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ISSN 0124-0137
Corporación Educativa Mayor
del Desarrollo Simón Bolívar
junio 2005-
Vol. 8 - No. 13 - 55-65
EL FATALISMO
COMO FORMA DE SER - EN - EL - MUNDO
DEL LATINOAMERICANO
JAIME SÁNCHEZ
Al iniciar estas líneas viene a nuestro pensamiento aquella conocida tragedia griega, la tragedia
de Edipo, que sirvió tanto al maestro Freud para ilustrar tan acertadamente los deseos tempranos
del infante hacia su madre, y que bien nos puede servir a nosotros para esclarecer cierta actitud
pasiva que ha distinguido a nuestra cultura latinoamericana como fatalista.
La tragedia se inicia cuando Layo, el padre de Edipo, se entera del designio del Oráculo de
Delfos. Su hijo le mataría y se casaria con su mujer, su propia madre. Su fatídico destino no podía
ser cambiado ..Por mucho que se propuso hacerlo, más en que en el acto, en el intento mismo, era
ya un fracaso. Pues paradójicamente, sus actos se consolidaron en el cumplimiento de su propia
desgracia.
En la tragedia se refleja lo que representaba el destino para el paganismo griego; a saber, una
suerte de dictamen ajeno a su voluntad, que predestinaba sus actos, y del cual estaban condena-
dos a depender. Kierkegaard lo expresó magistralmente: " ...He aquí la tragedia insondablemente
profunda del paganismo, No consiste tanto en que la sentencia del oráculo sea ambigua, cuanto en
que, a pesar de todo, el pagano no puede menos de ir a pedirle consejo".
La caracterización del fatídico destino del pagano que nos ofrece Kierkegaard, ilustra la re-
lación que éste mantenía con la inevitable predicción de un futuro incierto que lo condenaba a un
presente no mejor, a un presente angustioso.
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cada una de las emociones que se puedan una forma peculiar de realidad existencial de
experimentar. En este sentido, carece de quienes poseen esa determinada forma de rela
sentido dejarse llevar por la alegría o la cionarse con el mundo, de tal forma que segúr
tristeza, pues lo que cuenta es aceptar el Baró, podemos hablar del tipo fatalista.
propio destino.
Según Baró, la idea de que la concepciór
3. La vida resulta ser exigente y dolorosa, de fatalista de la existencia constituye un rasgo típi
carácter trágico, haciendo de la experiencia co del carácter de los pueblos latinoamericanos
del sufrimiento el estado natural de la misma, y esto explicaría la frecuencia con que aparece
de tal forma que no queda más que aceptarla en los diversos países que forman el continente
identificándose con el sufrimiento. Esta explicación ha sido propuesta desde diver
sas perspectivas teóricas. Quizá la formulaciót
Finalmente, las tres tendencias comporta- más influyente y con más pretensiones científi
mentales señaladas por Baró, como las más ca- cas proviene de la visión desarrollista plantead:
racterísticas del Fatalismo, son las siguientes: por el Centro para el Desarrollo Económico ~
Social de América Latina, DESAL.
l. Ante la inevitabilidad del propio destino,
no queda más que conformarse ante los Según señala Baró, El interés del DESAI
acontecimientos que a uno le OCUlTen.De se centra en explicar el fenómeno de la dualidar
esta manera, la sumisión al destino fatídico de las sociedades latinoamericanas y en busca
es la manera más adecuada de aceptar la la mejor manera de integrar la población mar
propia suerte. ginada al sistema social, cambiando sus valore:
y actitudes fundamentales (Vekemans y Silva
2. La pasividad frente a las circunstancias de 1969). El Fatalismo constituiría una de las ac
la vida, debido a que nada puede hacerse titudes propias de la población marginada que
para cambiar dicha situación. En palabras le impiden integrarse al mundo moderno y que
de Baró: "La pasividad representa la forma le mantienen en la miseria y en la impotenci:
racionalmente más cómoda de adaptarse al social (Silva, 1972).
destino fatal".
Un ejemplo típico de este enfoque k
3. El presentismo o la reducción del horizonte constituye el planteamiento de Fernando Durán
vital al presente. De esta forma, lo único Según Durán (1978, pp. 98-100), la mayorí:
que cuenta es el aquí y el ahora, tanto para de la población latinoamericana presenta lo:
el bien como para el mal. Según Baró, el siguientes rasgos caracterológicos: (1) autori
conocimiento del pasado o la predicción tarismo, "en el sentido que se tiende a confia
del futuro tan sólo sirven para confirmar la en la autoridad para fundar las acciones y lo:
inevitabilidad del destino. juicios"; (2) "identificación del individuo COI
un macrocosmos de relaciones sociales"; (3
Según Baró, los tres componentes de la conformismo, y (4) "inclinación a considera
actitud fatalista, arriba mencionados, describen el pasado y presente como foco temporal de
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la vida humana, sin prestar atención detenida impotencia ante el destino trágico de una gene-
al período futuro". A partir de estos rasgos ca- ralizada parálisis de la voluntad en la realidad
racterológicos se podrían entender fenómenos cotidiana.
como el del caciquismo que se asentaría sobre
el conformismo autoritario de la población, o Día a día se multiplican en nuestro país
"la falta de responsabilidad y de iniciativa", exclamaciones como las que Rafael Santos
que se basarían en la misma dependencia de expresó en la prensa colombiana: "( ...) los ni-
la autoridad y en el presentismo provinciano. veles de tensión e impotencia van aumentando
En este sentido es como si en los pueblos de a medida que transcurre el día. ¿Oyó 10 del
nuestra Latinoamérica se hubiese generalizado avión de Avianca? ¡Qué vaina lo de la masacre
la herencia del Fatalismo antiguo. En palabras de Urabá! ¡Qué locura ese secuestro de 29 per-
de Maritza Montero, los latinoamericanos son sonas en una "pesca milagrosa" ¡Mataron a
los "paganos modernos". Álvaro Gómez! ¡Increíble la emboscada a los
soldados de Mutatá!".
Ya Gabriel García Márquez había recrea-
do el mundo del latinoamericano y propiamente Resignación, desensibilización e impoten-
del colombiano en sus obras, donde los hechos cia. ¿No son estas las respuestas ideacionales,
más extravagantes terminan por parecer norma- afectivas y comportamentales que a todos nos
les y los sucesos más pintorescos adquieren un son comunes frente a estos sucesos? Mientras en
carácter de continuidad atemporal, según nos Colombia somos resignados frente a los hechos
señala Baró. que nos agobian, en otros países se levantarían
marchas, protestas y declaraciones en semejante
Las propias palabras del Nobel colombia- situación.
no nos confirman este fenómeno: "( ...) conozco
gente del pueblo raso que ha leído Cien Años de Esta realidad existencial fatalista dellati-
Soledad con mucho gusto y con mucho cuidado, noamericano, además de describir la "forma pe-
pero sin sorpresa alguna, pues al fin y al cabo culiar en la que este se relaciona con su mundo,
no les cuento nada que no se parezca a la vida tiende a bloquear todo esfuerzo por el progreso
que ellos viven". y el cambio de las personas y las sociedades.
Pueblos solos y solitarios, como el Ma- Esto debido a que paradójicamente pro-
condo de La Hojarasca y Cien Años de Soledad, voca aquello mismo que postula, a saber: "la
donde más que un lugar se revela un estado de imposibilidad de alterar el rumbo de la propia
ánimo, una actitud, una manera particular de ser existencia o de controlar las circunstancias que
- en - el- mundo, donde, al parecer, no se puede determinan la vida real de cada cual" (Baró,
hacer nada por cambiar un destino fatal. 1985).
Esta resignación y conformismo, según Vale la pena, que en este momento nos
señalaremos más adelante, gestan y son ges- preguntemos: ¿Qué es lo que hace que las
tadas a partir del generalizado sentimiento de personas, y sobre todo los grupos, asuman el
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Fatalismo como modo de relacionarse con el miseria y la impotencia social (Silva, 1972).
mundo?
Asimismo, la carencia de significación
El presente planteamiento sostiene que personal y la correspondiente impotencia social
desde los tiempos de la Colonia nuestro país (entendida, según May, como el hecho de que no
se encuentra marginado y se asume como podemos influir sobre nuestro destino), gesta la
tal. Es así como nosotros hemos heredado la concepción fatalista de la vida, y como veremos
marginación, la impotencia y la resignación más adelante, también la violencia misma.
que caracterizó a nuestros ancestros indígenas
con el advenimiento de la cultura hispana. Los Todo ser viviente responde al imperativo
análisis de Frantz Fanon, muestran cómo, "la categórico de la supervivencia a través del ejer-
violencia impuesta por el colono es introyectada cicio del poder. El hombre, especialmente, al ser
por el colonizado, sometiéndose este último lanzado a la existencia, encuentra que en cada
a un estado de inhibición, que compensa con momento de su vida debe emplear su poder para,
explosiones periódicas de violencia frente a sus preservarse a sí mismo; enfrentando las fuerzas
iguales" (Fanon, 1972. p. 45). que se le oponen. La palabra poder deriva del
latín posse, que significa "ser capaz", siendo
Por otro lado, es importante señalar que la misma raíz de la palabra posibilidad y todas
se ha generalizado entre nosotros, así como sus connotaciones de significación para el ser
también en el resto de Occidente, un creciente humano. Cuando el niño nace, expresa en sus
sentimiento de falta de significación de la propia gritos y pataletas su poder, su "ser capaz", su
existencia ante la vastedad y el predominio de "posibilidad", cuando pide y hace que lo ali-
las tendencias colectivistas y conformistas dis- menten. Como menciona May: "Los aspectos
tintivas de nuestra época industrial modema. cooperativos y de amor de la existencia se dan
junto con los aspectos competitivos y de poder"
Es así como, presenciamos una época de (May, 1980).
falta de identidad personal, predominantemente
en Occidente, y de impotencia social como fruto En este punto, es de suma importancia
de esta situación. Las palabras del conocido psi- que entendemos que, cuando el gran filósofo
coterapeuta norteamericano Rollo May resultan Friedrich Nietzsche, plantea la proclamación
extraordinariamente ilustrativas al respecto: de la "voluntad de poder", no se refiere al poder
"Aun cuando supiese quién soy, de todas ma- en el sentido opresivo y restrictivo de la época
neras no importaría como individuo". moderna, sino más bien a la autorrealización y
el cumplimiento de las propias potencialidades
En medio de este mundo anónimo donde (May, 1980). May hace suya esta proclama de
los hombres no se reconocen a sí mismos, el Nietzsche y entiende el poder no en su acepción
Fatalismo latinoamericano se ha constituido en satanizada y censurable, sino como "( ...) la for-
una de las formas de asumir la vida, propias de ma efectiva de influir sobre los demás, logrando
la población marginada, que le impide integrar- así en las relaciones interpersonales la sensación
se al mundo modemo y que le mantiene en la de la propia significación".
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cia propia de los seres vivientes, y en especial Ahora bien, para atacar la enfermedar
del ser humano, es una necesidad positiva, en en su núcleo es preciso que hagamos frente :
cuanto potencialmente constructiva. la impotencia que fundamenta este modo de
existencia. Rollo May, nos propone idealmente
Sin embargo, como hemos mencionado, que debemos encontrar maneras de comparti
cuando la sensación de significación se pierde, y distribuir el poder, de tal modo que cad:
el individuo desplaza la atención hacia formas persona, cualquiera que sea su lugar en nuestn
de poder diferentes, y con frecuencia pervertidas sociedad, pueda experimentar la sensación de
o neuróticas, con el fin de obtener un sustituto que ella también significa algo para los demás
para la significación. El Fatalismo proporciona May, no se refiere a oportunidades externas par:
cierto sentido a la vida de las clases marginadas, que los hombres actúen como individuos, sine
por deplorable que esto pueda ser, la herencia más bien a la convicción íntima y espiritual de
histórico-colonial que nos hizo dependientes y individuo por sí mismo y por sus prójimos.
resignados, hoy se asume como una realidad na-
tural que justifica el sometimiento al destino. La participación comunitaria represent
una importante alternativa hacia la operacio
Paulo Freire (1970), ha mostrado el papel nalización de la propuesta Social-Comprensiv:
que desempeña el Fatalismo como parte de arriba señalada. La participación comunitari
la ideología del oprimido: "Este se encuentra vincula a los sujetos como protagonistas de Sl
inmerso en una realidad de despojo e impoten- propio desarrollo social.
cia, que se presenta como una situación límite
insuperable. En esas condiciones, al no lograr
Es en este sentido, que el desarrollo parti
captar las raíces de su estado, su conciencia
cular de las comunidades siempre está ligado a
se acoge a la forma fatalista de relacionarse
desarrollo social de las sociedades. Desarrollo'
con el mundo, transformando la historia en
Participación, cualquiera que sea la forma en qu
naturaleza". Inclusive, según Baró, el oprimido
se vea, son procesos indisolublemente ligados
interpreta su impotencia como la prueba de que
tanto es así, que la participación, después de 1
él mismo carece de valor personal.
Segunda Guerra Mundial, ha sido objeto corm
estrategia de desarrollo en el mundo, según lo
Como se mencionó anteriormente, el
señalan los planes de Desarrollo Económico:
Fatalismo provoca aquello mismo que postula:
Social y recientemente Ambientales que se hai
"( ...) la imposibilidad de alterar el destino, el
rumbo de la propia existencia; esto propiciado implementado mundialmente.
por la realidad de resignación e impotencia ca-
racterística de nuestro pueblo. En otras palabras, A partir de estas investigaciones se se
la falta de progreso y la situación de conmo- ñala que una nueva opción de desarrollo par
ción interna por la ola de violencia en nuestro América Latina y particularmente el caso d
país, se halla condicionada por la carencia de Colombia, tiene que partir de la identificació:
significación personal, y la impotencia social de nuevos enfoques, actores y escenarios dond
generalizada de los colombianos. se retome una concepción existencial-ontológi
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ca que permita una participación social directa En la medida en que cada uno de nosotros
convirtiéndola en punto de encuentro entre lo recuperemos nuestra significación individual
político y lo individual, lo comunitario y lo pú- y consecuentemente nuestra potencia como
blico, la subjetividad y la socialidad, la familia pueblo, los colombianos veremos un nuevo ho-
como mediador social permanente, entendido rizonte en medio de la conmoción y resignación
este "como una secuencia de fenómenos; que nos agobia. Ojalá nuestra suerte sea vencer
eventos y hechos colectivos dirigidos hacia el nuestra propia impotencia y no terminar con-
mejoramiento progresivo de la calidad de vida finados en la resignación "porque las estirpes
del ser humano específicamente social". condenadas a Cien Años de Soledad no tenían
una segunda oportunidad sobre la tierra".
Entre los planes de desarrollo de un país,
la participación representa una herramienta para
superar la pobreza, tan vinculada al fenómeno BIBLIOGRAFIA
de la violencia, uniendo a los sujetos como
protagonistas de su propio desarrollo. Frankl, Viktor (1997) Psicoanálisis y Existencia-
lismo, 6a. reimpresión, México, Fondo de
Desde esta perspectiva, el desarrollo es un Cultura Económica.
proceso que no se detiene en el tiempo, espacio, Frankl, Viktor (1990) Ante el vacío existencial.
objetos y sujetos, reivindicando a sus actores Hacia una humanizacián de la psicoterapia,
concretos hasta ahora invalidados, que son por- Barcelona, Herder.
tadores de un potencial sinérgico presente en la May, Rollo (1992) Las Fuentes de la Violencia,
vida cotidiana. México, Emecé.