1.

DEPENDENCIA Y DESARROLLO:
UNA VISIÓN CRíTICA 1

GABRIEL PALMA

¿PODEMOS hablar de una "teoría" de la dependencia? Si así fuere,

¿ qué implicaciones generales puede tener en una estrategia de des-
arrollo? Bajo el título de "dependencia" podemos encontrar teorías
de una naturaleza tan distinta que, a lo mejor, sería más adecuado
hablar de una "escuela de la dependencia". ¿Es siquiera correcto cali-
ficar corno teorías los diversos enfoques que se pueden encontrar
dentro de esa escuela? Y en dicho caso ¿qué consecuencias genera-
les podría tener cada uno en una estrategia contemporánea del des-
arrollo?
Algunos escritores pertenecientes a la escuela de la dependencia
argumentan que es engañosos verla corno una teoría formal, y que
no existen implicaciones generales para el desarrollo que se pueda
inferir de sus análisis. Algunos de los que argumentan que tal teoría
sí existe, afirman enfáticamente que conduce inevitablemente a la
conclusión de que el desarrollo dentro de un sistema capitalista es
imposible, restando así toda trascendencia a las estrategias del des-
arrollo, al menos dentro de ese sistema. Otros, en cambio, que tam-
bién creen que existe una teoría de la dependencia, afirman que sí se
le puede hacer parte de una estrategia para el desarrollo en los paí-
ses dependientes.
Si el problema de sacar enseñanzas directas de los análisis de la
dependencia resulta difícil, no lo es menos hacer una investigación
de lo que, en realidad, ha sido un movimiento confuso y en ocasiones
contradictorio, que forma parte inseparable de la historia reciente de
América Latina y del desarrollo del capitalismo internacional de la
posguerra, cuyas raíces se hallan en tradiciones intelectuales tan di-
versas corno el largo y complicado debate marxista relacionado con
el desarrollo del capitalismo en las naciones "atrasadas", yen la crí-

1 Versiones preliminares a este artículo aparecieron en World Development

(vol. 6, núm. 7-8, 1973,pp. 801-924)yen Thames Papers in Political Economy
demic Press. Agradecemos a dichas editoriales su autorización para reproducir
(verano de 1978).Una versión ampliada será publicada próximamente por Aca-
material utilizado en las otras publicaciones. No se ha intentado introducir la
bibliografía aparecida desde 1980.Ello se hará en el libro de Academic Press.
También deseo agradecer la contribución de Paul Cammack, Carlos Fortín,
Ernesto Laclau, Blanca Muñíz, Luis Ortega, María Elísa Palma, Hernán Saez,
Dudley Seers, Ayit Singh, Ignés Sodré y Elizabeth Spillius.
21
 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRtTICA
22
tica de la CEPAL a la teoría convencional del comercio internacional
y del desarrollo económico.
Las complejas raíces de los análisis de la dependencia y la diver-
sidad de las tradiciones intelectuales en las que se apoyan, dificultan
la tarea de estudiar su contribución específica a los análisis sobre el
desarrollo. Dicha dificultad se agrava por el hecho de que, de uno
u otro modo, el enfoque "dependentista" ha dominado en tal grado
las ciencias sociales latinoamericanas y de otras regiones en los últi-
mos años, que resultaría materialmente imposible hacer una revi-
sión comprensiva del abrumador conjunto de estudios aparecidos,
orientados sea a apoyar o a refutar las tesis más importantes, o
simplemente reflejando su preponderancia repentina en círculos aca-
démicos e institucionales, que hasta ahora habían permanecido re-
lativamente cerrados a una crítica radical de la ortodoxia vigente.
A esto se agrega el hecho de que, de una manera o de otra, los aportes
hechos a la escuela de la dependencia se han inmiscuido directa y
activamente en las grandes luchas políticas y en las controversias de
la América Latina de la posguerra. Esto no solamente ha dejado una
huella indeleble en su propia obra, sino que ha reducido frecuente-
mente el debate a un terreno puramente ideologico, aumentando así
la confusión que rodea el análisis mismo de la dependencia al fomen-
tar una discusión cada vez más estéril en la cual no se considera
seriamente sus raíces teóricas e históricas.
Creo que los previos análisis sobre trabajos de la dependencia no
han estudiado suficientemente sus raíces en la tradición del pensa-
miento marxista sobre el desarrollo del capitalismo en las naciones
"atrasadas", dando así origen a una gran cantidad de problemas.
Por lo tanto, he procurado enfocado especialmente dentro de esa
tradición. El marxismo es un tema sumamente complejo y no 10 es
menos su contribución al análisis del desarrollo del capitalismo en
las naciones atrasadas. Al mismo tiempo, es precisamente semejante
área del pensamiento marxista en donde encontramos las más pTO-
fundas divergencias entre los escritos de Marx y Engels y los de nu-
merosos marxistas contemporáneos. Sin duda alguna, la actitud que
adoptan actualmente algunos autores marxistas de que, por ejemplo,
la industrialización capitalista en la periferia no es realmente viable,
va contra el espíritu y la letra de los escritos de Marx. En todo caso,
como regla general, nO' encontramos en ellos ningún esfuerzo para
explicar tales divergencias; al contrario, sus trabajos dejan la impre-
sión de que el interés marxista por los problemas del desarrollo ca-
pitalista en los países y regiones de la periferia, no empezó sino hasta
1957, con la publicación de la obra de Baran La economía política
del crecimiento. (Hay ed. en esp. FtE.)
En este contexto, lo importante -según lo hace ver Sutcliffe- es
investigar si las divergencias son atribuibles a cambios en las "cir-
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIÓN CRtTICA 23
cunstancias ° en el,diagnóstico" (1972a, p. 180). ¿Es que el capital
se ha transformado en tal grado que supuestamente la industrializa-
ción de la periferia no es más posible dentro de él? O ¿es que el aná-
lisis de Marx es exageradamente optimista en cuanto a las posibilida-
des de industrialización en las regiones atrasadas del mundo?
Uno puede distinguir tres fases principales en el desarrollo del
pensamiento marxista respecto a los problemas del desarrollo capi-
talista en los países y regiones "atrasados" del mundo. La primera,
esencialmente la de Marx y Engels, analiza el capitalismo como un
sistema históricamente progresivo, transmitido desde los países avan-
zados (por medio del colonialismo, del libre comercio, etc.); y que
una vez introducido se difunde dentro de las naciones "atrasadas"
por medio de un proceso continuo de destrucción y de sustitución de
las estructuras precapitalistas. Como resultado. de este proceso sur-
gen una serie de nuevas sociedades capitalistas, cuyo desarrollo. de-
berá ser semejante, en el periodo posterior a la colonia, al de los
mismos países avanzados; y por esto, habría también de seguir poste-
riormente el desarrollo. de la serie de contradicciones propias del
sistema capitalista -independientemente de donde tome lugar-, que
inevitablemente los llevaría a una etapa de desarrollo superior.
El segundo enfoque marxista del desarrollo del capitalismo en las
naciones atrasadas, sobre todo el de los escritos de los llamados
"clásicos del imperialismo", está relacionado en primer lugar con las
peculiaridades del desarrollo del capitalismo ruso y, luego, con las de
las otras áreas atrasadas del mundo durante la fase "monopólica"
de dicho sistema. En cuanto al desarrollo del capitalismo ruso, se
hace notar su carácter históricamente progresivo pero ya no se ana-
liza simplemente como un proceso de destrucción y de sustitución
de las estructuras precapitalistas, sino corno un proceso mucho más
complejo de interacción entre las estructuras internas y externas.
Estos análisis hacen hincapié por primera vez en las dificultades
resultantes de una industrialización "tardía", en el papel ambiguo
que representa el capital extranjero (proveniente de Europa occiden-
tal), y en la gran capacidad de supervivencia y adaptación de las
estructuras precapitalistas.
En lo que respecta al desarrollo capitalista de otras regiones atra-
sadas del mundo, podemos distinguir dos grandes etapas históricas
en el desarrollo del pensamiento de los "clásicos del imperialismo",
La primera se caracteriza por un análisis (siguiendo a Marx) del des-
arrollo capitalista en la periferia como históricamente progresivo,
pero (modificando el análisis de Marx) limitado. por los nuevos im-
perativos de las economías avanzadas en su fase monopólica. Ante
. estos imperativos las naciones avanzadas intentan, según estos escri-
tores, restringir la industrialización en la periferia. No obstante, ha-
cen notar que si tuvieran suficiente autonomía política, una vez rotos
 24 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA
los vínculos coloniales, las naciones de la periferia podrían eventual-
mente industrializarse. De esta forma, el desarrollo capitalista de las
naciones atrasadas podría adoptar un carácter muy similar al de
las naciones desarrolladas. Al mismo tiempo, se insiste en que dicho
proceso de industrialización pos colonial no se liberaría de ninguna
manera de las dificultades políticas y económicas internas, propios al
inicio de todo proceso de industrialización y de sus contradicciones;
por el contrarío, la naciente burguesía nacional enfrentaría la difícil
tarea, pero de ninguna manera imposible, de desarrollar sus propias
revoluciones burguesas así como aquella no menos difícil pero
igualmente posible de la industrialización "tardía".
Fue solamente en la década de los veinte cuando empezó a surgir
un enfoque diferente, en el que se hace hincapié en un conjunto de
dificultades (particularmente de naturaleza política) que obstruirían
el proceso de la industrialización poscolonial.
El tercer enfoque marxista sobre los problemas del desarrollo sur-
gió en la década de los cincuenta, conjuntamente con la publicación
de la ya mencionada obra de Baran. Se caracteriza por la aceptación,
casi axiomática, del argumento de que ningún país del Tercer Mundo
puede realmente romper con su estado de dependencia económica y
avanzar hacia una posición similar a la de los países capitalistas in-
dustrializados. Esta es una afirmación sumamente importante pues-
to que no solamente determina la medida según la cual el capitalismo
sigue siendo históricamente progresivo en el mundo moderno, sino
que, al hacerlo, define también el antecedente económico de la acción
política a seguir. NO'obstante, el problema queda frecuentemente mal
definido: no es evidente de por sí; sus orígenes intelectuales son
poco claros; y sus premisas mismas necesitan un análisis mucho más
profundo. Es en esta tercera fase donde surgen los análisis de la es-
cuela de la dependencia.
Debo completar este análisis con un examen de la otra fuente de
inspiración de la escuela de la dependencia: el pensamiento de la
CEPAL(Comisión Económica para la América Latina de las Naciones
Unidas) y sus intentos de reformulación, después del aparente fra-
caso de la política de sustitución de importaciones inspirada por ella.
En este trabajo distinguiré' tres enfoques dentro de la escuela de la
dependencia, y llegaré a la conclusión de que los más satisfactorios
son aquellos que se resisten a la tentación de elaborar una teoría for-
mal del subdesarrollo y se concentran en el estudio de "situaciones
concretas de dependencia". Quiero hacer notar que, hasta ahora, la
contribución de la escuela de la dependencia ha sido más bien la crí-
tica de las estrategias del desarrollo en general que el intento de
hacer aportes concretos a éstas.
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA 25
EL ANÁLISISDEMARxy ENGELSSOBREELDESARROLLO
DELCAPITALISMO
EN LASREGIONESY PAíSES"ATRASADOS"
DELMUNDO
No es fácil hacer un análisis del enfoque de Marx y Engels del des-
arrollo del capitalismo en las regiones "atrasadas" del mundo, ya
que sus contribuciones se encuentran diseminadas a travé;; .~e sus
respectivas obras. En el caso de Marx, aun cuando su análisis del
método capitalista de producción en El capital es de una brillantez
profunda y sistemática, no contiene referencias específicas a las for-
mas concretas en que ese sistema de producción se desarrolla en las
regiones "atrasadas" del mundo, por tanto, esta parte de su análisis
la sustenta en otras obras. Entre sus escritos políticos tienen es-
pecial relevancia el Manifiesto comunista (1848); entre los teóricos,
el prefacio a la Contribución a la crítica de la economía política
(1859); entre su correspondencia, la que se refiere a sus contactos
con la izquierda rusa; y, entre sus artículos periodísticos, los que
aparecieron en el New York Daily Tribune entre 1853 y 1859. Desgra-
ciadamente, sus referencias concretas tienen que ver casi todas con
la India y con China, haciendo solamente referencias superficiales
a la América Latina. Esto es particularmente desafortunado porque
dicho sub continente hubiera podido proporcionarle a Marx la expe-
riencia de una región "atrasada" que ya se estaba desarrollando de
una manera que sería típica de las sociedades poscoloníales (excepto
aquellas con población sólo europea). Aunque formalmente indepen-
dientes, los países de la América Latina eran económicamente atrasa-
dos y dependientes.
En una carta escrita en los últimos años de su vida, Marx enfatiza
que en El capital había estudiado la génesis del capitalismo de Euro-
pa occidental (Marx, 1877, p. 253.) No obstante, en dicha obra se
encuentra el análisis de las tendencias que habrían de guiar la expan-
sión de las economías más desarrolladas hacia las regiones atrasadas
del mundo. Los capítulos más sobresalientes son los relativos a la
acumulación originaria (1867, cap. XXIV)y al comercio exterior (1894,
cap. XIV).
Según Marx, el elemento central tras la necesidad de expansión
de las economías capitalistas avanzadas, es la necesidad de crear un
medio efectivo para contrarrestar la tendencia decreciente de la tasa
de ganancias; tal expansión hace posible ampliar la escala de la pro-
ducción, reducir el costo de las materias primas y de los productos
requeridos para sostener y reproducir la fuerza de trabajo (haciendo
posible el mantenimiento de los salarios en un nivel muy bajo). De
esta manera se puede aumentar la tasa de ganancia, ya que se puede
reducir la composición orgánica del capital. Además, al menos duran-
te un cierto periodo, también se podrían aumentar las ganancias gra-
cias al hecho de que se estaría vendiendo "porque aquí se compite

26 DEPENDENCIAY DESARROLLO:UNAVISIóN CRíTICA
con mercancías que otros países producen con menos facilidades
[ ... ] Exactamente lo mismo que le ocurre al fabricante que pone en
explotación un nuevo invento antes de que se generalice" (1894, sec-
ción quinta)."
En su análisis sobre el efecto de la expansión capitalista en las re-
giones atrasadas, siguiendo la tradición hegeliana, Marx distinguió
claramente entre las motivaciones subjetivas de esta expansión y sus
resultados historicos concretos. Condenó, por una parte, esa expan-
sión como la más brutal e inhumana que la historia haya nunca co-
nocido, pero, por la otra, afirma que ella era necesaria si las regio-
nes atrasadas habían de desarrollarse. Sólo el capitalismo -dice"-
puede proporcionar la necesaria infraestructura económica y tecnoló-
gica que permite a tina sociedad el libre desarrollo de cada uno de sus
miembros de acuerdo con su capacidad; y el capitalismo sólo se pue-
de desarrollar en ellas gracias a la penetración e imposición desde el
exterior. Solamente sobre la base de este enfoque dialéctico del papel
del capitalismo en la periferia podemos comprender la famosa afir-
mación que hace en el prefacio de la primera edición de El capital
en el sentido de que el país atrasado "no sólo padece los males que
entraña el desarrollo de la producción capitalista, sino también los
que supone su falta de desarrollo" (1867, p. xiv).
En términos generales, se puede decir que conviene distinguir
analíticamente dos niveles (íntimamente conectados) del análisis de
Marx del desarrollo del capitalismo en las regiones atrasadas. Uno
tiene relación con la necesidad (tanto política como económica) del
capitalismo como un paso esencial hacia formas de desarrollo supe-
rior de las fuerzas productivas y, el otro, con la posibilidad y viabi-
lidad (tanto política como económica) de dicho desarrollo capitalista.
Estos dos niveles de análisis están presentes en la tradición marxista
con diversos grados de hincapié. En los escritos de Marx acerca del
tema, su preocupación central está relacionada con la necesidad
del desarrollo capitalista, y su viabilidad se da por descontada. En
la actualidad, sin embargo, se hace hincapié en el segundo nivel de
análisis, el de la viabilidad del desarrollo capitalista en la periferia,
discutiendo su necesidad."
En cuanto al primer aspecto, la necesidad del desarrollo capitalis-
ta, Marx afirma con toda claridad (por 10' menos hasta el impor-
tante cambio que encontramos en su pensamiento antes de su
muerte) que el socialismo solamente se puede alcanzar por medio
2 A este respecto, véanse Lenin, 1899, pp. 65-68; Dos Santos, 19'68; Barrat-
Brown, 1972, pp. 43-47; SutcIiffe, 1972a, pp. 180-185; Caputo y Pizarro, 1974, pá-
ginas 118-123.
s En parte, esto se debe a la existencia de varias experiencias de transicio-
nes tempranas al socialismo y a la existencia de economías socialistas des-
arrolladas que pueden proporcionar lo que, qru.izás,de otra manera se hubiera
tenido que obtener del desarrollo capitalista.
DEPENDENCIAY DESARROLLO:UNAVISIóN CR1TICA 27
del desarrollo capitalista, Y que este último no surgirá en las regio-
nes "atrasadas" del mundo por las contradíccíones que trae consigo
el desarrollo de sus propias fuerzas productivas, como en el caso
de la Europa occidental, sino por el impacto sobre ellas del capita-
lismo de la misma Europa occidental. .
Marx se muestra abiertamente hostil hacia los modos de produc-
ción de las sociedades no europeas, principalmente por su naturaleza
aparentemente inmutable; que él veía corno un lastre para el desarro-
llo de las fuerzas productivas y, por lo tanto, corno una seria ame-
naza para el socialism0'. Esto lo condujo a considerar al colonialismo
corno "necesario" históricamente, al mismo tiempo que condenaba
su brutalidad e hipocresía.
En el Manifiesto comunista, Marx y Engels parecen referirse ini-
cialmente a los pueblos atrasados en masse, llamándolos "bárbaros",
"semibárbaros", "pueblos de campesinos" o corno "el Oriente". Esta
manera de ver a los países atrasados contrasta notoriamente con el
meticuloso estudio que hacen de la sociedad y de la historia de Eu-
ropa y es particularmente insatisfactoria en una obra que postula
enfáticamente apoyarse en una interpretación científica de la histo-
ria, universalmente aplicable. No obstante, once años después, en el
prefacio de la Contribución a la crítica de la economía política, Marx
hizo un intento más serio de relacionar las condiciones socioeconó-
micas del mundo no europeo con su teoría general de la historia,
pero lo hizo tan elípticarnente y en tal forma que, desde entonces, ha
confundido tanto corno ayudado a los marxistas. Al analizar las di-
versas etapas del desarrollo económico, hace resaltar vigorosamente
las tensiones dialéctica s inherentes a cada periodo y, afirma, en un
pasaje que se ha hecho clásico:
Ningún orden social llega a desaparecer antes de que se hayan desarro-
llado todas las fuerzas productivas para las cuales había cabida en él,
y nunca aparecerán nuevas Y superiores relaciones de producción an-
tes que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado
en el seno de la antigua sociedad (1859, p. 21).
Al proceder a analizar los cuatro modos de producción, el asiático,
el primitivo, el feudal y el capitalista, trata al asiático de una manera
que resulta difícil comprender. Mientras hay una clara percepción de
continuidad (su movimiento dado por el desarrollo de contradiccio-
nes) entre los métodos de producción feudal, capitalista y socialista,
el asiático queda totalmente desconectado, corno si careciera de pa-
sado y de futuro.'
4 Para análisis del modo de producción asiático, véanse Hobsbawm, 1964;
Dos Santos, 1968; Averini, 1968, 1976; D'Encausse y Scbram, 1969; Bartra, 1971;
Foster-Carter, 1974.
 28 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRtTICA
Aunque Marx nunca trata este problema directamente, sí lo hace
de una manera indirecta, haciendo notar una y otra vez que no se
debe olvidar que el horizonte de su obra se relaciona con el desarro-
llo histórico europeo. En una carta (ya mencionada) que envió a un
periódico socialista ruso en 1877, advierte a sus lectores que no
quieran
convertir mi esbozo histórico sobre los orígenes del capitalismo en la
Europa occidental en una teoría filosófico-históríca sobre la trayecto.
ria general a que se hallan sometidos fatalmente todos los pueblos,
cualesquiera que sean las circunstancias históricas que en ellos con-
curran,
y prosigue haciendo una crítica de cualquier enfoque que trate de
entender la historia "con la clave universal de una teoría general
de filosofía de la historia, cuya mayor ventaja reside precisamente
en el hecho de ser una teoría suprahistórica" (1877, p. 253).
El problema del modo de producción asiático no es tan sólo acadé-
mico (establecer hasta qué punto la teoría de la historia de Marx es
consistente y universal), sino que es fundamental, pues como apa-
rentemente no posee una dialéctica de desarrollo interno, solamente
puede evolucionar por medio de la penetración del capitalismo euro-
peo. Debido a ello, por una parte, Marx califica de brutal a la expan-
sión británica en la India, pero, por otra, reconoce que "es un paso
necesario hacia el socialismo" (1853). Esa expansión tendría inicial-
mente un efecto desestabilizador y desintegrante sobre el modo de
producción asiático, para luego volver a estabilizarlo y volver a inte-
grarlo dentro de un modo de producción capitalista. Esto traería
consigo la posibilidad del desarrollo de las fuerzas productivas gene-
rando una dinámica interna que conduciría .a dichas sociedades a
etapas de desarrollo superior.
Es esencial destacar que Marx no hace ninguna distinción entre un
desarrollo capitalista endógeno (como el que ocurrió en la Europa
occidental) y uno que resulta de la penetración externa. Cualesquiera
que fueren sus orígenes: una vez implantado en una sociedad, el ca-
pitalismo se desarrollaría de una manera similar, cualquiera que
fuese el lugar en que se encuentre. Si una de sus características
centrales es la de desarrollar desigualdades, éstas tenderán a existir
dentro de cada sociedad, más que entre una sociedad y otra.
Sólo fugazmente en el caso de China, y con más claridad, poco
antes de su muerte, en el caso de Rusia, reconoce Marx la posibilidad
de que diferentes estructuras tradicionales puedan servir como pun-
to de partida para transformaciones hacia etapas superiores de des-
arrollo; en el primer caso habla irónicamente de la posibilidad de
una revolución burguesa en China, y en el segundo de una revolución
socialista en Rusia.
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA 29
En febrero de 1850 tuvo lugar una ola de intranquilidad en los
campos chinos y Marx escribió:
Cuando nuestros reaccionarios europeos, en el día cercano de su huida
por las tierras de Asia, lleguen por fin a la Muralla china, es posible
que se encuentren, sobre la puerta que conduce al asilo de la reacción
atávica y del ar~hicons.er:'atismo, ~Ü;~,uncartel que diga: "Republique
chinoise. Liberte, Egahte, Fratermte.
En lo que respecta al caso de Rusia, en respuesta a una carta de la
marxista rusa Vera Sassoulitch, en febrero de 1881 (a la que volve-
remos posteriormente) Marx recalca la posibilidad de que las particu-
lares estructuras tradicionales de Rusia en especial las agrícolas,
puedan ser utilizadas como el punto de partida para un desarrollo
socialista inmediato. Más tarde, junto con Engels, reafirma esa opi-
nión en el prefacio de una nueva edición rusa del Manifiesto comu-
nista, de 1882.5
Si pasamos ahora a analizar la actitud de Marx con respecto a la
posibilidad de un desarrollo capitalista en el mundo no europeo, debe
recalcarse que Marx no dejó lugar alguno para duda o mala interpre-
tación; el dinamismo y la capacidad de expansión que mostraba el
avasallador capitalismo de su época se reproduciría en cualquier
sociedad a la que penetraran, sin importar la forma de dicha penetra-
ción; por esto, esperaba una proliferación de sociedades capitalistas
autónomas, fundamentalmente similares a las de Europa occidental.
Existen tres citas que al respecto se han convertido en puntos de
referencia obligatorios. En el Manifiesto comunista, Marx y Engels
afirman que el desarrollo del capitalismo en la Europa occidental
"obligará a todas las naciones del mundo a adoptar el método bur-
gués de producción como única forma de evitar su extinción". Cinco
años después, en su artículo sobre los Resultados futuros de la domi-
nación británica en la India (1853), Marx afirma que ni el imperialimo
inglés será capaz de impedir la índustrialización de la India: "una
vez que se haya mecanizado el transporte de un país que posee hierro
y carbón, no será posible impedir la fabricación de dicha maquinaria"
(las cursivas son mías). Por último, catorce años después, en el pre-
5 La enorme importancia de estas afirmaciones al fin de la vida de Marx
consiste en mostrar que él no vio la historia como una secuencia mecánica de
etapas predeterminadas por las cuales toda sociedad está condenada a pasar,
sino como un proceso' en el cual la particularidad de cada situación histórica
tiene un importante papel que desempeñar. Su posición con respecto al caso
de Rusia ilustra bien la flexibilidad de su enfoque, que tiene su base en la uni-
dad dialéctica de los factores subjetivos y objetivos. Stalin (1934, p. 11;)4) per-
vertirá posteriormente ese enfoque, afirmando que el estilo soviético de dicta-
dura del proletariado es la forma "adecuada y obligatoria para todos los
países sin excepción,incluso aquellos en una etapa de capitalismo desarrollado",
condenando así a todos los países, excepto la Unión Soviética, a no tener su
propia historia.
 30 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CR1TICA
facio a la primera edición de El capital encontramos la famosa afir-
mación de que "los países industrialmente más desarrollados no
hacen más que poner delante de los países menos progresivos el es-
pejo de su propio porvenir".
Es legítimo, por tanto, concluir con Kierman, que "hasta donde
podemos ver, lo que Marx tenía en mente no era una mayor penetra-
ción del imperialismo occidental, sino una mayor proliferación de
capitalismos autónomos, como el que esperaba en la India y presen-
ciaba en la América del Norte" (1967, p. 183). Tal como lo dijéramos
en la introducción, no hay duda de que la posición de muchos escri-
tores marxistas contemporáneos que afirman que la industrialización
capitalista en la periferia ya no es realmente viable, va contra el espí-
ritu y la letra de los escritos de Marx. En el curso de este artículo
intentaré precisar si las divergencias se pueden atribuir a cambios en
las circunstancias o en el diagnós tico.
DE MARx y ENGELS A LOS "CLÁSICOS DEL IMPERIALISMO"
-Si bien Hilferding (1910) ya había hecho una contribución importan-
te al estudio del imperialismo, son Luxemburgo (1913), Bujarin
(1915) y Lenin (1916) quienes hacen los aportes más influyentes
acerca del periodo en el que el sistema capitalista se mueve hacia su
fase monopólica. Me referiré sólo brevemente a las obras de Luxem-
burgo y Bujarin, y en cuanto a la obra de Lenin, me concentraré en
los aspectos que fueren más relevantes para los temas en discusión.
La acumulación del capital de Rosa Luxemburgo (1913) fue el pri-
mero de los escritos clásicos del imperialismo que intenta un análisis
sistemático del efecto que el imperialismo podrá tener en los países
"atrasados". Desgraciadamente, el rigor, la profundidad y la creati-
vidad del análisis quedan limitados por el hecho de que, siguiendo la
tradición marxista de la época, ella subestima tanto el potencial de
incremento de los salarios reales en los países más desarrollados,
como el estímulo endógeno a la inversión proveniente del progreso
tecnológico. Esto la lleva a sobrestimar el papel que desempeña la pe-
riferia en el proceso de acumulación de capital en los países desarro-
llados, y a subestimar el de aquellos dos factores que han probado
desempeñar un papel vital de "rescate" del capitalismo de las difi-
cultades y contradicciones creadas por sí mismo. En la práctica, la
periferia ha desempeñado un papel cualitativamente distinto y cuanti-
tativamente menos importante que el que predice su análisis."
6 Con respecto a Rosa Luxemburgo, véanse Sweezy, 1942, pp. 124-129; Robín-
son, 19'63; Lichtheim, 19171, pp. 117-225; Barrat-Brown, 1974, pp. 50-5<2; Caputo
y Pizarro, 19174, pp. 148-166; Furtado, 19174, pp. 229-233; Nettl, 1975<; Bradby,
1975, p. 86.
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRtTICA 31
Nikolai Ivanovitch Bujarin contribuyó al análisis del imperialis-
mo principalmente en sus obras de 1915 y 1926. En la primera analiza
las dos tendencias más importantes de la economía mundial de la
época, tendencias que ve manifestarse en forma conjunta y contradic-
toria. Ellas eran el rápido proceso de "internacionalización" del sis-
tema capitalista (la creciente integración de las distintas economías
nacionales en una economía mundial) y el proceso de "nacionaliza-
ción" del capital (creciente orientación nacionalista de los intereses
de las burguesías de cada país). La característica más importante de
la segunda obra es su polémica con Rosa Luxemburgo. Desde el pun-
to de vista de nuestro análisis, es desafortunado que en ningún lugar
de su obra Bujarin analice sistemáticamente el efecto del imperia-
lismo sobre los países "atrasados", a pesar de que insiste reiterada-
mente en que el imperialismo es un fenómeno que conecta las econo-
mías "avanzadas" y las "atrasadas", y critica la visión de Luxemburgo
al respecto.'
Cuando se analiza la obra de Lenin es particularmente importante
tener presente (lo mismo que con la obra de cualquier líder político
que no escribe por razones académicas), el contexto político dentro
del cual escribe. De hecho, es necesario considerar no solamente los
problemas usuales relacionados con la separación entre "historia"
y "concepto", "teoría" y "práctica", y "el papel de la ideología", sino
también estar consciente de que los señalamientos relativos que apa-
recen en estas obras son frecuentemente producto de maniobras tác-
ticas dentro de controversias políticas."
En el caso del Imperialismo, etapa superior del capitalismo (1916)
Lenin mismo tuvo el cuidado de advertir que escribía "teniendo en
mente la censura zarista ... , con extrema cautela, por medio de alu-
siones y utilizando un lenguaje alegórico" (1916, p. 1).
La situación política dentro de la cual (y como una contribución
a ella) escribió Lenin su análisis del imperialismo, se caracteri-
zaba por ser la más traumática que había vivido la izquierda a nivel
internacional, como producto del estallido. de la primera Guerra
Mundial y del subsecuente colapso de la Segunda Internacional.
A la semana de la declaración de guerra de Austria a Serbia (28
de julio de 1914) toda Europa estaba en guerra. El propio Lenin
llegó a Suiza el 5 de septiembre después de una larga odisea, y se
estableció en Berna. Se encontraba frente a una doble y difícil tarea:
en primer lugar, explicar al movimiento socialista internacional la
naturaleza de las fuerzas que habían desencadenado la guerra, y en
segundo, explicar la controvertida posición adoptada por los partidos
7 Véanse Caputo y Pizarro, 1974, pp, 135-145; O'Brien, 1975, p. 21.
8 De manera semejante, Lukács hace hincapié en el prefacio a la edición
de 1967 de su Historia y conciencia. de clase (1923), que su obra se debe leer sin
perder de vista las disputas faccíonales de la época en que se escribió.
32 DEPENDENCIAY DESARROLLO:UNA VISIóN CRtTICA
de la clase trabajadora de los países capitalistas avanzados (que ha-
bían acarreado el colapso de la Segunda Internacional). Si para la
primera tarea podía apoyarse en los análisis de Marx de las tenden-
cias del desarrollo capitalista, y en contribuciones marxistas poste-
riores (como la de Hilferding) y de no-marxistas (como la de Hob-
son), para la segunda no podía recurrir a ningún análisis previo. El
pensamiento marxista tradicional no podía explicar por qué el prole-
tariado de los países capitalistas avanzados y los partidos social-de-
mócratas de la izquierda, en particular, se habían colocado del lado
de sus respectivas burguesías y uno en contra del otro cuando se
declaró la guerra,"
La capacidad del capitalismo para hacer llegar algunos de los bene- .
ficios de su desarrollo -no prevista por Marx ni otros pensadores de
izquierda de la época- no era tarea fácil de explicar. Tampoco era
cosa sencilla sacar las conclusiones políticas correspondientes. Esta
es, realmente, la contribución más importante de la obra El imperia-
lismo, etapa superior del capitalismo, lo cual, probablemente, la cons-
tituye en la obra teórica más importante de Lenin; de la misma for-
ma que El desarrollo del capitalismo en Rusia (1899) es su estudio
más importante sobre el desarrollo del capitalismo en una nación
"atrasada" (obra que, en mi opinión, es pionera en los estudios acerca
de la dependencia).
A fin de prepararse para emprender esa difícil tarea, Lenin releyó
con gran cuidado a Marx y a Hegel y produjo, como resultado, sus
Apuntes filosófioos (1915). En esa obra hace hincapié en la necesidad
de entender la lógica de Hegel y, en particular, en dar la debida im-
portancia al elemento subjetivo de la dialéctica cuando se analiza
el desarrollo del capitalismo en los países avanzados. Posteriormente,
cuando ya se había establecido en Zurich, escribió, entre enero y
julio de 1916, su propio estudio del imperialismo, haciendo hincapié
en el prefacio de la edición rusa de 1917 y en los prefacios a las edi-
ciones francesa y alemana de 1920 sobre el propósito político dual
9 Aún menos podria explicar Por qué fueron precisamente los grupos social-
demócratas de Francia, Italia, Alemania e Inglaterra los primeros que rompie-
ron los acuerdos adoptados en congreso tras congreso de la Segunda Inter-
nacional, en el sentido de oponerse a la guerra teniendo en cuenta su naturaleza
imperialista. Los únicos que siguieron los acuerdos de la social-democracia
internacional fueron los rusos, tanto bolcheviques como menchevíques, así
como algunos grupos minoritarios de otros países como el de Luxemburgo en
Alemania. La izquierda rusa se opuso al otorgamiento de créditos de guerra
en la Duma. Posteriormente los mencheviques siguieron la línea de los otros
social-demócratas europeos, lo mismo que algunos grupos bolcheviques. Los
que se encontraban en París se enrolaron en el ejército francés, y -según
Krupskaya (1930,p. 247), la viuda de Lenin- Plejanov, el "padre del mar-
xismo ruso" y colaborador de Lenin durante muchos años, fue tan lejos en
su apoyo que hasta pronunció un discurso de despedida en su honor.
DEPENDENCIAY DESARROLLO:UNAVISIóN CRíTICA 33
que he mencionado anteriormente. Así deja en claro que su finalidad
es distinta a la de la obra de Bujarin o Luxemburgo."
Con fines analíticos podemos distinguir tres grandes temas en la
obra de Lenin. El primero es la descripción de los cambios políticos
ll
y económicos más importantes ocurridos en el sistema capitalista
mundial; el segundo, el análisis de los cambios en las relaciones in-
ternacionales resultantes, especialmente el del papel desempeñado
por el capital internacional; y, tercero, la discusión de las tendencias
futuras del sistema capitalista en su fase monopólica o imperialista
y su efecto en las economías avanzadas, sobre todo en su progresivi-
dad histórica. Sin embargo, no hay un análisis sistemático sobre el
efecto de esta fase del desarrollo del capitalismo a nivel mundial en
las regiones "atrasadas" del mundo. Pero como veremos después, es
posible deducir este análisis del conjunto de la obra. Pero, para poder
deducido es necesario retroceder diez y siete años, hasta la publica-
ción de El desarrollo del capitalismo en Rusia."
"EL DESARROLLODEL CAPITALISMO EN RUSIA"
Dentro de la tradición marxista, es en esta obra de Lenin en donde
encontramos el primer intento sistemático de proporcionar un aná-
lisis concreto del desarrollo del capitalismo en una nación "atrasada".
En su análisis dicho autor
formuló lo que sería esencial en los' análisis de la dependencia: las for-
mas de articulación entre dos partes de un determinado modo de pro-
ducción, y la subordinación de un modo de producción a otro (Car-
doso, 1974a,p. 325).
Así, en esta obra encontramos un estudio detallado y profundo de la
forma en que el capitalismo en desarrollo en Rusia se articula tanto
con las economías de Europa occidental, como con el modo de pro-
10 Este aspecto es enfatizado por Lukács (1974,p. 75). Es importante tener
en cuenta que Lenin no pretendió desarrollar una nueva "teoría económica"
d~l imperialismo; a este respecto Lenin sigue el enfoque de Hobson (1902) Y
Hilferding (1910).El elemento sustantivo de su contribución se encuentra en
e.l análisis del efecto que los cambios económicos tienen en el sistema capita-
lista en general, y en la lucha de clases en determinados países en particular;
y las consecuencias de ello en la progresividad histórica del capitalismo. Véase
Sutcliffe, 1972b, pp, 370-375.
11 En este aspecto sigo a Rudenko, 19'66.
12 Respecto a otros análisis de la obra de Lenin y de su relación con otros
tr'abajos sobre el imperialismo, véanse Varga y Mendelson (comps.), 1939;
Kruger, 19'55;Kemp, 1967,1972; L. Shapiro y P. Reddaway, 1967; Horowitz,
1969;Pailloix, 1970;Hinkelammert, 1971;Lichtheim, 1971;Barrat-Brown, 1972,
1974.

34 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA
ducción precapitalista interno. El ensayo fue escrito como parte de
una controversia muy importante en dicho país acerca de la necesi.
dad y de la viabilidad de su posible desarrollo capitalista. Este deba-
te es especialmente relevante, pues fue una controversia muy similar
en América Latina en las décadas de 1950 y 1960 el que dio lugar a
los estudios sobre la dependencia.
Como Rusia fue el primer país donde se desarrolló el marxismo
antes que el capitalismo, no debe sorprendemos que haya sido el lu-
gar de los primeros debates relacionados con la necesidad y viabili-
dad del desarrollo capitalista, debate al cual, como ya se ha dicho,
Lenin contribuyó con su Desarrollo del capitalismo en Rusia, como
parte de su constante polémica con los populistas."
El argumento central de los populistas era, por una parte, que el
desarrollo capitalista no era necesario para alcanzar el socialismo en
Rusia, y por otra, que desde el punto de vista económico, no era de
ninguna manera evidente que el capitalismo fuese un sistema viable
para un país como Rusia, debido a los problemas creados por su
entrada "tardía" en el proceso de la industrialización capitalista.·
Para ellos, las comunidades campesinas de Rusia 14 con su sistema de
propiedad comunal, eran esencialmente "socialistas" y, por tanto, ca-
paces de constituir la base de un futuro orden socialista; más aún,
Rusia incluso podría mostrar al resto de Europa el camino al socia-
lismo.
De lo que Marx y Engels escribieron antes de que se interesaran
por el caso de Rusia, es posible deducir a priori su desacuerdo con los
populistas. Un elemento central en sus análisis era que el campesi-
nado, sobre todo por sus orígenes feudales, era un elemento retra-
sado en la sociedad europea en relación con la burguesía capitalista
y, a [ortiori, en relación con el proletariado. En todas partes donde
el capitalismo estaba en rápido desarrollo, el campesinado era una
clase en decadencia." Por esta razón en el Manifiesto comunista se lo
13 Los populistas eran un grupo de intelectuales y terroristas que dirigían
la lucha revolucionaria en Rusia durante las tres últimas décadas del siglo XIX,
llegando a su apogeo en 187Or. De este grupo surgió posteriormente el partido
de los "Revolucionarios Sociales" que desempeñó un papel importante en el
periodo de febrero a octubre de 1917 y del cual era miembro Kerensky. La
base del partido eran principalmente los campesinos, aun cuando tenía tam-
bién cierto apoyo en las ciudades, dominando las primeras municipalidades de-
mocráticas, numerosos soviets y algunos sectores del ejército. Los populistas
eran un grupo complejo de materialistas radicales de la Ilustración del si-
glo XVIII, en la tradición de la Revolución francesa; sus raíces teóricas se en-
contraban en el marxismo y sus prácticas políticas estaban inspiradas en el
anarquismo. La primera traducción al ruso de El capital fue realizada por un
populista; apareció en 1872.
14 La comuna campesina era un sistema de tenencia comunitaria de la tie-
rra, con redistribuciones periódicas de parcelas individuales; prevaleció duran-
te el periodo de la servidumbre y sobrevivió a la abolición de ésta en 1861.
15 Marx y Engels explicaban la ambigüedad de la posición de clase del cam-
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA 3S
coloca junto a grupos pequeño-burgueses; Marx y Engels se refieren
conjuntamente a "los pequeños fabricantes, los comerciantes, los
artesanos y los campesinos". Según ellos, sólo cuando la burguesía
y el proletariado, juntos o separados, son incapaces de llevar a cabo
una revolución burguesa capaz de derrotar al feudalismo sería acon-
sejable apoyar al campesinado, sus organizaciones políticas y sus
intereses, como la propiedad individual de la tierra.
Al finalizar la década de 1860, atraídos por el desarrollo de la iz-
quierda en Rusia, Marx y Engels aprendieron ruso e intervinieron
en sus debates. En 18750Engels escribió sobre la necesidad del des-
arrollo capitalista en Rusia, aunque no en razón de una necesidad
absoluta sino por el hecho de que en su opinión el sistema agrícola
ruso de propiedad comunal ya estaba en decadencia. Debido a ello
resultaba difícil imaginar que se pudiese "saltar" la etapa capitalista
mediante la transformación de las instituciones comunales del pasa-
do feudal en bases fundamentales del futuro socialista. De todos
modos, Rusia no tendría que esperar demasiado, pues el triunfo de
la revolución socialista en los países más avanzados habría de ayu-
darIa a avanzar rápidamente hacia el socialismo (Carr, vol. 2, 1966,
página 385).
Dos años después, Marx contribuyó al debate con la importante
carta que hemos mencionado anteriormente. En ella muestra una
posición semejante a la de Engels, argumentando que ya parecía no
existir más la posibilidad de una transición distinta hacia el socialis-
mo en Rusia:
Si Rusia sigue marchando por el camino que viene recorriendo desde
1861,desperdiciará la más hermosa ocasión que la historia ha ofrecido
jamás a un pueblo para esquivar todas las fatales vicisitudes del régi-
men capitalista. \
En el año siguiente un grupo de jóvenes encabezado por Plejanov
rompió con el resto de los populistas y se dirigió a Suiza; sus diver-
gencias eran tanto políticas como teóricas: se oponían al empleo del
terrorismo y aceptaban el espíritu y la letra del Manifiesto comunis-
ta. Ello los llevó a adoptar posiciones "más marxistas que las del
mismo Marx". En 1881 Vera Sassoulitch escribió a Marx pidiéndole
aclarar sus opiniones acerca de la comuna campesina rusa. Después
de intentar tres largos borradores, que quedaron entre sus escritos,
él se contentó con una breve respuesta. Su análisis de El capital,
decía, se basaba en las condiciones de Europa occidental, en donde
pesino en el Manifiesto comunista de la siguiente manera: "Por si acaso son
revolucionarios, lo son sólo por su inminente paso al proletariado; por lo tanto,
no defienden sus intereses actuales sino los del futuro; abandonan su posición
de clase para colocarse en la del proletariado."
36 DEPENDENCIA Y DESARROLLO': UNA VISIóN CRfTICA
la propiedad comunal hacía mucho tiempo que había desaparecido;
dicho análisis no era de ninguna manera aplicable mecánicamente a
Rusia, en donde tales formas de propiedad aún subsistían en las
comunidades campesinas. Sin embargo, para que éstas pudieran ser-
vir como punto de partida para una "regeneración socialista de
Rusia" requerirían una serie de condiciones que les permitieran des-
arrollarse libremente. En ninguna parte de su respuesta expresa
Marx duda alguna de que el desarrollo capitalista fuera posible en
Rusia; su argumento era que, dado el carácter específico de la situa-
ción de Rusia, quizás el costo del desarrollo capitalista resultaba de-
masiado alto e innecesario como para que se pudiera considerar
históricamente progresivo."
En cuanto a la otra faceta del pensamiento de los populistas, las
dificultades de un desarrollo capitalista tardío en Rusia, fue en sus
escritos donde se sugirió por primera vez que el capitalismo pudiera
no ser viable en una nación "atrasada". Así, Vorontsov argüía que
"mientras más atrasado sea el proceso de industrialización, más
difícil será poder realizado dentro del sistema capitalista" (citado·
por Walicki 1969, p. 121). Además, para los populistas, "el retraso
económico proporcionaba una ventaja pues al mismo tiempo que se
podía obtener los beneficios tecnológicos del capitalismo moderno
se podía rechazar su estructura" (Sutcliffe, 1974 a, p. 182).
Así, para los populistas no sólo era posible sino económicamente
imperativo saltar la etapa de desarrollo capitalista y avanzar directa-
mente hacia el socialismo. Esta misma posición, como veremos, será
uno de los elementos centrales de los trabajos latinoamericanos so-
bre la dependencia en la década de los años sesenta.
En la última década del siglo XIX, junto con las primeras huelgas
industriales en Rusia, aparecieron varios grupos marxistas, en tanto
que los populistas perdían influencia, atrapados en el círculo vicioso
del terrorismo. Uno de esos grupos emergentes fue "La liga de la
lucha por la liberación de la clase trabajadora", que apareció en Pe-
trogrado en 1895; entre sus miembros se encontraba un discípulo
de Plejanov, que escribió sucesivamente bajo los seudónimos de
"Petrov", "Freí" y "Lenin", este último después de 1902. Lenin entró
vigorosamente al debate con los populistas, escribiendo su más im-
portante contribución en ese sentido, El desarrollo del capitalismo en
RJusia, entre 1896 y 1899. . atrasadas.
Lenin estaba de acuerdo con los populistas solamente en un pun-
16 Un año después y sólo un año antes de su fallecimiento,Marx (junto con
Engels), volvió a ese tema en un nuevo prefacio a la edición rusa del Mani-
fiesto comunista, utilizando argwnentos muy similares. Engels afirmaría, diez
años más tarde, que si alguna vez había existido la posibilidad de saltar el
desarrollo capitalista en Rusia, ésta ya había desaparecido.La "comuna" rusa
era ya para entonces algo del pasado y Rusia, por lo tanto, no podría escapar
a la etapa del capitalismo.
DEPENDENCIA Y DESARRO'LLO': UNA VISIóN CRfTICA 37
to ; el capitalismo era un sistema económico embrutecedor y degra-
dante.
Sin embargo, tal como Marx, distinguía claramente entre este as-
pecto del capitalismo Y su papel históricamente progresivo:
El reconocimiento del carácter progresivo de este papel es del todo
compatible [ ... ] con el reconocimiento pleno de los aspectos negativos
y sombríos del capitalismo, con el reconocimiento pleno de las con-
tradicciones sociales profundas y múltiples inevitablemente propias del
capitalismo, contradicciones que ponen de manifiesto el carácter histó-
ricamente transitorio de este régimen económico. [Son] precisamente
los populistas -que tratan con todas las fuerzas de presentar la cosa
como si el reconocer el carácter histórico progresivo dei capitalismo
significase ser su apologista- [ ... ] El papel histórico progresivo del
capitalismo puede resumirse en dos breves tesis: aumento de las fuer-
zas productivas del trabajo social y socialización de éste.
(1899,pp. 602-603,las cursivas son mías).
Sin embargo, sus diferencias no solamente 'se encontraban a un ni-
vel teórico. Según Lenin, los populistas estaban equivocados en
algunos hechos concretos básicos. Después de hacer un largo y deta-
llado estudio del mercado de trabajo, él muestra que el capitalismo
ya estaba en pleno desarrollo en Rusia, por lo cual este país ya se
debía considerar esencialmente como un país capitalista, aunque en
cuanto a su desarrollo económico "muy atrasado en comparación
con otros países capitalistas" (1899, p. 507).
Además, en cuanto a lo que los populistas identificaban como "obs-
táculos" para el desarrollo del capitalismo en Rusia, tales como el
desempleo y el subempleo, afirma que éstos son característicos del
desarrollo capitalista. Los populistas son culpables de haber transfor-
mado "las condiciones básicas del desarrollo del capitalismo en la
prueba de que el capitalismo es imposible" (1899, pp. 589-590).
Según Lenin era indispensable un estudio en profundidad sobre
por qué el desarrollo del capitalismo en Rusia (aunque rápido en
comparación con el periodo precapitalista) era lento en comparación
con el de otras naciones capitalistas. Es en su enfoque de este fenó-
meno donde en mi opinión encontramos su contribución más im-
portante al estudio del desarrollo del capitalismo en las naciones
Su análisis sobre la lentitud del desarrollo capitalista en Rusia
(que algunos escritores de la dependencia insistirían en describir
como "el desarrollo del subdesarrollo ruso") se concentra en tres
temas relacionados entre sí: i) debilidad de la burguesía rusa como
agente acelerador del desarrollo capitalista; ii) efecto negativo de
~a competencia europeo occidental, que retarda el crecimiento de la
industria moderna en Rusia, y iii) la enorme e insospechada capa-

38 DEPENDENCIAY DESARROLLO:UNAVISIóN CRíTICA
cidad de supervivencia y capacidad de adaptación de las estructuras
tradicionales de la sociedad rusa.
En cuanto a la debilidad de la burguesía rusa, Lenin estaba abor-
dando un tema ya discutido por la izquierda rusa." Lo interesante de
su análisis estaba en que él relaciona dicha debilidad con el papel
ambigüo desempeñado por el capital extranjero (de Europa occiden-
tal) en el desarrollo del capitalismo ruso. Por una parte, aceleraba
el proceso de industrialización, en tanto que, por otra, retardaba el
desarrollo de la débil y dependiente burguesía rusa.
En cuanto al segundo factor (la lentitud relativa del desarrollo
capitalista ruso), Lenin hace hincapié en que puesto que Rusia se in-
dustrializaba "tardíamente" el desarrollo de su industria moderna
tenía no solamente que competir con la industria tradicional interna
(como tuvieron que hacerla todos los países en vías de industria-
lización) sino también con la mucho más eficiente industria de los
países capitalistas más avanzados.
Finalmente, Lenin hace hincapié y da un valor explicativo a la ines-
perada capacidad de supervivencia de las estructuras tradicionales
rusas:
En ningún país capitalista se han salvado con tanta abundancia las
instituciones del pasado, incompatibles con el capitalismo, que frenan
su desarrollo y empeoran sin medida la situación de los productores,
los cuales (citando a Marx) "sufren tanto a causa del capitalismo como
a causa del insuficiente desarrollo del capitalismo" (1899,p. 607).
Un aspecto esencial del análisis de Lenin de la supervivencia de
las estructuras tradicionales (particularmente interesante para la si-
tuación actual de las naciones en desarrollo) es la forma como trata
las interconexiones que se desarrollan entre los diversos sistemas
de producción que existían en Rusia: "los hechos contradicen abierta-
mente la opinión tan difundida aquí en Rusia de que la industria
'moderna' y la industria 'artesanal' no están conectadas entre sí.
Por el contrario, dicha división es totalmente artificial" (1899, p. 547).
La visión de Lenin sobre el desarrollo capitalista en Rusia puede
resumir se como sigue: i ) de conformidad con la tradición clásica
17 Así,por ejemplo,un año antes (en febrero de 1898) al iniciarse el Congreso.
del Partido Social-Demócratade los Trabajadores Rusos (primer intento orga-
nizado de crear un partido marxista ruso en Rusia, precursor del Partid?
Comunista Ruso [Bolchevique]),los delegadoshicieron hincapié que el princi-
pal dilema de la Revoluciónrusa era la incapacidadde la burguesía para hacer
su propia revolución; de ello derivaron la consiguientenecesidad de extender
al proletariado el liderazgo de la revolución democráticoburguesa. En este
contexto se afirmó que: "Mientras más hacia Oriente se dirige uno en Europa,
más débil, más mezquina y más cobarde -en el sentido político- se vuelve
la burguesía y más pesada es la carga cultural y política que tiene que llevar
el proletariado" (citado por Carr, 1966, vol. 1, p. 15.
DEPENDENCIAY DESARROLLO:UNAVISIóN CRíTICA 39
marxista, él lo ve como políticamente necesario y económicamente
viable; ii} por medio de un análisis concreto, él muestra cómo el ca-
pitalismo en Rusia ya estaba en pleno desarrollo; iii} por primera
vez el desarrollo del capitalismo en los países atrasados es visto no
coma un simple proceso de destrucción y sustitución de estructuras
precapitalistas, sino como un proceso más complejo de interacción
entre estructuras internas Y externas; en esa interacción, las estruc-
turas tradicionales desempeñan un papel activo y su sustitución
será más lenta y más difícil de lo previamente supuesto, y iv ), a pe-
sar de la complejidad del desarrollo capitalista ruso, tanto éste como
la revolución burguesa que lo deberá acompañar se habrían de des-
arrollar finalmente para llegar a un proceso relativamente semejan-
te al de Europa occidental. Por lo tanto, el desarrollo del capitalismo
en Rusia sería algo así como una repetición "en cámara lenta" del
europeo occidental.
EL DESARROLLOPOSTERIOR DEL PENSAMIENTO DE LENIN CON RESPECTO AL
DESARROLLODEL CAPITALISMO EN LAS NACIONES "ATRASADAS"
Dos, acontecimientos históricos tuvieron una profunda influencia en
el desarrollo posterior del pensamiento de Lenin: la revolución de
1905y el colapso de la Segunda Internacional. Si el segundo de estos
acontecimientos convenció a Lenin que no era obvio que el desarrollo
del capitalismo llevara necesaria e "inevitablemente" al socialismo.
el primero le mostró la posibilidad concreta de interrumpir prematu-
ramente el desarrollo capitalista. De esta forma, se podría quizás elu-
dir sus riesgos potenciales y trasladar al proletariado la tarea de
impulsar la revolución "democrático-burguesa".
El colapso de la Segunda Internacional mostró que el capitalismo
tenía una imprevista capacidad para integrar importantes sectores
del proletariado y que, por lo tanto, el aumento de sus contradiccio-
nes internas tomaría una senda más compleja de lo hasta entonces
pensado.
Marx había insistido que el desarrollo capitalista estaba per se con-
denado a resolver sus dificultades y contradicciones mediante trans-
formaciones que habrían de conducir necesariamente a contradiccio-
nes aún mayores. Sin embargo, parecía que había al menos un aspecto
d~,l desarrollo capitalista que en el mediano plazo actuaba en direc-
Clan opuesta: la elevación de los salarios reales. Éste, esencialmente
un resultado de la organización y de la lucha de la clase trabajadora,
desempeñaba un doble papel positivo para el desarrollo del capitalis-
mo; afianzaba su estabilidad política e incrementaba la demanda
efecti:va, lo cual probaba ser esencial para la realización del excedente.
Al mtentar una explicación de esta capacidad del capitalismO' para
4{) DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA
aumentar los salarios reales mucho más de lo previsto y sus efectos
sobre la clase trabajadora en los países capitalistas avanzados, Lenin
hizo gran hincapié en las "enormes utilidades que aportaba la explo-
tación imperialista" (1916, p. 9). En cuanto a su efecto positivo sobre
la demanda efectiva, no mucho tiempo después, siguiendo el análisis
ya avanzado por Hobson (1902, 1911), Henry Ford afirmaba:
• antiguo orden hubiera recorrido todo su curso. Los acontecimientos
Si podemos elevar los salarios, ese dinero se va a gastar y servirá para
hacer más prósperos a los dueños de tiendas, a los distribuidores y fa-
bricantes de otras líneas de productos y esa prosperidad se reflejará,
al final, en nuestras propias ventas. Altos salarios a lo largo de todo el
país significa prosperidad para todo el país (1922,p. 124).
Kalecki (1933, 1934, 1935) Y Keynes (1936) incorporarían posterior-
mente este análisis en una nueva' conceptualización del desarrollo del
capitalismo; dos años después, Harold Macmillan haría la siguiente
referencia a la enorme importancia política de hacer llegar a la clase
trabajadora algunos de los beneficios materiales del desarrollo capi-
talista:
La democracia solamente puede vivir mientras sea capaz de hacer
frente satisfactoriamente a los problemas de la vida social. Mientras
pueda manejar estos problemas y asegurar a su pueblo la satisfacción
de sus demandas razonables, conservará el apoyo vigoroso que su
defensa requiere (1938,p. 375; citado por Kay, 1975,p. 174).
En este contexto, es importante recordar que, aun cuando no es del
todo claro cuáles eran las expectativas de Marx respecto al nivel de
vida que alcanzaría la clase trabajadora bajo el capitalismo, es evi-
dente que él no esperaba un incremento de la magnitud que finalmen-
te tuvo lugar. Posteriormente, quedó en evidencia que en los países
capitalistas avanzados los salarios reales subirían en una propor-
ción semejante a su ritmo de desarrollo sólo después de un conside-
rable "lapso de tiempo" (véase Hicks, 1969, pp. 148-159). En 1923, en
el que sería su último artículo, Lenin escribió:
... los países de Europa occidental no están llevando a cabo su des-
arrollo capitalista como previamente esperábamos que lo hicieran. No
lo están haciendo por medio de una progresiva "madurez" hacia el
socialismo, sino a través de la explotación de unos Estados por otros
(citado por Foster-Carter, 1974,p. 67).
El tren de la historia no iba a dejar a sus pasajeros en la estación
elegida, el socialismo, si ellos no tomaban el control en una etapa
anterior. El aporte de los acontecimientos en la Rusia de 1905 consis-
tió, precisamente, en mostrar que ello era posible, aunque no fuera
necesariamente viable desde el punto de vista económico.
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA 41
I
A partir de 1905, pri~ero con. ~~otsky y Parvus y des~lUéscon Le-
nin se inició un cambio de posicion respecto a la necesidad de con-
tin~ar con el desarrollo capitalista. Según vimos anteriormente, Marx
había afirmado que ningún orden social desaparecería sin haber antes
desarrollado todas las fuerzas productivas que pudiera contener, y
que relaciones de producción superiores no aparecerían hasta que el
de 1905 mostraron tanto las limitaciones del desarrollo "tardío" del
capitalismo en Rusia como la posibilidad concreta de interrumpirlo
tempranamente, transfiriendo al proletariado la tarea de llevar a
término la revolución "democrático-burguesa". Sin embargo, ya En-
gels había argumentado que para que ello ocurriera tendría que
haber, simultáneamente, una revolución en Europa occidental. Rusia
podría desempeñar el papel del eslabón más débil de la cadena capi-
talista, pero requeriría del apoyo de sociedades más desarrolladas
para avanzar en la senda hacia el socialismo. Por lo tanto, la revolu-
ción socialista se podría iniciar en un país como Rusia, pero para
continuar su desarrollo se requeriría de una articulación con otras
experiencias más avanzadas."
Sin embargo, los acontecimientos de 1905 no solamente mostraron
a Lenin y a los bolcheviques el camino que deberían seguir, sino tam-
bién a Nicolás II y a su brillante ministro Stolypin la necesidad de
embarcarse en un rápido proceso de reestructuración social, econó-
mica y política, si querían evitar una revolución. De las transforma-
ciones que ellos iniciaron con posterioridad a 1905 Lenin reconoce-
ría: "nuestros reaccionarios se distinguen por la extrema claridad
de su conciencia de clase. Saben muy bien lo que quieren, dónde se
dirigen, y con qué fuerzas pueden contar" (citado por Conquest,
1972, p. 61).
En esa época, la actitud de Lenin acerca de la necesidad de un des-
arrollo capitalista era diferente de la que había tenido en 1899. Si la
política de Stolypin tenía éxito y el capitalismo se consolidaba en
Rusia la revolución socialista tendría que posponerse por mucho
tiempo. Ya desde 1908 Lenin había señalado los peligros de la política
de Stolypin:
La constitución y la política agraria de Stolypin marcan una nueva
fase. en la desaparición del antiguo régimen zarista semipatriarcal Y
semifeudal y un nuevo paso para su transformación en una monarquía
de clase media. .. Sería absurdo decir que el éxito de dicha política es
"imposible" en Rusia. ¡Es posible! Si persiste la política de Stolypin,
la estructura agraria de Rusia llegará a ser totalmente burguesa (citado
por Laclau, 1972,p. 69).
18 ~ó~odespuésde algunosaños desarrolló Stalin su bien conocidatesis del
"
Socialismoen un solo país".

42 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA
Los acontecimientos del periodo posterior, que culminaron cuando
los bolcheviques asumieron el poder en octubre de 1917, constituyen
el tema de una de las más grandes controversias de la historia mo-
derna. Por una parte, los programas de gobierno iniciados por Stoly-
pin mostraban claramente que el análisis de Lenin sobre el potencial
de desarrollo capitalista en Rusia era correcto; durante ese periodo
Rusia tuvo un auge industrial considerable, y ya en 1917 los campesi-
nos eran dueños de más de las tres cuartas partes de la tierra cultiva-
ble de Rusia. Quizá fueron factores como éstos los que llevaron a que
Lenin concluyera en forma pesimista una conferencia que pronunció
en Zurich el 9 de enero de 1917, tan sólo meses antes de llegar al
poder, diciendo "nosotros los de la vieja generación tal vez no alcan-
cemos a presenciar las batallas decisivas de nuestra revolución"
(1917, p. 158).19
Pero" por otra parte, fue precisamente ese auge industrial el que
reforzó a la izquierda en general y a los bolcheviques en particular.
Así como los mencheviques ejercían control político sobre el antiguo
proletariado, los bolcheviques necesitaban de uno nuevo que sirviera
de base para sus políticas; el auge industrial se los proporcionó.
Este análisis de la Revolución rusa, ya tan extenso, no puede ser
continuado en este trabajo. He tratado de sacar de él las contribu-
ciones más importantes para el debate posterior relacionado con el
desarrollo del capitalismo en otras naciones "atrasadas".
Rusia tenía entonces una serie de características comunes con
otros países "dependientes", como aquellos relacionados con la indus-
trialización "tardía" y con el papel particular juzgado en ella por el
capital y la tecnología extranjeros; y como una estructura de clase
diferente de la de Europa occidental, más compleja en su composi-
ción, con una burguesía relativamente débil y dependiente, un prole-
tariado pequeño pero fuerte, y un "subproletariado" relativamente
grande, que es su aliado potencial."
Sin embargo, existen también diferencias importantes con otras
experiencias de desarrollo capitalista tardío: Rusia no fue nunca co-
lonia de una potencia de Europa occidental; la industrialización
tardía no siempre es la misma si ocurre en distintas etapas del des-
arrollo del sistema capitalista mundial, y (según Lenin mismo lo
muestra en forma brillante en lo que respecta al caso de Rusia) los
rasgos peculiares del desarrollo capitalista en cualquier región atra-
sada dependerán significativamente de las características de sus es-
tructuras precapitalistas. En el caso de la América Latina, por ejem-
19La viuda de Lenin da testimonio de la enorme sorpresa de Lenin cuando
reoibió las noticias de la Revolución de febrero. Véase Krupskaya, 1930, p. 286.
20 Para un análisis general de los problemas de una industrialización "tar-
día", véase Gerschenkron, 1952; para un análisis del efecto de la expansión del
capitalismo en las naciones atrasadas, véase Rey, 1971.
43
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA
plo si bien había países (como Brasil, México, Chile y Argentina)
q~ en esta misma época estaban tratando de industrializarse, su
formación social, heredada en gran medida de la colonización espa-
ñola Y portuguesa, era obviamente, muy distinta de la rusa." En
todo caso, aun cuando es evidente que los análisis de Lenin y de sus
contemporáneos no se pueden aplicar mecánicamente al desarrollo
capitalista de otros épocas Yde otras regiones "atrasadas" del mundo,
sigue siendo cierto que en la obra de Lenin encontramos la meto dolo-
gía a seguir: el análisis de las formas concretas de articulación entre
las estructuras capitalistas de los países en desarrollo y los países
más desarrollados del sistema ~apitalista internacional, Y de las
formas concretas adoptadas por la subordinación de las formas pre-
capitalistas de producción a las capitalistas en los primeros. Es en-
tender la dinámica de los países en desarrollo como una síntesis de
los determinantes generales del sistema capitalista internacional
(factores externos) Y de los determinantes específicos de cada una
(factores
Pero si internos).
ni Lenin, ni Bujarin ni Luxemburgo estudiaron el desarro-
llo concreto del capitalismo en otras regiones "atrasadas" del mundo,
es posible derivar de sus análisis del imperialismo al menos los "de-
terminantes generales" del sistema capitalista internacional del pe-
riodo, o "factores externos" del desarrollo de esas regiones en aquella
época. Básicamente, estas son las fuerzas motrices esenciales que im-
pulsaron a los países capitalistas avanzados hacia el predominio y
control de las regiones atrasadas del mundo.
Cada uno de estos autores ubica estas fuerzas motrices (con dife-
rencias de hincapié) en las esferas financieras y productivas de los
países avanzados. Las dos se encuentran íntimamente relacionadas,
pues son el resultado de un mismo proceso de transformación en los
países capitalistas avanzados. Las fuerzas motrices financieras están
relacionadas con la necesidad de desarrollar nuevas oportunidades
de inversión, debido a que sus propias economías son incapaces de
creadas al mismo ritmo con que generan excedente; las de las esferas
productivas están vinculadas con la necesidad de garantizar el abas-
tecimiento de materias primas y de asegurar mercados para sus
productos manufacturados. Es así como Bujarin Y PreobrazhenskY
definen al imperialismo como "la política de conquista que el capital
financiero emprende en la lucha por los mercados, por las fuentes de
abastecimiento de materias primas y por los lugares en donde el capi-
tal puede ser invertido" (1919, p. 1505).
Como resultado de lo anterior se habría generado una tendencia
21 En 1824, el canciller británico, Lord Canning, hizo una declaración citada
en muchas ocasiones: "La América española es libre y, a menos de que noso-
tros ,manejemos muy mal nuestros asuntos, ella será inglesa." La historia
habna de comprobar que su optimismo era justificado.

44 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRlTICA
hacia una mayor integración de la economía mundial, un grado con-
siderable de movimiento de capital y una división internacional del
trabajo en la que el desarrollo de las economías atrasadas se restrin-
giera a la producción de minerales y materias primas agrícolas. Para
que estos productos primarios se pudiesen producir a bajo costo, la
fuerza de trabajo en estos países tendría que dejarse a nivel de sub-
sistencia.
PO'resto, como consecuencia de 10'srequerimientos derivados de la
expansión de las economías capitalistas avanzadas, a medida que in-
gresan a su fase monopólica de desarrollo, las economías de los paí-
ses atrasados tienden a caracterizarse por un creciente endeuda-
miento y por una estructura productiva que las llevará a consumir
lo que no producen y a producir lo que no consumen. Los rasgos es-
pecíficos del desarrollo de esas economías obviamente dependerán
de las características particulares de los sectores exportadores que
desarrollen y de los términos en que intercambien sus productos y
obtengan capital.
Si tales relaciones se conformaran dentro de un contexto colonial,
serían notoriamente desiguales, lo que restringiría enormemente sus
posibilidades de desarrollo. Si se conformara en un contexto pos-
colonial, sus posibilidades de desarrollo dependerían de la capacidad
de la burguesía nacional emergente y de los otros grupos dominan-
tes locales para establecer una relación más favorable con los países
avanzados del sistema, y de su capacidad para transformar la estruc-
tura económica interna.
Podemos resumir esta visión de los autores clásicos del imperialis-
mo de la siguiente manera: el imperialismo tendería a obstaculizar
el desarrollo industrial de los países en desarrollo, pero una vez que
éstos hubieran roto .los vínculos coloniales, podrían desarrollar sus
economías de una manera diferente, y finalmente vencer los obstácu-
los a su industrialización. Dicha industrialización, dada su naturale-
za "tardía" y la probable presencia de capital y tecnología extranjeros,
se habría de enfrentar a una serie de problemas y contradicciones
pero, como en el caso de Rusia, éstos no serían insuperables. En las
palabras de Rosa Luxemburgo:
La fase imperialista de acumulación de capital. .. restringe la indus-
trialización y la emancipación capitalista nacional. .. Una revolución
(burguesa) es un elemento esencial para el proceso de emancipación
capitalista. Los países atrasados deben deshacerse de sus organizacio-
nes políticas obsoletas y crear una maquinaria estatal moderna, adap-
tada a las necesidades de la producción capitalista (citado por O'Brien,
1975, p. 16).
Este análisis sobre el papel del capitalismo en las colonias difiere
claramente del que hacen Marx y Engels, aunque hay que tener pre-
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA 45
sente que se refiere a diferentes etapas del desarrollO' capitalista en
los países avanzados.
Marx esperaba que el proceso que se inició con el desarrollo de los
ferrocarriles en la India acabaría necesariamente impulsando un pro-
ceso de industrialización en ese país. Por otra parte, para los autores
clásicos del imperialismo es precisamente porque el capitalismo es
progresivO en las nac~ones atrasada~ d~l mundo, qu~ .entra en con!ra-
dicción con las neces~dades del cap,aallsmo monopoltco de los paises
avanzados; dentro de un contexto colonial, los países imperialistas
podrán y habrán de obstaculizar la industrialización de las colonias.
Una vez que los vínculos coloniales se rompen las incipientes burgue-
sías nacionales pueden emprender el desarrollo que los vínculos colo-
niales obstaculizaban, llevando a cabo sus respectivas "revoluciones
burguesas" e industrializaciones. Estos autores no pretenden, por
supuesto, sugerir que dichos [ntentos de industrialización poscolo-
níal estén libres de problemas y contradicciones, sino que -como en
el caso de Rusia- ellos pueden ser superados. Si tal fue re el caso,
aparecerían eventualmente en la época poscolonial nuevas socieda-
des capitalistas relativamente semejantes a las de Europa occidental
(como en los Estados Unidos y algunas otras regiones de coloni-
zación europea).
Sin embargo, la independencia política de las colonias no ha sido
seguida por el tipo de desarrollo esperado por los autores exami-
nados hasta ahora. Aún más (con las debidas variantes económi-
cas y políticas) en el caso de América Latina, es precisamente en la
época poscolonial que se desarrolla el tipo de vínculo con los paí-
ses capitalistas avanzados que los escritores clásicos del imperialis-
mo atribuyen al periodo colonial: crecimiento económico concen-
trado en sectores-primario-exportador (minerales o agrícolas), con
muy escasas excepciones, un limitado grado de industrialización y
una gran dependencia financiera.
DEL IMPERIALISMO' A LA DEPENDENCIA
Sólo alrededor de 1920 surgió dentro del pensamiento marxista una
nueva interpretación del desarrollo capitalista en las naciones atra-
sadas que intenta integrar los fenómenos recién mencionados (véase
Lenin, 1920). Se formuló explícitamente en el Sexto Congreso de la
In ternacional Comunista (Comintern) en 1928:. Este enfoque difiere
del que lo precedió porque en sus análisis da una mayor relevancia
al papel desempeñado por las clases dominantes tradicionales de los
países atrasados (generalmente conocidas como oligarquías). De
acuerdo con esta interpretación, los intereses de dichas élítes eran
contradictorios con las transformaciones de las estructuras internas
46 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA
que necesariamente acarrearía el desarrollo capitalista en general y
la industrialización en particular (transformaciones que generalmen-
te se asocian con una "revolución burguesa"). Existirían, por lo tanto,
condiciones objetivas para que se desarrollara una alianza política
entre estas oligarquías y el imperialismo, destinadas a bloquear di-
chas transformaciones.
Así pues, en el Congreso de 1928 Kusinen presentó las así llamadas
"Tesis sobre el movimiento revolucionario en los países coloniales y
semicoloniales" (véase Degras, 1960, pp. 526-548). Allí afirma que,
por el contrario, las consecuencias progresivas del capitalismo no se
observan en estos países (a pesar del incremento de la inversión ex-
tranjera). Cuando la potencia imperialista dominante requiere apoyo
social en las colonias, establece una alianza con las clases dominantes
del antiguo sistema precapitalista, con la burguesía de tipo feudal, de
comerciantes y prestamistas [sic], en contra de la mayoría del pueblo.
En mi opinión este Congreso debe ser considerado como el punto
de transición en el enfoque marxista respecto a la progresividad
histórica del capitalismo en las regiones atrasadas. Desde ese momen-
to en adelante, se hará hincapié no solamente en los obstáculos que
el imperialismo pueda imponer e impone al proceso de industrializa-
ción durante la época colonial, ni en aquellos que cualquier proceso
de industrialización tardío enfrenta (la brecha tecnológica, el papel
ambiguo del capital extranjero y demás), ahora es la progresividad
histórica misma del capitalismo en las regiones atrasadas del mundo,
tanto en las épocas coloniales como en las poscoloniales, la que se
analiza como bloqueada, y distorsionada por la ya mencionada alianza
entre el imperialismo y las élites tradicionales (la así llamada "alian-
za feudal imperialista").
Como el proceso de industrialización en los países atrasados era
obstaculizado no sólo por el imperialismo sino también por las oli-
garquías tradicionales, la posibilidad de desarrollo de las incipientes
burguesías nacionales, en la fase poscolonial, dependería de la ca-
pacidad política de éstas para imponerse a dicha alianza impidiendo,
por ejemplo, la adopción de políticas tales como el libre comercio que
aquéllas trataban de imponerles.
Esta doble contradicción en el desarrollo capitalista de la periferia
(particularmente de, su proceso de industrialización) -con su ten-
dencia a transformarse en una contradicción única a través de la
alianza "feudal-imperialista"- figura prominentemente en el análisis
político y económico de grandes sectores de la izquierda de América
Latina (incluyendo a los partidos comunistas del subcontinente),
hasta la década de 1960.22 Además, parece haber tenido mucha in-
22 Es sorprendente cómo otros aspectos del análisis marxista quedaron
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA 47
fluencia (aunque no reconocida) en los análisis de la CEPAL, como ve-
remos más adelante. El intento de superar los límites de este análisis
será el punto de partida común de los distintos enfoques de la escuela
de la dependencia.
En este análisis "pre-dependencia" se identificó al imperialismo
como el mayor enemigo (de una manera u otra era la explicación
omnipresente para todos los procesos sociales e ideológicos que ocu-
rrían) y no había dudas en cuanto al principal blanco de esta lucha:
el imperialismo norteamericano. El campo aliado, en este análisis,
también era claro: todos, menos los grupos aliados al imperialismo
(en particular aquellos grupos vinculados al sector exportador tradi-
cional). Así, la lucha antimperialista era al mismo tiempo la lucha
por la industrialización. El estado local y la burguesía nacional son
presentados como los agentes potenciales del desarrollo capitalista
el cual, a su vez, todavía parece ser visto como una etapa necesaria.
Los frentes populares se basarían en esta visión del desarrollo tanto
para su análisis acerca del papel histórico que el capitalismo debe
desempeñar en la América Latina como para el de los obstáculos que
éste habrá de encontrar en su camino.
La mayoría de los grupos de izquierda latinoamericanos manten-
drán semejante análisis del desarrollo capitalista de la América La-
tina hasta la Revolución cubana (1959). A este respecto, son bien
conocidas las discrepancias que existieron originalmente entre la
guerrilla y el Partido Comunista cubano (el Partido Socialista Popu-
lar) respecto al carácter de la revolución. Para los primeros debía
haber una transición inmediata al socialismo," mientras que para
los últimos se debía recorrer el camino previamente analizado, que
era lo que tradicionalmente se proponía en la América Latina.
La Segunda Declaración de La Habana (1962) y las declaraciones
y resoluciones de la primera conferencia de la OLAS (Organización
Latinoamericana de la Solidaridad) en 1967, no dejaron ninguna
duda acerca de la opción escogida: la revolución democrática y
antimperialista que el continente exigía podría solamente adoptar
una forma inmediatamente socialista:
La llamada burguesía latinoamericana, por sus orígenes y por sus co-
nexiones económicas y hasta por sus relaciones de parentesco con los
prácticamente ausentes del debate; la obra de Trotsky, por ejemplo, careció
de influenciao, por lo menos, no se le reconoció como influyente,a pesar de
sus importantes contribuciones,particularmente la de 1930; en ella Trotsky
il!sistió en que las circunstancias históricas específicas de cada país impedí-
~an que repitiesen el camino hacia el desarrollo capitalista que les habían se-
nalado las naciones avanzadas,
23 Deberíahacerse notar que esto no impide, por ejemplo, una alianza con
los pequeñosproductores del campo. Para un análisis completo de esta con-
troversia, véase Suárez, 1.967.

48 DEPENDENCIAY DESARROLLO:UNAVISIóN CRíTICA
terratenientes, forma parte de las oligarquías que gobiernan nuestra
América y es, en consecuencia, incapaz de actuar independientemen-
te. .. Sería absurdo suponer que. .. la llamada burguesía latinoameri-
cana fuera capaz de desarrollar una línea política independiente ...
ijlll!
del imperialismo, en defensa de los intereses y aspiraciones de la na-
ción. La contradicción dentro de la cual se encuentra objetivamente
atrapada es, por su naturaleza, ineludible (citado por Booth, 1975,pá-
ginas 65-66).
Es, precisamente, dentro de este marco de análisis y con el motivo
explícito de desarrollar teóricamente y de documentar empíricamente
esta nueva forma de ver el subdesarrollo y la revolución de la Amé-
rica Latina, que Frank entra en escena. Lo hace primeramente con
el artículo publicado por Monthly Review (1966) y, posteriormente,
en forma más elaborada en su bien conocido estudio del "Desarrollo
del subdesarrollo" de Chile y de Brasil (1967).
De esta manera, Frank inicia una de las formas de análisis más
influyentes dentro de la escuela de la dependencia. Al mismo tiempo,
tanto dentro como fuera de la CEPAL,24 se inicia el desarrollo de los
otros dos grandes enfoques acerca de la "dependencia" en América
Latina.
ANÁLISISDELADEPENDENCIA
- El campo general de estudio de los análisis de la dependencia es el
desarrollo del capitalismo de la periferia. Su característica más im-
portante es el intento de estudiado desde el punto de vista de la in-
teracción entre las estructuras internas y externas. Sin embargo, uno
descubre que dicha interacción se analiza de diversas formas.
La mayoría de los trabajos que analizan las distintas contribucio-
nes a la escuela de la dependencia tienden a distinguir tres grandes
enfoques dentro de ella. El primero consiste en aquellos trabajos que
niegan la posibilidad de desarrollo capitalista en la periferia, porque
este sistema sólo puede llevar al "desarrollo del subdesarrollo"; el
segundo, son aquellos estudios que se concentran en el análisis de los
obstáculos que enfrenta el desarrollo capitalista en la periferia (par-
ticularmente por las limitaciones de una economía de mercado);
y el tercero, aquéllos que aceptan la posibilidad de desarrollo capi-
talista en la periferia, pero hacen hincapié en la forma dependiente
que adopta en relación con el capitalismo del centro.
Si bien es cierto que esta clasificación es adecuada desde cierto
punto de vista, no es satisfactoria desde una perspectiva más pro-
funda. En mi opinión, las diferencias que dividen los análisis de la
24CEPAL(Comisión Económica de las Naciones Unidas para la América
Latina).
DEPENDENCIAY DESARROLLO:UNAVISIóN CRíTICA 49
dependencia van más allá de las discrepancias respecto a la posibili-
dad de desarrollo periférico dentro de un contexto capitalista.
por mi parte (con el grado necesario de simplificación que toda
clasificación de tendencias intelectuales inevitablemente acarrea) voy
a distinguir tres grandes enfoques de los análisis de la dependencia,
que no son mutuamente excluyentes desde el punto de vista de la
historia intelectual. El primero es el iniciado por Frank, y continuado
entre otros por la "Escuela del CESO"(Centro de Estudios Sociales
de la Universidad de Chile) y allí Dos Santos, Marini. Caputo y Piza-
rra especialmente, con contribuciones de otros científicos sociales
tales como Hinkelammert del CEREN(Centro de Estudios de la Rea-
lidad Nacional de la Universidad Católica de Chile). Su característi-
ca esencial es el intento de elaborar una "teoría del subdesarrollo"
en la cual el carácter dependiente de las economías periféricas sería el
eje alrededor del cual giraría todo el problema del subdesarrollo:
el carácter dependiente de esas economías generaría ciertos proce-
sos que tienen una relación causal con su estado de subdesarrollo.
El segundo enfoque, principalmente el de investigadores asociados a
la CEPAL,como Sunkel y Furtado, se caracteriza por el intento de re-
formular los análisis de dicho organismo desde la perspectiva de
una crítica de los obstáculos al "desarrollo nacional". Este intento
de reformulación no es un simple proceso de agregar nuevos elemen-
tos políticos y sociales ausentes en los primeros análisis de la CEPAL,
sino es una forma sistemática de superar dicho análisis, con una
perspectiva cada vez más distinta. Finalmente, distinguiré el enfoque
que deliberadamente evita desarrollar una teoría mecánico-formal de
la dependencia, concentrando el análisis en lo que se ha llamado "si-
tuaciones concretas de la dependencia". En las palabras de Cardoso :
Siendo obvio que la economía capitalista tiende a la internacionaliza-
ción creciente, que las sociedades se dividen en clases antagónicas Y
que existe cierto condicionamiento de lo particular por lo general, con
estas premisas no se supera la caracterización parcial -y por lo tanto
abstracta- en el sentido marxista 25 de la situación y del proceso his-
tórico latinoamericano (Cardoso, 1974a, pp. 326-327). -
Por lo tanto, sería necesario estudiar las formas concretas en que
se desarrollan las relaciones de dependencia; esto es, las formas es-
pecíficas en las que la economía y la política de las naciones perifé-
ncas se articulan con las de las naciones desarrolladas.
, No es que este enfoque deje de reconocer la necesidad de una teo-
~a del desarrollo capitalista en las diversas partes de la periferia,
51110 que (quizás en parte como una reacción contra la excesiva teori-
25 Una caracterización es abstracta en un sentido marxista cuando se apoya
en relaciones parciales o indeterminadas. VéanseLuporíni.1965,Y Sassoon,1%5.

50 DEPENDENCIAY DESARROLLO:UNAVISIóN CR1TICA
zación en el vacío característico de otros análisis de la dependencia)
hace hincapié en el análisis de situaciones concretas de dependencia.
El razonamiento teórico que actualmente puede hacerse en lo que
respecta al desarrollo capitalista en las naciones periféricas estaría'
estrictamente limitado por la falta de estudio de casos concretos; la
necesidad actual sería de trabajos "analíticos" más que "sintéticos".
Es decir, si no se dispone primero de un número considerable de
estudios concretos no sería posible elaborar ninguna nueva teoría
del desarrollo capitalista en la periferia, sin caer en la trampa de una
"dialéctica del pensamiento" (que consiste en darse vueltas con
una dialéctica abstracta alrededor de conceptos previamente elabo-
rados).
LA DEPENDENCIA COMO TEORíA DEL SUBDESARROLLO
No hay ninguna duda de que el "padre" intelectual de este enfoque es
Paul Baran. Su contribución principal a la bibliografía del desarrollo
(Baran, 1957) sigue la línea de pensamiento que ve como necesaria-
mente contradictorio las necesidades del imperialismo con las del
proceso de industrialización y desarrollo económico de las naciones
periféricas." Así, desde un principio afirma que "lo decisivo es que
el desarrollo económico en los países subdesarrollados es profunda-
mente adverso a los intereses dominantes de los países capitalistas
más avanzados" (1957, p. 28).
Para evitado las naciones industrializadas buscarán alianzas con
las élites precapitalistas del país (que, igualmente, se verían afecta-
das adversamente por las transformaciones del desarrollo capitalista)
con el propósito de impedir tales cambios. De esta manera, las na-
ciones avanzadas logran fácil acceso a los recursos domésticos y
serán capaces de mantener los sistemas tradicionales de obtención
del excedente. Dentro de este contexto, las posibilidades de creci-
miento económico en los países dependientes son sumamente limita-
das; los excedentes generados serán, en su mayor parte, apropiados
por el capital extranjero, o se desperdiciarán en el consumo de artícu-
los suntuario s de las élites tradicionales. Además, los recursos des-
tinados a la inversión no sólo quedarán drásticamente reducidos
sino que también se reduciría su efecto multiplicador interno, ya que
los bienes de capital tendrían que adquirirse en el extranjero. Este
proceso conduce necesariamente al estancamiento económico, y la
única salida sería de carácter político: un cambio del sistema econó-
mico mismo.
Frank continúa este análisis intentando desarrollar la tesis de que
la única solución política es una revolución de carácter inmediata-
26 Baran enriquece la configuración teórica de este pensamiento marxista,
Véanse igualmente Baran y Sweezy, 1966, y Mandel, 1968.
51
DEPENDENCIAY DESARROLLO:UNAVISIóN CR1TICA
:n te socialista, puesto que, dentro del campo del sistema capita-
no podría haber otra alternativa
arr~Ílo" (Frank, 1967).
que "el desarrollo del sub des-
Con fines analítico~s, en la obra de Frank pode~os .distin~ir tres
'vel El primero, íntenta demostrar que la penfena fue mcorpo-
~da esa 'la economía mundial desde las primeras etapas de su época
~olonial. El segundo trata de demostrar.que esa temprana incorpora-
ción a la economía mundial ha transformado' inmediata Y necesaria-
mente a los países en cuestión en economías capitalistas. Finalmen-
te en el tercer nivel, Frank trata de demostrar que la integración de
es~s economías supuestamente capitalistas en la economía mundial
se logró mediante una interminable cadena de metrópolis y satélites
en la cual el excedente generado en cada etapa es absorbido hacia el
centro. Por esta razón dicho autor ha propuesto una tesis subsi-
diaria:
Si el status de satélite es lo que genera el subdesarrollo, entonces un
grado más débil o menor de relaciones entre metrópoli y satélite puede
generar un subdesarrollo menos profundo y/o posibilitar un mayor
grado de desarrollo local (Frank, 1967,p. 11).
Pero como el debilitamiento de la relación entre el satélite y la
metrópoli, de acuerdo con Frank, se puede efectuar solamente por
razones externas a las economías satélites, y en forma transitoria, se
sigue que no existe ninguna posibilidad verdadera de desarrollo sos-
tenido dentro del sistema." De acuerdo con dicho análisis, la op-
ción real es el rompimiento total con la red metrópoli-satélite, por
medio de una revolución socialista, o la continuación del subdesarro-
llo dentro de ella.
En mi opinión, la contribución del análisis de Frank se encuentra
en su crítica a la estructura supuestamente dual de las sociedades
periféricas." Frank muestra con toda claridad que los diversos secto-
res de las economías en cuestión están (y han estado desde el inicio
d~ su historia colonial) íntimamente ligadas a la economía interna-
cional. Además, ha hecho hincapié correctamente en que esta cone-
xión no produce automáticamente desarrollo capitalista, como los
modelos "optimistas" de desarrollo (derivados de Adam Smith) han
27 De ahí, de acuerdo con Frank, el continuo fracaso de los intentos para
debilitar la cadena metrópoli-satélite. (América Latina en los años de 1830).
VéaseFrank, 1967, pp, 57-66.
28 Para una presentación del análisis dualista, véanse Lewis 1964, 1958; Jor-
g~nson,1961, 1967; Fei y Ranis, 1964. Otras críticas al dualismo son las de Grif-
fin, 1969; Laclau, 1969; Novack, 1970; Singer, 1970; Rweyemamu, 1971; Cole y
Sa~d~rs, 1972; Y Seligson, 1972. La tesis de que América Latina había sido
capItalIsta desde la época de la Coloniala enunciaron anteriormente Bagu, en
1949 y Vitale, en 1966.

52 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA
predicho. Para estos modelos; el incremento del comercio y la divi-
sión internacional del trabajo acarrean desarrollo económico en for-
ma inevitable. Sin embargo, el error de Frank (compartido por toda
la escuela de la cual él forma parte, así como Sweezy y Wallers_
tein entre los más conocidos) está en el intento de explicar dicho
fenómeno utilizando la misma configuración econámico-determinista
del modelo que pretende superar; en realidad, lo que hace es, simple-
mente, ponerlo al revés: el desarrollo del "centro" necesariamente
produce el subdesarrollo de la "periferia". De esta forma, él critica
la alternativa propuesta por la izquierda tradicional de la América
Latina, quedando incluidos los partidos comunistas del subcontinen-
te (la posibilidad de una revolución "democrático-burguesa", porque
en este contexto la única solución política es una revolución in-
mediata de carácter netamente socialista) y la política propuesta
por la CEPAL.
Por esto, su crítica no va dirigida hacia la verdadera debilidad
del análisis de la izquierda latinoamericana tradicional: la determi-
nación mecánica de las estructuras internas por las externas; por el
contrario, refuerza dicha determinación mecánica en su intento de
presentar un modelo que explique todo, a través de los mecanismos
mediante los cuales se efectúa la expropiación del excedente. Proba-
blemente, por estar todavía influido por sus estudios en la Univer-
sidad de Chicago, Frank elabora un modelo mecánico formal que no
es más que un conjunto de ecuaciones del tipo equilibrio general
(estático y ahistórico), en el que todo el fenómeno del subdesarrollo
se reduce al problema del excedente y éste a las relaciones entre el
satélite y la metrópoli, por medio de las cuales el excedente es ab-
sorbido.
No debiera sorprendemos que este tipo de análisis conduzca a
Frank a desplazar las relaciones de clases del centro del problema
del subdesarrollo. Para esto crea un concepto circular del capitalis-
mo; aun cuando es evidente que el capitalismo es un sistema en el
cual el objeto principal es la producción para obtener excedentes por
vía del intercambio, lo opuesto no es necesariamente cierto: la exis-
tencia de producción para obtener utilidades en el mercado no es
condición suficiente de producción capitalista. Para Frank, en cambio,
es una condición suficiente para la existencia de un modo de produc-
ción capitalista. Es así como para él el problema de los orígenes del
capitalismo (y por lo tanto los orígenes del desarrollo de unos pocos
y el subdesarrollo de la mayoría) se reduce a los orígenes del mer-
cado capitalista internacional y no al hecho de que si surge o no un
sistema de mercado libre del trabajo.
Aunque Frank no llegó muy lejos en su análisis de los orígenes Y
desarrollo del sistema capitalista internacional, Irnmanuel WaIlers-
tein abordó ese tremendo desafío en su notable obra, The Modern
53
DEPENDENCIA y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA
Systetn: CapitaJist Agriculture and the Origins oi the Euro-
'World-Economy in the Sixteenth Century (1974a).
ha reafirmado sus ideas en una serie de artículos publica-
njuntamente en 1969; un año después intentó enriquecer su
~s mediante la introducción de algunos elementos de la estruc-
de las clases de América Latina (Frank, 1970).
frarr ha sido criticado desde todos los puntos de vista y en casi
k
tbdos los aspectos de su análisis." El más destacado entre sus críti-
~ es Laclau (1971), quien nos suminist::a una s~n~esis .excelente del
esquema teórico de Frank, y muestra corno la umca forma en que
Fran puede "demO'strar" que toda la periferia es capitalista y lo ha
k
sido desde la época colonial, es por medio del empleo de un concepto
de "capitalismo" que es erróneo desde un punto de vista marxista
e inútil para el análisis de su propO'sición central: que una revolu-
ción burguesa en la periferia es imposible. PO'r esta razón, Laclau
llega a la conclusión de que Frank no aporta ninguna contribución
significativa a este debate, dejando esta problemática teórica en su
mismo lugar."
Robert Brenner (1977) toma el análisis de Laclau sobre Frank (así
como la crítica que hace Dobb deSweezy ) y demuestra que la obra
de Sweezy, Frank y Wallerstein (que él brillantemente sintetiza) no
te Frank se ha preocupado de-tenemos al corriente con la creciente biblio-
¡rafía relacionada con su obra (Frank, 1972,1974,1977). Aquí nos limitaremos
a mencionar sólo una crítica que se hace comúnmente a Frank, a otros escri-
tores de la dependencia Y a pensadores marxistas en general, respecto al papel
que desempeña la ideología en sus análisis (ver, por ejemplo, Nove, 1974). El
análisis marxista, como regla general, surge simultáneamente de una praxis
política y de una intelectual; por lo tanto, sólo desde un nivel lógico se puede
hacer una distinción nítida entre "concepto" e "historia", entre "teoría" y
"práctica". Desde este punto de vista es sólo de interés escolástico formal in-
dicar que un concepto se genera "impuro", "manchado" por la ideología. Es
así como surgen por lo general las teorías en las ciencias sociales. Criticar a
Frank y a otros autores de la dependencia porque sus conceptos están "im-
pregnados" de ideología, es afirmar lo obvio; criticarlos porque su ideología
refleja .~e manera perversa la realidad, puede ser un elemento importante para
una crítíca de su obra. Para una discusión de este tema, véase Larrain, 1977.
'? Laclau (1971) señala que, por restringir su análisis a la esfera de la circu-
lación. del capital, Frank no se da cuenta de que la integración a la economía
:dial a veces llega a reforzar las relaciones precapitalistas de la producción;
feu amente, tampoco se desprende que de no ser capitalistas fueran relaciones
. dales. A mi juicio, el empleo frecuente del concepto "feudal" para caracte-
nzar las relaciones precapitalistas de producción en la América Latina, ilustra
~ superficialidad de muchos análisis puramente teóricos. Es precisamente la
ta de un análisis concreto lo que deja un vacío que generalmente se tiende
:.!!li nar con conceptos creados para otras realidades. Es tiempo ya de que se
ce ?lás sistemáticamente la experiencia de América Latina según catego-
~ derivadas de su propia historia, en lugar de seguir tratando de encajar su
histona en categorías derivadas de la historia de Europa occidental. Para in-
~tes estudios de las relaciones precapitalistas de producoión en América
:tina, véanse Cardoso, 1960,1962; Glaucer, 1971; Barboza-Ramírez, 1971.
 54 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRITICA
,.
T-
logra superar el modelo "progresista" que tiene su origen en Adam
Smith (La riqueza de las naciones, Libro 1) pues
como no ... dejan de lado las proposiciones mecánico-individualistas
subyacentes en ese modelo acaban por elaborar una teoría alternativa
del desarrollo capitalista que, en sus aspectos centrales, es el propio
reflejo de la tesis "progresista" que intentan superar. Así, de manera
muy semejante a los que ellos critican, conciben las (cambiantes) rela-
ciones de clases como si surgieran más o menos directamente de los
(cambiantes) requerimientos de la generación del excedente y del des-
arrollo de la producción, bajo las presiones y las oportunidades gene-
radas por un mercado internacional en desarrollo; sólo que, mientras
que sus contrincantes tienden a ver esos procesos determinados por
el mercado (el desarrollo del comercio y la división internacional del
trabajo), como si pusieran automáticamente en movimiento un des-
arrollo económico dinámico, ellos lo ven como si pusieran en marcha
un proceso de subdesarrollo. Como resultado, no toman en cuenta ni
la forma en que las estructuras de clase, una vez establecidas, ha-
brán de determinar el curso del desarrollo o del subdesarrollo econó-
mico a través de todo un periodo, ni la manera en que surgen esas
estructuras de clase; como producto de la lucha de clases cuyo resul-
tado es incomprensible dentro de los meros términos de las fuerzas
del mercado (Brenner, 1977,p. 27).
Así pues, afirma Laclau, la manera como Frank utiliza los concep-
tos "desarrollo" y "subdesarrollo" parece incorrecta desde un pun-
to de vista marxista y no sirve para demostrar lo que Frank intenta.
Pero puesto que esta crítica también se puede aplicar a otros autores
que adoptan el mismo enfoque, dejo para más adelante la discusión
más detallada de este punto.
Para resumir, la contribución directa de Frank para nuestra com-
prensión del proceso de desarrollo de la periferia queda limitada en
gran medida sólo a su crítica de los modelos dualistas." No obstante,
su contribución "indirecta" es muy importante; quiero decir, su obra
ha inspirado una enorme cantidad de investigaciones -sea para apo-
yar sea para refutar sus argumentos- en diversas disciplinas socia-
les, especialmente en la sociología del desarrollo.
La línea central del pensamiento de Frank respecto al "desarrollo
del subdesarrollo" ha sido continuada, aunque desde una perspectiva
crítica, por el sociólogo brasileño Theotonio dos Santos," para quien
el proceso estudiado (el desarrollo de la América Latina) más que ser
un caso de satelización como cree Frank, es un caso de formación de
31 Frank, por supuesto, también criticaba modelos de desarrollo económico
como el de Rostow, que pretendía que todas .las naciones podrían y deberían
seguir la misma senda. Para un análisis de Frank y Rostow, véase Foster-
Carter, 1976.
82 Para un análisis de la obra de Dos Santos, véase Fausto, 1971.
~
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA 55
cierto tipo de estructuras internas condicionadas por relaciones inter-
nacionales de dependencia (1969,p. 80).
Dos Santos distingue diversos tipos de relaciones de dependencia;
los más importantes son el colonial, el industrial-financiero y el in-
dustrial-tecnológico, emergiendo este último desde la segunda Gue-
rra Mundial. En consecuencia, distingue entre las diversas clases de
estructuras internas que ellos generan. Dos Santos acentúa las di-
ferencias y las discontinuidades entre los diversos tipos de dependen-
cia y entre las estructuras internas resultantes, en tanto que Frank
insiste en la continuidad y en la similitud de las relaciones de
dependencia dentro de un contexto capitalista. En otras palabras, en
tanto que Frank hace hincapié en las semejanzas entre las estructu-
ras económicas en las épocas de Cortés, Pizarra, Clive y Rhodes, y
entre aquellas y las tipificadas por la actividad de las corporaciones
multinacionales, Dos Santos se preocupa más por las diferencias y
las discontinuidades que existen entre ellas.
En el análisis de Dos Santos encontramos el inicio de un interesan-
te intento de romper con el concepto de una determinación mecánica
de las estructuras internas por las externas, que dominó en los aná-
lisis tradicionales de la izquierda en la América Latina y que, en
especial, caracterizan la obra de Frank. En el análisis de Dos Santos
se encuentra inicialmente la percepción de que no sólo ambas estruc-
turas son contradictorias, sino también que el movimiento se produ-
ce, indispensablemente, gracias a la dinámica de sus mutuas contra-
dicciones.
Sin embargo, restablece poco a poco la prioridad de las estructuras
externas sobre las internas, separando casi metafísicamente los
dos lados de la oposición, el interno y el externo, perdiendo de esta
manera la noción de que el movimiento se da precisamente en la
dinámica de las contradicciones entre ambas estructuras. Así el aná-
lisis que surge está, de nuevo, tipificado por "antecedentes causales
y consecuencias necesarias". Culmina este proceso con su bien cono-
cida definición formal de la dependencia, la cual, por su naturaleza
formal, es a la vez estática-ahistárica (en su artículo de 1970 publi-
cado por el American Economic Review) :
La dependencia es una situación condicionante en la cual las econo-
mías de un grupo de países están condicionadas por el desarrollo y la
expansión de otras. Una relación de interdependencia entre dos o más
economías o entre esas economías y el sistema económico internacio-
nal, se convierte en una relación dependiente cuando algunos países
pueden expandirse por su propia iniciativa, mientras que otros, que
'están en una posición de dependencia, pueden expandirse sólo como
reflejo de los países dominantes, lo cual puede tener efectos positivos.
o negativos en su desarrollo imnediato (1970,pp. 289-290).
 lf/
, .
56 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRtTICA
~I
Otro análisis dentro del mismo enfoque de "acumulación del atra-
so" de Frank, es el de Ruy Mauro Marini (1972b). Su obra, funda-
mentalmente un intento de desarrollar un modelo más complicado
que el de Frank o el de Dos Santos, se puede resumir esencialmente
como un intento de aplicar el esquema de Luxemburgo (1913) a la
situación latinoamericana contemporánea."
Por último, entre muchos otros, Caputo y Pizarro (1974) Y Hinke-
lammert (1970a, b, c) han contribuido a este enfoque de los estudios
de la dependencia desde esta misma perspectiva del "desarrollo' del
subdesarrollo" .
Este tipo de enfoque ha inspirado una interminable serie de obras,
en su mayor parte teóricas." Las críticas más importantes de este
tipo de teoría del subdesarrollo (además de las de Laclau y Brenner
ya mencionadas), provienen de Cardoso (1974), Lall (1975) y Weiss-
kopf (1976).
Lall (1975) ofrece una interesante crítica a algunos estudios de la
dependencia." Aduce que las llamadas "características del subdes-
arrollo" en los países dependientes no son exclusivas de esas eco-
nomías, pues también se encuentran en las llamadas "no dependien-
tes" y que, por lo tanto, son también características del desarrollo
capitalista en general y no tan sólo del capitalismo dependiente. Por
esta razón, no debería ser sorprendente que estos análisis sean inca-
paces de mostrar relaciones causales entre esas características y el
subdesarrollo.
Thomas Weisskopf (1976) toma el análisis de Lall como punto de
partida y aporta datos empíricos para comprobarlo." Sin embargo,
la crítica más sistemática es la de Cardoso, quien demuestra que
dichas teorías están apoyadas en cinco tesis erróneas (interconec-
tadas) del desarrollo capitalista de América Latina. Estas tesis son:
i) que el desarrollo capitalista de América Latina es imposible; ii)
33 Para una crítica de Marini, véanse Laclau, 1971,pp. 83-88; Cardoso, 1973,
pp. 7-11Y Cardoso y Serra (1980). Para las primeras obras de Marini, véase
Marini, 1969,1972a.
34 Véanse (entre otros) a Lebedinsky, 19'68;Galeano, 19'69;Petras, 1969,1970;
Ceceña Cervantes, 1970; Fernández, 1970; De la Peña, 1971; Bagchi, 1972; Cock-
roft, Frank y Johnson (comps.), 1972; Malave-Mata, 1972; Meeropol, 1972;
Alschuler, 1973; Muller, 1973.
35 Aunque Lall (y después Weisskopf) dicen dirigir su crítica contra toda la
escuela de la dependencia, sus análisis en realidad son aplicables sólo a los que .
tratan de elaborar una teoría mecánico-formal de la dependencia.
36 Debemos advertir que las cifras de crecimiento industrial de muchos paí-
ses en desarrollo se deben manejar con cautela. Ellas pueden estar exagera-
das por la fijación monopólica de los precios y por la protección aduanera; el
sector industrial puede ser tan pequeño que su índice de crecimiento puede
ser engañoso; la repatriación de ganancias del capital extranjero puede ser
considerable y, en tal caso, el índice de crecimiento de la producción industrial
puede, en ocasiones exagerar, de manera muy significativa, el crecimiento del
ingreso nacional derivado de la industria.
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA 57
que el capitalismo dependiente está basado en una sobrexplotación
de los trabajadores y atado a la necesidad de pagar salarios muy
bajos; iii ) que las burguesías locales no son una fuerza social activa;
iv ) que la penetración de empresas multinacionales impulsa a los Es-
tados locales a llevar a cabo una política expansionista, que es típica-
mente "subimperialista", y v) que la senda política del sub continente
Ii.
se encuentra en una encrucijada, cuyas únicas opciones concebibles
son el socialismo o el fascismo.
Después de refutar una por una estas tesis erróneas en las que se
apoya el análisis "subdesarrollista" de la dependencia, y de mostrar
cómo se han ido elaborando para sostenerse entre sí, Cardoso afir-
ma que en el caso del Brasil los escritores en cuestión han identifi-
cado de hecho algunas de las condiciones que dan al desarrollo
capitalista su especificidad. Cardoso muestra (usando sus propias
palabras) que algunas de las "piezas del rompecabezas son las mis-
mas, pero que la manera como se deben juntar ... es diferente" (1973,
página 21).
Por mi parte, como lo he adelantado, yo argumentaría, siguiendo
~ el análisis de Cardos o, que estas teorías de la dependencia están
equivocadas no solamente porque no se "ajustan a los hechos", sino
también, y de manera más importante, porque su naturaleza mecá-
nico-formal las convierte en estáticas y ahistóricas.
El núcleo central en torno al cual se organiza el análisis de estos
estudios de la dependencia es que el capitalismo, en un contexto de
11' dependencia, pierde su carácter históricamente progresivo, y qué, por
lo tanto, solamente puede generar subdesarrollo." A este respecto,
yo haría valer que si bien no es difícil ver que las formas específicas
de desarrollo seguidas por el capitalismo en países dependientes, son
diferentes de las de los países avanzados (este desarrollo dependien-
te se caracteriza por una serie de contradicciones específicas, tanto
en lo económico, lo político, así como en lo social, muchas de las cua-
les han sido correctamente identificadas por esos escritores), no es
legítimo saltar de esa aseveración a la conclusión de que, por esa ra-
zón, el capitalismo ha perdido o nunca tuvo un carácter histórica-
mente progresivo en América Latina; dar ese paso es saltar en el
vacío. A este respecto, podemos recordar la crítica de Lenin a los
populistas: sus contemporáneos están igualmente "equivocados en
cuanto a los hechos"; por ejemplo, en mi análisis del caso de Chile
I~
(que abarca el periodo de 1830 a 1929 he mostrado cómo los dos cri-
37 Este error es el opuesto al que cometen otros autores que toman el punto
más alto del ciclo y lo proyectan como un estado de cosas permanente. Am-
bos olvidan que dos de las características básicas del capitalismo son el ca-
rácter cíclico de la acumulación de capital y la tendencia espontánea hacia la
concentración del ingreso y de la riqueza, especialmente si el Estado no
toma medidas para contrarrestarlo.
l ~.J
 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA
58
terios de Lenin para identificar el carácter progresivo del capitalismo
-el incremento de la fuerza productiva del trabajo social y la socia-
lización de ese trabajo- se dan en el periodo estudiado.
Ahora bien, si el argumento consiste en que tales procesos se han
manifestado de manera diferente a la de otros países capitalistas
-particularmente a los del centro- o de diversas maneras en las dis-
tintas ramas de la economía chilena, o que han generado desigual-
dad tanto a nivel regional como en la distribución del ingreso, o han
ido acompañados de fenómenos tales como el subempleo y el desem-
pleo, o han beneficiado casi exclusivamente a la élite, o bien que han
adoptado una forma cíclica, se está -entonces- afirmando lo obvio:
que el desarrollo del capitalismo en la periferia, al igual que otros
en otras partes y periodos, se caracteriza por su carácter contradicto-
rio y explotador. Lo importante, en cambio, es entender cómo el
particular carácter del proceso capitalista en América Latina resulta,
precisamente, de la forma especial en que tales contradicciones se
manifiestan, las diversas formas en que los países latinoamericanos
las han enfrentado y, de alguna forma, temporalmente superado; la
manera en que este proceso va creando nuevas contradicciones y así,
sucesivamente. Por medio de este proceso se ha generado la diná-
mica específica del desarrollo capitalista en los diversos países lati-
noamericanos. A este respecto debemos recordar que todo el análisis
de Lenin del desarrollo del capitalismo en Rusia fue un estudio deta-
llado de la manera específica en que en ese país se manifestaban las
contradicciones del capitalismo y de cómo se superaban temporal-
mente. Él criticó a los populistas por transformar esas contradiccio-
nes en la prueba de que el capitalismo no era viable en Rusia, y por
ello ser incapaces de entender que tales contradicciones eran inheren-
tes a dicho tipo de desarrollo y que en Rusia adoptaban formas es-
pecíficas.
También es importante recordar aquí que la forma en que se em-
plean en estos estudios de la dependencia los conceptos "desarrollo"
y "subdesarrollo" no es capitalista."
El desarrollo capitalista es, esencialmente, un proceso de acumu-
lación de capital que a medida que evoluciona induce modificaciones
en la composicion de las [uerzas productivas, en la asignación de re-
cursos, en las relaciones de clase y en el carácter y naturaleza del
Estado. Es decir, a medida que evoluciona induce modificaciones en
las diferentes estructuras de la sociedad. Que la acumulación de ca-
pital tenga una naturaleza cíclica o que las modificaciones y contra-
dicciones que esa acumulación inducen sean "deseables" u "óptimas"
es algo totalmente distinto a reconocer si hay o no desarrollo capi-
talista.
Negar, como lo hacen estos "populistas contemporáneos", que el
38 Véanse, por ejemplo, las obras de Regís Debray, 1970.
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA 59
desarrollo del capitalismo tiene lugar en varios países de Latinoamé-
rica y en algunas otras regiones del resto de la periferia es simple-
mente absurdo. Reconocerlo, por otra parte, tal como dijo Lenin a
los populistas, es totalmente compatible con el pleno reconocimiento
de los muchos aspectos negativos del capitalismo y de ninguna ma-
nera es una apología de él.
Por tanto, si se está de acuerdo con Cardoso (1976, p. 1) en que la
norma que se debe emplear para evaluar la adecuación analítica,
la capacidad interpretativa y predictiva y la fuerza creativa de nuevos
esquemas teóricos en las ciencias sociales es la sensibilidad para de-
tectar nuevos procesos sociales y la precisión para explicar 100smeca-
nismos de la reproducciori social y 10'ssistemas de transformación
social, se tiene que aceptar que los análisis de la dependencia que han
tratado de elaborar una teoría formal del subdesarrollo no son de un
nivel muy elevado. Han sido incapaces de satisfacer estos requisitos
en su estudio del desarrollo económico y dominación política de las
naciones periféricas,"
LA "DEPENDENCIA"
COMOUNA NUEVAFORMULACIÓN
DEL ANÁLISISDE
LACEPALSOBRE
EL DESARROLLO
DEAMÉRICALATINA
Debido a diversos factores los análisis de la CEPALde mediados de la
década de 1960 perdieron, en gran parte, su influencia. Las estadísti-
cas relacionadas con el desarrollo económico de Latinoamérica en el
periodo posterior a la guerra de Carea presentaban un aspecto som-
brío (véase Booth, 1975, pp. 62-64), que fue interpretado de diversas
maneras como indicación del fracaso de la política que la CEPALvenía
proponiendo desde su fundación. Además, los intentos iniciales de
introducir en los análisis de la CEPALalgunos "aspectos sociales"
(Prebisch, 1963), lejos de reforzarlos habían revelado su fragilidad
(véase Cardoso, 1977).
Como resultado de esta pérdida de influencia de los análisis de la
CEPAL,se realizaron varios intentos de reformulación de sus postula-
dos. Pero antes de entrar a analizar esto es necesario revisar su
pensamiento clásico."
En sus inicios, la CEPALintentó reformular la teoría convencional
del desarrollo económico y del comercio internacional, de la misma
forma como los keynesianos intentaban hacerlo con el cuerpo princi-
S9 Se ha producido una serie de obras empíricas relacionadas con este enfo-
que de la dependencia. Para una crítica de éstas véase Palma (1973,pp. 905-906).
40 Entre los mejores análisis del pensamiento de la CEPAL se encuentran los de
Hirschman (1961, 1967); CEPAL, (1969), Y Cardoso (1977). El más reciente, ~s
completo e iluminador es el de Rodríguez (1980), en el cual se basa el análisis
que viene a continuación.
 60 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA
pal de la teoría económica convencional.o Para Baran (1957, p. 24),
la contribución principal de Keynes consiste en demostrar que la
existencia de fuertes tendencias hacia la inestabilidad, el estanca-
miento económico, y la insuficiente utilización de los recursos, tanto
humanos como materiales, es intrínseco a una economía de mercado.
Para Keynes, éstas son únicamente "tendencias", pues él insiste en
que pueden ser manejadas si se toman medidas adecuadas para con-
trarrestarlas. Esto es, si decisiones individuales y anónimas en el
mercado tienden a producir una serie de desequilibrios (con conse-
cuencias potenciales tan graves como la depresión de los años de
1930), decisiones colectivas tomadas por medio del estado, pueden
evitarlas (Keynes, 1932, p. 318). De esta manera, Keynes no solamente
se opone al concepto de "armonía no regulada" del capitalismo libe-
ral clásico, sino que también al concepto marxista tradicional de que,
en el último análisis, las contradicciones del capitalismo serán
acumulativas y llegarán necesariamente a ser finalmente inmaneja-
bles. La revolución keynesiana hacía hincapié en la necesidad de una
intervención correctiva del Estado en la economía, y también in-
tentaba reintroducir en el análisis económico convencional una
serie de variables que él consideraba "exógenas" (o "distorsiones")
tales como la distribución del ingreso, los intereses de los individuos,
de los grupos y de las naciones, y las imperfecciones del mercado."
El hecho de que los análisis de la CEPAL hayan obtenido su inspira-
ción básica en el keynesianismo, de ninguna manera reduce su origi-
nalidad. Ésta consiste en complementar la tradícíon keynesíana
aplicando la esencia de ese análisis a la teoría del desarrollo econó-
mico y de comercio internacional, que éste había descuidado. Los
análisis de la CEPAL son, probablemente, la primera contribución lati-
noamericana significativa para las ciencias sociales; con el mérito
adicional de no quedarse simplemente en un nivel teórico, sino que,
además, haciendo proposiciones concretas de política económica apo-
yadas en su contribución teórica.
El núcleo del análisis de la CEPAL es su crítica a la teoría convencio-
nal del comercio internacional (expresada en el modelo de Hecksher,
Ohlin y Samuelson de la teoría de Ricardo sobre dicho comercio). La
*1 No es una coincidencia que Prebisch haya publicado un estudio sobre
Keynes antes de sus primeras contribuciones a la CEPAL. Para una exposición
breve y sistemática de las ideas más importantes de Prebisch, véase Bacha
(1974); para una bibliografía completa, véase Di Marco (comp.) (1972).
*2 Esto es, en vez de iniciar el análisis desde una perspectiva como la de
Hicks (1969,p. 160): "Si no hubiera naciones ... la absorción de toda la raza
humana en las filas del mundo desarrollado sería una tarea relativamente sen-
cilla", para la teoría keynesiana la existencia de países es un punto de partida
para hacer un análisis económico y no' meramente un obstáculo. (Véanse J.
Robinson, 1970; Knapp, 1973,etc.) Para un interesante análisis de las distintas
perspectivas de las economías neoclásica, keynesiana y marxista, véase
Barrat-Brown, 1974.
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA 61
CEPAL intentó demostrar que la división internacional del trabajo, que
según la teoría convencional era producida "naturalmente" por el co- ,
mercio internacional, era de mucho mayor beneficio para el centro
(en donde se concentraba la producción de manufacturas) que para
la periferia (condenada a producir materias primas, agropecuarias o
mineras). El análisis de la CEPAL tiene una unidad y una coherencia
interna que no es fácil percibir a primera vista, ya que sus partes
componentes se encuentran diseminadas a través de numerosos do-
cumentos publicados en el transcurso de varios años. Además, como
bien dice Rodríguez (1980), diversas contribuciones tuvieron su ori-
gen en el examen de problemas específicos, alrededor de los cuales
se articularon una serie de argumentos teóricos, como un intento de
identificar sus causas y de justificar las medidas económicas que se
habían recomendado para resolverlos.
La clave de la unidad interna del pensamiento de la CEPAL está en
haber postulado tempranamente sus ideas e hipótesis básicas alrede-
dor de las cuales se organizaron sus contribuciones posteriores. El
punto de partida fue la idea de que la economía internacional estaba
formada por dos polos, el "centro" y la "periferia", y que las estruc-
turas de producción en cada uno eran sustancialmente diferentes.
La del centro era homogénea y diversiiicada, mientras que la de la
periferia era, por el contrario, heterogénea y especializada; hetero-
génea, porque coexistían actividades económicas con diferencias no-
torias de productividad (media y marginal), con los dos extremos
provistos por un sector exportador de elevada productividad y uno
agrícola (de subsistencia) de productividad particularmente baja;
especializada, porque el sector de exportación tendería a concentrar-
se en unas cuantas materias primas, con una producción de "en-
clave" dentro de la estructura económica periférica (con linkages
reducidos). Es esta diferencia de estructura económica entre los dos
tipos de economías lo que se halla tras sus distintas funciones en la
división internacional del trabajo. A su vez, el comercio internacio-
nal tendería a reforzar estas diferencias estructurales.
Es de esta manera como los dos polos están ligados íntimamente
entre sí, y se condicionan mutua y recíprocamente. Por lo tanto, la
diferencia estructural entre el centro y la periferia no podría ser defi-
nida o entendida en términos estáticos, ya que la transformación de
cualquiera de los polos estaría condicionada por la interacción
de ellos. Por su misma naturaleza el centro y la periferia forman un
sistema unificado y dinámico.
Según Octavio Rodríguez (1980, pp. 246-247) los principales elemen-
tos del pensamiento de la CEPAL respecto a la dinámica de largo plazo
entre centro y periferia podrían resumirse como sigue: i) la estruc-
tura productiva de la periferia permanece retrasada, pues es incapaz
de generar, o integrar, progreso técnico en una medida similar al
 62 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRITICA
centro. Así, la productividad del trabajo se incrementa más lenta-
mente en la periferia que en el centro. Esto hace que el sector prima-
rio periférico de exportación progrese más lentamente que el sector
manufacturero del centro; ii) los sectores de la periferia de escasa
productividad (especialmente la agricultura de subsistencia) generan
un continuo excedente de mano de obra, el cual ejerce una fuerte
presión depresiva sobre los salarios del sector moderno. Igualmente,
el bajo grado de sindicalización contribuye al mismo fenómeno, afec-
tando no sólo el nivel de la demanda efectiva interna, sino tam-
bién el nivel de precios del sector de exportación de la periferia, con-
virtiéndose en uno de los factores que deteriora los términos del
intercambio entre los polos; iii) ambos fenómenos, las diferencias en
la productividad y el deterioro de los términos del intercambio ex-
plican por qué los diferenciales en los niveles promedio de ingreso
real tienden a crecer en los dos polos del sistema, y iv ) existe por 10
tanto, una tendencia hacía un desarrollo desigual entre los polos
que constituyen el sistema, en términos de los niveles promedio de
ingreso real, del grado de creación, de penetración y de difusión
del progreso técnico (homogeneidad) y del grado de integración de
las estructuras de producción (diversificación).
Esta manera de analizar las características principales de la diná-
mica a largo plazo del sistema centro-periferia, muestra la naturale-
za estructuralista del pensamiento de la CEPAL: los factores determi-
nantes en esta relación se encuentran en la diferencia de estructuras
productivas en cada polo. Tenemos la definición de un sistema (cen-
tro-periferia) y las desigualdades que se consideran inherentes a su
dinámica; las estructuras de producción de cada polo no son sola-
mente la base de la relación,'sino que se desarrollan en la interacción
de ambos polos, mientras que las diferencias entre los dos (así como
en el nivel promedio de ingreso real) tienden a persistir.
Así, el análisis de la CEPAL gira en torno a tres tendencias conside-
radas inherentes al desarrollo de la periferia : el desempleo de la
fuerza de trabajo, el desequilibrio externo y el deterioro de los tér-
minos del intercambio.
i) Heterogeneidad estructural y desempleo. El problema del em-
pleo en la periferia ofrece dos facetas: la absorción del incremento
de la población activa y la reabsorción del excedente de mano de
obra de los sectores más atrasados en actividades económicas de ma-
yor productividad. Puesto que el análisis de la CEPAL supone que la
demanda de trabajo es proporcional al nivel de inversión (su tasa de
crecimiento está relacionada directamente con el ritmo de acumu-
lación de capital), y esto ocurre solamente en el sector moderno, el
pleno empleo de la fuerza de trabajo a niveles de productividad ade-
cuados, sólo puede lograrse si la tasa de acumulación de capital en
el sector de exportación y en las actividades manufactureras que sus-
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CR1TICA 63
tituyen importaciones es suficiente no sólo para absorber el creci-
miento de la población activa, sino también para reabsorber el exce-
dente de mano de obra del sector tradicional. Así, el nivel de empleo
productivo depende de la relación entre el crecimiento de la pobla-
ción activa y el ritmo de expulsión de mano de obra del sector tradi-
cional y el nivel de acumulación de capital en el sector moderno.
Es en la excesiva demanda que se hace sobre el sector moderno donde
tiene su origen la tendencia estructural hacia el desempleo en las
economías periiéricas.
ii) Especialización de la producción y desequilibrio externo. La
estructura de producción en la periferia está especializada en dos
sentidos: exportación casi exclusiva de materias primas y escasa
integración interna de dichas economías. Como consecuencia, la de-
manda de productos manufacturados se orienta principalmente hacia
las importaciones y puesto que su elasticidad ingreso es mayor que
uno, las importaciones tienden a crecer más rápidamente que el nivel
de ingreso real y que las exportaciones. En el centro ocurre lo opues-
to, ya que sus importaciones tienen un gran contenido de materias
primas, las cuales, por lo general, tienen una elasticidad de ingreso
menor que uno; por esto, tienden a crecer menos rápidamente que
su ingreso real y sus exportaciones.
Por lo tanto, dada la disparidad entre las elasticidades ingreso por
importaciones en cada polo, si se quiere que exista equilibrio en la
balanza de pagos en el mediano plazo, a cada tasa de crecimiento del
ingreso real en el centro corresponderá un límite al crecimiento
del ingreso real en la periferia." Este no solamente debe ser menor
que el del centro, sino que también menor en proporción al grado de
disparidad entre las respectivas elasticidades-ingreso de demanda
de importaciones. Si la periferia intenta sobrepasar ese límite, se ha-
brá de exponer necesariamente a sucesivos déficit en su balanza
comercial. La única alternativa en este esquema será un esfuerzo
por satisfacer una mayor proporción de la demanda interna de pro-
ductos manufacturados mediante producción local. Es decir, sólo
un proceso de sustitución de importaciones podría permitir que la
periferia logre una tasa de crecimiento del ingreso real mayor que
el determinado por el ritmo de crecimiento del centro y la disparidad
entre las elasticidades ingreso de demanda por importaciones.
43 Si la tasa de crecimiento del ingreso en el centro es Ye' y Ep Y E¿ las elas-
ticidades ingreso de demanda por importaciones en la periferia y en el centro,
respectivamente, la ecuación Yo x E¿ = Yp +- Ep indica el de crecimiento del
ingreso en la periferia (Yp) compatible con el equilibrio externo de ambas eco-
nomías en el largo plazo (suponiendo que no hay variación en los precios o mo-
vimiento internacional de capital). Véase Rodríguez (1980,p. 254). La ecuación
muestra que, si se quiere mantener el equilibrio externo, mientras mayor se~
la disparidad en las elasticidades ingreso, menor debe ser la tasa de crecí-
miento del ingreso en la periferia.

64 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIúN CR1TICA
Como este proceso de sustitución de importaciones también ge-
nera requerimientos de importaciones que pueden exceder la disponi-
bilidad de divisas obtenidas en la lenta expansión de las exportacio-
nes de materias primas, la CEPAL argumenta que el capital extranjero
puede desempeñar un papel importante en las primeras etapas del
proceso, tanto para remediar la escasez de divisas como para com-
plementar los ahorros internos.
iii) Especializacion, heterogeneidad y deterioro de los términos del
intercambio. El análisis sobre la tendencia al deterioro de los térmi-
nos del intercambio -y la de la disparidad de ingresos que trae
consigo- son, según la CEPAL, una deducción analítica lógica de los
fenómenos de la especialización productiva y de la heterogeneidad
estructural.
Si las exportaciones de la periferia no se diversifican, la disparidad
en las elasticidades ingreso de la demanda por importaciones tienden
a generar un déficit en el polo periférico que acarreará sucesivas de-
valuaciones; de ser así, se estimularía el volumen de las exportacio-
nes y se modificaría la estructura de precios relativos (orientando
una parte mayor de la demanda interna de productos manufactura-
dos hacia el mercado interno); esto incentivaría la sustitución de
las importaciones. Si las exportaciones enfrentan una elasticidad
precio reducida, el incremerito de oferta tenderá a reducir su precio
en el mercado internacional. Si además, como lo hace la CEPAL, supo-
nemos que el retorno al capital tiende a ser relativamente constante,
la caída de los precios de los productos de exportación se intentarán
pasar a los salarios; esto será en gran medida posible por la abun-
dancia de mano de obra en la economía periférica y por el reducido
nivel de sindicalización de ella. A su vez, como las nuevas activi-
dades manufactureras se crean casi exclusivamente para abastecer
el mercado interno, sus limitadas dimensiones y la diversificación
de la producción que requiere la satisfacción de la demanda de los
grupos de altos ingresos, hacen que la capacidad productiva crezca
más rápidamente que la demanda global, afectando así la productivi-
dad del trabajo y los ingresos industriales medios.
El deterioro en los términos del intercambio en el sector de expor-
tación de materias primas y la diferencia en la productividad del
trabajo en la industria manufacturera en la periferia y la industria
manufacturera en el centro hacen que la diferencia de ingreso entre
los dos polos no solamente persistan sino que hasta se puedan in-
crementar. Es así como el análisis incorpora las ideas básicas de la
conceptualización inicial del carácter desigual del desarrollo en el sis-
tema centro-periferia.
De acuerdo con la CEPAL, sólo es posible escapar de este "círculo.vi-
cioso del subdesarrollo" mediante un proceso de transformación de la
estructura económica de la periferia, que permita evitar el desempleo
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA 65
estructural, el desequilibrio externo y el deterioro de los términos
del intercambio; sólo de esta forma estas economías podrían crecer
en forma rápida y sostenida. El elemento central de semejante trans-
formación estructural es el proceso de la sustitución de importa-
ciones.
Es así como para Prebisch la tarea central de la CEPAL consistió
en "demostrar que la industrialización era exigencia ineludible del
desarrollo" (1980, p. viii). Además, el artículo en cuestión utiliza los
conceptos "industrialización" y "desarrollo" como sinónimos.
En otras palabras, para lograr un crecimiento económico acelerado
y sostenido es condición necesaria en América Latina (y algunos ar-
tículos de la CEPAL parecen sugerir que es condición suficiente) un
proceso de industrialización. El problema radica en que no es posible
esperar que tal proceso ocurra espontáneamente, al menos en el rit-
mo adecuado, pues se ve inhibido tanto por la división internacional
del trabajo impuesto por el centro como por los obstáculos estructu-
rales internos de las economías latinoamericanas. Consecuentemente,'
la CEPAL propone una serie de medidas para promover un proceso de
industrialización "deliberado" o "forzado". Entre las políticas eco-
nómicas sugeridas se encuentran el "proteccionismo moderado", los
controles de cambio, la atracción de inversión extranjera a la indus-
tria latinoamericana, el estímulo y la orientación de las inversiones
nacionales y la adopción de políticas de salarios encaminadas a in-
crementar la demanda efectiva. La intervención del Estado como
agente productivo directo se recomienda para aquellas áreas donde
se necesitan grandes inversiones con largo periodo de maduración,
particularmente donde esa necesidad coincida con la producción de
bienes o servicios esenciales."
Así, la dimensión del pensamiento de la CEPAL se basa en su ampli-
tud, unidad interna y, también, en su naturaleza estructural. Los tres
obstáculos más importantes del desarrollo de las economías periféri-
cas (el desempleo estructural, el desequilibrio externo y el deterioro
en los términos del intercambio) derivan directamente de las caracte-
rísticas de la estructura de producción en la periferia; por lo tanto,
la posibilidad de superados es vista en términos de la necesidad de
transformaciones estructurales, que permitan lograr las condiciones
de proporcionalidad que deben ser satisfechas si se quiere evitar
44 Éste es el caso, por ejemplo, del acero, para el cual se requiere una enor-
me inversión inicial, sin que haya expectativas de retorno inmediato; en esta
actividad el proceso productivo y, particularmente las economías internas de
escala, prácticamente garantizan que el mercado será dominado por muy pocos
productores; y en donde el papel estratégico del metal, como insumo esencial
para una amplia variedad de productos industriales, determina que sea partí-
cularmente importante que no se explote el poder monopólico u oligopólico que
tengan sus productos; por esta razón, se le presenta como un caso ideal para
inversión estatal.
66 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA
dichos obstáculos." Esto conduce a la formulación -tácita o explí-
cita- de las leyes de proporcionalidad que evitarían tanto la hetero-
geneidad estructural -pennitiendo así el pleno empleo a niveles
adecuados de productividad-, como la especialización productiva
-evitando así el desequilibrio externo-, y la caída relativa del pre-
cio de las exportaciones de la periferia -evitando así también el de-
terioro en los términos del intercambio.
Sin embargo, las limitaciones del pensamiento de la CEPAL descan-
san también en su naturaleza estructural; en este nivel del análisis
no se toma en consideración las relaciones sociales de producción
que se encuentran en la base del proceso de sustitución de importa-
ciones y la transformación de otras estructuras de la sociedad que
esto acarrea.
La CEPAL propone un modelo ideal de crecimiento por sectores y, de
ahí, un crecimiento global, diseñado en tal forma que se puedan
evitar las tendencias peculiares al desarrollo económico de la perife-
ria (el desempleo, el desequilibrio externo y el deterioro en los tér-
minos del intercambio); de ello se deriva el volumen y la composi-
ción de la acumulación que permitiría la proporcionalidad requerida
para la transformación de los diversos sectores productivos. No obs-
tante, aun cuando se le lleve al límite de su coherencia interna, el
enfoque estructural es insuficiente para analizar la evolución de largo
plazo del sistema económico en su conjunto, ya que éste, claramente,
implica mucho más que una mera transformación de la estructura
de la producción.
Las teorías clásicas de la CEPAL describen y examinan ciertos aspec-
tos del desarrollo de las fuerzas productivas (hasta el punto en que
ellas tienen que ver con la productividad del trabajo y con el grado
de diversificación y de homogeneidad de las estructuras de produc-
ción), pero no llegan a tocar las relaciones de producción ni, como
resultado, la forma en que ambos se articulan entre sí.
Además, el análisis del desarrollo desigual no se puede hacer tan
sólo en términos del patrón de acumulación necesario para evitar
la creación de ciertas desigualdades entre los diversos sectores de la
producción material, ya que éstas están íntimamente relacionadas
con los patrones de acumulación en cada polo. Es decir, los requeri-
mientos de acumulación derivan de estas desproporciones, pero la
posibilidad de su realización depende más de las condiciones gene-
rales en las que la acumulación a nivel mundial tiene lugar, que de
la voluntad de alterar estas desproporciones. En otras palabras, si la
intención es analizar la bipolaridad del sistema centro-periferia, no
es suficiente postular la tendencia al desarrollo desigual de las fuer-
zas productivas; es necesario, también, tener presente que esas
45 Para un excelente análisis de estas leyes de la proporcionalidad, véase
Rodríguez (1980).
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIÓN CRíTICA 67
.fuerzas productivas actúan dentro del marco de un proceso de gene-
ración, de apropiación y de utilización del excedente y que dicho pro-
ceso -y las relaciones de explotación en que se apoya- no se
producen exclusivamente dentro de cada polo, sino también entre los
dos polos de la economía mundial.
Otro aspecto distintivo de esta línea de pensamiento es la formu-
lación de una distinción fundamentalmente ética entre "crecimiento
económico" y "desarrollo económico". De acuerdo con ella, no habría
"desarrollo" propiamente tal si el crecimiento económico está acom-
pañado por: i) una mayor desigualdad en la distribución de sus
beneficios; ii) una incapacidad de mejorar el bienestar social, par-
ticularmente si el gasto se dirige a áreas improductivas (o lo que es
peor, a gastos militares), o bien a la producción de artículos sun-
tuarios); iii) una incapacidad de crear oportunidades de empleo al
ritmo del crecimiento de la población activa, para no mencionar el
de la urbanización, y iv) una pérdida creciente del control nacional
sobre la vida económica, política, social y cultural del país.
Al hacer una distinción en estos términos, los trabajos de la CEPAL
tomaron dos líneas distintas, una relacionada con los obstáculos al
crecimiento (en particular al crecimiento industrial) y, la otra, rela-
cionada con el carácter negativo adoptado por el desarrollo eco-
nómico. La fragilidad de este enfoque radica en que confunde la crí-
tica socialista del capitalismo con el análisis de los obstáculos que
encuentra el capitalismo en la América Latina."
No es de extrañar que el análisis de la CEPAL haya atraído su cuota
de crítica, particularmente por arriesgarse a ir más allá del análisis
abstracto y ofrecer un conjunto de recomendaciones de política
económica. Desde la izquierda, la CEPAL fue criticada especialmente
por no haber "denunciado" suficientemente los mecanismos de explo-
tación dentro del sistema capitalista y por haber criticado la teoría
convencional del comercio internacional desde "adentro" (véase, por
ejemplo, Frank, 19'67,y Caputo y Pizarro, 1974). Por otra parte, la
reacción de la derecha fue inmediata y en ocasiones violenta: las re-
comendaciones de política económica de la CEPAL eran totalmente he-
réticas y opuestas al punto de vista de la teoría neoclásica convencio-
nal, y antagónicas con los intereses políticos de importantes sectores,
tanto locales como extranjeros. Uno de los críticos más connotados
en círculos académicos fue Haberler, quien acusó a la CEPAL de no to-
mar debidamente en cuenta los ciclos económicos, y argumentó que
los términos factoriales simples del. intercambio serían un mejor
indicador de la distribución de los beneficios en el comercio inter-
nacional, que la sola relación entre los precios de las exportaciones
y de las importaciones.
46 Para un análisis de las "teorías del estancamiento" y las relacionadas
con el desarrollo "distorsíonado", véase lo expuesto anteriormente.
 68 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRíTICA
En el frente político, la derecha tradicional acusó a la CEPAL de ser
el "caballo de Troya del marxismo", dado el grado de similitud entre
los dos análisis. Sin duda habían muchos elementos comunes, tanto
ideológicos como analíticos, entre el análisis de la CEPAL y el pensa-
miento marxista anterior a la Revolución cubana respecto a los
"obstáculos" que enfrenta el desarrollo capitalista en la periferia
(a pesar de que ambos enfoques partían de premisas muy diferentes).
Como ya hemos dicho, la línea central del pensamiento marxista des-
pués de 1920 veía todavía al desarrollo capitalista en la periferia
como necesario, pero obstaculizado por la así llamada alianza "feu-
dal-imperialista"; por esto, la lucha antimperialista y "antifeudal" se
transformaba en una lucha por la industrialización, en la cual el
Estado y la "burguesía nacional", junto al proletariado, eran los
agentes históricos de este (necesario) desarrollo capitalista. En el
caso de la CEPAL, lo mismo que en el análisis marxista, el "obstácu-
lo principal" al desarrollo era externo (unos lo llamaban "obstáculo
principal", los otros "enemigo principal"); y la CEPAL también com-
partía con el enfoque marxista la convicción de que el otro gran obs-
táculo a la industrialización y desarrollo en general era interno: los
sectores tradicionales oligárquicos.
Más aún, la coincidencia entre los dos análisis se hizo más evi-
dente cuando el proceso de reformulación de cada uno ocurrió simul-
táneamente. Así, cuando resultó evidente que, a pesar de las recomen-
daciones de la CEPAL, el desarrollo capitalista de América Latina
seguía un curso diferente del esperado, algunos miembros de la CEPAL
iniciaron una reformulación del pensamiento clásico de ese organis-
mo, precisamente al mismo tiempo en que (a partir de la Revolución
cubana) un importante sector de la izquierda latinoamericana se dis-
tanciaba del punto de vista de que el desarrollo capitalista en Amé-
rica Latina era tan necesario como posible, pero obstaculizado por la
alianza "feudal-imperialista". Los diferentes procesos de reformu-
lación no solamente ocurrieron al mismo tiempo sino que, a pesar
de las divergencias del caso (particularmente aparentes en el vocabu-
lario adoptado), tenían un elemento en común, que era extraordina-
riamente importante: el enorme pesimismo respecto a la posibilidad
del desarrollo capitalista en la periferia.
Sin duda, el cuadro sombrío presentado por sus propias estadísti-
cas (CEPAL, 1963) produjo en ella el efecto que la Revolución cubana
había tenido en el pensamiento marxista. Si se insiste en usar la
terminología de Kuhn (1962, 1972), se puede decir que ambos fenó-
menos cambiaron los respectivos paradigmas. El proceso de indus-
trialización sustitutivo de importaciones recomendado por la CEPAL
parecía agravar, en lugar de aliviar, los problemas de la balanza de
pagos; y la inversión extranjera no solamente era parcialmente res-
ponsable de ello (puesto que después de cierto tiempo la corriente
liIIfL...:.
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIÓN CRíTICA 69
neta de capitales era negativo), sino que tampoco parecía traer los
otros beneficios que la CEPAL había esperado. Los salarios reales no
subían en la medida necesaria para estimular la demanda efectiva y,
de hecho, en ciertos países (los más dinámicos, como Brasil) la dis-
tribución del ingreso estaba empeorando; los problemas del de-
sempleo también se estaban agudizando, en particular como resultado
del incremento de la emigración del campo hacia la ciudad, y la pro-
ducción industrial se concentraba cada vez más en artículos suntua-
rios, y no parecía tener el "efecto de arrastre" de otros sectores
productivos, particularmente de la agricultura. '
El panorama sombrío del desarrollo capitalista de América Latina
introdujo cambios en la "entidad preteórica" (si se quiere regresar al
lenguaje de Kuhn) en los teóricos de la CEPAL y reforzó las conviccio-
nes de los estudios "subdesarrollistas" de la dependencia presentados
con anterioridad." Los primeros se enfrentaban al problema de tra-
tar de descubrir por qué algunas de las consecuencias que se espera-
ban de la industrialización en el curso del desarrollo no se habían
producido, y los últimos negaban, con mayor vehemencia, que hu-
biera la menor posibilidad de un desarrollo capitalista dependiente.
El pesimismo acerca de la posibilidad de desarrollo capitalista en
América Latina, iba en ambos casos acompañado por el mismo error:
no tomar debidamente en cuenta el carácter cíclico del desarrollo
capitalista, y pedirle a este desarrollo lo que no está en su natura-
leza dar.
Lo irónico es que mientras ambos grupos se dedicaban a escribir
sus respectivas versiones de la "teoría del estancamiento inevitable"
(quizás las más conocidas son las de Furtado, 1966), el comercio
internacional se recuperaba, los términos del intercambio se modi-
ficaban en favor de los exportadores latinoamericanos de productos
agrícolas y mineros y algunos países trataban de aprovechar esta
situación favorable y aceleraban su ritmo de crecimiento económico.
Así pues, como Cardoso lo hace notar (1977, p' 33), "la historia le
tendió una trampa a los pesimistas".
La visión optimista de los años cincuenta del poder transformador
automático de la industrialización, se transforma en la visión que
para superar los obstáculos estructurales que distorsionan el fun-
cionamiento del sistema socioeconómico en general y que impiden
su transformación, es necesario promover y realizar cambios previos
en las diversas estructuras de la sociedad.
El latifundismo, que se había consolidado durante el periodo de
47 En otras palabras, si la Revolución cubana llevó a un sector de la izquierda
al análisis que propugna una transición inmediata al socialismo, el "sombrío"
panorama del desarrollo capitalista de Latinoamérica a principios de la década
de 19'60 es lo que finalmente llevó a la reformulación del pensamiento de la
CEPAL.
 70 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRrTICA
crecimiento hacia afuera, el carácter monopólico y dependiente del
sector industrial (particularmente en lo que respecta a la tecnología,
las finanzas y los bienes de capital), que habían emergido durante
el periodo de crecimiento hacia adentro y la presencia de capital ex-
tranjero en el sector exportador, estarían en la base de un mismo
sistema de distribución del poder, de la propiedad y del ingreso, que
es tan concentrador como excluyente. Además, el nuevo análisis in-
dica que las estructuras políticas, económicas y sociales frenan el
dinamismo del proceso de acumulación, lo que hace que el proceso
de industrialización (y las estructuras en cuestión) sean envueltos
por una inercia relativa.
Es así como la reforma agraria ya no aparece como una ventaja,
sino como una necesidad absoluta. La estructura de la propiedad
industrial y el papel del Estado en la economía pasan a formar parte
del centro del debate; la propiedad del sector exportador y del exce-
dente que genera se discuten abiertamente en una atmósfera de cre-
ciente nacionalismo. Quizá el programa político y económico de la
Unidad Popular en Chile debió más a esta nueva visión de la CEPAL,
del desarrollo de la periferia que al pensamiento marxista tradicio-
nal. La obra de Vuscovic es significativa a este respecto, especialmen-
te en cuanto a la discusión que hace del carácter concentrador y
excluyente del desarrollo de América Latina (1970) Y de la alterna-
tiva propuesta por el gobierno de Allende para superarlo (1973).48
Estas teorías del estancamiento tan características del pensamien-
to latinoamericano en las décadas de 1960 y 1970, fueron criticadas
sistemáticamente por primera vez en Tavares y Sena (1970). A su
vez, Pinto (1965, 1974) ha hecho importantes contribuciones al aná-
, lisis de la heterogeneidad estructural y al proceso continuo de "mar-
ginalización" de la periferia (con Knakal, 1973). Sunkel aporta una
presentación global y sistemática de este nuevo concepto del desarro-
llo (con Paz, 1970), y en una serie de trabajos analiza el proceso por
medio del cual un mayor grago de integración a la economía mundial
lleva a una mayor desintegración de las sociedades y economías de la
periferia (1972, 1973b, 1974). Posteriormente, junto con Carmen
Caríola, escribió un importante trabajo sobre la relación entre la ex-
plotación de salitre en Chile y la transformación socioeconómica que
trajo consigo, estudio que critica abiertamente las tesis "subdesarro-
llistas", de la época.
Las contribuciones subsecuentes se pueden agrupar en tres cate-
gorías: en la primera están aquellas que intentan analizar las trans-
formaciones más recientes del sistema capitalista mundial y sus efec-
tos en la economía de la periferia, dando una atención preferente al
proceso de transnacionalización; los ensayos reunidos por Villamil
48 Para una serie de artículos y su análisis relacionados con los diversos
aspectos del gobierno de la Unidad Popular, véase Palma (comp.), 1973.
DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIÓN CRíTICA 71
(ed., 1979) constituyen importantes contribuciones a este respecto.
En la segunda se estudian las implicaciones teóricas y metodológicas
de la aplicación del marco centro-periferia a Europa; la potenciali-
dad de ese enfoque se comprueba en la colección editada por Seers,
Schaffer y Kiljunen (1979), y por Seers y Vaitsos (1980). La tercera
tiene relación con el estudio de algunos de los temas más importan-
tes en la economía internacional contemporánea, tales como las
transformaciones en los mercados financieros internacionales y los
problemas energéticos y del medio ambiente.
UNA METODOLOGíA PARA EL ANÁLISIS DE SITUACIONES CONCRETAS DE
DEPENDENCIA
Hasta ahora, en la crítica de algunos de los estudios de la dependen-
cia, se ha adelantado los elementos fundamentales de 10 que entien-
do es el tercer enfoque dentro de la escuela de la dependencia. Éste
se relaciona primeramente con la obra del sociólogo brasileño Fer-
nando Henrique Cardoso, en especial su libro Dependencia y desarro-
llo en América Latina (1967), escrito con el historiador chileno Enzo
Faletto.
Este tercer enfoque de los análisis de la dependencia se puede resu-
mir de la siguiente manera:
i) En común con los anteriores, este tercer enfoque ve a las econo-
mías periféricas como partes integrales del sistema capitalista mun-
rial, en un contexto de creciente internacionalización del sistema en
su conjunto. A su vez, como la dinámica central de dicho sistema
queda fuera de las economías periféricas, las opciones abiertas a ellas
están limitadas por el desarrollo del sistema en el centro, quedando,
por esto, "lo particular" condicionado, en cierta forma, "por lo ge-
neral", Por lo tanto, un elemento básico para la comprensión de estas
sociedades periféricas se encuentra en las "determinantes generales"
del sistema capitalista mundial, las que se modifican a través del
tiempo; en consecuencia, el análisis exige ante todo una comprensión
acabada de las características esenciales del sistema capitalista mun-
dial. Sin embargo, la teoría del imperialismo -concebida original-
mente con dicho fin- quedó prácticamente "congelada" desde la
muerte de Lenin hasta fines de la década de 1950. Durante ese perio-
do, el capitalismo sufrió importantes transformaciones que la teoría
no logró incorporar; entre ellos se destacan: la depresión de la dé-
cada de 1930, la segunda Guerra Mundial, la aparición de Estados
Unidos como potencia hegemónica indiscutible del mundo capitalista,
el desafío creado por el bloque socialista (con los consiguientes re-
querimientos de preservación del mundo capitalista), la descoloniza-
ción de Africa y de Asia y la iniciación del proceso de transnaciona-
72 DEPENDENCIAY DESARROLLO:UNAVISIóN CRíTICA
lización del capitalismo. Todo ello contribuye a crear un mundo sig-
nificativamente diferente del que Lenin había analizado a principios
de siglo. A medida que la teoría del imperialismo empezó de nuevo,
en la década de 1950, a colocarse en el centro del análisis marxista,
se hizo evidente su dificultad para incoporar nuevos avances teóri-
cos. Contribuciones tan importantes como las de Gramsci" y Kalecki
no fueron realmente integradas sino hasta muy recientemente."
Una característica del tercer enfoque de la dependencia, amplia-
mente reconocida, es haber incorporado más satisfactoriamente en
su análisis del desarrollo latinoamericano las transformaciones que
están ocurriendo y han ocurrido en el sistema capitalista mundial,
en particular los cambios significativos desde fines de la década de
1950 en cuanto al ritmo y la forma del movimiento de capitales y a
la división internacional del trabajo. La aparición de las llamadas
corporaciones multinacionales transformaron progresivamente las
relaciones entre el centro y la periferia y las relaciones entre los paí-
ses del centro. A medida que el capital extranjero se ha dirigido cada
vez más hacia la industria manufacturera en la periferia," la lucha
por la industrialización, que anteriormente se había visto como una
lucha antimperialista, se ha convertido de alguna forma en la meta
del capital extranjero. Así pues, la dependencia y la industrialización
dejan de ser necesariamente contradictorias y se hace posible en-
contrar un camino de "desarrollo dependiente" .52
ii) Además, el tercer enfoque de la dependencia, no solamente
acepta como punto de partida y contribuye al análisis del papel de
las economías periféricas en el sistema capitalista mundial, sino que
igualmente acepta y enriquece la hipótesis de que las sociedades pe-
riféricas están internamente estructuradas en patrones de organiza-
ción social, desiguales y antagónicos, mostrando las asimetría s socia-
les y el carácter explotador de la organización social que surge de su
base socioeconómica, dando gran importancia a factores general-
mente olvidados por el análisis tradicional, tales como el efecto de
la diversidad de las distintas economías en recursos naturales, en
ubicación geográfica y demás. De esta forma, este enfoque amplía
también significativamente el marco de análisis de los "determinan-
tes internos" del desarrollo de las economías periféricas.
_iii) Pero, siendo importantes, la característica más significativa
49 Para una buena selección de la obra de Gramsci (la contribución más
original del pensamiento marxista desde Lenin), véase Gramsci, 1971.
50 Para intentos de poner al día la teoría del imperialismo, véanse Rhodes
(comp.), 1970; Owen y Sutcliffe (comps.), 19172; Barrat-Brown, 1974, y Radice
(comp.), 1975.
51 Para evidencia empírica sobre este punto, véanse O'Connor, 1970-; Boden-
heimer, 1970; Quijano, 1971, Fajnzylber, 1971; Cardoso, 19172; Barratt-Brown,
1974, y Warren, 1973.
52 Esto no significa necesariamente que ello sea así para toda la periferia.
DEPENDENCIAY DESARROLLO:UNAV1SIóN CRíTICA 73
de estas contribuciones de este enfoque consiste en ir más allá de
los puntos mencionados -determinantes "externos" e "internos"-,
al insistir que de las premisas hasta ahora esbozadas, sólo se llega a
una característica parcial, abstracta e indeterminada del proceso his-
tórico latinoamericano, Este problema sólo se podría superar 'enten-
diendo cómo interactúan los determinantes "generales" y "específi-
cos" en situaciones particulares y concretas. Sólo mediante la
comprensión de la especificidad del movimiento de esas sociedades
como una unidad dialéctica de ambos determinantes -como una
síntesis de estos factores "internos" y "externos"- se podría explicar
la particularidad de los procesos sociales, políticos y económicos en
las sociedades dependientes. Tan sólo así se podría, por ejemplo, ex-
plicar por qué un mismo proceso de expansión comercial ha produ-
cido, en las distintas sociedades latinoamericanas, sistemas tan di-
ferentes como aquellos basados en el trabajo de esclavos, en la
explotación de población indígena y en incipientes formas de trabajo
asalariado.
Lo importante no es simplemente mostrar que la expansión comer-
cial fue la base de la transformación de las economías coloniales lati-
noamericanas y, menos aún, deducir mecánicamente que ese fue el
proceso que las convirtió inmediatamente en "capitalistas"; sino ex-
plicar precisamente -evitando que se pierda la especificidad de la
historia en un enredo de conceptos abstractos- cómo un mismo im-
pulso mercantilista llevó al desarrollo de los diferentes fenómenos
mencionados. En general, mostrar cómo a través de la historia de
América Latina, diversos sectores
de las clases locales se aliaron o enfrentaron a intereses extranjeros;
cómo organizaron diversas formas de estado, adoptaron distintas ideo-
logías, trataron de implementar diferentes políticas o definieron diver-
sas estrategias para hacer frente a los desafíos imperialistas en dis-
tintos momentos de su historia (Cardoso y Faletto, 1977, p. 12).
El estudio de la dinámica de las sociedades dependientes como
unidad dialéctica de factores internos y externos implica que la in-
fluencia de cada uno en el movimiento de esas sociedades sólo puede
distinguirse haciendo un análisis estático del fenómeno histórico. De
igual manera, el hecho de que la dinámica interna de una sociedad
dependiente sea un aspecto particular de la dinámica general del sis-
tema capitalista no implica que esta última produzca determinados
efectos en la primera, sino que sólo encuentra en ella una expresión
concreta.
El sistema de "dominación externa" reaparece como un fenómeno
"interno" en las prácticas sociales de los grupos y clases locales que
comparten sus intereses y sus valores. Otros grupos internos y otras
fuerzas sociales se oponen a este sistema de dominación y en el des-

74 DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRITICA
arrollo concreto de esta contradicción se genera la dinámica espe-
cífica de la sociedad. No se trata de ver cómo una parte del sistema
capitalista mundial está "en desarrollo" y otra "en subdesarrollo",
o de ver al imperialismo y a la dependencia como las dos caras de
una misma moneda (en la que el mundo subdesarrollado o depen-
diente queda reducido a un papel pasivo determinado por el otro)
sino que, como dicen Cardoso y Faletto, de concebir
... la relación entre fuerzas externas e internas como parte de un todo,
cuyos vínculos estructurales no están apoyados en meras formas exter-
nas de explotación y de coerción, sino como arraigados en coinciden-
cias de intereses entre las clases dominantes locales y las internaciona-
les y, por otra parte, desafiados por grupos y clases locales dominados.
En ciertas circunstancias, el radio de intereses coincidentes o concilia-
dos puede ampliarse no sólo a segmentos de la clase media sino
hasta elementos alienados de la clase trabajadora. En otras circuns-
tancias, segmentos de las clases dominantes pueden intentar alianzas
internas con las clases medias, con las clases trabajadoras y aun con
las campesinas, para protegerse de la penetración extranjera si esta es
contradictoria a sus intereses (1977,pp. 10-11).
Existen, desde luego, elementos del sistema capitalista mundial
que afectan a todas las economías de la periferia, pero es precisamen-
te la diversidad dentro de esta unidad lo que caracteriza a los pro-
cesos históricos. Por lo tanto, el esfuerzo del análisis se debería orien-
tar hacia la elaboración de conceptos capaces de explicar cómo las
tendencias generales de la expansión capitalista se transforman en
relaciones específicas entre los individuos, las clases y el estado,
cómo estas relaciones específicas, a su vez, reaccionan sobre las ten-
dencias generales ,del sistema capitalista, cómo los procesos internos
y externos de dominación política se reflejan entre sí, tanto en sus
compatibilidades como en sus contradicciones, cómo la economía
y la política de América Latina se articulan con las deloentro y cómo
se generan, así, sus dinámicas específicas.
Esto no significa, sin embargo, tener la expectativa ingenua de que
un enfoque "correcto" del análisis de la dependencia sea suficiente
para explicar todas las facetas de un proceso histórico; o que, si
aún no lo es, es porque se aplicó el método en forma equivocada o
no se le elaboró suficientemente. No tengo la ilusión de que nuestro
esfuerzo analítico pueda explicar cada detalle del pasado histórico,
o pueda predecir el curso exacto de los acontecimientos futuros, por-
que no creo que nuestro análisis pueda sacar de la historia todas sus
ambigüedades, incertidumbres, contradicciones y sorpresas. Como
lo ha hecho con tanta frecuencia en el pasado, la historia indudable-
mente continuará asombrándonos con revelaciones insospechadas,
tan inesperadas como las que asombraron a Lenin en 1917.
a¿,
•••
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DEPENDENCIA Y DESARROLLO: UNA VISIóN CRITICA 75
En mi opinión, algunos de los análisis más fructíferos dentro de
la escuela de la dependencia han sido los que analizan situaciones
específicas en términos concretos. Es precisamente el caso de Chud-
novsky (1974) quien después de analizar el efecto de las empresas
L
multinacionales en Colombia, pasa a relacionado con la teoría del
imperialismo. Entre muchos otros trabajos que encontramos en este
enfoque analítico, podemos citar los ya mencionados de Laclau
(1969); Pinto (1965-1974); Cariola y Sunkel (1976, 1977), y de Sin-
ger (1971).
A MODO DE CONCLUSI6N
A lo largo de esta investigación he demostrado, en primer lugar, que
no existe una sola teoría marxista del subdesarrollo; dentro de este
marco encontramos enfoques tan diversos que si se deseara abarcar
a todos bajo un mismo rubro probablemente sería más adecuado
1,0.
hablar de teorías del subdesarrollo "de inspiración marxista".
He demostrado igualmente-cómo la metamorfosis que ha sufrido
el pensamiento marxista del subdesarrollo en algunos casos se debe
a cambios en el diagnóstico y, en otros, a cambios en las circunstan-
cias bajo las cuales actúa el capitalismo en los países atrasados.
Entre los primeros, se destaca la nueva forma de ver las relaciones
entre las estructuras capitalistas y precapitalistas en las zonas peri-
féricas del mundo. Éstas han dejado de ser analizadas por la mayo-
ría de los escritores marxistas como un simple proceso de destruc-
ción y sustitución de estructuras precapitalistas por capitalistas, para
ser vistas progresivamente como un proceso mucho más complejo de
interacción de las dos estructuras.
En cuanto a los cambios en las "circunstancias", la forma en que
el marxismo analiza las relaciones entre el capitalismo avanzado y
las regiones periféricas del mundo ha atravesado por tres distintas
fases. En la primera, la de Marx y Engels, el análisis se concentra en
la manera como los países capitalistas avanzados exportaban sus
manufacturas a los países de la periferia mientras que, al mismo
tiempo, saqueaban las riquezas de éstos y se apoderaban de esclavos.
En la segunda, de los escritos de Lenin y los clásicos del imperia-
~ lismo, el análisis tiene que ver con la exportación de capital, con la
competencia por. el abastecimiento de materias primas y con el pro-
ceso de monopolización de las economías de los países capitalistas
avanzados. En la tercera fase, el análisis trata la dependencia pos-
colonial de los países de la periferia, ya mucho más compleja, en la
cual el capital extranjero (en especial las empresas transnacíonales ),
la repatriación de utilidades, cambios adversos en los términos del
intercambio (el intercambio desigual) actuarían para obstaculizar
I

16 DEPENDENCIAY DESARROLLO:UNAVISIóN CRíTICA
y distorsionar el desarrollo económico y la industrialización de la
periferia.
En cuanto a la escuela de la dependencia, que surge al comienzo
de la década de 1960/3 podemos llegar a la conclusión de que su prin-
cipal contribución es el intento de analizar las sociedades de la peri-
feria por medio de una "ciencia social integrada", que hace hincapié
en la naturaleza sociopolítica de las relaciones económicas de pro-
ducción. En esencia, este es un enfoque de economía política y, por
lo tanto, un intento de revivir la tradición clásica que llega hasta
comienzos del siglo xx.
r tóricos. Así, dichos escritores han presentado esquemas incapaces
Desde esta perspectiva, hay una crítica a aquellos que dividen la
realidad en dimensiones analíticamente independientes entre sí, e in-
dependientes de la estructura económica de una determinada socie-
dad, como si tales elementos fueran realmente separables en la rea-
lidad. Así, la escuela de la dependencia ofrece una crítica Importante
a enfoques como los de las etapas de crecimiento de Rostow, de las
tipologías sociológicas "tradicional-moderno", el dualismo, el funcio-
nalismo y, en general, a todos aquellos enfoques que no integran en
su análisis el contexto sociopolítico del desarrollo.
Sin embargo, como hemos visto, no todos los enfoques dentro de
la escuela de la dependencia logran demostrar adecuadamente cámo
se relacionan estas distintas esferas, sociales, políticas, económicas
y culturales.
53 En cuanto a otros trabajos sobre la escuela de la dependencia,véase Chil-
cote, 1974y O'Brien, 1975.Para una investigación de la bibliografía relacionada
con el Caribe, véase Gírvan, 1973.
No he tratado de integrar en este ensayo la creciente bibliografía relacionada
con Africa. Para una investigaciónsobre este tema, véanse Shaw y Grieve,1977;
véase igualmente Harris, 1975.Sólo quisiera mencionar que desde el punto de
vista del tema que cubre, esta literatura ha hecho especial hincapié en el aná-
lisis de la manera como la independencia política fue seguida por un proceso
de gran dependencia económica y social (Amin, 1972;Fanon, 1967;Jorgenson,
1975; Okumu, 1971); y de CÓmoestas relaciones de dependencia se han des-
arrollado dentro de un marco cada vez más complejo (Bretton, 1973;Rothchild
Y Curry, 1975; Se1wyn1975by e), también se ha concedido gran atención al
papel especial que han desempeñado en él las nuevas clases gobernantes (Cron-
je, Ling y Cronje, 1976; Green, 1970; Markovitz, 1977; Shaw, 1975; Shaw y
Newbury, 1977;Wallerstein, 1973y 1975; Y Zartman, 1976).
La posibilidad de desarrollo capitalis,taen los países africanos ha sido anali-
zada desde todos los puntos de vista (Amin, 1973;Davidson, 1974;Fanon, 1970a
y b: Nyerere, 1973;Wallerstein, 1973y 1974b); y se ha puesto gran hincapié
en <;1problema relacionado con la elaboración de estrategias de desarrollo alter-
nanvas (Fa,lk,1972;Green, 1975;Ghai, 1972y 1973;Huntington y Nelson, 1976;
Rood, 1975; Schumacher, 1975; Seidman, 1972; Selwyn, 1975a; Thomas, 1974,
1975.~ 1976; Vernon, 1976; WalIerstein, 1971y 1974b).Finalmente, para un
análISISde países africanos específicos, véanse Vallaway, 1975; C1iffey Saul,
(comps.), 1972; Godfrey y Langdon, 1976; Green, 1976; Grundy, 1976; Johns,
1971y 1975;McHenry, 1976;Pratt, 1975;Rweyemamu, 1973; Sandbrook, 1975;
Saul, 1973;Seidman, 1974; Y Shaw, 1976.
DEPENDENCIAY DESARROLLO:UNA VISIÓN CRtTICA 77
Si bien encontramos en los estudios de la dependencia una metodo-
logía adecuada para el análisis de situaciones concretas de subdes-
arrollo, encontramos igualmente escritores que no llegan a com-
prender la especificidad y progresividad del proceso histórico de
penetración capitalista en los países de la periferia, limitándose a
condenar sus aspectos negativos hasta el cansancio y a elaborar di-
versas tesis del "inevitable" estancamiento económico, en un intento
por elaborar una teoría formal del subdesarrollo, Estos análisis están
errados no sólo porque no se ajustan a los hechos, sino también por-
que su naturaleza mecánico-formal los convierte en estáticos y ahis-
de explicar la especificidad del proceso de desarrollo económico y
dominación política en los países periférico s ; sus modelos carecen
de sensibilidad para detectar los procesos sociales más relevantes,
y son incapaces de explicar con un mínimo de precisión los mecanis-
mos de reproducción social y las formas de transformación de esas
sociedades. Esto los lleva a emplear conceptos vagos e imprecisos,
tan vagos y tan imprecisos como los que se utilizan en el otro extre-
mo del espectro político, como por ejemplo el del "milagro brasi-
leño"." En sus propios términos, al transformar sus análisis de la
dependencia en una teoría mecánico-formal del subdesarrollo perifé-
rico -perdiendo así los beneficios que les proporcionaría un análisis
dialéctico- estos investigadores han subdesarrollado sus contribu-
ciones a la escuela de la dependencia.
BIBLIOGRAFÍA
Los libros y artículos citados a continuación son los que se mencionan
en el texto; dada la importancia de la fecha en que se escribió cada obra,
o de su primera edición, se ha colocado ésta entre paréntesis después
del nombre del autor, tanto en esta bibliografía como en el texto del
trabajo.
Algunos de los trabajos citados no están publicados; deseo agradecer
a las personas que los pusieron a mi disposición. Se debe tener presente
que la mayor parte de las citas en el texto son traducciones al castellano
hechas por el autor.
,)Q Alschuler, L. R. (1973), tiA sociological theory of Latin America under-
development", Comparative Studies, vol. VI (abril, 1972), pp. 41-60.
54 No nos debe sorprender que los análisis más profundos del desarrollo eco-
nómico brasileño, se encuentren en los análisis de la dependencia ya citados,
o en aquellos que colocan el auge posterior a 1967en su contexto histórico.
Por ejemplo, Bacha (1977)muestra cómo el crecimiento económico de Brasil
de 1968a 1974no es un "milagro", sino que sigue muy de cerca el patrón de
~) crecimiento cíclico de la economía brasileña en el periodo de la posguerra.