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“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONSILIACIÓN NACIONAL”

FACULTAD : DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

ASIGNaTURA : DERECHO ROMANO

: DERECHOS REALES EN ROMA

DOCENTE :
INTEGRANTES:

2018

1
DEDICATORIA

El presente trabajo monográfico lo


dedicamos primeramente a Dios, Por
habernos permitido llegar hasta este punto
y habernos dado salud para lograr
nuestro objetivos, además de su infinita
bondad y amor.

A nuestros padres, por que ellos siempre


estuvieron a nuestro lado brindándonos su
apoyo y sus consejos para hacer de
nosotros unas mejores personas.

2
INDICE
DEDICATORIA

INTRODUCCIÓN

DERECHOS ROMANOS EN ROMA

1.1. Derechos Reales en el Derecho Romano……………………………….. 05

1.2. Aprovechamiento de las cosas (Res)……………………………………. 06

1.3. Clasificación de los bienes ……………………………………………….. 11

1.4. Res Nullius …………………………………………………………………. 15

1.5. Res sine dominio ………………………………………………………….. 17

1.6. Res Derelictae……………………………………………………………… 21

1.7. CONCLUSIONES

1.8. BIBLIOGRAFÍA

1.9. ANEXOS.

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INTRODUCCIÓN

Los derechos reales son derechos subjetivos absolutos que recaen sobre
una cosa, es decir, regulan la conducta de una persona respecto de una cosa,
pueden ser exigidos a toda persona como sujeto pasivo que debe respetar y permitir
su libre ejercicio. Por lo tanto, la relación jurídica en estos derechos se da entre un
sujeto activo determinado, es decir, el titular del derecho, y un sujeto pasivo
indeterminado, es decir, todos los demás seres humanos que tienen la obligación
de respetar ese derecho y no obstaculizar su ejercicio, relacionado directamente
con el bien sobre el que recae.

De ahí la denominación de estos derechos como “reales”, pues deriva de la


palabra latina res que significa cosa, en virtud de que los mismos son su objeto
directo. Son derechos limitados, es decir, existe un catálogo preciso de los derechos
que se consideran como reales, aunque en el derecho romano se debe distinguir
entre los derechos reales que derivan del derecho civil y aquellos que derivan del
derecho honorario.

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DERECHOS REALES EN ROMA

1.1. DERECHOS REALES EN EL DERECHO ROMANO


El contenido de los derechos reales son las cosas o bienes, por lo que el
derecho de propiedad es el más importante y también es el más amplio
puesto que permite a su titular plenos derechos sobre el bien, incluyendo la
libre disposición e incluso la destrucción del mismo. Existen también
derechos reales que se ejercen sobre cosas ajenas como la superficie, la
servidumbre y la enfiteusis que otorgan facultades más limitadas sobre los
bienes, como analizaremos en unidades posteriores. Asimismo, pueden
existir derechos reales que también versan sobre bienes ajenos, pero son
solamente como garantía, es decir, la hipoteca y la prenda que autorizan la
posesión de la cosa ajena para garantizar el pago de una deuda previa.

Se pueden enlistar las siguientes características, aunque los juristas


romanos no hicieron tal distinción o clasificación y no aportaron una definición
estructurada de los derechos reales:

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Los primeros son los que corresponden al ius civile en sentido estricto;
es decir, los peculiares y los privativos del Derecho romano nacional,
distinguiéndose todos ellos por su carácter público y solemne. La solemnidad
se revela en las palabras y actos exigidos para su válida celebración; la
publicidad, en la intervención del Estado, representado unas veces por cinco
testigos –que corresponden a las cinco clases del pueblo romano– y otras
por un órgano de la pública autoridad. Los modos civiles de adquirir son: 1.º,
la mancipatio o venta solemne, realizada ante cinco testigos y un "libripens",
de que es secuela el legado "per vindicationem" o legado solemne y directo
de propiedad de los testamentos mancipatorios; 2.º, la in iure cessio, que
reviste la forma de una reivindicación imaginaria ante el magistrado; 3.º, la
adjudicatio, asignación de propiedad por ministerio del juez, en los procesos
divisorios tramitados con carácter de "legítimos"; 4.º, providencia de la
autoridad, en forma de assignatio –concesión de un lote del ager publicus–
o por medio de subasta pública –venditio sub hasta–: así se adjudicaba, por
ejemplo, el botín de guerra.

Modos naturales de adquirir se llaman los propios y peculiar del ius gentium.
Éstos no requieren solemnidad ni publicidad de ningún género,
concretándose, generalmente, a una simple toma de posesión. La tradición
y la ocupación son los más importantes.

Se completa el cuadro general de los modos de adquirir con la usucapión o


prescripción adquisitiva, modo civil, puesto que tiene su origen en normas
estrictamente romanas.

1.2. APROVECHAMIENTO DE LAS COSAS (RES)


Los romanos llaman res –cosa– a todo bien patrimonial, distinguiendo entre
res corporales –cosas, en sentido estricto– y res incorporales; éstas sólo

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tienen existencia jurídica ideal: tales son, por ejemplo, la herencia, los iura in
re aliena, los créditos, etc.

A lo largo del apartado anterior hemos expuesto que la parte nodal de


los derechos reales consta de los bienes sobre los que recae. En esta
sección analizaremos el concepto de bienes o cosas que rigen en el derecho
romano. Se entiende como cosa “todo objeto del mundo exterior que puede
producir alguna utilidad al hombre” (Morineau Iduarte; Iglesias González,
1993: 112). Sin embargo, se debe tomar en cuenta la distinción de términos
que se utiliza en el derecho romano, siendo la palabra res usado por el
derecho civil y el vocablo bona utilizado en el derecho honorario (D’ors, 1997:
179).
El vocablo «cosa» se usa para indicar todo aquello que tenga una
existencia en la naturaleza y se diferencia de la expresión «bien», que puede
ser cualquier cosa que proporcione alguna clase de utilidad al hombre y sea
susceptible de apreciación económica. Por ejemplo, las rocas en medio del
océano son cosas, mas no bienes.
Los juristas romanos se referían a ella con la nomenclatura res,
limitada al objeto material (corpus), en oposición a los actos del hombre.
Denota una cosa corporal, físicamente delimitada y jurídicamente
independiente.
En las fuentes romanas se encuentra la clásica división de las cosas
en res intra patrimonium y en res extra patrimonium, según sean bienes
económicos de los particulares o no.

Otra clasificación más comprensiva y precisa, clasifica las cosas en


res in commercio y res extra commercium. Y además denomina res nullius a
las cosas in commercio que no son propiedad de nadie y res delictæ a
aquéllas cuya propiedad ha renunciado el dueño por abandono.

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1.2.1. CLASIFICACIÓN DE LAS COSAS
Para efectos jurídicos se debe tomar en consideración que para el
derecho romano no todos los bienes pueden ser sujetos de apropiación
particular, es decir, ser objeto de un derecho real.
Por lo tanto, podemos distinguir entre los bienes dentro del comercio
(res in commercium), o sea, aquellos que pueden ser susceptibles de
apropiación particular, y bienes que se encuentran fuera del comercio (res
extra commercium) y del alcance de los particulares.

a) Res extra commercium: Los bienes pueden estar fuera del comercio
según el derecho romano por razones divinas o por razones humanas, es
decir, atendiendo a la naturaleza atribuida al bien, ya que son
consideradas pertenecientes a la colectividad y, por tanto, no son
susceptibles de apropiación particular.

b) Res in commercium En cuanto a los bienes dentro del comercio, que


son los que nos interesan puesto que pueden ser objeto de las relaciones
jurídicas y por tanto de los derechos subjetivos y objetivos de los
particulares.

1.2.2. MODALIDADES DE LA UTILIDAD DE LOS BIENES


Los bienes se denominan de esa manera puesto que reportan una ventaja a
su dueño. Tradicionalmente se distinguen tres niveles de utilidad en que
puede desplegarse de manera jerárquica el derecho sobre un bien. De esta
manera tenemos el uso, disfrute y disposición.

a) Uso (usus, ius utendi): El uso de una cosa se obtiene sin alterar su
integridad, ni la de sus productos, por lo que solamente versa sobre
bienes no consumibles. Se refiere a la posesión de la cosa, pero en la

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época de las XII tablas se hace la distinción entre possidere, referido a los
bienes corporales, e uti, que versa sobre el ejercicio de derechos, como
las servidumbres. En el derecho postclásico se unifican estos dos
conceptos (Iglesias, 1972:314).

b) Disfrute (frui, ius fruendi): Se refiere a la facultad de “consumir los frutos


que una cosa produce, sin alterar la cosa misma que los produce” (D’ors,
1997: 187). Los frutos son “los rendimientos a cuya producción periódica
está principalmente destinada la cosa que los produce” (D’ors, 1997: 187),
dentro de los cuales, se distingue entre productos o frutos naturales, que
suministran periódicamente las cosas de la naturaleza, con o sin
intervención del ser humano, por ejemplo, las cosechas, crías de
animales, leche y, los frutos civiles o rendimientos que se obtienen por la
concesión del aprovechamiento temporal de una cosa, tales como
alquileres.

c) Disposición (ius disponendi): Se refiere a los actos que alteran la


integridad de la cosa, ya sea física o jurídica, modificando la cosa misma
o su pertenencia jurídica, y puede ser total o parcial. En consecuencia, se
distinguen cuatro tipos (D’ors, 1997: 187):

 De consumición física: acarrea la destrucción de la cosa, por ejemplo,


al comer los alimentos, o matar un animal.
 De alteración física parcial: cuando la cosa cambia su función, por
ejemplo, excavar una mina, edificar en un terreno.
 De consumición jurídica: se dispone de la pertenencia de la cosa sin
que ésta se altere físicamente. Por ejemplo, gastar dinero, enajenar
una cosa.
 De alteración jurídica parcial: se conserva la propiedad de la cosa,
pero se grava con un derecho a favor de un tercero. Por ejemplo,
constituir una servidumbre o hipoteca.

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Esta clasificación servirá para poder analizar los derechos reales en
concreto en las siguientes unidades, por ejemplo, el más amplio que
es la propiedad, que incluso se confunde con el bien mismo, y conlleva
que su titular pueda ejercer los tres niveles de utilidad de los bienes
que en otros derechos reales está limitado.

1.2.3. NO CONSTITUYEN, PUES, VERDADERAS "COSAS", según este


criterio:

1.º Las inaccesibles al comercio jurídico, como el sol, la luna y las


estrellas.

2.º Las que, en razón de su naturaleza, no sean comerciables, como


el cuerpo humano de un libro y el cadáver, con la salvedad que
suponen hoy los estudios anatómicos.

3.º Todo aquello que no tenga existencia material: no cabe fundar una
propiedad sobre derechos ni sobre patrimonios, como tampoco
sobre universales que no formen unidad física, sino ideal.

No tienen verdadera consideración de cosas, por consiguiente, las


llamadas por los romanos "universitates rerum distantium",
"universalidades discretas" o sumas de cosas, como, por ejemplo, un
rebaño, una biblioteca, o las "existencias" de un comercio. En estos
casos, la propiedad, verbigracia, no recae sobre la biblioteca, sobre el
rebaño en conjunto, sino sobre cada uno de los libros o cabezas de
ganado, y si la biblioteca o el rebaño se pignoran, el gravamen afecta
individualmente a cada libro o a cada animal que formasen parte de
ellos en el momento de la pignoración, aunque esta diversidad de
objetos se compendie bajo un solo nombre. Por tanto, los libros o
animales que dejen de pertenecer a la biblioteca o rebaño seguirán

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sujetos a aquel gravamen, mientras que, por el contrario, los
ingresados posteriormente son ajenos a él. Tampoco puede
constituirse un usufructo ni un derecho pignoraticio sobre la
universitas, como tal unidad. Por consiguiente, quien reivindique una
"biblioteca" –siguiendo con nuestro ejemplo– deberá probar la
propiedad de cada libro, reconociéndosele tan sólo la de aquellos que
demuestre pertenecerle; no basta justificar la pertenencia de la
mayoría. Un proceso reivindicatorio entablado sobre una "biblioteca"
equivaldría, pues, simplemente, a una acumulación de procesos sobre
los diversos libros que la componen.

1.3. CLASIFICACIÓN DE LOS BIENES.

Se clasifican atendiendo a diversos criterios, de la siguiente manera:

1. Res mancipi y res nec mancipi:

Es una clasificación muy antigua que atiende a la ubicación de los


bienes y a su titular y se originó en los principios de la civilización romana
cuando la sociedad era principalmente dedicada a la agricultura y se
distinguía tajantemente entre ciudadanos y peregrinos o extranjeros.

Se consideran res mancipi aquellos bienes considerados más


importantes para el pueblo agricultor, que estén ubicados en suelo itálico y
que sean propiedad de ciudadanos romanos, incluyen terrenos y casas,
servidumbres constituidas sobre esos bienes, así como a los esclavos y los
animales de tiro y carga (Foignet, 1956: 88).

En consecuencia, todos los demás bienes serán considerados como


nec mancipi, es decir, se excluyen de esta categoría. Tiene relevancia esta
clasificación puesto que para su transmisión, los bienes considerados más
importantes, o sea, los res mancipi, exigen mayores requisitos para su
transmisión, debiendo ser mediante actos solemnes como la mancipatio,

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por el contrario los res nec mancipi pueden ser enajenados por simple
transmisión o traditio (Morineau Iduarte; Iglesias González, 1993: 113):

Esta clasificación, a pesar de que no fue derogada por alguna ley,


perdió su vigencia puesto que desaparecieron las diferencias entre las
provincias y Roma así como entre peregrinos y ciudadanos, por lo que
careció de fundamento.

2. Corpóreos e incorpóreos:

Esta distinción atiende a la materialidad del bien a que se refiere. Los bienes
corpóreos son aquellos que se pueden apreciar por los sentidos, es decir,
son tangibles, por ejemplo, un terreno.

Se consideran bienes incorpóreos aquellos que no son tangibles, no pueden


ser tocados, por ejemplo, un derecho subjetivo, salvo el derecho de
propiedad que como es absoluto se confundía con la cosa misma y se
considera un bien corpóreo (Foignet, 1956: 89).

Tiene importancia esta clasificación puesto que solamente los bienes


corpóreos son susceptibles de la posesión que es un poder físico sobre una
cosa y las consecuencias jurídicas que se derivan para su transmisión.

3. Inmuebles y muebles:

Esta clasificación se refiere precisamente a la movilidad de los bienes y


se relaciona con la división entre bienes corporales e incorporales, siendo
una subclasificación de los bienes corpóreos. Los bienes inmuebles son
aquellos que no tienen movilidad y se consideran más importantes que los
otros, entre los que encontramos los terrenos y edificios.

Para su transmisión requieren de ciertas solemnidades.

Se distingue entre éstos, a su vez, los bienes itálicos (dentro de Italia) y los
provinciales (en las provincias), urbanos (en la ciudad) o rústicos (fuera de la

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ciudad), atendiendo a su ubicación (D’ors, 1997: 184).

Por su parte, los bienes muebles, tienen movilidad y se consideran


menos importantes y pueden ser transmitidos libremente o con menores
requisitos que los inmuebles. Dentro de éstos se distingue también entre
aquellos que se mueven por sí mismos, como los animales, o los que se
mueven por otro.

Según que puedan o no trasladarse de un sitio a otro,


respectivamente. Entre los primeros, podemos mencionar, un auto, un animal
o un cuadro, que son muebles por naturaleza. También existen cosas
muebles, por su carácter representativo, como los documentos donde consta
la adquisición de derechos personales, por ejemplo, un contrato de alquiler.
En Puerto Rico se incluyen también aquellos que son muebles por que la ley
así lo establece, como las rentas o pensiones. Entre los segundos
(inmuebles), también debemos distinguir los inmuebles por naturaleza, que
están inmovilizados desde el inicio de su existencia, sin intervención humana,
como un terreno, un río o una montaña. Según el artículo 2314 del C.C.
argentino, el suelo y sus porciones líquidas y sólidas tanto las de su superficie
como las que se hallan en su profundidad, y los inmuebles por accesión, que
originariamente eran cosas muebles, pero que al unirse a un inmueble, de
modo permanente, quedaron inmovilizados, por ejemplo, un edificio.(art. 215
C.C. argentino) Por su carácter representativo, también son inmuebles, los
instrumentos públicos que dejan constancia de la adquisición del dominio
sobre inmuebles (art. 23217). El artículo 2316, considera también como
inmuebles, a aquellas cosas muebles, que, sin estar físicamente adheridas a
inmuebles, con intención, el propietario, las ha puesto al servicio del
inmueble.

4. Divisibles e indivisibles:

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Se refiere esta clasificación precisamente a la susceptibilidad del bien
para ser dividido o fraccionado sin sufrir un menoscabo en su valor o en su
utilidad, sobre todo desde el aspecto jurídico más que en el material o físico
(Iglesias, 1972:

Las primeras, permiten ser separadas en partes sin perder su esencia,


y sin volver su uso antieconómico, por ejemplo, el dinero o un terreno. En el
caso del dinero se podría cancelar una deuda en cuotas, en el del terreno
podrían venderse lotes fraccionados, siempre que respeten el mínimo de
extensión legal. Las indivisibles, al separar las partes del todo se inutilizan,
por ejemplo, una mesa o un cuadro (arts. 2326 C.C. argentino)

5. Consumibles y no consumibles.

Cosas consumibles y no consumibles: las primeras se agotan con el


primer uso, por ejemplo, los alimentos. Las no consumibles, pueden sufrir
algún deterioro, pero permiten proseguir su utilización, por ejemplo, una
prenda de vestir, una casa, un auto, etc. (art. 2325 C.C.)

6. Fungibles y no fungibles

Las primeras corresponden a aquellas cosas donde una cualquiera de


la especie equivale a otra de la misma especie en igual cantidad y calidad. El
ejemplo típico es el dinero donde un billete o moneda equivale a otro del
mismo valor y pueden sustituirse. Otros casos, serían todas las cosas que se
producen en serie, como las heladeras o lavarropas de la misma marca y
modelo, o el vino de la misma marca y calidad, o el trigo, en las mismas
condiciones. Las no fungibles no pueden reemplazarse, pues tienen
condiciones particulares que lo impiden. Por ejemplo, un cuadro de un pintor
famoso, un modelo de auto exclusivo, un caballo de carrera, etc.(art. 2324).

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1.4. RES NULLIUS.
Res nullius es una expresión latina, que significa "cosa de nadie",
utilizada para designar las cosas que no han pertenecido a persona alguna,
o sea, lo que no ha sido propiedad de ninguna persona.
No hay que confundir a las res nullius con las res derelictae. Mientras
las primeras no han sido jamás objeto de propiedad, las segundas han tenido
dueño, pero éste las ha abandonado. La principal importancia de las res
nullius es que pueden ser objeto de ocupación. A través de la misma, una
persona puede adquirir su propiedad, simplemente apropiándose de la cosa,
a través de su posesión y sin que tenga que mediar ningún plazo de tiempo
(a diferencia de la usucapión).
El caso más claro de ocupación es el de la persona que se encuentra
un objeto o un animal salvaje. Al ser res nullius, simplemente basta con su
aprehensión para hacerlo suyo. La tierra en muchas legislaciones no se
puede considerar como res nullius, como cosa sin dueño, dado que su
propiedad sería del Estado.
Es una expresión latina, que significa "cosa de nadie", utilizada para
designar las cosas que no han pertenecido a persona alguna, o sea, lo que
no ha sido propiedad de ninguna persona. La principal importancia de las res
nullius es que pueden ser objeto de ocupación. A través de la misma, una
persona puede adquirir su propiedad, simplemente apropiándose de la cosa,
a través de su posesión y sin que tenga que mediar ningún plazo de tiempo
(a diferencia de la usucapión).
El caso más claro de ocupación es el de la persona que se encuentra
un objeto o un animal salvaje. Al ser res nullius, simplemente basta con su
aprehensión para hacerlo suyo.
La tierra en muchas legislaciones no se puede considerar como res
nullius, como cosa sin dueño, dado que su propiedad sería del Estado.

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 Ocupación de cosas nullius

Como casos de ocupación de cosas propiamente nullius mencionan


las fuentes el de la insula in mari nata, el de las res inventae in litore maris
(piedras, conchas, perlas, etc.) y los más frecuentes de la caza y de la pesca.
Sólo pueden ser cazados los animales salvajes (ferae bestiae) o los
domesticados que hayan perdido el animus revertendi o hábito de volver a la
casa del dueño, como las palomas, ciervos, etc.; nunca los domésticos, como
gallinas, caballos, etc. Discutido era entre los jurisconsultos romanos si el
animal herido y perseguido se hacía ya propiedad del cazador o se requería
la efectividad de la aprehensión.

Un derecho exclusivo de caza, análogo al reconocido, con ciertos


requisitos, en nuestras legislaciones (cotos vedados), es dudoso en la
romana. En general –salvo, tal vez, esos casos de reserva a favor del dueño
de la finca, sólo admisibles respecto a fundos especialmente destinados a la
caza–, es indiferente, para el hecho de adquirir la propiedad del animal objeto
de la caza, que ésta tenga lugar en fundo propio o ajeno. Este caso podrá
determinar la indemnización de las lesiones causadas en la finca, pero el
efecto adquisitivo de la ocupatio sobre el animal se opera de todos modos.
En cambio, respecto a la pesca, las fuentes aluden claramente a casos de
concesiones exclusivas en determinadas zonas, bien por el Estado, o bien
por los particulares.

 Ocupación de cosas abandonadas por su anterior dueño


La derelictio supone una actividad o comportamiento del dominus de
una cosa que, de modo expreso o implícitamente, revela su voluntad
inequívoca de abandonar la propiedad de la misma. La cosa pasa a ser una
res derelicta y es susceptible de ocupación. Distinta es la situación de las

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cosas simplemente perdidas, porque respecto de ellas no hay en su dueño
animus dereliquendi, intención precisa de renunciar a la propiedad.

Según el Derecho justinianeo, el dominio se pierde por el dueño


anterior en el momento mismo del abandono, acogiendo con ello Justiniano,
en esta materia, la opinión de Sabino y Casio, distinta de la que parece haber
defendido el jurisconsulto de la escuela adversaria Próculo, sosteniendo que
hasta que alguien no se apoderase de la cosa, el dominio del anterior dueño
no se extinguía.

Para algunos comentaristas modernos, la apropiación de una res


derelicta no fue considerada por los romanos como un caso de ocupación,
sino como una traditio o entrega a persona indeterminada.

Una modalidad especial de ocupatio, en cierto modo intermedia entre


este modo de adquirir y la usucapión, nos ofrece en el bajo Imperio la
ocupación de un ager desertus. Si alguien tomaba posesión y cultivaba un
fundo abandonado por su dueño, y situado hacia los confines del Imperio,
pasados dos años en tal estado no se admitía la acción reivindicatoria del
dueño negligente. Otra constitución estableció asimismo que, si el dueño de
un fundo abandonaba éste, manifestando no poder pagar los tributos, previo
un requerimiento dándole de plazo seis meses, la finca se hacía propiedad
de cualquiera que, comprometiéndose a abonar los referidos tributos, se
apoderase de ella.

1.5. RES SINE DOMINIO

DEL DERECHO CIVIL


 Mancipatio
Era la forma más antigua de adquirir el dominio según el derecho civil
romano. Esta forma de adquisición exigía la presencia del enajenante y el

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adquiriente, de cinco ciudadanos romanos varones puberes como testigos y
un libripens o portador de balanza. También debía estar presente el objeto a
comerciar. En esta forma el adquiriente golpeaba la balanza con una moneda
de cobre que entregaba al enajenante como símbolo de haber pagado el
precio completo, el enajenante asentía a todo aquello y de ese modo
quedaba operada la adquisición. Esta forma entregaba al adquiriente la
propiedad, más no la posesión.

 In iure cessio
Era un medio simbólico. Las dos partes, el enajenante y el adquiriente
comparecían ante un magistrado, que era un Pretor o el gobernador de la
provincia, fingiendo un juicio de reivindicación de la cosa cuyo dominio
pretendía adquirirse, la cosa debía estar presente a menos que fuera
inmueble entonces se llevaba un fragmento de este. El adquiriente afirmaba
ante el magistrado y el enajenante que la cosa le pertenecía, el enajenante
afirmaba tal afirmación y el magistrado declaraba como poseedor al
adquiriente y le entregaba la posesión.

 Usucapio
Era un medio de adquirir el dominio de una cosa sin propietario ni
poseedor mediante la posesión y uso continuo de esta por el tiempo y
condiciones que la ley determinaba.

DEL DERECHO DE GENTES

 Ocupación

La ocupación por caza o pesca, como posesión natural es el modo mas


antiguo y universal considerado por los juristas como de derecho de gente.
Se trata de actos de apropiación de las cosas que no tienen dueño (res
nullius). Un caso de ocupación es la caza de animales salvajes, que se

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clasifican en tres categorías: animales salvajes, animales amansados
domesticados y animales domésticos.

 Incrementos fluviales
- Aluvión: El propietario del fundo adquiere lo que el agua del rio va
depositando poco a poco en su terreno.

- Avulsión: También adquiere la propiedad de la porción o parte que el rio


separa de un predio y lo agrega al suyo se considera del nuevo propietario
cuando las partes se unen y las plantas de la parte agregada echan raíces
en suelo propio.

- La isla nacida en el rio: Cuando se forma una isla en el medio del rio por
el cambio del curso de las aguas por otros fenómenos naturales. Esta se
hace propiedad de los dueños ribereños del fundo. La división se hace
considerando como línea medianera el eje del rio.

- El lecho abandonado en el rio: si el rio deja su antiguo lecho, este se


distribuye entre los propietarios de los fundos ribereños trazando la
medianera y las perpendiculares como en el caso anterior.

- Tesoro: Es una cierta cantidad depositada de las que ya no se recuerda


quién pudo ser su propietario y así se hace de quién lo haya encontrado.
Se considera como incremento del fundo que se encontraba y se hacía
de su propietario. Concede la propiedad por mitad al dueño del fundo en
que se encuentra y la otra mitad al inventor o descubridor. Si el lugar es
sagrado o religioso, se hace del que lo descubre. El descubrimiento debe
ser fortuito y no preparado con anterioridad.

- Especificación: Se produce cuando una persona hace una forma nueva


o una cosa distinta con una materia o substancia perteneciente a otro. En
temas de jurisprudencia, las escuelas adoptaron diferentes visiones a

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cerca de esto. Por un lado los Sabinianos opinaban que la nueva especie
era del propietario de la materia, mientras que los Proculeyanos le
atribuían a quien hizo el nuevo objeto.

- Accesión: Cuando una cosa se incorpora definitivamente a otra principal


el propietario de esta adquiere lo que se le une. Casos de accesión:
fundos o inmuebles casos de siembra plantación y también n caso de
quine ha construido sobre su propio terreno con materiales ajenos.

 Traditio

Es el modo mas ordinario y usual para transferir la propiedad y se considera


de derecho de gente. En el sistema de derecho civil es suficiente adquirir la
propiedad de las res mancipi en la propiedad pretoria o bonitaria se admite
incluso la res mancipi cuando el que la entrega es propietario de la cosa pase
a la posesión del adquirente En el derecho antiguo era necesaria la entrega
material di la cosa es mueble debe pasar de un sujeto a otro si era un fundo
el adquirente debería entrar en el e incluso dar un paseo alrededor En el
derecho clásico se admiten distintas formas de entrega sin el traspaso del
material de un sujeto a otro y se regulan situaciones en que esta no era
necesaria.

- Traditio symbolica: La entrega de las llaves de un almacén granero o


bodega donde las mercancías están depositadas sirve como entrega de
las cosas mismas el marcar las cosas con señales determinadas.
- Traditio longa manu: El señalar la cosa desde una torre o fundo vecino,
con tal de que pueda identificarse con certeza.

- Traditio brevi manu: El que tiene ya la cosa como detentador como es


el caso del arrendatario depositario o comodatario, se hace propietario
por convenio con el enajenante poseedor de ella.

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 Usucapiòn

Es la adquisición del dominio por la posesión continuada durante uno


o dos años para las cosas muebles e inmuebles. Esta comenzó por ser un
complemento de la mancipación. Según precepto de las XII tablas la garantía
debida por el enajenante al adquirente era de dos años cuando se trata de
enajenación o venta de fundos y de un año para las restantes cosas. por el
transcurso de estos plazos se le atribuía la propiedad al adquirente cesando
por ello la garantía del enajenante. La usucapión se excluía de:

- Las que habían sido hurtadas.


- Las que pertenecían a un extranjero.
- Las cosas enajenadas por la mujer sin la asistencia.
- La linde que se dejaba entrar las fincas rusticas.
- El lugar destinado a incineración.

 Las justas causas de la usucapión o títulos en la terminología


postclásica

Las mismas causas que justifican la entrega con excepción del préstamo:

- Por una dación en pago


- Por una compra.
- Por una donación
- Las mismas causas que pueden justificar una posesión civil:
- Por el abandono de una cosa por el propietario
- Por el legado vindicatorio

1.6. RES DERELICTAE


Es una expresión latina usada para referirse las cosas abandonadas
al primer ocupante, esto es, aquellas que han sido dejadas por su propietario
quien, desprendiéndose de ellas ha renunciado además al dominio, de
manera tal que cualquier otra persona puede adquirirlas por ocupación.

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No hay que confundir una res derelictae con una cosa perdida. En este
caso, existe un dueño, que ha extraviado el bien mueble, y no cabe la
ocupación, pues el propietario conserva el dominio, aunque haya perdido la
cosa y el que encuentra la cosa adquiere la posesión y podría adquirir por
prescripción el dominio.

Cabe distinguir a las res derelictae de las res nullius. Mientras las
primeras han tenido un dueño que las abandonó, las segundas nunca han
sido objeto de apropiación. Sin embargo, el tratamiento jurídico de ambas es
muy similar, puesto que ambas pueden ser apropiadas sin más requisito que
la voluntad y la posesión.

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CONCLUSIONES

 El derecho real se encarga de regular la conducta respecto a un bien o cosa,


consiste en un poder jurídico que ejerce un titular sobre el bien, entendiendo
como bien a todo objeto que le produce alguna utilidad al hombre.

 Los derechos reales se contraponen principalmente a los derechos personales,


cuya diferencia se deriva de la distinción que se hizo en la práctica entre acciones
in rem (reales) y acciones in personam (personales), siendo los derechos
personales referidos a los derechos y obligaciones derivadas de una relación
jurídica en la que participan un acreedor y un deudor determinado, sea
contractual o extracontractual, y el derecho real relativo al poder jurídico que tiene
el titular sobre un bien determinado.

23
BIBLIOGRAFIA

 Manual de Derecho Romano. Historia e Instituciones. Luis Rodolfo Arguello.


Editorial Astrea, 2000. Buenos Aires, Argentina. ISBN 950-508-101-4.

 Derecho Romano, Arias Ramos, pág. 215-217.

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ANEXOS

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