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Los expertos recomiendan a los enfermos de cáncer tomar hasta dos raciones de lácteos al día (BJI/Blue
Jean Images / Getty)
Hay más ejemplos. “Muchos pacientes no toman azúcar porque creen que aumenta el tamaño del tumor, y
esto es totalmente falso”. Además, apunta esta nutricionista a Comer, “hay algunas funciones del organismo,
como las del cerebro, que necesitan azúcar para funcionar”.
Otro falso mito es el del agua del grifo, según el cual no sería recomendable en caso de sufrir cáncer por su
contenido en flúor o cloro. En cambio, según el ICO, “se puede destinar al consumo humano sin ningún
miedo. Si se consume agua del grifo de forma habitual, se puede seguir haciendo de manera segura durante
el tratamiento oncológico”.
El no poder tomar azúcar o agua del grifo también son falsos mitos
Según Arribas es muy importante diferenciar entre las recomendaciones nutricionales para la prevención de
la enfermedad y los consejos durante el tratamiento cuando ya se sufre el cáncer. “Por ejemplo, en la
prevención hay que minimizar el consumo de algunos tipos de carnes rojas. En cambio, en caso de
cáncer de cabeza y cuello se prioriza la nutrición”.
Comer en compañía
Una de las guías elaboradas por estos especialistas da algunas recomendaciones generales para todos los
enfermos de cáncer. Además de hidratarse bien, comer cinco veces al día, usar aceite de oliva virgen y otras
pautas también útiles para la población en general, destacan la importancia de comer en compañía, al menos
una vez al día.
Subir de peso durante el cáncer de mama aumenta la posibilidad de que este reaparezca después de
ser tratado
“Hay algunos estudios que muestran que al aumentar de peso hay un aumento de recidivas (reincidencia) de
cáncer de mama, hay más posibilidades de que reaparezca el cáncer”, explica Arribas. Se recomienda a las
pacientes de cáncer de mama eliminar la soja y sus derivados(bebida de soja, tofu, salsa de soja…).
“Se ha visto que puede competir con algunos tipos de quimioterapia. Es decir, que algunas porciones de la
soja podrían disminuir la eficacia de los tratamientos”, cuenta esta nutricionista del ICO.
Muchos pacientes de cáncer tiene una pérdida de peso descontrolada (fotogaby / Getty)
Contra las náuseas
En estas guías de consejos nutricionales se describen una buena lista de consejos para luchar contra las
náuseas o el sabor metálico en la boca, efectos secundarios de algunos tipos de quimioterapia. Entre estos
apuntes se habla del jengibre. Según un artículo publicado en la revista Critical Reviews in Food Science
and Nutrition, el jengibre tiene múltiples propiedades que podrían ser beneficiosas para estas náuseas y
vómitos.
No hay establecida una cantidad recomendada pero la dosis utilizada en algunos estudios ha sido de 1 a 3
gramos, en polvo o fresco. Se puede añadir al agua, infusiones, zumos vegetales, caldos o tomarlo sobre un
trozo de pan.
Algunos trucos
Evite los zumos comerciales, con un alto contenido en azúcar. Mejor zumos naturales.
Base su dieta sobre todo en alimentos frescos cocinados en casa, y reduzca los
productos precocinados o industriales (que suelen tene un mayor contenido en sal).
Los batidos de frutas y verduras crudas licuadas son un buen aporte de vitaminas y
minerales.
Evite en la medida de lo posible los suplementos nutricionales, mejor aproveche la
dieta y los alimentos frescos para ingerir todos los nutrientes que su cuerpo necesita.
No renuncie a la carne, pero no abuse y recuerde que hay otras fuentes de proteínas
(como huevos y pescado).
Si la quimioterapia hace que la comida tenga un sabor metálico pruebe a comer con
cubiertos de madera para aliviar esa sensación.
Si ha perdido el gusto por culpa de las terapias utilice hierbas aromáticas para
condimentar los alimentos sin recurrir a demasiada sal.
Si siente que se sacia rápidamente y le cuesta comer, recurra a purés de verduras con
algo de carne o pescado para alimentarse bien con unas pocas cucharadas.
Las setas son un alimento muy rico nutricionalmente y puede comerlas en tortilla para
tener una cena rica y saludable.
Si le gusta la leche y no es intolerante a la lactosa no tiene porqué prescindir de ella
durante los tratamientos, elija mejor leches bajas en grasas.
Si tienes poco apetito intenta hacer comidas frecuentes y no muy abundantes, con
alimentos que aporten mucha energía y nutrientes con poca cantidad (como los frutos
secos).