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Un retiro espiritual llega a ser necesario en nuestro tiempo. Vivimos vidas agitadas
enclavadas en la rutina de nuestro diario vivir. Y aun cuando tenemos nuestros
sábados de reposo, el trabajo que realizamos en la iglesia y en pro de los demás llega
a ser abrumador y estresante.
Por eso, qué mejor que seguir el consejo de Jesús dado a sus discípulos: “Venid
vosotros aparte a un lugar desierto y descansad un poco”. Y “se fueron en la barca
aun lugar desierto, a solas” (Mt. 6:32). Jesús vio necesaria esta acción porque tanto
él como sus discípulos estaban tan comprometidos con la misión que no se daban
siquiera tiempo para ellos mismos (vers. 31).
Así que hoy en día realizamos retiros espirituales por estas razones:
CONSIDERACIONES PREVIAS
5. ¿Por qué un retiro y no otra actividad? Hazte esta pregunta para llevar
bien definido lo que quieres lograr.
II. Planea una caminata. No una caminata muy larga, pero que permita
a cada joven meditar por un momento. El ejercicio, como ninguna
otra actividad, estimula el pensamiento. Pide a los chicos que
NOTAS ADICIONALES
Una idea que puede funcionar, es que al llegar al lugar del retiro, se tenga un
responsable que se haga cargo de todos los celulares o dispositivos, y que esta
misma persona los custodie hasta finalizar el evento.
Pueden dejar un solo número, en este caso el del pastor o líder encargado, para que a
través de ese número los padres, amigos, familiares, etc., se comuniquen. Lo que se
haga que quede a criterio de los organizadores, pero siempre debe buscarse lograr el
objetivo de lo que se programó.
PROPUESTA DE PROGRAMA
1. Arreglo personal
2. Alabanzas
3. Lectura de la Biblia grupal
4. Oración personal en un lugar apartado
5. Devocional
6. Desayuno
7. Actividad recreativa (si no es sábado), actividad espiritual
8. Sesión I
9. Comida
10. Descanso
11. Sesión II
12. Caminata de oración
13. Discusión grupal
14. Cena
15. Vespertina
16. Oración grupal
17. Descanso
Elaboro:
Ptr. Adán Cortés