Resumen de Misericordia et misera.
1. Jesús y la adúltera. Jesús y la pecadora. La experiencia
de la misericordia permite mirar y vivir de otra manera.
2. El perdón es el signo más visible del amor del Padre.
3. La misericordia es fuente de alegría. Necesaria en la
cultura actual (tristeza y soledad).
4. Acción de gracias por el Año Santo.
5. Necesidad de continuar la “conversión pastoral” desde
la misericordia. Celebrar la misericordia en la liturgia (la
misericordia en los sacramentos de la eucaristía, la
reconciliación y la unción de los enfermos).
6. Escucha de la Palabra de Dios. La misericordia en la
liturgia de la Palabra. La homilía.
7. La Biblia. Narra la misericordia de Dios. Ternura y
cercanía de Dios a pesar de la infidelidad del pueblo.
Celebrar la Palabra de Dios como fuente de misericordia,
para que se conozca y difunda. Domingo dedicado a la
Palabra de Dios.
8. Sacramento de la Reconciliación. En él sentimos el
abrazo del Padre. Nosotros también estamos llamados a
perdonar.
9. Misioneros de la misericordia. Prolongación de este
ministerio.
10. Sacerdotes. Preparación esmerada para la confesión.
Acogedores, testigos, solícitos, claros, disponibles,
prudentes, generosos. Corazón magnánimo.
11. Con vistas a este ministerio nosotros hemos sido los
primeros perdonados. No quedarse solamente en la ley.
Necesidad de sacerdotes que pongan su vida al servicio del
ministerio de la reconciliación. “24 horas para el Señor.”
12. Concesión de la facultad de absolver a quienes hayan
procurado el pecado de aborto a todos los sacerdotes.
Recepción válida y lícita de la absolución sacramental
dada por los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X.
13. Consolación. Cercanía y afecto con los que sufren.
Dios nunca permanece distante. Los gestos de consuelo
hacen cercano a Dios. También el silencio pertenece al
lenguaje de la consolación.
14. Consuelo para las familias. Aún en la crisis actual, se
destaca la belleza y grandeza de la familia. Reconocer la
complejidad de la realidad familiar actual, mirar desde el
amor, sin cansarse de acoger y acompañar. Llamado,
especialmente a los sacerdotes, al discernimiento para
acoger.
15. La muerte. En la cultura actual se la banaliza o
esconde. Afrontarla como un paso doloroso pero ineludible
y lleno de sentido. Que la acción pastoral, los signos
litúrgicos y las oraciones sean expresión de la misericordia
del Señor. Importancia de la presencia del sacerdote en
estos momentos.
16. La puerta de la misericordia de nuestro corazón
permanece siempre abierta, de par en par. Imitar a Dios
inclinándonos hacia los hermanos. Situados en la vía de la
caridad: encuentro con los hermanos que extienden su
mano y se la aferren y poder así caminar juntos. Querer
acercarse a Jesús implica hacerse prójimo de los hermanos.
La misericordia, por su misma naturaleza se hace visible.
Una vez experimentada, crece. Renueva y redime porque
es el encuentro de dos corazones: el de Dios que sale al
encuentro y el del hombre. Soy amado, luego existo.
17. Agradecimiento por tantos signos de bondad que,
aunque silenciosos o desconocidos, hay en el mundo, y por
las personas que encarnan la caridad.
18. Dejar paso a la fantasía de la misericordia para dar vida
a tantas iniciativas nuevas fruto de la gracia. Las obras
de misericordia siguen haciendo visible la bondad de Dios.
Muestran la incidencia importante y positiva de la
misericordia como valor social. Mueve a restituir la
dignidad a millones de personas, nuestros hermanos y
hermanas.
19. El mundo sigue generando nuevas formas de pobreza
espiritual y material, por lo que la Iglesia debe descubrir
nuevas obras de misericordia y realizarlas con
generosidad y entusiasmo. Necesidad de la acción
misericordiosa de los cristianos, por medio de la vigilancia
y la solidaridad. El carácter social de la misericordia obliga
a no quedarse inmóviles, a desterrar la indiferencia y la
hipocresía.
20. Llamado a hacer que crezca una cultura de la
misericordia, basada en el redescubrimiento del encuentro
con los demás. Las obras de misericordia son artesanales,
tocan todos los aspectos de la vida de una persona.
Podemos llevar a cabo una revolución cultural a partir de
la simplicidad de esos gestos que saben tocar la vida de las
personas. No hay excusas que puedan justificar una falta
de compromiso cuando sabemos que Jesús se ha
identificado con los pobres.
La cultura de la misericordia se va plasmando con la
oración, la apertura al ES, la familiaridad con la vida de
los santos y la cercanía concreta a los pobres. No podemos
olvidarnos de los pobres, invitación que se impone en
razón de su evidencia evangélica.
21. No guardar lo que hemos experimentado durante el
Jubileo. ESTE ES EL TIEMPO DE LA MISERICORDIA.
Institución de la Jornada mundial de los pobres, una
genuina forma de nueva evangelización.