La felicidad: ¿Necesidad del ser humano?

La felicidad es un término muy utilizado en nuestra sociedad hoy en día, pues se ve como un

sentimiento pasajero o un simple estado de vida, pero la felicidad es mucho más que eso. En mi

opinión es la manera cómo vemos nuestra vida, es una decisión que vamos perfeccionando para

llegar a entender quiénes somos y por qué estamos en este mundo. Algunas características de la

felicidad son que es permanente por lo que no es una simple emoción, es inalienable, esto

significa que nadie tiene la facultad de quitarte la felicidad y finalmente que es progresiva y

perfectible, pues día a día uno trabaja para lograr así una felicidad plena. Pero, ¿Por qué es que

los hombres buscan tanto la felicidad? En mi opinión esto pasa por dos razones especificas. La

primera, por su naturaleza de seres buenos y la segunda, porque encuentran en la felicidad el

sentido de sus vidas.

El hombre según explica los DDHH, es una persona que por naturaleza es buena, por ello es

digna. Esa naturaleza lo hace buscar en cada acción y decisión un bienestar personal, así esa

actitud no sea la más correcta. El ser humano identifica este bienestar como el deseo de la propia

felicidad. Como dice Aristóteles “Vivir bien, obrar bien es sinónimo de ser dichoso.” El ser

humano siempre hace acciones para lograr un fin, así sean las más cotidianas, todo tiene un

propósito, pues está hecho para encontrar la verdad y la satisfacción personal. A todo esto se le

denomina la felicidad, pues esta no es un medio, sino es un fin en sí mismo. Las decisiones y

acciones que realicemos día a día nos direccionarán hacia el fin más alto, la felicidad.

El ser humano vive por un sentido, algo que lo motiva a seguir adelante y en este camino

encuentra la verdadera felicidad, pero hay personas que nunca la encuentran. Esto pasa pues el
ser humano para encontrarle un fin a su vida necesita responderse las preguntas fundamentales

como ¿Quién soy? O ¿Por qué estoy acá? Así se da un autoconocimiento de lo que es bueno para

uno mismo. Las personas que no se conocen lo suficiente no tienen la capacidad de encontrar el

sentido verdadero por el que están acá. Ahí nacen “hombres masa” (Ortega y Gasset, 1930), pues

el hombre solo se comporta y actúa como la sociedad le dice que es correcto nunca saliendo de

esos parámetros ni encontrando su propia personalidad. En ese momento, la persona pierde la

individualidad y se vuelve una simple parte del todo. Cuando uno ha tomado al todo como parte

de uno mismo, nunca encontrará la propia felicidad, pues la felicidad es como dice Aristóteles

“alcanzar la plenitud de desarrollo de todas las dimensiones humanas, la armonía total.” Esto

sólo se logra cuando existe una auto reflexión y un autoconocimiento. Pues, aunque las personas

pasen por dificultades, el ser feliz nos otorga una tranquilidad especial, pues se sabe que este es

el mejor sentido que se le puede dar a nuestras vidas, ya que está basada en nuestra propia

libertad y situación.

En conclusión, la felicidad es buscada innatamente por el ser humano, pues gracias a su

naturaleza buena, este siempre buscará su propio bienestar. Además el ser humano vive por un

sentido en este mundo y encuentra que el más alto de todos los fines es la felicidad. Este no se

puede dar si no existe un autoconocimiento pues, uno no sabría qué acciones lo ayudan a ser

mejor o feliz y cuáles no. “Viniste a ser feliz no te distraigas” (Berckemeyer, 2018) esta frase nos

hace reflexionar, cómo el sentido de nuestras vidas es lograr esa felicidad plena basada en

nuestras propias libertades, la cual perfeccionaremos día a día.