Professional Documents
Culture Documents
I. AUTOR
II. BIOGRAFIA
PLATERO Y YO
LIRICO - NOVELA
RELATO POÉTICO
Prosa Poética
Autor (Dueño) Dueño del burro Era un niño cariñoso que cuidaba a los animales
PRINCIPAL
mimoso
Carbón Médico de Platero Grande como el buey, pío, rojo y pesa 11 kg
SECUNDAR
El ‘yo’ es un hombre que cuenta todas las historias, el narrador. Dice que es vestido de luto,
que tiene una barba nazarena y un breve sombrero negro. Nos cuenta que los chiquillos
gitanos siempre gritan ‘El loco’ cuando pasea con su burro Platero. Entonces, debe mirar un
poco extraño. En un capítulo menciona que no le gusta hacer fiesta todo el tiempo – como
otros del pueblo. Platero y él están a veces un poco separados.
Su compañero es el burro suyo. ¿Sabéis que es un platero? No es solo un nombre para un
burro. Todo el mundo en Andalucía que tiene un poco campo tiene junto con caballos algunos
burros. El burro se utiliza para otras cosas que un caballo, y no tiene que cuidarse mucho de
él. Se utiliza el burro para transportar carga o también niños que están demasiado cansados.
‘Platero’ es la expresión general por ciertos burros, los burros de plata.
El narrador puede decir todo al Platero, le puede decir todos los sentimientos. Cuando está
con Platero está solo porque no hay otro hombre allá. Aún puede hablar con alguien. Y esto es
lo que le gusta más, pienso.
VIII. FORMA DE COMPOSICIÓN
Narrativa, descriptiva
HECHOS IDEAS
Cuando llaman a Platero dulcemente y Como un animal puede hacer caso al llamado
el hace caso al llamado de una persona que lo quiere
X. TEMA
Esta obra trata de dos Amigos el autor en este caso el dueño del burrillo y Platero, el burrillo,
los cuales se querían mucho.
Eran dos buenos amigos vivían muchas aventuras juntos, se cuidaban uno del otro. Platero
era un burro pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera que parecía de algodón, delicado
y que pareciera que no tuviera huesos solo los espejos de azabache de sus ojos eran duras
cual dos escarabajos de cristal negro le gusta ir al campo y acariciar tibiamente con su hocico
las florecillas del prado. Le gustaban las naranjas, mandarinas, uvas e higos morados, con su
cristalina gota de miel.
Era tierno y mimoso como una niña o un niño; jugábamos siempre los dos y el resto de
nuestros amigos.
Un día encontré a Platero echado en su cama de paja, blandos los ojos y tristes fui a él lo
acaricié hablándole, quise que se levantara. El pobre no podía entonces mandé a llamar a su
médico, el viejo Carbón, el cual no sabía cómo explicarme que Platero estaba muy mal.
XII. MENSAJE
PLATERO Y YO
ALUMNO
DATOS: