No se necesitaba nada para la comuni-
Dios quiere cación. Bastaban los cinco sentidos y la inte-
comunicarse con
el ser humano
Desde el principio de la creación, Dios
quiso estar en contacto con el ser humano. Él
creó todo para el hombre, para compartir con
él su infinito amor por toda la eternidad.
Cuando Dios creó al hombre, inculcó
en su corazón un gran deseo para Él de
manera que el hombre pueda:
Conocer a Dios, por medio de la
creación y de la enseñanza de Jesucristo.
Amar a Dios, actuando y viviendo
según sus mandamientos.
Servir a Dios, es decir cumpliendo con
su voluntad.
Solo de esta manera podemos tener la
felicidad y la alegría del paraíso desde este
mundo. Esta es la primera vocación del
hombre: estar en comunión con Dios.
Antes del pecado original, la comunica-
ción era perfecta. El hombre convivía con
Dios y hablaba cara a cara con Él. Dios podía
manifestarle directamente su amor y sus
planes de felicidad eterna.
10
ligencia del hombre, para que él y Dios se
entendieran a la perfección.
La comunicación
se rompe
Con el pecado original, el hombre se
apartó de Dios. Al desobedecer a Dios y al
querer ser igual a Él, el hombre rompió los
cables, se desconectó de la red y dejó de
contemplar a Dios cara a cara.
A partir de ese momento, todo le
pareció confuso. Sus cinco sentidos y su
inteligencia seguían funcionando, pero las
imágenes llegaban distorsionadas por el
pecado.
Al contemplar la creación, el ser huma-
no podía sentir la presencia de Dios, pero se
volvió incapaz de conocer sus planes y su
amor infinito.
Sin embargo, no todo estaba perdido.
Dios quería seguir en comunicación con el
hombre. Dios seguía amando al hombre y le
dolía verlo desorientado, con un sinfín de
dudas incapaz de resolver con su sola
inteligencia.
 Dios contempló al hombre que, herido
por el pecado, ya no sabía cuál era el sentido
de la vida, de la muerte y del dolor. Dios con-
templó al hombre que se alejaba cada vez
más de Él, buscando, por caminos erróneos,
la felicidad infinita que deseaba y añoraba.
Ante esta situación, Dios se preguntó:
¿Cómo puedo comunicar al hombre todas las
respuestas a sus interrogantes? ¿Cómo
decirle que lo sigo amando? ¿Cómo decirle
que quiero tenerlo eternamente junto a mí?
¿Cómo manifestarle el camino que debe
seguir para saciar esa sed de felicidad y vida
eterna que el hombre tiene en su interior?
Dios quiso que el hombre fuera capaz de
conocerlo de nuevo, de amarlo y de respon-
derle. Entonces, ideó un plan de salvación
para que el hombre pudiera captar y entender
su mensaje de amor.
El Plan de la
Salvación
La tarea de Dios no era nada fácil. Él
mismo había dotado al hombre de libertad,
para que este lo amara voluntariamente. Pero
el hombre no mostraba ningún interés de
volverse a “conectarse a la red”, no abría el
canal de comunicación, pues su “equipo
receptor” estaba seriamente dañado por el
pecado.
Dios quería transmitir al hombre un gran
mensaje, pero el hombre no estaba
preparado para recibirlo en su totalidad.
Entonces, Dios eligió un sistema pedagógico
para poder comunicarse con el hombre. Lo
haría poco a poco, en etapas, para que el
hombre pudiera entenderlo.
Las Etapas de la
Revelación
Después de la Creación, en donde la
comunicación era perfecta, y después del
pecado, que la rompió por completo, Dios
empezó a comunicarse con el ser humano de
forma gradual, mediante obras y palabras.
Alianza con Noé: La primera etapa
de la Revelación la encontramos en
la alianza con Noé.
Cuenta la Biblia que de todo el género
humano, el único justo y bueno era Noé. Era
el único que quería estar en comunicación
con Dios y, por lo tanto, el único con el que
Dios podía establecer un pacto. A Noé, Dios
le manifestó su amor por todos los hombres
sin distinción de razas o naciones.
Las promesas a Abraham: La
segunda etapa la encontramos en
Abraham, a quien Dios le prometió
que será el padre de una gran multitud de
naciones.
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11
 Abraham no llegó a comprender en su
totalidad la trascendencia del mensaje, pero
le respondió a Dios con confianza y siguió
fielmente las indicaciones que Él le dio.

Abraham no comprendió todo, pero su

historia y el mensaje que Dios le comunicó,
se quedaron escritos, y así, posteriormente, la
Iglesia pudo interpretarlo y entenderlo.

Elección del Pueblo de Dios: La ter-

cera etapa se encuentra en la elección
del pueblo de Israel. Dios lo salvó de
la esclavitud en Egipto, hizo con él la alianza
en el Sinaí, le entregó sus leyes y se
manifestó como el único Dios verdadero,
Padre providente y bueno.

A lo largo de la historia de Israel, Dios

eligió a los profetas para transmitir su mensa-
je a los hombres y prepararlos para la pleni-
tud de la Revelación. Los profetas hablaron
de una redención radical y de una salvación
universal.
Jesucristo: La última etapa de la
Revelación es la venida de Jesucris-
to al mundo. La plenitud de los
tiempos había llegado; el hombre ya
tenía lo necesario para recibir el mensaje de
Dios. Dios mismo se hizo hombre para
hablarnos directamente y nos reveló todo lo
que tenía que decirnos.
La Revelación culminó con la vida,
muerte y resurrección de Jesucristo. El plan
de Dios para el hombre quedó completamente
revelado, pero no explicado en su totalidad.
Dios no podía explicar todo, pues el
hombre aún no estaba preparado para
entenderlo. Sin embargo, con la Revelación
nos ha dejado los principios que se van
interpretando y aplicando a las nuevas
necesidades y a los nuevos interrogantes que
surgen en el hombre en el transcurso de la
historia.
Revelaciones
particulares
A lo largo de la historia de la salvación,
encontramos una serie de revelaciones espe-
ciales que Dios ha tenido con ciertos hombres
y mujeres como Santa Margarita María de
Alacoque, San Juan de la Cruz, San Francisco
de Asís y San Ignacio de Loyola, entre otros.
Todas estas revelaciones, aprobadas y
difundidas por la Iglesia, tienen algo en
común: no aportan nada nuevo a la
revelación dada por Jesucristo, no la mejoran
ni la completan.
Existen otras "pseudo-revelaciones"
que algunos hombres dicen haber tenido en
forma privada, y que pretenden corregir o
superar lo anunciado por Jesucristo. Todas
estas revelaciones son falsas. No existirá más
revelación después de la venida de Cristo, y
ningún ser humano podrá corregirla o
superarla.

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 ¿ REPASAMOS ?
A. Completa las siguientes oraciones :

1. Antes de cometer el pecado, el hombre podía ________________________________

y Dios podía manifestarle al hombre su ________________________________.
2. Después del pecado, Dios siguió amando al ________________. Él quería transmitir
un mensaje de amor al hombre pero este no podía ____________________________
pues su “equipo receptor” estaba ____________________________________.
3. La palabra “Revelación” significa la ________________________ de Dios con el
________________________.
4. La Iglesia Católica enseña que la Revelación culminó con
____________________________________________________________________.

B. Relaciona los nombres de la primera columna con la

definición de la segunda columna escribiendo en el cuadro el
número correcto

1. Noé Dios lo eligió para dirigir a su pueblo hacia la libertad.

2. Abraham Con su venida, la plenitud de los tiempos había llegado.

Dios los eligió para transmitir su mensaje a los hombres y

3. Moisés
prepararlos para la plenitud de la Revelación.

4. Los profetas Dios le prometió que sería padre de muchos.

5. Jesucristo El único justo y bueno con quien Dios podía comunicarse.

C. ESCRIBE UN COMPROMISO RELACIONADO CON ESTE TEMA

Mi compromiso es:
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