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El lavatorio de pies representa el momento en que Jesús llega al Cenáculo y lava los pies
de sus discípulos uno a uno. Una vez en la mesa se celebra la Misa, donde el Señor ordena
a sus apóstoles sacerdotes y les indica que de ese momento en adelante ellos celebrarían
la Misa. Cuando finaliza la cena, Jesús se despide de su Madre y sale en dirección al
huerto de olivos, acompañado de algunos discípulos.
Esa misma noche, Jesús es entregado por Judas y puesto en prisión donde lo interrogan
durante toda la noche. Hoy es uno de los días más importantes de la Semana Santa.
Durante el Viernes Santo se realiza la veneración del Árbol de la Cruz y el Vía Crucis. Es
el único día del calendario litúrgico donde no se celebra la Eucaristía.
Se renuevan en este día (o la noche anterior, en la Vigilia Pascual) los sacramentos del
bautismo y la confirmación.
Encontrar a Cristo
Todos los Viernes Santos se lee en los Oficios la Pasión según San Juan. La
Pasión de un hombre con un cuerpo de más de un metro ochenta de altura, que
tenía cabellos, manos, ojos; es decir, un verdadero cuerpo. Y que tenía
sentimientos: era capaz de amar y de sentir pena, como atestiguan los que le
conocieron. Jesús sufrió en su alma y en su cuerpo.
La Pasión del Viernes Santo la cuenta San Juan que estuvo allí viéndolo. Pero
también cuenta otras cosas. El Evangelio de San Juan tiene una estructura
distinta de la que tineen los otros tres Evangelios. No pretende narrar paso a
paso la vida de Jesús. Lo que quiere explicar, continuamente, es que ese Jesús al
que él conoció ¡es Dios!
¿Y TÚ QUÉ DICES? Para ti, ¿quién es Jesús? ¿Quién está siendo para tí hasta
el día de hoy? ¿Qué deberías hacer en el futuro? Mira que es necesario,
imprescindible, descubrirle, conocerle, tratarle y amarle. Mira que nos va
mucho en esto: nos va la vida.
MATERIAL PARA LA ORACIÓN Sevilla 2018
Pero conocerle de oídas no basta. Hemos oído hablar de mucha gente en los
periódicos y en la televisión, pero realmente no les conocemos, porque no
nos los han presentado y no les tratamos. En el fondo, como no son nuestros
amigos, nos da igual qué es lo que hagan.
Algo semejante nos sucede con los personajes históricos -Velázquez, Colón,
Napoleón-. Interesante, decimos, pero no influyen en nuestra vida si no es
por alguna pequeña anécdota o alguna frase que anotamos. Yo vivo mi vida
y aquellos personajes me caen muy lejos.
Triste cosa sería que Jesucristo nos cayera lejos, algo así como a veinte siglos
de distancia. O que hayas oído hablar de Él en el colegio y en la iglesia y le
conozcas de oídas. Porque Jesucristo vivió hace siglos pero sigue viviendo:
"Jesucristo ayer, y hoy y siempre" (Hb 13,8). No es alguien que pasó y ha
quedado en el recuerdo de los cristianos. No; ha sido la vida para mucha
gente. Y por Él muchos han dado y dan su vida, Porque ser cristiano consiste
precisamente en esto: en seguirle a Él.
- Pues no Le conozco.
- ¡Búscale!
- No sé, ¿cómo?
- Vete junto al Sagrario, porque allí está, y lle el Evangelio.
historia de un santo
¿Y quién lo iba a decir de ti, Simón, el hijo de Juan?, se pregunta la suegra de Pedro.
Yo que conozco a tu madre y a toda tu familia desde toda la vida, que te veía jugar en
el pueblo y que ya me preocupé yo de que te casaras con mi hija... ¿Quién te iba a decir
a ti, que eras un pescador, que te iban a construir una Basílica en Roma, con una Plaza
tan grande y que toda la cristiandad estaría mirando la fumata blanca cada vez que
eligieran a un sucesor tuyo?
¿Quién era ese Jesús que ha armado tanto revuelo histórico; y qué era esa Buena
Nueva que ha hecho cambiar de esquema al mundo? ¿Y qué tenías tú que no tuvieran
los otros del pueblo para que Él se fijara en ti y te hiciera Papa?
La verdad es que mi vida, podría contar Simón, era de lo más normal: yo salía a pescar
un día y otro, echaba las redes, las recogía y, luego en el puerto, las extendía para
recoger los peces, y después nos íbamos a la taberna...
No sé porqué siempre se me pinta calvo y con barba. Así era yo al final de mi vida,
pero cuando hablábamos con Jesús no llegábamos ninguno de los amigos a los treinta
años.
Recuerdo cuando Jesús empezó a predicar como Maestro y nos dijo que Le
siguiéramos.
Y Le seguimos porque había algo especial en Él. No sólo era muy amable y decía la
verdad que cada uno necesitaba –¡era un gran amigo!–, sino que había en Él algo
especial, no sé si me entiendes. Jesús era muy humano, pero también muy
sobrenatural; infundía como un respeto sagrado. Jesús era, en este sentido, distinto a
cualquier otro hombre que había conocido.
MATERIAL PARA LA ORACIÓN Sevilla 2018
Sí, los otros y yo Le seguimos. Entonces empezó una aventura apasionante. Si
quieres que te diga la verdad, con Jesús la vida era muy normal, no es que
estuviera a todas horas haciendo milagros, pero a veces era desconcertante. Por
dos veces sacamos miles de panecillos y de peces de una bolsa, le vimos andar
sobre las aguas, y calmar tempestades. No ocurría todos los días, ya te digo, pero
tampoco era infrecuente.
Y Él lo que nos pedía, sobre todo a mí, era que tuviéramos fe. Que nos fiáramos de
Él,y que si teníamos fe haríamos las cosas que Él hacía. Una lección que a mí me
costó bastante aprender. Una vez, después de una pesca milagrosa tuve que
decirle a Jesús “Apártate de mí que soy un pecador” (Lc 5,8).
“¿Y aquella vez en el Tabor? ¿Te acuerdas?”, podría recordar Pedro a Santiago y a
Andrés. ¡Qué bien se estaba allí! Porque, la verdad, ¡qué bien se estaba con Jesús!
¡Cuántos ratos de tertulia! Jesús...; no habían conocido a nadie como Él.
Sí, pero la verdad es que ya le costó a Jesús enseñar a sus Apóstoles; enseñarles a
que hicieran Su voluntad, la voluntad de Dios. Sin embargo, ellos fueron
aprendiendo; y entre el amor que le tenían y el sentido sobrenatural que fueron
adquiriendo, fueron capaces de decir, como San Pedro: “Daré mi vida por ti” (Jn
13,37).
Y él la dio. Murió crucificado boca abajo por Cristo en el circo de Nerón, y después
su cuerpo fue enterrado a pocos metros del circo, ahí en la falda del monte
Vaticano. Él no sabía ser San Pedro, él no hubiera podido serlo, pero fiado en la
palabra de Jesús y con la asistencia del Espíritu Santo, que recibió el día de
Pentecostés, fue lo que fue: un santo.
MATERIAL PARA LA ORACIÓN Sevilla 2018
Sí, los otros y yo Le seguimos. Entonces empezó una aventura apasionante. Si
quieres que te diga la verdad, con Jesús la vida era muy normal, no es que
estuviera a todas horas haciendo milagros, pero a veces era desconcertante. Por
dos veces sacamos miles de panecillos y de peces de una bolsa, le vimos andar
sobre las aguas, y calmar tempestades. No ocurría todos los días, ya te digo, pero
tampoco era infrecuente.
Y Él lo que nos pedía, sobre todo a mí, era que tuviéramos fe. Que nos fiáramos de
Él,y que si teníamos fe haríamos las cosas que Él hacía. Una lección que a mí me
costó bastante aprender. Una vez, después de una pesca milagrosa tuve que
decirle a Jesús “Apártate de mí que soy un pecador” (Lc 5,8).
“¿Y aquella vez en el Tabor? ¿Te acuerdas?”, podría recordar Pedro a Santiago y a
Andrés. ¡Qué bien se estaba allí! Porque, la verdad, ¡qué bien se estaba con Jesús!
¡Cuántos ratos de tertulia! Jesús...; no habían conocido a nadie como Él.
Sí, pero la verdad es que ya le costó a Jesús enseñar a sus Apóstoles; enseñarles a
que hicieran Su voluntad, la voluntad de Dios. Sin embargo, ellos fueron
aprendiendo; y entre el amor que le tenían y el sentido sobrenatural que fueron
adquiriendo, fueron capaces de decir, como San Pedro: “Daré mi vida por ti” (Jn
13,37).
Y él la dio. Murió crucificado boca abajo por Cristo en el circo de Nerón, y después
su cuerpo fue enterrado a pocos metros del circo, ahí en la falda del monte
Vaticano. Él no sabía ser San Pedro, él no hubiera podido serlo, pero fiado en la
palabra de Jesús y con la asistencia del Espíritu Santo, que recibió el día de
Pentecostés, fue lo que fue: un santo.
MATERIAL PARA LA ORACIÓN Sevilla 2018
Si por parte de Dios no hay impedimento; es decir, que nos ha dado todos los medios –
el Espíritu Santo, los Sacramentos, La Santísima Virgen, etc.–, todo depende de
nosotros, de que queramos.
Ser santo no es difícil, sin embargo requiere una decisión continuada durante toda la
vida, como decía Santa Teresa a sus religiosas: “Los que quieren beber de esta agua
de vida y quieren caminar hasta llegar hasta la misma fuente, cómo han de
comenzar, y digo que importa mucho y el todo una grande y muy determinada
determinación de no parar hasta llegar a ella, venga lo que viniere, suceda lo que
sucediere, trabaje lo que trabajare, murmure quien murmurare, siquiera llegue allá,
siquiera se muera en el camino o no tenga corazón para los trabajos que hay en él,
siquiera se hunda el mundo” (Santa Teresa, Camino de perfección, 35).
¡Ah, entonces la pregunta cambia! Y es que, a lo mejor, uno desea ganar el premio
eterno, pero sin poner los medios, sin empeñar lo que cuesta, y quedarse con la
sonrisa de marioneta de cartón como el joven rico. Piénsalo.
“Me dices que sí, que quieres. –Bien, pero ¿quieres como un avaro quiere su oro,
como una madre quiere a su hijo, como un ambicioso quiere los honores o como un
pobrecito sensual su placer? –¿No? –Entonces no quieres” (San Josemaría, Camino,
316.)
Si alguien desea nuestra felicidad más que nosotros mismos ese alguien es Dios. Para
eso nos ha facilitado los medios necesarios pasa ir al Cielo –que ya Le costó, ¡eh!–.
422 Camino- Jesús es tu amigo. —El Amigo. —Con corazón de carne, como el tuyo. —
Con ojos, de mirar amabilísimo, que lloraron por Lázaro... Y tanto como a Lázaro, te
quiere a ti.
437 Camino- ¡Si un hombre hubiera muerto por librarme de la muerte!...Murió Dios. Y
me quedo indiferente.
18 Surco- Cuanto más generoso seas, por Dios, serás más feliz.
7 Surco- Estos días —me comentabas— han transcurrido más felices que nunca. —Y
te contesté sin vacilar: porque “has vivido” un poco más entregado que de ordinario.
5 Surco- Medítalo despacio: es muy poco lo que se me pide, para lo mucho que se me
da.
448 Surco- ¿No?... ¿Porque no has tenido tiempo?... —Tienes tiempo. Además, ¿qué
obras serán las tuyas, si no las has meditado en la presencia del Señor, para
ordenarlas? Sin esa conversación con Dios, ¿cómo acabarás con perfección la labor
de la jornada?... —Mira, es como si alegaras que te falta tiempo para estudiar, porque
estás muy ocupado en explicar unas lecciones... Sin estudio, no se puede dar una
buena clase.
Camino 982 Más recia la mujer que el hombre, y más fiel, a la hora del dolor. —¡María
de Magdala y María Cleofás y Salomé!
Con un grupo de mujeres valientes, como ésas, bien unidas a la Virgen Dolorosa,
¡qué labor de almas se haría en el mundo!
Camino 442 No admitas un mal pensamiento de nadie, aunque las palabras u obras
del interesado den pie para juzgar así razonablemente.