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UNIVERSIDAD DE TARAPACÁ

DEPARTAMENTO DE ESPAÑOL
ARICA

Tendencias Literarias
Profesor: Patricio Úbeda
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Introducción
Este trabajo tiene como finalidad o propósito dar a conocer la época del
renacimiento como “nuevo nacimiento de la cultura clásica” que surge en Italia
en el siglo XIV y que además tiene influencia en el hombre y en el mundo
grecolatino, el tema abordado es muy importante debido a su influencia en la
humanidad donde el arte toma un rol fundamental en esta época. Nos basaremos
en la teoría del antropocentrismo ya que en la época del renacimiento el hombre
se consideraba eje del mundo y dueño de su propio destino, con este trabajo se
pretende dar a conocer cómo se vivía antes y cómo ellos comprendían el arte.
Nuestro trabajo se va a desarrollar en la época del renacimiento en donde
nosotros citaremos diversos autores que comentan el renacimiento en el área
literaria con base al libro Tendencias Literarias del Profesor Patricio Úbeda, nos
servirá de apoyo y soporte para emplear nuestro trabajo, además citaremos
autores del libro la época del gótico y el renacimiento buscando lo más relevante
a renacimiento desde el punto de vista literario, citaremos autores del libro
literatura universal, además el libro de la Historia del Mundo Moderno.
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1. Inicio y origen del Renacimiento

Brandi menciona a Burckhardtn en el libro de García Morente donde define


Renacimiento desde el punto de vista histórico y afirma que para él se trata de
“una provincia en el reino del espíritu; y la ordenación del fenómeno total histórico
descubierto dentro de un periodo fijamente circunscrito”(p.189) asimismo coloca
el Renacimiento ante la Edad media como frente a una actitud espiritual que
permanece en vigor a las nuevas impulsiones por él observadas y perdura hasta
hoy, al menos ciertos distritos de la vida. Burckhardtn (1934).

Además “la transformación radical de la vida y la acción de oponerse a lo


establecido por la cultura del medio dio lugar al nacimiento de la llamada edad
moderna y, específicamente a la cultura renacentista” (p.151) el paso de la
cultura medieval hacia una nueva manera de ver el mundo empieza a darse en
Italia de los siglos XIV y XV, que mantenía una tradición con la llamada cultura
clásica, la grecolatina. El lenguaje, las costumbres, monumentos y recuerdos
mantenían en Italia la presencia de las glorias clásicas. Correa Pérez y Orozco
Torre (1998).

1.1. Marco Histórico

Las ideas sacadas de Xirau afirman que “De Constantinopla llegan al


Renacimiento elementos intelectuales del imperio Romano de Oriente” (p.151).
El influjo del comercio, la política, y la división de los pequeños estados siempre
en lucha quebrantaron la constitución económica, social y política del mundo
medieval. Correa Pérez y Orozco Torre (1998).

Asimismo “Al desarrollarse la economía monetaria, la burguesía adquiere un


poder, el pequeño traficante se convierte en un gran comerciante y se inicia la
disolución de las formas y concepciones económico – sociales tradicionales, al
manifestarse la protesta contra la clase feudal. Surge una burguesía liberal que
se apoya en las nuevas fuerzas del dinero y de la inteligencia, rompe las
ligaduras con las instituciones hasta entonces privilegiadas por el clero y de la
feudalidad” (p151). Correa Pérez y Orozco Torre (1998).

También “El hombre se hace, poco a poco, menos dependiente de sus señores
feudales, más independiente económica e ideológicamente; la personalidad
humana cobra importancia, y así vemos que en una de sus manifestaciones
artísticas, la pintura, el desnudo manifiesta al hombre libre de toda condición
social, reflejando la belleza del cuerpo humano, la perfección de la naturaleza
humana, el ideal de la belleza clásica.” Correa Pérez y Orozco Torre (1998)
(p.151)
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“Dante en la divina comedia en el siglo XIV, a pesar del contenido estrictamente


medieval de la divina comedia, ya marca una transición y delata el espíritu del
hombre. Petrarca descubre su corazón, y sus estructuras económico – sociales
y jurídicas. Las universidades y las escuelas precisan las líneas generales del
nuevo espíritu. Los príncipes y los papas lo favorecen y lo acrecientan.” Correa
Pérez y Orozco Torre (1998) (p.151)

“La naturaleza, es considerada como algo vital, y la esencia y la existencia


humanas pasan a primer término” (p151). El hombre y la mujer se hacen objeto
de la biografía, de la historia, de la poesía, del arte plástico. Se valora de un
modo positivo la naturaleza humana; la religión y la moralidad humana le siguen
en importancia. Correa Pérez y Orozco Torre (1998)

“El edificio cultural de la Edad Media encuadró al hombre en un sistema de


valores que se imponía desde fuera como una fuerza de la naturaleza” (p.152);
estos valores aparecieron como un poder objetivo y físico, tan reales como las
cosas firmes e inconmovibles; su jerarquía era tan forzosa como si fuera natural
o divina. El ser humano se hallaba sujeto y sumiso ante un mundo de valores
objetivos; no había hombres, sino señores feudales, sacerdotes, aprendices,
campesinos. El mismo Dios no era más que una serie de ritos y prefiguraciones.
Pero el Renacimiento, al hacer el descubrimiento del ser humano, pone a este
por encima de toda cosa y de todo valor. Correa Pérez y Orozco Torre (1998)

“El hombre, ante la naturaleza, queda en medio de ese universo que le ofrece
amablemente su inmensidad maravillosa, frente a la naturaleza, bella, buena,
henchida de racionalidad, se coloca el ser humano lleno de optimismo, libre de
todo prejuicio, con autonomía, armado del solo instrumento de su razón. Por
supuesto que esto era una concepción más poética que científica; y es que en
los filósofos del Renacimiento, a los pensamientos rigurosos se unen los mundos
fantásticos.” Correa Pérez y Orozco Torre (1998) (p152)

“Giordano entre otros, llevado por la nueva teoría copernicana amplía y sublima
la idea del universo; gracias a su enorme fuerza de imaginación lo concibe como
alto algo inmenso; al sistema solar lo imagina como uno entre otros infinitos que
se forman y desaparecen; a la tierra, como un átomo insignificante, cosmos,
infinito y eterno. La ley de ese cosmos es la única fuerza divina. Dios, espíritu
infinito, rige el universo y lo ordena de un modo armónico, es el alma del mundo,
causa suprema, principio y unidad. Y ese universo es creación del ser supremo
para que exista la vida del hombre en la tierra” Correa Pérez y Orozco Torre
(1998) (p.152).

“la idea humanista penetra todas las esferas de la cultura: el ámbito económico,
social jurídico – político, ideológico, como la educación, el arte, la filosofía y la
ciencia. El nuevo hombre se empapa de helenismo, que es el elemento
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fecundante del pensamiento moderno, ávido de crear. Sobre los textos griegos
se multiplicaban los comentarios y las interpretaciones; al lenguaje estricto y
riguroso se opone una forma elegante y fácilmente comprensible; en la expresión
artística, el hombre juega con la naturaleza, la domina, la recrea, la retuerce –
como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Cervantes, Shakespeare, Rabelais
Correa Perrez y Orozco Torre (1998) (p152).”

2. Aspectos importantes durante el Renacimiento

2.1. El estudio y la educación en el Renacimiento

Según (Editorial Océano) “La palabra humanista nace en el siglo XV cuando los
estudiantes designaban al profesor de los studiahumanitatis, que es un conjunto
de cinco disciplinas, las cuáles son: la gramática, la retórica, la poética, la historia
y la filosofía moral. Pietro Paolo Vergerio (1370-1444), en “De la conducta de los
hombres honorables” (1402), explicaba que, debíamos mantener en forma el
cuerpo con ejercicio, además las lecciones del alumno tenían que formar el
carácter y prepararlo para una existencia productiva. La gramática y la retórica
debían permitirle dominar los textos, logrando así hablar y escribir con soltura; la
historia le proporciona los modelos de conducta a seguir, y la poesía el deseo de
imitar las virtudes de los héroes de la épica; con la filosofía moral, por último, se
puede alcanzar el nivel de integridad propio de un ciudadano responsable”.
(p.40)
Según (Editorial Océano) “La riqueza de la sociedad urbana impulsó de forma
extraordinaria la demanda de enseñanza, que, independientemente de la
existencia de tutores privados y de escuelas palaciegas o nobiliarias, se ejercía
en tres niveles que afectaban a capas sociales diferentes. En primer lugar se
hallaban las pequeñas escuelas de primeras letras. Desde el siglo XIV tanto la
Italia del Norte como la Italia Central contaban con una multitud de centros de
este tipo denominado como “escuelas de primeras letras”, como los que fundaron
Guarino Guarini Da Verona (1374-1460) o Vittorino Rambaldoni Da Feltre (1378-
1446), donde los hijos de la burguesía se convertían en virtuosos ciudadanos de
sus repúblicas. A pesar de la diversidad geográfica y confesional de Europa, en
el siglo XVI se produjo una estandarización de los estudios. Los alumnos
aprendían a descifrar las letras con la ayuda de cartillas, luego a deletrear
sílabas, después a leer y, finalmente a escribir. El resultado fue que el grado de
alfabetización de los europeos aumentó, especialmente en las ciudades. En las
zonas rurales el porcentaje de letrados continuó siendo muy bajo, aunque era
raro que en un pueblo de cierta entidad no hubiese nadie que supiera leer en voz
alta los libros, los almanaques, los noticieros y otros panfletos impresos que los
solían vender los buhoneros itinerantes” (p40).
Según (Editorial Océano) “El segundo nivel consistía en la enseñanza
secundaria que proporcionaban “las escuelas de gramática”, también la
importante implantación urbana. Las materias respondían a la antigua preceptiva
de las escuelas monásticas: el trívium con la gramática, la retórica y la dialéctica
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como ciclo medio inferior, y el quadrivium con la astronomía, la música, la


geometría y la aritmética como ciclo medio superior. Los materiales pedagógicos
consistían en manuales de gramática y en los textos del mundo clásico. Esta
educación acababa a los 17 años y permitía ingresar en la iglesia o continuar
unos estudios universitarios” (p.40).
2.2 El Auge de la Cultura Humanista
Según (Editorial Océano) “La Edad Media legó al siglo XVI una rica herencia
universitaria: más de sesenta studiageneralia se distribuyeron ampliamente por
toda Europa junto a un modelo institucional sólidamente implantado. Los inicios
de la Edad Moderna coincidieron con un incremento sin precedentes del número
de universidades y del volumen de la población estudiantil. El fenómeno que
afectó en su conjunto a toda Europa, tuvo menor impacto en Francia e Italia,
países ya muy evolucionados, a lo largo de la Edad Media en este sentido y en
Inglaterra, donde Oxford y Cambridge defendieron con éxito su monopolio
educativo. España, que tenía sólo seis universidades en 1450, alcanzó 33
universidades para el año 1600, aparte de las establecidas en el Nuevo Mundo
(América). También se crearon nuevos centros en las Provincias Unidas, tanto
católicos como protestantes” (p.41).
Según (Editorial Océano) “Se produjo un aumento en el número de estudiantes.
En la ciudad belga de Lovaina, el promedio de matriculaciones anuales se elevó
de 310 entre los años 1426 y 1485 a 622 entre 1528 y 1569 respectivamente. En
cuanto a las universidades españolas, para el año 1600 existían unos seis mil
estudiantes en Salamanca y otros veinte mil en el conjunto de Castilla. Este
rápido crecimiento hace del siglo XVI la gran época de las universidades. Si a
comienzos de la centuria alrededor de un uno por ciento del total de jóvenes de
la Europa occidental de entre 14 y 15 años recibían formación superior, a lo largo
de esta centuria el nivel se elevó hasta un 2,4 por ciento en Inglaterra, un 2,8 por
ciento en las Provincias Unidas y cerca de un 3 por ciento en Castilla. En su
mayoría se trataba de hijos de funcionarios, pastores protestantes, artesanos,
campesinos acomodados y pequeños comerciantes”. Los humanistas italianos
fueron grandes conocedores de las lenguas clásicas. El poeta Agnolo Poliziano
dominó el latín y el griego, mientras que Petrarca, escribió en latín varios libros
(p41 – 42)
2.3. La invención de la imprenta (el rol de la imprenta en el Renacimiento)
Según (Editorial Océano) “El libro fue un elemento fundamental para la difusión
de la cultura renacentista. Su creación no habría sido posible sin la introducción
del papel en Europa, inventado en China durante el siglo II d.C. Para ser
importado a Occidente en el siglo XII por mercaderes genoveses y venecianos.
El cultivo del lino y el cáñamo desde el siglo XII y la generalización del lienzo
proporcionaron en cantidad suficiente los trapos que durante largo tiempo
constituyeron la materia prima del papel. Su industria se logró difundir en Europa
a partir de la ciudad italiana de Fabriano. En Alemania, la primera fábrica
papelera fue edificada en Nüremberg durante 1391, y a principios del siglo XV el
papel producido en Europa, marcado con la filigrana de los fabricantes. Había
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alcanzado unos niveles de calidad y cantidad satisfactorios y costaba cinco


veces menos que el pergamino” (p. 43)
Según (Editorial Océano) “Desde el siglo VII los chinos practicaban la xilografía,
o impresión con planchas de madera talladas. Las primeras impresiones
xilográficas realizadas en Europa son de finales del siglo XIV y corresponden a
Renania y las regiones francesas borgoñonas. Sin embargo, la tipografía no
nació de la xilografía, pues la madera era un material inadecuado para resistir
impresiones continuadas. La idea de reunir letras para componer e imprimir
textos fue desarrollada por diversos orfebres, el más conocido de los cuales es
Johannes Guttenberg (h. 1397-1468), que trabajó en Estrasburgo y más tarde
en la ciudad alemana de Maguncia. Junto con Johann Fust, su socio capitalista,
y su discípulo Schöfert, (h.1425-1502), compuso en Maguncia en 1455 la célebre
línea de 42 líneas, generalmente considerada el primer libro impreso”(p.43)
“La imprenta fue la mayor invención del Renacimiento. Los primeros impresores
eran artesanos con iniciativa que se instalaban allí donde la demanda cultural
podía rentabilizar su producción. En la segunda mitad del siglo XV la adquisición
de libros impresos experimentó un constante crecimiento, y hacia el año 1480,
treinta años después de su puesta en marcha por Gutenberg, no existía región
europea que no contara con una o varias imprentas establecidas. Fuera de
Alemania, Las cartas de Cicerón (106-43 a.C.) se imprimieron por primera vez
en Roma por el año 1467. Tiempo más tarde la imprenta fue introducida en
Venecia (1469), Nápoles, Florencia y Milán (1470). En Francia, por fechas
similares apareció en París (1470) y Lyon (1473), así como en la ciudad
holandesa de Utrecht (1470). En España varios impresores abrieron sus talleres
en ciudades como Segovia (1472), Barcelona y Valencia (1474), en Sevilla
(1476), Valladolid (1481) y en Toledo” (1483)” (p43 – 44)
2.4 El libro, propagador de saberes
Según (Editorial Océano) “Las tiradas de libros fueron muy limitadas en los
primeros tiempos. Se pasó de cien o doscientos ejemplares en el período de
1470-1480 a quinientos o seiscientos en 1490, manteniéndose a principios del
siglo XVI entre los mil y mil quinientos ejemplares. El precio de los libros, aunque
elevado en el caso de los volúmenes bien impresos o muy ilustrados, permitía
que los comprasen de vez en cuando quienes disponían de menos recursos: en
la década de 1530, un panfleto de 24 páginas costaba en Francia lo mismo que
una hogaza de pan, y un Nuevo Testamento se podía adquirir con la paga de un
día de un jornalero” (p. 44).
Según (Editorial Océano) En el siglo XVI, los talleres de imprenta se
constituyeron en centros de difusión del humanismo, lugares en los que autores
e impresores intercambiaban novedades y conocimientos. Siguiendo las huellas
del impresor y humanista veneciano Aldo Manuzio (1449-1515), los impresores-
editores introdujeron su producción en los canales habituales del comercio
internacional. Los grandes circuitos de la imprenta en la primera mitad de la
centuria coinciden con los más importantes itinerarios comerciales. Los centros
de referencia fueron Amberes, Lyon, Frankfurt y Leipzig, así como Medina del
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Campo en la península ibérica. La feria anual del libro de Frankfurt se configuró


no sólo como un centro de encuentro de libreros y distribución de libros, sino
también como una auténtica exposición internacional de lo editado hasta la
fecha. El acceso al mundo de las ideas de un sector más amplio de la sociedad
llevó a los gobiernos a recurrir a la censura de libros. Gracias a la contribución
de la imprenta, leer u oír leer a otros se convirtió por primera vez en un
pasatiempo popular. (p44).
2.5 Descubrimiento de América
Según el video de Reo de nocturnidad sobre el Renacimiento, podemos deducir
que el Descubrimiento de América en 1492 es uno de los factores importantes
que podrían dar inicio al Renacimiento porque el descubrimiento de un nuevo
continente (mundo) genera nuevas formas de pensar en el ser humano, así como
también la caída del imperio Romano de oriente en 1453.
3. Marco Literario

3.1Literatura de Petrarca (petrarquismo)


Según (Editorial Océano) “La literatura italiana del Renacimiento arranca en el
Trecento con el triunvirato formado por Francesco Petrarca (1304-1374), Dante
Alighieri (1265-1321) y Giovanni Boccaccio (h.1313-1375). En las primeras
décadas del Quattrocento se siguió la tradición petrarquesca, y los estudios
clásicos experimentaron un gran auge de la mano de humanistas como Leonardo
Bruni (1371-1444). Entre los filósofos que reflexionaron sobre la auténtica
belleza, el amor o la esencia de la poesía, destacan Nicolás de Cusa, Marsilio
Ficino, Giovanni Pico dellaMirandola y Pietro Pomponazzi (1462-1524)” (p.104 -
106)
Pero la plenitud y posterior crisis del humanismo del Quattrocento se alcanza
con los humanistas autores de tratados. Leon Battista Alberti (1404-1472) es uno
de los prototipos del hombre renacentista. Empezó escribiendo en latín. Pero
luego empleó la lengua italiana para teorizar sobre escultura –De statua-, pintura
– Dellapittura- y moral –Dellatranquillitádell’animo-. Posteriormente regresó al
latín para elaborar el tratado De re aedificatoria (1451). Leonardo da Vinci es, a
su vez, el más famoso tratadista de la época. Su trattatodellapittura (1561)
alcanzó una enorme popularidad: en él intentaba elevar el rango social de la
pintura situando esta disciplina por encima de otras artes, al mismo tiempo que
realizaba agudas observaciones prácticas sobre cómo representar personas y
hechos naturales (p.106)
3.2 Literatura de Shakespeare
Así como Petrarca es considerado un autor importante y fundamental durante la
primera etapa del Renacimiento en Italia, lo es William Shakespeare en los años
finales de este período, un escritor, dramaturgo y autor que desarrollaría sus
habilidades literarias desde su país natal, Inglaterra, para expandir sus obras
alrededor de todo el globo y dejar su legado. El autor logró crear diversas obras,
en su mayoría dramáticas que reflejaron el cambio de mentalidad medieval a
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antropocéntrico que aún perduraba después del apogeo renacentista italiano


desde el siglo XIV hasta la primera etapa del siglo XVI, para que esta corriente
de pensamiento siguiera vigente ya adentrándose la humanidad a la Edad
Moderna. Entre estas obras podemos considerar como fundamentales, en primer
lugar, Hamlet, que enseñaba la fijación del protagonista en su entorno, en las
personas que lo rodeaban en lugar de dioses, la religión o el destino como era
visto en la literatura antigua y medieval, donde se decepciona de ellos y es
cegado por la venganza. Por el lado romántico, Romeo y Julieta exponía un estilo
de Romanticismo más moderno guiado por el estilo dramático, donde se
manifiesta la hostilidad y rivalidad entre las familias de los protagonistas.
3.3 El descubrimiento de los clásicos
Según (Editorial Océano) “el renacimiento se produjo el redescubrimiento,
llevado casi hasta la veneración, de la Antigüedad Clásica. La cultura
grecorromana también era conocida en la Edad Media, pero se tuvo de ella una
visión mutilada y deformada en general. Mutilada porque la mayor parte de la
literatura griega se presentaba en forma de comentarios e imitaciones latinas
(por ejemplo, Homero a través de Virgilio o los estoicos a través de Virgilio o los
estoicos a través de Cicerón), y porque además se carecía de una parte
importante de esa misma herencia latina. Deformada, porque los textos
circulaban a menudo en versiones mediocres, sembradas de faltas o de
añadidos posteriores. La originalidad del Renacimiento consiste en su
acercamiento a la Antigüedad clásica empleando, no sólo las fuentes latinas,
sino también mediante el estudio tanto de los autores árabes (en el caso del
aristotelismo) como de los hebreos, y especialmente recurriendo a las propias
fuentes griegas. El empeño suponía, en primer lugar, la ardua tarea de aprender
las lenguas en que estaban escritos los textos antiguos. A cambio se conseguía
el reencuentro con un clasicismo más auténtico que iba a ser un manantial
inagotable de ideas para el movimiento humanista (p.46 - 47).
Según (Editorial Océano) comentan que A partir del siglo XIV, Petrarca (1304-
1374) y Bocaccio (1313-1375) iniciaron ese lento movimiento de recuperación
de la herencia clásica. Aunque en la Edad Media se había conocido una buena
parte del corpus de la literatura latina, los humanistas italianos ampliaron ese
saber al descubrir los manuscritos de un buen número de autores prácticamente
olvidados, como por ejemplo Lucrecio (h. 99-55 a.C.), Tácito (h. 55-120 d.C.) y
algunos discursos y diálogos de Cicerón (p.47).
Las abundantes citas de autores griegos empleados por los autores latinos
obligaron a los humanistas a aproximarse a la lengua helénica. Este
acercamiento se vio favorecido con la llegada a las universidades italianas de
intelectuales griegos expulsados por el avance y la invasión turca de Bizancio,
iniciada ya a finales del siglo XIV. Eminentes personajes de la diáspora helénica
sirvieron de introductores de esta lengua en París, Italia o España. A ello se
añadieron los contactos religiosos, con algunos intentos emprendidos por la curia
romana de entablar relaciones con la iglesia ortodoxa, singularmente durante el
concilio de Ferrara-Florencia (1438-1439) (p.47).
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Según (Editorial Océano) “La recuperación de elementos de la Antigüedad tuvo


consecuencias trascendentales. En primer lugar supuso un cambio absoluto en
el material de lectura de los intelectuales europeos. Una biblioteca mediana
contenía en el Renacimiento más textos clásicos latinos, en proporción a la
literatura religiosa medieval e incluso contemporánea, que en los siglos
anteriores. Además, el acercamiento a los textos antiguos propició que se
desarrollara un agudo sentido de la corrección gramatical y estilística propia del
latín clásico, que no dejó de influir en la escritura de los humanistas, autores
primero en latín y más tarde en sus propias lenguas vernáculas. Los géneros
literarios clásicos también fueron imitados, especialmente el diálogo y el género
epistolar, tan importantes para entender las relaciones intelectuales que
mantuvieron humanistas como Erasmo, Tomás Moro o Juan Luis Vives (1492-
1540)”. (p.48).
3.3 Literatura Renacentista

Ouser (1999) afirma que Con la llegada del Renacimiento Existe un cambio en
el sentido simbólico metafísico donde se ve debilitado y el propósito del artista
con el paso del tiempo se reduce de manera cada vez más resuelta y consciente
a la representación del mundo sensible. A medida que la sociedad y la economía
se liberan de las cadenas de la doctrina de la Iglesia, el arte se vuelve también
Rápido en progresión hacia la realidad. El individualismo del Renacimiento fue
nuevo, ya que solamente se utilizaba como instrumento de lucha y como grito de
guerra, pero no como fenómeno. El rasgo más característico del arte en el
Renacimiento fue el del 1Quattrocento que es la libertad y la ligereza de la
técnica expresiva, tan original respecto a la Edad Media (norte de Europa), con
ellas la gracia y la elegancia, el relieve estatuario y la línea amplia e impetuosa
de sus formas. Todo en este arte es claro y sereno, rítmico y melodioso. La rígida
y mesurada solemnidad del arte medieval desaparece y cede el lugar a un
lenguaje formal, alegre, claro y bien articulado, en comparación con el cual
incluso el arte franco-borgoñón contemporáneo parece tener un tono
fundamentalmente hosco, un lujo bárbaro y una forma caprichosa y recargada.
El Quattrocento anticipa, a pesar de la existencia de durezas ocasionales y de
una dispersión frecuentemente no superada, los principios estilísticos del
Renacimiento pleno. Es precisamente esta inmanencia de lo "clásico" en lo
preclásico la que distingue del modo más claro las creaciones de los primeros
tiempos del Renacimiento italiano, frente al arte de la Baja Edad Media y el arte
contemporáneo del norte de Europa. Lo esencial en esta concepción artística es
el principio de la unidad y la fuerza del efecto total, o, al menos, la tendencia a la
unidad y la aspiración a despertar una impresión unitaria, aun con toda la plenitud
de detalles y colores. Al lado de las creaciones artísticas de la Baja Edad Media,

1
Se denomina Quattrocento al periodo del arte italiano correspondiente al siglo
XV comprendido dentro de la corriente renacentista, de esta manera se
encuentra también la aplicación de la denominación de Primer Renacimiento o
Bajo Renacimiento para la designación de dicho momento.
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una obra de arte del Renacimiento da siempre la impresión de enteriza. En ella


existe un rasgo de continuidad en todo el conjunto, y la representación, por rico
que sea su contenido, parece fundamentalmente simple y homogénea. El arte
del Renacimiento no detiene al espectador ante ningún detalle, no le consiente
separar del conjunto de la representación ninguno de los elementos, sino que le
obliga más bien a abarcar simultáneamente todas las partes. La Edad Media,
que concebía el espacio como algo compuesto y que se podía descomponer en
sus elementos integrantes, no sólo colocaba las diversas escenas de un drama
una a continuación de otra, sino que permitía a los actores permanecer en
escena durante toda la representación escénica, esto es, incluso cuando no
participaban en la acción. Semejante división de la atención es imposible para el
Renacimiento. Para la nueva estética la obra de arte constituye una unidad
indivisible. Porque el Renacimiento temprano es un movimiento esencialmente
italiano, mientras que el Renacimiento pleon y el Manierismo son movimientos
comunes en toda Europa. La nueva cultura artística aparece en primer lugar en
Italia porque es un país que lleva ventaja con respecto al Occidente, también en
el aspecto económico y social, porque de él arranca el renacimiento de la
economía, en él se organizan técnicamente el financiamiento y transporte de las
Cruzadas, en él comienza a desarrollarse la libre competencia frente al ideas
corporativo de la Edad Media y en él surge la primera organización bancaria de
Europa. También porque en Italia la emancipación de la burguesía ciudadana
triunfa más pronto que en el resto de Europa, debido a que en ella el feudalismo
y la caballería están menos desarrollados que en el Norte, y la nobleza
campesina no sólo se convierte en ciudadana mucho antes, sino que se asimila
completamente a la aristocracia del dinero. Y finalmente, también porque la
tradición clásica no se ha perdido enteramente en Italia, donde los monumentos
conservados están por todas partes y a la vista de todos. Sabida es la
significación que se ha atribuido a este último factor en la teoría sobre la génesis
del Renacimiento. El Renacimiento intensifica realmente los efectos de la
tendencia medieval hacia el sistema capitalista económico y social sólo en
cuanto confirma el racionalismo, que en lo sucesivo domina toda la vida espiritual
y material. Lo irracional pierde toda eficacia. Por "bello" se entiende la
concordancia lógica entre las partes singulares de un todo, la armonía de las
relaciones expresadas en un número, el ritmo matemático de la composición, la
desaparición de las contradicciones del espacio entre sí. Y así como la
perspectiva central no es otra cosa que la reducción del espacio a términos
matemáticos, y la proporcionalidad es la sistematización de las formas
particulares de una representación, de igual manera poco a poco todos los
criterios del valor artístico se subordinan a motivos racionales y todas las leyes
del arte se racionalizan. Este racionalismo no se limita ni mucho menos al arte
italiano; simplemente, en el Norte adopta características más superficiales que
en Italia y se hace más tangible y más ingenuo.

3.4 El arte burgués y cortesano del Quattrocento

El Quattrocento es, desde la Antigüedad clásica, la primera época de la que


poseemos una selección considerable de obras de arte profano, y no sólo
ejemplos numerosos de géneros ya conocidos, sino también muchas obras
pertenecientes a géneros completamente nuevos, sobre todo creaciones de la
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nueva cultura doméstica de la alta burguesía, que tiende, en contraste con el


tono solemne de la corte, a lo confortable y lo íntimo: zócalos de madera
ricamente tallada destinados a ser adosados a las paredes, cofres pintados y
tallados (cassoni), cabeceras de cama pintadas y labradas, pequeños cuadros
devotos colocados en graciosos marcos redondos (tondi), platos ricamente
adornados con figuras, que servía de ofrendas para alumbramiento (deschi da
parto), además de las consabidas mayólicas y otros muchos productos de la
artesanía. En todos ellos domina todavía un equilibrio casi perfecto entre arte y
artesanía, entre pura obra de arte y mero instrumento del mobiliario. Esta
situación no cambia hasta que se reconoce la autonomía de las artes mayores.
Entonces, por fin, cesa la unión personal entre artistas y artesanos, y el artista
comienza a pintar sus cuadros con una conciencia creadora distinta de la que
tenía cuando pintaba arcas y paneles decorativos, banderas y gualdrapas, platos
y jarrones. Pero entonces comienza también a liberarse de los deseos del cliente
y a transformarse, de productor de encargo, en productor de mercancía. Esta es
la premisa por parte del artista para la aparición del aficionado, el experto y el
coleccionista.

El Renacimiento no fue una cultura de tenderos y artesanos, ni tampoco la


cultura de una burguesía adinerada y medianamente culta, sino, por el contrario,
el patrimonio celosamente guardado de una elite antipopular y empapada de
cultura latina. Participaban en él principalmente las clases adheridas al
movimiento humanístico y neoplatónico, las cuales constituían una
intelectualidad tan uniforme y homogénea como, por ejemplo, no lo había sido
nunca el clero en conjunto. Las creaciones decisivas del arte estaban destinadas
a este círculo. Los artistas se colocan bajo la protección y la tutela intelectual de
este grupo; se emancipan de la Iglesia y de los gremios para someterse a la
autoridad de un grupo que reclama para sí a un tiempo la competencia de ambos:
de la Iglesia y de los gremios. Ahora los humanistas ya no son sólo autoridad
indiscutible en toda cuestión iconográfica de tipo histórico y mitológico, sino que
se han convertido en expertos también en cuestiones formales y técnicas. Los
artistas terminan por someterse a su juicio en cuestiones sobre las que antes
decidían sólo la tradición y los preceptos de los gremios, y en las que ningún
profano podía inmiscuirse. El precio de su independencia es la aceptación de los
humanistas como jueces. No todos los humanistas son ciertamente críticos y
expertos, pero entre ellos se encuentran los primeros profanos que tienen idea
de los criterios del valor artístico y son capaces de juzgar una obra de arte según
criterios meramente estéticos. Con ellos, en cuanto que son parte de un público
realmente capacitado para juzgar, surge el público del arte en el sentido
moderno.

3.5 El paso del Renacimiento al Barroco

“A finales del siglo XVI y a principios del siglo XVII, la gran literatura española (y
universal) se beneficiaba con el aporte de dos creadores. Miguel de Cervantes
y Lope de Vega. Por encima de las divisiones simplistas y tajantes y, por lo
mismo, desafortunadamente en las obras de estos dos grandes escritores
culmina el arte renacentista, a la vez que se advierte la influencia insoslayable
de la sensibilidad barroca”. Correa Pérez y Orozco Torre (1998)
UNIVERSIDAD DE TARAPACÁ
DEPARTAMENTO DE ESPAÑOL
ARICA

4. Conclusión

Con este trabajo llegamos a comprender y conocer gracias a nuestro estudio e


investigación las diversas corrientes y adversidades que se presentaron en la
época Renacentista, mayoritariamente en el ámbito literario así como también
un pequeño conocimiento del pensamiento antropológico del hombre y la
sociedad durante este periodo. Así es como logramos viajar en el tiempo a esta
Época Cultural – Histórica y empatizar con el modo de vida que se llevaba a
cabo.

5. Bibliografía
Libros

Correa P, Orozco T. Literatura Universal. Estado de Mexico, Mexico: Editorial


Person, Alison Wesley Longman.

Walter G, et al. Historia Universal, La Era del Gótico Y el Renacimiento. Madrid,


España: Editorial Espasa – Calipse. S.A

Pascual, A.M (Ed) 2002 Historia del Mundo Moderno, Entre el Renacimiento y la
Revolución Francesa. Barcelona. España. Editorial Océano.

Videos
Reo de nocturnidad (Productor) .30-7-2017. El Renacimiento.
https://www.youtube.com/watch?v=WPFde8n6YGE (online)

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