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Como leer e interpretar la Biblia

octubre 15, 2010Alfonso Rodríguez HidalgoComo estudiar e interpretar la Biblia, Escritos de


traductores y revisores de la Reina-Valera, La Biblia

Por el Dr. Alfonso Rodríguez Hidalgo, uno de los revisores de la Reina-Valera


1960
La Iglesia tiene que realizar una labor docente de primera categoría. Me refiero
a la enseñanza, a la instrucción de todos los grupos, desde los niños hasta los
ancianos, en los grandes principios de nuestra fe. Con el propósito de que cada
uno sepa lo que cree y por qué lo cree. Esto es asunto básico e indispensable
de la vida de la Iglesia.
Trataré de explicar brevemente un método simple para leer La Biblia con
provecho. Cada uno tiene su manera especial de leer La Biblia. Si el método
que usted esté usando le resulta, porque está sacando provecho del mismo,
siga con ese método. Si a alguno no le resulta provechoso su método actual o
no sigue método alguno en la lectura de La Palabra de Dios, le invitamos a que
pruebe éste que vamos a explicar.

I. – Cómo Leer la Biblia:


Tenemos que volver a La Biblia. Tenemos que leerla y hacerla el motivo
constante de nuestro estudio y meditación.
La Biblia debe leerse exactamente coma fue escrita: libro por libro. Debemos
hacer de La Biblia objeto de estudio especial. Parece una sencillez el dar
pautas para leer La Biblia, pero no lo es. Cada libro de la Biblia fue escrito en
una época particular por hombres que Dios escogió para dar el mensaje divino
en un momento dado y bajo las circunstancias especiales de cada época. Sin
embargo, cada libro tiene un significado actual de valor extraordinario para
cada uno de nosotros en el día de hoy. Aquí es donde reside precisamente la
grandeza de La Biblia: su mensaje, a pesar de haber sido dado hace muchos
siglos, es un mensaje contemporáneo que se aplica en forma real y efectiva a
las necesidades y problemas morales y espirituales que nosotros confrontamos
hoy.
El principio de que La Biblia debe leerse libro por libro se opone a la idea que
tienen muchos de que para leer la Biblia basta abrirla por cualquier parte y leer
cualquier texto o cualquier pasaje.

II. – Tres Pasos o Movimientos:


Hay tres pasos o movimientos en la lectura de un libro de La Biblia, según este
método que proponemos, a saber:
(a) Lectura Rápida:
Lo primero que recomendamos es hacer una lectura rápida del libro de La
Biblia que usted desee leer. Léalo conforme a sus hábitos de lectura.
Lo que usted debe leer en primer lugar es una de las biografías de Jesucristo,
el Centro y Corazón mismo de La Biblia. Recomiendo, para comenzar este
método, la lectura del Evangelio de San Marcos. Este libro presenta la biografía
de Jesucristo en forma sencilla, atractiva y movida, como si se tratara de
escenas contenidas en una película cinematográfica. Sus dieciséis capítulos se
pueden leer de una sola sentada. Pero vamos a considerar que el lector
promedio necesite cuatro días para leer todo el Evangelio de San Marcos. Esto
es, a razón de cuatro capítulos por día.
¿Qué hacer después de esta Lectura Rápida de cuatro días?
(b) Lectura Coloreada:
Lea nuevamente el libro. En esta ocasión tenga consigo lápices de colores y al
leer vaya coloreando los versículos, frases y pasajes que le llamen más la
atención. Coloree esa parte y siga leyendo. En este tipo de Lectura Coloreada,
usted empleará generalmente ocho días.
¿Qué hacer después de esta Lectura Coloreada?
(c) Lectura Memorizada:
Lea nuevamente el libro. En esta tercera ocasión vaya memorizando los
versículos a los pasajes que usted coloreó en la segunda lectura. En esta
forma de memorización, usted está siguiendo más o menos las normas que
nuestro Señor Jesucristo siguiera, según lo vemos en muchas partes del
Evangelio, especialmente en el pasaje qua nos habla de Las Tentaciones de El
Señor. En aquella ocasión, nuestro Señor citó de memoria varios versículos del
Antiguo Testamento, que era la parte de La Biblia que existía entonces. Un
versículo o una frase de Las Escrituras memorizada por usted puede ser el
medio que Dios use para evitarle una caída en momentos difíciles de tentación.
Debemos llevar siempre con nosotros La Biblia. Por lo menos, el Nuevo
Testamento debemos llevarlo siempre en un bolsillo o en la cartera. Sin
embargo, es menester además memorizar los textos de La Escritura, porque
hay ocasiones en que no podremos leer ni aun La Biblia o el Nuevo
Testamento qua llevamos con nosotros. En estos casos, no hay substituto para
un versículo o pasaje de La Biblia memorizado.
La Lectura Memorizada puede tomarle doble tiempo que la Lectura Coloreada.
Pero al terminar la Lectura Memorizada de un libro, usted tiene ya una serie de
textos memorizados quo vienen a ser como el fundamento y los pilares para ir
adquiriendo gradualmente el conocimiento completo de La Palabra de Dios.
En resumen, si usted lee el Evangelio de San Marcos, siguiendo este método,
emplearía unos veintiocho días, distribuidos en la forma siguiente: Lectura
Rápida: 4 días; Lectura Coloreada: 8 días; Lectura Memorizada: 16 días. Total:
28 días.

III. – Sintonización:
La Biblia es diferente a todos los demás libros. Es la revelación misma de Dios
al hombre. Por eso, antes de empezar la lectura de un libro de La Biblia, haga
lo mismo que usted hace al sentarse frente a un aparato de radio: sintonice.
Esto es, ponga su vida a tono con el mismo Dios, que le va a hablar a usted,
por medio de La Palabra Escrita.
¿Cómo se sintoniza? Lea un capítulo del Libro de los Salmos cada vez que
usted vaya a empezar la Lectura de La Biblia.
¿Por qué? Al leer usted un Salmo, ya está usted en actitud de oración. Esto es,
en la disposición debida para recibir el mensaje de La Palabra de Dios. La
Biblia hay que leerla en oración. Cuando así se hace, se encuentra deleite en
su lectura y se recibe la bendición que Dios imparte a todos aquellos que con
humildad y sinceridad buscan Su luz y dirección.

IV. – Indicaciones Finales:


Después de la lectura del Evangelio de San Marcos, recomendamos que se
lean, siguiendo el plan de Lectura Rápida, Lectura Coloreada y Lectura
Memorizada, los libros siguientes:
1) El Libro de Los Hechos de los Apóstoles, que contiene la Historia de la
Iglesia Primitiva y de cómo los primeros cristianos, baja la dirección del Espíritu
Santo, comenzaron a proclamar el Evangelio de Jesucristo y testificar de su fe
por todas partes.
2) El Evangelio de San Lucas, escrito en un estilo literario bello y atractivo. Usa
San Lucas aquí el estilo que hoy llamaríamos "moderno". Es decir, formas
precisas, claras e interesantes en la narración de los sucesos relacionados con
la vida de Jesucristo.
3) La Primera Epístola de los Corintios. Aquí se hace la descripción de una de
las primeras Iglesias Cristianas en el "mundo gentil". Por medio de la lectura de
esta Epístola vemos cómo los cristianos de esta Iglesia eran más o menos "del
mismo barro" que nosotros. En aquella Iglesia Primitiva faltaba lo que a veces
falta en nuestras Iglesias de hoy: el amor fraternal.
4) El Evangelio de San Juan, que pudiéramos llamar el "Evangelio de las
Entrevistas", está escrito en lo que hoy llamaríamos "estilo periodístico". Allí
están entrevistas tan inolvidables como la de Jesucristo con Nicodemo, con la
Samaritana y aun la de nuestro Señor, ya clavado en el madero de la cruz, con
los dos ladrones.
5) La Segunda Epístola de los Corintios. Leyendo esta Segunda Epístola
vemos cómo Dios, con su poder y su gracia, transforma en discípulos fieles a
aquellos que empezaron su carrera cristiana llenos de defectos y errores.
6) El Evangelio de San Mateo, que es la biografía de nuestro Señor en que
más se enfatiza su condición de Mesías, el Cristo, el Ungido de Dios para la
salvación de Su pueblo.
Después do leer estos libros, en la forma recomendada, ya le será posible a
usted leer cualquier otro libro de La Biblia, siguiendo las mismas normas. Ya
podrá usted nadar en aguas profundas sin necesidad de "salvavidas". Es decir,
ya podrá usted, sin ninguna otra ayuda, sacar verdadero provecho de la lec
tura de cualquier libro de Las Sagradas Escrituras.
Recuerde siempre, sin embargo, que la primera cosa quo usted debe hacer,
antes de leer cada día en cualquiera de estos libros, as sintonizar su mente y
su corazón con Dios, mediante la lectura de un Salmo. La formula es:
Sintonice primero, lea después.

Reglas para la interpretación


Vamos ahora a presentar brevemente algunas reglas elementales de
Interpretación Bíblica, tales como:
a) El mejor intérprete de la Biblia es la Biblia misma. Creemos que el mismo
Espíritu Santo, que inspiró a los escritores de los Libros Sagrados, inspira hoy
a todos aquellos que, de manera humilde y con espíritu de oración, leen La
Biblia para conocer la voluntad de Dios y para recibir inspiración y divinos
estímulos para vivir la vida cristiana a plenitud. Es por eso que La Biblia sin
notas en manos de los fieles, para ser examinado libremente por todos, es una
gran bendición para la Iglesia y el mundo. Para interpretar correctamente un
pasaje de La Escritura, usted no necesita ni de libros auxiliaros, ni de tratados
teológicos, ni de notas interpretativas de ninguna clase. La Biblia misma se
encarga de su propia interpretación. Para entender cabalmente cualquier
pasaje de La Escritura, lea las referencias, que le señalan capítulos y
versículos donde usted puedo encontrar luz suficiente para interpretar
correctamente un pasaje dado. Estas referencias se señalan con letras
pequeñas que aparecen después de algunas palabras del Texto
Sagrado. Estas mismas letras las encontramos luego en el centro de la página
donde se citan, dentro de dos líneas paralelas, el capítulo y el versículo de otro
libro de La Biblia que debemos leer para interpretar mejor el pasaje que
estamos estudiando.
b) Los pasajes obscuros se interpretan a la luz de los claros y no a la
inversa.Ciertamente, al leer La Biblia encontramos pasajes difíciles de
entender. Digamos que son pasajes obscuros y que para interpretarlos
correctamente necesitamos luz, que nos ilumine y nos aclare las ideas
contenidas en los mismos. Por la gracia de Dios, por cada pasaje obscuro de
La Escritura, hay muchos otros que tratan el mismo tema con claridad
meridiana. Estos pasajes claros que arrojan luz sobre los obscuros, son los que
debemos leer para interpretar correctamente el asunto que queremos entender
mientras estudiamos las Sagradas Escrituras. Por ejemplo, el tema de la
Segunda Venida de Jesucristo fue presentado por nuestro Señor en forma
sencilla, clara, precisa y categórica. Al leer las palabras de Jesucristo sobre Su
Segunda Venida tendremos luz suficiente para aclarar cualquier pasaje
obscuro que sobre ese mismo tema encontramos, por ejemplo en el Libro de
Daniel o en el Libro de Apocalipsis. Esto quiere decir que las enseñanzas
claras y sencillas de nuestro Señor sobre Su Segunda Venida, arrojan luz
sobre este tema y que a la luz de esas enseñanzas usted debe interpretar
siempre todos aquellos pasajes que sobre este tema contiene La Biblia.
c) Cada texto debe interpretarse junto con su contexto. Las frases aisladas,
esto es separadas del texto donde se encuentran, no nos ayudan mucho en la
Interpretación Bíblica. Es por eso que cada frase debe estudiarse en relación
con todas las otras que forman el texto de un pasaje dado. Es más, cada texto,
para interpretarse correctamente, debe relacionarse íntima y estrechamente
con su contexto. Tengo la impresión de que si empleáramos adecuadamente
esta regla sencilla de interpretación, se evitarían confusiones que hoy
preocupan las mentes de muchos. No podemos basar un Sistema Teológico en
frases aisladas de La Escritura. Ni tampoco usar textos de aquí y de allá, sin
relación ni sentido alguno, para probar a capricho dogmas y creencias que La
Biblia misma ni enseña ni autoriza.
d) Todo pasaje de La Escritura debe interpretarse literalmente, a menos
que en ese mismo pasaje haya evidencias muy definidas en contrario. Esto
quiere decir que al leer La Biblia tenemos que evitar el uso exagerado de
nuestra imaginación, que a veces nos lleva hasta "alegorizar" un pasaje que
clara y terminantemente nos ha sido dada para que lo interpretemos
literalmente, es decir, tal cual se nos ha dado por revelación. En La Biblia
encontramos casi todos los géneros literarios. Allí hay poesía, historia,
parábolas, narraciones en prosa, proverbios, profecías, discursos. El secreto
está en interpretar cada uno de estos géneros literarios en una forma
adecuada. La mejor norma para lograr esto es la que se nos ofrece en esta
regla sencilla de Interpretación Bíblica, a saber: a menos que en un pasaje hay
evidencias muy definidas en contrario, cada pasaje de La Escritura debe
interpretarse literalmente.
Hay muchas otras reglas de Interpretación Bíblica. Sin embargo, ni el tiempo ni
las condiciones nos permiten continuar en el desarrollo de este tema.
Terminamos pues, con nuestros mejores deseos y nuestras oraciones porque
estas normas sencillas para leer e interpretar La Biblia sean de mucho
provecho para cada uno de ustedes.

Cómo interpretar la Biblia


Por, Matt Slick

Mateo 24:40: “Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado”.

La Biblia es la Palabra de Dios, pero algunas de las interpretaciones que se derivan de ésta,
realmente no lo son. Existen cultos no cristianos y grupos que se llaman cristianos que usan la
Biblia, afirmando que sus interpretaciones son correctas; sin embargo, con demasiada
frecuencia las interpretaciones difieren no sólo dramáticamente, sino que son claramente
contradictorias. Esto no significa que la Biblia sea un documento confuso; más bien, el
problema descansa en aquellos que la interpretan y los métodos que usan.

Tanto como podamos, necesitamos la guía del Espíritu Santo para interpretar la Palabra de
Dios.

Debido a que somos pecadores, somos incapaces de interpretar la Palabra de


Dios perfectamente en todo momento. El cuerpo, la mente, la voluntad y las emociones están
afectados por el pecado y hace que el 100% de su exactitud en la interpretación sea imposible.
Esto no significa que la comprensión precisa de la Palabra de Dios sea imposible. Pero
significa que necesitamos acercarnos a Su Palabra con cuidado, humildad y razón.
Adicionalmente, necesitamos tener la guía del Espíritu Santo al interpretar la Palabra de Dios.
Después de todo, la Biblia es inspirada por Dios y dirigida a Su pueblo. El Espíritu Santo nos
ayuda a entender lo que significa Su Palabra y cómo aplicarla.

A nivel humano, y para disminuir los errores que llegan con nuestras interpretaciones,
necesitamos observar algunos métodos bíblicos básicos interpretativos. A continuación, se
enumeraran algunos de los principios en forma de preguntas y aplicándolos uno a uno a un
pasaje de la Escritura.

Los siguientes principios se ofrecen como guías para examinar un pasaje. Sin embargo, es
importante aclarar que estas guías no son absolutas ni tampoco definitivas.

¿Quién escribió o quién habló en el pasaje y a quién estaba dirigido?

¿Qué dice el pasaje?

¿Hay algunas palabras o frases en el pasaje que necesitan ser


examinadas?

¿Cuál es el contexto inmediato?

¿Cuál es el contexto más amplio en el capítulo y posteriormente en el


libro?

¿Cuáles son los versículos relacionados al tema del pasaje y cómo afectan
estos el entendimiento de este pasaje?

¿Cuál es el contexto histórico y cultural?

¿Qué concluyo acerca del pasaje?

¿Están mis conclusiones de acuerdo o en desacuerdo con las áreas


relacionadas de la Escritura y otros que han estudiado el pasaje?

¿Qué es lo que he aprendido y lo que debo aplicar a mi vida?

Para poder enseñarle a Ud. cómo estas preguntas pueden afectar su interpretación de un
pasaje, se ha escogido uno, el cual examinado muy de cerca, puede llevarlo a una
interpretación muy diferente a la que generalmente sostiene. Determine si nuestra
interpretación es correcta.

El pasaje que utilizaremos es Mateo 24:40:


“Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado”.

1. ¿Quién escribió o quién habló en el pasaje y a quién estaba dirigido?

Estas palabras de Jesús, y registradas por Marcos, las habló a Sus discípulos en respuesta a
una pregunta, a la que llegaremos posteriormente.

2. ¿Qué dice el pasaje?

El pasaje simplemente dice que uno de los que se encuentran en un campo será tomado. Éste
no dice a dónde, por qué, cuándo o cómo. Sólo dice que uno será tomado. No define el campo
o lugar como si perteneciera a alguien o tampoco lo define como un lugar particular.

3. ¿Hay algunas palabras o frases en el pasaje que necesitan ser examinados?

Ninguna palabra en particular sobresale como para que sea examinada, pero para continuar
con este ejercicio se tomará la palabra “tomado”. Al usar una Concordancia Strong y un
diccionario de palabras del Nuevo Testamento (por ejemplo, el de Vine), podemos revisar la
palabra griega y aprender acerca de la misma. La palabra en griego es “paralambáno”; la cual
significa: “recibir cerca, i.e. asociarse con uno mismo (en cualquier acto o relación familiar o
íntima); por analogía asumir un cargo; figurativamente aprender:- aprender, recibir, tomar”.1

Un punto importante acerca del estudio de palabras es que una palabra significa lo que esta
significa en el contexto. Sin embargo, al examinar cómo una palabra es usada en contextos
múltiples, el significado de la palabra puede tomar una nueva dimensión. Por ejemplo, la
palabra en griego para “amor” es “agapao”, la cual se cree generalmente, que significa “amor
divino”. Esto parece obvio, ya que es usada de esta forma en Juan 3:16.

Sin embargo, la misma palabra es usada en Lucas 11:43 donde Jesús dice: “¡Ay de vosotros,
fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas”. Aquí,
la palabra usada es “agapao”. Parecería entonces que el significado de la palabra podría ser
algo más en las líneas del “compromiso total”.Sin embargo, debemos ser cuidadosos de no
introducir el significado de una palabra de un contexto a otro. Por ejemplo: 1) Aquel nuevo
cadete es verde. 2) Aquel árbol es verde. El primer verde significa, “inmaduro, nuevo y sin
experiencia”. El segundo se refiere al color verde. ¿Quisiéramos imponer el significado
contextual de uno a otro? Esto no sería una buena idea.

4. ¿Cuál es el contexto inmediato?

Es aquí donde este versículo en particular vendría a tener sentido. El contexto inmediato es
como sigue:

Mateo 24:37-42: “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del
Hombre. 38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo,
casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca. 39 y no
entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo
del Hombre. 40 Estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. 41 Dos
mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. 42 Velad,
pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”.

Inmediatamente podemos ver que la persona tomada en el versículo 40 es paralela a las


personas llevadas del versículo 39; esto es, la expresión “será tomado”, aplica en ambos
casos.

Necesitamos responder una pregunta más: ¿Quién fue tomado en el versículo 39? ¿Fue Noé y
su familia o fueron las personas que estaban comiendo y bebiendo? La respuesta a esa
pregunta podría ayudarle a entender mejor el pasaje original. Por lo tanto, el próximo paso para
interpretar nos ayudará grandemente.

5. ¿Cuál es el contexto más amplio en el capítulo y libro?


Un pasaje tiene que ser siempre visto en el contexto; no sólo en el contexto inmediato de los
versículos que se encuentran antes y después, sino también en el contexto del capítulo donde
se encuentra y el libro en el cual fue escrito.

El discurso de Jesús, del cual fue tomado nuestro versículo empieza con una pregunta. Jesús,
recién había salido del templo y en el versículo 2 le dijo a Sus discípulos “…que no quedará
aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada”. Entonces, en el versículo 3 los discípulos le
preguntaron a Jesús: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del
fin del siglo?” Jesús entonces habla acerca de la profecía de las cosas que han de venir al fin
del siglo. Él habla de los falsos Cristos, de la tribulación, del sol que se oscurecerá, de Su
regreso y de los dos en un campo donde uno será tomado y el otro será dejado.

El contexto es, entonces, escatológico. Esto significa que trata de las últimas cosas o del
tiempo breve antes del regreso de Jesús. Muchas personas piensan que este versículo en
Mateo 24:40 se refiere al rapto del cual se habla en 1ª Tesalonicenses 4:16-17. Esto podría ser;
pero es interesante notar que el contexto del versículo parece sugerir que son los malvados los
que serán tomados, no los buenos.

Ahora bien; en este momento Ud. podría estar pensando que este método de interpretar
pasajes no es tan bueno. Después de todo el versículo de “el uno será tomado, y el otro será
dejado” es, obviamente acerca del rapto. ¿Correcto? Bueno, tal vez. Como puede ver, todos
nosotros venimos a la Biblia con ideas preconcebidas; algunas veces estas son correctas, otras
veces equivocadas. Nosotros tenemos que estar siempre listos para que nuestro entendimiento
sea retado por lo que la Biblia dice. Si no estamos dispuestos, entonces somos orgullosos y
Dios está distante del orgulloso (Salmo 138:6).

6. ¿Cuáles son los versículos relacionados al tema del pasaje y cómo afectan estos el
entendimiento de este pasaje?

Sucede que hay versículos relacionados; de hecho, un pasaje paralelo se encuentra en Lucas
17:26-27:

“Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. 27 Comían,
bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino
el diluvio y los destruyó a todos”.

Inmediatamente descubrimos que los versículos relacionados, de hecho, afectan nuestro


entendimiento del versículo inicial. Es claro en este pasaje de Lucas que aquellos que fueron
destruidos por el diluvio son aquellos que estaban comiendo y bebiendo y dándose en
casamiento. En otras palabras, no fueron los piadosos los que fueron llevados, sino los
malvados.

Como puede ver, esto tiene un impacto profundo en cómo entendemos nuestro pasaje en
Mateo 24:40. ¿Sugiere el contexto que aquel que es tomado en el campo, es el malvado?
Además, ¿cómo afecta este contexto mis ideas preconcebidas acerca de este versículo?
Vamos a leer otra vez el versículo en el contexto:

Mateo 24:37-42: "Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del
Hombre. 38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo,
casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca. 39 y no
entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo
del Hombre. 40 Estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. 41 Dos
mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. 42 Velad,
pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor".

¿Qué piensa ahora? El que es tomado, ¿es el bueno o el malo? ¿Se refiere este versículo al
rapto o no?

Sólo preguntamos.
De interés relacionado es un pasaje en Mateo 13:24-30 donde Jesús les habló de la parábola
del sembrador el cual siembra buena semilla en su campo pero el enemigo siembra cizaña. Los
siervos del padre de familia le preguntan que si él quiere, van y la arrancan; pero en el
versículo 30 Jesús responde:

“Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los
segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el
trigo en mi granero”.

El punto que vale la pena anotar aquí es que lo primero en recogerse es la cizaña, no el trigo.
Esto es más interesante ya que Jesús explica la parábola en Mateo 13:36-43 y declara que
ellos serán echados en el horno de fuego.

Adicionalmente, cuando regresamos a Lucas 17, el cual es el pasaje paralelo de Mateo 24,
descubrimos que los discípulos le hacen a Jesús una pregunta en respuesta a la declaración
de Jesús: “Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado” (v. 36). Y en el v. 37
de ese mismo capítulo, ellos preguntan: “… ¿Dónde, Señor? Él les dijo: Donde estuviere el
cuerpo, allí se juntarán también las águilas”. Por lo tanto, ellos, los que son tomados, son
llevados a un lugar de muerte.

7. ¿Cuál es el fondo histórico y cultural?

Esta es una pregunta más difícil de responder ya que requiere algo más de investigación. Aquí,
valdría la pena examinar un comentario bíblico debido a que estos usualmente nos suministran
los fondos históricos y culturales que ayudan a relevar el texto.

En este contexto, Israel se encontraba bajo el dominio de romano. A ellos se les había negado
el derecho a la pena capital, de autogobierno y la capacidad para hacer la guerra. Roma tenía
dominada a toda la pequeña nación. El judaísmo era tolerado entre el liderazgo romano;
después de todo, Israel era un pequeño país bastante alejado de Roma con personas que eran
fanáticas acerca de su religión. Así que Roma le permitía a Israel ser gobernada por
marionetas políticas judías.

El templo era el lugar de adoración para la comunidad Israelita y el lugar donde se ofrecían
sacrificios de expiación por la nación llevados a cabo por el sumo sacerdote. Se habían
necesitado 46 años para construirlo (Juan 2:20). Jesús dijo que el templo sería destruido, lo
cual provocó la prontitud de la pregunta la cual llevó a Su discurso contenido en el pasaje que
estamos examinando.

Culturalmente el pueblo judío estaba entregado al Antiguo Testamento. Dentro de aquellas


páginas estaban las profecías relacionadas con el Mesías, el fin del siglo y la liberación de la
esclavitud. El pueblo judío sabía esto y se encontraba en un estado de expectativa. Y ahora,
llega Jesús con milagros y palabras de gran poder. Era natural que ellos lo miraran a Él como
un posible libertador.

8. ¿Qué concluyo acerca del pasaje?

Debido a que el contexto del pasaje sugiere de que son los malvados los que son tomados,
concluiremos que aquel que es tomado en el campo no es el bueno, sino el malo. También
estamos tentados a concluir que los malvados son tomados a un lugar de juicio.

9. ¿Están mis conclusiones de acuerdo o en desacuerdo con las áreas relacionadas de la


Escritura y otros que han estudiado el pasaje?

Ya se han presentado otros versículos que parecen estar de acuerdo con esta conclusión. Sin
embargo, no está de acuerdo con todos los comentarios que se he leído acerca de este
versículo. En este punto, necesitaría presentar mi conclusión a otros para ver qué es lo que
piensan. Debido a que estudié la Palabra y llegué a una conclusión esto no significa que ésta
es correcta; pero tampoco significa que esté equivocada. Al consultar con otros, al examinar la
Palabra otra vez y al buscar a Dios y Su iluminación, yo sólo puedo desear llegar a la mejor
conclusión posible acerca de un pasaje.

10. ¿Qué es lo que he aprendido y qué debo aplicar a mi vida?

La interpretación de la Escritura tiene un propósito: entender la Palabra de Dios con más


precisión. Con un mayor entendimiento de Su Palabra, podemos aplicarla con más precisión al
área a la que está dirigida. En este caso, el pasaje trata con un área de juicio en el futuro. Es
información que Jesús ha revelado y que Él quiere que conozcamos. La aplicación entonces
sería que Dios ejecutará juicio sobre el injusto al final de los tiempos.

Comentarios concluyentes
Este artículo es sólo una ilustración. Es básico y no cubre todos los puntos de la interpretación
bíblica, pero da una dirección y un ejemplo para que sean aplicados por Ud. Como siempre
hemos sostenido, ore, lea Su Palabra, investigue las Escrituras lo mejor que pueda, y en lo
posible, con mucho entendimiento y habilidad. Sea humilde en su acercamiento y pruebe
todas las cosas por la Biblia.

Una última cosa: ¿Está de acuerdo con nuestra conclusión?

La Hermenéutica: Cómo
Interpretar la Biblia
2011-10-06 by Codemis

La Hermenéutica: Cómo Interpretar la Biblia

En esta lección vamos a mirar los principios básicos para leer, estudiar e interpretar la
Biblia. Advertiremos contra errores comunes que la gente hace cuando tratan de
interpretar los textos bíblicos, y vamos a enseñar algunas normas fundamentales muy
básicas de la hermenéutica correcta.

Definición: “La Hermenéutica” es el estudio de los principios y directrices para


interpretar correctamente la Biblia. Es el arte de la correcta interpretación de la Biblia
El comprender algunos principios básicos para el estudio bíblico te ayudará
enormemente a evitar el error, especialmente en lo que respecta a los textos bíblicos
más difíciles, te ayudará a aprovechar conUrban mayor riqueza de tu estudio bíblico
personal, y te ayudará a explicar las verdades bíblicas a los demás correctamente y
con mayor eficacia. Por supuesto, no existe un método sencillo que permita que
nuestras interpretaciones de cada versículo de la Escritura sean absolutamente
perfectas, incluso aunque emplees los mejores métodos de la hermenéutica todavía
cometerás errores, ya que, después de todo, somos sólo seres humanos que aún no
conocemos todo (1 Cor. 13:12). El Señor entiende nuestro conocimiento limitado y
nuestra tendencia de hacer errores de juicio a menudo y Su gracia es suficiente,
llamándonos a no confiar en nuestra propia sabiduría, sino que solo tengamos fe como
un niño en Él. Sin embargo, diciendo esto, teniendo un dominio básico de algunos de
estos principios, sin duda, te ayudará a ser un mejor estudiante de la Palabra de Dios.

LA INTERPRETACIÓN ADECUADA ES NUESTRA PRIORIDAD

Si verdaderamente amamos al Señor, y verdaderamente tenemos el temor de Dios en


nosotros, entonces debería ser nuestra gran prioridad interpretar correctamente la
Biblia. El Señor mismo dijo:

Pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi


palabra. – Isaías 66:2
Si queremos que Dios nos mire con favor, además de tener humildad, pobreza de
espíritu, y la sensibilidad al pecado, tenemos que ser personas que “tiemblan” a Su
palabra. Esto habla de la necesidad de tener una profunda reverencia, respeto y temor
por la Palabra de Dios y por los mandamientos que se encuentran en ella. Y si de
verdad “temblamos” a la Palabra de Dios y tenemos el temor de Dios en nosotros,
entonces vamos a tener un gran deseo de conocer Su Palabra e interpretarla
correctamente. “El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR” (Pro. 9:10), y su
temor en nuestros corazones nos hará tener un gran respeto y reverencia por Su
Palabra. Esto significa que el que realmente camina con Dios tiene un gran interés
para la doctrina correcta, porque tiembla ante la idea de pecar contra o corromper la
Palabra de Dios. Así que el temor de Dios en nuestros corazones debe hacernos tener
mucho cuidado en la interpretación de las Escrituras correctamente, al igual que el
apóstol Pablo le encargo a Timoteo:

Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene
de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.–2 Timoteo 2:15
Pablo le estaba diciendo a Timoteo que fuera diligente para presentarse aprobado
delante de Dios manejando la Palabra de Dios con precisión. Esto incluye la
interpretación de las Sagradas Escrituras correcta y obedeciéndolas.

Mucha gente piensa que “añadir” o “quitar” a las Escrituras únicamente significa
literalmente borrar palabras o de tomar una pluma y escribir palabras en el Canon de
la Escritura. Sin embargo, muchas almas ignorantes que dicen amar y usar los 66
libros del verdadero Canon de las Escrituras son frecuentemente culpables de añadir y
quitar de la Palabra de Dios. Los fariseos “añadieron” y “quitaron” a las Escrituras, no
literalmente, pero haciendo honor a sus tradiciones religiosas más que a la Palabra de
Dios (ver Marcos 7:9). Siguieron sus tradiciones como si fueran la palabra de Dios, por
lo que ellos “agregaron” a los mandamientos de Dios, y descuidaron la obediencia a la
Palabra de Dios por el bien de mantener sus tradiciones, así “quitaron” los
mandamientos que no les gustaba. La gente de hoy “añade” a la Palabra de Dios cada
vez que obligan a los demás a cumplir tradiciones religiosas que no se enseñan en las
Escrituras, y “quitan” de la Palabra de Dios cada vez que rechazan voluntariamente a
obedecer los mandamientos claros contenidos en las Escrituras. No queremos ser
culpables de hacer esto, así que debemos ser muy diligentes para interpretar
correctamente la Biblia para que podamos saber lo que Dios realmente requiere de
nosotros.

EL GRAN REQUISITO PREVIO DEL ESTUDIO BÍBLICO

El primer paso para un estudio bíblico exitoso es nacer de nuevo (Jn. 3:3). La Biblia es
un libro sagrado y espiritual. Si sigues siendo un hombre impío, natural, sin el Espíritu
de Dios viviendo en ti, no serás capaz de comprender realmente la sustancia espiritual
de la Biblia ni vas a ser bendecido por su poderosa verdad.

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente. –1 Corintios 2:14
Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden. –Romanos 8:7
El hombre caído, en su estado natural, está en ruinas a causa del pecado. Incluso su
mente está dañada a causa del pecado, y la oscuridad de la ignorancia ha sustituido el
conocimiento de Dios (Ef. 4:18). Satanás lo ha cegado para no recibir la verdad de
Dios (2 Cor. 4:4). Por tanto, la única manera de entender realmente la Escritura es por
tener la barrera del pecado quitado y destruyendo el reino de Satanás en su vida.
Gracias a Dios, el Evangelio de Jesucristo proporciona esta victoria que necesitamos.
Él vino “para deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3:8), de manera que podemos
tener nuestros pecados quitados y recibir el don del Espíritu Santo por fe. Cuando
naces de nuevo, el Espíritu Santo viene a vivir dentro de ti (Eze. 36:27). Él es el que va
a iluminar tu mente para recibir la verdad de la Palabra de Dios.

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque


no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará
saber las cosas que habrán de venir. –Juan 16:13
Si hay un libro normal que es muy complicado, la mejor manera de entenderlo sería ir
directamente al autor que escribió el libro y preguntarle lo que él estaba tratando de
enseñar. Pero para hacer esto significa que uno tendría que estar en contacto con el
autor para poder preguntarle. De la misma manera, Dios el Espíritu Santo escribió las
Sagradas Escrituras y, si queremos entender, entonces tenemos que estar en
comunicación con Él. Esto sólo es posible a través de una relación personal, real y
viviente con Él a través de Jesucristo y una vida reservada para sus propósitos. Antes
de poder entender correctamente la Palabra de Dios y experimentar el poder de su
verdad viviente, necesitas asegurarte que has renunciado y vuelto de todo pecado, y
que crees y confías solo en Cristo con todo tu corazón. Si no te has convertido y
recibido la gran salvación ofrecida a través del Evangelio, entonces todavía estás
muerto espiritualmente y tu mente esta oscurecida (Ef. 2:1, 4:18). Entrega tu vida a
Jesucristo y búscalo hasta que sepas que te has convertido en una nueva criatura por
Su poder. Luego podrás entender las cosas del Espíritu en la Palabra escrita.

OTROS 3 REQUISITOS PREVIOS PARA ESTUDIAR LA BIBLIA EFICAZMENTE

1. Manos limpias y un corazón puro.

¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio


de manos y puro de corazón. –Salmos 24:3-4a

Morando en la Palabra de Dios es un lugar santo, y para morar a allí, tenemos que
estar en Cristo, que es nuestra santificación (1 Cor. 1:30), y parte de estar en Cristo es
caminar en la luz como él está en la luz con todos nuestros pecados puestos bajo la
sangre (1 Jn. 1:7). Asegúrate de tener tus manos limpias-que no estés aferrado en
algo que no le agrada a Dios. Y asegúrese de que tu corazón este puro, que realmente
desees tener comunión con Dios y estar más cerca de Él. Nuestro deseo para estudiar
la Biblia no debe ser sólo para empacar nuestro cerebro con conocimiento, sino para
penetrar nuestro corazón con una revelación de Dios para que podamos conocerlo
más. Manos que están ocupadas agarrando las cosas del mundo no tienen capacidad
para comprender las verdades profundas del Espíritu, y los corazones que están
contaminados con la conciencia de pecado no tienen capacidad para deleitarse en la
santa verdad de Dios. Tenemos que abordar las Escrituras en nuestros estudios, como
si nos estuviéramos acercándonos al Lugar más Santísimo, la presencia inmediata de
Dios mismo.

2. Un hambre y una expectación de que Dios hable.

Desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella
crezcáis para salvación. –1 Pedro 2:2 (LBLA)
En este versículo, la palabra Griega para “deseo” está hablando más que solo querer
algo, está hablando de intensamente anhelar algo, en este caso, la Palabra. Al igual
que un bebé tiene un deseo intenso para leche para su sustento natural, necesitamos
desear ardientemente la Palabra de Dios para recibir nuestro sustento espiritual.
Mientras abordas el estudio de la Biblia, asegúrate de que tu corazón esté con hambre
y anticipe que el Espíritu Santo te hable. Espera que el Espíritu Santo utilice la palabra
escrita para ministrarte donde necesites Su toque más. Ve a él con tus preguntas,
dudas, luchas, temores y tentaciones, y al leer la Palabra, espéralo hasta que te
muestre la verdad con gran poder que cambiara tu corazón y su situación. Tienes que
tener tu corazón abierto para escuchar al Espíritu mientras lees y estudies, hambriento
de Él para que te llene con su “tesoro escondido” (ver Pro. 2:1-5).

3. Oración para entender.

Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por
vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda
sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor,
agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el
conocimiento de Dios. –Colosenses 1:9-10
Aunque no existe una norma expresa o mandamiento en la Escritura que
específicamente nos diga que oremos antes de estudiar la Biblia, por lo general es un
principio sabio para seguir. El apóstol Pablo oró constantemente por los creyentes en
Colosas, pidiendo al Señor que los llenara de conocimiento, sabiduría y entendimiento
espiritual, y que continuamente se mantuvieran creciendo en el conocimiento de Dios.

Constantemente debemos orar esta oración para nosotros mismos, pidiéndole a Dios
que nos dé “el espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él” (Ef.
1:17). Nuestro objetivo principal en el estudio de las Escrituras es conocer la voluntad
de Dios, así que tiene sentido orar seriamente antes de estudiar lo más posible para
que el Espíritu Santo ilumine nuestros corazones y nuestras mentes y nos revele la
voluntad de Dios para nuestras vidas vivificando la Palabra escrita. No importa que
bien sigamos las reglas para la correcta interpretación, si el Espíritu Santo no nos abre
nuestro entendimiento, no ganamos nada. Necesitamos ser enseñados por el Señor
mismo (1 Jn. 2:27).

10 PRINCIPIOS BÁSICOS DE BUENA HERMENÉUTICA

El principio correcto de la hermenéutica se llama el enfoque histórico-gramático de


interpretación. Este es un método que sigue las reglas gramaticales de la literatura, así
como considerar los diversos contextos de cada pasaje de la Escritura. Ahora vamos a
explicar algunos de los principios y normas que guían este enfoque al estudio bíblico.
Recuerde que nuestro objetivo no es seguir solo uno de los siguientes principios
cuando estudiemos un pasaje de la Escritura, sino poner todos en práctica lo más
posible. Aunque los siguientes principios están divididos en diez categorías mayores,
es importante señalar que cada una se superpone a la otra y todas se complementan
entre sí y están estrechamente relacionados.
Por cada punto que es expresado, también se dará un ejemplo de la Escritura para
ilustrarlo. De esta forma, podrás ver el principio puesto en práctica y obtener una mejor
comprensión de cada principio.

#1: ¡Léela, léela, y léela otra vez!

Esta es la regla más importante que es absolutamente esencial para una buena
interpretación. Escuche con atención: cuando se trata de interpretar la Biblia, la regla
más importante es: ¡Léela, léela, y léela! Lee la Biblia en su totalidad regularmente.
Lee cada libro, uno por uno de principio a fin. Y lee cada versículo cuidadosamente en
su contexto.

Asegúrate que pases tiempo leyendo la Biblia todos los días, y léela una y otra vez
mientras vivas. Haciendo esto te permitirá entender todo el consejo de Dios en Su
Palabra escrita. Los reyes de Israel fueron instruidos a tener su propia copia personal
de las Escrituras y que las leyesen todos los días de sus vidas:

Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un


libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes
levitas; y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que
aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y
estos estatutos, para ponerlos por obra. –Deuteronomio 17:18-19
El Señor mandó a los líderes de su pueblo a leer las Escrituras todos los días. Pero,
por supuesto, esto no se aplica sólo a los reyes, líderes, pastores y predicadores, sino
a todo el pueblo de Dios. Tenemos el enorme privilegio de tener nuestra propia copia
de la Palabra escrita de Dios, y por lo tanto es nuestro deber apreciarla, aprender de
ella y obedecerla. ¡Ten en cuenta que las palabras anteriores fueron dirigidas a los
reyes de Israel, hombres que estaban muy ocupados gobernando los asuntos de una
nación entera! Sin embargo, se les mandó a tomar tiempo cada día para estudiar la
Palabra de Dios. Ahora bien, si el Señor espera que los reyes (que sin duda estaban
más ocupados que cualquiera de nosotros) hicieran un tiempo de su agenda tan
ocupada todos los días para leer Su Palabra, ¿cuánto más espera Él de nosotros?

La Biblia también nos habla de los de Berea. Se habla de ellos como “nobles” por su
diligencia a poner todo a prueba con la Palabra escrita de Dios:

Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea.


Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. Y éstos eran
más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con
toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran
así. –Hechos 17:10-11
Presta atención que dice “escudriñando cada día”. Todos los días, mientras
escuchaban a Pablo predicar, escudriñaban la Palabra de Dios para ver si era cierto.
Todos los días ellos se empapaban en la Palabra y los llevó a la verdad. Con tantos
engaños en el mundo de hoy, y tantas diferentes religiones y doctrinas que se
enseñan, es nuestro deber hacer lo que ellos hicieron y escudriñar la Biblia todos los
días para que podamos saber la verdad. Probaron todas las cosas mediante la lectura
de la Biblia. Nos haría bien hacer lo mismo. Necesitamos renovar nuestras mentes con
la verdad de Dios constantemente y continuamente lavarnos en el agua de la Palabra
(Ef. 5:26).

La Biblia nunca será tan antigua y anticuada que no podrá ser aplicada a nuestras
vidas. La verdad de la Palabra de Dios es eterna y nunca pasará (Isa. 40:8). Cada vez
que leas la Biblia tendrás más luz y entendimiento mientras que la Palabra de Dios te
sea revelada (Sal. 119:130). Esto es porque verdaderamente es la Palabra de Dios y
es viva y eficaz (Heb. 4:12). Contiene la mente de Dios, y por lo tanto es un tesoro que
nunca podrá ser agotado. Continuará a revelar más y más de las cosas de Dios a la
alma hambrienta que se alimenta diariamente del pan de la Palabra de Dios. Los
cristianos más maduros son los que han pasado años leyendo la Palabra vez tras vez,
y los mejores maestros en la iglesia son los que han leído la Biblia entera muchas,
muchas veces y se están sumergiendo constantemente en la Palabra de Dios. Vas a
poder interpretar y aplicar las Escrituras con eficacia cuando la conozcas
profundamente. No hay un corto camino a la verdad. La sana doctrina y un
conocimiento de Dios solo vendrán por constantemente leer, meditar y orar las
palabras de la Escritura mientras que vivas una vida de obediencia práctica.

# 2: Debes interpretar las Escrituras usando el sentido sencillo del lenguaje.

Esto significa que en todo tiempo debemos interpretar las Escrituras con el sentido
sencillo y literal del lenguaje al menos que el pasaje claramente sea simbólico o
figurativo. En el caso del lenguaje simbólico o de figuras retóricas, busca encontrar la
verdad literal detrás de lo que el símbolo o la figura retórica representa, tomando
cuidado especial de permitir que la Escritura interprete la Escritura.

Esto no es difícil. Por ejemplo, hay que ver Juan capítulo 3:

Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre


los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido
de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si
no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el
que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. –Juan 3:1-3
Obviamente, los versículos uno y dos son completamente literales. Nicodemo fue un
hombre real, realmente era un fariseo, y realmente vino a Jesús de noche y comenzó
una conversación con Él al reconocer que Él venía de Dios. El sentido común de las
palabras nos muestra que esto fue un acontecimiento real y literal. ¿Pero qué del
versículo tres donde Jesús responde a Nicodemo y le dice que tiene que nacer de
Nuevo? ¿Cómo debemos entender sus palabras? Obviamente no están hablando de
un nacimiento literal y físico, puesto que el tal sería absurdo e imposible. Los
versículos 3-6 dejan claro que Jesús está usando una figura retórica. El nuevo
nacimiento que Nicodemo necesitaba experimentar no era uno físico, sino uno
espiritual. Esto es confirmado por el contexto literario inmediato (los versículos que
inmediatamente siguen en Juan capítulo 3) y por el más amplio contexto de la
Escritura (el resto de la Biblia). Otros versículos respaldan esta interpretación también,
como: Ezequiel 36:25-27, 2 Corintios 5:17, Gálatas 6:15, Santiago 1:18, 1 Pedro 1:3 y
1:23; para mencionar algunos. Por lo tanto, teniendo en cuenta el sentido sencillo del
lenguaje, el contexto del pasaje, y el resto de la Biblia, tenemos que concluir que
Nicodemo necesitaba nacer de nuevo espiritualmente por el poder del Espíritu de Dios
para ser salvo. De esa conclusión, podemos hacer una aplicación más amplia, y
aplicándola a las vidas de cada uno de nosotros. Estas palabras no solo fueron para
Nicodemo, sino para todos nosotros. Es decir, nosotros también necesitamos nacer de
nuevo para ser salvos.

Entonces, ¿qué acabamos de hacer? Estábamos leyendo las Escrituras y aceptando


el sentido sencillo y literal de las palabras. Pero cuando llegamos al versículo tres, y
seguimos leyendo los siguientes versículos, se hizo obvio que la idea de “nacer de
nuevo” no puede ser un nacimiento literal de entrar al vientre de nuestras madres y
nacer una segunda vez. La sencilla lógica nos muestra que este es el caso, y el
contexto de Juan 3 también, y el más amplio contexto de la Escritura. Entonces,
dándonos cuenta que el leguaje era figurativo, inmediatamente buscamos encontrar la
verdad literal detrás de este lenguaje figurativo.

Las Escrituras usan muchas hipérboles, metáforas, símbolos, descripciones visuales


proféticas, poesía y cada otro modo de expresar el lenguaje. Cuando encontramos
tales cosas, normalmente es muy obvio que son figuras retóricas. Pero, aun en el caso
de tales figuras retóricas, no tenemos derecho de “espiritualizar” el texto e inventar
alguna interpretación extraña o aplicación de nuestra propia imaginación. Debemos
estudiar diligentemente en tales casos para encontrar la verdad detrás de las figuras
retóricas representativas, y nuestra conclusión debe estar de acuerdo con el contexto
del pasaje, lo que el resto de las Escrituras dicen, y debe tomar en cuenta los
contextos históricos, geográficos, culturales, literarios y sociales lo más que sea
posible.

Es importante recordar que los libros de la Biblia son inspirados por Dios, pero Dios
escogió comunicarse con nosotros a través de los autores humanos usando el sentido
normal del lenguaje humano. Las Escrituras fueron escritas con el propósito de revelar
la verdad de Dios a la persona común. Él lo diseño de tal manera que los hombres
podrían leerlas y entenderlas. Entonces, cuando las leas, simplemente cree lo que
dicen, cree que son verdad, y cree que la intención de Dios es que sean entendidas.
Compréndela literalmente, al menos que sea obvio que está usando una figura retórica
o un tipo de símbolo. En ese caso, estudia para encontrar la verdad literal detrás de
esa figura o símbolo.
# 3: Reconoce que, hablando en términos generales, solo hay una interpretación
para cada pasaje.

Esto quizás parecerá raro para algunos, pero este punto es de suma importancia.
Cuando nos acercamos a un texto de Escritura, no debemos empezar por
preguntarnos: “¿Qué significa esto para mí?” Como si pudiera significar algo único a ti
y significar algo totalmente diferente a otra persona. Es decir, no debemos pensar que
cada persona puede llegar a su propia interpretación del pasaje que sea distinto a las
interpretaciones de todos los demás, y al mismo tiempo que todas las interpretaciones
sean correctas a pesar de la falta de armonía entre ellas. Más bien, cuando
examinemos un pasaje, lo primero que debemos preguntarnos es: “¿Qué quiso
comunicar el autor original a los recipientes originales, tomando en cuenta sus
trasfondos históricos, culturales y circunstancias únicas?” Si respondimos esa
pregunta correctamente llegaremos a una interpretación adecuada del pasaje. Luego,
después de establecer la interpretación correcta, podremos seguir y observar las
similitudes entre la situación de ellos y la nuestra, y hacer aplicaciones más amplias
que hablen directamente a nuestras vidas. Aunque cada pasaje de Escritura solo tiene
una interpretación correcta (aunque esa interpretación puede ser compleja), el pasaje
puede tener muchas diferentes aplicaciones personales que nos hablen directamente
a nosotros en medio de nuestras situaciones del Siglo XXI.

Por ejemplo, hay que ver la declaración de Pablo en Filipenses, que a menudo es
malinterpretada por muchos:

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. –Filipenses 4:13


Al acercase a este texto con la mentalidad de, “¿Qué significa esto para mí?”—y al
mismo tiempo ignorar su contexto literario e histórico—muchos han inventado
interpretaciones locas y erróneas. Un boxeador que dice ser cristiano está a punto de
participar en violencia y golpear el rostro de su adversario hasta que le salga sangre y
le dé una contusión, y mientras que se prepara para la pelea, dice: “¡Todo lo puedo en
Cristo que me fortalece!” O un hombre decide empezar un negocio, y con avaricia en
su corazón intenta ganar mucho dinero diciendo: “¡Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece!” Estas falsas interpretaciones son los resultados de arrancar este texto fuera
de su contexto e interpretarlo a través del los ojos de uno. Y esto resulta en que la
Palabra de Dios condone actividades pecaminosas—algo lejos de la intención de
Pablo (y el Espíritu Santo) en escribir esas palabras.

Más bien, miremos el contexto literario más grande del pasaje:

En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro


cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la
oportunidad. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a
contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener
abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como
para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin embargo, bien hicisteis en
participar conmigo en mi tribulación. –Filipenses 4:10-14
Al ver el contexto inmediato, descubrimos que los filipenses fueron unos de las únicas
iglesias que enviaron apoyo material al apóstol Pablo mientras que estaba viajando y
predicando, e incluso sufriendo en una cárcel a causa de predicar el Evangelio (así
estaba en el tiempo que escribió la epístola). Pablo está escribiendo aquí para
demostrar su apreciación por sus regalos, pero deja claro que su motivo no es recibir
sustancia material, sino ver a la iglesia florecer en buenos frutos que son aceptables a
Dios. Luego dice que está lleno con el gozo del Señor (el tema de la epístola) y la paz
de Cristo en cada situación, aun cuando está sufriendo aflicciones horribles. Él estaba
contento en Cristo aun en medio de sufrimiento y falta de sustento físico, y se sentía
igual cuando todo le estaba yendo bien (en lo físico). Entonces, cuando dijo, “Todo lo
puedo en Cristo que me fortalece”, estaba diciendo que mientras que sufra
persecución a causa del Evangelio, y mientras que sufra tribulaciones por su fe en
Cristo, el Señor le daría fuerza en cada situación para tener fe y regocijarse en Él a
pesar de lo que tenga que enfrentar.

Entonces el contexto nos enseña que Pablo está diciendo que no hay prueba que no
puede vencer victoriosamente porque Cristo es su fuerza (ver 1 Cor. 10:13), y que
ninguna situación temporal podría robarle su paz y gozo en el Señor (Fil. 4:7).

Esa es la única interpretación de Filipenses 4:13 (por su puesto, este es una


explicación muy breve y se pueden dar muchos más detalles). Pero ahora que
sabemos la interpretación gramática e histórica, podemos continuar y edificar sobre
este cimiento y hacer aplicaciones más amplias que estarán en perfecta armonía con
ella. Por ejemplo, de la misma manera que Pablo pudo vencer todas sus pruebas y
mantener su fe, gozo y paz en medio de tantas dificultades extremas, nosotros
también podemos aprender de este texto que no importa qué pruebas enfrentemos,
que dificultades estemos pasando, seremos capaces de vencer victoriosamente,
mantener la fe y no perder nuestra paz y gozo porque Cristo nos da fuerza. Desde
aquí, si quisiéramos, podríamos hacer más amplias aplicaciones para personas y
situaciones específicas. Por ejemplo, quizás alguien está siendo perseguido en su
trabajo por ser cristiano y está siendo tentado a enojarse y desanimarse. No tienen
que pecar, porque todo lo pueden con las fuerzas de Cristo. O quizás alguien ha
perdido todo y está sufriendo tribulaciones de la misma manera que Job. Él puede
perseverar victoriosamente porque todo lo puede en Cristo que le fortalece. Las
aplicaciones personales son prácticamente sin fin, pero no importa cómo la
apliquemos, debemos tener cuidado que esté en armonía con la verdadera
interpretación del texto, y nunca debe contradecirla.
# 4: Interprétala a la luz del contexto histórico y cultural de los autores y
recipientes originales.

Los diversos libros de la Biblia fueron escritos por más de 40 diferentes autores de una
gran variedad de trasfondos sociales e históricos, a lo largo de 1.500 años, en tres
diferentes continentes, en tres diferentes idiomas y tres diferentes eras durante la
historia de la redención. Obviamente, los 66 libros de la Biblia fueron escritos por una
variedad de diferentes contextos históricos y culturales. Tenemos que tener en cuenta
esto cuando interpretamos la Escritura. Muchos libros en la Biblia tienen un énfasis o
propósito específico que el autor intentó de comunicar en un cierto punto de historia, y
esto es sumamente importante para una interpretación adecuada.

Por ejemplo, el libro de Mateo fue escrito con la intención de ser leído por una
audiencia judía para demostrarles que Jesús es el Mesías prometido de Israel. Por
esta razón, muchas tradiciones y costumbres judías son mencionadas en el libro sin
ninguna explicación; Mateo obviamente asumía que su audiencia judía le entendería.
Entonces, cuando estudiamos el libro de Mateo, tenemos que considerar las
costumbres judías a las cuales alude el libro, y también el trasfondo del Antiguo
Testamento, que es el cimiento sobre cual Mateo edifica.

Una persona común, leyendo el libro de Mateo sin ningún conocimiento de las
antiguas costumbres judías, podría confundirse cuando, por ejemplo, llegaría a estos
versículos:

El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con


José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla
secretamente. –Mateo 1:18-19
Algunos quizás puedan pensar: “¿Qué significa estar ‘desposado’? ¡Y espera un
momento! ¡Yo pensaba que José y María todavía no estaban casados! Ella fue virgen,
pero sin embargo todos sabemos que las personas que se casan consuman su
matrimonio. ¡Pero ella igual se quedo virgen! ¿Cómo pudieron haber estado casados?
Y luego dice que José quiso divorciarse de ella, lo cual significa que estaban casados.
¿Cómo podría divorciarla si aún no estaban casados y todavía era una virgen?” –Son
buenas preguntas, ¿no? Bueno, nos ayudará saber un poco sobre cómo los
matrimonios judíos funcionaban en esos días.

La costumbre de esos días era que si una pareja quería casarse (muchas veces los
matrimonios eran arreglados), primero serían “desposados”. Este desposamiento era
parecido al compromiso moderno; sin embargo era más fuerte y vinculante. El hombre
y la mujer estarían desposados y después de ese momento, serían vistos como
marido y mujer. Estaban casados, y esto sería vinculante. Sin embargo, ellos no vivían
juntos ni tenían relaciones físicas durante este periodo de desposamiento—eso no
sucedería hasta que el matrimonio fuera consumado. La mujer todavía vivía con sus
padres durante todo este periodo, que duraba aproximadamente un año. Durante ese
año, el hombre trabajaría y prepararía un terreno y construiría una casa, alistando todo
para su nueva esposa, para que cuando se casen pudieran vivir juntos y empezar una
familia. Solo después de ese tiempo tendrían una boda oficial y consumirían su
matrimonio y tendrían relaciones físicas. Y ya que el desposamiento era legalmente
vinculante, las parejas eran consideradas marido y mujer, y solo un divorcio podía
romper ese desposamiento.

Entonces cuando José estaba desposado a María, aun viviendo separado de él, y
preparando para el día oficial de su matrimonio, ¡él descubrió que ella estaba
embarazada! ¡Por supuesto, él pensó que ella era promiscua y había sido infiel con él!
Pero no quería humillarla públicamente, entonces busco divorciarse de ella y romper el
desposamiento antes de que estén casados oficialmente.

¿Puedes ver como los contextos históricos y culturales de los pasajes pueden
verdaderamente enriquecer nuestro entendimiento de las Escrituras? No captaríamos
el verdadero significado del texto si intentaríamos interpretar tales pasajes solamente a
la luz de nuestras tradiciones y costumbres del Siglo XXI sin tomar en cuenta el
contexto histórico del pasaje. A veces es muy importante conocer un poco de la
historia y cultura detrás del texto para saber cómo interpretar bien “la palabra de
verdad” (2 Tim. 2:15).

Sin embargo, debemos tener mucho cuidado aquí de tener en cuenta la doctrina de la
“claridad de la Escritura”. Es decir, toda la Escritura es clara y fue escrita de tal manera
que las verdades importantes son simples y pueden ser entendidas por cualquier
persona por medio de la ayuda del Espíritu Santo. Ten cuidado de personas que tratan
de enseñar ciertas costumbres históricas y culturales afirmando que eso te llevará a
una interpretación muy distinta a la que una lectura sencilla del texto nos enseña. No
necesitamos leer grandes cantidades de libros históricos y culturales para saber cómo
interpretar la Biblia adecuadamente. Si la información es correcta, tales datos puedan
enriquecer nuestro estudio de la Biblia; sin embargo, debemos siempre recordar que la
Escritura es clara y que solo necesitamos el Espíritu Santo y hambre para Dios para
entender lo que es importante. En otras palabras, mientras que una investigación del
contexto histórico y cultural de un cierto pasaje de Escritura, no es esencial tener una
biblioteca llena de libros para interpretar las Escrituras correctamente. Pero al mismo
tiempo debemos tener en cuenta que no podemos ignorar las antiguas costumbres e
historia, y no debemos forzar nuestro punto de vista post-modernista y cultura del Siglo
XXI al texto de las Escrituras.

# 5: Interprétala a la luz de la Revelación Progresiva.

La Revelación Progresiva es la idea que a lo largo de la historia de la redención (es


decir, a través del tiempo en que Dios ha obrado para traer una completa salvación y
un conocimiento pleno de Sí mismo al ser humano), Dios se ha revelado al hombre en
una manera progresiva, hasta darle una plena revelación de Sí mismo a través de la
Persona y obra de Cristo y la finalización del Canon de la Escritura. En otras palabras,
a lo largo de la historia del hombre, desde que Adán pecó y la maldición vino sobre el
ser humano, Dios se ha revelado al hombre a través de diferentes pactos y obras de
gracia. La revelación más plena ha sido dada en el Nuevo Testamento, y por lo tanto
el Nuevo Testamento tiene la última palabra sobre cualquier tema del cual habla.

Es muy importante interpretar las Escrituras a la luz del contexto histórico en cual fue
escrito durante la historia de la redención, y a la luz del pacto en que se encuentra. Por
ejemplo, miremos a un mandamiento en la Ley de Moisés.

También el cerdo, porque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, pero no


rumia, lo tendréis por inmundo. De la carne de ellos no comeréis, ni tocaréis su
cuerpo muerto; los tendréis por inmundos. –Levítico 11:7-8
Aquí claramente está prohibido comer o incluso tocar el cerdo; es contra la Ley, y
considerado como pecado a Dios. Ahora, si tomamos estos versículos y los quitamos
del contexto de la revelación progresiva (si los quitamos del contexto del pacto bajo
cual se encuentran), y simplemente tomamos este versículo tal como está escrito,
aislado de su contexto, entonces vendremos a la conclusión que como cristianos no
podemos comer cerdo. ¿Después de todo, estos versículos son la Palabra de Dios,
no?

Por supuesto que lo son. Pero Dios ha escogido revelarse en diferentes maneras y a
través de los medios de diferentes pactos. Este mandamiento de abstenerse de comer
cerdo se encuentra en el Antiguo Pacto, la Ley de Moisés. Fue algo vinculante para el
pueblo de Israel, hasta el tiempo cuando Dios traería el cumplimiento de ese pacto y
establezca el Nuevo Pacto. Sabemos que a la luz del Nuevo Testamento todas estas
regulaciones ceremoniales solo fueron sombras de la plenitud que vendría en Cristo, y
que Cristo es el cumplimiento de tales regulaciones legales y ceremoniales:

Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta,


luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero
el cuerpo es de Cristo. –Colosenses 2:16-17
Entonces esto nos dice claramente que tales leyes alimenticias fueron “sombras” pero
que Cristo es el “cuerpo”, o el cumplimiento, de esas sombras. Por lo tanto, si estamos
en Cristo, tenemos la libertad para comer todas las cosas para la gloria de Dios. De
hecho, el Nuevo Testamento nos dice en 1 Timoteo 4:1-3 que es una doctrina de
demonios el prohibir a otros comer ciertas comidas y que enseñarles a hacerlo es
pecado. Luego, sigue y dice:

Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con
acción de gracias. –1 Timoteo 4:4
Entonces todas las comidas son buenas y no debemos considerarlo pecado si los
comemos. Por lo tanto, debemos interpretar la prohibición del cerdo en Levítico 11 a la
luz de la más plena revelación que Dios nos ha dado en el Nuevo Testamento. Esto no
significa que el Antiguo Pacto no se podría aplicar a nosotros hoy en día, porque
todavía es la Palabra de Dios y nos revela quién es Él, así como lo hace el Nuevo
Testamento. Sin embargo, debemos darnos cuenta que toda Escritura señala a Cristo,
y Él es el cumplimiento de estas regulaciones ceremoniales, y por lo tanto si estamos
en Cristo, ya no son vinculantes para nosotros como fueron a la nación de Israel en los
tiempos pasados.

Entonces cuando leas las Escrituras, y trates de interpretar un pasaje, recuerda que
debes tomar en cuenta la historia de la redención. Interprétala a la luz de qué
momento en el tiempo ocurrió durante la historia de la redención, sabiendo que en el
Nuevo Pacto tenemos la plenitud de lo que los pactos anteriores aludían, y puesto que
ahora estamos bajo el Nuevo Pacto, este tiene la última palabra sobre todo de lo que
habla.

# 6: Interprétala a la luz del contexto literario del pasaje.

Esto significa que no podemos arrancar un versículo de su contexto inmediato e


intentar de interpretarlo y aplicarlo por sí mismo sin tomar en cuenta los versículos y
capítulos a su alrededor, y el resto del libro en donde se encuentra. Cuando un
versículo está en cuestión, mira a los versículos antes y después de este, los capítulos
a su alrededor, e incluso al libro completo. Trata de averiguar cuál es la línea de
pensamiento del autor, y su propósito en escribir el libro, y pregúntate: “¿Qué está
tratando de comunicar aquí?” Apégate al punto principal del pasaje como está
demostrado por el contexto alrededor, y no trates de arrancar detalles fuera de
contexto del punto principal alrededor de esos detalles.

Por ejemplo, miremos el mandamiento de Pablo a Timoteo:

No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos.


Consérvate puro. –1 Timoteo 5:22
Algunos interpretan esto como diciendo que no debemos imponer manos sobre nadie
mientras que oremos por ellos. Y también que sugiere que participaremos en los
pecados de otros su imponemos manos sobre ellos cuando oramos. ¿No parece decir
eso si miramos solo a ese versículo? Pero hay que leer el contexto más amplio de los
versículos anteriores:

Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor,
mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. Pues la Escritura dice: No
pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario. Contra un
anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos. A los que persisten
en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman. Te
encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos,
que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad. No
impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos.
Consérvate puro. –1 Timoteo 5:17-22
El contexto está hablando acerca de los ancianos/pastores en la iglesia. El imponer
manos sobre un hombre tiene que ver con ellos siendo ancianos. 1 Timoteo 4:14
confirma esto; ahí leemos que Timoteo fue ordenado por medio de la imposición de
manos de los ancianos, y durante ese tiempo, Dios le impartió un don espiritual para
cumplir su ministerio. El hecho de que la imposición de manos se refiere a ordenar
ancianos es también confirmado por las instrucciones de Pablo en capitulo 3, donde él
le explica los requisitos para tales hombres, esperando que Timoteo los reconozca y
nombre públicamente (por la imposición de manos). Esta interpretación es confirmada
más aun por el resto de las Escrituras donde leemos que el propósito de imponer
manos era para ordenar a los hombres al ministerio. En Hechos, encontramos que
esto fue una práctica de la iglesia tempana (eje. 6:6, 13:3, 14:23).

Sin embargo, esto no fue el único propósito para la imposición de manos. Jesús
impuso las manos sobre muchas personas para sanarles (Marcos 5:23, 6:5, 8:23, 25;
Lucas 4:40, 13:13) y a otros para bendecirles (Marcos 10:16). Los apóstoles
impusieron manos sobre muchos para impartirles el Espíritu Santo, dones espirituales,
sanidad y otras bendiciones sobre muchas personas que no fueron ministros (Hch.
5:12, 8:17-18, 14:3, 19:6, 28:8). Y aun Ananías que no parecía ser apóstol impuso
manos sobre Saulo para sanarle de su ceguera e impartir el Espíritu Santo sobre él
(9:12, 17). ¡Ciertamente Jesús y los apóstoles no participaron en los pecados ajenos
de ellos sobre quienes impusieron las manos! Los apóstoles mismos en realidad
fueron instruidos a imponer manos sobre las personas mientras que oraban por
sanidad (Marcos 16:18). Entonces, la advertencia sobre imponer manos con ligereza
que se le fue dada a Timoteo NO fue hecha con referencia a orar por alguien para la
sanidad, o para ser lleno de Espíritu Santo. Esto tiene que ver con ordenando a los
hombres como ancianos. En otras palabras, Pablo está diciendo: “No seas pronto para
ordenar ancianos en la iglesia. Asegúrate que están plenamente capacitados y
maduros, hombres piadosos de la fe, porque si los nombras apresuradamente y no
son lo suficientemente capacitados, pueden caer en graves errores y te voy a tener
responsable por nombrarlos.”

En casos como estos, el contexto es sumamente importante para interpretar el


significado del versículo. Y otra advertencia: No vayas a las Escrituras solamente para
encontrar versículos de aquí y allá que confirmen tus ideas preconcebidas, usándolas
solamente para respaldar tu punto de vista ya establecido. Estudia con una mente
abierta y un corazón abierto, en humildad, permitiendo que el Señor te muestre el
verdadero significado de las Escrituras y que te corrija si estás equivocado. Cuando
estudies versículos específicos de un libro particular con mucho detalle, es también
sabio leer el libro entero varias veces para captar las ideas y los temas principales
antes de tratar de disecar los versículos particulares con profundidad. El contexto es
clave.
Hay una historia de una pobre alma que ignoro el contexto y tomó una Biblia,
buscando dirección de Dios. Él oró: “Dios, dame una palabra tuya y muéstrame qué
debo hacer.” Luego abrió su Biblia y al azar, con sus ojos cerrados, puso su dedo
sobre la página y leyó el versículo sobre cual estaba su dedo. Era Mateo 27:5: “Y
arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.” Trastornado, el
hombre le pregunto a Dios: “¿Qué me estás tratando de decir?” Entonces lo hizo de
nuevo, y esta vez su dedo cayó sobre Lucas 10:37 donde Jesús dice: “Ve, y haz tú lo
mismo.” –¡Ese es un ejemplo excelente de por qué es muy importante leer la Biblia en
su contexto literario!

# 7: Permite que la Escritura interprete la Escritura.

Este principio viene de la verdad que la Biblia es la inspirada Palabra de Dios. Puesto
que cuando la Biblia habla Dios habla, y que Dios es siempre verdadero y nunca
puede mentir, promover el engaño, ni contradecirse, entonces toda la Escritura es
verdadera y nunca podría enseñar el engaño ni contradecirse. Después de todo, si hay
una contradicción que consiste de dos declaraciones opuestas, las dos no pueden ser
correctas. Toda Escritura es absolutamente verdadera, y dentro de las Escrituras se
encuentran doctrinas importantes que se enseñan a través de toda la Biblia. Entonces,
basándonos en estos hechos, la Escritura es la intérprete más absoluta, autorizada e
infalible de sí misma. El mejor comentario de un cierto versículo son otros versículos
en la Biblia que tratan con el mismo tema porque nunca se equivocan.

Ya que “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar” (2 Tim. 3:16),
cualquier cosa que diga la Escritura puede ser usada para establecer una doctrina
sobre cualquier tema del cual está hablando. También, todo lo que la Escritura enseñe
de una doctrina particular es verdadera y está en perfecta armonía consigo misma.
Entonces, cuando estudiamos sobre una doctrina en la Escritura, podemos compilar
versículos relevantes de diferentes partes de la Escritura, de diferentes libros en la
Biblia, y juntarlos de tal manera como para acumular una enseñanza sistemática sobre
ese tema. Por supuesto que cuando hacemos esto tenemos que tener mucho cuidado
de estudiar y conocer los contextos de cada versículo que estamos usando e
interpretar cada uno caso por caso, siendo cuidadosos de interpretar cada versículo
correctamente. Al mirar a todos los versículos en la Biblia que enseñan sobre un cierto
tema o doctrina, y al estudiar cada uno en su orden y contexto, podemos asegurar que
nuestras interpretaciones están en armonía con la Biblia en su totalidad.

Adicionalmente, es especialmente útil que al comparar la Escritura con la Escritura, no


solo compilemos los versículos que parecen decir lo mismo y estén de acuerdo con
el/los versículo(s) en cuestión, pero a menudo es muy útil buscar versículos que
aparentemente contradigan el/los versículos(s) en cuestión. De esta manera, podemos
retar nuestras conclusiones y ayudar a mantener nuestras interpretaciones dentro de
un equilibrio sin ir a los extremos.
Lo ilustraremos. Hay que decir que estamos estudiando el tema de “justificación por
fe”. Venimos al siguiente versículo:

Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro
Señor Jesucristo. –Romanos 5:1
Al leer este versículo, aprendemos que la justificación es por fe. Pero este versículo en
sí mismo no dice claramente que la justificación viene solamente por la fe. Entonces
preguntamos: “¿Es las justificación por medio de la fe además de las obras, o
solamente por la fe? Algunos otros versículos anteriores en el libro de Romanos nos
dan la respuesta; por lo tanto interpretaremos la Escritura con la Escritura:

Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. –
Romanos 3:28
Mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada
por justicia. –Romanos 4:5
Entonces ahora aprendemos que la justificación es por fe aparte de “buenas” obras.
Para recibir la justicia de Dios por la cual podemos ser aceptados ante Él y tener vida
eterna, tenemos que dejar de confiar en nuestras buenas obras y creer solamente en
Cristo, el Único que justifica al impío. Romanos 4:5 nos enseña que Dios nos acepta
mientras que todavía somos pecadores impíos en base a nuestra fe solamente en
Cristo, y esto excluye cualquier posible buena obra que podamos hacer. La
interpretación está declarada claramente y está en perfecta harmonía con el resto de
las Escrituras. Así que, en nuestro ejemplo, los segundos versículos que miramos nos
ayudaron a interpretar el primer versículo en cuestión, y por lo tanto llegar a una
conclusión más específica y sana.

Y si quisiéramos continuar nuestro estudio de la justificación por fe, podríamos mirar a


muchos otros versículos que enseñan sobre este tema, como Lucas 7:50, Juan 5:24,
Hechos 13:39, Efesios 2:8-9 y Gálatas 3:22, para nombrar solo algunos. Todos estos
versículos enseñan que la justificación es por la gracia de Dios a través de la fe en
Cristo sin tomar en cuenta nuestras obras. Pero entonces, debemos balancear nuestro
estudio para ver cómo encajan las buenas obras y obediencia en todo esto. Para
hacer esto, podemos ver versículos como Santiago 2:14-26 y Efesios 2:10, que
enseñan que la verdadera fe producirá buenas obras. En otras palabras, al comparar
nuestra conclusión que la justificación es solamente por fe sin obras con otras
Escrituras que dicen que las obras son necesarias como el fruto y la evidencia de una
fe verdadera, vendremos a la conclusión que solo porque somos salvos solamente por
fe, esto no nos da una licencia para pecar (Jud. 4). Los que verdaderamente creen en
Cristo vivirán un estilo de vida de santidad y obediencia a Dios que demuestra que su
fe es verdadera, y que si alguien dice tener fe en Cristo pero no le obedece, esa fe no
es la verdadera fe que justifica y salva (Mat. 7:21-23). Así que, mientras que las obras
no nos salvan, la verdad es que si tenemos una fe verdadera, nuestras vidas serán
transformadas y tendremos buenas obras que glorifican a Dios en respuesta a Su
gracia. Por lo tanto, aunque somos justificados solamente por la fe, las obras son la
evidencia que hemos venido a conocer a Dios y serán el resultado de nuestra fe. Se
puede aprender todo esto al estudiar los versículos que dicen que las obras y la
obediencia son necesarias para los que dicen que creen en Jesús, y armonizarlas con
los que enseñan que la salvación es solamente por gracia por medio de la fe.

Entonces, cuando estudiemos e interpretemos la Biblia, debemos tener mucho


cuidado de comparar, diligentemente, la Escritura con la Escritura, examinando cada
conclusión a la cual venimos sobre un versículo específico con el resto de lo que
enseña la Escritura. Recuerda que ninguna interpretación correcta jamás podrá
contradecir lo que está escrito en el resto de la Biblia.

# 8: Permite que la Biblia ilumine lo que no es claro.

Aunque todo lo que necesitamos saber para ser salvos y conocer a Dios es
extremadamente claro en las escrituras, queda el hecho de que algunos textos son
difíciles de interpretar. Aun el apóstol Pedro reconoció esto (2 Ped. 3:16). Entonces,
¿qué debemos hacer cuando nos encontramos con versículos que son difíciles de
entender?

Lo que debemos hacer es, de acuerdo con el último punto que miramos (permitiendo
que la Escritura se interprete a sí misma), debemos ir a las Escrituras que son claras y
usarlas para iluminar las cuales que nos dan más dificultad. Sabiendo que no puede
haber ninguna contradicción, podemos reducir las posibles opciones que tenemos
para interpretar las partes no claras. Así que, en reducir nuestras elecciones, podemos
llegar a una interpretación mejor y más probable.

Veremos un básico ejemplo que claramente ilustrará este punto. Hay que decir que
estamos leyendo el libro de Apocalipsis, y en capitulo uno, llegamos a los siguientes
versículos:

Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de
oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre,
vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un
cinto de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como
nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido,
refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. Tenía
en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y
su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. –Apocalipsis 1:12-16
Ahora, después de leer esto, nos preguntamos: ¿Qué rayos representan los siete
candeleros? ¿Y qué significan las siete estrellas? A la primera vista, el significado de
esto no parece ser muy claro. Pero solamente porque el significado no es
inmediatamente claro para nuestro entendimiento no nos da derecho de inventar
cualquier interpretación que queremos. En vez, siguiendo los principios de leer la
Escritura en su contexto literario y permitiendo que la Escritura interprete la Escritura,
debemos continuar leyendo el resto del capítulo, esperando que después estos
versículos confusos se aclaren. Al continuar a leer el capitulo, llegamos a estos
versículos:

Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí,
diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve
muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las
llaves de la muerte y del Hades. Escribe las cosas que has visto, y las que son, y
las que han de ser después de estas. El misterio de las siete estrellas que has
visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los
ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete
iglesias. –Apocalipsis 1:17-2
Estos versículos dan más claridad a los anteriores. Aquí nos dicen que los siente
candeleros son las siete Iglesias (de las cuales se hablan en capítulos 2 y 3) y que los
siete candeleros son los ángeles de las siete iglesias. Por lo tanto hemos permitido
que los claros versículos iluminen a los que no son claros, y en hacer esto, nos hemos
ayudado a nosotros mismos a llegar a una mejor interpretación. Esto es un ejemplo
muy básico, y de hecho que hay versículos más difíciles que estos, pero sirve como un
ejemplo para el propósito de la ilustración.

Siguiendo este principio, no te abrumes con pasajes que parecen ser demasiados
difíciles para entender. Si al principio tienes un tiempo muy difícil con ciertos pasajes
de Escritura, simplemente anótalo y sigue leyendo. Es muy probable que más adelante
te encuentres con algo que aclare lo que antes no entendías. De esta manera,
podemos evitar que nos obsesionemos con los asuntos de menor importancia o de
crear una doctrina entera de algo que es tan oscuro. Permita que las partes de las
Escrituras que son fáciles de entender expliquen las partes que son más difíciles de
entender.

# 9: Ten en cuenta el espíritu del pasaje y no solo la letra.

Mencionamos anteriormente que las Escrituras deben ser interpretadas en el sentido


literal y sencillo del lenguaje al menos que obviamente sea simbólico o en sentido
figurado. Esto no significa, sin embargo, que nos apeguemos a una fórmula estricta y
literal y que nos olvidemos por completo del espíritu del texto. Tenemos que tener
mucho cuidado de permitir que el texto de Escritura hable por sí mismo y recibir la
verdad comunicada por medio del texto según el espíritu de ello, y no solo según su
letra.

Ilustraremos esto con las palabras de Jesús en el Sermón del Monte.


Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No
resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha,
vuélvele también la otra. –Mateo 5:38-39
¿Esto significa que literalmente cada vez que alguien nos hiera en la mejilla derecha,
debemos quedarnos ahí y dar la otra mejilla y retarles que nos peguen otra vez? No.
¿Esto significa que si alguien nos pega una vez, debemos dar la otra mejilla, pero si
nos pegan otra vez, ya no tenemos que darles la mejilla, y después de la tercera vez
les podemos pegar? ¡Absolutamente no! El espíritu detrás del texto es lo que es
importante. En decir esto, Jesús en realidad estaba prohibiendo que tomemos
venganza o violencia personal, ilustrando como el Señor espera que tengamos amor,
paciencia y misericordia hacia nuestros enemigos. De hecho, Jesús le dijo a Sus
discípulos en otro lugar que si eran perseguidos en una ciudad, que vayan a la
siguiente ciudad (Mat. 10:23). ¡Él no les dijo que se queden ahí y permitan que les
peguen y les maten! Lo que es importante es el espíritu detrás sus palabras. Es decir,
debemos tener la actitud de corazón que prefiera amar, perdonar y bendecir nuestros
enemigos en vez de tomar algún tipo de venganza sobre ellos (ver Mat. 5:44-45, 6:12,
14-15 para paralelos al Sermón del Monte).

De hecho, mucho de lo del Sermón del Monte está corrigiendo los errores de los
fariseos que enseñaban la letra de la Ley pero ignoraban el espíritu de la Ley. Ellos
pensaban que podían divorciarse y casarse de nuevo con los que querían y que
podían mirar con lujuria siempre porque no había un mandamiento estricto contra eso;
sin embargo Jesús enseño que el espíritu del mandamiento “No cometerás adulterio”
prohíbe tales prácticas (Mat. 5:27-32).

Los fariseos en realidad habían torcido el significado de la Escritura tan horriblemente


que ellos aceptaban la letra pero ignoraban el espíritu de ello de tal manera que por
sus tradiciones contradecían lo que estaba escrito. Por ejemplo, ellos leían en la Ley:

Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás
a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al
acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y
estarán como frontales entre tus ojos. —Deuteronomio 6:6-8
Entonces, para hacerse parecer más santos que los demás, los fariseos inventaron
una caja pequeña que atarían alrededor de sus cabezas llamada “filacteria”. Dentro de
la caja había pequeños pergaminos en que estaban escritos versículos de Escritura.
Ellos ignoraron el espíritu de la Escritura y lo convirtieron en una costumbre literal de
amarrar una caja de Escritura a sus frentes. Por supuesto, el Señor Jesús les
reprendió por tales costumbres que no eran nada más que una vana demostración del
orgullo religioso de ellos (Mat. 23:5). Deuteronomio no estaba diciendo que
literalmente debemos amarrar una caja de Escritura a nuestras frentes, estaba
diciendo que siempre debemos meditar en la Palabra de Dios y siempre tenerla en
nuestras mentes.
Entonces cuando interpretes la Biblia, ten cuidado de las interpretaciones que no
capten el corazón de Dios al ignorar el espíritu detrás de lo que está escrito.

# 10: Ten en cuenta el género del pasaje.

La Biblia usa muchos tipos de géneros y figuras retóricas. Se debe tomar en cuenta a
cada uno, caso por caso. Dios usó el lenguaje humano para revelar Su Palabra y al
hacerlo Él uso todo tipo de expresiones humanas. Debemos recordar que nuestra
hermenéutica significa tomar cada pasaje de Escritura literalmente en todo tiempo al
menos que obviamente sea una figura retórica. En el caso de una figura retórica,
debemos descubrir la verdad literal detrás de lo que la figura retórica representa,
usando otros pasajes de Escritura para aclarar nuestros versículos en cuestión,
permitiendo que la Escritura interprete la Escritura.

Cuando te acercas a un texto de Escritura, y es obvio que es una figura retórica,


entonces pregúntate: ¿Qué tipo de género literal es este pasaje? Debemos interpretar
cada pasaje de acuerdo con el género en que pertenece. Las Escrituras usan una gran
cantidad de figuras retoricas, incluyendo metáforas, hipérboles, símiles, alegorías,
sarcasmo, tipos proféticos, parábolas y más. En cada caso, es claro a la mente
razonable que una figura retórica está siendo usada. Sin embargo, ten cuidado a no
decir que algo es figurativo cuando es literal (como los seis días de la creación o Jesús
caminando sobre las aguas). La Biblia está llena de acontecimientos extraordinarios y
milagrosos que no podemos explicar; pero solamente porque no los podemos explicar
no significa que no son acontecimientos literales que verdaderamente ocurrieron.
Debemos aceptarlos por fe. También debes tener cuidado de no tomar algo figurativo
y entenderlo como algo literal (como el “odiar” a tu padre y tu madre, ver Lucas 14:26).
Haciendo tales cosas resultará en la herejía. Pero no obstante, no tenemos que
preocuparnos, pues ya que la Escritura interpreta la Escritura, la Biblia misma nos
impedirá que hagamos una interpretación errada siempre y cuando comparemos la
Escritura con la Escritura.

Por ejemplo, leamos las palabras de Jesús:

Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y


hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
–Lucas 14:26
Aquí Jesús está diciendo que tenemos que “odiar” a todos, incluyendo a nosotros
mismos, para ser verdaderos discípulos de Él. ¡Pero espera un momento! ¿No enseñó
Jesús que el segundo más grande mandamiento es amara a todo el mundo como a
nosotros mismos (Mat. 22:39)? ¿Y qué debemos honrar a nuestros padres y madres y
a amar a los demás (Mat. 19:19)? ¿Hay una contradicción aquí? ¡De ninguna manera!
Lo que Jesús está haciendo en Lucas 14:26 es usar una hipérbole (una figura retórica
que utiliza la exageración) para enfatizar una verdad. Él está diciendo que nuestro
amor por Él debe ser tan grande, y Él debe ser una prioridad tan grande en nuestras
vidas, que aun el amor por los que amamos más debe parecer como odio en
comparación. Es decir, Jesús exige ser el número uno en nuestras vidas, y no tolerará
el ser el segundo en nuestro amor ni devoción. El ser un discípulo de Cristo demanda
un servicio de todo el corazón. Él debe ser nuestro Señor y Rey, y una vez que
seamos Sus discípulos, no perteneceremos a nosotros mismos, sino que el único
propósito de nuestras vidas será glorificarle a Él. Esta interpretación está en armonía
perfecta con el pasaje paralelo que se encuentra en Mateo:

El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o
hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de
mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por
causa de mí, la hallará. —Mateo 10:37-39
Al leer este pasaje aprendemos que nuestra interpretación fue correcta. Debemos
amar a Jesús más que a cualquier otra persona, incluso a nosotros mismos. Si no lo
amamos de esta manera, no somos dignos de ser sus discípulos.

Nota primero como que antes de todo fue el sentido común que nos enseño que las
palabras de Jesús en Lucas 14:26 no eran exactamente literales. Y luego nota como el
resto de la Biblia nos ayudó interpretar esta figura retórica mientras que continuamos a
estudiar. Sabíamos que no podía significar que literalmente debemos “odiar” a todos
porque eso contradeciría lo que el resto de las Escrituras dicen, incluso lo que Jesús
mismo dijo. Entonces cuando comparamos la Escritura con la Escritura, aprendimos el
verdadero significado del pesaje. Pero también nota que solo porque fue una figura
retórica, no la tratamos de razonar y decir: “O, eso simplemente no quiere decir lo que
está diciendo”. En vez, inmediatamente buscamos determinar la verdad literal
representada por la figura retórica.

Un género de la literatura de la Biblia que es comúnmente malinterpretado son las


parábolas de Jesús. Estas deben ser interpretadas de una manera diferente que los
otros pasajes de Escritura por su naturaleza única. El error más común que las
personas hacen es prestar demasiada atención a los detalles de las parábolas y
establecer doctrinas de esos detalles. Esto está equivocado, porque cada parábola no
ha sido diseñada a enseñarnos un montón de doctrinas o de ser disecada punto por
punto y aplicadas en diferentes maneras. En vez, cada parábola tiene una enseñanza
principal que Jesús quiso comunicar. Más allá de ese punto principal, es muy peligroso
tratar de usar una parábola para respaldar otras doctrinas. Cuando interpretamos una
parábola, debemos preguntarnos: “¿Qué es el punto principal que Jesús está tratando
de enseñar?” Entonces, debemos pegarnos a ese punto principal y evitar tratar de
descifrar la parábola para encontrar otros puntos.

Una parábola comúnmente malinterpretada es la del Hijo Prodigo. Puedes leerla en tu


Biblia en Lucas 15:11-32. A menudo se usa esta parábola para hablar sobre el
“reincidente” que en algún tiempo fue salvado y perdió su salvación, y después se
arrepintió y gano su salvación de nuevo. Esta parábola es comúnmente usada para
respaldar el punto de vista que uno puede perder su salvación. ¿Pero es esto lo que
Jesús nos quiso enseñar? ¿De verdad fue intención enseñar que la salvación de
puede perder?

El contexto en que Jesús cuenta la parábola es sumamente importante para


determinar su interpretación. En este caso, nota como el contexto es una reprimenda
al orgullo religioso de los fariseos que menospreciaban a los pecadores con quienes
Jesús comía y hablaba (ver Lucas 15:1-2). Esta parábola era una reprimenda a la
soberbia de los fariseos y líderes religiosos que menospreciaban a los pecadores en
vez de amarlos. El punto principal es demostrar el verdadero corazón de Dios que
viene a los pecadores y se deleita en salvar a los hombres. Dios no rechaza a los
pecadores que quieren arrepentirse y venir a Su casa. Los fariseos estaban
equivocados, ellos eran los que no entendieron el corazón de Dios, y Jesús estaba
correcto en comer con los pecadores. Esta es la enseñanza de la parábola, y
entraremos en el error si vamos más allá de eso a cada otro detalle en ella.

La parábola no puede ser usada para enseñar que uno puede perder la salvación.
¿Por qué? Porque eso no fue el punto que Jesús quería hacer. Además, si lees los
detalles de esa manera, entonces te encontraras con otro problema: Si el hijo prodigo
fue salvado, y después perdió su salvación, y luego fue salvo otra vez, ¿entonces qué
del hermano mayor en la parábola? El hermano mayor obviamente representa los
fariseos orgullosos. Sin embargo él nunca se fue de la casa, y la parábola dice que él
siempre obedecía los mandamientos del padre (v.29). Entonces si estar en la casa del
padre significa que uno es salvo, ¡de acuerdo a ese mismo estándar debemos decir
que los fariseos también fueron salvos! Pero es obvio que los fariseos fueron
malvados y muchas veces Jesús les reprendió y advirtió que si no se arrepintieran se
perderían. Así que, descubre el punto principal de la parábola, y no uses los detalles
para respaldar doctrinas que estos no enseñan. ¡Si no, puedes terminar usando las
parábolas para enseñar cualquier cosa que quieras!

Ahora, miremos a la parábola que Jesús dio acerca del juez y la viuda:

También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no
desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni
respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a
él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo;
pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto
a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea
que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo
el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él
día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia.
Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? –Lucas 18:1-8
El punto de la parábola es que Dios contestará las oraciones y los llantos de Su pueblo
cuando perseveran en oración y fe. La parábola ilustra poderosamente esta verdad.
Sin embargo, esto es lo único que enseña, y aunque podemos hacer aplicaciones más
amplias, no debemos leer doctrinas en los detalles. En este caso, el hacerlo resultaría
en herejía, ya que el juez representa Dios el Padre. Pero el juez no “temía a Dios, ni
respetaba al hombre”, y ni estaba preocupado por la justicia hasta que fue tan
fastidiado que concedió la petición de la viuda. Por supuesto, no podemos aplicar
estas cosas a Dios nuestro Padre, porque Él es santo, perfecto y un justo juez (Sal.
7:11).

Hay muchos otros tipos de figuras retóricas en la Biblia, pero al estudiar las Escrituras
y sumergirte en las enseñanzas de la Biblia, mejorarás más y más en interpretar y
aplicar los pasajes que a una vez parecieron difíciles. Solamente usa el sentido
común, y ora que el Espíritu Santo te guie a toda verdad, y asegúrate que muy
profundamente examines y compares cada interpretación con el resto de lo que
enseñan las Escrituras.

Finalmente, se tiene que decir algo acerca de los tipos proféticos en el Antiguo
Testamento. Estos son acontecimientos de los cuales hablan las páginas del Antiguo
Testamento y que ilustran la verdad sobre Jesucristo. El Antiguo Testamento está
lleno de ello del principio hasta el final, y todos señalan a Cristo. Por ejemplo, el
acontecimiento de Abraham ofreciendo su hijo Isaac y Dios proveyendo el cordero de
ofrenda como un sustituto es un tipo profético de Dios ofreciendo Su Hijo como un
sustituto para los pecadores. Cada libro del Antiguo Testamento tiene tales tipos
proféticos. En el caso de estos, ten en cuenta que estos acontecimientos fueron
literales, realmente ocurrieron, pero fueron decretados por Dios a ilustrar el Evangelio,
y por lo tanto usan muchos símbolos en medio de los acontecimientos que son
sombras proféticas de Cristo. Entonces, cuando leas el Antiguo Testamento, presta
atención y cuidadosamente busca estos tipos proféticos que señalan a Cristo. Cada
uno se puede leer literalmente, pero detrás del texto lleva una verdad espiritual que se
relaciona con el Evangelio. Así que cuando leas la Escritura, siempre usa la
hermenéutica histórica y gramática de interpretar literalmente en todo tiempo al menos
que el lenguaje obviamente sea figurativo o simbólico; pero al mismo tiempo ten un
punto de vista que está centrado en Cristo, esperando que todas las Escrituras
testifiquen de Él. Busca que Cristo sea revelado a través de todas las páginas de
Escritura. En el Evangelio de Lucas, leemos acerca de cómo Jesús hizo esto después
de su resurrección:

Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba
en todas las Escrituras lo que de él decían. –Lucas 24:27
Usando las Escrituras del Antiguo Testamento, Jesús expuso a los discípulos los tipos
proféticos que señalaban a Sí mismo. Él es el hilo escarlata que está entretejido en la
tela del Antiguo Testamento. Busca cuidadosamente, y ahí lo encontrarás.

EN CONCLUSIÓN Entonces esos son los diez básicos principios que debes tener en
cuenta cuando estudies la Biblia. El ponerlos en práctica te ayudará tremendamente a
ser un mejor estudiante de la Palabra de Dios y aplicar las gloriosas verdades de Dios
a tu vida. Muchos de estos pasos quizás te parezcan complicados ahora; si es así, no
te preocupes. Solo has lo mejor que puedas y asegúrate que tu corazón está sometido
completamente al Espíritu Santo. Mientras que continúes leyendo las Escrituras, te
convertirás más y más experto en la Palabra de justicia.
Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia,
porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez,
para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del
bien y del mal. –Hebreos 5:13-14
El manejar con precisión la Palabra de verdad y el crecer para poder digerir el alimento
sólido de la Palabra solo vienen a lo largo de mucho tiempo y estudio. Lo más que
verdaderamente te devotes a estudiar para conocer a Dios, lo más que el Espíritu
Santo derramará Su verdad a tu alma. No seas flojo en tus estudios de las Escrituras,
pero se diligente y celoso para saber la verdad. Permite que tu alma tenga un hambre
constante para el alimento de la Palabra. No estés contento con el conocimiento de la
Palabra que ahora tienes, pero siempre esfuérzate en aprender más y más de Dios.
Jesús dijo:

Cuídense de lo que oigan. Con la medida con que ustedes midan, se les medirá,
y aun más se les dará. Porque al que tiene, se le dará más, pero al que no tiene,
aun lo que tiene se le quitará. –Marcos 4:24-25
Lo más que abramos nuestros oídos espirituales para oír la verdad de la Palabra de
Dios, y lo más que nos dedicaremos a estudiar las Escrituras con un corazón puro, la
más verdad y poder derramará Dios sobre nosotros. El conocer la Biblia y obedecerla
resulta en innumerables bendiciones, pero no hay excusa para la ignorancia y
desobediencia.

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:


¿Qué significa el término “hermenéutica”?
¿Por qué debe ser nuestro gran deseo interpretar la Palabra de Dios correctamente?
¿Puedes dar algunas razones que no fueron mencionadas en esta lección?
¿Tiene alguien que ser salvo antes de poder verdaderamente entender y aplicar la
Palabra de Dios? ¿Por qué o por qué no? Comprueba tus respuestas usando las
Escrituras.
¿Cuál es la regla primera y más importante de interpretar las Escrituras?
¿Deben las Escrituras ser siempre interpretadas literalmente? ¿Qué debemos hacer
cuando encontremos una figura retórica?
¿Cuántas interpretaciones tiene cada pasaje de Escritura? ¿Cuántas aplicaciones
tiene cada pasaje de Escritura?
¿Cuál es el peligro de tratar de interpretar las Escrituras solamente a la luz de
nuestras culturas y costumbres modernas?
Aparte del Espíritu Santo, ¿cuál es el único interprete infalible de las Escrituras? (pista:
ver punto número 7)
¿Qué debemos hacer cuando encontremos pasajes difíciles y obscuros que nos
confunden?
¿Puedes dar otros ejemplos de veces cuando escuchaste a alguien usar las parábolas
de Jesús para enseñar algo que no fueron diseñadas a enseñar?

PREDICACIÓN EXPOSITIVA

Cómo interpretar la Biblia: Diez


principios
Artículo

31.10.2014

La Biblia es la Palabra de Dios y la base de las creencias cristianas. Precisamente por eso
es vital que interpretemos la Biblia de manera correcta. Creemos en “el libre examen”, pero
no en “la libre interpretación”. “El libre examen” es el derecho y el deber de todo el mundo
de leer y estudiar la Biblia. “La libre interpretación” es el derecho de todo el mundo de
interpretar la Biblia como sea, como si todas las interpretaciones fuesen igualmente
válidas. Pues, no es así; se puede interpretar la Biblia bien o mal, y para interpretarla bien,
hay que conocer y respetar una serie de principios. ¿Cuáles son esos principios? Pues,
aquí van diez principios básicos:
1. La interpretación de la Biblia es una tarea espiritual

Ya que la Biblia no es un libro cualquiera, sino la Palabra de Dios escrita, aunque hay que
usar la mente, la inteligencia, para interpretarla bien, no se trata de un ejercicio meramente
intelectual, sino también de una tarea espiritual. Conviene una actitud de reverencia,
humildad y fe. Y conviene orar antes, durante y después del trabajo de interpretar la Biblia.
2. Hay que empezar buscando el sentido más natural
Normalmente, ¡la Biblia significa lo que parece significar! No hay que buscar otro
significado distinto del significado más natural, a no ser que exista alguna razón de peso
para hacerlo. Algunas de las excepciones a esta regla son: (1) Cuando lo que parece
significar contradice el resto de la Biblia; (2) Cuando lo que parece significar no tiene
ningún sentido; y: (3) Cuando el lenguaje no es literal, sino metafórico (etc.). Pero hay que
empezar buscando el sentido más natural de cada texto o pasaje.
3. Cada parte de la Biblia debe ser interpretada a la luz de toda la Biblia

Aunque los sesenta y seis libros que componen la Biblia fueron escritos por unas cuarenta
personas diferentes, en lugares diferentes, a lo largo del milenio y medio entre Moisés y el
apóstol Juan, en otro sentido hay un solo Autor divino de toda la Biblia. Por eso, y sin
negar las características propias de cada autor humano, hay en la Biblia una coherencia
interna que refleja la coherencia de Dios mismo. En la Biblia hay paradojas y aparentes
contradicciones, pero no puede haber contradicciones en el sentido de afirmaciones o
enseñanzas totalmente incompatibles entre sí, porque si las hubiera, serían
contradicciones dentro del ser de Dios. A la hora de interpretar cualquier parte de la Biblia,
debemos tener en cuenta la Biblia como un todo.

4. Hay que interpretar cada texto dentro de su contexto histórico


Cada libro de la Biblia fue escrito por un autor humano en particular (o por más de uno,
como en el caso de Salmos y Proverbios), en un lugar en particular, en un momento de la
historia en particular y con un propósito en particular. Por lo tanto, sería irresponsable
pretender interpretar un pasaje bíblico sin tener en cuenta estos factores. Por eso tenemos
que hacernos preguntas como: (1) ¿Quién escribió esto?; (2) ¿Cuándo lo escribió?; (3)
¿Para quién(es) lo escribió; (4) ¿En qué circunstancias lo escribió?; (5) ¿Con qué intención
o propósito lo escribió?; y: (6) ¿Cómo lo entenderían aquellos primeros oyentes o lectores?
5. Hay que interpretar cada texto dentro de su contexto literario
Si conoces el programa de ordenador Google Earth y si sabes cómo funciona, sabrás que
de ver el planeta en su totalidad te puedes ir acercando a tu continente, a tu país, a tu
ciudad, a tu barrio, a tu calle ¡y hasta a tu casa! Ahora, imagínate que lo hicieras al revés;
que empezaras fijándote en tu casa, luego en tu calle, luego en tu barrio, luego en tu
ciudad, etc. Pues, eso sería como analizar un texto bíblico en su contexto literario. Por
ejemplo, si el texto fuese Juan 3:16, empezarías fijándote en el contexto inmediato: Juan
3:16-21; luego te alejarías un poquito y mirarías Juan 3:16 como un versículo clave en la
sección de Juan 3:1-21; luego te fijarías en el capítulo entero, y después en esa sección
del Evangelio según Juan: Juan 2:12 – Juan 4:54; y así, sucesivamente. ¿Ves la diferencia
entre el contexto histórico y el contexto literario? Es importante tener en cuenta ambos
contextos.
6. Hay que tener en cuenta el tipo de lenguaje de cada texto
En la Biblia hay diferentes tipos de lenguaje. Por ejemplo, hay lenguaje narrativo,
metafórico, poético, profético y apocalíptico. Y hay todo tipo de figuras del lenguaje: (1)
Símiles (comparaciones explícitas): “¿No es mi palabra como fuego –declara el Señor– y
como martillo que despedaza la roca?” (Jer. 23:29); (2) Metáforas (comparaciones
implícitas): “Lámpara es a mis pies tu palabra” (Sal. 119:105); (3) Parábolas (metáforas
más extensas): El buen samaritano; (4) Alegorías (metáforas más extensas y más
complejas): El Sembrador y las cuatro tierras; etc. Son algunos ejemplos de los diferentes
tipos de lenguaje que se encuentran en la Biblia, y hay que reconocerlos para
interpretarlos correctamente.
7. Hay que tener en cuenta las palabras de conexión
Me refiero a esas palabras, muchas veces pequeñas y (aparentemente) sin mucha
importancia, que hacen de puente entre dos frases, versículos, párrafos, secciones, etc.
Con respecto a las palabras de conexión, existen dos peligros opuestos: (1) Darles más
importancia de la que tienen; y: (2) Pasar por alto la importancia que sí pueden tener.
Entre las muchas palabras de conexión que encontramos en la Biblia están las siguientes:
“porque”, “por lo tanto”, “entonces”, “si”, “pues”, etc. En no pocas ocasiones estas palabras
son parte de la clave para la correcta interpretación del texto.
8. Hay que interpretar los textos menos claros a la luz de otros más claros

No toda la Biblia es igualmente clara al intérprete. Es verdad que la Biblia es clara en sí


misma, pero no siempre nos resulta tan clara a nosotros: (1) Porque nuestras mentes
están afectadas por las consecuencias de la Caída; y: (2) Por la distancia (histórica,
geográfica, cultural, etc.) entre el texto y nosotros. El apóstol Pedro habló de las cosas
“difíciles de entender” en los escritos de Pablo (2 P. 3:15 y 16). (¡Gracias, Pedro!) Pues,
debemos interpretar los textos más difíciles a la luz de otros más fáciles de entender, y no
al revés. Un ejemplo sería: Mateo 16:18. Otros textos que arrojan luz sobre este texto (muy
discutido) son: 1ª de Corintios 3:11; Efesios 2:20; Hebreos 6:1-2; 1ª de Pedro 2:4-8. Estos
textos aclaran el tema de sobre qué fundamento se edifica la Iglesia.

9. Hay que tener en cuenta la versión original de cada texto


Las Biblias que usamos son traducciones de las lenguas originales, ¡y a veces son
traducciones de otras traducciones! Hay muchas versiones de la Biblia que son muy
fiables, pero creemos en la inspiración de los documentos originales. Y hay bastantes
ocasiones cuando el original nos puede ayudar a interpretar la Biblia correctamente. Pero
hay dos problemas: (1) No tenemos acceso a los originales; y: (2) Hay pocos expertos en
las lenguas originales. Pero, por parte positiva: (1) Existen versiones de la Biblia muy fieles
a los originales; (2) Existen tantos manuscritos de la Biblia (¡miles!) que podemos tener
mucha confianza en las (buenas) Biblias que usamos; y: (3) Existen cada vez más ayudas
–comentarios bíblicos, diccionarios bíblicos, Biblias interlineales, etc.– que nos pueden
acercar más al texto original.
10. Hay que tener en cuenta la dimensión cristológica

A pesar de las características concretas de cada libro, hay un solo mensaje principal a lo
largo de toda la Biblia: ¡Cristo, el evangelio, la salvación! El Antiguo Testamento apunta
hacia el Cristo que va a venir y el Nuevo Testamento apunta hacia el Cristo que ya vino. Y
hay que tener en cuenta esta dimensión cristológica a la hora de interpretar cualquier parte
de la Biblia. Hay que evitar dos peligros: (1) El peligro de no ver a Cristo donde está; y: (2)
El peligro de creer ver a Cristo donde quizás no esté. ¿Cómo podemos evitar estos dos
peligros? (1) Aplicar los demás principios de interpretación; (2) Ver cómo los escritores del
Nuevo Testamento interpretan el Antiguo Testamento; (3) Evitar la alegorización gratuita,
la que no tenga ninguna base sólida; (4) Buscar paralelos verbales claros entre textos
bíblicos y el Señor Jesucristo; (5) Distinguir entre la intención del autor, el significado para
los lectores originales y una posible dimensión cristológica; etc. Hay muchos paralelismos
entre José y Cristo para que sea pura coincidencia. Pablo da una interpretación
cristológica a una serie de acontecimientos de tiempos de Moisés y los israelitas (1 Co.
10). Pero no hay pruebas claras de que el cordón de grana de Rahab (Jos. 2:17-22) se
refiera a la sangre de Cristo. Y el libro de Cantar de los Cantares parece referirse –en
primer lugar– al amor entre un hombre y una mujer.

Conclusión
Esto no es más que una breve introducción al tema. Pero creo que estos principios nos
ayudarán a “[usar] bien la palabra de verdad” (2 Ti. 2:15).

Andrés Birch es un misionero británico afincado en España desde 1983. Actualmente es


pastor de la Iglesia Bautista Reformada de Palma de Mallorca, España. Puedes seguir a
Andrés en Twitter.
Concecuebciana

Las ideas tienen consecuencias. Desde los inicios de la filosofía occidental, hemos sido
testigos de lo bueno, lo malo y lo feo de este axioma. Desde la influencia de John Locke
sobre los fundadores de Estados Unidos, a los desastrosos resultados de la influencia de
Karl Marx en la Rusia comunista y Friedrich Nietzsche en la Alemania de Hitler, difícilmente
se puede decir que las ideas no tienen consecuencias. Sin embargo, no solo las ideas tienen
consecuencias, sino también la exégesis.

El peligro de la interpretación errónea de las Escrituras no es nuevo en nuestro tiempo. El


apóstol Pablo instruyó al joven Timoteo, “Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la
palabra de verdad” (2 Tim. 2:15). Hay una manera correcta y una manera incorrecta de
manejar la Palabra de Dios. Por desgracia, nuestra época sigue estando plagada de aquellos
que pueden estar avergonzados por haber manejado mal la Palabra de la Verdad.

Tomemos por ejemplo Marcos 16:17-18:

Y estas señales acompañarán a los que han creído: en Mi nombre echarán fuera demonios,
hablarán en nuevas lenguas; tomarán serpientes en las manos, y aunque beban algo
mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien.

Aunque la autenticidad de este pasaje es debatida, algunos han tomado estas palabras y las
han utilizado para justificar la práctica de literalmente manipular serpientes mortales en
medio de la congregación como una demostración de fidelidad. Trágicamente, como
resultado muchos han muerto a causa de las mordidas de serpientes. La exégesis tiene
consecuencias.

Consideremos otro conocido texto de las Escrituras que cuando ha sido manejado y
aplicado erróneamente también ha conducido a resultados trágicos, Santiago 5:14-15:

¿Está alguien entre ustedes enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él,
ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al que está
enfermo, y el Señor lo levantará. Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por
él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor. La oración de fe restaurará al enfermo, y
el Señor lo levantará. Si ha cometido pecados le serán perdonados.

El estímulo de llamar a los ancianos a orar por los enfermos ha llevado a algunos a
malinterpretar a Santiago y prohibir el uso de médicos o prácticas medicinales. Por
desgracia, he conocido familias que han perdido seres queridos innecesariamente a causa
de enfermedades que eran fácilmente curables si hubieran contado con la ayuda de un
médico o usado prácticas médicas comprobadas. Tristemente, interpretar y aplicar
erróneamente este texto los llevó a creer que pedir ese tipo de ayuda sería ser
desobedientes a Dios. Una vez más, la exégesis tiene consecuencias.

Mientras que malinterpretar las Escrituras puede prolongar innecesariamente una


enfermedad e incluso resultar en la muerte física, el mayor peligro está en lo que puede
hacer al alma. A través de una exégesis equivocada, la gente puede y ha sido conducida a la
muerte eterna.
Hace unos años, un pastor popular determinó que Dios le había dado la revelación de que
la Biblia enseña que Jesús murió para redimir a todos los seres humanos, sin excepción.
Este pastor comenzó a enseñar el universalismo, una herejía que afirma que ninguna
persona jamás se perderá por la eternidad, ya sea si se arrepienten en esta vida o no.
Armado con esta idea, se fue a las Escrituras y comenzó a re-interpretar, re-exponer, y
volver a aplicar muchos de los textos que había enseñado previamente. Por ejemplo, 1
Timoteo 4:10 dice: “Hemos puesto nuestra esperanza en el Dios vivo, que es el Salvador de
todos los hombres, especialmente de los creyentes”. De este pasaje, el pastor sugirió que el
plan de Dios es salvar a todos los seres humanos y no solo los que creen en Él.

En una entrevista, cuando se le preguntó acerca de aquellos que voluntariamente pecan,


rechazan a Cristo, y mueren sin haberse arrepentido, el pastor citó a Filipenses 2:10-11,
“Para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la
tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de
Dios Padre”. A través de interpretaciones y aplicaciones erróneas, este pastor sugirió que
Pablo enseña que todo el mundo va a reconocer y aceptar a Jesús, ya sea antes o después
de su muerte. Él declaró: “Incluso en el más allá algunos tendrán la revelación de Jesús y
serán inspirados por el Espíritu Santo a confesar Su señorío”.

Está de más decir que las consecuencias de esta interpretación y aplicación son
abrumadoras. No solo es que la predicación del evangelio es robada de su efecto, sino que
también el sufrimiento que los Apóstoles y la Iglesia han soportado por predicar el
evangelio se reduce a algo hecho en vano (Gal. 3:4). No existe idea más peligrosa y
perjudicial que la idea de que los hombres y las mujeres no necesitan escuchar el evangelio,
arrepentirse del pecado y creer en Cristo para ser salvos. La exégesis tiene consecuencias.
Algunas exégesis tienen consecuencias eternas desastrosas.

Sin embargo, así como una exégesis mala tiene consecuencias eternas de condenación, una
exégesis fiel tiene consecuencias eternamente gratificantes. 2 Timoteo 2:15 nos anima al
decir que los que manejan bien la Palabra de Verdad no tienen de qué avergonzarse ante
Dios. Ellos no se van a avergonzar al presentar su trabajo a Dios.

Por lo tanto, si somos fieles, entonces nosotros, como Pablo, tratamos de manejar la
Palabra de Dios no de manera falsa, sino con integridad y responsabilidad ante Dios y
todos los que escuchan (2 Cor. 4:2). No debemos ser adúlteros o corruptores de la Palabra
de Dios (2 Cor. 2:17). Más bien, nosotros predicamos a Cristo y la fe en Él. Debemos
recordar que nuestra exégesis tiene consecuencias.

as Trampas de la (Mal)Interpretación
de la Biblia, 1ª. Parte
Por John MacArthur

Cada vez que usted está hablando en nombre de otra persona, es importante tener el mensaje
correcto. Incluso en asuntos simples, la precisión es crucial. Olvidar detalles y resúmenes
descuidados puede conducir a confusión, errores y frustración.
En 2 Timoteo 2:15, Pablo exhorta a Timoteo a tener cuidado de tener correcto el mensaje de
Dios: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” Está claro que el manejo de la Escritura
implica diligencia y cuidado. Debe ser tratada con precisión. Aquellos que no lo hagan serán
avergonzados.

En los próximos días, quiero llamar su atención sobre algunos errores comunes que cometen
las personas cuando se trata de interpretar la Palabra de Dios.

En primer lugar, el pueblo de Dios debe abstenerse de establecer un punto a costa de la


interpretación bíblica correcta. Es fácil y tentador para un pastor o maestro dar un sentido
extraño sobre un texto para obtener la respuesta deseada. Incluso en su estudio personal de la
Biblia, puede ser tentador torcer las Escrituras para encajar el punto que quiero hacer.

Un buen ejemplo de ese error se encuentra en el Talmud (comentarios sobre las Escrituras
judías). Un rabino está tratando de convencer a la gente de que la principal preocupación en la
vida es la preocupación por los seres humanos. Él utiliza las piedras de la Torre de Babel en
Génesis 11 para apoyar su afirmación, que nos dice que los constructores de la torre estaban
frustrados porque ponían las cosas materiales primero y al último al pueblo. A medida que la
torre creció más alto, tomó varias horas para realizar una carga de ladrillos a los albañiles que
trabajan en la parte superior. Si un hombre se caía de la torre hacia el fondo, nadie le prestaría
atención, era sólo un obrero que se había perdido. Pero si él se cayó camino arriba, estaban
tristes porque la carga de ladrillos se perdió también. Eso, dice el maestro, es por eso que Dios
confundió su lenguaje, ya que no le dieron prioridad a los seres humanos.

Esa enseñanza simplemente no se puede encontrar en la Biblia. De hecho, distorisona


completamente la lección de Génesis 11. Si bien es cierto que las personas son más
importantes que los ladrillos, ese no es el punto de la Torre de Babel. Ese capítulo no dice nada
en absoluto acerca de la importancia de las personas sobre los ladrillos. El punto es que Dios es
más importante que los ídolos, y que juzga la idolatría. Babel fue un juicio sobre los hombres
orgullosos que estaban desafiando a Dios.

Nunca es bueno, correcto o útil llegar con un mensaje, — incluso uno bueno— ignorando la
verdadera lección y la intención de un pasaje de las Escrituras Llegar a una conclusión acerca
de un pasaje sin examinar intensamente su contexto esencialmente dice a los demás que no
cree que signifique algo, aparte de la intuición, la sabiduría, la inteligencia y que usted lleve a
el. De hecho, eso no es verdadera interpretación, ya que no toma en cuenta en vez de
investigar la intención original del autor.

Así como la caza y la ley del más fuerte a través de la Escritura no puede producir creyentes
maduros, torciéndola a la medida para apoyar un punto predeterminado priva a la Palabra de
Dios de su verdadero poder santificador.

Mañana vamos a ver otro escollo interpretativo —superficialidad.

Las Trampas de la (Mal)


Interpretación de la Biblia, 2ª. Parte
Por John MacArthur

Si tuviera que hacer una presentación sobre la Dirección de Gettysburg de Lincoln, ¿cómo te
prepararías? ¿Quieres estudiar el trabajo de los académicos para absorber tanta información
pertinente y perspicacia como puedas? ¿O simplemente reflexionaría usted los pocos hechos y
los detalles que usted ya conoce, esperando que los trozos de información dispar se unan en
un resumen útil?

Es evidente que el segundo método es un camino a la vergüenza, la desinformación y la falta.


Pero entonces ¿por qué toleramos patrones similares cuando se trata de estudiar y enseñar la
Palabra de Dios?

Hemos estado identificando algunas de las dificultades principales en el ámbito de la


interpretación de la Biblia, y el siguiente es simple: evitar un estudio superficial. Un buen
estudio bíblico preciso es un trabajo duro. Como ya hemos visto, discernir lo que Dios nos está
diciendo a través de Su Palabra no se puede hacer hojeando rápidamente y buscando
mensajes donde a nuestros ojos se les ocurra sentarse. Tampoco es la comprensión de la
Biblia, una cuestión de opinión personal ("Para mí significa …").

El manejo cuidadoso y exacto de la Palabra de Dios requiere diligencia. Si somos diligentes,


podemos llegar a una interpretación correcta de las grandes verdades de la Escritura y la
orientación general de ciertos pasajes. Dios no ha escondido Su verdad de nosotros.

Pero tampoco el significado de Su Palabra siempre es inmediatamente claro. A veces, el


verdadero significado de un pasaje se revela en la comprensión de la cultura a la que iba
dirigida. A veces se pone de manifiesto por un matiz simple en el idioma original. Es por eso
que no podemos llegar a ella improvisando al azar con poca seriedad y a la ligera que es tan
popular hoy en día en algunas iglesias. Algunas diferencias de interpretación no se pueden
resolver en esta vida, pero eso no niega nuestra responsabilidad de estudiar cuidadosamente y
con diligencia.

En 1 Timoteo 5:17, Pablo describe el “doble honor” que ha de darse a aquellos en la iglesia
“que trabajan en predicar y enseñar.” La razón por la que Dios ha dado maestros a la iglesia es
que la comprensión de Su Palabra y el instruir correctamente a las personas en las Escrituras
requiere de personas que están comprometidas con el trabajo persistente y concienzudo en
respuesta al llamado divino.

Bernard Ramm escribió:

Se afirma a menudo que personas devotas puedan conocer la Biblia completamente sin ayuda.
Ellos prologan sus interpretaciones con un comentario como este: “Queridos amigos, no he
leído el libro de alguien. No he consultado comentarios hechos por el hombre. He ido directo a
la Biblia para ver lo que tenía que decirme por sí misma.” Esto suena muy espiritual, y por lo
general es secundada con amenes de la audiencia.

Pero, ¿es este el camino de la sabiduría? ¿Hay algún hombre que tenga el derecho o el
aprendizaje para evitar toda la sabiduría divina de la iglesia? No lo creemos.

En primer lugar, aunque la pretensión de evitar meros libros humanos e ir directamente a la


Biblia en sí suena devoto y espiritual es un egoísmo velado. Es una afirmación sutil que un
hombre puede conocer adecuadamente la Biblia, sin la erudición incansable, santa,
consagrada de hombres como Calvino, Bengel, Alford, Lange, Ellicott, o Moule ….
En segundo lugar, esa afirmación es la antigua confusión de la inspiración del Espíritu con la
iluminación del Espíritu. La función del Espíritu no es comunicar una verdad nueva o instruir
en asuntos desconocidos,sino iluminar lo que se revela en las Escrituras. Supongamos que se
selecciona una lista de palabras de Isaías y le pedimos a un hombre que dice que él puede
pasar por alto el aprendizaje piadoso de la erudición cristiana si puede salir de su propia alma
u oración y dar su significado o importancia: Tiro, Sidón, Quitim, Sihor, Moab,
Mahershalahashbas, Calno, Carquemis, Hamat, Ajad, Migron, Micmas, Geba, Anatot, Lais, Nob,
y Galim. El encontrará la única luz que el pueda conseguir sobre estas palabras de un
comentario o un diccionario bíblico. 1

Lo que estaba describiendo Ramm —esa falta de respeto por el trabajo de los teólogos
dotados y expositores que han pasado años estudiando e interpretando la Escritura— está en
exhibición en muchas iglesias, ministerios, y en particular, en los campus universitarios
cristianos de hoy.

No voy a pretender entender todas las razones por las que atrae esa mentalidad a la gente, y
especialmente a los jóvenes. Podría fluir de una profunda insatisfacción con los modelos y
prácticas de la iglesia de su juventud. O simplemente podría ser evidencia de un corazón
inclinado a la rebelión abierta. No importa la razón, el impacto sigue siendo el mismo: se
desconecta al individuo, a la congregación, o incluso a toda la comunidad de las enseñanzas y
sabiduría recogidas de la Iglesia y la guía e instrucción de la historia de la iglesia.

En términos de su propio crecimiento espiritual, así como la de cualquier persona que pudiera
seguir su ejemplo, los riesgos espirituales son demasiado altos para confiar únicamente en su
propio entendimiento, o esperar a que una instrucción especial y única del Señor.

Una vez escuché una entrevista radial en la que se le pidió a una mujer pastor como ella
“obtenía sus sermones de arriba.” Ella respondió: “Yo no los recibo, yo lo hago descender. Dios
me los entrega a mí.” Sus palabras reflejan una actitud muy familiar en la iglesia de hoy.
Muchos creen que es poco espiritual estudiar. “Después de todo,” dicen algunos (tomando un
versículo fuera de contexto): “¿No dijo Jesús: ‘Porque el Espíritu Santo os enseñará en la
misma hora lo que debáis decir?”"(Lucas 12:12).

Ese tipo de enfoque superficial y poco profunda a las Escrituras es una manera segura de
perder su verdadero significado. No se puede improvisar a su voluntad a la comprensión
bíblica y la madurez espiritual, no en el púlpito y no en su estudio personal. No trate de hablar
en nombre de Dios cuando no tiene idea de lo que está hablando, y no siga a nadie que lo
haga.

LAS SECTAS ¿CÓMO MALINTERPRETAN LA BIBLIA?


Dr. Donald T. Moore

El apóstol Pablo hace claro que un obrero aprobado debe "trazar" bien la palabra de
Dios (2 Ti 2:15). La Reina Valera Actualizada (RVA) traduce esta palabra como
"interpreta[r] correctamente." Luego en una nota al calce dice que literalmente la
palabra quiere decir "dividir, como quien marca un paño para cortar; tal vez, una
alusión a la tarea práctica de dividir las palabras en un texto antiguo." William Barclay
señala que "trazar" significa "cortar bien" y "cortar derecho." Usado en relación con un
camino significa que alguien traza un camino que atraviesa un campo en línea recta.
En el caso de las actividades profesionales de un albañil, un fabricante de tiendas, un
constructor de carreteras y un cirujano la rectitud al cortar es vital.

Barclay sugiere que en el griego se trata de arar surcos derechos en la tierra.


Un albañil corta y da forma a una piedra de modo que encaje en su lugar correcto en
la estructura de un edificio. Como consecuencia "trazar" indica que el obrero aprobado
divide y maneja correctamente la palabra de verdad. Traza "un camino recto a través
de la verdad y se niega a verse tentado por desvíos placenteros pero irrelevantes; ara
un surco derecho a través de la tierra de la verdad; toma cada sección de la verdad, y
la ubica en su posición correcta, como lo hace un albañil con una piedra, impidiendo
que las partes usurpen un lugar que no les está destinado o un énfasis que no les
corresponde, de modo que desequilibren toda la estructura de la verdad"[1].

La Biblia nos presenta ejemplos de varios cristianos que supieron trazar bien la
palabra de verdad. El diácono Felipe presentó al eunuco a Jesús como el Mesías en
cumplimiento de las profecías del siervo sufriente de Jehová en Isaías 53 (Hch 8:26-
40). La pareja Priscila y Aquila instruyeron a Apolos en las verdades más profundas de
la fe (Hch 18:24-26). Pablo hizo ver a los doce hombres en Efeso que el bautismo de
Juan el Bautista no era satisfactorio para los que aceptaban a Jesús como el Mesías
(Hch 19:1-7). Cuando Pablo visitó al pueblo de Berea, los bereanos procuraron
entender mejor las Escrituras a raíz de las interpretaciones paulinas acerca del Mesías
(Hch 7:10-15).

A pesar de que tenemos estos ejemplos de buenos intérpretes cristianos,


abunda hoy muchas malas interpretaciones de parte de los que promulgan las
contradictorias y equivocadas creencias de las sectas. Conviene preguntar acerca de
las sectas que hablan de la Biblia y la usan en sus enseñanzas ¿cuáles son sus
técnicas típicas para torcer o aun descartar las enseñanzas bíblicas? Nos proponemos
desglosar algunas maneras erróneas que suelen usarse con frecuencia.

El error de sacar los versículos fuera de contexto Muchas sectas sacan los
versículos fuera de su contexto bíblico. Esto quiere decir que sacan oraciones y
palabras del párrafo, capítulo y libro bíblico y las unen con otros versículos donde no
van. A veces esto no es del todo la culpa de las sectas, ya que los mismos formatos
de ciertas traducciones y versiones de la Biblia no las ayudan, pues imprimen cada
versículo con una indentación al comienzo como si fuera un párrafo en sí. Algunas
traducciones que lo hacen son la Reina Valera 1909 y 1960, mientras que la Reina
Valera Actualizada, la 1995 y la Versión Popular adoptan los formatos o estructuras
actuales de la prosa y la poesía. Así usan párrafos y estrofas amenos al lector de este
siglo.

Cabe señalar que el significado del vocablo "contexto" en sí es una palabra


compuesta de dos partes: "con" más "texto." Cuando "texto" se refiere a uno o más
versículos, lo que va "con" ellos es el contexto. No es un sinónimo de contenido. Más
bien se refiere a lo que va antes y después del versículo, pues muchas veces forman
parte del mismo párrafo. Normalmente lo que precede y lo que viene después del texto
forman su contexto inmediato. Pero el contexto literario más amplio abarca más que el
párrafo. Incluye también el capítulo, el libro, el Testamento, sea Antiguo o Nuevo, toda
la Biblia y en ocasiones manuscritos extrabíblicos. Un hilo de pensamiento pasa por
todos los versículos en el mismo contexto y le da su sentido que unifica lo narrado.

La interpretación que muchos dan a Mateo 24:13, 10:22 y Marcos 13:13 es un


ejemplo de este error de sacar un versículo fuera de su contexto: "Pero el que
persevere hasta el fin, será salvo" (RVA). Al interpretar este texto independiente del
resto del párrafo y capítulo donde aparece, le lleva a muchos a pensar que "hasta el
fin" se refiere al fin de la vida de una persona más bien que al fin del templo o del
mundo (en griego: "era" o" edad"[2]). Sobre estos últimos dos preguntaron los
apóstoles (Mt 24:1-2). No preguntaran sobre la vida del que profesa ser discípulo del
Hijo del hombre.

Otro error cuando se lee este versículo fuera de su contexto es la definición


que muchos dan al verbo "salvar." Piensan en seguida en la salvación del alma, pero
con frecuencia "salvar" en la Biblia se refiere a la liberación de ciertas circunstancias
adversas en el mundo físico. Así fue cuando Pedro se encontraba hundiéndose en las
aguas del Mar de Galilea. Gritó al Hijo del Hombre, "Sálvame" (Mt 14:30). Obviamente
no se refería a la salvación de su alma, sino al cuerpo y la vida física. Quería
sobrevivir, no morir. De la misma manera Mateo 24:22 y Marcos 13:20 usan el verbo
"salvar" para "sobrevivir." Lleva el mismo sentido de "sobrevivir" en 24:13. Los que
perseveran hasta el fin sobrevivirán y serán libertados de la persecución (v. 9), la
ejecución (v. 9), la traición (v. 10), el odio (v. 10), el engaño de los profetas falsos (v.
11) y muchas maldades (v. 12). De manera que Jesús no se refería a la salvación
espiritual de sus discípulos en el 24:13. Los versículos en Marcos 13 y Mateo 10
también aparecen en un párrafo que lo vincula con el fin de la persecución.

El significado de Jesús aquí se entiende en conjunto con otros pasajes claros


donde se habla de la perseverancia durante la persecución, pues es un error
interpretarlo como una afirmación o una amenaza de la pérdida de la salvación y la
caída de la gracia. Habacuc anticipó la enseñanza de Cristo subrayando que aunque
el justo tenga dudas y sufra privaciones en la vida, vivirá por su "fidelidad" a Dios
(2:4b, V.P.). Así que una vida de lealtad le lleva a una vida victoriosa que glorifica a
Dios (Is 61:3cd) aun en el medio del sufrimiento, la prueba y las angustias. Aun Pablo
persuadía a nuevos creyentes a "perseverar fieles" en su relación con Dios (Hch
13:43, RVA). Así que en su discurso de Olivet en Mateo 24 Jesús subrayó la misma
idea de Juan en el Apocalipsis que abogaba por una "perseverancia paciente" (Apo
2:2, 3, 19; 3:10; 13:10; 14:12) que imita la constante paciencia de Jesús (Apo 1:9).
Una vida victoriosa con una recompensa bien merecida (Ap 1:7; 3:5, 12, 21; 21:7) está
vinculada al mensaje de la perseverancia y la constancia cuando el cristiano persiste
en su fidelidad al Señor. Sólo aquellos que tienen una perseverancia paciente o que
sufren pacientemente entrarán en la plenitud futura del reino.[3] El propósito de las
cartas a las siete iglesias de Apocalipsis fue animar a los cristianos a perdurar en su fe
con paciencia en el medio de toda clase de persecución,[4] pues "Cristo usa el
sufrimiento para probar y purificar la lealtad de sus seguidores."[5] Así que los que
soportan la persecución hasta el fin, sobrevivirán para disfrutar de su salvación final
con todas las bendiciones del reino, asegurados en su esperanza del día cuando
cesará todo dolor y sufrimiento (Apo 21:4).

Otro ejemplo de malinterpretar un versículo por algunos que no toman en


cuenta el contexto es cuando Jesús recibe a los niños y afirma que de tales es el reino
de Dios (Mt 19:14; Mr 10:14, Lc 18:16). No aparece nada en lo absoluto en ese suceso
o el contexto acerca del bautismo infantil. Si se ata la insistencia de Cristo de permitir a
los niños a venir a El con el bautismo infantil, se pierde la belleza de un Jesús quien
ama, abre sus brazos de amistad a los niños, y les da alegría.[6]

Otro ejemplo de un contexto que ayuda a eliminar una mala interpretación se


encuentra en la parábola comúnmente conocido como el hijo pródigo (Lu 15:11-32).
Hoy muchos no saben qué hacer con la última parte acerca del hijo mayor. ¿Es un
apéndice? ¿Comete el padre una grave injusticia con el hijo mayor quien se quedaba
con él siempre? Lucas presenta el contexto del párrafo en los primeros dos versículos
del capítulo 15 donde describe los dos grupos con Jesús en Perea: el primer grupo de
los pecadores y los publicanos y el segundo de los fariseos y escribas, los muy
"espirituales." Cuando uno lee con cuidado los versículos de la parábola, está claro
que el hijo pródigo tiene las características de los pecadores y los cobradores de
impuesto mientras que el hijo mayor tiene las mismas cualidades de los fariseos y
escribas. De manera que Jesús hace claro que son dos los hijos perdidos o pródigos,
no uno. El más joven se caracteriza por los pecados carnales y el mayor por los
pecados del espíritu, pero los dos necesitan el perdón del padre.[7]

El error de interpretar todo simbólicamente Algunas sectas interpretan "toda" la


Biblia simbólicamente. Esto quiere decir que interpretan aun las partes históricas como
figuras, metáforas o alegorías. La Unity, una "escuela del cristianismo" fundada por
Carlos y Myrtle Fillmore a finales del siglo XIX en Kansas City, Missouri, adaptó sus
interpretaciones bíblicas a la filosofía de la metafísica. Carlos publicó una enciclopedia
de significados simbólicos que encontró en la Biblia según sus interpretaciones
metafísicas. Esta "escuela" tiene enfoques afines con la Nueva Era. La publicación
que más circula en Puerto Rico es la "Palabra Diaria," una revista de devociones, que
interpreta aun lo histórico en términos metafóricos. Por ejemplo, los doce apóstoles
representan ciertas virtudes y las doce tribus son símbolos para la fe, la fuerza, el
amor, el poder, la voluntad y otros.[8]

Hay otras sectas que interpretan una parte excesiva de la Biblia en forma
simbólica y a veces acusan a otros de interpretar toda la Biblia literalmente. Cabe
señalar que esta forma de interpretar la Biblia normalmente ve una realidad detrás de
las metáforas.

El error de interpretar todo literalmente Algunas sectas interpretan casi toda la


Biblia literalmente. Uno de los legados de la Reforma Protestante del siglo XVI subraya
la importancia de aceptar el sentido claro del texto bíblico y eso quiere decir
esencialmente que se acepta una gran parte de la Biblia como literal. O sea, las
palabras no simbolizan una realidad detrás de la acepción obvia de los vocablos, más
bien el sentido claro es la forma por la cual se debe entender el pasaje. En una
ocasión escuché a una profesora-exmonja lamentar que los hermanos separados, o
sea los evangélicos, interpretaban toda la Biblia literalmente. La implicación de sus
palabras fue que se debe interpretar "toda" la Biblia simbólicamente. Es un estereotipo
equivocado pensar que los evangélicos interpretan todo como literal mientras que los
católicos interpretan todo simbólicamente. Ambos grupos combinan las dos maneras
de interpretación.[9]

Muchos de los que insisten en la idea de una tierra joven que algunos han
especificado el año 4004 a.C. como la fecha de la creación del hombre reclaman
basarse en las tablas genealógicas que aparecen en los primeros capítulos de
Génesis. Piensan que siguiendo estas tablas pueden calcular la fecha para la creación
del primer hombre, pero evidentemente no se dan cuenta que a veces existen brechas
entre los padres nombrados y los llamados hijos. Son descendientes, pero no siempre
exactamente hijos en nuestro sentido de la palabra. Este hecho hace que las tablas
tengan variaciones que se notan cuando son comparadas entre sí y a su vez nos
avisan que tenemos que tener sumo cuidado en interpretarlas literalmente. Es
evidente que las tablas no tienen toda la información necesaria para que nosotros
podamos calcular la fecha exacta de la creación.

En dos ocasiones en el libro de Apocalipsis se describe a un hombre de cuya


"boca salía una espada de doble filo" (Ap 1:16; 19:15). Una interpretación literal vería
en esa espada una tal como se describe, una de metal que salía de la boca de un ser
humano. Pero esa interpretación sería una distorsión del significado de los versículos.
Aun más presenta una figura absurda. La única interpretación que tiene sentido es que
la espada es una figura para las palabras de sabiduría y juicio que emite ese hombre.
Y por supuesto esa interpretación es una simbólica. Cuando uno decide a aceptar una
interpretación literal o simbólica es muy importante tomar en consideración el propósito
del escritor, el contexto literario e histórico, el género literario donde aparece y si una
interpretación tiene más sentido que la otra.[10]

El error de fundar una doctrina sobre un pasaje oscuro A veces las sectas
establecen una doctrina importante sobre un texto difícil de entender, pero nunca se
debe basar doctrinas fundamentales sobre textos oscuros. De hecho cuando dos o
más textos hablan sobre el mismo tema o doctrina es sabio siempre interpretar el
oscuro en base de los claros. Si se hace la inversa, es probable la formulación de una
doctrina equivocada. Siempre se debe entender un texto oscuro a la luz de las claras.

Un ejemplo de este error es fundar una doctrina importante sobre la pregunta


de Pablo acerca del bautismo por los muertos (1 Co 15:29), evidentemente una
práctica de algunos corintios. Pablo hace una pregunta sobre ese rito sin darlo su
aprobación o apoyo. Más bien su propósito es subrayar la realidad de la resurrección
histórica de Jesús y estimular fe en el pueblo de Dios en su futura resurrección de
entre los muertos. El propósito de la primera parte del capítulo es proveer evidencia
irrefutable de la resurrección corporal de Jesús como un hecho histórico y en base de
esa verdad establecer la esperanza cristiana en la resurrección del pueblo de Dios
después de la muerte. Para fortalecer su argumento sobre la esperanza del discípulo
después de la muerte, mencionó la propia práctica de ellos de ser bautizado por los
muertos sin aprobar el rito como tal. Cuando los mormones reclaman establecer una
doctrina clave sobre este versículo, tienen entonces como base bíblica un texto muy
oscuro, pero le dan una importancia por lo menos igual a los pasajes referentes al
bautismo de los vivientes.

Algunos usan Romanos 16:7 para enseñar que una mujer era apóstol. De
hecho un historiador identifica a Junias como mujer y dice, "Y Junias se cuenta entre
los apóstoles."[11] Pero otro teólogo que indica que el griego es algo ambiguo,
favorece el masculino para los dos Andrónico y Junias debido al contexto que hace
referencia en el plural a los hombres.[12] Esa discrepancia señala la ambigüedad del
nombre que puede ser tanto masculino como femenino.[13]

El error de dar demasiado peso al Antiguo Testamento Algunas sectas dan


más peso al Antiguo Testamento que al Nuevo. En este caso se suele interpretar un
texto del Antiguo como superior o más fundamental que el Nuevo, como que la norma
para la vida y el pensamiento de un cristiano del nuevo pacto es el antiguo. En
ocasiones dan preferencia a un pasaje verterotestamentario cuando hay otros en el
Nuevo que satisfaría mejor la necesidad. Aquí es importante darse cuenta que la
revelación bíblica es progresiva. Con eso queremos decir que Dios ha revelado a sí
mismo y a su voluntad poco a poco progresivamente a través de los eventos
históricos, incluso sus palabras. Pero la revelación bíblica no es solamente evento
histórico, sino también su interpretación. A veces se interpreta antes del evento, otras
veces simultáneamente y en otras ocasiones posteriores al suceso. Muchas veces hay
una continuidad en el Nuevo de la revelación del Antiguo, pero otras veces hay una
nueva revelación que descontinúa lo del Antiguo, con frecuencia debido a su
cumplimiento. Pero somos cristianos del nuevo pacto y no judíos o hebreos del
antiguo, y para nosotros el evento más significativo del Nuevo Testamento es la
revelación de Dios en la muerte y resurrección de su Hijo.[14] No obstante, el éxodo
de los hebreos de Egipto, el evento más significativo del Antiguo Testamento, en un
sentido prefigura el acontecimiento cumbre del Nuevo.

Un ejemplo de dar más peso al Antiguo Testamento que al Nuevo se encuentra


en la doctrina de ciertos sabatistas y el cuarto mandamiento (Ex 20:8) en relación con
la adoración en día sábado. Pablo en Romanos 14:5, 19-21 y Colosenses 2:16 hace
claro que la esencia de la fe cristiana no es el día en que se adora sino la paz, el amor
y la sana convivencia entre cristianos. Además, bien pudo haber dicho el escritor del
libro de Hebreos a los judeo-cristianos que no dejaran de congregarse los sábados
(10:25), porque eso continuaría una vieja tradición de los judíos y probablemente
hubiera suavizado la oposición que sufrían. Pero no lo dijo, pues el día de adoración
es un valor secundario que se debe practicar con flexibilidad y no es una ley del nuevo
pacto.[15]

Los Testigos de Jehová siempre insisten en que se debe referirse a Dios con
su nombre Jehová revelado a Moisés (Ex 6:2-3; 3:14) y usado a lo largo del Antiguo
Testamento (Is 43:11). Además alegan que Jehová se refiere exclusivamente al Padre
en el Nuevo Testamento. Por eso prepararon su propia versión de la Biblia donde
aparece el nombre de Jehová, contrario al texto griego que usa Señor
("kyrios"). Otros insisten que el nombre divino es Yavé. Y todavía otros como la
Congregación de Yahweh alegan que su nombre no es Jehová o Yavé sino Yahweh y
hay que referirse a El con ese nombre. No obstante, puesto que nunca aparece
Jehová, Yavé o Yahweh en el griego del Nuevo Testamento, conviene a que el
cristiano sigue las prácticas de los apóstoles y escritores sagrados. Ellos fueron los
primeros seguidores de Jesús y escribieron en griego bajo la inspiración del Espíritu
Santo. Unánimemente siguieron la práctica de la Versión de los Setenta o la
Septuaginta al referirse a Dios como el Señor. Basta entonces con referirse a Dios
como el Señor. Además, las citas del Antiguo Testamento en el Nuevo hacen claro
que Jehová, Yahweh o Yavé es un nombre que se puede usar para referirse tanto al
Padre, como al Hijo y al Espíritu Santo. Por lo tanto, Jehová se revela en el Nuevo
como Padre, Hijo y Espíritu Santo.[16]

El error de interpretar todo según una tradición o una práctica cultural


contemporánea

Jesús condenaba a los líderes religiosos por seguir la tradición en vez del
mandato de Dios revelado en las Escrituras (Mr. 7:7). Asimismo, estaba en contra de
la imposición de las prácticas culturales sobre la voluntad de Dios. Por eso cuando las
influencias culturales socio-económicas dominan o controlan la interpretación y la
definición de las palabras, fácilmente se cometen errores. Por ejemplo, debido a sus
experiencias racistas en Jamaica con la raza blanca, unos de sangre africana fundaron
una secta mesiánica que reclamaban tener un mesías negro africano a pesar de que
el propio emperador Haile Selassie negó que lo era, pues era representante de la
Iglesia Ortodoxa Copta de Etiopía. Además, los rastafarians o "rastas" identifican a la
raza blanca con la gran ciudad y ramera Babilonia de Apocalipsis 17-18.[17]

El error de fundar una doctrina sobre un pasaje histórico A veces las sectas
basan una doctrina sobre un pasaje histórico, pero una referencia a un evento histórico
puede no tener una aplicación para nosotros hoy. Si la tiene, es muy importante
encontrar una situación equivalente. Si la situación actual no es equivalente, entonces
se presta a una mala interpretación con facilidad.[18]

Eso mismo es el problema cuando se insiste que el relato sobre la muerte de


Onán, el hijo de Judas (Gn 38:1-10), se debía a que él practicaba un método
contraceptivo y por eso murió, pues Dios nunca aprueba el uso de contraceptivos. Si la
experiencia de Onán tiene una aplicación hoy, ¿donde está una situación equivalente?
¿Los padres obligan a un hijo unirse con la viuda de su difunto hermano para procrear
hijos hoy en nuestro país? Por supuesto que no. Al mismo tiempo quizá existe una
aplicación universal en cuanto al motivo materialista de Onán, quien evidentemente
quería que sus hijos de su propia esposa heredaran el 100% de la herencia y no
solamente la tercera parte.

Otro ejemplo aparece en ciertas prácticas de la iglesia primitiva en Hechos,


donde siempre bautizaban únicamente en el nombre de Jesús (Hch 2:38; 8:16, 10:48;
19:5). ¿Quiere decir entonces que un bautismo sólo es bíblico hoy cuando se hace en
el nombre exclusivo de Jesús más bien que el nombre de la Trinidad? Es importante
notar que Mateo 28:18-20 cita las palabras de Jesús que mandan hacer discípulos de
las naciones, lo cual incluye el bautismo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Un obrero aprobado reconocería que un pasaje con instrucción didáctica clara
de Jesús o de un apóstol toma prioridad y tiene precedencia sobre una narración
histórica. Por lo tanto, el mandato de Jesús tiene más peso en la aplicación hoy que
los ejemplos que Lucas menciona como una práctica histórica en el comienzo de la
iglesia cristiana. Fue muy importante que los primeros judíos-cristianos en esos
momentos históricos durante una transición a una era del nuevo pacto se identificaran
en bautismo con Jesús el Mesías, pues la identificación con El fue el meollo de la
controversia en ese tiempo y su crecimiento espectacular en número.

El error de malinterpretar las parábolas A veces las sectas interpretan mal las
parábolas de Jesús. Podemos definir una parábola como un relato oral sacado del
diario vivir de la época y que normalmente enseña una lección principal pero a veces
contiene otras lecciones secundarias. No es una fábula o una alegoría. Además, para
entenderla a cabalidad es esencial interpretarla tomando en cuenta su contexto
literario y el trasfondo histórico de la época.

Mateo 24:45 comienza la segunda parábola de una serie de cinco. Se clasifica


como parábola de contraste en cuyo caso la lección se enseña al señalar las
diferencias. Dice, "¿Quién, pues, es el siervo fiel y prudente, a quien su señor le puso
sobre los criados de su casa, para que les diera alimentos a su debido tiempo?" Jesús
procede a contrastar las acciones y el desenlace de un siervo fiel y prudente y otro que
es infiel, pues es un fiestero irresponsable y abusador. De esa manera presenta un
argumento por la necesidad de estar preparado siempre para la venida del Hijo de
Dios, pues nadie sabía cuándo llegaría y cuándo tendría que rendirle cuentas. Los
Testigos de Jehová han identificado a este siervo fiel y prudente o el "esclavo fiel y
discreto," según su versión de la Biblia, como la misma organización de los Testigos
de Jehová. Así que, para ellos, la única organización teocrática y el único canal de
Jehová en la tierra que trae la verdadera comida espiritual en estos últimos días es la
Atalaya. Por supuesto al afirmar esto cambian totalmente el significado original de esta
parábola que subraya la importancia de la fidelidad de todo cristiano en su espera
constante para el Señor,[19] pues no sabe cuándo llegará y siempre debe estar
preparado para su regreso.

El error de imponer una estructura ajeno sobre la Biblia Algunas sectas


imponen una estructura racional y a la vez artificial y rígida de interpretación sobre la
Biblia y sus eventos reveladores. Un ejemplo es el de los Testigos de Jehová y otros
unitarios que elevan la matemática racional deductiva sobre las enseñanzas bíblicas
acerca de un Dios Trino ("tres pero uno") o la Trinidad ("tres en una unidad"). Entre
sus argumentos señalan que conforme a las reglas de la matemática "1 + 1 + 1"
siempre da tres. Pero en el mundo en el cual vivimos eso no siempre es el caso, sólo
en ciertos casos controlados y escogidos suma en tres. Aunque algunos tratan de
solucionar este problema matemático mediante la multiplicación de uno tres veces,
realmente el cristiano no está interesado en multiplicar a los "dioses." Un ejemplo
universal a la experiencia humana provee una solución mucho mejor por ser
innegable, pues si tres gotas del mismo líquido caen una encima de la otra y una
tercera en cima de las primeras dos, siempre da la suma de uno. Otro ejemplo sería
cuando una bolita de mercurio que suma a otra al tocarla y luego a una tercera,
siempre da la suma de uno. Si esto ocurre en el mundo físico y "contradice" la
matemática racional, ¿por qué no puede "1 + 1 + 1" iguala a uno en el reino
espiritual?[20]

Otras sectas imponen sus ideas o una estructura artificial en base a una
interpretación moderna en vez de escuchar la voz auténtica de los pasajes bíblicos.
Algunos profetas de los "Jesús sólo" tales como William Soto Santiago y Oscar
Candelario Ayala siguen una estructura de interpretación de William Marrion
Branham[21] que contradice a Jeremías 31:31, la división de la Biblia en dos
testamentos la cual claramente señala solamente dos dispensaciones -- la antigua y la
nueva -- y a las palabras de Jesús repetidas cuatro veces (Mt 26:28; Mr 14:24, Lu
22:20; 1 Co 11:25). Dichas palabras hacen eco de lo predicho por el profeta Jeremías
cuando en la última cena Cristo celebró el inicio del nuevo pacto. Para estos profetas
modernos el número sagrado de siete es tan importante que creen, como otros
hiperdispensacionalistas, en siete divisiones de los eventos del Antiguo Testamento y
en siete dispensaciones adicionales de los tiempos del Nuevo Testamento. A esas
catorce dispensaciones añaden unas siete más de la historia de la iglesia (Ap 2-3),
¡para un total de 21 dispensaciones con sus profetas, ángeles mensajeros y
precursores! ¡Y por encima de eso inventan diferentes edades o subdivisiones!

Además, ellos y otros insisten que Dios siempre tiene que avisar mediante un
siervo o profeta lo que hará. Han elevado las palabras de un profeta usadas en su
autodefensa de su propia misión y mensaje a Israel en cierta época a un principio
universal para los cristianos de todos los tiempos: Dios NO hará nada sin revelarlo a
"sus siervos los profetas" (Amós 3:7). Para las sectas significa que hoy Dios está
obligado a anunciar el mensaje de los últimos días mediante un profeta identificado a
veces como un ángel mensajero. Por supuesto, leyendo entre líneas, ¡uno deduce que
en realidad los mismos "reverendos" y predicadores se consideran a sí mismos como
esos mismos ángeles mensajeros! Pero en el día de Amós los dioses paganos de los
vecinos de Israel eran arbitrarios y caprichosos. Nunca avisaban a nadie antes de
azotar a los pueblos con una maldad; tampoco daban una explicación o razón legítima
de su propósito por el juicio. Amós insiste que Jehová no es así como ellos, sino antes
de someter al pueblo de Israel con juicio, primero los explicará el propósito y la razón
mediante Su mensajero.[22] De esta manera Amós[23] justifica su propia presencia y
mensaje de juicio a Israel (3:2-6). Pero siempre el Dios soberano se reserva para sí la
decisión de comunicar y traer juicio. De hecho se cumplió la profecía de Amós con la
invasión de los asirios (722 a.C.) y el exilio de las tribus.

Otro ejemplo de la imposición de una estructura artificial racional que se utiliza


para interpretar la Biblia forma parte de la enseñanza de la Iglesia de Unificación
fundada por Sun Myung Moon. Su estructura es más complicada, pero se le impone
sobre los eventos de ambos testamentos. Para él siempre hay un precursor del profeta
y los dos tienen que lograr sus objetivos, si no, el precursorado fracasa. Juan el
Bautista, el precursor de Jesús, no logró cumplir su misión. Jesucristo también, por lo
tanto, fracasó en establecer una familia perfecta en la tierra. Por eso el mismo Moon
tuvo que venir a mediados del siglo XX y nacer en Corea de manera que a través de
su matrimonio podría procrear una familia perfecta y de esa manera lograr cumplir la
misión mesiánica de Jesús.[24]

El error de los textos de prueba Los textos de prueba son versículos que
forman la base de ciertas enseñanzas pero que con frecuencia son sacados fuera de
contexto. Asimismo no toman en cuenta muchos otros pasajes que tratan del mismo
tema. Muchas veces dependen demasiado de un solo pasaje, pasando por alto así
otras afirmaciones bíblicas. Se trata, a veces, de amontonar textos que defienden
ciertas creencias para fortalecer una comprensión hacia la cual están dispuestos
favorablemente o convencidos.

Los Mita suelen citar siempre ciertos versículos acerca de un nuevo nombre (Is
62:2; Ap 2:17) y el consolador (Jn 14:16, 26; 15:26; 16:7). Se afirma que Mita es el
nuevo nombre predicho y el consolador profetizado por Jesús. Siempre se refieren a
dichos textos reclamando que Mita los cumplió. Parte de su argumento es que el
nombre del Padre es Jehová y del Hijo Jesús y finalmente en esta tercera
dispensación el nombre del Espíritu Santo es Mita. Por supuesto el nombre de Mita
nunca aparece en la Biblia pero eso no los molesta.

Los Testigos de Jehová se refieren a una serie de versículos en un orden


específico para negar la divinidad de Cristo: Apocalipsis 3:14, Colosenses 1:15-17,
Juan 1:1-2 y Filipenses 2:5-8, especialmente v. 6. Estas citas las interpretan a su
manera conforme a su propia versión de la Biblia, la cual fue preparada por un comité
oficial de la Sociedad Atalaya de esta secta que no dominó bien ni el griego ni el
hebreo. Pasan por alto otros versículos como Romanos 9:5, 1 Juan 5:20 y Juan 20:28.
Pero, en cuanto a la serie de cuatro versículos que suelen citar, el "principio de la
creación por Dios" (Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, NM) es
mejor traducido como "el origen de la creación de Dios" (Ap 3:14, RVA); el
"primogénito de toda la creación" (NM) significa "su hijo primero, anterior a todo lo
creado" (Col 1:15, Versión Popular) y las cuatro repeticiones de "todas [las otras]
cosas" identifica a Cristo como una cosa -- no una persona. Además, "las otras" en
corchetes en su traducción hace claro que no está en el griego, pues los editores de
esa traducción de esta secta insertaron la frase repetidamente con el propósito de
defender sus errores. Si Juan 1:1-2 se traduce como "era un dios" (NM), eso sugiere
que ese "dios" era inferior a otro que es "Dios" (con mayúscula) y eso definitivamente
señala dos Seres divinos, lo cual enseña el politeísmo, no monoteísmo. En Filipenses
2:6 "no dio consideración a un arrebatamiento, a saber, que debiera ser igual a Dios"
(NM) es mejor traducido como "Existiendo en forma de Dios, él no consideró el ser
igual a Dios como algo a qué aferrarse" (RVA).[25]

La tercera venida de Cristo según Oscar Candelario Ayala es probado por


ciertos versículos: Lucas 12:38, 13:31-32 y Juan 2:1. Por supuesto ni la "tercera vigilia"
ni el "tercer día" tienen referencia alguna a una tercera venida de Cristo, pero lo que
importa para "la voz de la gran trompeta" sólo es probar lo que él cree y está
"revelando." De esa manera para los que no están al tanto de las maneras correctas
de interpretar la Biblia son presas fáciles para esta clase de manipulación mediante
textos de prueba. La "voz" reclama su tabernáculo como el único lugar donde mora la
presencia de Dios en la tierra hoy. Reclama, además, que William M. Branham
cumplió la segunda venida de Cristo y ahora se espera su tercera venida. Usa pasajes
interpretados a su manera para probar su posición, pero el contexto de los versículos y
su sentido claro nada tienen que ver con una tercera venida del Hijo de Dios.

El error de cambiar el sentido claro del texto A veces las sectas cambian el
sentido claro del texto bíblico o simplemente afirman lo contrario u otra cosa. Hay
muchos ejemplos de esto. El profeta José Smith de los mormones predicó un sermón
en el cual citó la primera carta a los Corintios como base para su enseñanza acerca de
la pluralidad de dioses.[26] Insistía que no había un solo Dios sino muchos dioses,
pues cada planeta habitado tenía su propio dios y un fiel sacerdote mormón puede
eventualmente convertirse en uno de esos dioses. Pero el texto paulino dice, "aunque
sea verdad que algunos son llamados dioses, sea en el cielo o en la tierra (como hay
muchos dioses y muchos señores), sin embargo, para nosotros hay un solo Dios..."
(1 Co 8:5-6a). Además, hay otros versículos en ambos testamentos que subrayan la
realidad de un solo Dios (Dt 6:4; 1 Ti 2:5).

Otro ejemplo de la contradicción a los textos bíblicos es la negación de la


crucifixión de Jesucristo en la cruz (1 Pe 3:18). No solamente el Corán, el libro sagrado
del Islam, lo niega sino rechaza su doctrina corolaria: pues si Cristo no murió en la
cruz, tampoco resucitó de entre los muertos. Los apóstoles escogidos por Jesús en el
primer siglo eran testigos de ambos eventos, y cuatro de los evangelios describen
tanto la pasión y la crucifixión de Jesús como también su resurrección (Mt 26-28, Mr
14-16, Lu 22-24, Jn 18-21, 1 Co 15). Con tantos testigos oculares en el siglo I y tantos
cambios radicales en tantas vidas la evidencia es contundente. Pero el Corán no fue
escrito hasta siete siglos después y se basa en tradiciones y supuestas revelaciones
del ángel Gabriel.[27]

Otro ejemplo aparece en la enseñanza de la Congregación Mita. Para ellos el


Espíritu Santo o el Espíritu de vida vino para quedarse en la tierra en 1940 con Juanita
García Peraza y eso en cumplimiento de las profecías de Jesús acerca de la venida
del Consolador (Jn 14:16-18, 26; 15:26; 16:7, 12-13). Mientras el libro de los Hechos
hace claro que las palabras de Jesús se cumplieron en el día de Pentecostés, diez
días después de la ascensión de Jesús al cielo con la venida del Espíritu Santo (Hch
2), Mita en Aarón pasa por alto esa gran experiencia y reclama equivocadamente que
no fue hasta el siglo XX cuando ocurrió.[28]

El error de restringir la aplicación a ciertas personas o épocas Algunas sectas


restringen la aplicación de unos textos bíblicos a ciertas personas o épocas. Dicen que
NO aplican a todo cristiano o a toda la iglesia después de su fundación sino que tienen
una aplicación limitada tal vez sólo en una época determinada o en el pasado o en el
futuro. Un ejemplo de esto es la enseñanza de los Testigos de Jehová en cuanto a los
144,000 (Ap 7:1-8; 14:1-5). Además, para ellos el nuevo nacimiento que mencionó
Jesús en su conversación con Nicodemo durante su ministerio público es sólo para
esa clase selecta de los 144,000 aunque Jesús explícitamente dijo que todos tenían
que nacer de nuevo (Jn 3:5-7).

En el Nuevo Testamento se estableció el bautismo en agua como una práctica


normal para el cristianismo primitiva bíblico, pero la Congregación Mita y ciertos
hiperdispensacionalistas[29] enseñan que esa ordenanza no es para nosotros hoy.
Mateo 28:16-20 hace claro que es una parte del proceso del discipulado de los
creyentes y así lo practicaban los primeros misioneros cristianos en el libro de los
Hechos (Hch 8:12, 36; 9:18; 10:47; 16:33; 18:8). Solamente interpretando la Biblia a
través de la experiencia de una supuesta nueva revelación o de un sistema humano
de interpretación se puede entender lo contrario. Y eso no es buena exégesis bíblica.

Algo parecido ha ocurrido con la interpretación del sermón del monte (Mt 5-7)
en el cual Jesús enseñó sobre una moralidad y una ética radical para sus discípulos. A
partir del siglo II los padres griegos y latinos del cristianismo y más tarde Santo Tomás
de Aquino dijeron que esas enseñanzas no eran obligatorias para todo cristiano.
Solamente se exigía de una categoría particular de creyentes-- el clero. Más tarde en
el siglo XVII algunos enseñaron que ya que era imposible obedecer el sermón del
monte, tenía el propósito de poner al descubierto nuestra propia insuficiencia y
pecaminosidad, llevándonos así a confiar totalmente en Cristo. Luego en el siglo XIX
otros enseñaron que lo que contaba no era la obediencia concreta sino la disposición
correcta del corazón, o sea, las actitudes individuales importaban más que las obras.
Después en el siglo XX algunos comenzaban a enseñar que el sermón del monte no
aplicaba hoy porque se trataba de preceptos de una "ética del interino"[30] debido a
que el establecimiento del reino fue pospuesto. Para otros tendría una vigencia
solamente para ciertas épocas vinculadas a ciertas fases escatológicas y milenialistas.

El error de dar demasiado peso a la vida y las enseñanzas de un líder


religioso Algunas sectas dan más peso a otro libro sagrado o a un líder, tal vez
el fundador, un profeta o un ángel mensajero, que a la Biblia. Otros dan más peso a la
experiencia propia de uno que a la Biblia. De manera que la Biblia no es la regla de fe
y orden, sino que hay nuevas fuentes y enseñanzas que la rebasan.

Desde la Reforma Protestante se ha hablado de "sola escritura" para enseñar


que la máxima autoridad no era la tradición y la Biblia o la Biblia y la iglesia o el papa o
un concilio; o sea, que no eran las Escrituras más otra cosa sino la Biblia sola. El
cristiano neotestamentario reconoce que la Biblia es el único libro mencionado como
escrito por los hombres santos de Dios, pero inspirado por el Espíritu Santo (2 Pe
1:21). Como tal coloca las Escrituras sobre toda otra cosa como la razón, la lógica, la
tradición, la iglesia y cualquier ser humano. O sea, la Biblia es suprema sobre todo
pensamiento espiritual o lógica humana. Por supuesto la Biblia relata las experiencias,
la obra y las enseñanzas del mismo Hijo de Dios transmitidas a nosotros bajo la
inspiración divina.

Dos ejemplos de sectas con otros libros que se promulgan como superiores a
la Biblia son los mormones y los musulmanes. El profeta José Smith[31] decía que
el Libro de Mormón era superior a la Biblia y la Iglesia de Jesucristo de los Santos de
los Últimos Días reconoce, además, los libros de La Perla de Gran
Precio y Doctrinas y convenios como otros libros sagrados. De hecho una de las
visiones de José Smith reconoce la práctica de la poligamia[32] como una verdad a ser
practicada hoy. Aunque otro profeta supuestamente revocó esa revelación en el siglo
XX de manera que no tiene la vigencia hoy que en el antaño, no obstante, en la
Sección 132 de "Doctrinas y convenios" siempre aparece esa revelación en ese libro
sagrado. De hecho, ciertas sectas fundamentales mormonas la promulgan y la
practican.

En el caso del Islam, el profeta Mahoma[33] tenía revelaciones las cuales se


reclamaban, en parte por la influencia de su esposa, que venían a través del ángel
Gabriel. Con la muerte de este profeta de Alá sus seguidores compilaron los recuerdos
que fueron puestos por escrito por sus discípulos. Hoy los musulmanes tiene el Corán
como la última revelación de la unicidad de Alá y por ende el libro más sagrado y
correcto en existencia hoy y para siempre. ¿Pero puede una revelación de un ángel
superar la revelación del mismo Hijo de Dios? Los escritos apostólicos contestan con
un NO enfático (Gá 1:6-9; Heb 1:1-14).

La Congregación Mita[34] mediante su profeta Aarón en quien se dice que


reside el Espíritu de Dios o Mita interpreta la Biblia a través de la persona y enseñanza
de Juanita García Peraza (Mita), una señora acomodada quien, según ellos, hizo
presente al Espíritu Santo, cumpliendo así las promesas de Cristo de la venida de un
consolador, quien permanecería para siempre con su pueblo. Es por eso que ellos
afirman que las palabras de Jesús reclamando ser "el camino, la verdad y la vida" (Jn
14:6) se refieren a Mita hoy en esta dispensación. Pero afirmar que Mita es el camino,
la verdad y la vida contradice los reclamos exclusivos de Jesús.

Mientras algunas sectas usan su propia versión de la Biblia o sagradas


escrituras,[35] la Biblia oficial de la Iglesia Católica Romana contiene siete libros
adicionales en su Antiguo Testamento los cuales se llaman los libros deuterocanónicos
o Los Apócrifos. Aunque estos libros nunca han formado parte del canon hebreo de
Palestina, sí tienen una larga historia siendo publicados en la Vulgata de San
Jerónimo,[36] pero no fueron admitidos oficialmente al canon católico-romano hasta el
Concilio de Trento del siglo XVI. Una de las razones por su aceptación en ese siglo fue
la enseñanza de ciertos dogmas católicos que no aparecían en otras partes de la
Biblia.[37]

El error de alegar cambios en los manuscritos bíblicos Algunas sectas alegan


que los textos bíblicos han sido cambiados y, por eso, no son siempre confiables.
Sigan diciéndolo a pesar de la evidencia abrumadora arqueológica de los Rollos del
Mar Muerto descubiertos a partir del 1947 y otros manuscritos antiquísimos los cuales
hacen claro que los textos bíblicos fueron conservados con gran esmero, pues las
variaciones son relativamente pocas y de menor importancia. El Corán del Islam
subraya la idea de que los judíos cambiaron y adaptaron el Antiguo Testamento,
quitando la verdad originalmente revelada. También dice que los cristianos hicieron lo
mismo al Nuevo Testamento.[38] Entre algunos propulsores de los conceptos
modernos de la Nueva Era insisten que en el Concilio de Nicea (325 d.C.) los
religiosos quitaron de la Biblia las enseñanzas apostólicas sobre la reencarnación. No
obstante, ni los proponentes de la Nueva Era ni el Islam ha podido evidenciar estos
reclamos a través de los documentos y manuscritos antiguos. Son reclamos que hay
que aceptar por una fe ciega en los que lo afirman.

Los mormones en su Artículo de fe #8 sobre la Biblia y el Libro de


Mormón dicen que la aceptan en cuanto que sea traducida correctamente. Esto les
permite reclamar errores en las traducciones de la Biblia. Fue por eso que su profeta
José Smith modificó pasajes bíblicos reclamando haber corregido las malas
traducciones. No obstante, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
no usa las "traducciones mejoradas" de su profeta hoy como base importante de su fe.
Además, mientras existen manuscritos fidedignos en griego y hebreo de los libros
canónicos bíblicos que permiten a los estudiosos hacer comparaciones y correcciones
en casos de traducciones inadecuadas, no así para el Libro de Mormón, porque ya no
existen las planchas originales. Es imposible cotejar las traducciones de José Smith y
corregir sus errores, excepto en el caso del manuscrito de una momia, y ya está
constatado que ese profeta "tradujo" muy mal ese texto. ¿Habrá hecho equivocaciones
parecidas con las planchas de oro escritas en "egipcio reformado"? Requiere mucha fe
ciega negarlo.

En el caso de los Adventistas del Séptimo Día hay un texto en el evangelio de


Marcos que ellos reclaman añadido al texto. Es el relato cuando Jesús elimina las
leyes de Levítico 11 como obligatorias para sus discípulos y hace que todo alimento
sea comestible (Marcos 7:14-19). O sea, elimina la necesidad de obedecer la ley de
Moisés acerca del alimento puro e impuro. Pero los mejores textos en griego contienen
este pasaje como parte de los mejores y más antiguos manuscritos de Marcos.[39]

La negación de los Testigos de Jehová del apoyo en los manuscritos para la


doctrina de la Trinidad en 1 Juan 5:7-8 tiene peso aceptado por los traductores de la
Biblia en el día de hoy. En la Reina Valera de 1995 se hace el comentario en una nota
al calce acerca de esos versos: "En diversos ms. [manuscritos] no aparece la segunda
parte del v. 7 y la primera del v. 8. Dicen: Porque tres son los que dan testimonio: el
Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan." En el caso de la Reina Valera
Actualizada de 1989 no se incluyen en la carta juanina las palabras que no formaron
parte de los manuscritos más antiguos, pero en una nota al calce afirma: "Los mss.
[manuscritos] antiguos no incluyen la ampliación de vv. [versículos] 7 y 8.... De
ninguna manera depende sólo de estos vv. la autenticidad de la doctrina de la
Trinidad." En otras palabras no depende de un solo versículo y no hace falta este texto
en primera de Juan, porque hay muchos otros textos que apoyan la enseñanza de un
Dios Trino.[40]

Concluimos, pues, subrayando la importancia de la enseñanza de Pablo


cuando escribió a Timoteo. Un obrero aprobado tiene que ser apto para trazar bien la
palabra de la verdad, si no, está en peligro de ser llevado por los muchos vientos y
corrientes erróneos de las sectas, pues éstas están muy listas y dispuestas a
manipular y torcer la Biblia a su propio antojo para probar lo que ellos quieren que sea
la verdad. El conocimiento de las buenas normas de interpretación y su aplicación es
indispensable para dividir bien la Palabra de Dios.

[1]William Barclay, I y II Timoteo, Tito y Filemón, vol. 12 (Buenos Aires: Editorial La Aurora,
1974), 183.

[2]Según un teólogo "telos" puede "referirse al fin de la era, pero probablemente significa el
martirio (comp. Ap. 2:10). Esto no quiere decir que solamente los mártires se salvarán, sino que
la fe que salva perdurará aun el martirio. Es la constancia que refleja la salvación de uno, no la
perseverancia que amerita la misma" [mi traducción] (Frank Stagg, "Matthew," The Broadman
Bible Commentary, vol. 8 (Nashville: Broadman Press, 1969), 137.

[3]John P. Newport, The Lion and the Lamb (Nashville: Broadman Press, 1986), 126.

[4]Newport, 143.

[5]John P. Newport, El León y el Cordero (El Paso: CBP, 1989), 127.

[6]Ver "¿Es el bautismo infantil una enseñanza bíblica?" La Sana Doctrina, XVII:3 (Mayo-
junio 2002), 1-4.

[7]Ver "El Pecado," Las doctrinas sanas y las sectas malsanas (DSySM), I: 223-232.

[8]Ver "'La Palabra Diaria' y Unity," DSySM, II:17.

[9]Ver "¿Usas estas normas para interpretar la Biblia?" DSySM, I:35-39.

[10]Donald T. Moore, "¿Usas estas normas para interpretar la Biblia?"


(revisada), Introducción a la fe cristiana, 36-43.

[11]Justo González, Historia del Cristianismo, vol. 1 (Miami: Editorial Unilit, 1994), 116.
Ver también William Barclay, The Letter to the Romans (Edinburgh: Saint Andrew Press,
1955), 232.

[12]Guillermo Hendrickson, Romanos (Grand Rapids: Libros Disafío, 1990), 559-560. Ver
también R. C. H. Lenski. The Interpretation of St. Paul's Epistle to the Romans (Ohio:
Wartburg Press, 1960), 905.

[13]A. T. Robertson, Word Pictures in the New Testament, vol. 4 (Nashville: Broadman
Press, 1931), 427.

[14]Ver "¿Eres un cristiano del Antiguo o Nuevo Testamento?" DSySM, I:26-29.

[15]Ver "El sábado y/o el domingo," SDySM, I:136-144.

[16]Ver "¿Quién es Jehová?" DSySM, I:11-12.

[17]Ver "Interpretaciones milenialistas y dos sectas mesiánicas," DSySM, III:128-139.

[18]Ver "Interpretando la Biblia," Introducción a la fe cristiana, 44.

[19]Ver "¡Los Testigos de Jehová están a la puerta: ¿Qué hacemos?" DSySM, I:159-165.

[20]Ver "¿1 + 1 + 1 = 1 ó 1 + 1 + 1 = 3?" SDySM, I:1-3.

[21]Ver "Dos profetas del movimiento de los 'Jesús Solo': William Branham y William Soto
Santiago," DSySM, II:60-70.

[22]Ralph L. Smith, "Amos," The Broadman Bible Commentary, vol. 7 (Nashville:


Broadman Press, 1972), 100-101.

[23]Compara Gé 18:17.

[24]Ver "Interpretaciones milenialistas y dos sectas mesiánicas," SDySM, III:128-139.

[25]Ver también discusión sobre "El error de alegar cambios en los manuscritos bíblicos" y
"El error de imponer una estructura sobre la Biblia."

[26]José Smith, Enseñanzas del Profeta José Smith (Salt Lake City: Iglesia de Jesucristo
de los Santos de los Ultimos Días, 1969), 459-463.

[27]Ver "El Corán, el Islam y Mahoma," DSySM, I:237-238.

[28]Ver "La obra de Mita en Aarón," DSySM, III:116-127.

[29]Ver "El bautismo en nuestra dispensación," SDySM, II:22-28.

[30]David J. Bosch, Misión en Transformación (Grand Rapids: Libros Desafío, 2000), 96.

[31]Ver "El testimonio de los mormones y el nuestro," DSySM, I:52-57; "Los mormones: sus
dioses, su salvación y su profeta," DSySM, II:176-185; "Los argumentos mormones: ¿son
convincentes?" (Parte 1), La Sana Doctrina, XVI:2 (Marzo-abril 2001); "Los argumentos
mormones: ¿son convincentes?" (Parte 2), La Sana Doctrina, XVI:3 (Mayo-junio 2001).

[32]Ver "¿Es la poligamia una parte del plan de Dios para el matrimonio?" La Sana
Doctrina, XVII:2 (Mar - abril 2002), 8-11.

[33]Ver "Mahoma, el Corán y la fe islámica," DSySM, I:233-241, y "El Islam," La Sana


Doctrina XVI:6 (Nov.-Dic. 2001).

[34]Ver "La obra de Mita en Aarón," DSySM, III:116-127.

[35]Ejemplos de esto son los Testigos de Jehová con su Traducción del Nuevo Mundo de
las Santas Escrituras y la Congregación de Yahweh con Las Escrituras Mesiánicas (Nuevo
Testamento) (San Juan: Asociación de Investigación Bíblica, 1990).

[36]Ver "Preguntas y respuestas acerca de la Biblia," DSySM, I:249-257.

[37]Ver "Compartiendo nuestra fe con los católicos," DSySM, III:12-22.

[38]Ver "Mahoma, el Corán y la fe islámica", DSySM, I:237-238.

[39]The Greek New Testament (N. Y.: United Bible Societies, 1965), 149-150; Bruce M.
Metzger, A Textual Commentary on the Greek New Testament (N.Y.: United Bible Societies,
1971), 94-95. Ver también "Los alimentos y el cristiano," DSySM, I:30-34.

[40]La RVA cita estos pasajes: Mt 28:19; Lu 3:22; Jn 3:34-35, 14:16, 26; 15:26; 16:7, 13-15;
Hch 1:2-5; 2 Tes 2:13-16; 1 Pe 1:2; Ap 4:8. Ver también "¿1 + 1 + 1 = 3 ó 1 + 1 + 1 =
3?" DSySM, I:1-3 y "¿Quién es Jehová?" I:11-12.
Las Trampas de la (Mal) Interpretación
de la Biblia, 3ª. Parte
Por John MacArthur
Si usted cree que la Biblia es la Palabra de Dios, que es Su revelación de Sí mismo y Su plan
para redimir pecadores, y que proporciona toda la instrucción y aliento a creyentes necesitados
de vida, crecimiento espiritual y piedad, entonces, obtener el mensaje correcto es de mayor
importancia.
Sin embargo, el énfasis en muchas iglesias se ha alejado de un estudio de la Biblia cuidadoso y
disciplinado hacia los métodos más intuitivos e internos de la formación espiritual. Personas que
profesan amar al Señor tratan Su verdad descuidadamente, o hacer caso omiso de ella por
completo. Otros, simplemente, carecen de la formación y la sabiduría para ir más allá de la
comprensión superficial más básica, de la Palabra de Dios.
Durante los últimos días, hemos estado viendo algunos errores fundamentales que se cometen a
la hora de interpretar y comprender la verdad de Dios, y hoy queremos ver uno más. Con el fin
de hacer obtener el mensaje de la Escritura bien, no espiritualizando o alegorizando a menos
que la misma lo requiera.Algunas personas usan la Biblia como una fábula flexible para
respaldar algún punto o plataforma que se desee transmitir. En lugar de buscar el verdadero
significado de las Escrituras, la convierten en una alegoría para apoyar lo que quieren enseñar.
Un ejemplo extremo de los peligros de la alegoría es la joven pareja que vino a uno de nuestros
pastores asistentes para obtener consejería sobre sus problemas maritales. Empezó a hablar con
ellos, y después de unos treinta minutos, les preguntó: “¿Por qué es que se casaron? ¡Usted está
a kilómetros de distancia!”
“Oh”, dijo el marido. “Fue el sermón que el pastor predicó en nuestra iglesia.”
“¿Y de qué fue?”
“Bueno, él predicó sobre Jericó.”
“¡Jericho! ¿Qué tiene eso que ver con el matrimonio?”
“Bueno, él dijo que el pueblo de Dios clamó por la ciudad, marchando alrededor de ella siete
veces, y las paredes se derrumbaron. Dijo que si un joven creía que Dios le había dado una
joven determinada, podía reclamarla, marchando alrededor de ella siete veces, y las paredes de
su corazón se derribarían. Así que eso es lo que hice, y nos casamos.”
“Eso no puede ser verdad”, dijo nuestro pastor asistente. “Está bromeando, ¿verdad?”
“No, es cierto”, dijo el marido. “¡Y había muchas otras parejas que se casaron por el mismo
sermón!”
Algunas personas creen que sus matrimonios se hacen en el cielo. Aquí estaba un matrimonio
hecho en una alegoría —¡y era una tontería!
Este tipo de interpretación no ha cesado desde los primeros días de la iglesia, y continúa hoy en
día. Un predicador carismático conocido hizo una serie de sermones sobre el libro de Nehemías.
Mientras enseñaba, casi todo en el libro representaba algo más o significaba algo simbólico.
Estos son algunos de sus puntos:
Los muros de Jerusalén estaban en ruinas, y habla de los muros derruidos de la personalidad
humana.
Nehemías representa al Espíritu Santo, que viene a reconstruir los muros de la personalidad humana.

Y cuando el pastor llegó a la piscina del rey (Nehemías 2:14), dijo que se refería al bautismo del
Espíritu Santo, y de allí pasó a enseñar la importancia de hablar en lenguas.

El libro de Nehemías no tiene nada que ver con las paredes de la personalidad humana, el
bautismo del Espíritu, o el hablar en lenguas. Pero cuando un predicador lee este tipo de
aplicaciones en la historia, algunas personas piensan que es una maravillosa enseñanza de la
Biblia. Yo digo que no lo es. Es charlatanería. Esto hace que la Biblia diga lo que queremos en
lugar de lo que Dios nos está diciendo a nosotros (cf. 2 Corintios 2:17).
El verdadero peligro de este tipo de enseñanza es que enseña a los creyentes a utilizar el mismo
enfoque en su estudio personal. Le roba a la Palabra de Dios de su verdadero significado,
suplantando la intención original con todo tipo de interpretaciones libres y desquiciadas. Trata a
la Escritura como si se pudiese significar cualquier cosa y todo. Ese tipo de enfoque te separa
del sentido original, el objetivo de la verdad de Dios, y por lo tanto te separa de la verdadera
fuente de crecimiento espiritual.

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