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UNIVERSIDAD

VERACRUZANA
Facultad de Psicología Xalapa-Enríquez

E.E. Lectura y redacción a través del análisis del mundo contemporáneo

CATEDRATICO:
MARIA ISABEL GUIOT VAZQUEZ
TRABAJO MONOGRAFICO: Trastornos del sueño más comunes
ALUMNO:
Juan Luis Reyes Méndez
MATRICULA:
S16013049

FECHA DE ENTREGA: 28/11/2016


Anoche me acosté penado en las alternativas de
la psicología: pensaba en Freud, Skinner;
Piaget y la psicofisiología; buscaba la ciencia en
ellas y en cual más interés sentía. De pronto no
distinguí entre realidad y fantasía; me vi dentro de
un gran cerebro discutiendo con los personajes su
teoría: hablábamos, escuchábamos, discutimos,
negábamos, gritábamos; nadie se entendía.
Salí furioso, defraudado de ostros hombre, los
héroes de la psicología.
Todo me parecía incomodo, desagradable; quise
despertar y no podía.
Hice un esfuerzo y… desperté; era mi primer
MOR hecho pesadilla.
Habían pasado solo noventa minutos y pensé: que
sueño tan raro, ¿Por qué lo tendría?
No soy insomne ni psicoanalista, mi problema ya
se resolvía; no soy enuretico ni sufro apneas,
estudiar el sueño y el dormir debía, no soy
narcoléptico ni sonámbulo, solo un estudiante de
psicología que estudiar el dormir y la conducta
onírica decidió un día, después de una eclética
pesadilla.
Arnoldo Téllez López

1
Resumen………………………………………………………………………………………………………..1

Introducción……..…………………………………………………………………………………………….2

1.- EL SUEÑO………………………………………………………………………………………………....4
1.1 Definición del sueño…………………………………………………………………………………...4
1.2 Cantidad y calidad del sueño ………………………………………………………………………….4
1.3 Definición de Trastorno del sueño …………………………………………………………………….6
1.3.1 Características de los Trastornos del sueño……………………………………………………..7
1.4 Fases del sueño…………………………………………………………………………………………8
1.4.1 Divisiones del NMOR……………………………………………………………………..........9
1.4.2 Sueño MOR……………………………………………………………………………………..9
1.4.3 Funciones del sueño NMOR…………………………………………………………………...10
1.4.4 Funciones del sueño MOR……………………………………………………………………..10

2.- Trastornos del sueño más comunes……………………………………………………………………...11


2.1 Insomnio………………………………………………………………………………………………..11
2.1.1 Diagnostico………………………………………………………………………………………...15
2.1.2 Tratamiento………………………………………………………………………………………...15
2.2 Hipersomnia……………………………………………………………………………………………17
2.2.1 Consecuencias funcionales de la hipersomnia……………………………………………………..19
2.2.2 Diagnostico……………………………………………………………………………………...…20
2.2.3 Tratamiento………………………………………………………………………………………...21
2.3 Narcolepsia……………………………………………………………………………………………..21
2.3.1 consecuencias funcionales…………………………………………………………………………24
2.3.1 Patogénesis………………………………………………………………………………………...24
2.3.2 Diagnostico………………………………………………………………………………………...25
2.3.3 Tratamiento……………………………………………………………………………………..….26
2.4 Trastornos del sueño relacionados con la respiración………………………………………………26
2.4.1 síndrome de apnea hipopnea obstructiva del sueño……………………………………………27
2.4.1.1 consecuencias funcionales…………………………………………………………………….29
2.4.1.2 diagnostico……………………………………………………………………………………30
2.4.2 síndrome de apnea central del sueño…………………………………………………………....31
2.4.2.1 consecuencias funcionales……………………………………………………………………..31
2.4.2.2 diagnostico …………………………………………………………………………………….31
2.4.3 síndrome de hipoventilación……………………………………………………………………..32
2.4.3.1 consecuencias funcionales……………………………………………………………………..33
2.4.3.2 diagnostico……………………………………………………………………………………..33
2.4.4 Tratamiento para los trastornos del sueño relacionados con la respiración………….………34
2.4.4.1 Cirugía………………………………………………………………………………………....34
2.4.4.2 Fármacos……………………………………………………………………………………….34
2.4.4.3 Mascarilla nasal de presión positiva continua…………………………………………………34
2.4.4.4 Tratamiento Psicológico……………………………………………………………………….35
2.5 Padecimientos y causas generales de los trastornos del sueño…………………………………….35

4.- Conclusiones………………………………………………………………………………………………37
5.- Glosario……………………………………………………………………………………………………38
Referencias y/o Bibliografía…………………………………………………………………………………40

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Resumen

Los trastornos del sueño son enfermedades que alteran nuestro ciclo vigilia-sueño de forma
total, lo fragmentan o simplemente no se logra que el sueño sea reparador sino todo lo
contrario. Afecta a toda la población mundial sin ningún tipo de exclusión (desde niños hasta
personas de la tercera edad) y tiene muchas repercusiones en todos los niveles de la calidad
de vida del sujeto que los padece, afectando de manera negativa sus actividades sociales,
laborales, estudiantiles, familiares, etc.

Los tipos de trastornos del sueño son muy complejos, puesto que hay un registro de
alrededor de 100 trastornos del sueño diferentes, sin embargo, estos se dividen en dos
grandes grupos, los cuales son las disomnias y las parasomnias, la primera hace referencia a
todos los trastornos que alteran la cantidad, calidad y horario del sueño, los más resaltantes
son el insomnio, la hipersomnia y la narcolepsia, mientras que la segunda engloba los sucesos
conductuales o fisiológicos adversos que se producen durante el sueño, que incluyen el
sonambulismo, los terrores nocturnos, las pesadillas, etc.

El tratamiento de estos trastornos se puede dar de manera paralela por dos tipos, el
farmacológico y el no farmacológico, el primero es alusivo al uso de fármacos recetados por
un profesional de la salud, mientras que el no farmacológico se basa en el uso de procesos
psicológicos conductuales, los cuales ayudan a cambiar algunos malos hábitos de sueño o
sino también reeducar el sueño.

Sin embargo, este grupo de trastornos se puede decir que no son tomados muy en
cuenta ya que las personas lo ven como algo pasajero o sin importancia que no alterara de
ninguna manera su vida, aun cuando, sin la atención adecuada pueden llegar a ser mortales.

Palabras clave: sueño, trastornos del sueño, disomnias, parasomnias

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Introducción

El tema de trastornos del sueño es muy poco hablado, poco comentado y por ende poco
conocido por la mayoría de personas, las cuales solo poseen especulaciones sobre el tema,
además de tal vez haber escuchado algún dato o investigado de manera muy superficial, sin
embargo, es poco probable que le hayan dado la importancia que deben de tener este tipo de
trastornos, lo cual impide busquen ayuda para su tratamiento con un profesional de la salud.

Los trastornos del sueño afectan a gran parte de la población sin importar la clase
socioeconómica, edad, raza y género, sin embargo, estos son catalizados por distintos
motivos. Para poder evitar la presencia de los trastornos del sueño debemos poseer buenos
hábitos de sueño (p. ej., no desvelarse de manera innecesaria, caso que se produce más en los
jóvenes por el uso de las nuevas tecnologías) y primordialmente información y la difusión de
esta, ya que por sí sola la información es una gran medida preventiva.

En el primer capítulo de este trabajo monográfico, hago una descripción de las


características de los trastornos del sueño y conceptos arraigados a estos trastornos para tener
una comprensión general de este trabajo; empezando por una definición de los TS junto con
su origen etimológico, la cantidad y calidad del sueño, definición de los trastornos y las fases
del sueño. En el segundo capítulo se hace énfasis en los trastornos del sueño que se presentan
con más frecuencia en la población general, esto según informes y porcentajes obtenidos de
internet; como introducción se presentan las clases de TS y subsecuentemente la descripción
de los TS junto con sus términos diagnósticos, índices de prevalencia, comorbilidad, etc.

Este proyecto monográfico se encuentra desarrollado de manera fácil, para que la


compresión de este trabajo sea entendido en un nivel general por la población que lo llegue
a leer y así, de esta manera se propague la información recabada en esta monografía, haciendo
conciencia sobre esta problemática de salud y se incite a la población a buscar ayuda de los
profesionales de la salud para su optimo tratamiento, en el caso de presentar alguno de los
TS descritos.

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También, mediante este trabajo busco que las personas se interesen por este tema y se
ejecuten más investigaciones en México ya que solo se haya información de otras partes del
mundo, en países como Perú, Argentina y España, aspecto que baja la moral a cualquiera que
trate de investigar con fundamentos y bases provenientes de nuestro país.

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EL SUEÑO

Definición de sueño

La palabra sueño proviene del Latín “Somnus”, siendo registrado por la Real Academia
Española de la Lengua como el “acto de dormir”.

El sueño es un estado fisiológico de autorregulación y reposo de manera uniforme para


algunas especies animales del planeta tierra, en este caso, el ser humano. Este estado se
encuentra en contraposición con el estado de vigilia (estar despierto), y la característica
principal del sueño son los bajos niveles de actividad fisiológica, como lo son la presión
sanguínea y la respiración, además de una respuesta menor a los estímulos del medio
ambiente.

El sueño es un fenómeno elemental de la vida y una fase indispensable de la existencia


humana; se puede definir como la disolución fisiológica del estado de conciencia o como uno
de los cambios o fenómenos básicos que ocurren en el sistema nervioso en cada ciclo
circadiano (Cabrera, Fernández & Portuondo, 2000). El sueño es considerado como una
necesidad universal del reino animal, aun cuando la variedad de longitud y profundidad es
diferente en cada especie (Acevedo, et al, 2006). Lo cual nos da a entender que la definición
del sueño es compartida por diferentes autores.

Cantidad y calidad del sueño

La cantidad de sueño puede variar dependiendo de los factores biológicos, ambientales y


conductuales, todas estas características anteriores varían de persona a persona según el ritmo
de vida que se tenga. Lo cual les puede permitir desde periodos de sueño fragmentado,
completo, de corta duración, de duración promedio, hasta larga duración, sin embargo,
también interfiere el factor de la edad de la persona, sexo y estado de salud (Miro, Ángeles y
Cano-Lozano, 2002).

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Por otra parte, la calidad del sueño es alusivo a las personas que tienen un patrón de
sueño eficiente, en contradicción de aquellas personas que no tienen un patrón de sueño
eficiente. Sin embargo, la calidad del sueño se ve afectada tanto por factores ambientales
como por conductuales, los cuales pueden ser desde la higiene del sueño, hasta el consumo
de café, alcohol o tabaco. A todo esto se reconoce que la calidad del sueño cumple un rol
fundamental en la calidad de la vigilia, incidiendo en la salud (Morales Soto, 2009). De esta
forma, la diferencia entre ambos grupos está dado por la posible presencia de perturbaciones
que se presentan durante el sueño, por un lado y, por otro, los patrones conductuales de la
persona en los que se involucra la tendencia a trasnochar o madrugar, por ejemplo.

También, dentro del factor conductual, se puede dar una especie de clasificación a las
tendencias de sueño que presentan las personas:

A) Matutino: Tendencia a acostarse y levantarse temprano.


B) Vespertino: Tendencia a acostare y levantarse tarde. Dentro de este tipo, las personas
presentan un lapso de tiempo mucho más lento para conciliar el sueño que los del tipo
matutino.

En otra instancia, la mayor tasa de mortalidad con respecto a los trastornos del sueño
se da en las personas que tienen un patrón de sueño largo (más de 9 horas) y en algunos casos
pero menos extremos las personas que presentan un patrón de sueño muy corto (menos de 5
horas), ya que las personas que duermen un promedio general de 7 u 8 horas son menos
propensas a sufrir enfermedades, ansiedad, depresión porque el nivel físico y psicológico que
es el más apto para resistir las consecuencias de este tipo de padecimientos del sueño (Miro,
Ángeles & Cano-Lozano, 2002). Es debido a lo anterior, que se vuelve relevante el estudio
de dichos trastornos para su óptimo diagnóstico y tratamiento.

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Definición de Trastorno del sueño

El origen etimológico de la palabra Trastorno la encontramos en el latín, siendo conformada


por dos vocablos latinos: Trans, que es sinónimo de “al otro lado” y del verbo Tornare, el
cual puede traducirse como “girar o tornear”. Sin embargo, la definición que interesa para
los objetivos de esta monografía es el empleado para el sector salud: un trastorno es una leve
alteración de la salud, una alteración de los sentidos junto con la conciencia y la conducta de
una persona, esta puede ser catalizada por algún factor tanto externo como interno, lo cual
acerca a la persona a la anormalidad.

Los trastornos del sueño son síndromes, además de entidades nosológicas, que tienen
una gran prevalencia en la población en general, sus manifestaciones repercuten
prácticamente en todos los ámbitos de la vida de las personas que los manifiestan. Los
Trastornos del sueño afectan la capacidad para dormir y/o para mantenerse dormido, y
provocan que se duerman demasiado o se produzcan conductas asociadas al sueño (Cabrera,
Fernández & Portuondo, 2000).

Según la clasificación y estudios presentes en el DSM-IV, los trastornos del sueño están
divididos en cuatro grandes apartados según su posible etiología:

 Los Trastornos primarios del sueño. Son aquellos que no tienen como etiología con
ninguno de los siguientes trastornos: otra enfermedad mental, una enfermedad
médica o una sustancia.
 El Trastorno del sueño relacionado con otro trastorno mental.
 El Trastorno del sueño debido a una enfermedad médica.
 El Trastorno del sueño inducido por sustancias.

A la vez, dentro el primer apartado se encuentra subdivido en Disomnias o trastornos


de la cantidad, calidad y horario del sueño, dentro de los cuales se encuentran el insomnio,
hipersomnia, narcolepsia, trastornos relacionados con la respiración (SHAOS), además de
trastornos del ritmo circadiano, y las Parasomnias, los cuales se encuentran principalmente
caracterizados por acontecimientos o conductas anormales asociadas al sueño, durante fases

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especificas o a momentos de transición vigilia-sueño; dentro de este subdivisión podemos
encontrar el sonambulismo, los terrores nocturnos y las pesadillas.

Características de los trastornos del sueño

Una de las características principales del sueño, es que este dura alrededor de un tercio de la
duración de nuestras vidas, más o menos 2920 horas por año, pero, a raíz de esta información
podemos desglosar una pregunta: ¿Cuál es la cantidad de sueño normal o recomendada?, esta
pregunta puede estar arraigada al subtema anterior de cantidad y calidad de sueño, en el cual
se especifica que la cantidad de sueño varia de persona a persona, según los factores
biológicos, ambientales o conductuales, según el ritmo de vida que se lleve. Esto derivado de
que hay personas que necesitan 5 o 6 horas para estar bien descansadas, pero también hay
personas que necesitan 9 o más. Lo cual es debido a que nuestros patrones de sueño varían
según envejecemos. Los infantes duermen hasta 16 horas durante los primeros meses de vida,
y esta cantidad se va reduciendo conforme al crecimiento; los estudiantes universitarios
duermen un promedio de 7 a 5 horas o más. Las personas de 50 años o de la tercera edad el
patrón de sueño varia de 5 a 6 horas, o menos.

Sin embargo, las personas que no duermen lo suficiente manifiestan más problemas de
salud y pueden llegar a necesitar hospitalización con mayor frecuencia que las personas que
duermen, esto es debido a que las personas con las personas con menos calidad de sueño su
sistema inmunológico reduce funciones de forma paulatina con el paso del tiempo. Un
ejemplo los trastornos del sueño pueden empeorar otras patologías como la diabetes y la
presión alta, por eso debe ser tratado y no simplemente dejado pasar como muchas personas
lo hacen (Miro, Ángeles y Cano-Lozano, 2002).

Otra de las características principales, según el DSM 5 (2013), los trastornos del sueño
se acompañan con frecuencia de depresión, ansiedad y cambios cognitivos, los cuales deben
de tenerse en cuenta en la planificación del tratamiento y en su manejo. Además, las
alteraciones persistentes del sueño (tanto el insomnio como la hipersomnolencia) son factores
de riesgo establecidos para el desarrollo posterior de enfermedades mentales y trastornos por
consumo de sustancias.

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Además, las distintas variantes de trastornos del sueño tienen claras bases fisiológicas
y, por consiguiente podrían considerarse como asunto exclusivamente médico. Con todo lo
anterior dicho, así como en el caso de los trastornos físicos, los problemas del sueño
interactúan de forma importante con factores psicológicos.

Curiosamente, una de la nuevas variantes de la aparición de los TS es el uso excesivo


de las nuevas tecnologías, haciendo remembranza, los adolescentes que usan con demasiada
frecuencia sus teléfonos móviles tienen más probabilidades de presentar alteraciones del
sueño, estrés, fatiga, además de problemas cognitivos y atención, estos resultados se basan
en conclusiones presentadas por múltiples autores que han llevado a cabo investigaciones
sobre los trastornos del sueño ( Puerto, Rivero, Sansores, Gamboa y Sarabia, 2015).

Fases del sueño

Desde el inicio o manifestación del sueño en nuestros cuerpos, suceden una serie de cambios
fisiológicos, ya sea respiratorio, cerebral y sensación física corporal en general. El sueño es
analizado por un estudio llamado Polisomnografía, la cual consta de tres registros
simultáneos que son, el Electroencefalograma (EEG), el Electromiograma (EMG) y el
Electrooculograma (EOG). Los cuales en conjunto han permitido darnos a conocer las
distintas fases del sueño.

Mediante la polisomnografía, se ha registrado que el sueño se divide en dos grandes


etapas; el sueño con movimientos oculares rápidos (MOR) y el sueño con reducción de los
movimientos oculares rápidos (N-MOR), este último, a la vez se subdivide en cuatro estadios.

Divisiones del sueño NMOR

Fase 1

También llamada fase de adormecimiento, es una fase de transición entre la vigilia y el sueño,
la cual en promedio suele durar unos 7 minutos y representa entre un 2 y 5% del tiempo total
del sueño, en esta etapa se perciben la mayoría de los estímulos que suceden a nuestro

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alrededor, en algunos casos se presenta alucinaciones tanto en la entrada como en la salida
de esta fase.

Fase 2

También llamada como sueño ligero, en esta etapa se disminuye el ritmo cardiopulmonar, es
más difícil de despertar que la fase 1, representa alrededor de un 50% del tiempo total del
sueño, presenta ondas fusiformes y complejos K, nuestro sistema nervioso bloquea las vías
de acceso de la información sensorial, a lo cual, este bloqueo implica una desconexión del
entorno, lo que facilita la conducta del dormir.

Fase δ (DELTA)

Comprende las fases III y IV del sueño NMOR, que en conjunto representan del 15 al 25%
del tiempo total del sueño. La fase III se denomina Sueño Profundo, en la cual el bloqueo
sensorial se intensifica y si se llega a despertamos de esta fase nos encontramos confusos y
desorientados, esta etapa es esencial para que la persona descanse subjetiva y objetivamente.

La fase IV llamada también Sueño Muy Profundo, es aún más esencial para la
restauración física y sobre todo psíquica del organismo segregando la hormona del
crecimiento y la producción de ARN ligada a la memoria, en esta etapa se manifiesta el
sonambulismo o los terrores nocturnos y se da el espasmo mioclónico, el cual da una
sensación de caerse.

Sueño MOR

El sueño MOR consiste en una repetición cíclica de cada 90 minutos en adultos e intervalos
de 60 minutos en niños, en el que aparece la ensoñación, y se alterna con las fases del sueño
NMOR. En esta etapa se presentan los sueños típicos de narración, tiene 15 minutos de
duración y se realizan funciones vitales irregulares, relajación muscular, movimientos
oculares rápidos, erecciones en hombres y dificultad al respirar (Téllez López, 1998; Rosales
Lagarde, del Rio Portilla, Ángel Guevara Y Corsi Cabrera, 2009).

De igual manera, así como el estado de vigilia como el estado del sueño cumplen con
diferentes funciones, por lo que a continuación se describen las funciones más importantes
del sueño:

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Funciones del sueño NMOR

Es el responsable fundamentalmente de la recuperación física del organismo. Sus funciones


son:

 Síntesis de la hormona del crecimiento


 Regeneración y restauración del organismo (descanso)
 Conservación de energía
 Estimulo del sistema inmunitario
 Aumento de la síntesis proteica, absorción de aminoácidos por los tejidos
 Aumento de la producción del RNA
 Aumento de la Prolactina

Funciones del sueño MOR

Sus funciones son:

 Regeneración de los procesos mentales (fijación de la atención, habilidades


cognitivas finas y las funciones relacionadas con las relaciones sociales)
 Aprendizaje y la consolidación del almacenamiento de la memoria a largo plazo
 Procesos de limpieza de la memoria, esta consiste en que la memoria elimina la
información que es material inútil
 Maduración y restauración cerebral

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LOS TRASTORNOS DEL SUEÑO MÁS COMUNES

Clasificación de los trastornos del sueño

Disomnias.- las Disomnias son una clasificación de las alteraciones del sueño que hacen
difícil conciliar el sueño. Las Disomnias son trastornos primarios de inicio o de mantención
del sueño o de somnolencia excesiva y se caracterizan por una alteración en la cantidad,
calidad, o el momento de dormir.

Parasomnias.- las Parasomnias son trastornos conductuales durante el sueño asociados a


episodios breves o parciales de despertar, sin que se produzca una interrupción importante
del sueño ni una alteración del ciclo vigilia-sueño. Son una categoría de los trastornos del
sueño que implican movimientos anormales o antinaturales, comportamientos, emociones,
percepciones y sueños que se producen mientras se queda dormido, durante las fases del
sueño o durante la privación del sueño.

Sin embargo, los trastornos del sueño más comunes que se presentan en la población
se encuentran dentro de las disomnias, por lo cual se hará un énfasis en la explicación de los
trastornos del sueño que se generan dentro de esta clasificación.

INSOMNIO

La palabra insomnio proviene del latín In que significa “ausencia de” y Somnus, que significa
“dormir”, en traducción, la palabra insomnio significa literalmente la ausencia total del
dormir; generalmente o clínicamente, el termino se refiere a un estado del dormir corto,
insuficiente, interrumpido y/o de mala calidad (Téllez, 1998). Por lo tanto, el insomnio es la
dificultad para poder conciliar el sueño de manera repetida, el principal síntoma del insomnio
se manifiesta cuando el paciente no puede conciliar el sueño durante una semana, un mes,
varios meses, además de no presentar un sueño conciliador. Durante este trastorno las
personas que padecen insomnio no se sienten descansados, lo que repercute con su vida
social, laboral, estudiantil e inclusive hasta sentimental.

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Según el DSM IV (1994), este trastorno se suele asociar con un aumento del nivel de
alerta fisiológica y psicológica durante la noche, junto a un acondicionamiento negativo para
dormir; la preocupación intensa y el malestar por la imposibilidad de dormir bien puede
generar un círculo vicioso: cuanto más intenta el individuo dormir, más frustrado y molesto
se encuentra, y menos duerme. El estar acostado en una cama en la que la persona ha pasado
a menudo noches sin dormir puede producir frustración y activación condicionada. Por el
contrario, el individuo puede dormirse más fácilmente cuando no lo intenta. Algunas
personas con un estado de alerta alto y un acondicionamiento negativo explican que duermen
mejor fuera de su dormitorio y de su entorno.

Las estadísticas pertenecientes a diferentes estudios sobre este trastorno manifiestan


que alrededor del 30 al 40% de la población en Estados Unidos de América padece insomnio,
sin embargo, estas estadísticas no difieren mucho de la población mundial y de la población
mexicana (Jiménez, Sierra y Martin, 2008; Marín Aguedo, Franco, Vinaccia Alpi, Tobón Y
Sadin, 2008). También, el DSM V (2013), además de dar la misma cifra de que alrededor de
un tercio de la población refiere síntomas de insomnio, un 10-15% presenta alteraciones
asociadas durante el día y un 6-10% tiene síntomas que cumplen con el criterio del trastorno
del insomnio. En los centros de atención de salud primaria, alrededor del 10-20% de los
pacientes tienen síntomas significativos de insomnio. Algo interesante, es un hallazgo en el
cual concuerdan casi la totalidad de estudios, es que el insomnio afecta con mayor frecuencia
a las mujeres y las personas de edad avanzada.

Además, aunque el insomnio puede ser un síntoma o un trastorno independiente, se


observa más frecuentemente como trastorno comórbido con otra afección médica o trastorno
mental. Por ejemplo, el 40-50% de los sujetos con insomnio también presentan un trastorno
mental comórbido, como la depresión en la mayoría de los casos (Beneto Pascual, 2005).

Por lo tanto, el insomnio se puede clasificar por su forma (las características del insomnio)
en insomnio inicial, insomnio intermedio e insomnio terminal; por sus causas (las variables
que lo provocan) en insomnio psicofisiológico, insomnio asociado al consumo de drogas y
alcohol, etc., y finalmente por su duración (Téllez López, 1998).

 Insomnio inicial o de corta duración: las causas más frecuentes son el estrés y las
alteraciones ambientales, como un examen, la pérdida de un ser querido, una

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hospitalización o la presencia de dolor. También puede ser inducido
farmacológicamente por neuroestimulantes como la cafeína y la nicotina, o por la
retirada de agentes depresores del sistema nervioso central (barbitúricos,
benzodiacepinas, alcohol). Puede durar desde unos días hasta alrededor de tres
semanas. Este tipo de insomnio se suele manifestar al momento de tratar conciliar el
sueño.
 Insomnio intermedio o de media duración: se presenta de tal manera que impide no
poder dormir toda la noche de forma seguida, tiene una duración de entre 3 a 4
semanas o más, como el nombre lo dice, el insomnio intermedio se encuentra en esta
categoría por poder poseer características del insomnio de corta duración sin llegar al
de larga duración.
 Insomnio terminal o de larga duración: también conocido como insomnio crónico,
debe durar por definición, al menos más tres semanas, y puede durar meses. En la
mayoría de los casos la cantidad de sueño nocturno es mínima, la somnolencia diurna
es escasa y el rendimiento durante varios días es normal. Por lo general este
padecimiento se encuentra en comorbilidad con otras enfermedades físicas como
trastornos psicológicos.

Sin embargo, también el insomnio se clasifica según su etiología, por lo tanto se encuentra
como:

 Insomnio primario (psicofisiológico o idiopático). Compone un estimado del 25% de


los casos de insomnio. Es un padecimiento clínicamente independiente y no un
síntoma de comorbilidad a otra enfermedad somática o psicológica.
 Insomnio secundario. Aparece como consecuencia de diferentes causas, tales como
un padecimiento médico o psicológico, el consumo de drogas, la existencia de
problemas ambientales o sociales.

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Además, de forma complementaria, Téllez López (1998) nos brinda los criterios de severidad
y duración del insomnio.

Criterios de severidad del insomnio

a) Insomnio leve. Son las dificultades para iniciar y mantener el dormir que presentan
casi todas las noches. Aunque el insomnio leve se asocia frecuentemente con el
cansancio, irritabilidad, ansiedad leve y fatiga, hay poca o ninguna alteración el
desempeño social u ocupacional del paciente.
b) Insomnio moderado. Aquí el insomnio se presenta todas las noches acompañado
siempre de ansiedad, irritabilidad, etc., y afecta de forma leve y moderada el
desempeño ocupacional y social.
c) Insomnio severo. Es aquel que se presenta todas las noches y afecta de manera

severa las actividades sociales y ocupacionales.

Criterios de duración del insomnio

a) Insomnio agudo. Para diagnosticar este tipo de insomnio, es necesario que el


paciente reporte padecer este trastorno durante un tiempo aproximado de un mes
o menos.
b) Insomnio subagudo. Este tiene como antecedente un periodo de uno a seis meses
de duración.
c) Insomnio crónico. Tiene como duración un periodo de más de seis meses.

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Diagnostico

El DSM-V brinda un esquema con los siguientes criterios para el diagnóstico del insomnio
primario:

 Predominante insatisfacción por la cantidad o la calidad del sueño, asociada a uno o


más de los síntomas siguientes:
1. Dificultad para iniciar el sueño.
2. Dificultad para mantener el sueño, a lo cual se le caracteriza el hecho de
poseer despertares frecuentes o problemas para volver a conciliar el sueño
después de despertar.
3. Despertar antes de tiempo en la mañana, junto con la incapacidad para
volver al conciliar el sueño.
 La alteración del sueño causa malestar clínicamente significativo o deterioro en los
ámbitos sociales, laborales, educativo, académico, del comportamiento u otras áreas
importantes del funcionamiento diario del paciente.
 La dificultad del sueño se produce al menos tres noches a la semana.
 La dificultad de conciliar el sueño se presenta durante un tiempo mínimo de una
semana hasta tres meses.
 La dificulta del sueño se produce a pesar de las condiciones favorables para dormir.
 El insomnio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej.,
una droga, medicamentos, café, alcohol).
 La coexistencia de trastornos mentales y afecciones médicas no explica
adecuadamente la presencia predominante del insomnio, sin embargo en algunos
casos persiste la comorbilidad.

Tratamiento

“Para determinar las causas fundamentales del insomnio, es necesario un examen físico, una
historia completa de hábitos del dormir, ingestión de drogas, y factores psicológicos y
psiquiátricos” (Ruiz, 2007).

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El tratamiento del insomnio se puede dividir en dos grandes grupos: el farmacológico
y el no farmacológico, este último también puede llamarse psicológico, ya que casi todas las
técnicas de tratamiento son de esta índole (Téllez López, 1998).

Tratamiento farmacológico

El tratamiento farmacológico o con drogas hipnóticas (drogas o medicamentos cuya única


función es estimular el estado de sueño) es el más utilizado, y en la mayoría de las veces en
forma indiscriminada, es decir, se auto-recetan hipnóticos para tratarse el insomnio sin
conocer sus agentes causales, por lo que este tipo de tratamiento va dirigido a los síntomas
del insomnio y no contra los agentes que lo provocan.

Las sustancias hipnóticas podemos clasificarlas en 5 tipos:

1. Barbitúricos
2. No barbitúricos
3. Benzodiacepinas
4. Hipnóticos naturales (sustancias producidas por el propio cuerpo u obtenido
del ambiente de forma natural)
5. Otros fármacos

Tratamiento no farmacológico

Aunque la medicación sigue siendo el tratamiento más frecuente para los trastornos del
sueño, se está reconociendo cada vez más la eficacia de procedimientos alternativos, como
es el tratamiento conductual (Caballo, 1998).

El tratamiento no farmacológico es efectivo en insomnios psicofisiológicos e


insomnios subjetivos. Pero también puede ser de ayuda en el insomnio secundario, el
consumo de drogas, alcohol, trastornos psiquiátricos o algunos problemas médicos (Vari,
como se citó en Téllez, 1998). La mayoría de estos tratamientos van encaminados a atacar
los posibles factores causales del insomnio.

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Por lo tanto, dentro de esta categoría caen todas aquellas estrategias terapéuticas usadas para
combatir el insomnio que se abstienen de utilizar cualquier sustancia o fármaco con la
capacidad de alterar el proceso del dormir. Estas técnicas se pueden clasificar como:

1. De condicionamiento
2. De relajación
3. Cognitivas
4. Otras técnicas

Así mismo, la mayoría son estrategias de autorregulación; es decir, su objetivo va


encaminado a que todos los pacientes puedan regular por sí mismo sus problemas del dormir,
haciendo con esto que los efectos terapéuticos sean más duraderos y que el paciente no
dependa de ningún fármaco para poder iniciar y mantener el dormir (Téllez, 1998).

HIPERSOMNIA

La palabra hipersomnia proviene de hiper, que es un prefijo de origen griego que significa
“mayor, superior, por encima de lo normal” y del latín Somnus que significa “dormir”, por
lo cual podemos inferir que hipersomnia significa “sueño excesivamente prolongado”.

La hipersomnia primaria (hipersomnia recurrente o hipersomnia idiopática) es un


trastorno del sueño caracterizado por la somnolencia excesiva durante menos de un mes que
evidencia prolongadas horas de sueño, de 10 a 12 horas aproximadamente, y con siestas
mínimo de una hora, de igual manera que le insomnio, genera malestar, deterioro social y
mareos. Luego de despertar de las horas excesivas horas de sueño el sujeto sufre algo llamado
coloquialmente “borrachera del sueño” que es un estado de confusión e inestabilidad que
dura unos minutos.

La hipersomnia primaria inicia alrededor de los 15 a 30 años de edad, con una


progresión gradual de sus síntomas que puede precisar semanas o meses, en la mayoría de

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los casis el curso pasa a ser entonces de carácter crónico y estable, a no ser que se instaure
un tratamiento (DMS-IV, 1994).

La concepción que nos brinda el DSM-V (2013) sobre la hipersomnia primaria, es: la
hipersomnia es un término diagnostico amplio e incluye síntomas de excesiva cantidad de
sueno (p. ej., sueno nocturno prolongado o sueno diurno involuntario), alteración de la
calidad de la vigilia (es decir, propensión al sueño durante la vigilia que se manifiesta por
dificultad para despertar o incapacidad para mantenerse despierto cuando se requiere) e
inercia del sueño (es decir, un periodo de alteración del rendimiento y de vigilancia reducida
tras el despertar de un episodio de sueno habitual o de una siesta). Los sujetos con este
trastorno se duermen rápidamente y tienen una buena eficiencia del sueño (> 90 %). En los
individuos con hipersomnia primaria la duración del episodio más largo (para la mayoría de
las personas, el sueño nocturno) oscila entre 8 y 12 horas, y a menudo se acompaña de
problemas a la hora de levantarse. La calidad del sueño nocturno es normal.

Aproximadamente, el 5-10% de los sujetos que acuden a clínicas del sueño por
problemas con el sueño diurno se les diagnostica hipersomnia; en tanto a nivel global tiene
una prevalencia de alrededor del 16%, por lo que se le pude denominar como un problema
frecuente dentro de los trastornos de vigilia-sueño (DSM-V, 2013; Chica Urzola, Escobar
Córdoba y Echeverry Chabur, 2004). En México, según estadísticas de clínicas del sueño del
país, alrededor del 17% de los hombres y el 20% de las mujeres padecen insomnio; el 24.3%
de los hombres y el 19% de las mujeres acostumbran dormir la siesta, lo que puede ser un
indicador adicional de hipersomnia (Debayle y Haro Valencia, 2016).

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Consecuencias funcionales de la hipersomnia

Por lo dicho anteriormente, el bajo nivel de alerta que presenta el sujeto lo conduce
gradualmente a una disminución de su eficiencia, su concentración y cuestiones
cognoscitivas durante sus actividades diurnas diarias. Por ejemplo, el sueño prolongado y la
dificultad para despertar pueden ocasionar dificultades con el cumplimiento de las
actividades diarias del sujeto, como la responsabilidad matutina de llegar al trabajo a tiempo.
La hipersomnia puede producir un malestar físico que puede ser desde moderado hasta
significativo, además de disfunción en las relaciones laborales y sociales. Lo cual nos lleva
a que los episodios de sueño diurno producidos de manera involuntaria pueden ser
considerados embarazosos o inclusive peligrosos, si, analógicamente el sujeto se encuentra
conduciendo su vehículo o utilizando maquinaria que requiera su completa atención.

Un dato registrado es el hecho de los casos en los cuales los conductores se quedan
dormidos al momento de transitar por la calle, dando como resultado accidentes que han
llegar a ser fatales (Debayle y Haro Valencia, 2016). Según un estudio realizado entre los
años de 1999-2000 en Perú, se determinó una relación entre la hipersomnia y los accidentes
de tránsito, esto debido a la recopilación de información periodística de la época; se revisó
sistemáticamente la información relacionada de los accidentes de tránsito que fueron
publicados en el diario “El Comercio”, lo cual dio como resultado el hallazgo de que habían
sido publicados 73 artículos que dieron cuenta de 112 accidentes de tránsito. Por lo
consiguiente, un 48% de los accidentes registrados pudieron haber estado relacionados a
hipersomnia durante el manejo y, de acuerdo a esta fuente, todos los accidentes causaron un
total de 385 muertos y 839 heridos. Con los datos se concluye que la hipersomnia durante el
manejo causa accidentes de tránsito, cuya prevalencia en nuestro medio desconocemos (Rey
de Castro, 2003).

Un dato curioso está relacionado con el consumo excesivo de cafeína, ya que


consumida en altas dosis y durante temporadas prolongadas, puede generar tolerancia por
parte del organismo hacia los productos que contengan cafeína y de esta manera, hacer
aparecer una relación entre el consumo de la cafeína y la somnolencia excesiva. Esto fue
demostrado durante un estudio de caso de una paciente de 23 años de edad, estudiante de

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medicina, con somnolencia importante desde hace 3 años (incluso durante las temporadas
vacacionales), que desarrollo una tolerancia a las altas dosis de cafeína, cuyas principales
manifestaciones clínicas fueron somnolencia excesiva diurna (Salín Pascual, Castaño
Meneses Y Valencia Flores, 2006).

Por último, la hipersomnia puede presentar comorbilidad con los trastornos depresivos,
trastornos bipolares y el trastorno depresivo mayor de patrón estacional. Esto debido a que
muchos pacientes con hipersomnia presentan síntomas de depresión. También, los sujetos
con trastorno de hipersomnia pueden presentar un trastorno por consumo de sustancias, en
especial la automedicación con estimulantes. Algunos trastornos neurodegenerativos, como
el Alzheimer, Parkinson y la atrofia multisistémica, pueden asociarse a la hipersomnia
(DSM-V, 2013).

Diagnostico

El DSM-V brinda los siguientes criterios para el diagnóstico de la hipersomnia primaria:

 El individuo refiere somnolencia excesiva (hipersomnia) a pesar de haber dormido


durante un periodo principal que dura al menos siete horas, con uno o más de los
siguientes síntomas:
1. Periodos recurrentes de sueño o caerse de sueño en el mismo día.
2. Un episodio principal de sueño prolongado de más de nueve horas diarias
que no es reparador (es decir, que el sujeto no se siente descansado).
3. Dificultad para estar totalmente despierto después de un despertar brusco.
 La hipersomnia se produce al menos tres veces a la semana durante un tiempo
mínimo de tres meses.
 La hipersomnia se acompaña de malestar significativo o deterioro en lo cognitivo,
social, laboral y otras áreas importantes del funcionamiento diario de una persona.
 La hipersomnia no se explica mejor por otro trastorno del sueño y no se produce
exclusivamente en el curso de otro trastorno del sueño (p. ej., narcolepsia, trastornos

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del sueño relacionados con la respiración, trastorno de ritmo circadiano de vigilia-
sueño o una parasomnia)
 La hipersomnia no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p.
ej., una droga, medicamentos, alcohol).
 La coexistencia de trastornos mentales y médicos no explica adecuadamente la
presencia pre-dominante de la hipersomnia.

Tratamiento

El tratamiento de la hipersomnia es entre comillas similar con el del insomnio, por lo cual
también se divide en dos grupos, el farmacológico y el no farmacológico (Asociación
Española del Sueño, S/F).

NARCOLEPSIA

La palabra Narcolepsia proviene de raíces griegas, entre las que encontramos son Narke, que
significa “entumecimiento, adormecimiento” y Lepsis, que tiene como significado “ataque”,
más el sufijo –ia, que significa “cualidad”. Por lo tanto, la palabra narcolepsia la podemos
definir como “la necesidad imperiosa de dormir”.

La narcolepsia puede suceder en cualquier momento del día o la noche y simplemente


el sujeto se desploma, no importando la actividad que se esté realizando o inclusive en la
posición en la cual se encuentre; estas personas en cierta manera son discriminados por la
sociedad ya que no pueden conducir, ni ocupar un trabajo estable, ni otras actividades en las
cuales se tiene que estar alerta en todo momento.

La característica esencial de la narcolepsia es la aparición recurrente e irresistible de


sueño reparador, cataplejía e intrusiones recurrentes de elementos característicos de la fase

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MOR en el periodo de transición entre sueño y vigilia; la somnolencia del individuo
disminuye típicamente tras el ataque de sueño y solo reaparece varias horas después. Además
de la somnolencia, los individuos con narcolepsia experimentan uno o ambos de los
siguientes síntomas: cataplejía (es decir, episodios súbitos de perdida bilateral del tono
muscular que dura entre segundos y minutos, y que suele estar desencadenados por
emociones intensas durante la vigilia) o las intrusiones recurrentes de elementos
característicos de la fase MOR en el periodo de transición que va de la vigilia y que se
traducen en parálisis de los músculos voluntarios (o músculos que podemos mover a
conciencia) y alucinaciones de carácter onírico (DSM-IV, 1994).

De manera paralela, Aquino Cias y Alonso López (2005) dan la siguiente descripción
de la narcolepsia: La narcolepsia es una disomnia clasificada como un trastorno intrínseco
del sueño. Se manifiesta por ataques o crisis irresistibles de sueño, que aparecen de forma
súbita, de 5 a 30 minutos de duración, que ocurren durante el día, a los que se impone una
somnolencia diurna excesiva. En ocasiones, se manifiestan sin aviso en momentos
inapropiados y obliga a interrumpir cualquier actividad que se encuentre realizando la
persona. Pero de forma más frecuente, el narcoléptico siente una somnolencia que le invade
y domina a pesar de su lucha en contra de ella. Este estado precede al ataque. En estas
condiciones el paciente “puede” dormirse durante el tiempo antes señalado y despertar fresco
y satisfecho.

La narcolepsia tiene una prevalencia de aproximadamente 1 caso por cada 2000


individuos, cifra similar a la de la esclerosis múltiple, con una morbilidad similar a la de la
epilepsia, además, el 99% de los casos de es de presentación esporádica (Aquino Cias y
Alonso López, 2005). La narcolepsia-cataplejía afecta al 0,02-0,04% de la población general
en la mayoría de los países. La narcolepsia afecta ambos sexos, probablemente con un ligero
predominio masculino (DSM-V, 2013). Sin embargo, con datos referentes a la población
mexicana, Reyes Haro Valencia, director de la Clínica de Trastornos del sueño UNAM, hizo
una estimación de que la incidencia del problema de la narcolepsia se presenta hasta en un
0.5% de la población (500 mil personas aproximadamente) y es del tipo crónico, es decir, no
tiene cura, pero una vez diagnostica puede ser curado (Haro Valencia como se citó en
Universia, 2007).

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La narcolepsia se encuentra compuesta por cuatro síntomas fundamentales, a los cuales
también se les conoce como la “tétrada narcoleptica” (Téllez López, 1998):

 Somnolencia excesiva y/o ataques de dormir. Esta es la principal característica


y la que ocurre con más frecuencia. El deseo intenso de dormir ocurre un tiempo
después de haberse despertado y se incremente si el paciente se encuentra en una
posición cómoda.
 Ataques de cataplejía. Es otro de los síntomas de la narcolepsia, el cual se
caracteriza por una perdida abrupta y repentina del tono o fuerza muscular
durante la vigilia; las emociones fuertes, así como los estímulos inesperados y
repentinos (p. ej., la risa, el enojo y la sorpresa) son los principales catalizadores
de la cataplejía.
 Parálisis del dormir. Es un tipo de parálisis total, parecido a la cataplejía, pero
con la diferencia de que ocurre en la transición entre la vigilia y el sueño, y que
no es catalizada por las emociones. La parálisis puede ocurrir al inicio del dormir
(parálisis hipnagógica) o al momento de despertar (parálisis hipnopómpica).
Esta se presenta exclusivamente durante la fase MOR del sueño (Na´no et al,
1970, como se citó en Téllez López, 1998).
 Alucinaciones hipnagógicas. Esta clase de alucinaciones son aquellas que se
manifiesta de forma auditiva, visual o táctil, y que se producen un poco antes del
inicio del dormir, específicamente en la transición entren la vigilia-sueño.
Debido a que durante las alucinaciones hipnagógicas la conciencia del paciente
esta frecuentemente obnubilada, los pacientes no son críticos de sus
percepciones y pueden experimentar intensos sentimientos de angustia y
ansiedad. Suelen ocurrir al mismo tiempo que la parálisis del dormir.

Patogénesis

Actualmente se sabe que este desorden se debe a una alteración del sistema hipnogénico
cerebral, específicamente del dormir MOR, lo que trae como consecuencia que este tipo de
dormir irrumpa durante la vigilia en forma de “ataques del dormir” (Téllez López, 1998;
Valencia, Cassiani, Cardona Y Villalobos, 2010).
23
Consecuencias funcionales de la narcolepsia

Según el DSM-V (2013), como la conducción y el trabajo se deterioran, los sujetos con
narcolepsia deberían evitar aquellos trabajos que les puedan poner en peligro a ellos mismos
(p. ej., trabajar con maquinaria) o a los demás (p. ej., conductor de autobús, piloto). Los
individuos sin tratamiento también están en riesgo de aislamiento social y de ocasionar
lesiones accidentales a ellos mismo o a los demás. Las relaciones sociales pueden
deteriorarse, ya que estos sujetos se esfuerzan en evitar la cataplejía controlando sus
emociones.

De forma complementaria, en el año 2000 en España, se llevó a cabo un estudio en los


cuales se demostraron que la proporción de accidentes laborales, domésticos y de tráfico es
mayor en pacientes narcolépticos que en la población general (León Muñoz, de la Calzada
Álvarez Y Guitart, 2000). Durante el estudio, se aplicó un cuestionario que desglosaba la
prevalencia de los accidentes que les podía ocurrir a un grupo de 35 pacientes de ambos sexos
diagnosticados de narcolepsia-cataplejía. Los datos sobre tipo y número de accidentes,
motivo y gravedad de los mismos, así como las consecuencias legales y económicas, se
compararon con los datos obtenidos de un grupo de 25 personas sanas a las cuales se les
aplico el mismo cuestionario, por lo tanto, de este estudio se desprendió un elevado riesgo
que presentan los pacientes con narcolepsia, además de la necesidad de establecer un
diagnostico precoz con el fin de elegir el tratamiento adecuado y mejorar

Diagnostico

El DSM-V nos presenta una serie de criterios para el diagnóstico de la narcolepsia:

 Periodos recurrentes de necesidad irrefrenable de dormir, de abandonarse al sueño o


de echar una siesta que se producen en un mismo día. Estos episodios se debieron
haber producido al menos tres veces por semana por los últimos tres meses.
 Presenciar al menos una de las siguientes características:

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1. Episodios de cataplejía, definida por “a” o “b”, que se producen mínimo algunas
veces al mes:
a) En los individuos con enfermedad de larga duración, episodios breves
(segundos o minutos) de perdida brusca biliteral del tono muscular, con
conservación de la conciencia, que se desencadenan con la risa o las bromas.
b) En los niños o en otros individuos en los seis meses posteriores la inicio,
episodios espontáneos de muecas o de abrir la boca y sacar la lengua, o
hipotonía general sin un desencadenante evidente.
2. Deficiencia de hipocretina, según el valor de inmunorreactividad de hipocretina-
1 en el líquido cefalorraquídeo (LCR).
3. Polisomnografía nocturna con latencia del sueño MOR inferior o igual a 15
minutos, o una prueba de latencia múltiple del sueño sin un valor medio inferir o
igual a 8 minutos y dos o más periodos MOR al inicio del sueño.

Además de lo anterior descrito, la narcolepsia presenta comorbilidad con un trastorno bipolar,


depresivo o de ansiedad y en casos raros, con esquizofrenia. También se asocia a un aumento
en el índice de masa corporal o a obesidad, especialmente en la narcolepsia sin tratamiento.

Tratamiento

Como se ha tratado en los trastornos del sueño anteriores, la narcolepsia también posee dos
vías de tratamiento: la farmacológica, la cual consiste en el uso de psicofármacos
estimulantes, sin embargo no calman o apaciguan los demás síntomas de la narcolepsia, y la
no farmacológica, en la cual podemos englobar en uso de terapias conductuales para el
tratamiento de la narcolepsia (Caballo, 1998).

25
TRASTORNOS DEL SUEÑO RELACIONADOS CON LA RESPIRACIÓN

La pareja del roncador puede verse obligada a trasladarse a otra cama o incluso a otra
habitación como resultado de estos ronquidos, inspiraciones bruscas o movimientos
corporales tan acusados.

La característica esencial de esta serie de trastornos es una desestructuración del sueño que
da lugar a somnolencia excesiva e insomnio, y que se considera secundaria a las alteraciones
de la ventilación durante el sueño. Tiene un inicio insidioso (sin síntomas aparentes) y
progresa gradualmente hasta cronificarse. Esta desestructuración del sueño no explica mejor
por la presencia de un trastorno mental y no se debe a los efectos fisiológicos que puede
producir alguna sustancia (alcohol, cafeína, drogas, medicamentos) o de alguna enfermedad
medica que produzca síntomas relacionados con el sueño a través de un mecanismo
independiente de la ventilación anormal (DSM-IV, 1994).

El motivo de consulta más frecuente de quienes padecen estos tipos de trastorno es la


somnolencia excesiva, que es producida por los frecuentes intentos por respirar normalmente
que el sujeto realiza durante el sueño nocturno. La incapacidad del individuo por controlar la
somnolencia también se hace evidente en situaciones que no requieren activación, como en
el cine, en teatros, conciertos, leer libro o simplemente encontrarse en una posición cómoda.
Cuando la somnolencia llega a tener un carácter extremo, la persona puede quedarse dormida
incluso en situaciones que requieran actividad como andar, comer o conducir. Incluso suelen
dormirse con frecuencia y las siestas no son reparadoras.

De manera específica, para conocer las características clínicas de los pacientes con
síndromes de apneas del sueño (SAS) en la población general, Zamarrón, Otero, Álvarez,
Golpe y Rodríguez (1998)llevaron a cabo un estudio que tuvo la finalidad de conoces tales
características; en tal estudio fueron citadas 110 personas a una consulta hospitalaria donde
se les realizo historia hospitalaria y exploración física completa, seguidas de poligrafía
respiratoria nocturna, el 20% (22 personas) de la muestra presento los síntomas de SAS. Un
59,1% (13 casos) refería ronquido habitual, un 36% (8 casos) su ronquido molestaba a otras
personas, el 45,4% (10 casos) se acompañaba de pausas de apnea, un 22,7% (5 casos)

26
presentaba hipersomnolencia diurna y el 18,2% (4 casos) hipersomnolencia diurna y
ronquido habitual. La exploración de la faringe puso diferencia entre ambos grupos, en la
cual se revelo que 10 sujetos (45,4% de la muestra) con SAS se consideraron anormal. Sin
embargo, no existían diferencias en la frecuencia de otros síntomas como la pirosis nocturna,
nicturia, cefalea matutina, habito tabáquico o ingesta de alcohol. Al final el estudio llego a
la conclusión de que la mayoría de los datos aportados por la historia clínica son de escaso
valor para predecir la presencia de SAS en la población en general, sin embargo, la edad del
sujeto así como la hipersomnolencia pueden aportar información para el diagnóstico de esta
patología.

Síndrome de apnea e hipopnea obstructiva del sueño

El síndrome de apnea hipopnea obstructiva del sueño (SAHOS) es la alteración más


frecuente de los trastornos del sueño relacionados con la respiración, la apnea se refiere a la
ausencia total del flujo aéreo, y la hipopnea se refiere a una reducción del flujo aéreo. Se
encuentra caracterizada principalmente por colapsos recurrentes de la vía aérea superior
causados repentinamente durante el sueño (lo que coloquialmente conocemos como
ronquidos), con posterior disminución de la saturación de oxígeno en sangre y repercusiones
en el paciente en su estado general, como la somnolencia diurna excesiva (Corcho Mejía,
Velázquez Suarez Y Escobar Córdoba, 2012).

Además, este trastorno es algo muy común y usual en las personas con sobrepeso, lo
cual lo podemos tomar como un factor de riesgo para el desarrollo de esta patología, ya que
el sueño no se realizó de manera correcta ni fue reparador el sujeto por las mañanas y tardes
tiene una somnolencia excesiva. Algo que puede caracterizar y ayudar a diagnosticar este
trastorno son los ronquidos bruscos e intensivos que duran entre 20 y 30 segundos
aproximadamente (DSM IV-TR, 1994).

De manera complementaria, se ha definido el SAHOS como un cuadro de somnolencia


excesiva, trastornos cognitivo-conductuales, respiratorios, cardiacos, metabólicos o
inflamatorios secundarios a episodios repetidos por la obstrucción de la vía aérea superior
durante el sueño; por lo tanto a este padecimiento se le ha asociado con el deterioro de la

27
calidad de vida, enfermedades cardiovasculares, accidentes de tráfico y exceso de mortalidad
(Duran Cantolla, 2006; Araoz Illanes, Virhuez Salguero Y Guzmán Duchen, 2014).

Este padecimiento puede presentar una prevalencia de al menos 1-2% en los niños, del
2-15% en adultos de edad media y más de un 20% en las personas de la tercera edad; sin
embargo, para presentar estos datos de una manera más específica; en Perú se realizó un
estudio para determinar las frecuencias de los síntomas relacionados a los SAHOS e
insomnio en 99 sujetos, en la cual mediante una encuesta y posteriormente la aplicación de
una polisomnografía se revelo una alta frecuencia de los síntomas relacionados a este
padecimiento (Rey de Castro Y Vizcarra, 2003).

Consecuencias funcionales

En el DSM-V (2013) encontramos que se ha comunicado que síntomas tales como el


ronquido y la somnolencia multiplican por dos el riesgo de accidentes laborales. Además, se
aprecia que los accidentes de tráfico se elevan siete veces entre los sujetos con valores
aumentados del índice de apnea-hipopnea. Por lo consiguiente, es frecuente que entre los
sujetos con apnea-hipopnea obstructiva del sueño haya menores puntuaciones en las medidas
de calidad de vida relacionadas con la salud.

Por lo tanto, entre las consecuencias de este trastorno suelen encontrarse el deterioro
las relaciones interpersonales y de trabajo de tales pacientes; Las relaciones conyugales se
ven seriamente dañadas por los problemas de impotencia y disminución sexual; además, el
roncar y el excesivo movimiento durante el dormir provoca que el cónyuge decida dormir en
otra cama u otro cuarto (Téllez López, 1998).

Sin embargo, un dato alarmante es que el SAHOS se encuentran relacionad con la


insuficiencia cardiaca, esto se da a revelar por varios estudios, en los cuales se ha especulado
que este padecimiento puede desempeñar un papel relevante en la patogénesis del fallo
ventricular izquierdo, dando por hecho que el SAHOS podría ser una causa de la insuficiencia

28
cardiaca en pacientes que han desarrollado esta insuficiencia de manera desconocida (García
Rio, 2006). Además, el síndrome de apneas e hipopneas obstructivas del sueño (SAHOS) a
través de la resistencia insulínica y de su mayoritaria asociación a la obesidad central y al
conjunto de factores que conforman el síndrome metabólico conlleva al desarrollo de
enfermedad cardiovascular con una tasa de mortalidad muy elevada (Moreno Barón, 2005).

Por lo anterior, se puede concluir que los SAHOS presentan comorbilidad con la
depresión, la hipertensión sistémica, la enfermedad coronaria, el fallo cardiaco, el infarto
cerebral, la diabetes y un riesgo de mortalidad alto (DSM-V, 2013; Cipriani, 2010).

Diagnostico

El DSM-V nos brinda los criterios diagnósticos del síndrome de apnea e hipopnea obstructiva
del sueño:

Pueden ser (1) o (2):

1. Signos en la polisomnografía de la menos cinco o seis apneas o hipopneas


obstructivas por hora de sueño y uno u otro de los síntomas del sueño siguientes:
a) Alteraciones nocturnas de la respiración: ronquidos, resoplidos/ jadeos o
pausas respiratorias durante el sueño.
b) Somnolencia diurna, fatiga o sueño no reparador a pesar de las condiciones
suficientes para dormir, que no se explica mejor por otro trastorno psicológico
y que no se puede atribuir a otra afección médica.
2. Signos en la polisomnografía de 15 o más apneas e hipopneas obstructivas por hora
de sueño con independencia de los síntomas anteriormente descritos.

También, durante la polisomnografía se puede especificar la gravedad que presenta el


paciente:

 Leve. El índice de apnea-hipopnea es inferior a 15 apenas o hipopneas por hora de


sueño.
 Moderado. El índice de apnea-hipopnea es de 15-30 apenas o hipopneas por hora de
sueño.

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 Grave. El índice de apnea-hipopnea es superior a 30 apenas o hipopneas por hora de
sueño.

Síndrome de apnea central del sueño

El DSM-IV establece que el síndrome de apnea central del sueño se caracteriza por
interrupciones episódicas de la ventilación durante el sueño (apneas o hipopneas) en ausencia
de obstrucción de las vías aéreas. Por tanto, y a diferencia de las apneas obstructivas, las
apneas centrales no se asocian a movimientos continuados de la pared torácica o abdominal,
y son más frecuentes en las personas de mayor edad como resultado de enfermedades
cardíacas o neurológicas que afectan la regulación de la ventilación. El motivo de consulta
principal suele debido a insomnio además de frecuentes despertares durante el periodo de
sueño. Sin embargo su prevalencia es desconocida, por lo cual es considerada como rara.

Un dato interesante es que el síndrome de apnea central del sueño presenta


comorbilidad con frecuencia en los consumidores de opiáceos, los cuales consisten en drogas
como heroína, morfina y codeína, e incluso analgésicos y narcóticos de uso médico como la
metadona.

Consecuencias funcionales

Entre las consecuencias funcionales podemos encontrar el insomnio, somnolencia excesiva,


fatiga, además en casos raros puede presentarse insuficiencia cardiaca y por ende el aumento
de la mortalidad (DSM-V, 2013).

Diagnostico

El DSM-V nos brinda los criterios diagnósticos del síndrome de apnea central del sueño:

 Signos en la polisomnografía de cinco o más apneas centrales del sueño.

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 El trastorno no se explica mejor por otro trastorno del sueño actual.

La gravedad del síndrome de apnea central del sueño puede medirse mediante el siguiente
criterio:

La gravedad de la apnea central del sueño se clasifica según la frecuencia de las


alteraciones de la respiración, así como el grado de saturación de oxigeno asociada y
la fragmentación del sueño que se produce a consecuencia de las alteraciones
respiratorias repetitivas.

Síndrome de hipoventilación alveolar central

El síndrome de hipoventilación alveolar central se caracteriza principalmente por un


deterioro del control de la ventilación que determina niveles arteriales de oxígeno en sangre
anormalmente bajos, agravados sobre todo durante el sueño (hipoventilación sin apneas o
hipopneas). Los individuos con este trastorno conservan intactas las propiedades mecánicas
de los pulmones. Esta forma de trastorno del sueño relacionado con la respiración incide casi
siempre en individuos con sobrepeso y puede asociarse tanto a somnolencia excesiva como
a insomnio (DSM-IV, 1994; Cipriani, 2010).

Otra de las características de la hipoventilación es que puede producirse de manera


independiente o, lo que es más frecuente, como una comorbilidad ligada a trastornos médicos
o neurológicos, o a trastornos generados por el consumo de sustancias o medicamentos;
además de que los sujetos que padecen este trastorno suele referir con frecuencia somnolencia
excesiva diurna, despertares frecuentes nocturnos, cefaleas matutinas e insomnio (DSM-V,
2013).

Además, el DSM-V (2013) hace referencia de que la prevalencia de la hipoventilación


es muy poco frecuente, por lo cual es considerada como de incidencia rara. Es más frecuente

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la hipoventilación en comorbilidad con otra enfermedad (p. ej., la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica “EPOC”, enfermedades neuromusculares y la obesidad).

Consecuencias funcionales

Las consecuencias del síndrome de hipoventilación del sueño se relacionan con los efectos
de la exposición crónica a la hipercapnia y a la hipoxemia.
Estos desarreglos de los gases sanguíneos causan vasoconstricción de la vasculatura
pulmonar, lo que origina una hipertensión pulmonar que, si fuera grave, podría ocasionar una
insuficiencia cardiaca derecha. La hipoxemia puede producir disfunción de órganos como el
cerebro, en sangre y el corazón, lo que da lugar a disfunción cognitiva, policitemia y arritmias
cardiacas. La hipercapnia puede deprimir el impulso ventilatorio y conducir a una
insuficiencia respiratoria progresiva (DSM-V, 2013).

Diagnostico

Los criterios diagnósticos para el síndrome de hipoventilación alveolar central los podemos
encontrar en el DSM-V, los cuales son:

 La polisomnografía pone de manifiesto episodios de disminución de la respiración


asociados a una elevación en la concentración de CO2 (la ausencia de una cierta
medida del dióxido de carbono; la concentración baja persistente de la saturación de
oxígeno en la hemoglobina no asociada a episodios de apneicos/hipopneicos puede
indicar la presencia de hipoventilación).
 El trastorno o el manifiesto de este no se explica mejor por otro trastorno del sueño.

La gravedad se clasifica según el grado de hipoxemia e hipercapnia presente durante


el sueño y los signos de alteración del órgano afectado debido a estas anomalías (p.
ej., insuficiencia cardiaca derecha). La presencia de anomalías en la gasometría
durante la vigilia es un síntoma o indicador de mayor gravedad.

32
Tratamientos para los trastornos del sueño relacionados con la respiración

Téllez López (1998) nos describe los tratamientos usuales para los trastornos del sueño
relacionados con la respiración:

Cirugía
 La traqueotomía es una técnica quirúrgica que consiste en hacer un pequeño orificio
(inmediatamente debajo de la obstrucción) e implantar una válvula que durante el día
permanece cerrada y durante la noche es abierta. De esta manera, aunque haya
obstrucción a nivel-faríngeo, el paciente respira por la tráquea. Sin embargo, a largo
plazo esta técnica presenta efectos negativos, como infecciones en el sistema
respiratorio, esto debido a que como el aire pasa directamente por la tráquea, no es
humedecido, calentado ni filtrado.
 La uvulopalatofaringoplastia, la cual consiste en la resección de la úvula, la parte
distal del paladar blando, las amígdalas palatinas y el tejido de la parte distal de la
faringe.

Fármacos
En este apartado encontramos que los trastornos del sueño relacionados con la respiración
pueden ser distintos fármacos, sin embargo un medicamento no puede funcionar con otro
trastorno para el cual no haya sido prescrito. Entre los fármacos prescritos para este tipo de
padecimientos encontramos la protriptalina, la almitrina y la progesterona.

Mascarilla nasal de presión positiva continua


La mascarilla nasal de presión positiva continua fue desarrollada por el Dr. Sullivan como
tratamiento no invasivo para el síndrome de las apneas e hipopneas del sueño. Esta mascarilla
es un aparato que provee a las vías respiratorias superiores una presión continua positiva a
través de la nariz y por medio de una mascarilla conectada a un compresor de aire utilizado
solo durante el dormir. La presión positiva administrada tanto en la inspiración como en la
espiración durante el dormir; evita que se colapse la faringe disminuyendo o eliminando las
apneas, las hipopneas y el ronquido, así como la desaturación de oxígeno en la sangre.

33
Tratamiento psicológico
Como se ha descrito en ocasiones anteriores, los trastornos del sueño y, en este caso también
los trastornos que se encuentran relacionados a la respiración pueden ser tratados mediante
técnicas psicológicas-conductuales con el fin de corregir sin el uso de medicamentos de
forma paulatina el dormir.

Padecimientos generales y causas de los trastornos del sueño

Los trastornos del sueño afectan principalmente la calidad de vida de quien los padece, una
problemática que podemos encontrar de manera muy recurrente se encuentra en el hecho de
que la población general considera a los trastornos del sueño como algo pasajero o de algo
de casi nula importancia (Arias Congrais, 2003), sin considerar el hecho de que pueden llegar
a ser fatales.

Por lo tanto, se enlistara los padecimientos y causas generales dentro de los trastornos del
sueño:

 Somnolencia
 Hipersomnolencia
 Cuadros de dolor: se puede hacer mención de que se ha presentado un binomio dolor-
sueño, puesto a que enfermedades inflamatorias autoinmunes pueden generar
insomnio (Sáez Moreno, 2005), sin embargo, algunos trastornos del sueño pueden se
catalizadores de cuadros de dolor, los que van desde cefalea matutina, tensión
muscular y dolor muscular matutino, la primera se relaciona a las apneas del sueño,
mientras que las posteriores se relacionan a insomnio (Mariños, Kawano, Juárez, Ruiz
Y Vizcarra, 2011; Paniagua Soto, 2005).
 Disminución de la atención durante la vigilia
 Consumo de sustancias que alteran el estado vigilia-sueño
 La memoria y habilidad cognitiva se vuelven deficientes
 Mayor riesgo a la aparición de padecimientos cardiacos

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 Depresión
 Problemas de pareja
 Obesidad
 Situaciones emocionales fuertes
 Situaciones laborales
 Situaciones académicas

35
CONCLUSIONES

En general, podemos concluir que los trastornos del sueño son afecciones que pueden
afectar de forma negativa la calidad de vida de quienes los padezcan, por lo cual se exhorta
a realizar conciencia sobre el nivel de riesgo que pueden llegar a tener los trastornos del
sueño, y las consecuencias que puedan padecer si se deja que la enfermedad siga su curso.

Sin embargo, también a lo largo del proyecto monográfico he llegado a las siguientes
conclusiones:

A) Es necesaria la investigación de los trastornos del sueño en el México, ya que la


información que hay sobre este tema es en cierto punto completamente internacional, y la
poca investigación que proviene del México la encontramos de forma limitada. Además de
exhortar a la población de hacer conciencia sobre el potencial de riesgo que pueden generar
los TS, esto lo podemos complementar con el hecho de que al aumentar la cantidad y
promoción de la información para obtener el resultado anterior.

B) Debería haber una organización mexicana especializada en los trastornos de sueño que
tenga un alcance a nivel nacional, puede ser una clínica o un hospital que se encuentre
ligada a la Secretaria de Salud Pública, que este accesible a todas las personas, puesto que
existen clínicas del sueño de carácter privado, lo cual le impide la accesibilidad a la
población general. Además, que se brinde un servicio más que de fármacos, de
tratamientos conductuales y si no surgen efecto o no son lo suficiente efectivos en cierto
tiempo, se deben recetar estos fármacos.

36
GLOSARIO

Parasomnias: es un trastorno de la conducta durante el sueño asociado con episodios breves


o parciales de despertar, sin que se produzca una interrupción importante del sueño ni una
alteración del nivel de vigilia diurno.

Disomnias: Son las clasificaciones de alteraciones del sueño que hacen difícil conciliar el
sueño.

Hipersomnolencia: Son las causas que producen excesivo sueño diurno durante el día.

Polisomnografía: Una polisomnografía es una prueba de múltiples parámetros usada en el


estudio del sueño

Mioclonía: Contracción muscular breve e involuntaria que afecta a un músculo o un grupo


de músculos y ocasiona a veces un desplazamiento visible.

Neuroestimulantes: Son drogas de nueva generación que permiten entre otras cosas mayor
concentración en alguna actividad.

Barbitúricos: Son una familia de fármacos derivados del ácido barbitúrico que actúan como
sedantes del sistema nervioso central y producen un amplio esquema de efectos, desde
sedación suave hasta anestesia total. También son efectivos como ansiolíticos, como
hipnóticos y como anticonvulsivos.

Benzodiacepinas: Son medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso


central, con efectos sedantes, hipnóticos, ansiolíticos, anticonvulsivos, amnésicos y
miorrelajantes.

Cataplexia: Consiste en episodios súbitos y generalmente breves de pérdida bilateral del


tono muscular durante la vigilia.

37
Pirosis: Sensación de quemadura que sube desde el estómago hasta la faringe, producida por
la regurgitación de líquido estomacal cargado de ácido.

Nicturia: Expulsión involuntaria de orina durante la noche.

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