yacimien- tos y su contenido contra intrusiones y dafios imprevistos. En todo el territorio espafiol existe una legislacién sobre el Patrimonio que debe ser respetada. Desafortunadamente, la le- gislaci6n es muy amplia y no funciona de igual modo en to- das las comunidades auténomas. Algunos sitios son mAs es- trictos que otros a la hora de aplicar la legislacién, incluso por lo que se refiere al formato deseado a la hora de presentar los informes. En general, en todas las comunidades es obliga- torio solicitar una autorizacién antes de realizar cualquier tipo de intervencién arqueolégica, entendiendo como tal: — todo tipo de excavaciones y prospecciones arqueolé- gicas, terrestres o subacuaticas; — la reproduccién y estudio directo del arte rupestre; — las labores de consolidacién, restauracién y restitu- cién arqueoldgicas, y — las actuaciones arqueolégicas de cerramiento, vallado, cubricién y documentaci6n. Antes de aprobar un permiso, la Administracién te exigira que demuestres que tu intervencién arqueolégica est4 correc- tamente planteada. Junto a la solicitud de permiso te exigir4 la entrega de un proyecto de intervencién, en el que debes indi- car el objetivo de tu investigacién, el método de excavacién o recogida de materiales que pretendes seguir y tus recomenda- ciones para la conservacién y depésito de los materiales recu- Pperados en el yacimiento. Este ultimo aspecto es muy impor- tante ya que, segun las leyes de Patrimonio, todos los yacimientos y su contenido (sus restos arqueolégicos) son propiedad del PREPARATIVOS PARA EL TRABAJO DE CAMPO. 51 Estado. Lo que significa que tendrds que entrar en contacto con el Museo o la entidad en la que vas a depositar los mate- riales, el propietario del terreno en el que se ubica e] yacimiento y la Administracién competente para comprobar que se cum- plen los requisitos para garantizar la adecuada conservacién a largo plazo de los hallazgos recuperados de un yacimiento. Existe asimismo un requisito comin en todas las comu- nidades auténomas: debes entregar un informe por escrito so- bre tu actividad de campo, una vez finalizada, y debes relle- nar y entregar una ficha de inventario por cada nuevo vacimiento localizado. Muchas comunidades poseen algun tipo de base de datos o registro de yacimientos arqueolégicos. Al igual que puede resultarte util para tu investigacién compro- bar dichas bases de datos, para conocer si se han documen- tado otros yacimientos en tu d4rea de estudio con anteriori- dad (aunque debes saber que el acceso a esas bases de datos es restringido en algunas comunidades auténomas y depen- diendo de las circunstancias), también es util para que otros investigadores obtengan informacién sobre tus yacimientos. Como cada comunidad auténoma tiene sus propios modelos de fichas de registro, no olvides conseguir copias antes de co- menzar el trabajo de campo y rellénalas de forma rigurosa antes de entregarlas a la Administracién. Como los requisitos legales varian entre las diversas comunidades, debes estar al tanto de las Jeyes de patrimonio cultural y de los requisitos le- gales de la administraci6n autonémica de la comunidad 0 el territorio en el que vas a trabajar, antes de empezar tu activi- dad de campo. No alteres o Interfleras en los yacimlentos que son patrimonlo cultural En general, es ilegal y poco ético alterar de forma consciente un ya- cimlento arqueoiégico. Cuaiquier forma de alteracién, recuperacién de res- tos, adiclén o remocién de tlerras efectuada en el entomo de un yacimlento ‘sin autorizacién de la administraciin competente puede ser considerada delito. Debes ser consciente de que Incluso una actividad aparentemente «(itll puede causar un importante detertoro, como arrancar la vegetacion que invade la superficie de una estructura abandonada (ya que al arran- carla se puede dafiar fisicamente alguna parte de la estructura), volver a. clavar un panel informativo de un abrigo que se habla cafdo (ya que po- dria atterar el depésito arqueolégico que se encuentra en el subsuelo), limpiar un graffiti de un panel con arte rupestre (ya que podrfan eliminaree ‘simulténeamente restos de pintura). Aunque pudiera parecer contradicto- fio, a veces la degradacién fisica de un yacimiento es en realidad parte de su valor. E incluso s} no lo es, debes obtener un permiso de la auto- tidad competente arites de Intervenir sobre ef Patrimonio. 52 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO LEGISLACION ESTATAL La normativa en vigor que interviene en la regulacién del Patrimonio Cultural Espafiol distribuye las competencias entre la Administracién de] Estado y las autonom{as. La Constitucién Espafiola de 1978 declara competencia exclusiva del Estado (art. 149.1) «la defensa del patrimonio cultural, ar- tistico y monumental contra la exportacién y expoliacién», mientras que las principales competencias en materia de cul- tura recaen en las comunidades auténomas. Teniendo en cuenta ese reparto de competencias se redactaron con posterioridad Ja Ley de Patrimonio Histérico Espaiiol de 25 de junio de 1985 y el Real Decreto de 10 de enero de 1986, que dejaban como competencia exclusiva del Estado la declaracién de Bienes de Interés Cultural, la protecci6n de los bienes culturales contra la exportaci6n ilfcita y el expolio, la difusi6n internacional y la cooperacién supracomunitaria (si bien muchas de estas competencias pasan a compartirse posteriormente con las co- munidades auténomas con el Real Decreto 64/1994, de 21 de enero). La Ley de Patrimonio Histérico Espanol define el Pa- trimonio Arqueolégico de la siguiente manera (capftulo V de la Ley), «forman parte del Patrimonio Histérico Espafiol los bienes muebles e inmuebles de cardcter histérico suscepti- bles de ser estudiados con metodolog{a arqueolégica, hayan sido 0 no extraidos y tanto si se encuentran en la superficie o en el subsuelo, en el mar territorial o en la plataforma conti- nental», En resumen, las competencias en materia de Patrimonio est4n distribuidas de la siguiente manera: — El Gobierno Central, representado por el Ministerio de Universidades e Investigacién tiene basicamente la labor de proteger, financiar y difundir. — El Gobierno Autonémico, representado por la Direccién General de Patrimonio del Departamento de Cultura, autoriza, financia y declara. — El Gobierno Local, representado por el servicio de Cultura del AyuntamientOjfiiancia y difunde. Debes recordar que, por ley (articulo 41, tftulo V de la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histérico Espaiiol), to- das las cuevas, abrigos y lugares que contengan manifestacio- nes de arte rupestre quedan declarados Bienes de Interés Cultural, por lo que en ningun informe de impacto puedes su- gerir su destruccién tras la documentacién del conjunto. veoypuaro £ peanyjno ugtouny Jofaur ns £ ugioeAiasu0d ependape ns ajqisod uedey anb seloursunsiio set £ o8ze]]eY [ap wrxoad ns eyuand ‘afy as anb ozejd rn Jap auayadwo>s ugensturwupy eB] anb ‘o4jua9 0 oasny [e ‘eHoway eun ap sopeyeduooe 4 sopedojeie> ‘sopeuequaau! ajuaWepIqep ‘soptuaigo sojafgo soy se8anjuy ofojgenbuv jap sepopyqnsuodsey eolwguoyne UgIseystUTUIpe B[ 10d epezuoyne 49s aqap eor8gjoanbue ugisuaasaqu! sainbyend sousinbay = oajivajsiunuipp ¥661/€0/20 ‘AOE “019U9 2p 1Z 3P “966 1/p9 OraID9q [ead 9861/10/82 ‘AOE “0x99 ap Ol ap ‘OR6IVITT o12199q [PY seyZojoanbiy ey & ueiaye ou anb S@uoIsEDYIPoW $861/90/62 ‘AO Jowedsg oou9isiH wunyng ap — oluowlLNeg Jap oun ap SZ 9p ‘S86 1/91 A27 lees payouuoy —ugiovoydo ap onquiy [eie1s9 UgIDe|sIB9] | & aseq Us sOSojganbue so] ap seyeSa] A seong sepepiiqesucdsey = *["| EV. 54 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO LEGISLACION AUTONOMICA La transferencia de competencias a las comunidades au- ténomas en materia de Patrimonio ha llevado a que cada una de ellas redacte su propia legislacién, bas4ndose en los requi- sitos generales exigidos por la Ley de Patrimonio Histérico Espanol. En base a esa transferencia de competencias, cual- quier permiso de intervencién arqueolégica tiene que solici- tarse necesariamente en la Direccién General de Patrimonio de las respectivas comunidades auténomas. La Direccién General de Patrimonio es, por tanto, la en- cargada de: — conceder los permisos, — establecer los requisitos bésicos para obtener un per- miso de intervencién arqueolégica, — determinar los aspectos que debe incluir una memo- ria cientffica, — determinar en qué museo o institucién publica de- ben ser depositados los materiales recuperados du- rante una intervencién arqueolégica. Ademés de las cuevas, abrigos y lugares que contengan manifestaciones de arte rupestre, las diversas legislaciones autonémicas declaran Bien de Interés Cultural por defecto dis- tintos tipos de bienes. As{, por ejemplo, la Ley 4/1998, de 11 de junio, del Patrimonio Cultural Valenciano, establece que que- dan declarados bienes de Interés Cultural los castillos y los es- cudos, emblemas, piedras herdldicas, rollos de justicia, cruces de término y dems piezas y monumentos de {ndole andloga de més de cien afios de antigtiedad. Por tanto, a la hora de re- dactar un informe de impacto arqueolégico (que generalmente suele incluir también la informacién etnografica) debes revi- sar qué bienes est4n protegidos como Bienes de Interés Cultural en las respectivas comunidades auténomas. “so2189joanbue sofeqen soy ap uy A ofoqut ja zeorunwi0 « ‘ayuaiquiy o1pay 4 eanyjng. ap epafasuog e| iod soperquiou ‘sa1ojoadsut soZojganbie so] ap yonuos ap B] SE] aeIILIDEy A antuiied aqap ofojgenbue qo “seoiZojoanbie souojoenqoe ap ugtonsafs e| ap aeqnsay uvsaipnd anb sominfied © soyep so| ap ajqesuodsaa ey] ylas UOIEZLOIe k| ap aUEVOI[Os Pepnus o euosied ey « ‘a1uaIpuodsaLi0s oasnwi [e So[eLayew So] ap eZanue ap eye Jp A sopenuooua sayeuayeu soj ap Opejmiap oLeiuanut un ‘soprusigo SOpel]nsad So] UOd eoyNUaTo BOWS eUN JeIUasad & “ugIoUaAIaqU! ap UOIDeZLIOINE ¥] Us Opesipul ossnut {2 Ue safeLiayew sol rey1s0daq « ‘ueoznpoud as anb sejouapour sey aejoue wied OUeIp uN JeAa|T « “soualia) So] op soureaidoud so] op ugisezui0yne e] FEypaioe aqaq « “eyonfepuy ap ewouginy Peprunwio e| ap sossnuy so] ua sopensodap sooispjoanbie saeuiayew $0] 2p OIpNise [2 OWOD jse ‘BOy_s ug}oejuauinsop A ugtoLiqnd ‘opejea ‘ojualuseLiad ap sei8ojoanbie sauotoenie sey ‘seatojoenbue ugiominsal A ugloeinersar ‘ugIDepITOsUOD ap Sa10qe| SEI ‘ansodnu aye [ap ojDau1p oIpnysa A ug}onpaudau e| ‘seongnoeqns © saljsaiia) ‘seorsojoanbie seuolsoadsoud A sauojearoxa ap odn opo) ap ugioezijear eB wred ug}oezLoine wyISeD0U ag o3ojganbup yap sapopiiqusuodsey sousinboy aqequy compa; & euNyIND ap Byafesuoa eanpisunapo odiana 1661/LO/EI @P “6S WO syonjepuy 2p OOLIOISIH OUOWLeY ap ‘ount ap ‘1661/1 497 DayoULoN Y UOLARSIAA] TY & ase Ua SORO[gQanbue soy ap sayeBay A seang sapepyiqesuodssy -z*| Nav, eyonpepuy uprovoyde ap onquey ‘ugioeaeoxa | ap Bou e| ap sopeyeduiose & sopedoyereo ‘sopewejuaaut aiuauiepigap ‘peptance | ap ugpezuoie ej ua opeyeyas ozejd P ua seumsy ap o289joanbiy oasny [2 Ua seypeLiareu SO] ap OLIOVeSIIGO o1Isodaq veanging & ugioeonpg ap epiafasuod ®| © opeuLiojUL soqey ap saue 09)89}oanbue 40jea wo> sauaiq ap soiua}wLqnasap so] ap O211qDd O1UaIUIDOUOD IEP ON « -afy as aonb ozejd ja ua £ aujuciaiap peamyng, ofuowLned jap ajqesuodsar Jeuata9 uglooauig ef anb ‘ouju99 © oasnul [e ‘etiowour eun ‘ap sopeyeduiose & sopeSojeyeo ‘sopeuiejuaauy ajuautepiqap ‘sopiuaigo sojafgo soj 1ea.nuy o8ojganbiv }2p sopopyiqsuodsay "sa40y2a41p So] ap eoyjquata A e199) peplouopr P| ap 4 ‘ooypuals spuaqu! 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UDISIX, “sopezijwar = «— aseyeduiose Plagap PNIID![Os F] « vourfouayen eanying sofeqen so] ap Bayjusy = *seotSopoanbie sapepianoe se] sepor “eINyIND ap oluownneg ap ‘orunf euelouale,, euOWaU eUN ap UOIDeIUASaIg « eied eIAaid UgIOeZLIOINE esIoad ag « ‘BLaljasuod, OP TL ap ‘8661/b Aa] peprunuio> o8ojpanbio sonsinbay — oaupasiumipo payouLioN uprovaydv sopopngosuodiny odian> ap onquy (ugiovnurju0s) Ed1WIQUOINE UQIDES13a] B[ E aseq UP SOZo{gQanbue sol ap sajeBaj A seang sapepyiqesuodsey “Z| Ya. PREPARATIVOS PARA EL TRABAJO DE CAMPO. 65 Bibliografia y lecturas adicionales Australian Archaeological Association, 1994. «Code of Ethics», Australian Archaeology, 39, 129. Ballart, J. y Juan, J., 2001. Gestin del Patrimonio Cultural. Barcelona. Ariel Patrimonio. Ballart, J., 1997. El patrimonio hist6rico y arqueoldgico: valor y uso. Barcelona, Ariel Patrimonio. Bate, L. F., 1998. El proceso de investigacién en arqueologta. Barcelona. Ariel. Eco, U., 1992. Cémo se hace una tesis doctoral, Barcelona. Gedisa Lewis, D. y Bird Rose, D., 1985. «Some ethical issues in archaeology: a methodology of consultation in northern Australia». Australian Aboriginal Studies, 1, 37-44. McBryde, I., 1986. Who Owns the Past? Oxford University Press, Melbourne. Pearson, M. y Sullivan, S., 1999. Looking After Heritage Places: The Basics of Heritage Planning for Managers, Landowners and Administrators, Melbourne University Press, Melbourne. Vitelli, K. D. (ed.). 1996. Archaeological Ethics, Alta Mira Press, Walnut Creek, California. Zimmerman, L. J., Vitelli, K. D. y Hollowell-Zimmer, J. (eds.). 2003. Ethical Issues in Archaeology, Alta Mira Press in cooperation with the Society of American Archaeology, Walnut Creek, California. Paginas web de utilidad http://www.mec.es/universidades/index.html. En esta p4gina del Ministerio de Educacién y Ciencia podrds acceder a todas las convocatorias estatales de becas, ayudas y subvenciones. http://www.boe.es/g/es/. En esta pagina podras acceder a toda la Legislacién Estatal publicada en materia de Patrimonio Histérico y Arqueolégico. http://noticias.juridicas.com/main.php. En esta pagina podrds acce- der a toda la legislacién publicada en materia de Patrimonio Histérico y Arqueolégico, tanto a la Legislacién Estatal como a la de las respectivas comunidades aut6nomas. http:/Avww.mma.es/portal/secciones/. Para acceder a la legislacién vi- gente sobre las Evaluaciones de Impacto Ambiental visita la p4- gina web del Ministerio de Medio Ambiente. www.worldarchaeologicalcongress.org. Si quieres ver el cédigo ético de una organizacién internacional de arqueologfa te recomen- damos que visites, entre otras, la pagina web del World Archaeological Congress. Para financiacién privada busca en la pagina web de Bancos y Cajas de Ahorros, ya que suelen incluir una seccién dedicada a obra social, que concede diversos tipos de becas y ayudas para investi cién, exposiciones, etc. Aqu{ tienes algunos ejemplos: La Caixa: http://www.fundacio.lacaixa.es/, La CAM: http://obrasoci Bancaja: http://obrasocial.bancaja.es/, Caja Madrid: http:// socialcajamadrid.es/ObraSocial/os_cruce, etc. Capfruto 2 ORIENTACION Y CARTOGRAFIA Qué aprenderds en este capitulo — C6mo utilizar un mapa para acceder a un yacimiento. — Cémo entender la escala. — Cémo calcular una coordenada a partir de un mapa. — La utilizacién de diversos tipos de mapas. E] manejo de la brijula. Cémo utilizar el GPS. Técnicas basicas de supervivencia en la montajia. Técnicas bdsicas de acampada. La orientacién y la cartograffa son probablemente dos de las técnicas mds importantes para las actividades de campo ar- queoldgicas. Ambas técnicas son indispensables para poder lo- calizar o regresar a un yacimiento, para evitar perderte y para poder situar con precisién los yacimientos. Los dos compo- nentes fundamentales de ambas técnicas son saber interpre- tar un mapa e identificar en él los accidentes geograficos que ves a tu alrededor, y saber manejar una brijula. Dominando ambas técnicas ser4s capaz de desplazarte sin problemas para llevar a cabo una prospecci6n. Cémo utilizar un mapa Los mapas son simples medios para proyectar puntos de Ja superficie curva de la tierra sobre un plano tangencial en dos dimensiones. Existen diversos sistemas de proyeccién, pero el més generalizado es el sistema de cuadricula UTM (red Universal Transversal de Mercator) que, como su nombre indica, es un sistema universal que divide el mundo en 60 zonas iguales de oeste a este. Espajia cubre cinco zonas de este sistema, de la 27 (Islas Canarias) a Ja 31. Se trata de los nameros de cua- drfcula que verds representados en la leyenda de todos los 68 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO mapas. El 4rea que rodea a Valencia, en la Comunidad Valenciana, por ejemplo, es designada «30s» en el sistema UTM. Hasta fechas recientes muchos mapas espafioles estaban ba- sados en otros sistemas, pero a partir de 1968 los dos organis- mos principales que publican mapas del territorio espanol, tanto el Instituto Geografico Nacional como el Servicio Cartogr4fico del Ejército, empezaron a utilizar el sistema de proyeccién UTM. Como los mapas trazados en diferentes fe- chas pueden haber usado modelos mateméaticos terrestres dis- tintos para aplanar su superficie esférica, es importante indi- car el sistema especffico que se empleé en cada mapa (todos los mapas especifican el sistema usado en la leyenda situada en la parte inferior o en el lateral). Como estos sistemas no coinciden, es importante anotar qué sistema estds utilizando para calcular las coordenadas, ya que la misma cuadricula de referencia bajo sistemas distintos no nos remitiré al mismo punto en el espacio. Del mismo modo, es importante anotar en qué sistema est4 programado tu GPS (ver «Cémo utilizar un sistema de posicionamiento global» en este mismo capitulo) para marcar con precisién la coordenada de referencia. Durante el trabajo de campo te familiarizar4s con diver- sos tipos de mapas. Los mds comunes son los mapas topo- graficos, los geolégicos y las ortofotos. Todos ellos usan el mismo sistema de coordenadas UTM; simplemente incluyen distintos tipos de informacién. Los mapas topogrdficos deta- Ilan todos los accidentes de la superficie terrestre, ya sean naturales o antrépicos, mientras que los geolégicos detallan las formaciones rocosas, las zonas geolégicas y los tipos de suelo. Los mapas de ortofotos combinan la fotograffa aérea con informacién topografica y pueden resultar de gran utili- dad (un buen ejemplo son los del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentacién, denominados SIDPAG, que puedes con- sultar en la pagina web http://sigpac.mapa.es/fega/visor/). Los equivalentes marftimos de los mapas son las cartas de nave- gacién, que detallan la profundidad de los océanos en vez de Ja altura de la tierra. La mayorfa de los mapas se orientan con el Norte en la parte superior, el Sur en la inferior, el Este a la derecha y el Oeste a la izquierda. En la parte inferior de cada mapa aparece la escala, una leyenda que explica las convenciones usadas para representar las caracterfsticas del terreno y un cuadro que ex- plica cémo leer las coordenadas. Este cuadro especifica asi- mismo la designacién del Huso y la zona UTM de cada mapa, que es necesario conocer a la hora de calcular las coordenadas (ver «Cémo utilizar un mapa para calcular coordenadas UTM» en este mismo capitulo). Los mapas vienen en una amplia gama de escalas (aunque no todas las escalas estén disponibles para ORIENTACION Y CARTOGRAFIA 69 todas las 4reas), desde mapas a escala muy reducida que cu- bren dreas de enormes dimensiones (como los mapas 1:1000000 que cubren cerca de 3.000 kilémetros cuadrados) a mapas de gran escala que cubren dreas més pequefias con mayor detalle (como los mapas a escala 1:25000 que cubren sélo 750 km cua- drados). La escala es simplemente la proporcién entre el ta- mafio de una caracterfstica del terreno, tal y como aparece di- bujado en un mapa, y su tamajio real. Esa proporcién viene representada en los mapas mediante dos tipos de escala: la es- cala numérica (representada mediante un quebrado, en el que el numerador es el valor de la distancia en e] mapa y el deno- minador es el valor de la distancia en la realidad) y la escala gréfica. Ambas deben estar en las mismas unidades (mm, cm, ™, etc.), de tal modo que 1:100 significa que una unidad de me- dida en e] mapa representa 100 de la misma unidad cuando la medimos en el terreno. Por lo tanto, 1 milfmetro en el mapa es igual a 100 milfmetros sobre el terreno, 1 cent{metro igual a 100 centfmetros y asf sucesivamente (tabla 2.1). Para facilitar el trabajo, esa fraccién se representa asimismo de forma gré- fica mediante una barra situada en la parte inferior del mapa. Como puedes ver en la tabla 2.1, en las escalas 1:250 0 supe- riores, algo que mide 50 centfmetros de largo es demasiado pe- quejio para ser dibujado con precisién en el mapa. TaBLa 2.1. Relacién entre la escala en el plano o mapa y la distancia real Escala del plano Medidas reales Medidas a escala 50cm sobre el terreno= 2 cm sobre el plano 1 m sobre el terreno 4m sobre el plano 1:25 2m sobre el terreno 8 cm sobre el plano (1 cm sobre el plano= 3msobreel terreno = 12cm sobre el plano 25 cm sobre el terreno) 5 m sobre el terreno 20cm sobre el plano 10 m sobre el terreno = 40cm sobre el plano 50 m sobre el terreno _= 2m sobre el plano 50 cm sobre el terreno = 1 cm sobre el plano 1m sobre el terreno 2 cm sobre el plano 1:50 2 m sobre el terreno 4m sobre el plano (lem sobre el plano = 3m sobre el terreno = 6cm sobre el plano 50 cm sobre el terreno) 5 m sobre el terreno 10 cm sobre el plano 10 m sobre el terreno = 20cm sobre el plano 50 m sobre el terreno_= 1 m sobre el plano 50 cm sobre el terreno = 0,6 cm sobre el plano 1m sobre el terreno = 1,2 cm sobre el plano 1:75 2msobreel terreno = 2,4 cm sobre el plano (Lem sobreel plano= 3msobreel terreno = 3,6 cm sobre el plano 75 cm sobre el terreno) 5 m sobre el terreno 6 cm sobre el plano 10 m sobre el terreno = 12cm sobre el plano 50 m sobre el terreno _= 60cm sobre el plano 70 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO. TaBLa 2.1. Relacién entre la escala en el plano o mapa y la distancia real (continuacién) Escala del plano Medidas reales Medidas a escala SO cm sobre el terreno = 0,5 cm sobre el plano 1m sobre el terreno = 1 cm sobre el plano 1:100 2m sobreel terreno = 2m sobreel plano (1.cm sobre el plano= 3m sobreel terreno = 100 cm sobre el terreno) 5 m sobre el terreno = 5 cm sobre el plano 10 m sobre el terreno = 10cm sobre el plano 50 m sobre el terreno = 50cm sobre el plano 50 cm sobre el terreno = 0,4 cm sobre el plano I msobreel terreno = 0,8.cm sobre el plano 1:125 2msobreel terreno = 1,6cm sobre el plano (Lm sobre el plano = 3m sobreelterreno = 2,4 cm sobre el plano 125 cm sobre el terreno) 5 m sobre el terreno = 4cm sobre el plano 10 m sobre el terreno = 8 cm sobre el plano 50 m sobre el terreno = 40cm sobre el plano 50.cm sobre el terreno = 0,2 cm sobre el plano 1m sobre el terreno = 0,4 cm sobre el plano 1:250 2msobreel terreno = 0,8 cm sobre el plano (1m sobre el plano = 3 msobreel terreno = 1,2 cm sobre el plano 250 cm sobre el terreno) 5 m sobre el terreno = 2m sobre el plano 10 m sobre el terreno = 4 cm sobre el plano 50 m sobre el terreno = 20 cm sobre el plano 1m sobre el terreno = 0,2 cm sobre el plano 1:500 2m sobre el terreno = 0,4cm sobre el plano (Lem sobre el plano= 3 m sobre el terreno 500 cm sobre el terreno) 5 m sobre el terreno 0.6 cm sobre el plano 1 cm sobre el plano 10 m sobre el terreno = 2 cm sobre el plano 50 m sobre el terreno = 10 cm sobre el plano 1m sobre el terreno = 0,13 cm sobre el plano 1:750 2 msobreel terreno = 0,26 cm sobre el plano (Lem sobre el plano= 3 msobreel terreno = 0,39 cm sobre el plano 750 cm sobre el terreno) 5 m sobre el terreno = 0,65 cm sobre el plano 10 m sobre el terreno = 1,3 cm sobre el plano 50 m sobre el terreno =_6,5 cm sobre el plano Imsobreelterreno = 0,1 cm sobre el plano 1:1000 2 msobreel terreno = 0,2 cm sobre el plano (Lem sobre el plano= 3m sobreelterreno = 0,3 cm sobre el plano 1.000 cm sobre el terreno)S m sobre el terreno = 0,5 cm sobre el plano 10 m sobre el terreno = 1 cm sobre el plano 50 m sobre el terreno = 5 cm sobre el plano ORIENTACION Y CARTOGRAFIA 7 0 500 km Fic. 2.1. Relacion entre el drea de cobertura del mapa y la escala. La escala marca la diferencia a la hora de determinar el grado de definicién y detalle con que podrds ubicar los ele- mentos en el mapa, 0 con qué precisién debes tomar las me- didas de un 4rea a la hora de trazar el plano de un yacimiento (ver «El dibujo de superficies horizontales [planos]» en el ca- pftulo 9). Para ilustrar la diferencia que puede suponer un cam- bio de escala, imagina que indicas con un boligrafo en el mapa la localizacién de un yacimiento, mediante un punto de 1 mi- Imetro. En un mapa de escala 1:25000, el diametro de tu punto equivaldré aproximadamente a 25 m; en uno de escala 1:100000, 72 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO su didmetro se habrd incrementado a 100 metros y en uno de escala 1:1000000, el mismo punto cubriré un 4rea de 20 km. Si tuvieras que asignar a ese punto una coordenada, para que quedara constancia de la localizacién del yacimiento, obvia- mente la coordenada de referencia obtenida a partir de un mapa escala 1:25000 proporcionaré una informacién més exacta. Generalmente, los mapas de gran escala son mas adecuados para las prospecciones, ya que recogen con més detalle las caracteristicas de la superficie terrestre, haciendo més facil o més precisa la localizacién de yacimientos. Aunque muchas prospecciones pueden llevarse a cabo con mapas a escala 1:50000, los de escala 1:25000 y sobre todo 1:10000 propor- cionan sin duda mayor precisi6n. Cémo utilizar un mapa para calcular coordenadas UTM Las coordenadas UTM no corresponden a un punto espe- cffico en el espacio, sino a un cuadrilétero. Cuando utilices cualquier mapa oficial observards una serie de lfneas continuas negras que atraviesan el mapa vertical y horizontalmente, que no coinciden con las coordenadas geograficas (meridianos y paralelos). Son las lineas de cuadricula UTM. Las coordenadas «x» © eastings (linea vertical) aumentan hacia el Este e indi- can la distancia horizontal hacia el Este a la que se encuentra cada l{nea con respecto al inicio de la zona del mapa. Las coor- denadas «y» o northings (Ifnea horizontal) aumentan hacia el Norte e indican la distancia vertical hacia el Norte a la que se encuentra cada Ifnea de la cuadricula por encima del ecuador (Hemisferio Norte) (Biddle et al., 1974: 39). Usando las coor- denadas «x» ¢ ay» es posible describir la localizacién de cual- quier punto en un mapa, especificando el numero de metros que un punto se halla al Este de la lfnea vertical mas préxima y al Norte de la lfnea horizontal mas cercana. Este proceso se denomina designar una coordenada de referencia. Para leer 0 designar una coordenada de referencia debes seguir tres reglas bien sencillas: 1, Lee siempre desde la esquina inferior izquierda (Sudoeste) de la cuadricula pertinente. 2. Lee siempre las «x» 0 eastings (la I{nea vertical) antes que las «y» o northings (la Linea horizontal). 3, Lee siempre las «x» de izquierda a derecha y las «y» de abajo a arriba. Esto quiere decir que cuando vas a calcular la coordenada de un yacimiento en un mapa tienes que leer la abscisa m4s ORIENTACION Y CARTOGRAFIA 73 préxima a la izquierda del yacimiento (porque las abscisas siem- pre se leen de izquierda a derecha) y la ordenada més pré- xima por debajo del mismo (ya que las ordenadas siempre se leen de abajo a arriba). Este es el procedimiento convencional para calcular coordenadas, por lo que si lees la abscisa de forma incorrecta, es decir, la de la derecha en vez. de la de la izquierda, el lector ubicard el yacimiento demasiado al Este, ya que si- guiendo tus indicaciones lo situar4 a la derecha de la abscisa que das como referencia. La figura 2.2. ilustra esta explicacién. La cuadrfcula de re- ferencia de un yacimiento hipotético situado en el mapa puede ser indicada con varios niveles de precisi6n. Dado que los ma- pas rara vez se reproducen a escala 1:1 (esa es la finalidad de los mapas: reducir un 4rea de grandes dimensiones de modo que encaje en una hoja relativamente pequefia), el grado de precisién que logrards a la hora de localizar un yacimiento por medio de una cuadricula de referencia dependerd tanto de la escala del mapa que emplees como de la precisién con la que calcules dicha cuadricula. Es perfectamente posible situar un yacimiento en un mapa utilizando tan sélo una cuadricula de referencia de cuatro cifras (tabla 2.2.). A ésta se le denomina 4rea de referencia, pero su resolucién ser4 tan s6lo en tomo. a unos 1.000 metros cuadrados alrededor del yacimiento (es decir, todo lo que te indica es que tu yacimiento se halla en algun lugar dentro de esos 1.000 metros cuadrados). En la fi- gura 2.2 el 4rea de referencia del yacimiento es 2672. Para indicar una posicién con mayor precisién debes re- ducir la escala dividiendo esos 1.000 metros cuadrados en 10 cuadros més pequefios (figura 2.2). Cada una de las Iineas que separan esos cuadros més pequefios ser4n numeradas del 1 al 9, empezando por la esquina inferior izquierda del cuadrado. Para calcular una coordenada de seis cifras, debes seguir el mismo procedimiento utilizado para calcular una cuadricula de cuatro cifras, atiadiendo dos pasos mas al final (véase mas abajo). En la figura 2.2 la cuadricula de referencia de seis ci- fras del yacimiento es 268723. Aunque es bastante mas precisa que el 4rea de referencia, tan sdlo situa el yacimiento en un 4rea de 100 metros cuadrados. Para obtener una mayor preci- si6n, es necesario situar el yacimiento en un 4rea de 10 metros. Para ello sigue el mismo procedimiento bdsico sumando algu- Nos pasos extras para dar una cuadricula de referencia de once cifras. En la figura 2.2, la cuadricula de referencia de 11 cifras del mismo yacimiento es 32687 807235. Si trabajas con un mapa de escala suficientemente grande (entre 1:4000 y 1:25000) podrds ser incluso més exacto y afinar la localizacién del ya- cimiento con una precisién de escasos metros. De este modo obtendr4s una coordenada completa del yacimiento. Si afiades 74 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO Localncisn at yeeros (Cundricula de referencia para 1.000 m cuadrados= -— Cuacricula de reteroncia para Y 100 m cuadradoss 268 723 (Cuadricuta de roteroncia 1— parai0m cuacrados ‘| £32687 807235 Ht oes af Fic. 2.2. Cémo calcular una coordenada de referencia. el namero de zona y la letra de la banda que encontrards en la leyenda del mapa, obtendras la coordenada completa y Gnica, lo que significa que ningun otro punto de la tierra tendrd4 la misma referencia (Biddle et al., 1974: 40). Puedes utilizar la de- signacién de la zona (el ndmero y Ia letra de la zona), conjun- tamente con la identificaci6n del cuadrado de 100.000 metros cuadrados y cualquier rea o cuadricula de referencia para dar esa referencia unica. En la figura 2.2 la cuadricula de referen- cia universal del yacimiento es 5SKCA 32687 807235. La eleccién de la escala del mapa que debes utilizar de- penderd en gran medida de lo exacta que quieras que sea tu coor- denada. Obviamente las cuadriculas de referencia universales son mucho més precisas que las dreas de referencia. Por regla general, es mejor aspirar al mayor nivel de precisién a la hora de situar un yacimiento, incluso aunque no vayas a publicar la coordenada exacta (por ejemplo, en los casos en los que con- viene ocultar la localizacién exacta de un yacimiento porque no ORIENTACION Y CARTOGRAFIA 7S TaBLa 2.2. Pasos para calcular una coordenada UTM Calcular un coordenada de cuatro cifras * Localiza la Ifnea vertical (easting) m4s proxima a la izquierda del yacimiento. Lee tan sélo los nimeros negros de mayor tamafio que la rotulan (aparecen en la parte superior e inferior del mapa, junto a la Ifnea o sobre ella). * Anota dicha numeracién. Localiza la Ifnea horizontal (northing) m4s préxima por debajo del yacimiento. Lee tan sélo los numeros negros de mayor tamafio que la rotulan. © Anota esta numeracién tras la correspondiente a la I{nea vertical. La numeraci6n easting y northing combinadas constituyen tu Area de referencia. Calcular una coordenada de seis cifras * Localiza la Inea vertical (easting) m4s préxima a la izquierda del yacimiento. Lee tan s6lo los ndmeros negros de mayor tamafio que la rotulan (aparecen en la parte superior e inferior de] mapa, junto a la Ifnea o sobre ella). Anota dicha numeracién. Divide la cuadrfcula en la que se halla el yacimiento en 10 franjas verticales iguales y estima el némero de la Ifnea decimal més pr6- xima a la izquierda del yacimiento. Anota ese ntimero tras la numeracién anterior. Localiza la Ifnea horizontal (northing) mas préxima por debajo del yacimiento. Lee tan sélo los ndmeros negros de mayor tamafio que la rotulan. Anota esta numeracién tras la correspondiente a la I{nea vertical. Divide la cuadrfcula en 10 franjas horizontales iguales y estima el na- mero de la linea decimal mas préxima por debajo del yacimiento. Anota ese numero tras la numeracién anterior. La numeraci6n easting y northing combinadas constituyen tu cua- drfcula o coordenada de referencia. oe eee Caleular una coordenada de 11 cifras Localiza la Ifnea vertical (easting) mds préxima a la izquierda del yacimiento. © Lee tan sélo los nimeros negros de mayor tamafio que la rotulan (aparecen en la parte superior e inferior del mapa, junto a la linea o sobre ella). Anota dicha numeracién. Divide la cuadrfcula en la que se halla el yacimiento en 10 franjas verticales iguales y estima el numero de la I{nea decimal mds pr6- xima a la izquierda del yacimiento. Anota ese numero tras la numeracién anterior. Subdivide ese cuadro de menor tamafio en otras diez franjas ver- ticales iguales y estima el namero de la Ifnea vertical mas pr6- xima a la izquierda del yacimiento. 76 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO Anota esa numeracién. Localiza la Ifnea horizontal (northing) mas préxima por debajo del yacimiento. Lee tan slo los ntiimeros negros de mayor tamafo que la rotulan. Anota esta numeracién tras la correspondiente a Ja Ifnea vertical. Divide la cuadrfcula en 10 franjas horizontales iguales y estima el mimero de la Ifnea decimal més préxima por debajo del yacimiento. Anota ese numero tras la numeracién anterior. Subdivide ese cuadro de menor tamajio en otras diez franjas hori- zontales iguales y estima el numero de la Ifnea horizontal mas pro- xima por debajo del yacimiento. * Anota esa numeraci6n. La numeracién easting y northing combinadas constituyen tu cua- dricula o coordenada de referencia. . . oe . Calcular una coordenada completa (una cuadricula de referencia universal) * En primer lugar identifica el ntimero y la banda de la zona del mapa (viene dado en la leyenda de! mapa como designacién de la zona). * Anota las dos letras que identifican el cuadrado de 100 km en el que se encuentra el yacimiento (indicado bajo la designacién de la zona). Anota dichos nimeros y letras. Localiza la Ifnea vertical (easting) m4s préxima a la izquierda del yacimiento. Lee tan sélo los numeros negros de mayor tamafio que la rotulan (aparecen en la parte superior e inferior del mapa, junto a la linea o sobre ella). Anota dicha numeracién. Divide la cuadricula en la que se halla el yacimiento en 10 franjas verticales iguales y estima el numero de la Ifnea decimal mas pré- xima a la izquierda del yacimiento. Anota ese numero tras la numeracién anterior. Subdivide ese cuadro de menor tamanio en otras diez franjas ver- ticales iguales y estima el ndmero de la Ifnea vertical mas pré- xima a la izquierda del yacimiento. Imagina que subdivides el cuadrado de nuevo y estima cudntas de esas nuevas décimas partes se hallan a la izquierda del yacimiento. Localiza la linea horizontal (northing) mas préxima por debajo del yacimiento. Lee tan sélo los nimeros negros de mayor tamaiio que la rotulan. Anota esta numeracién tras la numeracién de la Ifnea vertical. Divide la cuadricula en 10 franjas horizontales iguales y estima el numero de la Ifnea decimal mds préxima por debajo del yacimiento. Subdivide ese cuadro de menor tamajio en otras diez franjas hori- zontales iguales y estima el ntimero de la Ifnea horizontal m4s pré- xima por debajo del yacimiento. Anota esa numeraci6n. Imagina que subdivides el cuadrado de nuevo y estima cudntas de esas nuevas décimas partes se hallan por debajo del yacimiento. Anota esa numeraci6n. Todas las numeraciones de las Ifneas verticales (easting) y hori- zontales (northing), junto a ta designacién de la zona y del cuadro de 100 km constituyen tu cuadrfcula de referencia universal. oe . ORIENTACION Y CARTOGRAFIA 77 se halla protegido es mejor publicar un area de referencia que una referencia universal). Antes de decidir qué cuadricula de re- ferencia utilizar es util comprobar cuales son los requisitos de las autoridades gubernamentales encargadas del Patrimonio. ‘SI estés calculando fa coordenada de un yacimiento de grandes di- mensiones, puedes especificar o blen las coordenadas de les esquinas de la cuadricula dibujada en tomo al yacimiento o simplemente un con- junto de coordenadas de la parte central'del mismo, Cémo interpretar las curvas de nivel Los mapas no contienen informacién exclusivamente so- bre el tipo y la localizacién de los accidentes geograficos, sino que ofrecen también indicaciones sobre la altitud y el relieve. La forma mds comun de representar el relieve en una superfi- cie plana es por medio de las curvas de nivel. Las curvas de nivel son isolfneas de altitud o lfneas imaginarias que unen pun- tos con igual altitud. Son las lineas onduladas gruesas y finas que encontramos a la largo de todo el mapa y que, en diversos intervalos, muestran numeros de pequefio tamajio junto a ellas (las cotas). En el mapa, cada curva de nivel representa una al- tura concreta respecto al nivel del mar y los numeros te indi- can de qué altitud se trata. Lo m4s importante que debes re- cordar acerca de las curvas de nivel es que: — cuando se hallan muy préximas entre sf indican ver- tientes abruptas; — cuando se hallan muy separadas indican vertientes suaves; — cuando la equidistancia es constante indican vertien- tes uniformes; — salvo en depresiones u ollas del terreno, las curvas de nivel mds cerradas tienen mayor cota que las conti- guas. Entender las curvas de nivel te ayudaré a planificar tu prospeccién. En la fase inicial de toma de decisiones, espe- cialmente si tienes que estimar el tiempo y el coste de una pros- peccién (ver «Cémo preparar un proyecto de intervencién ar- queoldgica» en el capftulo 8), resultar4 util saber si vas a prospectar la vertiente de una montafia o un barranco, 0 por el contrario vas a prospectar un terreno relativamente lIlano. Cada tipo de terreno tiene caracteristicas y dificultades espe- cfficas, asf como distinta probabilidad de contener yacimien- 78 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO Fic. 2.3. Curvas de nivel y pendiente. tos. Por tanto, es importante conocer las caracterfsticas del relieve para planificar el tiempo necesario para llevar a cabo la prospeccién. Cémo dibujar un croquis Otro tipo de mapas que podemos ver en informes y cua- dernos de campo son los croquis. En realidad no se trata de ma- pas reales sino de esquemas o bocetos que reproducen, a gran- des rasgos, las caracter{sticas de un drea y que generalmente no est4n dibujados a escala (es decir, sus medidas no son exac- tas). Los croquis se realizan por dos razones fundamentales: — para indicar la ruta que hay que seguir hasta el yaci- miento, de tal forma que cualquiera sea capaz de vol- ver de nuevo, y ORIENTACION Y CARTOGRAFIA 719 — para ofrecer una idea general de la morfologfa y el en- torno del yacimiento si no tienes tiempo suficiente para documentarlo de forma apropiada, pero necesi- tas reproducir un esquema basico de su ubicacién y distribucién. Elaborar un croquis del itinerario seguido es importante y es una forma relativamente facil de garantizar que podrds lo- calizar de nuevo un yacimiento. Un croquis se efectuia con bas- tante rapidez y tan sélo tienes que incluir la informacién esen- cial para encontrar el camino de regreso. Los croquis del itinerario seguido pueden ser utilizados con posterioridad por otros investigadores, que puede que desconozcan completa- mente el lugar, por lo que cuanto més explicito seas en tus in- dicaciones, mejor. Algunas de las reglas fundamentales para elaborar un croquis de este tipo son: — Asegurate de incluir las decisiones clave que has to- mado en puntos decisivos de la ruta. Cada giro debe ser cuidadosamente recogido. — Aunque los croquis no se hacen a escala, es necesario que incluyas alguna indicacién de la distancia reco- rrida entre dos puntos. Puedes anotar simplemente la lectura del cuentakil6émetros del coche 0 indicar el numero de pasos que has recorrido. — Toma nota de aquellos elementos del paisaje que pue- dan servir como puntos de referencia de la ruta. Es importante que sean puntos permanentes, como una casa, en vez de effmeros, como «vacas en un campo», 0 «botella de cerveza en la rama de un 4rbol». — Si utilizas edificios como puntos de referencia, no los describas exclusivamente haciendo referencia a sus propietarios. La propiedad de los sefiores Romén pro- bablemente perteneceré a otra familia en el futuro. E] croquis de un yacimiento tiene por objeto ofrecer una visién general de cémo es el yacimiento. Normalmente se ela- boran cuando carecemos del tiempo suficiente para documentar el yacimiento con precisién y necesitamos recoger, al menos, alguna informacién b4sica. Un croquis permite convertir una frase poco precisa, como «gran dispersién de utiles Ifticos», en una imagen concreta del yacimiento. Una vez ms, este tipo de croquis se dibuja rapidamente y sélo incluye la informacién més significativa, por lo que carecen de utilidad para una in- vestigacién mas en profundidad, o para tomar decisiones crf- ticas sobre la gestién del yacimiento (como decidir a qué dis- tancia del yacimiento se puede construir un camino). Para 80 AA ceniguin (8:3) Poure Klonettine 342 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO . pYnela MS 2314 Km 2 If ly Rei elinns ) w;! \ ‘ st 40) ture, ree ry a Fi. 2.4. Croquis de acceso a un yacimiento. ORIENTACION Y CARTOGRAFIA coowyoes 30 94727 Fic. 2.5. Croquis de un yacimiento. tomar cualquiera de estas decisiones deberds volver al yaci- miento y elaborar una planimetrfa exacta, dibujada a escala (ver capftulo 4: «La planimetria del yacimiento»). Si trabajas solo y necesitas realizar algunas mediciones para elaborar el croquis, puedes probar a calcular las dimensiones del yaci- miento por pasos (ver capftulo 4: «La técnica de la brijula y el paso»). Algunas reglas basicas para elaborar un croquis de un yacimientos son: — Incluye al menos un elemento permanente en el cro- quis (una casa, un poste, etc.) y todas las caracterfsti- cas mas sobresalientes del drea. 81 82 MANUAL DE CAMPO DEL ARQUEOLOGO — Muestra la ubicacién aproximada de todos los restos arqueolégicos, su 4rea de dispersién y cualquier zona que haya podido sufrir dafios. — Las dimensiones pueden indicarse en términos apro- ximados (por ejemplo, 20 x 8 m, aproximadamente), pero es mucho mejor si puedes tomar medidas reales. — No olvides adjuntar al croquis las coordenadas del yacimiento, las fotos y las anotaciones, y nunca de- pendas de un croquis como tinico documento para mostrar la ubicacién del yacimiento y de su conte- nido. — Incluye informacién bdsica, como una flecha indi- cando el Norte, tu nombre y la fecha en que se ha rea- lizado el croquis. Cémo utilizar la fotografia aérea Las fotograffas aéreas, como su nombre indica, son li- teralmente fotograffas de una porcién de la superficie te- rrestre tomadas desde el aire. Aunque las fotograffas aéreas originalmente documentaban los principales accidentes y caracteristicas del relieve, constituyen también una buena base para la investigacién y la interpretacién arqueoldgica. Una perspectiva aérea puede resultar muy util para enten- der los paisajes pasados, ya que algunos rasgos, como las If- neas de costa y las dunas recesivas, son mAs faciles de iden- tificar desde cierta distancia. Estos datos pueden resultar claves para entender la relacién entre las poblaciones pasa- das y el medio circundante, especialmente si est4s estudiando poblaciones prehistéricas. Asimismo, en la actualidad pue- den proporcionar instantaneas utiles para analizar los cam- bios en la demograffa y en las pautas de asentamiento. Al igual que un mapa de mayor escala es mejor para identifi- car los yacimientos o determinadas caracterfsticas del te- rreno, cuanto mas bajo es el nivel de la fotograffa aérea (es decir, cuanto mas bajo vuela el avién para tomar una foto- graffa) mayor seré el nivel de detalle que proporciona. Las primeras fotograffas aéreas se tomaron alrededor de 1930, y si puedes obtener una secuencia de fotograffas de la misma drea tomadas en diversas épocas, podr4s ver los principales cambios que se han producido en dicha 4rea durante los Ultimos 50-60 anos. Desafortunadamente las fotografias aéreas no proporcionan demasiada informaci6n acerca de la distribucién espacial de los yacimientos, ya que tan sélo las grandes estructuras son visibles desde el aire. Sin em- bargo, son muy utiles para identificar 4reas mds generales ORIENTACION Y CARTOGRAFIA 83 que podrian contener yacimientos y, por tanto, que deberfan ser prospectadas. En Espafia puedes adquirir fotograffas aéreas en los ins- titutos cartograficos que elaboran asimismo mapas. Del mismo modo, gracias a las nuevas tecnologfas es posible obtener vis- tas reas con mayor o menor precisién en diversas paginas web, como en Google Earth 0 a través del programa del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentacién denominado Sidpag, en- tre otros. Las fotograffas aéreas pueden utilizarse: — para decidir la estrategia de prospeccién de una zona; — para comparar las pautas de asentamiento de una re- gion a lo largo del tiempo; — para detectar yacimientos especfficos, como pueden ser las murallas de antiguos asentamientos, sus edifi- cios o sus calles, — para poder relacionar tu yacimiento con el entorno circundante; — para establecer las posibles relaciones existentes en- tre los yacimientos de una misma regi6n; — como elemento de ayuda para estudios medioam- bientales de escala regional, y — para determinar las probabilidades de que una regi6n contenga yacimientos arqueolégicos. A nivel prdctico, la forma més adecuada de utilizar la fo- tograffa aérea es aprendiendo a interpretar las tomadas por otros. La cantidad y el tipo de informacién que puedes dedu- cir a partir de una fotograffa aérea dependerd de tus conoci- mientos, tu practica y tu experiencia. Aunque no es necesario que seas un especialista en geologia o geomorfologia, tener un poco de experiencia en ambos terrenos te ser4 de gran ayuda. Es mejor no utilizar fotograffas aéreas para la navegacion, ya que su escala puede variar de forma significativa. Cémo utilizar la bréjula La brijula utiliza una aguja imantada que se orienta ha- cia el Norte magnético. Siguiendo el principio de que la fuerza magnética es suministrada por el hierro fundido que se en- cuentra en el centro de la tierra, el extremo coloreado de la aguja (o el extremo que tiene la letra «N» o forma de flecha) apuntaré hacia e] Polo Norte del campo magnético terrestre. Para orientar la brijula al Norte, debes colocarla en posicién horizontal y girar simplemente la esfera de la brijula para

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