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Uno de los diez… Uno de los diez… Uno de los diez… Uno de los diez… Uno de los

diez… Uno de los diez… Uno de los diez…

Uno de los diez…

Uno de los diez . Es una Historia de días horribles de los tiempos antiguos donde se habían establecido
leprosarios o lugares donde se alojaban a los leprosos.
Los leprosos salían fuera de la ciudad, eran perseguidos a palos, si acaso lo descubría entre la gente sana.
Que triste sería para una persona el verse separado de su familia. Nuestra sociedad esta lejos de comprender
los sufrimientos que causo este mal símbolo del pecado. en el libro de Levítico se habla de la enfermedad, su
manera de reconocerla y la medidas que debían tomarse para combatirla o amenos para evitar el contagio.
La lepra es como se ha dicho símbolo del pecado, y al igual que el pecado es incurable, contagiosa y separa
al hombre de Dios, que es toda santidad. Así el pecado en todas sus formas, solo el Señor lo puede sanar.

ESCENA I
Escenario: Un hogar de Samaritanos, prosélito del judaísmo, se ve un cuarto con 2 puertas, una sevira de
salida y una de entrada a la casa, en la parte trasera se puede pintar una ventana, el cuarto se puede arreglar
al estilo sencillo de palestina en los tiempos de N.T . al frente una mesa con dos pergaminos que representan
las escrituras. Uno e los rollos debe tener por fuera visiblemente la palabra Levítico, tres banquillos deben
colocarse en dirección. El vestuario debe ser al estilo del tiempo de Cristo
con batas largas de diferentes colores y turbantes sobre la cabeza.
Miriam: ( arreglando la casa de repente exclama ) No, no me castigue Dios de gerizin mira a tu sierva que
te ama, aunque soy samaritana, aparta de mi tu enojo, agravio , Señor ten misericordia de mi. Mira mi
pequeño Dios de Jacob , no escondas tu rostro de delante de mi .
Abdiel; (Entra hablando con ternura) ¿ Otra ves en tu desesperación?. ¿ No has podido calmar tus
penas… tal ves no sea lepra
Miriam: (Se acerca y rasga su vestido con desesperación). Soy inmunda (Abdiel se acerca a ella y
ella se retira con violencia) No, no me toques podías correr la misma suerte entonces, ¿ Que sería de nuestro
hijo?
Abdiel: Es por el que debes calmarte, por nuestro niño, pronto el sacerdote nos dirá si tu mal es lepra …
mira leere la ley a ver que dice acerca de este mal. (de un rollo lee en levítico 13: 1-3)
Miriam: (Interrumpiendolo), ves estoy leprosa.( Llora ).
Abdiel: Espera, permíteme terminar la lectura, (lee en lev 13: 4-6 ). Pronto el sacerdote nos dará la
respuesta, y a lo mejor tus temores son infundados, recuerda que nuestro pequeño esta al llegar y el no debe
darse cuenta de tu temor. El debe crecer como los cedros del Líbano, será fuerte, y tu fe y la mía lo
convertirán en un hombre de esperanza, de esperanza en el que vendrá de Gerizin esposa mía, el señor será
entre nosotros, su ángel nos rodeara y nos defenderá.
Miriam: Abdiel, ¿ y i llegase a ser leprosa, donde estaría nuestra fe?, ¿que sería de nuestro hijo, abdiel?,
(llora conb expresión de angustia). Creo que no puedo soportar el castigo)
Abdiel: Calla amada mía, oigo los pasos del pequeño, ve al dormitorio y seca tus ojos, el no debe verte así.
(Entra Benjamin muy enojado) Benjamin: No, no, y no, no volveré a ir a la sinagoga, no importa que me
castiguen.
Abdiel: (Acercándose con ternura). ¿Cual es la razón de tu enojo, Benjami?..
Benjamin: (llorando se abraza del cuello de su papa) papasito, di que no es cierto. ¿ Verdad que no es cierto?
Abdiel: ( conmoviéndose acaricia la cabeza del niño). Que he de decirte que no es cierto mi pequeño .
Benjamin: Verdad que no es cierto que mamá esta leprosa .
Abdiel : No debes creer tal cosa, no es verdad… no es verdad.
Benjamin: Entonces porque han ido tu y mamá a ver al sacerdote varias veces.
Abdiel: Bueno… si hemos ido, pero hemos ido a orar a la ora del sacrificio… no hay motivos pera que tu
creas tal cosa.
Benjamin: pero… es que todos los muchachos lo dicen.
Abdiel: Tu no obedeces a los mandamientos que te hemos enseñando y que has aprendido en la escuela.
Benjamin: ( lo sienta) Oye Israel, Jehová nuestro Dios, Dios, Jehová uno es, y amaras a Jehová tu Dios, con
todo tu corazón , y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, entran
en tu corazón y la repetirás a tus hijos y hablaras de ella estando en tu casa, y andando por el camino, y al
acostarte y cuando te levantes. Y la ataras como una señal en tu mano, como frontales entre tus ojos. (El niño
repite esa palabra con su padre, baja al niño y lo abraza). Ahora ve a ver a los corderitos que nacieron
anoche y que querías ver esta mañana antes de irte para la sinagoga.

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Uno de los diez… Uno de los diez… Uno de los diez… Uno de los diez… Uno de los
diez… Uno de los diez… Uno de los diez…

Benjamin: Si papito, pero dime donde esta mamá.


Abdiel (Sorprendido).pues…no debe tardar… tiene que lavar, pues el trabajo de la casa es mucho,ve mi
pequeñín ve a ver los corderitos.Benjaamin: Si papito hare lo que dices. (sale corriendo).
(Miriam entra con el dolor pintado en su rostro)
Abdiel: Miriam
Miriam: llámame mara, Abdiel, porque en gran amargura esta nuestra alma, cruzamos por el valle de
sombra y de muerte.
Abdiel: No te desamparare Miriam, oíste lo que dije a Benjamin no te desesperes, ni te desalientes, ya te he
dicho que es necesario tener fe, así nuestro niño crecerá fuerte . Debes confiar.
Miriam: ¿ Acaso olvidas que somos samaritanos? No son estas bendiciones sino para el judío, no es de ellos
que nacerá el que esperamos .
Abdiel; El que quitara las barreras entre samaritanos y judíos y no será en Jerusalén, ni en el monte Gerezin
donde se le adorara ,sino en nuestro corazones, su misericordia será para todos. Tenemos al Dios altísimo,
tenemos al Dios de Abrahan, Isaac y Jacob. El va a tener misericordia de nosotros a pesar de que somos
samaritanos, confía Miriam, confía.
Miriam: Ojala que así sea Abdiel, me conforta tu manera de pensar y me inspira a tener fe en el que vendrá
Abdiel: Así debe ser Miriam.
Miriam: Tengo que ir al estanque a lavar la ropa, volveré pronto. (Miriam sale y se oye l himno oh santo
Dios ) (Abdiel queda pensativo, en eso entra corriendo Benjamin).
Benjamin: (Entra cojeando). Papa , papa ya vi los corderitos, pero no encontré a mamá, donde esta..
Abdiel; Fue al estanque a lavar la ropa. Pero que te paso que vienes cojeando.
Benjamin: Una vaca me pego y me pegue aquí con una piedra. ( Cuando el niño se levanta la tunica, abdiel
horrorisado descubre una mancha de lepra).
Abdiel; Benjamin, mi hijo. ¿ y que es eso que tienes aquí? Puede ser…
Benjamin:Verdad que es lepra, papa, me ha llegado también a mi, voy a alcanzar a mamita y a decirle que yo
también tengo lepra. (Sale corriendo).
Abdiel: No hay esperanza, mi pequeño y Miriam están… (Se arrodilla para orar, entran dos ancianos del
templo).
Anciano 1: Abdiel la paz sea contigo, hijo de Samaria adorador del altísimo, guardador d la ley de Moisés
Abdiel; (levantándose. La paz sea contigo noble anciano, vigilante de nuestras vidas y conductas.
Anciano 2: Abdiel estudiamos el caso de tu amada esposa y de acuerdo con la ley de moisés, Miriam ha
contraído la lepra. No sabemos que propósito tenga el castigo el Señor; o que pecado oculto hay en tu vida,
por lo tanto se te ordena q1ue cumplas con lo establecido en la ley.
Abdiel: (desconcertado). Si, lepra…muertos entre los vivos… mi muy amada compañera y mi pequeño
Benjamin…también tu, hijo mío
Anciano 1: …Has notado también este mal en tu hijo?.
Abdiel: Si.
Anciano2: lo siento abdiel, sabes cual es la medida que debes tomar ¿verdad?.
Abdiel: Si me ire con ellos. Algún día el redentor vendrá para dar alivio a los míos.

Anciano 1: Preséntate al sacerdote antes de salir.


Abdiel: Si noble anciano, saldré con mi hijo y mi esposa, iré a avisar al sacerdote.(Se oye el himno piedad oh
santo Dios, salen los ancianos y entran los mercaderes).
Mercaderes: la paz sea contigo noble Abdiel .
Abdiel: La paz sea con ustedes mercaderes, cuya riqueza es grande por la venta de esclavos, y el
acaparamiento de trigo y de cebada
Ismael: Es un cumplido para nosotros, noble Abdiel … que eres dueño de tierras, cabras, ovejas y camellos.
Heber: Sabemos que el Dios omnipotente te ha probado como a Job .
Abdiel: (Molesto) . Que queréis.
Ismael: Pensamos que debido a la muerte lenta de tu esposa, quería vender tus posesiones para no tener
preocupación.
Heber: Queremos consolarte y ayudarte. Aquí tienes una bolsa ce oro, estimamos que es el valor de tus
posesiones, arriesgamos mucho ofreciendo tal precio.
Abdiel: Precio del dolor. Se bien quienes son ustedes, hombres que trafican el dolor de los demás.
Ismael: Es raro que siendo tu temeroso el Dios altísimo seas castigado con el lastigo de la muerte de tu
esposa, quizás sea por algún pecado oculto no confesado delante del altísimo.
Abdiel;Yo se que hay impíos que prosperan, mientras los justos sufren ,pero Dios sabe porque acontece esto.
Heber: No queremos exhortaciones, solo hemos venido a ofrecerte ayud.

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Uno de los diez… Uno de los diez… Uno de los diez… Uno de los diez… Uno de los
diez… Uno de los diez… Uno de los diez…

Ismael:… Ya sabes nuestra oferta, si te decides ve delante de los ancianos para que trasladen tus derechos a
nuestro favor.
Abdiel: Queréis iros, avaros mercaderes, traficantes del dolor.
Ismael: Haremos tu voluntad, pero no olvides que te hemos propuesto. Volveremos mañana para saber tu
decisión.
Heber: Que del monte Gerizin venga sobre ti bendición, noble y generoso Abdiel, (Abdiel permanece en
silencio, luego levanta su mano al cielo, se oye el himno piedad oh santo Dios.
ESCENA II
Escenario: Se simulará un estanque colocándose varias piedras, en las cuales se han puesto sin poder verse
varias tinas con un poco de agua, las mujeres estarán lavando mientras platican y ríen al comentar las
ultimas noticias.
Jocabed: He estado preparando ropa para ir a mi pueblo y ser empadronada.
Amra: Todas estas disposiciones de las autoridades es para ver si pagamos bien los impuestos y
contribuciones para que nadie le robe a Augusto.
Sara: Cada día los impuestos nos unden más en la miseria. Mira el manto que tengo ( muestra un manto roto
que está lavando) el vestido de mi pequeña está todo roto. No ha habido tiempo mas dificil que el que
estamos viviendo.
Raquel: NO debemos olvidar que el restaurador de la nación vendrá y entonces las cosas cambiarán.
Jocabed: Esto no es para los Samaritanos, sino para los Judíos.
Amra: No, somos también hijos de Jacob.
Agar: (Entra con una canasta en la cabeza) La paz del dios de gerizín sea con todas ustedes, mujeres de
Samaria.
Todas: La paz de Dios sea contigo noble Agar (se acomoda donde lavar).
(Entra Miriam)
Raquel: Miren quién viene, Miriam la lepreosa, sáquenla!!!
Todas: Sáquela, está leprosa!!!
Benjamín: (Llega corriendo y grita) dejen a mi mamita, déjenla!!!
Raquel: Vete tú también, muchacho leproso.
Sara: Y que sea ultima ves que vienen por aquí, pues a la otra los mataremos a pedradas.
Todas: (Mientras ellos se alejaban, ellas le gritaban cosa ofensivas) Inmundos , leprosos.
Benjamin: Mamita, te han hecho daño, ¿por qué mamita?
Miriam: El Altísimo, lo ha permitido así, soy leprosa mi hijo, soy leprosa. (llora pero trata de contenerse, no
lo puede evitar)
Benjamín: …no llores mamita, yo también soy leproso. ( se oye el himno “Piedad oh Santo Dios”

TELÓN
TERCERA ESCENA.
Escenario: En una esquina de un cuarto oscuro se coloca una camita entre la paja en semejanza a un
pesebre, que será iluminado con una luz ténue, los pastores se acercarán y tomarán una forma en que se
pueda ver al niño Jesús recostado a su madre, sentada a un lado, ellos se pondrán en actitud de adoración,
mientras se escucha una música suave y se lee Lucas 2:1-6.

Benjamín: No hay duda, el que ha nacido es el Salvador. Lo han dicho los pastores yo he visto la estrella
aunque soy solo un leproso…han pasado algunos años
después de que mi padre me dijera que cuando viera aparecer la estrella la siguiera, la he seguido a través
del desierto y esto ha renovado mi esperanza. He oído que ha nacido el salvador …los ángeles cantaron
Gloria a Dios en las alturas. Puedo ver a los pastores adorando, esperaré a que el niño crezca y él me sanará,
no perderé la esperanza…¿madre? Miriam, si vivieras, juntos podíamos esperar, todos seríamos felices. Pero
el Altísimo así lo decretó, quién soy yo para altercar contra él . Tú Señor me sanarás …yo te esperaré.

TELÓN
CUARTA ESCENA.
Jesua: NO hay esperanza para ninguno de nosotros, somos proscritos, el azote del Altísimo vino sobre
nosotros.

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