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A ~~p~ ,·t~.·~ ~ c ' íd~~ ~~~~.----------·
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Primer diario
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para la lectura. En tantos años he lez'do sólo unos cuantos ~~"" 7'
libros. Y ahorá estoyotra vez a las puertas de! suicidio.
Porque, n~ente, me siento incapaz de luchar bien,
de trabajar bien. Y no deseo, i:omo en abn/ de/66, conuer- Abril (1?68).
tirme en un enfermo inepto, en un test_igo lamentable de los .
-
muerte macanuda, cuándo matan. Y si no, causan lo que yo
~
11
•
8 JOSt MARÍA ARCUEDAS EL ZORRO DE ARRIBA Y EL ZORRO DE ABAJO 9
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!!!}gfl,_ en genf.!..sgw.,g_yo,..untLp.~~i!!.. .!!:_la muerte en un
cu~f!..~_¡j_rif.S!:r:!!{do. Y é.rta es una sensación iñJesmjilióli:Se li\_ ""w.lo ¡\L ~tll j_ rocas, cantaba en el gemido de e.re nionena, en sus cerdas niontna (1968
duras que se co;;;;¡;:;¡eróTi"eñiü(we.r; y el sol tibio que había
caldeado las piedras, mi pecho, cada hoja de los árbole.r y
(1969).
passim); nionena
deber~
!!!,lean . en uno, sensualmente, poéticamente, el anhelo de
vw1r y el de mon'r. Porque quien está como yo, mt!]Or es que morir. , pEl d• VIVIr
.. y el d arbustos, caldeando de plenitud, . de hermosura, inclus,o el
nr. orque (1 968). e mo-
rostro anguloso y enérgico de mi mujer, ese sol estaba mejor
que en ninguna p_arte en el l · ·onena, en su
!ueño delicioso. as cas;;a{Tas e agtL_a de Peru om-ozas de
Sa.'ñ~ que res a n so rea zsmos, centenares de
y
metros en salto casi perpendicular, regando andenes donde
OJ florecen plantas alimenticias, alentarán en mis ojos instantes
antes de · !las retratan el mundo · ara los ue sabemos
, J -,.....
n~f!!_ uec d:
· o_r:_f!_f!!!!!.!l.Ueaarnos eternamen!!....oy!!!.:_
o as;§ as existen por causa de esas montañl!:! escarpadúi-
Tiúii que se ordenan caprichosamente en quebradas tan hon-
das como la muerte y nunca más fieras de vida; falderiÓS
. . >U ¡u.·cli o . bravos en que el hombre ha sembrado, ha fabricado cha'cras
con sus dedos y sus se.ros y ha pla~tado árboles que se estiran
m~~
· (l'IOV· ~~r:~. a · esde los r · · · estiran con trans arimcia.
';bole.r útiles, !EE..§i!É!E:!!!..... e VI como ese mantona! de
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. ? .tr. V'fl')lf': CA . ,\
""'-> eh-, . ,. .... a zsmos e cua ·-----~..!!!.... hermosúimos, ·./
poderosos, un tanto menospreciados por los diestros asesinos
/vx ~<' que hoy nos gobiernan. iQuerido· hermano Pachequito,
1 Teniente en Pinar del R1ó y tú, Chiqu1; de la Casa de las
" Américas: cuando llegue aqu( un socialismo como el de Cuba,
:'6-,v r:i-< se multiplicarán los árboles y los andenes que son tierra ·
buena y paraúo! Felizmente las pastillas -que me dijeron
(f:,
(;... que eran ~eguras- no me mataron, porque los conocz' a uste-
yt~.r. Anoche resolv( orearme Obra 'illo, de· Canta o en des y a ese joven armado de ametralladora que guardaba la
San'fr11guel, en caso e contrar u'n revólver. Ha de ·ser entrada del Terminal Pesquero, en La Habana. El muchacho
Jeo para qulen";;"me descubran, pero me 'he asegurado de que sonrió cuando le dijeron que era un amigo peruano invitado:
el ahorcamiento produce una muer_te ~ápida. E;i'Obr~jÚló «Entra, compañero, mira lo que hemos hecho·». Y su rostro
San Afi~~.lP.!!.~~{'!i.vir_'!.'!.~~fÉ.Ó!. r.f:!:tf.ndgle la ·cq_beza a !os {5-- L1 tema la felicidad, la inteligencia, la foerza, la generosidad
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~hj!?JS.Ó.I!~!!I_~:trencos, f.~n_v_e:!..C:'.!_tf!.._":::11. bien con losPerrOS 1-. . i>_ J_. natural de estas cascadas que en la luz del mundo y la luz de
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' JOSt MARfA ARCUEDAS
EL ZORRO DE ARRIBA Y EL ZORRO DE ABAJO 11
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JOSÉ MARíA ARCUEDAS
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supranaciona/. Como si yo, criado entre la gente de don hacen, yo me llevo mu!i bien, no a callana esa antigua amis-
Felipe Maywa, !Eetido en el oqllo • mismo de los indios tad las mil ansias 9ue un individuo tan revuelto como yo, tan
if..IJ!:!!..'I.!!_!!!~ños de la infa,ncia para luego volver a la impaciente, cultiva y multiplica. iCómo se mun'ó mi amigo
~I!J!raindj~oklüiffltL;Jipcendido» entre los . Guimaraes Rosa! Cada 9uien es a su modo. E.re modo de
~o/· dijera 9ue mejor, mucho md.r'esencialmente inter- escribir sí I)Ue no da lugar a genialidades como las de don
pri!to el espz'ritu, el apetito de don Felipe, 9ue e( propio don Julio, aun cuando sean para utilidady provecho. Guimaraes
Felipe. iFalta de respeto y le íima co · ción!No sejusti- ,... _ , , 1 -z... . me hizo una confidencia en México, mimtras yo me sentzá
fica . No hablaná así e ~ Már 9ue se parece tyYUlVI.U'V"""" más «deprimido» I)Ue de cotidiano, a causa de una fiebre
mucho a doña (;Qrmen Ta:jp a, e arangan~ Cuzco. Car- pasajera. No he de corifesar de ljUé se trat~l Pero, entonces,
,_,. .• men le contaba al cura, de ljUien era criailá;cuento"Siiñfin de sentÍ I)Ue ese Embajador tan majestuoso, me haó/aba por9ue
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zorros, condenados, osos, culebras, lagartos; imitaba a esos habzá, com'!.Jj.Q, «descendido» hasta el Aajo de su puel!lo.;_
ammales con la voz y el cuerpo. Los imitaba tanto 9Úe el ¡;;;:o-lrera más, a mi modo de ver, ~orque a~0desc~~
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~70ñdeta;;:¡;;o'Seconveriiü. en cuevl!!!.!!.l..!!l.!!!!!.~~-~un_~y r.:' no lo habzán hecho «descender». Luego 'de contarme su his-
?-• . _.,r.J ljuebrada:r donde sonaban 'if arrastrarse de la culebra 9ue toria, sonrió como un mliélzacho chico. Ningún amigo cita-
'liri¡;m~er despacio las yerbas y .charamuscas, el hablar del dino me ha tratado tan de igual a igual, ttzn Íntimamente
zorro entre chistoso y cruel, el del oso 9ue tiene como masa de como en ai)Uellos momentos este GuimjJ~O a
harina en la boca, el del ratón I)Ue corta con su filo hasta la escn'toresy artistas; ni Gody Szyszlo, n.~' ni
sombra; y doña Carmen andaba como zorro y .como oso, y Javier Sologuren, menos aún los extranjeros notaó/es. Algo...
movzá los brazos como culebra y como puma, hasta el movi- el Pepe Revueltas, aun9ue de otro modo. 'Guimaraes no
miento del rabo lo hacía; y bramaba igual 9ue los condena- pareczá mordaz, no pareczá haber aprendido /!so. La morda-
dos 9ue devoran gente sin saciarse jamás; · ' el salón cura/ ddad la he conocido en los escritores inteligentes y erifada-
era algo semejante a las páginas de los zen ano ... aun9ue ·Cien años... • (1968).
en Cien años ay so o gen e muy esam zzada y en los desanimalizadas (1968).
dos. A esa altura no llegamos, creo, uienes estamos mu
amaga os or · · la in ancia. Pienso en este
vpQIIfl()( -
cuentos de la Taripha los animales transmitz'an -tamki{n..la l,i anor Parra icuanta sabiduría, cuánta ter-
ñaturaleza de los ho;;bres en su ~-.!L~!!:!:fin.
---creo ljueaé puro en ermo el animo estoynablando con
«audacia». Y no pOrljUe suponga I)Ue estas !lEJ..as Se pub/ica-
iiíñf61Óaespués I)Ue me haya ahorcado O me haya aestapado
!Lo/:i135.""iifi"!!!!Jit~~€.ff.!!l~~~ñqüéten-
-4r.fJ.ue affr. uede también 9ue me cure a9u~ Yantiago,
como en 96:2 e-un mal de la misma laya y origen, aun9ue \
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menos grave y en edad todavía de merecer.. Y si me curo y
algún amigo a 9uien respeto me dice 9ue la publicación~ , fJ{t. jtl(l$( "V .... , . , . . . . . .UUV .Y ,........ O" ))
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EL ZORRO DE ARRIB.SY EL ZORRO DE ABAJO 19
' JOSÉ MARIA ARCUEDAS 1\
ción del novelista es un signo de progreso, de maj¡or perfec·
ción? a/le 'o no era profesional, Neruda es profesional; ]lf:g..
JJE/f!! no !!....J?IO 'MJ!mª-.:...ifEs p_ro[esional Ga~.J!!.i!:IJ!!:!
¿Le gustarz'a que le llamaran novelista profesional?Pue
decirse q~Ulf.IJ.[ii?:_e era profesional, peri}_!!E Cervantes.
/ún~ \'
(Se mefoe un p"Oeii.ese polvo ama;:¡¡¡o del moscardón que
parecía que se me habz'a asentado en el hueso.~~
l!Tacia luchar contra la muerte, escribiendo. Creo ¡nue
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tienen
razon los médicos. Y los que me atienden a rnz' no me tratan
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como profesionales sino como semejantes.)
16 DE MAYO
.Y oonM~
~ U.V1 el CM-~ ry.Qvfn.cicJ ti
o/rcio {1968).
fl Los efectos del veneno continúan. Es como si los ojos estuvie-
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ran algo enlodados en ese polvo aman'llo que el huayronqo
( t~roJ.)
Yerrado (1968).
abraza con su cuerpo negro. Yo tengo en el ojo la pesadez de
ese insecto volador que manotea con su cabeza mineral, con
acA,.imolr,... ~,
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sus patas que tienen casi microscópicos pelos, y que son lentos
pero que, aun asz; al extmderse de un cuerpo ancho, acora-
zado de negrísimo metal brillante, dan la impresión de ansia
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_z.!!.!:) . Provincir::.r:_o de las naciones y provznczanos e lo Provincianos ( 1968); ( 1969);
supranacional-q~ÍJ&!n"biln-;:üna . e;p.a,.Ull..!.f.!?:!!!.~ bien__ (l 983 )-
Clf'r7i1ló;'e/ae].P,valor en S~ como-usteaco'fl"}nUChrrjé/íéz'dad
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muuuto oi.J'-1·~.tc:h> '•
... - dtA. -,.,.l;,.o te ~ a.l,qf'
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~o partió en su bolichera «Sansón h, llevando de
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tnpulantes a sus diez pescadores, entre ellos al maricón
~'wrl ,, . 'i,_Mudo, y como suplementario, a prueba; a u;'violinista
,, ¡). (y(liJ...J.¡; de la boite de copetineras •El gato negro•.
Avanza la madrugada. Chaucato habla con el Mudo
fYYV(JdJt ' .' en el puente:
dA ~tl'cJJ~,.{on
-Putamadre Mudo: aquí se trabaja en cosas di'hom-
bre. El hombre se diferiencia por el pincho, ¿no? Tú has
(~M~J~) nacido con pincho, oye Mudo, a·uncjue sea pa'tú. joder. tu (1969); (1983).
Cuando el hombre agarra cuchillo nu'es pa'recebir lapos
lhrYlfQr<lflt-<J a11.d)fW en el suelo. Pa'remar la chalana, pa'aguantar el paño,
pa'jalar plomo e'boliche, pa'entrar en ia abida se nece-
--vtrciAdlA d.f rr111rrifdad
év.tfu~- Ji sita pincho. Aquí se te va a parar en la mar o te voy hacer
meter una manguera hasta las -agallas .. ¿Has venido
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-~~-
o.lt\J..U.\ft'l'l\,ir ~ ~ IA\.A.O '
puteada?
La bolichera «Sansón h, de la Co~pañía •Fauna del ·
Mar», aunque. matriculada a nombre delarmador Fuen-
cu~~
(~~\ ~) .. tes de los Palotes, avanzaba a toda máquina muy lejos de
la bahía de Chimbote. Los tripulantes dormían. Chau- dormían. Chiroca (1969} .
;. ·:x. cato, todo colorado del rostro, ¡niraba al Mudo ·e n el; colorado el (1969);'(1983).
puente, a cielo abierto. ·
-«iPadrazo, padrenuestro!», . me r:ogabas anoche, rogabas[...], (1969).
mocoseando en el callejón del burdel. Putamadre, mari-
cón Mudo; a~'hago hombre. . ..
- Yo soy Yde puta, patrón. Tú sabes.
-No, güevón. Aquí, carajo, a bordo, todos son puta-
madres menos el patrón. ¿A ver?, traéme a ese violinista
del «Gato». Debe estar mariado, vomitando.
El Mudo bajó a los camarotes y regresó con el
músico. El violinista no vomitaba. Estaba muy decidido:,
-¿No vomitas? Entonces vas derecho a la anchoveta
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EL ZORRO DE ARRIBA Y EL ZORRO DE ABAJO 27
26 '\ JOSt MARÍA ARCUEDAS
-Oye, Chaucato. Entendido. El Mudo me ha expli-
que Braschi, el culemacho, li'ha quitado a los ocochos» cado el trabajo en la lancha. Pero... lcómo otros patrones
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alcatraces. Ese, ese qu'está a tu lado, va'olvidar aquí el menos antiguos en la pesca, con menos méritos -tú eres
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ojete, porque la mar es la más grande concha chupadora cumpa de Braschi, casi su,.~>adre, y que has enseñado a
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del mundo. La concha exige pincho, lno es cierto, casi todos los patrones de lancha a calar anchoveta-
Mudo? cómo tienes una lancha vieja y de cien cuando a esos
-Sí, Chaucato. otros nuevos, menos maestros, les han dado.de doscien-
-lA ver? Están llamando por la radio .• Anchoveta a tas y hasta doscientas cincuenta pa'que ganen el doble
una hora isla Corcovado... a una hora isla Corcovado ... que tú? iN o..., Chauco! No es ofensa, al revés, es amistá,
rumbo 180, rumbo 180... » Esa es la voz del .Cadete». gratitud... hermano. \
Hoy, con violinista y maricón, hacemos cien toneladas: Al patrón se le desigualó la cara mientras el músico
mandas a la mierda al violín y el Mudo cierra el oiete, el violín (1969}. hablaba. Los brazos sueltos, el ojo izquierdo con el pár-
lnó'f" pado ·bajo, algo caído y rojo; la boca igualmente algo
Como si no hubiera oído bien todo lo que el patrón caída por el mismo 1lado y el pómulo como hinchán-
dijo, el violinista se acercÓ · más hacia él y preguntó: dose ...
-lEs cierto, Chaucato, que tú te colgabas de rocas -iHijo de puta! -dijo clarísimamente-. Los alcahüec alcagüetes ( 1969); a-lcahuetes
bien altas, en las islas, cuando cazabas lobos? tes del •Gato• ven la cáscara, el forro de los güevos. (1983).
-lY ahora preguntas cabronadas, ahora que el Cuando te meta los güevos sabrás, entenderás, como las · huevos ( 1969).
• Cadete» está hablando pa'orientar la navegación, técni- putas. Estás en la mierda del •Gato•, lno? ¿y de ahí vie-
camente, a la mancha de las anchovetas? nes a hablar .aquí, carajo? ·
•A una hora isla Corcovado... A una hora isla Corco- El Mudo tomó del brazo al músico y le hizo bajar la
vado ... Rumbo 180... Rumbo 180... », seguía repitiendo la escala que comunicaba el puente con la· cubierta de la
voz por el altoparlante de la radio. Chaucato se acercó al .. ,.
·
".J.:
lanch~ . •Le etiste el dedo ... A otro lo mata• -dijo el ~
micrófono: Mudo. ~- ·
-Oye, maricón, .cadete», maricón· .Cadete»... auca empuñó el timón por las orejas.· El bar-
'-:·
. Tú, maricón. Te llevas al Mudo pa'cabronearlo•, quito empezó a cortar las olas y-a cabecear firmemente
~~%;
contestó el altoparlante. r --~ en el mar abierto. El rostro del pescador fue empareján-
-Oye, .Cadete•, lt'interesa el M~do? iTe cabreaste! l~J dose lentamente en tailto que hablaba muy bajo, como si
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¡ Ya se le paró, güevón... · ·
r~~ lo hiciera con el vientre: ·Doscientas toneladas, yo cien;
1 .¿y cuánto le has bochado pa' que te lo mande?•, se doscientas cincuent:~, yo cien: Antes burdéleábamos
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!
oyó otra voz.
-Ese es el uCharacato• Pretel -dijo el patrón-.
tw juntos, aunque la Muda diee que·él se ponía al Mudo de
1~;:'. jinete... Estos malnacidos, di'uno u otro lado ... » Observó .
lSi'ha metido contigo alguna vez? -y miró al Mudo.
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los centenares de bolicheras que se lanzaban a toda
'\ -No, Chaucato. Ese ... Tú. sabes. -Aquí yo no sé nada. oye Ch~eca máquina, como la «Sansón h, hacia la dirección señalada '
-iAquí yo no sé nada, oye, Chueca! -nombró al (1969). ' ;~ por el ·Cadete». ciMudo! iSube, Mudo!», ·ordenó. El
1 Mudo por su apellido-. Tú, músico, vas a ayudar pri-
H "....!. Mudo se detuvo asustado en "la última grada·de·la escála.
~ .i mero al popero, alucabecero• qui'arrea el paño a la mar; ·>:-~ El Chaucato le preguntó sin mirarlo: «lEs cierto que ·en
dispués vas a ser ayudante del estibador de plomo. tiempos se te paraba?• «Es cierto», contestó el Mudo.
lEntiendes, cojón de gato ...? No; no contestes, concha' e olEs cierto que la Muda te mandaba-montar a otro qu'es-
tu madre. Dispués tienes que entrar en el alz'ada del
paño. Va' pesar como cagada del diablo. Si hacemos las Va a (1969).
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taba encima d'ella?• •Es cierto; a ·oscuras, Cháucato•
·'1
!· oiLárgate, mierda!» Y siguió hablando con el vientre. (Et
cien toneladas te cuento Jo de los lobos. Yo creí que sólo -;:·
1 Mudo bajó a cubierta.) uSan Pedro, de más güevas que huevas (1969).
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...., a las putas les gustaba esa historia... ·
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.. yo, patrón de la mar: estos blanquiñosos tienen mañas . tienen mananas (1969) .
!1.'4¡
r,·: -Oye, Chaucato... , j de otras layas. Hambri~tos por el hueco, hambrientos
·i.1 -Habla, músico. Ahístá _tuavía el Mudo.
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por el pincho, así también para el negocio. Nunca por para los (1969). Una fila en ángulo de enormes alcatraces apareció
nunca llenan su gusto. Fábricas, bolicheras, muelles, fie- sobre la •Sansón l». El cerro El Dorado, cortado a pico
rros, cada año menos obreros y más tragones ellos, sobre el mar, con santuarios preincas en la cima, se ele- santuarios preincas, ( 1969);
pa'comer en la mar. Yo comencé a miar primero en la vaba, alto, muy a lo lejos, y separado de la cordillera por (1983).
bahía pa'Braschi; al agua limpita le metimos .. huevo. una honda garganta. Tutaykire está trenzando allí,
iBraschi es grande! Tiene más potencia que la dinamita durante dos mil quinientos años, una red de plata y oro.
en la cabeza, en el culo, en la firma. Braschi iputamadre~ Su cabeza brilla lento; su cuerpo duro da sombra, y por
1 tú has hecho la pesca. Ahora comes gente. Pa'eso for- eso el cerro altisonoro, con uri a-l;l~smo al mar, vigila a los
1
l maste la mafia, con los apristas. Yo, putamadre, fui hom- pescadores, ahora más que nunca. Tutaykire quedó atra-
bre del General, lno? Al al también le metieron pado por una •zorra• dulce y contraria, entre los yungas.
huevo; con él amarrar más i la mafia. Ahora Chao- Desde el cerro El Dorado, ve arriba ·y abajo.
cato, hermanón de Br schi, es contra Braschi. Dicen que contras (1969); (1983). Chaucato sintió la sombra de la montaña y examinó
pa'comer grande hay que elevarse, como pájaro en la con regocijo burlón la ecosonda que dibujaba en rayas
mar. A Braschi, que se hacía montar en el burdelito menudas y densas la mancha de anchovetas. Cuando .
di'antes, lquién puta lo ve ahora en Chimbote? Yo era su apareció la fila de alcatraces, se le cayó, enrojeciem~o, el
guardaespaldas, lno? Porque me salía de los forros. párpado bajo del ojo, enfermo desde que era huahua.
Miles de miles viven de él; en cambio él les come las hue- «Vagos, despatriados, muertos di'hambre, grandazos», e Vagos, ociosos (1969).
vas. Las huevas de Chaucato como los billetes·de Chao- dijo mirando la majestuosa hilera doble y en ángulo
cato engordan las cantinas y las putas ·de la «Rosada•, cerrado de los pájaros. Empezó a dar órdenes a la tripu-
con alegría de mi parte. Braschi se lleva mi trabajo; no lación, tranquilo en apariencia, pero con el hígado
me va tocar los forros. No se traga madre, lno? A Chao- amargo.
cato nadies no lu'ha jodido tu avía al gratén. No se traga Media hora después, las lanchas bolicheras habían
madre, ¿no?• tendido calas de doscientas y trescientas brazadas de
Por primera vez decidió casarse. Ese pensamiento largo sobre la ·mancha. Las anchovetas·fueron embolsa-
corría como una palpitación debajo de las exclamacio- das por las redes: nadaban saltando, boqueando,
nes y reflexiones que le salían de la boca. El cuerpo del-. ~~ abriendo las agallas en espacios cada vez más reducidos,
gado, el rostro bonito y Jos ojos .cii.ispeantes de ,su -:· chispeando en la superficie. Potas enormes, negras, tra-
cuñada, hermana de la mujer de su único hermano gaban todavía anchovetas y se ahogaban en la trampa.
recientemente muerto y por quien .él, Chaucato, había · Los alcatraces bajaron: pajareaban volando .a ras , del
llorado un día entero, le entusiasmaban. •iPucha!· Le mar; daban como tarascadas en la hirviente red .cargada,
tengo miedo a ella. No .me .le puedo ~e~~rac i .r
nadaban al borde de los corchos del boliche; tropezaban
uta!, me pesa como PlOmo en la le gt lL ' r.
con lagareta de nylon durísimo, estiraban sus fláccidos
qu~o hablarle. lCómo mierda le hablo?• .·r,? bolsones y los picos largos, aleteando. Saltimbanquea-
Oy6 que la tnpulación traficaba .y: echaba maldicjo- . 1¡" ban y pescaban bocanadas de anchovetas; las embolsa- ,
nes de alegría en la cubierta, pero no ·subía nadie al .:{ ban, alzaban la cabeza y hacían resbalar, como tras ¡m tul ·
puente. El sol opaco por las altas nubes de la cordillera, frío, . docenas de anchovetas, de la bolsa fláccida al
hacía resaltar el cogote ancho, un poco rojizo de, Chau, f. 1 buche. Ni las moscas de las más sucias chicherías de los
cato. barrios de las ciudades andinas hacían tanto negro baile.
Siguió hablando: «lCómo chucha... estos amos de ~~·: Algunos grandes alcatraces se enredaban en la gareta y
fábrica hacen p.arir billetes a cada anchovetita, metién- r,·~~. . ' el paño. El chalan ero los agarraba del pico, los alzaba y '- .
doles candela a fierro violento? Nosotros, putamadre, los tiraba al mar. Volvían entonces al ataque.
~•·[.
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les llevamos el material... Yo hagó parir a,la mar ... iListos, · La lancha de Chaucato, claro; sí, de Chaucato, no
carajo! Ahí está la mancha, sombreando. iMe cago en la tenía macaco; había que.alzar 1~ cala con huinche, chin-
ecosonda! iAbajo la chalana, concha'esu madres!• guillo y pulso. Todos a la faena mientras él vigilaba. ·.
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bodega hasta la cubierta, mejoraba la luz opaca del día, girar, la volvía a dejar libre; la miraba; el ritmo de su
hada resaltar la cara de los tripulantes. Un tremendo cuerpo contagiaba hasta al arbolito del patio. Como el cuerpo trascendía (1969).
chancho de tnar, un delfín, que fue atrapado en la red, agua que salta y corre, canalizada por su propia veloci-
estaba tendido sobre el boliche ya . recogido en la dad en las pendientes escarBadas e irregulares, y cambia
de color y de sonido, atrae y ahuyenta a ciertos insectos
cubierta. voladores, así el cuerpq de Maxwell templaba el aire en
-Me dijeron, Chaucato -contestó el Mudo. bullía ( 1969).
-¿Te dijeron qué? ¿Quién? el salón. En poco rato, los contertulios, borrachos y
-Me dijeron, porque yo era mierda. Desde ahora ya sanos, patrones de .lancha, pescadores, comerciantes,
no seré mierda, Chau<;ato. Tú sabes ... mirones ansiosos sin dinero, fueron acercándose al nor-
-Wortar a un gringo? Este... Maxwel~ buen gringo. teamericano y su pareja. Algunas rameras cholas veían a
-Ya soy pescador, pues, Chaucato. Maxwell como a una candela. El Chaucato dijo: «Todos •
-iAh, huevón, cule'cueva! La mafia, ¿no? ~er arrimarse a la "China" y las putas al gringo.»
El Mudo se sentó sobre el boliche, cerca del chancho ~· no lo oyó; miraba a Maxwell. Gerania, la flaca (1969 passim); flaca (1983
mu¡er, y Petron.i la,la hermana de Tinoco, parecían.estar passim).
de mar. Chaucato le preguntó:
-iEl gringo es o nu'es contra el fraile Cardozo? ¿Es arrodilladas a pesar de que dos patrones de lancha las
gringo, nu'es gringo? · · '. apretaban con los brazos. Alguien silbó desde el patio,
-Oye, Chaucato -contestó Maxe, un tripulante alto, mientras Pretel, el «Characato», entraba en el salón.
algo mulato, que caminaba balanceándose ~omo si la · Maxwell daba vueltas sobre un pie; al silbido cambió de
fuerza de su cuerpo lo venciera-, Oye, Chauco: tú no postura, quedó como en cuclillas, pero algo alzado,
eres juez para esos asuntos que suceden eri tierra. Tengo mientras la «China• hacía lo mismo. «Es caucho con tero- ·
hambre. Hemos calado bien:_Que el "gringo y el Mudo . ,;;\'1 bladera, jebe que tiene sangre•, dijo en voz alta y sin .
sean o no sean, eso lo veremos en su debido lugar. ¿ya? darse cuenta, Gerania, la mujer de.Tinoco, «Avispa San
-Ya mierda ia cotner! Yo también creo di'hambre ~/: Jorge que come araña venenosa; por eso tiene candela»;
mi'amargo por demás. rJJ , En la venión (1969),este subcapÍ·
tulo no abre el primer capítulo, lo
cierra; .el capítulo empiez~ con:
«Calla, mierda•, le espetó el patrón de lancha, un negro
grande que la había tomado de .pareja (en las asambleas negro alto ( 1969).
El Chaucato miraba ... y termina del sindicato ese negro hablaba atropellándose pero con
-t- :vp con ... mi'amargo por demás.
(1969). aire solemne y en las ocasiones tnás riesgosas). Le llama-
El Chaucato miraba regocijado a Maxwell. Tenía a una ban «Toro Muerto•. La Gerania escuchó el silbido y Cerania ya estaba muy borracha.
.1 i re sus ro 1 asi todas las parejas corrió hacia el gringo. «TÚ ahora, baila», le dijo la (1969).
i,[ hal:itan e¡a o e ailar. Un zambo, muy ceñido a una «China•, deteniéndose. Maxwell siguió moviendo las
•, rodillas como tijeras candentes
~-' joven nariguda, movía su cuerpo caliente sobando a la rodillas un instante... (1969).
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mujer en un ángulo del extensó salón. El Chaucato lo ~--
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oyó una voz disfrazada. diéndose, salió, por fin baciá el patjq· se dirisié al
-Como ella quiere. ·~-- penumbroso callejón rosago: ·Despacio, la siguieron
-Me las llevo a las dos -dijo Chaucato. Soltó a la r~ varios clientes; sin darse cuerita la siguieron como en ~
rubia flaca, abrazó a las dos, a c'ada una eón un brazo, y :~~¡,
fila. Su marido y cabrón, Tinoco; la vio salir. Él estaba
salió al patio. La «China» se arremilgó al cuerpo.del pes-
cador. Chaucato era como.·enco!'Vado, parecía grasoso. '·t~:.if cerca del tragamonedas tocadiscos. Pretel, el «Chara-
cato», se le acercó y le dijo: «anda, golpéale la puerta al
a' eso es so teron, pa eso saca e a mar utamadre Chaucato, ha de estar donde la "China".» ·
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de billetes -dijo al uien. El cholo pe.scador se detuvo un instante, de espaldas,
El aso a ucato causó silencio; en ese iristante, en la puerta del ·salón; allí se alzó de hombros y salió al
erania, la serran abrazó. de sopetón a Maxwell,
1
patio. De camisa roja y zapatos bien lustrados, una ancha
emp o revo verle los cabellos rubios. Todos miraron correa en la cintura, se dirigió al «Corral». La brillantina·
a .Toro Muerto», el orador negro, pareja de la serrana. olorosa, «Giostol'a», le hacía salir lustré no sólo de los
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Pero Maxwell alzó a la mujér en mi postura· idéntica a la cabellos peloduros sino también de la cara.
que usó Chaucato para cargar a la «Flaca». · Con su·s ~~tY El Mudo gemía en la pieza de su madre, mi entra
dedos callosos el gringo apretaba a la Gerania mientras ~~; co_uliol;i de chentes espera§a en Ia puerta. Ella gruñía:
la cargaba. Ella volvió a sentir miédo, •f.vispa San Jorge [~~· «iUh, uh, uh!» y hacía como que succionaba algo con sus
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que come araña venenosa», y permaneció quieta. Max" f'""' labios. El Mudo dijo: «Primera vez que rajo cuchillo y me
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well avanzó con paso ceremonioso hacia «Toro Muerto». se cae el gringo; A .f!:.etel le tengo m jedo. pero voy a
-Tu hembra, pues, de esta noche -dijo y soltó a la comérmelo, putamadre, Muda:» Ella señaló én el aire el
~natrón de lancha. tamaño de Petrel, luego describió su figura, y entregó al .
~ Mudo cuatro billetes de quinientos soles. El Mudo com:
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1ii'·· 34 JOSÉ MARÍA ARCUEDAS
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·tado dos mil soles, mi cabo. Ése no trabaja.
¡: miento en la nariz y en la boca. Se dirigió tranquilo al '"
«inocent;~
-Entonces no lo lleven preso. Que se joda. Hay qu
" salón del prostíbulo. Pasó por la puerta del cuarto de la r presos a pescadores maleantes; a ese
• China•, se detuvo, puso los labios junto a la rendija y este putañero zambo. ~ y (1969).
habló: aChaucato, padrazo, padrenuestro, ya soy pesca- -Jefe, cabo, el Mudo pesca ahora en la lancha de
dor...• Pretello cogió de los pelos y lo llevó hasta el árbol Chaucato -dijo el zambo-. ¿No es cierto, «Narizona•?
de laurel. •Quédate ahí, maricón -le dijo-. En la luz, lévelo preso; es ma eant . Yo soy patrón, put.!_ñero,
pa'verte la jeta hasta que acabe la zurunga en el salón.• estoy con putas, ¿no . stoy parao. • ¿Ostí?», ¿quiere? -y l·osti• quiere'! (1969).
,¡ \ La gorda Maxwell salieron abrazados al atio. El cerró un ojo.
·'¡ baile se a ta genera iza o. u o se lanzó a la ~Otro gu"ardia entró en el salón. Traía a un pequeño
carrera tras de Maxwell y gritó al tiempo que lo golpeaba sujeto de cabellos hirsutos.
\ con una rama de laurel. La Gerania, ya vestida de tul,
·¡ -Ve 'a corriendo, mi cabo -lo presentó el guardia-.
'1 abandonó al hombre que estaba en su pieza y corrió al gentma, el rosado, estaba mirando, lo estaba Ba-
patio. Encontró el tumulto en el pasadizo que comuni- ste cholo asustado ha confesado ya, pues.
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caba el patio con el callejón rosado. Maxwell había aco- -M'iquivoqué, jefe -habló el hombrecito, y saludó
gotado al Mudo con un brazo. Dos hombres se arrojaron al zambo.
sobre él. La puta gorda empezó achillar: -Soy su patrón -dijo Mendieta-. Yo le pago, jefe.
-iPescadores maleantes, mierdas, asesinos, serranos! ¿cuánto, la Argentina? ¿Es de cuarenta o de cincuenta?
Iba a lanzarse sobre el grupo enredado en el suelo. --Greía que era pabillón blanco, me'covicado -re- en callejón (1969).
,,. i';·1 Se oyeron silbatos de policías. Se desarmó el tumulto. La petía el hombre. Calzaba zapatos nuevos.
. t (• puta tomó del brazo a Maxwell, y salió con él, apurando del bnzo 1 Muwell. [-.J. (1969). -Vas preso -:ordenó el cabo-. Creías que era el
:.; ',t,¡;l al gringo. •corral», Tú eres def «Corral».
El zambo silencioso del salón iluminado seguía -Pescador, yo, lancha Mendieta; Jefe Planta, caba-
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meneándose interminablemente al compás de la música. lliro respeto Rincón, Jefe Bahía, caballiro respeto
t
Estaba sola la pareja. Un cabo le dio el alto. •Vas preso•, Corosbi; Compañja Braschi, jefe. A •corral» va pión jifi (1969).
le dijo: «Por mucho burdel que sea;-tú no haces eso aquí, hambriento, chino desgraciado, negro desgraciado ...
en el salón público.• •Estoy . vestido, jefe. Me gusta El zambo dejó a la «Narizona» en el extremo del
if·:·.,; ¡¡· ensayar, calentar primero, jefe. Me conocen; Mendieta, a
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..
sus órdenes, patrón de lancha, de la Braschi. Cada cris-
tiano mueve a su modo, propi.amente, jefe. La "Nari-
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salón, se dirigió enérgicamente hacia el cabo.
-Eso no.es justicia, jefe. lQué saca la puta con que
este serrano indio vaya preso? Buen pescador, jefe.' Ya
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·\' zona" también está de traje. Mire.•
-¿Ningún preso? -preguntó el cabo a un guardia
--~~ no va al corral, éste. Las putas cobran de entrada, jefe.
:,''1.. :~1 • Üstí. sabe. ¿Qué ha confesado? .
w;. que entró al salón. ·;:tt. - Va preso. Tú también, put'!ftero zambo, vas preso
¡~
H~ ji': -Vamos a llevar a la Gerania. Le ha sacado un también. ¿por qué dices ~·?
¡R~ ¡ pedazo del codc a un pescador inocente. De los ojos ~stá -En la cara, en el ha·blaT-Se conoce al serrano. Usted
~\~1:
alocada. serrano.
La Gerania tenía ojos grandes, muy negros e indife- El cabo puso la mano en la pistola.
rentes, pero una vez cada tiempo se le encendían, y -iFuera! -dijo-. iEste gallinazo!
'•0 ~r ;
t¡: ; t' entonces... El zambo hizo una seña con el hombro a la •Nari-
~r.·}.: ¡ 1 -iDejen esa puta! -ordenó el cabo-. La .puta no zona» y salió al patio. Los guardias lo siguieron. Se lleva-
í" '"
~~~: ';;.~ muerde por gustó. Al pescador maleante lleven preso. ron detrás al pequeño sujeto extraviado, trinchudo.
sujeto hirsuto (1969).
t?~ ·.:· ; ¿Está preso? Pocos minutos después bailaban en el salón inuchas
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~.·; -También, mi cabo. Ahistá, afuera. Un número lo parejas. La •Narizona• permaneció de pie en el extremo
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EL ZORRO DE ARRIBA Y EL ZORRO DE ABAJO 37
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JOSt MARÍA ARCUEDAS
36 Andaba en la angosta acera d~l patio ~laurel_y en Andaba en el patio del laurel, por la
angosta acera a la que se abrían
del salón, tejos de los tragamonedas. No aceptó la invita- . el callejón de luz rojiza. A una hora exacta, as vísperas, los cuartos. A una (1969).
ción de varios comerciantes y de patrones de lancha. cuando más gente había, caminaba, primero en el patio y había, iba al patio a pasear junto ala
•Espero al zambo Mendieta», contestaba. Cuando Petrel luego junto a la puerta de la «Narizona», en el callejón puerta de la Narizona ( 1969).
insistÍa regresó el zambo. rosado. No hacían cola en esa puert~ cuando el za-mbo puerta, 135 vísperas. !:1 ( 1969).
---. -Bien, Mendieta. ¿cuánto? -preguntó el .~hara- Mendieta •cerraba» el cuarto'. Í
La hediondez que se formaba en el cuello del tronco
cato•.
-Quinientos por mí, trescientos por el serrano bruto. del laurel, por el agua con jabón que le baldeaban, del laurel.[ ... ]. (1969).
~
en' ata el serrano! E Estos indi son con- criaba unos gusanos peludos. u Hijos de los·putos y la tie-
~1:6 con a plata. . . rra», decía Zavala. Todo el resto del patio era igualmente
-iOi:h~tas J'ambicia de esos guar- de tierra baldeada.
dias ·s~rnosos . El pabellón blanco_no tenía patio ni árbol. Los cuar-
-Sarnosientos, como algunitos conocidos, ¿no? tos daoan a callejones más anchos, de piso de cemento,
iUsted sabe de más, usted sabe! Vamos, «Narizona».
Le dio la espalda a Pretel.
Otro patrón de lancha detuvo a Mendieta en la
(Aparte] -cOstl>, venga-Otro
(1969).
alumbrados con tubos de luz neón blancos. Angostos
pasadizos, que estaban en sombra, comunicaban los
callejones y también allí había cuartos, los más peque-
/
puerta del salón, le dijo algo al oído. ul,De mí te habla ese ños, de las rameras más baratas. El salón de baile que- ·
cojudo?», preguntó la «Narizona». daba en uno de los extremos de los vericuetos; tenía 1 vericuetos; por el techo alto que so-
-GuaRdo ya estás con otro y en su delante de él, no apariencia de un gran depósito o de una pequeña igles}a. bresalía junto al de los cuartos.
tenia ( 1969).
estás para que hable mal de ti, güevona, con perdón de Olía a ruda. Las prostitutas no se vestían de tul paramos- iglesia. '•La Blanca• como umbién
mi cumpa. trarse en la puerta de los cuartos como algunas del .. le llamaban a ese pabellon olía
•Dice que Braschi 'ha echado otro diario grande en la cblanca•, la crosada• (1969); el ·Rosado»; se exhibían con medio cuerpo calato. El olor de(1969). la •rosada• ( 1969); del Rosado
Lima .u anco", el "Rosa o ' rra" tu tamc Blanco y el Rosado (1983). de los urinarios se mezclaba con el <;l. e la ruda en el piso y (1983).
bién, e pagan a Braschi, tanto por ciento ... », exp icaba el en las paredes, y como los . callejones eran anchos
zambo en la penumbra roja del·cuarto de la .Narizona». paredan menos concurridos que el.. angosto y .de
-iEnvidia, envidia, envidia, pues! Zambo de mi vida, rojiza del pabell~avala ~o en
por ti la muerte. Ese patrón será alCagüete de Braschi. los callejones del «Blanco», solo o acompañado de un de la e blanca• (1969); del Blanco
Braschi es maricón. pescador tartamudo y muy avariento que era paisano · 0 983 ):
Empezó a lamerle las piernas al pescador;· desde el suyo. Luego salía al campo de estacionamiento de vehí-
nudo de la rodilla hacia arriba. Con los. ojos cerrados . culos del prostíbulo y se dirigía ~gante»..Rosado,- a la celegante• rosada (1969).
avanzaba por el cuerpo; él apretaba los ojos, las manos Una irregular fiia de pedrones caleados sobresalía en el
sobre la cabeza de la mujer. Ella gustaba los vellos campo de estacionamiento, todo desigual y empinado.
ensortijados del hombre en el. paladar; ascendía, .Y Las prostitutas iban de una. a otra sala muy rara vez.
cuanto más arriba del cuerpo, apretaba los pechos· a la . Zavala guiaba a su paisano del «Blanco• al «Rosado», y · delacblanca.alacrosada•(l969);
piel del zambo; su lengua se avivaba, hacía llegar . sus . de vez en cuando iban también .al «Corral». El tartamudo . dei ·Bianco al Rosado (1983).
movimientos hasta los dedos del zambo, a la nuca, al día ' ·.~ seguía a su amigo en los paseo'; frente ~al cuarto de la Narizóna•. Zavala rondaba allí casi
~-
de su nacimiento. Y mientras el pescador repetía: oTodo «Narizona». . todas las · vísperas . de fiesta.
se paga a Braschi, todo se p.aga; de todo lo rico saca -¿Por-po-por qué a-a-andas? -:-le preguntó la noche (1969).
t. ~¿Po (1969); (1983).
tajada en billetes», se oyeron pasos afuera, los pasos de en que bailó Maxwell.
zapatos con clavos. Los pasos volvieron. Zavala. cBurdeliento• le decían y {"
Quien paseaba afuera era, siempre, Zavala. Medita- no burdelero, porque era lo que
dor, lector y pescador, sindicalista enérgico, no hablaba i¡¡áS 'olisqueaba. (1969).
·; ' [Aparte] En el patio del pabellón rosado, el laurel su fria. Le lanzaba agua sucia de vei~te cuartos de rameras; el jabó~ le penetraba en las
pendejadas ni en los bares ni en Ías asambleas, pero no :~
ralees ymalognbasu fuerza, la frescura del agua. El laurel tenia un tronco huesudo, algo podrido, sus iamas eran muy delgadas ylas flores se
podía mandar una lancha y olisqueaba ansioso Jos prostíbulos todas 1as vísperas de ~~ humillaban con la luz, no resplandecían. [Aparte] La hediondez (1969).
domingos. ( 1969)•. · :<
prostíbulos.
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~-~ EL ZORRO DE ARRIBA Y EL ZORRO DE ABAJO 39
38 \ JOSÉ MAIÚA ARCUEDAS
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otras. Se fue silbando un huayno, cruzando las otras filas
-Su nariz es chimenea de trasatlántico, binocular. ~·
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de clientes. Zavala lo vio irse. ·Pisa firme ahora -dijo-.
Huele todo el mundo. Camina firme, silba firme ese indio. Desnudo, amarrado
-iCo~co-cocobolo! al muelle, días de días, aprendió a nadar para obtener
-Yo paseo, ella me siente a segundos, a milímetros. '*
-~,
-Guardias, guardias, pues, asustando a mí. -Oe~ chofir -le dijo-, a me casa, carajo. Hasta me
~r
¡:¡¡m~nr,tl!fpelo dora~. J ~.
casa.
-•Rey cachao, gratén, yo pinaijazo», diciendo digo a -¿Adónde vas, jefe?
guardias. Guardí¡¡.s me llevan. Me patrón, zambo Meo- :~~~ -Acero, barrio Acero. Pescador lancha zambo Meo-
:t
Pou (1969). dieta, yo.
dieta, soborna guardias. Poco plata. Tú, puta, blancona,
huivona. Ahistá, carajo. Toma, carajo. Doscientos soles -Barriada dirás, serrano -le corrigió el chofer.
nada para mí. Puta, putaza. Arrancó el coch~, cruzó el campo desigual, pedre-
Le iba a arrojar los billeres a la cara. Los tiró sobre la
cama. \ Argentina se quitó el calzón; mos·
tj
rt·
goso, en el que se estacionaban los automóviles e
ingresó al arenal que separaba los prostíbulos de la
La Argentina rilostraba las piernas suaves tras un tul traba (1969). ~gi~ Carretera Panamericana. El coche se balanceaba en las urretera (... ]. (1969).
rosado. No aceptaba compromisos . de por · noche». huellas; sus faros cortaban la luz de la luna. Por las ven-
~ . Se acercó al hombre. Él retrocedió. Era
nuda!
SI e cielo se le viniera encima. iR.!Pia, blailc¡¡. des
Asto, fuera de la huella. allí unos minutos antes. /?,avala «insp~&Haba» caSI)
-iYu, jefe! -dijo-. iFiertazo de chofer ducho, al aire! todos los prostíbulos. Lo reconocÍan. Acompañado por
Siguió andando por el arenal suelto, nuevament_e el tartamudo andaba muy cerca de las filas de cuartu-
hacia el prostíbulo. Empuñaba en la mano derecha un chos del «corral». Algunas prostitutas criollas lo saluda- ·
nudo de billetes. Así entró al •corral»,' no a los pabello- han desde sus cajones. Él contestaba alzando el brazo Él no contestaba (1969); contes-
nes, al •corral• de las chuchumecas aún más baratas;.un o sonriendo, según la distancia. Aspiraba fuerte el aire. taba[ ... ¡. (1!169).
conjunto cen:ado de cuartos construidos sobre la arena , _ -::_A
1 r}AJ El viento se llevaba los olores fugaces; el hedor del
suelta. . . . · ·· ~· fl,Ó) Gt mar no cesaba. •E-e-este vicioso hue-huele ·la-la-la-las
Ne ros, zambos, in. ertos, borrachos; cholos ins - ~ h(J¡t nIX) .i "zorras" pestíferas, a-a-así, a-a-abriendo las narices», narices: 1-1-1, do•· (1%!1) .
~ o asusta o_s, chin~s fl_acos, viej~s ;.psg~p.asode
:""'.;
_ _ _ ..,./1 ~--, pensaba el Tarta. Y él también vio a Asto. También se
JOVen es anoles e 1tahanos cunas ·· cammaba el ~ dio cuenta, él, del apresuramiento del pequeño cuerpo
orra!.. acían marchas y contramarchas; pasaban por ( del pescador. ·
la puerta de los cuartuchos, mirando, deteniéndose un >~ Zavala vio entrar a Asto a uno de los cuartuchos del
poco. Las prostitutas, vestidas de trajes de algo~ón, apa- extremo de la fila. El Tarta y Zavala pescaban para la
recían sentadas en el fondo de los cuartos; sobre cajones ~i~·:
-~~-
misma compafiía que Mendieta. Los tres habían visto al
bajos. Casi todas permanecían con las piernas abiertas, indio Asto chapoteando en el mar, días de días, ama-
mostrando el sexo, la •zorra•, afeitada o no. Algunos .. :{ rrado al muelle, aprendiendo a nadar para matricularse .
en la Capitanía. Seguido del Tarta, Zavala se encaminó ··
(
serranos quedaban paralizados, mirando, y entraban. ~;~'
EJ!as les recibían lo que podían darles, desde cinco s~s, ~ -'·'Y. hacia el cuartucho del «corral» al que había entrado
\X} \ pero no se quebrantaban ante los ruegos de algunos que :-~: Asto. Desde esa esquina del •corta). se podía ver la ASio. Sobra que alli, una pobre pula
',,~
~ jJ se estrujaban las manos delante de las rameras, ni acep- ¡.~ cadena: de islas que -cerraban la bahía, las bocanas que · preferío atender en el suelo, so-
{\ \'
" 1 taban prendas, corno chaquetas, anillos baratos o som- ~-;
' "-~'
separaban las islas y por donde los centenares de barcos
pesqueros entraban y salían del puerto.
bre unos pellejos y no en el an-
. ·. gosto carre de madera y ;~lam
breros de paja, que les ofrecían. Guardias armados vigi-
~~
bres. Desde ( 196!1).
laban las dos filas de cuartos del corral y formaban el Zavala estiró el brazo y señaló la bahía.
~
retén de todo el prostíbuló. En los otros.dos lados del -Ésa es la gran •zorra» ahora, mar de Chimbote
\ •corral» no había sino muros dé adobes de cabeza, fuer- -dijo . Era un espejo, ahora es la puta más generosa
tes, que contenían el viento y la arena.
- ---
El «Corral• malamente alumbrado por dos focos altí- f:'<
k·'':
r~
k·
~-
•zorra» que huele a podrido. Allí podían caber cómoda-
mente, juntas, las escuadras del Japón y de los gringos,
,.
f~
(~
\
..
' \ . l'·
'·
42
' JOSÉ MARIA ARCUEDAS
EL ZORRO DE ARRIBA Y EL ZORRO DE ABAJO 43
~~~~~~~~~~~~~~~~ s.Cuando
versión definiliva (Chauwo
dormía ...).
~ .•:
llama vi-vi-viva. iChucha vida! ·~ arenal pisoteado como por patas de palomas era empare-
~~
Se fue rengueando sobre· la arena. jado por el viento. Un guardián juntó la puerta de
~
«Poeta tartamudo, avaro; señor de pueblo que era, madera del cerco, le echó cadena y un candado rojo
ése sólo fornica a la gran "zorra" que es la bahía -se enmohecido que tenía forma de escudo.
~
quedó reflexionando Zavala-. Antes espejo, ahora sexo Mientras, y flameadas por el viento tres chuchume-
millonario de la gran puta, cabroneada por cabrones cas subían hacia la barriada de San Pedro, por uno de los
extranjereados, mafiosos. Y, Y, el indio ése, pendejo, ,'~i caminos que seguían 1~ piaras de burros de los aguate-
~1't
. discípulo arrepentido del Tinoco, ique se vaya a la
~
· ~
~.
·t~
!.~·
<
EL ZORRO DE ARRIBA Y EL ZORRO DE ABAJO 45
44 JOSÉ MARIA ARGUEDAS '· '
-No sabes parir -le dijo la otra-. Mujer con hijo
aguanta viento, cerro pesao. Todo aguanta.
La otra, de espaldas al puerto, al humo y a las llamas
que hadan resaltar más' la figura de su cuerpo contra la
arena blanca, alzó la cabeza.
-Hijo de chuchumeca es maldición. iAhistá! -gritó.
Se dio vuelta también eiJa y retrocedió un paso para que-
dar junto a la primera' mujer y frente al mar-. iAhistá
infierno -y señaló el puerto--'Cecina~do pescado,
cacana de pescado también! Ahistá ·taridela: Su hijo de
-Claro. Como en despeñadero barrancamos. Así infierno, hijo de Tinaco, es el hijo de Orfa.
también levantaré@ caraja! -contestó la de en -Hijo de chuchumeca, hijo nomás. Tinaco es
medio. chanca, con lani demoniado, Joco '""replicó la pri- lani (1983). En la versión (1969),
La que iba primero no hablaba; se adelantó, fatigán- mera. hay nota a pie de plgina: (.) Pene.
dose mucho. Hundía Jos pies en la arena; en Jos trechos · -iTinoco, putamadreéé! iPior que infierno, hijo de
donde Jos burros encontraron cascajo y siguieron la veta candela pes tosa! Yo, yo, Virgen cita · del Carmen, no
de! piso duro, esa mujer picaba menudo Jos pasos. Llegó machorra -empezó como a rezar la otra, después de
a la carretera «marginal» de gruesa arena y basura en que haber gritado en el cerro-. Cierto es, Virgencita del Car-
\- "·
empiezan las calles, todas derechas y en cuadro, de la men, Tinaco candela pestosa, buen mozo, buen mozo ...
~JI r! ba,rriada. ~.w.\-- ie de~ ' dan o _ e~ .. ue to .. __ Culebra, barranco, piCaflor, asno, macho asno, verga
mas grande ael undo ar· 1a como un~pacriUa. Humo lan~ putazo. verga [... ] (1969); lani (1983).
' " ~a~eañte.n:lla-&sae-las~himeneas de
;j~l Se arrodilló frente a las luces· y el humo. Siguió
las fábricas y otro, más alto' y con luz rosada, desde la hablando:
fundición de acero. No alcanzaba al cerro la pestilencia -Picaflor de puta, Tinaco; de candela, ·de cacana
del mar. La chuchumeca corrió, medio encorvada, ace- mierda. Yo, yo, Paula Melchora, iMadrecita del Carmen!
zando en la arena suelta; subió algunas cuadras por umi ,.,
No machorra; preñada pues, de su maldición del Tinaco
calle que las estrellas alumbraban hasta que se perdía en preñada, yo. iAy cerro arena, pesao, de me corazón su
la cima Jejanísima del médano, la callé Colombia. Tras pecho! Asno macho, culebra.
un enmohecido volquete despatarrado, con algunos Lloraba y hablaba; lloraba y hablaba. La otra chu-
lampos de pintura amarilla, ahl estaba su casa. Interrum- .;:_ chumeca se quedó ·mirando las llamas que salían de las
piendo y, a largos trechos, rodeando las llamas, las )¡¡ces chimeneas. El fuego se at<;>raba con ·el humo; el c!e la
Y el humo del puerto, briJlaban como metal medio
:.
: _;._
Fundición lamía el cielo, formaba sombras contra el
escondido grandes pantanos en que la totora creda aun, ¡¡ ..'r agua de la bahía que la luz hacía brillar como grasa. No
salvaje. lloró, se dio vuelta y corrió a la calle Colombia. Llegó al lloró; se (1969).
La mujer que iba ultima comentó, mientras luchaba esqueleto amarillo del volquete, torció allí, entró en la
con ele·
-E
.. 0 1wva morir,
-
pues~~ ~e cerro,
1:.
1~-
casa de Orfa. Había prendido ella una lámpara buena, de
luz no muy fuerte. Sentada sobre un catre de madera,
cerro pes ¡Y.' ' . cubierto por una colcha brillosa y con flecos, miraba a su
"'-._if -'Osd no sabes, os tí machorra -contestó la que iba hijo que dormía en una cuna de madera. Detrás de ella,
·..{ adelante. · una cholita joven, de pie, luchaba con el sueño. La visi-
--... -~..._mor~~Chuchumeca enjuerma, con hijo, no tante avanzó caminando despacio, hacia la madre.
~a ..::m5istió la que iba~-,
--~~
:i·'-. -¿Hijo de Tinaco es tu huahua, de asno macho?
La mujer que iba adelante se dio vuelta; sus' pies -preguntó la visitante.
empujaron con trabajo la gruesa arena del ultimo trecho'
de la cuesta, el más empinado.
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-iDe nadie! -dijo la madre-. Mi nombre no es Orfa. ·
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46 JOSÉ MAR{A ARCUEDAS
l¡· señaló una aguada que las luces de las fábricas hacían
brillar cerca de la playa. .
-Va volar gaviotas. iVerás! -dijo.
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Una bandada densa lanzó un coro de chillidos con-
fila alcatraz, fila huana¿¡*.• culebra.
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'\ EL ZORRO DE ARRIBA Y EL ZORRO DE ABAJO 51
JOSt MAIÚA ARCUEDAS
50
qaña la mar qochamantapas, imaymana uleu ya!cu-
Nuestro mundo esta~i!ividido entonces, como manta, llasaq wayramanta, hichaq, bichanalcuq, tu- , (... ], (1969); hichanakuq (1983).
ahora, en dos partes: la tierra en que no Hueve y es bukunamanta' qapaynin, sinqayta, uyariyniyta tu- , ñawiyta tutayachin. Ninrillayñam
ciffil';, el mundo de a6a¡o, cerca del mar, donde (1969).
tayachin. Ninriyñataqmi, saya sayarispa, hule as-
los valles y;¡;;gas encajonados entre cerros escar- ~ t'YO.- Ul
[Ct t naywan, hule qapaywan, chay nisqay minisqa as-
pados, secos, de color ocre, al acercarse al mar se QUL W\.G ,,,ut~ nay!.:unawan, !.:ancharin, tanlinyan; wañuyta, tanlinyan katmni: (1969): tanli·
abren como luz, en venas cargadas de gusanos, achikyayta, mosoqyayta, poqchiqta, poqchoqta, llan- nyan, ( 1983).
moscas, insectos, pájaros que hablan; tierra más llan'qta, kikillanmanta o por la fuerza tasnuqta, qa-
virgen y parid ora que la de tu círculo. Este mnndo. sillaqta musiaspa. Qawaytaqa qawanipunim. Qam
de aba·o es el míó comienza en el t;'""o, abismos hina imaymana kaq, chay kaqllamanpas tukuleuy-
y anos e ueños o es• ua es ue el hombre taqa atinitaq. Chaynam, Willanakunsuyá, aypana-
h ce pro ucir a fuerza de go pes y cancwnes; kunsunyá maykamapas imaynapasb. [Muy fuerte-
acero, felicidad y sangre, son las montañas y pre- Acero(... ] y sangre (1969). mente, aquí, los olores repugnante~ y las fragan-
cipicios de más profundidad que existen. ¿suce- cias; las que salen del cuerpo de los hombres tan los que (1 969), ( 1983).
den ahora, en este tiempo. historias mejor enten- diferentes, de aguas hondas que no conocíamos, diferentes,[... J, del mar (1969).
didas, arriba y abajo? del mar apestado, de los incontables tubos que se la incontable variedad de ( 1969).
;s RO DE ARRIBA: Ahora hablas desde descargan unos sobre otros, en el mar y al pesado descargan dentro del agua y en el
; cuentas historias de Chimbote. Hace aire se mezclan, hinchan mi nariz y mis oídos. ya pesado ( 1969).
s mil quinientos años, Tutaykire (Gran Jefe o aire tapo11an y oscurecen mis oídos
Pero el filo de mis orejas, empinándose, choca con y mis ojos. (1969).
Herida de la Noche), el guerrero de arriba, hijo y (1969): Jefe Herida (1983). los hedores y fragancias de que te hablo, y se
de Pariacaca, fue detenido en Urin Allauka, valle transparenta; siente, aquí, una mezcolanza del transparenta, tirita, arde en ondas:
yunga del mundo de abajo; fue detenido por una morir y del amanecer, de lo que hierve y salpica, (1969).
, de renovarse de lo que hierve y
virgen ramera que Jo esperó con las piernas des- de lo que se cuece y se vuelve ácido, del apaci- salpica, del volverse ácido, para
nudas, abiertas, los senos descubiertos y un cán- guarse por la fuerza o a pulso. Todo ese fermento nacer del suavizarse para ser la
taro de chicha. Lo detuvo para hacerlo dormir y superficie de una hoja: todo ese
¡~~~ . está y lo sé desde las puntas de mis orejas. Y veo, fermentar lo siento y lo sé en las
dispersarlo. 1 a ua ba'a de his montañas ue o \~ veo; puedo también, como tú, ser lo que sea. Así puntas de mis orejas que son co-
.habito¡ corre por los va es yungas encajonados corre como lágrimas de sangre por es. Hablemos, alcancémonos hasta donde es posi- mo las alas de las mariposas muy
1969
entre montañas secas y ocres y se abre, igual que < >· j6venes. Pero no me contestes
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ble y como sea posible.] ahora, yo seguiré. ( 1969).
la luz, cierto, cerca del mar; son venas delgadas en
la tierra seca, entre médanos y rocas cansadas, que
es la mayor parte de tu mundo. Oye: yo he bajado
siempre y tú has subido. Pero ahora es peor y me- ."t;· Chaucato dormía entre las do ~1?!9 stituJl!§,;.L.\?D.,Caba con-
jor. Hay mundos de m.ás arriba y de más abajg,J:J...~ i
fiadt>':"'L:l«Flaca." em~v~tirse. flaca. se vistió. (1969).
· dividuo ~retendió quitarse la · e rib
,.,
:!-•
instante. Después hablemos y digamos como sea· Después continÓa como (1969).
preciso y cuanto sea preciso.] preciso. Cuenta(... ]. (1969). ~ ' En la ver~ón (1983) no se destaca grlficamente la palabra.
b llanllariqta, musiaq hina, chay llullu pillpintupa rapran hinam musiaq ninriyqa. Amaña kuranqa qam rimaychu, iutichiwayraqchu [•.].
EL ZORRO DE ABAJO : N~siutam lcaypi, sumaq, mi- (1969). .
llay qapaylcuna, imaymana runa!.:unamanta, asnas- "'
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52
JOSt MARÍA ARCUEDAS
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que he ( 1969).
_¿y lo que'mirado? No me quitaba el ojo arrecho el ojo arrecho. (1969). Las últimas
mientras ... Todo eso que te'a hecho, pues. líneas del texto der.nitivo del
-Pa'eso trabaja y tiene ñeque. ¿No será que de mu- capitulo a panir de: mientras...
no r.guran en la versión (1969).
chacho, los lobos qui'a matado en las islas lo parieron de Además, el fragmento que em·
nuevo? Mírale bien; parece Jobo sin bigotes, de respeto. pieza con: Chaucato dormía... y
tennina con: el ojo arrecho. está
-Puede, puede... Le habrás tocado, ¿no? De veras, colocado después del párrafo
tiene Jos huevos redondos, pa'su desgracia. Ya va disper- que termina con: Regresó al •CO·
tar. Un taxi le espera. Lo lleva de frente a La Caleta. rral•. Ver supra, p. 43.
11
53
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78
JOSÉ MARíA ARCUEDAS
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1 las cosas. má.r de treinta años? Hasta he vivido un año en la pJ:i!ión
l!:j ~siempre he vivido feliz, extraña~frjJJ!Jdi.?JI:!!f!!!E'f:.. . ciudadana. (arañas, arco zris, semen). de un..EaÚ delterc,
las czuatiiierEñ"NeflfYt?lc~a ·semana, tal como sz mundo, !1 escrzbz' una novela.§.obre esa cárce(All{ sólo mi-
1
,,.\" ~iído en mi aldea nativa, cuando ella ardía, en !al raba, me incrementaba, sujrzá con mi infancia anticuada. Y
i·l
.· vz'speras, entre camaretazos y cohetes disparados desde lo.i no conozco a la mujer de la ciudad, por ejemplo. Le tengo .'
1k¡;, castillos de fuego hechos por don Am!1car Astoyuro. El euca- miedo, como le tuve al remanso del rzó Pampas, que paséa ca-
.t lipto de la plaza parecía entonées que iba a cantar un himno
.¡;··
·1~. ..
hallo, siendo niño, y en invierno, cuando el agua es transpa-
con voz de toro. No me asustó esa ciúdad en que los edificios se rente. Veza cruzar los peces casi rozando las paternalz'simas
f\. parecían tanto a los castillos, tamhi~ de cien pisos, 'que don patas del caballo que me cargaba, sus patas queridas. Veza a
Amz1car hacía para las vz'speras. P&o en New York¿ ón e se esos peces en lo profundo, y sentzá en los ojos mortales lágri-,
puede encol11J:IlJ:..un.sitio-par(r¡roner a riüfflo como-en~la c. mas de ansia por lo mejor de lo mejor; sz; alpensar r¡ue el ca-
beza de una paloma o en lg;_ o~smf,¡j.u/.e,Jm.ga&g,l¡JI..e.has
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t\l ¿Y cómo hago, ahora yo, por eso, para anudar y avivar
las ramas que tanteando !J anhelante, como un sujeto que des-
pierta de un coma profundo, he extendido tamo en elprimer
sajeros de camión y uno que otro con cara y traza de comer-
ciante o de viajero de «categoná». Los prcfesores de mi Uni-
versidad, la Agran"a de La Malina, van a veces, en patota, a
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capz'tulo de esta novela? Ya se ve allí que de tanto tener y es- almor.zar al «Miguel Ángel». Unafeliz y buenamoza señora
J;~¡I tar, entre desconcertado !J loco de dicha, en las ciudades -en
París creíentender todo !J a todos-, algo sé de cómo arden las
gorda, es la dueña del negocio. Nos gustar ver cómo atiende y
conquista a sus clientes. A los prcfesores de la Agraria les hace
ciudades, algo conozco de su verdadera pulpa. Allá voy, pues, un descuento especia4 «para la gasolina».
a como dé lugar, a esoihir el capzíulo 111, con esteferoz dolor «iAllá voy si no me caigo!», negro Castiahurú. Me refiero
m la nuca, con este malestar que los insomnios y la fatiga no al almuerzo sino a lo que tengo que esmhir. Revolución
i,
1 producen. socialista por estos lados sólo en Cuba, negro. Lo vz; lo gocé un
•iAI!á voy si no me caigo!», como gritaba un cavernoso y mes y, sin embargo, ando en d!ficultades para comenzar es1 (
J. gran negro viejo que pregonaba tamales, en Lima, allápor el maldito capzíulo /U. ¿Tendrás razón, negro? Yo soy «de t.
L~ año 34, cuando el negro Castiahurú me hablaba de comu- lana», como me decz'as; de «la altura», IJUe en el Perú quier
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nismo, de socialismo inminente, que nos esperaba ya, según
é~ de allípara el día siguiente: «ÍSinfalta, serrano pendejo!»
Mañana, opasado, o el lunes, comienzo el capzíulo //1, a
1( decir indio, serrano, y ahora pretendo esmhir sobre los qu
tú llamabas ':.__delpelo», zambos criollos, costeños civilizados
ciudadanos de la czudíid; los zambos y azambados de todo
t como dé lugar. He pedido, para esmhir este libro, diez meses
de licencia sin sueldo de la Universidad, y ya han pasado
,;•
..~ grado, en largo trabajo de la ciudad. En esa categona de
·~.·:.· ::
~t. azambados no considerabas tú a los indiosy serranos <rincai-
..
cuatro y medio. No puedo_ huevear:;rzás tiempo. Y no vuelvo ~; ~amamarrachados» por la ciudad. Según tú, los
más al puerto hasta term~tralgjo o reventar. Y no es
ír .¡
t:. ' .~
;~. de «la lana», los «onundos», los del mundo de arn"ba, que di-
¡1.' que pretenda aesmhirprecisamente Ch~o, ustedes lo : ~~. cen los zorros- ·a ué habré metido estos zorros tan difiéiles
~-
'>'~-· saben mejor queyo:-tsa es ~ue menos entiendo ~~~ en la novela?-, olemospero no enten emos a «To'S7le!pé7o»: ia
~udad. Pero aszy todo, «on"undo», y como ya se me acabó la
1(.
máS me entuJiasma. 1 1 uste es la vieran! iT~p miedo, no !:~~
?flo-rorñenzar este matditi!'Capítitro:rn:tl;Ve'Tast ¿Cuántas 11;\t ~r/ana», me zambullo en tu corazón que era el más zambo y
f!t¡.cerhemoJ'ltahiado deé~aocto~ero yo no voy
¡~:fi:
azambado que he conocido. i Y bien que te conocza! Tengo tes-
a "CfiC:As~ aunque no duerma, aunque eseferrocarril de las r~~- tigos, aunque los mejores, dos, se han muerto, igual que tú, ne-
4,30am. que pasa, sin perdonar un solo dza, a diez metros de gro, Dr. lulitf' Castiaburú.
la casita que rengo alquilada en Los Angeles de Chaclacayo
mesiga comiendo elsueño, yo sigo. Bueno,¿!/ si no puedo?Me \1
tendré, pues, que ir a Santiago, a mi casa de la mamá:Ange· ln
lita. Pero estas páginas, las primeras de Puruchuco, donde ~;· SANTIACO DE CHILE, 6 DE MARZO
Arturo me ha dado una oficina para escribir, yo las incor· ·f:;
poro como el estrambótico primer diario. Son parte de/libro \i. Estoy de nuevo en casa de Angelita HeinecJ.e. Empecé a
}.
si ha de existir tal libro. Las ingenuas lz'neas que esmhí en escribir el capzíulo Ul
Chimhote -no es un diario; sólo umhía algo cuando estaba f.... ,
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JOSt MARiA ARCUEDAS
172
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amigos don Esteban de la Crit,z r¿ el loco Mo'ncadi..EJ e{cap{·
tufo !L,y cuando mefaltab(ln, lólou~as páginas p(lra con- . v (196%).
Cfuir e.re capzÍUlo, decidÍI/amar amiizzuj~L a.Aur¡upa,..pa¡;a , ,
lit'·_ ' celebrar la .rali~aj.!!~o, de la ~í::ea r¡ue amagaba mipen.r_a~ omorg·~· ( 1!lü!lb).
~fr:.
mierito. Vz"áje elzz casz triurif.almenU:Arer¡uipa e.r una CÍU"
\(ü: .,
dad en ngel Ra a e¡'asearía con .ru i'mpb-iuT'bable, o .
mejor o ' - ma cabeza y.ru f!i.r.l:iplinado corazon; mojor. dirí• (i!16!fo).
l'l•.
.re paseaná entendiendo bien loi contrastes'9ue h'ay mire lo.r
1""''
.
:·l.:.: sillares de piecfra blanca volcánica con r¡Úe e.rtdTI heéhos lo.r
l~~ 1 edificios coloniales .rillare.r como de nieve opaca, y la e.rme- colonioles. sillorr. ( 196!lo): ( 1!lti!lb):
li~¡:~ ralda sangrienta del valle en r¡ue la ciudad .re levanta. Ángel
comprendmá el significado d,~l co~rr._iz.r~~ ent¡e esta e.rme, '
(1983).
t¡~.'¡;:
IDJI,:
ra/da y/a .rer¡uedad astrai de/ 4e.rúr~o: TnOTZ;t~ñOSfJ en r¡ue el
valle aparece como un nó tristísimo d/puroferaz brillante. y
É~ Ánge~ comprendená; .ru.r i'ninemo.r ojói Se llmálz.~n aigo
\( ..
r~·::j?-· más de esperanza, de tenacidad, de iabiduná rego,cija,day no
a.rupremada y por éso mismo; no.vendiqle en'e! iná.r vor,azde
¡:~. ·.:"
~ ·;,
!~.'f"
~~cj
;~-.-~ f nura, te colmaná.r en Arer¡uipa e "!:ás .re!Pfridades y júbilos
.robre no.rotro.r, lo.r andinos. A/l{rz,a~ieron, Mefiar!J.Mario. del mundo, ¡...]. !Aport~do] Mien·
fPJ:~;·-~.
...~~[~¡. ~~;
Mientras tant9.r!f~de la grandísima revi.r~a norteame-
ricana L' ~~Ofilí!!1r, ue de veras cabal a en amz: .urr. (1969oi.
IrOS la O! O ( 196!lo).
.
·m·~h
gera jam , ~ re un gran centauro rosado, me ha lan- fom~ pero eomo sob.re nn cobollo
~:i? IC'nt:lmeute \'O bliliz:~do. Jnl' ha
!> ··::·
;,t··~1l: 173 (l!lG!lo) . .
tJ*~t~ ;~
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JOSÉ MARfA ARCUEDAS EL ZORRO DE ARRIBA Y EL ZORRO DE ABAJO 175
174 .
En este dzá en que siento como que~~~ ese día (1969b).
xi1}!!!._4e nuevo y_bp_r.xa..a..pxe~~J!.J!li.im_tJginación
el rzpretr:_tf.O..~Y!.l!j.Y.UJfl.h.ien..cOIJr.dinadJJ.uiJ.f!'.t.r.SfJ.Ji~os-p;.:á_i-
cian¡¡¡¡¡e¡teinund.o, rendido menos de-l 'ofjY.e mQr C.(lP...Íf!!!!..!l~ los.:!.ZP.tt.o.s»rno sé bien por yué me acuerdo
en as z erenczas ue ha que he sentido y visto, entre un gri- de Moquegua; del contraste entre ese barro aureamente mo-
l oy un a ca e quec ua, entre un pescador del mary un pes- delado de que están hechas las antiguas casasy el hotel de tres
cador del Titicaca, entre un oboe, un penacho de totora, la pi- pisos -el mejor de la ciudad- cuya lisa fachada de cemento ·
cadura de un piojo blanco y elpenacho de la caña de azúcar: en que las puertas de las piezas se ahn'an como nichos o cel-
entre quienes, como Pariacaca, nacieron de cinco huevos de das, hizo rebotar mi cuerpo y me obligó a huir calle ahajo; me
águila y aquellos que aparecieron de una liendre aldeana, de acuerdo del paralz'tico señor tan plácidamente resignado en
una común liendre, de la que tan súbitamente salta la vida. Y su casa moqueguana, sentado en tina silla de ruedasfrente a
este saber, claro, time, tanto como elpredominantemente eru- su confidencial molle, ya condenado por ser nativo.
dito, sus círculos y profundidades. Escrita y publicada la EnArequipa estuve doce dz'as. Al!{escribíquincepáginas,
noca con que pretendo bajar a don Julio, aunque no sea sino lasfinales del capz'tulo IU Por primera vez viví en un estado IV (1 969a).
por algunos segundos, de su jlamzgero caballo, he vuelto a de integración feliz con mi nl!l;er. 'Por pnmera vez no senll'
sentirme sin chispa, sin cande/ita para ·continuar escri- temoralam ujer amaaa"';Sino;pot"el contrario,felicidad sólo
biendo. Quizá sea porque he ingresado a la parte·mtú intrin- a instantes espantada. Elpino de ciento veinte metros de al-
cada del curso de las vid.O.r que pretendo contary en las que mi tura que está en elpatio de la Casa Reisser y Curioni, y que Curioni y (1969a).
propio intrincamiento en vez de encontrar el éO.m{no del des- . domina todos los horizontes de esta ciudad intensa que se de-
· encadenamiento pretende desbocarse o ú opaca, porque... fiende contra la agresión del cemento feo, no del buen ce-
Bueno. · ' · · mento; ese pino llegó a ser mi mejor amigo. No és un simple
Viajé a Arequipa en abril..Pasé po~_Moqu~gua, ciudad decir. A dos metros de su tronco -es el único gigante de Are-
colonialísima que no conocz'a. EnMoqúegua habléeón un pa- quipa-, a dos metros de su tronco poderoso, renegrido, se oye
ralzíico que descansaba, al parecer, piácidamente,' 'én el her- un ruido, elll'pico que brota a los pies de estos solitarios. Como
moso patio de una casa tz'picamente moqueguana. Los teclzoi lo han podado hasta muy arriba, quizá hasta los ochenta me-
están enlucidos de barro porjuera; sÓri de dos aguas pefo no tros; los cortos troncos de sus ramas, as{escalonados en la al-
concluyen en ángulo sino en un pequeño plan~. Es~pla'izo y~¡ tura, lo hacen aparecer como un ser que palpa el aire del
barro le dan un encanto extraiio. En élpatio había un molie · mundo con sus millares de cortes. Desde cerca, ·no se puede
que el caballero paralz'tico decía · hri.her deftndido muchos verle mucho su altura, sino sólo su majestad y ozr ese ro ido
años ya, porque sus descendi~n'ies éoiuiderahan· a ese ár.ho'I · subterráneo, que aparentemente sólo yo percihzá. Le hablé
como indigno. El señor ordenó que me mostraran la ·sala de con respeto. Erá para m{ algo sumamente entrañable y a la
su ca.fa. Estuve allí varios minutos. El te'cho!) el esp-acio de la vez de otra jerarquzá, lindante en lo que en la sierra llama-
;:·\ mos, muy respetuosamente aún, ~extranjero». iPero un árbol!
sala, con esaforma geométrica de plenitud tan ex(,:aña, Ó:al-
t:~
taron lafelicidad que ten(a denrro de m{misTno. Elpiiral{ticó Oz'a su voz, que es la más profunda y cargada de senll'do que. voz que (1969a).
t
·;· me dijo con serena resignación: ~cuando j¡o ine muerá van a nunca he escuchado en ninguna otra cosa ni en ninguna otra
cortar el molle, derribarán esta casa!J construirdn un edifiCio parte. Un árbol de éstos, como el eucalipto de Wayqoalfa de estos (1969a).
de cemento chato, caluroso, moderno ...». mipuehlo, sabe de cuanto hay debajo de la tierra y en los cie-
l.~~·;_~·
·~
:.;'•
r,;;¡· El estilo moqueguano de casas, altas,.frescas por el espa- los. Conoce la maten'a de los astros, de todos los tipos de razées
cio y por los materiales de que están hechas,fue crttado y cons-. y aguas, insectos, avesy gusanos; y ese conocimiento se trans-
¡,
·j: truido para proteger, animar y pacificar al hombre que ha- iJ:: . • mite directamente en el sonido que emite su 'tronco, pero muy
1,.'\
hita e{ angostísimo valle ardidue, caid~ado por el rfesierto de
~.¡'.·
cerca de él; lo transmite a manera de música, de sahiduná, de
¡;~
d.erra ya enhiesta a esa altura de la yungi:úosteiia.
.. . Pero
tipo de ambiciones, anhelos y empuje delhomhre·precipitá-
damente modernizado... · · . ·
/
el
'1 consuelo, de inmortalidad. Si te ·alejas un poco de estos in-
mensos solitarios ya es su imagen la que contiime todas esas
verdades, su imagen completa, meciéndose con la lentitud que
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178 1" ;.
t'ntima, Una estada en los infiernos, Briznas de hierba, cUna estada en los infiernos•,
raíso y que duró hasta la madrugada, apagó la poca llam~ de Trilce, las tragedias de Shakespeare y Sófocles? ¿No es é.rta ·Briznas de hierba•, • Trilce•
repente encendida. ¿Por qué? ¿Por qué? Una profesora muy ·'. ri: una forma de reacción verdaderamente indo-hi.rpana y res-
(1969a).
gorda, podná decirse jea, de lentes, a la que en el PerÚ la gorda podría (1969a).
ff' petable? Así lo entendió Mario y, por eso, en vez de ningu-
~
habrían arrinconado en la amargura, cantÓ y bailó en la near los resultados de esa experiencia los aprecia con entu-
fiesta de modo que, primero, sumió en la meditación, diré en ~~t siasmo. Y comprendo al mismo tiempó r¡ue Cortázar, dema-
el silencio, a cada quien, silencio que el cuerpo necesita para silencio • (1969a). ~
') abrir todos sus poros y cargarse de luces y recuerdos; y des- '~
siado traspasado y acaso medio rendido por el olory hedor de
las calles, se extravía hasta el enojo ante la confesión de la
ir~
r pué.r, ella misma, la gorda, hizo bailary bailó con la energía l'i:J~i mi.rma experiencia y la menosprecia manoteando.
'?.-!~'
y libertad en algo parecidas a las de lasfiestas de los pueblos ~..~\ Yo no guedq in,·o·ar eLcnpzí IV (1969b).
peruanos indígenas. La profesora gorda, de lentes, de cara· indios (1969a); (1969b). -~ ,/•~m'.-ln .Ln.../-~
~~:i
(Varg!!S Llosa) estuvo un dzá en mi casa, Desde los primeros
minutos comprendíq;;;h';b{¡-mos anda lo por caminos dije-
<l'}fé; .. rentes. ¿Cómo no ha de ser di.rtinto -salvo excepciones, por-
.
~¡~: ,· que el hombre es Dios-, cómo no ha de ser di.rtinto quien jugó dios ( 1969b).
¡.!~i;:,
r:C~· en su infanciaformando cordones ondulantes y a veces rectos
de liendres sacadas de su cabeza para irlas, después, aplas- sacados (196\la): (1\16\lb). irlm
!~} 9
~¡,i;' 1 tando con las uñas y entreteniéndose, de veras y a gusto, con (!9G9a); (1 69b). esperan en esa dudad armoniosa y tan mestiza, un escritorio
l
el ruidito que producrán al ser reventadas; cómo no ha de ser y dormitorio hermoso, una huerta, un patio empedrado, el y un dormitorio (1969a).
diferente ese individuo del hombre que pasó su infancia en gran no Santa, el mi.rmo r¡ue, según ya se ha dicho, SI! retrata,
!l.~.~-~:_i~;: una ciudad tan intensa, grande y rica en gente y en edificios al extenderse cerca del mar y tras el cerro Coi.rhco, de Chim-
~ ~ .-~'
.r;:~. :-·''
~ ( .:~ .
como Roma o Arequipa, por ejemplo?¿Cómo no ha de ser di-
ferente el hombre que comenzó su educaciónjonnaly regular
hote, se retrata en elsudario,flameante trapo lleno siempre de
polvo, de la cruz r¡ue clavaron en las ruinas pre-hi.rpánicas
,'. 1 en un idioma que no amaba, que casi lo enfurecía, y a los ca-
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que se alzan con carcomida grandeza en el centro de la ba-
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torce años, edad en que muchos niños han terminado o están
por concluir esa escuela? ¿Por qué no ha de ser cierto que ese • Ulises• ( 1969a). .1-.t
rdada de San Pedro. Esa huerta y dormiton'o están en la
casa de un amigo, de un gran caballero r¡ue, según se o/zrma
individuo haya tenido dificultades para entender el Ulises
de ]oyce y los tenga para seguir a Lezama Lima, tan densa e
inescrupulosamente urbano? ¿Que haya abandonado algo
y las tenga ( 1983).
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en Caraz, ha amado a muchas indias y mestizasy r¡ue por eso
se ha quedado solterón.
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SEGUNDA PARTE
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¿último Diario?
pelea... (1970).
\i,1 iCliántos Hervores han quedado enterrados!Los Zorros
;! no podrán narrar la lucha entrelos lz'der'es izquierdistas, .Y de hablar de la lucha ( 1969c); 1970.
·.·¡ los otros, en el sindicato de pescadores; tio podrán intervenir.
..,,·;
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Los siglos que cargan en sus cabezas ·cada uno de esos hom~·· ·
¡~ bres enfrentados en Chimbote y continuadóres muy sui ge-
¡~ neris de una pugna que viene desde que la civilización existe. · sui generis[sin paiticularidad grl·
No aparecerá Moneada pronunciando su discursofonerario,
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lica) ( 1970).
de noche, inme.dip.tamente después de la muerte de don Este-
ban de la Croz; el sermón que pronuncia en :el muelle de La
1~ Caleta, ante decenas de pescadores quejuegan a./o_s dados. cer-
~
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ca de las escalaspor donde bajp,n a laspancas!1 chalanas qu.e pancas chalanas (1970).
los llevan a las bolicheras. Los .Zorros. iban a comentary dari-
zar este sermón funerario en que el zambo «loco».enjuicia. a(.
li·•.! mary a la tierra. Y el último sermón de Moneada en el campo
~¡ quemado, cubierto de esqueletos de:r·atas, (le! mercadó, .de La
~
~
Lz'nea que la municipalidad manda arrasar con buldóseres.
Al!{ el zambo hace el balance final de cÓmq ha visto, desde
h~ Chimbote, a los animalesy a los hombres. Porque fl es el úni.co
a que ve en conjunto y en lo particular las naturalezas y desti-
~
~
nos; y los Zorros no danzarz'an a saltos y luces estas últimas
palabras. No podr/ relatar, minuCÍ()famente, la suertefinal
~
~
de Tinoco que, embrujado, con elpene des0¡ intenta escalar el
~
~ 243
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EL ZORRO DE ARRIBA Y EL ZORRO DE ABAJO 245
,,
244 JOSt MARíA ARGUEDAS
médano «Cruz de Hueso», creyendo que asíha de sanar, y no liberador, que llegaste a visitarme aquí, a Lorena 1275,
puede avanzar un solo pG.fo, hasta que la arena lo entierra donde estuvimos tan contentos a pesar de que yo en esos dz'as
mientras que «O}os de Paloma» y Paula Melchora ... El Zorro Ojos de Paloma (1983 pusim). ya no escribz'a nada? Claro; yo te habz'a leúio en Lima esas
de Arriba, bailando como un trompo, ha estado llamando páginas de Todas las sangres en que el sacristán y cantor de
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desde la cima del médano a Tinocucha, mientras hierven en el San Pedro de Lahuaymarca, quemada ya su iglesia y refu-
:1 aire las lágrimas de «Ojos de Paloma» y lafelicidad atrocidad giado entre los comuneros de las alturas, le replica a un cura
'j de PaulaMelchora. S( Y cómo Chaucato ... larga y sanguino-
lenta historia que ninguno de los Zorros danza. Miran alpa-
del Dios inquisidor, le replica con argumentos muy semejan-
tes a los de tus lúcidas y patéticas conferencias pronunciadas,
,,
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~:;~ isla. En su propia casa, elpescador Asto, ese indio, le habz'a di- cursito que dicté en San Marcos. Edmundo iambién tierie la
cho, como pensando en otra cosa, delante d.e,un testigo ,tat:~ s~- ·. . cara de los dos Zorros; tiene unafacha di vecino de pequeño
!"(.::.;¡
rio como elgringo al que llamabanMaxy de .un cho]o. 4e.hoci~ pueblo, ·un alma iluminada y acerada por la sed de fusticia y
co largo y de gorra que parecía tener lentejuelas, le hab{q. di- las mejores lecturas... A nombre de la Universidad, síes posi" univeliidad (1969c).
~j:i;;'.!l hle y él acepta, Alberto Escobar. Y por los muchachos, '.files
[~i;;¡¡
cho que en la cima de ·«El Dorado»,.un fantasma pro(e¡;tor y .
grande trenzaba una red de oro.Pero ella no lo pudo ver porc ~ . . parece bien a ellos, un estudiante de La Molliúi. (iQué poco
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que tenz'a los ojos con una cerrazÓ11, t/.eferoces afrepentimien- · ·
tos, de ima sapra; y saltó al abismo con.su huahua,en los brac, .. ,'1'
·' hice por la Universidad aunque quizá algo hice para ella!)'"
Me gustan, hermanos, las ceremimias k'onradai, no ·ias ·.
~j~l! • ·: !
...,¡,, ,_.· ., . fantochalias de( carajo. Las ceremonias no ceremo'niosas sino
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,:f!;' ., .;,.egollació~, · c:Uya vida no'to'1• palpitación. Ás{ creo haber vivido; si es posible. i tú, GU.r".
¡fl·;¡·
tavo, o vosotros, como es lo correcto decir, Aibeiío; Máximo ·
¡~m;·.,
:1\.:j lera el-;]fiñrdo»"e:Tr'quien·Chaucato•ha enardecido el veneno; ·
•t;,_.t Damián,]aime, Edmundo ... No se van a presi(ú· en jamds de ·
aleteándole con brazos de cochó· emfrávei:ido en sti última· ·
~1.[ hora. Ni la vida luz tinjeblosa-de -Cardozo y ·de O¡os Verde- ojos verde·cláros (1970). los jamases, mientras sean como yo los conocz; a fantocha-
f~~'j claros. Los Zonw corren ilei-un.o aJ~·deSu-s'inuh'JOs;hai- · da.r... Hay en mis huesos muchas de las apetencias del serrano
~~i:;! ~ lan bajo la luz azu4 sosteniendo tfozas de bósta agu.ranada antiguo por angas y mangas, convertido' por sus madres y converiidos (1970).
sobre la cabeza. Ellos sienteri; musian, más claro, más denso ·: padres, malos y buenos, en vehemente, ásolemnádo y alegre
~
que los medio locos transidos y conscientes y, p'or eso, :y no trabajador social; invulnerable a la amargura 'aun estando
. ya descuajado. Dispénsenme la inocente y segura convicción: estando( ... ] descuajado (1970).
siendo mortales, de algún modo hilvanan e iban a segri.ir hil- .
~!:: invulnerable como todo aquel que ha vivido el odio y la ter-
frt~i~:t: vanando los materiales y almas que·empe:i:Óá arraitrar este
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' ~!~ti': relato. · ·, ., ' . nura de los runas (ellos nunca se llaman indios a símismos).
!1lk,l . . . ,. ~.· t ~· .....
:;R.~¡¡: ... Quizá conmigo eTI}pieza a cerrarse un ciclo y a abrirse y abrirse ( 1969c); ( 1970).
¿Es muchocm6t{a.t..lo que sabemos que la gran eseerania
lmi\í'
!il?!ifi~r
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...
(cust4vo? ¿Puedes decirlo tú, eitéóii)~ti/il
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Djo:S, otro en el Perúy lo que él representa: se cierra el de la calan- ·
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.¡,, 246 JOSÉ MARÍA ARCUEDAS EL ZORRO DE ARRIBA Y EL ZORRO DE ABAJO 247
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dría consoladora, del azote, del arrieraje, del odio impotente, 22 DE OCTUBRE
de losjünebres o:alzamientos», del temor a Dios y del predo-
r!
minio de ese Dios y sus protegidos, susfabricantes; se abre el He vuelto de un viaje no tan inútil que hice a Lima. Habrán viaje tan inútil (1970); la 2.' pub!.
(N.' 60) rectifica: viaje no tan
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. de la luz y de la foerza liberadora invencible del hombre de VietNam (1970); la 2.' pub!. (N."
60) pone Vietnam.
Vietnam, el de la calandn'a de Juego, el del dios liberador, liberador. (1970).
·
de dispensarme lo que hay depetitorio y depavonearse en este
último diario, si el balazo se da y acierta. Estoy seguro que es
í nútil.
pavoneante (1970).
( ya la única chispa que puedo encender. Y, porfuerza, tengo
Aquel que se reintegra. Vallejo era el principio y elfin.
¡ ¿Creéis, vosotros, Emilio Adolfo, Alberto, Gustavo, Ed-
mundo, que todo esto que digo y pido es vanidad? Esta novela
que esperar no sé cuántos d{as para hacerlo.
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~:·:~¡:, :. Santiago de Chile, 29 de agosto de· 1969.
ªf;t~,; (Corregido y reafirmado a mi vuelta, en Lima,
~:::¡; el S de noviembre)
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Señor Don
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Gonzalo Losada
Buenos Aires
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pero no completamente inesperado. Háce mti<;hos ai'i.os.
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que mi ánimo funciona como 'io's ·camiÍlOS qu'e ·~an de la ..
~ 249
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costa a la sierra peruana, subiendo por abismos y laderas tener demanda. Al&ún día los libros y tqdo Io-úti.t.nn-se-
geológicamente aún inestables. ¿Quién puede saber qué rán motivo de comercio lucratiyg-en.ninguna.parte. Yo
día o qué noche ha c;le caer un huayco o un derrumbe se que usted está de acuerdo, en el fondo, con esta con-
seco sobre esos caminos? La novela ha quedado, pues, lo veniencia y que no ha sido el lucro el estÍmulo principal
repito, no creo que absolutamente trunca sino conte- de su empresa de editor. Mi viuda estará ahsolutamem:e
nida, un cuerpo medio ciego y deforme pero que acaso de a«l!Srdo con el pedido gue le hago. Ella tiene derecho
sea capaz de andar. sobre esos dos libros(*). Además, si usted acepta «El zo- acepta ust~d (1969c).
Allí están, por ejemplo, cuatro hombres indo-hablan- rro de arriba y el zorro de abajo• así como está y man-
tes que por la diferencia de sus orígenes y destinos se ex- tiene su decisión de disponer la edición inmediata, le
presan y llegan a ser en la ciudad puerto industrial ( e.se pido insertar a manera de prólogo el breve discurso que
retorcido pulpo fosforescente) distintos castellanos pronuncié cuando me entregaron el premio Inca Garci-
aunque de procreación semejante; y se encaminan, claro, laso de la Vega, y que mi viuda, Sybila (acero y paloma) y
a puntos o estrellas unos más definidos que otros. Y an- mi amigo Emilio Adolfo Westphalen, se encarguen de re-
dan a pasos de otra laya, cada uno, Yestán, también, dos visar las pruebas y le aconsejen respecto de la edición.
ciudadanos criollos, porteños, muy contrapuestos: «li- Emilio Adolfo es mi amigo desde 1933; no ha hecho con-
bre» el uno, Moneada; amancornado el otro, Chaucato. cesiones interesadas nunca y creo que es el poeta y en-
Así es ... Y hay unos cuantos más, a medio hacer; aparte de sayista que más profundamente conocía y conoce lá lite-
los Zorros, sus andanzas y palabras. Unos símbolos, una ratura occidental y quien muy severa y jubilosamente
trompeadura atajados en el momento en que ya todos apreció y difundió la literatura peruana, oral y escrita,
empezaban a encenderse. desde las revistas que ha dirigido y dirige. A él y al vioÍi-
Por eso, si a juicio de sus asesores y de usted mismo, nista Máximo Damián Huamani, de San Diego de Ishua,''
don Gonzalo, el relato apar~c~ como insufiCiente, deje a les dedico, temeroso, este lisiado y desigual relato. Debo relato[...). (1969c).
f mi viuda que lo ofrezca a cualquier ·editor peruano ode le ofrezca (1970). al auxilio de la Dra. Lola Hoffman el haber escrito des&
¡ otro país. Yo no dudo del valor de algunos i:a~ítulos (he el II capítulo de «Todas las sangres» hasta la última línea
V; alcanzado a recomponer el primero en estos d1as) y de la de los Heroores.
' importancia documental delconjunto.Nopuedo aven- Reciba usted un abrazo de despedida de su amigo, amigo: (I9a3).
turar un juicio definitivo, tengo dudasyentusiasnios. Ha
]o.ré María A~gueda.r
sido escrito a sobresaltos en una verdadera lucha -a me-
dias triunfal- contra la muerte. Yo 'fió vo
a so · · 1
libro. Como estoy seguro qUe -u;¡~-~ culta es y armas de P. D. Dedicaré no sé cuantos días o semanas a encon-
~or, profesor, estudioso' e incitador, se han debili- trar una forma de irme bien de entre los vivos:
tado hasta quedar casi nulas y sólo me quedan l~s que in e P. D. (a mi vuelta de Lima). Obtuve en Chile un .re- .
relegarían a la condición de espectador pasivo e impo: vólver calibre 22; Lo he probado. Funciona. Está bien.
ten te de la formidable lucha que la humanidad está li- No será fácil elegir el día, hacerlo.
brando en el Perú y en todas pá¡;tes, no.me sería posible (*)Mi ex mujer, Celia Bustamal)te, tien.e derecho so-
tolerar ese destino. O actor, i:onio he sido desde que in- bre mis otras novelas y cuentos. Ella, su he.rmana Alicia.y
gresé a la escuela secundaria, hace cuarentitrés años, o los amigos comunes me abrieron las puertas de·la ciudad ciudad de (1969c).
nada. [Aparte) Debo al auxilio de la Dra. (Lima) o hicieron más fácil mi no tan p~ofundo ingre~o.a .
Lola Hoffman el haber escrito ella y, con mi padre y los libros, el mejor entendimiento
De usted he recibido, ciÍn motivo del proyecto de re- trece de los catorce capitulas de
dacción de los .zorros• y mientras escribía el libro, las •Todas las sang¡es• hasta el úl- del castellano, la mitad del mundo. Y también con Celia
más nobles, las más generosas cattas. Le estoy agrad~- . timo HmHJr. (1969c). y Alicia empezamos a quebrantar la muralla que.cerraba
cid o, y teniendo en cuenta su buena voluntad le hago lin Lima y la costa -la mente de los·criollos todopoderosos, ,..
último pedido: una edición'popula(de' Todas!~ sangres colonos de una mezcla bastante indefinible de España,
para el Perú y del relato s<'ibré Chimbcite, si alcanzara a . Francia y los Estados y_nidos y de los colonos de estos
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252 JOSE MARÍA ARCUEDAS EL ZORRO DE ARRIBA Y EL ZORRO DE ABAJO 253
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·¡ colonos- quebrantar la muralla que cerraba Lima y la Creo haber cumplido mis obligaciones con cierto
costa a la mú.sica en milenios creada y perfeccionada por sentido de responsabilidad, .ya ·como empleado, como
quechuas, aymaras y mestizos. Ahora el Zorro de Arriba funcionario, docente y como escritor. Me retiro ahora
!' empuja y hace cantar y bailar, él mismo; o está · empe- porque siento, he comprobado que.ya no tengo energla e
¡.
t zando a hacer danzar el mundo, como lo hizo en la·aiHi- · iluminación para seguir trabajando, es decir, para jl)stifi-
güedad la voz y la tinya de Huatyacuri, el héroe dios con car la vida. Con el acrecentamjento de la edad y el presti-
1' traza de mendigo. gio las responsabilidades, la importancia de estas res-
.,,, José Man-a Arguedas
ponsabilidades crecen y si el fuego del ánimo no se man-
l
tiene y la lucidez empieza, por el contrario, a debilitarse,
creo personalmente que no hay otroc'amino que elegir,
i honestamente que el retiro. Y muchos, ojalá todos los co-
i ·~ '
Señor Rector de la legas y alumnos, justifiquen y comprendan que para al-
'l Universidad Agraria, Jóvenes estudia.n tes: gunos el retiro a la casa, es peor que -la muerte.
Les dejo un sobre que contiene documentos que ex-. He dedicado este mes de noviembre a calcular mis
plican las causas de la decisión que he tomado. fuerzas para descubrir si las dos últimas tareas que coro-•
T
!: Profesores y estudiantes tenemos un vinculo común prometlan mi vida podlan ser realizadas dado el .agota-
que no puede ser invalidado por negación unilateral de rniento que padezco desde hace :algunos años. No .. No
ninguno de nosotros. Este vinculo existe, incluso cuando tengo fuerzas para dirigir la recopilación de la literatura
se le niega: somos miembros de una corporación creada oral quechua ni menos para emprenderla, pero con el Dr.
para la enseñanza superior y la investigación. Yo invoco . Valle Riestra, Director de Investigaciones, se convino en
:·¡ ese vínculo o lo tomo en cuenta para hacer aquí algo con- que esa tarea la podla realizar -conforme al plan que he
~ ~.~! . siderado como atroz: el suicidio. Alumnos y profesores presentado. Voy a escribir a la Editorial Einaudi de
... \• guardan conmigo un vinculo de tipo intelectual que se Tudn, que aceptó mi propuesta de editar un volumen de ..
);j supone y se concibe debe ser generoso y. no entrañable. 600 páginas de mitos y narraciones quechuas .. Nuestra
. \'1'•
~: ;:::i. De ese modo recibirán mi cuerpo como si él hubiera Universidad puede emprender y ampliar esta urgente y
;····,,, caldo en un campo amigo, que le pertenece, y sabrán so- . casi agónica tarea. Lo puede hacer si contrata; primero, •
¡Í¡-;,
. i :; ~
portar sin agudezas de sentimiento ..y con indulgencia con mi sueldo que ha de quedar disponible y está en el. ·
'f ' hecho. Me acogerán (1983). El presupuesto, a Alejandro Oitiz Recamiere, mi exdisd~ Rescaniere (1983).
M'
q~i':
este hecho. ·
Me acogerán en la Casa nuestra, atenderán mi cuerpo
texto de la versión (1983) ha
sido cotejado con el original de pulo y alumno distinguido de Lévi-Strauss durante cua- ·
y lo acompañarán hasta el sitio en que deba quedar defi-· · la carta por S. A. tro años y .lo nombra después. El se ha preparado lo más Él (1983).
nitivamente. Este acto considerado atroz yo no ló puedo seriamente que es posible para este trabajo y puede for- ,·eriamen1e (1983).
1\;l: ·ni debo hacer en mi casa particular. Mi Casa de todas -las mar, con el Dr. Alfredo Torero, un equipo del más alto ni-
¡;:¡. edades es esta: La UNIVERSIDAD. Todo cuanto he hecho · ésia (1983) . vel. Creo que la Editorial Einaudi aceptará mi sustitución
....
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mientras tuve energías pertenece al campo ilimitado·de por este equipo que representaría a la Universidad. En ·
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JOSt MARfA ARCUEDAS EL ZORRO DE ARRIBA Y EL ZORRO DE ABAJO 255
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bierno de la Universidad. Fui testigo de cómo delegados no se tome en cuenta lo de los músicos no por otra ra:I!Ón
l 1;.
·..\ t ~
._! f l
1 estudiantes fanatizados y algo brutales fueron siendo
ganados por el sentido común y el esp(ritu universitario
cuando los profesores en lugar de reaccionar sólo con la ~
que los inconvenientes de cualquier índole que puedan
haber. Además ese •Diario» es más que un pedido expre-
sión final de anhelos y pensamientos. También, sí, con-
1!l
!¡ 1,,.! indignación lo hacían con la mayor serenidad, energía e 1 firmo mi deseo de que, si han de haber discursos que sea
'1 \
1·. ¡
inteligencia. Yo no tengo ya ·desventuradamente, expe·
riencia personal sobre lo ocurrido durante los trece me- •~
~
un estudiante de La Molina. Dispensadme.
J. M A.
'· ses últimos que he estado ausente,. pero creo que acaso. ·
Jos cambios no hayan sido· tan radiCales. Espero, 'creo;
que la Universidad no será d~:struida jamás; que de la ac-
r
1 Espero que mi esposa Sybila Arredondo no tenga in-
conveniente en cobrar lo que. me corresponda de haber
; tuaÍ crisis se alzará más perfeccionada y con mayor luci-
dez y energía para cumplir su misión.
Las crisis se resuelven mejorando la salud de los vi-
vientes y nunca antes la Universidad ha representado
más ni tan profundamente la vida del Perú. Un pueblo no
1 ~
i
1
por este mes. Ha de necesitarlo.
J. M A.
28 de Nov. 1969
l~
es mortal, y el Perú es un cuerpo cargado de poderosa sa-
via ardiente de vida, impaciente por realizarse; la Uni-
versidad debe orientarla con lucidez, •sin rabia», como
l
·~
:~
~-
Elijo este día porque no perturbará tanto la marcha
de la Universidad. Creo que la matrícula habrá con-
cluido. A los amigos y autoridades acaso les hago perder
habría dicho Inkarri y los estudiantes no están atacados
de rabia en ninguna parte, sino de generosidad impa·
·1r el sábado y domingo, pero es .de ellos y no de la U.
J. M A.
ciente, y los maestros vérdaderos obran con generosidad 1
J~.
sabia y paciente. iLa rabia no! ·
Dispensadme estas póstumas reflexiones. He vivido ·
atento a los latidos de nuestro país.
Dispensadme que haya elegido esta Casa para pasar, ~
2.lgo desagradablemente, a la cesantÍa. Y; si es posible, .t
acompañadme en armonía de fuerzas .que por muy con-
trarias que sean, en la Universidad y acaso-sólo en· ella, 1
pueden alimentar el conocimiento:
[Aparte] J. M. Arguedas (1983).
-i••
1~
La Molina, 27 de nov. 1969. r
~.1-.· .
1 -
'• ~- ¡.
'
rio a quien más quiero y admir~ él y Alfredo Torero. An·
helarla que Escobar leyera e~ •Ultimo Diario». Digo que ~-
\
.(
.~ .
1
'
~.
l
r EL ZORRO DE ARRIBA Y EL ZO RRO DE ABAJO 257
f \ '.
muros aislantes de las naciones no son nunca completa-
mente aislantes. A mí me echaron por encima de ese
1: "' muro, un tiempo, cuando era niño; me lanzaron en esa
l!
;: " morada donde la ternura es más intensa ·que el odio y
donde, por eso mismo, el odio no es perturbador sirto
¡ fuego que impulsa. _,
¡ l
~giado para siemp~QLcan~y!?~mitos,
ll~y_!!gQ.por la fQUY.nilias.tala_U.ni.v.er.s.i.dMLd~..§.~':l-Mar:- ·
cos, hablando por vida el quechua, bien incorporad-oal
mundo de los cercadores, visitante feliz de grandes ciu-
Colocado en forma de prólogo en la
•NO SOY UN ACULTURADO ... • e~ición (1983), dades extranjeras, intenté convertir en lenguaje escrito
1~ •.. lo que era como indi'vrauo:urr~!YCiltOvl.Y.O.-[üert~:gp~
Palabras de José María Arguedas en de umversahzarse7 Cfe-Ja'griiii nación <;!rcad_e_y...k.Pi!J1e
Ji el acto de entrega del premio ·Inca
•'
;\':.
1
generosa, h~E_~_1l..D.Q§..QP.resores. El vínculo -podía
Garcilaso de la Vega•
(Lima, Octubre 1968) Nota explicativa colocada a1 final ú'niversalizarse, extenderse; semostraba un ejemplo
del texto en la edición (1983). concreto, actuante. El cerco podía y debía sér destruido;
el caudal de las dos naciones se podí;¡ y debía unir. Y el
Acepto con regocijo el premio Inca Garcilaso ·de la camino no tenía por qué ser, ni era posible que fuera úru-
Vega, porque siento que representa el reconocimiento a camente el que se exigía con imperio de vencedores.ex-
una obra que pretendió difundir y contagiar en el .espí- poliadores, o sea: que la nación vencida. renuncie a su
ritu de los lectores el arte de un individuo quechua.mo- alma, aunque no sea sino en la apariencia,.formalmente,
.. ·~ --~~Q. que, gracias a la conciencia que tenía del valor de y tome Jade Jos vencedores, es decir, que se acuJtUrl:JO~
¡j,:::~!, su cultura, pudo ampliarla y enriquecerla con el conoci- ·no soy un aculturado; Y,_O soy ~~ua~2:3u~ ~rgu~sa- · · ·
(':t;, miento, la asimilación del arte creado por otros pueblos mente, como un demomo feliz a la._en;;cnsuano.,.~ .
\{l¡t
que dispusieron de medios más vastos para expresarse.
La ilusión de juventud del autor parece haber sido
re~lizada. No tuvo más ambición que la de volcar en la
-~~njs.pañ-o-Ef"M:".ij¡i}Ua. P.eSfaba..con}/&ñf~- _
r~idad en l eu~ arusuc.o r:tal parece, según ci~rto
consenso mas o menos generaf.· que lo he conseguido.
..
1F!~!
~J.'i{ ~iente de la sabiduría y el arte dei Perú ~;.T(;TI;"-;I~: ···-~_'.
~1;·
Por eso recibo el premio Inca Garcilaso deJa .:Vega con
}-~~::!!.'! 9aiaer3:r..~~y.i_aj;1Qi.:9.llri~:íl:e:P.::~nmrr~-~!fle~ 1 §~,
·' 1·
regocijo.
rt a d;;g~d!Q_~xtraño» e «imP.enetra- Pero este discurso no estaría completo si no explicara
i'l':b\ !? e» pero .qut__e.n.~.1119.a.9. no era~g~ ;~ que el' ideal que intenté realizar, y que tal parece que al-
!-;::
J·J¡:
¡()¡:1•';
~¡·~ ,,
-~~-~n p~~- ~Q::ó"prjmjgp:P.~r el des~i,Q_.§_QCi_ai~.J:.2o
•¡n i~cic?.n: polí~ica_y.l!exP.lotaciofi.J~o.nómi¡;;¡_ ~-~.:! ?!.9~
pio suelo donde reahzó hazañas por las que la historia lo
.. 1-~
. ""'
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cancé hasta donde es posibie, no lo habría logrado si no .
fuera por dos principios que alentaron mi trabajo desde
el comienzo. En la primera juventud estaba cargado de ·
ll'
consideró un gran pueblo: se había convertido en una consideró como gran ( 1983). Se re· una gran rebeldía_~u_Q1i. gran.i!Jlp.aciencia.p.ocluGhar,
llr. 1 nación acorralada, aislada para ser mejor y más fácil-
produce aquí (1983) el texto de
la edición original de 1968 hecha por liacer algo. Las dos naciones de las que p,!.QY.enÍa. ~~
~:']'¡ mente administrada y sobre la cual sólo los acorralado- por el escritor. tg>an en conflictq;_el universo se me lñoSttaba ~es
~¡,¡¡ res hablaban mirándola a distancia y con repugnancia o pado de confusión, de promesas, de belleza más que des-
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curiosidad. Pero los muros aislantes y opresores no apa-
gan la luz de la razón humana y mucho menos si ella ha
lumbran-te, exigente. ~yendQ._!d'r1ariátegu4-des
_pués a Lenin que encontré un ord_!!,!!..P.~!:!!l..-ª!l.e.~JL~as
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,,.__,; tenido siglos de ejercicio; ni apagan, por tanto, las fuen- cosas; la teoria sociahsta no sólo dio un cauce a todo el
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tes del amor de donde brota el !irte. Dentro del muro ais- porvenir sino a lo que había en mí de energía, le dio un
~·¡ i~ · ¡ lante y opresor, el pueblo quechua, bastante arcaizado y destino y Jo cargó aun más de fuerza por el mismo hecho
~¡¡¡, defendiéndose con el disimulo, seguía concibiendo de encauzarlo. ¿Hasta dónde entendí el socialismo? No
~Hr ideas, creandl iantQS y mitos. Y bien sabemos que Jos·
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JOSÉ MARIA ARCUEDAS
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Jo sé bien. Pero no mató en mí lo mágico. No pretendí ja-
más ser un político ni me creí con aptitudes para practi-
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car la disciplina de un partido, pero fue la ideología so-
1; cialista y el estar cerca de los movimientos socialistas lo
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1 que dio dirección y permanencia, un claro destino a la
energía que sentí desencadenarse durante la juventud.
\, El otro principio fue el de considerar siempre el Perú
como una fuente infinita para la creación. Perfeccionar
.¡ ' GLOSARIO
¡1 1¡ los medios de entender este país infinito mediante el co-
nocimiento de todo cuanto se descubre en otros mun- Martín Lienhard
dos. No, no hay país más diverso, más múltiple en varie-
dad terrena y humana; todos los grados de calor y color,
,·' de amor y odio, de urdimbres y sutilezas, de símbolos Este glosario pretende solucionar las dificultades léxicas que la última novela de
<-\' utilizados e inspiradores. No por gusto, como diría la Arguedas puede plantear a un lector no familiarizado con todos los registros del e-s-
gente llamada común, se formaron aquí Pachácamac y Pachacamac (1983). pañol americano y, especialmente, andino. Hemos d'e dicado, por otra parte, una
Pachacutec, Huamán Poma, Cieza y el Inca Garcilaso, atención especial a los vocablos quechuas o de origen quechua, porque pensamos
Tupac Amaru y Vallejo, Mariátegui y Eguren,la fiesta de que éstos, lejos de servir un propósito exotizante, son las coordenadas inmediata-
Qoyllur Riti y la del Señor de Jos Milagros; los yungas de mente detectables del substrato andino de la obra. Si bien Arguedas traduce, a su
la costa y de la sierra; la agricultura a 4.000 metros; patos modo, muchos quechuismos .en el tex.to, proporcionamos ljguí, para la mayoría de
que hablan en lagos de altura donde todos Jos insectos ellos, una explicación desvinculada de su contexto literadd, I.Ieínos distinguido
de Europa se ahogarían; picaflores que llegan hasta el sol tres tipos de «que~hu~s~os»: las voces quechuas no i~corp<;>rad~s. salvo quizás lo-
para beberle su fuego y llamear sobre las flores del calmente, al español ~ndino(señaladas por un asterisco • y la abreviación q.); las
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