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Aprender para ser mejor.

Los jóvenes estamos perdiendo el lenguaje. Somos efímeros, nuestras


palabras van y vienen con el paso del tiempo. Manejamos expresiones y
cerramos conversaciones con un “nada”.

Como dice en el texto La lengua sucia: “La escuela prácticamente ha


renunciado a enseñar la lengua porque considera que basta con que los niños
la hablen, los verdaderos maestros de los chicos son hoy esas personas que
así se expresan desde los medios de comunicación.” Pero no debería ser así,
la escuela es el primer responsable en la educación y el habla de las personas,
la lengua es nuestro elemento conjuntivo de expresión.

Convertimos el lenguaje en ‘chic’, usando las abreviaturas que solo nosotros


conocemos y pensamos que es lo correcto, pero cuando llegue el momento de,
por ejemplo una entrevista de trabajo, no vamos a saber cómo llevar a cabo
ese momento, nos vamos a comunicar de una manera errónea y no lograremos
esa meta que es conseguir el empleo, ¿porqué? Porque no vamos a saber
expresarnos al contestar una simple pregunta como un “¿cuál es tu nombre?”.

Debemos exigir una mejor enseñanza para los más chicos, para que ellos si
puedan tener un mejor conocimiento y que no sigan cometiendo estos errores
de lenguaje. Sino el mal uso de la lengua los descalificara en el futuro por la
ortografía, así como lo hace con los jóvenes de hoy.

Muchos piensan que al dejarnos hablar como queremos nos va a ayudar a ser
nosotros mismos, pero no, necesitamos que nos enseñen, así nos ayudaran a
convertirnos en mejores personas, con un buen habla. No solo pensemos en
que la escuela es la única que “se libero” de su tarea de enseñar, los medios
de comunicación hablan como la sociedad quiere que hablen, y no es así. Ellos
deben hacer su trabajo de forma correcta, que es la de expresarnos una noticia
bien formulada, con las palabras necesarias, puede que no las entendamos,
pero al concluir serán explicadas o cada uno podría buscar su significado y así
terminar comprendiendo mejor cada noticia.

Para concluir, tratamos de no perder el lenguaje, aprendamos día a día para


ser mejores. Respetemos y ayudemos a quienes nos educan, así podrán
enseñarnos correctamente cada término. Tampoco nos olvidemos de transmitir
estas enseñanzas a los demás, muchos no tienen las posibilidades de una
educación, por ende no pueden aprender este lenguaje tan necesitado por
todos.

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