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Semiología cutánea
D. Lipsker

En dermatología, como en las demás disciplinas médicas, el diagnóstico está basado en la anamnesis, la
exploración física y en ocasiones, algunas pruebas complementarias. Sin embargo, como la piel es
directamente accesible a la inspección y a la palpación, el número de enfermedades con signos cutáneos
es muy grande y, más que en otros casos, la exploración física desempeña un importante papel.
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Palabras Clave: Exploración física; Piel; Lesiones elementales; Colocación; Distribución; Morfología

Plan ■ Proceso diagnóstico


¶ Introducción 1 El estudio dermatológico debe realizarse con una buena
iluminación. Incluye la exploración de toda la piel, de las
¶ Proceso diagnóstico 1
faneras (pelo, uñas, dientes) y de las mucosas. Deben estable-
¶ Reconocer las lesiones elementales 2 cerse tres niveles de observación según el siguiente orden de
¿La lesión es palpable? 2 prioridad (Cuadros I y II) [2, 5-10]:
¿La superficie de la piel es normal? 6
• la distribución de las lesiones: domina el proceso diagnóstico,
¿La consistencia de la piel es normal? 6
el cual es distinto ante una erupción generalizada que el del
Lesiones intrincadas 7
una lesión única, independientemente de su colocación o de
¶ Otros signos 7 su naturaleza. A veces la distribución puede sugerir el meca-
¶ Signo funcional: prurito 7 nismo lesional (por ejemplo, fotodistribución);
¶ Conclusión 7 • la colocación de las lesiones entre ellas: en ocasiones es un
elemento determinante que, cuando es particular (por
ejemplo, linealidad, anularidad), con frecuencia es más
informativo que la naturaleza de las lesiones elementales. La
mayoría de las lesiones lineales están producidas por agentes
■ Introducción exógenos, conocidos o no por el paciente (por ejemplo,
fitofotodermatosis);
Aparte de algunas enfermedades raras que se manifiestan • la naturaleza y las características de la lesión o lesiones
exclusivamente con prurito, un signo funcional específico del elementales: son los elementos determinantes en todos los
aparato tegumentario, todas las enfermedades dermatológicas
casos donde la distribución y/o la colocación de las lesiones
presentan signos físicos. No obstante, los tipos de respuesta de
no son lo suficientemente discriminatorias para establecer de
la piel a las diferentes enfermedades y traumatismos que padece
entrada un diagnóstico. Las lesiones deben describirse
son limitados. Todas las afecciones que atañen a la piel se
entonces de la forma más precisa posible.
manifiestan con un número limitado de lesiones, definidas por
sus características como la consistencia, el tamaño, la forma, el Con frecuencia se subestima el papel esencial de la anamnesis
relieve o el color [1-3] . Estas modificaciones se denominan en los tratados de dermatología. En la anamnesis debe precisarse
lesiones elementales y se trata de las lesiones más sencillas que la fecha de inicio, la localización de las primeras lesiones, la
pueden producir las diversas afecciones cutáneas y gracias a las
cuales se pueden describir [3, 4] . Estas lesiones elementales
constituyen la terminología dermatológica sine qua non para Cuadro I.
describir una enfermedad cutánea. Para clasificar una lesión Elementos descriptivos de una dermatosis.
como elemental, dicha lesión debe poder identificarse fácil- Distribución de las lesiones
mente sin confundirla con otra. Sin embargo, la identificación
Colocación de las lesiones
exacta de las lesiones elementales y el inventario de todas las
lesiones presentes necesitan un ojo experimentado. La asocia- Identificación de la lesión elemental
ción de algunas lesiones elementales constituye verdaderos Color de la lesión
síndromes. No hay que olvidar que las lesiones cutáneas pueden Tamaño de la lesión
ser evolutivas y cambiar y que una misma enfermedad puede Forma, disposición y contorno de la lesión
presentar diferentes tipos de lesiones. Por ello, en la varicela, Profundidad de la lesión
por ejemplo, las lesiones elementales son vesiculosas, de Anomalías de la superficie
distribución cutaneomucosa, sin configuración importante, que
Consistencia de la lesión
progresan hacia la umbilicación y la formación de costras.

Tratado de Medicina 1
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Cuadro II.
Distribución, colocación y forma de las lesiones cutáneas.
Distribución (incluidos las mucosas, el cuero cabelludo y las uñas)
“ Puntos esenciales
Extensión - localizada (pliegues, palmas y plantas, glúteos,
superficie articular, regiones genitales, etc.) Para realizar un estudio dermatológico es esencial
- regional disponer de una buena iluminación.
- generalizada Se debe explorar toda la piel, las mucosas, el pelo y las
- universal
uñas.
Características - según una estructura anatómica o embriológica
En dermatología, la anamnesis es muy importante, incluso
(vaso, linfático, metámera, linea de Blaschko, etc.) si la exploración física permite en ocasiones establecer un
- fotodistributión (cara, escote, cara posterior diagnóstico inmediato. Como la piel es una barrera frente
de las manos y antebrazos) al entorno, las dermatosis de causa exógena son
- zonas expuestas (a los puntos de presión, a los roces, frecuentes y sólo la anamnesis permite determinar el
a los aeroalergenos, etc.) agente etiológico.
- distribución folicular Numerosas enfermedades «internas» pueden tener una
- distribución en las regiones seborreicas (ceja, surco expresión cutánea. En algunas situaciones, es pues
nasogeniano, pretorácica, etc.) esencial tener en cuenta los signos extracutáneos y los
- distribución en las regiones apocrinas (regiones antecedentes.
axilar, púbica y mamaria)
- distribución «endógena» (simetría, afectación
simultánea de varios pliegues)
- áreas «bastión» de ciertas dermatosis (psoriasis,
liquen, sarna, sífilis secundaria, atopia, dermatitis
médico que no esté acostumbrado a examinar la piel. De todas
herpetiforme, etc.)
formas, estas lesiones se pueden identificar correctamente
Colocación de las lesiones entre ellas respondiendo a las tres preguntas siguientes (Fig. 1).
- aisladas
- agrupadas (grupos, en racimo, corímbica) ¿La lesión es palpable?
- confluyentes
- lineales Lesión no palpable: mácula
- anulares
Cuando la lesión no es palpable, se trata de una anomalía
Forma de la lesión
exclusivamente visible, con frecuencia una modificación
- redonda, ovalada localizada del color de la piel. Estas lesiones se llaman máculas
- en «medallón» (varios anillos concéntricos de los que al menos (Fig. 2). Se distinguen en función de su color. Las máculas rojas
uno de ellos es palpable) requieren una atención particular. El eritema es un enrojeci-
- discoide, numular miento localizado o difuso de la piel que desaparece a la
- anular, circinada vitropresión, es decir, cuando se ejerce una presión con un
- policíclica, petaloide (producida por la fusión de lesiones redondeadas objeto transparente para eliminar la sangre de los vasos dérmi-
vacías o llenas, respectivamente) cos superficiales. Puede ser permanente, paroxístico, reticulado
- lineal, digital (livedo) y a veces azulado (eritrocianosis). El color varía del rosa
- serpinginosa
claro al rojo oscuro. El eritema difuso asocia con frecuencia
lesiones planas y lesiones palpables (pápulas) y forma, cuando
- estrellada
es de aparición brusca, un exantema maculopapuloso (Fig. 3).
- reticulada, cribriforme Cuando las lesiones que constituyen el exantema son máculas
rojas con tendencia a confluir pero respetando zonas de piel
sana, se trata de un exantema morbiliforme. Cuando se trata de
extensión y/o las modificaciones, la presencia de signos funcio- lesiones de color rosado bien individualizadas que por lo
nales cutáneos (prurito, dolor, etc.) y extracutáneos, las circuns- general miden menos de 2 cm, se habla de roséola. Cuando se
tancias desencadenantes, los diagnósticos anteriores y los trata de un enrojecimiento intenso, difuso, que confluye sin
tratamientos recibidos. Dado el importante número de derma- dejar zona de piel sana y que da la impresión de un granulado
tosis ligadas al entorno (eczema de contacto, picadura de a la palpación, se trata de exantema escarlatiniforme. Un
insecto, quemadura solar, toxidermia, etc.), las condiciones de eritema difuso, de larga evolución, grave, presente en más del
aparición de las lesiones, las condiciones de trabajo y en el 90% de la superficie corporal, acompañado de entrada o
domicilio, el horario de las lesiones (en relación con el trabajo, enseguida de una descamación, es una eritrodermia.
la alimentación, etc.) así como la cronología del consumo de La cianosis corresponde a una modificación del color de la
fármacos son con frecuencia informaciones anamnésicas piel, que se vuelve azul violácea, con descenso de la temperatura
capitales. También es importante no olvidar que casi todas las local, que afecta con frecuencia a las extremidades y mucosas.
enfermedades pueden causar manifestaciones cutáneas, que Algunas lesiones rojas no palpables corresponden a una
pueden ser reveladoras. Esto implica que hay que tener en dilatación permanente de los pequeños vasos de la dermis
cuenta el conjunto de los antecedentes y demás signos clínicos superficial en forma de pequeñas líneas sinuosas de algunos
(datos de la anamnesis y de la exploración física) en la elabora- milímetros de tamaño que se vacían fácilmente a la vitropre-
ción del diagnóstico. La accesibilidad inmediata de la piel a la sión: se trata de telangiectasias (Fig. 4). La poiquilodermia es un
biopsia permite establecer un proceso anatomoclínico ante síndrome definido por la asociación de una atrofia cutánea, una
cualquier situación donde el diagnóstico no sea evidente de pigmentación reticulada y telangiectasias.
entrada. La púrpura es un enrojecimiento permanente que no desapa-
rece a la vitropresión y que indica una hemorragia intracutánea.
■ Reconocer las lesiones La púrpura puede estar circunscrita o ser extensa y puede pasar
sucesivamente por diferentes tonalidades, desde el rojo al azul,
elementales al verde, al amarillo; al final deja de forma temporal o persis-
tente una secuela marrón clara. Las petequias son lesiones
Reconocer las lesiones elementales es fácil para el ojo experi- purpúricas limitadas de pequeño tamaño; las víbices, estrías
mentado del dermatólogo, pero puede resultar difícil para el lineales purpúricas más o menos extensas y más o menos

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Figura 1. Árbol de decisiones. Algoritmo del


¿Lesión palpable? diagnóstico de las principales lesiones elemen-
tales. No se han incluido en él las alteraciones
de la consistencia y/o del grosor de la piel
(como la esclerosis o la atrofia, por ejemplo). *
Sí No En realidad, la superficie de una pústula, de una
vesícula o de una ampolla está alterada, ya que
está sobreelevada por el contenido líquido de la
¿Superficie cutánea Mácula lesión.
alterada? Púrpura
Telangiectasia

No Sí

Contenido sólido Contenido líquido* Ulceración Lesiones intrincadas:


Queratosis, cuerno cualquier otra lesión
Escama con una alteración
Costra cutánea

Pápula Vesícula
Placa Ampolla
Nódulo Pústula
Tubérculo

Figura 4. Telangiectasias, resultado de una dilatación de los vasos


superficiales de la dermis, que desaparecen con la vitropresión.

Figura 2. Mácula blanca o acrómica con islotes de repigmentación


alrededor de los folículos pilosos en un vitíligo. Figura 5. Púrpura petequial y
palpable en una vasculitis
leucocitoclásica.

Figura 3. Exantema maculopapuloso en una toxidermia.


A veces, una lesión no palpable puede conservar un color
normal pero se hace visible a causa de una transparencia
inhabitual de la piel que hace que aparezcan los vasos, se vuelve
alargadas; las equimosis son placas purpúricas extensas y de lisa y adquiere un aspecto en «papel de fumar»: se trata
contornos más o menos irregulares y con frecuencia distintas entonces de una mácula atrófica. Para algunos autores, las
tonalidades. En ocasiones, la púrpura puede ser palpable (pápula lesiones planas escamosas se incluyen dentro de las máculas
purpúrica) (Fig. 5). (por ejemplo, pitiriasis versicolor)

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Figura 8. Dos placas eritemato-


sas en las piernas en un síndrome
de Sweet.

Figura 6. Múltiples pápulas en «cúpula», confluyentes en algunas


zonas, en una amilosis papulosa.

Figura 7. Pápulas reagrupadas en «anillo» en un granuloma anular.

Figura 9. Placa de liquenificación que produce un engrosamiento de la


Lesión palpable piel con exageración de sus surcos. Obsérvese igualmente la presencia de
Cuando las lesiones son palpables, se debe determinar su erosiones lineales por rascado.
contenido (sólido o líquido), su tamaño y su localización
(dermis, hipodermis). Algunas lesiones se hacen palpables
exclusivamente por el hecho de que se altera la superficie de la
Figura 10. Múltiples nódulos y
piel (cf infra).
tumores en una micosis fungoide.
Lesión de contenido sólido
La pápula se define como una lesión palpable de pequeño
tamaño (<10 mm) y de contenido no líquido. Por lo general,
son lesiones sobreelevadas por encima del nivel de la piel
adyacente (Fig. 6). Si se observa desde arriba, una pápula puede
ser redonda, ovalada, umbilicada (pequeña depresión central) o
poligonal. De perfil, puede ser plana, en cúpula, sésil, pedicu-
lada o acuminada. La superficie puede ser lisa, erosiva, ulcerada
o necrótica, cubierta de escamas, de costras o de una combina-
ción de ambas. Su distribución puede ser folicular o no. Las
pápulas por proliferación o depósitos epidérmicos (por ejemplo,
verruga plana) suelen presentar límites netos, mientras que las
pápulas dérmicas (por ejemplo, granuloma anular) están peor
delimitadas (Fig. 7).
El término de placa se emplea para designar lesiones en
relieve, más extensas en superficie que en altura, que miden
más de 1 cm (por ejemplo, síndrome de Sweet) (Fig. 8).
La liquenificación es más un síndrome lesional nosológico
que una verdadera lesión elemental. Consiste en un engrosa- nódulo de tamaño grande (a menudo superior a 5 cm), de
miento de la piel con exageración de sus surcos, que produce extensión hipodérmica, se denomina tubérculo (Fig. 12). Los
un aspecto de cuadrícula. En los pequeños rombos así dibujados gomas son productos hipodérmicos que se presentan en su fase
se desarrollan pápulas más o menos prominentes. A menudo se álgida como un tubérculo, pero pasan posteriormente por una
observa una pigmentación marrón amarillenta o violácea, fase de reblandecimiento que empieza en el centro del goma y
pequeñas escamas adherentes y excoriaciones. Es la consecuen- termina convirtiéndose en una ulceración con salida de líquido
cia de un prurito complicado por lesiones de rascado repetidas (gomoso) particular (por ejemplo, goma sifilítico).
(Fig. 9). Las vegetaciones son excrecencias de aspecto filiforme, digital
El nódulo es una masa palpable, no líquida, que mide más de o lobulado, ramificadas en «coliflor», de consistencia blanda. La
10 mm. Por lo general, se entiende por nódulo una lesión superficie de la lesión está formada por una epidermis adelga-
redonda o hemisférica (por ejemplo, carcinoma basocelular zada y rosácea o bien está cubierta de erosiones supurantes y de
nodular) (Figs. 10 y 11). Algunos autores hablan de tumor ante ulceraciones (por ejemplo, vegetación venérea, yododerma)
cualquier nódulo superior a 20 mm. En general, los tumores no (Fig. 13). Sangran fácilmente con un leve traumatismo. Las
presentan un carácter inflamatorio y tienden a crecer. Cualquier verrugosidades son vegetaciones cuya superficie está recubierta

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Figura 11. Nódulo redondeado con centro Figura 14. Vegetación de superficie quera-
ulcerado y queratósico en un querato- tósica, que define la verrugosidad, en una
acantoma. verruga periungueal.

Figura 12. Tubérculos en las


dos piernas en un eritema
nodoso.
Figura 15. Vesícula en una
dishidrosis.

Figura 16. Ampollas en un


pénfigo.

de duda para confirmar el contenido líquido), las lesiones se


diferencian en función del aspecto del líquido que contienen y
del tamaño. Una lesión líquida con líquido claro que mide
menos de 5 mm es una vesícula; si sobrepasa los 5 mm, se
denomina ampolla.
A veces las vesículas son evidentes y muestran una lesión
translúcida que puede ser redondeada (hemisférica) (Fig. 15),
cónica (acuminada) o presentan una depresión central (umbili-
Figura 13. Vegetaciones venéreas. cada). Sin embargo, a menudo son frágiles y pasajeras y se
pueden romper provocando una supuración, erosiones, costras
de bordes redondeados, desmenuzados o policícliclos.
de un producto córneo, hiperqueratósico, a menudo grisáceo, Se distinguen las ampollas subepidérmicas, cuya cabeza es
más o menos grueso (por ejemplo, verruga vulgar, queratosis sólida y pueden observarse en una piel normal, eritematosa o
seborreica) (Fig. 14). urticariforme (por ejemplo, penfigoide o porfiria cutánea tardía),
Un cordón es una lesión más fácilmente palpable que visible,
de las ampollas epidérmicas, frágiles, que se rompen a menudo
cuya sensación a la palpación evoca una cuerda o un cordel
espontáneamente y presentan una erosión rodeada por un
(por ejemplo, trombosis venosa superficial o arteritis de la
collarete (por ejemplo, pénfigo). Las ampollas pueden contener
temporal). Estas lesiones son lineales y más o menos sinuosas.
un líquido claro (Fig. 16), turbio o hemorrágico. En caso de
Su tamaño es muy variable. Estos cordones se consideran
lesión ampollosa muy superficial, subcorneal, la fragilidad de la
lesiones elementales ya que se reconocen fácilmente. Un surco
es un pequeño túnel en la piel que suele contener un parásito. lesión es extrema, lo que explica la presencia habitual postam-
A menudo se trata de lesiones milimétricas apenas visibles y/o pollosa redondeada y escamocostrosa (por ejemplo, impétigo
palpables. ampolloso).
Una esclerosis cutánea (cf infra) es una anomalía de la Cuando el líquido de la lesión es de entrada turbio o puru-
consistencia de la piel, ante todo palpable, igual que el edema. lento, se trata de una pústula. Entre las pústulas se distinguen
las lesiones foliculares, acuminadas, con un pelo central (por
Lesión de contenido líquido ejemplo, foliculitis) de las lesiones no foliculares, en general más
Cuando se trata de una lesión de contenido líquido (es planas y no acuminadas (Fig. 17). Este segundo tipo de pústula
necesario pinchar la lesión con un estilete o una aguja en caso suele aparecer en una zona intraepidérmica, muy superficial,

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fístula es una canalización cutánea, de profundidad variable que


Figura 17. Pústulas umbilica-
corresponde a una comunicación anómala de una estructura
das en una varicela.
profunda con la superficie de la piel. De la fístula puede brotar
un líquido claro, turbio o purulento.
Las escamas se definen como láminas de células córneas en
la superficie de la piel. Son poco adherentes y se despegan
fácilmente. Se observan sin dificultad o aparecen tras un
raspado con una legra de borde romo. Se puede también frotar
la piel con un trozo de tela negra, lo que las hace aparentes.
Clásicamente se distinguen:
• escamas escarlatiniformes: escamas en grandes fragmentos,
que traducen una producción córnea brusca, intensa y
transitoria (por ejemplo, escarlatina);
• escamas en «collarete»: escamas finas, adherentes en el centro
pero no en la periferia, que recubren una lesión inflamatoria
(por ejemplo, pitiriasis rosada de Gibert);
• escamas pitiriasiformes: pequeñas escamas finas, poco adhe-
rentes, blanquecinas y harinosas. Son típicas de la pitiriasis
capitis (caspa del cuero cabelludo), pero pueden observarse en
la mayoría de las dermatosis eritematoescamosas comunes;
• escamas ictiosiformes: escamas grandes poligonales, como
escamas de pescado. Los elementos escamosos se suelen
desprender de un tegumento muy seco;
• escamas psoriasiformes: escamas blancas, brillantes, laminares,
plateadas, grandes y abundantes. Corresponden a una para-
queratosis en el plano histológico y son una característica de
la psoriasis.
Una queratosis se define como un engrosamiento córneo más
Figura 18. Múltiples pústulas no foliculares con fondo eritematoso ancho que grueso. En el plano clínico, se caracteriza por
en una pustulosis exantemática. lesiones circunscritas o difusas muy adherentes y duras a la
palpación. La sensación al palparlas es muy particular, ya que
la queratosis da a la piel una impresión de dureza rígida que es
subcorneal, que en ocasiones sólo produce microerosiones irreducible con la presión del dedo. Al frotar la lesión se añade
circulares (por ejemplo, psoriasis pustulosa) (Fig. 18). una impresión de rugosidad. La exploración tras el legrado
confirma la impresión de dureza; apenas se consiguen despegar
algunas escamas.
¿La superficie de la piel es normal? Un cuerno es una queratosis más espesa o más alta que
Todas las lesiones cutáneas pueden provocar una alteración ancha.
de la superficie cutánea. Estas alteraciones permiten describir Una costra es una desecación superficial de un exudado, de
mejor las lesiones. En otros casos, una alteración de la superficie una secreción, de una necrosis o de una hemorragia cutánea.
de la piel puede ser la única lesión identificable, como por Provoca una sensación de rugosidad a la palpación. Es más o
ejemplo en las queratodermias palmoplantares, que son el menos adherente a las lesiones que cubre pero, al contrario que
resultado de un engrosamiento de la capa córnea de la epider- las queratosis, se desprende con la legra. Siempre hay que quitar
mis. La descripción precisa de las alteraciones de la superficie de la costra para examinar la lesión que cubre (ulceración, tumor,
una lesión permite prever una parte de las modificaciones etc.).
histológicas subyacentes. Estas alteraciones indican lo que La gangrena y la necrosis designan una parte de tejido
ocurre en la epidermis y en la capa córnea. Una superficie cutáneo no viable que tiende a eliminarse. Se caracterizan por
cutánea normal marca la ausencia de lesión epidérmica (excep- una pérdida de la sensibilidad de todo tipo, un enfriamiento
tuando las anomalías de la pigmentación) y significa que el seguido de una coloración negra y la formación de un surco de
proceso patológico tiene lugar en la dermis y /o la hipodermis. eliminación entre los tejidos necrosados y los tejidos sanos
La superficie de la piel normal es lisa y puede distinguirse el (Fig. 19).
microrrelieve cutáneo. Habitualmente, una alteración de la
superficie cutánea se caracteriza por una pérdida del microrre- ¿La consistencia de la piel es normal?
lieve y/o un engrosamiento localizado de la capa córnea y/o Algunas lesiones están causadas principalmente por una
una descamación y/o una impresión de rugosidad a la palpación modificación de la consistencia de la piel, que se vuelve
y/o una supuración y/o una fisuración, una erosión o una demasiado o poco elástica. Estas lesiones se observan sobre todo
ulceración. a la palpación. La atrofia cutánea es la disminución o la
Una erosión es una pérdida de la parte superficial de la piel desaparición de todos o parte de los elementos constitutivos de
(epidermis) que se cura sin dejar cicatriz. Se trata de una lesión la piel (epidermis, dermis, hipodermis, dos de ellas o incluso las
húmeda, supurativa, que se cubre secundariamente por una tres). Se presenta como un adelgazamiento del tegumento que
costra y cuyo fondo está recubierto de múltiples puntos rojos se arruga al pellizcar la piel superficialmente; ésta pierde su
(de 0,1-0,2 mm) que corresponden a las papilas dérmicas. A elasticidad, su relieve y adopta un aspecto liso y nacarado. Los
veces se emplea el término de excoriación para designar una vasos dérmicos suelen ser visibles. La atrofia de la hipodermis
erosión secundaria a un traumatismo, casi siempre el rascado. (lipoatrofia) produce una depresión visible en la superficie
Una fisura es una erosión lineal. Una ulceración es una pérdida cutánea.
de sustancia cutánea más profunda que afecta la epidermis y la La alteración o la desaparición del tejido elástico causa una
dermis y que, si se cura, deja cicatriz. Las papilas dérmicas dejan pérdida de elasticidad de la piel que se vuelve entonces flácida
de ser visibles y la ulceración puede recubrirse de una capa y no recobra su aspecto inicial tras un pellizco, aunque conserva
fibrinosa, de una costra serosanguinolenta (una ulceración la marca de éste. Se forman pequeñas arrugas, arrugas mayores,
puede sangrar) o de una placa negra (necrosis). La diferencia incluso un auténtico cutis laxa (flacidez de la piel que cuelga y
entre ambas lesiones se basa pues en la profundidad de la no vuelve a su forma original cuando se estira). Todas estas
pérdida de sustancia. Una úlcera es una pérdida de sustancia lesiones corresponden a pliegues cutáneos permanentes en una
crónica (>1 mes) sin tendencia a la curación espontánea. Las topografía en la que lo habitual es que la piel no esté constan-
ulceraciones en los puntos de presión provocan las escaras. Una temente plegada. En ocasiones, sólo se puede detectar la atrofia

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Una tracción de la piel normal y/o periampollosa puede


Figura 19. Alteraciones de la
provocar un desprendimiento cutáneo: este signo de Nikolsky se
superficie de la piel. Gangrena en
produce en las enfermedades ampollosas intraepidérmicas, en la
placa superficial en una angioder-
necrólisis epidérmica tóxica (síndrome de Lyell) y en algunas
mitis necrótica.
enfermedades ampollosas confluyentes (epidermólisis ampollosa
adquirida). Una ampolla que se extiende cuando se ejerce una
presión vertical en su parte superior es el equivalente de este
signo.
Una presión vertical también permite buscar la depresibilidad
de un edema (signo de la «fóvea»), observar un tiempo de
recoloración capilar (el tiempo necesario para obtener una
coloración normal rosa de la piel tras blanquearla por la
presión) y buscar alteraciones de la dermis en algunas lesiones,
como en los neurofibromas o las anetodermias, que son
depresibles.
Como la epidermis y la dermis son móviles sobre la hipoder-
mis, el pellizco de la piel permite localizar las lesiones hipodér-
micas o más profundas por encima de las cuales la piel se pliega
fácilmente. Los nódulos intradérmicos, como los dermatofibro-
mas, también pueden localizarse de esta manera, ya que el
pliegue de la piel causa la formación de hoyuelos por encima de
las lesiones.
El rascado de algunas lesiones con la uña o con una legra
con la palpación. La palpación de la anetodermia provoca en el
dedo la sensación de penetrar en una verdadera depresión, blanda (de Brocq) permite que aparezca la descamación carac-
mientras que en la inspección la piel, por el contrario, parece terística del psoriasis (signo de la «vela» = blanqueamiento
sobresalir. inicial, seguido, si se insiste, del signo de la «rosácea sangrante»
La esclerosis es un aumento de la consistencia de los elemen- = hemorragia puntiforme inframilimétrica de los vasos superfi-
tos constitutivos de la dermis y a veces de la hipodermis, que ciales de las papilas dérmicas) o provoca una púrpura lineal (por
hace más difícil el deslizamiento de los tegumentos. El tegu- ejemplo, amilosis).
mento está indurado y pierde su elasticidad normal. La atrofia
se asocia a menudo a una esclerosis cutánea para dar lugar a un
estado escleroatrófico. Por ello, una cicatriz puede ser atrófica,
escleroatrófica o, al contrario, hipertrófica.
■ Signo funcional: prurito
El prurito es el único signo funcional específico de la piel. Es
Lesiones intrincadas una sensación que provoca la necesidad de rascarse. Puede estar
Todas las lesiones precedentes pueden asociarse y producir localizado (por ejemplo, cuero cabelludo), ser regional (por
auténticos síndromes. Las máculas, las pápulas y las placas rojas ejemplo, un miembro) o difuso. Su cronología y sus circunstan-
suelen ser escamosas y representan el grupo de afecciones cias de aparición deben precisarse: diurna, nocturna, al esfuerzo,
eritematoescamosas. Las pápulas pueden realizar numerosas al contacto con el agua, etc. Su intensidad muestra la molestia
asociaciones de lesiones cuyo reconocimiento es esencial: causada; se pueden distinguir tres niveles:
papulovesícula, papulopústula, pápula queratósica, pápula • intermitente, tolerable;
necrótica, etc. La esclerosis y la atrofia suelen estar asociadas • permanente, duradero pero resistible, sobre todo diurno;
(escleroatrofia). No obstante, no hay que olvidar que una misma • incoercible, irresistible, provoca insomnio.
enfermedad puede manifestarse con diferentes lesiones elemen- Un prurito puede ser lesional y entonces provoca signos en
tales. Por ejemplo, una dermatosis tan común como la psoriasis la piel, como por ejemplo los nódulos del prurigo. Es frecuente
puede clasificarse, en función de las enfermedades, tanto entre observar lesiones no específicas de rascado: erosiones lineales,
las lesiones papulosas o papuloescamosas como en las pústulas pápulas excoriadas, liquenificación, pigmentación, etc. También
o las eritrodermias. Además, en el mismo paciente pueden puede incluirse dentro de una dermatosis pruriginosa y estar
coexistir varios tipos de lesiones. acompañado de lesiones dermatológicas más específicas que
siempre hay que buscar. A veces, son fáciles de observar, como
en la urticaria, pero a veces pueden ser más discretas como los
surcos escabióticos. El prurito se considera «sine materia» si no
“ Puntos esenciales hay lesión dermatológica elemental.
Los demás signos funcionales de las afecciones cutáneas
(dolor, disestesia, alteraciones de la transpiración, intolerancia al
Se debe siempre precisar la distribución de una
calor, etc.) no se tratan aquí.
dermatosis, detectar la colocación y/o configuración
característica y localizar todas las lesiones elementales
presentes.
Con la ayuda de las siguientes tres preguntas, es posible ■ Conclusión
identificar las principales lesiones elementales:
En dermatología, más que en cualquier otra disciplina
¿La lesión es palpable? ¿Está alterada la superficie de la
médica, la exploración física es el elemento principal del
lesión? ¿La consistencia de la piel es normal? proceso diagnóstico. Por tanto, es indispensable tener un
conocimiento perfecto de la semiología dermatológica, para lo
cual es necesario conocer (y saber reconocer) las diferentes
■ Otros signos lesiones descritas en este artículo. El estudio dermatológico debe
permitir identificar la o las lesiones elementales, reconocer una
La palpación lineal firme con una punta blanda permite posible configuración y/o colocación importante y valorar la
detectar un dermografismo. La fricción de algunas lesiones distribución de las lesiones. Este proceso permite diagnosticar
provoca una reacción urticariforme, llamada signo de Darier, numerosas enfermedades sin recurrir a pruebas complementa-
característica de las mastocitosis. rias, un privilegio raro hoy día.

Tratado de Medicina 7
E – 2-0646 ¶ Semiología cutánea

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D. Lipsker, Professeur des Universités, praticien hospitalier (dan.lipsker@chu-strasbourg.fr).


Université de Strasbourg, Faculté de Médecine et clinique dermatologique, Hôpitaux universitaires de Strasbourg, 1, place de l’Hôpital, 67091 Strasbourg
cedex, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Lipsker D. Sémiologie cutanée. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Traité de
Médecine Akos, 2-0646, 2010.

Disponible en www.em-consulte.com/es
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