You are on page 1of 31

Sentirse Iglesia en el invierno eclesial

Víctor Codina

1. SÍNTOMAS DE UN MALESTAR ................................................................................... 3


2. DIAGNÓSTICO DE LAS CAUSAS DE ESTA SITUACIÓN
2.1. Problemas intraeclesiales .................................................................................. 5
2.2. ¿Cómo hemos llegado a esta situación? .......................................................... 6
2.3. Causas extraeclesiales ....................................................................................... 7
3. BUSCANDO CAMINOS: ALGUNAS VERDADES OLVIDADAS
3.1. Dios es mayor que la Iglesia ............................................................................. 8
3.2. Prioridad del Reino sobre la Iglesia ................................................................. 10
3.3. La Iglesia es pecadora ....................................................................................... 11
3.4. La Iglesia está bajo la fuerza del Espíritu ........................................................ 13
3.5. La Iglesia no se identifica simplemente con la jerarquía ............................... 16
3.6. La Iglesia es la Iglesia del Jesús histórico y pobre de Nazaret ...................... 19
3.7. Conclusión ........................................................................................................ 22
4. ACTITUDES CRISTIANAS ANTE LA IGLESIA DE HOY
4.1. Gratitud y amor .................................................................................................. 23
4.2. Fidelidad crítica ................................................................................................. 24
4.3. Esperar contra toda esperanza .......................................................................... 26
EPÍLOGO NARRATIVO ....................................................................................................... 29
NOTAS .................................................................................................................................. 30
Impreso en papel y cartulina ecológicos • Edita CRISTIANISME I JUSTÍCIA • R. de
Llúria, 13 - 08010 Barcelona • tel: 93 317 23 38 • fax: 93 317 10 94 • info@fes-
pinal.com • Imprime: Estilo Estugraf Impresores S.L. • ISBN: 84-9730-136-6 •
Depósito Legal: M-22738-2006 • Mayo 2006
1. SÍNTOMAS DE UN MALESTAR

Cuando Ignacio de Loyola en sus Ejercicios dedica unas reglas para


sentir en la Iglesia (EE 352-370)1, la Iglesia vivía los tiempos difíciles
del paso de la Cristiandad medieval a la Modernidad y a la Reforma.
No queremos comparar aquellos tiempos con los nuestros, ni preten-
demos reformular las reglas ignacianas para nuestros días2. Nos limi-
tamos a preguntarnos cómo vivir la dimensión eclesial de nuestra fe
cristiana en el contexto del mundo de hoy, en un momento de crisis
eclesial.

Los que vivimos la primavera con- al magisterio jerárquico, disminución


ciliar del Vaticano II en la década de los de la práctica dominical y, en general,
60, no podemos menos de sorprender- sacramental, el descenso vertiginoso de
nos ante la actual situación eclesial, 40 vocaciones al sacerdocio y a la vida re-
años después del concilio. Al entusias- ligiosa, automarginación, abandono de
mo y euforia postconciliar ha sucedido la Iglesia, indiferencia. Muchos afir-
ahora una atmósfera de desconcierto, man: “Jesús sí, Iglesia no”. Se ha ha-
perplejidad, crítica, rechazo, desánimo, blado de la existencia del cisma silen-
miedo, autocensura, disidencia respecto cioso de los miles que abandonan hoy la
3
Iglesia católica. Hay cristianos sin conscientes como al mundo de los jó-
Iglesia, hay creencia sin pertenencia venes. No podemos desconocer tampo-
eclesial. Otros sectores eclesiales que co que muchos grupos populares de
no llegan a darse de baja de la Iglesia, América Latina abandonan de hecho la
viven un sentimiento de impotencia, ra- Iglesia Católica para ir a las sectas,
bia, dolor, miedo, silencio y tristeza mientras que otros grupos se han aleja-
eclesial. Las mujeres, en especial, se ha- do de la práctica de la Iglesia y viven un
llan en una situación límite en la Iglesia, divorcio entre su fe y su vida4.
con el riesgo de que la Iglesia, que en si- La Iglesia se ha convertido en un pro-
glos pasados perdió a los intelectuales y blema, un escándalo, un impedimento
a los obreros, ahora pierda a las muje- para la fe, un signo de contradicción.
res. Algunos afirman que “otra Iglesia
es posible” y hay quienes postulan un Estamos muy lejos de las triunfalis-
concilio Vaticano III. Otros creen que tas palabras del Vaticano I que afirma-
esta situación ya no es sostenible por ba que la Iglesia es un grande y perfec-
más tiempo, es explosiva y algún día re- to signo de credibilidad (DS
ventará… 3013-3014) También resulta lejana la
Es verdad que esta crisis eclesial no es afirmación de Romano Guardini a co-
uniforme: se constata sobre todo en el pri- mienzos del siglo XX que la Iglesia se
mer mundo, más fuertemente en Europa estaba despertando en nuestras almas5.
y de un modo especial en España3. Pero Algunos teólogos pronosticaban que el
aun en el tercer mundo y más concreta- siglo XX sería el siglo de la Iglesia6.
mente en América Latina, desde donde Esta época que culminó con la dos cons-
se escriben estas páginas, hay síntomas tituciones del Vaticano II sobre la
claros de que esta situación está también Iglesia, Lumen Gentium y Gaudium et
llegando tanto a sectores de cristianos Spes, parece hoy haberse clausurado.

4
2. DIAGNÓSTICO DE LAS CAUSAS DE ESTA SITUACIÓN

Hay que reconocer que los problemas intraeclesiales son los que
más afectan a los cristianos un poco lúcidos de hoy. La lista de dificul-
tades es larga y conocida7. Aunque los medios de comunicación social
han difundido profusamente el escándalo de los abusos sexuales de
sacerdotes y obispos, seguramente no es esto lo que escandaliza más
al Pueblo de Dios.

2.1. Problemas intraeclesiales nión eucarística a los divorciados vuel-


tos a casar, el proceso para el nombra-
Escandaliza más el centralismo ecle- miento de los obispos y para la elección
sial, el creciente debilitamiento de las del obispo de Roma, la exclusión de la
Iglesias locales y de sus Conferencias mujer del ministerio y de muchos cen-
episcopales, el poco respeto a los dere- tros de decisión eclesial, el freno a las
chos humanos dentro de la Iglesia, la voces más proféticas (entre los teólo-
doctrina del magisterio sobre sexuali- gos, en la vida religiosa e incluso entre
dad y moral sexual (celibato, matrimo- los obispos…), la obsesión por la orto-
nio, anticonceptivos, homosexualidad..) doxia y la falta de diálogo con el mun-
y bioética, el alejamiento de la comu- do de la ciencia, la búsqueda del poder
5
y de la “seguridad eclesial”, el freno a ventanas de la Iglesia al Espíritu, pro-
la teología de la liberación, la forma ac- dujera desconcierto y exageraciones. Es
tual del ejercicio del primado, el mante- semejante a las avalanchas de nieve que
nimiento de estructuras de Cristiandad suceden en la primavera en las cumbres
medieval (Estado Vaticano, nuncios, montañosas, luego del duro invierno.
cardenales...), el estancamiento del ecu- Comenzó, entonces, una atmósfera
menismo, el miedo al diálogo inter-reli- de miedo, ya en tiempos de Pablo VI, y
gioso, la poca aceptación de la opinión que ha perdurado hasta el final de pon-
pública y del “disenso” en la Iglesia, el tificado de Juan Pablo II. Esto ha lleva-
escaso espacio concedido a los laicos, el do a una postura de retraimiento que ha
cerrar el camino a otros tipos de minis- sido llamada involución eclesial (revis-
terios, incluso a la ordenación de hom- ta Concilium), restauración (GC
bres maduros casados (viri probati), el Zízola), invierno eclesial (Rahner),
alejamiento de la Iglesia de los pobres y vuelta a la gran disciplina (J.B.
el alineamiento de la jerarquía con go- Libanio), noche oscura (J.I. González
biernos no sólo conservadores sino ul- Faus)8. G. Alberigo, historiador del
traconservadores y dictatoriales, el ecle- Vaticano II, afirma que pareciera como
siocentrismo de una Iglesia que se si la minoría que en el Vaticano II había
muestra más preocupada de sus dere- quedado de algún modo marginada,
chos e intereses eclesiales que de los del ahora volviese a enarbolar las banderas
pueblo y de los pobres, etc. de la tradición antimodernista, antilibe-
Notemos ya, desde ahora, que prác- ral, antiprotestante y anticomunista.
ticamente todas estas dificultades tienen Es cierto que hacia el final de ponti-
que ver con la jerarquía de la Iglesia, ficado de Juan Pablo II se dieron algu-
tanto romana como local. Más tarde nos síntomas de distensión, como si el
volveremos a reflexionar sobre este as- Papa al final de su vida se diera cuenta
pecto. de que había que revertir esta situación
y apuntar a un nuevo estilo de Iglesia.
En 1986 se reunió en Asís con repre-
2.2. ¿Cómo hemos llegado a esta sentantes de todas las religiones mun-
situación? diales para dialogar a favor de la justi-
En primer lugar, el Vaticano II, aun- cia y la paz. En el 2002, después del
que estableció los grandes principios atentado terrorista del 11 de septiembre,
para una eclesiología de comunión, no volvió a convocar otra reunión con la
logró en muchos casos llegar a concre- misma finalidad. En su exhortación
tar las decisiones para llevar a la prácti- apostólica Ante el tercer milenio, 1994,
ca esta comunión eclesial. Pero además pide a toda la Iglesia que vuelva al es-
de ello, en la euforia de la primavera píritu del Vaticano II (n 36) y renueve
conciliar se cometieron excesos y abu- su opción por los pobres (n 51). En la
sos que asustaron a los dirigentes de la carta encíclica Ut unum sint (1995) so-
Iglesia. Era comprensible que tras siglos bre el ecumenismo, Juan Pablo II pide a
de cerrazón eclesial, la apertura de las todas las Iglesias cristianas que repien-
6
sen juntamente con él la función del pri- que parece desplazarse de América
mado de Pedro en la Iglesia (n 95-96), Latina a Asia, de la liberación al diálo-
lo cual significa que percibía que la ac- go inter-religioso.
tual forma del ejercicio del primado ro- Más aún, la Modernidad secular
mano se ha convertido más en signo de cuestiona el mismo concepto de Dios,
división que de unidad entre los cristia- se habla de la muerte de Dios
nos. En el año del jubileo, 2000, ante el (Nietzsche), de eclipse de Dios (Buber),
asombro de muchos, el Papa pide per- de crisis de Dios (Metz), de crisis epo-
dón por los pecados de la Iglesia, en es- cal (Küng), de final del período axial
pecial por los del segundo milenio. que termina con 6.000 años de creencia
religiosa (Jaspers, Pánikker), de religio-
nes sin Dios (Metz), de ausencia y si-
2.3. Causas extraeclesiales lencio de Dios en la cultura de la inma-
Pero junto a estas causas más intrae- nencia (Martín Velasco). JMR Tillard se
clesiales hay otras extraeclesiales. La pregunta si somos los últimos cristia-
crisis eclesial actual debe situarse den- nos: los bancos de las iglesias están ca-
tro del contexto más amplio de los pro- da vez más vacíos, los que asisten a la
fundos cambios socioculturales de iglesia cada vez tienen más cabellos
nuestro tiempo9. La Iglesia, que en el blancos, los seminarios están desier-
Vaticano II, después de siglos de recha- tos10. Y K. Rahner predice que el cris-
zo, se abrió tímidamente a la tiano del siglo XXI o será místico o no
Modernidad, se encuentra hoy descon- será cristiano…
certada ante los avances de la técnica, El Cardenal Walter Kasper ha ex-
de la globalización y de la nueva men- presado muy bien esta nueva situación
talidad postmoderna. al afirmar que el Vaticano II fue excesi-
En primer lugar, la toma de con- vamente eclesial, mientras que el pro-
ciencia del pluralismo religioso y de la blema de hoy es presentar los presu-
posibilidad de salvación fuera de la puestos humanos de la fe y los accesos
Iglesia, ya afirmada por el Vaticano II a la fe en Dios11.
(NA 1; LG 16; AG 9; GS 22) ha creado
Todo esto nos hace ver que la crisis
una problemática nueva sobre el valor
eclesial va mucho más allá de los pro-
salvífico de las religiones no cristianas,
blemas de la sexualidad o del nombra-
de sus fundadores y de sus escrituras,
miento de los obispos, sino que nace del
sobre el concepto y sentido de la evan-
cuestionamiento del mismo sentido y
gelización, sobre la necesidad del diálo-
concepto de Dios. La crisis eclesial, que
go inter-religioso, etc. Todo esto cues-
no sólo es de cambio estructuras sino de
tiona y parece relativizar el sentido de la
fundamentación teológica.
unicidad y centralidad de Cristo, de la
necesidad y función de la Iglesia en la Ante esta situación ¿tiene todavía
historia de salvación, su misión evange- sentido hablar de sentir con la Iglesia,
lizadora. Este es el punto más candente, de sentir en la Iglesia, de sentirse
el ojo del huracán de la teología actual, Iglesia?
7
3. BUSCANDO CAMINOS: ALGUNAS VERDADES
OLVIDADAS

En esta crisis eclesial todo intento de solucionar los problemas sim-


plemente invocando a la obediencia de los fieles, al silencio, a no criti-
car... está condenado al fracaso. Es necesaria una nueva iluminación
teológica, una nueva catequesis, una nueva iniciación a la experiencia
eclesial fundante.

Sin ánimo de ser exhaustivos, pro- Si los santos y santas de la historia han
pongamos algunas pistas que, aunque sido hombres y mujeres de Iglesia, es
tradicionales, muchas veces han queda- porque ante todo eran hombres y muje-
do olvidadas a lo largo de la historia de res de Dios, místicos que habían tenido
la Iglesia. Estas verdades olvidadas es- una profunda experiencia de Dios.
tán mutuamente implicadas, pero para Teresa de Jesús, que fue una gran
mayor claridad las expondremos por se- mujer de la Iglesia en medio de sus di-
parado. ficultades con la institución eclesial, tie-
ne la libertad de decir en su conocida es-
trofa que “sólo Dios basta” Este “sólo
3.1. Dios es mayor que la Iglesia Dios basta” es la expresión de una ex-
No se puede comenzar hablando de periencia profunda, mística, fundante,
la Iglesia, si antes no se habla de Dios. del misterio de Dios, que desborda to-
8
das las mediaciones históricas, de algún la manifestación de los hijos de Dios (cf.
modo las relativiza, y es al mismo tiem- Rm 8, 19-22)” (LG 48).
po la que las puede dar sentido e inte- Por esto mismo en el Credo
grar. Apostólico, la Iglesia no aparece como
Tampoco Ignacio de Loyola propo- una especie de cuarta persona de la
ne sus reglas para sentir en la Iglesia al Trinidad a la que haya que adorar y an-
comienzo de sus Ejercicios, sino al fi- te la que haya que arrodillarse, sino que
nal, cuando supone que el Creador y la Iglesia entra en el Credo unida a su
Señor se ha comunicado inmediatamen- tercer artículo, a la profesión de fe en el
te al ejercitante, abrazando su alma en Espíritu Santo. En realidad sólo el Dios
su amor y alabanza (EE 15). Sólo habla Trinitario, Padre, Hijo y Espíritu, son
de la Iglesia después de la experiencia objeto y término de nuestra fe, no di-
fundante del Principio y Fundamento rectamente la Iglesia. En lo que creemos
(EE 23), después de haber contemplado es en la presencia del Espíritu Santo que
toda la vida de Cristo y después de la actúa de modo especial en la Iglesia,
Contemplación para alcanzar amor (EE perdona los pecados, es el agente de la
230-237). Ésta concluye con la oración resurrección de la carne y nos da la vi-
“Tomad, Señor y recibid”, cuyo final da eterna12. Más adelante volveremos
“dadme vuestro amor y vuestra gracia, sobre esta vinculación entre el Espíritu
que ésta me basta” (EE 234) equivale al y la Iglesia. Aquí sólo queremos marcar
“sólo Dios basta” de Teresa. Sólo a par- la prioridad teologal y teológica de Dios
tir de esta experiencia se puede com- sobre la Iglesia. Si la Iglesia es un mis-
prender a Ignacio como hombre de terio es porque forma parte del proyec-
Iglesia. to misterioso de Dios con el mundo.
La Iglesia es ciertamente un miste-
rio, es humana y divina, es una media- Necesidad de una mistagogía
ción hacia Dios, pero no es Dios, quien
en su infinita soberanía y amor desbor- Uniendo todo esto con lo que antes
da todo límite humano. Dios es mayor afirmábamos de la crisis actual de fe en
que la Iglesia, que todas las institucio- el mundo secularizado, podemos dedu-
nes y estructuras de la Iglesia peregrina. cir que sin una experiencia profunda de
El Vaticano II lo afirma claramente en fe en el misterio de Dios, absoluto, in-
un texto del capítulo VII de la Lumen efable, inabarcable, abismo sin orillas,
Gentium: amor incondicionado, que se nos ha co-
“Y mientras no haya nuevos cielos y municado en Cristo como vida y salva-
nueva tierra (cf. 2 Petr 3, 13), la Iglesia ción… sin esta experiencia fundante, no
peregrinante, en sus sacramentos e ins- podremos acceder a la Iglesia.
tituciones, que pertenecen a este tiem- De ahí que la tarea más urgente de
po, lleva consigo la imagen de este la Iglesia en nuestros días sea la de ini-
mundo que pasa, y ella misma vive en- ciar a esta experiencia personal e inme-
tre las criaturas que gimen entre dolores diata de Dios, facilitar el acceso a una
de parto hasta el presente, en espera de mistagogía, sin la cual todas las demás
9
mediaciones eclesiales carecen de base. Iglesia”puede ser leída críticamente, co-
No se pueden proponer dogmas o ver- mo si la Iglesia hubiese acontecido no
dades de la Iglesia para creer, ni normas sólo al margen sino contra la intención
morales para cumplir, si no ha habido de Jesús. Pero puede darse una lectura
antes iniciación a una experiencia que positiva, en el sentido que nos hace to-
nos lleve a “beber de nuestro propio po- mar conciencia de que el Reino es ma-
zo” (San Bernardo, retomado por yor que la Iglesia y la Iglesia ha de
Gustavo Gutiérrez), a encontrar dentro orientarse al Reino, es semilla del Reino
de nosotros una fuente de agua viva que (LG 5), su símbolo, su sacramento, un
salta hasta la vida eterna (Jn 4, 14). signo profético del Reino.
Sin esta experiencia de fe, nuestra Hay, pues, una tensión entre Iglesia
visión de la Iglesia se reduciría a la de y Reino y en esta tensión acontece toda
una simple realidad intramundana más, la historia de la Iglesia, con sus errores
una simple organización sociocultural, y pecados, pues es una Iglesia peregri-
una especie de ONG, un organismo hu- na que camina hacia la escatología del
manitario o cultural más, como la Reino de Dios, pero no ha llegado a ella
UNESCO, la ONU o la Cruz Roja. Esta (LG VII).
es la visión de Iglesia que nos suelen Esto significa que la Iglesia no pue-
ofrecer los medios de comunicación so- de estar centrada en sí misma, no puede
cial y siempre tenemos el riesgo de que- ser eclesiocéntrica, sino que su punto de
darnos con esta percepción meramente mira ha de ir más allá de ella, hacia fue-
exterior y sociológica. ra. Consiguientemente, la Iglesia no
puede quedar encerrada en sus miem-
bros, su doctrina, su liturgia, sus sacra-
3.2. Prioridad del Reino sobre la mentos, sus leyes, sino que debe ser una
Iglesia Iglesia servidora del mundo, preocupa-
En estos últimos años la teología da no sólo de los derechos de sus hijos
cristiana ha redescubierto la importan- sino de todos los derechos humanos.
cia de la escatología y dentro de ella la En el fondo no es más que seguir el
centralidad del Reino de Dios en la cris- camino de Jesús, que no vino a ser ser-
tología13. El centro de la predicación de vido sino a servir (Mc 10, 45). Y cuan-
Jesús de Nazaret no fue la Iglesia sino do Jesús lanza su programa misionero
el Reino (Mc 1, 15). El Reino es el pro- en Nazaret afirma que ha sido ungido
yecto trinitario de Dios de comunicar al por el Espíritu para anunciar la buena
mundo, misericordiosamente, su propia noticia a los pobres, la liberación de los
vida, comenzando por salvar la vida hu- cautivos, la vista a los ciegos y procla-
mana de todo sufrimiento y de todo mal. mar un año de gracia (Lc 4, 16-22). A
Sus parábolas y milagros son signos del sus discípulos también les envía para
Reino que ya comienza a hacerse pre- anunciar el Reino, curar enfermos y li-
sente (Lc 11, 20). berar endemoniados (Lc 9, 1-6). El
La conocida frase del modernista A. Reino no es una bella y lejana utopía,
Loisy, “Jesús predicó el Reino y vino la abstracta y genérica, sino algo muy con-
10
creto, liberar del sufrimiento y de todo eclesial, sus ministros, sus estructuras se
mal. han ido sacralizando, olvidado su ca-
Por esto Jesús orienta su misión a rácter simbólico del Reino. La Iglesia de
dar vida, a liberar del sufrimiento y de Cristiandad, que ha durado dieciséis si-
la muerte, a anunciar el perdón y la gra- glos, hasta el Vaticano II, es un ejemplo
cia, especialmente a los pobres, margi- de esta tentación teocrática y davídica
nados y excluidos de la sociedad: en- de la Iglesia.
fermos, pecadores, mujeres, niños, Otra consecuencia de que el Reino
gente mal vista por los dirigentes de es mayor que la Iglesia es que ella no es
Israel. la poseedora en exclusiva de la salva-
Cuando surja la Iglesia después de ción ni del Espíritu, que ha sido derra-
Pascua y la venida del Espíritu, deberá mado sobre toda carne y actúa más allá
seguir la línea de Jesús. Por esto no se de sus fronteras, no sólo en las demás
limita a anunciar la Palabra (kerigma) ni Iglesias cristianas sino en todas las reli-
a celebrar la eucaristía (liturgia), sino a giones y culturas de la humanidad. La
servir a los pobres (diaconía), como ha afirmación de que “fuera de la Iglesia no
recordado Benedicto XVI en su encícli- hay salvación” no es más que una ex-
ca Dios es amor (n 25). presión de esta triste identificación que
se ha dado entre la Iglesia y el Reino de
Del Pueblo de Dios al pueblo pobre Dios.
En el fondo, afirmar que el Reino es
La teología se ha interesado más por mayor que la Iglesia es una consecuen-
la Iglesia como institución religiosa y cia de la afirmación anterior de que Dios
Pueblo de Dios (laós) que por el pueblo es mayor que la Iglesia.
pobre y marginado (óchlos) al cual
Esto no significa que la Iglesia no
Jesús hace milagros, alimenta, perdona,
tenga sentido, ni que no deba anunciar
porque siente compasión de él14.
el evangelio de Jesús a todas las gentes,
Esto significa que a lo largo de la his- bautizar y celebrar la eucaristía. Lo úni-
toria la Iglesia ha ido centrándose en sí co que significa es que todo esto se
misma (laós) y relegando a un segundo orienta el Reino de Dios, del que la
lugar su orientación más amplia al Reino Iglesia es un signo profético, un signo
de Dios y a los pobres (óchlos). Cuando “prognóstico” en expresión de Santo
Juan XXIII diga, poco antes del Concilio, Tomás15, un sacramento en expresión
que la Iglesia tiene que ser ante todo la del Vaticano II (LG 1; 9; 48).
Iglesia de los pobres, no hará más que ser
fiel al mensaje y vida de Jesús.
Más aún, a lo largo de la historia, la 3.3. La Iglesia es pecadora
Iglesia se ha identificado muchas veces
Estamos tan acostumbrados a hablar
ella misma con el Reino de Dios, como
y escuchar hablar de la “santa Iglesia”
si ella fuera ya el Reino de Dios presente
que nos puede resultar extraño escuchar
en la tierra. Esto se ha puesto de mani-
que la Iglesia es pecadora.
fiesto en el modo cómo la institución
11
Esto escandaliza a los sectores con- Iglesia que peregrina en la tierra no só-
servadores de la Iglesia para quienes la lo contiene pecadores sino que ella
Iglesia es inmaculada, sin mancha ni misma es pecadora, pues la Iglesia no
arruga. Pero asombra también a los sec- es un ideal abstracto, sino una realidad
tores progresistas, para quienes la concreta16.
Iglesia de Cristo debe ser fiel al evan- Hay como una tendencia puritana en
gelio y por tanto una Iglesia infiel al todos que tiende a ocultar el pecado en
evangelio no sería la Iglesia de Cristo. la Iglesia. No deja de ser curioso que en
la cúpula de San Pedro del Vaticano se
lean las palabras que Jesús dirige a
La tentación de puritanismo Pedro, según el texto de Mateo: “Tú eres
A lo largo de la historia no han fal- Pedro y sobre esta piedra edificaré mi
tado grupos puritanos que pedían se ex- Iglesia”(Mt 16, 18), pero se omitan las
pulsase a los pecadores de la Iglesia, que duras palabras que a continuación, en el
se escandalizaban de que la Iglesia per- mismo evangelio, Jesús dirige a Pedro:
donase pecados, que intentaban sepa- “¡Quítate de mi vista, Satanás!
rarse de la gran Iglesia para formar una ¡Escándalo eres para mí!” (Mt 16, 23).
Iglesia de puros y santos, una Iglesia del Es decir, Pedro es a la vez roca firme y
Espíritu. piedra de escándalo. Si esto se puede
Tertuliano, los montanistas, los no- afirmar del primer pastor de la Iglesia,
vacianos, los donatistas, los cátaros y al- ¿qué puede esperarse del resto de los
bigenses medievales, los espirituales de fieles? Dios ha escogido para realizar su
Joaquín de Fiore, los fraticelli francis- misión a hombres y mujeres frágiles y
canos, los husitas, los mismos reforma- pecadores, lo débil y despreciable del
dores del siglo XVI, todos ellos critica- mundo, para que nadie se gloríe en la
ron duramente los pecados de la Iglesia presencia de Dios (1 Cor 1, 26-29). El
e intentaron edificar una Iglesia real- pecado de la Iglesia está ligado a la di-
mente santa, al margen de la Iglesia co- mensión humana de la Iglesia.
rrompida de su tiempo.
Pero el evangelio nos habla de que Casta prostituta
sólo en la eternidad se separarán los Por esto los Padres de la Iglesia, sen-
malos de los buenos, mientras que aho- sibles a este hecho doloroso y escanda-
ra coexisten el trigo y la cizaña (Mt 13, loso para muchos, afirman que la Iglesia
24-30; 36-43), los peces malos y los es “casta meretrix”, es decir “casta pros-
buenos (Mt 13, 47-50). En la Iglesia tituta”17 . Los Padres aplican a la Iglesia
hay pecadores, a los cuales siempre se las figuras de las prostitutas del Antiguo
les ofrece el perdón. Todas las exhor- Testamento: Rahab (Jos 2, 1-21; 6, 17-
taciones sobre el juicio y el castigo fi- 25), Tamar (Gen 38; Mt 1, 3), la mujer
nal, expresadas en un estilo apocalípti- de Oseas (Os 2), Babilonia (Jr 50-51;
co, lo único que pretenden es llamar a Apoc 17-19). No es Lutero el primero
la conversión. Consiguientemente, la en decir que la Iglesia ha caído bajo la
12
cautividad de Babilonia, sino que son 3.4. La Iglesia está bajo la fuerza
los obispos y escritores de la Iglesia pri- del Espíritu
mitiva quienes aplican a la Iglesia estas
La Iglesia primitiva fue muy cons-
imágenes.
ciente de que su origen y su vida esta-
El Vaticano II, aunque evita el tér- ban ligadas al Espíritu. Este Espíritu, se-
mino de Iglesia pecadora, afirma cla- gún el evangelista Juan, fue derramado
ramente que la Iglesia abraza en su se- ya el día de Pascua sobre los discípulos
no a los pecadores y necesita de una (Jn 20, 19-23). Lucas, con un esquema
continua purificación, penitencia y narrativo más histórico y pedagógico,
conversión (LG 8), sólo María es sin sitúa la efusión del Espíritu en la fiesta
mancha ni arruga (LG 65), los demás de Pentecostés (Hch 2, 1-13), donde ba-
ofendemos continuamente al Señor y jo los símbolos del viento impetuoso y
necesitamos continuamente pedir per- las lenguas de fuego se expresa lo que
dón (LG 40). En el decreto sobre el será el Espíritu para la Iglesia del futu-
ecumenismo se dice que la Iglesia ne- ro: fuerza, vida, calor, amor, comunica-
cesita no sólo purificación y renova- ción y comunión. El Espíritu presente
ción (UR 6), sino continua “reforma” en la creación (Gn 1-2) y en el Antiguo
(UR 8), usando la misma palabra que Testamento (patriarcas, jueces, reyes,
reivindicaban los Reformadores del si- profetas, sabios…), florece ahora en la
glo XVI. Y hablando del ateismo mo- Iglesia. Los Hechos de los Apóstoles
derno se afirma claramente que mu- son una descripción de cómo el Espíritu
chas veces los cristianos “han velado hace crecer la Iglesia en las diferentes
más bien que revelado el genuino ros- culturas, en medio de grandes dificulta-
tro de Dios y de la religión” (GS 19). des y persecuciones Todo el Nuevo
Por esto no podemos mirar a la Testamento presupone esta acción diná-
Iglesia pecadora como algo exterior a mica del Espíritu en la Iglesia.
nosotros, como si nosotros fuéramos De ahí nace la convicción de que la
limpios de pecado. La Iglesia pecado- Iglesia es Templo del Espíritu (1 Cor, 3,
ra carga con nuestros propios pecados, 16) y por tanto sin mancha ni arruga,
que oscurecen el rostro de la Iglesia y santa e inmaculada (Ef 5, 27). Y por es-
la hacen menos transparente al evan- to, cuando la Iglesia es introducida en el
gelio. Todos somos pecadores y nece- Credo Apostólico, en conexión con el
sitamos de la misericordia de Dios. tercer artículo de la fe en el Espíritu, se
No podemos escandalizarnos, como afirma que la Iglesia es “santa”.
los fariseos, de que Jesús coma con pe- También, como hemos visto, los Padres
cadores y perdone pecados. El que esté de la Iglesia proclaman la paradoja de
limpio de pecado, que tire la primera que la Iglesia es, a la vez, santa y peca-
piedra… dora, “casta meretrix”.
Rahner, comentando el episodio de Aunque desde el comienzo la Iglesia
Jesús y la adúltera (Jn 8, 1-11), afirma se siente estrechamente vinculada a
que esta adúltera es la Iglesia, su espo- Jesús, sin embargo tiene la convicción
sa amada, la santa Iglesia18. de que ha nacido, no en Belén ni en
13
Nazaret, sino en Jerusalén, en Pascua y no se habla de carismas, ni de partici-
Pentecostés. Más adelante desarrollare- pación del pueblo en la liturgia ni en la
mos el tema de la relación de la Iglesia vida de la Iglesia (nombramiento de
con Jesús, pero ahora queremos desta- obispos, opinión pública en la
car que la Iglesia no sólo está ligada a Iglesia…). Lógicamente el laicado ha
Cristo, sino también el Espíritu. Como quedado totalmente postergado y mar-
afirma Ratzinger, una eclesiología que ginado.
vincule exclusivamente la Iglesia a la La Iglesia oriental ha acusado a la
encarnación, resulta demasiado terrena Iglesia latina occidental de “cristomo-
y tiene el peligro de mundanizarse y se- nismo” es decir, de apoyarse solamente
cularizarse19. en la acción de Cristo, olvidando la di-
Hay, pues, dos principios constituti- mensión del Espíritu en la Iglesia. Un
vos de la Iglesia, el cristológico y el teólogo laico ortodoxo moderno que fue
pneumático o del Espíritu, que son co- invitado al Concilio Vaticano II, Paul
mo las dos manos con las que el Padre Evdokimov, comenta que este olvido
nos moldea a su imagen y semejanza, en del Espíritu por parte de Occidente ha
expresión de Ireneo20. llevado a la Iglesia a que su institución
jerárquica sustituyese a la libertad pro-
fética, a la divinización de la humani-
El olvido del Espíritu dad, a la dignidad del laicado y al naci-
Pues bien, a lo largo de los siglos, so- miento de la nueva criatura22.
bre todo a partir del segundo milenio, la Es decir, el olvido del Espíritu favo-
mano del Espíritu ha quedado olvidada rece una visión de la Iglesia práctica-
en la Iglesia, solamente se ha destacado mente identificada con sus estructuras
la mano del Hijo y de este modo el Padre visibles y en concreto con la jerarquía.
ha quedado como manco21. La teología Más adelante volveremos sobre este te-
ha olvidado, en gran parte, al Espíritu ma, pero ahora queremos citar otro tex-
Santo. to de un obispo oriental, el actual
En el segundo milenio la doctrina Patriarca Ignacio IV de Antioquia, pro-
del Espíritu ha quedado como desplaza- nunciado en 1968 en el Consejo ecu-
da al ámbito de la vida devota de los fie- ménico de las Iglesias en Upsala:
les (por ejemplo en los himnos Veni “Sin el Espíritu Santo, Dios está le-
Creador Spiritus y Veni Sancte Spiritus) jos, Cristo permanece en el pasado, el
o a las especulaciones teológicas de la evangelio es letra muerta, la Iglesia una
Trinidad, innacesibles a la mayoría del simple organización, la autoridad un do-
pueblo de Dios. Respecto a la Iglesia, minio, la misión una propaganda, el cul-
pareciera que sólo la jerarquía poseyera to un evocación y el actuar cristiano una
el Espíritu Santo y lo comunica a los fie- moral de esclavos.
les por la predicación y los sacramentos. Pero en el Espíritu, y en una siner-
De ahí se deduce que el pueblo se gia (o colaboración) indisociable, el
convierte en un elemento puramente pa- cosmos es sostenido y gime en el alum-
sivo en la Iglesia. En el segundo mileno bramiento del Reino, el hombre está en
14
lucha contra la carne, Cristo resucitado La santidad de la Iglesia, sus márti-
está aquí, el evangelio es fuerza de vi- res, sus misioneros, sus místicos y mís-
da, la Iglesia significa la comunión tri- ticas, sus artistas y pensadores, el hero-
nitaria, la autoridad es un servicio libe- ísmo de tanta gente anónima que vive la
rador, la misión es Pentecostés, la fe en el silencio de cada día, la fidelidad
liturgia es memorial y anticipación, el en el matrimonio y en la vida religiosa,
actuar humano queda divinizado”23. la generosidad de tantas personas que
De todo ello se deduce que el olvi- trabajan por los pobres, la entrega de las
do del Espíritu reduce la vida del cris- madres y su preocupación por transmi-
tiano en la Iglesia a la sumisión y obe- tir la fe a sus hijos, el entusiasmo de tan-
diencia a la jerarquía, al ritualismo y al tos jóvenes en las formas más variadas
moralismo. ¿Es extraño que esta forma de voluntariado, la espiritualidad de las
de entender y vivir la fe en la Iglesia ha- diversas Iglesias cristianas, la vitalidad
ya entrado hoy en crisis? de todas las religiones… son fruto del
Espíritu.
Sin embargo, el Espíritu se mueve Incluso la Iglesia jerárquica que si-
lenciaba al Espíritu en su doctrina, mu-
Sin embargo, a pesar del olvido del chas veces se ha visto obligada a reco-
Espíritu por parte de la teología, el nocerlo presente y a no extinguirlo (1
Espíritu no ha dejado de actuar en la Tes 5, 19), aun cuando este Espíritu fue-
Iglesia. Toda la historia de la Iglesia es- ra una crítica a la misma estructura ecle-
tá llena de esta presencia misteriosa, sial. Inocencio III, en la cumbre de la te-
muchas veces anónima, incluso descon- ocracia pontificia de la Cristiandad
certante, del Espíritu. Todos los movi- medieval, acaba aprobando el carisma
mientos proféticos que han surgido en de Francisco de Asís, que es una crítica
la Iglesia son fruto del Espíritu: el mar- implícita pero clara a la Iglesia de po-
tirio de los primeros siglos, el monaca- der.
to cuando la Iglesia se vuelve oficial, los
Afortunadamente, el Vaticano II ha
movimientos laicales medievales a fa-
vuelto a reconocer esta presencia del
vor de la pobreza, la Reforma tanto pro-
Espíritu en la Iglesia: es el que la vivi-
testante (Lutero, Calvino, T.
fica, la guía a la plenitud, la enriquece
Müntzer…) como católica (Ignacio,
de dones, la rejuvenece y la conduce a
Teresa, Juan de la Cruz…), los movi-
la unión consumada con el Señor (LG
mientos sociales modernos que reivin-
4).
dicaban una sociedad más igualitaria,
fraterna y libre, los movimientos teoló- Hemos de relacionar con el Espíritu
gicos que precedieron al Vaticano II todo cuanto hemos dicho antes. El
(movimientos bíblico, patristico, litúr- Espíritu es quien nos lleva a la fe en
gico, ecuménico, pastoral, social…), los Dios y en Cristo, y es quien nos posibi-
signos de los tiempos de nuestros días lita experimentar desde dentro el
(feminismo, ecología, pacifismo, respe- Misterio. El Espíritu es quien conduce
to a las culturas y religiones, movi- la Iglesia a realizar el Reino de Dios,
mientos de liberación…), etc. más allá de sus fronteras. El Espíritu es
15
quien garantiza la santidad de la Iglesia tólica”, está edificada sobre el cimiento
más allá de su prostitución y su pecado, de los apóstoles y profetas, siendo la
haciendo que el pecado no triunfe en la piedra angular Cristo mismo “(Ef 2, 20).
Iglesia, ni que las puertas del infierno Esta apostolicidad de la Iglesia que con
prevalezcan sobre ella (Mt 16, 18), ni el tiempo se estructurará en episcopado,
que la Iglesia se convierta en una sina- presbiterado y diaconado, constituye lo
goga estéril. que se conoce como la jerarquía de la
Evidentemente, la Iglesia no tiene la Iglesia, que preside el Papa como obis-
exclusiva del Espíritu, pero el Espíritu po de Roma.
reside de una forma peculiar en ella. Pero para el Nuevo Testamento la
Ireneo lo expresó diciendo que “donde cabeza de la Iglesia no es el Papa sino
está la Iglesia, allí está también el Cristo (Col 1, 18). La misma designa-
Espíritu. Y allí donde está el Espíritu de ción del Papa como Vicario de Cristo es
Dios, allí está la Iglesia y toda gracia”24. más medieval que primitiva, ya que pa-
Hoy podríamos decir que la Iglesia es el ra la Iglesia del tiempo de los Santos
sacramento del Espíritu. Padres, el Vicario de Cristo, es decir el
En conclusión, la cuestión que se le que hace sus veces, es el Espíritu Santo
plantea al creyente de hoy que vive en (por ejemplo en Tertuliano) y los pobres
medio de esta fuerte crisis eclesial, es la son también llamados vicarios de
siguiente: ¿creemos que el Espíritu no Cristo25. El Papa, para la Iglesia primi-
sólo hizo nacer la Iglesia en el pasado tiva, es el Vicario de Pedro, el que hace
sino que continúa guiando y acompa- sus veces en la Iglesia: mantenerla uni-
ñando a la Iglesia hoy, en medio de es- da en la fe y en la comunión.
te nuestro mundo moderno, seculariza- Los pastores de la Iglesia ciertamen-
do, globalizado y postmoderno…? Si te no son simples delegados de la base,
no creemos en esta presencia del presiden la comunidad en nombre de
Espíritu en la Iglesia concreta de hoy, Cristo, pero también en nombre de todo
nuestra pertenencia a la Iglesia y el sen- el pueblo (LG 10). Los pastores en su
tirnos Iglesia, carecería de sentido. magisterio no enseñan su propia doctri-
na o teología sino la de Cristo, conser-
vada en la tradición de la Iglesia. La
3.5. La Iglesia no se identifica misma infalibilidad que goza el Papa en
simplemente con la jerarquía ciertas ocasiones, según el Vaticano I,
Esta afirmación se deduce de todo lo no hace sino expresar la infalibilidad
que hemos visto, pero conviene explici- que el Señor quiso que gozase toda la
tarla, pues es una de las raíces más pro- Iglesia (DS 3074). Por esto no se puede
fundas del malestar eclesial de hoy. definir un nuevo dogma si no forma par-
te de la fe de toda la Iglesia.
La Iglesia es apostólica Ignacio, en sus reglas para sentir en
la Iglesia habla de “tener el ánimo apa-
Para evitar malentendidos afirme- rejado y prompto para obedescer a la ve-
mos claramente que la Iglesia es “apos- ra sposa de Christo nuestro Señor que es
16
la nuestra sancta madre Iglesia hierár- Trágicas consecuencias
quica” (EE 353). Pero para Ignacio la Como hemos visto antes, esto es
Iglesia no se identifica con la jerarquía, consecuencia de haber olvidado la di-
sino que “jerárquica” es un adjetivo que mensión del Espíritu como principio de
califica a toda la Iglesia y equivale a la Iglesia, junto con Cristo, y de haber
“apostólica”. derivado en una visión unilateral y em-
Ningún católico puede dudar que pobrecida de la Iglesia: institución, es-
hay que estar en comunión pastoral con tructura visible, jerarquía.
el Papa, obispo de Roma, y los demás Las consecuencias de este reduccio-
obispos que son sucesores de los após- nismo han sido muy graves a lo largo de
toles, lo cual implica, entre otras cosas, toda la historia de la Iglesia, hasta nues-
la docilidad a su magisterio, aunque evi- tros días. En la forma habitual de hablar,
dentemente en sana teología hay que no sólo de los Medios de Comunicación
distinguir el magisterio infalible del social, sino de los mismos católicos, la
Papa y los obispos del magisterio no in- palabra “Iglesia” equivale a jerarquía, al
falible, también llamado auténtico, fren- Papa y a los obispos. Así solemos decir
te al cual puede haber legítimas razones la Iglesia ha dicho, la Iglesia ha prohi-
para disentir. bido, la Iglesia ha condenado, la Iglesia
ha criticado al gobierno… para referir-
El riesgo de la jerarcología nos a actuaciones del Papa o de una con-
Pero lo que ha sucedido al correr de ferencia episcopal o incluso de un obis-
los siglos, sobre todo desde el segundo po local. Muchos escritores, teólogos e
milenio, es que la llamada jerarquía se historiadores de la Iglesia caen en el
ha absolutizado y sacralizando de tal mismo sofisma.
modo que ha llegado a identificarse con No negamos que la jerarquía pueda
la totalidad de la Iglesia: la jerarquía tener una representación eclesial y en
“es” la Iglesia, la Iglesia “es” el Papa. cierto sentido pueda simbolizar a toda la
Desaparecen las nociones de Pueblo de Iglesia. Pero este lenguaje es ambiguo y
Dios, de comunidad, no digamos de lai- lleva a la confusión, pues no podemos
cado. Hay un abismo entre clérigos y aceptar que la jerarquía sea identificada
laicos, el sacramento del orden divide a con la totalidad de la Iglesia, del mismo
la Iglesia en dos sectores bien definidos modo que la Iglesia es símbolo del
y contrapuestos: los que tienen poder Reino pero la Iglesia no puede identifi-
para enseñar, administrar los sacramen- carse con el Reino de Dios.
tos y mandar, y los que sólo tienen la mi- De ahí se comprende que las difi-
sión de obedecer, callar y dejarse con- cultades, críticas y reticencias de los fie-
ducir como dócil rebaño. La Iglesia es les contra la jerarquía, se convierten ip-
una sociedad de desiguales (Pío X). De so facto en dificultades contra “la”
este modo, como denunció en su tiem- Iglesia de Cristo.
po el futuro Cardenal Y. Congar, la ecle- Pero, afortunadamente, la Iglesia es
siología se convirtió en “jerarcología”. más amplia que la jerarquía, es toda la

17
comunidad de bautizados, el Pueblo de dos de los fieles son más santos que las
Dios, como expresó el Vaticano II ante- bocas de los sacerdotes”, es decir, que
poniendo en la Lumen Gentium el capí- los fieles interpretan bien incluso ense-
tulo del Pueblo de Dios (LG II) a los de ñanzas no correctas del clero.
la de la jerarquía (LG III), los laicos (LG Con razón el Vaticano II ha reivindi-
IV) y la vida religiosa (LG VI). cado el valor de la fe del pueblo, el sen-
tido de la fe (el sensus fidelium) e inclu-
Algunos datos de la historia so llega a decir que esta fe es infalible
cuando está en comunión con la tradi-
G. Bernanos en su Carta a los ingle-
ción de toda la Iglesia (LG 12). Los mis-
ses tiene una feliz expresión de gran
mos fieles gozan de los carismas del
profundidad eclesiológica: “No son los
Espíritu (cf 1 Cor 12, 11; 12, 7) para el
mismos hombres los que Dios ha esco-
servicio de toda la Iglesia (LG 12).
gido para mantener su Palabra que los
También el Vaticano II dirá que los lai-
que ha escogido para realizarla”. Esto
cos tienen el derecho e incluso el deber
que ya se manifestó en el Antiguo
de manifestar su parecer sobre lo que to-
Testamento, se continúa verificando en
ca al bien de la Iglesia, citando un texto
la historia de la Iglesia. Es la parábola
de Pío XII que afirma que en las batalles
del buen samaritano, donde el sacerdo-
decisivas, no rara vez la iniciativas más
te y el levita pasan de largo junto al he-
felices nacen del frente (LG 37, nota 7).
rido del camino para no contagiarse de
impureza ni llegar tarde al templo (Lc
10, 29-37). La recepción
La historia nos dice que muchísimas Más aún, la teología moderna
veces, no sólo en el pasado sino también (Congar, Grillmeier..) ha redescubierto
en el presente, la jerarquía se ha con- la importancia que tenía para la Iglesia
vertido en signo de escándalo para la de los primeros siglos el que los fieles
Iglesia. Y la Iglesia ha salido adelante cristianos asimilasen vitalmente lo que
gracias a los sectores no jerárquicos. la jerarquía les proponía. Esta “recep-
El cardenal Henry Newman, gran ción” no es simplemente obediencia si-
conocedor de la historia de la Iglesia, no un asentimiento de corazón, como el
afirmaba que había quedado muy im- “amén” eclesial de la liturgia. Cuando
presionado al descubrir que, en torno al se celebró el Concilio de Éfeso en 431,
siglo IV, muchos obispos cayeron en la los fieles esperaban a las puertas de la
herejía del arrianismo, mientras que el basílica la salida de los obispos. Y cuan-
pueblo sencillo mantuvo la fe ortodoxa. do éstos les dijeron que habían definido
También la historia de las misiones re- que María era Madre de Dios, el pueblo
conoce que, durante siglos, cristianos rompió en aplausos, es decir “recibió”
del Japón mantuvieron su fe sin tener el dogma con alegría y satisfacción.
sacerdotes en medio de ellos. Ya algu- Muy diferente es la situación cuan-
nos Padres de la Iglesia, como Atanasio do el pueblo no “recibe” una doctrina,
e Hilario, habían afirmado que “los oí- sino que la “contesta”, lo cual no nece-

18
sariamente significa falta de obediencia, cubren ni reconocen toda la santidad
sino que en esta exposición doctrinal oculta de la Iglesia del Pueblo de Dios.
hay algo inasimilable, por incompleto,
inmaduro, inoportuno o parcial.
Pensemos en lo que sucedió cuando 3.6. La Iglesia es la Iglesia del
Pablo VI publicó la encíclica Humanae Jesús histórico y pobre de Nazaret
Vitae sobre el control de natalidad… Todo lo dicho hasta ahora quedaría
La historia nos confirma que en los incompleto si no añadiéramos que la
momentos más difíciles ha sido el polo Iglesia está estrechamente ligada al
profético de la Iglesia, laicos y laicas, re- Señor Jesús, a Jesucristo Resucitado, es
ligiosos y religiosas, quienes han salva- la Iglesia de Cristo, se fundamenta en él
do a la Iglesia de situaciones de crisis: el (Ef 2, 10; Mt 21, 33-46).
monacato, los movimientos mendican- Esto se comprende mejor si mostra-
tes medievales, la reforma de la época mos que la historia de salvación está
moderna, los movimientos sociales ca- atravesada por la ley de la encarnación.
tólicos, los movimientos teológicos en El Espíritu no se opone a Cristo sino que
torno al Vaticano II, los que hoy pro- el Espíritu es el que hace posible la en-
pugnan que “otra Iglesia es posible”… carnación de Jesús y le guía en toda su
No es casual que el Vaticano II haya vida. El Espíritu es el que hace nacer la
admitido todo esto, luego de haber reco- Iglesia, que continúa la obra de Jesús en
nocido, como hemos ya visto, que la to- la historia. Es decir, Dios no deja la cre-
da Iglesia está bajo la fuerza y la inspi- ación abandonada a su suerte, sino que
ración del Espíritu Santo (LG 4). Sin interviene en la historia, primero prepa-
Espíritu Santo, la Iglesia se reduce a una rando al pueblo de Israel y luego por la
mera organización, una simple institu- encarnación de Jesús (LG 9).
ción. La doctrina y praxis de la “recep- Pero al nacer la Iglesia en Pascua-
ción” implica que todo el cuerpo eclesial Pentecostés, tiene el riesgo de identifi-
está animado por el Espíritu, es activo y carse tanto con el Jesús glorioso y resu-
participativo, no simplemente pasivo. Es citado que olvide la encarnación y crea
el Espíritu el que convierte a la Iglesia que ya ha llegado el Reino de Dios. De
en comunión trinitaria y en dinamismo hecho, en el mismo Nuevo Testamento
profético al servicio del Reino. hay algunos textos (en Hechos, Efesios
¿Por qué no reconocer la santidad y Colosenses) que podrían conducir a
tantas veces oculta y anónima de la fe un cierto triunfalismo eclesial.
de los pobres, de las viejitas que van a
misa a veces rezando solamente el ro- Los peligros de la Iglesia de Cristiandad
sario, de los curas de pueblo que man-
tienen la fe en medio de penurias eco- Mientras la Iglesia fue perseguida
nómicas, de los mártires inocentes del por el Imperio romano y los cristianos
pasado y del presente, de las familias morían mártires en las arenas del circo
auténticamente cristianas, etc.? Las ca- romano o en la hoguera, este peligro de
nonizaciones oficiales romanas no re- triunfalismo no existía.
19
Pero con el reconocimiento de la I- Jesús histórico transmitida por los evan-
glesia como religión oficial del imperio gelios: su nacimiento pobre en Belén, su
en tiempos de Teodosio (380), cuando vida durante treinta años de carpintero
la Iglesia deja la clandestinidad y las ca- humilde, su predicación contra la rique-
tacumbas, el peligro volvió a acechar. za y el poder, su opción por los margi-
Eusebio de Cesarea, al describirnos el nados, su preocupación por aliviar el su-
banquete que el emperador Constantino frimiento del pueblo (óchlos) del que se
ofreció a los obispos reunidos en el compadecía profundamente, su oposi-
Concilio de Nicea, en el año 325, cree ción a los poderosos y a cuantos utiliza-
ver ya presente el Reino de Cristo26. ban la religión para oprimir al pueblo,
Otros observadores más agudos que sus conflictos continuos con las autori-
Eusebio de Cesarea, pronto se darán dades religiosas de Israel, su muerte co-
cuenta de la ambigüedad de la situación mo blasfemo y malhechor desnudo en
de la Iglesia nacida con el Constanti- una cruz, entre dos subversivos.
nismo y de los riesgos de esta estrecha La Iglesia tiende a olvidar continua-
unión entre la Iglesia y el Imperio. Así mente que es la Iglesia del Jesús pobre
San Hilario dice, acerca del emperador de Nazaret, Iglesia del crucificado, que
cristiano Constancio, que “nos apuñala su mensaje no es el de la sabiduría de
por la espalda, pero nos acaricia el vien- este mundo, sino el de la cruz (1 Cor 1,
tre (...) consigue ser perseguidor sin ha- 17-31). La misma resurrección de Jesús
cer mártires”27. no permite desvincularle de su cruz: el
Una consecuencia de esta ambigua resucitado es el crucificado, sus llagas
situación de la Cristiandad es que la je- permanecen frescas en su cuerpo glo-
rarquía de la Iglesia es la que primero se rioso (Jn 20, 25-29).
identifica con el Reino de Dios y se Se comprende que todos los movi-
vuelve poderosa. Desde el poder no só- mientos proféticos que han surgido en
lo económico sino también político, la Iglesia a lo largo de la historia hayan
moral y religioso, la jerarquía condena pedido una vuelta a la Iglesia de los orí-
a los herejes a la hoguera, promueve genes, fiel a la Palabra, pobre, humilde,
cruzadas, hace proselitismo, destruye evangélica, comunitaria, acogedora,
culturas y religiones diciendo que son respetuosa, cercana al pueblo pobre, en
obra del demonio, se alía con los gran- fin, volver la Iglesia del crucificado.
des de este mundo para que la defien- Pero esto la propuesta profética de
dan, destituye príncipes, excomulga, Juan XXII poco antes del Vaticano II, de
confunde el honor de Dios y su gloria que la Iglesia fuese sobre todo la Iglesia
con “su” propio honor y gloria. de los pobres, aunque a algunos les pu-
do parecer revolucionaria y sospechosa,
Volver al evangelio en el fondo era sumamente evangélica,
El riesgo es olvidar el misterio de la ligada a la tradición más genuina de la
encarnación de Jesús, su vaciamiento o Iglesia.
kénosis de la que nos habla San Pablo Hay que confesar que esta idea de
(Fil 2, 1-11) y en general toda la vida del Juan XXIII no llegó a ser recogida en
20
los textos conciliares, fuera de algunas pañías extranjeras, hay luchas tribales y
alusiones esporádicas (LG 8; GS 1). Los violencia guerrillera…
obispos y teólogos más influyentes en el Y sin embargo en estos países hay
concilio pertenecían al mundo centro- grandes valores humanos, culturales y
europeo y norteamericano, y estaban religiosos y concretamente en América
más preocupados de cómo dialogar con Latina, predomina la fe cristiana y la
el mundo desarrollado y secular de la Iglesia católica ha vivido un tiempo de
modernidad, que de los pobres del profunda erupción volcánica del Espíri-
Tercer mundo. tu después del Vaticano II.
Sin caer en triunfalismos que nos
apartarían de la Iglesia del Jesús de
La interpelación de las Iglesias del
tercer mundo Nazaret, sí podemos testimoniar a las
otras Iglesias lo que el Señor ha hecho
Serán las Iglesias del tercer mundo en medio de la Iglesia latinoamerica-
y muy concretamente la Iglesia latinoa- na28.
mericana, las que llevarán adelante la Se ha vuelto a la Iglesia del Jesús
utopía del Papa Juan de una Iglesia es- histórico y pobre de Nazaret, lo cual im-
pecialmente de los pobres. plica recuperar una serie de categorías:
Las Iglesias del primer mundo no la centralidad del Reino de Dios en la
pueden encerrarse en ellas mismas, ni predicación de Jesús, su opción por los
creer que los únicos problemas de la que tienen la vida amenazada, su en-
Iglesia son los ligados con la moderni- frentamiento con el sistema político
dad ilustrada, muchas veces unida a la (Pax Romana) y religioso (Teocracia ju-
burguesía. La mayor parte de la huma- día) que lo condenan a muerte. La resu-
nidad y de la misma Iglesia universal vi- rrección de Jesús significa que el Padre
ve en los países pobres del Sur, donde da la razón a las opciones de Jesús y se
la vida de cada día no está asegurada si- pone de parte de las víctimas. También
no amenazada, hay que luchar por la vi- se ha recuperado la importancia del se-
da, por el pan de cada día: faltan vi- guimiento de Jesús, como categoría
viendas, falta atención sanitaria, faltan central del cristianismo.
escuelas, la esperanza de vida es corta, En la práctica eclesial, las conferen-
falta trabajo, hay gobiernos muchas ve- cias del episcopado latinoamericano en
ces dictatoriales y corruptos, se vive ba- Medellín (1968) y Puebla (1979) han
jo la dependencia económica de los pa- escuchado el clamor del pueblo oprimi-
íses ricos y de sus empresas do y han hecho una opción profética
multinacionales, las culturas originarias preferencial por los pobres. En el epis-
son marginadas, las mujeres son discri- copado han surgido figuras extraordina-
minadas y son las que más cargan con rias, verdaderos Santos Padres de la
el peso de la pobreza, hay niños en la Iglesia latinoamericana y del Caribe,
calle y bandas juveniles que buscan so- que sin ser teólogos profesionales, se
brevivir a veces con violencia, la natu- han acercado al pueblo y han hecho op-
raleza es explotada a favor de las com- ciones pastorales realmente evangélicas
21
en defensa del pueblo marginado y ex- mártires por la justicia del Reino. La te-
cluido, denunciando la injusticia y la ología latinoamericana de la liberación
muerte, apostando por una sociedad acompaña estos procesos, reflexiona so-
nueva fraterna y justa. Estos Santos bre ellos, devuelve la Biblia al pueblo y
Padres de la Iglesia latinoamericana29, también sufre persecución e incluso
verdaderos Padres en la fe y verdadera- martirio.
mente santos, fueron acusados por mu- Ciertamente, desde la década de los
chos de marxistas e incomprendidos a 90, las cosas han cambiado tanto social
veces por sus mismos hermanos en el como eclesialmente. Pero lo vivido en
episcopado y por Roma, pero fueron fie- los 70-90 constituye un signo esperan-
les al evangelio y a su pueblo hasta el zador para toda la Iglesia de que es po-
final, incluso dando la vida por sus ove- sible volver a los orígenes evangélicos
jas como Angelelli, Romero y Gerardi. de la Iglesia, al Jesús de Nazaret, a la
Junto a los obispos y en estrecha co- Iglesia de los pobres. El Espíritu no de-
munión con ellos, otros sectores de ja de hacerse presente y actuar en la
Iglesia latinoamericana han comenzado Iglesia.
un estilo nuevo de ser cristianos y de ser
Iglesia. Nacen las comunidades eclesia-
les de base entre los pobres, muchos lai- 3.7. Conclusión
cos se comprometen desde su fe a la
transformación de la sociedad con su En conclusión de todo este largo re-
presencia en lo social y político, otros corrido por algunas verdades olvidadas,
hombres y sobre todo mujeres asumen podemos afirmar que la Iglesia, cierta-
responsabilidades en la pastoral de la mente menor que Dios y que el Reino,
Iglesia (agentes de la Palabra, catequis- humana y divina, santa y pecadora, que
tas..), muchos grupos de vida religiosa, no se identifica sin más con la jerarquía,
sobre todo femenina, se insertan entre está bajo la fuerza del Espíritu y es la
los más pobres en barrios marginales de Iglesia del Jesús pobre de Nazaret. Es
la ciudad, en el campo, entre indígenas un misterio, que forma parte del pro-
y afroamericanos, mineros, etc, muchos yecto de la Trinidad para con el mundo,
sacerdotes se acercan al pueblo y com- (LG I), un sacramento de salvación uni-
parten su vida, entre todos ellos hay versal (LG 1; 9; 48).

22
4. ACTITUDES CRISTIANAS ANTE LA IGLESIA DE HOY

Esta iluminación teológica tiene que ayudarnos a tomar actitudes


prácticas en esta situación de invierno eclesial de hoy. No vamos a dar
nuevas reglas para sentir en la Iglesia, pero podemos ofrecer algunas
pistas que orienten nuestra realidad y tarea. El Espíritu del Señor nos
ayudará a discernir en cada contexto cómo lo podemos concretar.

4.1. Gratitud y amor Gracias a la Iglesia hemos recibido


la fe cristiana, el evangelio, los sacra-
No sería justo quedarnos solamente mentos, desde el bautismo a la eucaris-
con los aspectos negativos de la Iglesia tía, y de ella esperamos recibir también
del pasado y del presente, sin reconocer la unción de los enfermos. La Iglesia
todo lo que hemos recibido de ella, aun nos ha enseñado a orar, a perdonar y pe-
en medio de todas sus contradicciones e dir perdón, a amar a todos y en especial
incoherencias. a los más necesitados, a tener confianza
23
filial en el Padre, a buscar ante todo el Un día muere Matriona y entonces
Reino de Dios, a esperar en la resurrec- el pueblo se da cuenta de que Matriona
ción final. Por medio de ella conocemos era realmente el alma de la comunidad.
a Jesús, su vida, enseñanzas, su cruz y Solzhenitsin acaba aquí su pequeña
resurrección. Nos ha enseñado a rezar a historia. Pero podemos ver en ella como
María, a venerar a los santos, imitar sus una parábola de la Iglesia. ¿Qué sería de
virtudes. Ella da sentido a nuestra vida, la humanidad, de nosotros, sin la
al trabajo, al sufrimiento y a la misma Iglesia?
muerte. Si tenemos una visión no mági-
ca ni fatalista del mundo sino esperan-
zadora y si trabajamos por mejorarlo y 4.2. Fidelidad crítica
hacer que sea más humano y justo, es
debido en gran parte a la Iglesia. El Evidentemente se entendería mal to-
amor, la solidaridad, el sentido de justi- do lo dicho anteriormente si se sacase la
cia, y de libertad, la búsqueda de la paz, conclusión de que nuestra misión en la
la reconciliación y el perdón, la valora- Iglesia se reduce a obedecer, callar y
ción de la razón, de la ciencia y de las alabar cuanto sucede en la Iglesia. La
culturas… se alimentan de la enseñan- obediencia y fidelidad a los pastores y a
za evangélica que la Iglesia nos ha trans- su magisterio doctrinal es esencial para
mitido. La mayor parte de derechos hu- el cristiano. Siempre se ha insistido en
manos que profesamos (el derecho a la ello. Pero esta fidelidad debe ser madu-
vida digna, a la libertad, al respeto de las ra, crítica, incluso conflictiva.
minorías, el respeto a toda persona…) Corresponde a la autoridad, también
tienen en la Iglesia su raíz última, aun- a la eclesial, mantener la tradición, el
que en el mundo secularizado de hoy equilibrio de fuerzas, la armonía, la co-
muchos no lo reconozcan. hesión en el grupo, no precisamente
Una pequeña novela del Nobel ruso, abrir nuevos caminos30.
Alexander Solzhenitsin, titulada La ca-
sa de Matriona, puede servirnos como La autoridad no desea cambios, pre-
de símbolo narrativo de lo que estamos fiere mantener la situación presente. Por
diciendo. esto difícilmente los dinamismos de
cambios nacen de la autoridad. Más
En un pequeño pueblo ruso vive aún, la autoridad frena los cambios, con-
Matriona, una mujer mayor, pobre, que dena y culpabiliza a los disidentes, los
sólo tiene dos cabras. Pero Matriona acusa de desobedientes.
ayuda a los más pobres del pueblo, en-
seña catecismo a los niños, aconseja a Incluso presenta como intocables
los matrimonios en crisis, cuando hay cuestiones que en realidad son discuti-
una boda ayuda a preparar el banquete bles. Se debería tener más presente la
de bodas, en caso de alguna defunción afirmación del Vaticano II de que en
siempre está dispuesta a colaborar con muchas cuestiones, incluso graves, no
la familia doliente, siempre está dispo- esperen los fieles respuestas de sus pas-
nible para servir a todos. tores (GS 43).
24
Los cristianos incómodos que lo único que pretende es el mante-
La historia de la Iglesia enseña que nimiento del poder32.
muchos avances se han dado a partir de Estos cristianos incómodos no son
estas disidencias, transgresiones e in- disidentes “de” la Iglesia, ya que man-
cluso desobediencias. Muchos cristia- tienen su fidelidad y comunión eclesial,
nos incómodos lograron avances en los sino “en” la Iglesia, en la cual en mu-
diferentes campos de la teología y de la chos temas no vinculantes puede darse
praxis cristiana. La forma personaliza- libertad. Esta actuación forma parte de
da de celebrar el sacramento de la peni- lo que en teología de la Iglesia se llama
tencia, la llamada luego confesión indi- “recepción”, que puede manifestarse
vidual, introducida por los monjes también como rechazo y disidencia.
irlandeses, al principio fue totalmente Este sentido crítico y de avanzada sue-
rechazada por la autoridad eclesiástica le producir muchas tensiones y sufri-
que quería mantener la rigidez de la pe- mientos en la Iglesia, como lo han ex-
nitencia canónica primitiva, hasta que al perimentado muchos santos y muchas
cabo de un tiempo se propuso como personas proféticas que han abierto ca-
modelo de celebración penitencia obli- minos en la Iglesia.
gatoria para toda la Iglesia. Los ejem- De este modo la autoridad del ma-
plos podrían multiplicarse. gisterio que mantiene la tradición de la
La historia también enseña que mu- Iglesia y la fidelidad critica de algunos
chas doctrinas enseñadas por el magis- sectores más proféticos, no están en
terio ordinario fueron luego retractadas. contradicción, sino que son dos funcio-
Pensemos por ejemplo en algunas de- nes diferentes y complementarias en la
claraciones de la Comisión Bíblica, co- Iglesia. Lo importante es mantener el
mo la que enseñaba que el Pentateuco diálogo y la comunión.
tenía por autor a Moisés, o en algunas El gran eclesiólogo Y. Congar ha es-
afirmaciones del magisterio, como la tudiado mucho el tema de las reformas
que condenaba la vacuna como antina- en la Iglesia y ha establecido una serie
tural…Todo esto ya ha sido amplia- de principios para que estas reformas se-
mente estudiado31. an verdaderas33: conocer bien la reali-
De todo ello se deduce que la fideli- dad, no dejarse llevar de slogans, sentir-
dad al magisterio puede e incluso debe se uno mismo pecador, sentirse parte de
ser crítica. Por esto el Cardenal la Iglesia, no criticar desde fuera ni des-
Ratzinger, en la presentación de la de arriba, mantener libertad y fidelidad,
Instrucción sobre la vocación eclesial como Pablo ante Pedro (Gal 2, 11s), co-
del teólogo, no dudó en afirmar que “la mo San Bernardo ante el Papa Eugenio
teología no es, simple y exclusivamen- III (al que le acusa de ser más sucesor de
te una función auxiliar del magisterio; Constantino que de Pedro), hacerlo des-
no debe limitarse a aportar argumentos de un clima de diálogo con los respon-
a favor de lo que afirma el magisterio”, sables, creer que Espíritu está en la
pues en dicho caso el magisterio y la te- Iglesia y no la abandona, produce santos
ología se aproximarían a una ideología y no cesa de renovarla continuamente.
25
Todo esto nos lleva a concluir que Romano, que estaba en gran necesidad,
nuestra fidelidad a la Iglesia debe ser y que luego de la muerte de Ignacio in-
siempre madura, no infantil y muchas tentó introducir el coro en la Compañía
veces crítica e incluso conflictiva. El y no dudó en calificar a Ignacio de “ti-
Espíritu hace avanzar así a la Iglesia. rano”. Pues bien, la última voluntad de
Pero esto supone muchas veces aceptar Ignacio enfermo de muerte fue pedir a
la cruz. su secretario Polanco que fuera al
Vaticano a pedir la bendición del Papa
Paulo IV, un hombre que si quería, po-
4.3. Esperar contra toda esperanza día deshacer la Compañía. Ignacio mue-
La vida del cristiano en la Iglesia de re bajo la bendición de Paulo IV34.
hoy no es nada fácil. A muchos cristia- Teresa de Jesús, que tuvo grandes
nos nos “duele la Iglesia”. En esta si- conflictos con la jerarquía de su tiempo,
tuación es preciso “esperar contra toda nunca renegó de su pertenencia a la
esperanza”, como Abraham (Rm 4, 18), Iglesia y al final de su vida pudo excla-
como el mismo Jesús que muere aban- mar: “por fin muero hija de la Iglesia”.
donado en la cruz, sin llegar a ver el fru- En el siglo XX tenemos testimonios
to de su misión en la tierra. Hoy la per- de grandes hombres, muchos de ellos te-
tenencia a la Iglesia, el sentirse Iglesia, ólogos, que sufrieron mucho en la
pasa por la cruz. Iglesia y por la Iglesia y se mantuvieron
Cuando Ignacio de Loyola escribió fieles hasta el final de sus vidas.
sus reglas para sentir en la Iglesia, no Henri de Lubac, destituido de su cá-
podía imaginar lo costoso que le iba a tedra de teología de Lyon-Fourvière, en
ser el vivir esta fidelidad eclesial. Paulo tiempo de Pío XII, luego de la encíclica
III no fue en su vida privada ningún mo- Humani generis (1950), escribió en es-
delo de perfección cristiana y sin em- ta situación de sospecha y marginación
bargo Ignacio pone a la Compañía de eclesial su libro Meditación sobre la
Jesús al servicio de él y de sus suceso- Iglesia, que es un testimonio de su fe y
res, con un cuarto voto acerca de las mi- su amor a la Iglesia35. Luego fue teólo-
siones que el Papa quiera confiarles. go del Vaticano II y más tarde nombra-
También Ignacio tuvo dificultades con do Cardenal por Juan Pablo II.
el Cardenal Caraffa y cuando éste fue Otro gran teólogo, el dominico Yves
nombrado Papa con el nombre de Paulo Congar, también destituido de su cáte-
IV, a Ignacio se le estremecieron todos dra de Le Saulchoir-Paris, en las mis-
sus huesos y se retiró a orar a la capilla, mas circunstancias que de Lubac, nos ha
de la que luego salió sereno. Los últi- dejado en su Diario el testimonio estre-
mos años de la vida de Ignacio fueron mecedor de su sufrimiento al ser con-
una auténtica noche oscura eclesial, denado por el Santo Oficio e incluso
pues debía obedecer a un hombre que desterrado fuera de Francia:
nunca había mostrado cariño ni a “Me han destruido prácticamente.
Ignacio ni a la Compañía, que no ayudó En la medida de su capacidad, me han
en nada al mantenimiento del Colegio destruido. Se me ha desprovisto de todo
26
aquello en lo que he creído y a lo que tenerse y conservarse en la verdad, en el
me he entregado: ecumenismo (desde amor y en la gracia de Dios, necesita el
1939 no he hecho nada o casi nada), en- milagro cotidiano y extraordinario de
señanza, conferencias, actividad con sa- esta misma gracia. Sólo viéndola así po-
cerdotes, colaboración en Témoignage dremos amarla en la forma adecuada”37.
chrétien, etc, participación en los gran- Otro gran teólogo, el moralista re-
des congresos (Intelectuales católicos, dentorista Bernhard Häring, que pade-
etc). No han tocado mi cuerpo; en prin- ció incontables dificultades con Roma,
cipio no han tocado mi alma; nada se me hasta afirmar que prefería los interroga-
ha pedido. Pero la persona de un hom- torios de los agentes de Hitler a los de
bre no se limita a su piel y a su alma. la Curia Romana, profesa hasta el final
Sobre todo, cuando este hombre es un de su vida un gran amor a la Iglesia:
apóstol doctrinal, “es” su actividad, “es” “Amo a la Iglesia porque Cristo la
sus amigos, sus relaciones, “es” su irra- ama hasta en sus elementos más exter-
diación normal. Todo esto me ha sido nos. La amo incluso allí donde descu-
retirado; se ha pisoteado todo ello, y así bro, con dolor, actitudes y estructuras
se me ha herido profundamente. Se me que juzgo no están en armonía con el
ha reducido a nada, y, consiguiente- evangelio. La amo tal cual es, porque
mente, se me ha destruido. Cuando en también Cristo me ama con toda mi im-
ciertos momentos, repaso lo que había perfección, con todas mis sombras, y
acariciado ser y hacer, lo que había em- me dan el empuje constante para llegar
pezado a realizar, soy presa de un in- a ser lo que corresponde a su plan sal-
menso desconsuelo”36. vador. (…) Caminemos en esta línea y
Congar, no se deja llevar por el des- pensemos, agradecidos, en todo el bien
ánimo ni la amargura, continúa traba- que ha brotado y continúa brotando en
jando desde el exilio y una vez rehabi- la Iglesia”38.
litado por Juan XXIII y nombrado Finalmente, Pedro Arrupe, uno de
perito conciliar, será uno de los grandes los hombres de Iglesia más proféticos
teólogos del Vaticano II, y al final de su de los años del Vaticano II y más devo-
vida acepta ser nombrado Cardenal por tos del Papa, sufre al final de su vida una
Juan Pablo II. profunda noche oscura. Ésta ya comen-
K.Rahner, que aunque no tuvo que zó en tiempo de Pablo VI, pero se agra-
renunciar a su cátedra de Innsbruck, tu- vó con Juan Pablo II. Arrupe deseaba re-
vo grandes dificultades con Roma, que nunciar a su Generalato en la Compañía
le impuso una censura previa a todos sus de Jesús y convocar una Congregación
escritos, fue un gran hombre de Iglesia. General para el año 1980, pero Juan
Baste un testimonio de ello: Pablo II no se lo permitió. En agosto de
“La Iglesia a la que servimos, a la 1981 Arrupe, a su regreso de Filipinas,
que hemos consagrado nuestra vida, por sufre un ataque cerebral que le afecta al
la que nos consumimos personalmente, habla y nombra Vicario General al P. V.
es la Iglesia peregrinante, la Iglesia de O´Keef. En octubre del mismo año re-
los pecadores, la Iglesia que para man- cibe una carta del Papa en la que se le
27
comunica que Juan Pablo II, en lugar del General en la que Arrupe dimite y es
Vicario General nombrado por Arrupe, nombrado su sucesor el P. P. H.
ha nombrado como Delegado Pontificio Kolvenbach. Pedro Arrupe acaba sus dí-
suyo para la Compañía al P. Paolo as en 1991, en la enfermería de Roma,
Dezza y que, de momento, se aplaza to- después de diez años de silencio y ora-
da convocatoria de la Congregación ción, siempre sonriente, ofreciendo su
General. Arrupe, sin poder hablar, reci- vida por la Iglesia39.
be la noticia llorando. En el fondo se
descalificaba el modo de gobierno de Hay que esperar contra toda espe-
Arrupe y se intervenía la Compañía. ranza. Esperamos que el desierto flore-
Tras dos años de calvario, por fin en cerá y que después del invierno renace-
1983 se puede reunir la Congregación rá la primavera (Cant 2, 11-13).

28
EPÍLOGO NARRATIVO

El conocido pensador y filósofo al comedor, observó con sorpresa, que


francés Roger Garaudy cuenta en uno la mesa ya estaba dispuesta con dos pla-
de sus libros este hecho histórico40. Él tos preparados. Le preguntó a su prime-
pertenecía, desde hacía años, al comité ra mujer si esperaba a alguien a comer,
del partido comunista francés, de ten- pues él no quería estorbar. Ella le res-
dencia filorusa. En la primavera de pondió:
1968, cuando los tanques rusos aplasta- “Te esperaba a ti, pues he escucha-
ron los intentos de liberación del pueblo do esta mañana cómo te habían expul-
checo, en la llamada “primavera de sado del partido comunista francés y he
Praga”, Garaudy criticó públicamente la pensado que, en estos momentos, al úni-
actuación del partido comunista ruso. A co lugar al que podías venir a comer era
consecuencia de ello fue expulsado pú- a mi casa. Por esto puse dos platos en la
blicamente del partido comunista fran- mesa…”
cés, noticia que los medios franceses Hasta aquí la anécdota de Garaudy.
transmitieron en directo. ¿Pero no podría esta primera mujer, in-
Era al mediodía y Garaudy pensó tuitiva, hospitalaria y fiel, que abre la
adónde iría a comer. No le apetecía la puerta y coloca un plato en la mesa…
idea de ir a comer, él solo, a uno de los simbolizar la Iglesia de Jesús, acogedo-
muchos restaurantes parisinos. ra y fiel, siempre dispuesta a compartir
Tampoco le pareció bien volver, como lo que es y lo que tiene con nosotros…?
de ordinario, a su casa con su segunda
mujer, con la que vivía hacía tiempo. Se
le ocurrió entonces el ir a casa de su pri-
mera mujer, de la que se había separado
hacía años y que vivía sola. Al llamar a Cochabamba (Bolivia),Cuaresma,
la casa de esta su primera mujer y pasar camino a la Pascua de 2006
29
NOTAS

1. El texto autógrafo ignaciano habla de sentir "en" Teología, n. 8, 1986, p. 133-157; Cristianisme
la Iglesia, mientras que la traducción latina i Justícia, Cuaderno 91, El tercer milenio
(Vulgata) hecha por Frusio habla de sentir como desafío para la Iglesia, Barcelona 1999.
"con" la Iglesia. Sentir "en" la Iglesia acentúa La carta del obispo Casaldáliga a Juan Pablo II
la pertenencia a la Iglesia, mientras que el sen- con motivo de su visita "ad limina" también
tir "con" la Iglesia significa más bien estar de ofrece un elenco de los problemas de hoy.
acuerdo con ideas y criterios. La primera 8. V. Codina, “El Vaticano II, un concilio en pro-
expresión ("en") es más profunda que la ceso de recepción”, Selecciones de Teología,
segunda ("con"), pues indica una mayor iden- n. 177, 2006, p. 4-18.
tificación con la Iglesia, como el sarmiento 9. Véase el artículo de M. Kehl, “La Iglesia en tie-
con la vid. rra extraña”, resumido en Selecciones de teo-
2. Remitimos al magnifico comentario a las reglas logía, n. 133, vol 34, (1995) p. 3-14.
ignacianas de J. Corella, Sentir la Iglesia, 10. J. M. R. Tillard, “Nosaltres, som els darrers
Colección Manresa, n. 15, Bilbao-Santander, cristians?”, Qüestions de vida cristiana
1996. (Montserrat), 190 (1998).
3. Es iluminador a este respecto el libro de J.Mª. 11. W. Kasper, “El desafío permanente del
Mardones, La indiferencia religiosa en Concilio Vaticano II. Hermenéutica de las
España. ¿Qué futuro tiene el cristianismo?, afirmaciones del Concilio”, en Teología e
Madrid, 2ª ed. 2004. Más recientemente ha Iglesia, Barcelona, 1989, p. 414.
escrito sobre este tema J.I. González Faus, 12. Aunque en castellano no distinguimos entre
“Crisis de credibilidad en el cristianismo. creer en Dios y creer en la Iglesia, en latín se
España como síntoma”, Concilium, 311 (junio distingue claramente el "credere in Deum" del
2005) p. 323-332. Para la situación europea, "credere ecclesiam", sin preposición. No son
véase Sal Terrae n. 1.098, enero-febrero 2006, simples sutilezas de lenguaje sino diferencias
“Iglesia y critianismo en Europa”. teológicas importantes. Cf. H. de Lubac, l.c.
4. Veáse la referencia que se hace a estos temas en 21-36, donde hace una profunda explicación
el documento de participación, Hacia la V del sentido de esta distinción.
Conferencia del Episcopado Latinoamericano 13. G. Uribarri, “La escatología cristiana en los
y del Caribe, n. 145-148. albores del siglo XXI”, Estudios eclesiásticos,
5. R.Guardini, Vom Sinn der Kirche, 1923, p. 1. 63/308 (2004) p. 3-28, resumido en
6. H. de Lubac, Méditation sur l´Église, Paris, Selecciones de Teología, 176, 2005, p. 269-
1953, p. 20. 281.
7. Véase, por ejemplo, a nivel pastoral, el libro de 14. Véase este punto más desarrollado en J. Mª.
C. González Vallés, Querida Iglesia, Madrid Castillo, El Reino de Dios. Por la vida y la
1996. A nivel más teológico, J. I. González dignidad de los seres humanos, Bilbao, 3ª edi-
Faus, “Para una reforma evangélica de la ción 2001 y en Víctimas del pecado, Madrid
Iglesia”, Revista Latinoamericana de 2004.
30
15. Suma Teológica, III, q 60, a 3. 30. Recomendamos el excelente artículo de E.
16. K. Rahner, “Iglesia de los pecadores”, Escritos López Azpitarte, “Entre la obediencia, el con-
de teología VI, Madrid 1967, 295-313. flicto y la transgresión”, Sal Terrae, n. 1096,
17. Es clásico el estudio de H. U. von Baltasar, diciembre 2005, p. 975-987.
“Casta meretrix”, en Ensayos teológicos, Vol. 31. J. I. González Faus, La autoridad de la verdad.
II, Sponsa Verbi, Madrid 1964, p. 239-254. Momentos oscuros del magisterio eclesiásti-
18. K. Rahner, Iglesia de los pecadores, l.c, p. 313. co, Barcelona 1996.
19. J. Ratzinger, Intoducción al Cristiansimo, Sa- 32. Cita en E. López Azpitarte, l.c. p. 979
lamanca 1969, p 293. 33. Y. Congar, Verdaderas y falsas reformas de la
20. Ireneo, Adv. Haer. V, 6, 1. Iglesia, Madrid 1953. Este libro, que hoy nos
21. V. Codina, Creo en el Espíritu Santo. Pneuma- parece sumamente equilibrado y evangélico,
tología narrativa, Santander 1994, sobre todo en su tiempo fue mandado sacar de las biblio-
p. 31-50. tecas de seminarios como peligroso para los
22. P. Evdokimov, La connaissance de Dieu selon jóvenes.
la tradition orientale, Lyon , 1967, p. 146. 34. V. Codina, “San Ignacio y Paulo IV. Notas para
23. Ignacio Hazim, La Résurrection et l´homme una teología del carisma”, Manresa, 40 (1968)
d´aujouird´hui, Beirut 1970, p. 31. p. 337-362.
24. Ireneo, Adv. Haer. III, 24,1. 35. Ver nota 6.
25. J. I. González Faus, Vicarios de Cristo. Los 36. Carta de Congar a su madre en su 80 aniversa-
pobres en la teología y espiritualidad cristia- rio del 10 de septiembre de 1956, desde su
na, Madrid 1991. exilio de Cambridge, en Y. Congar, Diario de
26. Eusebio de Cesarea, Vida de Constantino, 3, un teólogo (1946-1956), Madrid 2004, p. 473-
15. 474.
27. Hilario, Contra Constantium imperatorem, 4- 37. K. Rahner, El sacerdocio cristiano en su reali-
4, PG 10, p. 580-581. zación existencial, Barcelona, 1974, p. 258.
28. V. Codina, Para comprender la eclesiología 38. B. Häring, Mi experiencia de Iglesia, Madrid
desde América Latina, Estella, 3ª ed. 2000. 1989, p. 167-168.
29. J. Comblin, “Los Santos Padres de América 39. V. Codina, “La noche oscura del P. Arrupe”,
Latina”, Revista Latinoamericana de Teolo- Manresa, 62 (abril junio 1990) p. 165-172.
gía, n. 65, mayo-agosto 2005, p. 163-172. 40. R. Garaudy, Parole d´homme. Paris 1974.

31

You might also like