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UNIVERSIDAD NACIONAL
DE CAJAMARCA
FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS
ALUMNOS:
CICLO: VII
RESUMEN
ABSTRACT
Altogether, the nervous system and the endocrine system share the responsibility for
maintaining homeostasis. The nervous system regulates bodily activities responding
quickly by nerve impulses called action potentials. Polyneuropathies usually cause signs
bilaterally symmetrical, usually thereby affecting the more distal parts of the lower limbs
first, probably because of the greater length of your nerves. In general, the spinal nerves are
affected, although in some cases alterations in the cranial nerves are observed. It is
interesting to note that some diseases affecting the neuromuscular junction such as botulism
and tick paralysis may mimic polyneuropathy.
INTRODUCCIÓN
El estudio de la ECV ha progresado durante las últimas décadas, gracias a varios factores:
en primer lugar está el avance en los conocimientos acerca del comportamiento
fisiopatológico del tejido nervioso ante la isquemia y la hipoxia, que ha permitido
desarrollar un nuevo arsenal de medidas preventivas y de tratamiento. En segundo lugar el
gran desarrollo técnico de la imagenología del Sistema Nervioso Central (SNC), y de las
técnicas de ultrasonido para el estudio del sistema cardiovascular.
Estos adelantos permiten que los individuos puedan ser mejor estudiados, facilitando un
abordaje preventivo, y en los casos de lesión neurológica, reducir al mínimo el daño
neuronal y las secuelas.
Las neuropatías pueden cursar solo con signos motores, sensitivos y vegetativos, o con una
combinación de ellos. Normalmente, predominan los motores que, en cualquier caso, son
de neurona motora inferior (parálisis flácida e hiporreflexia). Así, en una neuropatía
traumática suele existir afectación motora y sensitiva, mientras que en una neuropatía
degenerativa solo se suele alterar una función, generalmente la motora. La presencia de
signos vegetativos es infrecuente, salvo en la disautonomía.
I. OBJETIVOS:
° Comprender como puede alterarse el sistema nervioso, así como los métodos y técnicas
que existen (sus ventajas e inconvenientes) para identificar y estudiar sus trastornos, es de
gran importancia porque los distintos procesos patológicos pueden afectar al sistema
nervioso de muy diferentes maneras. Estas afectaciones diferenciales explican por qué los
efectos a nivel psicológico y de las actividades de la vida diaria pueden ser tan variados.
El sistema nervioso lleva a cabo un complejo conjunto de tareas. Permite sentir diferentes
olores, producir el habla y recordar hechos pasados; además, provee señales que controlan
los movimientos del cuerpo y regulan el funcionamiento de los órganos internos. Estas
actividades diversas pueden ser agrupadas en tres funciones básicas: sensitiva, integradora
y motora.
° Función sensitiva: Los receptores sensitivos detectan los estímulos internos, como el
aumento de la acidez de la sangre, y los externos como el que se produce cuando se está
siendo acariciado o humedecido o cuando se toca una superficie fría o caliente, etc. Las
neuronas sensitivas o aferentes transportan esta información hacia el encéfalo y la médula
espinal a través de los nervios craneales y espinales.
° Función motora: Una vez que la información sensorial ha sido integrada, el sistema
nervioso puede generar una respuesta motora adecuada como, por ejemplo, contraer un
músculo o estimular la secreción glandular. Las neuronas que cumplen esta función se
denominan neuronas motoras o eferentes y transportan la información desde el encéfalo y/o
la médula hacia la periferia.
Tal como se mencionó previamente, el parénquima del tejido nervioso está formado por
neuronas y células gliales. Las células gliales constituyen un sistema de células de origen
neural con características especiales según la función y ubicación. En general, todas ellas se
destinan al mantenimiento de las neuronas: alimentación, protección y soporte. Las células
gliales o de la neuroglía tienen un soma o cuerpo celular en donde se encuentra la mayoría
de los organoides, el núcleo y numerosas y variadas proyecciones citoplasmáticas. Estas
proyecciones, junto con las prolongaciones neuronales forman una “red” que se sostiene a
sí misma y a los somas: el neurópilo.
Además de la glía de origen neural o macroglía, se encuentra la microglía que está formada
por células que provienen embriológicamente de los monocitos sanguíneos; es decir,
células con actividad fagocítica que se mantienen en general quiescentes dentro del tejido
nervioso.
Las sinapsis pueden ser excitadoras o inhibidoras y esto depende de la acción que un
neurotransmisor determinado ejerza sobre la membrana postsináptica: algunos
2.1.4.1. Neuronas
Las células nerviosas o neuronas son células de morfología y tamaño variable, que cuentan
con un cuerpo o soma y prolongaciones de longitudes variables. Algunas neuronas tienen
forma de estrella, otras son fusiformes o esféricas. El soma neuronal contiene el núcleo y
las organelas que mantienen la célula. El núcleo suele ser grande y presenta en general
cromatina laxa, un neucléolo muy prominente y citoplasma perinuclear abundante. Las
organelas son las características de una célula sintetizadora de proteínas: cuantioso retículo
endoplásmico rugoso, ribosomas libres y también mitocondrias, Golgi prominente,
lisosomas, microtúbulos, neurofilamentos (filamentos intermedios que captan las sales de
metales pesados de la tinción por impregnación metálica), vesículas de transporte e
inclusiones. El retículo endoplásmico rugoso y los ribosomas aparecen al microscopio
como pequeñas granulaciones, los corpúsculos de Nissl, que se tiñen intensamente con los
colorantes básicos (hematoxilina) y metacromáticos (azul de toluidina). Las numerosas
prolongaciones citoplasmáticas que surgen desde el soma se clasifican en: (Díaz, 2006;
Sánchez, 2006).
• Dendritas: Numerosas proyecciones ramificadas cortas que nacen alrededor del soma y
transmiten impulsos desde la periferia hacia el soma neuronal. No están mielinizadas.
• Axón: Una proyección única, larga y recta, que emerge de un “cono” citoplasmático o
cono axónico y cuya función es la de transmitir los impulsos desde el soma hacia la
sinapsis. En el extremo final del axón se hallan los terminales sinápticos representados por
una serie de cortas ramificaciones finales que constituyen el teledendrón. En el recorrido,
un axón puede emitir una ramificación perpendicular al eje principal.
Los corpúsculos de Nissl se extienden dentro de las dendritas, pero no dentro del axón. Por
lo tanto, dado que ambos tipos de prolongaciones no se distinguen morfológicamente, la
región del cono axónico que carece de estas organelas es útil para determinar la ubicación
del axón tanto con el microscopio óptico como con el electrónico.
Las neuronas que tienen aspecto estrellado son denominadas multipolares. Algunas células
tienen una sola ramificación dendrítica y otra axonal: son las neuronas bipolares con un
soma esférico pequeño. Las células pseudomonopolares son similares a las bipolares, solo
que la rotación de la dendrita y el axón las hace confluir en un solo cono axónico desde
donde emergen hacia un lado el axón y hacia el otro, la dendrita. Otras neuronas son de
morfología especial, como por ejemplo las células de Purkinje del cerebelo o células en
candelabro, con un soma piriforme y numerosas dendritas dirigidas hacia la superficie
cerebelosa. Otras neuronas se denominan piramidales, moleculares, fusiformes, granulares,
etc. (Díaz, 2006; Sánchez, 2006).
• Motoras: Son las neuronas multipolares que reciben la información como impulsos que
ingresan desde diversas regiones por las dendritas y aún el soma y emiten la información
hacia las glándulas, músculos y otros efectores por vía del axón que constituyen así, una
fibra eferente.
En el SNP, algunas neuronas son pequeñas y estrelladas y otras son grandes células
esféricas con un axón corto. Las neuronas de éste sistema se presentan en los ganglios:
estos pueden ser los raquídeos (a la salida de la columna vertebral), los paravertebrales del
SNA simpático y los intramurales correspondientes al SNA parasimpático que se
encuentran en las paredes viscerales. En los ganglios, las neuronas van acompañadas por
células gliales que se denominan satélites. Alrededor de todo el tejido nervioso periférico se
encuentran cápsulas de tejido conectivo de grosor variable según la proporción de tejido
parenquimatoso presente y la irrigación que necesita (el conectivo actúa en el SNP como un
estroma para las células nerviosas). (Díaz, 2006; Sánchez, 2006).
2.1.4.2. Neuroglía
En el SNC las células de la macroglía son los astrocitos, los oligodendrocitos y las células
ependimarias.
Los astrocitos son células nodrizas para las neuronas y por lo tanto se encuentran
rodeándolas completamente. Las que rodean al soma neuronal (en la sustancia gris) se
denominan astrocitos protoplasmáticos y las que se ocupan de los procesos dendríticos y
axonales (en la sustancia blanca) son los astrocitos fibrosos. En los dos tipos de astrocitos
se verifica una constante: las células gliales se interponen entre las neuronas y los capilares
sanguíneos (que ingresan con la piamadre) y entre ellas y el epitelio ependimario (ver
luego). Para ello, los astrocitos tienen prolongaciones cuyos extremos se expanden para
formar pies terminales que cubren grandes porciones de la superficie externa del vaso o de
la membrana del axón. De esta forma, el tejido se asegura de que antes de que llegue
cualquier elemento (bueno o malo) a una neurona, atraviese una célula glial. Los astrocitos
se encargan también de eliminar los restos de neurotransmisores secretados en la sinapsis o
de sus metabolitos y de mantener el microambiente de las neuronas.
La oligodendroglía está compuesta por células dedicadas a formar vainas protectoras para
los axones que circulan por el neurópilo, enroscándose o permitiendo que los axones se
“autoenvuelvan” en cavéolas dentro de los oligodendrocitos o en sus proyecciones radiales.
Estas células son por lo tanto las encargadas de formar la vaina de mielina a los axones que
transcurren por el SNC.
Un grupo especial de la glía está formado por el epitelio neural que rodea todas las
cavidades internas del SNC: el epitelio ependimario. Está constituído por células cúbicas
con una superficie apical cubierta de microvellosidades y cilias, paredes laterales con
uniones ocluyentes y un largo proceso basal que se introduce en el neurópilo. En varios
sitios del sistema ventricular encefálico, tal como en los ventrículos laterales (uno en cada
hemisferio), el epitelio ependimario está modificado y se encarga de la producción del
líquido céfalo-raquídeo filtrado desde los vasos sanguíneos. Las células ependimarias
modificadas y los capilares asociados forman en conjunto los llamados plexos coroideos.
La glía periférica está constituída por las células satélites, que rodean los somas neuronales
en los ganglios nerviosos y las células de Schwann que se ocupan de los axones que
integran los nervios. Las células de Schwann serían las equivalentes de la oligodendroglía,
pero en este caso son verdaderas especialistas, altamente desarrolladas, ya que rodean
pequeños tramos de un axón y comienzan a enroscarse a su alrededor, hasta que el
citoplasma de la célula de Schwann queda sumamente apretado (“exprimido”) y
desaparece. Como cada membrana es una bicapa lipídica, la doble membrana es, en
realidad, una serie de cuatro capas lipídicas, que rodea a un tramo del axón llamado
internodo. La estructura lipídica se conoce como mielina y termina en cada nodo (o nódulo
de Ranvier) con la capa más interna de la célula de Schwann. Cada internodo axonal
corresponde a una célula de Schwann que a su vez está totalmente rodeada por una
membrana basal. En la región del nodo de Ranvier, el axón se ensancha (de ahí el nombre)
y una pequeña porción de su membrana, con las bombas de iones se expone al medio, con
el fin de realizar los cambios del potencial de membrana.
Las dos subdivisiones principales del sistema nervioso son el sistema nervioso central
(SNC), formado por el encéfalo y por la médula espinal y el sistema nervioso periférico
(SNP), que abarca a todos los tejidos nerviosos situados por fuera del SNC. El SNC procesa
muchas clases distintas de información sensitiva aferente. Es la fuente de los pensamientos,
emociones y recuerdos. La mayoría de los impulsos que estimulan los músculos para que se
contraigan y a las glándulas para que aumenten su secreción se originan en le SNC. Entre
los componentes del SNP se hallan los nervios craneales y sus ramas, los nervios espinales
y sus ramas, ganglios y receptores sensitivos. EL SNP puede ser subdividido, a su vez, en
sistema nervioso somático (SNS), sistema nervioso autónomo (SNA) y sistema nervioso
entérico (SNE).
Médula Espinal
2- Neuronas Motoras
Con origen en el SNC
que conducen
impulsos a los
músculos esqueléticos
(acción voluntaria)
Que transmiten al
SNC información de
receptores sensoriales
autónomos (en
vísceras)
B) Neuronas Motoras: Que conducen impulsos desde el SNC hacia los músculos
esqueléticos solamente. Esta parte del SNP es voluntaria.
B) Neuronas Eferentes: Que conducen impulsos nerviosos desde el SNC hacia el músculo
liso, el músculo cardiaco y las glándulas. El SNA es involuntario. La parte motora del SNA
comprende la división simpática y la división parasimpática. Casi la totalidad de los
órganos están inervados por ambas divisiones del SNA, y habitualmente ejercen acciones
opuestas. Por ejemplo, las neuronas simpáticas aumentan la frecuencia cardiaca, y las
neuronas parasimpáticas la disminuyen. En general, la actividad simpática ayuda a tolerar
el ejercicio o encarar acciones de emergencia, mientras que la división parasimpática tiene
a su cargo las actividades de reposo y digestión.
2.1.5.1. Encéfalo
Figura N° 7. El encéfalo
A. Bulbo Raquídeo: El bulbo raquídeo releva impulsos sensitivos y motores entre otras
partes del encéfalo y la médula espinal. Ciertas formaciones del bulbo intervienen en la
conciencia y en el despertar. El bulbo presenta centros vitales que regulan la frecuencia
cardiaca, el tono de los vasos sanguíneos y la respiración. Otros centros coordinan los
reflejos de la deglución, el vómito, el hipo, la tos y el estornudo. Contiene los núcleos de
los nervios craneales VIII a XII.
B. Protuberancia: La protuberancia recibe impulsos de uno u otro lado del cerebelo y los
que van de la médula al mesencéfalo (por eso recibe el nombre de puente). La
protuberancia contiene los núcleos de los nervios craneales V a VIII. Los centros
neumotáxico y apneústico junto con el bulbo, intervienen en el centro de la respiración.
2.1.5.1.2. Cerebelo: compara los movimientos deseados con los que efectivamente se están
realizando con el objeto de coordinar los movimientos finos y complejos. Regula la postura
y el equilibrio. Hay evidencias de que el cerebelo participe en los procesos cognitivos y en
el procesamiento del lenguaje.
Las mitades derecha e izquierda del cerebro se conocen como hemisferios cerebrales y se
encuentran separados por la hoz del cerebro. Los hemisferios constan de una capa externa
de sustancia gris, la corteza cerebral, que contiene millones de millones de cuerpos
neuronales, y una región interna de sustancia blanca.
Durante el desarrollo cerebral, la corteza cerebral crece muy rápidamente de modo que se
pliega sobre si misma (se enrolla). Estos pliegues se conocen como giros o
circonvoluciones (Figura 4). Las grietas más profundas entre las circonvoluciones se
denominan fisuras; las más superficiales de conocen como surcos. La depresión más
profunda, la fisura longitudinal, divide al cerebro en los anteriormente llamados
hemisferios cerebrales. Los hemisferios se conectan internamente mediante el cuerpo
calloso, una ancha banda de sustancia blanca que contiene axones que se extienden de un
hemisferio a otro. Además, cada hemisferio cerebral se divide en cuatro lóbulos. Éstos se
denominan según los huesos que los cubren: frontal, parietal, temporal y occipital. El surco
central (cisura de Rolando) separa el lóbulo frontal del lóbulo parietal. Un giro mayor del
lóbulo frontal, el giro precentral –situado inmediatamente por delante del surco central-
contiene el área motora primaria de la corteza cerebral. Otro giro mayor, el giro poscentral
–localizado inmediatamente por detrás del surco central- contiene el área somatosensitiva
primaria de la corteza cerebral. El surco cerebral lateral (cisura de Silvio) separa al lóbulo
frontal del lóbulo temporal. El surco parietooccipital separa al lóbulo parietal del lóbulo
occipital.
Figura N° 8. El cerebro
A. Nervios craneales: Los 12 pares de nervios craneales forman parte del SNP. Cada
nervio craneal se distingue tanto por el número romano como por el nombre que recibió.
Los números indican el orden, de adelante hacia atrás, en que los nervios salen del cráneo.
Los nombres destacan sus funciones o su distribución.
Los nervios craneales provienen de la nariz (par craneal I), del ojo (par craneal II), del oído
interno (par craneal VIII), del tronco encefálico (pares craneales III a XII) y de la médula
espinal (parte del par craneal XI). Dos nervios craneales (pares I y II) contienen sólo axones
sensitivos, por lo que se denominan nervios sensoriales. El resto de los pares craneales se
clasifica como nervios mixtos, ya que sus axones se originan tanto en neuronas sensitivas
como motoras. Los pares III, IV, XI y XII son predominantemente motores. La mayor parte
de los axones nace en neuronas motoras que inervan músculos esqueléticos. Lo pares III,
VII, IX y X tienen axones motores somáticos y autónomos. Los somáticos inervan al
músculo esquelético, los autónomos, que forma parte de la división parasimpática del SNA,
inervan glándulas, músculo liso y músculo cardiaco. Los cuerpos de neuronas sensitivas se
localizan en ganglios localizados fuera del cerebro; los cuerpos de las neuronas motoras se
hallan en núcleos cerebrales.
B. Nervios periféricos
Cada nervio raquídeo está compuesto por fascículos de axones sensitivos y/o motores
rodeados por mielina o no. Alrededor de cada axón, en la superficie externa se haya la
porción nuclear-citoplasmática de la célula de Schwann y la membrana basal. Por fuera,
algunas células fibroblásticas se encargan de producir fibras y sustancia intercelular del
tejido conectivo para formar el endoneuro que rodea a cada axón. Varios axones forman un
fascículo que a su vez está rodeado por tejido conectivo denso denominado perineuro.
Finalmente, varios fascículos se juntan por medio de un tejido conectivo envolvente más
denso denominado epineuro. Los vasos sanguíneos o vasa nervorum ingresan en el
conectivo para irrigar al tejido de sostén y a las células gliales, corriendo paralelos a los
axones. En general, los nervios acompañan a las arterias, venas y capilares linfáticos
envueltos por capas de tejido conectivo y adiposo y se ubican en lugares protegidos, entre
los músculos o en el espesor del mesenterio. Al observar los preparados al microscopio, no
suelen separarse los componentes de estas estructuras, que en conjunto se denominan
paquete vásculo-nervioso.
C. Membranas meníngeas
Entre el tejido nervioso y las cavidades óseas que lo contienen, se desarrollan unas
membranas de tejido conectivo denominadas meninges. Éstas comprenden tres capas
yuxtapuestas al tejido nervioso, que son las responsables de la protección periférica y de
hacerle llegar los vasos sanguíneos que irrigan al tejido. Las tres capas son, desde el tejido
nervioso hacia el hueso:
• Piamadre
• Aracnoides
• Duramadre
La piamadre es una membrana de tejido conectivo muy delicada y está en contacto directo
con la superficie del encéfalo y la médula espinal. La piamadre es la única capa meníngea
que se introduce en el tejido nervioso y lo hace como la vaina de tejido conectivo
perivascular de los vasos sanguíneos encefálicos y medulares.
Ambas superficies de la aracnoides, las trabéculas que forman esta membrana y la cara
interna de la piamadre están tapizadas por un epitelio plano simple.
La piamadre y la aracnoides están fusionadas alrededor de los orificios de salida para los
nervios craneanos y raquídeos en la duramadre.
La sangre llega al encéfalo principalmente a través de las arterias carótidas internas y las
vertebrales, y retorna por las venas yugulares internas hacia el corazón. El cerebro utiliza
alrededor del 20% del oxígeno y de la glucosa que se consumen, incluso en reposo. Cuando
aumenta la actividad de las neuronas y de la neuroglia en determinada región del encéfalo,
el flujo sanguíneo de ese sector también aumenta. Como la glucosa no se almacena en el
encéfalo, su aporte debe ser continuo.
E. Líquido Cefalorraquídeo
1) Protección mecánica: amortigua los impactos y protege a los componentes del SNC de
movimientos que provocaría su roce con las paredes óseas del cráneo y las cavidades
vertebrales. El líquido también sostiene al encéfalo, de modo que éste “flota” en la cavidad
craneana.
El LCR se forma en los plexos coroideos que redes capilares en las paredes de las
cavidades encefálicas. Estos capilares están cubiertos por células ependimarias que
producen LCR a partir del plasma sanguíneo por filtración y secreción. Como las células
ependimarias presentan uniones estrechas, las sustancias que llegan al LCR desde los
capilares del plexo coroideo no pueden filtrarse entre las células; en cambio, deben
atravesarlas. Esta BHE permite la entrada de ciertas sustancias al LCR y la exclusión de
otras potencialmente nocivas.
La médula espinal y los nervios raquídeos tienen circuitos neuronales que median algunas
de nuestras reacciones más rápidas a los cambios ambientales. Si tomamos un objeto
caliente, por ejemplo, los músculos encargados de sujetarlo pueden relajarse y dejarlo caer
incluso antes de tener consciencia del dolor o de la temperatura extrema del mismo. Éste es
el reflejo de una respuesta medular: una respuesta automática, rápida a cierta clase de
estímulos, en la que intervienen únicamente neuronas de la médula y los nervios raquídeos.
Además del procesamiento de reflejos, la sustancia gris de la médula espinal también es el
sitio en donde se integran los potenciales excitatorios o inhibitorios dado que las moléculas
neurotransmisoras interactúan con sus receptores a nivel de las sinapsis medulares. La
sustancia blanca contiene vías sensitivas y motoras a lo largo de las cuales la información
sensorial aferente llega al encéfalo, y por medio de las cuales la información motora parte
de éste hacia los efectores en los tejidos.
La médula espinal está protegida por tres cubiertas: las vértebras, las meninges y el líquido
cefalorraquídeo (producido por el encéfalo).
La médula espinal y las raíces raquídeas están situadas en el conducto raquídeo. Comienza
en el cuello del bulbo marcado por la decusación de las pirámides y termina a nivel de la 2ª
vértebra lumbar en el cono medular, que es prolongado por el filum terminal (resto
embrionario atrofiado de 25 cm de longitud) cuyo extremo se fija a la 1ª vértebra coccígea
Como la médula espinal es más corta que la columna vertebral, los nervios que emergen de
aquélla en las regiones lumbares, sacra y coxígea no abandonan la columna vertebral a la
misma altura que salen de la médula espinal. Las raíces de los nervios raquídeos tienen una
angulación inferior en la región terminal de la médula espinal a modo de mechones de
cabello. Por ello, las raíces de los nervios raquídeos se denominan cola de caballo.
Los nervios espinales o raquídeos son las vías de comunicación entre la médula espinal y
los nervios que inervan regiones específicas del cuerpo. Hay 31 pares de nervios espinales:
El SNA es generalmente definido como una porción distinta del sistema nervioso
periférico, anatómicamente lo es sólo en parte ya que se encuentra también parcialmente
dentro del sistema nervioso central. Es un sistema más funcional que anatómico.
° Parte Craneosacra: formada por las neuronas preganglionares cuyas fibra abandonan el
SNC por medio de los nervios craneales (III, VII, IX y X) y de los nervios espinales del
sacro y por las neuronas postganglionares de los ganglios que se encuentran en las
estructuras inervadas o cerca de ellas (Fisiológicamente sistema parasimpatico)
La mayoría de las vías motoras autónomas consisten en dos motoneuronas en serie, una a
continuación de la otra. La primera neurona posee un soma o cuerpo neuronal en el SNC;
su axón mielínico se extiende desde el SNC hasta un ganglio autónomo (recordar que un
ganglio es un conjunto de cueros neuronales fueras del SNC). El soma de la segunda
neurona también se encuentra en ese ganglio autónomo; su axón amielínico se extiende
directamente al efector (musculo liso, o cardíaco o glándula). En algunas vías autónomas,
es probable que la primera motoneurona llegue a la médula suprarrenal, en vez de llegar a
un ganglio autónomo. Además, todas las motoneuronas somáticas secretan acetilcolina
(ACh) como neurotransmisor, pero las motoneuronas autónomas liberan ACh o
noradrenalina (NA).
La porción eferente (motora) del SNA tiene 2 grandes ramas: la división simpática y la
división parasimpática. La mayoría de los órganos posee doble inervación: reciben
estímulos de neuronas sipáticas y parasimpáticas.
Este sistema se distribuye por la mayor parte del cuerpo. Está compuesto por:
° Ramo comunicante blanco (RCB): está formado por fibras mielínicas pertenecientes a
las neuronas preganglionares dorsolumbares, por lo tanto solo hay en los 12 nervios
torácicos y en los primeros lumbares.
° Nervios esplácnicos: formados por fibras preganglionares que han pasado a través de la
cadena ganglionar sin hacer sinapsis y que se dirigen a los plexos del abdomen.
Son grandes plexos nerviosos ubicados a lo largo de la aorta abdominal donde se encuentra
la neurona postganglionar cuando la fibra preganglionar proviene de un nervio esplácnico.
Sus axones (fibras postganglionares) siguen con los vasos sanguíneos hasta las vísceras. Ej:
ganglio solar o celíaco, ganglio mesentérico superior y ganglio mesentérico inferior.
Figura N° 11. Cuerpos neuronales y los axones de las dos neuronas componentes de este
sistema.
c. Neuronas Preganglionares
Axón: sale de la médula espinal por la raíz anterior del nervio raquídeo y a través
del RCB se dirige a alguna de estas 3 vías:
d. Neuronas Postganglionares
° Axón:
- Si es una neurona de un ganglio simpático el axón transcurre por los RCG a los nervios
raquídeos y por estos a distribuirse a vasos sanguíneos, glándulas sudoríparas y músculos
de los folículos pilosos de la piel del cuerpo y de los miembros. Las fibras que van de los
ganglios cervicales hacia el cráneo, lo hacen por la adventicia de los vasos sanguíneos
(nerva vasorum de las carótidas).
Su distribución es más limitada, se distribuye por la cabeza, cuello y vísceras del tronco.
b. Neuronas Preganglionares
° Cuerpo celular:
° Axón:
- En la porción craneal salen por los nervios craneales (pares III, VII, IX y X) y hacen
sinapsis con las neuronas de los ganglios craneales y de los ganglios de las vísceras de tórax
y abdomen.
- En la porción sacra salen por los nervios raquídeos pélvicos y hacen sinapsis con los
ganglios de las vísceras de la parte inferior del aparato digestivo y la vejiga.
Algunos axones recorren una larga distancia antes de hacer sinapsis. Ej: los axones que
nacen de los núcleos del vago (par craneal X) hasta el tórax y el abdomen.
c. Neuronas Postganglionares
°Cuerpo celular: En los ganglios craneales y en los ubicados cerca o en la pared de las
vísceras.
Las fibras autónomas se clasifican según los neurotransmisores que liberan en:
Está formada por los ganglios y las redes neuronales postsinápticas del tubo digestivo desde
el esófago hasta el ano. Funciona en forma independiente de los impulsos presinápticos del
nervio vago y de las eferencias sacras (el intestino continúa con movimientos peristálticos
aún después de ser seccionado el nervio vago). Los ganglios y las redes postsinápticas están
en todas las capas de la pared del tubo digestivo.
° Consideraciones Funcionales
El SNA inerva los órganos internos con el fin de controlar y modular el medio interno.
También participa en ajustes a estímulos ambientales.
Algunas estructuras como la médula suprarrenal, la mayoría de los vasos sanguíneos y los
músculos pilomotores reciben únicamente inervación simpática. La glándula sublingual
recibe sólo inervación parasimpática.
Es decir que:
3- Hay órganos doblemente inervados con acciones antagónicas pero en donde las dos
inervaciones actúan de modo sinérgico.
El ACV afecta aproximadamente a 150 personas de cada 100.000. Aunque la incidencia del
ACV permaneció estable durante muchos años, tras la llegada de las técnicas de
neuroimagen en los años 1970, estos parecen haber aumentado como consecuencia de
empezar a detectarse aquellos casos en los que tras producirse el ACV, sin problemas
motores o sensoriales, eran evaluados tras presentar algún síntoma de forma transitoria. El
ACV es la tercera causa de muerte después de las enfermedades cardiacas y el cáncer,
convirtiéndose en la primera causa de discapacidad a partir de los 60 anos. (Lapuente,
2010; Sanchez, 2010; Rabadan, 2010).
Los factores de riesgo para el ACV están bien identificados. Procesos aterogénicos que
produce un incremento en el grosor de las paredes de los vasos sanguíneos, sustancias
grasas que componen las placas de ateroma, hipertensión, elevados niveles de colesterol y
grasas saturadas, diabetes y tabaco son los principales responsables de la evolución de la
aterosclerosis. El engrosamiento patológico de las paredes de los vasos sanguíneos es la
principal causa de los ACVs. En mujeres jóvenes la combinación de dosis altas de
estrógenos en los anticonceptivos orales y el tabaco se ha identificado como un factor que
contribuye al ACV. La edad se ha considerado otro factor, especialmente a partir de los 60
anos. La mayoría de los factores de riesgo pueden reducirse mediante cambios en el estilo
de vida incluyendo la alimentación, ejercicio, dejar el tabaco, y adecuado control médico.
La incapacidad del cerebro a sobrevivir más allá de los 4-5 minutos sin aporte de nutrientes
es lo que lleva a que se produzca en poco tiempo daños irreversibles. La disrupción del
flujo sanguíneo normal recibe el nombre de infarto y cuando se produce un infarto en una
zona concreta del cerebro conlleva un daño o muerte en las células de la región afectada.
No obstante, además de encontrarse afectadas las células que se ubican directamente en el
área infartada, las células que se encuentran en las inmediaciones de esta, y que son viables
durante varias horas, comienzan a verse afectadas por la cascada de cambios neuroquímicos
que tienen lugar en el área de infarto. Si no se administra un tratamiento médico adecuado,
estas células adyacentes al área infartada (que conforman el área de penumbra isquémica)
se incorporaran al área de infarto. El área de penumbra isquémica es el blanco de la terapia
trombolítica (rotura de las partículas ateroscleróticas en el flujo sanguíneo) con el fin de
minimizar el daño cerebral tras un ACV isquémico.
Los agentes trombolíticos (ej. aspirina) ejercen mejor su efecto durante las primeras tres
horas tras sufrir el ACV. Los agentes trombolíticos tienen el efecto secundario de la
hemorragia.
Tras un ACV, los efectos de la isquemia cerebral varían dependiendo si esta es focal o
global En la isquemia focal existe casi siempre un cierto grado de circulación por vasos
colaterales, los cuales permiten en grado variable la descarga de sangre oxigenada y el
metabolismo de la glucosa (que no se puede metabolizar apropiadamente bajo condiciones
anaerobias). En el caso e isquemia global no se produce flujo colateral y sobreviene la
destrucción irreversible de las neuronas en plazo de cuatro a ocho minutos (necrosis
isquémica). Existen, no obstante, factores modificadores de la isquemia de los cuales
depende la extensión de la necrosis tisular. Entre estos factores cabria citar:
b) Presión arterial (la hipotensión en un momento crítico puede volver ineficaces los
conductos anastigmáticos)
c) Hipoxia.
Los dos mecanismos básicos a partir de los cuales el tejido cerebral puede sufrir un ACV
son la obstrucción de los vasos sanguíneos (la cual crea una condición isquémica en la que
el flujo es insuficiente o ausente) y la hemorragia. Como los síntomas y el curso de estas
dos condiciones, la isquémica y la hemorrágica, producen desordenes diferentes son
tratadas independientemente. No obstante, hay que señalar que esta división es un tanto
artificial ya que algunas formas de obstrucción son de naturaleza hemorrágica y algunas
hemorragias se producen por contracciones espasmódicas de los vasos sanguíneos
(vasoespasmos) impidiendo así el flujo sanguíneo y creando una zona de obstrucción.
La reducción del flujo sanguíneo sistémico, como la que se produce en casos de paro
cardiaco o shock, también disminuye la perfusión cerebral y origina isquemia,
especialmente en las zonas limitantes, entre las aéreas de distribución de los vasos
cerebrales más importantes como las arterias cerebrales media y posterior, que resultan
especialmente vulnerables. (Lapuente, 2010; Sanchez, 2010; Rabadan, 2010).
Para el estudio de los ACVs dividiremos estos en: ACVs isquémicos u obstructivos,
Ataques Isquémicos Transitorios (AIT), ACVs hemorrágicos y ACVs silentes.
El ictus isquémico puede estar provocado por una oclusión vascular por trombosis o
embolia, o por una reducción del flujo sanguíneo sistémico.
Figura N° 12a. Formación del trombo Figura N° 12b. Trombo produciendo oclusión arterial
completa
Una embolia origina un ACV siempre que un coagulo, una placa o un agregado plaquetarío
(materiales formados en el corazón o en el árbol arterial proximal) se liberan a la
circulación y bloquean luego una arteria distal. El 20 % de los ACVs obstructivos son de
tipo embolico. La mayoría de los émbolos son fragmentos de lesiones trombóticas
(trombos) que se desarrollan fuera del sistema circulatorio intracraneal, muchos en el
corazón o en sus vasos.
La presentación de los ACVs trombóticos tienden a ser repentinos y sin avisos previos de
dolor de cabeza, o ataques isquémicos transitorios que pueden acompañar a los ACV
trombóticos. Los ACVs embólicos suelen producir una sintomatología cortical focal,
mientras que en los demás ACVs la sintomatología suele ser mayor.
En cuanto a los efectos cognitivos de los ACVs obstructivos, los infartos en las principales
arterias cerebrales tienden a producir cambios conductuales. Significativos tanto por la
afectación a nivel cortical como por la de amplias aéreas subcorticales. Los infartos de las
arterias muy pequeñas suelen producir pequeñas consecuencias conductuales, excepto
cuando se acumulan infartos de muchas arterias pequeñas lo que conduce a un incremento
significativo del volumen de tejido cerebral dañado. (Lapuente, 2010; Sanchez, 2010;
Rabadan, 2010).
El AIT (o TIA de la abreviacion del término inglés Transiet Ischemic Attack) hace
referencia a un episodio temporal de obstruccion de un vaso sanguíneo durante un tiempo
inferior a 24 horas de duración. Muchos de ellos tienen una duración de tan solo minutos y
sus síntomas desaparecen en menos de una hora. En general se han identificado dos tipos de
AITs: aquellos que tienen una duración aproximada de 45 minutos y no presentan evidencia
de infarto en la TAC (la mayoría duran menos de 15 minutos) y aquellos que duran mucho
mas (unas seis horas y muestran evidencia radiológica de infarto. Se ha sugerido que un
AIT se defina como un déficit transitorio con una duración inferior a 24 minutos y no a 24
horas.
Los TIAs presentan una sintomatología de ACVs moderados. Al igual que la mayoría de los
ACVs, los TIAs se encuentran asociado a enfermedad ateroesclerótica y tienen los mismos
factores de riesgo. Típicamente producen una isquemia reversible como consecuencia de
microtromboembolismos que desaparecen antes de hacer un daño significativo. Los
pacientes pueden presentar pocos o muchos TIAs, relativamente frecuentes o espaciados
durante meses o años. Muchos de los pacientes que presentan TIAs padecen algún grado de
alteración cognitiva según informan los familiares o se desprende de test neuropsicológicos.
Si no se tienen en cuenta estos aspectos, la simple rutina clínica neurológica no revela
ningún tipo de déficit. (Lapuente, 2010; Sanchez, 2010; Rabadan, 2010).
2.3.1.3. Hemorrágico
Los dos mecanismos principales que producen ruptura de un vaso arterial son la
hipertensión (80%-90% de los casos) y anomalías vasculares tales como el aneurisma y la
malformación arteriovenosa. Los aneurismas son dilataciones localizadas de los vasos
sanguíneos de origen congénito, traumático, arterioesclerótico o infeccioso. La hemorragia
producida por la ruptura de un aneurisma se difunde con rapidez por el espacio
subaracnoideo y provoca un aumento súbito de la presión intracraneal (hemorragia
subaracnoidea). Entre los síntomas de hemorragia subaracnoidea figuran cefalea, vómitos y
alteración del comportamiento o del estado de conciencia. (Lapuente, 2010; Sánchez,
2010; Rabadan, 2010). Una hemorragia intracerebral, o hemorragia producida en el seno
del parénquima cerebral, suele estar producida por hipertensión. Se libera sangre al cerebro
con presión arteriolar o capilar, y produce disfunción de un área localizada. Si el hematoma
es de gran tamaño, sobrevienen cefalea y alteración del estado de conciencia.
En los ACVs silentes los síntomas no son obvios y pasan inadvertidos. En amplias muestras
de pacientes los ACVs silentes se presentan entre el 10%- 15% de los sujetos estudiados,
incrementando su frecuencia a medida que aumenta la edad. La hipertensión, pero no otro
factor de riesgo cardiovascular, parece estar asociada a estos infartos. La mayor parte de
estos ACVs son pequeños, lesiones lacunares situadas en la profundidad de las estructuras
cerebrales.
e. Síndrome de desconexión callosa: Dado que los dos tercios anteriores del cuerpo
calloso pertenecen al territorio de la arteria cerebral anterior, se puede fácilmente
observar signos de desconexión callosa de etiología vascular. Clínicamente los más
fáciles de evidenciar son la apraxia de los miembros superiores y la agrafia, ambos
unilaterales izquierdos. Consisten en la incapacidad de realizar gestos simbólicos
por orden o imitación con la mano izquierda y la incapacidad de escribir letras o
números. Se observan especialmente en las lesiones mediales, y son consecuencia
del hecho de que la mano izquierda, controlada por el hemisferio derecho, carece de
información lingüística y práxica, procesada por el hemisferio izquierdo. A esta
información habitualmente se accede a través de la vía transcallosa. (Lapuente,
2010; Sanchez, 2010; Rabadan, 2010).
d. Afasia Nominal: Es la afasia más leve, se caracteriza por una dificultad en encontrar
el nombre de las cosas, con buena fluencia y buena comprensión. La afasia nominal
puede tener diversas localizaciones y es a menudo residual de las afasias de Broca o
Wemicke. Sin embargo, se ha sugerido que la circunvolución temporal inferior (área
37 de Brodmann) puede ser considerada como el almacén léxico.
b. Apraxias: Las apraxias propias del hemisferio derecho son las del vestir (dificultad
en colocar correctamente las prendas) y la constructiva (dificultad en dibujar y
realizar construcciones sencillas).
En las hemorragias cerebrales debemos considerar varios factores que inciden sobre la
afectación neuropsicológica. A diferencia del clásico infarto isquémico, en el que existe una
gran destrucción de sustancia gris (infartos corticosubcorticales), en la hemorragia cerebral
la afectación es básicamente subcortical.
En las hemorragias debemos distinguir entre los efectos antes citados, de destrucción focal
de tejido, de los efectos de compresión. En efecto, el hematoma cerebral ejerce un efecto de
compresión sobre el tejido circundante (compresión intrahemisférica) y a veces puede
producir una compresión contra el otro hemisferio (compresion contrahemisferica). En
fases agudas pueden aparecer alteraciones neuropsicológicas distintas a las esperables por
la lesión focal debidas a la compresión intrahemisférica (por ejemplo, la afasia de Broca
Otro efecto a tener en cuenta en las hemorragias es el de daño difuso relacionado con el
estado de coma. Los pacientes que han padecido un coma prolongado padecen, además de
las focalidades neuropsicológicas derivadas de la destrucción tisular, alteraciones
cognitivas difusas tales como déficits de atención, de memoria y cambios de carácter. Estos
son probablemente debidos a los efectos de compresión de la sangre sobre el sistema
límbico que puede llegar a causar la ruptura de fibras. Los déficits neuropsicológicos
difusos bilaterales pueden ser incluso mas incapacitantes que los focales. Estos están en
relación con la profundidad y duración del coma.
Finalmente, debemos mencionar el efecto del tratamiento quirúrgico en el caso que lo haya
habido. A este respecto, cabe citar las posibles isquemias producidas durante el clipaje de
los aneurismas causantes de las hemorragias, los efectos de la extirpación de la
malformación arteriovenosa (MAV) y los producidos por la evacuación del hematoma.
Todos ellos son evidentemente más o menos graves dependiendo de la zona cerebral
afectada. Igual que en el caso de los infartos isquémicos, debe tenerse en cuenta el tamaño
y localización lesional. En las hemorragias por ruptura de aneurismas de la arteria
comunicante anterior y las intervenciones quirúrgicas de dichos aneurismas, a menudo se
observan cuadros confusionales agudos con abundantes fabulaciones y evolucionan a una
amnesia similar a la del síndrome Wemicke-Korsakoff. Los trastornos neuropsicológicos
secundarios a rupturas de aneurismas de la comunicante posterior asemejan el cuadro de la
arteria cerebral media derecha: importante síndrome de negligencia (atencional, motora y
espacial), apraxia constructiva y del vestir. Las hemorragias intraventriculares y
subaracnoideas, por sus efectos compresivos, producen síndromes confusionales y
amnésicos, así como trastornos del control emocional. Los trastornos de carácter y memoria
2.3.4.1. Generalidades
Las neoplasias cerebrales las podemos definir como lesiones expansivas benignas o
cancerosas, cuyas células se multiplican de manera irrestrictiva y forman una masa dentro
de la cavidad craneal o raquídea. Es la segunda causa de muerte por lesión cerebral. Su
importancia dentro de la patología cerebral reside en que al presentarse de muy diversas
formas producen una amplia variedad de síntomas y signos neurológicos y
neuropsicológicos a causa de su tamaño, su localización y sus cualidades invasoras, suelen
destruir los tejidos en los que están situados y desplazar a los que los rodea y son causas
frecuentes de aumento de la presión intracraneal. Las neoplasias cerebrales se pueden
agrupar en dos tipos principales:
Desde el punto de vista clínico existen al menos tres consideraciones básicas que deben
tenerse presentes en relación a los tumores cerebrales:
Que muchos tipos de tumores, tanto primarios como secundarios, son mucho más
frecuentes que otros.
2.3.4.2.1. Gliomas
Son los tumores más frecuentes del cerebro y suponen aproximadamente el 45% de los
tumores cerebrales. Se originan a partir de las células gliales, dando lugar a subtipos
dependiendo del tipo de célula glial que lo compone (astrocitoma, ependimoma,
oligodendroglioma y gliomas mixtos o gliomas multiformes). Son tumores primarios,
iniciándose en cerebro o medula espinal.
No se extienden a otras regiones del organismo pero si pueden extenderse dentro del
sistema nervioso. Los gliomas pueden ser benignos (crecimiento lento) o malignos
(crecimiento rápido).
2.3.4.2.2. Meningiomas
menudo son un signo temprano las convulsiones focales. (Lapuente, 2010; Sanchez, 2010;
Rabadan, 2010).
Los tumores que se originan en la hipófisis suelen surgir como nódulos discretos en la
porción anterior de la glándula (adenohipofisis). Suponen el 7% de los tumores cerebrales.
Los tumores hipofisarios están relacionados con la edad y se vuelven cada vez más
numerosos con cada decenio. Los tumores que miden menos de 1 centímetro de diámetro se
conocen como microadenomas y están confinados a la silla turca. Conforme crece el tumor
comprime primero a la hipófisis; a continuación, al irse extendiendo hacia arriba y hacia el
exterior de la silla turca, comprime al quiasma óptico; por último, al proseguir el
crecimiento puede extenderse hacia el seno cavernoso, el III ventrículo, los lóbulos
temporales o la fosa posterior. Los adenomas hipofisarios llaman la atención por las
anomalías endocrinas o visuales; hay cefalea en casi la mitad de los pacientes que tienen un
macroadenoma. (Lapuente, 2010; Sanchez, 2010; Rabadan, 2010).
El tumor se origina en las células de Schwann del nervio estatoacústico y afecta lentamente,
a menudo sin síntomas importantes, los nervios vestibular y coclear. El paciente, además de
sufrir pérdida de audición y acufenos, se produce inicialmente también neuralgia del
trigémino y perdida de la sensibilidad facial. Suponen un 7% de los tumores cerebrales.
Se produce con una frecuencia elevada entre los tumores intracraneales secundarios. Los
carcinomas llegan al encéfalo por diseminación hidatógena. Las metástasis intracraneales
adoptan tres patrones principales: los de cráneo y duramadre, los del propio encéfalo y los
de las meninges. Suponen el 6% de los tumores cerebrales.
2.3.4.2.6. Meduloblastoma
2.3.4.2.7. Craneofaringioma
2.3.5.1. Generalidades
Fractura craneal con déficit neurológico persistente a través del tiempo y de grado
variable, b) salida del líquido cefalorraquídeo con infección consecuente o sin ella
Convulsiones.
En el mecanismo básico del TCE debe de haber una aplicación repentina de fuerza física de
magnitud considerable a la cabeza.
Fuerzas de tracción de los hemisferios cerebrales a nivel de la parte alta del tronco
del encéfalo.
Ojos abiertos
Nunca……..............................................1
Al dolor....................................................2
De manera espontánea............................4
No hay reacción........................................1
Sonidos incomprensibles..........................2
Palabras inapropiadas...............................3
Desorientado y conversa..........................4
Orientado y conversa……………………5
No hay reacción........................................................1
Flexión de retirada....................................................4
Localiza el dolor........................................................5
Obedece..................................................................6
Aunque esta breve escala se denomina de “coma” sirve no solo para identificar los estados
de coma más profundos sino también los diferentes estados de alteración de la conciencia
menos graves en situaciones postraumáticas. La puntuación de la escala de coma es la suma
de las diferentes puntuaciones obtenidas en cada dimensión o ítem. La puntuación máxima
es de 15. La GCS clasifica a los sujetos en las siguientes categorías: Leve, Moderado y
Severo a partir de las puntuaciones obtenidas en el total de la escala.
Algunos pacientes se encuentran inicialmente lucidos cuando son asistidos por los servicios
de emergencias, pero hay que sedarlos o anestesiarlos e intubarlos para proporcionarles el
tratamiento adecuado. Estas circunstancias reducen artificialmente su puntuación en la GCS
y además puede prolongarse esta situación como consecuencia de las posteriores
intervenciones que tengan que realizarse durante sus primeros momentos de hospitalización
en los servicios de cuidados intensivos, incluyendo una intervención quirúrgica en la que
hay que anestesiar.
Los pacientes con lesiones en el hemisferio derecho son más propensos a sufrir pérdida de
conciencia y de mayor duración que aquellos que las lesiones las presentan en el hemisferio
izquierdo. (Lapuente, 2010; Sánchez, 2010; Rabadan, 2010).
déficit.
La APT es otra forma de medir la severidad de la lesión tras un TCE. No es extraño que la
duración de la APT no correlaciones en muchas ocasiones con la puntuación en la CGS
excepto para aquellas puntuaciones más extremas. La APT suele tener una duración de unas
cuatro veces más que la duración del coma. Existen dificultades para definir y determinar la
duración de la amnesia postraumática, por lo que en algunas ocasiones se ha cuestionado la
utilidad de la duración de la APT como medida de la severidad del TCE. Así, por ejemplo,
mientras se está generalmente de acuerdo en aceptar que la APT no termina cuando el
paciente empieza a recordar algún tipo de información, sino cuando puede empieza a
recordar información de forma continuada, cuando se trata de un paciente afásico es difícil
determinar cuándo empieza a recordar la información de forma continuada. Además,
muchos pacientes con un TCE son llevados a casa antes de que la APT les haya
desaparecido, hecho este que dificulta la identificación real de la duración de la APT por
parte del especialista y teniendo que guiarse por los informes que proporciona la familia.
La duración de la APT es más precisa que la duración del coma para predecir el estado
cognitivo dos años después del TCE. En cualquier caso en esta escala es muy difícil
establecer con precisión cuando se trata de un TCE moderado o severo.
Otras técnicas que han sido utilizadas para evaluar la severidad de la lesión han sido los
Potenciales evocados auditivos y del tronco cerebral, potenciales evocados
somatosensoriales, defectos en los campos visuales y anosmia. Las alteraciones en los
campos visuales y la anosmia se consideran indicadores aceptables de la severidad. Así, los
pacientes con anosmia tras sufrir un TCE suelen presentar un mayor periodo de
hospitalización, un como más profundo y de mayor duración, más déficits
neuropsicológicos y mayores anomalías en las técnicas de neuroimagen.
la RM se debe al hecho de que puede detectar todas las lesiones susceptibles de cirugía,
esta fácilmente disponible, pudiendo incluso realizarse en la Unidad de Cuidados Intensivos
con una unidad portátil, y visualiza los productos sanguíneos y las fracturas óseas y
fragmentos óseos mejor que la RM.
Técnicas desarrolladas más recientemente para evaluar la gravedad de la lesión han sido las
que implican marcadores a nivel sanguíneo de daño neuronal. Los niveles séricos de la
proteína S-100B (un marcador de daño glial) parece predecir el pronóstico de gravedad un
mes después de que la lesión se haya producido. Niveles elevados de la proteína S-100B en
sangre se correlaciona positivamente con la mortalidad, muerte cerebral, presión
intracraneal, y un pronóstico en las actividades de la vida diaria desfavorable.
Los niveles de esta proteína no parecen estar afectados por el consumo de alcohol en los
sujetos que han sufrido un TCE o en los normales. (Ustarroz, 2008; Rios, 2008; Unturbe,
2008).
Estudiando de forma objetiva el estado mental de pacientes con TCE leve a través de
pruebas de rendimiento en el procesamiento de la información, se observa la presencia de
Los golpes sobre la región frontal producen, principalmente, lesiones por golpe en la región
frontal, en tanto que los golpes sobre la región occipital producen principalmente lesiones
por contragolpe en la región frontal y solo ocasionalmente se presentan lesiones directas
por golpe en la región occipital.
Los golpes sobre un lado de la cabeza producen lesiones por golpe, por contragolpe o de
ambas clases. Independientemente de la parte que recibió el impacto, los sitios frecuentes
de las contusiones del encéfalo son los lóbulos frontales y temporales, como se ve en los
El encéfalo adquiere una inercia tras el golpe que lo hace chocar contra el lado del cráneo
que se golpeo, apartarse de manera violenta del lado contralateral y girar contra los
promontorios óseos dentro de la cavidad craneal, aspectos estos que explican la presencia
de contusiones por golpe y contragolpe, especialmente en la región frontotemporal.
Los efectos de la aceleración lineal de la cabeza son mucho menos importantes que los
causados por rotación. El estado relativamente indemne de los lóbulos occipitales en las
lesiones por golpe y contragolpe encuentra su explicación en la superficie interior lisa de
los huesos occipitales y del tentorio. El área contundida de la corteza esta tumefacta de
manera difusa y hemorrágica, y la mayor parte de la sangre se encuentra alrededor de los
vasos parenquimatosos. En el estudio de TC, las contusiones se manifiestan como regiones
edematosas de la corteza y de la sustancia blanca subcortical mezcladas con áreas de mayor
densidad, que representan a la sangre fugada.
En casi todos los casos de TCE grave ocurre lesión del cuerpo calloso por impacto contra la
hoz cerebral; en ocasiones se observan necrosis y hemorragia en el estudio de TC, y puede
verse que se extienden hacia la sustancia blanca adyacente. Hay, además, hemorragias
diseminadas en la sustancia blanca a lo largo de las líneas de fuerza desde el punto del
impacto. La degeneración de la sustancia blanca puede ser notablemente difusa (lesión
axonal difusa), sin una relación manifiesta con lesiones destructivas focales. Esta lesión
axonal difusa, junto con las lesiones del cuerpo calloso y del mesencéfalo son las anomalías
predominantes en algunos casos de traumatismo craneoencefálico grave. En prácticamente
todos los casos de TCE grave y coma prolongado aparecen zonas de isquemia y
hemorragias en el mesencéfalo y el subtálamo, es decir, en las zonas sometidas a la torsión
más importante. (Ustarroz, 2008; Rios, 2008; Unturbe, 2008).
Una pequeña proporción de pacientes con TCE graves quedan con profundos déficits de
aprendizaje y memoria, abstracción, atención, capacidades perceptivas, motoras y lenguaje.
Los TCEs pueden producir lesiones focales en el cerebro, que según su localización cursan
con diferente sintomatología, siendo la más frecuente la frontal, seguida de la temporal,
aunque en este caso la afectación bilateral importante es más rara. A diferencia de la
patología de origen vascular cerebral primaria, en los TCE se observan síntomas aislados y
los síndromes neuropsicológicos clásicos (afasia, apraxia, agnosia) son muy poco
frecuentes.
La mayoría de los pacientes con TCE moderado refieren dificultades de memoria. Los
efectos del TCE sobre la memoria son los más importantes y están en relación con el daño
cerebral de las estructuras límbicas (hipocampo y circunvolución parahipocampica). El
rendimiento en memoria de los pacientes con TCE está mucho más afectado que las
funciones intelectivas generales y afecta en especial la memorización a largo plazo o
consolidación de la información, aunque también se da un defecto de la evocación de la
información previamente aprendida. Las lesiones de la sustancia blanca probablemente son
las causantes de las dificultades en recuperar la información previamente aprendida.
Ningún parámetro de los estudiados en los TCE tiene valor pronóstico por sí solo. La escala
de coma de Glasgow es la más utilizada como valor pronostico y su evolución tiene mayor
poder predictivo que el valor inicial que presentaban los pacientes. Es de capital
importancia en el pronóstico tener presente la causa de la baja puntuación en la escala.
Como regla general, cuanto más baja la puntuación de la escala de Glasgow del coma y
cuanto más prolongada la amnesia anterograda, más probable será que el paciente sufra
cambios cognitivos y de la personalidad permanentes. (Ustarroz, 2008; Rios, 2008;
Unturbe, 2008).
Epilepsia Postraumática
Hidrocefalia postraumática
a. Epilepsia Postraumática
Las convulsiones postraumáticas son de tipo focal o generalizadas con pérdida del
conocimiento (gran mal), y rara vez el pequeño mal se debe a traumatismo. La frecuencia
de las convulsiones postraumáticas tiende a disminuir conforme pasan los años, y algunos
pacientes acaban por no volverlas a experimentar. Los pacientes que tienen ataques
tempranos (dentro de la primera semana que sigue a la lesión) son los que con más
probabilidad experimentaran remisión completa de los cuadros convulsivos que los que
tienen ataques que se iniciaron un ano aproximadamente después de la lesión.
Otro signo pronóstico favorable es la frecuencia baja de los ataques. El alcoholismo tiene
un efecto adverso sobre este estado convulsivo, en pacientes en los que las convulsiones
habían desaparecido durante varios años y que un fin de semana se emborrachan las
convulsiones vuelven a aparecer, pero no
Esta una secuela preocupante y frecuente en los TCE. Se ha denominado también síndrome
postraumático, cefalea postraumática, neurastenia traumática y psicastenia traumática. El
síntoma central es cefalea, ya sea generalizada o localizada en la parte que recibió el
traumatismo directo. Tiende a intensificarse con los esfuerzos mentales y la excitación
emocional. Esta cefalea puede constituir un obstáculo de primera importancia para la
convalecencia. Los mareos, que son otros síntomas prominentes, no son un vértigo
verdadero sino sensación ligera de inestabilidad o de cabeza hueca. El paciente puede
sentirse inestable, aturdido, débil con sensación de desmayo, aunque cierto número de
pacientes manifiestan síntomas compatibles con un trastorno laberintico. Informan que los
objetos del ambiente se mueven de repente, y que mirar hacia arriba o hacia un lado les
produce una sensación de desequilibrio; en estos casos las pruebas laberínticas pueden
poner de manifiesto hiporreactividad, con frecuencia no se descubren anomalías.
d. Hidrocefalia Postraumática
Esta es una complicación poco frecuente de los TCEs. Las manifestaciones iniciales
consisten en cefaleas, vómitos, confusión y somnolencia de ocurrencia intermitente. Más
tarde sobrevienen embotamiento mental, apatía y retraso psicomotor, y en ese momento la
presión del LCR puede haber disminuido hasta un nivel normal (hidrocefalia a presión
normal). Suele producirse por un coagulo de sangre que puede bloquear el acueducto y el
IV ventrículo.
mismo también se han incluido enfermedades que pueden estar causadas por un “virus
lento” o por algún otro agente transmisible no viral.
Existen dos términos que pueden prestarse a confusión: atrofia y degeneración. La palabra
atrofia específica agotamiento gradual y perdida de las neuronas que no deja en su camino
productos de degeneración sino solo gliosis fibrosa. En la actualidad el término atrofia es
sinónimo del de apoptosis (muerte celular programada). El termino degeneración se refiere
a un proceso más rápido de desintegración neuronal, de la mielina o de los tejidos, cuyos
productos de degradación requieren una reacción más energética de fagocitosis y gliosis
celular del que tiene lugar en la atrofia o apoptosis. Las diferencias básicas entre atrofia y
degeneración están tanto en la velocidad en la que se produce la desintegración como en el
tipo de desintegración. En este sentido, algunas de las enfermedades degenerativas son en
realidad de origen metabólico, mientras que no ha sido posible demostrar una base
metabólica para las enfermedades realmente atróficas. (Ustarroz, 2008; Rios, 2008;
Unturbe, 2008).
Cada día es mayor el número de consultas relacionadas con personas mayores, y a veces no
tan mayores, sobre la pérdida de capacidad para funcionar con eficacia como trabajador o
como miembro de la familia. La demencia consiste en la perdida de diferentes capacidades
cognitivas y conductuales las cuales al combinarse proporcionan diferentes modos de
presentación. Estas constelaciones variadas de déficits neuropsicológicos constituyen las
anomalías clínicas principales de diversas enfermedades cerebrales y, en ocasiones, son las
únicas anomalías encontradas. Los signos más tempranos de demencia a causa de un
proceso degenerativo pueden ser tan sutiles que suelen pasar inadvertidos. A menudo, una
persona muy cercana al paciente es la primera que suele percatarse de cierta falta de
iniciativa o de interés por el trabajo, descuido de las tareas diarias o abandono de las tareas
de hobby. Al principio estos cambios pueden atribuirse a fatiga o a aburrimiento.
Hacer referencia a las demencias obliga a referirnos también a los cambios que tienen lugar
en el cerebro durante el envejecimiento normal, ya que de todos los cambios relacionados
con la edad los asociados al sistema nervioso suelen ser los principales. De entre los
cambios que tienen lugar en el cerebro destacaremos la disminución del peso. La pérdida de
peso del cerebro se correlaciona, aunque burdamente, con un aumento del tamaño de los
ventrículos laterales y ampliación de los surcos, posiblemente resultado de una
degeneración neuronal y gliosis. (Ustarroz, 2008; Rios, 2008; Unturbe, 2008).
Figura N°
Figura N° 21
22a. Aumento del tamaño .Figura N° 22b. Aumento de los
ventricular surcos
La perdida neuronal se inicia a partir de los 30 años pero de forma muy gradual,
acelerándose a partir de los de los 60-70 anos. La mayor parte de los estudios, indican que a
partir de los 70 años se produce un mayor agotamiento de la población neuronal.
Alzheimer y las placas neuríticas (“seniles”). No obstante, todos los grupos neuronales no
son igualmente susceptibles a la perdida neuronal. Por ejemplo el locus coeruleus y la
sustancia negra pierden cerca del 35%, mientras que los núcleos vestibulares y las olivas
inferiores conservan un número bastante constante durante toda la vida.
Figura N° 23. Lado izquierdo, neuronas normales. Lado derecho degeneración neuronal
por alzheimer´s.
Con el paso de la edad hay una tendencia creciente a la degeneración neurofibrilar con la
subsiguiente formación de ovillos neurofibrilares y a la formación de placas neuríticas que
aparecen en los encéfalos de los individuos no dementes. Los ovillos neurofibrilares son
errores post-transcripcionales en el mecanismo de producción proteica en las células en
degeneración, estos errores forman proteínas anormales que dan lugar a neurotubulos
anómalos en el interior neuronal y a la formación de los ovillos. Estos ovillos impiden el
transporte axonal adecuadamente y pueden matar la célula. Cuando los ovillos
neurofibrilares matan a la célula y pasan al espacio extracelular forman la placa neurítica
(“senil”), la cual está formada por terminales nerviosas degeneradas, amiloide y células de
glia. Al principio aparecen las placas en el hipocampo y el parahipopcampo, pero más tarde
se diseminan por otras partes del cerebro. En sujetos mayores mentalmente saludables se
encuentran relativamente pocas placas en los encéfalos y localizadas basicamente en el
hipocampo y corteza entorrinal adyacente, mientras que los ovillos neurofibrilares son
mucho más abundantes y están distribuidos de manera difusa en los casos de enfermedad de
Alzheimer. (Ustarroz, 2008; Rios, 2008; Unturbe, 2008).
Muchas veces, por las similitudes clínicas existentes, resulta muy difícil diferenciarla de la
enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, a diferencia de la enfermedad de Alzheimer, en la
Figura N° 24. Cerebro con enfermedad de Pick en la que se aprecia la importante atrofia frontal
una de las varias causas que pueden conducir a una demencia. Los hallazgos frecuentes de
otras patologías en autopsias, asociando demencia vascular con la enfermedad de
Alzheimer o con la enfermedad por cuerpos de Lewy, han aumentado la dificultad de
realizar un diagnostico correcto de estas demencias.
2.5.1. Generalidades
° Sensibilidad: Quedan abolidas todas las formas de sensibilidad con un límite neto por
debajo de la lesión.
Las lesiones de la médula espinal implican el daño de los nervios dentro del canal espinal;
la mayoría de las LME son causadas por traumatismos en la columna vertebral, que afectan
la capacidad de la médula de enviar mensajes desde el cerebro hacia los sistemas corporales
que controlan la función sensoria, motora y autonómica y viceversa por debajo del nivel de
la lesión. (Rejas, 2010).
Las células nerviosas en sí, con sus ramificaciones similares a un árbol (llamadas dendritas)
que reciben señales de otras células nerviosas, forman la "materia gris". Ésta se encuentra
en una región con forma de mariposa en el centro de la médula espinal.
Los de la región torácica o la parte superior de la espalda (desde T1 hasta T12) transmiten
señales hacia el torso y algunas partes de los brazos. Los de la región lumbar o parte media
de la espalda justo debajo de las costillas (desde L1 hasta L5) controlan señales hacia las
caderas y las piernas.
Finalmente, los segmentos sacrales (desde S1 hasta S5) están justo debajo de los lumbares
en la parte media de la espalda y controlan las señales hacia la ingle, los dedos de los pies y
algunas partes de las piernas. Los efectos de las lesiones en la médula espinal en distintos
segmentos a lo largo de la columna reflejan esta organización.
Varios tipos de células realizan las funciones de la médula espinal. Las neuronas motoras
grandes tienen axones largos que controlan los músculos esqueléticos del cuello, el torso y
los miembros. Las neuronas sensorias, llamadas células ganglionares de la raíz dorsal y
cuyos axones forman los nervios que transportan información desde el cuerpo hasta la
médula espinal, se encuentran inmediatamente fuera de la médula espinal. Las
interneuronas espinales, que están completamente dentro de la médula espinal, ayudan a
integrar la información sensoria y a generar señales coordinadas que controlan los
músculos. (Matamala, 2010).
Las glías, o células de soporte, son mucho más numerosas que las neuronas en el cerebro y
la médula espinal y cumplen muchas funciones esenciales. Un tipo de célula glial, el
oligodendrocito, crea las vainas de mielina que aíslan los axones y mejoran la velocidad y
confiabilidad de la transmisión de señales nerviosas. Otras glías encierran a la médula
espinal como la llanta y los rayos de una rueda, proporcionando compartimientos para las
vías de fibras nerviosas ascendentes y descendentes.
Los astrocitos, células gliales grandes con forma de estrella, regulan la composición de los
fluidos que rodean las células nerviosas. Algunas de estas células también forman tejido de
cicatriz después de una lesión. Otras células más pequeñas, llamadas microglias, también se
activan en respuesta a lesiones y ayudan a eliminar los productos de desecho. Todas estas
células gliales producen sustancias que ayudan a la supervivencia de las neuronas e
influyen sobre el crecimiento de los axones. Sin embargo, estas células también pueden
impedir la recuperación después de una lesión.
Tras una lesión, las células nerviosas (neuronas) del sistema nervioso periférico (SNP), que
transportan señales a los miembros, el torso y otras partes del cuerpo, pueden
autorrepararse. Los nervios lesionados del SNC, sin embargo, no se pueden regenerar.
2.5.3.1.1. Tumores
Aunque las metástasis pueden encontrarse en estas tres categorías, éstas suelen ser
extradurales.
Figura N° 25. A: Tumor intradural intramedular. Lesión que ensancha la médula y ocupa
todo el saco dural. B: Tumor intradural extramedular. Lesión que comprime la medula, por
dentro del espacio dural. C: Tumor extradural. Lesión que comprime la medula, por fuera
del espacio dural.
° La mayoría causa destrucción ósea. Los sitios más comunes de tumor primario son:
Linfoma
Cáncer de pulmón
Cáncer de mama
Cáncer de próstata
Cáncer de próstata
Cáncer de mama
Figura N° 27. Cordoma de columna lumbar. A) TAC de columna lumbar. B) RM: Corte
axial potenciado T1. C) RM corte sagital potenciado T2. Lesión mixta, lítica y esclerosa del
cuerpo vertebral, hipointensa en T1, (flechas blancas), hiperintensa en T2, que rompe la
cortical posterior y produce masa que comprime la médula espinal. (Villarreal, 2010).
c. Misceláneo
Plasmocitoma: Suele presentarse como un tumor solitario del hueso aunque puede
ser múltiple. Con menor frecuencia afecta a los tejidos blandos. Todos estos tumores
pueden producir gammaglobulinas anormales que son características del mieloma y
progresar hacia el mieloma múltiple. En el esqueleto se encuentran casi siempre
osteólisis múltiples, nítidamente delimitadas, de color gris pálido (apolillado),
principalmente en la columna, costillas, esternón y cráneo.
Figura N° 32. Plasmocitoma, RM de columna lumbar con destrucción del cuerpo vertebral
L3 por masa tumoral que infiltra la musculatura paravertebral y comprime saco
tecal y raíces dependientes.
Figura N° 36. T1 forma múltiples tumores (neurofibromas) D11 opuesto, D12 y cuerpos
vertebrales L1 y se extiende a través de los agujeros de los nervios
C. Tumores que usualmente son intradurales, pero que pueden ser parcialmente o
totalmente extradurales.
Astrocitoma: Tumor del SNC originado en los astrocitos; es el tumor primario más
frecuente en el cerebro. Los astrocitomas presentan todos los grados de malignidad;
desde tumores de crecimiento lento, hasta tumores de crecimiento rápido, muy
invasores, cuya estructura celular está muy poco diferenciada. Este tumor en el
adulto predomina en la corteza cerebral y en los niños en el tronco cerebral y en el
cerebelo.
Ependimoma: Tumor derivado de las células ependimarias, que aparece sobre todo
en el sistema ventricular; presenta estructura en mosaico o en seudorrosetas y
rosetas ependimarias. Generalmente crece con lentitud, pero de modo infiltrante en
las superficies alrededor de vasos limitantes, formados por células cilíndricas con
Schwannomas
Tienen una predominancia cervical baja y una frecuencia craneocaudal creciente a nivel
dorsal y lumbar. Los schwannomas intrarraquídeos se originan clásicamente en las
raíces de los nervios espinales.
Son lesiones pequeñas, bien delimitadas, de superficie blanda, presentan una cápsula
fibrocolagenosa, delgada, gruesa o focalmente discontinua derivada del nervio o tejido
Figura N° 40. Lumbar MRI con contraste que muestra un schwannoma espinal
(intradural extramedular)
Misceláneo:
Dermoide: Quiste blando recubierto por epidermis que puede contener sebo,
queratina, pelos, etc. Quiste dermoide del ovario: neoplasia de células
germinales; además de formaciones anexas en la piel; contiene otras
estructuras hísticas (dientes, tejido nervioso y de otros órganos). Llamado
también teratoma quístico. Rara vez se produce degeneración maligna.
Figura N° 42. Corte RMN sagital T1 (izquierda) y T2 (derecha). Lesión quística multiloculada en
expansión, con componente grasa, que sugiere un teratoma inmaduro. Invasión de la lesión en la
parte posterior de los cuerpos vertebrales.
Se origina por extensión directa o por diseminación a partir de un foco infeccioso lejano. El
primer mecanismo se registra en casos con osteomielitis vertebral, úlceras de decúbito o
tras cirugía de columna, punción lumbar o anestesia epidural. El segundo mecanismo de
producción se puede registrar en procesos infecciosos orofaríngeos, cutáneos, de tejidos
blandos, de tracto urinario, respiratorio y endocarditis. También se registra en infecciones
relacionadas con cateteres vasculares y en personas adictas a drogas por vía
parenteral. Staphylococcus aureus es el germen causal más frecuente, seguido de los
bacilos aerobios gram-negativos. Otros gérmenes ocasionalmente implicados son los
estreptococos y los estafilococos coagulasa-negativos. En la actualidad, cada vez se
localizan más abscesos epidurales en la columna lumbar, mientras que anteriormente la
región dorsal era la más afectada. Este cambio puede deberse a un incremento del número
de procedimientos espinales en los últimos años, la mayoría de los cuáles se realizan en la
región lumbar. Los abscesos epidurales de localización cervical son los menos frecuentes,
aunque son especialmente agresivos al asociarse con gran frecuencia (74% de los casos)
con compresión medular. El absceso puede formarse tanto en la porción posterior como en
la anterior del espacio epidural espinal. Los abscesos posteriores se extienden axialmente
con más facilidad que los anteriores, debido a la firme unión de la duramadre al hueso y los
ligamentos en el espacio espinal anterior. La extensión del absceso epidural suele ocupar
cuatro o cinco segmentos vertebrales, aunque puede extenderse a lo largo de gran parte de
la columna. La infección epidural puede producir lesión de la médula espinal directamente
via compresión mecánica o indirectamente como resultado de una invasión del plexo
venoso espinal. (Rejas, 2010).
Un hematoma epidural es una acumulación de sangre que ocurre entre la duramadre que es
la capa que rodea al sistema nervioso central y el cráneo. Debido a que la duramadre
también recubre a la médula espinal, un sangrado epidural puede también presentarse en la
columna. En la mayoría de los casos se deben a traumas físicos y produce un aumento en
la presión intracraneal e incluso puede verse reflejado en desviación de la línea media de
las estructuras cerebrales, y puede llegar a ser mortal, por lo tanto, un hematoma epidural es
una emergencia médica. En la imagen por tomografía suele observarse una imagen
biconvexa, a diferencia del hematoma subdural que muestra una imagen concava en su cara
interna.
Figura N° 46. Hematoma Epidural en T2, cortes sagitales. Imagen hipointensa en espacio
epidural L2-L3 que comprime cola de caballo.
2.5.3.1.4. La Mielopatía
La mielopatía cervical es la consecuencia de una compresión mecánica que se ejerce por los
elementos constituyentes de un canal vertebral patológico, sobre un tejido blando muy
vascularizado, que es la médula espinal. Se comentan las distintas actitudes quirúrgicas
para este cuadro patológico, considerando que al ser la médula un tejido blando,
deformable pero no desplazable, la descompresión quirúrgica exige la eliminación real y
directa de la causa que origina la compresión. Las líneas actuales de trabajo de la mayor
parte de los grupos dedicados al estudio de esta patología se centran en perfeccionar
las técnicas quirúrgicas diseñadas para su tratamiento.
Figura N° 47. En esta imagen podemos ver la diferencia entre en segmento normal de la
columna: En el interior del círculo azul donde la médula presenta un calibre normal (trazo
gris vertical) y existe espacio entre está y los huesos que la rodean (trazos blancos
verticales a ambos lados del gris). En el interior del círculo rojo la médula ha disminuido de
calibre y esta comprimida por las paredes de las vertebras que la rodean (han desaparecido
los trazos blancos). (Rejas, 2010).
° Signo de Lhermitte: Las maniobras de Valsalva y la extensión o flexión del cuello pueden
producir sensaciones eléctricas a lo largo de la columna vertebral
2.5.3.4. Mielitis
Mielitis virales: Provocadas por distintos agentes virales. Las más frecuentes son
por enterovirus, zoster, HIV, HTLV-1, etc. Cuadro clínico variable dependiendo del
estado inmunitario y del genio epidemiológico; por lo general paraparesias o
paraplejias con compromiso sensitivo y de los esfínteres
Hasta ahora existen pocos datos para aventurar posibles causas en la siringomielia
idiopática. Se han visto familias con varios de sus miembros afectados de siringomielia con
un patrón de herencia autosómica dominante, pero la mayoría de los casos son esporádicos.
Los factores tóxicos o infecciosos carecen de datos epidemiológicos a su favor. También se
ha propuesto como causa o desencadenante el parto traumático. tras analizar
anatomopatológicamente una extensa serie de casos con siringomielia, la divide en tres
grupos: Dilataciones del canal centromedular en comunicación con el IV ventrículo,
asocian hidrocefalia y están tapizadas por epéndimo. Dilataciones del canal centromedular
no comunicante, cubiertas de tejido ependimario y separadas del óbex por un segmento
medular normal; estas cavitaciones tienden a extenderse paracentralmente en el interior de
la médula tapizadas por un tejido gliótico. Dilataciones extracanaliculares situadas en el
parénquima medular, pero que no se comunican con el canal centromedular; al igual que las
no comunicantes están revestidas por tejido fibroso y con frecuencia se abren hacia el
espacio subaracnoideo.
2.5.3.6. Cervicobralgias
2.5.3.7. Lumbociáticas
Es el "dolor lumbar irradiado a lo largo del trayecto del nervio ciático". La lumbociática es
un cuadro de relativa frecuencia. Puede iniciarse en forma brusca, que es lo más habitual, o
insidiosa, con cuadros previos de dolor lumbar puro. Es producido por la compresión
radicular, que limita o impide el deslizamiento de la raíz. Lo que provoca finalmente el
dolor es el estiramiento de las raíces nerviosas, cuyo deslizamiento está impedido por la
compresión. También la compresión sobre los plexos venosos perirradiculares produce
edema y liberación de neurotransmisores del dolor (polipéptido P)
Existen muchas causas que pueden comprimir e impedir el deslizamiento de las raíces,
como tumores vertebrales, traumatismos, fenómenos inflamatorios, etc. Pero la gran
mayoría de las veces (90%) es la hernia del núcleo pulposo que comprime la raíz en la
emergencia del saco, en el trayecto del foramen o a su salida. Generalmente la HNP se
produce en forma brusca en los jóvenes o lenta e insidiosamente en enfermos de mayor
edad. (Stephens, 2003).
desgarros de las fibras elásticas que lo componen. Estos pequeños desgarros son
reparados con fibras que no son elásticas y cuya disposición ya no es tan ordenada
como la que existía, queda por así decir una "cicatriz" en el lugar del desgarro.
° La formación de "osteofitos".
Este estrechamiento progresivo del canal raquídeo puede causar compresión de las
meninges primero y luego compresion de las raíces nerviosas o de la médula espinal,
dependiendo de la altura donde esté afectada la columna. En algunos casos el
estrechamiento ocurre hacia el canal de conjunción, donde puede comprimir un raíz.Se
llama "estenosis foraminal" a este caso, y puede darse aisladadamente, o además de una
raquiestenosis segementaria o generalizada.
Lumbocruralgia: En este caso las raíces comprometidas son las del nervio crural y
el dolor tendrá la distribución de las raíces del plexo lumbar; cara anterior del
muslo y rodilla si es L3 ,o un poco más distal por el borde tibial de la pierna si es
L4, o el borde externo del muslo si L2.Habrá hiporreflexia o arreflexia rotuliana y a
la maniobra de estiramiento de las raíces lumbares altas se llama "signo de
O'Connell", y se hace flectando la pierna sobre el muslo y extendiendo la
articulación coxofemoral, y evoca dolor en la cara anterior del muslo y con la
distribución de la raíz respectiva, si es que está comprimida. (Stephens, 2003).
Neuropatías focales
o Agudas progresivas
o Agudas no progresivas
o Crónicas
Neoplasias
Sordera congénita
Neuropatías extensas
o Agudas progresivas
Polirradiculoneuritis postvacunal
Diabetes mellitus
o Agudas no progresivas
o Crónicas
Degenerativas
Endocrinas - metabólicas
Hipotiroidismo [P]
Diabetes mellitus
Síndrome de Cushing
Neuropatía hipoglucémica
Tóxicas
Disautonomía
Episódicas
Las neuropatías pueden cursar solo con signos motores, sensitivos y vegetativos, o con
una combinación de ellos. Normalmente, predominan los motores que, en cualquier
caso, son de neurona motora inferior (parálisis flácida e hiporreflexia). Así, en una
neuropatía traumática suele existir afectación motora y sensitiva, mientras que en una
neuropatía degenerativa solo se suele alterar una función, generalmente la motora. La
presencia de signos vegetativos es infrecuente, salvo en la disautonomía.
o Paresia-parálisis
o Hiporreflexia-arreflexia
Neuropatía sensitiva
o Hipoalgesia-analgesia
o Hipoestesia-anestesia
o Parestesia (automutilación)
o Hiporreflexia-arreflexia
Neuropatía vegetativa
o Anisocoria-midriasis
o Salivación disminuida
o Bradicardia
A. Neuropatías Traumáticas
Neurotmesis cuando se lesionan de forma completa todas las estructuras del nervio
(axones y cubierta conectiva).
Debe diferenciarse de las lesiones del nervio facial que ocurren en algunas afecciones
del oído medio y del tronco cerebral. Se considera que 3 de cada 4 neuropatías del
facial en perro son idiopáticas, mientras solo 1 de cada 4 lo son en gatos.
Se diagnostica tras descartar la afectación del oído medio, tal y como se comenta
en ataxia, y a nivel del tronco encefálico, en cuyo caso debieran existir déficits de otros
nervios craneales o de la propiocepción. Igualmente, la presencia de un síndrome de
Horner descarta que la neuropatía sea idiopática. (Rejas, 2010).
Cursa con una parálisis mandibular bilateral aguda, siendo el animal incapaz de cerrar
la boca, babeando, y mostrando dificultad para comer y beber. Solo existen signos
motores, no afectándose la parte sensitiva del nervio.
Los tumores más frecuentes en los perros son los de la vaina nerviosa, pudiendo
interesar a los nervios periféricos y a las raíces nerviosas.
E. Sordera Congénita
A. Polirradiculoneuritis Idiopática
Suele comenzar de forma aguda con debilidad e hiporreflexia que afecta a los miembros
traseros, progresando en semanas o un par de meses hacia una tetraplejia flácida simétrica.
Los signos son principalmente motores, si bien a veces se acompaña de hiperestesia.
Los animales muy afectados pueden mostrar falta completa de reflejos en nervios espinales,
debilidad de los músculos inervados por el nervio facial, afectación del ladrido, incapacidad
para elevar la cabeza y dificultad respiratoria. La función vesical y el reflejo perineal no se
ven afectados. (Rejas, 2010).
La parálisis del mapache es un proceso muy similar en el que existe una historia de
mordedura por un individuo de dicha especie animal; igualmente, la polirradiculoneuritis
postvacunal también cursa de esta manera.
Se diagnostica en base al cuadro clínico, debiendo diferenciarse de los procesos que afectan
a la placa neuromuscular, como la parálisis por garrapatas. La presencia de hiperestesia
descarta una enfermedad de la unión neuromuscular.
Suele evolucionar hacia la mejoría en semanas o meses, aunque existe riesgo de taras
permanentes e incluso de fallecimiento por parálisis de los músculos de la respiración.
Se indica una terapia de sostén ya que no responde al tratamiento con corticoides. (Rejas,
2010).
La infección por Toxoplasma gondii, y también por Neospora caninum, puede provocar un
cuadro de polirradiculoneuritismiositis, además de una meningoencefalitis.
Cursa con paraparesia progresiva y rigidez extensora del tercio posterior, no mostrando
dolor a la palpación, atrofiándose lentamente los músculos afectados.
Esta parálisis está causada por una toxina producida por algunas especies de garrapatas,
siendo mucho más frecuente en los Estados Unidos de Norteamérica y Australia, que en
Europa. La toxina provoca una inhibición de la liberación presináptica de la acetilcolina o
de la propagación del impulso nervioso en el axón.
Cursa con una parálisis flácida ascendente, que se inicia con ataxia del tercio posterior que
evoluciona a decúbito en 24-72 horas, sin modificación de la sensibilidad. A veces existen
signos de afectación de nervios craneales (alteración del ladrido, tos o disfagia). Si no se
trata suele producirse la muerte por parálisis de los músculos respiratorios en 1-5 días.
D. Botulismo
Es una intoxicación poco frecuente debida al consumo de comida contaminada por una
exotoxina preformada por Clostridium botulinum, que puede afectar a cualquier especie
animal. El origen de la intoxicación es la ingestión de materia animal (cadáveres) o vegetal
(ensilados), o de alimento enlatado, contaminados. En potros también se puede observar un
botulismo toxiinfeccioso, cuando la toxina se produce dentro del tracto gastrointestinal.
En perros cursa con una parálisis ascendente simétrica progresiva, sin alteración de la
sensibilidad. Generalmente, existe una afectación de los nervios craneales más intensa que
la observada en otros procesos, como la polirradiculoneuritis idiopática o la parálisis por
garrapatas; se puede observar babeo, tos, dificultad en la prensión de alimentos, parálisis
facial, megaesófago y midriasis.
En équidos cursa con debilidad progresiva, que evoluciona a decúbito, parálisis de los
músculos respiratorios y muerte, existiendo también signos de alteración de los pares
craneales. (Farias, 2004; Nuñez, 2004; Padilla, 2004; Goicochea, 2004).
La administración de antitoxina no suele ser eficaz una vez que los signos clínicos están
presentes. En perros es fundamental una terapia de mantenimiento durante 1-3 semanas,
tiempo que tarda en recuperarse, teniendo cuidado de evitar las neumonías por aspiración y
la parálisis de los músculos respiratorios. La administración de inhibidores de la
acetilcolinesterasa, como la neostigmina, puede ser útil.
E. Neuromiopatía Isquémica
Es una enfermedad frecuente en gatos causada por una embolia que se localiza
generalmente en la trifurcación de la aorta y obstruye las arterias ilíacas externa e interna y
la arteria sacra intermedia. El émbolo se suele originar en un trombo surgido generalmente
en el endocardio de la aurícula izquierda en gatos con cardiomiopatía.
Los signos son de aparición aguda, afectando al tercio posterior: paraparesia o paraplejia,
pulso femoral débil o ausente, extremidades frías, dolor y tumefacción muscular, analgesia,
etc.; el reflejo rotuliano no se ve alterado, pudiendo aparecer a las pocas horas una
extensión rígida de los miembros debida a una contractura secundaria a la isquemia
muscular.
Con el tiempo, generalmente varios meses, puede existir un grado variable de recuperación,
gracias a la circulación colateral. No obstante, el pronóstico es reservado debido a la
posibilidad de nuevas embolias. (Farias, 2004; Nuñez, 2004; Padilla, 2004; Goicochea,
2004).
Es una enfermedad de inicio insidioso y curso lentamente progresivo que afecta a perros y
gatos.
Cursa con paresia y disminución de los reflejos de los cuatro miembros, tropezando el
animal al caminar. Algunos individuos muestran signos de afectación de nervios craneales,
como la paresia del facial o alteraciones en la voz.
G. Neuropatías Degenerativas
Son numerosas las neuropatías de naturaleza degenerativa descritas en perros y gatos. Por
lo general, estas enfermedades suelen ser hereditarias y se relacionan con razas específicas.
I. Neuropatías Tóxicas
Se trata con atropina (0,2-0,4 mg/kg vía iv. lenta), repitiendo la mitad de la dosis vía sc. o
iv. si es necesario. Si la intoxicación es reciente es recomendable bañar al animal o
administrarle vía oral carbón activado para eliminar los restos de tóxicos, además de la
terapia de mantenimiento.
J. Disautonomía
K. Miastenia grave
El signo clínico característico es una debilidad episódica inducida por el ejercicio, que
desaparece tras un breve reposo. La paresia e hiporreflexia suelen ser más intensas en los
miembros pélvicos. Con frecuencia, se observa hipersalivación, megaesófago, alteración
del ladrido y midriasis.
Se administra 0,1 mg/kg vía iv., observándose la reversión de los signos al minuto, durante
unos 15 minutos. Es recomendable administrar previamente atropina (0,05 mg/kg vía im.)
para evitar la aparición de signos muscarínicos.
Algunos casos de miastenia grave adquirida se relacionan con timomas, en cuyo caso se
recomienda su extirpación.
A. Listeriosis
Existe un elevado riesgo zoonótico porque puede estar presente en la leche. El síndrome
encefálico se caracteriza por la afectación del nervio trigémino, del núcleo del trigémino y
del tronco encefálico. Se cree que el germen llega al trigémino a través de pequeñas
lesiones en las mucosas de la cavidad oral. Los signos clínicos de la listeriosis encefálica
derivan de un compromiso unilateral de los nervios craneales, como el Trigémino, el Facial,
el Sistema Vestibular y otros, y sus núcleos. ( Andersen, 2011).
B. Polioencefalomalacia
Cuando hay mucha tumefacción, las neuronas comienzan a sufrir de necrosis a causa de la
presión., proceso que se denomina polio (materia gris)-encéfalo-malacia
(reblandecimiento), que en bovinos es dependiente de la disponibilidad de tiamina,
sintetizada normalmente en el rumen, o provista en la dieta en ausencia de síntesis ruminal.
La disponibilidad de tiamina puede se afectada por la presencia de tiaminazas. Estas
pueden ser producidas por plantas (como el P. aquilinum), o por ciertas bacterias en el
rumen.
Algunos casos de polio no están relacionados con la tiamina sino con un exceso en el
consumo de azufre o compuestos sulfurados, que pueden encontrarse en exceso en el agua,
ciertos forrajes, melaza, etc. ( Andersen, 2011).
Cuadro clínico
Diagnóstico
Tratamiento
Está indicado el inmediato tratamiento con tiamina (10 mg/kg inicialmente por vía EV, en
forma lenta, cada 6 horas y continuar luego por vía IM, durante varios días. Algunos
animales podrían requerir la administración de dexametasona (1-2 mg/kg) y de furosemida
(¡mg/kg vía EV.
C. Rabia
La rabia es una encefalomielitis viral (del género Lyssavirus) que puede afectar a todos los
mamíferos. La rabia urbana – cuyo reservorio en el Perú son los perros – raras veces son un
problema para los vacunos. Sin embargo, se han registrado casos en los establos cercanos a
la ciudad por el ingreso a los establos de perros con rabia, que mordieron a bovinos en la
cabeza por la curiosidad de éstos que suelen acercarse para mirar mejor y olfatear a los
perros. La rabia selvática – cuyo reservorio en el Perú son vampiros hematófagos de la
especie Des-modus rotundus – es del tipo de rabia paralítica. (Farias, 2004; Nuñez, 2004;
Padilla, 2004; Goicochea, 2004).
Signos clínicos
Hay dificultad deglutoria, parálisis ruminal y emaciación; suelen emitir mugidos alterados.
Los casos de rabia paralítica se caracterizan por ataxia gradualmente ascendente, paresia y
parálisis de las ex-tremidades. Los animales suelen presentar flexión de los menudillos,
andar vacilante y flacidez de la cola. Los casos de rabia urbana (rabia furiosa) se
caracterizan por hiperexitabilidad e hiperestesia. Puede haber respuestas agresivas a los
estímulos externos (como ruidos, luz, movimientos). Pueden presentar mugidos muy
sonoros.
Los animales terminan postrados. El curso de la enfermedad raras veces dura más de una
semana.
Figura N° 54. Corte de encéfalo donde se reconoce colapso del sistema ventricular,
hemorragias puntiformes en los ganglios basales y necrosis multifocal por licuefacción
Control
Hay diversas clases de vacunas que ofrecen protección parcial contra infecciones causadas
por BoHV-1 o BoVF-5. Una de las mejores vacunas disponibles es a virus vivo modificado
de BoHV-1, de aplicación intranasal, que son eficaces contra infecciones por ambos virus.
Los ovinos son el reservorio natural del virus, pero ellos nunca enferman.
Por lo general se acepta que el virus no se transmite de un bovino a otro, aunque existen
evidencias que su-gieren que en algunos casos habría un ciclo de transmisión de bovino
portador sano a otro bovino susceptible. Ha sido reportada en Junín, Puno, Arequipa, Lima
y Cajamarca. ( Andersen, 2011).
Cuadro clínico
En algunos casos el curso es hiperagudo (de 1 a 3 días), con fiebre alta, diarrea y discretos
cambios oculares. El cuadro clínico clásico es agudo, presentando los animales fiebre
persistente de ≥ 41.0 ºC, depresión, disnea, erosiones y exudación mucopurulenta en las
vías respiratorias altas, ollares y boca; salivación.
Control
Diagnóstico
IBR
G. Meningoencefalitis Trombótica
Es una enfermedad del SNC, frecuente en los centros de engorde de USA y ganaderías
europeas, causada por un cocobacilo Gram negativo denominado Histophilus somni (antes
conocido como Haemophilus somnus).
Complejo de Histophilosis:
1. Neumonía
2. Artritis
3. Mastitis
4. Infecciones uro-genitales
5. Aborto
6. Miocarditis
Cuadro clínico
Puede haber muerte súbita. Signos respiratorios suelen anteceder en una o dos semanas al
cuadro neurológico.
Hay fiebre elevada. Los signos neurológicos iniciales que se observan son: depresión, ojos
semicerrados, ata-xia y decúbito lateral; luego puede presentarse ceguera parcial o total,
opistótono y convulsiones.
Si los animales son tratados al inicio, cuando están de pie, pueden recuperarse; de lo
contrario suelen morir en el curso de 24 a 36 horas. ( Andersen, 2011).
Tratamiento
° Florfenicol (20 mg/kg vía IM repetido 48 h después) es muy efectivo y puede ser el
antimicrobiano de elec-ción.
Control
Se han desarrollado productos biológicos para el control del complejo respiratorio bovino,
causado por Mannheimia (Pasteurella) haemolytica, e Histophilus somni.
I. Tétano
El Cl. tetani es una bacteria Gram (+), anaerobia, formadora de esporas, de distribución
universal. Bajo con-diciones aeróbicas, la bacteria se encuentra en estado vegetativo que
produce y libera varias toxinas, siendo las más importantes la tetanolysina y la neurotoxina
tetánica (TeNT), o tétanoespasmina que es responsable del cuadro clínico.
Las esporas de Cl. tetani entran al cuerpo a través de heridas comúnmente de la piel o sus
anexos (por des-corne. castración, aretado, a través de abscesos en las suelas de las
pezuñas, etc.), pero también causadas por re-tículoperitonitis traumática. También pueden
entrar por el ombligo, o ser secuela de infecciones uterinas. Un aspecto característico del
tétano es que usualmente la toxina actúa a distancia del punto de ingreso. (Farias, 2004;
Nuñez, 2004; Padilla, 2004; Goicochea, 2004).
La neurotoxina (TeNT) se desplaza de modo retrógrado a lo largo del axón motor desde la
unión neuromus-cular hasta alcanzar la neurona en el asta ventral de la médula espinal.
Aquí la neurotoxina inactiva neuronas inhibitorias en un proceso irreversible que puede
durar días o semanas.
Cuadro clínico
El primer signo que se observa es rigidez en la locomoción por espasmo muscular; hay
hiperestesia marcada.
Se presenta meteorismo ruminal y signos de ansiedad (orejas dirigidas hacia atrás, párpados
muy abiertos y protrusión de la membrana nictitante., cabeza extendida y ollares muy
abiertos, mandíbula rígidamente cerrada, cola levantada y parada rígida.
Tratamiento
Medidas a considerar:
Neutralizar la toxina, lo que sólo es posible antes de que la toxina se adhiera al nervio; la
dosis fluctúa entre 1,500 U y > 100,000 U diarios por 3 a 5 días.
Control
J. Botulismo
El botulismo es causado por Clostridium botulinum, que es una bacteria Gram positiva
formadora de esporas, anaerobia obligada, productora de variantes de una potente
neurotoxina. Se encuentra en el suelo, residuos vegeta-les y animales bajo condiciones
anaeróbicas.
Cuadro clínico
Otros signos son la dificultan en la prensión y deglución de los alimentos, que se acompaña
de protrusión de la lengua.
Tratamiento
Existe una antitoxina trivalente, pero su eficacia es muy limitada. Aplicar terapia de apoyo.
Control
Actualmente existen varias vacunas disponibles para bovinos en Brasil, Australia y otros
países.
La Singvac 3 year de Fort Dodge requiere de una dosis con toxoides específicos previene el
botulismo causa-do por los tipos C y D. Una 2ª dosis de refuerzo puede ser requerida 12
meses después en áreas no endémicas.
K. Encefalomielitis Equina
Etiología
Familia: togaviridae
Genero: alfavirus
Patogenia
Características clínicas
Fiebre(39-41°C)24 a 72 hs
Anorexia
Depresión
Hipersensibilidad
Ceguera aparente
Orejas caídas
"Caballos dormilones"
Irritabilidad
Caminar en círculo
Castañeo de dientes
Paresia
Agresividad
Paresia facial
Ataxia
Estadio final
Decúbito
parálisis faríngea
Convulsiones
Estado comatoso
Mortalidad
EEE 75-100%
EEO 10-40%
EEV40-70%
Recuperación total en la mayoría de los casos, en algunos pocos casos secuelas nerviosas.
Diagnóstico diferencial
Leucoencefalomalacia
Botulismo
Rabia
Control
-Diagnóstico certero
-Animales centinela
-Control de insectos
1969 brote en Venezuela para 1971 había producido miles de muertes en Centroamérica,
Méjico y Texas, fue interrumpido abruptamente por un programa de control integrado
internacional que básicamente incluyó:
Programa de vigilancia
Vacunación masiva
A. Coccidiosis nerviosa
Está asociada a infecciones entéricas por Eimeria zuernii o por Eimeria bovis. Reportada en
mucha partes del mundo, sobre todo en ganado de carne – donde puede afectar a más del
30% de terneros y novillos de engorde de 6 a 12 meses de edad (con elevada mortalidad –
parece no haber sido diagnosticada en nuestro medio. El cuadro neurológico es causado por
una neurotoxina, asociada a trastornos electrolíticos.
El cuadro clínico puede ser variable. Se puede presentar desde ataxia y temblores
musculares, hasta postración con hiperestesia, mostrando convulsiones, nistagmo,
estrabismo.
B. Neosporosis
Hace algunos años, casos neurológicos observados en terneros recién nacidos fueron
diagnosticados como toxoplasmosis cerebral. Hoy sabemos que eran casos causados por
Neospora caninum.
Suelen haber casos asintomáticos. Los signos clínicos observados son letargia, opistótono,
ataxia, convulsiones, parálisis fláccida de los posteriores.
Etiopatogenia
La respuesta inmune celular en los pacientes de MDC depende del estadio clínico y la
severidad de la enfermedad. Los animales con MDC presentan una depresión de la
blastogénesis linfocitaria in vitro frente al estímulo de mitógenos inespecíficos como la
concanavalina A, posiblemente originada por la presencia de una población de células
supresoras circulantes. Quizás la MDC podría ser una enfermedad secundaria provocada
por la activación de una población de linfocitos autoinmunes con acción autoinmune hacia
el propio tejido nervioso.
Ciertos autores han demostrado en algunos caninos con MDC, la presencia de células
específicas que reconocen como antígeno a la proteína básica de la mielina canina, como
también se han descubierto inmunoglobulinas unidas dentro de las lesiones medulares en
caninos con MDC. Los pacientes también muestran un incremento de los complejos
inmunes séricos circulantes. Los antígenos en estos complejos han sido examinados y
aparentan ser marcadores específicos para la MDC, no habiéndose encontrado en pacientes
sin MDC. La electroforesis de complejos inmunes demuestra que las proteínas presentes
son de tipo inflamatorio, las mismas que aumentan en las enfermedades inflamatorias
neurológicas caninas.
Signos clínicos-diagnóstico-tratamiento
MDC esté totalmente descartada. Los análisis clínicos son normales a excepción del
incremento en las proteínas del líquido cefalorraquídeo (LCR), obtenido por centésis a
nivel de la columna lumbosacra. La electroforesis bidimensional de dichas proteínas
representa cambios relacionados a la inflamación no específica de MD. La electroforesis
bidimensional de las proteínas del
Figura N° 55. Boxer macho de 6 años de edad con paraparesia y ataxia moderada.
Importancia
relativamente nueva que fue notificada por primera vez en el Reino Unido en la década de
1980. Se propaga por ingestión; los animales y los humanos se infectan al ingerir tejidos
que contienen priones provenientes de un animal infectado. (Andersen, 2011).
Etiología
Además del prión de la EEB 'clásica', se pueden detectar dos priones atípicos de la EEB en
el ganado bovino. Uno de ellos posee fragmentos de masa molecular más elevados que la
EEB clásica y se denomina EEB ‘tipo-H’ o EEB-H; el otro posee una masa molecular
menor y se denomina EEB ‘tipo-L’ o EEB-L. Algunos autores denominan a la enfermedad
causada por el último organismo “encefalopatía espongiforme amiloidótica bovina (EEAB).
Los priones atípicos de la EEB pueden ser cepas adicionales de la EEB o priones que
aparecen de manera espontánea. Actualmente, la hipótesis más probable es que estos
priones surgen espontáneamente en el ganado bovino, igual que ciertas enfermedades
priónicas de otras especies (por ej., la enfermedad espontánea de Creutzfeldt–Jakob de los
humanos). Se ha observado que la EEB-L atípica cambia a un fenotipo de EEB clásica en la
transmisión a ratones de líneas consanguíneas o a ciertos ratones transgénicos. De modo
similar, la EEB-H desarrollada presenta EEB clásica en algunos ratones salvajes. Esto ha
sugerido que uno de estos priones podría haber dado origen a la EEB epidémica después de
la amplificación a través de la cadena alimenticia. (Andersen, 2011).
Distribución geográfica
Se han hallado casos de EEB en el ganado bovino criollo de la mayoría de los países
europeos, Canadá, EE.UU., Israel y Japón. Se observó esta enfermedad en el ganado
bovino importado en las islas Malvinas (Falklands) y en Omán. Algunos países, entre ellos
Islandia, Australia y Nueva Zelanda, parecen estar libres de EEB; sin embargo, no se puede
determinar la presencia o ausencia de esta enfermedad en países que no cuentan con
programas adecuados de vigilancia.
Transmisión
La EEB se suele transmitir cuando un animal o una persona ingieren tejidos que contienen
el prión de la EEB. Los animales jóvenes pueden ser particularmente susceptibles a la
infección; algunos estudios sugieren que la mayoría del ganado bovino se infectó con EEB
durante los seis primeros meses de vida. Se piensa que en un principio los priones se
reproducen en las placas de Peyer en el íleon, y luego son transportados a través de los
nervios periféricos al sistema nervioso central (SNC). En el ganado bovino los priones se
acumulan en el cerebro hasta 24 horas después de la infección. Aún no se comprende por
completo los riesgos de transmisión de diversos tejidos; no obstante, la mayor
concentración de priones se produce en el SNC y el íleon. En el ganado bovino infectado de
manera natural, se han encontrado principalmente en el cerebro, la médula espinal, la retina
y la parte distal del íleon, pero recientemente técnicas más sensibles han detectado a este
agente en los ganglios de la raíz dorsal, los nervios periféricos y las glándulas adrenales. En
el ganado bovino infectado de manera experimental se han hallado en el SNC, ganglios de
la raíz dorsal, ganglios trigéminos, ganglios torácicos, algunos nervios periféricos, parte
distal del íleon (especialmente en las placas de Peyer), glándulas adrenales, amígdalas y
médula ósea. En un animal, la inmunocoloración detectó priones en los macrófagos de los
ganglios linfáticos subilíacos pero no es otros ganglios linfáticos evaluados. En este animal,
también se detectó inmunocoloración muy débil en las células epiteliales tubulares del
riñón, el timo y los islotes de Langerhans. Mediante un sistema muy sensible (bioanálisis
del ratón transgénico), se detectó recientemente la infectividad en la mucosa nasal y de la
lengua del ganado bovino en las etapas terminales de la enfermedad. No obstante, no se
En algunos tejidos, la cantidad de priones puede ser baja o la incidencia poco común, y el
riesgo de transmisión es incierto. Algunos tejidos pueden contener priones sólo en las fases
terminales de la enfermedad; la acumulación de priones en los nervios periféricos y las
glándulas adrenales parece coincidir con, o seguir a, la acumulación de priones en el SNC.
No se ha observado EEB clásica en los músculos, excepto en una muestra evaluada
mediante bioanálisis de ratón, donde se creyó que la infectividad estaba asociada a las
terminaciones de los nervios periféricos. No obstante la carne se puede contaminar con
tejidos del SNC durante la faena o el procesamiento. Por esta razón, muchas naciones han
prohibido las técnicas de faena y procesamiento de alto riesgo (ver “Prevención”). La
evidencia epidemiológica y los estudios de transmisión sugieren que la EEB no se transmite
por la leche, el semen o el embrión.
Existe escasa o ninguna evidencia de que la EEB se transmita de manera horizontal entre el
ganado bovino, pero las crías de los animales infectados presentan un aumento en el riesgo
de contraer la enfermedad. En un estudio, el riesgo de que un ternero desarrolle EEB
resultó ser mayor cuando la madre se encontraba en etapas más evolucionadas de infección
(es decir, cerca de la aparición de los signos clínicos). Estas observaciones han llevado a la
especulación de que podría ser posible la transmisión vertical. Si eso ocurre, la transmisión
vertical parece ser poco común, y se desconoce la vía. Un modelo sugirió que el riesgo
acumulado de transmisión de EEB de madre a cría es de aproximadamente 2 %; sin
embargo, el intervalo de confianza incluyó cero.
esta especie. En un rebaño experimental se produjo la transmisión de dos ovejas a sus crías;
se desconoce si este acontecimiento ocurrió in utero o poco después del nacimiento.
Signos clínicos
estudio, 25 % del ganado bovino con EEB presentó alteración de la marcha en donde las
patas se movían en pares lateralmente, pudiendo ser indicio de esta enfermedad. No se
suele observar prurito intenso, pero algunos animales pueden lamerse o rascarse de manera
persistente. Los síntomas inespecíficos incluyen deterioro de la condición corporal, pérdida
de peso, rechinar de dientes (posiblemente debido al dolor visceral o a una enfermedad
neurológica) y disminución en la producción de leche. También se han informado síntomas
como disminución de la rumiación, bradicardia, y alteración del ritmo cardíaco. Los
síntomas de la EEB suelen empeorar gradualmente en un plazo de algunas semanas a seis
meses, pero casos excepcionales se desarrollan en forma aguda y avanzan rápidamente. La
enfermedad neurológica rápida de aparición aguda parece ser especialmente común entre
los rumiantes exóticos en zoológicos. Cuando los síntomas aparecen, la EEB siempre es
progresiva y mortal. (Andersen, 2011).
A. Hidrocefalia
Etiopatogenia
Cuadro clínico
La forma congénita cursa con agrandamiento de la cabeza (prominencia del frontal), atrofia
cerebral, estrabismo divergente y los signos neurológicos secundarios al daño cerebral, que
varían de un paciente a otro: convulsiones, comportamiento y estado mental anormales, etc.
Los signos de las formas adquiridas se relacionan con el aumento de la presión intracraneal.
Diagnóstico
Figura N° 56. Radiografía de cráneo donde se observa hidrocefalia en la parte frontal del
cráneo
Tratamiento
Las formas congénitas muy intensas no deben tratarse al existir una amplia atrofia cerebral.
El resto se pueden manejar con glucocorticoides, los cuales disminuyen la producción de
líquido cefalorraquídeo, y furosemida, habiéndose descrito también el uso de acetazola-
mida, diurético inhibidor de la anhidrasa carbónica que disminuye la formación de líquido
cefalorraquídeo. Si cursa con convulsiones se añade al tratamiento antiepilépticos.
En los procesos adquiridos debe tratarse la causa original y, en su caso, los síntomas.
B. Meningoencefalitis
b. Meningitis granulomatosa
Proceso patológico inflamatorio que afecta a perros, principalmente adultos jóvenes (2-6
años) de razas pequeñas (caniche, terriers). Se supone que el mecanismo patogénico es una
reacción de hipersensibilidad retardada mediada por linfocitos T. (Rejas, 2010).
Puede afectar a tronco cerebral, corteza cerebral, cerebelo, médula espinal y meninges,
dividiéndose en focal (proceso insidioso y progresivo, de 3-6 meses) y diseminada (proceso
subagudo, que evoluciona rápidamente en 1-8 semanas, siendo fatal en 7 días en el 25% de
los casos), con dolor intenso y disfunción neurológica variable según la localización y
extensión: signos vestibulares (ataxia, ladeo de cabeza, nistagmos), encefálicos
(convulsiones, depresión mental), parálisis de nervios craneales, déficits de visión,
hiperestesia cervical, etc.
Proceso idiopático que suele afectar a perros jóvenes adultos de tamaño pequeño-mediano,
por debajo de unos 15 kg. Los temblores suelen afectar a las 4 extremidades y cabeza,
A nivel del líquido cefalorraquídeo a veces existe leve o moderado aumento de linfocitos,
pudiendo estar ligeramente incrementadas las proteínas.
D. Neoplasias cerebrales
Los signos clínicos aparecen como consecuencia de una masa que ocupa un espacio
restringido y los efectos indirectos que aparecen son a veces más importantes que los
directos, provocando una necrosis del parénquima cerebral circundante, alteración de la
barrera hematoencefálica, con la aparición de edemas, hidrocefalia secundaria a la
obstrucción del sistema ventricular, hernias cerebrales causadas por un aumento de la
presión intracraneal, hemorragias, etc.
Los signos clínicos varían en función de su localización, pero en general son de comienzo
gradual y progresión lenta. Las manifestaciones agudas aparecen cuando se produce una
hemorragia o un edema en asociación al tumor.
Uno de los signos más comunes es la alteración del estado mental (depresión, estupor o
coma), que puede comenzar como una respuesta anormal o disminuida frente a los
estímulos, y que generalmente se acompaña de un aumento de la presión intracraneal.
Posteriormente se suelen presentar, aunque no siempre, las convulsiones. El lesiones
focales los signos aparecen generalmente lateralizados hacia el lado contrario de la lesión
(con frecuencia se observa un déficit propioceptivo en la extremidad posterior contralateral
en un paciente que camina en círculos, con el centro de la circunferencia ipsolateral).
E. Disfunción cognoscitiva
En gatos hay muchos menos estudios, aunque se considera que aparecen signos a partir de
los 10 años de edad, aumentando la prevalencia con la edad de forma similar a los perros:
se cita una prevalencia del 28% en gatos entre 11-14 años y del 50% en los mayores de 15.
Un dato importante es que los propietarios no comunican estos cambios salvo cuando los
signos afectan a su confort, por lo que las consultas debidas a esta patología son mucho
menores en relación a la prevalencia real. Es por ello importante incluir en el cuestionario
de la historia de los pacientes viejos preguntas relacionadas con los signos de un síndrome
cognoscitivo.
Etiopatogenia
Esta disfunción mitocondrial se produce cuando las mitocondrias sufren estrés oxidativo y
la producción de energía disminuye. Como consecuencia se acumulan radicales libres, lo
que hace que los poros mitocondriales localizados en la membrana mitocondrial se abran y
permitan el flujo de iones de calcio. Esto inicia una espiral de muerte celular, causando la
liberación de citocromo C, seguido por apoptosis o necrosis de las células. Cuando las
neuronas mueren se deposita el péptido beta amilode y se hiperfosforila la proteína tau,
acumulándose grandes cantidades en el interior de las neuronas a modo de marañas
neurofibrilares, lo que interfieren con la neurotransmisión.
Cuadro clínico
Pueden presentarse distintos signos, que se clasifican en cuatro categorías, pudiendo haber
también un cambio en el nivel de actividad.
Disminuye la capacidad de
respuesta a los estímulos
Agresividad
En cada paciente se presentan más o menos signos. Un estudio encontró que un 32% de los
perros afectados mostraron cambios en el patrón de sueño, un 30% en la interacción social ,
un 20% en desorientación y un 18% en el aprendizaje y comportamiento en casa.
Diagnóstico
Al ser individuos viejos es fundamental descartar en primer lugar otras patologías que
simulan un deterioro cognoscitivo o una alteración del comportamiento debida al mismo,
por lo que se debe realizar un examen físico y neurológico completos y las pruebas
complementarias necesarias, debiendo tener también presente la posibilidad de coexistencia
de un síndrome cognoscitivo con otras patologías. (Rejas, 2010).
En concreto hay que prestar atención a enfermedades que afecten a los sentidos (ceguera,
sordera), que causen dolor (artrosis, enfermedad periodontal), endocrinopatías
(hipotiroidismo canino, hipertiroidismo felino, diabetes mellitus, hiperadrenocorticismo),
trastornos neurológicos centrales, hipertensión, causas de hipoxia, encefalopatía hepática,
virosis felinas, ansiedad, trastornos urinarios en caso de eliminación inadecuada, etc.
Además, hay que suprimir o ajustar la dosis de medicamentos que pueden incrementar el
deterioro cognoscitivo (benzodiazepinas, anticolinérgicos, barbitúricos, corticoides, etc.).
Tratamiento
Dieta: hay dos dietas comerciales que han mostrado efectos beneficiosos en perros:
Fármacos:
A mayores, al ser los pacientes viejos con frecuencia reciben tratamientos medicamentosos
para enfermedades crónicas. En ese caso hay que tener presente que hay fármacos que
pueden incrementar el deterioro cognoscitivo (benzodiazepinas, anticolinérgicos,
barbitúricos, corticoides) y que hay que evitar en la medida de lo posible, sustituyéndolos
por fármacos alternativos.
En caso de depresión, ansiedad o alteración del patrón del sueño se pueden usar inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina, como la fluoxetina y sertralina (no así la
paroxetina y los antidepresivos tricíclicos, al poseer efecto anticolinérgico); en este caso no
se puede administrar simultáneamente selegilina.
2.5.5.1. Generalidades
o Proyección
Los ojos más desarrollados en el reino animal son los de los camaleones. Estos cuentan con
movimientos independientes entre sí, pudiéndose mover 180° en el eje horizontal y 90° en
el eje vertical. Así los camaleones pueden cubrir un espacio visual de casi 360° sin mover la
cabeza, la zona que no puede ver sin el movimiento de ésta (es decir su punto ciego), es la
pared dorsal que se encuentra por detrás de su cabeza.
o Anatomía
A. Globo Ocular
a. Túnica Fibrosa
Esclerótica
Córnea
b. Túnica Vascular
Coroides
Cuerpo ciliar
Iris
c. Túnica Interna
Retina
Mácula
B. Cristalino
a. Cápsula
b. Epitelio Anterior
c. Núcleo
C. Párpados
a. Piel
b. Capa Muscular
c. Capa Fibrosa
d. Conjuntiva Palpebral
D. Aparato Lagrimal
a. Aparato excretor
Glándula Lacrimal
Glándula Accesoria
b. Aparato Secretor
Vías Lacrimales
c. Película Lacrimal
Capa lipídica
Capa Mucina
Capa Acuosa
E. Musculatura
a. Músculos Rectos
Dorsal
Ventral
Medial
Lateral
b. Músculos Oblicuos
Dorsal
Ventral
c. Músculo Retractor
F. Vascularización
a. Arteria Oftálmica
Globo Ocular
Músculo Oculares
Estructuras Adyacentes
G. Inervación
a. Nervio óptico (II)
b. Nervio Oculomotor (III)
c. Nervio Troclear (IV)
d. Nervio Trigémino (V)
e. Nervio Oftálmico
f. Nervio Maxilar
g. Nervio Abducente (VI)
h. Nervio Facial (VII)
i. Fibras Nerviosas Simpáticas
j. Fibras Nerviosas Parasimpáticas
H. Cámaras del Ojo
a. Cámara Anterior
b. Cámara Posterior
c. Cámara Vítrea
I. Humor Vítreo
J. Humor Acuoso
A. Globo Ocular
La forma del globo ocular de los mamíferos es casi esférica, aunque con una pequeña
compresión anteroposterior en el caso de equino y bovino. (Zapata 2014).
a. Túnica Fibrosa
Esclerótica: Es de color blanco, aunque en algunas especies es gris o azul
debido a células pigmentadas. Está compuesta de fibras colágenas y
elásticas.
Córnea: Está compuesta de tejido conectivo muy denso, no contiene vasos
sanguíneos, principal estructura refractante del ojo.
b. Túnica Vascular
Además los animales cuentan con otra estructura llamada tercer párpado, que cuenta con
unas funciones muy importantes, tales como la protección del ojo y la producción de
lágrimas mediante la glándula de la membrana nictitante.
D. Aparato Globular
Se compone de un aparato secretor
a. Aparato Excretor
Glándula Lacrimal es aplanado, se localiza entre el globo ocular y la pared
dorso lateral de la órbita.
Glándula Accesoria
1. Henle y Wolfing
2. Manz
3. Krausse
4. Zeiss, Moll y Meibomio
b. Aparato Secretor
Las vías lacrimales están situadas en la región inferointerna de la órbita.
Vías Lacrimales
c. Película Lacrimal
Compuesta por agua, aceite y nutrientes que fluyen sobre la superficie expuesta del
ojo
Capa lipídica Mantiene la humedad
Capa Mucina ayuda a que la lagrima se mantenga dentro de la superficie
ocular.
Capa Acuosa Mantien la viscosidad optima de las lágrimas.
E. Musculatura
a. Músculos Rectos
Dorsal
Ventral
Medial
Lateral
b. Músculos Oblicuos
Dorsal
Ventral
c. Músculo Retractor
F. Vascularización
La principal vascularización recae en la arteria oftálmica externa
a. Arteria Oftálmica
Globo Ocular
Músculo Oculares
G. Inervación
a. Nervio óptico (II) Penetra en la órbita y pasa la luz a través de la retina.
b. Nervio Oculomotor (III) Controla los movimientos del globo ocular
c. Nervio Troclear (IV) Inerva al músculo oblicuo dorsal.
d. Nervio Trigémino (V)
Nervio Oftálmico
Nervio Maxilar
k. Examen Oftalmológico
El examen oftalmológico, tras la realización de una completa anamnesis, debe comenzar a
distancia de la cabeza del animal. Se debe evaluar simetría, se realizan pruebas visuales
y reflejos y posteriormente se realizan otras pruebas diagnósticas que involucren la
utilización de distintos fármacos, tinciones y manipulación de las distintas estructuras
oculares. Se debe recordar que este examen se debe realizar tanto en un ambiente
luminoso como en oscuridad. (Zapata 2014).
Pruebas Visuales y Reflejos
a. Test de Amenaza: Consiste en aproximar repentinamente un par de dedos de la
mano del examinador frente del ojo a evaluar, no se debe estimular otras
estructuras faciales ni ocasionar corrientes de aire. Una reacción normal
(parpadeo) requiere la función de la vía visual, vía sensorial, inervación facial y
vía motora. La vía visual involucra retina, nervio óptico (II par craneano),
quiasma óptico, tracto óptico, núcleo geniculado lateral en el tálamo, radiación
óptica y corteza visual.
La vía motora involucra la conexión desde la corteza visual hacia el núcleo facial y el
nervio facial (VII par craneano). Si esta prueba no fuera lo suficientemente confirmatoria,
se realizan otras pruebas visuales como son dejar caer un algodón frente al animal, el que
seguirá con la mirada el objeto; mover una luz de laser en el piso para que el animal la
siga; o una carrera en laberinto.
d. Reflejo Pupilar: La vía aferente o sensorial involucra la retina, nervio óptico (II par
craneano) y el quiasma óptico hacia la cintilla óptica, donde la mayoría de las fibras
continúan la vía visual hacia el núcleo geniculado lateral. Sin embargo, cerca del
20% de las fibras abandonan la cintilla óptica antes de llegar al núcleo geniculado
lateral y se dirigen al mesencéfalo donde sinapsan en los núcleos pretectales. Desde
aquí, las fibras se dirigen hacia los núcleos parasimpáticos del nervio oculomotor (III
par craneano).
La vía eferente o motora está formada por fibras parasimpáticas del III par craneano, que
sinapsan en el ganglio ciliar, desde donde se dirigen hacia el cuerpo ciliar y el musculo
del esfínter del iris.
El musculo constrictor del iris (musculo ubicado en el borde de la pupila) es inervado por
fibras parasimpáticas del nervio oculomotor (III) y es más poderoso que el musculo
dilatador del iris (ubicado en toda la periferia del iris en forma radial) inervado por nervios
simpáticos. Estos nervios abandonan la médula espinal en los 3 primeros segmentos
torácicos y corren a lo largo del cuello por el tronco vagosimpático, atraviesan la cavidad
del oído medio y la fisura orbital superior antes de entrar al ojo.
Reflejo pupilar directo: se evalúa al estimular un ojo con una luz
focal y brillante lo que ocasiona una rápida y completa constricción
pupilar en el ojo estimulado.
f. Reflejo de Dazzle: Consiste en encender una luz clara y brillante en forma repentina
frente al animal, el cual frente al estímulo parpadeará o moverá la cabeza. Esta
prueba estudia los mismos nervios evaluados en el test de amenaza, pero al ser un
reflejo no requiere la participación de la corteza cerebral. Esta prueba es útil cuando
la retina y el nervio óptico no pueden estudiarse por opacidades oculares anteriores.
Nervio PC Función
a. Óptico II
Opera en la ruta aferente para la visión y el reflejo fotomotor
pupilar. Afección: ceguera, ausencia de respuesta pupilar.
b. Óculo motor
Responsable de contracción pupilar (inervación
III
parasimpática), inervación de músculos extra oculares (rectos
dorsal, medial, ventral y oblicuo ventral; inerva parcialmente el
parpado superior (elevador del parpado superior). Afección:
midriasis, estrabismo ventrolateral sin movimiento del globo
ocular excepto hacia lateral y ptosis.
c. Troclear
Inerva músculo dorsal oblicuo. Afección: ligera rotación del
IV
globo ocular con la zona dorsal girada hacia lateral
Responsable de la estimulación sensoria de toda la cara (rama
d. Trigémino
oftálmica, maxilar y mandibular) y de la función motora de los
V
músculos de la masticación. La rama sensitiva oftálmica se
evalúa con el reflejo palpebral medial y el corneal. Afección
Rosa de Bengala
Colorea las células de la córnea y conjuntiva que no están cubiertas con mucina; por lo
general estas son células en degeneración. Su mayor utilidad radica en la detección de
lesiones intraepiteliales promovidas por la infección herpética. Puede ocasionar irritación
que empeora con la exposición a la luz.
Tonometría
Es una técnica que permite evaluar la tensión ocular mediante la medición de la
depresión o aplastamiento de la córnea.
2.5.5.2. Patologías
2.5.5.2.1. Trastornos del Desarrollo
Estrabismo: Desviación del eje visual, unilateral o bilateral y en cualquiera de
las cuatro direcciones posibles. Suele ser bilateral convergente. Se produce por
lesión de músculos extra oculares o lesiones en las fibras nerviosas que inervan
estos músculos. Es más frecuente en felinos siameses, caninos (Collie) y
bovinos de la raza jersey. (Beveraggi, 2010).
Figura N° 70a.
Macroftalmia
en canino Figura N° 70b. Macroftalmia en felino
Membrana Pupilar
Persistente :
Reabsorbida antes del nacimiento. Restos que se insertan en el iris, a través de la
pupila o hacia la cámara anterior, producen obstrucción de la visión u opacidad
del cristalino.
un punto anormal en el párpado, y los cilios ectópicos son uno o varios pelos
que crecen a través de la parte interior del párpado. En todas estas
condiciones, el pelo de pestañas puede entrar en contacto con y dañar la
córnea o la conjuntiva del ojo. (Beveraggi, 2010).
Figura N° 81. Orzuelo: lado derecho se observa múltiples orzuelos en el parpado superior del
ojo. Lado izquierdo se observa un orzuelo en el lagrimal de ojo.
Chalazión: Inflamación crónica de las glándulas de meibomio,
obstrucción de su conducto y afección de los tejidos vecinos. (Zapata, 2014)
Figura N° 87. Dicriadenitis, se observa secreción lagrimal abundante en el ojo por la inflamación de
la glándula lacrimal.
Figura N° 89. Prolapso de la Glándula del Tercer Párpado, en ambos casos se observa
protrusión del tercer párpado.
Conjuntivitis
Carcinoma espinocelular
Adenoma meibomiano
Neoplasia de la glándula de Harder
Neoplasias de la Glándula lacrimal
Melanomas
Linfomas