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El cloruro de hidrógeno es un ácido monoprótico, lo que significa que sólo puede liberar
un ion H+ (un protón). En soluciones acuosas, este ion se une a una molécula de agua
para dar un ion oxonio, H3O+:
El otro ion formado es Cl−, el ion cloruro. El ácido clorhídrico puede entonces ser usado
para preparar sales llamadas cloruros, como el cloruro de sodio. El ácido clorhídrico es
un ácido fuerte, ya que se disocia completamente en agua.
Los ácidos monopróticos tienen una constante de disociación ácida, Ka, que indica el
nivel de disociación en agua. Para ácidos fuertes como el HCl, el valor de Ka es alto. Al
agregar cloruros, como el NaCl, a una solución acuosa de HCl, el valor de pH
prácticamente no cambia, lo que indica que el ion Cl− es una base conjugada
notablemente débil, y que HCl está casi completamente disociado en soluciones
acuosas. Por lo tanto, para soluciones de ácido clorhídrico de concentración
relativamente altas, se puede asumir que la concentración de H+ es igual a la de HCl.
De los siete ácidos fuertes comunes en la química, todos ellos inorgánicos, el ácido
clorhídrico es el ácido monoprótico con menor tendencia a provocar reacciones redox
que puedan interferir con otras reacciones. Es uno de los ácidos fuertes menos
peligrosos de manipular; y a pesar de su acidez, produce el relativamente poco reactivo
y no tóxico ion cloruro. Sus soluciones de concentraciones intermedias son bastante
estables (hasta 6 M), manteniendo sus concentraciones con el paso del tiempo. Estos
atributos, sumados al hecho de que se encuentra disponible como un reactivo puro, lo
hacen un excelente reactivo acidificante, y valorante ácido (para determinar la cantidad
de base en una volumetría). Es comúnmente utilizado en el análisis químico y para
digerir muestras para análisis. Soluciones concentradas de este ácido pueden utilizarse
para disolver algunos metales (metales activos), formando cloruros metálicos oxidados
e hidrógeno gas.
Propiedades físicas
Las propiedades físicas del ácido clorhídrico, tales como puntos de fusión y ebullición,
densidad, y pH dependen de la concentración o molaridad de HCl en la solución ácida.
Presión
Conc. Calor Punto
de Punto de
Conc. (m/m) (m/v) Densidad Molaridad Viscosidad específico de
pH vapor ebullición
c : kg HCl/kg c: ρ : kg/l M η : mPa·s s: fusión
PHCl : b.p.
kg HCl/m³ kJ/(kg·K) m.p.
Pa
10 % 104,80 1,048 2,87 M −0,5 1,16 3,47 0,527 103 °C −18 °C
20 % 219,60 1,098 6,02 M −0,8 1,37 2,99 27,3 108 °C −59 °C
30 % 344,70 1,149 9,45 M −1,0 1,70 2,60 1.410 90 °C −52 °C
32 % 370,88 1,159 10,17 M −1,0 1,80 2,55 3.130 84 °C −43 °C
34 % 397,46 1,169 10,90 M −1,0 1,90 2,50 6.733 71 °C −36 °C
36 % 424,44 1,179 11,64 M −1,1 1,99 2,46 14.100 61 °C −30 °C
38 % 451,82 1,189 12,39 M −1,1 2,10 2,43 28.000 48 °C −26 °C
El ácido clorhídrico que se encuentra en el mercado suele tener una concentración del
38 % o del 25 %. Las disoluciones de una concentración de algo más del 40 % son
químicamente posibles, pero la tasa de evaporación en ellas es tan alta que se tienen que
tomar medidas de almacenamiento y manipulación extras. En el mercado es posible
adquirir soluciones para uso doméstico de una concentración de entre 10 % y 12 %,
utilizadas principalmente para la limpieza.
Aplicaciones
El ácido clorhídrico se utiliza sobre todo como ácido barato, fuerte y volátil. El uso más
conocido es el de desincrustante para eliminar residuos de caliza (carbonato cálcico:
CaCO3). En esta aplicación se transforma el carbonato cálcico en cloruro cálcico más
soluble y se liberan dióxido de carbono (CO2) y agua:
En metalúrgia a veces se utiliza para disolver la capa de óxido que recubre un metal,
previo a procesos como galvanizado, extrusión, u otras técnicas.
Efectos nocivos
El cloruro de hidrógeno es irritante y corrosivo para cualquier tejido con el que tenga
contacto. La exposición breve a bajos niveles produce irritación de la garganta. La
exposición a niveles más altos puede producir respiración jadeante, estrechamiento de
los bronquiolos, coloración azul de la piel, acumulación de líquido en los pulmones e
incluso la muerte. La exposición a niveles aún más altos puede producir hinchazón y
espasmos de la garganta y asfixia. Algunas personas pueden sufrir una reacción
inflamatoria al cloruro de hidrógeno. Esta condición es conocida como síndrome de
malfuncionamiento reactivo de las vías respiratorias (en inglés, RADS), que es un tipo
de asma causado por ciertas sustancias irritantes o corrosivas.
La mezcla del ácido con agentes oxidantes de uso común, como la lejía, también
llamada lavandina en algunas partes, (hipoclorito de sodio, NaClO) o permanganato de
potasio (KMnO4), produce el tóxico gas cloro.
Diversos mecanismos previenen el daño del epitelio del tracto digestivo por este ácido:
Cuando, por alguna razón, estos mecanismos fallan, se pueden producir pirosis o
úlceras. Existen drogas llamadas inhibidores de bombas de protones que previenen que
el cuerpo produzca exceso de ácido en el estómago, mientras que los antiácidos pueden
neutralizar el ácido existente.