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DEFINICIÓN
La elección e instalación de los materiales que aseguren la puesta a tierra deben ser
tales que:
- El valor de la resistencia de puesta a tierra esté conforme con las normas de
protección y de funcionamiento de la instalación y se mantenga de esta
manera a lo largo del tiempo y los requisitos particulares de las Instrucciones
Técnicas aplicables a cada instalación.
- - Las corrientes de defecto a tierra y las corrientes de fuga puedan circular sin
peligros, particularmente desde el punto de vista de solicitaciones térmicas,
mecánicas y eléctricas.
- - La solidez o la protección mecánica quede asegurada con independencia de
las condiciones estimadas de influencias externas.
- - Contemplen los posibles riesgos debidos a electrólisis que pudieran afectar a
otras partes metálicas.
-
EL TERRENO
El terreno es el encargado de disipar las corrientes de fuga o de defecto
y las de origen atmosférico. La resistencia al paso de la corriente entre los
electrodos y el terreno define la resistividad del mismo, permitiéndonos
conocer su comportamiento eléctrico. Un buen contacto entre ellos, facilita el
paso de la corriente eléctrica, mientras que un mal contacto la dificulta. A este
valor que define la bondad del contacto se le denomina resistencia de paso a
tierra y se mide en ohmios. Así pues, a la hora de dimensionar los electrodos
sobre un terreno dado, el valor de la resistencia de paso deberá ser el menor
posible.
Tomas de tierra
Se entiende por toma de tierra la parte de la instalación encargada de
canalizar, absorber y disipar las corrientes de defecto o de origen atmosférico
que son conducidas a través de las líneas principales de tierra. Los electrodos
utilizados para las tomas de tierra son muy variados, los más frecuentes están
formados por:
Barras y tubos.
Pletinas y conductores desnudos.
Placas.
Anillos o mallas metálicas constituidos por los elementos anteriores o
sus combinaciones.
Armaduras de hormigón enterradas; con excepción de las armaduras
pretensadas.
Otras estructuras enterradas que se demuestre que son apropiadas.
Sistemas aislados.
Los sistemas aislados no tienen una conexión intencional a tierra. Cabe
destacar que la conexión a tierra en sistemas aislados se hace a través de caminos de
alta impedancia, como son las capacidades distribuidas de los alimentadores (cables y
líneas aéreas) y a través de las impedancias de los pararrayos. La principal
característica de este tipo de sistema son las bajísimas corrientes de cortocircuito
monofásico que presentan, en caso de existir una falla en el sistema. Por esta razón es
necesario disponer de protecciones especiales, muy sensibles que puedan detectar la
presencia de una falla monofásica del orden de miliamperes. El retorno de la corriente
de falla monofásica en sistemas aislados se produce a través de capacidades
distribuidas de los cables y de las líneas. La principal ventaja de estos sistemas, es la
mayor continuidad de servicio que se logra, ya que pueden seguir operando en la
presencia de una falla monofásica. Sin embargo, son más las desventajas que
presentan los sistemas aislados, razón por la cual son poco utilizados en la actualidad.
Desde el punto de vista de la continuidad de servicio, los sistemas aislados no
presentan más ventaja que los sistemas aterrizados a través de alta resistencia, con la
diferencia que en estos últimos, las tensiones pueden limitarse. Una forma de detectar
la existencia de fallas monofásicas en sistemas aislados, es conectando voltímetros
entre fase y tierra. Estos dispositivos son capaces de detectar la fase dañada, pero no
de ubicar el punto de falla.
Sistemas aterrizados.
Los sistemas aterrizados se caracterizan por tener el neutro de los
transformadores o generadores conectados a tierra. Estos sistemas no presentan el
inconveniente de sobretensiones mencionado en el sistema aislado, ya que cuando se
produce un cortocircuito monofásico, éste es detectado inmediatamente por las
protecciones de sobrecorriente residual y por lo tanto, despejado rápidamente.
La conexión a tierra puede realizarse de distintas maneras, distinguiéndose
principalmente las siguientes:
a) Sólidamente aterrizados.
b) Resistencia de bajo valor.
c) Resistencia de alto valor.
d) Reactor.
e) Bobina Petersen.
Los problemas más comunes en los sistemas de puesta a tierra son las
sobretensiones (provocadas por la caída de rayos, conmutaciones, etc.), microcortes,
subidas y bajadas de tensión, caídas de tensión, fallos de suministro y variaciones de
frecuencia.
Las compañías suministradoras del fluido eléctrico normalmente tienen la
misión de controlar el voltaje y frecuencia nominales del suministro. Sin embargo,
regularmente la presencia de transitorios de muchos tipos hacen fluctuar los valores
medios de éstas.
Cambios de frecuencia: Éstos son raros en las instalaciones urbanas, pero muy
comunes en redes eléctricas aisladas que incluyan muchas fuentes alternativas
de energía.