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Introducción
El ciclo que va de la posdictadura al 2000 – dejo huellas .Pasaje traumatico del modelo de sociedad integrada (70’) al
modelo de sociedad de sociedad crecientemente polarizada y empobrecida (fines de los 90’)
Cambia configuración de identidades y experiencias respecto de la infancia. Impacto de la crisis del 2001
Tendencias progresivas:
- reconocimiento de los derechos del niño
- ampliación del campo de saberes sobre la infancia
Tendencias regresivas:
Hipótesis
1-La niño devino un verdadero laboratorio social.
Texto:
Lab social porque los niños nacidos durante los años ochenta, y más aun en los noventa crecieron en un escenario en
profunda mutación, y se convirtieron en testigos y en muchos casos victimas de desaparición de formas de vida, pautas
de socialización, políticas de crianza. En la Argentina hubo un pasaje de mezcla social a diferencias sociales.
Nuestras Palabras:
El niño es testigo y reflejo
La infancia reflejaría los cambios que se dieron en la sociedad (1970-2000)
2-La niñez adquirió visibilidad al mismo tiempo que se produjo invisibilidad de las consecuencias trágicas que
tuvo sobre los niños el cambio de estructura social en la Argentina.
En esta nueva visibilidad colaboro el reconocimiento de lo derechis de los niños que dio lugar a cierta universalización de
la identidad infantil.
Niño como “sujeto de derecho” – enunciado de un discurso de democratización de las instituciones de menores y de
interpelación a los gobiernos nacionales, este se constituyo en una figura global en un escenario de aumento inédito de
la vulnerabilidad de la infancia Argentina.
3- Proceso de creciente mercantilización de los bienes y servicios para la infancia – los cuales incluyen un
espectro amplio y variado de fenómenos que van desde la explosión de los maxiquioscos y las jugueterías hasta
la privatización comercial del festejo de cumpleaños infantiles.
Tmb macdonalizacion
4- La creciente mercantilización fue contemporánea del debilitamiento del Estado-nación como cuerpo de
pertenencia imaginaria durante estas décadas.
Se pone en juego la representación del niño.
Los niños encarnaron la crisis de relación entre los representantes y representados.
Mientras elementos indican formas de uniformización de la cultura infantil como resultado de una cultura global sobre la
infancia, el aumento de la desigualdad al contraste entre el country y la villa como hábitats paradigmáticos.
Las condiciones desiguales para el acceso provocaron no sólo el aumento de diferencias, sino la presencia de nuevas
formas de distinción social a través del consumo infantil.
Nuestras palabras:
Los chicos de todo el mundo son apelados de la misma manera.
Productos que responden a todos los chicos del mundo.
Sucede lo mismo con las tribus urbanas.
6-El carácter simétrico o asimétrico de la relación entre niños y adultos resulta una clave de lectura de
fenómenos y procesos de este ciclo histórico.
La interacción asimétrica entre niños y adultos asume desde el punto de vista sociocultural formas y contenidos variados,
lo que da cuenta de la dislocación y/o inversión de la posiciones de los sujetos en la cadena generacional. – crisis de la
autoridad en la familia, escuela y sociedad en general x diferentes conflictos (violencia en los vínculos
intergeneracionales, el crecimiento del trabajo infantil y expansión de pedofilia en el país.)
Nuestras palabras:
Limites diferentes.
Adultos se ven dificultados de oportunidades
Asimetría no está más dictada por el saber del adentro – ignorancia de los niños.
Conclusión
Estas hipótesis orientan a las exploración de la relación entre infancia- sociedad, educación y políticas.
Exploración a partir de la idea de figuras que permiten recuperar imágenes constituidas por los discursos.
2 Procesos a la vez
Empobrecimiento: Enriquecimiento:
De amplios sectores de la sociedad Argentina. Concentración de la riqueza y polarización social.
El niño de la calle dará lugar a programas estatales en 1980 – hecho que va dando forma a la industria de la
institucionalización.
Entre la década del 70 y fines de 80 – se produjo un aumento de ingreso de los niños adolecentes en instituciones de
minoridad por causas sociales y delictivas.
El fenómeno de los chicos en la calle se agudizo a partir de la segunda mitad de la década del 90.
Importante!
Niño consumidor y niño de la calle no son antinomias.
Se constituyen en espejo, como caras contrastantes de la polarización social creciente.
Consumo:
supone un horizonte imaginado, excediendo los procesos de identificación con los objetos, las posibilidades
económicas de apropiación del consumidor.
Conjunto de procesos de apropiación y uso de productos en los que el valor simbólico prevaleces obre los valores de
uso y de cambio o donde al menos estos últimos se configuran subordinados a la dimensión simbólica.
Expansión del mercado de productos para niños. – transformación que experimentaron los quioscos, las jugueterías
y la publicidad para niños.
Expansión de la TV e informática
Producción de un nuevo tipo de espectáculos infantiles.
Diversificación de la oferta privada de educación.
Deterioro social
Consumo ampliado Paradójico.
Acceso desigual al consumo
Los medios:
Los medios y prensa gráfica dieron visibilidad social a estos conflictos y acontecimientos – delito infantil y juvenil.
La cuestión de la infancia y en particular la de los menores pasó a ser noticiable.
Estas figuras irrumpen en los medios.
Se instalan como verdaderas representaciones sociales.
La asimetría es borrada negada → se desdibuja el lugar de responsabilidad del adulto.
En el tratamiento mediático de los hechos vinculados con niños hay en la mayor parte de los casos:
-Hay un borramiento de la polisemia personal, de las tragedias de cada pequeña historia.
-Se ofrecen vaciadas de historia
-Ubicadas en un lugar de “otro”
Las figuras del Alumno: entre el derecho privado familiar y la esfera pública.
El sistema educativo no puede ser analizado como un dispositivo panóptico que configura las identidades de los alumnos
a partir de ciertas operaciones comunes.
Impacto en la construcción de la infancia como categoría social no homogénea.
Mayor atención en la singularidad del niño en la experiencia escolar –escuela pierde sus elementos unificadores.
Aportes de distintas disciplinas – revierte diversas interpretaciones de la categoría alumno.
Constructivismo, psicología, psicoanálisis
Dio lugar a la Sanción de la Ley Federal de Educación en 1993 – Inclusión de los derechos de los educandos.
Educación básica
Privada Estatal
Ofertas escolares orientadas por la demanda y Se convirtió en una moratoria de la exclusión
menos por la direccionalidad política en un del futura de los niños
estado en una contruccion de una cultura Y no en el paso preparatorio y previo a una
común y con posibilidades de apropiación integración social al mundo del trabajo
diferenciales por parte de niños y jóvenes.
La idea de educación básica desmintió su aspiración demoratizadora para revelar su sentido estratégico de espacio de
contención social y de diferenciación educativa.
Reponer desde una perspectiva política el concepto de homogeneidad no supone desconocer la diversidad de las
experiencias infantiles ni adherir a un modelo de disciplinamiento social, sino:
- aportar a una lectura crítica del aumento de la desigualdad
- plantear las políticas de la infancia como espacio para el litigio por acceso y disfrute del bien común de la
educación.
- Debatir tanto sobre las condiciones sociales educativas desde la cuales se accede como sobre las
características materiales y simbólicas de ese bien “común”.
Niño carenciado vs. Niño sujeto de derecho.
La cuestión de la infancia constituye un analizador de los efectos de las culturas políticas sobre los horizontes de futuro
de las generaciones infantiles.
Durante la transición democrática fueron los partidos políticos y los organismos de derechos humanos los que
enunciaron un discurso político sobre la niñez.
A partir de:
- La adhesión argentina en 1990 a la Convención Internacional de los Derechos del Niño y
- Su incorporación a la Reforma Constitucional de 1994
Se instaló en las acciones de los gobiernos la enunciación de necesidades y obligaciones del Estado respecto de la
infancia.
Si durante buena parte del siglo XX, el Estado, la iglesia y sectores de la sociedad civil disputaron la representación de la
población infantil, con la fuerza simbólica de los mecanismos de política de la niñez propia del ciclo de bienestar, en
estas últimas décadas se produjo:
- Multiplicación de agentes y discursos de representación (estatales, internacionales, de distintos sectores de la
sociedad civil.)
- Aumento de los fondos disponibles para la infancia
- Crisis de sentido de esa representación debido a la transformación de la relación entre infancia y sociedad.
En los discursos de Raul Alfonsin, los niños forman parte de la enunciación en aquellos eventos en los que la presencia
de los mismos motiva comentarios y referencias.
Se plantea una promesa reconstructiva de los discursos de Alfonsin que incluye a los niños como destinatarios y como
objetos de un reparación histórica.
En los discursos de Carlos Menem encontramos algunos ennunciados que expresan estrategias para por una lado
universalizar la cuestión de la infancia – es decir inscribirla en el discurso internacional sobre el tema- pero a la vez
localizarla al plantarse referencias a las demandas y situaciones nacionales.
Debe considerarse el impacto de la corrupción en la política en tanto participa en la construcción de nuevas relaciones
intersubjetivas entre adultos y niños:
- podemos pensar tanto en cierta naturalización del no ejercicio de la responsabilidad pública estatal sobre la
situación de la niñez
- como en la flexibilización de los mecanismos sociales para demandarla o reclamarla.
Cabe recordar que en las décadas de 80’ y 90’ se produce el deterioro salarial a los profesores.
Los maestros de los niños argentinos eran más pobres, con mayor formación que sus propios padres en un contexto de
movilidad descendente que deterioró sus condiciones de vida y trabajo.
La Marcha por la Vida que se realizó por primera vez en el mes de mayo del 2001 por el movimiento de los Chicos del
Pueblo expresó la representación de la niñez argentina como un colectivo social con derechos y con necesidades de
justicia.
La infancia se convierte en parte de una interpelación política al mismo estado y a la sociedad en su conjunto por parte
de educadores-maestros de escuelas públicas, pero también de educadores populares que en otras instituciones de la
infancia (hogares, institutos, ONG etc) eran testigos del aumento sin precedentes de la miseria infantil en el país.