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Un sistema de mallas permite recoger la niebla y obtener hasta 350 litros de agua
diarios.
Entre las frías corrientes del oceáno Pacífico y las estribaciones de los Andes, la capital
costeña de Perú es una anomalía meteorológica. Lima es la segunda ciudad desértica
más grande después de El Cairo, pero tiene un clima mas frío y húmedo del que plantea
su latitud sub-tropical. Las precipitaciones son muy bajas – menos de 4cm al año – pero
la humedad puede alcanzar el 98%.
La ciudad – donde vive una tercera parte de los Peruanos, casi 9 millones de personas –
depende de tres ríos que fluyen de los Andes: el Rímac, Chillon y Lurín. Pero mientras la
ciudad sigue creciendo – hay hasta 150,000 migrates al año que llenan sus periferas,
donde existe poco o nada de infraestructura. Para ellos, el agua es un recurso escaso.
Algunos de estos nuevos limeños recurren al fenómeno climáctico conocido como "la
panza del burro" – la gruesa neblina blanca que cubre las partes costeñas de la ciudad
durante nueve meses al año – como fuente del agua.
En las lomas de Villa Maria del Triunfo, un asentamiento humano ubicado al sur de la
ciudad, se puede observar que se levantan extrañas estructuras rectangulares que
surgen a través de la niebla como centinelas espectrales.
Al acercarnos, se puede observar que son estructuras de metal y bambu de cuatro por
seis metros, cubiertos por una malla. Por debajo están los canales, y las tuberías que a
través de un bio-filtro llenan una cisterna de 1,100 litros.
"El agua es cristalina," nos dice un entusiasmado Abel Cruz, el fundador de Peruanos Sin
Agua, recogiendo un poco del líquido de una de las cisternas con la mano y dejando que
caiga a través de sus dedos. Todavía no es agua potable pero puede ser utilizada para la
agricultura, lavar la ropa y los platos y ollas que se usan en la cocina.
Durante los últimos cinco años, su organización – con la ayuda de la cooperación
internacional – ha construído 32 "atrapanieblas" en el distrito. Empezando con 10 redes
en el asentamiento de Bellavista en 2009, Cruz recibió una donación de $20,000 de la
Agencia de Desarrollo de los Estados Unidos, USAid, para construir 22 "atrapanieblas"
más en la comunidad cercana, Los Tunales de Asall, que suministran con agua a
alrededor de 75 familias. Construir un atrapaniebla junto a una cisterna, cuesta menos
de $800.
"Hemos apoyado este proyecto que aprovecha el grado de humedad de Lima que
alcanza el 98% y convertirlo en una oportunidad para tener agua limpia, lo que significa
un verdadero desafío para estas poblaciones excluidas que viven en las afueras de la
ciudad," dijo un portavoz de USAid-Peru.
Contar con un suministro diario de entre 50-150 litros de agua, ha sido una cuerda de
salvación para Artemio Alfaro, de 66 años, y su familia. El utiliza el agua para regar sus
plantas de sábila. El vende las plantas a seis soles Peruanos ($2.30) a tres empresas
peruanas de productos saludables. El quiere lograr obtener la certificación orgánica,
para poder doblar el precio con el que vende dichas plantas.
"Los atrapanieblas significan que no tenemos practicamente ningún gasto para agua
durante los meses de invierno; constituye un ahorro de un 60% en nuestra costo de
vida," dijo Alfaro.
Utilizar el agua recogido de los atrapanieblas le ayuda también a cultivar papas, rábano,
beterraga y lechuga, alimentar a su familia y también sacar adelante su pequeño
restaurante, donde sus vecinos pueden almorzar con platos de arroz con pato o cuy
chactado.
"Los pobres pagan más por el agua que los ricos," dice Cruz. "Ellos pagan 10 hasta 12
veces más por un agua de origen dudoso." Los que viven en barrios que no tienen agua
dependen de los camiones cisternas, pagando alrededor de 3.5 soles peruanos por un
cilindro de 200 litros.
"Tenemos una de las tarifas más bajas en América Latina," dice Rossina Manche, gerenta
general del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado (Sedapal) de Lima. "Para nosotros,
es muy claro que el precio del agua debe subir para que podamos alcanzar a una
cobertura de 100%, pero, como somos una sociedad pobre, no estamos listos para pagar
el costo real."
Manche dijo que el 92% de limeños tienen un suministro de agua este 2012, pero
conectar a los que viven en los cerros periféricos puede costar hasta seis veces
más."Nuestro compromiso es dar 100% de cobertura en el año 2016, pero esto puede
ocurrir solamente con una inversión grande de 5bn de soles peruanos," agregó.
Un reporte especial de escenarios de emisiones del IPCC (Panel entre gobiernos sobre
cambio climático) y la Revue Stern idenitifica Peru como uno de los países más afectados
por cambio climático.
Más de 70% de los glaciares tropicales en el mundo están en Perú, y están derritiendóse
con una velocidad acelerada. Los tres ríos que abastecen Lima están suministrados con
agua derretida que eventualmente desaparece. Una serie de proyectos de
infraestructura que incluye un túnel transandino y el reforzamiento de los lagos
glaciales, se están planificando durante los próximos 30 años, dice Manche. Ella predice
que estas medidas protegerán Lima del "estrés hídrico" en este período.
Mientras tanto, Cruz tiene sus propios retos. Quiere que las comunidades costeñas
saquen provecho de la neblina del agua en la mayor parte del año y esta buscando
fondos internacionales para construir un total de 200 "atrapanieblas" a lo largo de la
costa peruana de 3,000km.