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MACHISMO Y MISOGINIA.
COLABORADOR:
JOSÉ SERAFIN RAMIREZ CHAVEZ
Primera Edición 2011.
Segunda Impresión Diciembre del 2015.
Movimiento Ciudadano, Partido Político Nacional.
N° de Registro de Derechos de Autor:
03-2011-100713022100-01
ISBN: 978-607-475-235-9
Louisiana No. 113, Esq. Nueva York, Col. Nápoles Deleg. Benito
Juárez, C. P. 03810, México, D.F.
Con fundamento en los artículos 17, 53, 54 y 229 de la Ley Federal del Derecho de
Autor y para los efectos legales que halla lugar, se hace constar que esta edición es
única e independiente de cualquier otra que pudiera realizarse en el presente o en el
futuro, por razón de su similitud en el formato, tipo y/o número de páginas,
características tipográficas y de diagramación, etc. que no es periódica, quedando
limitada esta edición o reimpresión exclusivamente al número total de ejemplares
señalados en la página legal de esta obra literaria.
E l E d i t o r .
ÍNDICE
Documento Metodologico.
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................... I
Reporte de la Investigación.
INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 1
CONCLUSIONES................................................................................................ 249
I
jurisprudencia, el periodismo y las voces de la sociedad civil contribuyen a
delinearla?
En México, el caso que ha tenido más visibilidad, por motivos que más adelante
abordaremos, es el de Ciudad Juárez, Chihuahua. En lo que concierne solamente
a este estado, las cifras varían considerablemente dependiendo de la fuente. La
Procuraduría General de Justicia del Estado de Chihuahua, a través de Patricia
González, por ejemplo, habla de 3724 víctimas hasta septiembre de 2005. La
Comisión Nacional de Derechos Humanos afirma que fueron 263 hasta junio de
2003. Amnistía Internacional registra más de 370 hasta agosto de 2003. La
investigadora del Colegio de la Frontera Norte, Julia Monárrez, alude a 382 hasta
noviembre del 2004, mientras que la organización no gubernamental Nuestras
Hijas de Regreso a Casa reporta 410 hasta el 2007, así mismo varían los datos
según la fuente para 2009 se tiene una cifra de 250 y para el 2010 se contabilizan
446. La Fiscalía Mixta de la Procuraduría General de Justicia del Estado de
Chihuahua habla de 353 hasta marzo de 2005. Y la Fiscalía Especial para la
Atención de Delitos Relacionados con los Homicidios de Mujeres en el Municipio
de Juárez, Chihuahua (Procuraduría General de la República), de 379 en el
periodo 1993 - 2005. La periodista Diana Washington, contabilizó 432 asesinatos
de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua antes de terminar el 2007. En los
últimos años, sin embargo, otros estados también arrojan cifras importantes, tanto
de mujeres asesinadas como de desaparecidas: Morelos, Chiapas, el Estado de
México, Guanajuato y el Distrito Federal, por lo que no podemos cerrar los ojos
ante el hecho de que el fenómeno en México parece estarse extendiendo.
II
asesinadas cada día en el Estado de México, Veracruz, Chiapas, Guerrero, el
Distrito Federal, Chihuahua, Oaxaca, Sonora, Baja California y Morelos.
Este informe es importante porque da cuenta, entre otras cosas, de que no existe
un solo tipo de asesinato, sino que hay toda una gama de motivos, formas y tipos
de mujeres asesinadas, según los datos recabados. Por lo tanto, constituye un tipo
de alerta en el sentido de que la delimitación del concepto será una tarea no sólo
difícil, sino arriesgada. Aun así, la apuesta es importante en tanto que se trata de
una realidad que forma parte de nuestro presente, que es necesario entender,
pero sobre todo, transformar.
III
Es en ese sentido, que vale la pena aclarar lo que hoy en día se entiende por
feminicidio, pero sobre todo, problematizar su propia definición desde un punto de
vista estratégico, y no pensar que se trata de un concepto estático, que de
entrada, es imposible en cualquier teoría. En otras palabras, debemos analizar con
cautela la conveniencia o no conveniencia de sus propios límites, y despojarnos
de los prejuicios que puedan surgir, en aras de poder enriquecer este concepto
que ya de por sí ha sido esclarecedor de una realidad que ya no puede ser
negada.
Por eso el caso de Ciudad Juárez fue crucial para comenzar a hablar de
feminicidio. La definición que ha dado Marcela Lagarde sobre este término, es la
que inaugura toda la reflexión en relación a los asesinatos de mujeres en América
Latina. Para ella, feminicidio es: Puede decirse que a partir de esta definición se
han desprendido una serie de reflexiones, incluso, otras definiciones que deben
ser revisadas. Hacer un recorrido por las principales teorías elaboradas en
relación al feminicidio en América Latina, resulta indispensable para tener el gran
panorama; pero también para plantear otros cuestionamientos, problemas y
puntos de vista que enriquezcan el debate en relación a una categoría que de
hecho, nos debiera preocupar y ocupar a todas las mujeres, independientemente
de nuestra formación o actividad. Por otro lado, es necesario hacer la conexión del
fenómeno con el contexto social, político y económico: verlo como una realidad
social, pero también como consecuencia de una serie de factores que van desde
lo más tangible como pueden ser las condiciones económicas, hasta lo menos
visible como lo es el imaginario social: las representaciones simbólicas que dan
pie a que una mujer pueda ser agredida al punto de ponerle fin a su vida en un
clima de total impunidad.
Los estudios culturales, por su parte, se preocupan por ver la realidad de los
grupos humanos no dominantes en debate con los postulados de disciplinas
sociales y humanísticas demasiado rígidas como para ofrecer elementos de
interpretación de condiciones novedosas o extremas. Tanto el feminismo como los
IV
estudios culturales apelan a la deconstrucción de pensamientos hegemónicos,
dándole visibilidad a situaciones que no tienen interpretación desde las disciplinas
académicas clásicas y que los medios de comunicación masiva intentan ocultar.
La teoría crítica, creada en 1923 por Adorno, a su vez, se construye como una
crítica de la modernidad, la dominación y la consecuente formación de una cultura
de masas. Y los estudios de género ponen el énfasis en el concepto de cultura
entendido como una articulación. ¿Quién puede hablar y quién puede ser
escuchada/o?, son algunas preguntas que se intenta contestar desde estas
teorías, y que en este caso, resultan fundamentales.
V
¿Acaso no es suficiente el asesinato de una mujer para preocuparse por la
manera en que se concibe la vida y la muerte hoy en día? En una sociedad
mundial que se preocupa por crear cada vez más vigilancia para quienes están a
cargo del orden que en buscar mejores medios preventivos de educación y
respeto por la vida humana, podría pensarse después de todo lo dicho
anteriormente, que la violencia contra las mujeres es más importante que otras
manifestaciones de violencia, debido a que la información y la divulgación del
análisis genérico que de ella se desprende la convierten según erradas y
desinformadas opiniones en un asunto de “moda” y aparentemente condenado a
la trivialización y la crítica del olvido indiferente del futuro.
VI
pronunciamientos y las posturas interdisciplinarias que buscan mostrar la
estructura interna y externa que nos permita la aproximación simbólica y activa del
por qué de estas prácticas violentas y reprobables. En un acercamiento a la
intencionalidad y los fines con que se realiza la violencia de género, según
arcaicos y misóginos rituales que conforman el complejo universo del patriarcado y
machismo de quienes se asumen activamente como sus integrantes y victimarios.
Para una mayor comprensión del tema central “El Caso de los Feminicidios en
México: Machismo y Misoginia”, se desarrollaron cuatro capítulos dentro de esta
investigación, de los cuales en un primer capitulo se analiza la violencia de
género: el feminicidio. Profundizando en la estructura del régimen patriarcal para
poder entender cómo se conforman las patrias masculinas; quienes sustentan la
violencia interna y externa como única forma de cohesión y ejercicio identitario de
los miembros que las componen a partir del establecimiento de pactos
patriarcales.
Precisamente, ese es el motivo por el que iniciaremos este capítulo con una
aproximación a la dificultad para establecer este concepto que pretende
VII
condensar de manera clara, y a la vez, definir con precisión lo extremo e
inhumano de esta manifestación.
Por ese motivo, pero sobre todo, porque como ya dijimos, la violencia en contra de
las mujeres ocurre también en los espacios públicos, resulta necesario ir más allá
en las explicaciones que le damos a las violaciones que se siguen cometiendo
contra los derechos de las mujeres. Las instancias internacionales pueden ser un
ojo vigilante en esta materia, sin embargo, va siendo hora de que vayamos
definiendo sus verdaderos alcances, sobre todo cuando se trata de intervenir en
países en donde la violación a los derechos de las mujeres no constituye una
casualidad, ni un error en el camino, sino una política de Estado. En ese sentido,
urge por lo pronto, profundizar más sobre el concepto mismo de violencia para
reflexionar sobre sus causas, orígenes, pero también sobre sus objetivos.
Asesinatos de mujeres: expresión del feminicidio en Guatemala. Centro para la Acción Legal en
1
VIII
analizar las nociones de cuerpo y sujeto, y vincularlos con el concepto de
derechos humanos. Finalmente, evidenciar esa contradicción en el discurso
significa un arma, la única con la cuál las mujeres podrán revertir este proceso de
guerra y así, constituirse en el nuevo sujeto femenino. El salto para dejar de ser
víctimas y constituirse en este nuevo sujeto está aquí, en la posibilidad de
interpelar al sistema hegemónico, con su propio lenguaje, con sus mismos
argumentos.
IX
X
1.- Justificación de la Importancia del Tema de Investigación.
La violencia contra las mujeres, sus causas y consecuencias son un tema que
concierne al Derecho Internacional de los Derechos Humanos, y que ha cobrado
mayor relevancia en la agenda de los organismos internacionales después de la
Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993.
Actualmente esta violencia es reconocida en diversos instrumentos internacionales
como una trasgresión a los derechos humanos de las mujeres. En nuestro
continente se presenta en todos los ámbitos tanto en el público como en el privado
y lejos de erradicarla, ésta va en aumento. Sobresale aquélla que se ha
desencadenado de manera constante en España, Guatemala y México, y que
representa una violación de los derechos humanos fundamentales, considerados
como de primera generación: la violencia feminicida. En nuestro país merece
especial atención el feminicidio como una respuesta al machismo y la misoginia.
XI
En México se ha pulido su definición al incluir en ella la intervención del Estado. El
feminicidio se ubica como la expresión máxima de un continuum de violencia de
género contra las mujeres y las niñas que implica violaciones de los derechos
humanos básicos, que no han sido respetados ni garantizados por agentes
estatales. Algunos órganos de supervisión de los derechos humanos en el ámbito
internacional reconocen estas violaciones como feminicidios. En nuestro país
existe una iniciativa de ley para incluir esta violencia y tipificar el delito de
feminicidio.
XII
presentó el mismo patrón de violencia sexual; incluso algunas aparecieron en
lugares públicos, una de ellas de manera ignominiosa a unos cuantos metros de la
Agencia Mixta.
Las madres de las víctimas han acudido con gran esperanza a la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos. Sin embargo, de las más de trescientas
mujeres asesinadas, esta Comisión únicamente ha admitido tres peticiones
individuales, las cuales corresponden al conjunto de casos conocidos como
“Casos del Campo Algodonero”. Los días 6 y 7 de noviembre de 2001 fueron
encontrados los cuerpos de ocho mujeres y niñas en un terreno que se utilizaba
para sembrar algodón.
Después de ocho años de haber ocurrido los primeros homicidios, este hallazgo
resultó ser un parteaguas en la historia del feminicidio. Estos casos se han
considerado paradigmáticos, pues la mayoría de los informes internacionales y de
las investigaciones periodísticas han hecho referencia a estos sucesos. La forma
XIII
en que fueron encontrados los cuerpos, el maltrato a los familiares de las víctimas
por parte de las autoridades, la falta de una investigación seria por el personal de
la FEIHM, la fabricación de culpables por parte del Ministerio Público y los jueces,
el homicidio de los abogados defensores de uno de los probables responsables, la
atracción de los casos por parte de la Federación debido a una supuesta línea de
investigación que involucraba el tráfico de órganos, la ausencia de una plena
identificación de las víctimas, y la falta de sanción del(los) verdadero(s)
responsable(s) de los homicidios y violaciones de las ocho mujeres y niñas, son
hechos que constituyen un panorama que nos puede ayudar a comprender el
incumplimiento del Estado Mexicano de salvaguardar los derechos humanos y
aclarar los casos que ha catalogado como “resueltos”. Para el año 2005 estos
casos aún se presentaban como emblemáticos debido a la ferocidad y atrocidad
de los homicidios, y a la exacerbada negligencia y omisión de los funcionarios
públicos involucrados.
XIV
2.- Objetivos General y Específicos.
General.
Especifico.
Analizar el porque del maltrato de las mujeres o asesinato de estas, por parte de
los hombres, cuales son los principios que los guían a llevar a cabo este tipo de
barbarie.
XV
Conocer y señalar que la mayoría de los feminicidios ocurridos en el país, han sido
dirigidos a mujeres de escasos recursos económicos (mujeres bajitas, morenas,
de pelo largo, entre otras más).
XVI
3.- Planteamiento del Problema.
Por otro lado, la creciente confrontación por las cifras de mujeres desaparecidas
y/o asesinadas y el constante maltrato, indiferencia e impunidad por parte de las
autoridades estatales a los casos; obligaron a las organizaciones no
gubernamentales a recurrir a foros y mecanismos internacionales y así el gobierno
de México accedió a la visita de relatoras y relatores internacionales para que
investigaran lo acontecido.
Analizar el fenómeno desde esta perspectiva, ayuda a salir de los mitos y entrar a
las verdades. La investigación arroja que en Ciudad Juárez no existe un “asesino
XVII
serial”, que los seriales son las víctimas. Ya que aunque no todas las mujeres
asesinadas eran, jóvenes trabajadoras de la maquila, morenas, guapas, de cabello
oscuro hasta la cintura, sin excepción han sido mujeres, pobres, y en una
desigualdad histórica.
XVIII
La historia de Ciudad Juárez está llena de conflicto y contradicciones a la par del
crecimiento económico, existe una brecha cada vez más amplia entre pobreza y
riqueza, por lo tanto, existe una incertidumbre social e incapacidad gubernamental
para controlar la situación.
Pero insisto en que el feminicidio en México tiene más aristas, el tema es complejo
y es necesario desmontar mitos y analizar verdades para saber que ocurre. El
feminicidio, no es producto de un solo hecho, es producto de una serie de
condiciones sociales, históricas, culturales, económicas y políticas dando pie a
que la sociedad sea permisible ante el hecho de que parte de la población sea
agredida sin ningún castigo.
XIX
hay serias deficiencias metodológicas, logísticas y de presupuesto. En la
investigación sobre el funcionamiento de dichas instituciones, una serie de
contradicciones se observan. Es notable la diferencia entre el discurso y la
realidad. Fundamentalmente, los indicadores sugieren que no hay voluntad política
suficiente para sensibilizar a la población (ya no digamos para resolver los casos)
respecto a la violencia de género.
Éstas condiciones no sólo existen en México, sino cada vez más se visibilizan en
distintos países de nuestro continente, cómo Guatemala, Costa Rica, Uruguay,
XX
Chile, Argentina y en todo el mundo, ni siquiera los países más desarrollados,
como Noruega, se escapan de casos de mujeres asesinadas por razones de
género.
XXI
4.- Preguntas de Investigación
XXII
frontera norte, porque vieron la forma de socorre a estas personas dolientes
con dinero, porque no resolver sus caso y sanar su responsabilidad de las
autoridades competentes con el esclarecimiento de los casos
correspondientes en cuanto a mujeres asesinadas se refiere?
XXIII
5.- Marco Teórico - Conceptual de Referencia.
XXIV
Precisamente, ese es el motivo por el que iniciaremos este capítulo con una
aproximación a la dificultad para establecer este concepto que pretende
condensar de manera clara, y a la vez, definir con precisión lo extremo e
inhumano de esta manifestación.
Cuestionar por qué es necesario contar con este término y la trascendencia que
significa su aplicación y uso en los aspectos éticos, jurídicos, políticos, etc.
Asimismo, vamos a mostrar cómo y de qué manera podemos identificar las
perniciosas influencias del patriarcado que de manera directa o indirectamente se
sirven de los vacíos de significado y alcances interpretativos con que se han
planteado, elaborado y realizado varios acuerdos o planteamientos realizados por
las instituciones e instancias correspondientes a nivel nacional e internacional.
Que de una manera falaz, ingenuamente deliberada o cuidadosamente encubierta
aparentan cuidar los intereses, derechos y bienestar de las mujeres, pero hacen
exactamente lo contrario.
Para llevar a cabo este propósito van a ser de gran utilidad varios conceptos
como: persona, patriarcado, libertad, poder, etc. que servirán como hilo conductor
para poder justificar los argumentos que van a sustentar a este último capítulo, en
donde vamos a partir de las propuestas de quienes realizaron significativas y
trascendentes aportaciones a los estudios y aplicaciones con respecto al
feminicidio: Diana H. Russell y Jill Radford. A las que vamos a incorporar las
contribuciones éticas y filosóficas de Celia Amorós, Esperanza Bautista, Griselda
XXV
Gutiérrez y Alicia H. Puleo entre otras autoras. Lo mismo de René Girard y Rita
Segato por parte de la antropología.
XXVI
contra las mujeres o violencia de género. También de aquellos aspectos que
permitan el análisis reflexivo de su problemática e incidencia, con este propósito
debemos señalar que el hilo conductor de este trabajo será un concepto clave que
nos permitirá establecer el andamiaje teórico explicativo, que hará las veces de
puente entre las diferentes versiones de la interdisciplinariedad.
El término al que nos referimos es: el patriarcado. Cabría cuestionar ¿por qué
utilizar este concepto y no recurrir a otros que podrían también sernos de utilidad?
Las razones son sencillas, lo que queremos mostrar es que el patriarcado es el
caldo de cultivo donde se origina, estructura y sostiene la perpetuación de las
misoginia masculinas, es decir, la unificación de grupos de varones que se rigen
como todo grupo de poder bajo reglas simbólico-prácticas de ingreso,
permanencia, temor y obediencia que de manera externa e interna manifiestan y
exaltan la divulgación controladora de la violencia masculina ejercida sobre las
mujeres. Precisamente es ahí donde se encuentra la importancia de este
concepto, porque de manera definida aporta contribuciones relevantes para
abordar el problema que nos ocupa; por ello es fundamental dar inicio con un
breve acercamiento en la interioridad del término patriarcado y su relación con la
violencia de género. Para tal efecto, nos remitiremos a las propuestas realizadas
por diferentes autoras y autores pertenecientes a la ética y la filosofía como: Alicia
H. Puleo, Celia Amorós, Emgelhardt Tristram y Griselda Gutiérrez. Lo mismo que
a otras disciplinas de conocimiento como la antropología en las posturas de Rene
Girard y Laura Segato, entre otros. Consideramos que esta diversidad de
propuestas permitirá enriquecer el abordaje del problema, su exposición y análisis
a partir de la interdisciplinariedad.
XXVII
5.2 EL PATRIARCADO
Amoros, Celia. “Presentación” en Amorós, Celia (Editora) 10 palabras clave acerca de la mujer. p.
2
XXVIII
desconoce automáticamente a la otra, a la diferente, a la mujer porque según los
argumentos misóginos no hay razón, ni sentido alguno para hacer diferencias
nominales entre varones o mujeres, pues se da por hecho que estas últimas ya
están “incluidas” en el término hombre, para qué molestarse entonces en
mencionarlas. Lo que reafirma lo dicho por Celia Amorós: “es sabido que quien
tiene el poder es quien da nombres a las cosas (y a las personas)”. 3
Ese es el
estatus de las mujeres en el sistema del patriarcado, pues “donde las situaciones
de poder son jerárquicas, por definición no se da tal reversibilidad: así, “lo
diferente queda bloqueado en el lugar del desigual” 4.
Op cit p 9
3
Ibidem p 9
4
H. Puleo, Alicia. “Patriarcado” en Amorós, Celia (Editora) 10 palabras clave acerca de la mujer. p.
5
28 - 37
XXIX
puede haber una estabilidad de conformación ni de sustento en un régimen de
poder, sino, más bien, subyace una especie de mutabilidad acomodaticia
convenenciera y ventajosa, la cual seguramente permite y ha permitido la
sobrevivencia del patriarcado. Lo que nos lleva a cuestionar si lo dicho
anteriormente, ¿tiene que ver con los inevitables cambios históricos, económicos,
sociales, políticos o culturales, según sea el caso, de la sociedad en donde
podamos detectar la nociva presencia de este sistema irracional de poder? Una
respuesta convincente ante tantas interrogantes es la que nos proporciona Alicia
Puleo cuando afirma lo siguiente:
Cabe agregar, que el término metaestable que utiliza Puleo es propuesto por Celia
Amorós, quien a su vez reinterpreta el término originario de la dialéctica del
filósofo francés Sartre. Este concepto, según Amorós, alude a los cambios de
adaptación histórica que el patriarcado ha realizado desde la antigüedad, los
cuales sigue realizando hasta la fecha en las sociedades contemporáneas para
preservar y mantener su existencia. Por ello, es importante mencionar que: Sin
negar la existencia de antagonismos de clase entre los hombres, es necesario
reconocer que también hay entre ellos, a pesar de los intereses contrapuestos,
acuerdos tácitos o explícitos que permiten la continuidad de la hegemonía
masculina7.
Op. Cit. p. 41
6
Ibidem p 41.
7
XXX
separado. No obstante, una manera simple para diferenciarlos es la siguiente:
aquellos que se presentan de manera común en países de Oriente y los que son
propios de países occidentales. La diferencia es que en los primeros, “se estipula
por medio de leyes o normas consuetudinarias sancionadas con la violencia
aquello que está prohibido a las mujeres,”8 tales situaciones extremas las
podemos encontrar en los países que profesan la religión islámica donde las
mujeres deben ocultar su cuerpo y aceptar por tradición e ideología castigos
brutales como la lapidación y la mutilación de sus órganos sexuales, para evitarles
cualquier modo de auto-complacencia o disfrute genital. En cambio, en los
llamados patriarcados de con vencimiento que podemos encontrar en países
occidentales, se “incita a los roles sexuales a través de imágenes atractivas y
poderosos mitos vehiculados en gran parte por los medios de comunicación” 9.
Ibidem p 31.
8
Ibid. p. 31
9
XXXI
5.3. LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN UN CONTESTO MULTIDISCIPLINARIO
Amorós, Celia. “Violencia contra las mujeres y pactos patriarcales” en Maqueira, Virginia y
10
XXXII
Para comentar esta cita, es útil recordar lo dicho anteriormente, nos referimos a
las características del llamado patriarcado de consentimiento existente en los
países occidentales donde encontramos la connotación y el manejo amañado de
los medios de comunicación por parte del Estado con una tendencia paternalista
que se conduce a partir de contradicciones, porque aparentemente rechaza la
violencia, pero a la vez permite y fomenta su práctica e incidencia. Utilizando para
ello medidas jurídicas y penales de falaz y utópica realización en una clara
complicidad entre el Estado, los medios de comunicación y el régimen patriarcal.
XXXIII
lo importante sería no denotar sólo los casos poco comunes en los que ocurre la
violencia de género, sino en todas aquellas situaciones que por su cotidianidad
dejan de causar el interés en la opinión pública y se aceptan con “naturalidad.”
Ejemplos evidentes, tanto de un cuestionable uso del poder masculino como de la
manifestación incongruente de un sistema aparentemente democrático. Para
entender mejor esta situación, mostraremos la postura antropológica de Marcela
Lagarde quien afirma lo siguiente:
Russell, Hellen. et. al. Feminicidio. Una perspectiva global. Presentación de Marcela Lagarde de
11
XXXIV
Tenemos que aceptar que todos los aspectos mencionados están estrechamente
unidos por un lado, tenemos la disparidad de la educación para hombres y
mujeres, lo mismo que el acceso restringido a las garantías elementales que
deberían salvaguardar su integridad y seguridad.
Derechos constitucionales que por ley deben ser garantizados por el Estado a sus
habitantes por igual, sin importar el género al que pertenezcan. Sin embargo,
como afirma Lagarde, el régimen patriarcal se manifiesta en la clara desigualdad y
negación del acceso de las mujeres a estos beneficios políticos. En esta
intencionalidad sexista del poder que desconoce la incorporación y la difusión de
estos beneficios ajenos a una gran cantidad de mujeres, el propósito es la
exclusión y la marginación femenina de los aspectos productivos, de decisión, de
acceso a la justicia y al poder; lo que permite posicionarla en situaciones de
vulnerabilidad, analfabetismo y nula autosuficiencia económica. De hecho, la
pobreza es la muestra más clara de la falta de empoderamiento de las mujeres,
este término refiere a la capacidad de pertenencia, posesión y propiedad
femenina, reconocida y legítima. Así, al negarles a las mujeres los beneficios
económicos y las posibilidades de acceso a los bienes más elementales para vivir
se promueven situaciones de marginalidad que derivan en su indefensión más
extrema. Lo que las convierte en víctimas propiciatorias e ideales para la violencia
de género al fomentar su dependencia, invisibilidad, pobreza y servidumbre social.
Por su parte, desde la crítica religiosa Arana María José, afirmará lo siguiente:
Toda violencia es compleja, pero en la que pesa sobre las mujeres la complicación
se acentúa: porque abarca todos los ámbitos e invade todos los sectores; es una
violencia física, pero también es psíquica, simbólica, estructural. [...] Está
reforzada desde la vida, las leyes y las instituciones [...] e incluso está, no pocas
veces interiorizada por las mismas mujeres12.
XXXV
Encontramos, en la cita anterior, la incorporación de varios términos propios de la
psicología y la medicina, me refiero a la violencia física y psíquica y de manera
particularmente grave, cuando se nos habla de una “interiorización” o de la
reproducción de los mecanismos de la violencia de género por parte de las
mismas mujeres. La violencia física refiere a “cualquier tipo de conducta
encaminada a la consecución de dolor, lesión, daño o muerte con el fin de lograr
un objetivo: la sumisión del cuerpo de la mujer, esta estrategia de poder busca el
control (físico) de la vida de la mujer”13.
http://www.juntadeandalucia.es/averroes/~23002851/webcoeducacion/53.htm
Ibidem p 153.
14
XXXVI
la posesión de un sentido de preocupación moral ante una infinidad de
circunstancias y la consiguiente responsabilidad derivada de ellas15.
Ese es el gran botín por obtener según el patriarcado, eliminar todos y cada uno
de los rasgos característicos de una mujer, de un ser humano pleno y capaz. Por
eso, es particularmente preocupante que en la violencia física y psíquica que
acompaña a la violencia de género se busque a través del constante
aniquilamiento cuerpo-mente la desvirtualización y eliminación de la resistencia
femenina. Lo mismo de su renuncia a los aspectos más elementales de su libertad
y dignidad, para lograr que de manera voluntaria acepten modos de vida
miserables. En los cuales, la extrema desesperación por la supervivencia, obligue
a estas mujeres victimizadas a convertirse en victimizadoras de otras mujeres, con
el propósito incomprensible de desquitar en otras mujeres, el odio impotente y la
venganza que ellas mismas no pueden llevar a cabo contra su victimario.
Convirtiéndose así en eficientes instrumentos que no sólo han interiorizado ya,
sino que a su vez reproducen también la violencia de género. En cuanto a la
violencia simbólica y estructural, Johan Galtung desde los derechos humanos nos
dice lo siguiente:
Ibidem p 153
15
Galtung, Johan. Paz por medios pacíficos. Paz y conflicto, desarrollo y civilización. p.20
16
XXXVII
halla la explotación. En el caso de las mujeres la refleja mejor el concepto de
dominación, algo más allá de lo económico. Se trata de una violencia derivada del
lugar que ellas ocupan en el orden económico y de poder hegemónico.
A partir de las citas anteriores, podemos constatar que existe una constante en las
diversas modalidades de la violencia de género: el dominio controlador por parte
del sistema patriarcal cuyo afán es el de restar y eliminar todas aquellas
potencialidades femeninas de desarrollo y crecimiento, autonomía, libertad de
decisión y de acción, por mencionar algunas de ellas. Lo que no sólo repercute en
las mujeres de manera individual, sino que forma parte de todo un sistema de
poder cuyos estragos se pueden comprobar a partir de las cifras de pobreza,
desempleo, analfabetismo, violencia y discriminación a nivel mundial. Sin
embargo, esta escalada de violencia hacia las mujeres no es exclusiva de un país
en particular, se pueden encontrar las mismas características y efectos nocivos en
infinidad de países del mundo. De ahí, la importancia del trabajo conjunto por
parte de los organismos internacionales, de organismos no gubernamentales y de
la sociedad en general cuyo propósito es la prevención y erradicación de la
violencia de género. Sobre todo, en lo que refiere a la exigencia de las mujeres por
las condiciones elementales de seguridad y justicia incumplidas por el Estado al
interior de un cuestionable régimen democrático que invisibiliza, disfraza y
minimiza la violencia contra las mujeres.
XXXVIII
como de las autoridades quienes no sólo disfrazan esta violencia, sino que la
“justifican” bajo absurdas cuestiones de honor, machismo o virilidad; al interior de
un ámbito privado propiciatorio de una relación de poder y violencia muy cercana a
la víctima potencial el hogar, la pareja o familia, donde generalmente es un varón
quien se asume como victimario y una mujer o mujeres quienes se asumen como
víctimas. Podemos identificar, entonces, que en la ciudad como en cualquier
espacio concreto en que aparece el sistema de dominación patriarcal se imponen
delimitaciones específicas y simbólicas opuestas a los espacios de reconocimiento
y operatividad de los varones, que sofocan y encubren la violencia al interior de los
espacios privados minimizándola o reduciéndola a conflictos hogareños o
cuestiones de familia.
XXXIX
reconocimiento de las causas y las condiciones de su subordinación, para poder
luchar contra ellas17.
Rodríguez de Lecea, Teresa. “La teoría feminista” en Bautista, Esperanza (Editora) 10 palabras
17
XL
estos sucedan en la provincia o el campo, y patriarcados urbanos cuando nos
referimos a aquellos que ocurren en la ciudad19.
A más del riesgo por cruzar la frontera sin documentos legales, con un destino
incierto y a merced de quienes hacen las veces de intermediarios los llamados
“polleros o coyotes” sin contar con que muchas veces éstos últimos pertenecen
también a bandas de traficantes, tratantes de blancas o de órganos. Es desolador
el panorama al que se enfrentan estas mujeres al pretender escapar de su país de
origen, sin embargo muchas de ellas prefieren la peligrosidad de tales situaciones
al retorno y al temor justificado de afrontar nuevamente su pasado y las razones
por las que se vieron obligadas a emigrar.
Cfr. González López, Gloria. ““Nunca he dejado de tener terror”: Violencia sexual en las vidas de
19
XLI
estado de indefensión e inseguridad tan extremo, que sólo propiciará el
reforzamiento de su vulnerabilidad ante situaciones inevitables de violencia
regional, urbana o de ambas. En una sociedad diferente en costumbres y formas
de vida, a más del lenguaje y el consecuente rechazo por parte de los habitantes
de origen quienes ven amenazado su propio derecho a las oportunidades de
salud, alimento y vivienda.
XLII
convierten en una lápida que oculta a quienes no los consiguen, haciéndoles
invisibles al reconocimiento público, legal y estatal21.
Rodríguez de Lecea, Teresa. “La teoría feminista” en Bautista, Esperanza (Editora) 10 palabras
21
XLIII
certeza misógina y patriarcal el que las mujeres sigan siendo el botín de guerra en
los conflictos armados.
De hecho, cuando hice mención de las cuestiones tribales fue porque desde los
tiempos más antiguos en cualquier guerra o actividad violenta entre grupos
humanos por el territorio, la comida, las mujeres u otros intereses, era necesario el
uso de la violencia para asegurar la sobrevivencia y perpetuación del grupo en
cuestión. De ahí, “la preocupación por parte de los soldados en recurrir a las ropas
a modo de camuflaje con la naturaleza y en muchas ocasiones a las franjas de
color que distinguen sus rostros o la pigmentación total de sus caras para mostrar
que van de cacería, de la misma forma que sus antepasados históricos lo
hicieron”23.
XLIV
En cuanto al instinto, debemos conceder también que los soldados, jefes o
subalternos exacerban los más bajos instintos de posesión y perversión para
contrarrestar el temor al peligro o la muerte de las tropas a su mando. Por ello,
durante los conflictos armados se considera como un premio u oportunidad única
poseer a muchas mujeres y causar su embarazo en caso de que sean fértiles,
situación extremadamente ventajosa para el victimario, militar o civil obligado
porque no existe compromiso o responsabilidad moral o económica con los hijos
producto de la relación sexual forzada, y menos aún, con las madres de éstos.
Otras consecuencias frecuentes de la violación son el temor al embarazo y los
dilemas éticos posteriores a un embarazo no deseado producido por la violación,
es decir optar por el aborto, dar al bebé en adopción o criarlo ellas mismas a pesar
de su falta de aceptación o cariño. Muchas mujeres posteriormente al ataque
sexual sufren cambios en la relación con su cuerpo, tienen sensación de suciedad
o disgusto, vergüenza o culpa;24 la preocupación por la higiene intima, la angustia
en la sexualidad y el temor a los hombres son problemas frecuentes que las
mujeres víctimas de violencia sexual tienen que enfrentar.
Cfr. Franco, Jean. “La violación: un arma de guerra” en Debate Feminista. Cuerpos sufrientes. p.
24
27
Op. Cit. p. 73
25
Rodríguez de Lecea, Teresa. “La teoría feminista” en Bautista, Esperanza (Editora) 10 palabras
26
XLV
A pesar de este ataque de violencia sin límites en contra de las mujeres debemos
engrandecer la fortaleza anímica de las mujeres víctimas de los abusos militares,
porque son ellas mismas quienes a pesar de tantas adversidades vuelven a
restablecer los lazos sociales destruidos, asumiendo el mantenimiento de las
estructuras familiares, aún en las condiciones más brutales como las que
acabamos de mencionar; con el propósito de mantener las condiciones mínimas
para reproducir nuevamente la vida y la reestructuración de los núcleos
sobrevivientes a la barbarie de la matanza y la violencia extrema. A manera de
resumen, podemos señalar con certeza que la violencia de género implica
diferentes aspectos de dominio y poder patriarcal, el cual se manifiesta en el afán
más irracional de control y dominio de la corporalidad, la mentalidad y todo aquello
que representa el contexto existencial de una persona. Negándole arbitrariamente
toda posibilidad de voluntad, decisión y libertad de movimiento o expresión
individual, lo que la despersonaliza y convierte en un objeto del cual el varón se
siente dueño absoluto. Esta situación se da comúnmente en los ámbitos privados
donde el silencio y la complicidad de instituciones, autoridades, cultura,
costumbres o la misma sociedad se hacen cómplices de la violencia contra las
mujeres. Además existe también, el propósito definido e intencional por parte del
régimen patriarcal para obstaculizar su acceso a los recursos, apoyos económicos
o laborales; situación que les obligue a ceder su libertad, voluntad y racionalidad a
quienes por medio de la amenaza o el temor les orille a llevar a cabo acciones o
vivir en situaciones denigrantes para sobrevivir.
XLVI
5.5 LA VIOLENCIA Y EL INSTINTO
Sin embargo, existen también semejanzas entre unos y otros como aquellas que
se dan durante los primeros encuentros, ya sea, entre los miembros de la
comunidad o los miembros de una manada ante los demás animales predadores o
no. Que manifiestan tanto la diferenciación, el reconocimiento, el rechazo o la
intimidación; al igual que las actitudes sin palabras como el lenguaje corporal y de
señas que precede siempre a las diversas posibilidades de las relaciones
humanas.
Peter Singer en su libro, Liberación animal, propone distinguir entre animales humanos y
28
Griselda (Coordinadora) Violencia sexista. Algunas claves para la comprensión del feminicidio en
Ciudad Juárez. p. 145-146 66
XLVII
acto instintivo de prevención anticipada es decir, cuando se ataca primero antes
que esperar ser atacados. Situación análoga si sustituimos al animal no humano
por uno humano, nos referimos al daño a una persona o a su muerte a manos de
otra, antes de cualquier provocación o ataque30 previo. Cabría preguntar ¿la
defensa de su especie, realizada instintivamente por el animal no humano sería
equivalente a la violencia extrema realizada por los hombres en contra de las
mujeres? ¿Acaso este exceso de violencia con fines “preventivos” por parte del
colectivo masculino es la respuesta instintiva y violenta ante el evidente cambio de
actitud y la conquista paulatina de espacios de poder que antaño eran cotos
exclusivos del patriarcado?
XLVIII
Si un animal no humano se defiende del peligro y por eso ataca anticipadamente
antes de ser atacado a su vez, ¿de qué podría defenderse un hombre si mata a
una mujer? ¿De un peligro para su especie? ¿Acaso llega a tanto la cerrazón
patriarcal y misógina para creer que el colectivo masculino se encuentra aparte de
la universalidad humana y forma por ello, una especie y además en peligro? De
seguir con estas cuestiones estaríamos frente a un desvarió hegemónico
disfrazado de recurso extremo de supervivencia. Porque en el hipotético caso de
que para las patrias masculinas lo anterior fuera verdad y debido al riesgo latente
que pudiera significar para ellos la existencia de las mujeres, y por ello
consideraran necesaria su eliminación.
Todas las cuestiones anteriores son un sinsentido, como podemos darnos cuenta,
incluso al mostrarlo con algunas razones que sustentan al propio régimen
patriarcal. Lo que sí es una certeza, es que los aspectos relacionados con el
instinto humano y animal guardan semejanzas y diferencias, razón para no dejar
de tomarlas en cuenta, porque también constituyen a lo humano como tal.
XLIX
habitan una comunidad, sin embargo debemos precisar que la existencia de este
deseo por imitar a quienes son más cercanos a nosotros y las consecuencias que
esto trae consigo, son factores que a menudo son motivo de rivalidad y conflicto.
El problema es que al imitar el deseo del otro se está deseando lo mismo que ese
otro, es decir, el mismo objeto que el otro desea. Entonces es cuando surge la
rivalidad, el conflicto y la violencia31.
¿A qué se refiere Esperanza Bautista cuando menciona que el desear el deseo del
otro es la génesis de la violencia? Lo anterior es una alusión de Bautista con
respecto a la teoría mimética de René Girard, en la que profundizaremos más
adelante.
Cabe decir ahora, que refiere a las necesidades e instintos básicos que se
requieren para asegurar la sobre vivencia del más fuerte, como sucede con los
animales y los humanos, lo que implica el conflicto e incluso la muerte para su
demostración. Pues para desear lo que el otro posee es porque
inconscientemente se sabe que lo propio, lo que sí se tiene, es inferior de algún
modo a lo que el otro posee. Y esa certeza permite tomar la decisión, de dejar lo
que se tiene para obtener lo que el otro tiene, que remite a fin de cuentas a la
libertad para elegir “supuestamente” lo que más convenga. Aunque en el caso de
la violencia no sólo se desea lo que no se tiene (posesiones o personas), sino que
se busca conseguirlo a cualquier costo empleando la fuerza y la violencia.
Es este el argumento que ha servido como pretexto para desatar los conflictos
más infames, justificar las guerras más atroces o encubrir las injusticias más
condenables en la historia de la humanidad. De este modo, las diferencias y
multiplicidad entre los deseos satisfechos o no entre los habitantes de la
comunidad, plantean la necesidad de establecer interna y externamente códigos
L
de conducta y normas que precisen las acciones correctas e incorrectas al interior
de la misma, así como el castigo o recompensa que corresponda a la acción
realizada.
LI
En otras palabras, es una competencia constante e insatisfecha de poder entre los
varones que conforman el régimen patriarcal, nos referimos con ello a: Un
colectivo donde las relaciones entre sus miembros son de exterocondicionamiento,
de remisión recurrente y giratoria del uno al otro lo que produce la virilidad como
imagen alterada y alineada de cada cual en y a través de todos los otros32.
Amorós señala que debido a esta exigencia se crea una especie de lugar especial
y autentico “sólo para hombres”: un topos, un lugar común de referencia como ubi
desde el cual cobra su sentido la práctica de auto-designación. En el caso del
genérico de los varones como colectivo se trata de un lugar común de desmarque,
de un ámbito que se objetiva como tal en el mismo proceso práctico por el que los
varones - en serie como hemos visto- se identifican como varones”34.
Ibidem p. 203
32
Op. cit. p. 43
33
Op cit p 435.
34
LII
los une y caracteriza la virilidad, que tiene un doble efecto: los reafirma como tales
y al mismo tiempo los hace diferentes de quienes se encuentran fuera del topos:
Es curioso constatar la asociación de estas prácticas al endurecimiento corporal,
retos castigos, mortificaciones, torturas o vejaciones, ritos de validación y
manifestación de la masculinidad35.
También se les inculca y se les hace creer (a los miembros del patriarcado) bajo
una especie de adoctrinamiento constante, una serie de supuestos simbólicos y
prácticos basados en la “verdad indudable” de los antiguos mitos fálicos, cuyo
origen consagró y entronizó el poder masculino al inicio de los tiempos.
Matinez Álvarez, lucio García Monge. Educación Física y género. Una mirada en la escuela, en
35
LIII
Al igual, que la tradicional negación para pensar y decidir por sí mismos, más allá
de la patriarcado o del adoctrinamiento no escrito que prohíbe mostrar
generosidad, ternura, compasión o llanto; aspectos que supuestamente se
atribuyen y caracterizan a los débiles y a las mujeres, por lo que son rechazados
de inmediato. Podemos constatar irónicamente que la amenaza y el temor son
factores constitutivos al interior del patriarcado, la mejor manera para asegurar la
cohesión y la fidelidad entre sus miembros.
Op. Cit. p. 43
37
LIV
La interpretación de este rechazo masculino consciente o inconsciente ante
cualquier relación con lo femenino, es interpretada por Celia Amorós de la
siguiente manera: Yo no soy X en tanto que tengo-que-no-serlo para ser como Y,
que a su vez, para ser como yo, tiene compulsivamente que hacerse no ser X 38.
Una paráfrasis de la dialéctica hegeliana del amo y el esclavo, que nos permita
hablar de un conflicto de poder entre el amo y la esclava, no porque el primero sea
o haya demostrado que en verdad sea el más fuerte o la esclava en verdad
carezca de poder o fuerza ante el amo y a ello se deba su esclavitud; sino porque
ambos tienen miedo de ser quien obedezca y se convierta en propiedad del otro y
por eso constantemente se encuentran dentro de un círculo vicioso de poder en el
que se convertirá finalmente en el amo, quien tenga más astucia y recursos para
someter de manera permanente la voluntad y la libertad de quien ceda finalmente
no sólo su poder al otro sino también su existencia.
Esta será la razón por la que es necesario establecer según el patriarcado ese
topos común que toma forma real en la mujer, donde se puede ejercer y llevar a
cabo la violencia sin mayores problemas, pues la designación de espacio-
temporalidad donde se ubica a las mujeres permite cualquier tentativa violenta
Ibid. p. 43
38
LV
hacia ellas, desde el “piropo” grosero hasta el ataque más premeditado y
ventajoso disfrazado e impune por parte del colectivo masculino patriarcal.
De esta manera, simbólica y religiosa era como expiaba sus culpas la población
judía en la antigüedad, lo interesante de recordar esta práctica de expiación
religiosa es la preocupación por “purificar” lo impuro, pero no en la corporalidad de
las personas que llevaron a cabo tales actos pecaminosos, sino en un animal vivo
que será condenado al destierro y a la muerte fuera de la comunidad. En un lugar
solitario como es el desierto y cargando con todas aquellas culpas que el animal
en cuestión nunca realizó, pero que a pesar de su evidente inocencia, se le
reconocerá su sacrificio y muerte en bien de la comunidad; pues con ello traerá de
nuevo el orden y la tranquilidad que se había perdido.
La Biblia. Levítico. Texto integro traducido del hebreo y del griego por Ramón Ricciardi y
39
LVI
En relación a lo anterior, René Girard señala lo siguiente: Chivo expiatorio denota
simultáneamente la inocencia de las víctimas, la polarización colectiva que se
produce contra ellas y la finalidad colectiva de esta polarización. 40
Cabe hacer notar, dos elementos característicos del sacrificio del chivo expiatorio:
el primero, que estas actitudes no son para nada contemporáneas se vienen
realizando desde la antigüedad y sus víctimas siempre son las personas más
indefensas y vulnerables de una comunidad. La segunda, que estos sacrificios
rituales siempre se han llevado a cabo, sobre todo, cuando hay graves crisis
sociales y cuando las instituciones encargadas de ello son incapaces de cumplir
con sus funciones básicas, razón por la que Girard afirma: periodos de crisis que
provocaron el debilitamiento de las instituciones normales y favorecieron la
formación de multitudes, es decir, de agregados populares espontáneos,
susceptibles de sustituir por completo unas instituciones debilitadas o de ejercer
sobre ellas una presión decisiva.41
Op. cit. p. 23 - 76
41
LVII
conjurar el mal: buscar un chivo expiatorio para que después de consumar el rito
de purificación se conjure todo el mal y se restaure la armonía perdida.
Más allá de un cierto nivel de creencia, el efecto del chivo expiatorio invierte por
completo las relaciones entre los perseguidores y su víctima, y esta inversión es lo
que produce lo sagrado. [...] La causalidad del chivo expiatorio se impone con tal
fuerza que la misma muerte no puede detenerla. Para no renunciar a la víctima en
tanto que causa, la resucita si es preciso, la inmortaliza, por lo menos durante un
tiempo, inventa todo aquello que nosotros llamamos trascendente y sobrenatural 42.
Si nos detenemos para analizar esta práctica encontraremos que existe en ella
primeramente, la irresponsabilidad y la cobardía más extrema por parte de la
comunidad, porque no se afronta la libertad de las acciones realizadas, ni las
consecuencias que tales acciones necesariamente traen consigo. Hay una
negación total de la responsabilidad moral (no se responde por los actos
cometidos) de la voluntad y decisión, (porque no hubo presión externa para
realizar la acción, fue un acto voluntario; además de conocer previamente tanto las
circunstancias en que ésta se llevó a cabo, como de la conciencia con respecto a
las posibles consecuencias)43.
Acción que permitirá que los responsables sean exculpados fácilmente de manera
práctica, fácil y rápida de sus errores y culpas en el ámbito público, más nunca en
LVIII
el terreno de lo moral o lo espiritual. Lo cierto, es que en todos los casos, las
víctimas a las que se inculpa o a quienes se transfieren las faltas ajenas siempre
han sido consideradas como víctimas propiciatorias por su condición de
indefensión, exclusión o pobreza; es decir, se trata de personas que aunque
quisieran impedir la estigmatización no pueden evitar ser inculpadas.
Op. cit. p. 25
46
LIX
Aquí encontramos una coincidencia entre Foucault y Girard, la relación estrecha
entre: sacrificio y purificación, en cuanto a la deformidad, a lo anormal y lo
monstruoso Foucault afirmará lo siguiente: Es el modelo en aumento, la forma
desplegada por los juegos de la naturaleza misma en todas las pequeñas
irregularidades posibles. Y en ese sentido, podemos decir que el monstruo es el
gran modelo de todas las pequeñas diferencias. Es el principio de inteligibilidad de
todas las formas [...] de la anomalía47.
LX
y el castigo de la comunidad, generalmente es más fuerte el sentido de
supervivencia que el de responsabilidad.
Por ello, se culpa a los excluidos que no pueden, ni tienen a nadie que pueda
defenderlos: Todo el mundo entiende que la víctima no ha hecho nada de lo que
se le reprocha, pero que todo la señala para servir de exutorio a la angustia o a la
irritación de sus conciudadanos”49.
¿Por qué decimos entonces que la mujer es un chivo expiatorio?, ¿Será por la
caracterización de indefensión y vulnerabilidad con que el patriarcado ha negado
sus derechos, libertad, dignidad y racionalidad? o ¿Porque conviene a la sociedad
patriarcal que así se le conciba para que sea un suceso “natural” o común el
violentarla o matarla en ritos sacrifícales?
Sin duda, podemos decir que en la historia de la humanidad las mujeres han
fungido como el chivo expiatorio, pues es muy representativo que cuando
comienzan las matanzas de mujeres o se les asesina de manera continua, es
porque hay severas crisis sociales, económicas, políticas o de conocimiento y
lamentablemente son ellas las víctimas propiciatorias y los mejores chivos
expiatorios. Los asesinatos de mujeres están íntimamente relacionados con los
cambios estructurales que se dan en una sociedad dada, y con el grado de
tolerancia que cada sociedad manifieste en torno a los mismos y a su nivel de
violencia50.
Es por ello, que las víctimas de esta violencia son mujeres que poseen los rasgos
que indican a los victimarios su indefensión y facilidad para ser sacrificadas, es
decir tienen características como: inexperiencia, juventud, pobreza, analfabetismo,
entre otras cosas.
Op. cit. p. 43
49
Monárrez Fragoso Julia. “Feminicidio sexual serial en Ciudad Juárez 1993-2001” [En línea]
50
LXI
Lo que las obliga a conseguir alimento o recursos económicos a cualquier precio o
en cualquier actividad, situaciones desfavorables que las convierten en presas
fáciles para cualquier trabajo de explotación o actividad ilícita dada su extrema
necesidad. Y es en ellas, en las mujeres desprotegidas y humildes en donde
podemos identificar de manera evidente la tipología del chivo expiatorio, porque en
sus desapariciones o asesinatos encontramos el distintivo de los victimarios
quienes pretenden recuperar el terreno perdido o hacer creer al genero masculino
que componen el patriarcado, que por medio de la violencia extrema pueden hacer
realidad la quimera que promete traer de vuelta, la tranquilidad de la armonía
masculina perdida o en riesgo. Esta irracional y cobarde justificación patriarcal
para el ritual sacrificial femenino, la podemos resumir de la siguiente manera:
LXII
Es clara entonces, la relación del chivo expiatorio del que habla Girard y los
procedimientos para excluir y distinguir a los indeseables sociales a los que refiere
Foucault, con la violencia contra las mujeres que impera en el régimen patriarcal;
pues ellas representan de manera dual un sector deseable y a la vez vulnerable
para los miembros de los patriarcados.
Se les considera como un riesgo para la especie masculina; para todo un país
cuando son inmigrantes, invasoras indeseables u objetos de compra-venta para la
ilegalidad; las mujeres durante los conflictos armados son botín de guerra y
desahogo sexual para los militares y oportunistas; “en tiempo de paz” se les
restringe y se establecen horarios y espacios específicos para “que no les pase
nada” y si les pasa, es por no cumplir con tales prohibiciones; en el campo sufren
de ignorancia, pobreza y desconocimiento; durante las crisis económicas, de
valores morales o religiosos son en las mujeres en quienes se desahoga la
violencia y el crimen entre quienes se disputan el poder.
Y todo ello, para encubrir las culpas de otros, la certeza inexorable de ser una
víctima propiciatoria, que hace las veces de cortina de humo humana por medio
de la ritualización del sacrificio y la depuración de los supuestos males. Razones
de más para afirmar que en ellas, como en ningún otro grupo vulnerable, se
pueden encontrar todas las características del chivo expiatorio.
LXIII
5.9. DEL UXORICIDIO AL FEMINICIDIO
El problema de la violencia hacia las mujeres guarda una estrecha relación con lo
dicho anteriormente, el patriarcado ha extendido su nefasta influencia en todos
aquellos ámbitos que corrompen la propia humanidad y las formas en que sus
miembros se relacionan de manera individual o grupalmente. Estableciendo una
desigual, misógina y violenta manera de vivir en sociedad, donde no sólo hay un
apropiamiento irracional del poder por parte de los varones, también existe el
convencimiento absoluto de que este poder se extiende al entorno del patriarca,
es decir a las demás personas, los bienes, el orden de la comunidad, la
reproducción, etc. Donde las mujeres dejan de ser personas, se vuelven objetos
que carecen incluso del estatuto de humanidad: no piensan, no sienten, no actúan
jamás como consideran conveniente, sino de acuerdo al deseo y la voluntad de
otro u otros. Porque cuando una persona deja de decidir por sí misma se elimina
la libertad individual, ya que consciente o inconscientemente se cede este derecho
a otra voluntad que será quien decida finalmente cómo y de qué manera hacer las
cosas. Esta segunda persona (el varón) se convertirá en el dueño y señor de ese
objeto humano, la cosificación convierte así a las mujeres en meros objetos para
adornar, para servir, para engendrar o procurar placer en lugares bien
determinados y privados utilizando para ello, un cerco bien definido de temor y
amenaza simbólica y real: las mujeres en tanto colectivo dominado han sido
apropiadas por los hombres y rebajadas al rango de objeto sexual. Que la mujer
es sexualidad y nada más que sexualidad no es un discurso que nos sea
desconocido. [...] A la mujer no se le permite tener sexualidad en tanto sujeto
autónomo, sino sólo ser sexualidad debidamente controlada.51 A más de carecer
de todo reconocimiento, salvo cuando se convierten en aliadas, cómplices o
Instrumentos de difusión y reproducción del propio régimen de poder.
H. Puleo, Alicia. “Patriarcado” en Amorós, Celia (Editora) 10 palabras clave acerca de la mujer. p.
51
35
LXIV
¿Cuál es el límite de la manifestación activa de la violencia contra las mujeres? El
límite es la carencia absoluta de resistencia, la última posibilidad de lucha o sobre
vivencia la muerte. El triunfo final de la brutalidad de la violencia, del exceso del
poder sobre la vida de una persona hasta acabar con ella, en este caso, de
quienes no comparten o reten el autoritarismo patriarcal; cuya manifestación
extrema será la eliminación absoluta de la libertad, junto con la decisión, la
voluntad, el respeto y la dignidad de la persona, en este caso de la mujer.
LXV
elimina toda posibilidad de resistencia, sobre vivencia o defensa en la victima; lo
que va a confirmar de manera definitiva, el absoluto poder del victimario sobre su
víctima al causarle la muerte, pues después del fallecimiento ya no hay elementos
que defender ni a los cuales apelar por parte de la occisa, cuyo deceso “servirá”
simbólica y prácticamente para “enseñarle” a las demás mujeres lo que puede
ocurrirles en caso de no hacer lo que deben de hacer. La reafirmación constante
de un imperativo patriarcal para el deber femenino: la obediencia extrema y el
olvido de ser persona, al igual que la existencia de un código rojo y una amenaza
velada y permanente la aplicación de la violencia hasta llegar a la muerte si el
imperativo patriarcal no se realiza como se ha especificado previamente, pero sin
consenso de la otra parte, es decir la constatación de la ilegitimidad del poder.
LXVI
De hecho, el feminicidio es la culminación de una serie de conceptos que le
antecedieron, unos más sexistas que otros, con que se nombraba desde la
antigüedad a los asesinatos de mujeres. Nos referimos al código de Hammurabi
1760 a.C.52 en donde se nombra como “uxoricidio” (uxor, matriz) a las muertes de
mujeres a manos de sus esposos. A través del tiempo, el término se fue
neutralizando a manera de no identificar la direccionalidad que caracteriza a este
tipo de violencia de género, es decir la clara intención de impedir o mostrar
abiertamente la responsabilidad del esposo (varón) en el crimen, ya que se le
encubría e incluso se le celebraba abiertamente por motivos misóginos y sexistas:
la venganza, los celos, el abandono, la inconformidad, el maltrato, etc.
www.scielo.cl/scielo/derecho.php
LXVII
fallecimiento de un ser humano (mujer), por ejemplo: muerte de mujer o muerte de
una persona mujer. Sólo se valoraba despreciativamente a las mujeres en función
de su capacidad reproductiva, supuestamente por ese motivo, se sustituyó años
después este término por “conyugicidio” (crimen del cónyuge, mujer).
Así, la mujer-esposa pasará a formar parte como objeto vivo, de las posesiones y
la voluntad de su dueño-esposo en la vida y la muerte: la utilidad de una
mercancía hasta sus últimas consecuencias.
LXVIII
quienes nos interesamos en ello. Por ello, el concepto al que nos referimos para
definir los crímenes de mujeres es feminicidio: el asesinato de mujeres a manos
de hombres debido a que son mujeres53.
Es decir, las causas del asesinato de mujeres pueden ser diversas y condenables,
pero lo que llama la atención es que el o los asesinos son exclusivamente varones
y únicamente porque la víctima pertenece a un género especifico. Por ello, la
autora denomina también a los feminicidios como crímenes de odio,54 es decir,
“los delitos, las agresiones o crímenes cuyas víctimas fueron identificadas como
miembros de minorías socialmente desfavorecidas.”55
Russel, Diana E. “Introducción: las políticas del feminicidio” en Feminicidio: una perspectiva
53
global. p. 57
Cfr. Op. cit. p. 57
54
crimenes.html
LXIX
mujer”,56 posteriormente en 1827 se publico The confessions of an Unexecuted
Femicide, una especie de memoria del asesino de una mujer”57.
Russell, Diana E. y Harmes, A Roberta (Edit.) Feminicidio: una perspectiva global. Ed. CEICH-
56
Ibid. p. 74
58
Ibid. p. 12
59
LXX
culminación de la violencia de género contra las mujeres, así como de la
impunidad que los configura60.
Esta precisión para el contenido del concepto propuesta por Lagarde y aceptada
por quienes especificaron el contexto y la difusión del término (Jill Radford y Diana
Russell) viene a corroborar nuestra apreciación con respecto a una estrecha
relación entre la violencia, el sexismo y la misoginia con que son seleccionadas las
víctimas del feminicidio, así como del odio y el resentimiento con que son
perpetrados los crímenes, lo que a fin de cuentas exterioriza que el feminicidio.
De ahí, que sea tan letal su manifestación y su diferencia con otros tipos de
violencia hacia las mujeres. Es importante señalar, que al interior de las
definiciones para el término encontramos variaciones y aspectos diversos, aún en
la propuesta de quienes son cuatoras del concepto.
Ciertamente no hay una definición única del término, lo que ocasiona de alguna
manera confusión e interpretaciones erróneas, que son bien utilizadas por los
detractores de éste para ocultar o enmascarar las verdaderas connotaciones
sexistas-misóginas de estos crímenes. Sobre todo, cuando se discute la
incorporación jurídica de este concepto al contexto oficial de legitimación de un
estado o país determinado, o bien, cuando este se ha incorporado ya 61.
Ibid. p. 12-14
60
LXXI
Esto viene a colación porque en el texto Feminicidio: una perspectiva global,
aparecen dos definiciones del término propuestas por Marcela Lagarde que
podrían parecer diferentes, pero cuyo propósito (de ambas) es enriquecer los
alcances interpretativos del término en cuestión para definir y explicar al
feminicidio:
Para denominar así el conjunto de delitos de lesa humanidad que contienen los
crímenes, los secuestros y las desapariciones de niñas y mujeres en un cuadro de
colapso internacional. Se trata de una fractura del Estado de derecho que favorece
la impunidad. El feminicidio es un crimen de Estado62.
Es una cita extensa, pero necesaria para los fines de nuestro análisis: El
feminicidio es el extremo de un continuo de terror anti-femenino que incluye una
gran cantidad de formas de abuso verbal y físico: como violación, tortura,
esclavitud sexual (particularmente en la prostitución), incesto y abuso sexual
infantil extra-familiar, maltrato físico y emocional, hostigamiento sexual (por
teléfono, en las calles, en la oficina y en el salón de clases), mutilación genital
(clitoridectomía), escisión , infabulación), operaciones ginecológicas innecesarias
(histerectomías gratuitas), heterosexualidad forzada (mediante la criminalización
de los anticonceptivos y el aborto), psicocirugía, negación de alimentos a las
mujeres en algunas culturas, cirugía cosmética y otras mutilaciones en nombre de
Ibid. 20
62
LXXII
la belleza. Siempre que estas formas de terrorismo resulten en la muerte son
feminicidios63.
Caputi, Jane y Russell E. Diana. “Feminicidio: Sexismo terrorista contra las mujeres” en Russell
63
E. Diana y Jill Radford (editoras) Feminicidio: la política del asesinato de las mujeres. p. 57
LXXIII
No puede tener el mismo alcance jurídico, ético o moral una acción violenta en
potencia que una en acto, como tampoco es lo mismo hablar de actos
extremadamente violentos, pero en los que las víctimas siguen con vida que en
aquellos otros en donde la han perdido. Lo mismo ocurre, con respecto a la
interpretación del término mismo, se alegaba que era una versión “feminizada” del
concepto homicidio, pero aunque ambos conceptos comparten la misma raíz
etimológica con respecto a la acción de matar, no existen las diferencias de
género cuando se trata de asignar responsabilidad ante el crimen cometido. El
problema es que se define de manera común el fallecimiento no natural de una
persona, de un hombre o de una mujer utilizando etimologías patriarcales como:
homicidio (home-hombre) con lo que podemos comprobar que no han cambiado
gran cosa los alcances interpretativos con que han sido elaborados la mayoría de
los conceptos jurídicos para identificar a la criminalidad dirigida hacia las mujeres,
los cuales aluden nominal y generalmente a lo masculino.
Además no tendría porque haber diferencias, pues tanto la muerte de uno como
de la otra, deberían ser causa de repudio y condena tan sólo por el acto ilegal e
inmoral cometido en sus personas y la lesión a su valor único como seres
humanos. Porque no sólo el fallecimiento es ajeno totalmente a los ciclos
naturales que corresponden a la vida humana, sino porque éste fue perpetrado
LXXIV
únicamente para demostrar ostentosamente el poder, la violencia y la voluntad
omnímoda y absoluta del asesino.
Citado por Monárrez Fragoso Julia. “Feminicidio sexual serial en Ciudad Juárez 1993-2001” [En
64
LXXV
a entregar el tributo de su cuerpo a la cohesión y vitalidad del grupo y la mancha
de su sangre define la esotérica pertenencia al mismo por parte de sus asesinos 65.
Lo mismo sucede con los alcances explicativos y prácticos del término, a pesar de
los grandes logros que su utilización ha obtenido porque es escasa todavía su
incorporación a las legislaciones de los países del mundo. ¿Cuál es la causa o los
motivos para este empantamiento legal nacional e internacional? ¿La falta de
unificación en la definición del propio término?, ¿Los tipos de violencia y delitos
que este comprende?
Tales aspectos han sido bien aprovechados por quienes no les conviene que este
concepto tenga un uso legal bien establecido con castigos y agravantes a nivel
mundial. Esto sucede, porque los crímenes de mujeres no siempre tienen las
Segato, Rita Laura. “La escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Cd, Juárez:
65
LXXVI
mismas características, ya que su diversidad tiene rasgos tan específicos como la
parte del mundo en donde ocurren, por ejemplo: no es el mismo modus operandi
de los feminicidios de Cd. Juárez en México como de aquellos que suceden en la
India o de los que ocurren en España. Porque cada uno de ellos tiene aspectos
bien definidos, más allá incluso de la propia geografía, nos referimos a la manera
en que se conciben dentro de cada país o región tanto a los victimarios, a las
propias víctimas del delito como a la forma en que son asesinadas. Y es que
existe una verdadera pluralidad feminicida a nivel mundial, una especie de
radiografía de los feminicidios en el mundo que permite rastrear su especificidad,
pero sin olvidar el aspecto genérico, la misoginia y el sexismo con que son
perpetrados cada uno de ellos.
De cualquier modo, la sola mención del concepto, sirve ya, para identificar no sólo
el crimen de una mujer por el sólo hecho de serlo, sino para ordenar la
especificidad de los elementos que caracterizan al propio crimen, como habíamos
mencionado anteriormente.
LXXVII
anuncios utópicos y salvadores de legislaciones encubridoras o poco realizables
en la práctica.
Que todas las mujeres tengan la certeza de que nadie en absoluto, puede ni tiene
el derecho de constituirse como dueño de su mente o de su cuerpo, más que ellas
mismas. Pues la libertad de sus actos y sus decisiones sólo les conciernen a ellas,
ya que siempre hay señales claras que indican el inicio de la violencia. Que esta
violencia irracional debe ser denunciada, porque el silencio permite únicamente la
impunidad y la indiferencia pública, igualmente como la impunidad para los
victimarios. Porque el ser mujer jamás será causa para permitir la más mínima
falta de respeto o de violencia de ningún tipo, por ello debe evitarse y rechazar
cualquier imposición o control sobre la mente y el cuerpo.
Lo mismo para reiterar, por todos los medios posibles, la utilidad de la denuncia
evitando con ello cualquier amenaza o tentativa de violencia en el plano
emocional, académico, físico o sexual, por mencionar sólo algunos de sus ámbitos
de incidencia.
LXXVIII
de inicio, ellas mismas se reconocen como seres humanos plenos capaces de
decidir por sí mismas, con respecto a su vida; lo mismo se puede exigir con
respecto a la legitimidad de su acceso, control y oportunidad para acceder a
diversos tipos de bienes, a más de la seguridad que esto trae consigo para ellas.
LXXIX
De ahí, la necesidad del convenio y el diálogo no entre hombres y mujeres, sino
entre seres humanos, simplemente se trata de una invitación para aceptar lo
humano, imperfecto y finito en todos sus aspectos. Para entender que se pueden
lograr acuerdos, de conveniencia si se quiere, pero que no permiten relaciones de
dominio extremo como el de la muerte, la cual elimina cualquier posibilidad para la
víctima y tal vez también para el victimario. Se trata de la propuesta por la paz y el
respeto con vías al crecimiento y fortalecimiento de lo humano, para erradicar en
la medida de lo posible la discriminación o la explotación.
INTRODUCCIÓN
LXXX
1.6. EL DESEO Y LA VIOLENCIA
1.7. GÉNERO: MASCULINO Y FEMENINO.
1.8. EL CHIVO EXPIATORIO: LA MUJER
1.9. DEL UXORICIDIO AL FEMINICIDIO
LXXXI
4.2 CONVENCIÓN INTERAMERICANA PARA PREVENIR, SANCIONAR Y
ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER “CONVENCIÓN
BELEM DO PARÁ”
4.3 CUARTA CONFERENCIA MUNDIAL DE LA MUJER Y LA PLATAFORMA
DE ACCIÓN. BEIJING
4.4. MEDIDAS GUBERNAMENTALES ENCAMINADAS AL
EXCLARECIMIENTO DE ASESINATOS DE MUJERES EN CIUDAD
JUÁREZ
4.4.1 PODER EJECUTIVO
4.4.2. COMISIÓN PARA PREVENIR Y ERRADICAR LA VIOLENCIA
CONTRA LAS MUJERES EN CIUDAD JUÁREZ
4.4.3. PROGRAMA DE LOS 40 PUNTOS
4.5. PODER LEGISLATIVO. CÁMARA DE SENADORES Y CÁMARA
DIPUTADOS
4.5.1. CÁMAR DE SENADORES
4.5.2 CÁMARA DE DIPUTADOS
4.5.3 ACCIONES PARLAMENTARIAS
4.5.4. INVESTIGACIÓN SOBRE VIOLENCIA FEMINICIDA EN 11
ENTIDADES FEDERATIVAS
4.5.5 DIÁLOGO INTERNACIONAL INTERPARLAMENTARIO
4.6 PODER JUDICIAL. PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA
4.6.1 PROGRAMA DE ATENCIÓN A VÍCTIMAS.
4.6.2. PROGRAMA DE ATENCIÓN A DENUNCIAS DE MUJERES
DESAPARECIDAS
4.6.3. RESPONSABILIDADES DE SERVIDORES PÚBLICOS: ANÁLISIS
CONCLUSIONES.
BIBLIOGRAFIA.
LXXXII
6.- Formulación de Hipótesis.
Hipótesis Central
Hipótesis Secundaria
A) Los feminicidios tienen alguna distinción entre el género para aclarar cierta
distancia en relación al cuidado y respeto del ser más débil (mujeres),
según los términos sociales de este país.
B) A nivel país que se está llevando a la practica para tratar de frenar en algo
los casos de feminicidios gestado en el norte del país, y de su constante
crecimiento que se esta generando en otros estados de la República. Acaso
las mujeres no son bien vistas a nivel nacional e internacional para su
cuidado y seguridad.
LXXXIII
7.- Comprobación - Falsación de Hipótesis.
Hipótesis central.
Hipótesis secundarias.
LXXXIV
Para comprobar la hipótesis del apartado B. Que se esta llevando a la practica
para tratar de frenar en algo los casos de feminicidios en el Norte del país y el de
su expansión en todo el territorio nacional e Internacional. Podemos afirmar que
en el capitulo número IV se han creado instancias para tratar de frenar en algo los
altos índices de mujeres asesinadas, se han creado comisiones tras comisiones
para tratar de frenar en algo las altas tasas de mortandad en las mujeres en el
norte del país, por parte de la Procuraduría Federal se han otorgado dadivas en
efectivo a los dolientes para tratar de frenar su dolor, como es distribuido y bajo
que parámetros se otorga, no fue fácil averiguarlo, las diferentes cámaras
(Diputados y Senadores), han creado mecanismo para detener en algo los
asesinatos de féminas, Derechos humanos han evidenciado el poco interés que
resulto al principio por parte del gobierno federal (sexenio de Fox) por tratar de
frenar los constantes asesinatos de mujeres en Cuidad Juárez, y a nivel
Internacional, México recibió un señalamiento por no tratar de esclarecer los
asesinatos de mujeres y no someterse a los principios firmados en los tratados
respectivos. Pero al parecer todo esto sirvió de poco, ya que se detuvo a unas
cuantas personas y se pensó que se detendrían los asesinatos de mujeres. Pero
siguieron apareciendo más mujeres muertas ya no en el norte del país ahora
aparecen más decesos de mujeres en otros estados de la República Mexicana
(Oaxaca, Chiapas, Estado de México, etc).
LXXXV
bajitas, morenas, de directos de tantas incluso se les AMÉRICA LATINA
pelo largo, entre otras mujeres quita la vida, por 2.7. MUJER Y
más). asesinadas en la no responder a MAQUILA EN
frontera norte si sus intenciones, AMÉRICA LATINA
Analizar y conocer a es así por que por delimitar 2.8. ELLAS,
conciencia el porque siguen cierto territorio y NOSOTRAS O LAS
del aumento de apareciendo más respeto por parte OTRAS.
violencia hacia las mujeres de un cartel de 2.9. LA OTRA EN EL
mujeres por parte de asesinadas? droga hacia otro, NO LUGAR
los hombres: por prestigio
Machismo, misoginia, entre pandillas CAPITULO TRES.
desprecio, rencor. En rivales, etc. MUJERES Y
aras de reconocerse, DERECHOS
así mismo, el hombre HUMANOS.
como el poseedor de 3.1. CUERPO
mando, el líder, el 3.2. DE LA
que puede incluso SUBJETIVIDAD AL
quitar la vida a una “SUJETO”
mujer, por el simple 3.3. SUJETO
hecho de ser el más FEMENINO
fuerte 3.4 SUJETO Y
FRONTERA
3.5. DERECHOS
HUMANOS
3.6.
TRANSCRIPCIÓN Y
TÁCTICA
LXXXVI
MUJER
1.9. DEL UXORICIDIO
AL FEMINICIDIO
CAPITULO DOS.
HOMICIDIOS DE
MUJERES.
2.1. INICIOS DE LA
VIOLENCIA
2.2 DE LA GUERRA A
LA MASACRE
2.3. FEMINICIDIOS
EN MÉXICO
2.4. EL CASO DE
GUATEMALA
2.5. LA GUERRA
CONTRA LAS
MUJERES: EL
PATRIARCADO.
2.6. LOS
FEMINICIDIOS EN
AMÉRICA LATINA
2.7. MUJER Y
MAQUILA EN
AMÉRICA LATINA
2.8. ELLAS,
NOSOTRAS O LAS
OTRAS.
2.9. LA OTRA EN EL
NO LUGAR
CAPITULO TRES.
MUJERES Y
DERECHOS
HUMANOS.
3.1. CUERPO
3.2. DE LA
SUBJETIVIDAD AL
“SUJETO”
3.3. SUJETO
FEMENINO
3.4 SUJETO Y
FRONTERA
3.5. DERECHOS
HUMANOS
3.6. TRANSCRIPCIÓN
Y TÁCTICA
LXXXVII
los hombres: correspondientes por parte de un en algo los EL MARCO DE LA
Machismo, misoginia, para detener los grupo de casos de VIOLENCIA DE
desprecio, rencor. En casos de mujeres que feminicidios GÉNERO.
aras de reconocerse, feminicidios perdieron a gestado en el 4.1 EXCLUSIÓN DE LA
así mismo, el hombre ocurridos en algún familiar, norte del país, TOTALIDAD DE LAS
como el poseedor de México. pero estos casos y de su REPRESENTACIONES
mando, el líder, el que solo son de esta constante DE DISCRIMINACIÓN
puede incluso quitar la Análisis de la región y que esta crecimiento que CONTRA LA MUJER.
vida a una mujer, por violación del pasando en se esta 4.2 CONVENCIÓN
el simple hecho de ser derecho humano a Chiapas, generando en INTERAMERICANA
el más fuerte. la integridad Oaxaca, Estado otros estados PARA PREVENIR,
personal se de México, por de la SANCIONAR Y
vislumbró que bajo que se ha República. ERRADICAR LA
ciertas repuntado los Acaso las VIOLENCIA CONTRA LA
circunstancias la casos de mujeres no son MUJER “CONVENCIÓN
violencia sexual mujeres bien vistas a BELEM DO PARÁ”
puede configurarse asesinadas en nivel nacional e 4.3 CUARTA
como tortura. esto Estados? internacional CONFERENCIA
para su MUNDIAL DE LA MUJER
¿Por parte de los cuidado y Y LA PLATAFORMA DE
órganos seguridad. ACCIÓN. BEIJING
institucionales 4.4. MEDIDAS
encargados de GUBERNAMENTALES
emitir leyes o ENCAMINADAS AL
decretos a favor EXCLARECIMIENTO DE
de una sana ASESINATOS DE
convivencia MUJERES EN CIUDAD
social (Cámara JUÁREZ
de Senadores y 4.4.1 PODER
diputados) que EJECUTIVO
han hecho en lo 4.4.2. COMISIÓN PARA
concerniente al PREVENIR Y
cuidado, ERRADICAR LA
protección y VIOLENCIA CONTRA
respaldo a la LAS MUJERES EN
mujer en el país? CIUDAD JUÁREZ
4.4.3. PROGRAMA DE
¿Las entidades u LOS 40 PUNTOS
órganos de 4.5. PODER
seguridad LEGISLATIVO. CÁMARA
Federales y DE SENADORES Y
Estatales y las CÁMARA DIPUTADOS
comisiones en 4.5.1. CÁMAR DE
ayuda a los SENADORES
familiares de las 4.5.2 CÁMARA DE
mujeres DIPUTADOS
asesinadas en la 4.5.3 ACCIONES
frontera norte, PARLAMENTARIAS
porque vieron la 4.5.4. INVESTIGACIÓN
forma de socorre SOBRE VIOLENCIA
a estas personas FEMINICIDA EN 11
dolientes con ENTIDADES
dinero, porque FEDERATIVAS
no resolver sus 4.5.5 DIÁLOGO
caso y sanar su INTERNACIONAL
responsabilidad INTERPARLAMENTARIO
LXXXVIII
de las 4.6 PODER JUDICIAL.
autoridades PROCURADURÍA
competentes con GENERAL DE LA
el REPÚBLICA
esclarecimiento 4.6.1 PROGRAMA DE
de los casos ATENCIÓN A VÍCTIMAS.
correspondientes 4.6.2. PROGRAMA DE
en cuanto a ATENCIÓN A
mujeres DENUNCIAS DE
asesinadas se MUJERES
refiere? DESAPARECIDAS
4.6.3.
¿Las RESPONSABILIDADES
autoridades DE SERVIDORES
correspondientes PÚBLICOS: ANÁLISIS
en resolver estos
casos
(Procuradurías
federal y estatal,
Comisiones de
Derechos
Humanos,
comisión de
comisión), han
podido frenar en
algo el aumento
constante año
con año de
mujeres
asesinadas en el
país y en
especial en
Ciudad Juárez?
LXXXIX
Conclusiones y Nueva Agenda de Investigación.
Por otro lado, el feminicidio es un concepto fronterizo, porque muestra los límites y
contornos de un sistema patriarcal-capitalista-neoliberal. El feminicidio, a la vez
que es la consecuencia de los valores intrínsecos de dicho sistema, encarna su
máxima contradicción, el quiebre del discurso hegemónico. En ese sentido, deja
ver las dos caras de un sistema que se pronuncia por la apertura de las fronteras,
pero que no es capaz de reconocer y respetar las diferencias entre los seres
humanos, en ningún sentido.
XC
En esta investigación se analizaron las distintas definiciones que se han dado
hasta la fecha, y se concluyó con una definición propia que intentó entender al
feminicidio en el espectro de todos los tipos de violencia en contra de las mujeres,
de tal suerte, que no las abarcara a todas, sino que señalara su especificidad. Por
lo tanto, decidimos referirnos al feminicidio siempre y cuando la violencia ejercida
contra una mujer haya llegado al extremo del asesinato de la misma. El feminicidio
entendido como un acto de poder, que implica toda una serie de recursos y la
implementación de una logística para llevar a cabo su cometido.
XCI
La guerra en contra de las mujeres se da justo a finales del siglo XX y principios
del XXI, en América Latina, porque el sistema patriarcal-capitalista-neoliberal, ha
propiciado un cambio de roles de género que debe de volver a ordenar, y para ello
declara la guerra. Por eso es que las mujeres fronterizas, es decir, las mujeres
jóvenes, migrantes, solas, trabajadoras de la maquila, se convierten en el blanco
de esta guerra.
No solamente porque son las más vulnerables, sino porque son ellas quienes
encarnan más que ninguna otra esas transformaciones, son ellas quienes por un
lado, son producto del sistema, pero por otro, se han salido de la raya y están
transgrediendo el orden prevaleciente; por haberse convertido en las cabezas de
sus familias, por haber dejado su rol de mujer tradicional, aunque haya sido por
motivos de supervivencia. A ellas se suman las mujeres que denuncian, que
protestan, que no están dispuestas permanecer en silencio. Al sistema no le
importan los motivos, solamente el hecho de mandar un mensaje claro para crear
un clima de terror entre las mujeres, y así, hacer imposible el ejercicio de su
libertad.
Por último, se llegó a la conclusión de que para dejar de ser víctimas, las mujeres
deben constituirse en el nuevo sujeto femenino y así, contrarrestar el fenómeno,
es decir, hacerle frente a la guerra. Como las mujeres víctimas del feminicidio no
pueden ya hacerlo, las mujeres concientes de su situación, solidarias, deben dar la
cara por ellas; es decir, usar su propio cuerpo y ejercer una labor de traducción,
hablar por todas aquellas que ya no están. Es en el cuerpo en donde se evidencia
la violación a los derechos humanos, por lo tanto, éste tiene un papel primordial
XCII
para elaborar un discurso que muestre las fallas, los quiebres del discurso
dominante que enarbola, justamente, la bandera de los derechos humanos.
Las mujeres, con su cuerpo, pero también con su lengua, muestran, lo mismo en
las calles, que en los medios de comunicación, que en las cortes internacionales la
decadencia de un sistema que atenta contra la vida de seres humanos. Sólo así,
puede constituirse en este nuevo sujeto, entendido como portador consciente de
una nueva experiencia. Por lo tanto, ser sujeto no quiere decir reproducir la visión
falocéntrica del sujeto dominante, al contrario, es una experiencia que no se agota
en la dicotomía sujeto objeto, sino que adquiere importancia en la medida en que
sea transmitida colectivamente.
Para ello, se tendrán que utilizar las herramientas del propio sistema, sobre todo,
el discurso en favor de los derechos humanos. Precisamente, por ser el sector
más vulnerable, serán las mujeres tendrán quienes tengan la tarea de derribar al
sistema, pero eso sólo será posible con su propio discurso y a partir de sus
argumentos. Evidenciar las contradicciones, mostrar los quiebres, hacer que la
lengua menor, la de las deslenguadas, la de las sin voz, se cuele por los
intersticios del discurso dominante. La historia demuestra que los sistemas caen
cuando es su propio discurso el que ya no se sostiene. Las mujeres contribuirán a
esa decadencia; por un asunto de supervivencia, pero también a partir de la toma
de conciencia de una realidad que debe ser transformada.
XCIII
vacante que dejan las mujeres?, ¿la historia sin fin del chivo expiatorio o la
cobardía repugnante de la falta de responsabilidad humana ante sus actos?
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1
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delinearla?
En México, el caso que ha tenido más visibilidad, por motivos que más adelante
abordaremos, es el de Ciudad Juárez, Chihuahua. En lo que concierne solamente
a este estado, las cifras varían considerablemente dependiendo de la fuente. La
Procuraduría General de Justicia del Estado de Chihuahua, a través de Patricia
González, por ejemplo, habla de 3724 víctimas hasta septiembre de 2005. La
Comisión Nacional de Derechos Humanos afirma que fueron 263 hasta junio de
2003. Amnistía Internacional registra más de 370 hasta agosto de 2003. La
investigadora del Colegio de la Frontera Norte, Julia Monárrez, alude a 382 hasta
noviembre del 2004, mientras que la organización no gubernamental Nuestras
Hijas de Regreso a Casa reporta 410 hasta el 2007, así mismo varían los datos
según la fuente para 2009 se tiene una cifra de 250 y para el 2010 se contabilizan
446. La Fiscalía Mixta de la Procuraduría General de Justicia del Estado de
Chihuahua habla de 353 hasta marzo de 2005. Y la Fiscalía Especial para la
Atención de Delitos Relacionados con los Homicidios de Mujeres en el Municipio
de Juárez, Chihuahua (Procuraduría General de la República), de 379 en el
periodo 1993 - 2005. La periodista Diana Washington, contabilizó 432 asesinatos
de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua antes de terminar el 2007. En los
últimos años, sin embargo, otros estados también arrojan cifras importantes, tanto
de mujeres asesinadas como de desaparecidas: Morelos, Chiapas, el Estado de
México, Guanajuato y el Distrito Federal, por lo que no podemos cerrar los ojos
ante el hecho de que el fenómeno en México parece estarse extendiendo.
2
asesinadas cada día en el Estado de México, Veracruz, Chiapas, Guerrero, el
Distrito Federal, Chihuahua, Oaxaca, Sonora, Baja California y Morelos.
Este informe es importante porque da cuenta, entre otras cosas, de que no existe
un solo tipo de asesinato, sino que hay toda una gama de motivos, formas y tipos
de mujeres asesinadas, según los datos recabados. Por lo tanto, constituye un tipo
de alerta en el sentido de que la delimitación del concepto será una tarea no sólo
difícil, sino arriesgada. Aun así, la apuesta es importante en tanto que se trata de
una realidad que forma parte de nuestro presente, que es necesario entender,
pero sobre todo, transformar.
3
Es en ese sentido, que vale la pena aclarar lo que hoy en día se entiende por
feminicidio, pero sobre todo, problematizar su propia definición desde un punto de
vista estratégico, y no pensar que se trata de un concepto estático, que de
entrada, es imposible en cualquier teoría. En otras palabras, debemos analizar con
cautela la conveniencia o no conveniencia de sus propios límites, y despojarnos
de los prejuicios que puedan surgir, en aras de poder enriquecer este concepto
que ya de por sí ha sido esclarecedor de una realidad que ya no puede ser
negada.
Por eso el caso de Ciudad Juárez fue crucial para comenzar a hablar de
feminicidio. La definición que ha dado Marcela Lagarde sobre este término, es la
que inaugura toda la reflexión en relación a los asesinatos de mujeres en América
Latina. Para ella, feminicidio es: Puede decirse que a partir de esta definición se
han desprendido una serie de reflexiones, incluso, otras definiciones que deben
ser revisadas. Hacer un recorrido por las principales teorías elaboradas en
relación al feminicidio en América Latina, resulta indispensable para tener el gran
panorama; pero también para plantear otros cuestionamientos, problemas y
puntos de vista que enriquezcan el debate en relación a una categoría que de
hecho, nos debiera preocupar y ocupar a todas las mujeres, independientemente
de nuestra formación o actividad. Por otro lado, es necesario hacer la conexión del
fenómeno con el contexto social, político y económico: verlo como una realidad
social, pero también como consecuencia de una serie de factores que van desde
lo más tangible como pueden ser las condiciones económicas, hasta lo menos
visible como lo es el imaginario social: las representaciones simbólicas que dan
pie a que una mujer pueda ser agredida al punto de ponerle fin a su vida en un
clima de total impunidad.
Los estudios culturales, por su parte, se preocupan por ver la realidad de los
grupos humanos no dominantes en debate con los postulados de disciplinas
sociales y humanísticas demasiado rígidas como para ofrecer elementos de
interpretación de condiciones novedosas o extremas. Tanto el feminismo como los
4
estudios culturales apelan a la deconstrucción de pensamientos hegemónicos,
dándole visibilidad a situaciones que no tienen interpretación desde las disciplinas
académicas clásicas y que los medios de comunicación masiva intentan ocultar.
La teoría crítica, creada en 1923 por Adorno, a su vez, se construye como una
crítica de la modernidad, la dominación y la consecuente formación de una cultura
de masas. Y los estudios de género ponen el énfasis en el concepto de cultura
entendido como una articulación. ¿Quién puede hablar y quién puede ser
escuchada/o?, son algunas preguntas que se intenta contestar desde estas
teorías, y que en este caso, resultan fundamentales.
5
¿Acaso no es suficiente el asesinato de una mujer para preocuparse por la
manera en que se concibe la vida y la muerte hoy en día? En una sociedad
mundial que se preocupa por crear cada vez más vigilancia para quienes están a
cargo del orden que en buscar mejores medios preventivos de educación y
respeto por la vida humana, podría pensarse después de todo lo dicho
anteriormente, que la violencia contra las mujeres es más importante que otras
manifestaciones de violencia, debido a que la información y la divulgación del
análisis genérico que de ella se desprende la convierten según erradas y
desinformadas opiniones en un asunto de “moda” y aparentemente condenado a
la trivialización y la crítica del olvido indiferente del futuro.
6
pronunciamientos y las posturas interdisciplinarias que buscan mostrar la
estructura interna y externa que nos permita la aproximación simbólica y activa del
por qué de estas prácticas violentas y reprobables. En un acercamiento a la
intencionalidad y los fines con que se realiza la violencia de género, según
arcaicos y misóginos rituales que conforman el complejo universo del patriarcado y
machismo de quienes se asumen activamente como sus integrantes y victimarios.
Para una mayor comprensión del tema central “El Caso de los Feminicidios en
México: Machismo y Misoginia”, se desarrollaron cuatro capítulos dentro de esta
investigación, de los cuales en un primer capitulo se analiza la violencia de
género: el feminicidio. Profundizando en la estructura del régimen patriarcal para
poder entender cómo se conforman las patrias masculinas; quienes sustentan la
violencia interna y externa como única forma de cohesión y ejercicio identitario de
los miembros que las componen a partir del establecimiento de pactos
patriarcales.
Precisamente, ese es el motivo por el que iniciaremos este capítulo con una
aproximación a la dificultad para establecer este concepto que pretende
7
condensar de manera clara, y a la vez, definir con precisión lo extremo e
inhumano de esta manifestación.
Por ese motivo, pero sobre todo, porque como ya dijimos, la violencia en contra de
las mujeres ocurre también en los espacios públicos, resulta necesario ir más allá
en las explicaciones que le damos a las violaciones que se siguen cometiendo
contra los derechos de las mujeres. Las instancias internacionales pueden ser un
ojo vigilante en esta materia, sin embargo, va siendo hora de que vayamos
definiendo sus verdaderos alcances, sobre todo cuando se trata de intervenir en
países en donde la violación a los derechos de las mujeres no constituye una
casualidad, ni un error en el camino, sino una política de Estado. En ese sentido,
urge por lo pronto, profundizar más sobre el concepto mismo de violencia para
reflexionar sobre sus causas, orígenes, pero también sobre sus objetivos.
Asesinatos de mujeres: expresión del feminicidio en Guatemala. Centro para la Acción Legal en
67
8
analizar las nociones de cuerpo y sujeto, y vincularlos con el concepto de
derechos humanos. Finalmente, evidenciar esa contradicción en el discurso
significa un arma, la única con la cuál las mujeres podrán revertir este proceso de
guerra y así, constituirse en el nuevo sujeto femenino. El salto para dejar de ser
víctimas y constituirse en este nuevo sujeto está aquí, en la posibilidad de
interpelar al sistema hegemónico, con su propio lenguaje, con sus mismos
argumentos.
9
10
CAPITULO UNO. EL EXTREMO DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO: EL
FEMINICIDIO
11
Precisamente, ese es el motivo por el que iniciaremos este capítulo con una
aproximación a la dificultad para establecer este concepto que pretende
condensar de manera clara, y a la vez, definir con precisión lo extremo e
inhumano de esta manifestación.
Cuestionar por qué es necesario contar con este término y la trascendencia que
significa su aplicación y uso en los aspectos éticos, jurídicos, políticos, etc.
Asimismo, vamos a mostrar cómo y de qué manera podemos identificar las
perniciosas influencias del patriarcado que de manera directa o indirectamente se
sirven de los vacíos de significado y alcances interpretativos con que se han
planteado, elaborado y realizado varios acuerdos o planteamientos realizados por
las instituciones e instancias correspondientes a nivel nacional e internacional.
Que de una manera falaz, ingenuamente deliberada o cuidadosamente encubierta
aparentan cuidar los intereses, derechos y bienestar de las mujeres, pero hacen
exactamente lo contrario.
Para llevar a cabo este propósito van a ser de gran utilidad varios conceptos
como: persona, patriarcado, libertad, poder, etc. que servirán como hilo conductor
para poder justificar los argumentos que van a sustentar a este último capítulo, en
donde vamos a partir de las propuestas de quienes realizaron significativas y
trascendentes aportaciones a los estudios y aplicaciones con respecto al
feminicidio: Diana H. Russell y Jill Radford. A las que vamos a incorporar las
12
contribuciones éticas y filosóficas de Celia Amorós, Esperanza Bautista, Griselda
Gutiérrez y Alicia H. Puleo entre otras autoras. Lo mismo de René Girard y Rita
Segato por parte de la antropología.
13
investigación aporta los elementos teóricos para analizar y explicar la violencia
contra las mujeres o violencia de género. También de aquellos aspectos que
permitan el análisis reflexivo de su problemática e incidencia, con este propósito
debemos señalar que el hilo conductor de este trabajo será un concepto clave que
nos permitirá establecer el andamiaje teórico explicativo, que hará las veces de
puente entre las diferentes versiones de la interdisciplinariedad.
El término al que nos referimos es: el patriarcado. Cabría cuestionar ¿por qué
utilizar este concepto y no recurrir a otros que podrían también sernos de utilidad?
Las razones son sencillas, lo que queremos mostrar es que el patriarcado es el
caldo de cultivo donde se origina, estructura y sostiene la perpetuación de las
misoginia masculinas, es decir, la unificación de grupos de varones que se rigen
como todo grupo de poder bajo reglas simbólico-prácticas de ingreso,
permanencia, temor y obediencia que de manera externa e interna manifiestan y
exaltan la divulgación controladora de la violencia masculina ejercida sobre las
mujeres. Precisamente es ahí donde se encuentra la importancia de este
concepto, porque de manera definida aporta contribuciones relevantes para
abordar el problema que nos ocupa; por ello es fundamental dar inicio con un
breve acercamiento en la interioridad del término patriarcado y su relación con la
violencia de género. Para tal efecto, nos remitiremos a las propuestas realizadas
por diferentes autoras y autores pertenecientes a la ética y la filosofía como: Alicia
H. Puleo, Celia Amorós, Emgelhardt Tristram y Griselda Gutiérrez. Lo mismo que
a otras disciplinas de conocimiento como la antropología en las posturas de Rene
Girard y Laura Segato, entre otros. Consideramos que esta diversidad de
propuestas permitirá enriquecer el abordaje del problema, su exposición y análisis
a partir de la interdisciplinariedad.
1.2 EL PATRIARCADO
14
Daremos inicio a partir de una aclaración pertinente, cuando nos referimos al
patriarcado o a lo patriarcal tenemos que especificar el contexto de significación
del término, porque con seguridad existen otros significados ajenos a nuestro
interés. Como señala Alicia Puleo, si buscamos en el diccionario nos
encontraremos con varias acepciones al respecto de la palabra patriarcado, las
cuales generalmente remiten al gobierno, autoridad, territorio o sabiduría de
ancianos jefes de grupos o colectivos humanos. Cuyo poder se otorgaba
exclusivamente de manera hereditaria a sus descendientes varones, sin embargo
la definición que nos interesa del concepto es la siguiente:
Amoros, Celia. “Presentación” en Amorós, Celia (Editora) 10 palabras clave acerca de la mujer. p.
68
9
15
nominales entre varones o mujeres, pues se da por hecho que estas últimas ya
están “incluidas” en el término hombre, para qué molestarse entonces en
mencionarlas. Lo que reafirma lo dicho por Celia Amorós: “es sabido que quien
tiene el poder es quien da nombres a las cosas (y a las personas)”. 69
Ese es el
estatus de las mujeres en el sistema del patriarcado, pues “donde las situaciones
de poder son jerárquicas, por definición no se da tal reversibilidad: así, “lo
diferente queda bloqueado en el lugar del desigual” 70.
Op cit p 9
69
Ibidem p 9
70
H. Puleo, Alicia. “Patriarcado” en Amorós, Celia (Editora) 10 palabras clave acerca de la mujer. p.
71
28 - 37
16
convenenciera y ventajosa, la cual seguramente permite y ha permitido la
sobrevivencia del patriarcado. Lo que nos lleva a cuestionar si lo dicho
anteriormente, ¿tiene que ver con los inevitables cambios históricos, económicos,
sociales, políticos o culturales, según sea el caso, de la sociedad en donde
podamos detectar la nociva presencia de este sistema irracional de poder? Una
respuesta convincente ante tantas interrogantes es la que nos proporciona Alicia
Puleo cuando afirma lo siguiente:
Cabe agregar, que el término metaestable que utiliza Puleo es propuesto por Celia
Amorós, quien a su vez reinterpreta el término originario de la dialéctica del
filósofo francés Sartre. Este concepto, según Amorós, alude a los cambios de
adaptación histórica que el patriarcado ha realizado desde la antigüedad, los
cuales sigue realizando hasta la fecha en las sociedades contemporáneas para
preservar y mantener su existencia. Por ello, es importante mencionar que: Sin
negar la existencia de antagonismos de clase entre los hombres, es necesario
reconocer que también hay entre ellos, a pesar de los intereses contrapuestos,
acuerdos tácitos o explícitos que permiten la continuidad de la hegemonía
masculina73.
Op. Cit. p. 41
72
Ibidem p 41.
73
17
propios de países occidentales. La diferencia es que en los primeros, “se estipula
por medio de leyes o normas consuetudinarias sancionadas con la violencia
aquello que está prohibido a las mujeres,”74 tales situaciones extremas las
podemos encontrar en los países que profesan la religión islámica donde las
mujeres deben ocultar su cuerpo y aceptar por tradición e ideología castigos
brutales como la lapidación y la mutilación de sus órganos sexuales, para evitarles
cualquier modo de auto-complacencia o disfrute genital. En cambio, en los
llamados patriarcados de con vencimiento que podemos encontrar en países
occidentales, se “incita a los roles sexuales a través de imágenes atractivas y
poderosos mitos vehiculados en gran parte por los medios de comunicación” 75.
Ibidem p 31.
74
Ibid. p. 31
75
18
de vista económico, político o ideológico. Me refiero a los términos y a la extensión
o reducción de los elementos que a juicio del autor o autora son relevantes para la
comprensión e interpretación del problema que nos atañe. Por ello, consideramos
pertinente mostrar algunos ejemplos de esta diversidad de opiniones que se han
manifestado a partir de la alarmante proliferación de la violencia contra las
mujeres. Lo mismo sucede con aquellas problemáticas específicas propias de la
irracionalidad hegemónica del poder patriarcal como: las que viven las mujeres en
la llamada “situación de paz”; aquellas que discriminan y humillan a las mujeres
indígenas o los abusos nacionales e internacionales a los que se somete a las
mujeres inmigrantes; sin olvidar los crímenes y atrocidades que se llevan a cabo
por el poder de las armas, en contra de las mujeres que habitan regiones o países
en situación de guerra. Comencemos entonces los pronunciamientos realizados
con respecto a la denuncia de la violencia de género con la postura ética de Celia
Amorós, quien caracteriza a esta violencia de la siguiente forma:
Para comentar esta cita, es útil recordar lo dicho anteriormente, nos referimos a
las características del llamado patriarcado de consentimiento existente en los
países occidentales donde encontramos la connotación y el manejo amañado de
los medios de comunicación por parte del Estado con una tendencia paternalista
que se conduce a partir de contradicciones, porque aparentemente rechaza la
violencia, pero a la vez permite y fomenta su práctica e incidencia. Utilizando para
Amorós, Celia. “Violencia contra las mujeres y pactos patriarcales” en Maqueira, Virginia y
76
20
entender mejor esta situación, mostraremos la postura antropológica de Marcela
Lagarde quien afirma lo siguiente:
Russell, Hellen. et. al. Feminicidio. Una perspectiva global. Presentación de Marcela Lagarde de
77
Toda violencia es compleja, pero en la que pesa sobre las mujeres la complicación
se acentúa: porque abarca todos los ámbitos e invade todos los sectores; es una
violencia física, pero también es psíquica, simbólica, estructural. [...] Está
reforzada desde la vida, las leyes y las instituciones [...] e incluso está, no pocas
veces interiorizada por las mismas mujeres78.
22
encaminada a la consecución de dolor, lesión, daño o muerte con el fin de lograr
un objetivo: la sumisión del cuerpo de la mujer, esta estrategia de poder busca el
control (físico) de la vida de la mujer”79.
Ese es el gran botín por obtener según el patriarcado, eliminar todos y cada uno
de los rasgos característicos de una mujer, de un ser humano pleno y capaz. Por
eso, es particularmente preocupante que en la violencia física y psíquica que
http://www.juntadeandalucia.es/averroes/~23002851/webcoeducacion/53.htm
Ibidem p 153.
80
Ibidem p 153
81
23
acompaña a la violencia de género se busque a través del constante
aniquilamiento cuerpo-mente la desvirtualización y eliminación de la resistencia
femenina. Lo mismo de su renuncia a los aspectos más elementales de su libertad
y dignidad, para lograr que de manera voluntaria acepten modos de vida
miserables. En los cuales, la extrema desesperación por la supervivencia, obligue
a estas mujeres victimizadas a convertirse en victimizadoras de otras mujeres, con
el propósito incomprensible de desquitar en otras mujeres, el odio impotente y la
venganza que ellas mismas no pueden llevar a cabo contra su victimario.
Convirtiéndose así en eficientes instrumentos que no sólo han interiorizado ya,
sino que a su vez reproducen también la violencia de género. En cuanto a la
violencia simbólica y estructural, Johan Galtung desde los derechos humanos nos
dice lo siguiente:
A partir de las citas anteriores, podemos constatar que existe una constante en las
diversas modalidades de la violencia de género: el dominio controlador por parte
del sistema patriarcal cuyo afán es el de restar y eliminar todas aquellas
Galtung, Johan. Paz por medios pacíficos. Paz y conflicto, desarrollo y civilización. p.20
82
24
potencialidades femeninas de desarrollo y crecimiento, autonomía, libertad de
decisión y de acción, por mencionar algunas de ellas. Lo que no sólo repercute en
las mujeres de manera individual, sino que forma parte de todo un sistema de
poder cuyos estragos se pueden comprobar a partir de las cifras de pobreza,
desempleo, analfabetismo, violencia y discriminación a nivel mundial. Sin
embargo, esta escalada de violencia hacia las mujeres no es exclusiva de un país
en particular, se pueden encontrar las mismas características y efectos nocivos en
infinidad de países del mundo. De ahí, la importancia del trabajo conjunto por
parte de los organismos internacionales, de organismos no gubernamentales y de
la sociedad en general cuyo propósito es la prevención y erradicación de la
violencia de género. Sobre todo, en lo que refiere a la exigencia de las mujeres por
las condiciones elementales de seguridad y justicia incumplidas por el Estado al
interior de un cuestionable régimen democrático que invisibiliza, disfraza y
minimiza la violencia contra las mujeres.
25
delimitaciones específicas y simbólicas opuestas a los espacios de reconocimiento
y operatividad de los varones, que sofocan y encubren la violencia al interior de los
espacios privados minimizándola o reduciéndola a conflictos hogareños o
cuestiones de familia.
Rodríguez de Lecea, Teresa. “La teoría feminista” en Bautista, Esperanza (Editora) 10 palabras
83
26
apta o ajena a la seguridad y confianza que le otorga la propiedad de un bien
material. Situación que irremediablemente traerá consigo su indefensión, la
injusticia y la discriminación entre ellas mismas, en su comunidad o país (me
refiero a la diferencia étnica entre comunidades por razones de discriminación o
pobreza, como es el caso de las mujeres mestizas con las mujeres citadinas). Lo
mismo sucede con la extrema valoración de la virginidad y el matrimonio, aspecto
que motiva situaciones increíbles como las que suceden en varias regiones que
pertenecen a países de América Latina donde después de una violación sexual se
suprime el delito si el violador se casa con la víctima. 84 Esta manifestación de la
violencia de género, cuenta con la complicidad de la legislación y por ende de
autoridades como del poder judicial estatal, el cual cambia según la geografía
donde acontezca. Tales situaciones acontecen de manera frecuente en el campo
debido a la existencia inflexible de códigos morales cuyo contenido generalmente
es patriarcal según la comunidad o región específica de la que se trate. Se
caracteriza por las reglas no escritas ni reconocidas de forma implícita, pero que
se establecen, respetan y cumplen por los integrantes de la comunidad o región.
Para esta diversidad de casos en los que se presentan las diferentes
manifestaciones de la hegemonía masculina, y por ende, de la violencia de género
según la ubicación geográfica en que esta acontece es muy útil la propuesta de
Gloria González: referirnos a patriarcados regionales o rurales en el caso de que
estos sucedan en la provincia o el campo, y patriarcados urbanos cuando nos
referimos a aquellos que ocurren en la ciudad85.
En países como México, Guatemala, Perú o Argentina existen códigos penales que justifican
84
A más del riesgo por cruzar la frontera sin documentos legales, con un destino
incierto y a merced de quienes hacen las veces de intermediarios los llamados
“polleros o coyotes” sin contar con que muchas veces éstos últimos pertenecen
también a bandas de traficantes, tratantes de blancas o de órganos. Es desolador
el panorama al que se enfrentan estas mujeres al pretender escapar de su país de
origen, sin embargo muchas de ellas prefieren la peligrosidad de tales situaciones
al retorno y al temor justificado de afrontar nuevamente su pasado y las razones
por las que se vieron obligadas a emigrar.
Op. Cit.. p. 51
86
28
distinto de su nacionalidad. Puesto que durante el desplazamiento migratorio no
existen garantías de justicia ni de seguridad para ellas por su condición de
pobreza, ignorancia o simplemente por su género. Tal parece, que su condición
femenina es la característica fundamental para ignorar sus derechos más
elementales. A pesar de todas estas inconveniencias, los grupos de mujeres
emigrantes cada vez son más numerosos y lamentablemente sólo se reconocen
como parte de las cifras económicas de trabajo o de problemas de binacionalidad
territorial, pero tanto su itinerario errático como su azaroso destino son las mejores
razones para su olvido legislativo, invisibilidad y reconocimiento jurídico-político a
nivel nacional y mundial. A más de la evidencia de situaciones sexistas extremas,
la misoginia o el nulo acceso a la justicia en sus lugares de origen son dos
factores desventajosos que se complican aún más con los distintos modos de
violencia que caractericen al país a donde se dirijan.
Rodríguez de Lecea, Teresa. “La teoría feminista” en Bautista, Esperanza (Editora) 10 palabras
87
30
conductas instintivas de los animales no humanos, donde se pretende reproducir
la manera de seleccionar, acechar y atacar de los animales cazadores a los
animales más débiles e indefensos. Lo lamentable, es que a diferencia de ese tipo
de animales quienes matan para comer y sobrevivir, los victimarios durante un
conflicto armado lo hacen para humillar, sembrar el miedo y eliminar a los
miembros del grupo seleccionado previamente para ser eliminado88.
De hecho, cuando hice mención de las cuestiones tribales fue porque desde los
tiempos más antiguos en cualquier guerra o actividad violenta entre grupos
humanos por el territorio, la comida, las mujeres u otros intereses, era necesario el
uso de la violencia para asegurar la sobrevivencia y perpetuación del grupo en
cuestión. De ahí, “la preocupación por parte de los soldados en recurrir a las ropas
a modo de camuflaje con la naturaleza y en muchas ocasiones a las franjas de
color que distinguen sus rostros o la pigmentación total de sus caras para mostrar
que van de cacería, de la misma forma que sus antepasados históricos lo
hicieron”89.
31
sexual sufren cambios en la relación con su cuerpo, tienen sensación de suciedad
o disgusto, vergüenza o culpa;90 la preocupación por la higiene intima, la angustia
en la sexualidad y el temor a los hombres son problemas frecuentes que las
mujeres víctimas de violencia sexual tienen que enfrentar.
A pesar de este ataque de violencia sin límites en contra de las mujeres debemos
engrandecer la fortaleza anímica de las mujeres víctimas de los abusos militares,
porque son ellas mismas quienes a pesar de tantas adversidades vuelven a
restablecer los lazos sociales destruidos, asumiendo el mantenimiento de las
estructuras familiares, aún en las condiciones más brutales como las que
acabamos de mencionar; con el propósito de mantener las condiciones mínimas
para reproducir nuevamente la vida y la reestructuración de los núcleos
sobrevivientes a la barbarie de la matanza y la violencia extrema. A manera de
resumen, podemos señalar con certeza que la violencia de género implica
diferentes aspectos de dominio y poder patriarcal, el cual se manifiesta en el afán
más irracional de control y dominio de la corporalidad, la mentalidad y todo aquello
que representa el contexto existencial de una persona. Negándole arbitrariamente
Cfr. Franco, Jean. “La violación: un arma de guerra” en Debate Feminista. Cuerpos sufrientes. p.
90
27
Op. Cit. p. 73
91
Rodríguez de Lecea, Teresa. “La teoría feminista” en Bautista, Esperanza (Editora) 10 palabras
92
32
toda posibilidad de voluntad, decisión y libertad de movimiento o expresión
individual, lo que la despersonaliza y convierte en un objeto del cual el varón se
siente dueño absoluto. Esta situación se da comúnmente en los ámbitos privados
donde el silencio y la complicidad de instituciones, autoridades, cultura,
costumbres o la misma sociedad se hacen cómplices de la violencia contra las
mujeres. Además existe también, el propósito definido e intencional por parte del
régimen patriarcal para obstaculizar su acceso a los recursos, apoyos económicos
o laborales; situación que les obligue a ceder su libertad, voluntad y racionalidad a
quienes por medio de la amenaza o el temor les orille a llevar a cabo acciones o
vivir en situaciones denigrantes para sobrevivir.
33
comunidad93 las cuales difieren completamente en varios aspectos del
comportamiento meramente instintivo de los animales no humanos94.
Sin embargo, existen también semejanzas entre unos y otros como aquellas que
se dan durante los primeros encuentros, ya sea, entre los miembros de la
comunidad o los miembros de una manada ante los demás animales predadores o
no. Que manifiestan tanto la diferenciación, el reconocimiento, el rechazo o la
intimidación; al igual que las actitudes sin palabras como el lenguaje corporal y de
señas que precede siempre a las diversas posibilidades de las relaciones
humanas.
Peter Singer en su libro, Liberación animal, propone distinguir entre animales humanos y
94
Griselda (Coordinadora) Violencia sexista. Algunas claves para la comprensión del feminicidio en
Ciudad Juárez. p. 145-146 66
Cfr. Fromm Erick. Anatomía de la destructividad humana. p. 24 - 67
96
34
actitud y la conquista paulatina de espacios de poder que antaño eran cotos
exclusivos del patriarcado?
35
que pudiera significar para ellos la existencia de las mujeres, y por ello
consideraran necesaria su eliminación.
Todas las cuestiones anteriores son un sinsentido, como podemos darnos cuenta,
incluso al mostrarlo con algunas razones que sustentan al propio régimen
patriarcal. Lo que sí es una certeza, es que los aspectos relacionados con el
instinto humano y animal guardan semejanzas y diferencias, razón para no dejar
de tomarlas en cuenta, porque también constituyen a lo humano como tal.
36
El problema es que al imitar el deseo del otro se está deseando lo mismo que ese
otro, es decir, el mismo objeto que el otro desea. Entonces es cuando surge la
rivalidad, el conflicto y la violencia97.
¿A qué se refiere Esperanza Bautista cuando menciona que el desear el deseo del
otro es la génesis de la violencia? Lo anterior es una alusión de Bautista con
respecto a la teoría mimética de René Girard, en la que profundizaremos más
adelante.
Cabe decir ahora, que refiere a las necesidades e instintos básicos que se
requieren para asegurar la sobre vivencia del más fuerte, como sucede con los
animales y los humanos, lo que implica el conflicto e incluso la muerte para su
demostración. Pues para desear lo que el otro posee es porque
inconscientemente se sabe que lo propio, lo que sí se tiene, es inferior de algún
modo a lo que el otro posee. Y esa certeza permite tomar la decisión, de dejar lo
que se tiene para obtener lo que el otro tiene, que remite a fin de cuentas a la
libertad para elegir “supuestamente” lo que más convenga. Aunque en el caso de
la violencia no sólo se desea lo que no se tiene (posesiones o personas), sino que
se busca conseguirlo a cualquier costo empleando la fuerza y la violencia.
Es este el argumento que ha servido como pretexto para desatar los conflictos
más infames, justificar las guerras más atroces o encubrir las injusticias más
condenables en la historia de la humanidad. De este modo, las diferencias y
multiplicidad entre los deseos satisfechos o no entre los habitantes de la
comunidad, plantean la necesidad de establecer interna y externamente códigos
de conducta y normas que precisen las acciones correctas e incorrectas al interior
de la misma, así como el castigo o recompensa que corresponda a la acción
realizada.
38
de remisión recurrente y giratoria del uno al otro lo que produce la virilidad como
imagen alterada y alineada de cada cual en y a través de todos los otros98.
Amorós señala que debido a esta exigencia se crea una especie de lugar especial
y autentico “sólo para hombres”: un topos, un lugar común de referencia como ubi
desde el cual cobra su sentido la práctica de auto-designación. En el caso del
genérico de los varones como colectivo se trata de un lugar común de desmarque,
de un ámbito que se objetiva como tal en el mismo proceso práctico por el que los
varones - en serie como hemos visto- se identifican como varones”100.
Ibidem p. 203
98
Op. Cit. p. 43
99
Op cit p 435.
100
39
retos castigos, mortificaciones, torturas o vejaciones, ritos de validación y
manifestación de la masculinidad101.
También se les inculca y se les hace creer (a los miembros del patriarcado) bajo
una especie de adoctrinamiento constante, una serie de supuestos simbólicos y
prácticos basados en la “verdad indudable” de los antiguos mitos fálicos, cuyo
origen consagró y entronizó el poder masculino al inicio de los tiempos.
Al igual, que la tradicional negación para pensar y decidir por sí mismos, más allá
de la patriarcado o del adoctrinamiento no escrito que prohíbe mostrar
generosidad, ternura, compasión o llanto; aspectos que supuestamente se
atribuyen y caracterizan a los débiles y a las mujeres, por lo que son rechazados
Matinez Álvarez, lucio García Monge. Educación Física y género. Una mirada en la escuela, en
101
40
de inmediato. Podemos constatar irónicamente que la amenaza y el temor son
factores constitutivos al interior del patriarcado, la mejor manera para asegurar la
cohesión y la fidelidad entre sus miembros.
Op. Cit. p. 43
103
Ibid. p. 43
104
41
Esta propuesta lógica para presentar la desigualdad que sustenta el patriarcado y
la misoginia, muestra de manera clara, la desigualdad entre uno y otro género, sin
otro motivo más que el irracional temor a perder el poder sobre el otro. Al menos
esa es la única traducción posible para explicar el por qué la colectividad
masculina evita cualquier semejanza con las mujeres, aunque esta sea pueril o
forme parte de la sandez más extrema. Una lucha masculina sin tregua, simbólica
y activa en su irracionalidad para no convertirse en lo que es y representa la otra,
la mujer: debilidad e indefensión. La necesidad constante llena de temor implícita
en este afán masculino para no perder la hegemonía y el terror de llegar a
convertirse en víctima y dejar de ser victimario.
Una paráfrasis de la dialéctica hegeliana del amo y el esclavo, que nos permita
hablar de un conflicto de poder entre el amo y la esclava, no porque el primero sea
o haya demostrado que en verdad sea el más fuerte o la esclava en verdad
carezca de poder o fuerza ante el amo y a ello se deba su esclavitud; sino porque
ambos tienen miedo de ser quien obedezca y se convierta en propiedad del otro y
por eso constantemente se encuentran dentro de un círculo vicioso de poder en el
que se convertirá finalmente en el amo, quien tenga más astucia y recursos para
someter de manera permanente la voluntad y la libertad de quien ceda finalmente
no sólo su poder al otro sino también su existencia.
Esta será la razón por la que es necesario establecer según el patriarcado ese
topos común que toma forma real en la mujer, donde se puede ejercer y llevar a
cabo la violencia sin mayores problemas, pues la designación de espacio-
temporalidad donde se ubica a las mujeres permite cualquier tentativa violenta
hacia ellas, desde el “piropo” grosero hasta el ataque más premeditado y
ventajoso disfrazado e impune por parte del colectivo masculino patriarcal.
42
1.8. EL CHIVO EXPIATORIO: LA MUJER
De esta manera, simbólica y religiosa era como expiaba sus culpas la población
judía en la antigüedad, lo interesante de recordar esta práctica de expiación
religiosa es la preocupación por “purificar” lo impuro, pero no en la corporalidad de
las personas que llevaron a cabo tales actos pecaminosos, sino en un animal vivo
que será condenado al destierro y a la muerte fuera de la comunidad. En un lugar
solitario como es el desierto y cargando con todas aquellas culpas que el animal
en cuestión nunca realizó, pero que a pesar de su evidente inocencia, se le
reconocerá su sacrificio y muerte en bien de la comunidad; pues con ello traerá de
nuevo el orden y la tranquilidad que se había perdido.
La Biblia. Levítico. Texto integro traducido del hebreo y del griego por Ramón Ricciardi y
105
Cabe hacer notar, dos elementos característicos del sacrificio del chivo expiatorio:
el primero, que estas actitudes no son para nada contemporáneas se vienen
realizando desde la antigüedad y sus víctimas siempre son las personas más
indefensas y vulnerables de una comunidad. La segunda, que estos sacrificios
rituales siempre se han llevado a cabo, sobre todo, cuando hay graves crisis
sociales y cuando las instituciones encargadas de ello son incapaces de cumplir
con sus funciones básicas, razón por la que Girard afirma: periodos de crisis que
provocaron el debilitamiento de las instituciones normales y favorecieron la
formación de multitudes, es decir, de agregados populares espontáneos,
susceptibles de sustituir por completo unas instituciones debilitadas o de ejercer
sobre ellas una presión decisiva.107
Op. cit. p. 23 - 76
107
44
conjurar el mal: buscar un chivo expiatorio para que después de consumar el rito
de purificación se conjure todo el mal y se restaure la armonía perdida.
Más allá de un cierto nivel de creencia, el efecto del chivo expiatorio invierte por
completo las relaciones entre los perseguidores y su víctima, y esta inversión es lo
que produce lo sagrado. [...] La causalidad del chivo expiatorio se impone con tal
fuerza que la misma muerte no puede detenerla. Para no renunciar a la víctima en
tanto que causa, la resucita si es preciso, la inmortaliza, por lo menos durante un
tiempo, inventa todo aquello que nosotros llamamos trascendente y
sobrenatural108.
Si nos detenemos para analizar esta práctica encontraremos que existe en ella
primeramente, la irresponsabilidad y la cobardía más extrema por parte de la
comunidad, porque no se afronta la libertad de las acciones realizadas, ni las
consecuencias que tales acciones necesariamente traen consigo. Hay una
negación total de la responsabilidad moral (no se responde por los actos
cometidos) de la voluntad y decisión, (porque no hubo presión externa para
realizar la acción, fue un acto voluntario; además de conocer previamente tanto las
circunstancias en que ésta se llevó a cabo, como de la conciencia con respecto a
las posibles consecuencias)109.
45
Acción que permitirá que los responsables sean exculpados fácilmente de manera
práctica, fácil y rápida de sus errores y culpas en el ámbito público, más nunca en
el terreno de lo moral o lo espiritual. Lo cierto, es que en todos los casos, las
víctimas a las que se inculpa o a quienes se transfieren las faltas ajenas siempre
han sido consideradas como víctimas propiciatorias por su condición de
indefensión, exclusión o pobreza; es decir, se trata de personas que aunque
quisieran impedir la estigmatización no pueden evitar ser inculpadas.
46
masa oscura de sus propios valores; ella se los lleva, pero hace algo más, los
purifica”112.
Op. cit. p. 25
112
47
inmoral y condenable, actitud que puede entenderse, más nunca justificarse,
porque cuando se trata de buscar culpables para derramar sobre ellos toda la furia
y el castigo de la comunidad, generalmente es más fuerte el sentido de
supervivencia que el de responsabilidad.
Por ello, se culpa a los excluidos que no pueden, ni tienen a nadie que pueda
defenderlos: Todo el mundo entiende que la víctima no ha hecho nada de lo que
se le reprocha, pero que todo la señala para servir de exutorio a la angustia o a la
irritación de sus conciudadanos”115.
¿Por qué decimos entonces que la mujer es un chivo expiatorio?, ¿Será por la
caracterización de indefensión y vulnerabilidad con que el patriarcado ha negado
sus derechos, libertad, dignidad y racionalidad? o ¿Porque conviene a la sociedad
patriarcal que así se le conciba para que sea un suceso “natural” o común el
violentarla o matarla en ritos sacrifícales?
Sin duda, podemos decir que en la historia de la humanidad las mujeres han
fungido como el chivo expiatorio, pues es muy representativo que cuando
comienzan las matanzas de mujeres o se les asesina de manera continua, es
porque hay severas crisis sociales, económicas, políticas o de conocimiento y
lamentablemente son ellas las víctimas propiciatorias y los mejores chivos
expiatorios. Los asesinatos de mujeres están íntimamente relacionados con los
cambios estructurales que se dan en una sociedad dada, y con el grado de
tolerancia que cada sociedad manifieste en torno a los mismos y a su nivel de
violencia116.
Es por ello, que las víctimas de esta violencia son mujeres que poseen los rasgos
que indican a los victimarios su indefensión y facilidad para ser sacrificadas, es
Op. cit. p. 43
115
Monárrez Fragoso Julia. “Feminicidio sexual serial en Ciudad Juárez 1993-2001” [En línea]
116
48
decir tienen características como: inexperiencia, juventud, pobreza, analfabetismo,
entre otras cosas.
49
e) La purificación y la restauración del orden en la comunidad, por medio
de la muerte o la exclusión de la víctima sea animal o humana.
Es clara entonces, la relación del chivo expiatorio del que habla Girard y los
procedimientos para excluir y distinguir a los indeseables sociales a los que refiere
Foucault, con la violencia contra las mujeres que impera en el régimen patriarcal;
pues ellas representan de manera dual un sector deseable y a la vez vulnerable
para los miembros de los patriarcados.
Se les considera como un riesgo para la especie masculina; para todo un país
cuando son inmigrantes, invasoras indeseables u objetos de compra-venta para la
ilegalidad; las mujeres durante los conflictos armados son botín de guerra y
desahogo sexual para los militares y oportunistas; “en tiempo de paz” se les
restringe y se establecen horarios y espacios específicos para “que no les pase
nada” y si les pasa, es por no cumplir con tales prohibiciones; en el campo sufren
de ignorancia, pobreza y desconocimiento; durante las crisis económicas, de
valores morales o religiosos son en las mujeres en quienes se desahoga la
violencia y el crimen entre quienes se disputan el poder.
Y todo ello, para encubrir las culpas de otros, la certeza inexorable de ser una
víctima propiciatoria, que hace las veces de cortina de humo humana por medio
de la ritualización del sacrificio y la depuración de los supuestos males. Razones
de más para afirmar que en ellas, como en ningún otro grupo vulnerable, se
pueden encontrar todas las características del chivo expiatorio.
50
1.9. DEL UXORICIDIO AL FEMINICIDIO
El problema de la violencia hacia las mujeres guarda una estrecha relación con lo
dicho anteriormente, el patriarcado ha extendido su nefasta influencia en todos
aquellos ámbitos que corrompen la propia humanidad y las formas en que sus
miembros se relacionan de manera individual o grupalmente. Estableciendo una
desigual, misógina y violenta manera de vivir en sociedad, donde no sólo hay un
apropiamiento irracional del poder por parte de los varones, también existe el
convencimiento absoluto de que este poder se extiende al entorno del patriarca,
es decir a las demás personas, los bienes, el orden de la comunidad, la
reproducción, etc. Donde las mujeres dejan de ser personas, se vuelven objetos
que carecen incluso del estatuto de humanidad: no piensan, no sienten, no actúan
jamás como consideran conveniente, sino de acuerdo al deseo y la voluntad de
otro u otros. Porque cuando una persona deja de decidir por sí misma se elimina
la libertad individual, ya que consciente o inconscientemente se cede este derecho
a otra voluntad que será quien decida finalmente cómo y de qué manera hacer las
cosas. Esta segunda persona (el varón) se convertirá en el dueño y señor de ese
objeto humano, la cosificación convierte así a las mujeres en meros objetos para
adornar, para servir, para engendrar o procurar placer en lugares bien
determinados y privados utilizando para ello, un cerco bien definido de temor y
amenaza simbólica y real: las mujeres en tanto colectivo dominado han sido
apropiadas por los hombres y rebajadas al rango de objeto sexual. Que la mujer
es sexualidad y nada más que sexualidad no es un discurso que nos sea
desconocido. [...] A la mujer no se le permite tener sexualidad en tanto sujeto
autónomo, sino sólo ser sexualidad debidamente controlada.117 A más de carecer
de todo reconocimiento, salvo cuando se convierten en aliadas, cómplices o
Instrumentos de difusión y reproducción del propio régimen de poder.
H. Puleo, Alicia. “Patriarcado” en Amorós, Celia (Editora) 10 palabras clave acerca de la mujer.
117
p. 35
51
¿Cuál es el límite de la manifestación activa de la violencia contra las mujeres? El
límite es la carencia absoluta de resistencia, la última posibilidad de lucha o sobre
vivencia la muerte. El triunfo final de la brutalidad de la violencia, del exceso del
poder sobre la vida de una persona hasta acabar con ella, en este caso, de
quienes no comparten o reten el autoritarismo patriarcal; cuya manifestación
extrema será la eliminación absoluta de la libertad, junto con la decisión, la
voluntad, el respeto y la dignidad de la persona, en este caso de la mujer.
52
Es en el asesinato, donde se ejerce al extremo la violencia hacia la mujer o
mujeres, pues no sólo se daña se causa dolor o daños irreparables, sino que se
elimina toda posibilidad de resistencia, sobre vivencia o defensa en la victima; lo
que va a confirmar de manera definitiva, el absoluto poder del victimario sobre su
víctima al causarle la muerte, pues después del fallecimiento ya no hay elementos
que defender ni a los cuales apelar por parte de la occisa, cuyo deceso “servirá”
simbólica y prácticamente para “enseñarle” a las demás mujeres lo que puede
ocurrirles en caso de no hacer lo que deben de hacer. La reafirmación constante
de un imperativo patriarcal para el deber femenino: la obediencia extrema y el
olvido de ser persona, al igual que la existencia de un código rojo y una amenaza
velada y permanente la aplicación de la violencia hasta llegar a la muerte si el
imperativo patriarcal no se realiza como se ha especificado previamente, pero sin
consenso de la otra parte, es decir la constatación de la ilegitimidad del poder.
53
víctimas, es un aspecto de los feminicidios que vamos a retomar más adelante,
por su especificidad.
www.scielo.cl/scielo/derecho.php
54
Señalemos también, la interpretación patriarcal presente en la etimología del
término uxoricidio, refiere a la matriz de la mujer asesinada y no alude para nada a
la muerte de ésta. Me refiero, a que no existía la más mínima alusión al
fallecimiento de un ser humano (mujer), por ejemplo: muerte de mujer o muerte de
una persona mujer. Sólo se valoraba despreciativamente a las mujeres en función
de su capacidad reproductiva, supuestamente por ese motivo, se sustituyó años
después este término por “conyugicidio” (crimen del cónyuge, mujer).
Así, la mujer-esposa pasará a formar parte como objeto vivo, de las posesiones y
la voluntad de su dueño-esposo en la vida y la muerte: la utilidad de una
mercancía hasta sus últimas consecuencias.
55
crímenes por razones de género. Lo anterior equivale a afirmar que el ser mujer
implica una causa segura para ser violentada y muerta, conclusión estremecedora
a la que llegaron quienes se han ocupado de estudiar el fenómeno y también de
quienes nos interesamos en ello. Por ello, el concepto al que nos referimos para
definir los crímenes de mujeres es feminicidio: el asesinato de mujeres a manos
de hombres debido a que son mujeres119.
Es decir, las causas del asesinato de mujeres pueden ser diversas y condenables,
pero lo que llama la atención es que el o los asesinos son exclusivamente varones
y únicamente porque la víctima pertenece a un género especifico. Por ello, la
autora denomina también a los feminicidios como crímenes de odio,120 es decir,
“los delitos, las agresiones o crímenes cuyas víctimas fueron identificadas como
miembros de minorías socialmente desfavorecidas.”121
Russel, Diana E. “Introducción: las políticas del feminicidio” en Feminicidio: una perspectiva
119
global. p. 57
Cfr. Op. cit. p. 57
120
crimenes.html
56
importante precisar que el uso del concepto femicidio, no es reciente, fue utilizado
por primera vez en 1801 en una obra llamada: “A satirical View of London at the
Commencement of the Nineteenth Century, para denominar “el asesinato de una
mujer”,122 posteriormente en 1827 se publico The confessions of an Unexecuted
Femicide, una especie de memoria del asesino de una mujer”123.
Russell, Diana E. y Harmes, A Roberta (Edit.) Feminicidio: una perspectiva global. Ed. CEICH-
122
Ibid. p. 74
124
57
como un concepto que especifica el sexo de las víctimas,”125 el asesinato de
mujeres, nada más. Sin embargo, como bien señala Marcela Lagarde.
Esta precisión para el contenido del concepto propuesta por Lagarde y aceptada
por quienes especificaron el contexto y la difusión del término (Jill Radford y Diana
Russell) viene a corroborar nuestra apreciación con respecto a una estrecha
relación entre la violencia, el sexismo y la misoginia con que son seleccionadas las
víctimas del feminicidio, así como del odio y el resentimiento con que son
perpetrados los crímenes, lo que a fin de cuentas exterioriza que el feminicidio.
De ahí, que sea tan letal su manifestación y su diferencia con otros tipos de
violencia hacia las mujeres. Es importante señalar, que al interior de las
definiciones para el término encontramos variaciones y aspectos diversos, aún en
la propuesta de quienes son cuatoras del concepto.
Ciertamente no hay una definición única del término, lo que ocasiona de alguna
manera confusión e interpretaciones erróneas, que son bien utilizadas por los
detractores de éste para ocultar o enmascarar las verdaderas connotaciones
Ibid. p. 12
125
Ibid. p. 12-14
126
58
sexistas-misóginas de estos crímenes. Sobre todo, cuando se discute la
incorporación jurídica de este concepto al contexto oficial de legitimación de un
estado o país determinado, o bien, cuando este se ha incorporado ya 127.
Para denominar así el conjunto de delitos de lesa humanidad que contienen los
crímenes, los secuestros y las desapariciones de niñas y mujeres en un cuadro de
colapso internacional. Se trata de una fractura del Estado de derecho que favorece
la impunidad. El feminicidio es un crimen de Estado128.
Es una cita extensa, pero necesaria para los fines de nuestro análisis: El
feminicidio es el extremo de un continuo de terror anti-femenino que incluye una
gran cantidad de formas de abuso verbal y físico: como violación, tortura,
esclavitud sexual (particularmente en la prostitución), incesto y abuso sexual
infantil extra-familiar, maltrato físico y emocional, hostigamiento sexual (por
teléfono, en las calles, en la oficina y en el salón de clases), mutilación genital
(clitoridectomía), escisión , infabulación), operaciones ginecológicas innecesarias
Ibid. 20
128
59
(histerectomías gratuitas), heterosexualidad forzada (mediante la criminalización
de los anticonceptivos y el aborto), psicocirugía, negación de alimentos a las
mujeres en algunas culturas, cirugía cosmética y otras mutilaciones en nombre de
la belleza. Siempre que estas formas de terrorismo resulten en la muerte son
feminicidios129.
Caputi, Jane y Russell E. Diana. “Feminicidio: Sexismo terrorista contra las mujeres” en Russell
129
E. Diana y Jill Radford (editoras) Feminicidio: la política del asesinato de las mujeres. p. 57
60
delicado margen que puede significar la impunidad o la escapatoria sutil de la
responsabilidad para el o los víctimarios.
No puede tener el mismo alcance jurídico, ético o moral una acción violenta en
potencia que una en acto, como tampoco es lo mismo hablar de actos
extremadamente violentos, pero en los que las víctimas siguen con vida que en
aquellos otros en donde la han perdido. Lo mismo ocurre, con respecto a la
interpretación del término mismo, se alegaba que era una versión “feminizada” del
concepto homicidio, pero aunque ambos conceptos comparten la misma raíz
etimológica con respecto a la acción de matar, no existen las diferencias de
género cuando se trata de asignar responsabilidad ante el crimen cometido. El
problema es que se define de manera común el fallecimiento no natural de una
persona, de un hombre o de una mujer utilizando etimologías patriarcales como:
homicidio (home-hombre) con lo que podemos comprobar que no han cambiado
gran cosa los alcances interpretativos con que han sido elaborados la mayoría de
los conceptos jurídicos para identificar a la criminalidad dirigida hacia las mujeres,
los cuales aluden nominal y generalmente a lo masculino.
Además no tendría porque haber diferencias, pues tanto la muerte de uno como
de la otra, deberían ser causa de repudio y condena tan sólo por el acto ilegal e
61
inmoral cometido en sus personas y la lesión a su valor único como seres
humanos. Porque no sólo el fallecimiento es ajeno totalmente a los ciclos
naturales que corresponden a la vida humana, sino porque éste fue perpetrado
únicamente para demostrar ostentosamente el poder, la violencia y la voluntad
omnímoda y absoluta del asesino.
Citado por Monárrez Fragoso Julia. “Feminicidio sexual serial en Ciudad Juárez 1993-2001” [En
130
62
El ritual sacrificial, violento y macabro, une a los miembros de la mafia y vuelve su
vínculo inviolable. La víctima sacrificial, parte de un territorio dominado, es forzada
a entregar el tributo de su cuerpo a la cohesión y vitalidad del grupo y la mancha
de su sangre define la esotérica pertenencia al mismo por parte de sus
asesinos131.
Lo mismo sucede con los alcances explicativos y prácticos del término, a pesar de
los grandes logros que su utilización ha obtenido porque es escasa todavía su
incorporación a las legislaciones de los países del mundo. ¿Cuál es la causa o los
motivos para este empantamiento legal nacional e internacional? ¿La falta de
unificación en la definición del propio término?, ¿Los tipos de violencia y delitos
que este comprende?
Segato, Rita Laura. “La escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Cd, Juárez:
131
De cualquier modo, la sola mención del concepto, sirve ya, para identificar no sólo
el crimen de una mujer por el sólo hecho de serlo, sino para ordenar la
especificidad de los elementos que caracterizan al propio crimen, como habíamos
mencionado anteriormente.
64
avances en el proceso de justicia, pero sobre todo en el proceso de
concientización educativo y humano que no se logra con cursos de defensa
personal, con el fomento a la contraviolencia por parte de las mujeres o con
anuncios utópicos y salvadores de legislaciones encubridoras o poco realizables
en la práctica.
Que todas las mujeres tengan la certeza de que nadie en absoluto, puede ni tiene
el derecho de constituirse como dueño de su mente o de su cuerpo, más que ellas
mismas. Pues la libertad de sus actos y sus decisiones sólo les conciernen a ellas,
ya que siempre hay señales claras que indican el inicio de la violencia. Que esta
violencia irracional debe ser denunciada, porque el silencio permite únicamente la
impunidad y la indiferencia pública, igualmente como la impunidad para los
victimarios. Porque el ser mujer jamás será causa para permitir la más mínima
falta de respeto o de violencia de ningún tipo, por ello debe evitarse y rechazar
cualquier imposición o control sobre la mente y el cuerpo.
Lo mismo para reiterar, por todos los medios posibles, la utilidad de la denuncia
evitando con ello cualquier amenaza o tentativa de violencia en el plano
emocional, académico, físico o sexual, por mencionar sólo algunos de sus ámbitos
de incidencia.
65
Es posible el cambio de actitud si se inicia con acciones individuales, para
después hacerlo patente de manera general, exigiendo respeto a la dignidad
propia y ajena. Se pueden evitar los extremos de la violencia hacia las mujeres, si
de inicio, ellas mismas se reconocen como seres humanos plenos capaces de
decidir por sí mismas, con respecto a su vida; lo mismo se puede exigir con
respecto a la legitimidad de su acceso, control y oportunidad para acceder a
diversos tipos de bienes, a más de la seguridad que esto trae consigo para ellas.
66
Se trata a fin de cuentas, de la búsqueda por lograr responsabilidades
compartidas y no de tiranías individuales, porque a nadie le gusta ser esclavo,
todos quisieran ser amos, lo difícil es que se acepte con agrado y sin maltrato ser
lo primero o sin conflicto y lucha lograr lo segundo.
67
CAPITULO DOS. HOMICIDIOS DE MUJERES.
Asimismo, esta Declaración entiende que la violencia contra la mujer abarca los
siguientes actos, aunque sin limitarse a ellos:
Asesinatos de mujeres: expresión del feminicidio en Guatemala. Centro para la Acción Legal en
133
68
violencia relacionada con la dote, la violación por el marido, la mutilación
genital femenina y otras prácticas tradicionales nocivas para la mujer, los
actos perpetrados por otros miembros de la familia y la violencia
relacionada con la explotación.
Por ese motivo, pero sobre todo, porque como ya dijimos, la violencia en contra de
las mujeres ocurre también en los espacios públicos, resulta necesario ir más allá
en las explicaciones que le damos a las violaciones que se siguen cometiendo
contra los derechos de las mujeres. Las instancias internacionales pueden ser un
ojo vigilante en esta materia, sin embargo, va siendo hora de que vayamos
1997. P. 45.
70
definiendo sus verdaderos alcances, sobre todo cuando se trata de intervenir en
países en donde la violación a los derechos de las mujeres no constituye una
casualidad, ni un error en el camino, sino una política de Estado. En ese sentido,
urge por lo pronto, profundizar más sobre el concepto mismo de violencia para
reflexionar sobre sus causas, orígenes, pero también sobre sus objetivos.
Considero importante detenerme aquí porque esta definición conlleva los dos
aspectos que se engloban y desembocan en el feminicidio: la violencia directa y la
violencia estructural. Porque los asesinatos de mujeres son tan tangibles como la
pobreza misma, la falta de oportunidades y las relaciones desiguales.
Sin embargo, las muertes violentas de mujeres no sólo son parte de este
conglomerado, sino que sirven para reproducir un sistema que tiene su base en el
poder y en la propiedad. Lo que queremos decir con esto es que el feminicidio
71
más que ser consecuencia de la violencia estructural, es una estrategia para el
sostenimiento de la misma. Para argumentar esta investigación, analizaremos
algunas de las diversas interpretaciones sobre la violencia.
Según el teórico francés Michel Wieviorka (1988)141 existen tres paradigmas sobre
los que se ha explicado la violencia: el funcionalista, el utilitarista y el culturalista:
el primero tiende a pensar la violencia como el resultado de la anomia, la
desorganización o la marginación social de ciertos grupos, el segundo considera
que la violencia es un medio racional para alcanzar un fin, el tercero, busca
localizar las relaciones que hacen posible la creación de una cultura de la
violencia. Creo que si bien, la violencia se explica a partir de estos tres
paradigmas, en el caso concreto del feminicidio habrá que definir en cuál de los
dos primeros paradigmas se enmarca la práctica de matar mujeres, porque es un
hecho que los discursos oficiales prefieren aludir al tercero.
Siempre se habla de que el problema es cultural, lo cual hasta cierto punto puede
ser cierto, sin embargo, no podemos hablar de la sociedad como ente acabado en
donde las relaciones ya están dadas, cuando la realidad es que se siguen
constituyendo a partir de acciones muy específicas. Muchas veces lo que sucede
es que el imaginario social se sigue reproduciendo por ciertas acciones ejercidas
desde las cúpulas de poder, dando un ambiente de Naturalidad o normalidad a
Violencia, sociedad y justicia en América Latina. CLACSO. Buenos Aires, Argentina, 2001. p. 62.
Citado por Arteaga Botello, Nelson. Op. Cit. p. 25.
141
72
prácticas orquestadas desde arriba que aparentan surgir espontáneamente desde
abajo.
Eso es lo que se cree, sucede con el feminicidio, por lo cual, la afirmación de que
se trata de un problema cultural, nos parece hasta cierto punto, una táctica para
dejar avanzar el problema. En ese sentido, consideramos útil la definición que
ofrece Susana B.C. Devalle sobre el concepto de cultura, precisamente para
reflexionar acerca de la violencia. Devalle concibe a la cultura como un modo de
vida moldeado por fuerzas económicas y sociales, que abarcan un orden social
total, el cual involucra un conjunto de prácticas significativas los lenguajes en que
se expresa una cosmovisión que apoya un orden social y un modo de sentir la
experiencia subjetiva de lo social que permite relacionar el momento individual con
la longue dureé.142
Devalle, Susana B.C. Violencia: estigma de nuestro siglo. En: Poder y cultura, de la violencia,
142
73
mensaje. Por eso es que podemos decir que la violencia, en especial la que se
ejerce contra las mujeres, forma parte de la cultura patriarcal.
Figueroa Ibarra, Carlos. Los que siempre estarán en ninguna parte. La desaparición forzada en
144
74
guerra. A continuación se presentan algunas características a partir de los análisis
realizados por Sergio González Rodríguez145 y Diana Washington146 para el
primero; y el de Norma Cruz147 y Hilda Morales148 para el segundo:
75
Las mujeres asesinadas suelen ser estranguladas, apuñaladas o muertas
por armas punzo cortantes.
Las mujeres asesinadas suelen ser acusadas (por las propias autoridades)
de ser prostitutas o tener ligas con el narcotráfico.
Las mujeres asesinadas suelen ser acusadas de ser parte de una pandilla o
de tener una relación sentimental con un pandillero.
Las y los familiares que denuncian estos asesinatos afirman haber recibido
amenazas. Varios de ellos han sido asesinados.
76
niveles, en los que lo irracional va cediendo lugar a la inteligencia que implementa
una estrategia y se asegura de proveer los recursos para poder llevar a cabo la
acción violenta.
Hans Joas dice que, por lo general, se presta mayor atención a los delincuentes
individuales que a la génesis de la violencia colectiva y estatal. 149 Pero también
nos alerta sobre el hecho de que la guerra y la violencia forman parte de la
modernidad, y no sólo de su prehistoria. Estas son sólo dos razones para estudiar
a las guerras.
Sin embargo, Waldmann y Reinares encuentran que esta definición se topa con
muchas dificultades en lo que se refiere a las situaciones actuales de guerra civil,
pues se gestó en una época en que predominaban las guerras internacionales,
cuando que la mayoría de los conflictos contemporáneos se dan al interior de una
Ver: Joas, Hans. Guerra y modernidad. Editorial Paidós. Barcelona, 2005. p. 263
149
Otro problema que ubican es que en muchos de los países donde existen
conflictos armados, el Estado se encuentra en proceso de evidente disolución y
las tropas regulares ya no obedecen a las autoridades. Es un hecho que las
delimitaciones clásicas entre diversas situaciones de conflicto armado se han
difuminado, por lo cual, se considera útil distinguir cuando menos entre cuatro
tipos distintos de guerra:
a) Las guerras dirigidas contra el propio régimen; es decir, las guerras civiles
que tienen como finalidad la caída del gobierno establecido y un cambio
profundo del orden socioeconómico.
c) Las guerras entre los Estados que se disputan fronteras, recursos naturales
o posiciones de dominio, es decir, las clásicas guerras internacionales.
Aun así, estas definiciones quedan cortas cuando se analizan los actuales
conflictos. Dice Peter Waldmann: Lo que hoy en día predomina es la tendencia a
la descomposición y a la destrucción sin límites, el principio del anything goes
como método de guerra (…) El imaginario punto final de esta evolución sería una
guerra atómica, esto es, una guerra en que nada fuera seguro: ni los enemigos ni
Íbidem. p. 13.
151
78
el objeto y meta de la guerra ni las posibles armas ni las reglas de la contienda ni
sus escenarios, etc.152.
1. El hecho de que sean conflictos violentos de masas. Más allá de las cifras
de mujeres asesinadas y desaparecidas, no es exageración hablar de
masa, entendida como un agrupamiento social carente de organización.
80
La situación se agravó cuando en el verano de 1995 aparecieron los cuerpos de
tres mujeres jóvenes en Lote Bravo, una zona semidesértica al sur de Ciudad
Juárez, Chihuahua. Según lo describe González Rodríguez, las muertas estaban
semidesnudas, boca abajo y estranguladas. Vestían ropa análoga: playera y
pantalones vaqueros. Eran delgadas, de piel morena y cabellos largos. En ese
momento, se corría el rumor de que en Ciudad Juárez había un asesino serial.
Eran tiempos en los que el estado estaba gobernado por un gobierno panista.
Mientras distintas organizaciones denunciaban los asesinatos de mujeres, el
gobernador Francisco Barrio Terrazas recomendaba a las mujeres tener extremo
cuidado y el procurador Francisco Molina Ruiz ofrecía 1000 dólares de
recompensa a quien proporcionara datos sobre El Depredador Cabe mencionar
que ya se había consultado la opinión de Robert R. Ressler, experto en asesinos
seriales y asesor de la aclamada película El silencio de los inocentes155. Desde las
oficinas de su empresa privada en Virginia, Estados Unidos, Ressler había
declarado: Aunque desconozco a fondo el caso mexicano, prevengo que los
homicidios allá van a continuar.156
The silence of the lambs (El silencio de los inocentes), de Jonathan Demme. 1991.
155
81
Miguel David Meza, familiar de una de las víctimas, quien se había unido a la
protesta contra la impunidad que ha sido telón de fondo en los llamados
feminicidios. Todos ellos denunciaron haber sido víctimas de tortura para confesar
su culpabilidad por los asesinatos de mujeres157.
Esto lo decía al mismo tiempo que Ester Chávez Cano, directora del Grupo 8 de
Marzo, sostenía la vinculación entre la mayor parte de los asesinatos. Chávez
Cano aludía al hecho de que las víctimas eran mujeres no identificadas, o de
familias desposeídas, trabajadoras de maquila. A su vez, denunciaba que las
autoridades incurrían en estigmatizar a las víctimas por disponer de un tiempo
libre y frecuentar salones de baile o bares. Y alegaba que después del
encarcelamiento de los supuestos asesinos Abdel Latif Sharif Sharif y Los
Rebeldes, se habían presentado muchos más asesinatos de mujeres con las
mismas características.
Según lo describen los libros: Huesos en el desierto y Cosecha de mujeres. Op. Cit
157
82
la población, sobre todo, si tomamos en cuenta que el 2 de diciembre de 1997, el
gobernador Francisco Barrio Terrazas afirmó que el porcentaje de mujeres
asesinadas en Ciudad Juárez era normal.
Ídem. p. 119.
158
Íbidem. p. 120
159
83
Todo esto sucedía en el ambiente de un país aparentemente democrático, que si
bien estuvo gobernado durante 70 años por un mismo partido, comenzaba el año
2000 con un suceso a todas luces esperanzador: la victoria electoral de un partido
de oposición. Vicente Fox Quesada era el primer candidato no priísta en ganar, de
manera incuestionable, las elecciones presidenciales. El discurso de la
democracia y el cambio cobró auge, la idea de que las transformaciones en
México ya se estaban llevando a cabo comenzaron de pronto a ser creíbles,
solamente había que esperar a ver la actuación del nuevo gobierno. Si bien es
cierto que para muchos sectores, sobre todo de izquierda, Fox nunca representó
los intereses de la mayoría de los mexicanos, lo cierto es que el panorama en ese
momento era otro; se abría por lo menos una ventana que dejaba entrever otro
tipo de escenarios. Una vez que Vicente Fox fue proclamado ganador y se
encaminó a celebrar su victoria en el Ángel de la Independencia, ubicado en la
Avenida Reforma de la Ciudad de México, miles de mexicanos lo ovacionaron a la
vez que le corearon un enérgico no nos falles.
84
Para entonces, era innegable que el problema se recrudecía. El martes 6 de
noviembre de 2001, el hallazgo de tres cadáveres en unos campos de algodón al
oriente de la ciudad confirmaba que el problema no había sido resuelto. Dos
adolescentes de 15 años y una joven de 25 habían sido asesinadas con indicios
de violación. Al parecer las tres mujeres habían muerto en diferentes fechas, en el
lapso de seis meses. Los cuerpos, incluso, tenían signos de haber estado en una
cámara de refrigeración, lo que indicaba que alguien los había sembrado en ese
lugar y que en aquellos homicidios había participado más de una persona. Ya para
entonces, las organizaciones de mujeres contaban a más de 300 mujeres
asesinadas, mientras que las autoridades estatales hablaban de 246.
85
de Chihuahua y del Municipio de Juárez bajo fórmulas de colaboración y
con estricto respeto a su competencia.160
Ver: Informe Final. Fiscalía para la Atención de Delitos Relacionados con los Homicidios de
161
86
mujeres, según él, para crear sensacionalismo. Cabe recordar sus palabras: Si
bien ofende lo que ''ha pasado'' en Ciudad Juárez, por el asesinato de cientos de
mujeres, tampoco es correcto estar refriteando sin información los mismos casos,
pues la mayoría de esos homicidios están resueltos y los responsables están en la
cárcel.163
Acusa Fox a medios de refritear casos de Juárez. Rosa Elvira Vargas. Nota publicada en el
163
periódico La Jornada. México. Martes 31 de mayo del 2005. Ver página web:
www.jornada.unam.mx/2005/05/31
Cita de Diana Washington en Cosecha de Mujeres. Op. Cit. P. 57
164
87
Diana Washington lo describe así:
Sólo un grupo altamente organizado podría llevar a cabo crímenes a tal escala, y
con una secuencia de delitos como el secuestro, violación, tortura, asesinato, así
como almacenamiento y traslado de cadáveres. Este grupo, que en apariencia
incluye a la policía, ha logrado operar sin ser descubierto por años. (…) Se trata
de un modus operando que habla de dinero y poder. Hay suficientes recursos para
costear la logística necesaria, y para comprar el silencio de todos los cómplices.
Gradualmente, fue aparente que una red corrupta de funcionarios judiciales,
políticos, líderes empresariales y narcotraficantes, hicieron posible que el
asesinato de mujeres en Juárez se convirtiera en una especie de deporte para
ciertos hombres.166
La violencia de la que estamos hablando, por consiguiente, está muy lejos de ser
espontánea o de manifestarse en medio de un arrebato involuntario. Al contrario,
todas las evidencias llevan a la conclusión de que hay una planeación, casi
equiparable a una estrategia de guerra. Ante la falta de respuesta de las
autoridades ante los feminicidios, Patricia Ravelo y Martha Patricia Castañeda
dicen.
Patricia Ravelo Blancas y Martha Patricia Castañeda Salgado. Pacto de sangre / Controversias
167
en torno a los crímenes contra mujeres en Ciudad Juárez. En: Feminicidio, justicia y derecho. Op.
Cit. p. 183
88
El problema, sin embargo, va más allá de Ciudad Juárez. Chihuahua. Es un hecho
que el fenómeno se ha extendido por varios estados de la República Mexicana.
Las cifras más recientes de mujeres asesinadas en territorio mexicano nos llevan
a pensar, en el mejor de los casos, que el problema sí constituye un problema
social y que al Estado mexicano se le ha salido de las manos; y en el peor, que
efectivamente, se trata de una guerra168.
Sobre esta guerra, nos alerta Susan Faludi al afirmar que la guerra entre los sexos
no ha terminado, porque si bien las mujeres han conquistado en nuestra época
infinidad de metas, hay muchos hombres que siguen considerándolas el segundo
sexo. Esta ofensiva, a decir de la periodista norteamericana, utiliza como
camuflaje el argumento de que las feministas son el peor enemigo de las mujeres
y, para demostrarlo, sostiene que la insatisfacción y el stress de la mujer de hoy se
deben a la excesiva independencia que exigió para sí. En su libro Reacción. La
guerra no declarada contra la mujer moderna169 Faludi desenreda los hilos ocultos
de esta verdadera ofensiva contra las mujeres orquestados desde los medios de
difusión. Según ella, casi todos los sectores han contribuido a esta campaña,
distorsionando la imagen de la mujer a través del bombardeo publicitario o
hollywoodense, las "historias de vida" moralizantes de las revistas o la televisión y
las estadísticas fraguadas o irrelevantes, en pro del modelo de "Nueva Mujer
Tradicional", o bien del nuevo icono femenino producto de las dietas y siliconas.
Cifras publicadas por el Banco de Datos Feminicidios (América Latina – Caribe Español).
168
Producido por Isis Tnternacional. Auspiciado por Unifem. Ver página web:
http://www.feminicidio.d/map
Faludi, Susan. Reacción. La guerra no declarada contra la mujer moderna. Editorial Planeta.
169
90
91
2.4. EL CASO DE GUATEMALA
mujeres: expresión del feminicidio en Guatemala. Centro para la Acción Legal en Derechos
Humanos, CALDH. Guatemala, 2005. p. 43
Datos de la Policía Nacional Civil citados por la Secretaría Regional Latinoamericana
172
92
Aunque aparentemente inexplicables, como en el caso de México, en Guatemala
los asesinatos de mujeres se vinculan de manera más directa con la guerra,
específicamente, por las prácticas que ejerció el Estado guatemalteco durante el
conflicto armado que duró 36 años. Durante este lapso de tiempo, las mujeres
fueron utilizadas como botín de guerra. La violencia contra ellas fue parte de las
estrategias de la contra insurgencia.
Diez, Andrea (coordinadora) y Herrera, Kenia (subcoordinadora). Violencia contra las mujeres.
174
Nosotras hemos visto a los asesinos, nosotras nos hemos encarado con los
asesinos y sabemos cuál es su historia. Por eso nosotras decimos: esta gente
tiene ya una experiencia en el arte de matar, no es gente que está aprendiendo a
matar.175
Para poder entender mejor las palabras de Norma Cruz es necesario, como dice
ella, hacer un recorrido por la historia de Guatemala y detenernos en los
momentos en que desde un discurso patriarcal, se ha planeado y justificado el
ejercicio de la violencia en contra de las mujeres en las formas más atroces.
Entrevista con Norma Cruz. Ciudad Guatemala, Guatemala. Sábado 4 de agosto del 2007
175
94
En su análisis de cómo las mujeres han sido utilizadas como botín de guerra, el
informe de la organización CALDH se remite a la época de la Conquista. Esta
perspectiva resulta de suma importancia porque aunque plantea específicamente
el caso de las mujeres guatemaltecas, en realidad es aplicable para la condición
de las mujeres latinoamericanas, si no es que para todas las mujeres de países
colonizados.
El capitalismo y el llamado sistema neoliberal, así como sus vasos conectores. Sin
embargo, es necesario tener siempre este primer referente cuando pensamos en
la condición de la mujer latinoamericana. Sin duda, el pasado al que se refieren las
guatemaltecas cuando aluden a la violencia que las mujeres han experimentado,
es al conflicto armado interno del país centroamericano que duró de 1960 hasta
1996. Cabe mencionar que el número de víctimas documentadas sobre dicho
conflicto oscila entre las 200 y 250 mil. Según la Comisión de Esclarecimiento
Histórico (CEH)177 del 62 por ciento de las víctimas cuyo registro permitió
identificar su sexo, el 25 por ciento eran mujeres, lo cual implica que una de cuatro
víctimas del enfrentamiento armado eran mujeres.
Ídem. p.23.
176
95
Estamos hablando de un conflicto armado que pasó de ser una guerra, a constituir
una verdadera masacre, pues el secuestro, así como la desaparición forzada de
miles de personas, constituyó, a decir de Carlos Figueroa, un acto de violencia de
carácter político.
Fue un acto de poder efectuado principalmente por las agencias represivas del
Estado, a efecto de frenar la subversión del orden político y social que se fue
generando después de la contrarrevolución de 1954. Con la desaparición forzada
de individuos, e inclusive de colectivos de individuos, el Estado guatemalteco
obtuvo varios objetivos: información necesaria para la contrainsurgencia,
liquidación de enemigos políticos e intimidación al conjunto de la población.178
Durante los 36 años del conflicto interno que se caracterizó por la inexistencia de
la libertad de pensamiento, negación al derecho a la organización política,
tribunales especiales para delitos políticos, secuestro y desaparición forzada,
resalta el hecho de que el Estado guatemalteco fue sofisticando sus métodos
represivos, sobre todo en los años posteriores a la revolución cubana. Estamos
hablando de gobiernos dictatoriales, que, por si fuera poco, tenían la instrucción
directa de la CIA (hasta el gobierno de Carter, pues luego fueron entrenados y
armados por Israel) de terminar con el peligro inminente del comunismo.
96
podemos afirmar, como lo hace el informe de CALDH, que en Guatemala, la
violencia sexual contra mujeres fue una práctica incluida en el entrenamiento
militar, identificando a las mismas como prostitutas.180
Esta sin duda constituyó una de las mejores estrategias para infundir terror en la
población, pues como afirma Carlos Figueroa: el terror fue un costo, una suerte de
macabra inversión que el Estado guatemalteco tuvo que hacer a efecto de obtener
un beneficio determinado: la estabilidad política.181
Los acuerdos de paz constaron de 12 puntos que planteaban metas para superar
las causas del enfrentamiento armado y para iniciar la reconstrucción de un país
que por décadas había estado gobernado por regímenes dictatoriales. Es a partir
de 1996, cuando podemos decir que Guatemala, comienza su etapa democrática.
Pero si la guerra terminó hace más de diez años, cabe preguntarnos, ¿por qué la
violencia sigue siendo una constante en el país centroamericano? Más allá de eso,
¿por qué la violencia ejercida en contra de las mujeres está revestida por todos
aquellos elementos que la caracterizaron durante la guerra?
Para Edda Gaviola, directora del Centro para la Acción Legal en Derechos
Humanos, la diferencia entre el hoy y el ayer en Guatemala era que antes por lo
menos sabíamos que era el propio Estado quien infringía todas esas violaciones a
los derechos humanos, mientras que hoy en día, el enemigo no tiene cara. 182
Ídem. p. 27
180
Ídem. p. 115.
181
Entrevista de la autora con Edda Gaviola. Ciudad Guatemala. Viernes 3 de agosto del 2007.
182
97
Las palabras de la activista tienen que ver, sin duda, con el hecho de que para
1996, en Guatemala, los homicidios se estaban dando en una tasa superior a 30
por ciento cada cien mil habitantes y para el 2002, esa tasa era de 32.3 por cada
cien habitantes. Una de las razones de que el panorama hoy en día no sea
alentador, es el hecho de que el Estado guatemalteco no ha cumplido con las
medidas necesarias para mitigar el terror y reconstruir la confianza de los
guatemaltecos. Cabe recordar que en el diseño de los Acuerdos de Paz y de las
recomendaciones de la Comisión de Esclarecimiento Histórico se establecieron las
siguientes medidas:
98
clase política y económicamente poderosa ya no se vale de un sistema dictatorial,
sino que genera esa descomposición social y fomenta esa cultura de terror que
hace que la sociedad permanezca paralizada. ¿Cómo podría organizarse si a las
siete de la noche, la mayoría de la gente se encierra en su casa porque tiene
terror de salir a la calle?184.
Por lo tanto, el vínculo con el pasado es análogo: los objetivos son los mismos, las
formas también, lo único que varía son los sujetos que llevan a la acción dicha
violencia. Antes eran los soldados, actualmente, son las llamadas maras, son los
narcotraficantes, son los hombres comunes y corrientes. En la violencia que se
registra específicamente en contra de las mujeres existe otra diferencia, según lo
apunta el informe de Amnistía Internacional:
También es necesario especificar que se trata de una guerra por ellas mismas,
puesto que son ellas quienes están rompiendo el orden (desde el supuesto
patriarcal), pero a su vez son catalizadoras de otras relaciones situacionales: el
ejemplo del conflicto armado en Guatemala es muy clarificador; a partir de ellas se
ejerce la aniquilación de ciertos grupos o comunidades.
Tal vez sea un error decir que esta guerra es nueva, puesto que los asesinatos de
mujeres por el hecho de ser mujeres y específicamente, por ejercer un rol
inaceptable desde la visión masculina tiene sus antecedentes siglos atrás en la
historia universal.
Paris Pombo, María Dolores. Crisis e identidades colectivas en América Latina. Plaza y Valdés.
186
100
Como lo expresa Alejandro Gutiérrez al referirse a la ola de asesinatos de mujeres
en Ciudad Juárez, Chihuahua, la entrada de la Industria Maquiladora de
Exportación, aceleró los cambios en los roles de la familia en Juárez, con el uso
de la mano de obra femenina en forma intensiva. En forma notable, la mujer
cambió su rol social tradicional.187
Como sabemos, durante los siglos XVI y XVII en Europa tuvo lugar lo que se
conoció como el brujo-manía, esto quiere decir que miles de personas fueron
encarceladas y asesinadas por haber sido acusadas del crimen de hechicería. Las
personas ejecutadas fueron en su gran mayoría, mujeres. Como lo explica Norma
Blázquez:
Alejandro Gutiérrez. Un guión para adentrarse al fenómeno Juárez En: Gutiérrez Castañeda,
187
Griselda (coordinadora). Violencia sexista. Algunas claves para la comprensión del feminicidio en
Ciudad Juárez. PUEG, UNAM: México, 2004. p. 67.
Entrevista de la autora con Norma Cruz. Op Cit
188
Blázquez Graf, Norma. El retorno de las Bruhas. CEIICH – UNAM. México, 2008. p. 21.
189
101
Si bien es cierto, que el contexto estaba implicado por una religiosidad que
buscaba ser absolutista, para confirmar el poderío de la Iglesia, se asemeja a lo
que hoy día, en América Latina, estamos viviendo, en el sentido del contexto
económico que se vivía entonces y está sucediendo ahora.
Por otro lado, plantea Hestler, las condiciones económicas eran tan difíciles, que
las personas no podían casarse hasta muy avanzada edad, lo que ocasionaba que
hubiera muchas personas solteras, especialmente, del sexo femenino, lo que
hacía que no vivieran bajo el dominio de un hombre.
El tercer factor que vislumbra esta autora es el hecho de que para mediados del
siglo XVI, las mujeres comenzaban a invadir algunos espacios hasta el momento
masculinos, como el hecho mismo del ascenso de las mujeres monarcas. Incluso,
Hester afirma que la brujo-manía puede verse como un ejemplo de feminicidio, en
el que el uso de la violencia contra las mujeres de parte de los hombres
descansaba en una parte particular de la sexualidad femenina. 191
Norma Blázquez, quien interpreta la cacería de brujas como el miedo que sus
conocimientos empíricos despertaba, también ve que:
Ver: Marianne Hester. La brujomanía en Inglaterra en los siglos XVI y XVII. En: Russell, Diana
190
E. y Radford Jill (Editoras), Feminicidio. La política del asesinato de las mujeres. Comisión Especial
para Conocer y dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios en la
República Mexicana y a la Procuración de Justicia Vinculada. Cámara de Diputados LIX
Legislatura, CEIICH, UNAM. México, 2006. p.77-100.
Ídem. p. 78
191
102
La creación de la noción de bruja, como hemos viso, incluía al sabbat o aquelarre,
en el que estaba presente una idea de libertinaje sexual192. Y agrega: Aunque es
necesario realizar estudios específicos sobre este tema, hay bases suficientes
para proponer que la persecución de las brujas, la violencia hacia ellas, y su
destrucción, también buscaba garantizar el control sobre la sexualidad
femenina193.
El feminicidio, entonces, viene siendo uno de los costos que se les imponen por el
hecho de haber accedido a esos espacios. En ese sentido, decir que el feminicidio
es una guerra contra las mujeres por parte de un sistema patriarcal, no es una
afirmación a la ligera. Se trata, indudablemente, de un conflicto de considerable
magnitud, en donde la tasa de víctimas mortales es elevada.
Íbidem. p. 31.
193
103
equipara al de genocidio y es precisamente este hecho, lo que nos lleva a afirmar
que se trata de un crimen de lesa humanidad, pues constituye una masacre
orquestada desde el Estado.
Por ejemplo, durante estos años se registraron tan sólo alrededor de 9000 personas
195
104
explica el grado de impunidad en el que se desarrollan los asesinatos de mujeres.
Sandrine Lefranc lo dice con todas sus letras: Los mayores criminales son
hombres de Estado.197
Ibidem p 13.
197
Ante todo, las mujeres no han sido siempre el sexo oprimido o segundo sexo La
antropología o los estudios de la prehistoria nos dicen todo lo contrario. En la
época del colectivismo tribal las mujeres estuvieron a la par con el hombre y
estaban reconocidas por el hombre como tales.
Reed, Evelyn. Sexo contra sexo o clase contra clase. Editorial Fontamara. Segunda Edición.
199
106
alejadas de las fábricas productivas y del artesanado, devinieron completamente
dependientes de los maridos para su mantenimiento y el de sus hijos. De la misma
manera que los hijos dependían de sus patronos, las mujeres dependían de sus
maridos.200
La guerra en contra de las mujeres, como podemos ver, no es nueva. Dice E.E.
Evans-Pritchard:
Siglos han transcurrido sin que las mujeres hayan podido siquiera anhelar esa
libertad por el simple hecho de que en todas las épocas, se han tomado las
medidas necesarias con tal de darle permanencia al orden establecido, y en los
momentos en que más se ha manifestado la amenaza para dar lugar a una
transformación, el poder falocrático ha contraatacado sin piedad. Un ejemplo muy
clarificador, es el de la brujo-manía de los siglos XVI y XVII. Sin embargo, no es el
único. Está la expoliación de las mujeres al principio del Renacimiento, también las
leyes que impiden que una mujer pueda heredar a otra, la imposibilidad de que las
mujeres puedan ser propietarias de terrenos. Francisca Rodríguez, por ejemplo,
describe su experiencia como mujer indígena:
Somos pocas las mujeres indígenas que tenemos derecho a un pedazo de tierra;
en muchas comunidades sólo los hombres tienen ese derecho. Las mujeres sólo
sirven para cuidar el hogar, no asisten a las asambleas donde se discuten los
procesos organizativos de la comunidad. Además, cuando el esposo fallece los
Ídem. p. 27.
200
En tanto que los problemas de relación entre los sexos no son sólo los del sexo
como tal, sino de autoridad, dirección, control, cooperación y competición, son
problemas que existen en cada apartado de la vida social y en todo tipo de
sociedad; y no pueden ser resueltos insistiendo en la igualdad absoluta, sino más
bien reconociendo las diferencias204.
Francisca Rodríguez López. La defensa de los derechos de las mujeres. En: Martínez de la
202
Escalera, Ana María (coordinadora). Estrategias de resistencia. PUEG-UNAM. México, 2007. p. 25.
Ver: Ideas feministas latinoamericanas. Op. Cit. Pp. 35 – 46.
203
108
En ese sentido, no nos extrañe el hecho de que los movimientos feministas, lo
mismo que actualmente, los ecologistas, resulten ser los más amenazantes para
un sistema cuyo fundamento es precisamente el derecho de propiedad.
En este punto del análisis, quisiera alertar a las lectoras /es acerca de una
discusión que desde los años ochenta se lleva a cabo al interior del feminismo en
América Latina, específicamente, a partir de la publicación de la traducción del
artículo El tráfico de Mujeres: notas sobre la “economía política” del sexo, de
Gayle Rubin, en 1986. Aquí, la autora describe el sistema sexo/género como el
conjunto de disposiciones por el que una sociedad transforma la sexualidad
biológica en productos de la actividad humana, y en el cual se satisfacen esas
necesidades humanas transformadas205 Comenzar a hablar de un sistema sexo
género en lugar de un sistema patriarcal fue uno de los golpes asestados contra el
movimiento feminista (del cual, dicho sea de paso, muchas no se han querido dar
cuenta), para comenzar a hablar de diferencia y no de desigualdad, como si las
condiciones de las mujeres hubieran sido a lo largo de la historia, las mismas que
las de los varones y como si la diferencia biológica fuera el meollo del problema.
Para distinguir la desigualdad de la diferencia dice Griselda Gutiérrez Castañeda:
Gayle Rubin, El tráfico de mujeres: notas sobre la economía política del sexo En: Lamas, Marta
205
Griselda (coordinadora). Violencia sexista. Algunas claves para la comprensión del feminicidio en
Ciudad Juárez. PUEG – UNAM. México, 2004. p. 136.
109
en relación al género creció a la par del movimiento de ONGs, mismas que en los
distintos niveles, nacional e internacional, se arrogaron la facultad de representar a
todas las mujeres, sólo por el hecho de ser ellas las encargadas de conseguir los
financiamientos. El género comenzó a ser una cuestión de cuotas, de políticas
públicas, pero los cuestionamientos de fondo del feminismo se desdibujaron.
De Beauvoir, Simone. El segundo sexo. Los hechos y los mitos. Ediciones Siglo Veinte. Buenos
207
110
carga de violencia y sufrimiento que cada una de estas instancias supone para las
mujeres de todas las etnias y edades208.
Por otro lado, ante una declaración de guerra, la resistencia resultaría imposible,
cuando ni siquiera nos hemos dado por enteradas de que la amenaza es una
realidad. La guerra de los últimos tiempos en contra de las mujeres, en América
Latina, responde a un sistema patriarcal cuya forma es el capitalismo exacerbado,
el llamado sistema neoliberal, en cuya lógica, tiene que sacrificar la vida de ciertas
mujeres para poder perpetuarse. En ese sentido, la guerra declarada en contra de
las mujeres, se asemeja a los genocidios cometidos por regímenes totalitarios. Al
analizar el genocidio cometido por la Alemania nazi en contra de la población
judía, Tzvetan Todorov dice:
Graciela Hierro. Las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez En: Violencia sexista. Op. Cit. p.
208
126.
111
El totalitarismo, al extender la noción del enemigo de manera que incluya no
solamente a los soldados que nos combaten sino también a los adversarios dentro
del propio país, generaliza el estado de guerra y también de golpe, esa separación
característica del guerrero: Hombres que en la vida privada son muy escrupulosos
con respecto a la justicia y al derecho convencionales se convierten en la guerra
en seres capaces de destruir la vida y la felicidad de otros sin provocar casos de
conciencia particular (Glenn Grey,1972)209.
Todorov, Tzvetan. Frente al límite. Editorial Siglo XXI. Primera edición, 1993. México, 2004. p.
209
171 y 172.
Ídem. p. 186.
210
112
El capitalismo encuentra a un par en el patriarcado, en el sentido de que ambos se
fundan en diferencias convertidas en desigualdades que crecen conforme se
naturalizan. Es por eso que Aníbal Quijano expresa que por su propio carácter, el
capitalismo articula múltiples espacios-tiempos o contextos que son históricos y
estructuralmente desiguales y heterogéneos y configura con todos ellos un mismo
y único orden mundial. En otros términos, es mundial, no puede existir de otro
modo, pero se desarrolla de formas diferentes y en niveles distintos en diferentes
espacios-tiempos o contextos históricos.211
América Latina es ese otro para Europa, el cuál, una vez que se ubica frente a sí,
está destinado a tener una evolución similar si no es que idéntica. Pero la
evolución esperada es imposible, precisamente, porque ese otro siempre está bajo
el dominio de sí misma. Por lo tanto, tarde o temprano habrá de aceptar que ese
Aníbal Quijano, El fantasma del desarrollo en América Latina En: Acosta, Alberto (compilador).
211
113
estado, ese grado de desarrollo solamente pudo obtenerlo gracias a la relación de
dominio con el otro del que tanto espera y el que tanto le incomoda. Quijano
describe el proceso de la siguiente manera.
Ídem. p. 21
214
Modern World-System. Publicado en: International Social Sciences Journal, No. 134. 1992.
Mignolo, Walter D. La colonialidad a lo largo y a lo ancho: El hemisferio occidental en el
217
horizonte colonial de la modernidad. En: Lander, Edgardo (editor). La colonialidad del saber:
114
Más adelante agrega:
Enrique Dussel, por su parte, afirma que la llamada modernidad europea se inicia
con la invasión de América por parte de los españoles: es la apertura geopolítica
de Europa al Atlántico; es el despliegue y control del sistema mundo en sentido
estricto (por los océanos y no ya por las lentas y peligrosas caravanas
continentales), y la invención del sistema colonial, que durante 300 años irá
inclinando levemente la balanza económica- política a favor de la antigua Europa
aislada y periférica.219
115
Por lo tanto, cuando hablamos del capitalismo en América Latina hablamos de un
sistema que ha significado un costo inconmesurable para nuestra región, lo mismo
cuando nos referimos a la llegada de la modernidad.
Ya desde los años 70, el brasileño Ruy Mauro Marini explicó nuestra condición de
desigualdad con la llamada teoría de la dependencia221, y a pesar de que ésta ya
haya sido rebasada, sus razonamientos fueron fundamentales para entender las
relaciones América – Europa desde una perspectiva crítica hacia el capitalismo.
Decía Marini:
Y agregaba:
Ver: Marini, Ruy Mario. Dialéctica de la dependencia. Editorial Era. México, 1981. p. 101
221
Ídem. p. 3 y 4.
223
116
mundial, cuando esta relación de dominación – subordinación entre Europa y
América Latina se ha recrudecido dando como resultado problemas sociales que
evidencian todavía más las incongruencias de esta aspiración al desarrollo.
En ese sentido, Figueroa agrega que: (…) algunos de los hechos de violencia que
hoy observamos en la región, sólo son manifestaciones relativamente novedosas
ante viejos problemas derivados de fenómenos estructurales bastante antiguos.
Algunos ejemplos de estos últimos son: la dominación estadounidense en toda la
región, la subalternidad de la economía de esta última, el autoritarismo impreso en
los diferentes estados latinoamericanos, la gran paradoja que presentan éstos
últimos al combinar una fuerte vocación represiva con una desigual presencia en
los distintos ámbitos de la sociedad, la incompleta cristalización de lo público en
dichos estados, la corrupción que se deriva de lo anterior, la aguda polarización
social y por lo tanto, la pobreza extrema.225
Carlos Figueroa. Nuevos odres y viejos vinos: la violencia en América Latina en los albores del
224
siglo XXI. En: Castro Escudero, Teresa y Oliver Costilla, Lucio (coordinadores). Poder y política en
América Latina. Editorial Siglo XXI. Colección El debate latinoamericano. México, 2005. p. 186
Ídem. p. 187.
225
117
gran capital, mientras que para las personas cada vez es más penado cruzar
líneas divisorias entre países. A pesar de que la creciente migración es una de las
características de este mundo global que se viene gestando desde hace veinte
años, es un hecho que el estatus migratorio se suma a las demás agravantes que
hemos mencionado: ser latinoamericano, ser del sur, ser pobre, ser indígena y ser
mujer. Ser migrante es sinónimo de ser ilegal, de ser un desposeído, es vivir con
la vergüenza a cuestas, como lo describe Gloria Anzaldúa, por el hecho de no
pertenecer.226
Para los ingleses, para los franceses, etc. Una vez más los así llamados países
del Tercer Mundo no participamos en las decisiones que significan nuestro devenir
económico, político ni social. Si acaso, solamente las pequeñas oligarquías de
desarrollo en la globalización en América Latina. Editorial Nueva Sociedad. Quito, Ecuador, 2000.
p. 30.
118
nuestros países, empujados por la presión internacional, han participado en esas
decisiones tan trascendentales. El precio, sin embargo, por lo menos para los
países latinoamericanos ha sido costosísimo, como lo explica el mismo Ugarteche:
228
Ugarteche 1997, Cáp. 5; 2000, Cáp. 8
Ídem. p. 34.
229
Ver: Barbosa Sánchez, Araceli. Sexo y conquista. CCYDEL – UNAM. México, 1994. p. 171
232
Adolfo Gilly, Raquel Gutiérrez y Rhina Roux. América Latina: Mutilación epocal y mundos de la
234
120
1) El hecho de que este sistema ha establecido una nueva forma de uso de la
fuerza basada en su más radical depreciación, en su empleo y extensión
bajo modalidades anómalas e informales, en formas intensas y densas de
explotación que combinan maneras que parecían ya superadas de
elevación de la plusvalía absoluta, con nuevos mecanismos de elevación de
la plusvalía relativa. La objetivación del otro o la otra, por lo tanto, es lo que
tanto lo acerca al patriarcado.
121
publicidad, estrategia comunicacional directamente ligada al mercado, no
solamente reproduce sino que pareciera estar sustentada en la agresividad en
contra de la psique y el cuerpo de las mujeres. Las mujeres expuestas como
objetos sexuales en muchos de los casos suelen ser los ejemplos menos nocivos,
pues las ideas del abandono, la vergüenza y la muerte frecuentemente refuerzan
los mensajes de que las mujeres son objetos, cuya integridad depende de la
sociedad que la reconoce o la menosprecia, según estándares establecidos desde
el punto de vista masculino: el que sean delgadas, bonitas, rubias, cariñosas, bien
portadas, etc.
Luz Gabriela Arango analiza lo que estos modelos económicos impuestos han
significado para las mujeres latinoamericanas. Para empezar, explica que el
modelo de desarrollo basado en la industrialización por sustitución de
importaciones impuesto en América Latina, ha asimilado en ciertos aspectos al
llamado fordismo235. Arango ve que algunos supuestos de ambos modelos que
tienen incidencia en las relaciones de género son los siguientes:
Fordismo: se refiere al modo de producción en serie que llevó a la práctica Henry Ford;
235
fabricante de coches de Estados Unidos. Este sistema supone una combinación de cadenas de
montaje, maquinaria especializada y un número elevado de trabajadores en plantilla, Este modo de
producción resulta rentable siempre que el producto pueda venderse a un precio bajo. Taylorismo:
122
(…) un modelo de producción masiva dirigida al mercado interno en grandes
unidades productivas y con una organización del trabajo apoyada en los principios
tayloristas de división y especialización del trabajo; un Estado de bienestar con un
sistema de seguridad social orientado a socializar los costos de reproducción de la
fuerza de trabajo en materia de salud, educación, capacitación y retiro; relaciones
laborales basadas en grandes convenciones colectivas y en la sindicalización de
amplios contingentes de trabajadores236.
Para la autora, estos modelos implican una segmentación laboral, que por otro
lado, refuerzan una visión muy tradicional de las relaciones sociales: El modelo
otorga a las mujeres un lugar periférico en el mercado de trabajo y actúa como un
fuerte legitimador de la noción del salario femenino como complementario, noción
cuya persistencia explica en buena medida los niveles salariales entre hombres y
mujeres. El modelo impone además una norma familiar y excluye, entre otras, las
opciones de pareja homosexuales237.
corresponde a la división de las distintas tareas del proceso de producción que trae consigo el
aislamiento del trabajador y la imposición de un salario proporcional al valor que añaden al proceso
productivo. Este nuevo método de organización industrial, cuyo fin era aumentar la productividad y
evitar el control del obrero en los tiempos de producción, lo inició el estadounidense Frederick W.
Taylor con el deseo de aprovechar al máximo el potencial productivo de la industria.
Luz Gabriela Arango. Género, globalización y desarrollo. En: Acosta, Alberto El desarrollo en la
236
globalización. El reto de América Latina. Editorial Nueva Sociedad. Quito, Ecuador, 2000. P. 305.
Ídem. p. 308.
237
123
casos, su incorporación al sistema productivo bajo el estatus de fuerza laboral
femenina
Ídem. p.310
238
124
que las inversiones internacionales le dan, y esas inversiones se hacen tangibles
precisamente, en esta nueva modalidad de empresa. La necesidad de analizar
con más detenimiento el papel de la maquila tiene que ver con el contexto en el
que se desata el feminicidio de los últimos tiempos, es decir, esta nueva guerra en
contra de las mujeres.
Veamos por ejemplo, el caso de Sagrario González Flores, una de las víctimas de
esta guerra. Ella era una joven de 17 de años, que junto con su familia, había
emigrado de su natal Durango para instalarse en Ciudad Juárez, Chihuahua con la
idea de conseguir trabajo. Y de hecho, así fue: ella trabajó para la maquiladora
General Electric hasta el 16 de abril de 1998. Ese día, al finalizar su turno, salió
del trabajo para dirigirse a su humilde casa ubicada en Lomas de Poleo. Nunca
más se le volvió a ver.
125
Centroamérica en especial Guatemala y Honduras se han convertido en el área
del continente americano donde es más reiterado el homicidio con alevosía de
mujeres de todas las edades, condiciones sociales, profesiones y niveles
educativos. Es también el área que protagonizó una guerra civil extendida y
prolongada, con altos índices de violaciones a los derechos humanos, masacres y
procesos de pacificación que, por su propia dinámica de exclusión de las bases
sociales, terminaron por convertir a las otrora repúblicas bananeras en la zona de
las repúblicas maquiladoras239.
obrera en Tijuana, B.C.N. Secretaría de Educación Pública, Centro de Estudios Fronterizos del
Norte de México. México, 1985. p. 15-25.
126
Algunas de las características de las maquilas son las siguientes:
Ver: Jorge Carrillo y Alberto Hernández. Mujeres fronterizas en la industria maquiladora. SEP
241
Cultura, Centro de Estudios Fronterizas del Norte de México. Colección Frontera. Tijuana, 1985. p.
217
127
2. El hostigamiento sexual hacia las trabajadoras es el pan de todos los días
al interior de las maquilas, sobre todo para aquellas que cubren los turnos
nocturnos.
4. Los bajos salarios que oscilan, en el caso de México, entre los 250 y los
400 pesos semanales.
6. La monotonía y repetición del trabajo que por si fuera poco, exige horas
extras obligatorias.
A todo esto, habría que agregar, que en México, las más de 4 mil maquiladoras
ubicadas a lo largo y ancho de todo el país operan al margen de la ley, y con el
contubernio del Estado, ya que violan los derechos laborales, pasan por alto las
leyes ambientales del país y no pagan los impuestos correspondientes. De
acuerdo con información del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de
Acción Comunitaria (CIEPAC), con sede en San Cristóbal de las Casas, Chiapas,
los parques industriales son dotados de todos los servicios por el gobierno,
utilizando el dinero del erario público.
128
Hay que hacer hincapié en que las maquiladoras se trasladan a los lugares donde
las ganancias se puedan obtener a costa de las personas más pobres y más
vulnerables, de ahí su preferencia por las mujeres y mejor aún, por las mujeres
migrantes. Por ejemplo, tan sólo en Costa Rica, El Salvador, Honduras,
Guatemala, Panamá y República Dominicana, se emplean alrededor de 500 mil
trabajadoras y trabajadores. Y en estos países, al igual que en México, los
gobiernos suelen ofrecerles privilegios económicos: no pagan impuestos, pueden
sacar el dinero del país fácilmente, y por si fuera poco, violar las normas
ambientales.
¿De qué estamos hablando entonces cuando nos referimos a la relación entre la
maquila y las mujeres? Estamos hablando, para empezar, de un sistema patriarcal
llevado al límite, en donde la mujer es considerada no humana un objeto
desechable, un ser despreciable que cuando mucho puede ser utilizado, pero
jamás considerado.
129
tiene que pagar 34 dólares, mientras que a la obrera que la confecciona en El
Salvador se le pagan 25 centavos de dólar242.
Nora (Compiladoras). Lazos de familia. Herencias, cuerpos, ficciones. Editorial Paidós. Buenos
Aires, 2004. p. 207
Segato, Rita Laura. Qué es un feminicidio. Notas para un debate emergente. En:
244
130
(…) feminización de los cuerpos de los vencidos por medio de su sexualización,
como en la prisión de Abu Graib, y la posesión forzada de los cuerpos de las
mujeres y niñas con su consecuente inseminación, como en las guerras
contemporáneas de la antigua Yugoslavia, confirma la equivalencia permanente
entre cuerpo y territorio.
Esta aseveración coincide con la de Sergio Zermeño cuando nos alerta acerca de
que es un error seguir pensando que el enemigo (el responsable de este
feminicidio) está afuera, aún no identificado, y no aceptar que es parte de la
sociedad, está entre nosotros, se genera en medio de la degradación social de la
frontera y de la maquila, en donde las alteraciones en las relaciones de género
131
juegan un papel fundamental: una especie de machismo ultrajado estaría
copiando lo que merece una moda a su alrededor.245
El informe agrega:
Sergio Zermeño, Género y maquila. El asesinato de mujeres en Ciudad Juárez. En: Gutiérrez
245
Castañeda, Griselda (coordinadora). Violencia sexista. Algunas claves para la comprensión del
feminicidio en Ciudad Juárez. PUEG – UNAM. México, 2004. p. 47
Ídem. p. 48 y 49.
246
132
2.8. ELLAS, NOSOTRAS O LAS OTRAS.
Finkielkraut, Alain. La humanidad perdida. Ensayo sobre el siglo XX. Editorial Anagrama.
248
Barcelona, 1998. p. 13
Finkielkraut, Alain. La humanidad perdida. Ensayo sobre el siglo XX. Editorial Anagrama.
249
134
(…), su empresa de aislamiento y mudez la lleva a asemejarse cada vez más al
perro que Ramón y Georgia, unos conocidos mexicanos, abandonaron en su casa.
El animal y yo. La única diferencia entre ambos, lo digo, es que mis escrúpulos me
impiden exteriorizar lo inadaptada que me siento250.
Para Judith Finc, la conformación de los espacios dislocados habitados por estos
grupos sociales puede considerarse consecuencia tanto de la transformación de la
relación Estado ciudadanía como de procesos de reconfiguración espacial, con la
consiguiente constitución de la frontera el espacio liminal como lugar de
dominación e, hipotéticamente, de resistencia251.
Finc, Judith. Desafiliación, extranjería y relato biográfico. En: Amado, Ana y Domínguez, Nora
250
(comp.) Lazos de familia. Herencias, cuerpos y ficciones. Paidós. Buenos Aires, 2004. p. 200.
Ídem. p. 209.
251
135
La otredad en las mujeres víctimas del feminicidio tiene que ver, no tanto con el
otro diferente, sino con lo negado; a lo que es parte de nosotros y nos negamos a
reconocer: el cuerpo femenino, el color de la piel, la pobreza, el cambio de roles
de géneros a partir de una condición económica impuesta. La deshumanización
del otro/a ya no se le puede atribuir al desconocimiento (como pudo ser el caso de
los europeos cuando se encontraron con los habitantes de América), sino lo que
se rechaza, y de manera imaginaria a la vez que real se aleja, al punto de hacer
de estas mujeres, extranjeras en su propia tierra.
Las fronteras suelen ser un no lugar, desde la concepción de Marc Augé, quien
argumenta que si un lugar puede definirse como lugar de identidad, relacional e
histórico, un espacio que no puede definirse ni como espacio de identidad ni como
relacional ni como histórico, definirá un no lugar 253.
Ver: Todorov, Tzvetan. Nosotros y los otros. Editorial Siglo XXI. Quinta edición. México, 2007.
252
Augé, Marc. Los no lugares. Espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad.
253
136
Por lo general aquellas otras, esas que son el principal blanco del feminicidio
habitan o sobreviven en un no lugar. Ya sea la frontera norte o sur de México, ya
sea en un país como Guatemala que es en sí mismo una frontera, aunque también
en la periferia de una ciudad, en los márgenes de una sociedad donde todos los
límites se transgreden, ya sea a través de una maquiladora, del crimen
organizado, de la migración, el narcotráfico, etc.
(…) un no lugar existe igual que un lugar: no existe nunca bajo una forma pura; allí
los lugares se recomponen, las relaciones se reconstituyen, las astucias
Milenarias de la invención de lo cotidiano y de las artes del hacer de las que
Michel de Certeau ha propuesto análisis tan sutiles, pueden abrirse allí un camino
y desplegar sus estrategias.254
El ejemplo que da el autor para describir los no lugares son los aeropuertos,
lugares donde todo mundo transita, donde la identidad se difumina, un lugar de
paso donde las reglas de convivencia se negocian pues las estancias son
aparentemente momentáneas. El espacio del viajero sería el arquetipo del no
lugar, expresa Marc Augé a la vez que explica cómo es que éste constituye la
medida de la época, a la cual le pone el calificativo de sobremodernidad.
Ídem. p. 84.
254
137
frontera del norte de México conforma un territorio idóneo que urde el anonimato
radical de los migrantes. Más adelante, agrega:
Ciudad Juárez, así llamada desde 1888, antiguo Paso del Norte y asiento de una
mansión en la época colonial, ha sido un territorio de inmigraciones, de tránsito, de
contrabando y, muchas veces, de violencia aguda. Pero, en la última mitad del
siglo XX, Ciudad Juárez se vinculó a modelos multinacionales de producción
industrial con tecnologías de vanguardia. Al mismo tiempo, crecía su importancia
como parte de un territorio inserto en el narcotráfico255.
González Rodríguez, Sergio. Huesos en el desierto. Editorial Anagrama. Barcelona, 2002. p. 28.
255
Ver: Casos de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua. Informe presentado al relator
256
138
algunos, sobre todo los de reciente creación, están alejados de las colonias
donde habitan las y los obreros.
139
migrantes de manera ilegal, a cambio de altas sumas de dinero, en
promedio mil dólares, asegura el Comité Independiente de Chihuahua pro
Defensa de los Derechos Humanos.
Bajo el mando de los hermanos Amado y Vicente Carrillo Fuentes, procedente del
estado de Sinaloa, cuna del tráfico de drogas, su influencia corruptora y sus
prácticas de terror marcaron la década de los noventa. Después de pelear el
Ídem.
257
Ver: Washington Valdez, Diana. Cosecha de mujeres. Safari en el desierto mexicano. Editorial
258
140
control de la plaza (nombre con que se conoce a los corredores de la droga), los
hermanos transformaron el comercio de la droga en una gran corporación con
ganancias calculadas en miles de millones de dólares. Los jefes antinarcóticos de
Estados Unidos y México también responsabilizaron a este sindicato de cientos de
desapariciones y muertes sin esclarecer. Nadie en México investiga muchos de
sus crímenes. El cartel ha logrado convertir casi cada asesinato en un misterio 259.
Según datos oficiales260, en el año 2007, se contabilizaban dos mil 477 muertes
violentas en territorio mexicano atribuidas al narcotráfico y al crimen organizado;
en el 2008 se contabilizaron cinco mil 376, cifra superior a la registrada en el 2007;
para el 2009 se tuvo una cifra casi de dos mil 930, mientras que para el año 2010
la cifras se estuvieron arriba de las 15 mil muertes violentas. También de acuerdo
con informes de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Secretaría
de Seguridad Pública (SSP) federal, en 2001 hubo mil 80 casos vinculados a
muertes violentas por el crimen organizado; en 2002 se registraron mil 230; un año
después fueron mil 290 ejecuciones; en 2004 ocurrieron mil 304; en 2005, mil 776,
y el año 2006 sumaron más de 2 mil 100 casos.
Ídem. p. 93
259
El informe agrega:
En 1996 de firman los Acuerdos de Paz, con los que aparentemente se concluyen
tres décadas de conflicto armado en el país centroamericano. Sin embargo, esto
no quiere decir que hayan cesado las prácticas de ejecuciones extrajudiciales. En
la década de los 90 Guatemala se enfrenta a una realidad social marcada por la
predominancia de la Mara Salvatrucha (MS-13) y la Mara 18 (M-18), originalmente
provenientes de los barrios latinos de Estados Unidos. Las políticas de
deportación del país norteamericano inauguran un problema social que más tarde
se convertirá en un fenómeno que los Estados de los países centroamericanos se
del fenómeno y la responsabilidad del Estado de Guatemala sobre la mal llamada “limpieza social”.
Seguridad en Democracia (SEDEM), Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos. Instituto
de Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala. Guatemala, 2007. p. 20.
Íbidem. p. 20.
262
142
verán alimentando o por lo menos, padeciendo, al grado de que actualmente
existen entre 70,000 y 100,000 integrantes de éstas263.
Este miedo, fundado en un grupo que cada vez es más violento, es muchas veces
instrumentalizado por el Estado ya que es utilizado para esconder la inacción
sobre fenómenos criminales mucho más graves: narcotráfico y crimen organizado
o, peor aún, la debilidad para atender las causas estructurales de la violencia
como lo son la pobreza misma y la impunidad 264.
Íbidem. p. 25.
264
143
En este contexto se dan los asesinatos en contra de las mujeres, en donde las
autoridades en los distintos niveles se corrompen, donde las guerras de poder
entre grupos mafiosos parecen ser la única lógica en momentos en los que el
Estado ha sufrido un marcado debilitamiento, lo cual responde a la lógica del
sistema. Así lo explica Pablo González Casanova:
Pablo González Casanova. Prólogo de: Sader, Emir y Gentili, Pablo (Compiladores). La trama
267
del neoliberalismo. Mercado, crisis y exclusión social. 1999. Segunda edición. Buenos Aires, 2003.
p. 20.
144
roban, violan, y asesinan dejando al ciudadano común en una total
indefensión.
Miriam Ruiz. Corrupción oficial genera tráfico de mujeres en México: ONU‖. CIMAC Noticias. 15
268
146
fueron de 2.007 dólares, mientras que los de los hombres fueron de 6.092
dólares.272
Cuando Tzvetan Todorov analiza haciendo un repaso por la historia, cómo es que
distintos autores, desde Montesquieu hasta Dumont, pasando por Lévi- Strauss
han debatido en relación a las mujeres y a los otros, alude a una relación entre
pueblos, por lo que el debate es alrededor del etnocentismo al que por cierto,
define como el hecho de elevar, indebidamente, a la categoría de universales los
valores de la sociedad a la que yo pertenezco273.
Asesinatos de mujeres: expresión del feminicidio en Guatemala. Centro para la Acción Legal en
272
147
El patriarcado sigue su cauce y encuentra a su par idóneo en el capitalismo, ahora
en forma de sistema neoliberal. Es sólo a través del desprecio y el despojo del
otro/a que un sistema de esta naturaleza se puede reproducir y puede sobrevivir
en el tiempo. América Latina sigue siendo ese otro para Europa y Estados Unidos,
porque es el sujeto (objeto) diferenciado de quien sigue obteniendo las materias
primas o manufacturadas requeridas para mantener su supremacía económica. La
dominación tiene lugar este territorio ampliado, pero sobre todo, a través de la
explotación de los cuerpos. El trabajo de las obreras y obreros se convierte en el
principal bien a expropiar.
148
CAPITULO TRES. MUJERES Y DERECHOS HUMANOS.
Todos los países del Tercer Mundo tienen que rendir cuentas de su situación de
derechos humanos a aquellos países que, durante siglos, arrasaron con los
derechos humanos en este mismo mundo275.
Atilio A. Boron. Prefacio a la segunda edición en lengua castellana. De: Sader, Emir y Gentili,
274
Pabo (compiladores). La trama del neoliberalismo. Mercado, crisis y exclusión socia. 1999.
CLACSO. Segunda edición. Buenos Aires, 2003. p. 21.
Hinkelammert, Franz J. El sujeto y la ley. El retorno del sujeto reprimido. Fundación editorial El
275
3.1. CUERPO
Para analizar la noción de cuerpo, se describirán primero los procesos (que van de
la vida a la muerte) de cuerpos de dos mujeres con nombre y apellidos, dos casos
emblemáticos del feminicidio en México y Guatemala.
150
Informática en la 11 calle 11-26 zona 1. Este es un colegio mixto. Era una niña
alegre, divertida y amigable. Le gustaba arreglarse bien276.
Estaba en que quería estudiar para piloto aviador. Yo le decía vos estás loca, y
ella decía sí, voy a ser astronauta. Era muy activa y cuando me miraba sola me
decía, mamá, ¿por qué no te haces de un novio? Mira, ahí está fulano de tal. Mira,
mi papá tiene otra. Cuando yo llegaba, era la única de mis hijos que me
esperaba277.
Alejandra era una joven madre de dos hijos, trabajadora de la maquila, e hija de
Norma Andrade, con quien vivió hasta el 14 de febrero del 2001, día en que la
Historia de vida. María Isabel Véliz Franco. Ciudad de Guatemala. Familiares y Mujeres
276
María Isabel le había pedido permiso a su mamá, Rosa Franco, para trabajar en
una boutique durante las vacaciones de diciembre, era el segundo año que lo
hacía para sacar un poco de dinero y ayudar a su familia. Lilia Alejandra, en
cambio, trabajaba de planta en una maquiladora, a la cual se dirigió el día en que
fue secuestrada. En cuanto a su jornada laboral, dice Norma Andrade:
Mientras que Lilia Alejandra García Andrade era mexicana, habitante de una de
las ciudades de la frontera de México, María Isabel Veliz Franco era guatemalteca,
y vivía justo en la capital de su país. A pesar de que Lilia Alejandra era madre
soltera, las dos tenían en común el ser jóvenes, atractivas, y sobre todo, pobres.
Las dos desaparecieron en un día normal de trabajo, como lo explica la periodista
Diana Washington: Las mujeres desaparecen en el curso de sus tareas normales.
Van a la escuela o van al trabajo, salen de la escuela o salen del trabajo, en su día
normal.281
Testimonio de Norma Andrade. Bajo Juárez: la ciudad devorando a sus hijas. Documental
279
realizado por Alejandra Sánchez y José Antonio Cordero. IMCINE, Universidad Autónoma de la
Ciudad de México, FEPROCINE, PEPA FILMS. México, 2007
Ídem
280
Testimonio de Diana Washington. En: Bajo Juárez: la ciudad devorando a sus hijas. Documental
281
realizado por Alejandra Sánchez y José Antonio Cordero. IMCINE, Universidad Autónoma de la
Ciudad de México, FEPROCINE, PEPA FILMS. México, 2007.
152
Los dos cuerpos, tanto el de María Isabel como el de Lilia Alejandra, fueron
encontrados en un lugar público. Los dos mostraron signos de violación y tortura.
A la fecha, los dos casos permanecen impunes a pesar de haber ocurrido hace
siete años.
Para empezar, hay que decir que pensar el cuerpo es también pensar en un sujeto
sexuado, en un sujeto corporalizado. Más aún, el cuerpo humano nos remite a un
sujeto consciente. Aunque hablemos de un sujeto colectivo, también tenemos que
recurrir al imaginario del cuerpo: mujeres, ancianos, niños, indígenas,
afroamericanos, etc. Resulta difícil imaginar un sujeto, aun cuando éste sea
colectivo, sin recurrir al referente del cuerpo. Cuerpo y sujeto no pueden
concebirse de manera separada, de ahí la importancia de ver, tocar y leer estos
cuerpos asesinados.
Según sus propias palabras, lo que pretende analizar es la inversión del grito
patriarcal y protector, emitido en casos de peligro por capitanes, militares, padres,
hombres: ¡Mujeres y niños primero! Esto la lleva a preguntarse:
Íbidem. p. 71.
283
154
El cuerpo de las mujeres, pensando en ellas como seres humanos y como sujetos,
no deja de ser cuerpo. Aunque, como ya lo han expresado un grupo de feministas
latinoamericanas, decir cuerpo no es poca cosa:
Nuestro cuerpo, al leerlo solamente como naturaleza, pasa a ser otro campo de
dominio. Sin embargo, el cuerpo tiene la capacidad del sentir y del emocionar; es
el único instrumento con que tomamos la vida. A través de la historia, el cuerpo ha
sido y es el lugar político por excelencia, es uno de los lugares desde donde
podemos retomar las pistas para transitar a otra cultura que lo contenga y no lo
niegue285.
Por otro lado, se debe señalar que el cuerpo supone una materialidad, una
realidad tangible que permite la diferenciación (aunque sea desde la similitud)
frente al otro. En ese sentido, el cuerpo es también un límite, una frontera. Por
eso, diría Marisa Belausteguigoitia:
Hablar del cuerpo y sus límites, de la subjetividad y sus contornos nos obligan a
construir un continente que refiera las inmensas posibilidades de materialización,
camuflaje, desaparición, transformación y significación de los cuerpos y las formas
de comunicar, crear y suprimir sus lenguajes287.
Tal vez se deba a ese silencio, y a su ineludible presencia, que el cuerpo sea el
lugar de significación por excelencia. En todo grupo humano, en cualquier cultura,
en el instante en que un ser humano se coloca frente a otro, el cuerpo se convierte
en lenguaje y a la vez en texto. ¿Por qué? Porque al cuerpo se le lee a la vez que
se le impregna de significación, al igual que a las palabras, que también parten del
Ídem. p. 18.
286
Marisa Belausteguigoita. Presentación. En: Parrini Roses, Rodrigo (coordinador). Los contornos
287
del alma, los límites del cuerpo: género, corporalidad y subjetivación. PUEG-UNAM. México, 2007.
p. 7.
Parrini Roses Rodrigo (coordinador). Los contornos del alma, los límites del cuerpo: género,
288
156
cuerpo, es decir, de la lengua. El cuerpo de las mujeres en una sociedad patriarcal
es leído como fuente de vida y de placer, no para ellas mismas, sino para el sujeto
masculino al que supuestamente deben entregarse, sea éste un individuo o una
institución, por la simple y sencilla razón de que, en palabras de Simone de
Beauvoir: Él es el Sujeto, él es lo Absoluto: ella es el Otro289.
En su libro Sexualidades migrantes, Diana Maffía nos recuerda que: Las mujeres
todavía están luchando para ser sujeto de la enunciación y para posicionarse
como tales, para tener derecho al cuerpo y al placer290.
Una vez que el hombre europeo pudo confrontarse con el Otro y lograr vencerlo,
se asume como un ego descubridor, colonizador, que cobraría su máxima
expresión a través del soldado conquistador, poseedor de un ego violento y
De Beauvoir, Simone. El segundo sexo. Los hechos y los mitos. Buenos Aires, Argentina, 1987.
289
p. 12.
Maffía, Diana. Sexualidades migrantes. Género y transgénero. Feminaria Editora. Buenos Aires,
290
2003
Sueli Carneiro, Ennegrecer el feminismo. La situación de la mujer negra en América Latina
291
Los cuerpos de mujeres jóvenes son los más resistentes, los que pueden aguantar
más horas de trabajo en condiciones infrahumanas. Son estos cuerpos, los que a
su vez, provocan mayor excitación sexual en una cultura en donde el sexo tiene
una connotación de posesión y pertenencia. Esta afirmación se evidencia en el
hecho de que actualmente, la trata de personas constituye:
(…) el comercio ilícito que ocupa el tercer lugar entre los más lucrativos, después
del contrabando de drogas y el de armas; sus utilidades se estiman entre 7.000
millones y 12.000 millones de dólares estadounidenses por año. Pero esos montos
reflejan solamente las utilidades de la venta inicial de personas 293.
No debemos olvidar, sin embargo, que una de las razones por las cuales las
mujeres jóvenes resultan tan atractivas, es que están en edad de reproducción. La
Información citada por Gabriela de Cicco. Las mujeres y la migración internacional. Nota
293
publicada en: El periódico feminista. Mujeres en Red. 20 de octubre de 2006- Ver página web:
http://www.mujeresenred:net/
Ídem.
294
158
importancia de ese potencial para convertirse en madres la explica Marcela
Lagarde:
Desde el nacimiento, y antes incluso, los seres humanos de sexo femenino son
esperados y son recibidos, históricamente, con un destino. Las niñas nacen
madres y lo serán hasta la muerte, de manera independiente de la realización
material, de la progenitura295.
Por lo tanto, el hecho de matar mujeres jóvenes constituye cerrar esa posibilidad o
bien, desde la lógica de la apropiación, quitárselas a otros hombres. Por otro lado,
estas mujeres son también vistas como putas, por lo que conllevan la misma carga
de deseo que de rechazo:
Ideológicamente se identifica puta con prostituta, pero putas son además las
amantes, las queridas, las edecanes, las modelos, las artistas, las vedettes, las
exóticas, las encueratrices, las misses, las madres solas o madres solteras, las
fracasadas, las que metieron la pata, se fueron con el novio, y salieron con su
domingo siete, las malcasadas, las divorciadas, las mujeres seductoras, las que
andan con casados, las que son segundo frente, detalle o movida, las
robamaridos, las que se acuestan con cualquiera, las ligeras de cascos, las
mundanas, las coquetas, las relajinentas, las pintadas, las rogonas, las ligadoras,
las fáciles, las ofrecidas, las insinuantes, las calientes, las cogelonas, las
insaciables, las ninfomaniazas, las histéricas, las mujeres solas, las locas, la
chingada y la puta madre, y desde luego, todas las mujeres son putas por el hecho
de evidenciar deseo erótico, cuando menos en alguna época o en circunstancias
específicas de sus vidas296.
Lagarde, Marcela. Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas.
295
159
sociedad que privilegia lo blanco y lo masculino. Por un lado son los cuerpos que
el sistema produce, es decir, esbeltos, estéticos, femeninos, según el dictado del
propio patriarcado, pero por otro lado, no obedecen los mandatos de una
sociedad, que en el fondo, sigue siendo sumamente conservadora. Por eso es que
los cuerpos morenos, femeninos y jóvenes en este contexto resultan tan atractivos
como repulsivos, en el entendido de que sirven al sistema, le son indispensables,
pero su capacidad de resistencia, que a su vez lleva implícito un cierto grado de
liberación, los convierte en el blanco de la agresión más desencarnada. Es ahí
donde se da la inversión entre la protección y la aniquilación, a la que se refiere
Marisa Belausteguigoitia.
De Beauvoir, Simone. El segundo sexo. Los hechos y los mitos. Ediciones Siglo Veinte. Buenos
297
160
El feminicidio de hecho, la pone en duda, puesto que a las mujeres se les está
negando el derecho a la vida.
El cuerpo de las mujeres entonces, no sólo es visto como fuerza de trabajo fabril,
sino como cuerpo-cosificado-para-el-placer, y con el cual, se pueden obtener
cuantiosas ganancias. En ambos casos, el cuerpo femenino es visto como objeto,
como un medio para obtener ganancias, poder, intercambio de símbolos con otros
hombres, de ahí que estas mujeres que le son indispensables al funcionamiento
Marcela Lagarde de los Ríos. Poder, relaciones genéricas e interculturales. En: Conferencias
298
161
del sistema (mujeres pobres, mujeres obreras, mujeres sin casa, mujeres sin
dueño, prostitutas) sean las mismas con las que se acaba ensañando.
Las redes de pornografía al igual que el feminicidio, sólo son posibles en un clima
de frontera, entendiendo por frontera un espacio físico-simbólico donde existe la
duda sobre el poder o los poderes que gobiernan. Lydia Cacho lo describe así:
Cacho, Lydia. Los demonios del Edén. El poder que protege a la pornografía infantil. Editorial
300
162
modo; donde florece de manera natural toda clase de vicios, incluyendo, en primer
lugar, por supuesto, la corrupción, seguida de la violencia indiscriminada, la
fuerza, el abuso, el engaño, el fraude, etc.301
La frontera aludida en Los demonios del Edén es Cancún, Quintana Roo, una
ciudad turística sin raíces, construida ex profeso para el esparcimiento. Sin
embargo, como ya menciono, con la entrada del neoliberalismo, las fronteras
resultan inconmensurables en la medida en que el sistema globalizador se ufana
precisamente de derribarlas, aunque el proceso que desata las ensancha hasta
fronterizar todos los espacios otrora por un estado nación y sus leyes. Las mujeres
fronterizas, en ese sentido, son las más vulnerables, puesto que ponen al
descubierto la contradicción del sistema, que por un lado se pronuncia a favor de
los derechos humanos, pero por otro, los violenta de forma consuetudinaria.
La guerra en contra de las mujeres tiene como principal blanco sus cuerpos,
cuerpos en donde se materializa esa contradicción; la idea de la mujer liberada
cuyo rol reproductor está intrínseco, aunque en el discurso se diga lo contrario.
Ídem. p. 24.
301
Elena Grau Biosca. Prólogo del libro: Matthews, Jenny. Mujeres y guerra. Interpón Oxfam.
302
Barcelona, 2003. p. 5.
163
Hortensia Moreno profundiza esta reflexión al afirmar que:
La guerra es cosa de hombres. Todo parece indicar que quienes deciden iniciarlas
y concluirlas, quienes las dirigen y organizan, y quienes finalmente las pelean son
todos del sexo masculino. El hecho por sabido se da por descontado, como si
fuera un dato de la naturaleza, con la misma conformidad con que se acepta que
el cielo es azul o que las cosas caen por su propio peso303.
Hortensia Moreno, Guerra y Género. En Debate Feminista, Año 13, Vol. 25, Abril 2002. p. 73.
303
Ídem. p. 109.
304
164
Si la violación simbólica y real codifica la dominación, entonces la misoginia sirve
como un importante motor de la agresión masculina en la guerra. La violación es
la última metáfora del sistema de la guerra: como forma simbólica de la violación,
la violencia armada caracteriza al vencedor masculino y al vencido como
femenino.305
Ídem. p. 110.
305
165
identidad política como mujeres y lesbianas feministas frente a un nuevo contexto
global y frente a nosotras mismas306.
Cálida, regordeta, morena, agresiva, risueña, una mujer joven que en pocos años
ha aprendido a hacerse ver y escuchar. Conocimos (hablo desde mi propia
subjetividad) a Malú García Andrade, de la organización Nuestras Hijas de
Regreso a Casa, en noviembre de 2003. Cuando la vimos por primera vez, nos
impresionó su fuerza, su facilidad de palabra, aunque en los últimos años, su
discurso, su expresión corporal y su voz se han tornado mucho más fuertes,
mucho más consistentes.
166
las mujeres que más han impulsado al movimiento que denuncia el feminicidio, en
México y en el mundo.
Pero volviendo al momento en el que nos vimos frente a frente, Malú García, con
un solo intercambio de miradas, se desdobló en los múltiples sujetos que es y que
representa. Sus ojos llorosos dieron cuenta del dolor de hermana; su vestimenta,
caracterizada por pronunciados escotes y un gran colorido, nos dejó en claro que
más allá de su tragedia personal, es una mujer joven y que irradia vida. Malú
sujeto, portadora de su subjetividad, es forzosamente también cuerpo.
Aquel día en que nos presentaron las compañeras de la llamada Protesta contra la
Impunidad, Ni una Muerta Más, conformada por ONGs y mujeres voluntarias,
sentimos que le caíamos mal (una vez más hablo desde mi propia subjetividad).
Su frialdad hacia nosotros fue evidente. Apenas me dirigió dos palabras y evadió
la sonrisa que le dediqué; así fue hasta mucho tiempo después. Con el tiempo,
esta sensación fue cambiando. Los prejuicios de diluyeron, tanto de un lado como
del otro. Comenzamos a sentirnos realmente cerca de ella.
167
Creo que una de las cosas que siempre envidié de Malú fue precisamente su
sinceridad. Y quiero detenerme precisamente en este sentimiento de envidia, de
nosotros hacia ella, porque también fue una de las cosas que hizo evidente que
nosotros, más allá de ser sujetos políticos, mujeres que denuncian, protestan y
exigen justicia, convivíamos en otro plano, en el plano de la subjetividad.
Pareciera tan obvio, pero fue hasta ese momento cuando percibimos a Malú como
hermana. Hasta ese momento pude imaginarlas a las dos, la adolescente y la
niña, viendo la tele, bromeando, peleando, riéndose, enojándose y contentándose.
Puede decirse que llegamos a conocer a Malú, es decir, a denunciar los crímenes
de mujeres, en gran parte. Gracias a Malú, en cambio, (a raíz del asesinato de su
hermana se inscribió en la Facultad de Derecho), porque su realidad cotidiana la
sobrepasó. Ser universitaria, luchadora social, eran cosas que no estaban en sus
planes de vida. Y sin embargo, con procesos casi inversos, coincidimos.
168
Este ejemplo tiene la finalidad de dar cuenta de cómo los cuerpos y las
subjetividades -entendidas como experiencias y reacciones de una persona
específicas- pueden convertirse en determinadas ocasiones en sujetos políticos,
es decir, en mujeres que aprovechan los momentos de visibilidad para ejercer
prácticas discursivas que buscan intervenir en lo político. Se es sujeto porque
también se es efecto de esas prácticas discursivas. Se es sujeto porque en esas
prácticas discursivas, se ejerce en mayor o en menor medida la libertad. Las
mujeres (como Malú y todas aquellas que denuncian los crímenes contra otras
mujeres) son sujetos cambiantes que se acercan y se alejan según las
circunstancias, y la tensión permanente entre lo que se era ayer y lo que se
comienza a ser hoy. Son sujetos, que en ciertas circunstancias, se desdoblan y
enfrentan una a la otra, siendo entonces capaces de ver el dolor que las une, los
abismos que las separan y los puentes que levantan para hablar y ser
escuchadas.
169
La necesidad de repensar la noción de sujeto, en la que tanto ha insistido Ana
María Martínez de la Escalera, tiene que ver no solamente con la necesidad de
comprensión de una realidad que nos apremia, sino con el temor de no repetir,
desde el propio discurso, toda una serie entendidos y malentendidos que
reproducen, nuevamente, la visión falogocéntrica que ha caracterizado a
Occidente, por lo menos, durante los últimos cinco siglos. Ana María Martínez de
la Escalera propone revisar la noción de sujeto cada vez que es utilizada, sobre
todo, en el entendido de que la enunciación del sujeto en ocasiones implica una
estrategia de resistencia, en un contexto en el cual quienes han sufrido agravios
pretenden ser invisibilizados/as por el sistema. Dice Martínez de la Escalera:
Quien demanda justicia desea que esa exigencia sea compartida por la
comunidad, por la nación, e incluso por la humanidad. Quien no olvida la injusticia
cometida es casi como un espectro que pocos se dignan ver y cuya demanda
sempiterna provoca malestar antes que escándalo.307
Si ya desde Nietszche, pasando por Heidegger hasta Derrida vieron que la figura
del sujeto se construyó discursivamente de una manera muy similar a la del Dios
(con mayúsculas) omnipotente, resulta necesario preguntarse: ¿Por qué insistir en
ella para hacer visibles a las mujeres que viven en el límite, aquellas que están
170
fuera de la norma y cuyo cuerpo mutilado, pretendemos, sea el principio de una
voz que se levante para evidenciar las condiciones de opresión?
Por otro lado, siguiendo la lógica de Jacques Derrida 309, si insistimos en hablar de
un sujeto femenino podríamos argumentar que nunca hemos estado tan seguros
de lo que sujeto significa y que la vieja figura cartesiana de sujeto ha sido
enriquecida y sustituida por un sujeto historizado. Por lo tanto, una vez que al
sujeto se le carga con la lengua y la historia, pero además, con el sexo o género,
deja de ser una figura ajena al concepto mismo.
Para Derrida, el sujeto es a la vez causa y efecto, lo que hace mucho más
complejo nuestro enfoque explicativo. Para él, no es tan constante ni tan universal
como pensábamos, pues introduce el elemento de la historicidad y del azar;
ninguna repetición es igual a la anterior.
Ana María Martínez de la Escalera. Las rondas de las Madres de Plaza de Mayo: una estrategia
308
En ese sentido, nos sigue pareciendo pertinente hablar de sujeto femenino o más
bien, de sujeto político femenino, simplemente porque las mujeres frágiles,
invisibles y silenciadas, principales blancos del feminicidio, pueden dejar de ser
objeto para convertirse en sujetos que aprovechan los momentos de visibilidad
para ejercer esas prácticas discursivas que las llevan a intervenir en lo político.
Una vez aclarada la complejidad del término sujeto, pareciera sencilla la decisión
de rehusarnos a abandonarla cuando de mujeres se trata, incluso de mujeres con
las características anteriormente señaladas. Sin embargo, otra duda se cuela por
los intersticios de los marcos conceptuales, y por los hilos de los efectos buscados
en el discurso y en la propia experiencia de sujeto.
Podría decirse que por razones tácticas, hablar de sujeto femenino en América
Latina resulta conveniente. No sólo porque la idea de sujeto nos puede empujar de
la pasividad a la acción, sino porque de esta manera llevamos los problemas
privados a la esfera de lo público. Es decir, los asesinatos de mujeres dejan de ser
el resultado de una supuesta violencia intrafamiliar para convertirse en un
problema de Estado, que en un momento dado puede ser llevado a las cortes
internacionales, instancias desde donde se legitima y reproduce el propio discurso
del sistema.
Es aquí donde habría que hacer un alto en el camino, irse con cuidado. Las
prácticas discursivas de las mujeres, en este caso, no debieran dar a entender que
a la actividad (en contraposición a la pasividad) se le considera un valor máximo.
Convertirse en el nuevo sujeto femenino de América Latina no querría decir,
172
entonces, que queremos buscar venganza o poseer todo aquello de lo cual hemos
sido despojadas. El nuevo sujeto femenino al cual estamos aludiendo, tiene que
ver con la capacidad de ser vistas, escuchadas, tiene que ver con la denuncia,
pero sobre todo, con la relación solidaria que establecen las mujeres para
protegerse de la agresión que el sistema ejerce en contra suya, para evidenciar
que algo no anda bien y no para convertirse en las gobernantes de un mundo
igualmente desigual. En este caso, la actividad tiene que ver con un hacer, pero
también con un dejar de hacer cuando así sea requerido. Por ejemplo, las madres
y familiares de las víctimas del feminicidio, así como las mujeres que se
solidaricen con su causa, se convertirán en sujetos de lo político en la medida en
que alcen la voz para demandar justicia y confrontar al Estado en su incapacidad
para defender su derecho a la vida. Son ellas quienes hablarán en nombre de
quienes no pueden hacerlo porque ya no están debido a que fueron tratadas como
objeto, si se considera la noción primaria de la dicotomía sujeto objeto, en la que
el segundo es una cosa que está ahí para: una mujer está ahí para ser poseída
para el hombre, usada y luego, deshechada, etc. Es esa pasividad de un primer
momento lo que la va a marcar, y luego a transformar, para finalmente darle el
impulso, la fuerza y el sentido para reivindicar su carácter de sujeto de derecho, a
pesar de ser marginal, limítrofe, no ciudadana. Por lo tanto, este nuevo sujeto
femenino en América Latina se ubica en el estado transitorio entre la pasividad y la
actividad.
Ver: Jacques Ranciere. Who is the subject of the Rights of Man? South Atlantic Quarterly; 103;
310
La respuesta, que no puede ser contundente, porque tiene que ver con las propias
leyes, nos la da Rancière al enunciar que: la crítica de los derechos abstractos fue
la principal crítica a la democracia. En ese sentido, los derechos de estas mujeres
adquieren sentido cuando ellas son capaces de hacer algo contra las violaciones a
sus propios derechos.
Es esta capacidad de hacer algo, la que, desde mi punto de vista, sí las eleva a la
categoría de Sujeto y es en este momento donde su carácter activo cobra
relevancia. Las mujeres no tienen que esperar a ser consideradas sujetos para
convertirse en Sujeto porque de esa manera, estarían entrando en el juego de la
propia contradicción de un sistema que no las ve, no las contempla, pero sí las
enjuicia.
174
sujetos de lo político. La otredad desde donde han sido tratadas y maltratadas no
existe, sencillamente porque ese otro son ellos: son los agresores, los asesinos y
las leyes que los encubren.
175
fecha no existe ningún otro concepto, con una complejidad y fuerza equivalente
que este problemático sujeto.
Y es esta misma noción de frontera, este camino imaginario de ida y vuelta, lo que
puede permitir que las mujeres que han sido rebajadas a la categoría de objeto, se
conviertan (y de hecho lo están haciendo) en el nuevo sujeto femenino de América
Latina. De estas mujeres y de aquellas que se solidaricen con ellas depende
nuestra nueva voz.
176
Porque las que toman como suya la causa, que se organizan, las que denuncian,
las que irrumpen en el terreno político) están traspasando el muro. Están dejando
de ser objetos para convertirse en sujetos que aprovechan momentos de
visibilidad para ejercer prácticas discursivas que buscan intervenir en lo político.
Estas mujeres y nosotras, las que vemos en su vulnerabilidad nuestra fortaleza,
somos sujetos, porque somos efectos de las mismas prácticas discursivas. Somos
sujetos, mas no sujetas, porque en esas prácticas discursivas ejercemos la
libertad. Por lo tanto, somos y nos estamos convirtiendo en el nuevo sujeto
femenino de América Latina que pone en evidencia lo mismo la desigualdad de
sexos que la desigualdad de razas. Nos estamos constituyendo en este nuevo
sujeto a partir de nuestros propios cuerpos, y tal vez sea esta propia condición
fronteriza la que nos permita repensar nuestra región desde otro lugar.
Asimismo, habría que revisar las fronteras del propio sistema neoliberal para
poder apreciar sus dos caras: la de un sistema que se centra y produce la
desigualdad, pero que por el otro lado, finca su discurso en la abolición de las
fronteras y la defensa de los derechos humanos. De esa manera, convertir
algunas de sus propias características en fortalezas del nuevo sujeto femenino. En
otras palabras, no nos queda duda acerca de la perversidad del sistema
neoliberal, la cual, Atilio A. Boron resume así:
Atilio A. Boron. La sociedad civil después del diluvio neoliberal. En: Sader, Emir y Gentili, Pablo
311
(Compiladores) La trama del neoliberalismo. Mercado, crisis y exclusión social. CLACSO, Editorial
Universitaria de Buenos Aires. Segunda Edición. Buenos Aires, 2003. p. 84
177
El neoliberalismo que ha dado como resultado un mundo globalizado, cuyas
contradicciones han sido expresadas en América Latina por el movimiento
indígena, principalmente, y en todo el mundo, por el movimiento altermundista
tiene una contraparte discursiva, que tiene que ver con la llamada democratización
de los países, así como de la defensa internacional de los derechos humanos, que
se expresa en cortes internacionales.
Debido a que una de las mayores contradicciones del sistema neoliberal está en
su aparente defensa de los derechos humanos, se torna indispensable analizar
qué es lo que éstos significan, en el discurso y en la práctica.
Ídem. p. 86
312
178
planeta, mediante los cuales los seres humanos nos relacionamos y nos
conocemos313 y agrega:
Gargallo, Francesca. Tan derechas y tan humanas. Manual ético de los derechos humanos de
313
Werner, Klaus y Weiss, Hans. El libro negro de las marcas. El lado oscuro de las empresas
315
Serie de Libros Azules Vol. VII "Las Naciones Unidas y los Derechos Humanos, 1945-1995",
316
180
Estas son sólo dos instancias internacionales ante las cuales, países
latinoamericanos, entre ellos, México y Guatemala, han firmado y ratificado
acuerdos para proteger los derechos de las personas.
Dentro de estas organizaciones, podemos ubicar, por poner los dos ejemplos más
representativos a Amnistía Internacional y a Human Rights Watch. La primera fue
fundada por el abogado británico Peter Benenson, quien se propuso defender a
dos estudiantes portugueses que habían sido condenados a siete años de prisión,
acusados de alzar sus copas y brindar por la libertad. Benenson escribió un
artículo publicado en varios periódicos el 28 de mayo de 1961, el cual recibió la
respuesta del público en general. Así se gestó un movimiento que dio lugar a la
constitución de la organización no gubernamental, la cual en 1997, fue reconocida
nada más y nada menos que con el Premio Nobel de la Paz. 317
Hay que recordar que el trabajo de Human Rights Watch empezó en 1978 con la
creación de su división Helsinki. Hoy en día, cuenta con cinco divisiones
181
regionales y tres divisiones de estudios temáticos, sobre tráfico de armas,
derechos del niño y derechos de la mujer. Tiene oficinas en Washington, D.C.,
Nueva York, Los Ángeles, Londres, Bruselas, Moscú, Dushanbe y Hong Kong.
Human Rights Watch es una organización independiente y no gubernamental
financiada mediante contribuciones individuales y de fundaciones privadas
provenientes de todo el mundo.
http://www.derechos.org/nizkor/guatemala/pdh/funcion.html
182
Organismo Nacional se constituyó como una Institución con plena autonomía de
gestión y presupuestaria. Esta reforma incluye la figura del Ombudsman en
México, cuya función es proteger y defender los derechos humanos de todas y
todos los mexicanos.
183
pocas veces acatan. Se puede dar el caso, como el descrito anteriormente, en el
que la comisión observadora de los derechos humanos y la autoridad acusada se
enfrasquen en una pelea de declaraciones públicas, pero fuera de ahí, la
recomendación no trasciende.
Para poder aniquilar un país, únicamente hace falta comprobar que éste viola los
derechos humanos. No es necesario mostrar o discutir otras razones. Hay que
sostener que la situación de los derechos humanos en el país que es la meta, es
insostenible. Se puede entonces, de manera legítima amenazarlo con el
aniquilamiento y, en el caso de rechazar el sometimiento, aniquilarlo
efectivamente. Es obvio que este tipo de política de derechos humanos, sólo la
puede hacer un país que tiene el poder para hacerla320.
184
Dijimos que para interpelar al sistema, debemos hacerlo desde su propio discurso.
En ese sentido, debemos recuperar la definición esencial de los derechos
humanos y tomar en cuenta que, como lo dice Francesca Gargallo:
Los derechos humanos son también una filosofía, o si se prefiere, una ética de la
persona total. Implican un compromiso de acción benigna, personal y colectiva con
su defensa, o sea que cada una de nosotros trascienda sus ideas, cultura y
prejuicios en una práctica social, tendiente a hacer el bien para con el titular de los
derechos humanos: toda mujer y hombre, en razón de ser individuo de la especie
humana.321
185
3.6. TRANSCRIPCIÓN Y TÁCTICA
186
último acto de una cadena de agresiones toleradas por una cultura machista que
permite e incluso alienta la violencia contra las mujeres. Desde las agresiones
verbales, hasta las sexuales, físicas, patrimoniales, económicas, mediáticas todas
estas expresiones se basan en el desprecio a lo femenino y a las mujeres.
Más de 3.500 mujeres han sido asesinadas en los últimos cinco años en
Guatemala. Más de 306 lo han sido durante el primer semestre de 2007 y más de
1200 tan sólo durante 2006 en el triángulo norte de Centroamérica, formado por
Guatemala, El Salvador y Honduras, países en los que la violencia contra las
mujeres ha alcanzado niveles alarmantes que evidencian un crecimiento
acelerado de la criminalidad ciudadana y de la asimetría en las relaciones de
poder entre hombres y mujeres, amenazando a corto y medio plazo la democracia
y la gobernabilidad, y poniendo de manifiesto que la situación que vivimos las
guatemaltecas es de inseguridad y riesgo permanentes sólo por ser mujeres. Tras
los rostros que más de 3,500 fotografías muestran están los nombres, los sueños,
las historias, los aportes de 3,500 mujeres diversas. Por su memoria reivindicamos
su derecho a ser recordadas.
187
Titina, Teresa, María, Carmela, Norma… de cada una de las miles de mujeres
asesinadas que han sido nuestras madres, hermanas, hijas, sobrinas, abuelas,
amigas, vecinas, compañeras de trabajo o de estudios. Mujeres que han amado,
trabajado, estudiado, aportado a sus familias y a la sociedad.
Cada una deja un legado que nosotras debemos reconocer, valorar y compartir.
Hoy y todos los días honramos su memoria, reconocemos sus aportes y
reivindicamos el derecho a ser recordadas. Porque las mujeres merecemos tener
un lugar en la historia. Que nuestras memorias sean convertidas en historia, y que
no las cubra el manto patriarcal del olvido.
Lo que hace Ana Silvia Monzón es nada menos que traducir a las mujeres
asesinadas en Guatemala y otros países de Centroamérica. Al reivindicar su
derecho a ser recordadas, Monzón está leyendo el texto de todos esos cuerpos
muertos, a la vez que traduciendo lo que representan para el sistema. Esas
lenguas muertas ya no pueden decir; pero ello no quiere decir que su muerte, o
más bien, su aniquilación, no tiene un significado poderoso en el contexto que
vivimos. Para dejar en claro este significado, Monzón apela al discurso
hegemónico. Dice Ana Silvia Monzón: vivimos en un tiempo en el que la memoria
está en el centro de las reivindicaciones, para recuperar identidad, para dar fuerza
a los discursos, para reclamar espacios, para exigir justicia, para vislumbrar
utopías325.
La traducción en este caso es una estrategia, porque está claro que para que lo
menor (entendido como lo marginal) pueda incidir en los discursos "mayores",
Ídem.
325
188
debe exhibir los límites, las incongruencias, o esos puntos en los que el discurso
(o el bien decir) ya no se sostiene. Es una manera de arrebatarle la legitimidad
para irse colando (el maldecir, la voz de las malinches) por los intersticios. Como
lo han señalado Deleuze y Guattari326, sólo así se pueden vincular lo menor (en
este caso, la verdad de las mujeres fronterizas) y lo mayor (el sistema neoliberal
globalizador) de manera genuina. Alguien puede decir que la traducción en la
mayoría de los casos constituye una traición, por lo tanto, cabe aclarar que el
ejercicio de la traducción resultará legítimo siempre y cuando se apegue lo más
posible a eso que se está traduciendo. La pertinencia o no de la traducción
dependerá en gran medida, del para qué, de la traducción vista como una
estrategia más que como un fin en sí misma. De esta forma, si se da el caso de
que no cumpla con el para qué, el grado de traición será mucho mayor. El
problema a resolver, entonces, se reduce a averiguar quién decide o quién
enuncia el para qué. En teoría, debería venir desde lo menor, pero en los hechos,
sabemos que en la mayoría de los casos, incluso en las traducciones más
"exitosas", esto no necesariamente fue así. Dice Marisa Belausteguigoitia que
prestar y prestarse a la mediación es un reto y debe ser leído como tal.327 En este
caso, las traductoras, mediadoras o ventrílocuas tienen que ser mujeres, hombres,
niñas, niños, organizaciones y colectivos que le apuesten a la constitución de este
nuevo sujeto femenino, que no sólo se reducirá a su tarea de denunciar los
crímenes, sino que comenzará a actuar, con su cuerpo y con su lengua, en un
agente transformador del modelo imperante que convierte a las mujeres pobres en
una otra excluida del proyecto nacional y transnacional.
El nuevo sujeto femenino será posible sólo a partir de integrar el cuerpo y la propia
subjetividad para la defensa de sus derechos humanos. Las cortes
internacionales, los medios de comunicación, todos estos elementos que son
propios del sistema neoliberal-globalizador jugarán un papel preponderante. Serán
los propios instrumentos del sistema los que nos servirán para contrarrestar la
Deleuze, Gilles y Guattari, Félix. Kafka por una literatura menor. Ediciones Era. México, 1978.
326
189
guerra que éste ha desatado en contra de las mujeres. Las calles de las distintas
ciudades latinoamericanas seguirán siendo testigos fieles del grito de las mujeres,
como lo han sido en las últimas décadas. El Internet y los medios comunitarios nos
servirán para articular voces, sumar experiencias que desde distintas latitudes las
mujeres comparten. La cortes internacionales serán probablemente las instancias
que nos servirán para evidenciar ese quiebre, hacer que el discurso neoliberal se
vuelva insostenible. Sin embargo, tenemos que elaborar un mejor discurso, desde
nuestra lengua que es menor o marginal, evidentemente. Debemos lograr que
ésta ponga en jaque, verdaderamente, a la lengua mayor. Sólo así podrá
contrarrestarse un fenómeno tan despiadado, tan inhumano, como el feminicidio
que hoy por hoy tiene lugar en varios países de América Latina. Porque esta
guerra no puede ni debe ser eterna.
190
CAPITULO CUATRO. LA PROTECCIÓN DE LAS MUJERES A TRAVÉS DE
LOS TRATADOS INTERNACIONALES EN EL MARCO DE LA VIOLENCIA DE
GÉNERO.
Seara Vázquez, Modesto, Derecho internacional Público, Editorial Porrúa, México 2000.
328
191
aprobados por el Senado de la República y ratificados por el Presidente de la
República en cada uno de los casos que haya correspondido.
Los tratados, en general, son contratos entre Estados que generan derechos y
obligaciones, prestaciones y contraprestaciones entre éstos, y que cuando esta
prestación o contraprestación es incumplida se incurre en la violación del tratado y
por lo tanto se genera responsabilidad internacional y opera todo el mecanismo
que existe para dirimir este tipo de controversias entre estados. 329
192
Las Convenciones Internacionales, aunque no producen instrumentos jurídicos
vinculantes, generan compromisos políticos de primer orden, también acuerdos
mínimos de nivel universal que obligan a los Estados Parte política y jurídicamente
a cumplir con las disposiciones y planes de acción.
Art. 89: (De las facultades y obligaciones del Presidente) X. Dirigir la política
exterior y celebrar tratados internacionales, sometiéndolos a la aprobación del
Senado. En la condición de tal política, el titular del Poder Ejecutivo observará los
siguientes principios normativos: la autodeterminación de los pueblos, la no
intervención; la solución pacífica de controversias; la proscripción de la amenaza o
el uso de las fuerzas en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los
193
estados; la cooperación internacional para el desarrollo, y la lucha por la paz y la
seguridad internacionales.
Art. 76. (De las facultades exclusivas del Senado) I. Analizar la política exterior
desarrollada por el Ejecutivo Federal, con base en los informes anuales que el
Presidente de la República y el Secretario del despacho correspondiente rindan al
Congreso; además aprobar los tratados internacionales y las convenciones
diplomáticas que celebre el Ejecutivo de la Unión.
de las legislaciones locales con los instrumentos internacionales en materia de derechos humanos
de las mujeres, organizado por la Subsecretaría para Temas Globales de la Secretaría de
Relaciones Exteriores, el 29 de abril de 2004, en la Sala Magna de la Cancillería, en la Ciudad de
México.
194
“(…) los tratados internacionales se encuentran en un segundo plano
inmediatamente debajo de la Ley Fundamental y por encima del derecho federal
local. Esta interpretación del artículo 133 constitucional, deriva de que estos
compromisos internacionales son asumidos por el Estado mexicano en su
conjunto y comprometen a todas sus autoridades frente a la comunidad
internacional; por ello se explica que el Constituyente haya facultado al Presidente
de la República al suscribir los tratados internacionales en su calidad de jefe de
Estado y, de la misma manera, el Senado interviene como representante de la
voluntad de las entidades federativas y, por medio de su ratificación, obliga a sus
autoridades”334.
Dando por hecho esta aseveración, cuando los tratados internacionales han sido
celebrados y ratificados en los términos que la Constitución se presentan serios
problemas en la aplicación de los mismos. Es decir, el derecho internacional es el
encargado de regir la celebración, validez y ratificación de los tratados, pero es el
derecho interno el encomendado para designar que órgano del Estado tendrá
competencia para celebrar las normas emanadas de los mismos y para su
cumplimiento.
Pese a los intentos, no fue suficiente y por ello se realizó la Primera Conferencia
Mundial sobre la Condición Jurídica y Social de las Mujeres en la Ciudad de
México en 1975. Coincidió con el Año Internacional de la Mujer de las Naciones
Unidas y dio origen al mandato por el cual la Asamblea General proclamó al
período 1975-1985 como el Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer.
196
En la Declaración Política emanada de la Conferencia, los gobiernos subrayaron
que “las mujeres y hombres de todos los países deben tener iguales derechos y
deberes, y que incumbe a todos los Estados crear las condiciones necesarias para
que aquéllas los alcancen y puedan ejercerlos, ya que la utilización insuficiente del
potencial de aproximadamente la mitad de la población mundial es un grave
obstáculo para el desarrollo económico y social”336.
Por ello, el Plan de Acción Mundial identificó tres objetivos básicos que debían ser
alcanzados en el período 1975-1980:
hombres y no estaba enfocada hacia las mujeres, muchas generaciones de mujeres feministas en
el mundo, entraron al debate.
197
El Plan de Acción incluyó metas que se centraban en garantizar el acceso
equitativo de las mujeres a recursos como la educación, las oportunidades de
empleo, la participación política, los servicios de salud, la vivienda, la nutrición y la
planificación familiar. Los compromisos se refirieron a todos los aspectos de la
vida social; no sólo a los públicos sino también a los relacionados con la
necesidad de transformar las funciones y papeles asignados a cada sexo dentro
de la familia y la comunidad338.
Con objeto de permitir a las mujeres una participación igualitaria en todas las
actividades sociales y evitar su discriminación, debían elaborarse programas que
vincularan sus diferentes papeles como ciudadanas, trabajadoras y madres en los
espacios políticos, laborales y familiares. Para el logro de estos objetivos, los
Estados se comprometieron a reformar sus leyes y a establecer servicios para
aliviar las cargas domésticas.
Ibidm p. 56
339
198
Finalmente, de las conclusiones de la conferencia surgió la iniciativa de elaborar
una Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de contra las Mujeres
que constituye un instrumento jurídico internacional para la promoción de los
derechos de las mujeres.
que era más que evidente la necesidad de la adopción inmediata para poder accionar en el caso
emblemático de violencia contra la mujer en México: el feminicidio de Ciudad Juárez
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres y su
341
Ibíd., p.38
342
200
significa un colapso en la participación de la mujer en todos los aspectos de la vida
cotidiana, lo que dificulta el avance de las sociedades.
El artículo 5º en su inciso a), establece que los Estados Partes tomarán las
medidas apropiadas para modificar los patrones socioculturales de hombres y
mujeres, con miras a eliminar los prejuicios y las prácticas consuetudinarias y de
cualquier índole que estén basados en la idea de inferioridad o superioridad de
cualquiera de los sexos o estereotipadas de hombres y mujeres. Aquí se aclara,
que aparte de la garantía de una igualdad jurídica y la adaptación de medidas para
la promoción de una igualdad de facto, se necesitan todavía otras medidas para
lograr que la mujer goce de todos sus derechos, los cuales rompen con los
patrones sociales, tradicionales y culturales que esfuerzan los estereotipos de una
inferioridad de la mujer. Esta modificación de estereotipos también es necesaria
para erradicar la violencia contra la mujer, porque constituyen una violencia contra
la integridad física y mental de las mujeres. Los estereotipos de inferioridad de la
mujer contribuyen también a la explotación comercial y la difusión de las mujeres
como objeto sexual, antes que como persona.343
Ibíd. , p. 11
343
201
El PF sirve para que las personas puedan dirigirse directamente al Comité si es
que los Estados Partes no hacen caso de sus peticiones, es por ello, que
expresamente señalan que sólo cuando los recursos jurídicos nacionales se
agoten o que por alguna razón no se cumplan, entrará en acción el Comité. Es
medular porque significa un medio para interpretar los artículos enunciados en la
Convención y detallar las medidas que deberían ser adoptadas para implementar
medidas en circunstancias individuales.
Los procedimientos del PF son importantes porque por medio de ellos, las
víctimas son protegidas por el organismo internacional mientras el proceso está en
ciernes.
202
Cuando el gobierno mexicano signó y ratificó la Convención, reconoció que cada
mujer mexicana tiene derecho a exigir la garantía de sus derechos, y dentro de
esos derechos se encuentra la justicia.
La CEDAW es una instancia que fue creada a partir de las necesidades de las
mujeres de todo el mundo, y cito a Celia Aguilar, quien en la presentación del foro
de Vivir y Morir en Ciudad Juárez, detalla del por qué la CEDAW es absolutamente
necesaria para resolver los casos de Juárez: “…dada que la especificidad de la
violencia dirigida hacia las mujeres en un contexto tan adverso como es Ciudad
203
Juárez, la CEDAW y su protocolo son idóneos, por su enfoque de derechos y por
su perspectiva integral, pues no únicamente nos dirige hacia la incidencia en los
procesos de denuncia y de impartición de justicia, sino que nos da la clave para
visualizar e identificar la violación de otros derechos que generan y facilitan las
condiciones para el feminicidio”. 344
Vivir y Morir en Ciudad Juárez, Compendio de ponencia de foro organizado por el PIEM y el
344
204
de la Comisión Interamericana de Mujeres y por la Asamblea General de la
Organización de los Estados Americanos (OEA) el 9 de junio de 1994 en Belem
Do Para, Brasil. México la adoptó la misma fecha y la ratificó hasta el 12 de
noviembre de 1996, entrando en vigor el 12 de diciembre de 1998.
Afirma también, que la violencia contra las mujeres rebasa los sectores de la
sociedad, independientemente de su clase, raza o grupo étnico, nivel de ingresos,
cultura, nivel educacional, edad o religión. Por ello, aceptan que la eliminación de
la violencia contra las mujeres es necesaria para el desarrollo individual y social en
todas las esferas de su vida, cabe señalar que es indispensable para el desarrollo
de los pueblos y del mundo. Las posiciones del preámbulo son trascendentes en
la medida que representan la línea a seguir por los Estados Partes en el contenido
mismo de la Convención.
Ídem
347
206
los Derechos Civiles a la Mujer (Bogotá, Colombia, 1948), Convención
Interamericana sobre la Concesión de los Derechos Políticos a la Mujer (Bogotá,
Colombia, 1948) y la más reciente que englobó todo lo avanzado en las anteriores;
Convención Belem do Pará, en Brasil, 1994. Así pues, la CIM fue encargada de
promover en el ámbito regional la iniciativa de un proyecto que tuviera como
objetivo principal regular entre los Estados Partes la violencia basada en el
género.
c. que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, donde quiera
que ocurra.
207
con el lugar en que se comete el acto de violencia, la persona que lo somete y las
manifestaciones posibles de esa violencia. Pero además de expresar las distintas
formas de violencia, establece que la violencia podrá darse tanto en el ámbito
privado como en el público y ser ejercido por distintas personas o instancias,
incluyendo al Estado y sus agentes. Es interesante porque visibiliza la violencia
contra las mujeres en el espacio público y privado, circunstancia por la que se ha
trabajado mucho, pues algunos sectores aún consideran que la violencia en el
espacio privado no es responsabilidad del Estado, sino sólo de los integrantes de
la familia. Por otro lado, las mujeres de países como Guatemala que apenas están
saliendo de un periodo de guerra, podrán utilizar este artículo con relación a que
han sido violadas, maltratadas y asesinadas por militares y hombres
pertenecientes al gobierno.
Convenientemente, el artículo 3 señala que toda mujer tiene derecho a una vida
libre de violencia, tanto en el ámbito publico como en el privado. Refrenda lo
mencionado anteriormente.
208
e. el derecho a que se respete la dignidad inherente a su persona y que se
proteja a su familia;
El artículo 5 afirma que toda mujer podrá ejercer libre y plenamente sus derechos
civiles, políticos, económicos, sociales y culturales y contará con la total protección
de esos derechos consagrados en los instrumentos regionales e internacionales
sobre derechos humanos. Los Estados Partes reconocen que la violencia contra la
mujer impide y anula el ejercicio de esos derechos.
209
La justificación del seguimiento puntual de cada artículo de ésta Convención es
porque como mencioné anteriormente, es que la misma está dedicada
exclusivamente a la violencia contra las mujeres, por ello, representa un hito en la
materia.
210
d. adoptar medidas jurídicas para conminar al agresor a abstenerse de
hostigar, intimidar, amenazar, dañar o poner en peligro la vida de la mujer
de cualquier forma que atente contra su integridad o perjudique su
propiedad;
211
Empero, este apartado se enfrenta a muchos obstáculos básicamente en los
países latinoamericanos, muchos de los cuales fundamentalmente en los espacios
rurales asumen la inferioridad de las mujeres como parte de su cultura.
el caso que atañe a esta investigación: los asesinatos en Ciudad Juárez, puesto que en el apartado
c, e y f, se comprometió a fomentar la educación y capacitación del personal en la administración
de justicia, policial y demás funcionarios encargados de la aplicación de la ley, así como del
personal a cuyo cargo esté la aplicación de políticas de prevención, sanción y eliminación de la
violencia contra la mujer. Además de fomentar y apoyar programas de educación gubernamentales
y del sector privado destinados a concienciar al público sobre los problemas relacionados con la
violencia contra las mujeres, los recursos legas y la reparación que corresponda; no obstante,
como observamos en el capítulo 1, el gobierno juarense no cumple con esta disposición y el
gobierno federal tampoco, a pesar de que la Comisión Especial presidida por Guadalupe Morfín,
dependiente de la Secretaría de Gobernación ha mostrado avances, son menores en relación con
la indiferencia de la mayoría de las autoridades.
212
Aunque la Convención Belem do Para no tiene un protocolo facultativo como la
CEDAW350este artículo permite que tanto la sociedad civil como las
organizaciones no gubernamentales puedan incorporar sus denuncias a la OEA
mediante la Convención Belem do Pará, sin limitar si el caso pasó anteriormente
por la legislación local o no, inclusive las condiciones son más flexibles en cuánto
a que cualquier acción que contravenga el artículo 7 puede ser objeto de
notificación.
Hasta cierto punto esto es algo inédito, ya que aunque otros instrumentos internacionales
351
defienden los derechos de las mujeres, en Beijing el concepto de perspectiva de género ya había
sido aceptado y difundido por distintos gobiernos y organizaciones no gubernamentales del mundo.
214
En el Capítulo I, se consagra la declaración de objetivos, que son necesarios para
tener claro a que se comprometen los gobiernos, así como marcar las diferencias
con otros instrumentos internacionales. Los numeramos a continuación 352
216
Es de llamar la atención, que desde su preámbulo y en la declaración de objetivos,
se intenta crear un vínculo mayor con las organizaciones no gubernamentales,
ofreciendo diversos mecanismos y siendo incluyente en el tipo de organizaciones
que pueden participar en el avance de las mujeres fomentando investigaciones y
proyectos con este objetivo.
Considero de suma importancia que al igual que en los otros instrumentos, se le dé paso al
353
espacio público y privado como sujeción de norma, ya que el límite en el que el Estado debe
intervenir en la violencia contra las mujeres es un debate actual. Incluso en el apartado 117, la
Plataforma señala con gran preocupación que la mayoría de los abusos cometidos contra las
mujeres y las niñas son en su hogar.
217
mujeres no cuentan con recursos suficientes para lograr su bienestar, en este
sentido, la Plataforma sugiere que existan refugios gratuitos o de bajo costo para
contrarrestar este problema.
En el apartado 118 se señalan las barreras culturales que hacen pasar la violación
de los derechos fundamentales de las mujeres como algo adscrito a la cultura.
Cito: “la violencia contra la mujer se ve agravada por presiones sociales, como la
vergüenza de denunciar ciertos actos; la falta de acceso de la mujer a información,
asistencia letrada o protección jurídica; la falta de leyes que prohíban
efectivamente la violencia contra la mujer”354
La Plataforma refleja los tiempos políticos en que fue firmada, 1995 fue un año en
que muchos países tenían ya un régimen democrático y por lo tanto, estaban
concientes de la importancia de signar acuerdos internacionales y dar apertura a
un tema de relevancia como el género. Observemos el siguiente apartado: La
adopción de un enfoque integral y multidisciplinario que permita abordar la
complicada tarea de crear familias, comunidades, Estados libres de violencia
contra la mujer es no sólo una necesidad sino una posibilidad real. La igualdad, la
colaboración entre mujeres y el respeto de la dignidad humana deben permear
todos los estadios del proceso de socialización355
Ídem
355
218
Se reconoce que a través de movilizaciones, las relaciones entre mujeres y
hombres pueden ser benéficas y alejarse de la violencia, sin embargo, considero
que hace falta una escisión aclarando los problemas a los que se enfrentan los
países sin recursos, que al no contar con las suficientes investigaciones ni
documentación, es muy complicado que modifique conductas en sus sociedades.
En el apartado 122 resalta el lastre que representa la trata de mujeres y niñas para
el comercio sexual, y es representativo que a través de la Declaración se solicite a
la Relatora Especial de la Comisión de Derechos Humanos sobre la Violencia
contra la Mujer en turno que aborde en calidad de urgente el tema de trata
internacional de mujeres. Muchas mujeres en el mundo, padecen de embarazo
prematuro por estas razones, además de una gama de enfermedades de
transmisión sexual y VIH/SIDA. Considero que los efectos mencionados son el
producto de la larga cadena de pobreza, exclusión, desigualdad y una serie de
elementos que hemos atendido en legislaciones anteriores.
A continuación, citaré las medidas que se acordaron adoptar con el fin de prevenir
y eliminar la violencia contra las mujeres, de manera textual podremos
comprender más adelante con exactitud de que manera el gobierno mexicano a
contravenido o no sus compromisos internacionales.
219
a) Condenar la violencia contra la mujer y abstenerse de invocar ninguna
costumbre, tradición o consideración de carácter religioso para eludir las
obligaciones con respecto a su eliminación que figuran en la Declaración
sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer;
220
programas destinados a desarrollar los conocimientos y propiciar la
comprensión de las causas, las consecuencias y los mecanismos de la
violencia contra la mujer
221
Finalmente, la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia es incluyente pues
las medidas que se han de adoptar no se marcan exclusivamente para los
Estados, sino también para las organizaciones populares, las organizaciones no
gubernamentales, las instituciones de enseñanza, los sectores público y privado,
medios de comunicación, empleadores, sindicatos principalmente, lo que
constituye una fuerza pero al mismo tiempo, debilidad de la Plataforma de Acción,
puesto que abre demasiado las opciones sin descargar compromisos concretos
hacia los gobiernos de los Estados; esta laguna se puede aprovechar por los
gobiernos que no quieran cumplir las disposiciones deslindándose de la limitación
de las mismas.
222
Constitución, es el Ejecutivo quien dirige la política exterior. Por ello, está obligado
a cumplir con los tratados y hacer efectivas las recomendaciones del exterior.
A esto me refiero porque como hemos visto, la creación de una serie de instancias
en el caso del feminicidio se debe a la presión de organismos internacionales
sobre la materia. Sin dejar de lado el creciente trabajo de las Organizaciones No
Gubernamentales de nuestro país.
En el caso del feminicidio en Ciudad Juárez, ante las demandas de las madres y
familiares de víctimas y de las recomendaciones internacionales que hemos ya
visto, el gobierno foxista se vio obligado a crear la Comisión para Prevenir y
Erradicar la Violencia contra las Mujeres en Ciudad Juárez (CPEVMCJ) como
órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación el 18 de febrero de
2004.356
De acuerdo con el decreto por el que se creó, la CPEVMCJ tiene por objeto, 358 de
manera general, la promoción de los derechos humanos de las mujeres, la
coordinación entre las diversas instancias encargadas de velar por los derechos
humanos de las mujeres, la reconstrucción del tejido social y la sistematización de
Fue decretada como órgano administrativo luego de haber sido durante tres meses una
357
223
la información sobre las condiciones políticas, jurídicas, económicas, sociales y
culturales que han dado lugar a la violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez,
Chihuahua.
Informe de gestión, noviembre 2003- abril 2004, Comisión para Prevenir y Erradicar la Violencia
359
ciudad, en un contexto en el que la cultura constituya un elemento central para fortalecer el tejido
social, abatir las discriminaciones, la xenofobia y la intolerancia, con un plan de trabajo que abarca,
entre otros objetivos, la construcción de una macro biblioteca, la realización de las Jornadas del
Pacto por la cultura en Juárez, talleres de narrativa y creación literaria y otras acciones para
impulsar la creación del instituto Municipal del Arte y las Culturas de Juárez
224
Es importante señalar, que la prevención de la violencia es una tarea por demás
imposible si no hay correlación con las autoridades encargadas de brindar
seguridad y justicia a las mujeres.
http://www.segob.mx
363
225
autoridad tan necesaria para la creación de nuevas mentalidades basadas en la
equidad entre los géneros.
“... Guadalupe Morfín, expuso que Ciudad Juárez padece una situación de difícil
"gobernabilidad" que se ha agravado con la presencia del narcotráfico y la
implicación de funcionarios públicos. En el estado de Chihuahua, la policía brinda
protección a bandas criminales, y apuntó que los asesinatos de mujeres estarían
implicados agresores sexuales de la ciudad de El Paso, Texas. Igualmente, señaló
que funcionarios de la policía judicial del estado estarían involucrados en los
asesinatos...”364
http://www.rebelion.org/mujer/040609maya.htm
364
226
complicado ya que la indiferencia es continua, aunado a las continuas denuncias
de Morfín por la corrupción de las autoridades estatales, provoca en la realidad
una lejanía que no refleja la intención de diálogo expuesta ante los medios.
227
Secretará de Desarrollo Social (SEDESOL)
Tal vez por esa razón, el presidente Vicente Fox fue cuestionado en diversas
partes del mundo por los asesinatos de mujeres que están aún sin resolver.
Veremos a continuación algunos casos:
228
The New York Times cuestionó el hecho de que esta historia de crímenes tiene ya
más de una década y de que ahora se busque minimizar los hechos. El Presidente
mexicano, Vicente Fox, acusó a los medios de comunicación de reavivar la historia
de 12 años de asesinatos de mujeres, reduciendo al mínimo las tragedias, vistas
entre los peores crímenes nacionales”, destaca el influyente diario
norteamericano. http://www.cimacnoticias.com/noticias/05jun/05060109.html
229
Para el 21 de junio, 32 miembros de la Cámara de Representantes de Estados
Unidos, solicitaron al presidente Vicente Fox investigar a fondo para esclarecer los
crímenes contra mujeres en Ciudad Juárez y que el procurador General de la
República asuma la responsabilidad de todas las indagaciones. Queda la llamada
de atención en un documento entregado en Washington que consta a la letra:
"Nos dirigimos a usted para expresarle nuestra profunda preocupación acerca del
estado actual de la investigación en torno a las más de trescientos homicidios
contra mujeres”. “Le urgimos a emprender una investigación federal en donde el
Procurador General de la República asuma la responsabilidad de todas las
investigaciones relativas a los asesinatos contra mujeres"
http://www.cimacnoticias.com/noticias/02jul/02070207.html
Éstos son sólo algunos ejemplos, ya que en muchas visitas de Estado del
presidente a América Latina y España diversas Organizaciones No
Gubernamentales se manifestaron en contra de la indiferencia y de la falta de
solución a los asesinatos, sin contar la reprobación de organismos internacionales.
230
existencia de la Comisión Especial para dar avance de las investigaciones en
torno al caso de homicidios de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Anteriormente, en la legislatura LVIII existía ya una Comisión Especial para Conocer y Dar
365
Cabe señalar que el Senado tiene su propia base de datos de mujeres asesinadas hasta 2004,
367
mismas que sumaban, (incluyendo osamentas no identificadas y basándose en datos del Instituto
Chihuahuese de la Mujer, Amnistía Internacional, Comisión Mexicana para la Promoción de los
Derechos Humanos, Grupo 8 de Marzo, Centro de Información de Mujeres, AC, Prensa en general,
Procuraduría General de la República y Procuraduría General de Justicia del Estado de
Chihuahua) 548 mujeres asesinadas.
Carpeta de Documentos, entregado de la Comisión Especial de Senadores, a la Cámara de
368
232
Humanos de la Cancillería370. Se refiere que durante la reunión, se explicó la
estrategia de transparencia que tiene la delegación de México sobre este tema en
la Comisión de Derechos Humanos.
En fin, una serie de exhortos, de puntos de acuerdo que han sido escuchados
recatadamente por las autoridades federales. A pesar de la apertura del canal de
comunicación permanente con diversas instancias, y del resultado que significa
fortalecer las relaciones interinstitucionales, desafortunadamente, el resultado no
se ve muy claro, es Comisión ha impulsado una serie de seminarios taller con
organizaciones no gubernamentales, autoridades federales, organizaciones
civiles, organizaciones empresariales, para sensibilizar a los diversos sectores de
la población con relación a los instrumentos internacionales para combatir la
violencia contra las mujeres.
233
Por la diversidad de los foros, el trabajo legislativo es plural, actualmente, la
Comisión trabaja una Ley contra la Violencia que procurará reflejar lo trabajado
este tiempo.
En su Primer Informe de Actividades371 afirma que las líneas con las que pretende
investigar son:
Acciones parlamentarias.
Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios
en la República Mexicana y a la Procuración de Justicia Vinculada, LIX Legislatura, Cámara de
Diputados, México 2004
234
Acciones Parlamentarias
Ibíd. p. 24
372
235
país comienza a visualizar la importancia de conocer exactamente el número de
asesinatos al interior del país.
Otros estados han pedido ser incluidos en la investigación, la misma, puede ser un
hito sobre la violencia feminicida en nuestro país. Actualmente, se encuentra en
ciernes y aún no se publica oficialmente, pero habrá de darle seguimiento.
Ibíd. p. 49
373
236
4.5.5 DIÁLOGO INTERNACIONAL INTERPARLAMENTARIO
El evento se realizó en tres países con diferente nivel de desarrollo, pero una
cultura con raíces similares: México, Guatemala, España. Por otro lado, estos
países, tienen que ver con otras coordenadas que son la democracia, el desarrollo
Versión Preliminar.
237
y la paz, se eligieron porque sus procesos democráticos están en momentos
diferentes de consolidación y de construcción.
238
consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad,
respeto y capacidad de decisión”376.
La Ley tiene por objeto actuar contra la violencia que, como manifestación de la
discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los
hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o
hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por
relaciones similares de afectividad, aún sin convivencia 377.
Es cierto que en las condiciones de España son muy distintas, existe un patente
proceso de paz, desarrollo y democracia. Los asesinatos de mujeres no se dan
por paramilitares, bandas delictivas, maras, policías, no hay mujeres asesinadas
por estar bailando en un antro, no hay mujeres asesinadas en predios baldíos,
porque la sociedad española ha vivido procesos de desarrollo y construcción de
espacios de seguridad pública. Pero en donde no están muy seguras es en su
casa. Su trabajo no está ligado a la pérdida de la vida. No hay maquilas, no hay
fenómenos de fronteras. Pero las mujeres siguen perdiendo la vida.
Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Madrid, España,
376
28 de diciembre de 2004
Ibíd., p. 7
377
239
la publicidad378; el educativo; el sanitario; así como el derecho a la información; a
la asistencia social integral y a la asistencia jurídica gratuita. Regula los derechos
laborales y prestaciones de la Seguridad Social, los derechos de las funcionarias
públicas y los derechos económicos en el marco de las mujeres violentadas.
En cuánto a las penas, vale la pena destacar que se modificó el Código Penal
para condenar “si la víctima fuere o hubiere sido esposa, o mujer que estuviere o
hubiere estado ligada al autor por una análoga relación de afectividad, aún sin
convivencia”.
Esta Ley fue lucha de diversos movimientos feministas, ya que el 60% de las
mujeres españolas asesinadas, habían levantado una denuncia en la mayoría de
los casos fue aminorada y los jueces regresaron a las víctimas con sus agresores.
salvaguarda de la igualdad entre hombre y mujer, evitando toda discriminación entre ellos. La
difusión de informaciones relativas a la violencia sobre la mujer garantizará con la correspondiente
objetividad informativa, la defensa de los derechos humanos, la libertad y dignidad de las mujeres
víctimas de violencia y de sus hijos. En particular, se tendrá especial cuidado en el tratamiento
gráfico de las informaciones” Ibíd., p. 12
240
4.6 PODER JUDICIAL. PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA
Sin embargo, ante la creciente indiferencia y maltrato de las autoridades locales 379
la sociedad civil presionó a través de organizaciones no gubernamentales y
familiares de víctimas, y el Poder Legislativo para que el Ejecutivo instruyera al
Procurador Macedo de la Concha (en nuestro país, el Procurador General es
designado por el Ejecutivo) a crear una Fiscalía Especializada para investigar los
casos.
Chihuahua.
241
manejo de la escena del crimen y técnicas de entrevista e interrogatorio para el
personal de la fiscalía especializada.380
López Urbina repitió muchas veces la precisa cooperación entre el gobernador del
Estado y la procuradora de Justicia del estado. Aunque ante la prensa y diversos
actores sociales la Fiscalía fue acusada de insensibilidad y no gozó de mucha
credibilidad, mencionaremos las líneas más importantes de su investigación, dada
a conocer en de tres informes.
242
4.6.1 PROGRAMA DE ATENCIÓN A VÍCTIMAS.
Comenzó el proyecto de reparación del daño, que generó una gran polémica por
los criterios de repartición del dinero. El fondo económico está sujeto a ciertas
condiciones; solamente es sancionado por un juez competente, que haya
sentenciado a un presunto responsable382, pero la mayoría de los asesinos no han
sido ni capturados, lo que representa un grave problema. Por otro lado, muchas
mujeres están desaparecidas o sin identificar, así que, la división del dinero es
inequitativa.
acusada por organismos internacionales, por la sociedad civil y por las Cámaras del Senado y
Diputados, de no cumplir cabalmente su deber así como de intimidación y ocultamiento de
pruebas, la misma Fiscal reconoce que uno de los principales problemas antes de su llegada era la
contaminación absoluta de la escena del crimen… ¿cómo pedir credibilidad en cuánto a que la
Procuraduría del Estado es una fuente fidedigna?.
Entrevista con Micheel Salas, abogada de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos y
382
244
La fiscal especial, María López Urbina, contó con el apoyo y aprobación del Poder
Ejecutivo y Legislativo. A raíz de su denuncia, la fiscal se enfrentó a cantidad de
contradicciones en la prensa.
La lógica del consejo para entregar los recursos citados es la siguiente: "De
establecerse el mismo monto de auxilio económico para todos los casos de
homicidios de mujeres, el trabajo del consejo asesor puede circunscribirse a
realizar una operación aritmética que consista en dividir el monto del fondo
disponible entre el número de homicidios, o en su caso asignar a todos la misma
cantidad base que resulte de la cuantificación establecida en la ley, con
independencia de la capacidad del fondo"385.
de agosto de 2005
Garduño, Roberto, Méndez Enrique, La Jornada, Sociedad y Justicia, A mayor sufrimiento,
385
246
puesto que el feminicidio se ha extendido a toda la República, por lo tanto, la
nueva fiscalía, investigará los casos de violencia contra las mujeres en todo el
país.
Declaró que: Ciudad Juárez jamás ocupó el primer lugar de mujeres muertas
violentamente en el país. Encontramos que otros estados tienen igual o peor
grado de violencia.
247
producto de la violencia social existente en la frontera, ignorando las
investigaciones de otras instituciones como la Comisión para Prevenir la Violencia
presidida por Guadalupe Morfín.
248
CONCLUSIONES.
Por otro lado, el feminicidio es un concepto fronterizo, porque muestra los límites y
contornos de un sistema patriarcal-capitalista-neoliberal. El feminicidio, a la vez
que es la consecuencia de los valores intrínsecos de dicho sistema, encarna su
máxima contradicción, el quiebre del discurso hegemónico. En ese sentido, deja
ver las dos caras de un sistema que se pronuncia por la apertura de las fronteras,
pero que no es capaz de reconocer y respetar las diferencias entre los seres
humanos, en ningún sentido.
249
En esta investigación se analizaron las distintas definiciones que se han dado
hasta la fecha, y se concluyó con una definición propia que intentó entender al
feminicidio en el espectro de todos los tipos de violencia en contra de las mujeres,
de tal suerte, que no las abarcara a todas, sino que señalara su especificidad. Por
lo tanto, decidimos referirnos al feminicidio siempre y cuando la violencia ejercida
contra una mujer haya llegado al extremo del asesinato de la misma. El feminicidio
entendido como un acto de poder, que implica toda una serie de recursos y la
implementación de una logística para llevar a cabo su cometido.
250
La guerra en contra de las mujeres se da justo a finales del siglo XX y principios
del XXI, en América Latina, porque el sistema patriarcal-capitalista-neoliberal, ha
propiciado un cambio de roles de género que debe de volver a ordenar, y para ello
declara la guerra. Por eso es que las mujeres fronterizas, es decir, las mujeres
jóvenes, migrantes, solas, trabajadoras de la maquila, se convierten en el blanco
de esta guerra.
No solamente porque son las más vulnerables, sino porque son ellas quienes
encarnan más que ninguna otra esas transformaciones, son ellas quienes por un
lado, son producto del sistema, pero por otro, se han salido de la raya y están
transgrediendo el orden prevaleciente; por haberse convertido en las cabezas de
sus familias, por haber dejado su rol de mujer tradicional, aunque haya sido por
motivos de supervivencia. A ellas se suman las mujeres que denuncian, que
protestan, que no están dispuestas permanecer en silencio. Al sistema no le
importan los motivos, solamente el hecho de mandar un mensaje claro para crear
un clima de terror entre las mujeres, y así, hacer imposible el ejercicio de su
libertad.
Por último, se llegó a la conclusión de que para dejar de ser víctimas, las mujeres
deben constituirse en el nuevo sujeto femenino y así, contrarrestar el fenómeno,
es decir, hacerle frente a la guerra. Como las mujeres víctimas del feminicidio no
pueden ya hacerlo, las mujeres concientes de su situación, solidarias, deben dar la
cara por ellas; es decir, usar su propio cuerpo y ejercer una labor de traducción,
hablar por todas aquellas que ya no están. Es en el cuerpo en donde se evidencia
la violación a los derechos humanos, por lo tanto, éste tiene un papel primordial
251
para elaborar un discurso que muestre las fallas, los quiebres del discurso
dominante que enarbola, justamente, la bandera de los derechos humanos.
Las mujeres, con su cuerpo, pero también con su lengua, muestran, lo mismo en
las calles, que en los medios de comunicación, que en las cortes internacionales la
decadencia de un sistema que atenta contra la vida de seres humanos. Sólo así,
puede constituirse en este nuevo sujeto, entendido como portador consciente de
una nueva experiencia. Por lo tanto, ser sujeto no quiere decir reproducir la visión
falocéntrica del sujeto dominante, al contrario, es una experiencia que no se agota
en la dicotomía sujeto objeto, sino que adquiere importancia en la medida en que
sea transmitida colectivamente.
Para ello, se tendrán que utilizar las herramientas del propio sistema, sobre todo,
el discurso en favor de los derechos humanos. Precisamente, por ser el sector
más vulnerable, serán las mujeres tendrán quienes tengan la tarea de derribar al
sistema, pero eso sólo será posible con su propio discurso y a partir de sus
argumentos. Evidenciar las contradicciones, mostrar los quiebres, hacer que la
lengua menor, la de las deslenguadas, la de las sin voz, se cuele por los
intersticios del discurso dominante. La historia demuestra que los sistemas caen
cuando es su propio discurso el que ya no se sostiene. Las mujeres contribuirán a
esa decadencia; por un asunto de supervivencia, pero también a partir de la toma
de conciencia de una realidad que debe ser transformada.
252
vacante que dejan las mujeres?, ¿la historia sin fin del chivo expiatorio o la
cobardía repugnante de la falta de responsabilidad humana ante sus actos?
253
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M O V I M I E N T O
C I U D A D A N O
Tarea Editorial
1ª Edición Noviembre del 2011.
2da Impresión Diciembre del 2015.
DISTRIBUCIÓN GRATUITA, PROHIBIDA SU VENTA.
Esta impresión consta de 260 ejemplares más sobrantes y fueron impresos por: Art Of
Publicity de México, S.A. de C.V., en Avenida Tonantzin No. 1050, Colonia Jardines del
Bosque, C.P. 44520, Guadalajara, Jalisco. La edición estuvo al cuidado de la Tesorería
Nacional de Movimiento Ciudadano, Partido Político Nacional.