You are on page 1of 21

AGRADECIMIENTO

Sinceramente en primer lugar queremos


agradecer a Dios, por habernos dado la salud y la
inteligencia. Agradecemos a nuestro docente por brindarnos sus aportes y
sabiduría en el desarrollo de este trabajo de investigación.
INDICE
INTRODUCCION

Hablar de algo tan común, tan nuestro, tan interesante como es la " Patria, Nación, Sociedad y
Cultura." no es tarea fácil. Todos sabemos a qué nos referimos cuando decimos "sociedad", sin
embargo resulta difícil encontrar una definición que abarque todos los aspectos de la misma.
Por eso queremos, en este Trabajo Práctico, hablar de la sociedad y lo haremos con la ayuda de
diversos materiales,
El trabajo está dividido en seis partes: primeramente presentamos una serie de definiciones,
optando, por su puesto, por una de ellas. Seguidamente fijamos nuestra atención en las
características principales de toda sociedad. Luego nos referimos a la estructura y a las funciones de
la misma, sean estas genéricas o específicas. A continuación señalamos aspectos importantes sobre
la clasificación de las sociedades, especialmente en la clasificación según los grupos dominantes. Y
finalmente presentamos un cuadro comparativo en el que señalamos las características de las
sociedades comunitarias y el de las asociativas.
Esperando que el mismo sea de utilidad para todas las personas que entren en contacto con sus
hojas, sin más palabra les dejamos con el Trabajo Práctico que lleva por título: Patria, Nación,
Sociedad y Cultura.

OBJETIVOS
CONTENIDO

1. Sociedad. Definición.
El hombre es un ser social, está inmerso en la sociedad desde que nace hasta que muere. Pero
resulta difícil dar un definición exacta de la sociedad, por eso presentaremos primero algunas
definiciones:
"Reunión permanente de personas, pueblos o naciones que conviven y se relacionan bajo
unas leyes comunes"[1]
"Agrupación de individuos con el fin de cumplir las finalidades de la vida mediante la
cooperación mutua"[2]
"Es un gran número de seres humanos que obran conjuntamente para satisfacer sus
necesidades sociales y que comparten una cultura común"[3]
"Sistema o conjunto de relaciones que se establecen entre los individuos y grupos con la
finalidad de constituir cierto tipo de colectividad, estructurada en campos definidos de
actuación en los que se regulan los procesos de pertenencia, adaptación,
participación, comportamiento, autoridad, burocracia, conflicto y otros"[4]
Consideramos más apropiada la definición que da Fichter, porque en ella se distingue mejor la
sociedad del grupo, pues este último comprende solo una parte de la sociedad y también
porque la cultura de una sociedad es más amplia que la de una persona o la de un grupo.
2. Características.
En una definición mas completa podemos citar las siguientes:
a) "Las personas de una sociedad constituyen una unidad demográfica, es decir, pueden
considerarse como una población total"
b) "La sociedad existe dentro de una zona geográfica común"
c) "La sociedad está constituida por grandes grupos que se diferencian entre sí por
su función social"
d) "La sociedad se compone de grupos de personas que tienen una cultura semejante"
e) "La sociedad debe poderse reconocer como una unidad que funciona en todas partes"
f) "Finalmente, la sociedad debe poderse reconocer como unidad social separada"[5]
3. Estructura y funciones.
Por estructura social entendemos el orden u organización por la cual los miembros de una
sociedad ocupan en ella un lugar especial y propio en el que actúan con vistas a un fin común.
Por eso, como diría Fichter, cuando decimos "sociedad" nos referimos directamente a
una "estructura formada por los grupos principales interconectados entre sí, considerados
como una unidad y participando todos de una cultura común"[6]
La sociedad existe para las personas y las personas también desempeñan en ella ciertas
actividades con vistas al bien común. De este recíproco influjo surge la satisfacción de las
necesidades sociales de las personas. Las funciones, que la sociedad está llamada a realizar
para el bien de las personas, algunas son genéricas y otras específicas.
Funciones genéricas:
La sociedad desempeña ciertas funciones generales, y son las siguientes:
a) "Reúne a las personas en el tiempo y en el espacio, haciendo posibles la mutuas
relaciones humanas".
b) "Proporciona medios sistemáticos y adecuados de comunicación entre ellas, de modo
que puedan entenderse".
c) "Desarrolla y conserva pautas comunes de comportamiento que los miembros de la
sociedad comparten y practican".
d) "Proporciona un sistema de estratificación de status y clases, de modo que
cada individuo tenga una posición relativamente estable y reconocible en la estructura
socia"[7].
Funciones específicas:
a) "Tiene una forma ordenada y eficiente de renovar sus propios miembros..."
b) "Cuida de la socialización, desarrollo e instrucción de sus miembros..."
c) "En sus variados grupos económicos la sociedad produce y distribuye
los bienes y servicios..."
d) "La administración política y los diversos grupos cívicas satisfacen las necesidades de
orden y seguridad externa que sienten los hombres"
e) "Las diversas formas de religiones, atienden socialmente las necesidades religiosas y
espirituales..."
f) "Las asociaciones, existen grupos sociales y disposiciones sistemáticas que están
destinadas al descanso y diversiones..."[8]
4. Clasificación de las sociedades.
Son muchas las maneras de clasificar las sociedades y cada una de ellas puede ser aceptable
según el punto de vista desde el que se examine la sociedad. Por ejemplo, según su índice de
crecimiento o de decrecimiento, una población que se multiplica rápidamente responde a un
tipo de sociedad muy distinto de otra que decrece rápidamente.
"Los sociólogos están de acuerdo en que las diferencias abstractas más importantes por la
que se distinguen las sociedades es la cultura propia de cada una. Las sociedades se
distinguen entre sí más por sus diferentes culturas que por sus diferentes estructuras o
funciones. La sociedad y la cultura están íntimamente ligadas y mediante un proceso de
abstracción podemos hablar de ellas como de cosas separadas. Un ejemplo sencillo de las
diferencias culturales que distinguen a dos tipos de sociedad es el de sociedades
con escritura y sociedades sin escritura".[9]
5. Clasificación según grupos dominantes.
Una clasificación más útil y significativa de las sociedades es la que está basada en el
predominio de un grupo o institución importante sobre los demás de la sociedad.
Históricamente esta tipología se ha centrado en cuatro categorías principales:
a) "La sociedad dominada por la economía: es una sociedad en la que
el hombre de negocios y el fabricante gozan de un alto status social; los valores comerciales y
materiales ejercen gran influjo en el comportamiento de las personas..."
b) "La sociedad dominada por la familia: es aquella en la que hay estrechos vínculos de
parentesco y se tiene en gran honor a los mayores, ancianos o difuntos, y en la que el status
social se mide más por el criterio de la ascendencia que por cualquier otra norma de status..."
c) "La sociedad dominada por la religión: es aquella en la que el punto central reside en lo
sobrenatural, en las relaciones entre Dios o los dioses y el hombre, en la que todos los otros
grandes grupos se subordinan al religioso..."
d) "El sistema dominado por la política: es el que se suele llamar "Totalitario", en el que
el poder es monofásico y el Estado interviene directamente en la reglamentación de todos los
demás grupos o instituciones"[10]
Debemos dejar bien claro que no se puede hablar de una sociedad exclusivamente económica,
familiar, religiosa o política, sino de un predominio de una sobre las otras. También se puede
hablar de sociedades que dan mucha importancia a la educación y también al ocio o a la
actividad lúdica.
6. Sociedades comunitarias y asociativas.
Otra clasificación diferente y también de gran importancia sociológica, es la que distingue el
tipo simple, comunitario, y el tipo complejo, asociativo.
En el siguiente cuadro presentaremos las características de ambas sociedades:

Sociedades comunitarias: características Sociedades asociativas: características

a) Está dominada por los grupos primarios. a) Está dominada por las asociaciones o grupos
secundarios.

b) Se da escasa especialización y división del trabajo. b) Tiende a la mecanización y a la industrialización.

c) Los lazos de parentesco son frecuentes en este tipo c) Gran variedad de funciones de trabajo.
de sociedad.

d) Tiene relativamente poca estratificación social. d) Las personas tienen movilidad vertical y
horizontalmente.

e) Siendo mínimo en la sociedad simple, el grado de e) Grandes variaciones de posición social.


movilidad social, se llama sociedad cerrada.

f) Existe una sociedad social relativamente marcado f) Los vínculos de familia no son estables.
entre los miembros de la sociedad simple, sobre todo
en relación con otras sociedades.

g) Tiende a aferrarse a valores tradicionales y a formas g) La solidaridad es menos automática y efectiva que
de comportamiento heredados del pasado. en la sociedad simple.

h) En este tipo de sociedad las personas suelen regirse h) cierta elasticidad de variaciones va acompañada de
por costumbres no formales más que por leyes una mayor rigidez en el sistema de mantenimiento del
formales del pasado. orden público.
i) Es relativamente pequeña en número. i) Es relativamente mayor en número.

1. Cultura
Es propio de la persona humana, el no llegar a un nivel verdadero y plenamente humano si no
es mediante la cultura, es decir, cultivando los bienes ylos valores naturales. Siempre, pues, que
se trata de la vida humana, naturaleza y cultura se hallan unidas estrechísimamente.
Con la palabra cultura se indica, en sentido general, todo aquello con lo que el hombre afina y
desarrolla sus innumerables cualidades espirituales y corporales procurando someter el mismo
orbe terrestre con su conocimiento y trabajo hace más humana la vida social, tanto en la
familia como en toda la sociedad civil, mediante el progreso de las costumbres e instituciones;
finalmente, a través del tiempo expresa, comunica y conserva en sus obras, grandes
experiencias espirituales y aspiraciones para que sirvan de provecho a muchos e, incluso, a
todo el género humano.
De aquí se sigue que la cultura humana presenta necesariamente un aspecto histórico y social y
que la palabra cultura asume con frecuencia un sentido sociológico y etnológico. En este
sentido se habla de la pluralidad de culturas. Estilos de vida común diversos
y escala de valor diferentes, encuentran su origen en la distinta manera de servirse de las cosas,
de trabajar, de expresarse, de practicar la religión, de comportarse, de establecer leyes e
instituciones jurídicas, de desarrollar las ciencias, las artes y de cultivar la belleza.
Así, las costumbres recibidas forman el patrimonio propio de cada comunidad humana. Así
también es como se constituye un medio histórico determinado, en el cual se inserta
el hombre de cada nación o tiempo y del que recibe los valores para promover la civilización
humana.
2. Definición
Según el Diccionario de la Lengua Española, define Cultura como:
"Resultado o efecto de cultivar los conocimientos humanos y de afinarse por medio del ejercicio
las facultades intelectuales del hombre..."
"...Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico,
científico, industrial, en una época o grupo social..."
Según la Enciclopedia Hispánica, define Cultura como:
"el resultado de cultivar los conocimientos humanos y de afinarse por el ejercicio las facultades
intelectuales del hombre".
Según la Enciclopedia Encarta 2001:
"Cultura, conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos, que
caracterizan a una sociedad o grupo social en un periodo determinado. El término ‘cultura’
engloba además modos de vida, ceremonias, arte, invenciones, tecnología, sistemas de
valores, derechosfundamentales del ser humano, tradiciones y creencias. A través de la cultura
se expresa el hombre, toma conciencia de sí mismo, cuestiona sus realizaciones, busca nuevos
significados y crea obras que le trascienden"
Entendemos por "Cultura" no la mera erudición o información, como a veces se la concibe, sino
el modo fundamental de relacionarse (pensar, vivenciar, actuar) con la realidad total, que tiene
un determinado grupo de personas o una determinada época histórica. Es decir, la cultura
abarca todo el conjunto de costumbres, creencias, formas de vida, música, etc., de un pueblo o
comunidad.
La comprensión de la cultura y sus valores permite un acercamiento y posibilita
un diálogo basado en el respeto entre distintas sociedades.
La cultura de un país o grupo se puede ver como un flujo continuo, con energías creativas de
nuevos talentos contribuyendo al cambio. En un momento determinado, la cultura es una
compleja amalgama de glorias pasadas y de tendencias de vanguardia.
La cultura es, como todos lo sabemos, aquel núcleo en donde están comprendidos como válidos
una serie de valores tanto éticos como estéticos, de un conjunto de seres humanos donde hay
consenso en las creencias religiosas o metafísicas, en la forma de reproducir la vida material, en
la concepción que se tiene de lo bello y de lo bueno. En general, la actitud que se tiene hacia la
existencia y la realidad. Esa cosmovisión aceptada como cierta y que de ella se derivan valores
para la vida es aquello que se convierte en una forma cultural.
La variedad de expresiones culturales obedece a las distintas cosmovisiones que
diferentes grupos humanos guardan, las diferencias existen tanto en el tiempo como en el
espacio. A partir del Renacimiento y con él de la aparición de la Edad Moderna, se amplió y fue
posible la apelación a la diferenciación que existe entre los seres humanos; esta tendencia, un
poco ficticia en la realidad de la práctica concreta de la vida, ha logrado que en nuestra
sociedad posmoderna surja un fenómeno de expresión antes desconocido por la sociedad
humana: el fenómeno de la subcultura. Así encontramos de un lado a la "Cultura Oficial" y en
contraparte a las diversas "Subculturas" dentro de un mismo tiempo y espacio.
La Cultura Es Un Concepto
Aunque se habla de cultura como algo "auténtico", algo que existe "en la realidad", se trata , de
hecho, de una construcción intelectual utilizada para describir (y explicar) un complejo
conglomerado de comportamientos, ideas, emociones y obras humanas. Durante decenios, los
estudiosos han defendido esta concepción. Por ejemplo, el antropólogo Lowie afirmó en 1937
que "invariablemente, la cultura es una unidad artificial segregada por razones de
conveniencia" (1937, p. 235). Kroeber realizó una aseveración similar en 1945 (Kroeber, 1945,
p. 90). Más recientemente, un antropólogo tan reconocido como Geertz señaló: "Describir una
cultura (...) no consiste en clasificar un tipo de objeto peculiar (...). Es intentar lograr que
alguien, en alguna parte, vea las cosas del mismo modo que tú has llegado a verlas por la
influencia de viajes, libros, testimonios y conversaciones" (1995, pp 61-62).La consideración de
la cultura como concepto, y no como realidad, puede ilustrarse asimismo observando las
enormes variaciones existentes en la utilización del término. Según Goodenough, "el término
cultura se caracteriza por su diferente significado para diversas personas a lo largo de
la historia" (1989, p 93). Como señala el sociólogo Parsons: "En la teoría antropológica no
existe lo que podría denominarse un acuerdo generalizado respecto a la definición de cultura"
(1951, p 15). Williams comenta que:
"cultura es una de las dos o tres palabras más complejas del diccionario. Esta dificultad se debe,
en parte, a su intrincado desarrollo histórico en diversos idiomas, pero sobre todo, a su
utilización actual para referirse a conceptos importantes en varias disciplinas intelectuales y en
distintos sistemas depensamiento específicos e incompatibles " (1976, pp.76-77).
La lectura de la obra Culture: A Critical Review of Concepts and Definitions, de Kroeber y
Kluckhohn (1952), que contiene más de 150 definiciones de cultura, puede facilitar la
comprensión de este punto de vista.Quizás, en lugar de sumergirnos en argumentaciones sobre
lo que es y lo que no es la cultura y buscar un significado o significados esenciales del concepto,
valdría más adoptar una perspectiva pragmática y preguntarse a qué problemasconcretos
solemos referirnos al aludir a la cultura. Tomando como base el informe sobre cultura y
desarrollo Nuestra Diversidad Creativa, publicado por la UNESCO en 1995, podrían destacarse
tres de estos problemas.
En primer lugar, es habitual la preocupación por la pérdida de identidad y de valores
culturales. Desde el Primer Mundo al Tercero (así como al Cuarto), la queja suele ser la misma:
la vida moderna tiende a perturbar los fundamentos tradicionales de los significados y de la
identidad. Por ejemplo, el economista keniano Mwale aboga por una descolonización de la
mente africana y por una identidad cultural independiente de Occidente (Useem, 1997, p
A48).Curiosamente, aunque en cada caso se haga referencia a una situación cultural específica,
la reivindicación es entendida en todo el mundo. Una queja en este sentido formulada en
Tailandia será comprendida por los visitantes japoneses e indonesios, y otra análoga hecha
en Guatemala será compartida por los brasileños y los canadienses.
En segundo lugar, la cultura aparece también en los debates sobre desarrollo económico. Se
alude a ella para hacer hincapié en un conjunto de prioridades ajenas al mercado: en concreto,
para subrayar el humanismo y la preocupación por lo demás. No es la primera vez que las
economías de mercado han reconfigurado radicalmente la vida social. Ya ocurrió
en Inglaterra y Estados Unidos en el siglo XIX. Polyani (1944) denominó a este fenómeno "la
Gran Transformación". Esta aritmética de mercado ha reaparecido en la actualidad,
convenientemente revisada, en relación con el desarrollo económico y las reformas
"neoliberales". Una y otra vez se plantean cuestiones acerca de los valores culturales perdidos
en el camino hacia la plena consolidación de las economías de mercado y la globalización.
En tercer lugar, la cultura se tiene en cuenta asimismo en los debates sobre
los conflictos étnicos. Por ejemplo, los planteados entre hutus y tutsis (en Ruanda), entre
bosnios y serbios (en los Balcanes), entre tamiles y cingaleses (en Sri Lanka) se describen en
todos los caos como conflictos enraizados en diferencias culturales seculares. La cultura se
convierte en un modo de explicar (casi de justificar) la violencia étnica y los conflictos actuales.
Inmersos En Una Contradicción
Es importante comprender que el concepto de cultura se desarrolló en un contexto histórico
específico (nacionalismo), en el cual se catalogó como una fuerza homogeneizadora y
unificadora que, en última instancia, servía de apoyo al Estado. Tal y como se formuló
en Alemania en el siglo XIX, dicho concepto implicaba la búsqueda de una identidad
unificadora de la clase media, privada de derechos y fragmentada políticamente. En opinión de
Elias (1994, p 25):
"Con la lenta ascensión de la burguesía alemana desde su condición de clase de segunda fila
hasta la de depositaria de la conciencia nacional (..) una clase obligada a percibirse y
legitimarse primero por comparación con la clase superior aristocrática y después por
definición frente a las naciones competidoras",
La cultura de transformó en una seña de identidad de la unidad política alemana.
Podemos observar este proceso también en los estados modernos. Muchos de los estados-
nación del Tercer Mundo están formados por grupos dispares. La reivindicación de una unidad
cultural subyacente para la nación ayuda a legitimar y consolidar el Estado. Apoyando ideales y
visiones de la vida compartidos por toda la nación, las divisiones internas se atenúan. En este
sentido, la cultura actúa como "lazo de unión" de las personas dentro de una unidad política.
Con todo, esta consideración del concepto de cultura se enfrenta a dos problemas fundamentes
o, para ser más exactos, a dos realidades. En primer lugar, ninguna cultura está aislada. Como
se afirma en Nuestra Diversidad Creativa, "ninguna cultura es una entidad sellada
herméticamente". "Toda cultura influye y recibe influencias de las demás" (Comisión Mundial
de Cultura y Desarrollo, 1995, p 54). El concepto de cultura siempre incluye un sentido de
relación: no se trata simplemente de "X", sino de "X" en relación con "Y": los franceses respecto
a los británicos, éstos respecto a los alemanes, los tailandeses frente a los birmanos, o los
vietnamitas frente a los chinos.
Para Barth, "hablar de etnicidad en relación con un grupo y su cultura equivale a intentar
aplaudir con una sola mano. La diferencia entre "nosotros" y "los demás" está enraizada en
la organización de la etnicidad: se trata de la propia alteridad de los otros" (1995, p.13).
Aunque la retórica contemporánea pueda hacer pensar que cada cultura es una entidad
original, hay abundantes datos que demuestran que consiste en una mezcla sutil de influencias
autóctonas y ajenas. En opinión de Kroeber ( 1948, p. 257), "puede afirmarse que la cantidad de
materiales culturales (...) de origen externo que se acumula gradualmente en una cultura suele
exceder a los originados dentro de ésta".
Un examen pormenorizado indica la presencia en todas las culturas de un conjunto de
"elementos importados" externos, aunque (y esto es importante) pueden acabar siendo
percibidos como parte de la cultura propia. Sólo un estudio histórico detenido permite
descubrir su origen. La gama de ejemplos abunda en sorpresas: el ukelele hawaiano es
portugués, el vidrio de las ventanas occidentales fue inventado por los egipcios, la porcelana
procede de China y nuestros modernos cuartos de baño provienen de los romanos. Es evidente
que lo indígena y lo extranjero se entrelazan repetidamente en el seno de un grupo cultural.
Las personas perciben el mundo de diversas formas. Se basan en los recursos culturales de su
comunidad respectiva. Además, aprovechan otros recursos disponibles, combinando factores
derivados de distintas experiencias hasta conformar estructuras de significado coherentes, lo
que convierte a estos factores en elementos verdaderamente "indígenas" ( parte de la cultura de
un grupo) no es su carácter originalmente propio o ajeno, sino la manera en que se combinan.
"Nos dieron una lengua", afirma un personaje de la novela de Kureishi The Black Album,
refiriéndose a la ocupación británica de la India, "pero sólo nosotros sabemos cómo utilizarla"
(en Iyer, 1997, p. 27). Según Iyer, el inglés de la India no es sólo una "lengua maternaadoptiva"
enormemente rica para centenares de millones de indios, ni sólo un recuerdo inestimable de
siglos de amalgama cultural, sino "un productofundamental y específico" de la cultura india
(ibid.).
Una segunda "realidad" de la cultura es su naturaleza fluida. En Nuestra Diversidad Creativa se
afirma que "la cultura de un país no es estática ni invariable (...) Se encuentra en un constante
estado de flujo" (Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo, 1995, p 24). Se hace referencia a la
cultura como tradición secular, transmitida de manera inalterada de generación en generación.
Sin embargo, las culturas necesitan cambiar constantemente para seguir teniendo sentido para
los vivos.
Tomemos como ejemplo el caso de Pukapuka, un pequeño atolón polinesio de las islas Cook.
Entre los polinesios y los antropólogos, la isla tiene reputación de tradicional, esto es, de
conservar sus tradiciones mejor que la mayoría de las comunidades del Pacífico. No obstante,
un estudio pormenorizado pone de manifiesto que esas tradiciones cambian y se actualizan
constantemente (Borofsky, 1987). El proceso suele ser muy sutil. La gente se esfuerza en
comprender algunas tradiciones y encontrarles sentido.
Las que parecen equívocas son "desmenuzadas", interpretadas (y reinterpretadas) para facilitar
su comprensión. Sólo puede apreciarse con claridad que estas reinterpretaciones constituyen
"cambios" cuando se comparan las tradiciones de ayer con las de hoy. En lugar de plantearnos
por qué cambian las tradiciones, podríamos dar la vuelta a la cuestión y preguntarnos: ¿y por
qué no han de cambiar? Los tiempos cambian y con ellos la mentalidad de las personas. Si se
quieren preservar las tradiciones culturales para hacerlas vivir en el presente, hay que
cambiarlas. Esta afirmación resulta irónica; para conservar las tradiciones, los vivos suelen
transformarlas, pero al alterarlas para que cobren pleno sentido en el presente adquieren la
capacidad de transmitirlas a otros y preservarlas para la posteridad.
Hobsbawm y Ranger (1983) hablan a este respecto de "invención de la tradición". El cambio o,
para ser más precisos, la reacción ante el cambio, forma parte de la condición humana, razón
por la cual quizás tratamos de fundamentar el presente en el pasado con nuestro discurso. De
este modo se añade continuidad a algo que, de hecho, sólo es continuo en parte.
Es posible mostrarse de acuerdo con la misión de los estados-nación (superar las diversidades
locales y ofrecer una identidad nacional), pero, por su propia concepción, esa unidad (percibida
como un todo homogéneo, inalterable y delimitado) plantea contradicciones imposibles de
superar. Las ideas, tradiciones y productos humanos son, con frecuencia, combinaciones de
elementos internos y externos. A pesar de las afirmaciones en sentido contrario, estos
elementos suelen ser variables, porque el pasado, para que conserve su significado, debe tener
sentido en un presente en constante cambio.

ESTADO
En todas las sociedades humanas, la convivencia pacífica es posible gracias a la existencia de un
poder político que se instituye sobre los intereses y voluntades particulares. En Estado,
organización que acapara este poder en las civilizaciones desarrolladas, ha tendido a conseguir
el bien común mediante distintas formas de gobierno a lo largo de la historia.
En nuestra opinión, es la organización política soberana de una sociedad humana establecida
en un territorio determinado, bajo un régimen jurídico, con independencia y
autodeterminación, con órganos de gobierno y de administración que persiguen determinados
fines mediante actividades concretas.
ANÁLISIS DEL CONCEPTO DE ESTADO.
Independientemente de las concepciones teóricas, consideramos que el Estado es una realidad
social, y a ella corresponde una realidad jurídica, con características específicas, que son:
 1. Es la organización política de una sociedad humana que corresponde a un tiempo y
espacio determinados.
 2. Su realidad está constituida por los siguientes elementos:
 a) Una agrupación social humana, que viene a ser la población;
 b) Un territorio, que es la realidad físico-geográfica;
 c) Un orden jurídico;
 d) Soberanía, que implica independencia y autodeterminación; y
 e) Un gobierno.
Además de lo anterior, los autores coinciden en que el Estado tiene fines y, aunque no son
elementos que lógicamente formen parte del concepto, sí son constantes y, en última instancia,
pueden identificarse con el bien común, la felicidad de la sociedad, la justicia social, etc.
CONCEPCIÓN DEL ESTADO.
Para tratar el tema de la Administración Pública Federal es necesario tener una ligera idea de
cómo la doctrina jurídica concibe al Estado. De una manera general podemos decir que el
Estado aparece como una sociedad políticamente organizada y dirigida por el poder soberano
en un determinado territorio. La teoría tradicional ha sostenido que el Estado tiene como
elementos esenciales para su formación: población, territorio y poder soberano.
Otras doctrinas han afirmado que el Estado no está reconocido por la Ley y que la
personalidad de aquél se manifiesta en órganos típicamente diferenciados como pueden ser el
Parlamento, la Corona, etc.
PERSONALIDAD DEL ESTADO.
Dado que no es nuestro propósito tratar extensivamente el tema del Estado sino el de la
Administración Pública, es suficiente saber que el Derecho Positivo Mexicano reconoce
la personalidad del Estado, pues a éste y a otras entidades, la Constitución Política del
los Estados Unidos Mexicanos les otorga personalidad jurídica con derechos y obligaciones. La
Suprema Corte de Justicia de la Nación, máxima autoridad del Supremo Poder JudicialFederal,
en el decurso de su historia ha reconocido que el Estado Mexicano tiene una doble
personalidad. En su obra de Derecho Administrativo, Gabino Fraga afirma que el Estado
ostenta una personalidad única y que cuando se habla de la personalidad del Poder Ejecutivo,
del Legislativo o del Judicial, se trata de la misma personalidad del Estado, pero manifestada
en forma diferente.
Aunque la doctrina tradicional no reconoce que la Administración Pública Federal tenga
personalidad jurídica, la realidad ha demostrado la necesidad de que actúe con esa
personalidad. La Administración Pública es una persona jurídica que comprende muchos
órganos con personalidad. En México se reconoce personalidad no sólo a las Secretarías de
Estado, Departamentos Administrativos y demás dependencias de la Administración Pública
centralizada, sino además, a las entidades de la Administración Pública paraestatal.
LA ACTIVIDAD DEL ESTADO.
La actividad del Estado se origina en el conjunto de operaciones, tareas y facultades para actuar
–jurídicas, materiales y técnicas-, que le corresponden como persona jurídica de derecho
público y que realiza por medio de los órganos que integran la Administración Pública, tanto
federal como local y municipal. Las actividades jurídicas del Estado están encaminadas a la
creación y cumplimiento de la ley, las actividades materiales son simplemente desplazamientos
de la voluntad y las actividades técnicas son las acciones y aptitudes subordinadas a
conocimientos técnicos, prácticos, instrumentales y científicos, necesarios para el ejercicio de
una determinada actividad que capacitan al hombre para mejorar su bienestar.
El Estado es un producto social, una obra humana que se integra a lo largo de un proceso
histórico, pletórico de luchas sociales y de intensa transformación de los grupos.
FINES DEL ESTADO.
La actividad general del Estado, es lo que debe hacerse de acuerdo con el orden jurídico
imperante en un país.
El Estado es una obra colectiva y artificial, creada para ordenar y servir a la sociedad. Su
existencia se justifica por los fines que históricamente se le viene asignando. El Estado existe
para realizar esos fines y se mantendrá en tanto se le encomienden esas metas. Con
su fuerza irresistible, no puede prescindir de lo que es el alma de la organización política, su
principio vital, su motor interno: el fin. Es la finalidad del Estado. Es la idea objetiva de un bien
superior, que no puedan realizar las comunidades menores, la que aglutina las voluntades de
los miembros de la sociedad para constituirse en Estado.
El Estado es el ordenamiento total, es un determinado territorio, y regulado por fines que son
el resultado de un proceso histórico.
La actividad del Estado, es decir, lo que el Estado debe hacer, se define por el conjunto
de normas que crean órganos, fijan su funcionamiento y los fines que deben alcanzar. La
exigencia lógica del Estado se precisa por los fines o propósitos que una sociedad organizada le
ha venido señalando de acuerdo con su propia naturaleza.
"El Estado, dice Maurice Hauriou, no tiene el monopolio de lo que es público, ni
de utilidad pública, ni del bien público, ni de los servicios públicos, de tal suerte que el
desarrollo de la vida pública no significa necesariamente el desarrollo de la administración del
Estado.
El Estado y el derecho son medios, organizaciones o instrumentos, hechos por los hombres y
para los hombres. Para asegurar sus fines la sociedad crea o reconoce el poder del Estado y lo
somete al derecho para hacerlo racional y lógico. El Estado no es un organismo dotado de alma.
Porque no hay otro espíritu que el de los propios seres humanos, ni hay otra voluntad que la
voluntad de ellos. El Estado puede definirse como una institución creadora de instituciones.
CLASIFICACION DE LA ACTIVIDAD DEL ESTADO.
Siguiendo el derrotero señalado por la doctrina, podemos mencionar las siguientes formas que
asume la intervención estatal, en cumplimiento de las políticas económicas y políticas.
 a) Acción de ordenamiento. Alude al establecimiento del orden jurídico nacional, tanto
federal como local.
 b) Acción de regulación. El Estado influye activamente en el mercado con diversos
instrumentos financieros.
 c) Acción de sustitución. El Estado protagonista del proceso económico o sea una
participación directa en organizaciones que producen bienes y servicios en el mercado.
 d) Acción de orientación y coordinación. Plan Nacional de Desarrollo y Planes particulares y
específicos de actividad económica. El Estado Rector de la Economía Nacional.
El Estado en su doble carácter de gobierno y administración concreta sus fines, cometidos
o competencias en sus órganos jurídicos que forman una estructura especial.
Las funciones del Estado y los poderes públicos que le corresponden, son potestades
constitucionales que dividen, lógica y políticamente, la acción del Estado con fines
democráticos y técnicos y evitan la concentración de la fuerza estatal en una personal o entidad.
Dos aspectos del bien del Estado: 1. La existencia del Estado implica, a su vez, la defensa contra
sus enemigos, que pueden existir en su interior o en el exterior. 2. La conservación del Estado
supone el buen funcionamiento de su máquina administrativa, y supone, además, la existencia
de una sana economía estatal.
La acción del Estado puede tener por objeto:
 a) La reglamentación, la vigilancia y el control de la actividad privada;
 b) La ayuda a la iniciativa privada y a las empresas privadas de interés colectivo;
 c) La creación y la gestión de servicios públicos; y
 d) La administración juzgando los conflictos, es decir, lo que se denomina el contencioso
administrativo.
En el último tercio del siglo XX pueden identificarse cuatro fines fundamentales del Estado, en
los cuales se pueden integrar la totalidad de sus actividades; en primer lugar, los fines de la
política general y orden público; en segundo lugar, los fines de desarrollo económico; en tercer
lugar, los fines del desarrollo social.
Tales son considerados en su aspecto material, los principales fines de la actividad
administrativa: el de la economía, el de la educación y el de los valores espirituales. Los
elementos formales del bien público se concretan en tres categorías: la necesidad de orden y de
paz; la necesidad de coordinación, que es también orden, pero desde este especial punto de
vista; y la necesidad de ayuda, de aliento y eventualmente de suplencia de las actividades
privadas.

DOCTRINAS CONTEMPORÁNEAS QUE DETERMINAN LA


EXTENSIÓN DE LOS FINES DEL ESTADO.
La extensión de las atribuciones del Estado guarda una estrecha relación con las diversas
tendencias o sistemas sociales, que históricamente han surgido en el transcurso de
la evolución social.
En el Estado actual de este debate, se precisan diversas tendencias que se disputan el lugar
preeminente. El liberalismo, el socialismo y el comunismo con sus numerosas ramas y
desviaciones.
El liberalismo capitalista es la exaltación del hombre como base del progreso social. En el ser
humano existen elementos propios y vigorosos para estimular el desarrollo social que se debe
concretar y proteger. Son esas fuerzas las que lo sostienen, sin necesidad de intromisiones
peligrosas que destruyan las libertades fundamentales. Es el fortalecimiento de los intereses
que tiene a su cargo el Estado.
El Estado sólo se justifica por los servicios públicos y por los fines sociales que tiene a su cargo.
Las tendencias socialistas, modernas se sitúan desde la organización democrática del Estado
Federal, el socialismo cristiano, o el socialismo integral o solidarista, hasta las tendencias más
radicales como el socialismo planificado. El socialismo cuenta con numerosos sistemas,
doctrinas, opiniones, que organizan en formas muy complicadas la acción del Estado moderno.
El socialismo de actualidad se nutre en los principios de un socialismo moderado, que se opone
al principio colectivista del comunismo, en sus dos corrientes principales: la organización
soviética y la democracia popular china, apoyada en las grandes tesis del marxismo, la
concepción materialista de la historia y la socialización de los instrumentos de producción.
El liberalismo como sistema o doctrina está liquidado o en proceso de su total liquidación,
porque ha llenado su misión histórica y es una mera referencia a un sistema caduco en la
historia de las instituciones políticas y económicas.
Liberalismo, desde los siglos XVIII y XIX a la fecha. Respecto al valor histórico del liberalismo,
nada tenemos que objetar, pues el liberalismo cumplió su misión gloriosa al destruir en su
época las formas arcaicas de la vida social del Estado monárquico absolutista y despótico, que
amparaban intereses y prejuicios de otros tiempos.
Los defensores actuales del liberalismo sostienen que éste es un sistema de principios
universales y hasta eternos, los cuales no podrán desaparecer, porque sobreviven en los
principios o verdades que toda sociedad juzga como invariable, y agregan que muchos de los
males de la era moderna, se deben al olvido o negación de esos valores o ideales del viejo
liberalismo.
El orden de nuestros días es radicalmente diferente al orden que gobernó al Estado liberal.

LAS FUNCIONES DEL ESTADO.


Los fines del Estado constituyen direcciones, metas, propósitos o tendencias de carácter
general que se reconocen al Estado para su justificación y que consagran en su legislación.
Las funciones del Estado son los medios o formas diversas que adopta el derecho para realizar
los fines del Estado.
El concepto de función, constituye la base de este desarrollo: "La misma etimología de la
palabra función determina cumplidamente su concepto: proviene de "Fungere", que significa
hacer, cumplir, ejercitar, que a su vez deriva de "Finire", por lo que dentro del campo de las
relaciones jurídicas de cualquier clase que ellas sean, la función significará toda actuación por
razón del fin jurídico en su doble esfera de privada y pública".
Las funciones del Estado tienen un apoyo lógico y jurídico. Por medio de los fines se reconocen
las etapas para alcanzar una meta, por las funciones se consagran procedimientos de la
legislación que necesitan para su realización de las tres funciones esenciales del Estado.
La doctrina clásica y la legislación positiva han reconocido tres actividades esenciales del
Estado para realizar los fines, resultado del principio lógico-jurídico de la división
del trabajo aplicado a la teoría constitucional.
 a) La función legislativa, que es la función encaminada a establecer las normas jurídicas
generales. El Estado moderno es el creador del orden jurídico nacional.
 b) La función administrativa, que es la función encaminada a regular la actividad
concreta y tutelar del Estado, bajo el orden jurídico. La ley debe ser ejecutada
particularizando su aplicación. En sentido moderno el Estado es el promotor del desarrollo
económico y social de un país.
 c) La función jurisdiccional, que es la actividad del Estado encaminada a resolver las
controversias, estatuir o declarar el derecho. La superioridad del Poder Judicial en la
sociedad moderna, lo coloca como el órgano orientador de la vida jurídica nacional.
La actividad del Estado se expresa en nuestra constitución, artículo 49, en las tres funciones
clásicas, cuyos respectivos órganos ejercitan partes del poder estatal, que es único, aunque las
funciones son múltiples y constituyen la forma de ejercicio de las atribuciones.
La relación entre poder y función debemos pasar al estudio de las funciones del Estado.
En puridad a cada poder debería corresponder una función específica, es decir, al Poder
Legislativo le corresponde la función legislativa, al Poder Ejecutivo la función Administrativa, y
al Poder Judicial la función jurisdiccional.
Al Poder Administrativo además de la función administrativa, le corresponden otras
actividades por ejemplo la facultad reglamentaria, que en un acto de naturaleza legislativa; las
controversias en material fiscal, agraria, obrera, que son actos materialmente jurisdiccionales.
El Poder Judicial además de ejercer la función jurisdiccional realiza otros actos no propiamente
de esa naturaleza, por ejemplo el nombramiento de su personal que es un acto administrativo.
LA ACTIVIDAD LEGISLATIVA DEL ESTADO.
EL ESTADO LEGISLADOR: CONSTITUYENTE Y ORDINARIO
El Estado moderno, a diferencia de otras épocas, se caracteriza por ser el creador del Derecho.
EL PODER CONSTITUYENTE DEL ESTADO.
La función constituyente es la actividad fundamental del Estado, encaminada a la creación,
adición o reforma de las normas constitucionales. Ella tiene por objeto la formulación de
normas jurídicas generales, relativas a la organización y funcionamiento de los órganos
supremos del poder público, sus modos de creación, sus relaciones y el régimen de garantías
que protejan al ciudadano en contra de los abusos de las autoridades.
LA ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA DEL ESTADO.
LA FUNCIÓN ADMINISTRATIVA.
Los fines del Estado señalan los propósitos generales o metas por alcanzar que se incorporan a
los textos constitucionales y desarrolla la legislación administrativa.
El poder del Estado, unitario y coactivo, desenvuelve su actividad por medio de las funciones
del mismo.
Las funciones del Estado comprenden a la función legislativa que tiene como acto básico la ley,
a la función administrativa el acto administrativo y la función jurisdiccional a la sentencia.
CONCEPTO JURÍDICO DEL ESTADO.
El concepto del Estado no es completo si no lo referimos al aspecto jurídico. El Estado se auto
limita sometiéndose al orden jurídico que lo estructura y da forma a su actividad. El Estado es
sujeto de derechos y deberes, es persona jurídica, y en ese sentido es también una corporación
ordenada jurídicamente. El sustrato de esa corporación lo forman hombres que constituyen
una unidad de asociación, unidad que persigue los mismos fines y que perdura como unidad a
influjo o por efecto del poder que se forma dentro de la misma. Esta personalidad jurídica del
Estado no es una ficción; es un hecho que consiste en que el ordenamiento jurídico le atribuye
derechos y deberes, derechos y deberes que crean en el hombre la personalidad jurídica y en los
entes colectivos la personalidad moral.

ESTADO
En todas las sociedades humanas, la convivencia pacífica es posible gracias a la existencia de un
poder político que se instituye sobre los intereses y voluntades particulares. En Estado,
organización que acapara este poder en las civilizaciones desarrolladas, ha tendido a conseguir
el bien común mediante distintas formas de gobierno a lo largo de la historia.
En nuestra opinión, es la organización política soberana de una sociedad humana establecida
en un territorio determinado, bajo un régimen jurídico, con independencia y
autodeterminación, con órganos de gobierno y de administración que persiguen determinados
fines mediante actividades concretas.
ANÁLISIS DEL CONCEPTO DE ESTADO.
Independientemente de las concepciones teóricas, consideramos que el Estado es una realidad
social, y a ella corresponde una realidad jurídica, con características específicas, que son:
 1. Es la organización política de una sociedad humana que corresponde a un tiempo y
espacio determinados.
 2. Su realidad está constituida por los siguientes elementos:
 a) Una agrupación social humana, que viene a ser la población;
 b) Un territorio, que es la realidad físico-geográfica;
 c) Un orden jurídico;
 d) Soberanía, que implica independencia y autodeterminación; y
 e) Un gobierno.
Además de lo anterior, los autores coinciden en que el Estado tiene fines y, aunque no son
elementos que lógicamente formen parte del concepto, sí son constantes y, en última instancia,
pueden identificarse con el bien común, la felicidad de la sociedad, la justicia social, etc.
CONCEPCIÓN DEL ESTADO.
Para tratar el tema de la Administración Pública Federal es necesario tener una ligera idea de
cómo la doctrina jurídica concibe al Estado. De una manera general podemos decir que el
Estado aparece como una sociedad políticamente organizada y dirigida por el poder soberano
en un determinado territorio. La teoría tradicional ha sostenido que el Estado tiene como
elementos esenciales para su formación: población, territorio y poder soberano.
Otras doctrinas han afirmado que el Estado no está reconocido por la Ley y que la
personalidad de aquél se manifiesta en órganos típicamente diferenciados como pueden ser el
Parlamento, la Corona, etc.
PERSONALIDAD DEL ESTADO.
Dado que no es nuestro propósito tratar extensivamente el tema del Estado sino el de la
Administración Pública, es suficiente saber que el Derecho Positivo Mexicano reconoce
la personalidad del Estado, pues a éste y a otras entidades, la Constitución Política del
los Estados Unidos Mexicanos les otorga personalidad jurídica con derechos y obligaciones. La
Suprema Corte de Justicia de la Nación, máxima autoridad del Supremo Poder JudicialFederal,
en el decurso de su historia ha reconocido que el Estado Mexicano tiene una doble
personalidad. En su obra de Derecho Administrativo, Gabino Fraga afirma que el Estado
ostenta una personalidad única y que cuando se habla de la personalidad del Poder Ejecutivo,
del Legislativo o del Judicial, se trata de la misma personalidad del Estado, pero manifestada
en forma diferente.
Aunque la doctrina tradicional no reconoce que la Administración Pública Federal tenga
personalidad jurídica, la realidad ha demostrado la necesidad de que actúe con esa
personalidad. La Administración Pública es una persona jurídica que comprende muchos
órganos con personalidad. En México se reconoce personalidad no sólo a las Secretarías de
Estado, Departamentos Administrativos y demás dependencias de la Administración Pública
centralizada, sino además, a las entidades de la Administración Pública paraestatal.
LA ACTIVIDAD DEL ESTADO.
La actividad del Estado se origina en el conjunto de operaciones, tareas y facultades para actuar
–jurídicas, materiales y técnicas-, que le corresponden como persona jurídica de derecho
público y que realiza por medio de los órganos que integran la Administración Pública, tanto
federal como local y municipal. Las actividades jurídicas del Estado están encaminadas a la
creación y cumplimiento de la ley, las actividades materiales son simplemente desplazamientos
de la voluntad y las actividades técnicas son las acciones y aptitudes subordinadas a
conocimientos técnicos, prácticos, instrumentales y científicos, necesarios para el ejercicio de
una determinada actividad que capacitan al hombre para mejorar su bienestar.
El Estado es un producto social, una obra humana que se integra a lo largo de un proceso
histórico, pletórico de luchas sociales y de intensa transformación de los grupos.
FINES DEL ESTADO.
La actividad general del Estado, es lo que debe hacerse de acuerdo con el orden jurídico
imperante en un país.
El Estado es una obra colectiva y artificial, creada para ordenar y servir a la sociedad. Su
existencia se justifica por los fines que históricamente se le viene asignando. El Estado existe
para realizar esos fines y se mantendrá en tanto se le encomienden esas metas. Con
su fuerza irresistible, no puede prescindir de lo que es el alma de la organización política, su
principio vital, su motor interno: el fin. Es la finalidad del Estado. Es la idea objetiva de un bien
superior, que no puedan realizar las comunidades menores, la que aglutina las voluntades de
los miembros de la sociedad para constituirse en Estado.
El Estado es el ordenamiento total, es un determinado territorio, y regulado por fines que son
el resultado de un proceso histórico.
La actividad del Estado, es decir, lo que el Estado debe hacer, se define por el conjunto
de normas que crean órganos, fijan su funcionamiento y los fines que deben alcanzar. La
exigencia lógica del Estado se precisa por los fines o propósitos que una sociedad organizada le
ha venido señalando de acuerdo con su propia naturaleza.
"El Estado, dice Maurice Hauriou, no tiene el monopolio de lo que es público, ni
de utilidad pública, ni del bien público, ni de los servicios públicos, de tal suerte que el
desarrollo de la vida pública no significa necesariamente el desarrollo de la administración del
Estado.
El Estado y el derecho son medios, organizaciones o instrumentos, hechos por los hombres y
para los hombres. Para asegurar sus fines la sociedad crea o reconoce el poder del Estado y lo
somete al derecho para hacerlo racional y lógico. El Estado no es un organismo dotado de alma.
Porque no hay otro espíritu que el de los propios seres humanos, ni hay otra voluntad que la
voluntad de ellos. El Estado puede definirse como una institución creadora de instituciones.
CLASIFICACION DE LA ACTIVIDAD DEL ESTADO.
Siguiendo el derrotero señalado por la doctrina, podemos mencionar las siguientes formas que
asume la intervención estatal, en cumplimiento de las políticas económicas y políticas.
 a) Acción de ordenamiento. Alude al establecimiento del orden jurídico nacional, tanto
federal como local.
 b) Acción de regulación. El Estado influye activamente en el mercado con diversos
instrumentos financieros.
 c) Acción de sustitución. El Estado protagonista del proceso económico o sea una
participación directa en organizaciones que producen bienes y servicios en el mercado.
 d) Acción de orientación y coordinación. Plan Nacional de Desarrollo y Planes particulares y
específicos de actividad económica. El Estado Rector de la Economía Nacional.
El Estado en su doble carácter de gobierno y administración concreta sus fines, cometidos
o competencias en sus órganos jurídicos que forman una estructura especial.
Las funciones del Estado y los poderes públicos que le corresponden, son potestades
constitucionales que dividen, lógica y políticamente, la acción del Estado con fines
democráticos y técnicos y evitan la concentración de la fuerza estatal en una personal o entidad.
Dos aspectos del bien del Estado: 1. La existencia del Estado implica, a su vez, la defensa contra
sus enemigos, que pueden existir en su interior o en el exterior. 2. La conservación del Estado
supone el buen funcionamiento de su máquina administrativa, y supone, además, la existencia
de una sana economía estatal.
La acción del Estado puede tener por objeto:
 a) La reglamentación, la vigilancia y el control de la actividad privada;
 b) La ayuda a la iniciativa privada y a las empresas privadas de interés colectivo;
 c) La creación y la gestión de servicios públicos; y
 d) La administración juzgando los conflictos, es decir, lo que se denomina el contencioso
administrativo.
En el último tercio del siglo XX pueden identificarse cuatro fines fundamentales del Estado, en
los cuales se pueden integrar la totalidad de sus actividades; en primer lugar, los fines de la
política general y orden público; en segundo lugar, los fines de desarrollo económico; en tercer
lugar, los fines del desarrollo social.
Tales son considerados en su aspecto material, los principales fines de la actividad
administrativa: el de la economía, el de la educación y el de los valores espirituales. Los
elementos formales del bien público se concretan en tres categorías: la necesidad de orden y de
paz; la necesidad de coordinación, que es también orden, pero desde este especial punto de
vista; y la necesidad de ayuda, de aliento y eventualmente de suplencia de las actividades
privadas.

DOCTRINAS CONTEMPORÁNEAS QUE DETERMINAN LA


EXTENSIÓN DE LOS FINES DEL ESTADO.
La extensión de las atribuciones del Estado guarda una estrecha relación con las diversas
tendencias o sistemas sociales, que históricamente han surgido en el transcurso de
la evolución social.
En el Estado actual de este debate, se precisan diversas tendencias que se disputan el lugar
preeminente. El liberalismo, el socialismo y el comunismo con sus numerosas ramas y
desviaciones.
El liberalismo capitalista es la exaltación del hombre como base del progreso social. En el ser
humano existen elementos propios y vigorosos para estimular el desarrollo social que se debe
concretar y proteger. Son esas fuerzas las que lo sostienen, sin necesidad de intromisiones
peligrosas que destruyan las libertades fundamentales. Es el fortalecimiento de los intereses
que tiene a su cargo el Estado.
El Estado sólo se justifica por los servicios públicos y por los fines sociales que tiene a su cargo.
Las tendencias socialistas, modernas se sitúan desde la organización democrática del Estado
Federal, el socialismo cristiano, o el socialismo integral o solidarista, hasta las tendencias más
radicales como el socialismo planificado. El socialismo cuenta con numerosos sistemas,
doctrinas, opiniones, que organizan en formas muy complicadas la acción del Estado moderno.
El socialismo de actualidad se nutre en los principios de un socialismo moderado, que se opone
al principio colectivista del comunismo, en sus dos corrientes principales: la organización
soviética y la democracia popular china, apoyada en las grandes tesis del marxismo, la
concepción materialista de la historia y la socialización de los instrumentos de producción.
El liberalismo como sistema o doctrina está liquidado o en proceso de su total liquidación,
porque ha llenado su misión histórica y es una mera referencia a un sistema caduco en la
historia de las instituciones políticas y económicas.
Liberalismo, desde los siglos XVIII y XIX a la fecha. Respecto al valor histórico del liberalismo,
nada tenemos que objetar, pues el liberalismo cumplió su misión gloriosa al destruir en su
época las formas arcaicas de la vida social del Estado monárquico absolutista y despótico, que
amparaban intereses y prejuicios de otros tiempos.
Los defensores actuales del liberalismo sostienen que éste es un sistema de principios
universales y hasta eternos, los cuales no podrán desaparecer, porque sobreviven en los
principios o verdades que toda sociedad juzga como invariable, y agregan que muchos de los
males de la era moderna, se deben al olvido o negación de esos valores o ideales del viejo
liberalismo.
El orden de nuestros días es radicalmente diferente al orden que gobernó al Estado liberal.

LAS FUNCIONES DEL ESTADO.


Los fines del Estado constituyen direcciones, metas, propósitos o tendencias de carácter
general que se reconocen al Estado para su justificación y que consagran en su legislación.
Las funciones del Estado son los medios o formas diversas que adopta el derecho para realizar
los fines del Estado.
El concepto de función, constituye la base de este desarrollo: "La misma etimología de la
palabra función determina cumplidamente su concepto: proviene de "Fungere", que significa
hacer, cumplir, ejercitar, que a su vez deriva de "Finire", por lo que dentro del campo de las
relaciones jurídicas de cualquier clase que ellas sean, la función significará toda actuación por
razón del fin jurídico en su doble esfera de privada y pública".
Las funciones del Estado tienen un apoyo lógico y jurídico. Por medio de los fines se reconocen
las etapas para alcanzar una meta, por las funciones se consagran procedimientos de la
legislación que necesitan para su realización de las tres funciones esenciales del Estado.
La doctrina clásica y la legislación positiva han reconocido tres actividades esenciales del
Estado para realizar los fines, resultado del principio lógico-jurídico de la división
del trabajo aplicado a la teoría constitucional.
 a) La función legislativa, que es la función encaminada a establecer las normas jurídicas
generales. El Estado moderno es el creador del orden jurídico nacional.
 b) La función administrativa, que es la función encaminada a regular la actividad
concreta y tutelar del Estado, bajo el orden jurídico. La ley debe ser ejecutada
particularizando su aplicación. En sentido moderno el Estado es el promotor del desarrollo
económico y social de un país.
 c) La función jurisdiccional, que es la actividad del Estado encaminada a resolver las
controversias, estatuir o declarar el derecho. La superioridad del Poder Judicial en la
sociedad moderna, lo coloca como el órgano orientador de la vida jurídica nacional.
La actividad del Estado se expresa en nuestra constitución, artículo 49, en las tres funciones
clásicas, cuyos respectivos órganos ejercitan partes del poder estatal, que es único, aunque las
funciones son múltiples y constituyen la forma de ejercicio de las atribuciones.
La relación entre poder y función debemos pasar al estudio de las funciones del Estado.
En puridad a cada poder debería corresponder una función específica, es decir, al Poder
Legislativo le corresponde la función legislativa, al Poder Ejecutivo la función Administrativa, y
al Poder Judicial la función jurisdiccional.
Al Poder Administrativo además de la función administrativa, le corresponden otras
actividades por ejemplo la facultad reglamentaria, que en un acto de naturaleza legislativa; las
controversias en material fiscal, agraria, obrera, que son actos materialmente jurisdiccionales.
El Poder Judicial además de ejercer la función jurisdiccional realiza otros actos no propiamente
de esa naturaleza, por ejemplo el nombramiento de su personal que es un acto administrativo.
LA ACTIVIDAD LEGISLATIVA DEL ESTADO.
EL ESTADO LEGISLADOR: CONSTITUYENTE Y ORDINARIO
El Estado moderno, a diferencia de otras épocas, se caracteriza por ser el creador del Derecho.
EL PODER CONSTITUYENTE DEL ESTADO.
La función constituyente es la actividad fundamental del Estado, encaminada a la creación,
adición o reforma de las normas constitucionales. Ella tiene por objeto la formulación de
normas jurídicas generales, relativas a la organización y funcionamiento de los órganos
supremos del poder público, sus modos de creación, sus relaciones y el régimen de garantías
que protejan al ciudadano en contra de los abusos de las autoridades.
LA ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA DEL ESTADO.
LA FUNCIÓN ADMINISTRATIVA.
Los fines del Estado señalan los propósitos generales o metas por alcanzar que se incorporan a
los textos constitucionales y desarrolla la legislación administrativa.
El poder del Estado, unitario y coactivo, desenvuelve su actividad por medio de las funciones
del mismo.
Las funciones del Estado comprenden a la función legislativa que tiene como acto básico la ley,
a la función administrativa el acto administrativo y la función jurisdiccional a la sentencia.
CONCEPTO JURÍDICO DEL ESTADO.
El concepto del Estado no es completo si no lo referimos al aspecto jurídico. El Estado se auto
limita sometiéndose al orden jurídico que lo estructura y da forma a su actividad. El Estado es
sujeto de derechos y deberes, es persona jurídica, y en ese sentido es también una corporación
ordenada jurídicamente. El sustrato de esa corporación lo forman hombres que constituyen
una unidad de asociación, unidad que persigue los mismos fines y que perdura como unidad a
influjo o por efecto del poder que se forma dentro de la misma. Esta personalidad jurídica del
Estado no es una ficción; es un hecho que consiste en que el ordenamiento jurídico le atribuye
derechos y deberes, derechos y deberes que crean en el hombre la personalidad jurídica y en los
entes colectivos la personalidad moral.

You might also like