El gas natural resulta de las perforaciones en los yacimientos petrolíferos. Pudiendo
ser asociado (junto con el petróleo) y no asociado (libre de petróleo crudo). La producción del gas natural, es la fase donde se obtiene el petróleo y/o gas sin procesar, comprende la perforación, separación y tratamiento. Con la perforación de pozos ya sea en tierra o mar, inicia el recorrido de los fluidos desde el yacimiento, por medio de la roca porosa y permeable hasta al fondo del pozo, gracias a la energía natural que existe en el yacimiento. Esta representa una de las etapas más primordiales de la industria petrolera, permite estudiar y utilizar distintas herramientas para extraer el hidrocarburo del subsuelo. Una vez que el fluido llega al fondo del pozo, continúa su trayectoria por la tubería de producción hasta la superficie. A medida que el petróleo es explotado la presión desciende y ocasiona la liberación del gas disuelto en el crudo.
Posteriormente que el fluido de cada pozo del yacimiento ha alcanzado la superficie,
se recolecta a través de líneas de flujo que parten desde el cabezal de los pozos hasta las estaciones de flujo, donde si el yacimiento es asociado; el petróleo y el gas producido entran a los separadores donde se completa la separación del gas mezclado con el petróleo. Al salir por los separadores, el petróleo y el gas siguen rutas diferentes para cumplir con los diferentes usos. El gas que es explotado de los yacimientos y separado en la etapa inicial pasa a tratamiento, en dicha etapa el gas con un contenido de agua, es deshidratado para lograr gas seco, utilizado como combustible en las industrias y hogares. De igual manera, el gas tiene que ser despojado de arena y/o sedimentos. Para lograr la limpieza del gas, éste se pasa por instalaciones de depuración diseñadas para tales fines. Cuando el gas contiene sulfuro de hidrógeno (H2S), dióxido de carbono (CO2), es sometido a tratamientos de extracción (endulzamiento) para depurarlo. La parte final del manejo del gas la constituye el transporte desde las instalaciones de los campos y la entrega a los mercados, como son las estaciones de bombeo, refinerías y centros de comercialización.
La explotación del hidrocarburo puede ser de forma natural, a través de válvulas
denominadas Árbol de Navidad (cuando el fluido fluye a la superficie por sí solo) o por métodos secundarios; cuando este necesita ayuda para subir a la superficie (levantamiento artificial). Tanto la temperatura como la presión son elementos significativos del gas en el yacimiento. La declinación de la presión en relación al volumen de gas acumulado producido, se utilizara para estimar la presión que no puede beneficiar cierto volumen de flujo durante la vida productiva del yacimiento. También la valoración del comportamiento de la presión servirá para establecer su declinación y aproximación a la presión de rocío, o sea la presión a la cual se empieza a manifestar la condensación de los líquidos en el yacimiento.