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Vivo en un mundo poblado de palabras ajenas. Y toda mi vida, entonces, no es sino la orientación en el
mundo de las palabras ajenas, la reacción ante las palabras ajenas, desde asimilarlas, en el proceso de ad-
quisición del habla, y hasta apropiarme de todos los tesoros de la cultura. La palabra ajena plantea ante
el ser humano la tarea particular de la comprensión de esta palabra, problema que no existe con respecto
a la palabra propia, o si es que existe, es en un sentido totalmente distinto. (Bajtín, 1979: 347-348)
A
1 concebir nuestra morada vital de la en el acto cuya implicación es una responsa-
manera como señalan las palabras de bilidad/responsividad congénita, pero siem-
Bajtín, asumimos nuestro mundillo pre arraigada en una circunstancia concreta.
como un minúsculo islote hecho de las pala- De ahí que "no haya coartada en el ser", pues
bras propias, sumergido en el inmenso e ili- siempre respondemos por y al otro, de modo
mitado océano de palabras dichas por otros: que la otredad combina las características co-
hecho absolutamente primario de nuestra tidianas del acto con su trascendencia hacia
conciencia. Concebir un mundo así significa lo "inmortal" y lo universal planteados como
reconocer la primogenitura del otro: uno lle- la manisfestación de lo propiamente huma-
ga a un mundo poblado por otros y, además, no desde la cotidianidad y la concreción del
un mundo ya dicho y valorado por ellos. La hombre en la historia: "la subjectivation est
presencia previa de la otredad es la condición immortelle, et fait l'Homme" (Badiou, 1993:
de posibilidad para el yo. El yo, entonces, se 14)2 .
forja y se vuelve sujeto en una permanente in- Vistas así las cosas, no se puede reducir
teracción con el otro, en un constante deve- el pensamiento lingüístico-discursivo en tor-
nir del acto (ético) 1 y la palabra se convierte no a la palabra ajena al problema del "discur-
so referido", al problema del hecho sintáctico.
Verlo en términos más amplios es situarlo en
* Publicado originalmente en la revista Tópicos del
Seminario, núm. 5, México, Universidad de Puebla,
2001. Disponible en: http://www.semiotica.buap. 2 Este no es el lugar para cotejar la ética del bien y
mx/publicats/topicos/5/indice.htm Publicación im- del mal formulada por Alain Badiou con la filosofía
presa autorizada por la autora para la Revista Enun- del acto ético de Bajtín. No obstante, el rechazo del
ciación, vol. 14, núm. 1, enero junio de 2009. filósofo francés a la ética abstracta y formal, y la pro-
1 Todos los demás tipos de otredad son, por sentido co- puesta que hace de una ética situacional ("Toute hu-
mún, derivados de esta condición previa de un mundo manité s'enracine dans l'identification en pensée de
en que hay un sólo "yo", el mío, y los demás son otros- situations singuliéres. Il n'y a pas d'étique en géné-
para-mí. La filosofía del diálogo, paradójicamente, ral", 1993, 18), con la proyección de la subjetividad
enseña cómo es posible ir, mediante interacción dia- hacia la trascendencia ("la inmortalidad" laica) y la
lógica, hacia el reconocimiento de la prioridad del responsabilidad personalizada, entre otros concep-
otro e, incluso, de su ventaja ontológica. tos, ponen tal tarea al orden del día.
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enunciación / vol. 14, núm. 1 / enero-junio de 2009 / pp. 135-144 Recibido: 21 de abril de 2009 / Aceptado: 15 de mayo de 2009
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ción de la responsabilidad primaria del acto, de los conceptos de Saussure en el "fondo apercepti-
la instalación en la "coartada en el ser", vinculada vo" (expresión bajtiniana) de Bally y Sechehaye.
a la comodidad de encontrarse en la objetividad El estructuralismo se inaugura, paradójicamen-
del tercero, de la nada, del vacío, del huéco. te', a partir de un discurso refractado o referido.
Pongamos a prueba las nociones de lo pro- Este adquiere un formato académico, acom-
pio y lo ajeno aplicándolas a los casos concretos, pañado en español además, por el prestigio de
relacionados entre sí, que implican, en un pri- un ilustre filólogo, Amado Alonso, que tradu-
mer caso, una interacción discursiva entre tales jo el Curso, identificable con un género discur-
nociones, disimulada por las convenciones del sivo (tratado científico), después de todo, gracias
género discursivo en que cobró forma de una a los buenos oficios de alguien -de hecho, dos y
doctrina, género' que garantiza la objetividad al más personas- que no es Saussure. Pero, después
tercero, basada en la confianza filosófica en la ve- de todo, cuando el desarrollo posterior de este
racidad de la palabra científica. En un segundo modo de pensar el lenguaje tocó el fondo, es a
caso, la interacción mencionada aparece marca- Saussure a quien reprochamos el "imperialismo
da de origen y, de hecho, ilustra el mismo plan- sistemático".
teamiento teórico mediante el estatus histórico y Si transcribimos está visión dialógica en
temático del enunciado. términos más formales, pero a la vez dinámi-
Solemos pasar por alto como irrelevante el cos, podríamos ver el texto redactado por Ba-
innegable hecho de que el Curso de lingüístic' a ge- lly y Sechehaye como una especie de metatexto
neral, de Saussure, no nos ha llegado como texto con respecto al texto original ausente. Por prin-
autógrafo, sino como "palabra ajena" con respec- cipio, ningún metalenguaje puede ser absoluta-
to a su propietario primero: por mediación de mente indiferente al objeto de su descripción, y
otras personas, los discípulos del maestro suizo, la misma búsqueda de la neutralidad ideológi-
quienes redactaron sus propios apuntes tomados ca y pureza semántica como ideal de la objeti-
durante las exposiciones orales en las clases de vidad puede ser resultado, en este caso, de una
Saussure, en la medida que las entendieron, al- interesada supresión de matices y valoraciones
canzaron a oír y a transcribir, interpretaron, des- indeseables, "objetividad" siempre provisional
cifraron, combinaron, confrontaron. Hecho que pero propia del código científico que se impone
ellos -Bally, Sechehaye, Riedlinger- reconocen como límite a alcanzar: una elección ideológica,
plenamente y se responsabilizan por el trabajo al fin de cuentas. Por otra parte, está claro que
de la "reconstrucción" que realizaron. Son, en- cualquier traducción es, en determinada medi-
tonces, transmisores de una tradición que aso- da, una interpretación y, así, aun la traducción de
ciamos con el nombre de Ferdinand de Saussure, Amado Alonso, tan precisa y fidedigna, plantea,
con la cual es identificada de hecho. Recono- como cualquier otra, por principio, la necesidad
ciendo toda la atención y deferencia con que este de tomar en cuenta su carácter a la vez metatex-
trabajo fue llevado a cabo, y la responsabilidad tual y dialógico.
científica que sin duda se encuentra de por me-
dio, no se puede hacer menos que sugerir una in-
terpretación mediadora, resultado de un proceso
de comprensión. Hablamos de una refracción de 6
Lo paradójico de la situación consiste, a mi modo de ver,
en que, en la visión sistemática de la lengua, lo que me-
nos importa es, justamente, quién habla.
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Cualquier proceso de comprensión es, en cierta medida, Aparentemente, Saussure tenía la intención de desarro-
una traducción. Como mínimo, se trata de la traducción llar también una lingüística del habla, y los pocos indi-
de un sistema de nociones ajeno en términos del propio. cios que Bally y Sechehaye captaron de esta intención y
Así, es posible suponer que los levísimos desplazamien- consignaron en un capítulo correspondiente, permiten
tos de sentido y la aplicación de los énfasis pudieron ser plantear una hipótesis de que el maestro iba a poner
fuente de una interpretación posterior dura de la doctri- ciertos límites a la visión sistemática que tal vez hubie-
na de Saussure (y de la misma conversión de las ideas de sen permitido un desarrollo temprano de la pragmática,
Saussure en una doctrina), que permitiría situarlo como o de disciplinas afines que se centraran en el discurso,
padre del estructuralismo. más allá de la lengua como sistema, etc.
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dialógicas, tanto las de la enunciación como las dad de "adaptarlo" al horizonte de expectativas
de la recepción, las que determinan el sentido. del público francés 12 .
Otro ejemplo gráfico de una refracción di- Acerca del proceso de "enmarcar" (retorna-
rigida por el mediador (traductor) es él caso- ré el punto más adelante) un enunciado ajeno en
uno entre muchos más- de querer ajustar los el contexto dialogizador, gracias al cual se pone
" conceptos ajenos" semicomprendidos al "fon- de manifiesto el contraste entre lo que es palabra
do aperceptivo" de los receptores potenciales. propia y palabra ajena, hay que tomar en cuen-
Por ejemplo, el de identificar el "acto discursivo" ta que "[i]ncluso cuando ofrecernos una explica-
bajtiniano (rechevoi act, act vyskazyvania) 10 , pro- ción causal de un enunciado ajeno, con lo mismo
cedente del mismo libro, con los actos de habla,. lo refutamos" (Bajtín, 1979: 304). El diálogo -si
expresión convertida ya en término debido a que, bien asumirnos que también el estar de acuer-
en el horizonte conceptual de la generación des- do, con sus infinitos matices, es parte de una si-
tinataria de aquella traducción (los años setenta), tuación dialógica- puede estar vinculado a una
estaban convenientemente situados los speech acts situación de conflicto, desde una pelea cotidia-
de J. L. Austin". na hasta la polémica ideológica en escala mun-
Esta adaptación significó una determina- dial. Es por algo que los sagaces buscadores de
da jerarquía de valoraciones no confesada, que, las fuentes han establecido que los primeros diá-
sin embargo, desempeñó un papel decisivo en la logos formales -género de discurso y modelo de
elección de los términos al momento de traducir e conducta social- solían, en no pocas ocasiones,
del ruso, tanto al inglés, como del inglés al es- terminar en una lapidación mutua entre los gru-
pañol: Bajtín (como tema, como autor abstracto, pos de "dialogantes" 13. Y pólemos, como bien se
no como individuo real), en aquella época, nece- sabe (se trata del étimon del que proviene la mis-
sitaba de un instrumento adecuado para ser pre- ma palabra "polémica"), quiere decir guerra
sentado y hacerse oír y entender en un contexto Michael Holquist introduce, a propósi-
profesional de la comunidad internacional de los to de esta enredada cuestión de quién habla por
lingüistas y teóricos del discurso de los princi- Bajtín o por Voloshinov, la figura de la ventri-
pios de los años setenta. Carecía de contexto, de locución. La metáfora, que evoca el ambiente de
marco de referencia propio y su lenguaje no po- feria y de carnaval, afín al pensamiento bajti-
día ser entendido adecuadamente. niano, sin embargo, pone en duda la posibilidad
La misma Julia Kristeva -carta de pre- de una identificación parcial del hablante con el
sentación de Bajtín en Europa- ha tenido que papel de aquel por quien habla, como ha de su-
reconocer recientemente hasta qué punto su in- ceder en los casos mencionados. Bally y Seche-
terpretación de Bajtín estaba sujeta a la necesi- haye se creen Saussure, y muy probablemente
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de buena fe pero, sobre todo, lo que importa es equivalente y equipolente, pero inexorablemente
que seamos nosotros que así lo creamos. Bajtín otro; el otro que me confiere sentido y me valora
se cree Voloshinov y Medvedev, o "alguien que a mí: el tema central de la filosofía primera ba-
hubiese podido hablar así", pero ásume el papel jtiniana, proyectada hacia una filosofía del len-
no necesariamente como una broma. Esta esci- guaje.
sión cuasi esquizofrénica entre el sentido de la Las palabras no son de nadie... Pero la pa-
superficie formal del discurso y su sentido pro- labra o es propia, o es ajena... Estas dos proposi-
fundo -el ideologema aparente de una filosofía ciones, en la superficie mutuamente excluyentes,
del lenguaje "marxista" y el dialogismo ontoló- pero en el fondo relacionadas, son los dos polos
gico bajtiniano de fondo-, este desdoblamiento del pensamiento bajtiniano en torno al lenguaje
planteado de diferentes maneras por los comen- y al sujeto. Para que las palabras signifiquen, de-
taristas, que coinciden no obstante en lo básico, ben ser apropiadas por alguien concreto, en una
señalando hacia la ruptura, es, en parte, el efecto situación precisa de diálogo. La contraposición
de nuestra incapacidad de contemplar el mun- palabra propia/ palabra ajenase remonta al mo-
do salvo mediante series de oposiciones lógicas.. delo fenomenológico15 de distinción entre el yo y
sí o no, o una cosa u otra, en vez de la simulta- el otro y de la transformación formal del esque-
neidad y la concomitancia del diálogo. Este cor- ma gnoseológico sujeto/objeto. El otro, de acuerdo
te sincrónico en la articulación de los sentidos con el uso difundido, suele remitir a una capa-
connota "the intersubjective quality of all me- cidad semántica de distinto alcance, sin las va-
aning: the fact that it is always found in the spa- loraciones implícitas codificadas en lo ajeno o lo
ce between expression and understanding, and extraño que son los derivados atributivos del otro,
that this space -the 'inter' separating subjects- y que se leen desde la perspectiva de otro para- -
is not a limitation but the very condition of me- mí, que es un punto de observación asequible a
aningful utterance" (Hirschkop, 1999: 4-5). En cualquier ser humano arraigado en una interac-
El marxismo, Bajtín reclama la pérdida de la res- ción social permanente. Mientras que el otro ca-
ponsabilidad por la palabra propia y su desplaza- lificado desde la perspectiva del género (sexual),
miento hacia la instancia del otro. Pero la ironía raza, lengua, estatus jurídico, etc., o bien como
y el dialogismo se convierten en el recurso uni- la dimensión simbólica del sujeto, etc., implican
versal de la palabra no sólo en la literatura, sino jerarquías distintas, cada una discriminatoria a
en cuanto la propiedad del dialogismo. La po- su modo.
lifonía es una metáfora, pero no del todo... En Lo ajeno, calificado dentro de la oposición
el caso del discurso en los textos "deuterocanó- a lo propio, marca lo mío ante lo que no lo es,
nicos", se trata de una palabra que se esfuerza con matiz valorativo inherente, como lo nuestro,
por mirar a sí misma desde el exterior (buscando que es siempre mejor que lo de los otros, lo no
una exotopía), por conocer a sí misma en calidad nuestro, en fin, ajeno. En la antítesis así plantea-
del otro, por experimentar una fuerza diferen- da, encontramos un prototipo ideológico de un
te a sí misma, por ponerse a sí misma a prueba. conflicto, y no simplemente el germen de una co-
Está preparada para entablar una lucha consigo municación o de un diálogo civilizado a modo
misma en cuanto otro, en cuanto su propio doble neoliberal.
cuasi paródico, pero no del todo. Pero los papeles valorativos de lo propio y
Esta clase de palabra de doble fondo es, al lo ajeno están sujetos a cambios históricos, y he
mismo tiempo, el otro (la "realidad" performa- aquí una situación en que lo ajeno en las letras
da por un discurso) que me busca a mí en cuan- aparece apetecible, si no como el punible "plagio",
to fuente de una valoración. De igual manera,o en todo caso, como un préstamo no siempre de-
es el proceso de mi búsqueda del otro, de mi
igual nunca idéntico a mí, antes bien asimétri-
co y extrañamente siniestro, por ser, la mayoría 15 El cual, en el caso de Bajtín, se vincula a los principios
de la reducción fenomenológica de Husserl. Cf. mi pró-
de veces, poseedor de una ventaja ontológica de logo a M. M. Bajtín, Yo también soy. Fragmentos sobre el
exotopía respecto de mí. El anhelo de mi otro otro (2000).
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alguien, mientras que el enunciado declara, ante del desplazamiento del sentido, es, por así decir-
todo, el enunciarse a sí mismo", como, por lo lo, connatural a la palabra".
demás, puede señalarse acerca del vyskazyvanie, En un plano epistemológico, sin embargo,
pero es por eso que se sustituye pizil skvo (la pro-
- la comprensión del otro mediante la literatura
cedencia vernácula de los dos les quita la aridez (prescindamos, por lo pronto, de la comunica-
terminológica, y les contribuye la fuerza persua- ción estética en el sentido más amplio) se plantea
siva y metafórica). En el enunciado, la otredad, como una posibilidad especialmente propia del
la distancia que se mide entre los hablantes, lo diálogo. "Si en un diálogo literario de todos los
enajena y su matiz terminológico, que impone tiempos resulta posible la experiencia de cono-
su origen, en vez de personalizar la relación en- cerse a sí mismo en la experiencia del otro, esto
tre la palabra y los usuarios, lo vuelve neutral, significa que la otredad estéticamente mediati-
cancelando paradójicamente la diferencia que zada debe existir y ser accesible al análisis, sien-
fue motivo de su introducción y, así, hace tiempo do algo que permita al 'yo' a reconocerse también
que se ha convertido, en la práctica, en sinónimo en lo ajeno", dice Hans Robert Jauss (1980: 184).
de oración, frase, proposición, que son unidades Es precisamente Jauss quien introduce la
sintácticas. discusión acerca de las posibilidades heurísticas
Slovo, por el contrario, es una voz vernácu- de la comprensión imperfecta que se debe, si la
la y antigua, de uso común y capacidad figurativa, traducimos en nuestros términos, a los límites in-
que en su polisemia no designa términos pero, en herentes a la traducción total, ya en ermomento
cambio, se presta a usos estilísticos. El verbo, en de señalar los dos aspectos principales de la re-
español, comparte parcelas de su campo semánti- cepción: el fenomenológico y el sociológico. En
co con slovo ("Primero fue el verbo"). Ahora bien, primer lugar, se acuerda de Schleiermacher: la in-
el glagol ruso (verbo), tiene los mismos usos, meta- comprensión al afrontar un discurso ajeno no es
fóricos y gramaticales, que su correspondiente es- algo excepcional, anormal. Por el contrario, gra-
pañol y, en ciertos niveles estilíticos, coincide con cias a ella resulta en general posible y necesario
slovo (palabra). establecer en qué punto el discurso ajeno entabla
El pasaje de lenguas es un serio reto se- una relación con nuestro propio discurso.
mántico para quien desee conocer la palabra aje- Jauss trae a cuento el principio de doble
na dicha en una lengua ajena. Desde la idea de incomprensión propuesto en su nueva herme-
la "traducción total", es necesario plantear la tra- néutica por Leo Popper hacia 1912. La nueva
ducibilidad total potencial, no sólo de todas las hermenéutica postula la comprensión inade-
lenguas naturales a otras lenguas naturales, sino cuada como presupuesto y singularidad de toda
de los demás sistemas semióticos a lenguas na- comprensión auténtica. Popper afirmaba que
turales, así como a otros sistemas semióticos. Lo existe una inadecuación de principio entre el as-
que se interpone, sin embargo, es el problema de pecto expresivo y receptivo de una obra de arte.
la comprensión parcial. Según él, "la última palabra acerca de una obra
Desde el punto de vista antropológico-fi- de arte le pertenece al receptor" 20. Este aspecto
losófico, la diferencia inexorable entre el yo pa- - de la recepción surge en medio de una disputa
ra nn 'y el yo para otro contribuyen a la asimetría
- - - con Lukacs en torno a la posibilidad de la con-
de principio entre el yo y el otro, obstaculizan la
pretensión de una comprensión total, debido a la
no identidad del yo, a sus varias hipóstasis. En el
plano lingüístico-discursivo, el margen del error, 19 "Las unidades de la lengua estudiadas por la lingüística
son por principio reproducibles un número ilimitado de
veces, en un número ilimitado de enunciados [...] Las
unidades de la comunicación discursiva -los enuncia-
do enteros- son irreproducibles (aunque puedan ser ci-
tados), y están vinculadas entre sí mediante relaciones
18
Cf. "[...] la apelación, la orientación hacia el destinatario dialógicas" (Bajtín, 1979: 307).
que el enunciado posee es su rasgo constitutivo, sin el 20 "Diálogo sobre el arte", inédito (cito a Jauss) todavía en
clusión de una obra de arte 21 . En este sentido, se enmarcada" y aun la "palabra cercada", que hay
habla de una obra de arte abierta. Jauss, en esta que entender como manifestaciones de la inter-
relación, menciona la concepción de obra abier- textualidad, mientras que en los textos de Baj-
ta en Valéry (independiente de Leo opper). En tín: a) están ausentes las palabras mencionadas
efecto, según Valéry, para un autor, el producto en calidad de términos o conceptos; b) el espíritu
de su actividad estética nunca llega a su térmi- de los términos mencionados, generados a partir
no22; una obra acabada es más bien la ilusión del de las traducciones del ruso al inglés (en las cua-
receptor, así como fuente y estímulo de su inter- les tampoco aparecen como términos), es ajeno
pretación, inevitablemente inadecuada, la cual a la idea del diálogo que tratan de transmitir; c)
renueva el proceso nunca acabado de una com- la misma intertextualidad, mediante la cual se
prensión productiva. explica en estos casos el dialogismo, es creación
En el proceso de comprensión de un dis- conceptual de J. Kristeva, quien sustituyó, por
curso ajeno influyen, con resultados variados, medio de la intertextualidad, a la intersubjetivi-
las instancias tales como el centro discursivo, dad, mientras que esta última es el fundamento
el punto de vista, el foco de atención, el diapa- del dialogismo bajtiniano.
són participativo, las categorías pronominales En este trabajo intenté mostrar, desde la
que intervienen y cambian la óptica (propuestas perspectiva de la "traducción total" -que actual-
de Gogotishvili: 144). Torop, en cambio, desde mente es el estado general de las cosas-, y con
su perspectiva de traducción total, pero traba- base en los conceptos de Bajtín que algunds in-
jando sobre la oposición propio/ajeno 23 , proce- vestigadores consideraron un "descubrimiento
de a cotejar "lo propio en lo, propio", "lo ajeno galileico" del autor, la cualidad principal de la
en lo propio", "lo propio en lo ajeno" 24 . El re- obra de Bajtín, tanto en su aspecto fenomenoló-
sultado puede ser un considerable desplazamien- gico como en su proceso de recepción: Sus textos
to del sentido, que puede ser interpretado como representan una filosofía del lenguaje orientada
incomprensión, o comprensión parcial, y, en ca- al habla indirecta y que la ilustra a sí misma.
sos extremos, como error, aunque no se trata de
error lógico, si bien desde una cierta perspectiva
pueda verse como tal. Si tomamos otra vez las
traducciones de los textos de Bajtín como ejem- Bibliografía
plos de interpretación creativa o de comprensión
Badiou, Alain. (1993). L' éthique. Essai sur la cons-
parcial, las traducciones mismas han generado
conceptos ausentes como términos en los textos
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fuente, pero convertidos en tales en los metatex-
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diadoras. En español, es el caso de la "palabra
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. (1979). Estetika slovesnogo tvorchestva [Esté-
tica de la creación verbal]. Moscú: Iskusstvo.
21 Filosofía del arte en Heidelberg [1912 1914], publ. en
-
Buvnova, Tatiana. (2000). "Prólogo", en Bajtín,
1974.
M. M. Yo también soy. Fragmentos sobre el
22 Cf. la opinión del poeta ruso O. Mandelstam: "En la
poesía, en la plástica no existen, en general, obras acaba- otro. México: Taurus.
das". Freidenberg, Olga. (1997). Poetika siuzheta y
23 Para los análisis de la traducción literaria (traducción en zhanra [Poética del argumento y género,
sentido amplio, que incluye la relación entre los textos 1935]. Moscú: Labirin.
traducidos y los textos de la cultura de origen y de la
recepción, en forma de metatextos), Torop llega a propo- Gogotishvili, L. A (1992).»La filosofía del len-
ner una "poética de lo propio y lo ajeno" (Torop: 139). guaje de M. M. Bajtín y el problema del re-
24 El origen de estas valoraciones semánticas potenciales lativismo axiológico», en Gogotishvili L. A.
hay que buscarlas, obviamente, en la "arquitectónica del y Gurevich, P. S. (ed.). M. M. Bajtín como
acto ético" de Bajtín, con su triple óptica yo para mí, yo-
-
filósofo [en ruso]. Moscú: Nauka, 142-174.
-
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enunciación / vol. 14, núm. 1 / enero-junio de 2009 / pp. 135-144
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München: Wilhelm Fink Verlag, 1982, 11- de l'oeuvre de Makhail Bakhtine en Fran-
24. Cito por la traducción al ruso realizada ce", en Recherches sémiotique/Semiotic In-
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