Aprendizaje basado en problemas

(Capítulos 1, 2 y 3)

Según los autores, las experiencias con el aprendizaje basado en problemas (ABP) han
resultado muy satisfactorias, pues los docentes se muestran entusiasmados con la utilización del
ABP y los alumnos se muestran entusiasmados con el aprendizaje. En los estudiantes existe una
reflexión previa antes de hacer la tarea, leen las indicaciones, predicen y deciden si les serán útiles
o no. Gracias a esta estrategia existe una variedad de respuestas, las cuales no son guiadas por un
solo libro de texto, sino que son los mismos alumnos los que encuentran la solución solos
buscando por sí mismos, lo que los hacer ser genuinos participantes del mundo que les rodea.

En el ABP se pueden observar diversas capacidades que los alumnos desarrollan por medio
de este, por ejemplo, está presente la ayuda recíproca entre compañeros, la búsqueda de fuentes,
la colaboración en grupos reducidos, la clasificación de la información, organización, consideración
de aspectos éticos y cuestiones interdisciplinarias, por mencionar algunas. Como los mismos
autores del libro mencionan, se puede identificar a los alumnos que han tenido experiencias con el
ABP por su manera de comportarse, son mejores resolviendo conflictos en el aula, en el comedor
o en el área de juegos. Ellos abordan el aprendizaje en el aula de una manera diferente, pues
hacen más preguntas y se niegan a dejar un tema sin haberlo comprendido completamente,
además de que muchos llegan a asignarse tareas propias para el hogar. Además, esta experiencia
les permite utilizar el estilo de aprendizaje que más les convenga y demostrar su conocimiento a
través de diferentes formas de evaluación, ya sea por medio de presentaciones orales, debates o
láminas, por ejemplo.

Al llevar a cabo esta estrategia y resolver problemas reales, los alumnos será conscientes de
que su trabajo puede afectar realmente a la comunidad o a su escuela y se va desarrollando un
conocimiento realmente profundo del tema, pues los mismos alumnos hacen preguntas complejas
lo cual hace referencia a que existe una buena comprensión del tema.

Contrario a la norma que se había llevado en las instituciones escolares durante largo tiempo
de “enseñar-aprender-aplicar”, el ABP se define como una experiencia pedagógica (práctica)
organizada para investigar y resolver problemas que se presentan desestructurados en el mundo
real que compromete activamente a los estudiantes como responsables de una situación
problemática, además de que organiza el currículum alrededor de problemas holísticos que
general en los estudiantes aprendizajes significativos e integrados y crea un ambiente de
aprendizaje en el que los docentes alientan a los estudiantes a pensar y los guían en su
investigación, con lo cual les permiten alcanzar niveles más profundos de comprensión.

Al momento de diseñar e implementar el ABP en la educación escolar, se deben equilibrar

necesidades de los estudiantes con las necesidades del curriculum dentro de un contexto de
aprendizaje a través de la elección de un problema significativo, el cual procura el interés de los
alumnos, contiende conceptos significativos que se relacionen con el mundo real. Así mismo, para
desarrollar el diseño del programa se debe contemplar la construcción del esquema de enseñanza
y aprendizaje, poniendo relevancia en el uso de roles que los alumnos pueden tomar, pues de esa
forma la perspectiva cambiará. La importancia de los roles radica en que hace que los alumnos le
tomen relevancia al problema y se muestren interesados de verdad. Durante la implementación
de la búsqueda de soluciones se deben considerar la preparación de los eventos críticos de
enseñanza y aprendizaje además de incluir evaluaciones periódicas y la formación apropiada de
los alumnos.

Es importante para esta estrategia el que no exista como tal una estructura en la
problemática, ya que así los alumnos tienen la necesidad de ir más allá de los datos que se les
brindan, existe un impulso implícito para completar la información. Los beneficios del aprendizaje
basado en problemas radican en que aumenta la motivación y el interés de los alumnos por el
tema que están tratando, hace que el aprendizaje sea significativo y aplicado para el mundo real
que los rodea, promueve el pensamiento de orden superior, alienta el aprendizaje de cómo
aprender, y requiere autenticidad de parte de los alumnos, ya que ellos mismo proponen la
estrategia para buscar la información y resolver como tal la problemática.

El aprendizaje basado en problemas en relación a la educación tiene sus orígenes en los

estudios médicos de la década de 1960, en los cuáles se llevaron a cabo programas que contenían
la idea base del ABP, pues con grupos pequeños de estudiantes de medicina se llevaban a cabo
actividades en las que los mismos estudiantes interactuaban con pacientes simulados, tratándolos,
identificando sus síntomas, dando un diagnóstico y un tratamiento, investigando por su cuenta y
siendo supervisados por un tutor. Es decir, construyendo su propio conocimiento sobre el tema.
De esta forma los estudiantes se adaptaban al rol de médicos que en un futuro desarrollarían.

Los fundamentos del ABP en la educación primaria y secundaria.

Existen cuatro criterios de Greenberg para que se dé una buena situación de resolución de
problemas como muestras de un enfoque constructivista. El primero es que los estudiantes deben
hacer una predicción comprobable, el segundo es que los mismo puedan utilizar el material
disponible o de fácil acceso, el tercero radica en que la situación misma es lo suficientemente
compleja para sustentar múltiples enfoques y generar diversas soluciones, el cuarto y último dice
que el enfoque colaborativo favorece, en lugar de obstaculizar el proceso de resolución del
problema. Además de que debe haber un criterio de relevancia, con el cual los alumnos sepan que
existe una relación entre la situación propuesta y el mundo real.

Las bases constructivistas que el ABP tiene radican en que la adquisición de competencias es
fundamental, no solo en habilidades básicas y cualidades personas, sino también en habilidades de
pensamiento, tales como las que permiten resolver problemas, razonar y saber cómo aprender
con el fin de alcanzar un sólido rendimiento laboral. Se enseña cómo aprender más que el qué
aprender. En esta estrategia se puede observar un aprendizaje cooperativo, una reflexión
sostenida, aptitudes para resolver problemas y construir significados, además de las habilidades
de comunicación y la concepción del docente como un preparador o facilitador del aprendizaje.

Referencia

Torp, L. y Sage, S. (1998). El aprendizaje basado en problemas. Buenos Aires: Amorrortu.