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Se ha considerado que el estudio de la Bibliología son los primeros pasos para la vida
cristiana, y por ello, es importante que cada cristiano recién convertido aparte un tiempo
para la lectura y el escudriñamiento de la palabra de Dios como lo dijera el Señor Jesucristo
y lo mismo san Pablo a su hijo Timoteo. San Juan 5:39; 2º Timoteo 3:15-17.
De allí, se ha estimado que toda ciencia se despliega desde un PRINCIPIO y como tal, se
constituye en la base primordial del fundamento cognoscitivo de aquello en que se afirma
un artículo o tratado; quien a su vez, se establece en el juicio de un proyecto definido sea de
un dogma o de un saber.
Lo que se conoce como las sagradas escrituras, la “Santa Biblia”, la cual, se haya integrada
por un conjunto de libros; que el CANON, califica "divinamente inspirados" aunque existen
otros textos llamados: “APÓCRIFOS” O “DEUTEROCANÓNICOS” los cuales no son
reconocidos como inspirados.
También continúan los doce libros de historia. Cinco libros de Poesías y diecisiete libros de
profecías, entre los cuales, cinco se denominan “profetas mayores” y doce “profetas
menores” El nuevo Testamento, contiene cuatro libros llamados: “Evangelios”; un libro
llamado: los “actos o hechos de los Apóstoles”; veintiuna “cartas o epístolas”; y un libro de
“profecía”.
Para estudiar todos estos pergaminos que contiene la santa Biblia, primeramente, el
discípulo debe tener una Biblia bien encuadernada con letras acorde a su vista. Además, si
fuera posible tener una serie de versiones que él pueda compararla, y así, hacerse a la
comprensión requerida.
La idea no es que podamos repetir las historias sino que aprendamos de ella la lección. Los
grandes temas de la vida están plasmados en historias solemnes “en vivo” para que
nosotros aprendamos y construyamos nuestra propia vida. (Vocablos del prelado A. torres).
Es aconsejable que el estudiante aprenda a sub-dividir la Biblia entera; conocer bien sus
divisiones, virtualmente, debe conocer a través de la historia, el autor de cada libro, y
aplicar ciertas reglas de la Hermenéutica: quién lo dijo; a quién se lo dijo; cuándo lo dijo;
por qué lo dijo y para qué lo dijo.
Es cierto, que si el alumno es cristiano tendrá más facilidad de entender los textos sagrados,
San Pablo apostilla que, el hombre natural no puede entender las verdades espirituales
porque le serán locura. En cambio el hombre de Dios está completamente persuadido de
que la biblia es inspirada por Dios, y la acepta como una carta que viene del cielo para él.
Por ello la Santa Biblia no se estudia como cualquier libro, sino como la palabra de Dios, y
se debe estudiar con una energía como alguien interesado en dragar en las profundidades
de las verdades celestiales; y en ellas no se debe poner coma, donde va admiración.
Cada lector de los pergaminos sagrados debe vivir consiente que la Biblia no es de
interpretación privada, porque es una palabra que procede de la boca del Creador; y por
ende, cada catedrático debe de orar y pedir la divina revelación e interpretación, para que
por ello, su mente sea iluminada por aquel quien la inspiró; ya que, para avanzar, nunca se
debe estudiar las escrituras de una manera casual, sino más bien, debe ser el texto
cotidiano.
Pero si hacemos lo contrario, es imposible que podamos entender la Palabra de Dios, menos
cuando se posee un espíritu humano e independiente insubordinado. Por esta razón se hace
importante que cimentemos la vida cristiana en los principios Bíblicos.
Se considera que cuando una persona vive familiarizada con la palabra de Dios, le quedan
esculpidos unos principios en el corazón y reaccionará en la debilidad, como dijera el
salmista frente a sus deberes creados por la palabra. “¿Cómo haría yo este grande mal y
pecaría contra Dios? Cuando nos hacemos al lado de Dios, es cuando sentimos nuestro perfil
fortalecido como persona regenerada.
El profeta Jeremías expresó en su libro, que la palabra le dio gozo y alegría, Jeremías 15:16;
Le da poder sobre Satanás, como explicó el Apóstol San Juan, en 1º Juan 2:24: El estudio de
la Biblia es el inicio para que nuestras oraciones sean contestadas. San Juan 15:7; El
escudriñamiento de la palabra de Dios, se puede decir que, es el perfeccionamiento del
creyente. 2º Timoteo 3:16, 17.
Por eso San Pablo decía en Efesios 6:17 “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del
Espíritu, que es la palabra de Dios”. La Palabra de Dios es útil para enseñar, para corregir,
para instruir en justicia, y crea en el lector gran conocimiento y entendimiento para
conocer lo que procede de Dios o del mundo.
ACLARACIÓN OPORTUNA. Por supuesto que el estudio de la biblia no tiene como propósito
hacernos eruditos en historia; ni tampoco es la intención de convertirnos en admiradores
de los personajes del pasado, sino que sólo nos sirven como ejemplo, que a su vez, nos
enmarca los impresionantes cambios producidos por ella, con la intervención inalterable
del carácter Divino; de igual manera, si nos acercamos al Señor nos haremos dignos a su
reino celestial.
PARA ESTUDIAR LOS CÁNONES SAGRADOS, SE HAN DISPUESTO UNAS REGLAS BÁSICAS
QUE, AL PARECER SON SOMERAS PERO SON EFECTIVAS
Segundo: Los fragmentos se deben entender literalmente, a menos que los contextos
exterioricen que se debe razonar de otra forma.
Tercero: se debe tener en cuenta el contexto anterior y el posterior, ya que un texto sin
contexto es un gigante pretexto.
Cuarto: Se debe considerar virtualmente el libro, el capítulo, con sus párrafos, frases,
oraciones y palabras.
Para todo esto se requiere que el estudiante considere que la Biblia contiene sus principios
propios, con afinidad a todos los conocimientos, ya sea, espiritual, físico y moral.
La Biblia como texto sagrado es el foco principal de todo conocimiento. Por ello se considera
que, el hombre no puede tomar esta verdad espiritual por su propia mente e inteligencia
humana. Porque para recibir la integridad psíquica, exclusivamente aparece por fe y para
fe, con el discernimiento mental para apercibir lo espiritual.
La palabra de Dios libra la mente humana de cosas superficiales y triviales, antes une al
alma a sentir la presencia de Dios. Por ello, al estudiarla se recomienda estar a solas y sin
interrupciones.
Hay que considerar los reglamentos hermenéuticos, para tener una mejor interpretación en
cualquier texto de la Biblia. Por ejemplo:
Primero: EL SENTIDO PRIMARIO, cuando se trata de una descripción: sea de una ciudad, de
un lugar, o de una iglesia que existían, se tienen en cuenta en el mismo texto lo que se
comentaba de ellas sea negativo o positivo y qué aplicabilidad se le puede dar.
Segundo: EL SENTIDO ESPIRITUAL El cual, es utilizado para calificar la vida del cristiano.
Cada texto se observará la aplicabilidad espiritual que se le debe dar, tanto, a quien se le
envió el mensaje, como a los lectores oculares de todos los tiempos, si realmente se les da, la
aplicación debida tal como fue escrita.
Primero: para estudiar la Biblia en general, se tiene en cuenta sus divisiones MAYORES y las
MENORES. Las mayores son “ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO”. Las menores son las sub-
divisiones del “ANTIGUO Y EL NUEVO TESTAMENTO”; y luego las sub-divisiones menores
están sub-divididas en “LIBROS”.
Segundo: para estudiar UN LIBRO DE LA BIBLIA, primeramente, se debe leer todo el libro
para saber, de qué se trata, y en seguida, tener pendiente el tema principal y luego, tener
presente el texto “AUREO” o el capítulo y el versículo central, y a la vez, investigar el
escritor, si fuera posible en la narración del mismo libro si es que la tiene; Algo muy
importante, es saber: ¿dónde, cuándo y a quién? fue escrito tal libro; en ¿qué tiempo de la
vida del escritor fue escrito? ¿Qué circunstancia lo inspiró para que escribiera lo que
escribió?
Por otra parte, hay que hacer énfasis en las frases, o en los términos repetitivos, sea en el
mismo versículo o en otros. Si hay palabras desconocidas sería importante usar
diccionarios y el lector familiarizarse con tales palabras. Si el libro pertenece a la
Cristología, tener pendiente las acciones cristológicas y hacer una estructura de cada
división.
Tercero: Para estudiar un capítulo de la Biblia, se puede utilizar la misma regla que se usó
para leer un Libro. Por ejemplo, se lee todo el capítulo y se selecciona una frase de la
locución principal, igualmente se toma el versículo central; haciendo énfasis en las palabras
más sobresalientes y las repetitivas; de igual manera observar si el texto contiene parábola,
y ¿cuál fue el motivo por el cual, se expresó? O ¿cuál es el propósito de la enseñanza? Hay
que notar que muchas veces los temas proceden del capítulo anterior y puede pasar al
posterior.
Si el pasaje contiene milagros, se han de estudiar como un caso maravilloso, ya que se trata
de deformes naturales, es decir, alterando las leyes de la naturaleza. Los milagros son
intervenciones divinas actuando sobre el curso normal de las cosas. Son necesarios porque
manifiestan el poder de Dios en medio de un mundo incrédulo y también hacen destacar las
propiedades y las potencialidades del Creador. Se cree que en el Antiguo Testamento se
encuentran 62 milagros, En el Nuevo Testamento, 78 efectuados por el Señor Jesucristo y 15
por los Apóstoles. Los milagros siempre revelan la naturaleza y la obra de Dios.
La escatología tiene mucho que ver con los nombres de los profetas, ya que cada nombre
entre los orientales tiene sus significados, y puede tener mucho que ver con la profecía o el
estado espiritual de la nación, por la cual fue enviado el mensaje.
Muchos profetas fueron hombres comunes del pueblo, sus padres eran conocidos e
igualmente en su pueblo natal, ellos como hombres sufrían como cualquiera del pueblo;
después que el espíritu de profecía los usaba se les retiraba, se ha conjeturado, que podían
sentir desconfianza, debilidad y fracaso en algunas veces.
El las lecturas parabólicas se deben tener en cuenta ciertos principios, por ejemplo: el
origen de la narración de la parábola; El personaje a quien se le contó; El punto central del
cuento; El momento en que fue contado; buscar otros textos que enseñen las mismas
verdades con otras ilustraciones. Buscar la aplicabilidad que se le dio cuando la escribieron
y compararlas con las verdades presentes, buscando el sentido propio de la interpretación
en los contextos pertinentes.
Unos datos importantes que debemos tener en cuenta al leer las santas escrituras. El
Espíritu Santo fue su autor “inspirador”. Dios “irradió” Su Palabra y expiró a hombres para
escribirla. 2ª Timoteo 3:16-17; 2ª Pedro 1:21. Por ello, la biblia no es de interpretación
privada.
Las autoridades eclesiásticas confirman que, toda la Escritura es “inspirada” ya que este
vocablo, viene de la palabra griega THEOPNEUSTOS que significa: “Dios exhaló o sopló”. Eso
quiere decir, que toda la Escritura es soplada por Dios, y útil para corregir e instruir en
justicia a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, preparado para toda buena obra.
Eso quiere decir, que ningún hombre tiene la capacidad de interpretarla, más bien
necesitamos la iluminación y la influencia del Espíritu santo en nuestras mentes para
poderlas interpretar. Esta es la razón que la Biblia no contiene la palabra de Dios. Ella es la
palabra de Dios.
Cada lector debe tener en cuenta que la biblia procede del mundo hebreo, quien era
solamente el Antiguo testamento y estaba dividido teologalmente, en tres fracciones: San
Lucas 24:44. La ley de Moisés, los profetas y los Salmos. Los hebreos no tenían en cuenta los
libros de los Reyes hasta el año 285 a.C., cuando apareció la versión de los setenta, La
división israelita antigua, supuestamente, tenía 24 libros.
a) En tablas de piedras. Éxodo 31:18 “Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el
monte Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedras escritas con el dedo de Dios” Esta
escritura fue para darle la ley al pueblo de Israel.
b) En Babilonia en una pared. Daniel 5:5 “En aquella misma hora aparecieron los dedos de
una mano de hombre, que escribía delante del candelero sobre lo enlozado de la pared del
palacio real, y el rey veía la mano que escribía”. Esta vez fue para aplicar juicio a
BELSASAR, por haber usado los utensilios sagrados traídos del templo de Jerusalén.
c) En el suelo, Dios en Cristo. San Juan 8:6 “Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en
tierra con el dedo”. Esta tercera vez, fue para aplicar juicio a los hombres acusadores y para
salvar a la acusada.
Los eruditos en este tema, la han inventariado y han encontrado lo siguiente: Dos divisiones
mayores: Antiguo y Nuevo testamento: 66 diferentes libros; 1,189 capítulos; 31,173
versículos y 773,693 palabras; 3’566.480 letras; el capítulo más largo es el Salmos 119, y el
más corto es el Salmos 117; El salmos 118 está en el centro de la biblia. Todos estos libros
abrigan temas múltiples, y fueron dirigidos a diferentes culturas.
Los libros de la Biblia fueron escritos aproximadamente por 40 hombres diferentes, para
escribirla duró un período, aproximadamente 1.600 años. Aunque su escritura fue
prolongada durante mucho tiempo, es muy evidente que, la Biblia es producto de la mente
de un gran Maestro que, posee un plan único y definido, que destella rayos iluminantes.
La Biblia es la lámpara que alumbra el camino del peregrino cansado y da luz a la senda de
los justos. “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” Así, pronunció el
salmista. Salmo 119:105. El proverbista añade: “Más la senda de los justos es como la luz de
la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto” Proverbios 4:18.
A causa de la palabra de Dios, el alma no peca y los simples entienden sabiduría. “En mi
corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti”. Salmo 119:11. “La exposición de
tus palabras alumbra; hace entender a los simples” Salmo 119:130.
Dios es el único eterno: infinito en poder, santo en carácter, atributos y propósito; posee la
Deidad absoluta. El único verdadero quien a su vez, se manifestó en carne en la persona de
Jesucristo para salvar por su muerte al hombre perdido, y después de la resurrección
ascendió a los cielos y está sentado en el trono de la majestad y toda autoridad existente
está sujeta a él. Y de allí, ha de venir a levantar a su iglesia, quien será la Regente en su
reino y su esposa quien siempre lleva su Nombre. (Bautízate en ese Nombre y harás parte
de ella).
La Biblia comienza su exposición con la creación universal, Génesis 1:1; luego con la
terrestre Génesis 1:2 y nos lleva a través de los siglos hasta la eternidad.
Por esta razón, las escrituras están regidas por una gama de alianzas, pactos, estatutos,
mandamientos, preceptos, juicios, etc. que unidos entre sí, conllevan al hombre a un
raciocinio singular o de pertinencia privada.
Un Paradigma de esto, lo encontramos en los dos pactos generales que hiciera Dios en la
historia: “Llamamos generales”, porque Dios hizo otros pactos secundarios, pero fue con
individuos.
El primer pacto, fue exclusivamente con la Nación de Israel, dado en el Monte Sinaí. Cuyo
pacto, personificaba que Israel le pertenecía sólo a Dios, como de su propiedad privada de
delante de todas las naciones, de allí, que Dios, expresa “mi pueblo”. Isaías 1:3; Oseas 4:6.
El segundo pacto, fue con la Iglesia en el aposento alto en el día de Pentecostés, con la
llegada del Espíritu Santo. Este pacto, trataba de la muerte, sepultura y resurrección de
Jesucristo, para así, redimir un pueblo que se llamaría la “Iglesia”, que sería extraído de
todas las naciones, tribus y lenguas.
Hay que notar que, el tema del discurso de inauguración del nacimiento de la iglesia,
predicho por san Pedro, en el día de pentecostés, fue el “sacrificio de Jesucristo”. Y su
aplicabilidad como yerro de su propiedad, es que cada miembro de ésta, tiene que ser
bautizado en el Nombre del Señor Jesús y recibir el Espíritu Santo. Desde luego, El que no lo
haga no pertenece a este nuevo pacto. Hechos 2:38.
Algo peculiar se destaca en estos dos Pactos, que en ambos Dios se hizo presente.
En el Primer pacto para con Israel en el Sinaí, Allí, estaba Dios, dándose a conocer a su
pueblo como Dios Omnipotente, irresistible y no como los dioses de Egipto, por eso:
sucedían centellas, truenos y aquella serranía temblaba como un ebrio; luego, Dios ascendió
con moisés a la cumbre de la montaña y después de cuarenta días, les escribió los
mandamientos del pacto en tablas de piedras que moisés más tarde quebró en los llanos de
MOAB.
Después de su resurrección subió a los cielos; al pasar cuarenta días; y al amanecer el día de
la gracia, subió a los corazones de los reunidos en el aposento alto, dándoles el Espíritu
Santo, es decir, escribiéndoles en las tablas del corazón, las nuevas leyes del nuevo pacto.
Ezequiel 36:26,27; 11:19.
Estimado lector, quisiera decirte que este día de la gracia no se ha terminado; todavía
estamos en pentecostés, El Señor Jesús sigue escribiendo sus leyes en los corazones de
aquellos que quieran hacer pactos con él. Recuerda que la palabra “pacto” quiere decir,
alianza o coalición. Con esta palabra le agradaba a Dios exteriorizar la asociación que
existiría entre él y su pueblo. Leamos a Hebreos 9:15; 12:24.
En la biblia encontramos que este último pacto lo llama el Mejor, por varias razones:
a) El Primer Pacto, fue escrito en tablas de Piedras. Hoy en el segundo, ha sido cincelado en
las tablas del corazón.
b) El primer pacto, el pueblo quedó sin ley porque Moisés se las quebró. Hoy en el Segundo,
cada creyente la tiene escrita por el Espíritu Santo en el Corazón.
c) En el primer pacto, la ley se le fue dada a Moisés. Hoy, se nos ha sido dada personalmente
a cada uno.
d) En el primer pacto, fue instituida con sangre de animales, el nuevo, fue instituida por la
inmaculada sangre de Jesucristo.
En cada uno de estos pactos se destacaron ciertas leyes las cuales fueron llamadas:
LOS PRECEPTOS. Los preceptos son mandatos u ordenanzas que Dios le da al ser humano
para que sean razonadas y sean puestos en práctica.
LOS MANDAMIENTOS. Son órdenes establecidas por un superior en jerarquía, quien con
autoridad y confianza la pone a la disposición de sus subalternos, Al desobedecerlas es
revelarse con los dictámenes y a su vez, con quien las dictó. En el evangelio, el que las
obedece recibirá grandes galardones. 2. Corintios 6:17-7:1.
Por esta razón el estudio de la Biblia es para las personas que quieran ser prosperadas. El
ente que presenta un estudio de toda la Biblia es una gran empresa, con una biblioteca muy
sofisticada; pero como no la tenemos todavía en nuestro tiempo, entonces la misma biblia
se encarga en instruir y educar a sus educandos, por ejemplo: En hechos 2:42 expresa, y
“perseveraban en la doctrina de los apóstoles en la comunión unos con otros, en el
repartimiento del pan y en las oraciones”.
En 1ª Timoteo 5:17. “Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble
honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar”. Como si enseñáramos: el
trabajo de la predicación y la enseñanza de los principios cristianos, llevan al hombre a que
tenga un gran honor entre sus contemporáneos.
En 2ª Timoteo 3:16 “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia”. Es como si expresáramos: La Biblia en un
“soplo de Dios” para el hombre, con el fin de instruirlo, amonestarlo, hasta llevarlo a la
justicia de la equidad perpetua.
2ª Timoteo 4:2. “Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina”. La ordenanza de la
predicación es un mandato de tiempo completo, teniendo como base la paciencia y la
enseñanza como disciplina primordial.
Con todos estos apartes nos damos cuenta que, así, como la santa biblia es una grande
biblioteca, también es una hermosísima maestra que contiene todos los procedimientos
didácticos y académicos para los individuos que quieran consultarla. Tito 2:11,12.
CONCLUSIÓN
Ha sido el único libro que ha tenido la única autoridad dada por Dios al hombre; por eso
toda la doctrina, la fe, la esperanza y la enseñanza de la iglesia viene de la Biblia. Todos los
hombres han de estudiarla, pero sólo por medio del Espíritu Santo pueden entenderla.
Por ello, he considerado que la palabra de Dios ha sido una comunicación de parte del
Creador a sus creaturas, ya que el hombre ha tenido este privilegio que no lo han tenido
otras creaturas.
Dios ha usado los signos gramaticales para expresar su voluntad y como resultado el
hombre queda consciente de su existencia, de sus acciones y de su amor infinito, que se
inclina para levantar al hombre postrado ante las circunstancias de la vida.
La Biblia es el resultado de la obediencia de los hombres que Dios usó para escribir el
mandamiento divino sin derecho a error o equivocaciones particulares; fueron verdades
reveladas procedentes de la escatología cognitiva para hacerla efectiva más tarde. Otras son
mencionadas con exactitudes conocidas recordadas como exhortaciones y amonestaciones.
La biblia ha sido tan importante en la historia que BRUCE METZGER apostilla, que entre los
griegos existen aproximadamente 5.000 manuscritos, y todos contienen parte del Nuevo
Testamento.
FILÓN, filósofo Judío de Alejandría, quien vivió en la era de Cristo, citó en sus homilías,
abundantemente las referencias del Antiguo Testamento, y aún reconoció la tripe división
de que habla San Lucas 24:44.
Como escritor, no soy capaz de explicar la manera, como el Espíritu Santo inspiró a los
escritores, y observar la manera especial, como esta obra ha transcendido todo el marco
histórico hasta llegar a nosotros, esto es un argumento positivo para comprobar que el que
“sopló a los escritores” ha guardado su palabra.
Cuando explica, “toda la Escritura es espirada por Dios”, quiere decir que, ningún texto es
más inspirado que otro. Cuando se habla de “Revelación” ha sido la forma eficaz, por la
cual, Dios se ha comunicado directamente con el hombre, a quien a su vez, le muestra una
verdad desconocida. Como dijo alguien: la “revelación manifiesta la autenticidad
desconocida, mientras la inspiración custodia la comunicación de tal verdad”. En
consumación: La revelación es la acción y el efecto de revelar divinamente lo que está en la
mente de Dios para ser transmitido.
La historia ha calificado la biblia como un ente divino, ya que este “LIBRO”. Ha sido
traducido en más idiomas que cualquier otro libro. Los manuales que han sido escritos para
explicarlo llenan librerías, grandes estanterías; los eruditos en ciencias para exponer
ciertas locuciones hacen reverencia a la Biblia.
Estimado Lector: