You are on page 1of 72

1

Camas y Mesas
Una comedia muy poco romántica
Original de Emilio Williams

Obra ganadora de la IV edición del Premio El Espectáculo Teatral

A Beatriz García Quismondo.

Camas y mesas se estrenó el día 11 de febrero de 2010 en la Sala Triangulo de Madrid, dentro
del Festival La Alternativa con el siguiente reparto:

Mar… Marta Rubio


Tedd… Juan Antonio Molina
Charlie…Xabier Olza
Tomás….Carlos Pontini

Dirección: Isabel Pintor


Diseño de luces: Cora
Escenografía: Cesar Llorens
Productores Ejecutivos: Franjo Mozetic y Rosalía Williams

Personajes

Mar, periodista freelance.

Tedd, el mejor amigo de Mar, realizador de televisión.

Tomás, médico cirujano, marido de Mar.

Charlie, comercial en una empresa de productos médicos, pareja de Tedd.

(Todos los personajes son de 35 a 45 años de edad)

Escenarios

Escenario izquierdo: una mesa de comedor con cuatro sillas.

Escenario centro: un pequeño escritorio. Tras él, una silla.

Escenario derecho: una cama.


2

PRIMERA PARTE

ESCENA 1.

Escenario izquierdo. Mar y Tomás están viendo la tele. Están sentados en la mesa de la cocina
cenando. Muestran tanta educación como falta de interés.

MAR
(Mirando hacia el televisor)
Cariño, llevas el pelo empapado.

TOMÁS
(Sin quitar la vista de la tele)
Sí. Vengo del squash.

MAR
Sigue en pie lo del viernes, ¿no?

TOMÁS
No me ha dicho que no.

MAR
Deberías llevarte un secador al gimnasio. Me encanta que nos sigamos juntando los viernes.
(Pausa)
¿Me ha quedado bien el pollo?

TOMÁS
(Sin entusiasmo)
Estupendo.
(Pausa)
Mar, la verdad es que te matas con estas cenas. Deberíamos pedir pizza de vez en cuando para no
complicarte tanto.

MAR
No puedo comer pizza.

TOMÁS
Siempre te puedes tomar la pastillita de la lactosa. O pedimos chino.

MAR
Es que estoy teniendo ojo con lo que como.

TOMÁS
Pues nada, muchacha, encendemos las luces y te pones las gafas.

MAR
Qué tonto eres.

TOMÁS
En vez de cuidar tanto lo que comes, por qué no pruebas a hacer más ejercicio.

MAR
Si tú no comieras tantas guarradas, tampoco necesitarías tanto ejercicio.

TOMÁS
Una pizza de vez en cuando…

MAR
Tomás, es que tenemos que empezar a mirar lo del colesterol… que ya no somos unos críos.
3

TOMÁS
Cuando dices cosas así, me dan ganas de pedirte una pizza de tres quesos y esconderte las
pastillas.

MAR
Esa sería la solución a muchos de tus problemas.

TOMÁS
(Fingiendo y con misterio)
El crimen perfecto

(Mar se relaja y sonríe por primera vez)

MAR
Si quieres, mañana te pido pizza, y yo me hago un poco de tofu.

TOMÁS
Por favor, que estoy comiendo…

MAR
¿Qué quieres hacer esta noche?

TOMÁS
Tengo que mirar los emails. No he tenido tiempo en todo el día. La consulta ha sido un circo hoy.

MAR
¿Tenías operaciones?

TOMÁS
(Mirando la tele)
No. Pero mañana tengo unos casos en plan Frankenstein. ¿Pero, qué hace ese tío? (Pausa. Miran
intentando dar sentido a lo que ven) ¿Y tú qué quieres hacer?

MAR
Nada. Ver la tele.

(Mar se levanta y empieza a recoger la mesa)

MAR (Cont.)
Venga, tú vete. Ya recojo yo.

TOMÁS
Vale.

(Tomás sale de escena. Suena un teléfono móvil.)

MAR
Tedd. Sí… ¿Qué ha pasado?... Vale…. Vale, vale. Llámame luego.

(Mar levanta el mando a distancia y cambia el canal de la tele. Sube el sonido)

MAR (Cont.)
Tomás, ¡corre!

TOMÁS
¿Qué pasa?

MAR
Tedd ha llamado desde la redacción. Ha pasado algo.

VOZ DE MUJER
4

Noticia de última hora. Esta noche en Connecticut un hombre falleció después de recibir tres
disparos por parte del propietario de una vivienda quien pensaba que estaba siendo atacado.
Vamos en directo al Condado de Fairfield en Connecticut.

VOZ DE HOMBRE
Albert Johnson, un hombre de 55 años residente de Bridgeport, Connecticut…

(Mar y Tomás están en shock)


MAR TOMÁS
Dios. Mierda.

VOZ DE HOMBRE
…fue declarado cadáver a los pocos minutos de llegar al hospital de Bridgeport. El departamento
de policía local ha confirmado que el señor Johnson se estaba acercando a la vivienda del señor
Philip Karl… cuando el propietario abrió fuego al confundirle con un asaltante. Según vecinos
del barrio, Albert Johnson era uno de los antiguos propietarios de la casa.

MAR
Dios mío. Es increíble.

TOMÁS
¡Mira, la casa!

(Suena el teléfono. Mar y Tomás se sobresaltan. Mar responde)

MAR
(Muy exaltada)
Charlie. Sí, Tedd nos acaba de llamar desde la redacción. Este es el freaky del que te hablamos.
¡Ya lo sé! Qué terrible. Adiós, guapo. Nos vemos el viernes, ¿no? Vale.

(Mar cuelga)

TOMÁS
Qué surrealista, tía.

MAR
Escucha a ver qué más dicen.

VOZ DE HOMBRE
Queda por aclarar qué llevaba al señor Johnson a visitar su antigua vivienda. La policía ha
confirmado al Canal 3 que el Sr. Karl y su esposa están siendo interrogados en estos momentos
por la policía. Todavía no se han formalizado cargos en este desafortunado incidente.
5

ESCENA 2. CRUCE DE LUCES AL ESCENARIO DERECHO

(Tedd está tirado en la cama. Charlie entra en ropa interior. Se tumba junto a Tedd.)

CHARLIE
(Con voz suave, medio dormido)
Pero, chico, ¿qué haces aquí solo otra vez?

TEDD
(Despertándose)
Jugando al béisbol.

CHARLIE
¿Qué?

TEDD
Bueno, eso, o intentando dormir un poco. Estabas roncando…

CHARLIE
¿Sí? Perdona.

TEDD
Menuda nochecita. Estaba soñando que alguien se quería colar en este piso.

CHARLIE
Anda, ven aquí.

TEDD
No me espabiles, por favor, que ya estaba casi dormido. (Pausa) Qué historia más terrible.
Cuando entró el vídeo por los monitores y vi la antigua casa de Mar, me dio un vuelco el
corazón. Durante un segundo se me había olvidado que ya no viven ahí.

CHARLIE
Qué desastre. ¿Vamos a ir a cenar el viernes o vienen ellos?

TEDD
Vamos nosotros. (Aburrido; sin energía para enfadarse) No soporto las noticias locales. Son tan
sórdidas. Odio mi trabajo. Odio mi trabajo. Odio…

CHARLIE
Descansa.

TEDD
No hay nada peor que estar agotado y no poder dormir.

CHARLIE
Prueba cerrando los ojos.

TEDD
¡Ay! ¡Qué idea tan buena! No se me había ocurrido. Vamos a ver… cerrando los ojos, cerrando
los ojos…

CHARLIE
Cállate, también tienes que callarte para que funcione.

(Pausa)

TEDD
Oye, si vas a dormir, vete al cuarto, por favor.

CHARLIE
6

(Tumbándose junto a Tedd)


Un minuto solo. Quiero estar aquí contigo.

(Charlie se duerme y en un momento empieza a roncar)

TEDD
(Moviendo la boca pero sin decirlo)
¡Mierda!

(Tedd se levanta furioso y camina hacia el escenario central.)

ESCENA 3. CRUCE DE LUCES AL ESCENARIO CENTRAL

(Tedd entra, saca un cuaderno y un bolígrafo. Se sienta a escribir.)


7

ESCENA 4. CRUCE DE LUCES AL ESCENARIO IZQUIERDO

(Tomás está sentando en la mesa comiendo. Charlie entra.)

CHARLIE
Pues, nada el otro día oigo unos gritos en la cocina. Tedd estaba al teléfono con Mar y no sabes
tú la pelotera que estaban teniendo.

Al parecer no podían llegar a un acuerdo sobre quién era un director de cine más influyente:
Michelangelo Antonioni o Ingmar Bergman.

TOMÁS
(Se ríe)
Vaya dos con los que nos hemos juntado, macho. (Se ríen los dos) Oye, Charlie, mil gracias por
patrocinar el congreso en Cancún.

CHARLIE
No pasa nada. Ya sabes que nos encanta apoyarte en todo lo relacionado con docencia.

TOMÁS
Joder, qué bueno está este solomillo.

CHARLIE
Me encanta este sitio. Deberíamos venir a comer aquí más a menudo. Total, paga mi empresa.
¿Cómo van las inscripciones?

TOMÁS
Muy bien por ahora. Ya tenemos más de cien médicos. Oye, por cierto: ¿Vas a ir al congreso de
Cirujanos Ortopedas? Es en San Francisco este año. El puente de los trabajadores. Presento una
ponencia.

CHARLIE
Claro. Tenemos un stand. Es nuestro gran congreso.

TOMÁS
Qué bien. Lo vamos a pasar genial.

CHARLIE
¿Llevas a Mar?

TOMÁS
No. Ya sabes lo que aborrece ir de la mujer del médico por la vida.

CHARLIE
Ah, pues a Tedd le encanta jugar a la mujer de médico, o al paciente de médico, o al enfermero
de médico… Lo de los médicos le encanta.

(Se ríen)

TOMÁS
Entonces se lo puede pasar pipa en San Francisco.

CHARLIE
Yo no le he dicho nada todavía.

TOMÁS
¿Por qué no nos vamos solos?

CHARLIE
Mira que eres. ¿Es que te pasa algo con Mar?
8

TOMÁS
Nada, hemos tenido mucho estrés y no tengo ganas de complicaciones.

CHARLIE
No estaría mal, la verdad. Tedd no anda bien. Anda de un humor de perros… y otra vez está que
no duerme.

TOMÁS
Si quieres, le paso algo.

CHARLIE
Ya sabes que odia los medicamentos.

TOMÁS
Pues le engañamos jugando a los médicos…

CHARLIE
Por el médico apropiado, ese es capaz de ponerse hasta una cadera nueva.

(Pausa)

TOMÁS
Mar ha empezado otra vez con lo de que no soy nada romántico.

CHARLIE
Pues el mío se queja de que le dejo en vilo con mis ronquidos… Se va al cuarto de invitados,
pero tampoco pega ojo ahí. Y lo que yo digo, si vieran menos películas de Antonioni y Bergman,
dormirían mejor.

TOMÁS
Bergman no es el mayor problema en mi vida, te lo aseguro. Aunque yo no me lo trago ni con
anestesia… Mi problema son esas pelis románticas de Hollywood, esas sí que tienen toda la
culpa de nuestros problemas conyugales.

CHARLIE
(Riendo)
¿Sí?

TOMÁS
Pues sí. Yo he vetado en casa el alquiler de una más de esas pelis. Es que, qué relación puede
mantener esas expectativas. Esas pelis siempre acaban cuando la chica se mete al chico en el
bolsillo. A mí lo que me gustaría ver es el epílogo. ¿Qué pasa cuando Hugh Grant te deja toda la
noche en vilo porque ronca como un cerdo? Ya no mola tanto, ¿eh? O Julia Roberts desarrolla
intolerancia a la lactosa y tarda meses en descubrir la causa de su flatulencia. Pretty woman, ya
no tan Pretty. Y encima la tipa se pasa el día comiendo ensaladas de alfalfa con tofu y viendo
programas de telebasura. Por ejemplo.

CHARLIE
¡Qué bueno!

TOMÁS
Y en la vida real…menudos modelos de conducta son estas estrellas encima. Lo tienen todo, todo
el mundo los ama, son famosos hasta en Uganda, pero ellos van de chasco amoroso en chasco
amoroso. A ninguno lo aguanta nadie más de cinco años. Vamos, yo a esa Jennifer Aniston no la
tocaba ni con guantes profilácticos.

(Se ríen mientras las luces bajan)


9

ESCENA 5. CRUCE DE LUCES

(Escenario derecho. Tedd está en la cama, Mar de pie junto a él.)

MAR
¿Tan mal estás?

TEDD
No he conseguido dejar la cama.

MAR
Ay, chico, qué lata.

TEDD
Menudas dos nochecitas que llevo. Dormir con Charlie es como acostarse con un tractor.

MAR
Es que las noticias… fueron la pera.

TEDD
Ya.

MAR
Yo también me pasé la noche en vilo. Me despertó una pesadilla terrible. Estaba en la casa de
Connecticut. Yo estaba casada con Phillip Karl, el nuevo dueño. Pero Tomás era Phillip Karl en
el sueño. Y yo tenía un tórrido affaire con Albert Johnson. Le estaba esperando, y según llegaba
su coche, Tomás que era Phillip Karl, sacaba una bazuca y disparaba a Albert Johnson. Yo
empezaba a llorar y corría hacia el cadáver. Y al mirarlo de cerca, descubría que eras tú.

TEDD
Joder. Ahora sí que puedo dormir tranquilo.

MAR
¿Sabes qué? Deberíamos ir e investigar el tema. Yo creo que hay más de lo que habéis contado
en la tele.

TEDD
Por favor, no te pongas Agatha Christie.

MAR
Es que ese tío. Todo el día merodeando por la casa como una “aaarañaaa”. Venga, vámonos
juntos, en plan escapada. Tú, mi Harper Lee, y yo, tu Truman Capote.

TEDD
Mejor me quedo durmiendo.

MAR
Sería un artículo precioso. Los recuerdos de mi vida en la casa alternando con el caso. A lo mejor
Vanity Fair me lo compra. Les encantan las historias de glamour y sangre. Necesito una
escapada, Tedd. Contigo. (Pausa) Ah, por poco se me olvida. Mira te he traído el antídoto
perfecto contra la apatía.

(Mar saca un tocho de libro envuelto en papel de regalo)

TEDD
(Excitado de forma falsa)
¡Un ladrillo para tirártelo a la cabeza! (Decepcionado) No. Anna Karenina.

MAR
¿Lo has leído?
10

TEDD
(En broma)
No, pero he visto la peli.

MAR
¿La de Vivian Leigh?

TEDD
No, era una broma, no he visto ni la peli. Qué plasta era Vivian Leigh. No la aguanto.

MAR
Vivan Leigh era divina. Ay, qué envidia me das. Cómo me gustaría poder volver a leer Anna
Karenina por primera vez.

TEDD
Pesa mucho. Pero gracias. Si quieres hacerme sentir mejor, hay algo que puedes hacer por mí.

MAR
¿El qué?

TEDD
Me dejas que te…

MAR
(En el sentido de “otra vez”)
¡Tedd!

TEDD
Por favor, solo un poquito.

MAR
Cómo eres.

TEDD
Por fa.

MAR
(Desistiendo)
Venga.

(Tedd le toca con sus manos ambos pechos)

TEDD
Me encantan.

MAR
Bueno, vale ya.

TEDD
Pero…

MAR
Que vale he dicho.

TEDD
Egoísta.

MAR
Oye, y cuando te pones malo, ¿qué hacen en el canal?

TEDD
11

No nos ponemos malos. Es la tele. Me imagino que esta noche usarán a mi segundo. Será una
buena oportunidad para él.

MAR
Ya no aguantas tu curro, ¿no?

TEDD
Ni el curro, ni el elenco de personajes que me rodea.

MAR
¿Qué les pasa?

TEDD
Que son tan evidentes. (Pausa) Tú tienes la suerte de ser freelance. Al menos puedes poner
límites y estándares a lo que haces.

MAR
Ya podía usar yo menos estándares, y tener una nómina cada dos semanas como tú.

TEDD
Claro, es que en periodismo no se puede tener todo. O nómina o integridad. Eso es lo que hay.

MAR
¿Sabes lo que deberíamos hacer? Cruzar el parque y cachondearnos de los del Upper East Side.

TEDD
Ay, no.

MAR
Sí, y vamos disfrazados.

TEDD
¿Carnaval?

MAR
No… Glam Rock. Gafas grandes y pantalones ajustados… y acento de extranjeros…

TEDD
(Por fin en pie)
Aimez-vous Brahms?

MAR
Me pido Ingrid Bergman. Estoy harta de que siempre te pidas tú, Ingrid Bergman. Tú puedes ser
mi joven amante, si quieres…

TEDD
Anthony Perkins.

MAR
¡Qué buena! Aimez-vous Brahms?

(Tedd empieza a tararear la tercera sinfonía de Brahms, Mar se une a él mientras empiezan a
bailar)

TEDD
Qué fenómeno, una mujer adúltera que se acuesta con uno más joven que ella sin tener que pagar
las consecuencias con remordimientos o la muerte misma. Eso es lo que deberíamos hacer todos.
Liarnos con uno más joven. De todos modos el libro era mucho mejor.

MAR
12

Para nada. A mí me gusta más la peli. Oye, ¿y si nos vamos al bar del Hotel Pierre y nos reímos
de los famosos?

TEDD
¡Sí, nos ponemos insoportables, a lo Vivian Leigh!

MAR
¡Sí!
13

ESCENA 6. (Hay un rápido apagón. Mar sale, y Charlie entra y pone una maleta en la cama.
Tedd la empieza a llenar)

TEDD
He pedido una semana y me la han dado.

CHARLIE
Pues con dos que tienes al año, estamos buenos.

TEDD
Ya, pero es que lo necesito ahora mismo.

CHARLIE
Y me dejas solo para el cuatro de julio.

TEDD
No te pongas tan patriótico, chico.

(Pausa)

TEDD (Cont.)
Eh, eh… ¡Contacto visual! ¿Estás en serio cabreado?

CHARLIE
(Cabreado)
No.

TEDD
Charlie, mira. No me encuentro de muy buenas, y unos días libres fuera de Manhattan y este
calor insoportable me van a venir muy bien… y el proyecto de Mar tiene mucha gracia.

CHARLIE
¿Desde cuándo tiene gracia que se mate la gente a tiros?

TEDD
Vale, gracia, no, morbo. A lo mejor incluso escribo un poco mientras estoy ahí.

CHARLIE
(Directo, sin emoción)
Lo que me gustaría es que pudieras escribir conmigo en la casa.

TEDD
Venga, no seas crío. Que es solo una semana.

CHARLIE
Son dos.

TEDD
No, una.

CHARLIE
Dos. La tuya, más la que me tendré que coger yo solo, cuando no te queden más días libres.

TEDD
Bueno, pues aprovechas esa y te vas a ver a tus padres.

CHARLIE
No, a ver a mis padres vienes tú conmigo. (Cambiando de tono, casi preguntando) Es que quiero
que te vean a ti también.

(Pausa)
14

CHARLIE (Cont.)
Me cogeré la otra en San Francisco.

TEDD
¿Sí?

CHARLIE
Sí. Es la conferencia anual. En septiembre.

TEDD
No lo sabía.

CHARLIE
Pues sí, te iba a ofrecer que te vinieras, pero ahora ya no te van a quedar vacaciones.

(Pausa. Tedd termina la maleta)

TEDD
¿Y Tomás va?

CHARLIE
Claro. Tiene ponencia y estamos patrocinando a sus estudiantes.

TEDD
¿Y Mar?

CHARLIE
No sé, pregúntale tú.

TEDD
(Sarcástico)
Estaría genial si os vais todos a San Francisco y me toca quedarme a mí aquí pringando.
15

ESCENA 7. (CRUCE DE LUCES AL CENTRO. Charlie se sienta en la silla cara al público.)

CHARLIE
(Al público)
Conocí a Tomás cuando todavía era un médico novato en un hospital universitario de Nueva
York. Me acababa de mudar con Tedd. Yo llevaba la cuenta de su hospital. Tomás siempre ha
tenido algo. Un día me lo encontré en el gimnasio de Union Square. Tomamos un café y me retó
a un partido de squash. Menuda paliza le metí. Estaba que trinaba. Un día tuvimos un
encuentro… incómodo. Me río porque lo que les voy a contar ahora es un poco en plan novelita
de porno blando… Pero les juro que es una historia verídica. Yo estaba desnudo… integral… en
el gimnasio. (Reaccionando a algún sonido que haya en el público) Ya, ya os he dicho… bueno,
termino, yo entraba a las duchas por este lado, y de pronto él entra desnudo también por este otro
lado… Así que ahí nos tienen en pelota picada caminando el uno hacia al otro, en plan pasarela,
y una fila interminable de duchas… Dios mío. Después de andar el uno hacia al otro durante lo
que parecieron dos horas y media, por fin terminamos cara a cara chocando las manos… me puse
como un tomate, y él, como si fuera un reflejo, también. Así que corrí … me di una rápida ducha
fría y salí pitando de aquel vestuario como si hubiera una amenaza de bomba…. Después de
aquel encuentro, no supe mucho de Tomás, lo que me extrañó al principio. Le conté a Tedd el
incidente y empezamos a debatir la pregunta más importante en la existencia humana (Haciendo
como que levanta una calavera en plan Hamlet) “¿Será o no será? Esa es la cuestión.” Tedd es
unos de esos gays que se piensan que todo el mundo es gay. Yo la verdad es que lo encuentro
medio “qué más quisiera él”, medio “qué plasta se pone el tío”. Así que Tedd tuvo la idea de
invitarle a cenar una noche… y para resolver el gran dilema, nos trajimos el anzuelo perfecto: la
amiga del gay de toda la vida.
16

ESCENA 8. (CRUCE DE LUCES A LA IZQUIERDA)

(Tedd de pie junto a Tomás. Tomás le da a Tedd una bolsa de papel con una botella dentro. Mar
se levanta y le da la mano a Tomás. Charlie entra.)

TEDD
Buenas. Yo soy Tedd, con dos des.

TOMÁS
(Sin aliento)
Mucho gusto, Tedd con dos des.

TEDD
Esta es mi mejor amiga. Mar.

MAR
Buenas. ¿Quieres sentarte?

TOMÁS
No, si estoy bien.

CHARLIE
Es lo bueno de no tener ascensor. Estamos en superbuena forma en esta casa.

TOMÁS
Ya me he dado cuenta en el squash. La zona es inmejorable.

MAR
De renta antigua. Es un chollo.

TOMÁS
¡Qué techos! Mar, ¿eres latina?

MAR
Si. María del Mar. Una mezcla. Padre americano y madre mexicana.

TOMÁS
Una mezcla explosiva…

MAR
¿Y tú?

TOMÁS
De familia peruana, pero de Chicago.

TEDD
Latin lover.

MAR
Qué interesante.

CHARLIE
(A Tomás)
Ven, que te doy un tour rápido, porque uno lento sería imposible, el sitio es enano.

TOMÁS
(Saliendo de escena con Charlie)
Pero para ser de dos habitaciones es muy espacioso.

TEDD
(Susurrando)
17

¿Qué crees?

MAR
No sé… es difícil… con lo fácil que era antes.

TEDD
Yo creo que sí. Aunque admito que los latinos son más difíciles de reconocer…

MAR
¿Por qué dices eso?

TEDD
Porque se ponen joyas.

(A Mar le da un ataque de risa que disimula según entran Tomás y Charlie a escena)

CHARLIE
(A Mar)
Miedo me da preguntar de qué te ríes.

TEDD
Tomás, mi amiga me preguntaba que si eres gay.

(Un silencio)

CHARLIE
¡¡Tedd!!

TOMÁS
Ah, ya… ¿Y qué más le da a tu amiga?

TEDD
Me imagino que querrá saber si puede coquetear contigo o no.

TOMÁS
Bueno, pues dile a tu amiga que coquetee conmigo todo lo que quiera y de paso que no tenga
ningún reparo en hablarme directamente.

TEDD
(A Mar, decepcionado)
Todo tuyo. Es hetero.

TOMÁS
(A Mar)
¿Y tú?

MAR
También. Hetero de toda la vida.

TOMÁS
Qué bien. Así que también puedo coquetear yo contigo.

MAR
Siempre y cuando no muerdas más de lo que puedas masticar.

TOMÁS
Sería la primera vez.

CHARLIE
(Tras una pausa incómoda, intenta romper la tensión poniéndose en medio)
¿Alguien quiere una cerveza, un vino…? (A Tedd) ¿Cianuro?
18

TOMÁS y MAR
Vino.

(Se miran)

TOMÁS y MAR
Tinto.

TEDD
(Mientras Charlie le empuja fuera de escena)
La cena estará servida en un….

(Tomás y Mar se quedan solos y se ríen)

TOMÁS
¡Menudo personaje este Tedd!

MAR
Sí, me vuelve loca, pero no sé vivir sin él.

TOMÁS
Parecéis un matrimonio de ancianos… ¿Sois amigos de toda la vida?

MAR
Del instituto. Yo fui quien le dijo que era gay. No lo sabía ni él. Mi madre, la pobre, todavía tiene
esperanzas. “Hija mía, deberías casarte con Tedd.” Y yo le digo. “Mamá, si a Tedd le gustan los
chicos.” Y ella dice: “Anda, y eso qué más da.”

TOMÁS
Me alegro mucho…

MAR
¿De que a mi madre le guste tanto Tedd?

TOMÁS
No. De que podamos coquetear.
19

ESCENA 9. CRUCE DE LUCES AL CENTRO Y A LA DERECHA.


(Hay dos maletas en la cama. Tedd está en escena. Mar entra.)

TEDD
¿Seguro que no quieres que coja mi propia habitación?

MAR
¿Estás tonto?

TEDD
Vale. Vale. Está muy bien este sitio.

MAR
Y tiene hasta escritorio. Mira.

TEDD
¿Ya has arreglado las entrevistas?

MAR
Tengo una off-the-record con la oficina del sheriff. Para ponerme al tanto del caso.

TEDD
Qué bien.

MAR
Mañana a las 11. ¿Qué te apetece hacer ahora?

TEDD
Vamos a dar un paseo y luego, si quieres, leemos un rato. (Agarrando el libro) Yo me he traído a
Anna.

MAR
A lo mejor me pongo con los cuadernos. Este pueblo me trae tantos recuerdos. ¿Tú cómo vas?
¿Estás escribiendo?

TEDD
No mucho, mi diario y eso.

MAR
¿Qué ha sido de “Giros inesperados”?

TEDD
Ya me he atascado otra vez.

MAR
¿Cuánto llevas?

TEDD
Sesenta páginas y muchísimos apuntes.

MAR
No está mal.

TEDD
No sé yo si lo de novelar va a ser lo mío. Es como correr un maratón.

MAR
¿Me vas a dejar leer algo?

TEDD
Si no es nada. Nunca lo terminaré. (Pausa) Oye, ¿tú vas a San Francisco en septiembre?
20

MAR
Ay, no. A mí San Francisco no me va nada.

TEDD
¿Por qué?

MAR
Tiene muchas cuestas. (Pausa) Creo que a ese viaje van los chicos solos.

TEDD
¿Eso es lo que te ha dicho Tomás?

MAR
Sí, me dijo que tú no ibas. Como habías ido con Evan, pensé que no te apetecería remover eso…

TEDD
Qué bien.

MAR
¿De verdad quieres volver a San Francisco?

TEDD
Hombre, me gustaría haber tenido la oportunidad de decir que no. Charlie me hizo pensar que era
culpa mía perderme el viaje.

MAR
Oye, mira, que tengan su tiempo juntos, como nosotros estamos teniendo el nuestro. Y además he
tenido una idea que es mucho mejor que escribir o leer…

TEDD
(En broma)
Mar, no insistas, no nos vamos a acostar juntos.

MAR
No, hijo, el plan que tengo es mejor que el sexo… (En plan conspiración) Esta noche pedimos
que nos suban la cena, comemos y bebemos de forma irresponsable… y luego… (Sacando una
caja con misterio) ¡Jugamos al Intelect!

TEDD
Ay, Dios. No jugamos desde la universidad. (Mira la caja) No soportas ir de vacaciones con
Charlie, ¿a que no?

MAR
Hijo, no es eso. Pero la verdad, Tedd, si tengo que elegir entre ir los cuatro de vacaciones o jugar
contigo al Intelect borracha perdida, pues qué quieres que te diga…

TEDD
Tienes razón. (Pausa, se tiran a la cama)

MAR
Tedd, dime la verdad, ¿qué opinas de Tomás?

TEDD
No sé. Es difícil no tener cariño a alguien al que tú adoras de tal manera.

MAR
Qué respuesta tan educada.

TEDD
21

No, en serio. Mar, es que nosotros… Charlie y Tomás, tú y yo…. Somos como una familia…
Una familia más rara que la familia Addams, pero una familia. Y llegados a un punto, en la vida,
una ya no tiene más opiniones sobre su familia. Viven y tú vives con ellos. Y santas pascuas.

MAR
Hijo mío, qué filosofía tan tétrica sobre la amistad. Y sobre la familia.

TEDD
¿Por qué?

MAR
No sé…. Antes de que te la pidas, te aviso que yo soy Morticia.

TEDD
Vaya, me la iba a pedir yo…Me tendré que pedir la mano autónoma. (Imitando la mano y
haciéndole cosquillas con ella) ¿Sabes qué? No te cabrees con lo que te voy a decir.

MAR
Joder, qué manera más terrible de empezar a decir algo ofensivo.

TEDD
Es ofensivo, pero tiene gracia.

MAR
Vale.

TEDD
Charlie te llama “la suegra”.

(Mar se ríe a carcajadas)

MAR
Eso tiene gracia… (Pausa) Qué distinta es nuestra vida de lo que me había imaginado.

TEDD
Si te vas a poner en este plan, vamos a empezar a beber, guapa, porque yo hoy sobrio no te
aguanto.
22

ESCENA 10. CRUCE DE LUCES AL CENTRO

(Tomás está sentado de cara al público)

TOMÁS
Nos hemos criado con unas nociones románticas imposibles. Y lo que más me extraña, con lo
desdichadas que son el noventa por ciento de las parejas a las que conocemos, es la ansiedad que
tienen todos los solteros, y sobre todo las solteras, por encontrar a su príncipe azul. Hasta a
Internet ha llegado la caza… (Tomás se empieza a desvestir quedando en ropa interior)

No es solamente la desesperación patética de Sarah Patética Parker en Sexo en Nueva York. Es


nuestra generación, damas y caballeros. Trabajamos a tope, y luego buscamos ese amor que llega
como un relámpago del cielo. Y, claro, no llega, porque la gente como George Clooney no está
en el Starbucks de la esquina cargando la maquinita del café . Ni tampoco se ha apuntado a
encuentra-pareja-punto-com. Y es que en Internet se buscan cosas muy específicas. (En broma)

“Yo quiero una esposa con interior de cuero, cierre centralizado a las cuatro puertas y por fuera
que sea de rojo metalizado. Que pase de cero a cien en cinco segundos”

Vamos, hombre. ¿Pero esto qué es?

“Deseo a un hombre que sea insaciable en la cama, pero solo conmigo. Un hombre especial,
diferente, único, pero que le chifle a mi madre cuando le meta en las insoportables comidas de
domingo con mi familia. Debe ser de espíritu independiente, un rebelde, pero con dinero y un
buen trabajo. Y por supuesto, cachas.”

¡Eso no es buscar amor, eso es salir a la caza del unicornio!


23

ESCENA 11.

(En la oscuridad Tomás va hacia la cama en el escenario derecho y salta junto a Mar. Las luces
se encienden. Mar lleva puesto un salto de cama negro, muy sexy)

MAR
(Jadeante)
Ay, Dios.
(Pausa)
¿Es aquí cuando en silencio encendemos un cigarrillo para que el público sepa que hemos
echado tal polvo que nos hemos quedado sin palabra?

TOMÁS
(Jugueteando)
A estas alturas, el público ya ha captado que no hay manera de dejarte a ti sin palabras.

MAR
Pero…
(Tomás agarra a Mar jugueteando, y con gran ternura le tapa la boca, mientras le besa el
cuello)

TOMÁS
Cállate, ya.

MAR
Solo quiero que me digas si para ti ha sido tan increíble como para mí.

TOMÁS
Los chicos tenemos más dificultad en fingir. Me ha gustado tanto como has visto.

MAR
Bueno, entonces, exactamente ¿qué tienes tú de malo? Confiesa ahora y así nos enfrentamos a
ello y seguimos adelante.

TOMÁS
No tengo nada de malo. Soy perfecto.

MAR
¿De verdad?

TOMÁS
Sí, y tú también.

MAR
No, hijo, no.

TOMÁS
¿No podemos fingir un ratito más?

MAR
Ay, sí, en plan juego de rol.

TOMÁS
Eso.

(Se besan)

MAR
Mira. Es que no me quedo tranquila. Tú me dices un secreto terrible y yo te digo otro a ti.
24

TOMÁS
Tú primero.

MAR
Llevaba un año sin…en fin.

(Se ríen)

TOMÁS
Dios. Eso sí que debe de ser terrible.

MAR
Te toca.

TOMÁS
(Pensando)
Ummm… Ya. Sería incapaz de estarme un año sin sexo.

MAR
Hijo, eso no es una confesión eso es Anatomía Masculina Básica.

TOMÁS
No podría sobrevivir…. Un mes… sin sexo.

MAR
¿Una semana?

TOMÁS
(Salta sobre ella)
¡¡Un día, una jornada laboral, una hora!! (Gritando) ¡¡¡¡Soy una bestia insaciable!!!!

(Se mueren de la risa)

MAR
Venga en serio.

TOMÁS
Venga… aquí va mi confesión. Estuve casado cinco años.

MAR
¿En serio?

TOMÁS
Sí.

MAR
¿En Chicago?

TOMÁS
Sí.

MAR
Jolín.

TOMÁS
Y…

MAR
¿Y…?

TOMÁS
Tengo una hija de diez años.
25

MAR
Leches

TOMÁS
Y un hijo de siete.

MAR
Hostias
26

ESCENA 12. CRUCE DE LUCES A ESCENARIO IZQUIERDO

(Tedd y Charlie en la mesa comiendo.)

TEDD
Última hora. Han consumado.

CHARLIE
¿No?

TEDD
Sí.

CHARLIE
Me alegro por ella. Ya le tocaba.

TEDD
¡Charlie!

CHARLIE
¿Qué? ¿O no es verdad?

TEDD
Pues, sí.

CHARLIE
Así que he ganado la apuesta. Eso quiere decir, si no me equivoco, que me debes un masaje de
pies… aunque aquí el que se ha llevado el gran premio es ella.

TEDD
Charlie.

CHARLIE
Tedd. Le ha tocado el gordo.

(Tedd pone un gesto)

CHARLIE (Cont.)
O me vas a negar que él está mucho mejor que ella.

TEDD
Pues no sé quién dice eso. Qué cruel.

CHARLIE
No es cruel, es un hecho.

TEDD
(Cabreado)
Es un hecho cruel. Y además, eres una locaza, así que no eres imparcial sobre quién es más
atractivo.

(Silencio)

CHARLIE
Cariño, las ensaladas te salen geniales.

TEDD
(Por lo bajo)
Gracias. (Pausa) Oye, perdona un momento. ¿Estás celoso?

CHARLIE
27

¿Celoso? ¿Celoso de qué?

TEDD
De quién.

CHARLIE
¿Eso de quien? Dímelo tú.

TEDD
Tomás y Mar…juntos.

CHARLIE
No, ¿y tú?

TEDD
Me encantarían como pareja.

CHARLIE
Pues no estoy celoso. Espera… ¿Tú estás celoso?

TEDD
¿Celoso de quién?

CHARLIE
De Tomás.

TEDD
Pero no te acabo de decir que me encantarían como pareja.

CHARLIE
No, quiero decir, yo y Tomás.

TEDD
Será “Tomás y yo”

CHARLIE
¿Tomás y tú?... Para. Ya sabes lo que quiero decir.

TEDD
Bueno, es que parece que siempre tienes tantas opiniones sobre lo que Tomás hace o deja de
hacer…

CHARLIE
¿Quieres que haga una declaración oficial, por escrito y ante las cámaras, asegurando mi apoyo
incondicional a que Tomás y Mar forniquen con total abandono? Es que no quiero ninguna
ambigüedad. (Con voz de político) “Yo estoy a favor del sexo, ciudadanos, cuanto más mejor.”

TEDD
(Dando a Charlie un suave, golpecito con el puño en la barbilla)
Ay, qué tontito eres. Gracias a Dios que físicamente no estás mal.

CHARLIE
A lo mejor deberíamos hablar menos de la vida sexual de los demás y ocuparnos un poco más de
la nuestra.

TEDD
(Aterrado)
¿Ahora?

CHARLIE
(Sexy)
¿Por qué no?
28

TEDD
(Como un niño lleno de ilusión)
¿Me vas a atar?
29

ESCENA 13. CRUCE DE LUCES A LA DERECHA.

MAR
(Llamando hacia el centro)
Ya te estás vistiendo.

TOMÁS
(Vistiéndose y sentándose en la cama)
Ya es domingo por la noche. Mañana tengo operaciones a primera hora.

MAR
Claro, es increíble que llevemos aquí todo el fin de semana enclaustrados.

TOMÁS
El viernes por la noche, antes de salir, me dejé la colada en la lavadora. Va a echar una peste
terrible.

MAR
Ay, sí. Más vale que corras a ocuparte de eso.

(Se besan)

MAR (Cont.)
¡¡Ah!! Eres de los que tienen lavadora y secadora en casa. Claro.

TOMÁS
¿Tú no?

MAR
Cariño, soy escritora freelance. Con suerte me sobran monedas para el Laundromat de la
esquina. Odio los Laundromats de Nueva York.

(Mar le besa)

TOMÁS
No empecemos.

MAR
¿Y tú qué odias? Dime algo que aborrezcas.

TOMÁS
A las mujeres que quieren encontrar algo malo en mí cuando no lo hay… y lo buscan con tanto
empeño que al final consiguen que la situación sea mala para tener razón.

MAR
Ay, sí, perdona, es que se me olvidaba que eres perfecto.

TOMÁS
Muy bien, así me gusta. Ya te acostumbrarás. ¿Y además de los Laundromats, qué aborrece la
señorita Hobson?

MAR
(En broma)
Los hombres tontos incapaces de tener una conversación en serio.

TOMÁS
Con un poco de suerte, tendremos mucho tiempo en esta vida para tener conversaciones serias y
desagradables… Vamos a ver. ¿Qué aborrezco? Ah, sí. Cuando una mujer cambia su postura y
lenguaje no-verbal al enterarse de que soy médico.

MAR
30

¿Te pasa eso?

TOMÁS
Sí. A la gente le pone los médicos.

MAR
¿En serio? ¿Por el dinero que ganáis?

TOMÁS
No sé, a lo mejor es porque no tienen seguro médico.

MAR
Desde luego, ¿cuándo se hizo aceptable lo de ser una trepa? No lo había ni pensado, es que
siendo médico… eres un poco chollo, ¿no?

TOMÁS
Un poco.

MAR
(Haciendo el tonto)
Y con lavadora y secadora. Lo tienes todo, amor. (Defraudada) La pena es que tengas que pasar
una pensión alimenticia a esos niños… Yo lo que quiero es un marido rico que me proporcione la
jubilación superanticipada… para que pueda pasarme todo el día haciendo la colada en mi propia
lavadora y secadora.

TOMÁS
Divorciado y todo, sigo siendo un chollo.

MAR
(En serio)
En realidad, lo que a mi me realizaría como mujer sería ganar mucho dinero y jubilar yo a mi
marido, para que críe él a nuestros hijos. Tendría que estar muy bueno, mi marido, ya sabes, en
plan hombre objeto.

TOMÁS
Hay otra cosa que aborrezco.

MAR
¿Sí?

TOMÁS
Las mujeres tontas e incapaces de tener una conversación en serio.

MAR
¿Y a ti quién te ha dicho que eso no iba en serio?
31

ESCENA 14. CRUCE DE LUCES A LA IZQUIERDA.

(Tedd está sentado junto a la mesa, leyendo Anna Karenina, Mar entra vestida con el mismo
salto de cama.)

TEDD
¿Qué haces vestida así?

MAR
Nada, es que vengo de un flashback.

TEDD
¿Qué te pasa?

MAR
Me cuesta mucho revivir esas primeras semanas. Éramos tan felices. Parecía que nunca nada
terminaría.

TEDD
Mar, nada ha terminado. Sencillamente ha evolucionado.

MAR
No. Hay algo que muere, que no se puede recuperar. (Pausa) Cuando me habló por primera vez
de sus hijos, lo supe inmediatamente…

TEDD
¿El qué?

MAR
Que nunca tendría más hijos.

TEDD
¿Pero no se iba a revertir la vasectomía?

MAR
Eso ha dicho, pero sigue sin pedir la cita. Y eso es una cosa tan personal que tampoco puedo
estar recordándosela. “Cariño, camino de casa no te olvides de traer leche, ni de revertirte la
vasectomía.” Tedd, me estoy empezando a sentir como el reloj de cuco en el salón. Tengo treinta
y ocho tacos.

TEDD
Vaya.

MAR
Y para ser justos. Él nunca fingió estar interesado en más niños.

TEDD
Mar, yo sé que es un tema delicado, pero ¿a ti no te extraña que sus hijos no… estén en su vida…
de alguna manera?

MAR
Bueno, ya sabes lo de su ex. Ha envenenado las aguas y ha puesto a los niños en su contra. A lo
mejor cuando crezcan.

TEDD
Mar, ya sé que te va a parecer que le juzgo, sé que a mí no me incumbe y que no sé nada del
tema. ¿Pero a ti no te extraña que haya dado a sus hijos por perdidos? Quiero decir, qué plan
tiene, ¿esperar a que los niños regresen y le supliquen a él? Estos niños deben andar ya en el
instituto, ¿no?

MAR
32

La mayor debe andar por los catorce ya. Ay, Tedd. A veces me gustaría poder volver a mis
flashbacks. Me gustan más que el presente. Los recuerdos son siempre más sencillos. Oye, mira,
necesito un favor.

TEDD
¿El qué?

MAR
El tío que iba a hacer el papel del sheriff no ha aparecido.

TEDD
Ah, es que no sabía yo que fuéramos cinco. Creía que esta era una obra para tres actores y una
actriz.

MAR
Pues ya ves.

TEDD
¿Y ahora qué hacemos?

MAR
He pensado que si te importaba hacer del otro.

TEDD
¿Me pagan extra?

MAR
No, hijo. Este es el teatro de la escasez. Literalmente hablando.

TEDD
Pero el público…

(Durante un instante miran a las butacas disimuladamente)

TEDD (Cont.)
¿No se van a liar?

MAR
No creo.

TEDD
Bueno, me puedo poner estas gafas y hacer que no soy yo.

(Tedd se pone las gafas)

TEDD (Cont.)
Eso sí, con una condición…

MAR
¿Cuál?

TEDD
Que luego hagas tú el papel de mi psiquiatra. Así ahorramos ahí también.

MAR
Bueno, vale. Tú ponte las gafas… y… y te inventas un acento, o algo.

TEDD
(Con acento americano)
Vale, señorita.
33

ESCENA 15. CRUCE DE LUCES AL CENTRO.

(Charlie entra y saca del cajón del escritorio unos cuadernos. Camina a la silla frente al
público.)

CHARLIE
La verdad es que Tedd tiene una convivencia sencilla. No es maniático, y no tiene grandes
opiniones sobre las cosas de la casa. Siendo gay, estos son dos detalles bastante fuera de la
norma.

(Se enciende Escenario derecho. Tedd de pie)

TEDD
Si a ti no te importa, hay algo que a mí sí. Me gustaría que mis diarios y papeles fueran privados.
No es que te esconda nada… pero mis cuadernos me ayudan a vencer mi bloqueo crónico con la
escritura, y la verdad es que son mi terapia. No puedo escribir libremente en ellos si tengo que
pensar que alguien los va a leer y a juzgarme por lo que ahí escriba.

CHARLIE
(Desde el centro, al público)
Parece razonable… porque lo es. Pero según pasaron los años, Tedd se volvió más y más
hermético. Empezamos a escaparnos por caminos diferentes. Llegó un momento en que no
saltarse la regla me parecía imposible. (Leyendo del cuaderno)
“Leyendo Anna Karenina, casi al final, me encuentro esta cita de un pensamiento de Anna
cuando ve que la relación con su amante, Vronsky, se empieza a desintegrar:

CHARLIE Y TEDD
(A la vez, mientras Charlie lee del cuaderno)
“Lo más terrible es que uno no puede arrancar su pasado de las raíces.”

TEDD
(Mientras Charlie lee en silencio)
“ No podemos arrancarlo, pero sí podemos esconder nuestro recuerdo.”
¿Sí? ¿Podemos esconderlo? ¿Durante cuánto tiempo? Después de tantos años sigo pensando en
E. Anoche soñé que me llamaba por teléfono, me dio tanta alegría escuchar su voz que me
desperté llorando. Entonces me di cuenta de que todo era un sueño y me sentí tan tonto y me dio
tanta rabia que continué llorando. C. no se dio cuenta. Me cambié al cuarto de invitados y ni se
enteró. ¡Hace más de diez años y todavía escucho su voz en mis sueños! Después de romper, M.
me abrazaba y me decía: “Te prometo que pasará, te lo prometo. Mañana estarás mejor.” Y en
cierto modo, así fue. Pude enamorarme de nuevo e incluso tener una relación que más o menos
funciona.

(Esto le duele a Charlie como una puñalada. Charlie sigue leyendo mientras Tedd habla)

Y el mundo no se detuvo. Y yo no me he muerto. Aunque entonces pareciera que iba a ser así.
La vida siguió su curso, siguió su curso…

CHARLIE y TEDD
Pero E. sigue también ahí. Siempre estará ahí… si ya no ha desaparecido es porque nunca lo hará
por completo.

TEDD
Ayer lo busqué otra vez en Google. Ya, qué patético, lo sé. Sigue de abogado, en un bufete de
Florida, parece ser. Tengo que confesar que cuando veo una de esas manipuladoras películas
sentimentales, pienso en él. A veces sueño despierto que regresa, sin anuncio previo…

LENTO FUNDIDO EN EL ESCENARIO IZQUIERDO

CHARLIE Y TEDD
Me imagino que está esperándome en el aeropuerto, al aterrizar mi avión, para darme una
sorpresa…
34

CHARLIE
(Con lagrimas silenciosas)
… o que me espera fuera del portal de mi casa, en la calle, un día en el que todo está nevado… y
me abraza y me pide que huya con él… lejos de todos. Y entonces empieza a sonar una canción
de Céline Dion… Ya… Ya lo sé. No debería estar escribiendo estas cosas.

(Charlie sonríe sobre sus lágrimas)

Porque hay pocas cosas que odie más en este mundo que a Céline Dion.
35

ESCENA 16. (La tercera sinfonía de Brahms suena de música de fondo. Las luces se apagan
lentamente. Charlie sale, y Tedd entra con gafas y bigote falso. Habla con un terrible acento
francés. Mar entra mientras Tedd lee sus frases en un papel.)

TEDD
Por favor, entre usted.

MAR
Gracias. Soy Mar Hodson.

TEDD
Sí, señorita, pase usted.

MAR
¿Tiene usted acento?

TEDD
Sí. Francés.

MAR
¡Ah!

TEDD
La Alsacia, más o menos.

MAR.
Ya. Bueno, como usted sabe, estoy escribiendo un artículo sobre el desafortunado caso del Sr.
Johnson.

TEDD
Claro, cómo puedo ayudarle.

MAR
Lo primero, quería saber si están pensando en acusar formalmente, de algo, al señor Karl.

TEDD
No, señorita, no. Al parecer, el Sr. Johnson estaba dentro de la propiedad privada del Sr. Karl y
ya le habían advertido en ocasiones anteriores de que no traspasara el límite de la propiedad. No
tenemos razón para dudar de la historia del Sr. Karl, corroborada por su esposa.

MAR
Lo que me viene a decir es que el dueño de una propiedad puede matar libremente a cualquiera
que se acerque a su puerta.

TEDD
(Pierde el acento y deja de leer)
Si un extraño invade su propiedad, uno tiene derecho, no a matar, pero sí a defender a su familia
de lo que haga falta… es un derecho, sin duda.

MAR
Vamos, este caso empieza a parecer Harry, el Sucio. ¿Y usted no era francés?

TEDD
Sí, pero llevo aquí toda la vida.

MAR
(Dándole el papel para que lea)
Ya. Y dígame usted, ¿han investigado un posible romance entre la Sra. Karl y el Sr. Johnson?

TEDD
(Sin leer)
¿Por qué dice eso? ¿Acaso tiene usted alguna información al respecto?
36

MAR
No… Bueno, en realidad, tuve un sueño. Soñé que la señora Karl y el señor Johnson eran
amantes y que el señor Karl había asesinado al señor Johnson en un ataque desesperado de celos.

TEDD
Usted perdone, creí que era usted periodista, pero ya veo, que en realidad es usted una médium…

MAR
Ahórrese usted ese sarcasmo.

TEDD
¿Es cierto que usted vivió durante unos años en esa propiedad?

MAR
Sí.

TEDD
Eso fue antes de que los Karl se mudaran ahí, ¿correcto?

MAR
Si, a ellos les vendimos la casa.

TEDD
¿Y usted a su vez se la compró al Sr. Johnson?

MAR
Sí.

TEDD
¿Cuánto tiempo vivieron en esa casa?

MAR
Casi cinco años.

TEDD
¿Sí?

MAR
Fueron nuestros años más felices.

TEDD
Ya veo. Y durante esos cinco años, ¿vieron alguna vez al Sr. Johnson merodear por su casa?

MAR
Pues sí. Parecía obsesionado con ella.

TEDD
Ya. Entonces, ¿cree usted que deberíamos sospechar de una posible relación entre usted y el Sr.
Johnson?

MAR
Ya, ya veo por dónde van los tiros aquí.

TEDD
¿Alguna otra pregunta?

MAR
No, gracias por su valioso tiempo. Ah, sí, una cosa más. Llame usted a su madre, por favor.

TEDD
¿Mi madre?
37

MAR
Sí, señor, su madre…
(Mar se acerca y le arranca el bigote falso)
Va a estar esplendida en el papel de tu psiquiatra.
38

ESCENA 17.

MAR
Tedd siempre se cachondea de mí… me dice que tengo nociones imposibles acerca del amor.
Aunque él de joven también era muy romántico. Y mi marido, ya lo han visto. Es menos
expresivo que un microondas… que tengo una desconexión emocional… me dice, el muy bestia.
¿Es tan terrible querer una conexión emocional en la vida? ¿Querer sentir algún tipo de mono
cuando te falta alguien? No te hablo ya de la pasión del principio… que sí, que lo capto, que eso
se acaba… pero lo otro, por qué ha de acabarse: la idea de tener un proyecto de vida con alguien,
alguien que sepa las cosas trascendentales como cuándo y dónde hacerte cosquillas… y cuando
te las hace, alguien que entienda cuando dices “para” para que sigan y cuando dices “para” para
que paren...alguien con la complicidad suficiente para entender con una simple mirada
sentimientos complejos, pensamientos profundos… ¿Y dónde está el crimen en querer que eso
sea una constante en tu vida y no una fase?

CRUCE DE LUCES A LA IZQUIERDA

(Tedd en la mesa lee con el libro de Anna Karenina cerrado.)

MAR
¿Ya has terminado?

TEDD
Sí.

MAR
No pareces muy entusiasmado.

TEDD
No sé, honestamente, me parece que la tal Anna Karenina está como una chota.

MAR
¿Qué? ¡No blasfemes! Anna Karenina es una de las grandes heroínas de la literatura universal.
Una mujer fuerte que decide no ser víctima de la necesidad que su sociedad tiene por el orden y
el respeto. Y se arriesga a ser una paria por amor…

TEDD
Tirándose a la vía del tren… con un tren pasando en marcha.

MAR
No, señor, siendo una inconformista…

TEDD
Abandonando a su bebé por un maromo. Y jinete para más inri.

MAR
Arriesgando todo por un amor verdadero e incondicional.

TEDD
¿Verdadero? Vamos, si fuera yo ese Vronsky, la hubiera empujado yo mismo al tren.

(Mar gruñe)

TEDD (Cont.)
Una vez que Vronsky no le da lo que quiere y no cede más a las manipulaciones, ella empieza a
comportarse como una absoluta histérica: celosa, posesiva… Menuda pajarita la Karenina. Cada
vez que Vronsky se niega a entrarle al juego, ella se lo toma como prueba irrefutable de que él no
la ama.

MAR
39

Sabiendo que estaba confundida y desesperada, Vronsky debería haberle echado un cable, algo
que la reafirmara, en lugar de meterle tanta marcha…. A fin de cuentas, ella todavía no había
conseguido el divorcio y todo el mundo la tachaba de adúltera. En ese affaire, para variar, a la
mujer le toca la tostada quemada, el filete que se ha quedado crudo y la fruta pasada. Esa es la
historia de ser mujer. Los tíos…

TEDD
Oye, a mí no me “tío-es”. Esta Karerina decide morir porque no se sale con la suya. Hasta su
suicidio es una manipulación para hacer que Vronsky se sienta culpable.

MAR
(Suave)
Oye, ¿te das cuenta de que estamos hablando de Anna Karenina y Vronsky como si fuera de
verdad?

TEDD
Bueno, es el genio de Tolstoi. Es que estos son de verdad. Todos. Más de verdad que nosotros.
Eso no quiere decir que me apetezca romantizar a esta mujer… Mar, pero ¿a ti, exactamente, qué
te falta? ¿Qué tienen estas mujeres que idealizas que tú no tengas?

MAR
¿Amor de verdad?

TEDD
¡Amor de verdad!

MAR
Ya ves qué tontería… me parece que con Vronsky, Anna lo tenía, al menos por un tiempo.
Cuando están juntos Vronsky y Karenina, me hacen vibrar.

TEDD
A mí me parece más un capricho, lo siento. Karenina usaba el amor para alimentar su ego y su
vanidad con los hombres. Es peligroso buscar tanto la atención de los demás…

MAR
¿Así es como me ves?

(Tedd no responde)

MAR
(Derrotada)
Así es como me ves. (Peleona) Pues, ¿sabes qué?… Llámame patética si te da la gana. Siempre
tienes que usar esa palabra, cuando hablas del amor.Pero al menos yo no he tirado la toalla.

TEDD
¿Qué toalla? Oye, que ya he tenido bastantes simbolismos con Tolstoi.

MAR
Que cualquier día alguien puede entrar en mi vida y ponerla patas arribas. Y que si eso ocurre,
me voy a dejar.

TEDD
Mira, Mar, las patas arriba son incomodísimas. Vamos, no se me ocurre una cosa más incómoda
en esta vida que las patas arriba. A mí me pusieron mi vida patas arriba una vez, y todavía estoy
pegando las piececitas con Superglú. Ya ves tú qué regalo.

(Pausa)

TEDD
¿Sabes la historia que me gustaría leer?
40

MAR
¿Cuál?

TEDD
La del pobre ruso al que le tocó recoger los pedazos del cadáver de la puñetera Anna Karenina
esparcidos por las vías del tren. Ese es el personaje que más pena me da en esa historia. (Con
acento ruso) “Esto debe de ser el brazo. ¿Y esto? Ah, sí un pie.”

(Mar se ríe.Tedd la mira con cariño)

MAR
No me mires así que no pienso dejarte que me toques.

TEDD
Vaya.

MAR
Tedd, es hora de volver a casa. ¿Sabes qué? Que estoy echando mucho de menos a Tomás.

TEDD
Ay, Mar, Mar… Venga, anda, vamos a casa… nuestros maridos nos esperan.
41

ESCENA 19. CRUCES DE LUCES A LA DERECHA.

(Tomás, en la cama, con pantalones cortos y camiseta, de cara al público. Mar entra con su
maleta.)

MAR
Ni preguntes. Un desastre. Me ha encantado estar con Tedd…, pero ahí no hay historia. ¿Te
puedes creer que no le van a acusar ni de homicidio no intencionado? Los Karl dicen que todo
fue en defensa propia. Vamos, solo en América.

TOMÁS
¿Qué pasa?, ¿qué esperabas algo más romántico?

MAR
Hijo, sí, por lo menos un crimen pasional.

TOMÁS
Joder, con tu romanticismo.

MAR
Se me ha hecho tan raro volver… cuántos recuerdos, Tomás.

(Mar se sienta junto a Tomás, buscando su atención)

TOMÁS
Siento que hayas perdido el tiempo. ¿Vas a escribir algo o lo vas a dejar?

MAR
No sé. La historia no era para tanto, pero el regreso a la casa me ha devuelto cosas…

TOMÁS
¿Cosas buenas?

MAR
Cosas agridulces.
(Pausa)
Tomás…

TOMÁS
(Casi dormido)
Estoy muerto.

MAR
No, no es eso… Perdona que te moleste con este tema, pero me preguntaba si vas a pedir cita con
el urólogo para lo de la vasectomía.

(Silencio)

TOMÁS
Ummm. Mar, para serte sincero, sigo sin tenerlo claro…

MAR
¿Lo de la vasectomía o lo de tener un niño?

TOMÁS
Me imagino que las dos cosas.

MAR
Porque ya sabes que a mí no me importa conseguir un donante.
42

TOMÁS
(Adormecido)
¿Podemos pensárnoslo?

MAR
Sí, nos lo podemos pensar dos años más y ya estará el caso resuelto, porque será demasiado
tarde.

TOMÁS
Nunca te mentí. Nunca he querido más hijos.

MAR
Más hijos. Ya sé que puede sonar cruel, pero la verdad es que yo hijos, hijos no veo por ningún
lado.

TOMÁS
(Incorporándose)
Efectivamente, eso ha sido muy cruel, Mar.

MAR
A mí no me importaría que tus hijos fueran parte de nuestra vida, Tomás.

TOMÁS
A veces qué huevos tienes. ¿Estás insinuando que mis hijos no son parte de mi vida porque no
estoy de humor para ello o porque no me da la gana?

MAR
Perdona, no es eso lo que he querido decir.

TOMÁS
Pues, entonces vámonos a dormir ya. Y bienvenida seas de tu jodido viaje.
43

ESCENA 20. CRUCE DE LUCES A LA IZQUIERDA

(Charlie y Tomás están jugando al squash, cada uno con una raqueta en la mano y con una
pelota imaginaria.)

CHARLIE
¿Qué te pasa? Macho, atento a la bola. Que estoy jugando solo.

TOMÁS
Perdona.

CHARLIE
¿Pero qué pasa…?

TOMÁS
Las cosas están cada vez peor en casa.

CHARLIE
Joder. Pues sí que estamos buenos. El mío no pega ni ojo. Yo creo que está con depresión.

TOMÁS
¿Ya no va a terapia?

CHARLIE
Pues no. El otro día llega y me dice: “La psicóloga me ha dicho que estoy listo para graduarme.”
Le debí poner uno de mis caretos porque no dije ni mu, y él todavía me acusa de no apoyarle.
(Pausa) ¿Sabes que cuando estuvieron en Connecticut tuvieron una pelotera?

TOMÁS
¿Sí?

CHARLIE
Visiones encontradas sobre Anna Karenina.

TOMÁS
Anda, que con qué dos nos hemos juntado.

CHARLIE
¿Y a ti qué te ha pasado ahora?

TOMÁS
Está harta. Idealiza lo que es ser madre y ha vuelto otra vez con que me vuelva a operar para
arreglarme lo de la vasectomía.

CHARLIE
Tomás, es comprensible que quiera tener hijos; es un instinto muy humano.

TOMÁS
Los instintos no son humanos, son animales. Charlie, lo que ella quiere es tener hijos para que le
den un amor que no existe.

CHARLIE
Perdona, pero el amor materno existe, y el amor filial, también.

TOMÁS
Pero ella quiere más. No sé qué es… pero de lo que sea, más…

(Tomás pega un fuerte raquetazo y mete un punto a Charlie)

CHARLIE
44

Oye, si vas a jugar con rabia te traigo a tu esposa para que la machaques a ella. (Paran de jugar)
Tomás, un poco sí que la entiendo… Hasta los más cínicos por fuera tienen ciertas languideces
por dentro… Hasta Tedd.

TOMÁS
¿Tedd?

CHARLIE
Todos, Tomás. Es humano.

TOMÁS
Pues el amor es una reacción química, que lo sepas.

CHARLIE
Doctor, edúqueme usted.

TOMÁS
En pocas palabras, todas esas reacciones son químicas y hormonales: la excitación, la falta de
sueño, las taquicardias… Cuando nos enamoramos, el cuerpo segrega una serie muy predecible
de hormonas: feromonas, dopamina, serotonina, norepinefrina… Si te suenan algunas, es porque
son estimulantes que actúan casi como anfetaminas.

CHARLIE
O sea, es como colocarse…

TOMÁS
Ya te digo. Y luego hay una que se llama oxitocina que ya te remata, vamos.

CHARLIE
¿Y son adictivas, también?

TOMÁS
Muchísimo. Pero como con toda adicción… se pasa con el tiempo… y uno se queda un poco
inmune a sus efectos. La novedad que se pasa, ya sabes… Según la literatura médica, el efecto
medio dura de un año y medio a tres.

CHARLIE
¿Solo?

TOMÁS
Sí.

CHARLIE
No fastidies. ¿Y después?

TOMÁS
Pues eso, hábito, codependencia, miedo a estar solo, complejos contratos sociales,
conformismo… todo lo anterior…

CHARLIE
Joder, lo que me faltaba ya.

TOMÁS
El aburrimiento en el mejor de los casos…

CHARLIE
¿Qué dices?

TOMÁS
Que la adicción al amor puede tener efectos mucho más nocivos, puede convertirnos en
animales, en bestias irracionales.. hay una “Caja de Pandora” que es mejor no abrir. Yo lo hice
una vez…
45

CHARLIE
¿Con tu primera mujer?

TOMÁS
Sí…Pero en cuanto vi lo que había dentro la cerré.

CHARLIE
No hay nada como venir contigo al gimnasio para eliminar estrés. Ha sido una sesión de lo más
gratificante, macho.
46

ESCENA 21. CRUCE DE LUCES AL CENTRO

(Tedd levanta el teléfono. Marca.)

LUCES A LA DERECHA.

MAR
(Deprimida)
Hola.

TEDD
Cariño, buenas noticias, haz la bolsa que nos vamos de excursión.

MAR
(Saltando de la cama)
¿Qué pasa?

TEDD
El señor y la señora Karl han sido detenidos por asesinato.

MAR
¡No me jodas!

APAGON. FIN DE LA PRIMERA PARTE.


47

SEGUNDA PARTE

ESCENA 22. (Se ilumina el escenario derecho, con Charlie en la cama, y el izquierdo con Tedd
en la mesa. Están hablando por teléfono. Tedd lee Hello Magazine y presta poca atención.)

CHARLIE
Por Dios, sobre todo no te pelees con Mar por la simbología de las olas en la obra de Virginia
Woolf.

TEDD
Calla, bobo. ¿Vosotros qué tal?

CHARLIE
Bien, pero te echo de menos.

TEDD
¿Qué vais a hacer?

CHARLIE
Que te echo en falta, digo.

TEDD
Ya te he oído. (Pausa) ¿Qué pasa, que quieres que te diga que yo también?

CHARLIE
No importa.

TEDD
No seas bobo, “que yo también”. ¿Qué vais a hacer?

CHARLIE
Ya hemos terminado todo lo del trabajo. Nos vamos a un mexicano de margaritas.

TEDD
¿Te gusta San Francisco?

CHARLIE
No está mal. Sí, me gusta.

TEDD
Mejor que Connecticut seguro.

CHARLIE
¿Qué haces?

TEDD
Nada, en casa. Esperando a Mar. Se queda a dormir aquí. Lleva tres días sin ver la luz de la calle.
Desde que hemos vuelto de Connecticut está enrolladísima con lo del crimen pasional. Ha
debido sacar mucho material, al final.

(Silencio)

TEDD (Cont.)
¿Lo estáis pasando bien?

CHARLIE
Que sí.

TEDD
La verdad que, cuando quiere, Tomás tiene mucho encanto.

CHARLIE
48

Sí. Es de los que escuchan, y miran directamente a los ojos, y hacen preguntas y fingen que les
interesa lo que uno está diciendo…esas cositas de la vida, ya sabes…

TEDD
(Deja la revista)
¿Qué pasa, que yo no te escucho cuando hablas?

CHARLIE
Ay, Tedd…

TEDD
Charlie…

CHARLIE
Tedd…

TEDD
Charlie, que sí que te echo en falta. ¿Vale?

CHARLIE
Que sí, que ya me lo has dicho. Que me lo creo…

TEDD
Venga.

CHARLIE
Adiós.

(Cuelgan)

TEDD Y CHARLIE
(Aburridísimos y a la vez)
¡Qué coñazo de tío!
49

ESCENA 23. (Se apaga el escenario izquierdo. Charlie saca un cuaderno)

CHARLIE
“E. hablaba el lenguaje secreto de los mamíferos acuáticos. Tenía fama de ser difícil de entender.
Yo, sin embargo, conectaba con él de una manera extraordinaria.”

(Se enciende el escenario central. Tedd en una silla)

CHARLIE Y TEDD
Cuando estábamos a solas, sus ojos verdes tenían algo tremendamente vulnerable.

TEDD
Parecía indefenso. La manera en que se reía cuando nos terminábamos el uno al otro las frases…
Solo salimos un año y medio. Nuestro pasatiempo favorito era leer el New York Times los
domingos en la cama. Se levantaba antes que yo, compraba el periódico y dos cafés para llevar
en una vieja cafetería del Soho. Ya en su casa, él me despertaba despacito, dándome besos en el
cuello y apretando su nariz en mi oído… y ahí pasábamos el resto de la mañana, leyendo, a ratos
en silencio, a ratos en voz alta, trozos del periódico que dejaban en evidencia lo tonta que es la
gente, lo fatal que está el mundo y lo graciosos que éramos nosotros. Un domingo me desperté
solo y un poco más tarde de lo habitual. Salí en ropa interior al salón y ahí estaba él leyendo el
periódico. Sin café. Supe en ese momento que sería nuestro último domingo juntos. (Pausa)
Siempre me he preguntado qué pasó. Con él no hubo escenita, ni pelea… A veces me pregunto si
tanta complicidad le dejaba en cueros… sin bolsillo alguno donde guardarse nada. Con el tiempo
he aprendido que no todas las mentiras son artefactos de la crueldad. Hay mentiras simples que
son atajos del día a día. Bueno, me imagino que después de años de disimular con facilidad…
conmigo estaba perdido. Al menos, esa es la película que me monto yo para consolarme. Nunca
sabré la verdadera razón de lo que pasó con E. La bestia acuática nadó hacia el horizonte. Y
nunca pude preguntar por qué.

TEDD Y CHARLIE
Espero que sea feliz.

CHARLIE
(Conmovido)
Me pregunto si él también piensa en mí.

(Charlie cierra el cuaderno. Hay un silencio estremecedor)


50

ESCENA 24. CRUCE DE LUCES A LA IZQUIERDA.

(Tomás está sentado en la mesa con una jarra de margaritas. Charlie se une a él con dos copas.
Se están riendo, un pelín borrachos.)

CHARLIE
¡Para! Qué risa.

TOMÁS
¿Y tú qué? ¿Cuál ha sido tu mejor polvo?

CHARLIE
El mío fue A.T.

TOMÁS
¿Antes de Tedd?

CHARLIE
Sí. East Village, a mediados de los noventa. Era una inauguración en una galería de arte… un
artista que estaba hecho un lío intentando con demasiado ahínco no ser Warhol, ni Pollock, ni
Bacon, ni Hockney… Al pobre no le quedaba quién no ser…. Yo estaba con una amiga de la
facultad. Beatrice, como la de Dante. Era un encanto.

TOMÁS
Y una cursi horrorosa, con ese nombre.

CHARLIE
No, no era ninguna cursi. Es que sus padres eran italianos. Aquella noche ella estaba en plan a la
caza para Charlie. Ya sabes que hay chicas heterosexuales que viven proyectando sus gustos y
deseos en nosotros.

TOMÁS
Pues no, no lo sabía.

CHARLIE
Por Dios, Mar y Tedd. ¿Holaaaa? Algunas viven precariamente a través del amigo gay.

TOMÁS
Qué cabrón eres.

CHARLIE
La galería estaba llena de chicos gays… En Nueva York, ya se sabe, en todas partes, menos en
las películas de Woody Allen. Y yo, la verdad, que esos saraos no son lo mío. De pronto, entra un
tío así con un grupito. Bastante más alto que yo, rubio, con el pelo rizado, gafas… te juro que
mis vísceras realizaron cada cliché que se te pueda ocurrir: el corazón me palpitaba…

TOMÁS
(Con burla)
Las piernas te temblaron de lujuria…

CHARLIE
Sí.

TOMÁS
(Muy cursi)
Sentiste mariposas revoloteando en tu estómago…

CHARLIE
Más que mariposas, murciélagos, cigüeñas… Bueno, y la oxitocina esa, no te cuento… me salía
por las orejas. Así que apunto con el dedo y le digo a Beatrice: “Ese”. “¿Ese?” “Sí. Ese.” “¿Y por
qué?” “Yo qué sé. Ese.” Pues nada. Le miro un rato, y él ni se da cuenta de que existo. De pronto
51

viene la dueña de la galería a hablar con mi amiga. “Beatrice, guapa, tengo un cliente que viene
de la misma parte de Italia que tu familia.”

TOMÁS
¿Ese?

CHARLIE
El mismo. Y ahí va ella, la comisaria de la exposición, cruzando la muchedumbre… Beatrice y
yo horrorizados, y la tía va y agarra a uno del brazo… y lo trae hacia nosotros.

TOMÁS
¿No?

CHARLIE
Sí. Ese. Así que se ponen a hablar de la Toscana. Bueno, total, el chico educado, pero tampoco
parece muy interesado…

TOMÁS
Ayyy, esos somos los peores… ¿Pero le conozco?

CHARLIE
¡¡No!!

TOMÁS
Ayyyyy. Sigue.

CHARLIE
Total que yo me aburría y me quería ir.

TOMÁS
¿Sin intercambiar los números?

CHARLIE
Nada… Al principio, pienso, cosas de Nueva York. Nunca más le veré. Y además, es demasiado
guapo para mí. Ya sabes las cosas que se dice uno en estos casos.

TOMÁS
(De coña)
Perdona, pero yo nunca me he sentido demasiado feo para nadie.

CHARLIE
Cállate, anda. Tres días después suena el teléfono.

TOMÁS
¿El de las gafas?

CHARLIE
Diciéndome que si me apetecía ir al cine.

TOMÁS
(En shock)
¿Sí? (Pausa) ¿Vosotros también vais al cine?

CHARLIE
¿Pero tú eres tonto o qué te pasa?

TOMÁS
No sé, yo pensé que los gays hacíais cosas menos mundanas, como ir al ballet o a la opera.

CHARLIE
52

No, hombre, esas entradas son muy caras para una primera cita. Primero una peli por si la cosa
no chuta.

TOMÁS
¡Ah!

CHARLIE
Total, que vimos una película preciosa: Bagdad Café.

TOMÁS
(Muy extrañado)
¿Una bélica?

CHARLIE
Yo no sé cómo te aguanta Mar. Eres un cateto. Es una peli alemana filmada aquí. Un peliculón.

TOMÁS
No, ves, lo sabía. Nosotros no vemos películas europeas en una primera cita. Nosotros vamos a
una de Sandra Bullock como mucho.

CHARLIE
Yo sentía su hombro junto al mío toda la película, pero no estaba seguro de si eran los asientos
pequeños o aquello significaba algo. Después…nos fuimos a cenar a un restaurante de Tribecca.
Una cena genial, la comida estupenda y la conversación mejor. Nos terminábamos las frases el
uno al otro…y dos botellas de vino francés.

TOMÁS
Ayyyyyy. Si al final te hubieran salido más baratas las entradas para la opera que esa cena.

CHARLIE
Estábamos en su barrio.

TOMÁS
Una encerrona. Me encanta.

CHARLIE
Me pidió que le acompañara a casa paseando y cogiera ahí mi taxi.

TOMÁS
Ayyyyyyy

CHARLIE
(Parece serio)
Qué curioso. ¿Sabes que cuando dices “Ayyy”, te sale pluma?

TOMÁS
Ayyyyyyy.

CHARLIE
Nos estábamos despidiendo en la puerta de su edificio y va y me besa.

TOMÁS
Tú vas… y le hincas la lengua en la boca.

CHARLIE
Justo.

TOMÁS
Golfo. Sois todos iguales.

CHARLIE
53

(Con voz de corderito)


Y le digo, bueno, ya me voy…

TOMÁS
¡¡No fastidies!!

CHARLIE
Pero él se me tira encima y me empuja contra la pared en la oscuridad. Bueno, contra cada pared
de ese portal, y yo, claro, puedo notar el… bueno…ya me entiendes…pero…

TOMÁS
¿Pero qué?

CHARLIE
Que me hice el duro.

TOMÁS
(Indignado)
¿El duro? ¿Pero tú te crees que está Nueva York para hacerse el interesante?

CHARLIE
No. Escucha. Yo le pregunté. “¿Nos vamos a volver a ver? Y él me dijo “Sí”, y yo le dije pues
vamos a hacerlo bien.

TOMÁS
¿Bien? ¿Pero tú eres tonto o qué te pasa? (Salta de la mesa) ¡Qué imbécil! (Nota a la gente de
alrededor y se sienta, cortado) Perdón. (Por lo bajinis) ¿A que no te volvió a llamar?

CHARLIE
(Feliz)
No.

TOMÁS
Lo sabía. Por idiota.

CHARLIE
Pero no sabes lo maravilloso que fue. Fue perfecto. ¿Tú sabes lo bien que me hace sentir que
nunca tuve la oportunidad de estropearlo todo?

TOMÁS
De verdad, qué platónico. No lo entiendo.

CHARLIE
Ese fue el mejor polvo que nunca eché.

(Tomás se ríe)

CHARLIE (Cont.)
Se llamaba Brian. Y, hasta la fecha, cuando tengo un mal día, abro la botellita lacrada con la
etiqueta de “Brian”, esnifo esa noche y sonrío.

TOMÁS
Qué tierno. Me va a hacer vomitar. Si al final vas a ser un romántico tú también.

(Pausa)

¿Qué pasaría si le volvieras a ver?

CHARLIE
Es que le volví a ver.

TOMÁS
54

(Exaltado)
¿En serio?

CHARLIE
Años después. En el metro. Estaba en el mismo vagón que yo.

TOMÁS
Se nos olvida que Manhattan es una isla.

CHARLIE
Sí.

TOMÁS
¿Y qué hiciste?

CHARLIE
Estaba leyendo el periódico. Guapísimo. Las gafitas, el pelo rizado, así como la Medusa… (Con
cierta tristeza) Brian era especial.

TOMÁS
¿Pero le hablaste?

CHARLIE
Empecé a andar hacia él. Y de pronto el tren paró y las puertas que tenía junto a mí se abrieron.
(Pausa) Miré a Brian, miré las puertas. Y me salí del vagón.

TOMÁS
¿En serio?

CHARLIE
Sí. No me vio.

TOMÁS
Eres demasiado.

CHARLIE
No quise dañar el recuerdo. ¿Por qué arriesgarme a perderlo todo? Por lo menos me queda la
botellita.

TOMÁS
Jopé. Qué historia más larga. (Pausa) Me deprime un poco, la verdad. A mí es que me va más lo
del orgasmo. Yo soy más de los de follar.

CHARLIE
Pues ahí no ha terminado…

TOMÁS
¿No?

CHARLIE
Me salí del metro… empecé a vagar por la calle, con un sentimiento muy nostálgico. Me metí en
Central Park, y fui a mi sitio favorito: La fuente del Ángel de Bethesda… Y de repente… vi a
Tedd.

TOMÁS
No fastidies que ese fue el día que conociste a Tedd.

CHARLIE
Sí.

TOMÁS
La madre que os pario. (Pausa) Oye, Margarita, otra jarra de margaritas…(A un camarero)
55

ESCENA 25. CRUCE DE LUCES ESCENARIO IZQUIERDO

(En casa de Tedd. Mar y Tedd están en la cama. Llevan pijama.)

MAR
Estoy teniendo serios problemas con el artículo. Tanto morbo, tanto morbo con la historia, y al
final… como dices siempre tú… qué patético es el amor… Resulta que todo se reduce a un ama
de casa aburrida que tiene un tórrido affair con el hombre que merodea su casa. Cuando el
marido les descubre y mata al amante por celos, ella toma partido por el marido y le encubre.
Qué pedorra.

TEDD
No. Qué lista. Me han matado al amante… por Dios, que no se me lleven a mi marido también.

MAR
¿Cómo puede aborrecer una mujer tanto la idea de estar sola que es que capaz de ir a la cárcel
por encubrir a sus marido? Qué mal rollo… Oye, gracias por darme asilo político. No me
apetecía nada dormir sola. (Pausa) Qué difícil tenerles envidia la verdad. No cambiaba esto por
San Francisco ni loca ¿A ti no te ponen nunca celoso esos dos?

TEDD
Hombre, para ser honesto, al principio un poco, porque Charlie tenía una fascinación de colegial
por Tomás…. Pero, luego…

MAR
¿Qué?

TEDD
(Tirándose encima de ella)
Llegó la mujer araaaña.

MAR
(Muerta de risa)
Para. ¿Te confieso algo? A mí la verdad que a veces un poco de… bueno, celos, no, pero envidia
sí me dan. Tienen algo especial esos dos.

TEDD
(Aterrado)
¿Pero no como lo nuestro?

MAR
(Como diciendo “para nada”, muy seria)
¡¡No!! Como lo nuestro no. (Con repentino misterio) Oye, Tedd. Necesito que tú también me
encubras en algo.

TEDD
¿Has matado a alguien tú también?

(Mar niega con la cabeza)

TEDD (Cont,)
(Excitado como un niño, pero en bajo)
¿Tienes un amante?

MAR
No.

TEDD
Y entonces porque estamos hablando tan bajito.
56

MAR
Porque es mucho peor.

TEDD
(Normal)
No me asustes.

MAR
Es que es muchísimo peor. (Pausa) Tedd, mañana me voy a Chicago.

TEDD
(Con misterio)
¿A qué?

MAR
(Con misterio)
A indagar.

TEDD
(Con misterio)
A indagar…. (Cambio a furioso) ¿Pero tú estás loca?

MAR
Sí. (Pausa) Pero si no consigo entender por qué Tomás es como es… me voy a volver más loca
todavía…

TEDD
(En voz baja)
Mar, prométeme que pase lo que pase no vas a ir a hablar con la ex de Tomás.

MAR
¡Estoy loca pero no tanto!

TEDD
(Paternal)
Y que no vas a contactar con sus hijos.

MAR
Que no.

TEDD
Tú sabrás lo que haces.

MAR
Pero si por casualidad te llaman desde San Francisco, y preguntan algo, tú me cubres, ¿no?

TEDD
De verdad, qué cuadrilla la nuestra.

FUNDIDO EN NEGRO.
57

ESCENA 26. (Música estridente. Se enciende la luz en el centro, Tedd está como un poseso
tirando cuadernos por el aire. Levanta el teléfono y marca… nada. Cuelga. Entra Mar medio
dormida. Cuando habla, se interrumpe la música.)

MAR
¡Tedd!

(Tedd se sobresalta)

TEDD
(Buscando algo desesperadamente)
Charlie no responde el teléfono.

MAR
Bueno, se habrá quedado dormido.

TEDD
El del cuarto del hotel, tampoco. Tengo que hablar con él urgentemente.

MAR
Chico, ¿qué te pasa?, pareces la niña de “El Exorcista”. Cálmate.

TEDD
Llama a Tomás, tenemos que encontrar a Charlie.

MAR
Tedd, te tienes que calmar. Cálmate. Mírame, por favor. Nos vamos a la cama, te tomas algo para
dormir y te prometo que a primera hora de la mañana llamamos a Charlie, y si no damos con él,
ponemos a Tomás a la búsqueda. Imagínate el susto que le podemos dar a Tomás si le
despertamos en mitad de noche diciendo que no sabemos dónde está Charlie.

TEDD
(Tras un largo suspiro)
Perdona, no sé qué me ha pasado. Vete tú a la cama. Yo me voy a la cocina un rato, voy a
escribir, a ver si me calmo; así no puedo dormir.

FUNDIDO.
58

ESCENA 27. (En el escenario izquierdo, Tedd se ha quedado dormido en la mesa. Entra Mar.)

MAR
¿Tedd?

TEDD
(Sobresaltado)
¿Le has encontrado?

MAR
No. Vamos a llamar a Tomás. (Levanta el móvil)

(El escenario derecho se enciende, Tomás está en la cama. Se despierta con una tremenda
resaca.)

TOMÁS
¿Diga?

MAR
Hola, cariño, perdona que te despierte tan pronto. Ya sé que ahí son solo las seis.

TOMÁS
(Se incorpora y nota un terrible dolor de cabeza)
No pasa nada. ¿O pasa algo?

MAR
No, nada. Es que Tedd ha intentando llamar a la habitación de Charlie y no lo coge. No responde
el móvil tampoco.

(Detrás de Tomás, se despierta Charlie en su cama, desnudo. Según nota el movimiento, Tomás
recuerda algo.)

TOMÁS
(Con mucha rapidez y un poco borracho)
Se ha quedado dormido seguro. No te preocupes, ahora mismo voy a su cuarto. Aporreo bien la
puerta y le digo que os llame inmediatamente.

MAR
Claro, eso le decía yo a Tedd.

TOMÁS
Es que bebimos mucho. Muchísimo. (Pausa) Muchísimo. Mar, quiero que sepas que… te quiero
muchísimo. Muchísimo.

MAR
Uyyy, qué merluza llevas. Mira, búscame a Charlie y ponte a dormir la mona, guapo.

TOMÁS
Muchísimo. Te quiero, te quiero…

MAR
(Con una cara extrañada)
Yo… también…

(Cuelgan)

MAR
(A Tedd)
Oye, ¿tú sabías que estoy casada con un tonto del culo?

TEDD
(Pausa)
59

Sí.

MAR
Oye, que era una pregunta retórica.

TEDD
Ah, perdón, creía que era una pregunta de verdad.

MAR
No. (Pausa, se sienta mirando hacia las butacas) Era retórica.

TEDD
Ya. (Pausa) Pues si te sirve de consuelo, el mío es tonto del culo también.

MAR
Sí, tontos del culo los dos, la verdad.

TEDD
Y si lo piensas, nosotros, tontos del culo también por aguantarlos…

MAR
Sí, tontos del culo, todos.

TEDD
Los cuatro. ¡Qué cuadrilla la nuestra!

(El escenario izquierdo se apaga)

TOMÁS
Corre inmediatamente a tu cuarto y llama a Tedd desde el fijo de la habitación.

CHARLIE
Ay, Dios mío… ¿Qué hemos hecho? ¿Hemos hecho algo?

TOMÁS
Por Dios, tápate ese culo.

CHARLIE
Ay, qué trompa. Tomás, perdona, no sé ni lo que pasó…

TOMÁS
Déjame pensar, vístete y déjame pensar…. Espera. (Pausa) Espera. (Empieza a reír y con alivio
dice) No hicimos nada… No soy gay. No soy gay. (Salta por la cama y le da un beso efusivo a
Charlie) Gracias por ayudarme a confirmar lo que siempre he sabido. No soy gay.

CHARLIE
Mira, gay no sé si serás, pero gilipollas.

APAGÓN
60

ESCENA 28. (Música estridente. Entran las luces lentamente en el escenario central. Mar está
sentada mientras los tres actores representan a hombres anónimos que dejan papeles y más
papeles en el escritorio. La música acaba y ella se mueve hacia la silla frente al público, con un
montón de papeles en el regazo. Está muy seria. Se oye a lo lejos la tercera de Brahms.)

MAR
Las preguntas son peligrosas. No tanto las que me hacen los demás, mucho peores son las que
constantemente me hago yo a mí misma… ¿Me arrepiento de haber ido a Connecticut a husmear
en la tragedia de otros? ¿Me da pena que al fin no tenga el valor de escribir la historia sobre el
crimen de los Karl, después de tanto trabajo? ¿Me arrepiento de haberme regodeado en mi
pasado y haber idealizado los recuerdos de un matrimonio que nunca funcionó? ¿Me arrepiento
de haber venido a Chicago a husmear en el pasado de mi marido? (Pausa) ¿Busco la verdad?
¿Busco una excusa? ¿Busco una cerilla cuando estoy calada hasta los huesos de gasolina?
(Pausa) Como ya he hecho mucho periodismo de investigación, no me costó mucho dar con
estas trascripciones… son los documentos del tribunal familiar, incluyen frase por frase la
demanda de divorcio contra Tomás, aquí está todo: la orden de alejamiento, la acusación y
posterior retirada de cargos contra Tomás por violencia doméstica, los celos patológicos que
asfixiaban a su mujer. (Pausa) Las preguntas son peligrosas. A veces más que las respuestas.
¿Por qué encuentro trepidantes las intrigas románticas de los demás? Y sobre todo, la pregunta
más difícil que jamás me haya hecho a mí misma: ¿Por qué, mientras leía estos papeles, estas
cosas tan terribles, pensé, por un segundo: a mí Tomás nunca me ha querido así?… (Pausa)
Preguntas…
61

ESCENA 29. CRUCE DE LUCES AL ESCENARIO IZQUIERDO

(Tedd está en la mesa leyendo el periódico. Entra Charlie con una maleta.)

CHARLIE
Hola.

(Tedd no responde)

CHARLIE (Cont.)
Tedd, de verdad perdóname por el susto del otro día.

TEDD
No importa.

CHARLIE
¿No?

TEDD
No.

(Tedd sigue leyendo)

CHARLIE
Qué alivio, pensé que todavía estabas cabreado. (Se acerca a intentar darle un beso. Tedd le retira
la cara. Silencio) Tedd, mira, sé que no es momento, pero tengo que hablar contigo. No quiero
que haya más secretos entre nosotros. ¿Vale? Tengo que contarte algo.

(Tedd baja el periódico)

TEDD
Hombre, Charlie. Te lo agradezco. (Pausa) Dime.

CHARLIE
Tengo que contarte algo…pero por difícil que se te haga…tienes que prometerme que vas a
hacer un esfuerzo por entenderme y que no vas a contárselo a Mar.

TEDD
¿A Mar? Vale, dime.

CHARLIE
Primero asegurarte que no pasó nada… pero el día de la borrachera terminamos… Tomás y yo,
desnudos… en la cama. Pero no pasó nada… bueno, creo que nos besamos, pero nada más. Fue
muy fraternal… y muy estúpido por nuestra parte.

(A Tedd le da un ataque de risa. Charlie se ríe un poco, también, pero está muy incomodo)

CHARLIE (Cont.)
Gracias por tomártelo así. Venía con unos remordimientos terribles.

(De pronto, Tedd se pone muy serio)

TEDD
¿Y por qué coño me cuentas a mí esto, ahora?

CHARLIE
Pensé que era mejor que supieras la verdad.
62

TEDD
¿Y qué hago yo con esta información? ¿Desconfiar de ti y del marido de mi mejor amiga?
¿Lamentar que no se os levantara? O es que sencillamente quieres darme una razón más para
romper contigo…

CHARLIE
¿Una razón más?

TEDD
Charlie, ¿te he pedido yo a ti alguna vez fidelidad?

CHARLIE
Ahora que lo dices…

TEDD
No, Charlie, no te he pedido fidelidad nunca. Nunca. Charlie, ¿qué es lo que te he pedido?

(Charlie baja la mirada)

TEDD (Cont.)
Si era mucho pedir, tenías que haber hablado conmigo antes…

(Tedd se acerca a la maleta)

CHARLIE
¿Qué haces?

TEDD
Ayudarte a deshacer la maleta, Charlie.

(Tedd la abre y saca su cuaderno)

TEDD (Cont.)
Bonita lectura para el avión.

(Cierra la maleta)

TEDD (Cont.)
(Con mucha calma)
Este cuaderno es la única cosa en esta maleta que todavía pertenece a esta casa.

(Tedd sale de escena, Charlie cierra los ojos)

CHARLIE
¡Tedd, espera!
63

ESCENA 30. CRUCE DE LUCES A LA DERECHA.

(En la cama, con un libro, Mar. Entra Tomás con una maleta.)

TOMÁS
Hola.

MAR
Hola.

(Tomás se acerca y le da un beso)

TOMÁS
Menudo culebrón, lo de Charlie. El tío se había quedado sopa con las margaritas. Vengo molido.

MAR
Tomás, tenemos que hablar.

TOMÁS
Ayyy…

MAR
Sí, ayyy.

TOMÁS
¿Qué pasa?

MAR
Tomás, he intentado respetarte lo más posible…, pero ya no aguanto más. Tú no quieres tener
más hijos, y yo necesito entenderte… necesito que me cuentes la verdad. Quiero oírlo de tus
labios. Todo. ¿Qué paso en Chicago? ¿Por qué no podemos ser parte de la vida de tus hijos?

TOMÁS
¡Mar!

MAR
Dímelo, por favor.

(Pausa doble)

TOMÁS
Mar, mi pasado, pasado está. ¿Por qué remover todo eso?

MAR
Porque está afectando demasiado mi presente y mi futuro, Tomás.

TOMÁS
(Enfadado y gritando)
No tienes ningún derecho…

MAR
Para… A mí no me levantes la voz. (Pausa) Tú tienes todo el derecho del mundo a tu intimidad y
a tu pasado. Pero yo también tengo derecho… derecho a los documentos de dominio público que
explican mucho más de lo que jamás te has atrevido a explicarme a mí. Y, sobre todo, tengo
derecho a saber por qué he de sacrificar cosas en la vida, por legados que desconozco…

TOMÁS
(Con odio)
¿Has estado removiendo en mi pasado? (Silencio. Con desesperación) Ya he pagado un precio
muy alto por todo lo que ocurrió en Chicago… ¿Hasta cuándo he de pagar por esos errores?
(Con odio otra vez) Te lo repito, no tienes ningún derecho, Mar.
64

MAR
¿No tengo derecho a entenderte? Porque ahora entiendo muchas cosas, Tomás.

TOMÁS
¿Me crees capaz de herir a alguien? ¿Te he levantado yo a ti la mano alguna vez? ¿Vas a creer
más a una mujer despechada, que ni conoces? ¿A la mujer que me ha destrozado la vida?

MAR
No aguanto más. Una pregunta más y exploto. (Pausa. Larga) Si has decidido que no necesito
entenderte, ya no me importa. A partir de ahora… no necesito que me entiendas tú a mí. Tu
pasado no será asunto mío, pero te aseguro que tu futuro tampoco.
65

APAGÓN

MAR (Voz)
Hola, soy Mar. Siento no poder atender su llamada. Por favor, deje un mensaje después de la
señal. ¡Gracias!

TOMÁS
(Desesperado)
Hola, guapa, soy yo. Oye, que siento mucho todo esto, ¿vale? Que me perdones… Te he estado
llamando y no logro dar contigo. Siempre me sale el dichoso buzón de voz. Te echo mucho de
menos. Ya lo he dicho, ¿vale? Te echo de menos. ¿Me has oído? Y me gustaría… Y necesito
hablar contigo urgentemente. Por favor, te quiero, Mar.

(Pitido)

TOMÁS
No me lo puedo creer, que no me estés respondiendo al puto teléfono. Eres lo peor. Ya puedes
empezar a responder a mis llamadas o te aseguro que te vas a arrepentir. Tengo cosas en la casa
que quiero recoger. Esa casa no es solo tuya, y no tienes derecho a cambiar la llave. No hay
derecho a lo que me estás haciendo. No me lo merezco. Voy a buscarme un abogado y te voy a
demandar por todas las cosas que te has quedado que no te corresponden. Que lo sepas.

(Pitido)

TOMÁS
(Dulce)
Cariño, perdona por las burradas que te he dicho en el otro mensaje. Espero que no necesites
abogados y que podamos solucionar todo esto como personas normales. Somos adultos, ¿no?
Pues eso. Vamos a hablar de forma civilizada, y vamos por lo menos a despedirnos como nos
merecemos. ¿Vale? Llámame, por favor.

(Pitido)

TOMÁS
Mar, Mar, Mar…
(Se ríe y continúa con aparente felicidad)
Mar, ¿quién era ese? Ya, vale. ¿Ya estás llevando a hombres nuevos a nuestra casa? ¿Te has
acostado con él en nuestra cama? Es increíble… Si sigues jugando a estos jueguecitos, no sé yo
lo que puede pasar… ¿eh? Adiós. (Muy lento y serio, automático) Os he visto, os he visto…
¿Quién era ese? Después de todo lo que he hecho por ti… así me lo pagas. No me lo puedo creer.
Eres una…

(Pitido)

MAR (Voz)
Hola, soy Mar. Siento no poder atender su llamada. Por favor, deje un mensaje después de la
señal. ¡Gracias! Tomás, si eres tú, te ruego que pares de dejarme mensajes inmediatamente. Por
favor, dile a tu abogado que se ponga en contacto con el mío. Se llama Joel Levy y su teléfono es
212-786-22-42. Gracias.
66

ESCENA 32 (Luces de penumbra en el escenario derecho. En la oscuridad está Tedd en la


cama, con otra persona. Contraluz tenue en el escenario central. Una silueta lleva el New York
Times del domingo y dos cafés en vasos de papel. Le identificaremos como Charlie.)

TEDD
(Se sobresalta, corre al escenario central)
Dios mío, ¿Evan?

(Las luces entran mientras Tedd se adelanta a la silueta)

TEDD (Cont.)
¡Charlie! ¡Qué susto me has dado!

CHARLIE
Ay, perdón, perdón…

(Tedd mueve a Charlie hacia el escenario izquierdo. Se da la vuelta y rápidamente se pone un


par de vaqueros y unos zapatos)

CRUCE DE LUCES A ESCENARIO IZQUIERDO

CHARLIE
Perdóname, de verdad que no… me esperaba que estuvieras con alguien.

TEDD
Deberías haber llamado antes…

CHARLIE
Ya, ya lo sé, perdona… qué estúpido soy. Quería darte una sorpresa con el café y el New York
Times del domingo.

TEDD
Un detalle muy bonito…e irresponsable, Charlie.

CHARLIE
Perdona. Bueno, bébete el café, por lo menos.

TEDD
(Finge indiferencia y bebe)
Gracias
(Pausa doble)

CHARLIE
¿Cómo estás?

TEDD
Bien.

(Pausa)

CHARLIE
¡Qué difícil se me hace todo! (Pausa doble) ¿Quieres que me vaya?

TEDD
Charlie, esta sorpresita no ha sido una buena idea por tu parte.

CHARLIE
Soy un patoso. Quería hacer algo romántico y al final he quedado como Glenn Close en
Atracción fatal.

TEDD
67

Pues sí, y ya tenemos bastante acoso con la pesadilla que Tomás le está causando a Mar. Vosotros
sois todavía amigos, ¿no?

CHARLIE
Todo esto es muy difícil, Tedd.

TEDD
Bueno, venga… vete.

CHARLIE
Vale. Ya me voy. Toma la llave.

TEDD
Llévate el café.

CHARLIE
No. Dáselo a tu amigo. Ni lo he tocado.

TEDD
Adiós.

CHARLIE
¿Quién es?

TEDD
A ti qué te importa, Charlie.

CHARLIE
Nunca pensé que te recuperarías así de rápido.

TEDD
Vaya, hombre. Lo primero es que no sé quién te ha dicho a ti que yo me he recuperado de nada, y
lo segundo, ¿cuánto tiempo debemos esperar? ¿Me vas a notificar cuándo te parece oportuno?

(Pausa. Charlie se sienta)

TEDD (Cont.)
¿Pero no te ibas?

CHARLIE
Solo quiero decirte una cosa. Por favor, ¿te puedes sentar un momento?

(Tedd se sienta. La mesa entre los dos)

CHARLIE (Cont.)
Tenía un discurso muy elaborado que echarte, pero con los nervios, no sé ni por dónde empezar.

TEDD
Pues sí que estamos bien.

CHARLIE
Tedd, yo nunca he tenido el pico que tú tienes, por favor, ten un poco de paciencia.

TEDD
Perdona, venga, dime…

CHARLIE
Nunca, jamás, debería haber leído tus diarios.

TEDD
Estamos de acuerdo.
68

CHARLIE
Y por eso, te ruego que me perdones. No hay excusa posible para invadirte de esa manera.

TEDD
Te agradezco mucho, Charlie, que digas eso.

CHARLIE
Y como no hay excusa, no voy a intentar poner una… Pero…

TEDD
Para. Me da la impresión de que ahora me vas a poner la excusa…

CHARLIE
No. Pero me gustaría que intentaras entender por qué hice algo inexcusable.

(Pausa doble)

CHARLIE (Cont.)
En los dos últimos años, hemos empezado a ir por caminos muy distintos, Tedd. No se puede
negar. Este proceso ha sido durísimo para mí. Me he sentido como si cada día te entendiera
menos y menos. A veces me sentía caminando de puntillas por mi propia casa… alrededor tuyo,
con miedo de decir algo inadecuado. He intentado adivinar qué te pasaba, una vez tras otra, y
siempre adivinaba lo equivocado. Llevo meses que sueño despierto con irme y empezar mi
propia vida.

TEDD
¿Sí?

CHARLIE
Sí. Cuando leí tus diarios…

TEDD
(Furioso)
Para…. No te atrevas a citar ahora mis diarios. No tenías ningún… derecho a leer eso y me niego
a sentarme aquí a escuchar cómo mis pensamientos más íntimos te han hecho sentir. Charlie, lo
siento, pero ahora mismo, eso es pedirme demasiado.

CHARLIE
Por favor, déjame terminar. ¡Voy a terminar, lo que he venido a decir! Cuando leí que todavía te
quedaba algún sentimiento por el tal E…

TEDD
(A la vez)
Evan. Se llama Evan.

CHARLIE
(Interrumpiendo)
Me quedé hecho polvo… Me dolió tanto que quería salir corriendo de aquí y no parar, no mirar
nunca para atrás. Pero… (Se aguanta la explosión de lágrimas)

TEDD
(Consolador)
Charlie, por favor…te estás machacando.

CHARLIE
Quiero terminar. Luego, me costó mucho imaginarme mi vida sin ti. Me gustaría tanto ser para ti
lo que añoras en Evan. Quería ser Evan, si hacía falta. ¡Lo que daría porque sintieras todo eso
por mí! (De una manera que casi da risa) Coño, Tedd, si eso es lo que querías, yo hubiera leído
el New York Times de los domingos en la cama contigo.

TEDD
69

(Se ablanda, sonríe)


Pero qué tonterías dices. Evan, Evan, Evan, por Dios, Charlie, con Evan no viví diez años, con
Evan nunca tuve una familia… nosotros hemos sido una familia, Charlie.

CHARLIE
Siempre he pensado que el día que te perdiera me moriría. Morirme no me he muerto, pero estas
semanas han sido peor que la muerte misma.

TEDD
(Con ternura)
¿Aquí es donde empieza Céline Dion a cantar?

CHARLIE
(Furioso)
¿Por qué odias tanto a Céline Dion?

TEDD
(Sonríe)
Pero, Charlie…

CHARLIE
¡Deja en paz a Céline Dion ya! Eres injusto con Céline Dion, Tedd. Te pasas, con Céline Dion.
(Pausa. De pronto, muy tranquilo al ver a Tedd reírse) Te estás cachondeando de mí. Bueno,
pues cachondéate todo lo que te dé la gana. Si lo que te gusta es hacerte el cínico, hazlo. Te
encanta fingir que tienes capas de piel que sencillamente te faltan. Yo he hecho lo que tenía que
hacer… que era decirte todo esto. No quiero pasarme el resto de mi vida pensando en ti como tú
piensas en Evan… sin saber qué ha pasado realmente y sin saber si he hecho todo lo posible para
salvar nuestra… familia.

(Tedd queda en silencio)

CHARLIE (Cont.)
Así que ahora, ya lo he dicho. Y te agradezco que me hayas escuchado.

(Tedd mantiene la vista baja)

CHARLIE (Cont.)
Yo también me voy a comprar el New York Times para mí y me voy por Central Park de paseo.
Voy a ir a ver el Ángel de Bethesda. Lamento mucho haberos despertado.

(Charlie sale. Tedd sigue sin mirarle. Hay una pausa. Al rato, sale Mar en ropa interior,
envuelta en una manta.)

MAR
(Dormida)
¿Quién era?

TEDD
No sé. Lo mismo era el amor de mi vida, quién sabe.

MAR
(Le abraza consoladora)
Ayyy.

TEDD
No digas “Ayyyy”, por favor.

MAR
No estés tan triste, anda. Si quieres, te dejo que me toques…

(Tedd la toca, sin ganas al principio)


70

TEDD
Gracias. Mucho mejor.

MAR
Oye, ¿pero a ti te pone cuando me las tocas?

TEDD
No.

MAR
Claro.

TEDD
Pero me gusta.

MAR
Te gusta porque sabes que no está bien.

TEDD
Sí.

MAR
Nada más lejos de mi intención que decirte a ti lo que tienes que hacer con tu vida pero…

TEDD
(Dejando los pechos)
Pero me lo vas a decir de todos modos.

MAR
Pues, claro. (Pausa) Tedd, puede que estés cometiendo un gravísimo error con Charlie.

TEDD
Charlie y yo lo vamos a pasar fatal durante un tiempo…, pero, luego, un día se despertará y se
dará cuenta de que no estar conmigo es lo mejor que le podía ocurrir.

MAR
¿Y eso lo has visto en alguna bolita mágica que te dieron en la escuela de bruja?

TEDD
No. Pero lo he visto muy claro hace un momento. He creído que Charlie era Evan.

MAR
¿Evan?

TEDD
Sí, nunca he dejado de soñar que Evan iba a reaparecer un día.

MAR
Ya te digo, tontos del culo los cuatro. Y...

TEDD
Pues nada, que me ha alegrado ver a Charlie.

MAR
Qué cuadrilla la nuestra.

TEDD
¿Te das cuenta? Si lo de Evan hubiera funcionado, nunca hubiera conocido a Charlie.

MAR
Y si tú no hubieras conocido a Charlie, yo no hubiera conocido a Tomás.
71

TEDD
Perdona.

MAR
No, hombre, si de conocer a Tomás todavía no me he arrepentido. Pero, vamos, en ello estoy.

TEDD
Ese dolor se pasará también.

(Tedd conecta el estéreo con un mando a distancia. Suena la Cuarta Sinfonía de Brahms. Abraza
a Mar para bailar)

TEDD
Aimez-vous Brahms?

MAR
Oui, monsieur.

TEDD
Todos estos años he tenido un agujero en mi pecho… y me he emperrado en llamar a ese agujero
Evan.

MAR
¿Qué manía tenemos de ponerle nombre a todo verdad?

TEDD
Sí.

MAR
¿Y si no es Evan? ¿Qué es… entonces, el agujero?

TEDD
Ni idea… cero, nada, el vacío, seguramente, yo, Tedd, con dos des… pero desde luego no se
llama Evan y no se llama Charlie.

MAR
¿Cómo se llama el mío? Yo tengo uno también.

TEDD
No sé, ahí está tu tarea. Pero sospecho algo, que ese agujero no se llama Tomás.

MAR
Hijo, qué profundo estás hoy. Me estás dando miedo. Deberías escribir algo al respecto. (Pausa)
Una obra de teatro…. Una comedia muy poco romántica sobre los cuatro tontos del culo.

TEDD
¿Por qué no la escribes tú? A mí me iba a salir demasiado gay.

MAR
Ah, no, si estáis de moda. Parecía que os habían borrado del mapa… desde yo qué sé, el Imperio
Romano…. Y de repente estáis hasta en la sopa. Yo creo que sería una obra muy bonita: tu
personaje podría estar siempre tocándole los pechos al mío.

TEDD
¿Y cómo podría uno terminar una comedia poco romántica?

MAR
Tú y yo, bailando la tercera de Brahms, juntos, solos, otra vez... Intentando encontrar un nombre
al que llamar a nuestros agujeritos en el pecho.

TEDD
72

Chico conoce a chico. Chica conoce a chico. Chico deja a chico. Chica deja a chico. ¿A ti te
parece ese un final feliz?

MAR
A mí, sí. Ahora mismo, me parece el final más feliz del mundo…

(Bailan un poco más con muchísima ternura. De pronto, la música para. Tedd la ha apagado
con el mando a distancia. Los dos se quedan mirándose fijamente el uno al otro, en silencio)

MAR (Cont.)
Corre, Tedd con dos des, corre antes de que sea demasiado tarde.

(Tedd sonríe. La besa en la boca. Sale hacia el fondo del escenario. Mar le mira. Tedd se para)

TEDD
Mar, a ti no te tengo que explicar quién es mi gran amor, ¿verdad?

MAR
No. Y no te preocupes, ese siempre estará aquí… pase lo que pase.

(Tedd sale corriendo. Mar sonríe. Se abraza a la manta. Coge el mando y conecta la música de
Brahms. Ve el café en la mesa. Lo coge y empieza a beber. Luego mira el New York Times del
domingo. Se sienta, pone los pies sobre la otra silla y empieza a leer el periódico. Es feliz.)

(Gran final sinfónico de Brahms. Fundido lento de luces.)

FIN

You might also like