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III. – Sintonización:
La Biblia es diferente a todos los demás libros. Es la revelación misma de Dios
al hombre. Por eso, antes de empezar la lectura de un libro de La Biblia, haga
lo mismo que usted hace al sentarse frente a un aparato de radio: sintonice.
Esto es, ponga su vida a tono con el mismo Dios, que le va a hablar a usted,
por medio de La Palabra Escrita.
¿Cómo se sintoniza? Lea un capítulo del Libro de los Salmos cada vez que
usted vaya a empezar la Lectura de La Biblia.
¿Por qué? Al leer usted un Salmo, ya está usted en actitud de oración. Esto es,
en la disposición debida para recibir el mensaje de La Palabra de Dios. La
Biblia hay que leerla en oración. Cuando así se hace, se encuentra deleite en
su lectura y se recibe la bendición que Dios imparte a todos aquellos que con
humildad y sinceridad buscan Su luz y dirección.
Mateo 24:40: “Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado”.
La Biblia es la Palabra de Dios, pero algunas de las interpretaciones que se derivan de ésta,
realmente no lo son. Existen cultos no cristianos y grupos que se llaman cristianos que usan la
Biblia, afirmando que sus interpretaciones son correctas; sin embargo, con demasiada
frecuencia las interpretaciones difieren no sólo dramáticamente, sino que son claramente
contradictorias. Esto no significa que la Biblia sea un documento confuso; más bien, el
problema descansa en aquellos que la interpretan y los métodos que usan.
Tanto como podamos, necesitamos la guía del Espíritu Santo para interpretar la Palabra de
Dios.
A nivel humano, y para disminuir los errores que llegan con nuestras interpretaciones,
necesitamos observar algunos métodos bíblicos básicos interpretativos. A continuación, se
enumeraran algunos de los principios en forma de preguntas y aplicándolos uno a uno a un
pasaje de la Escritura.
Los siguientes principios se ofrecen como guías para examinar un pasaje. Sin embargo, es
importante aclarar que estas guías no son absolutas ni tampoco definitivas.
¿Cuáles son los versículos relacionados al tema del pasaje y cómo afectan
estos el entendimiento de este pasaje?
Para poder enseñarle a Ud. cómo estas preguntas pueden afectar su interpretación de un
pasaje, se ha escogido uno, el cual examinado muy de cerca, puede llevarlo a una
interpretación muy diferente a la que generalmente sostiene. Determine si nuestra
interpretación es correcta.
Estas palabras de Jesús, y registradas por Marcos, las habló a Sus discípulos en respuesta a
una pregunta, a la que llegaremos posteriormente.
El pasaje simplemente dice que uno de los que se encuentran en un campo será tomado. Éste
no dice a dónde, por qué, cuándo o cómo. Sólo dice que uno será tomado. No define el campo
o lugar como si perteneciera a alguien o tampoco lo define como un lugar particular.
Ninguna palabra en particular sobresale como para que sea examinada, pero para continuar
con este ejercicio se tomará la palabra “tomado”. Al usar una Concordancia Strong y un
diccionario de palabras del Nuevo Testamento (por ejemplo, el de Vine), podemos revisar la
palabra griega y aprender acerca de la misma. La palabra en griego es “paralambáno”; la cual
significa: “recibir cerca, i.e. asociarse con uno mismo (en cualquier acto o relación familiar o
íntima); por analogía asumir un cargo; figurativamente aprender:- aprender, recibir, tomar”.1
Un punto importante acerca del estudio de palabras es que una palabra significa lo que esta
significa en el contexto. Sin embargo, al examinar cómo una palabra es usada en contextos
múltiples, el significado de la palabra puede tomar una nueva dimensión. Por ejemplo, la
palabra en griego para “amor” es “agapao”, la cual se cree generalmente, que significa “amor
divino”. Esto parece obvio, ya que es usada de esta forma en Juan 3:16.
Sin embargo, la misma palabra es usada en Lucas 11:43 donde Jesús dice: “¡Ay de vosotros,
fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas”. Aquí,
la palabra usada es “agapao”. Parecería entonces que el significado de la palabra podría ser
algo más en las líneas del “compromiso total”.Sin embargo, debemos ser cuidadosos de no
introducir el significado de una palabra de un contexto a otro. Por ejemplo: 1) Aquel nuevo
cadete es verde. 2) Aquel árbol es verde. El primer verde significa, “inmaduro, nuevo y sin
experiencia”. El segundo se refiere al color verde. ¿Quisiéramos imponer el significado
contextual de uno a otro? Esto no sería una buena idea.
Es aquí donde este versículo en particular vendría a tener sentido. El contexto inmediato es
como sigue:
Mateo 24:37-42: “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del
Hombre. 38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo,
casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca. 39 y no
entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo
del Hombre. 40 Estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. 41 Dos
mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. 42 Velad,
pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”.
Necesitamos responder una pregunta más: ¿Quién fue tomado en el versículo 39? ¿Fue Noé y
su familia o fueron las personas que estaban comiendo y bebiendo? La respuesta a esa
pregunta podría ayudarle a entender mejor el pasaje original. Por lo tanto, el próximo paso para
interpretar nos ayudará grandemente.
El discurso de Jesús, del cual fue tomado nuestro versículo empieza con una pregunta. Jesús,
recién había salido del templo y en el versículo 2 le dijo a Sus discípulos “…que no quedará
aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada”. Entonces, en el versículo 3 los discípulos le
preguntaron a Jesús: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del
fin del siglo?” Jesús entonces habla acerca de la profecía de las cosas que han de venir al fin
del siglo. Él habla de los falsos Cristos, de la tribulación, del sol que se oscurecerá, de Su
regreso y de los dos en un campo donde uno será tomado y el otro será dejado.
El contexto es, entonces, escatológico. Esto significa que trata de las últimas cosas o del
tiempo breve antes del regreso de Jesús. Muchas personas piensan que este versículo en
Mateo 24:40 se refiere al rapto del cual se habla en 1ª Tesalonicenses 4:16-17. Esto podría ser;
pero es interesante notar que el contexto del versículo parece sugerir que son los malvados los
que serán tomados, no los buenos.
Ahora bien; en este momento Ud. podría estar pensando que este método de interpretar
pasajes no es tan bueno. Después de todo el versículo de “el uno será tomado, y el otro será
dejado” es, obviamente acerca del rapto. ¿Correcto? Bueno, tal vez. Como puede ver, todos
nosotros venimos a la Biblia con ideas preconcebidas; algunas veces estas son correctas, otras
veces equivocadas. Nosotros tenemos que estar siempre listos para que nuestro entendimiento
sea retado por lo que la Biblia dice. Si no estamos dispuestos, entonces somos orgullosos y
Dios está distante del orgulloso (Salmo 138:6).
6. ¿Cuáles son los versículos relacionados al tema del pasaje y cómo afectan estos el
entendimiento de este pasaje?
Sucede que hay versículos relacionados; de hecho, un pasaje paralelo se encuentra en Lucas
17:26-27:
“Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. 27 Comían,
bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino
el diluvio y los destruyó a todos”.
Como puede ver, esto tiene un impacto profundo en cómo entendemos nuestro pasaje en
Mateo 24:40. ¿Sugiere el contexto que aquel que es tomado en el campo, es el malvado?
Además, ¿cómo afecta este contexto mis ideas preconcebidas acerca de este versículo?
Vamos a leer otra vez el versículo en el contexto:
Mateo 24:37-42: "Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del
Hombre. 38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo,
casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca. 39 y no
entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo
del Hombre. 40 Estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. 41 Dos
mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. 42 Velad,
pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor".
¿Qué piensa ahora? El que es tomado, ¿es el bueno o el malo? ¿Se refiere este versículo al
rapto o no?
Sólo preguntamos.
De interés relacionado es un pasaje en Mateo 13:24-30 donde Jesús les habló de la parábola
del sembrador el cual siembra buena semilla en su campo pero el enemigo siembra cizaña. Los
siervos del padre de familia le preguntan que si él quiere, van y la arrancan; pero en el
versículo 30 Jesús responde:
“Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los
segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el
trigo en mi granero”.
El punto que vale la pena anotar aquí es que lo primero en recogerse es la cizaña, no el trigo.
Esto es más interesante ya que Jesús explica la parábola en Mateo 13:36-43 y declara que
ellos serán echados en el horno de fuego.
Adicionalmente, cuando regresamos a Lucas 17, el cual es el pasaje paralelo de Mateo 24,
descubrimos que los discípulos le hacen a Jesús una pregunta en respuesta a la declaración
de Jesús: “Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado” (v. 36). Y en el v. 37
de ese mismo capítulo, ellos preguntan: “… ¿Dónde, Señor? Él les dijo: Donde estuviere el
cuerpo, allí se juntarán también las águilas”. Por lo tanto, ellos, los que son tomados, son
llevados a un lugar de muerte.
Esta es una pregunta más difícil de responder ya que requiere algo más de investigación. Aquí,
valdría la pena examinar un comentario bíblico debido a que estos usualmente nos suministran
los fondos históricos y culturales que ayudan a relevar el texto.
En este contexto, Israel se encontraba bajo el dominio de romano. A ellos se les había negado
el derecho a la pena capital, de autogobierno y la capacidad para hacer la guerra. Roma tenía
dominada a toda la pequeña nación. El judaísmo era tolerado entre el liderazgo romano;
después de todo, Israel era un pequeño país bastante alejado de Roma con personas que eran
fanáticas acerca de su religión. Así que Roma le permitía a Israel ser gobernada por
marionetas políticas judías.
El templo era el lugar de adoración para la comunidad Israelita y el lugar donde se ofrecían
sacrificios de expiación por la nación llevados a cabo por el sumo sacerdote. Se habían
necesitado 46 años para construirlo (Juan 2:20). Jesús dijo que el templo sería destruido, lo
cual provocó la prontitud de la pregunta la cual llevó a Su discurso contenido en el pasaje que
estamos examinando.
Debido a que el contexto del pasaje sugiere de que son los malvados los que son tomados,
concluiremos que aquel que es tomado en el campo no es el bueno, sino el malo. También
estamos tentados a concluir que los malvados son tomados a un lugar de juicio.
Ya se han presentado otros versículos que parecen estar de acuerdo con esta conclusión. Sin
embargo, no está de acuerdo con todos los comentarios que se he leído acerca de este
versículo. En este punto, necesitaría presentar mi conclusión a otros para ver qué es lo que
piensan. Debido a que estudié la Palabra y llegué a una conclusión esto no significa que ésta
es correcta; pero tampoco significa que esté equivocada. Al consultar con otros, al examinar la
Palabra otra vez y al buscar a Dios y Su iluminación, yo sólo puedo desear llegar a la mejor
conclusión posible acerca de un pasaje.
Comentarios concluyentes
Este artículo es sólo una ilustración. Es básico y no cubre todos los puntos de la interpretación
bíblica, pero da una dirección y un ejemplo para que sean aplicados por Ud. Como siempre
hemos sostenido, ore, lea Su Palabra, investigue las Escrituras lo mejor que pueda, y en lo
posible, con mucho entendimiento y habilidad. Sea humilde en su acercamiento y pruebe
todas las cosas por la Biblia.
La Hermenéutica: Cómo
Interpretar la Biblia
2011-10-06 by Codemis
En esta lección vamos a mirar los principios básicos para leer, estudiar e interpretar la
Biblia. Advertiremos contra errores comunes que la gente hace cuando tratan de
interpretar los textos bíblicos, y vamos a enseñar algunas normas fundamentales muy
básicas de la hermenéutica correcta.
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene
de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.–2 Timoteo 2:15
Pablo le estaba diciendo a Timoteo que fuera diligente para presentarse aprobado
delante de Dios manejando la Palabra de Dios con precisión. Esto incluye la
interpretación de las Sagradas Escrituras correcta y obedeciéndolas.
Mucha gente piensa que “añadir” o “quitar” a las Escrituras únicamente significa
literalmente borrar palabras o de tomar una pluma y escribir palabras en el Canon de
la Escritura. Sin embargo, muchas almas ignorantes que dicen amar y usar los 66
libros del verdadero Canon de las Escrituras son frecuentemente culpables de añadir y
quitar de la Palabra de Dios. Los fariseos “añadieron” y “quitaron” a las Escrituras, no
literalmente, pero haciendo honor a sus tradiciones religiosas más que a la Palabra de
Dios (ver Marcos 7:9). Siguieron sus tradiciones como si fueran la palabra de Dios, por
lo que ellos “agregaron” a los mandamientos de Dios, y descuidaron la obediencia a la
Palabra de Dios por el bien de mantener sus tradiciones, así “quitaron” los
mandamientos que no les gustaba. La gente de hoy “añade” a la Palabra de Dios cada
vez que obligan a los demás a cumplir tradiciones religiosas que no se enseñan en las
Escrituras, y “quitan” de la Palabra de Dios cada vez que rechazan voluntariamente a
obedecer los mandamientos claros contenidos en las Escrituras. No queremos ser
culpables de hacer esto, así que debemos ser muy diligentes para interpretar
correctamente la Biblia para que podamos saber lo que Dios realmente requiere de
nosotros.
El primer paso para un estudio bíblico exitoso es nacer de nuevo (Jn. 3:3). La Biblia es
un libro sagrado y espiritual. Si sigues siendo un hombre impío, natural, sin el Espíritu
de Dios viviendo en ti, no serás capaz de comprender realmente la sustancia espiritual
de la Biblia ni vas a ser bendecido por su poderosa verdad.
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente. –1 Corintios 2:14
Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden. –Romanos 8:7
El hombre caído, en su estado natural, está en ruinas a causa del pecado. Incluso su
mente está dañada a causa del pecado, y la oscuridad de la ignorancia ha sustituido el
conocimiento de Dios (Ef. 4:18). Satanás lo ha cegado para no recibir la verdad de
Dios (2 Cor. 4:4). Por tanto, la única manera de entender realmente la Escritura es por
tener la barrera del pecado quitado y destruyendo el reino de Satanás en su vida.
Gracias a Dios, el Evangelio de Jesucristo proporciona esta victoria que necesitamos.
Él vino “para deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3:8), de manera que podemos
tener nuestros pecados quitados y recibir el don del Espíritu Santo por fe. Cuando
naces de nuevo, el Espíritu Santo viene a vivir dentro de ti (Eze. 36:27). Él es el que va
a iluminar tu mente para recibir la verdad de la Palabra de Dios.
Morando en la Palabra de Dios es un lugar santo, y para morar a allí, tenemos que
estar en Cristo, que es nuestra santificación (1 Cor. 1:30), y parte de estar en Cristo es
caminar en la luz como él está en la luz con todos nuestros pecados puestos bajo la
sangre (1 Jn. 1:7). Asegúrate de tener tus manos limpias-que no estés aferrado en
algo que no le agrada a Dios. Y asegúrese de que tu corazón este puro, que realmente
desees tener comunión con Dios y estar más cerca de Él. Nuestro deseo para estudiar
la Biblia no debe ser sólo para empacar nuestro cerebro con conocimiento, sino para
penetrar nuestro corazón con una revelación de Dios para que podamos conocerlo
más. Manos que están ocupadas agarrando las cosas del mundo no tienen capacidad
para comprender las verdades profundas del Espíritu, y los corazones que están
contaminados con la conciencia de pecado no tienen capacidad para deleitarse en la
santa verdad de Dios. Tenemos que abordar las Escrituras en nuestros estudios, como
si nos estuviéramos acercándonos al Lugar más Santísimo, la presencia inmediata de
Dios mismo.
Desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella
crezcáis para salvación. –1 Pedro 2:2 (LBLA)
En este versículo, la palabra Griega para “deseo” está hablando más que solo querer
algo, está hablando de intensamente anhelar algo, en este caso, la Palabra. Al igual
que un bebé tiene un deseo intenso para leche para su sustento natural, necesitamos
desear ardientemente la Palabra de Dios para recibir nuestro sustento espiritual.
Mientras abordas el estudio de la Biblia, asegúrate de que tu corazón esté con hambre
y anticipe que el Espíritu Santo te hable. Espera que el Espíritu Santo utilice la palabra
escrita para ministrarte donde necesites Su toque más. Ve a él con tus preguntas,
dudas, luchas, temores y tentaciones, y al leer la Palabra, espéralo hasta que te
muestre la verdad con gran poder que cambiara tu corazón y su situación. Tienes que
tener tu corazón abierto para escuchar al Espíritu mientras lees y estudies, hambriento
de Él para que te llene con su “tesoro escondido” (ver Pro. 2:1-5).
Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por
vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda
sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor,
agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el
conocimiento de Dios. –Colosenses 1:9-10
Aunque no existe una norma expresa o mandamiento en la Escritura que
específicamente nos diga que oremos antes de estudiar la Biblia, por lo general es un
principio sabio para seguir. El apóstol Pablo oró constantemente por los creyentes en
Colosas, pidiendo al Señor que los llenara de conocimiento, sabiduría y entendimiento
espiritual, y que continuamente se mantuvieran creciendo en el conocimiento de Dios.
Constantemente debemos orar esta oración para nosotros mismos, pidiéndole a Dios
que nos dé “el espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él” (Ef.
1:17). Nuestro objetivo principal en el estudio de las Escrituras es conocer la voluntad
de Dios, así que tiene sentido orar seriamente antes de estudiar lo más posible para
que el Espíritu Santo ilumine nuestros corazones y nuestras mentes y nos revele la
voluntad de Dios para nuestras vidas vivificando la Palabra escrita. No importa que
bien sigamos las reglas para la correcta interpretación, si el Espíritu Santo no nos abre
nuestro entendimiento, no ganamos nada. Necesitamos ser enseñados por el Señor
mismo (1 Jn. 2:27).
Esta es la regla más importante que es absolutamente esencial para una buena
interpretación. Escuche con atención: cuando se trata de interpretar la Biblia, la regla
más importante es: ¡Léela, léela, y léela! Lee la Biblia en su totalidad regularmente.
Lee cada libro, uno por uno de principio a fin. Y lee cada versículo cuidadosamente en
su contexto.
Asegúrate que pases tiempo leyendo la Biblia todos los días, y léela una y otra vez
mientras vivas. Haciendo esto te permitirá entender todo el consejo de Dios en Su
Palabra escrita. Los reyes de Israel fueron instruidos a tener su propia copia personal
de las Escrituras y que las leyesen todos los días de sus vidas:
La Biblia también nos habla de los de Berea. Se habla de ellos como “nobles” por su
diligencia a poner todo a prueba con la Palabra escrita de Dios:
La Biblia nunca será tan antigua y anticuada que no podrá ser aplicada a nuestras
vidas. La verdad de la Palabra de Dios es eterna y nunca pasará (Isa. 40:8). Cada vez
que leas la Biblia tendrás más luz y entendimiento mientras que la Palabra de Dios te
sea revelada (Sal. 119:130). Esto es porque verdaderamente es la Palabra de Dios y
es viva y eficaz (Heb. 4:12). Contiene la mente de Dios, y por lo tanto es un tesoro que
nunca podrá ser agotado. Continuará a revelar más y más de las cosas de Dios a la
alma hambrienta que se alimenta diariamente del pan de la Palabra de Dios. Los
cristianos más maduros son los que han pasado años leyendo la Palabra vez tras vez,
y los mejores maestros en la iglesia son los que han leído la Biblia entera muchas,
muchas veces y se están sumergiendo constantemente en la Palabra de Dios. Vas a
poder interpretar y aplicar las Escrituras con eficacia cuando la conozcas
profundamente. No hay un corto camino a la verdad. La sana doctrina y un
conocimiento de Dios solo vendrán por constantemente leer, meditar y orar las
palabras de la Escritura mientras que vivas una vida de obediencia práctica.
Esto significa que en todo tiempo debemos interpretar las Escrituras con el sentido
sencillo y literal del lenguaje al menos que el pasaje claramente sea simbólico o
figurativo. En el caso del lenguaje simbólico o de figuras retóricas, busca encontrar la
verdad literal detrás de lo que el símbolo o la figura retórica representa, tomando
cuidado especial de permitir que la Escritura interprete la Escritura.
Es importante recordar que los libros de la Biblia son inspirados por Dios, pero Dios
escogió comunicarse con nosotros a través de los autores humanos usando el sentido
normal del lenguaje humano. Las Escrituras fueron escritas con el propósito de revelar
la verdad de Dios a la persona común. Él lo diseño de tal manera que los hombres
podrían leerlas y entenderlas. Entonces, cuando las leas, simplemente cree lo que
dicen, cree que son verdad, y cree que la intención de Dios es que sean entendidas.
Compréndela literalmente, al menos que sea obvio que está usando una figura retórica
o un tipo de símbolo. En ese caso, estudia para encontrar la verdad literal detrás de
esa figura o símbolo.
# 3: Reconoce que, hablando en términos generales, solo hay una interpretación
para cada pasaje.
Esto quizás parecerá raro para algunos, pero este punto es de suma importancia.
Cuando nos acercamos a un texto de Escritura, no debemos empezar por
preguntarnos: “¿Qué significa esto para mí?” Como si pudiera significar algo único a ti
y significar algo totalmente diferente a otra persona. Es decir, no debemos pensar que
cada persona puede llegar a su propia interpretación del pasaje que sea distinto a las
interpretaciones de todos los demás, y al mismo tiempo que todas las interpretaciones
sean correctas a pesar de la falta de armonía entre ellas. Más bien, cuando
examinemos un pasaje, lo primero que debemos preguntarnos es: “¿Qué quiso
comunicar el autor original a los recipientes originales, tomando en cuenta sus
trasfondos históricos, culturales y circunstancias únicas?” Si respondimos esa
pregunta correctamente llegaremos a una interpretación adecuada del pasaje. Luego,
después de establecer la interpretación correcta, podremos seguir y observar las
similitudes entre la situación de ellos y la nuestra, y hacer aplicaciones más amplias
que hablen directamente a nuestras vidas. Aunque cada pasaje de Escritura solo tiene
una interpretación correcta (aunque esa interpretación puede ser compleja), el pasaje
puede tener muchas diferentes aplicaciones personales que nos hablen directamente
a nosotros en medio de nuestras situaciones del Siglo XXI.
Por ejemplo, hay que ver la declaración de Pablo en Filipenses, que a menudo es
malinterpretada por muchos:
Entonces el contexto nos enseña que Pablo está diciendo que no hay prueba que no
puede vencer victoriosamente porque Cristo es su fuerza (ver 1 Cor. 10:13), y que
ninguna situación temporal podría robarle su paz y gozo en el Señor (Fil. 4:7).
Los diversos libros de la Biblia fueron escritos por más de 40 diferentes autores de una
gran variedad de trasfondos sociales e históricos, a lo largo de 1.500 años, en tres
diferentes continentes, en tres diferentes idiomas y tres diferentes eras durante la
historia de la redención. Obviamente, los 66 libros de la Biblia fueron escritos por una
variedad de diferentes contextos históricos y culturales. Tenemos que tener en cuenta
esto cuando interpretamos la Escritura. Muchos libros en la Biblia tienen un énfasis o
propósito específico que el autor intentó de comunicar en un cierto punto de historia, y
esto es sumamente importante para una interpretación adecuada.
Por ejemplo, el libro de Mateo fue escrito con la intención de ser leído por una
audiencia judía para demostrarles que Jesús es el Mesías prometido de Israel. Por
esta razón, muchas tradiciones y costumbres judías son mencionadas en el libro sin
ninguna explicación; Mateo obviamente asumía que su audiencia judía le entendería.
Entonces, cuando estudiamos el libro de Mateo, tenemos que considerar las
costumbres judías a las cuales alude el libro, y también el trasfondo del Antiguo
Testamento, que es el cimiento sobre cual Mateo edifica.
Una persona común, leyendo el libro de Mateo sin ningún conocimiento de las
antiguas costumbres judías, podría confundirse cuando, por ejemplo, llegaría a estos
versículos:
La costumbre de esos días era que si una pareja quería casarse (muchas veces los
matrimonios eran arreglados), primero serían “desposados”. Este desposamiento era
parecido al compromiso moderno; sin embargo era más fuerte y vinculante. El hombre
y la mujer estarían desposados y después de ese momento, serían vistos como
marido y mujer. Estaban casados, y esto sería vinculante. Sin embargo, ellos no vivían
juntos ni tenían relaciones físicas durante este periodo de desposamiento—eso no
sucedería hasta que el matrimonio fuera consumado. La mujer todavía vivía con sus
padres durante todo este periodo, que duraba aproximadamente un año. Durante ese
año, el hombre trabajaría y prepararía un terreno y construiría una casa, alistando todo
para su nueva esposa, para que cuando se casen pudieran vivir juntos y empezar una
familia. Solo después de ese tiempo tendrían una boda oficial y consumirían su
matrimonio y tendrían relaciones físicas. Y ya que el desposamiento era legalmente
vinculante, las parejas eran consideradas marido y mujer, y solo un divorcio podía
romper ese desposamiento.
Entonces cuando José estaba desposado a María, aun viviendo separado de él, y
preparando para el día oficial de su matrimonio, ¡él descubrió que ella estaba
embarazada! ¡Por supuesto, él pensó que ella era promiscua y había sido infiel con él!
Pero no quería humillarla públicamente, entonces busco divorciarse de ella y romper el
desposamiento antes de que estén casados oficialmente.
¿Puedes ver como los contextos históricos y culturales de los pasajes pueden
verdaderamente enriquecer nuestro entendimiento de las Escrituras? No captaríamos
el verdadero significado del texto si intentaríamos interpretar tales pasajes solamente a
la luz de nuestras tradiciones y costumbres del Siglo XXI sin tomar en cuenta el
contexto histórico del pasaje. A veces es muy importante conocer un poco de la
historia y cultura detrás del texto para saber cómo interpretar bien “la palabra de
verdad” (2 Tim. 2:15).
Sin embargo, debemos tener mucho cuidado aquí de tener en cuenta la doctrina de la
“claridad de la Escritura”. Es decir, toda la Escritura es clara y fue escrita de tal manera
que las verdades importantes son simples y pueden ser entendidas por cualquier
persona por medio de la ayuda del Espíritu Santo. Ten cuidado de personas que tratan
de enseñar ciertas costumbres históricas y culturales afirmando que eso te llevará a
una interpretación muy distinta a la que una lectura sencilla del texto nos enseña. No
necesitamos leer grandes cantidades de libros históricos y culturales para saber cómo
interpretar la Biblia adecuadamente. Si la información es correcta, tales datos puedan
enriquecer nuestro estudio de la Biblia; sin embargo, debemos siempre recordar que la
Escritura es clara y que solo necesitamos el Espíritu Santo y hambre para Dios para
entender lo que es importante. En otras palabras, mientras que una investigación del
contexto histórico y cultural de un cierto pasaje de Escritura, no es esencial tener una
biblioteca llena de libros para interpretar las Escrituras correctamente. Pero al mismo
tiempo debemos tener en cuenta que no podemos ignorar las antiguas costumbres e
historia, y no debemos forzar nuestro punto de vista post-modernista y cultura del Siglo
XXI al texto de las Escrituras.
Es muy importante interpretar las Escrituras a la luz del contexto histórico en cual fue
escrito durante la historia de la redención, y a la luz del pacto en que se encuentra. Por
ejemplo, miremos a un mandamiento en la Ley de Moisés.
Por supuesto que lo son. Pero Dios ha escogido revelarse en diferentes maneras y a
través de los medios de diferentes pactos. Este mandamiento de abstenerse de comer
cerdo se encuentra en el Antiguo Pacto, la Ley de Moisés. Fue algo vinculante para el
pueblo de Israel, hasta el tiempo cuando Dios traería el cumplimiento de ese pacto y
establezca el Nuevo Pacto. Sabemos que a la luz del Nuevo Testamento todas estas
regulaciones ceremoniales solo fueron sombras de la plenitud que vendría en Cristo, y
que Cristo es el cumplimiento de tales regulaciones legales y ceremoniales:
Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con
acción de gracias. –1 Timoteo 4:4
Entonces todas las comidas son buenas y no debemos considerarlo pecado si los
comemos. Por lo tanto, debemos interpretar la prohibición del cerdo en Levítico 11 a la
luz de la más plena revelación que Dios nos ha dado en el Nuevo Testamento. Esto no
significa que el Antiguo Pacto no se podría aplicar a nosotros hoy en día, porque
todavía es la Palabra de Dios y nos revela quién es Él, así como lo hace el Nuevo
Testamento. Sin embargo, debemos darnos cuenta que toda Escritura señala a Cristo,
y Él es el cumplimiento de estas regulaciones ceremoniales, y por lo tanto si estamos
en Cristo, ya no son vinculantes para nosotros como fueron a la nación de Israel en los
tiempos pasados.
Entonces cuando leas las Escrituras, y trates de interpretar un pasaje, recuerda que
debes tomar en cuenta la historia de la redención. Interprétala a la luz de qué
momento en el tiempo ocurrió durante la historia de la redención, sabiendo que en el
Nuevo Pacto tenemos la plenitud de lo que los pactos anteriores aludían, y puesto que
ahora estamos bajo el Nuevo Pacto, este tiene la última palabra sobre todo de lo que
habla.
Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor,
mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. Pues la Escritura dice: No
pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario. Contra un
anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos. A los que persisten
en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman. Te
encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos,
que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad. No
impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos.
Consérvate puro. –1 Timoteo 5:17-22
El contexto está hablando acerca de los ancianos/pastores en la iglesia. El imponer
manos sobre un hombre tiene que ver con ellos siendo ancianos. 1 Timoteo 4:14
confirma esto; ahí leemos que Timoteo fue ordenado por medio de la imposición de
manos de los ancianos, y durante ese tiempo, Dios le impartió un don espiritual para
cumplir su ministerio. El hecho de que la imposición de manos se refiere a ordenar
ancianos es también confirmado por las instrucciones de Pablo en capitulo 3, donde él
le explica los requisitos para tales hombres, esperando que Timoteo los reconozca y
nombre públicamente (por la imposición de manos). Esta interpretación es confirmada
más aun por el resto de las Escrituras donde leemos que el propósito de imponer
manos era para ordenar a los hombres al ministerio. En Hechos, encontramos que
esto fue una práctica de la iglesia tempana (eje. 6:6, 13:3, 14:23).
Sin embargo, esto no fue el único propósito para la imposición de manos. Jesús
impuso las manos sobre muchas personas para sanarles (Marcos 5:23, 6:5, 8:23, 25;
Lucas 4:40, 13:13) y a otros para bendecirles (Marcos 10:16). Los apóstoles
impusieron manos sobre muchos para impartirles el Espíritu Santo, dones espirituales,
sanidad y otras bendiciones sobre muchas personas que no fueron ministros (Hch.
5:12, 8:17-18, 14:3, 19:6, 28:8). Y aun Ananías que no parecía ser apóstol impuso
manos sobre Saulo para sanarle de su ceguera e impartir el Espíritu Santo sobre él
(9:12, 17). ¡Ciertamente Jesús y los apóstoles no participaron en los pecados ajenos
de ellos sobre quienes impusieron las manos! Los apóstoles mismos en realidad
fueron instruidos a imponer manos sobre las personas mientras que oraban por
sanidad (Marcos 16:18). Entonces, la advertencia sobre imponer manos con ligereza
que se le fue dada a Timoteo NO fue hecha con referencia a orar por alguien para la
sanidad, o para ser lleno de Espíritu Santo. Esto tiene que ver con ordenando a los
hombres como ancianos. En otras palabras, Pablo está diciendo: “No seas pronto para
ordenar ancianos en la iglesia. Asegúrate que están plenamente capacitados y
maduros, hombres piadosos de la fe, porque si los nombras apresuradamente y no
son lo suficientemente capacitados, pueden caer en graves errores y te voy a tener
responsable por nombrarlos.”
Este principio viene de la verdad que la Biblia es la inspirada Palabra de Dios. Puesto
que cuando la Biblia habla Dios habla, y que Dios es siempre verdadero y nunca
puede mentir, promover el engaño, ni contradecirse, entonces toda la Escritura es
verdadera y nunca podría enseñar el engaño ni contradecirse. Después de todo, si hay
una contradicción que consiste de dos declaraciones opuestas, las dos no pueden ser
correctas. Toda Escritura es absolutamente verdadera, y dentro de las Escrituras se
encuentran doctrinas importantes que se enseñan a través de toda la Biblia. Entonces,
basándonos en estos hechos, la Escritura es la intérprete más absoluta, autorizada e
infalible de sí misma. El mejor comentario de un cierto versículo son otros versículos
en la Biblia que tratan con el mismo tema porque nunca se equivocan.
Ya que “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar” (2 Tim. 3:16),
cualquier cosa que diga la Escritura puede ser usada para establecer una doctrina
sobre cualquier tema del cual está hablando. También, todo lo que la Escritura enseñe
de una doctrina particular es verdadera y está en perfecta armonía consigo misma.
Entonces, cuando estudiamos sobre una doctrina en la Escritura, podemos compilar
versículos relevantes de diferentes partes de la Escritura, de diferentes libros en la
Biblia, y juntarlos de tal manera como para acumular una enseñanza sistemática sobre
ese tema. Por supuesto que cuando hacemos esto tenemos que tener mucho cuidado
de estudiar y conocer los contextos de cada versículo que estamos usando e
interpretar cada uno caso por caso, siendo cuidadosos de interpretar cada versículo
correctamente. Al mirar a todos los versículos en la Biblia que enseñan sobre un cierto
tema o doctrina, y al estudiar cada uno en su orden y contexto, podemos asegurar que
nuestras interpretaciones están en armonía con la Biblia en su totalidad.
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro
Señor Jesucristo. –Romanos 5:1
Al leer este versículo, aprendemos que la justificación es por fe. Pero este versículo en
sí mismo no dice claramente que la justificación viene solamente por la fe. Entonces
preguntamos: “¿Es las justificación por medio de la fe además de las obras, o
solamente por la fe? Algunos otros versículos anteriores en el libro de Romanos nos
dan la respuesta; por lo tanto interpretaremos la Escritura con la Escritura:
Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. –
Romanos 3:28
Mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada
por justicia. –Romanos 4:5
Entonces ahora aprendemos que la justificación es por fe aparte de “buenas” obras.
Para recibir la justicia de Dios por la cual podemos ser aceptados ante Él y tener vida
eterna, tenemos que dejar de confiar en nuestras buenas obras y creer solamente en
Cristo, el Único que justifica al impío. Romanos 4:5 nos enseña que Dios nos acepta
mientras que todavía somos pecadores impíos en base a nuestra fe solamente en
Cristo, y esto excluye cualquier posible buena obra que podamos hacer. La
interpretación está declarada claramente y está en perfecta harmonía con el resto de
las Escrituras. Así que, en nuestro ejemplo, los segundos versículos que miramos nos
ayudaron a interpretar el primer versículo en cuestión, y por lo tanto llegar a una
conclusión más específica y sana.
Aunque todo lo que necesitamos saber para ser salvos y conocer a Dios es
extremadamente claro en las escrituras, queda el hecho de que algunos textos son
difíciles de interpretar. Aun el apóstol Pedro reconoció esto (2 Ped. 3:16). Entonces,
¿qué debemos hacer cuando nos encontramos con versículos que son difíciles de
entender?
Lo que debemos hacer es, de acuerdo con el último punto que miramos (permitiendo
que la Escritura se interprete a sí misma), debemos ir a las Escrituras que son claras y
usarlas para iluminar las cuales que nos dan más dificultad. Sabiendo que no puede
haber ninguna contradicción, podemos reducir las posibles opciones que tenemos
para interpretar las partes no claras. Así que, en reducir nuestras elecciones, podemos
llegar a una interpretación mejor y más probable.
Veremos un básico ejemplo que claramente ilustrará este punto. Hay que decir que
estamos leyendo el libro de Apocalipsis, y en capitulo uno, llegamos a los siguientes
versículos:
Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de
oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre,
vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un
cinto de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como
nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido,
refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. Tenía
en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y
su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. –Apocalipsis 1:12-16
Ahora, después de leer esto, nos preguntamos: ¿Qué rayos representan los siete
candeleros? ¿Y qué significan las siete estrellas? A la primera vista, el significado de
esto no parece ser muy claro. Pero solamente porque el significado no es
inmediatamente claro para nuestro entendimiento no nos da derecho de inventar
cualquier interpretación que queremos. En vez, siguiendo los principios de leer la
Escritura en su contexto literario y permitiendo que la Escritura interprete la Escritura,
debemos continuar leyendo el resto del capítulo, esperando que después estos
versículos confusos se aclaren. Al continuar a leer el capitulo, llegamos a estos
versículos:
Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí,
diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve
muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las
llaves de la muerte y del Hades. Escribe las cosas que has visto, y las que son, y
las que han de ser después de estas. El misterio de las siete estrellas que has
visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los
ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete
iglesias. –Apocalipsis 1:17-2
Estos versículos dan más claridad a los anteriores. Aquí nos dicen que los siente
candeleros son las siete Iglesias (de las cuales se hablan en capítulos 2 y 3) y que los
siete candeleros son los ángeles de las siete iglesias. Por lo tanto hemos permitido
que los claros versículos iluminen a los que no son claros, y en hacer esto, nos hemos
ayudado a nosotros mismos a llegar a una mejor interpretación. Esto es un ejemplo
muy básico, y de hecho que hay versículos más difíciles que estos, pero sirve como un
ejemplo para el propósito de la ilustración.
Siguiendo este principio, no te abrumes con pasajes que parecen ser demasiados
difíciles para entender. Si al principio tienes un tiempo muy difícil con ciertos pasajes
de Escritura, simplemente anótalo y sigue leyendo. Es muy probable que más adelante
te encuentres con algo que aclare lo que antes no entendías. De esta manera,
podemos evitar que nos obsesionemos con los asuntos de menor importancia o de
crear una doctrina entera de algo que es tan oscuro. Permita que las partes de las
Escrituras que son fáciles de entender expliquen las partes que son más difíciles de
entender.
De hecho, mucho de lo del Sermón del Monte está corrigiendo los errores de los
fariseos que enseñaban la letra de la Ley pero ignoraban el espíritu de la Ley. Ellos
pensaban que podían divorciarse y casarse de nuevo con los que querían y que
podían mirar con lujuria siempre porque no había un mandamiento estricto contra eso;
sin embargo Jesús enseño que el espíritu del mandamiento “No cometerás adulterio”
prohíbe tales prácticas (Mat. 5:27-32).
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás
a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al
acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y
estarán como frontales entre tus ojos. —Deuteronomio 6:6-8
Entonces, para hacerse parecer más santos que los demás, los fariseos inventaron
una caja pequeña que atarían alrededor de sus cabezas llamada “filacteria”. Dentro de
la caja había pequeños pergaminos en que estaban escritos versículos de Escritura.
Ellos ignoraron el espíritu de la Escritura y lo convirtieron en una costumbre literal de
amarrar una caja de Escritura a sus frentes. Por supuesto, el Señor Jesús les
reprendió por tales costumbres que no eran nada más que una vana demostración del
orgullo religioso de ellos (Mat. 23:5). Deuteronomio no estaba diciendo que
literalmente debemos amarrar una caja de Escritura a nuestras frentes, estaba
diciendo que siempre debemos meditar en la Palabra de Dios y siempre tenerla en
nuestras mentes.
Entonces cuando interpretes la Biblia, ten cuidado de las interpretaciones que no
capten el corazón de Dios al ignorar el espíritu detrás de lo que está escrito.
La Biblia usa muchos tipos de géneros y figuras retóricas. Se debe tomar en cuenta a
cada uno, caso por caso. Dios usó el lenguaje humano para revelar Su Palabra y al
hacerlo Él uso todo tipo de expresiones humanas. Debemos recordar que nuestra
hermenéutica significa tomar cada pasaje de Escritura literalmente en todo tiempo al
menos que obviamente sea una figura retórica. En el caso de una figura retórica,
debemos descubrir la verdad literal detrás de lo que la figura retórica representa,
usando otros pasajes de Escritura para aclarar nuestros versículos en cuestión,
permitiendo que la Escritura interprete la Escritura.
El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o
hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de
mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por
causa de mí, la hallará. —Mateo 10:37-39
Al leer este pasaje aprendemos que nuestra interpretación fue correcta. Debemos
amar a Jesús más que a cualquier otra persona, incluso a nosotros mismos. Si no lo
amamos de esta manera, no somos dignos de ser sus discípulos.
Nota primero como que antes de todo fue el sentido común que nos enseño que las
palabras de Jesús en Lucas 14:26 no eran exactamente literales. Y luego nota como el
resto de la Biblia nos ayudó interpretar esta figura retórica mientras que continuamos a
estudiar. Sabíamos que no podía significar que literalmente debemos “odiar” a todos
porque eso contradeciría lo que el resto de las Escrituras dicen, incluso lo que Jesús
mismo dijo. Entonces cuando comparamos la Escritura con la Escritura, aprendimos el
verdadero significado del pesaje. Pero también nota que solo porque fue una figura
retórica, no la tratamos de razonar y decir: “O, eso simplemente no quiere decir lo que
está diciendo”. En vez, inmediatamente buscamos determinar la verdad literal
representada por la figura retórica.
La parábola no puede ser usada para enseñar que uno puede perder la salvación.
¿Por qué? Porque eso no fue el punto que Jesús quería hacer. Además, si lees los
detalles de esa manera, entonces te encontraras con otro problema: Si el hijo prodigo
fue salvado, y después perdió su salvación, y luego fue salvo otra vez, ¿entonces qué
del hermano mayor en la parábola? El hermano mayor obviamente representa los
fariseos orgullosos. Sin embargo él nunca se fue de la casa, y la parábola dice que él
siempre obedecía los mandamientos del padre (v.29). Entonces si estar en la casa del
padre significa que uno es salvo, ¡de acuerdo a ese mismo estándar debemos decir
que los fariseos también fueron salvos! Pero es obvio que los fariseos fueron
malvados y muchas veces Jesús les reprendió y advirtió que si no se arrepintieran se
perderían. Así que, descubre el punto principal de la parábola, y no uses los detalles
para respaldar doctrinas que estos no enseñan. ¡Si no, puedes terminar usando las
parábolas para enseñar cualquier cosa que quieras!
Ahora, miremos a la parábola que Jesús dio acerca del juez y la viuda:
También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no
desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni
respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a
él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo;
pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto
a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea
que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo
el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él
día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia.
Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? –Lucas 18:1-8
El punto de la parábola es que Dios contestará las oraciones y los llantos de Su pueblo
cuando perseveran en oración y fe. La parábola ilustra poderosamente esta verdad.
Sin embargo, esto es lo único que enseña, y aunque podemos hacer aplicaciones más
amplias, no debemos leer doctrinas en los detalles. En este caso, el hacerlo resultaría
en herejía, ya que el juez representa Dios el Padre. Pero el juez no “temía a Dios, ni
respetaba al hombre”, y ni estaba preocupado por la justicia hasta que fue tan
fastidiado que concedió la petición de la viuda. Por supuesto, no podemos aplicar
estas cosas a Dios nuestro Padre, porque Él es santo, perfecto y un justo juez (Sal.
7:11).
Hay muchos otros tipos de figuras retóricas en la Biblia, pero al estudiar las Escrituras
y sumergirte en las enseñanzas de la Biblia, mejorarás más y más en interpretar y
aplicar los pasajes que a una vez parecieron difíciles. Solamente usa el sentido
común, y ora que el Espíritu Santo te guie a toda verdad, y asegúrate que muy
profundamente examines y compares cada interpretación con el resto de lo que
enseñan las Escrituras.
Finalmente, se tiene que decir algo acerca de los tipos proféticos en el Antiguo
Testamento. Estos son acontecimientos de los cuales hablan las páginas del Antiguo
Testamento y que ilustran la verdad sobre Jesucristo. El Antiguo Testamento está
lleno de ello del principio hasta el final, y todos señalan a Cristo. Por ejemplo, el
acontecimiento de Abraham ofreciendo su hijo Isaac y Dios proveyendo el cordero de
ofrenda como un sustituto es un tipo profético de Dios ofreciendo Su Hijo como un
sustituto para los pecadores. Cada libro del Antiguo Testamento tiene tales tipos
proféticos. En el caso de estos, ten en cuenta que estos acontecimientos fueron
literales, realmente ocurrieron, pero fueron decretados por Dios a ilustrar el Evangelio,
y por lo tanto usan muchos símbolos en medio de los acontecimientos que son
sombras proféticas de Cristo. Entonces, cuando leas el Antiguo Testamento, presta
atención y cuidadosamente busca estos tipos proféticos que señalan a Cristo. Cada
uno se puede leer literalmente, pero detrás del texto lleva una verdad espiritual que se
relaciona con el Evangelio. Así que cuando leas la Escritura, siempre usa la
hermenéutica histórica y gramática de interpretar literalmente en todo tiempo al menos
que el lenguaje obviamente sea figurativo o simbólico; pero al mismo tiempo ten un
punto de vista que está centrado en Cristo, esperando que todas las Escrituras
testifiquen de Él. Busca que Cristo sea revelado a través de todas las páginas de
Escritura. En el Evangelio de Lucas, leemos acerca de cómo Jesús hizo esto después
de su resurrección:
Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba
en todas las Escrituras lo que de él decían. –Lucas 24:27
Usando las Escrituras del Antiguo Testamento, Jesús expuso a los discípulos los tipos
proféticos que señalaban a Sí mismo. Él es el hilo escarlata que está entretejido en la
tela del Antiguo Testamento. Busca cuidadosamente, y ahí lo encontrarás.
EN CONCLUSIÓN Entonces esos son los diez básicos principios que debes tener en
cuenta cuando estudies la Biblia. El ponerlos en práctica te ayudará tremendamente a
ser un mejor estudiante de la Palabra de Dios y aplicar las gloriosas verdades de Dios
a tu vida. Muchos de estos pasos quizás te parezcan complicados ahora; si es así, no
te preocupes. Solo has lo mejor que puedas y asegúrate que tu corazón está sometido
completamente al Espíritu Santo. Mientras que continúes leyendo las Escrituras, te
convertirás más y más experto en la Palabra de justicia.
Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia,
porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez,
para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del
bien y del mal. –Hebreos 5:13-14
El manejar con precisión la Palabra de verdad y el crecer para poder digerir el alimento
sólido de la Palabra solo vienen a lo largo de mucho tiempo y estudio. Lo más que
verdaderamente te devotes a estudiar para conocer a Dios, lo más que el Espíritu
Santo derramará Su verdad a tu alma. No seas flojo en tus estudios de las Escrituras,
pero se diligente y celoso para saber la verdad. Permite que tu alma tenga un hambre
constante para el alimento de la Palabra. No estés contento con el conocimiento de la
Palabra que ahora tienes, pero siempre esfuérzate en aprender más y más de Dios.
Jesús dijo:
Cuídense de lo que oigan. Con la medida con que ustedes midan, se les medirá,
y aun más se les dará. Porque al que tiene, se le dará más, pero al que no tiene,
aun lo que tiene se le quitará. –Marcos 4:24-25
Lo más que abramos nuestros oídos espirituales para oír la verdad de la Palabra de
Dios, y lo más que nos dedicaremos a estudiar las Escrituras con un corazón puro, la
más verdad y poder derramará Dios sobre nosotros. El conocer la Biblia y obedecerla
resulta en innumerables bendiciones, pero no hay excusa para la ignorancia y
desobediencia.
PREDICACIÓN EXPOSITIVA
31.10.2014
La Biblia es la Palabra de Dios y la base de las creencias cristianas. Precisamente por eso
es vital que interpretemos la Biblia de manera correcta. Creemos en “el libre examen”, pero
no en “la libre interpretación”. “El libre examen” es el derecho y el deber de todo el mundo
de leer y estudiar la Biblia. “La libre interpretación” es el derecho de todo el mundo de
interpretar la Biblia como sea, como si todas las interpretaciones fuesen igualmente
válidas. Pues, no es así; se puede interpretar la Biblia bien o mal, y para interpretarla bien,
hay que conocer y respetar una serie de principios. ¿Cuáles son esos principios? Pues,
aquí van diez principios básicos:
1. La interpretación de la Biblia es una tarea espiritual
Ya que la Biblia no es un libro cualquiera, sino la Palabra de Dios escrita, aunque hay que
usar la mente, la inteligencia, para interpretarla bien, no se trata de un ejercicio meramente
intelectual, sino también de una tarea espiritual. Conviene una actitud de reverencia,
humildad y fe. Y conviene orar antes, durante y después del trabajo de interpretar la Biblia.
2. Hay que empezar buscando el sentido más natural
Normalmente, ¡la Biblia significa lo que parece significar! No hay que buscar otro
significado distinto del significado más natural, a no ser que exista alguna razón de peso
para hacerlo. Algunas de las excepciones a esta regla son: (1) Cuando lo que parece
significar contradice el resto de la Biblia; (2) Cuando lo que parece significar no tiene
ningún sentido; y: (3) Cuando el lenguaje no es literal, sino metafórico (etc.). Pero hay que
empezar buscando el sentido más natural de cada texto o pasaje.
3. Cada parte de la Biblia debe ser interpretada a la luz de toda la Biblia
Aunque los sesenta y seis libros que componen la Biblia fueron escritos por unas cuarenta
personas diferentes, en lugares diferentes, a lo largo del milenio y medio entre Moisés y el
apóstol Juan, en otro sentido hay un solo Autor divino de toda la Biblia. Por eso, y sin
negar las características propias de cada autor humano, hay en la Biblia una coherencia
interna que refleja la coherencia de Dios mismo. En la Biblia hay paradojas y aparentes
contradicciones, pero no puede haber contradicciones en el sentido de afirmaciones o
enseñanzas totalmente incompatibles entre sí, porque si las hubiera, serían
contradicciones dentro del ser de Dios. A la hora de interpretar cualquier parte de la Biblia,
debemos tener en cuenta la Biblia como un todo.
A pesar de las características concretas de cada libro, hay un solo mensaje principal a lo
largo de toda la Biblia: ¡Cristo, el evangelio, la salvación! El Antiguo Testamento apunta
hacia el Cristo que va a venir y el Nuevo Testamento apunta hacia el Cristo que ya vino. Y
hay que tener en cuenta esta dimensión cristológica a la hora de interpretar cualquier parte
de la Biblia. Hay que evitar dos peligros: (1) El peligro de no ver a Cristo donde está; y: (2)
El peligro de creer ver a Cristo donde quizás no esté. ¿Cómo podemos evitar estos dos
peligros? (1) Aplicar los demás principios de interpretación; (2) Ver cómo los escritores del
Nuevo Testamento interpretan el Antiguo Testamento; (3) Evitar la alegorización gratuita,
la que no tenga ninguna base sólida; (4) Buscar paralelos verbales claros entre textos
bíblicos y el Señor Jesucristo; (5) Distinguir entre la intención del autor, el significado para
los lectores originales y una posible dimensión cristológica; etc. Hay muchos paralelismos
entre José y Cristo para que sea pura coincidencia. Pablo da una interpretación
cristológica a una serie de acontecimientos de tiempos de Moisés y los israelitas (1 Co.
10). Pero no hay pruebas claras de que el cordón de grana de Rahab (Jos. 2:17-22) se
refiera a la sangre de Cristo. Y el libro de Cantar de los Cantares parece referirse –en
primer lugar– al amor entre un hombre y una mujer.
Conclusión
Esto no es más que una breve introducción al tema. Pero creo que estos principios nos
ayudarán a “[usar] bien la palabra de verdad” (2 Ti. 2:15).
Las ideas tienen consecuencias. Desde los inicios de la filosofía occidental, hemos sido
testigos de lo bueno, lo malo y lo feo de este axioma. Desde la influencia de John Locke
sobre los fundadores de Estados Unidos, a los desastrosos resultados de la influencia de
Karl Marx en la Rusia comunista y Friedrich Nietzsche en la Alemania de Hitler, difícilmente
se puede decir que las ideas no tienen consecuencias. Sin embargo, no solo las ideas tienen
consecuencias, sino también la exégesis.
Y estas señales acompañarán a los que han creído: en Mi nombre echarán fuera demonios,
hablarán en nuevas lenguas; tomarán serpientes en las manos, y aunque beban algo
mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien.
Aunque la autenticidad de este pasaje es debatida, algunos han tomado estas palabras y las
han utilizado para justificar la práctica de literalmente manipular serpientes mortales en
medio de la congregación como una demostración de fidelidad. Trágicamente, como
resultado muchos han muerto a causa de las mordidas de serpientes. La exégesis tiene
consecuencias.
Consideremos otro conocido texto de las Escrituras que cuando ha sido manejado y
aplicado erróneamente también ha conducido a resultados trágicos, Santiago 5:14-15:
¿Está alguien entre ustedes enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él,
ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al que está
enfermo, y el Señor lo levantará. Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por
él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor. La oración de fe restaurará al enfermo, y
el Señor lo levantará. Si ha cometido pecados le serán perdonados.
El estímulo de llamar a los ancianos a orar por los enfermos ha llevado a algunos a
malinterpretar a Santiago y prohibir el uso de médicos o prácticas medicinales. Por
desgracia, he conocido familias que han perdido seres queridos innecesariamente a causa
de enfermedades que eran fácilmente curables si hubieran contado con la ayuda de un
médico o usado prácticas médicas comprobadas. Tristemente, interpretar y aplicar
erróneamente este texto los llevó a creer que pedir ese tipo de ayuda sería ser
desobedientes a Dios. Una vez más, la exégesis tiene consecuencias.
Está de más decir que las consecuencias de esta interpretación y aplicación son
abrumadoras. No solo es que la predicación del evangelio es robada de su efecto, sino que
también el sufrimiento que los Apóstoles y la Iglesia han soportado por predicar el
evangelio se reduce a algo hecho en vano (Gal. 3:4). No existe idea más peligrosa y
perjudicial que la idea de que los hombres y las mujeres no necesitan escuchar el evangelio,
arrepentirse del pecado y creer en Cristo para ser salvos. La exégesis tiene consecuencias.
Algunas exégesis tienen consecuencias eternas desastrosas.
Sin embargo, así como una exégesis mala tiene consecuencias eternas de condenación, una
exégesis fiel tiene consecuencias eternamente gratificantes. 2 Timoteo 2:15 nos anima al
decir que los que manejan bien la Palabra de Verdad no tienen de qué avergonzarse ante
Dios. Ellos no se van a avergonzar al presentar su trabajo a Dios.
Por lo tanto, si somos fieles, entonces nosotros, como Pablo, tratamos de manejar la
Palabra de Dios no de manera falsa, sino con integridad y responsabilidad ante Dios y
todos los que escuchan (2 Cor. 4:2). No debemos ser adúlteros o corruptores de la Palabra
de Dios (2 Cor. 2:17). Más bien, nosotros predicamos a Cristo y la fe en Él. Debemos
recordar que nuestra exégesis tiene consecuencias.
as Trampas de la (Mal)Interpretación
de la Biblia, 1ª. Parte
Por John MacArthur
Cada vez que usted está hablando en nombre de otra persona, es importante tener el mensaje
correcto. Incluso en asuntos simples, la precisión es crucial. Olvidar detalles y resúmenes
descuidados puede conducir a confusión, errores y frustración.
En 2 Timoteo 2:15, Pablo exhorta a Timoteo a tener cuidado de tener correcto el mensaje de
Dios: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” Está claro que el manejo de la Escritura
implica diligencia y cuidado. Debe ser tratada con precisión. Aquellos que no lo hagan serán
avergonzados.
En los próximos días, quiero llamar su atención sobre algunos errores comunes que cometen
las personas cuando se trata de interpretar la Palabra de Dios.
Un buen ejemplo de ese error se encuentra en el Talmud (comentarios sobre las Escrituras
judías). Un rabino está tratando de convencer a la gente de que la principal preocupación en la
vida es la preocupación por los seres humanos. Él utiliza las piedras de la Torre de Babel en
Génesis 11 para apoyar su afirmación, que nos dice que los constructores de la torre estaban
frustrados porque ponían las cosas materiales primero y al último al pueblo. A medida que la
torre creció más alto, tomó varias horas para realizar una carga de ladrillos a los albañiles que
trabajan en la parte superior. Si un hombre se caía de la torre hacia el fondo, nadie le prestaría
atención, era sólo un obrero que se había perdido. Pero si él se cayó camino arriba, estaban
tristes porque la carga de ladrillos se perdió también. Eso, dice el maestro, es por eso que Dios
confundió su lenguaje, ya que no le dieron prioridad a los seres humanos.
Nunca es bueno, correcto o útil llegar con un mensaje, — incluso uno bueno— ignorando la
verdadera lección y la intención de un pasaje de las Escrituras Llegar a una conclusión acerca
de un pasaje sin examinar intensamente su contexto esencialmente dice a los demás que no
cree que signifique algo, aparte de la intuición, la sabiduría, la inteligencia y que usted lleve a
el. De hecho, eso no es verdadera interpretación, ya que no toma en cuenta en vez de
investigar la intención original del autor.
Así como la caza y la ley del más fuerte a través de la Escritura no puede producir creyentes
maduros, torciéndola a la medida para apoyar un punto predeterminado priva a la Palabra de
Dios de su verdadero poder santificador.
Si tuviera que hacer una presentación sobre la Dirección de Gettysburg de Lincoln, ¿cómo te
prepararías? ¿Quieres estudiar el trabajo de los académicos para absorber tanta información
pertinente y perspicacia como puedas? ¿O simplemente reflexionaría usted los pocos hechos y
los detalles que usted ya conoce, esperando que los trozos de información dispar se unan en
un resumen útil?
En 1 Timoteo 5:17, Pablo describe el “doble honor” que ha de darse a aquellos en la iglesia
“que trabajan en predicar y enseñar.” La razón por la que Dios ha dado maestros a la iglesia es
que la comprensión de Su Palabra y el instruir correctamente a las personas en las Escrituras
requiere de personas que están comprometidas con el trabajo persistente y concienzudo en
respuesta al llamado divino.
Se afirma a menudo que personas devotas puedan conocer la Biblia completamente sin ayuda.
Ellos prologan sus interpretaciones con un comentario como este: “Queridos amigos, no he
leído el libro de alguien. No he consultado comentarios hechos por el hombre. He ido directo a
la Biblia para ver lo que tenía que decirme por sí misma.” Esto suena muy espiritual, y por lo
general es secundada con amenes de la audiencia.
Pero, ¿es este el camino de la sabiduría? ¿Hay algún hombre que tenga el derecho o el
aprendizaje para evitar toda la sabiduría divina de la iglesia? No lo creemos.
Lo que estaba describiendo Ramm —esa falta de respeto por el trabajo de los teólogos
dotados y expositores que han pasado años estudiando e interpretando la Escritura— está en
exhibición en muchas iglesias, ministerios, y en particular, en los campus universitarios
cristianos de hoy.
No voy a pretender entender todas las razones por las que atrae esa mentalidad a la gente, y
especialmente a los jóvenes. Podría fluir de una profunda insatisfacción con los modelos y
prácticas de la iglesia de su juventud. O simplemente podría ser evidencia de un corazón
inclinado a la rebelión abierta. No importa la razón, el impacto sigue siendo el mismo: se
desconecta al individuo, a la congregación, o incluso a toda la comunidad de las enseñanzas y
sabiduría recogidas de la Iglesia y la guía e instrucción de la historia de la iglesia.
En términos de su propio crecimiento espiritual, así como la de cualquier persona que pudiera
seguir su ejemplo, los riesgos espirituales son demasiado altos para confiar únicamente en su
propio entendimiento, o esperar a que una instrucción especial y única del Señor.
Una vez escuché una entrevista radial en la que se le pidió a una mujer pastor como ella
“obtenía sus sermones de arriba.” Ella respondió: “Yo no los recibo, yo lo hago descender. Dios
me los entrega a mí.” Sus palabras reflejan una actitud muy familiar en la iglesia de hoy.
Muchos creen que es poco espiritual estudiar. “Después de todo,” dicen algunos (tomando un
versículo fuera de contexto): “¿No dijo Jesús: ‘Porque el Espíritu Santo os enseñará en la
misma hora lo que debáis decir?”"(Lucas 12:12).
Ese tipo de enfoque superficial y poco profunda a las Escrituras es una manera segura de
perder su verdadero significado. No se puede improvisar a su voluntad a la comprensión
bíblica y la madurez espiritual, no en el púlpito y no en su estudio personal. No trate de hablar
en nombre de Dios cuando no tiene idea de lo que está hablando, y no siga a nadie que lo
haga.
El apóstol Pablo hace claro que un obrero aprobado debe "trazar" bien la palabra de
Dios (2 Ti 2:15). La Reina Valera Actualizada (RVA) traduce esta palabra como
"interpreta[r] correctamente." Luego en una nota al calce dice que literalmente la
palabra quiere decir "dividir, como quien marca un paño para cortar; tal vez, una
alusión a la tarea práctica de dividir las palabras en un texto antiguo." William Barclay
señala que "trazar" significa "cortar bien" y "cortar derecho." Usado en relación con un
camino significa que alguien traza un camino que atraviesa un campo en línea recta.
En el caso de las actividades profesionales de un albañil, un fabricante de tiendas, un
constructor de carreteras y un cirujano la rectitud al cortar es vital.
La Biblia nos presenta ejemplos de varios cristianos que supieron trazar bien la
palabra de verdad. El diácono Felipe presentó al eunuco a Jesús como el Mesías en
cumplimiento de las profecías del siervo sufriente de Jehová en Isaías 53 (Hch 8:26-
40). La pareja Priscila y Aquila instruyeron a Apolos en las verdades más profundas de
la fe (Hch 18:24-26). Pablo hizo ver a los doce hombres en Efeso que el bautismo de
Juan el Bautista no era satisfactorio para los que aceptaban a Jesús como el Mesías
(Hch 19:1-7). Cuando Pablo visitó al pueblo de Berea, los bereanos procuraron
entender mejor las Escrituras a raíz de las interpretaciones paulinas acerca del Mesías
(Hch 7:10-15).
El error de sacar los versículos fuera de contexto Muchas sectas sacan los
versículos fuera de su contexto bíblico. Esto quiere decir que sacan oraciones y
palabras del párrafo, capítulo y libro bíblico y las unen con otros versículos donde no
van. A veces esto no es del todo la culpa de las sectas, ya que los mismos formatos
de ciertas traducciones y versiones de la Biblia no las ayudan, pues imprimen cada
versículo con una indentación al comienzo como si fuera un párrafo en sí. Algunas
traducciones que lo hacen son la Reina Valera 1909 y 1960, mientras que la Reina
Valera Actualizada, la 1995 y la Versión Popular adoptan los formatos o estructuras
actuales de la prosa y la poesía. Así usan párrafos y estrofas amenos al lector de este
siglo.
Hay otras sectas que interpretan una parte excesiva de la Biblia en forma
simbólica y a veces acusan a otros de interpretar toda la Biblia literalmente. Cabe
señalar que esta forma de interpretar la Biblia normalmente ve una realidad detrás de
las metáforas.
Muchos de los que insisten en la idea de una tierra joven que algunos han
especificado el año 4004 a.C. como la fecha de la creación del hombre reclaman
basarse en las tablas genealógicas que aparecen en los primeros capítulos de
Génesis. Piensan que siguiendo estas tablas pueden calcular la fecha para la creación
del primer hombre, pero evidentemente no se dan cuenta que a veces existen brechas
entre los padres nombrados y los llamados hijos. Son descendientes, pero no siempre
exactamente hijos en nuestro sentido de la palabra. Este hecho hace que las tablas
tengan variaciones que se notan cuando son comparadas entre sí y a su vez nos
avisan que tenemos que tener sumo cuidado en interpretarlas literalmente. Es
evidente que las tablas no tienen toda la información necesaria para que nosotros
podamos calcular la fecha exacta de la creación.
El error de fundar una doctrina sobre un pasaje oscuro A veces las sectas
establecen una doctrina importante sobre un texto difícil de entender, pero nunca se
debe basar doctrinas fundamentales sobre textos oscuros. De hecho cuando dos o
más textos hablan sobre el mismo tema o doctrina es sabio siempre interpretar el
oscuro en base de los claros. Si se hace la inversa, es probable la formulación de una
doctrina equivocada. Siempre se debe entender un texto oscuro a la luz de las claras.
Algunos usan Romanos 16:7 para enseñar que una mujer era apóstol. De
hecho un historiador identifica a Junias como mujer y dice, "Y Junias se cuenta entre
los apóstoles."[11] Pero otro teólogo que indica que el griego es algo ambiguo,
favorece el masculino para los dos Andrónico y Junias debido al contexto que hace
referencia en el plural a los hombres.[12] Esa discrepancia señala la ambigüedad del
nombre que puede ser tanto masculino como femenino.[13]
Los Testigos de Jehová siempre insisten en que se debe referirse a Dios con
su nombre Jehová revelado a Moisés (Ex 6:2-3; 3:14) y usado a lo largo del Antiguo
Testamento (Is 43:11). Además alegan que Jehová se refiere exclusivamente al Padre
en el Nuevo Testamento. Por eso prepararon su propia versión de la Biblia donde
aparece el nombre de Jehová, contrario al texto griego que usa Señor
("kyrios"). Otros insisten que el nombre divino es Yavé. Y todavía otros como la
Congregación de Yahweh alegan que su nombre no es Jehová o Yavé sino Yahweh y
hay que referirse a El con ese nombre. No obstante, puesto que nunca aparece
Jehová, Yavé o Yahweh en el griego del Nuevo Testamento, conviene a que el
cristiano sigue las prácticas de los apóstoles y escritores sagrados. Ellos fueron los
primeros seguidores de Jesús y escribieron en griego bajo la inspiración del Espíritu
Santo. Unánimemente siguieron la práctica de la Versión de los Setenta o la
Septuaginta al referirse a Dios como el Señor. Basta entonces con referirse a Dios
como el Señor. Además, las citas del Antiguo Testamento en el Nuevo hacen claro
que Jehová, Yahweh o Yavé es un nombre que se puede usar para referirse tanto al
Padre, como al Hijo y al Espíritu Santo. Por lo tanto, Jehová se revela en el Nuevo
como Padre, Hijo y Espíritu Santo.[16]
Jesús condenaba a los líderes religiosos por seguir la tradición en vez del
mandato de Dios revelado en las Escrituras (Mr. 7:7). Asimismo, estaba en contra de
la imposición de las prácticas culturales sobre la voluntad de Dios. Por eso cuando las
influencias culturales socio-económicas dominan o controlan la interpretación y la
definición de las palabras, fácilmente se cometen errores. Por ejemplo, debido a sus
experiencias racistas en Jamaica con la raza blanca, unos de sangre africana fundaron
una secta mesiánica que reclamaban tener un mesías negro africano a pesar de que
el propio emperador Haile Selassie negó que lo era, pues era representante de la
Iglesia Ortodoxa Copta de Etiopía. Además, los rastafarians o "rastas" identifican a la
raza blanca con la gran ciudad y ramera Babilonia de Apocalipsis 17-18.[17]
El error de fundar una doctrina sobre un pasaje histórico A veces las sectas
basan una doctrina sobre un pasaje histórico, pero una referencia a un evento histórico
puede no tener una aplicación para nosotros hoy. Si la tiene, es muy importante
encontrar una situación equivalente. Si la situación actual no es equivalente, entonces
se presta a una mala interpretación con facilidad.[18]
El error de malinterpretar las parábolas A veces las sectas interpretan mal las
parábolas de Jesús. Podemos definir una parábola como un relato oral sacado del
diario vivir de la época y que normalmente enseña una lección principal pero a veces
contiene otras lecciones secundarias. No es una fábula o una alegoría. Además, para
entenderla a cabalidad es esencial interpretarla tomando en cuenta su contexto
literario y el trasfondo histórico de la época.
Otras sectas imponen sus ideas o una estructura artificial en base a una
interpretación moderna en vez de escuchar la voz auténtica de los pasajes bíblicos.
Algunos profetas de los "Jesús sólo" tales como William Soto Santiago y Oscar
Candelario Ayala siguen una estructura de interpretación de William Marrion
Branham[21] que contradice a Jeremías 31:31, la división de la Biblia en dos
testamentos la cual claramente señala solamente dos dispensaciones -- la antigua y la
nueva -- y a las palabras de Jesús repetidas cuatro veces (Mt 26:28; Mr 14:24, Lu
22:20; 1 Co 11:25). Dichas palabras hacen eco de lo predicho por el profeta Jeremías
cuando en la última cena Cristo celebró el inicio del nuevo pacto. Para estos profetas
modernos el número sagrado de siete es tan importante que creen, como otros
hiperdispensacionalistas, en siete divisiones de los eventos del Antiguo Testamento y
en siete dispensaciones adicionales de los tiempos del Nuevo Testamento. A esas
catorce dispensaciones añaden unas siete más de la historia de la iglesia (Ap 2-3),
¡para un total de 21 dispensaciones con sus profetas, ángeles mensajeros y
precursores! ¡Y por encima de eso inventan diferentes edades o subdivisiones!
Además, ellos y otros insisten que Dios siempre tiene que avisar mediante un
siervo o profeta lo que hará. Han elevado las palabras de un profeta usadas en su
autodefensa de su propia misión y mensaje a Israel en cierta época a un principio
universal para los cristianos de todos los tiempos: Dios NO hará nada sin revelarlo a
"sus siervos los profetas" (Amós 3:7). Para las sectas significa que hoy Dios está
obligado a anunciar el mensaje de los últimos días mediante un profeta identificado a
veces como un ángel mensajero. Por supuesto, leyendo entre líneas, ¡uno deduce que
en realidad los mismos "reverendos" y predicadores se consideran a sí mismos como
esos mismos ángeles mensajeros! Pero en el día de Amós los dioses paganos de los
vecinos de Israel eran arbitrarios y caprichosos. Nunca avisaban a nadie antes de
azotar a los pueblos con una maldad; tampoco daban una explicación o razón legítima
de su propósito por el juicio. Amós insiste que Jehová no es así como ellos, sino antes
de someter al pueblo de Israel con juicio, primero los explicará el propósito y la razón
mediante Su mensajero.[22] De esta manera Amós[23] justifica su propia presencia y
mensaje de juicio a Israel (3:2-6). Pero siempre el Dios soberano se reserva para sí la
decisión de comunicar y traer juicio. De hecho se cumplió la profecía de Amós con la
invasión de los asirios (722 a.C.) y el exilio de las tribus.
El error de los textos de prueba Los textos de prueba son versículos que
forman la base de ciertas enseñanzas pero que con frecuencia son sacados fuera de
contexto. Asimismo no toman en cuenta muchos otros pasajes que tratan del mismo
tema. Muchas veces dependen demasiado de un solo pasaje, pasando por alto así
otras afirmaciones bíblicas. Se trata, a veces, de amontonar textos que defienden
ciertas creencias para fortalecer una comprensión hacia la cual están dispuestos
favorablemente o convencidos.
Los Mita suelen citar siempre ciertos versículos acerca de un nuevo nombre (Is
62:2; Ap 2:17) y el consolador (Jn 14:16, 26; 15:26; 16:7). Se afirma que Mita es el
nuevo nombre predicho y el consolador profetizado por Jesús. Siempre se refieren a
dichos textos reclamando que Mita los cumplió. Parte de su argumento es que el
nombre del Padre es Jehová y del Hijo Jesús y finalmente en esta tercera
dispensación el nombre del Espíritu Santo es Mita. Por supuesto el nombre de Mita
nunca aparece en la Biblia pero eso no los molesta.
El error de cambiar el sentido claro del texto A veces las sectas cambian el
sentido claro del texto bíblico o simplemente afirman lo contrario u otra cosa. Hay
muchos ejemplos de esto. El profeta José Smith de los mormones predicó un sermón
en el cual citó la primera carta a los Corintios como base para su enseñanza acerca de
la pluralidad de dioses.[26] Insistía que no había un solo Dios sino muchos dioses,
pues cada planeta habitado tenía su propio dios y un fiel sacerdote mormón puede
eventualmente convertirse en uno de esos dioses. Pero el texto paulino dice, "aunque
sea verdad que algunos son llamados dioses, sea en el cielo o en la tierra (como hay
muchos dioses y muchos señores), sin embargo, para nosotros hay un solo Dios..."
(1 Co 8:5-6a). Además, hay otros versículos en ambos testamentos que subrayan la
realidad de un solo Dios (Dt 6:4; 1 Ti 2:5).
Algo parecido ha ocurrido con la interpretación del sermón del monte (Mt 5-7)
en el cual Jesús enseñó sobre una moralidad y una ética radical para sus discípulos. A
partir del siglo II los padres griegos y latinos del cristianismo y más tarde Santo Tomás
de Aquino dijeron que esas enseñanzas no eran obligatorias para todo cristiano.
Solamente se exigía de una categoría particular de creyentes-- el clero. Más tarde en
el siglo XVII algunos enseñaron que ya que era imposible obedecer el sermón del
monte, tenía el propósito de poner al descubierto nuestra propia insuficiencia y
pecaminosidad, llevándonos así a confiar totalmente en Cristo. Luego en el siglo XIX
otros enseñaron que lo que contaba no era la obediencia concreta sino la disposición
correcta del corazón, o sea, las actitudes individuales importaban más que las obras.
Después en el siglo XX algunos comenzaban a enseñar que el sermón del monte no
aplicaba hoy porque se trataba de preceptos de una "ética del interino"[30] debido a
que el establecimiento del reino fue pospuesto. Para otros tendría una vigencia
solamente para ciertas épocas vinculadas a ciertas fases escatológicas y milenialistas.
Dos ejemplos de sectas con otros libros que se promulgan como superiores a
la Biblia son los mormones y los musulmanes. El profeta José Smith[31] decía que
el Libro de Mormón era superior a la Biblia y la Iglesia de Jesucristo de los Santos de
los Últimos Días reconoce, además, los libros de La Perla de Gran
Precio y Doctrinas y convenios como otros libros sagrados. De hecho una de las
visiones de José Smith reconoce la práctica de la poligamia[32] como una verdad a ser
practicada hoy. Aunque otro profeta supuestamente revocó esa revelación en el siglo
XX de manera que no tiene la vigencia hoy que en el antaño, no obstante, en la
Sección 132 de "Doctrinas y convenios" siempre aparece esa revelación en ese libro
sagrado. De hecho, ciertas sectas fundamentales mormonas la promulgan y la
practican.
[1]William Barclay, I y II Timoteo, Tito y Filemón, vol. 12 (Buenos Aires: Editorial La Aurora,
1974), 183.
[2]Según un teólogo "telos" puede "referirse al fin de la era, pero probablemente significa el
martirio (comp. Ap. 2:10). Esto no quiere decir que solamente los mártires se salvarán, sino que
la fe que salva perdurará aun el martirio. Es la constancia que refleja la salvación de uno, no la
perseverancia que amerita la misma" [mi traducción] (Frank Stagg, "Matthew," The Broadman
Bible Commentary, vol. 8 (Nashville: Broadman Press, 1969), 137.
[3]John P. Newport, The Lion and the Lamb (Nashville: Broadman Press, 1986), 126.
[4]Newport, 143.
[6]Ver "¿Es el bautismo infantil una enseñanza bíblica?" La Sana Doctrina, XVII:3 (Mayo-
junio 2002), 1-4.
[7]Ver "El Pecado," Las doctrinas sanas y las sectas malsanas (DSySM), I: 223-232.
[11]Justo González, Historia del Cristianismo, vol. 1 (Miami: Editorial Unilit, 1994), 116.
Ver también William Barclay, The Letter to the Romans (Edinburgh: Saint Andrew Press,
1955), 232.
[12]Guillermo Hendrickson, Romanos (Grand Rapids: Libros Disafío, 1990), 559-560. Ver
también R. C. H. Lenski. The Interpretation of St. Paul's Epistle to the Romans (Ohio:
Wartburg Press, 1960), 905.
[13]A. T. Robertson, Word Pictures in the New Testament, vol. 4 (Nashville: Broadman
Press, 1931), 427.
[19]Ver "¡Los Testigos de Jehová están a la puerta: ¿Qué hacemos?" DSySM, I:159-165.
[21]Ver "Dos profetas del movimiento de los 'Jesús Solo': William Branham y William Soto
Santiago," DSySM, II:60-70.
[23]Compara Gé 18:17.
[25]Ver también discusión sobre "El error de alegar cambios en los manuscritos bíblicos" y
"El error de imponer una estructura sobre la Biblia."
[26]José Smith, Enseñanzas del Profeta José Smith (Salt Lake City: Iglesia de Jesucristo
de los Santos de los Ultimos Días, 1969), 459-463.
[30]David J. Bosch, Misión en Transformación (Grand Rapids: Libros Desafío, 2000), 96.
[31]Ver "El testimonio de los mormones y el nuestro," DSySM, I:52-57; "Los mormones: sus
dioses, su salvación y su profeta," DSySM, II:176-185; "Los argumentos mormones: ¿son
convincentes?" (Parte 1), La Sana Doctrina, XVI:2 (Marzo-abril 2001); "Los argumentos
mormones: ¿son convincentes?" (Parte 2), La Sana Doctrina, XVI:3 (Mayo-junio 2001).
[32]Ver "¿Es la poligamia una parte del plan de Dios para el matrimonio?" La Sana
Doctrina, XVII:2 (Mar - abril 2002), 8-11.
[35]Ejemplos de esto son los Testigos de Jehová con su Traducción del Nuevo Mundo de
las Santas Escrituras y la Congregación de Yahweh con Las Escrituras Mesiánicas (Nuevo
Testamento) (San Juan: Asociación de Investigación Bíblica, 1990).
[39]The Greek New Testament (N. Y.: United Bible Societies, 1965), 149-150; Bruce M.
Metzger, A Textual Commentary on the Greek New Testament (N.Y.: United Bible Societies,
1971), 94-95. Ver también "Los alimentos y el cristiano," DSySM, I:30-34.
[40]La RVA cita estos pasajes: Mt 28:19; Lu 3:22; Jn 3:34-35, 14:16, 26; 15:26; 16:7, 13-15;
Hch 1:2-5; 2 Tes 2:13-16; 1 Pe 1:2; Ap 4:8. Ver también "¿1 + 1 + 1 = 3 ó 1 + 1 + 1 =
3?" DSySM, I:1-3 y "¿Quién es Jehová?" I:11-12.
Las Trampas de la (Mal) Interpretación
de la Biblia, 3ª. Parte
Por John MacArthur
Si usted cree que la Biblia es la Palabra de Dios, que es Su revelación de Sí mismo y Su plan
para redimir pecadores, y que proporciona toda la instrucción y aliento a creyentes necesitados
de vida, crecimiento espiritual y piedad, entonces, obtener el mensaje correcto es de mayor
importancia.
Sin embargo, el énfasis en muchas iglesias se ha alejado de un estudio de la Biblia cuidadoso y
disciplinado hacia los métodos más intuitivos e internos de la formación espiritual. Personas que
profesan amar al Señor tratan Su verdad descuidadamente, o hacer caso omiso de ella por
completo. Otros, simplemente, carecen de la formación y la sabiduría para ir más allá de la
comprensión superficial más básica, de la Palabra de Dios.
Durante los últimos días, hemos estado viendo algunos errores fundamentales que se cometen a
la hora de interpretar y comprender la verdad de Dios, y hoy queremos ver uno más. Con el fin
de hacer obtener el mensaje de la Escritura bien, no espiritualizando o alegorizando a menos
que la misma lo requiera.Algunas personas usan la Biblia como una fábula flexible para
respaldar algún punto o plataforma que se desee transmitir. En lugar de buscar el verdadero
significado de las Escrituras, la convierten en una alegoría para apoyar lo que quieren enseñar.
Un ejemplo extremo de los peligros de la alegoría es la joven pareja que vino a uno de nuestros
pastores asistentes para obtener consejería sobre sus problemas maritales. Empezó a hablar con
ellos, y después de unos treinta minutos, les preguntó: “¿Por qué es que se casaron? ¡Usted está
a kilómetros de distancia!”
“Oh”, dijo el marido. “Fue el sermón que el pastor predicó en nuestra iglesia.”
“¿Y de qué fue?”
“Bueno, él predicó sobre Jericó.”
“¡Jericho! ¿Qué tiene eso que ver con el matrimonio?”
“Bueno, él dijo que el pueblo de Dios clamó por la ciudad, marchando alrededor de ella siete
veces, y las paredes se derrumbaron. Dijo que si un joven creía que Dios le había dado una
joven determinada, podía reclamarla, marchando alrededor de ella siete veces, y las paredes de
su corazón se derribarían. Así que eso es lo que hice, y nos casamos.”
“Eso no puede ser verdad”, dijo nuestro pastor asistente. “Está bromeando, ¿verdad?”
“No, es cierto”, dijo el marido. “¡Y había muchas otras parejas que se casaron por el mismo
sermón!”
Algunas personas creen que sus matrimonios se hacen en el cielo. Aquí estaba un matrimonio
hecho en una alegoría —¡y era una tontería!
Este tipo de interpretación no ha cesado desde los primeros días de la iglesia, y continúa hoy en
día. Un predicador carismático conocido hizo una serie de sermones sobre el libro de Nehemías.
Mientras enseñaba, casi todo en el libro representaba algo más o significaba algo simbólico.
Estos son algunos de sus puntos:
Los muros de Jerusalén estaban en ruinas, y habla de los muros derruidos de la personalidad
humana.
Nehemías representa al Espíritu Santo, que viene a reconstruir los muros de la personalidad humana.
Y cuando el pastor llegó a la piscina del rey (Nehemías 2:14), dijo que se refería al bautismo del
Espíritu Santo, y de allí pasó a enseñar la importancia de hablar en lenguas.
El libro de Nehemías no tiene nada que ver con las paredes de la personalidad humana, el
bautismo del Espíritu, o el hablar en lenguas. Pero cuando un predicador lee este tipo de
aplicaciones en la historia, algunas personas piensan que es una maravillosa enseñanza de la
Biblia. Yo digo que no lo es. Es charlatanería. Esto hace que la Biblia diga lo que queremos en
lugar de lo que Dios nos está diciendo a nosotros (cf. 2 Corintios 2:17).
El verdadero peligro de este tipo de enseñanza es que enseña a los creyentes a utilizar el mismo
enfoque en su estudio personal. Le roba a la Palabra de Dios de su verdadero significado,
suplantando la intención original con todo tipo de interpretaciones libres y desquiciadas. Trata a
la Escritura como si se pudiese significar cualquier cosa y todo. Ese tipo de enfoque te separa
del sentido original, el objetivo de la verdad de Dios, y por lo tanto te separa de la verdadera
fuente de crecimiento espiritual.