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LAS TEORÍAS DEL APRENDIZAJE...

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KANT:
ESQUEMAS Y CATEGORÍAS

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El constructluismo; IIIS teorlas del aprendizaje


GESTALT: PIAGET: VYGOTSKY: PSlCOLOOIA DE
por reestructuracián Las leyes El desarrollo La construcción LA INSTRUCCiÓN
de la percepción cognitivo como social del ACTUAL:
Si para el racionalismo, nuestro conocimiento es s610el reflejo de estructu- y el pensamiento construcción conocimiento L'I construcción
ras innatas y aprender es actualizar lo que desde siempre, sin saberlo, hemos individual del en dominios
sabido, para el empirismo, nuestro conocimiento es s610 el reflejo de la es- conocimiento específicos
de conocimiento
tructura de! ambiente y aprender es reproducir la informaci6n que recibi-
mos de él, hacer copias internas del mundo exterior. En un caso, el mundo
es el reflejo de la mente (racionalismo), en el otro la mente es el reflejo del
Figura 3.40 Principalesaportaciones a la concepción constructiva del aprendi-
mundo (empirismo). En cambio, para este tercer enfoque, la mente y el
zaje.
mundo se construyen mutuamente, de modo que el conocimiento es siempre
una interacción entre la nueva información que se nos presenta y nuestras
1.0 representaciones anteriores, y aprender es construir modelos para interpretar
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la informaci6n que recibimos a través, eso si, de nuestro propio sistema psi- sólo un sistema de «fijación de creencias», en expresión de Fodor (1979). Al
°oi , contrario, se asume el papel esencial del aprendizaje, como producto de la
cológico. Suelen buscarse los orígenes filosóficos del consrructivisrno en la
teoría del conocimiento elaborada por Kant en el siglo XVIII, y más especial- experiencia, en la naturaleza humana. En este punto, el construcrivismo se
mente en sus conceptos a priori, que constituirían categorías (tiempo, espa- acerca a las posiciones empiristas, ya que se aprende de la experiencia, pero
cio, causalidad, etc.) que imponemos a la realidad en lugar de extraerlas 'de se aleja radicalmente de ellas al defender que ese aprendizaje es siempre una
ella. La figura 3.4presenta algunas de las reorías psicológicas vinculadas a construcción y no una mera réplica de la realidad. Según la feliz metáfora de
esta tradición constructivisra. Sin embargo, en este caso, el parentesco es Borges que abría este capítulo, nuestro conocimiento es como el mapa que
más debatido que en las tradiciones anteriores (Sebastián, 1994; Toulmin, elaboramos para movernos por el territorio de la realidad. El conocimiento
1972), debate en el que yo no voy a entrar aquí. El propio Piaget (1979) se nunca pude ser una copia o un reflejo fiel de la realidad. Nunca pode-
considera a sí mismo un neokanriano, pero «dinámico», matizando la idea mos adquirir un mapa que sea exactamente igual al territorio que intenta
kantiana de que esas categorías a priori sean previas a cualquier acto de representar. Siempre será exactamente eso, una representación, un mo-
conocimiento. En su inmensa obra (por ej., Piaget, 1970) intentó demos- delo del territorio, pero no una copia de él. Es un poco incómodo moverse
trar, con bastante éxito por cierto, que también esas categorías se cons- por Manhattan con un plano de Manhattan que sea exactamente igual que
truyen. Manhattan. Nuestras representaciones son modelos que intentan recons-
En todo caso, sí es una herencia de la teoría del conocimiento de Kant truir la estructura de la realidad, pero nunca la reflejan. De tal forma que
intentar situar el aprendizaje en una posición intermedia a las dos tradicio- nunca hay mapas verdaderos, no hay ningún conocimiento absoluto. Todo
nes anteriores, tal como propone de modo explícito el propio Piaget (1970), depende de nuestras metas. Si queremos callejear por el Greenwich ViIlage,
uno de los máximos impulsores de ~te enfoque en psicología. Desde esta nos será de poca utilidad el plano del metro, pero eso no significa que esté
perspectiva teórica, la estructura psicológicano estaría ya determinada como equivocado. Otro tanto sucede con nuestras representaciones. Su utilidad
una herencia racional del ser humano y, por tanto, el aprendizaje no seria depende del grado en que nos permitan alcanzar las metas o destinos que
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nos proponemos, de que nos ayuden a movernos po~ el territorio, no del


grado en que lo reflejen o se parezcan a él. Para ello, Sin duda deben de re- rro viaje a través de la historia cultural del aprendizaje-, es preciso asumir
.y. que hay formas muy diferentes de construir o de aprender construyendo
coger algunos aspectos esenciales ~e ese territ.orio de la for~.a más adecuada
posible. No todas las representacIOnes son Igualmente válidas; algun~s ~e (Pozo, 1996). Si, por poner un ejemplo, el aprendizaje espacial de una abeja
adecuan más que otras al territorio que representan, aunque nunca. comer- o de una hormiga es una construcción, y de hecho según Gallistel (2000) lo
dan con él. 0, en palabras del propio Borges, oportunamente recogidas por es, porque recordemos, nunca un mapa puede ser igual al territorio, ¿cons-
Claxron (1984): rruye nuestra amiga la hormiga tunecina su mapa cognitivo mediante los
mismos procesos que utiliza un cartógrafo, o para el caso, el propio investi-
Es aventurado pensar que una coordinación de palabras (otra cosa no son las fi- gador que construye un modelo de la construcción de mapas espaciales en
losofías) pueda parecerse mucho al univer:o. También es a~emu:ad~ pensar que las hormigas? ¿Se construyen mediante los mismos procesos la física intuiti-
de esas coordinaciones ilustres, alguna -siquIera de modo infiuitesimal-c- no se va de los bebés y el conocimiento de la Segunda Ley de la Termodinámica,
parezca un poco más que otras. que se recogía unas páginas más atrás? Como han señalado Carretero y Li-
rnén (1997), necesitamos diferenciar, además de este consrrucrivismo episte-
La negación del principio de correspondencia entre mel~te. y ~ealidad, mológico, un consrrucrivismo psicológico (Jos diferentes procesos mediante
asumida por el empirismo y como tal por las teorías aSOClaCIOJUstasdel los que tiene lugar la construcción de representaciones) e incluso un cons-
aprendizaje, es, por tanto, la idea central de lo que podríamos llamar el COllS- trucrivismo instruccional (relativo al disefio de espacios sociales con la inten-
tructiuismo epistemológico, según la cual nunca un mapa puede s~r exacta- ción de promover la adquisición de determinados conocimientos).
mente igual al territorio que representa, por lo que toda representacián es una Dejando de lado por ahora este aspecto instruccional (del que se ocupa,
construcción. Este supuesto epistemológico es además plenamente congruen- de hecho, la quinta parte de este libro), me centraré aquí en los procesos
te con lo sabemos hoy en neuropsicología. Como dice el neurofisiólogo Ro- psicológicos implicados en las diferentes formas de construir represenracio-
'.
,i dolfo L1inás (2001), el cerebro no es un procesador de información, sino un nes y, en su caso, conocimiento. Desde este punto de vista, el constructivis-
simulador de mundos, un constructor de realidades virtuales que, por su- roo como teoría del conocimiento debe dar lugar a una teoría psicológica
puesto, nosotros damos por ciertas. Según hemos visto, nuestro cerebro no del aprendizaje. De lo contrario se queda en un lugar común, en una bri-
recibe información del mundo, sino de los cambios que el mundo produce llante metáfora sin contenido psicológico. De hecho, en ciertos ambientes
en nuestro cuerpo (Darnasio, ~994), que sería la primera estructura des.de la educativos, el constructivismo se ha convertido desde hace tiempo en un
que construimos nuestra realidad psicológica en forma de representacIones slogan o una imagen de marca. Igual que los adolescentes presumen de sus
encarnadas (Pozo, 2001, 2003). De hecho, incluso podríamos pensar en un Pepe [eans o de sus deportivas converse, los maestros, y sobre todo los investi-
constructivismo proteámico, en que la formación de fenotipos a pa:tir de esa gadores, exhiben su etiqueta constructivista. Ya hace años avisaba Liliana
interacción entre genes y ambiente da lugar siempre a la construcción de un Tolchinsky (1994), de que casi todas las teorías en psicología parecían haber
organismo (Gould, 1995, 2002); en el caso de los animales la construcción abierto sucursales constructivistas. Con el tiempo el constructivismo se ha
de un cuerpo desde o a través del cual construir representaciones encarnadas convertido ya en una franquicia. Es, por tanto, necesario, ahora que casi to-
o si se prefiere incorporar el mundo. dos somos constructivistas, aclarar qué entendemos por constructivismo
El consrrucrivismo epistemológico hunde, por tanto, sus raíces en el fun- (Merrill, 1991; Monereo, 1995; Pozo, 1996).
cionamiento neurológico, regido por un principio de selección neuronal En este momento nos interesa distinguir dos procesos de construcción de
(Edelman y Tononi, 2000), y en la propia biología gobernada por la selec- conocimiento diferentes, porque implican teorías del aprendizaje distintas.
ción natural. Pero aún así no es suficiente para elaborar una teoría construc- En un primer sentido, que suele ser el más extendido en esos ambientes
rivista del aprendizaje. Más bien al contrario, plant~a u~ grave proble~~. Si educativos, se entiende que hay construcción de conocimiento cuando lo
todo acto cognitivo es una construcción, dada la diversidad de la actividad que se aprende se debe no sólo a la nueva información presentada, sino
cognitiva -basten simplemente las diversas formas de aprender que se han también a los conocimientos previos de los aprendices. Los materiales de
sugerido ya en capítulos anteriores, desde nuestro paseo por la playa a nues- aprendizaje (por ejemplo, la teoría newtoniana del movimiento) son asimi-
lados a los conocimientos previos de los alumnos (por ejemplo, esa teoría
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implícita a la que aludíamos anteriormente, reflejada en las soluciones a la (Fodor, 2000), sino que son el producto de la activación siruacional de uni-
tarea de la figura 3.3, en la p. 133), conduciendo a una deformación de la teo- dades de información que dan lugar a una nueva representación o construc-
ría de Newton. Es lo que podríamos llamar la construccián estática de cono- ci6n contextualmente situada, que por tanto no se puede corresponder pun-
cimiento (Pozo, 1989), muy cercana a lo que Piaget (1970) llamaba asimila- tualmente con ninguna representación o ambiente antes procesado.
ción. La nueva información se asimila a las estructuras de conocimiento ya En.realidad, esta idea de que la mera asociación entre unidades o repre-
existentes. El contenido de este libro será asimilado de forma distinta según sentaclO~les dé lugar a nuevas construcciones puede aplicarse también a esa
los intereses, las motivaciones y los conocimientos previos de quien lo lea. influenCIa de los conocimientos previos sobre los nuevos aprendizajes, que
Aprendices y maestros deberían aprender cosas distintas sobre él. Lo que el llamado constructivismo educativo o instruccional, en sus versiones más
aprendemos depende en buena medida de 10 que ya sabíamos. Por tanto, simples, ha convertido en su principal, si no único, lema o principio. Es di-
dos personas enfrentadas a la misma realidad, pueden no ver lo mismo. Esta fIcil no ver la relación entre esta demostrada influencia de los conocimientos
afirmación, siendo muy importante, sin embargo, no permite generar una previos en la construcción de nuevos conocimientos y los casi ubicuos efec-
verdadera teoría del aprendizaje consrrucrivista, Nos da una foto estática, ~os de fr~miJlg o pri.ma~ía en las investigaciones sobre memoria y aprendiza-
pero no nos dice cómo cambian esos conocimientos anteriores como conse- Je asocranvo, La activación de una representación restringe la interpretación
cuencia de ese intento de asimilar nueva información. De hecho, la versión de la informaci6n posterior en múltiples tareas y contextos, incluso cuando
estática del consrructivisrno es perfectamente compatible no sólo con el esa información «primada» se procesa de modo implícito o inconsciente, ya
racionalismo (vemos el mundo en función de nuestros conocimientos inna- sea en animales, por ejemplo, primates (Byrne y Roussoon, 1998), o en hu-
tos, previos a cualquier experiencia), sino también con las teorías del manos (Bargh y Chartrand, 1999; Klein, Cosmides, Tooby y Chance,
aprendizaje por asociación (ya lo decía Skinner, 1974, p. 79 de la ed. cast.: 2002). ¿Qué diferencia hay entre la influencia del conocimiento previo y ese
«las personas ven cosas diferentes cuando se les ha expuesto a diferentes con- efecto de primin¿f. Sin duda la hay, pero no podemos decir que se deba a
tingencias de refuerzo»), que en un caso se construye una representación y en el otro no, sino más
En este sentido estático, todos los organismos e incluso los sistemas me- bien a la naturaleza cognitiva de esa construcción, que en un caso es pro-
cánicos (por ejemplo, un programa informático) construyen represen- ducto de la activación impllcita o incidental de ciertas unidades de informa-
taciones, a condición, como veíamos en el capítulo 1, de tener un sistema c~6n que, de acuerdo con la lógica asociativa, hace más probable la activa-
de memoria en el que almacenar sus programas (genéticos o informáticos) y ción de otras representaciones, mientras que en el otro caso requiere una
sus experiencias anteriores. De hecho, cabe pensar que algunos de los meca- búsqueda explicita o deliberada del significado de la nueva informaci6n.
nismos que permiten construir esas representaciones desde las que interac- Así .qu.e no es la existencia de conocimientos previos influyendo en el
tuar con el mundo pueden tener una naturaleza asociativa, basándose en aprendizaje la que define a un modelo constructivista. Es la propia naturale-
cómputos de las regularidades observadas en el mundo a partir de ciertas za de los ~rocesos mediante los que esos conocimientos previos cambian, la
restricciones impuestas por el propio sistema cognitivo, sean preformadas o acomodación de las estructuras de conocimiento a la nueva información, en
producto de anteriores aprendizajes o construcciones. El propio concepto términos ~iagetianos. Es la construccián dinámica del conocimiento, los pro-
de «construcción asociativa» no resulta extraño a la luz de los recientes desa- cesos mediante los que el conocimiento cambia. Las teorías constructivistas
rrollos conexionistas que intentan mostrar cómo ciertas estructuras o confi- del aprendizaje asumen que este consiste básicamente en una reestructuración
guraciones holísticas pueden ser el producto de la asociación entre unidades de los conocimientos anteriores, más que en la sustitución de unos conoci-
a un nivel más elemental o subsimb6lico (Clark, 1997, 2001; O'Brien y n:ientos por otros. Tomamos conciencia de nuestro mapa, de sus deficien-
Opie, 1999). Así, Edelman y Tononi (2000) caracterizan la memoria como eras, de forma que lo reconstruimos o reorganizamos ciertos elementos del
un sistema constructivo, al tiempo que asociativo y dinámico. De hecho, mismo para intentar movernos en una parte nueva del territorio. Esta forma
los llamados modelos cognitivos dinámicos (Bickhard, 2000; Dierrich y de entender la construcción de conocimientos implica, por tanto, asumir el
Markman, 2000; Van Gelder, 1998) se basan en una lógica de «construcción carácter deliberado o intencional del proceso de construcción de nuevas
asociativa», al defender que las representaciones no son locales ni están explí- representaciones o conocimientos para la solución de nuevos problemas y
citamente presentes en el sistema, como en los modelos simbólicos clásicos tareas, algo que, como veremos en el capítulo 7, implica la capacidad de
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representarse las propias metas y procesos de aprendizaje; es decir, convertir rnir ese cuadro diciendo qU,elos modelos de aprendizaje asociativo se basan
el aprendizaje en una acción teleol6gica -movida por una intención- y en un enfoque elementista, analítico, que descompone cualquier ambiente en
no s610 teleonórnica o funcional. En este sentido más restringido, la cons- un conjunto de elementos asociados entre sí con distinta probabilidad, de
trucción de conocimientos ya no sería asumida por todos los enfoques teó- modo que aprender es detectar con la mayor precisión posible las relaciones
ricos anteriores, sin que ello implique que necesariamente tenga que ser de contingencia entre esos elementos o hechos, por lo que los procesos de
incompatible con ellos, como veremos a continuación. aprendizaje consisten esencialmente en mecanismos de cómputo de esas
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El consrructivismo se asemejada al racionalisimo en que aceptada la contingencias(Pearcey Balitan, 2001), de modo que los conocimientos o las
existencia de restricciones o disposiciones previas en el aprendizaje, de conductas así generados se corresponden con el ambiente, en el sentido de
modo que toda construcción estaría restringida por otras estructuras repre- que son un reflejo de él. En cambio, las teorías constructivistas asumen un
sentacionales más primarias (en la filogénesis, en la cultura o en el desarro- enfoque más holista, organicista y estructuralista, de manera que vinculan el
llo personal). Pero se diferenciaría de las posiciones racionalistas al asumir aprendizaje al significado que el aprendiz atribuye a los ambientes a los que
que esas mismas estructuras de partida -no sólo la lengua, sino también el se enfrenta, en función de las estructuras cognitivasy conceptuales desde las
lenguaje, por volveral ejemplo anterior- se construyen en interacción con que interpreta ese ambiente. Todo aprendizaje se basa en los conocimientos
el ambiente. A diferencia de las posiciones racionalistas hay verdadero previos del sujeto, que son especificas de dominio y propios de cada sujeto y
aprendizaje, verdadero cambio. Esta aceptación del aprendizaje acerca a su además es un proceso de construccián personal; por lo que no puede ser un
vez el constructivismo a las posiciones empiristas. Pero a diferencia de es- reflejodel mundo. En el enfoque constructivisra, sujeto y objeto se constru-
tas, no se trata de un cambio sólo cuantitativo (en la probabilidad de res- yen mutuamente, por lo que no es sólo que la representación que el sujeto
puesta), sino cualitativo (en el significado de esa respuesta); no se trata sólo tiene del mundo sea una construcción personal, sino que, a su vez, cada per-
de reproducir respuestas ya preparadas, sino también de generar nuevas so- sona se construye a partir de la interacción con diferentes mundos y objetos.
luciones; no es un cambio originado en el mundo externo sino en la propia de tal modo que las estructuras cognitivas desde las que nos representamos
necesidad interna de reestructurar nuestros conocimientos. o de corregir el mundo son, en buena medida, el resultado de ese proceso de aprendizaje
sus desequilibrios (Piaget, 1975); no cambian los elementos aislados (esti- constructivo.No construimos sólo los objetos, el mundo que vemos, sino tam-
mulas y respuestas), sino las estructuras de los que forman parte (teorías y bién la mirada con la que lo vemos. Nos construimos también a nosotros
modelos); en fin, no es un cambio mecánico, sino que requiere una impli- mismos en cuanto sujetos de conocimiento.
cación activa, basada en la reflexión y la toma de conciencia por parte del No obstante, el formato necesariamente estático y simplificado de la ta-
aprendiz. bla 3.2 así como el énfasis que vengo haciendo en diferenciar estos enfoques
La tabla 3.2 resume algunos de estos contrastes, que se apreciarán mejor pueden conducir a que se perciban como mutuamente excluyentes. Por tan-
en la tercera parte del libro cuando se analice la relevancia de ambos enfo- to, afirmar que en algunos contextos o tareas el aprendizaje puede ser un
ques en su aplicación a problemas concretos de aprendizaje. Podemos resu- proceso constructivo e intencional no supone negar la importancia de los
aprendizajes asociativos, ya que no todos los aprendizajes pueden ser inten-
cionales -¿aprende así la ya famosa hormiga? ¿o para el caso nosotros en
Tabla 3.2. Principalesdiferenciasentre concebir el aprendizajecomo un proce- muchas ocasiones?-, ya que ambas formas de aprender no se excluyen sino
so asociativoo constructivo,adaptada de Pozo (1989). que al contrario se requieren mutuamente (Poio 1989), si bien eso tampoco
Asociacionismo Constructiuinno evita la necesidad de diferenciarlos conceptualmente. De hecho, más que
pensar en estas dos formas de aprender -asociar y construir- en términos
Unidad de rwdliril .............•.. Elementos Estructuras
de teorías excluyentes, debemos pensar en modelos que nos ayuden a inte-
Sujeto................................... Reproductivo Productivo
Estático Dinámico grarlas teóricamente, sin diluir una en la otra.
Origen del cambio ................ Externo Interno
Naturaleza dtl cambio.......... Cuantitativa Cualitativa
Aprendiza]« por .................... Asociación Reestructuración ~;' ~

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