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Historia de China

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Mapa político animado de las dinastías en la historia de China.

China, Taiwán y los principales países ligados a su


historia cultural: Corea, Japón, Mongolia, Vietnam y los territorios adyacentes del Sureste
Asiático y Asia Central.

La historia de China, una de las civilizaciones más antiguas del mundo con continuidad
hasta la actualidad, tiene sus orígenes en la cuenca del río Amarillo, donde surgieron las
primeras dinastías Xia, Shang y Zhou. La existencia de documentos escritos hace cerca de
3500 años ha permitido el desarrollo en China de una tradición historiográfica muy precisa,
que ofrece una narración continua desde las primeras dinastías hasta la edad
contemporánea. La cultura china, según el mito, se inaugura con los tres emperadores
originarios: Fuxi, Shennong y finalmente el Emperador Amarillo Huang, este último
considerado como el verdadero creador de la cultura. Sin embargo, no existen registros
históricos que demuestren la existencia real de estas personalidades, las que de acuerdo
con la transmisión oral de generación en generación, habrían vivido hace unos 5000 a
6000 años.
La enorme extensión geográfica del estado actual de la República Popular China hace que
inevitablemente la historia de todo este territorio abarque, en sentido amplio, a un gran
número de pueblos y civilizaciones. Sin embargo, el hilo conductor de la narración
tradicional de la historia china se centra, en un sentido más restringido, en el grupo étnico
de los chinos, y está íntimamente asociada a la evolución de la lengua china y su sistema
de escritura basado en los ideogramas. Esta continuidad cultural y lingüística es la que
permite establecer una línea expositiva de la historia de la civilización china, que, tanto
desde los textos más antiguos del I milenio a. C., como desde los clásicos confucianos,
pasando por las grandes historias dinásticas promovidas por los emperadores, ha
continuado hasta el presente. Los descubrimientos arqueológicos del siglo XX, muy en
especial los de los huesos oraculares, que recogen las primeras manifestaciones escritas
en lengua china, han contribuido en las últimas décadas a un conocimiento mucho más
detallado de los orígenes de la civilización china.
La narración tradicional china de la historia se basa en el llamado ciclo dinástico, mediante
el cual los acontecimientos históricos se explican como el resultado de sucesivas dinastías
de reyes y emperadores que pasan por etapas alternas de auge y declive. Este modelo del
ciclo dinástico ha sido criticado por muchos autores1 por dos razones fundamentales: En
primer lugar, por su simplismo, ya que el modelo adopta un patrón recurrente según el cual
los primeros emperadores son heroicos y virtuosos, mientras que los últimos son débiles y
corruptos. Esta visión está sin duda influida por la interpretación de las propias dinastías
reinantes, las cuales encontraban en la degradación de la dinastía precedente una
legitimación de su propio ascenso al poder. En segundo lugar, el modelo dinástico ha sido
también criticado por presentar una visión nacionalista artificial, pues lo que en una
interpretación alternativa podría verse como una sucesión de diferentes estados y
civilizaciones en un mismo territorio, aparece como una mera alternancia de regímenes de
gobierno en el marco imperturbable de una entidad nacional única.
A pesar de estas críticas el modelo del ciclo dinástico permite ver los acontecimientos
históricos que han llevado a la formación de la China actual como una estructura lineal de
fácil comprensión, lo cual ha mantenido su vigencia entre los historiadores hasta la
actualidad. Otra razón principal por la que el estudio de las dinastías y sus emperadores
ha sido fundamental entre los chinos en el análisis de su propia historia es el sistema
tradicional de datación de fechas, según el cual cada emperador establecía sus periodos
de reinado como marco para contabilizar los años. Así, el año cristiano de 1700 se
corresponde según el sistema tradicional chino con el año 38 de la era Kangxi, mientras
que el año 1750 sería el año 15 de la era Qianlong. Incluso hoy en día, en Taiwán el año
2017 se designa en contextos formales como año 106 de la República. Este uso de las
dinastías y sus emperadores para la propia datación de los años ha hecho imprescindible
el dominio de la cronología dinástica en la tradición cultural china para adentrarse en el
estudio de la historia.

Índice
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 1Paleolítico
 2Neolítico aldeano
 3Neolítico urbano
o 3.1Hongshan
o 3.2Longshan
o 3.3Liangzhu
 4Periodo de los Tres Augustos y Cinco Emperadores
 5Era Antigua
o 5.1Dinastía Xia
o 5.2Dinastía Shang
o 5.3Dinastía Zhou
o 5.4Periodo de las Primaveras y los Otoños
o 5.5Periodo de los Reinos Combatientes
 6Era Imperial
o 6.1Dinastía Qin
o 6.2Dinastía Han
o 6.3Período de los Tres Reinos
o 6.4Dinastía Jin
o 6.5Dieciséis Reinos
o 6.6Dinastías Meridionales y Septentrionales
o 6.7Dinastía Sui
o 6.8Dinastía Tang
o 6.9Periodo de las Cinco Dinastías y los Diez Reinos
o 6.10Dinastía Song
o 6.11Dinastía Yuan
o 6.12Dinastía Ming
o 6.13Dinastía Qing
 7Era Moderna
o 7.1República de China
o 7.2República Popular China
 8Véase también
 9Referencias
 10Bibliografía
 11Enlaces externos

Paleolítico[editar]
Artículo principal: Prehistoria de China

Cráneo del Hombre de Pekín, que data de hace entre 500 000 y 250 000 años.

El territorio que actualmente ocupa la República Popular China ha estado poblado desde
hace miles de años. Se han encontrado restos de homínidos, que constituyen los
antepasados más remotos del hombre. Así lo demuestran los restos hallados
pertenecientes al hombre de Renzidong, el hombre de Yuanmou, el hombre de Nihewan,
el hombre de Lantian, el hombre de Nankín o el hombre de Pekín. Posteriormente
surgirían otras culturas, como el hombre de Dali, el hombre de Maba, el hombre de
Fujian o el hombre de Dingcun.
El Homo sapiens hace su aparición unos 40 000 años atrás. Hace alrededor de unos
10 000 años se empieza a cultivar arroz en el río Yangtsé y poco después mijo en la
provincia de Henan. En el VIII milenio a. C., las culturas de la zona del valle del río
Amarillo se hicieron sedentarias. Un milenio después comenzaría la domesticación de
animales.
Paleolítico Tardío, es la cerámica más temprana del mundo (17 000 a. C.), cerámica
porosa, gruesa, cocida a baja temperatura.2 Durante el Pleistoceno Terminal las vasijas
cerámicas fueron utilizadas para cocer mariscos y otros como el arroz.2En China, la
cerámica apareció por primera vez en cazadores recolectores con armas líticas.2
Paleolítico Tardío, aparición de cerámica, los artefactos de borde pulido y las piedras de
molienda de comunidades de cazadores-recolectores independientes entre sí.2Esta
tecnología no impacto en el asentamiento y subsistencia de las culturas del Paleolítico.2No
obstante dan cuenta de la incorporación de ciertos alimentos a la dieta Humana.2
Holoceno (9000 a. C.), poblaciones de cazadores-recolectores se vuelven sedentarias.2
Alrededor de 9000 a 8000 a. C. se domestican animales, p. ej. perro.2Los cazadores-
recolectores incorporaron además productos como frutos secos y cereales.2El
sedentarismo no fue inmediato, se incrementó con el tiempo.2Se sabe poco acerca de la
movilidad logística que se desarrolló y que permitió el total sedentarismo.2Solo hay
patrones regionales de asentamiento y subsistencia.2

Neolítico aldeano[editar]
Artículo principal: Prehistoria de China

Hasta hace unas pocas décadas atrás, en los círculos arqueológicos chinos, el concepto
de ‘neolítico’ era entendido como un conjunto de innovaciones que consistían en
agricultura, animales domesticados, cerámica, tecnología de piqueteado, líticos y
sedentarismo.2Se cree que esta compleja transformación revolucionaria ocurrió alrededor
de 7000 a 5000 a. C., sobre la base del registro arqueológico previamente conocido.2Sin
embargo, los descubrimientos recientes han demostrado que estos rasgos neolíticos se
desarrollaron de forma independiente durante un lapso largo y sobre una amplia región.2
Tomó más de dos milenios de evolución, más que una revolución —desde las primeras
apariciones de la cerámica (17 000 a. C.) durante el Último Máximo Glacial— para llegar a
la sociedad agrícola neolítica completamente desarrollada (5000-3000 a. C.), en el
Holoceno Medio.2
Establecida la economía agrícola, se fundamenta la existencia y desarrollo de sociedades
organizadas jerárquicamente.2 Los procesos evolutivos, desde los sitios estacionales o
semi-permanentes en el Holoceno Temprano a los sistemas de asentamientos
organizados jerárquicamente en el Neolítico Tardío, no fueron unilineales.2
Los caminos hacia la complejidad social no siempre fueron claros o tuvieron una sola
dirección, sino que experimentaban ciclos de desarrollo, deterioro y colapso.2Sin embargo,
hubo rasgos comunes compartidos por muchas de estas sociedades: el excedente
agrícola fue esencial para formar un fundamento económico para el surgimiento de la
complejidad social, mientras que la élite creó y mantuvo su autoridad política por medio del
control del poder ritual; de esta manera, la producción e intercambio de objetos rituales de
prestigio fueron decisivos para la formación de estatus social y redes de élite.2
En el Neolítico, hay varios desarrollos independientes en amplias regiones por lapsos, así
lo indican restos de cerámica, piedra pulida, etc.2 Durante el Pleistocenio Terminal, lo más
desarrollado fue la cerámica y los artefactos líticos con borde de desgaste producido por
abrasión y las piedras de molienda.2
En el Neolítico, aldeas agrícolas establecidas hasta aprox. el 5000 a. C. La economía
agrícola fue el cimiento de las sociedades jerarquizadas con existencia de grupos de
poder.2 Neolítico Medio y Tardío (5000-2000 a. C.) sociedades complejas en decadencia
en China.2 En el Neolítico Temprano las sociedades dependían, muy enfáticamente, de los
recursos alimenticios silvestres y, en particular, continuó la recolección intensificada de
frutos secos.2 Falta investigación para entender el Neolítico Temprano, p. ej. para
determinar si existió arboricultura.2
El Neolítico Medio se caracteriza por el desarrollo total de las aldeas agrícolas sedentaria.2
Aumento de la población y de sitios.2Hay abundante evidencia que da cuenta del la
complejidad social (p. ej. arquitectura de Hongshan).2
Entre el VII y VI milenio a. C. surgen las culturas neolíticas, Peilikan y Cishan, precursoras
de la cultura de Yangshao, que se fusionaría con la Dawenkou y la Hongshan para dar
lugar a la cultura de Longshan, que marca el comienzo de la unidad territorial y política de
la llanura del Norte de China.

Neolítico urbano[editar]
Artículo principal: Prehistoria de China

Hongshan[editar]
En la civilización Hongshan, hubo grandes asentamientos, pero no hay certeza de una
entidad política de carácter centralizado.2Se aprecia segregación en función de los sitios
hallados. Existencia de arquitectura monumental, lo que da cuenta de la existencia de
manos de obra y actividad administrativa.2También se observa especialización artesanal
para la manufactura de bienes rituales, en especial el tallado del jade.2 La artesanía del
Neolítico Temprano eran de dimensiones reducidas, uso doméstico.2En el Periodo
Hongshan, incrementaron su tamaño, uso ritual público.2
Tales cambios sugieren representaciones rituales que pasaron por una transformación
desde el ámbito doméstico a las actividades integradas de regional.210 000-3000 a. C.
colapso de cultura Hongshan, lo que coincide con deterioro climático (disminución de
precipitaciones).2El colapso también se explica por la sobreexplotación de la tierra, la
construcción de arquitectura rituales y actividades precipitadas utilizadas como estrategia
política ante eventuales amenazas externas.2
Longshan[editar]

Cultura de Longshan.

Neolítico Tardío (3000-2000 a. C.) ascenso y caída de sociedades complejas.2Durante el


tercer milenio a. C., la agricultura intensiva supera la extensión de los ríos Amarillo y
Yangzi, su población es mayor, y hay registros que dan cuenta de mayor complejidad
social.2Sociedades jerarquizadas, intercambio de bienes de prestigio y guerra.2
Cultura de Longshan, tres niveles de jerarquía expresadas en el yacimiento de Taosi: fue
el centro económico, político y religioso más importante de la región, se ocupaba de la
producción artesanal y fue testigo del surgimiento de los grupos de élite. Cuenta con el
observatorio astronómico más antiguo de Asia (4100 años de antigüedad). 2 La estructura
circundante de tierra apisonada fue destruida, al parecer por agitación social del periodo.2
Liangzhu[editar]
La cultura Liangzhu (3300-2000 a. C.) Esta cultura se concentra en el área del lago Ta.2
Abundantes hallazgos, abundancia de artefactos de jade colocados en los entierros.2
Taosi y Liangzhu representan las sociedades complejas más desarrolladas durante el
tercer milenio a. C. en China.2Sistemas políticos estratificadas y con acumulación de poder
y permanencia en el tiempo.2Fin del Periodo Neolítico; Disminución del número de sitios y
el abandono de centros regionales fueron un fenómeno común en el paisaje a lo largo de
los valles de los ríos Amarillo y Yangzi.2Inicio de la civilización de la Era del Bronce en
China; ascenso del Estado Erlitou (1900-1500 a. C.), que tuvo su centro en la cuenca del
Yiluo, en la parte occidental de Henan (Liu y Chen 2003).2
En el II milenio a. C., el pueblo de Huaxia, cuyo nombre proviene de la montaña Hua
(actualmente denominada Montaña Sung) y el río Hsia (actualmente denominado Río
Han), fue el pueblo inventor de varios elementos de la civilización, como la ropa, la
preparación de los alimentos, el matrimonio, y un sistema de gobierno, elevando la
complejidad cultural de China hasta la fundación de la nación Chung-Hua, asimilando
varias aldeas esparcidas al este de la Cordillera del Pamir por los valles de los ríos Hwang-
ho, Huai, Yangtze, Amur, y Perla, conformando todos estos pueblos el núcleo principal de
la población china.3

Periodo de los Tres Augustos y Cinco Emperadores[editar]


Artículo principal: Tres augustos y cinco emperadores

Era mitológica que, según las fuentes historiográficas chinas, precedió a la formación
de Dinastía Xia. Es posible que tras esta leyenda haya personajes reales, aunque las
fuentes chinas no se ponen de acuerdo en su identidad.

Era Antigua[editar]
Dinastía Xia[editar]
Artículo principal: Dinastía Xia

Expansión territorial de la dinastía Xia

La dinastía Xia, que según las crónicas chinas habría durado del siglo XXI a. C. al siglo
XVI a. C., está considerada la primera dinastía en la historia china. Las memorias
históricas de Sima Qian recogen los nombres de los 17 reyes de esta dinastía. Fue
seguida por la dinastía Shang y, según el relato de Sima Qian, precedida por el periodo
legendario de los tres dioses y cinco emperadores.
El carácter de esta dinastía forma parte del nombre de la región china actual de Ningxia, y
aparece también en el nombre poético de China Huáxià.
Dinastía Shang[editar]
Artículo principal: Dinastía Shang
La Dinastía Shang (1766-1046 a. C.), también conocida como Dinastía Yin, es la segunda
dinastía en la historia de China y la primera cuya existencia histórica está documentada.
Su extensión territorial abarcaba el valle del río Amarillo.
Dinastía Zhou[editar]
Artículo principal: Dinastía Zhou

La dinastía Zhou (chino: 周, pinyin: Zhōu, Wade-Giles: Chou) fue una dinastía china que
gobernó entre alrededor de 1050 a. C. y 256 a. C. Es la tercera dinastía china en la historia
tradicional, y la segunda, tras la dinastía Shang, de la que existe constancia por fuentes
escritas de su época. Florecieron artes y técnicas ornamentales, que manifestaron, como
en muchas culturas mesoamericanas y europeas, el deseo de los hombres de
comunicarse con los inmortales. La dinastía Zhou fue la última de las dinastías de reyes
anteriores a las dinastías imperiales. En esta época vivieron los grandes pensadores
chinos de la antigüedad, como Confucio, y se inició la literatura china clásica.
Periodo de las Primaveras y los Otoños[editar]
Artículo principal: Primaveras y Otoños

El periodo de las Primaveras y Otoños (chino tradicional: 春秋時代, chino simplificado: 春


秋时代, pinyin: Chūn qiū shí dài) representó una era en la historia china entre el 722 a. C.y
el 481 a. C. Este periodo toma su nombre de los Anales de primavera y otoño, una crónica
del periodo cuya autoría se atribuía tradicionalmente a Confucio. Durante el periodo de las
Primaveras y Otoños, el poder se descentralizó. Este periodo estuvo plagado de batallas y
las anexiones de unos 170 pequeños estados. El lento progreso de la nobleza resultó en
un aumento en la alfabetización; el incremento en la alfabetización animó la libertad de
pensamiento y el avance tecnológico.
Periodo de los Reinos Combatientes[editar]
Artículo principal: Reinos Combatientes

China a finales del siglo V, a finales del Período de las Primaveras y los Otoños.

El periodo de los Reinos Combatientes (chino tradicional: 戰國時代, chino simplificado: 战


国时代, pinyin: Zhànguó Shídài) tuvo lugar en la franja de tiempo que comenzó en algún
punto del siglo V a. C. y que acabó en la unificación de China por la dinastía Qin en
el 221 a. C. Normalmente es considerado como la segunda parte de la dinastía Zhou
oriental, siguiendo al periodo de las Primaveras y Otoños. Al igual que en este último, el
rey de Zhou actuó meramente como un emperador títere. El nombre de periodo de los
Reinos Combatientes proviene del Registro de los Reinos Combatientes compilado en los
primeros años de la dinastía Han. La fecha del comienzo del periodo de los Reinos
Combatientes esta en disputa. Mientras frecuentemente se cita el 475 a. C. como dicha
fecha, siguiendo al periodo de las Primaveras y Otoños, en otras ocasiones se menciona
el 403 a. C., la fecha de la tripartición del estado de Jin, como el comienzo de este periodo.

Era Imperial[editar]
Dinastía Qin[editar]
Artículo principal: Dinastía Qin

Extensión de la dinastía Qin.

Qin Shi Huang, fundador de la Dinastía Qin.

El rey de los Qin funda una nueva dinastía y toma para sí el nuevo nombre de 皇帝
(huángdì), de connotaciones religiosas, que traducimos al español por "emperador". A
partir de este momento histórico, todos los monarcas chinos posteriores utilizarán este
título, abandonando la denominación de "reyes" (王 wáng). El nuevo emperador se hizo
llamar 始皇帝 Shǐ Huángdì ("primer emperador"), viéndose a sí mismo como el primero de
lo que esperaba fuera una larga dinastía de emperadores. Es la primera dinastía de una
China reunificada y mucho más grande que la gobernada por los Zhou. Hoy en día los
chinos lo llaman más frecuentemente Qin Shi Huang("Primer Emperador Qin"). Con él
surge, por primera vez en la historia, un estado chino fuerte, centralizado y unificado.
El Estado Qin llevó a cabo una labor intensa de unificación de normas: Se unificaron las
pesas y las medidas, así como el sistema de escritura. Se ordenó la tristemente célebre
quema de libros, en la que se destruyeron escritos que no se ajustaban al modelo religioso
y social del nuevo imperio. Construyó enormes palacios en Xianyang para convertir a sus
antiguos enemigos en cortesanos, unificó los fragmentos de muralla construidos durante
los siglos anteriores en la Gran Muralla, también inició la construcción de su mausoleo, los
famosos Guerreros de Terracota.
A pesar del éxito militar de la unificación, las características del estado Qin hicieron su
supervivencia inviable, y éste se vino abajo tras la muerte de Qin Shi Huang. Su crueldad y
los numerosos trabajos que impuso al pueblo sembraron el descontento; tras su muerte
en 209 a. C., los rebeldes aprovecharon el reinado de su débil hijo Èrshì Huángdì
("Emperador Segundo"), para acabar con la dinastía Qin y arrasar su capital, Xianyang.
En 206 a. C., Liu Bang, que dirigía la rebelión militar contra el ejército Qin, se proclama
emperador, fundando una nueva dinastía: los Han.
Dinastía Han[editar]
Artículo principal: Dinastía Han

Liu Bang estableció una nueva dinastía, la Han. China prosperó con rapidez, la agricultura,
la industria y el comercio florecieron.
El general Zhang Qian fue enviado a las regiones del Oeste a buscar los caballos
necesarios para las continuas guerras contra los hunos, a su vuelta se inauguró la Ruta de
la Seda, las sedas chinas se vendían muy bien en esas tierras, de las que llegaban
productos hasta entonces desconocidos. Se inventa el papel, lo que ayuda a promover la
educación, el sismógrafo y numerosas técnicas nuevas que revolucionan el país.
Los ideales que contribuyeron a levantar la dinastía van desapareciendo, el pueblo que se
encontraba disgustado va aumentando su rechazo al régimen y surgen revoluciones en
distintos puntos del país; como la de los "Leñadores Verdes" y los "Cejas Rojas", que
obligan a trasladar la capital desde Xi'an a Louyang en el año 25. Y la de los Turbantes
Amarillos, en el año 184, acabará por poner fin a la dinastía.
La dinastía Han se divide en dos periodos: Han occidentales, que tuvieron su capital
en Chang'an, y los Han orientales, que mantuvieron un control menos efectivo sobre el
territorio, y tuvieron que desplazar la corte al este, cerca de la actual Luoyang.
Entre ambos periodos, la dinastía Han se vio interrumpida brevemente por el "usurpador"
por excelencia de la historia china, Wang Mang, que instauró su propia dinastía Xin e
intentó organizar un estado basado en el pensamiento confuciano.
El periodo Han Occidental fue un periodo de prosperidad económica y cultural,
especialmente durante el reinado del emperador Wu (Han Wudi, en chino), que derrotó al
pueblo nómada Xiongnu, y abrió rutas comerciales con Asia Central e India, en particular
la Ruta de la Seda, la cual, al intensificar los contactos entre China y otros pueblos
asiáticos, hizo posible la entrada del budismo en China. Durante el reinado del emperador
Wu, el gran historiador chino Sima Qian completó las Memorias Históricas, obra
comenzada por su padre, Sima Tan, en la que se narra toda la historia china hasta aquel
momento.
Período de los Tres Reinos[editar]
Artículo principal: Tres Reinos

Es el período en que China se halla dividida tras la caída de la dinastía Han y por las
luchas que se extienden por el país. Brevemente se unifica bajo los Jin del Este, para
nuevamente ser dividida en numerosas dinastías de breve reinado. Se destaca la dinastía
Wei del Norte (386-534), fundada por los Tuoba, un pueblo de la familia de los Hunos, que
desde las capitales Datong y luego en Luoyang dan un impulso al establecimiento del
budismo. En este período se inició la construcción de las majestuosas cuevas de Yunggan,
Longmen y Mogao.
La autoridad de Cao Cao en Luoyang, donde el poder nominal aún residía en el emperador
Xian, le enfrentó a sus dos rivales militares Liu Bei y Sun Quan. Tras la Batalla de los
Acantilados Rojos, en el año 208, en que estos derrotaron a las tropas de Cao Cao, el
imperio quedó dividido en tres. En el año 220, tras la muerte de Cao Cao, su hijo Cao
Piderrocó al último emperador Han y se proclamó emperador en Luoyang de la nueva
dinastía Wei. Liu Bei no aceptó la legitimidad de la nueva dinastía y en 221 se
autoproclamó continuador de la dinastía Han en Chengdu, en el estado de Shu, actual
provincia de Sichuan. Del mismo modo, Sun Quan, desde su base de poder en el
bajo Yangzi, tras fracasar en los intentos de alcanzar un acuerdo con Cao Pi, fundó
el Reino de Wu en 222, y unos años después, en 229, se proclamó emperador. De este
modo, China quedó dividida en tres reinos, Wei, Shu-Han y Wu, que se disputaban la
legitimidad de la continuidad de los Han.
Dinastía Jin[editar]
Artículo principal: Dinastía Jin (265-420)

La reunificación de China se produjo bajo la dinastía Jin, que puede dividirse en dos
etapas: los Jin Occidentales (265-316), que consiguieron unificar China, y los Jin
Orientales (317-420), que continuaron gobernando el sur de China.
En el año 263, las tropas de Wei conquistaban el estado de Shu, con lo que los tres reinos
se convirtieron en dos. En 265, Sima Yan, de la prestigiosa familia Sima, descendientes de
Sima Qian, derrocó al emperador Wei, acabando con el poder de la familia Cao, e instauró
la dinastía Jin. En el año 280, los Jin conquistaron el reino de Wu, con lo que consiguieron
reunificar bajo la nueva dinastía el antiguo imperio Han.
Esta unificación no duraría mucho tiempo. La corte Jin en Luoyang se veía amenazada por
los pueblos nómadas del norte que habían formado varios estados y gozaban de una larga
tradición militar. Estos estados del norte acabarían conquistando las capitales; Luoyang en
el año 311, y Chang'an en 316. Así, el estado Jin desapareció del norte de China, que
pasó a estar dividido en dieciséis reinos. La conquista del norte por parte de los pueblos
nómadas o seminómadas provocó un importante éxodo de población hacia el sur. La corte
Jin se reconstituyó en la ciudad sureña de Jiankang, cerca de la actual Nankín, donde
seguiría gobernando hasta el año 420.
Dieciséis Reinos[editar]
Artículo principal: Dieciséis Reinos

Los historiadores chinos han dado el nombre de "periodo de los Dieciséis Reinos" a la
época comprendida entre los años 304 y 439, durante la cual el norte de China atravesó
una etapa de fragmentación política y de caos. Estos dieciséis reinos habían sido
formados por pueblos de etnia no china.
Dinastías Meridionales y Septentrionales[editar]
Artículo principal: Dinastías Meridionales y Septentrionales

Esculturas budistas en las cuevas de Longmen, cercanas a Luoyang, de la época Wei del Norte.

Precisamente sería otro pueblo de etnia no china, los tuoba, los que consiguieran unificar
el norte de China al derrotar a todos estos pequeños estados y proclamar la dinastía Wei
del Norte en el año 440. Con la unificación del norte, China queda dividida en dos estados:
Uno en el norte, en el que se sucederán las llamadas dinastías septentrionales: Wei del
Norte, Wei del Este, Wei del Oeste, Qi del Norte y Zhou del Norte; y otro en el sur, en el
que, al ser derrocado el último emperador Jin en 420, se sucedieron cuatro dinastías en la
corte de Jiankang: los Song, Qi, Liang y Chen.
Dinastía Sui[editar]
Artículo principal: Dinastía Sui

En el año 581 Yang Jian, general del ejército de la dinastía Zhou del Norte, se hizo con el
poder y proclamó una nueva dinastía: los Sui. Ocho años después, en 589, la dinastía Sui
derrotaba a la débil dinastía Chen del sur, con lo que conseguía la reunificación del sur y el
norte.
Tras la reunificación, se inició una etapa de reformas institucionales y de consolidación del
poder central. En esta época se construyó el Gran Canal y se amplió la Gran Muralla
China. También fue una época de promoción del budismo. En el año 604, Yang
Guang sucedió a su padre en el trono. Tras una serie de reveses militares en las regiones
fronterizas, se produjeron insurgencias militares. El segundo emperador Sui moría
asesinado en el año 617. Se intenta mejorar con reformas la situación del pueblo, pero son
traicionadas por su hijo, desencadenándose una sucesión de guerras campesinas, que
finalizan con la toma del poder por Li Yuan, en el año 618, que funda la dinastía Tang, con
capital en Xi'an.
Dinastía Tang[editar]
Artículo principal: Dinastía Tang

En efecto, en el año 618, un año después de la muerte del último emperador Sui, el
militar Li Yuan asumía el poder como emperador Gaozu de la nueva dinastía Tang. En el
año 624, su hijo, tras haber matado a dos de sus hermanos frente a la puerta
de Xuanwu en Chang'an, le obligaba a abdicar, convirtiéndose en el segundo emperador
Tang, Taizong. Tras la muerte violenta del primer heredero al trono, un segundo hijo del
emperador fue nombrado heredero, y subiría al trono como emperador Gaozong en 649.
Durante el reinado de Taizong, una de sus concubinas, que había sido anteriormente
concubina de su padre, alcanzaría un gran poder de influencia hasta el punto en que
finalmente, después de seguir gobernando desde la sombra bajo el reinado de dos de sus
hijos, ella misma se convertiría en emperatriz.

Emperatriz Wu.

Así, tras derrocar a su propio hijo, el emperador Zhongzong, la Emperatriz Wu se convirtió


en la primera y única mujer que gobernaría China en toda su historia. Al subir al trono,
proclamó una nueva dinastía Zhou.
El reinado de la emperatriz Wu estaría marcado por su intento de legitimar su poder,
cuestionado por muchos que veían una vulneración de las normas confucianas en la
presencia de una mujer en el trono imperial. La emperatriz patrocinó el budismo y, en
especial, formas de éste que daban legitimidad a su poder.
En el año 705, la emperatriz Wu, que, según las crónicas existentes, tenía ya 80 años de
edad, fue derrocada y su hijo el emperador Zhongzong retomó el poder, restaurando la
dinastía Tang. Tras varios años de luchas internas, el emperador Xuanzong consolidaría el
poder de la dinastía.
A pesar de todas estas luchas por el poder que se sucedieron en estos años, esta primera
parte de la dinastía Tang fue una época de esplendor cultural y en la que el imperio
dominaba grandes extensiones de terreno, incluso partes de Asia Central, en la actual
Región Autónoma de Xinjiang, que no volverían a estar controladas por un emperador
chino hasta la última dinastía Qing. En la visión tradicional china, la dinastía Tang
representa una de las épocas gloriosas de China.
Sin embargo, esta época de esplendor tendría su fin al final del reinado de Xuanzong. A
pesar de la aparente fortaleza del imperio, el general de origen centroasiático An
Lushandirigiría uno de los mayores intentos de rebelión de la historia china: La Rebelión de
An Lushan, que sacudiría los cimientos del estado chino en el año 755.
A pesar de que el estado, en manos del nuevo emperador Suzong logró finalmente sofocar
la rebelión en el año 763, las consecuencias se sentirían en los siguientes siglos.
La pérdida de poder efectivo por parte del estado, que para acabar con la rebelión había
tenido que hacer concesiones a militares y a pueblos fronterizos, como los uigures y
los tibetanos, hizo que el control efectivo sobre los recursos del territorio se redujera de
una manera drástica. El modelo de estado centralizado y fuerte que habían implantado los
Tang se vino abajo, y no volvería a existir un estado fuerte y centralizado hasta la
proclamación de la República Popular China en el siglo XX.
Mucho más debilitada, la dinastía Tang se mantendría en el poder en Chang'an hasta
principios del siglo X.
En el año 904, el dirigente militar Zhu Wen lanzó un ataque contra Chang'an, destruyendo
la ciudad y haciendo matar a la corte del emperador. Finalmente, en 907 Zhu Wen hizo
matar al último emperador Tang y proclamó una nueva dinastía: la dinastía Liang, con
capitales en las ciudades de Luoyang y Kaifeng.
Periodo de las Cinco Dinastías y los Diez Reinos[editar]
Artículo principal: Cinco Dinastías

Tras el fin de la dinastía Tang, con la fundación de la dinastía Liang en el norte de China,
se inicia una etapa de inestabilidad que vería sucederse cinco dinastías breves en el norte
de China (dinastía Liang posterior, dinastía Tang posterior, dinastía Jin posterior, dinastía
Han posterior y dinastía Zhou posterior), mientras que en el sur aparecieron diez reinos
independientes. A esta época, de 907 a 960, los historiadores chinos la conocen como
"periodo de las Cinco Dinastías y los Diez Reinos", o simplemente "de las Cinco
Dinastías".
Las Cinco Dinastías (Wu Dai) y los Diez Estados (Shi Guo), hacen referencia a los reinos
formados tanto en el norte, Wu Dai, como en el sur, Shi Guo. La historiografía china ignora
el sur, denominando este período sólo por las casas reinantes del norte: Liang, Tang, Jin,
Han y Zhou, que conforman las Cinco Dinastías. Es a partir de la caída de la dinastía Tang
cuando se inició un movimiento basculante, en el que el sur va a sustituir al norte desde un
punto de vista no sólo económico sino también político y artístico. El norte, amenazado
eternamente por las invasiones, llevó a sus habitantes al sur de Yangzi, donde se sentían
protegidos de los bárbaros y donde pudieron desarrollarse económicamente a través de la
agricultura o el comercio. Entre los pueblos invasores los kitanes se impusieron sobre el
resto e instauración la dinastía Liao (907-1125). Se extendieron geográficamente desde la
actual Manchuria a la provincia de Hebei, conquistando la ciudad de Yu (hoy, Pekín); su
poder fue muy grande, eso le permitió exigir un tributo a la dinastía Jin (936-943) y
continuar sus conquistas hacia el sur. Junto a los kitanes, con una menor fuerza y
presencia, se estableció un pueblo procedente del Tíbet, los Shato, que por medio de su
poderío militar impusieron sus formas de gobierno y costumbres a los Han, residiendo su
valor en su poderío militar, en vez de en la razón y la fuerza de su cultura. Mientras en el
norte se fueron creando estructuras políticas más o menos sólidas que daban entrever la
posibilidad de una reunificación, los Diez Estados del Sur (Shi Guo) se debilitaron por
pequeñas guerras de conquista, facilitando la invasión de los reinos del norte.
En el año 960, Zhao Kuangyin (Emperador Daizu, 960-976), inició el proceso de
unificación del país, inaugurando una nueva dinastía, la Song.
Dinastía Song[editar]
Artículo principal: Dinastía Song

En el año 960, el militar de la dinastía Zhou del Norte Zhao Kuangyin fundaba la dinastía
Song, continuación de las cinco dinastías que se sucedieron en el norte tras la caída de los
Tang. Esta dinastía, que estableció su capital en Kaifeng, consiguió conquistar los reinos
del sur y reunificar gran parte del territorio que había estado bajo soberanía Tang.
Durante la dinastía Song se produjo un gran desarrollo del comercio. Se generaliza el uso
de dinero, y aumenta de manera espectacular el movimiento de personas y mercancías
dentro del país. Este aumento del comercio lleva a la aparición de grandes ciudades.
Durante el periodo Song, se sucedieron tres estados importantes formados por pueblos
de etnia no china en el norte. Los kitán (o khitan) fundarían la dinastía Liao en el noreste.
En el noroeste, en las actuales regiones de Gansu y Ningxia, los tangut fundan la dinastía
Xia Occidental. El tercero de estos estados, y el más importante, sería la dinastía Jin,
fundada por los yurchen (o jürchen), que llegaría a conquistar el norte de China, obligando
a los Song a huir al sur en el año 1127. Estos tres estados adoptaron el modelo dinástico
chino, por lo que la historiografía tradicional china los incluye en los listados de dinastías.
El periodo Song se pude dividir en dos partes: "Song del Norte", hasta 1127, cuando la
dinastía controlaba la parte principal del territorio histórico de China, y "Song del Sur", de
1127 a 1279, periodo durante el cual la corte Song hubo de refugiarse en el sur,
estableciendo la capital en la actual Hangzhou, después de su derrota frente a los Jin.
Desde el sur, los Song mantenían el objetivo de reconquistar el norte, pero nunca pudieron
hacer frente a la superioridad militar de los pueblos altaicos.
La reunificación de China se produciría, paradójicamente, gracias a la conquista del
territorio chino por otro pueblo extranjero procedente del norte: los mongoles.
Por razones de política exterior tuvo dos capitales, la primera de ellas fue Pian (hoy
Kaifeng) en la provincia de Henan, donde la dinastía Song del Norte reinó del 960 a 1127.
Por el avance de los kitanes y de los mongoles hacia el sur se aconsejó trasladar la capital
a Linan (hoy Hangzhou) en la provincia de Zhejiang, iniciándose un segundo período
denominado Song del Sur (1127-1279).
Durante la dinastía Song surgió el renacimiento intelectual y artístico Song, debido al
desarrollo del comercio interno y externo, así como medidas políticas encauzadas hacia la
coexistencia con los pueblos del norte mediante el pago de tributos.
El ministro del emperador Shenzhong (1068-1085) Wang Anshi (1021-1086), fue quien
desarrolló estas reformas con el (Memorándum de las diez mil palabras) o la articulación
del cambio social adecuado a los nuevos tiempos.
Existía una ausencia de movilidad social, por el asentamiento de una clase ilustrada (Shih)
sobre el rígido sistema de exámenes, esta fue una de las causas por las que las
innovaciones tecnológicas y económicas no constituyeron el motor del cambio social,
como si sucedió en Europa. Wang Anshi, con sus reformas políticas y económicas, intentó
dotar a la clase mercantil (shang) de suficiente poder con el fin de poder contrarrestar la
falta de movimiento de los Shih, por eso es que introdujo en las materias de examen al
Estado el conocimiento técnico y científico, ignorados hasta esa época. Favoreció también
el desarrollo del papel moneda y las letras de cambio, con el fin de agilizar el comercio
entre las diferentes regiones, así como proteger a los pequeños propietarios y campesinos
equilibrando la presión fiscal. Desarrolló el sistema de graneros, como despensa del
Estado. El desarrollo de las comunicaciones interiores y la navegación favorecieron el
desarrollo económico, pero no fueron eficaces para frenar el avance militar de los pueblos
del norte.
En el año 1127, tras la captura del emperador Huizong y de la emperatriz regente, la corte
huyó a la ciudad de Nankín y de ahí a Hangzhou, donde se estableció provisionalmente.
La ciudad de Hangzhou se convirtió gracias a la dinastía Song en una ciudad rica y en la
más poblada del mundo, con un modo de vida absolutamente diferente al del norte, debido
al desarrollo de su economía monetaria y de la exportación del té y la porcelana.
La dinastía finalizó con la victoria militar de los mongoles y el inicio de la dinastía Yuan.
Dinastía Yuan[editar]
Artículo principal: Dinastía Yuan

Los mongoles, pueblo nómada del norte de lengua altaica, llegarían a establecer uno de
los mayores imperios de la historia de la humanidad. Bajo su gran líder Gengis Kan, las
conquistas mongolas llegaron a unir bajo su imperio territorios tan distantes como Europa
Oriental, Irán y China. El propio Gengis Kan logró la conquista de los Xia occidentales,
mientras que su hijo Ogodei, el segundo Gran Kan, derrotó a los Jin en 1234.
El Imperio mongol había sido dividido en cuatro partes. Una de ellas, el Gran Kanato,
ocupó gran parte del territorio de las actuales China y Mongolia. En el año 1271 el Gran
Kan Kublai fundó una dinastía al estilo chino, bajo el nombre Yuan, con capital en Pekín.
Kublai Kan, ya como emperador Yuan, derrotó definitivamente a la dinastía Song del Sur
en la batalla de Yamen en 1279.
Los emperadores mongoles tuvieron que enfrentarse a la difícil tarea de gobernar una
sociedad muy diferente de la suya. Clasificaron a la población en varias categorías étnicas
y, tras un periodo de interrupción, reanudaron los exámenes imperiales para captar
funcionarios para la administración.
El periodo Yuan estuvo marcado por una gran inestabilidad social, situación agravada por
desastres naturales, como las inundaciones en el valle del río Amarillo, que provocaron
hambrunas, y también por la epidemia de peste, que afectó a una gran parte del territorio.
Dinastía Ming[editar]
Artículo principal: Dinastía Ming

Representación artística de Zhu Yuanzhang, el fundador de la dinastía Ming.

El desorden social del final de la dinastía Yuan provocó numerosas rebeliones contra los
mongoles. Un líder rebelde de origen humilde, Zhu Yuanzhang, funda la dinastía Ming
en 1368, estableciendo la capital en Nankín.
A Zhu Yuanzhang, el emperador Hongwu, le sucederá, tras una breve guerra civil, su hijo
el emperador Yongle, que trasladará la capital a Pekín.
El emperador Hongwu de la Dinastía Ming, murió a la edad de 71 años, sobrevivió a la
muerte de la emperatriz y de su hijo y heredero por cinco años. Docenas
de concubinas fueron quemadas vivas en su funeral y enterradas con él; la tumba está en
el sector norte de la Montaña Morada (Montaña Morada de Oro) en Nankín, China, la
construcción de la misma comenzó en el año 1381 y terminó en 1405.
Durante el reinado de Yongle, China se convertiría en la primera potencia marítima del
mundo, como evidencian los siete viajes de Zheng He al sur de Asia y África. Sin embargo,
estos viajes no tendrían continuidad. Probablemente por el coste que éstos habían
supuesto para las arcas del Estado, China abandonó su flota y renunció a continuar las
expediciones marinas.
En el ámbito económico, durante el periodo Ming cae en desuso el papel moneda, debido
a los problemas de inflación que generaba, y se empieza a utilizar la plata. A pesar de que
los Ming habían prohibido el comercio con extranjeros, la escasez de plata en China hace
que surjan numerosos contactos comerciales con Japón y, más adelante, con
los portugueses, establecidos en Macao desde mediados del siglo XVI, y con
los españoles, que transportaban plata de América a Filipinas.
Dinastía Qing[editar]
Artículo principal: Dinastía Qing

Retrato del emperador Kangxi(1661 - 1722), uno de los principales monarcas Qing.

En el año 1644, la dinastía Qing, procedente de Manchuria, conquista Pekín.


En China, la dinastía Qing ha sido considerada una dinastía opresora. Los manchúes
impusieron su estilo de peinado y su forma de vestir a la población china, y la
lengua manchú se utilizaba para los asuntos más importantes en la corte, dominada por la
clase dirigente de origen manchú.
La dinastía Qing consolidaría la expansión territorial de China, incorporando al
imperio Taiwán, Tíbet, Xinjiang y Mongolia.
A pesar de la fortaleza militar del imperio Qing, se sucedieron las rebeliones contra éste.
La más importante de las rebeliones antimanchúes fue la Rebelión Taiping, que causaría
millones de muertos entre 1851 y 1864.
A lo largo del siglo XIX se sucedieron las disputas comerciales con las potencias
occidentales, que dieron lugar a la Primera Guerra del Opio, que enfrentó a China con
el Reino Unido entre 1839 y 1842, y a la Segunda Guerra del Opio, entre 1856 y 1860, en
la que una alianza franco-británica tomó la ciudad de Cantón. El resultado de estas
guerras fue la firma de los tratados de Nankín y de Tianjin, por los que el Reino Unido
consiguió la soberanía sobre parte del actual territorio de Hong Kong, además de derechos
comerciales y de navegación para las potencias occidentales.
En las últimas décadas de la dinastía Qing, bajo el mando de la poderosa Emperatriz
Regente Cixi continuaron los conflictos con las potencias extranjeras por disputas
comerciales. Además, la rivalidad con Japón por la influencia sobre Corea provocó
la guerra chino-japonesa entre 1894 y 1895. Tras la derrota china en esta guerra, se firma
el Tratado de Shimonoseki, por el que China reconocía la independencia de Corea, que
pasaba a estar bajo influencia japonesa, y cedía Taiwán a Japón.
La derrota frente a Japón hizo crecer el desprestigio de la dinastía Qing. El descontento
con el gobierno imperial manchú se manifestó en la aparición de numerosos movimientos
revolucionarios que pedían la formación de una república.

Era Moderna[editar]
República de China[editar]
Artículo principal: República de China (1912-1949)

Sun Yat-sen, primer Presidente de la República de China.

El 10 de octubre de 1911 se produce el Levantamiento de Wuchang, rebelión contra la


dinastía Qing en la actual ciudad de Wuhan, que provoca la Revolución de Xinhai, que
acabará con el derrocamiento definitivo del último emperador Qing, Puyi, en 1912.
El líder revolucionario chino Sun Yat-sen, al tener noticia del levantamiento de Wuchang,
vuelve a China desde Estados Unidos. Aunque Sun llega a ser nombrado Presidente de la
República de China, el país se encuentra dividido, dominado por dirigentes locales, y llega
a un acuerdo con el destacado militar Yuan Shikai, que controlaba los restos del ejército
Qing en el norte, para que éste sea presidente.
La ambición de Yuan Shikai, que llegaría a autoproclamarse emperador en 1915, hace
crecer la oposición a éste. China se encontraba aún dividida, y Sun Yat-sen vuelve del
exilio para instalarse en Cantón, desde donde dirige el Kuomintang, el partido político que
él había fundado. En Cantón, Sun Yat-sen funda la Academia Militar de Whampoa, en la
que se formará el ejército que, bajo el mando de Chiang Kai-shek, sucesor de Sun Yat-sen
al frente del Kuomintang, conseguirá conquistar gran parte de China y establecer
en Nankín la capital de la República de China, cumpliendo la ambición de Sun Yat-sen.
Chiang Kai-shek se convierte en presidente de la República y, desde el principio, tendrá
que enfrentarse a dos problemas. Por un lado, el Partido Comunista Chino, a pesar de
varios periodos de colaboración con el Kuomintang, lucha por establecer un régimen
comunista. Por otro lado, el imperialismo japonés presiona a China. En 1931 Japón
conquista Manchuria, y establece allí el estado títere de Manchukuo. En 1937 el ejército
japonés inicia una invasión a China.
Durante la invasión japonesa, el gobierno de Chiang Kai-shek abandona la capital Nankín,
ocupada por Japón, y se repliega al interior, estableciéndose en la ciudad de Chongqing.
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, Japón abandona sus conquistas en
Asia, y China recupera Manchuria y Taiwán.
Cuando parecía que el gobierno de Chiang Kai-shek podría ya lograr consolidar la
estabilidad de la república, el partido comunista organizó una rebelión armada contra el
Kuomintang. Éste se convierte en una guerra civil total a partir de 1947.
En contra de las previsiones, los comunistas logran vencer al ejército de la República. El
gobierno del Kuomintang, junto a parte del ejército y muchos de sus simpatizantes, se va a
Taiwán, desde donde confiaba en poder reconquistar el continente. Esta situación, sin
embargo, acabaría manteniéndose y la República de China continúa existiendo en la
actualidad en la isla de Taiwán.
República Popular China[editar]
Artículo principal: Historia de la República Popular China

Imagen del presidente Mao en la Puerta de Tian'anmen en Pekín.

El 1 de octubre de 1949, el líder del Partido Comunista Chino Mao Tse-Tung proclama la
República Popular China desde la puerta de Tian'anmen de la Ciudad Prohibida de Pekín.
Mao fue el líder máximo de China hasta su muerte en 1976. Su periodo de gobierno estuvo
marcado por profundas conmociones sociales y políticas, como las campañas del Gran
Salto Adelante o la Revolución Cultural. En 1949, el Partido Comunista impulsa una
política de alfabetización (sólo el 20% de la población podía leer en 1949, comparado con
el 80% treinta años después).4
Tras la muerte de Mao, el sucesor elegido por éste, Hua Guofeng, no consiguió consolidar
el poder, que acabó en manos de Deng Xiaoping.
Deng Xiaoping inició un proceso de reformas económicas y apertura comercial al resto del
mundo. Desde entonces, la economía china ha conseguido crecer a un ritmo espectacular.
A pesar de estos éxitos económicos, la represión política se manifestó de una manera
especialmente trágica en 1989, con la intervención del ejército para acabar con
las protestas de la Plaza de Tian'anmen.
Tras la muerte de Deng, su sucesor Jiang Zemin mantuvo el poder hasta el año 2003,
cuando fue sustituido por Hu Jintao, el cual gobernó la China hasta el año 2013, año en el
cual fue reemplazado por el actual presidente Xi Jinping.5

Véase también[editar]
 Interpretaciones de la Historia de China
 Cultura de China
 Historia de Taiwán
 Historia de Macao
 República Popular China

Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Véase Hansen (2000), p. 9.
2. ↑ Saltar
a:a b c d e f g h i j k l m n ñ o p q r s t u v w x y z aa ab ac adae af ag ah ai aj ak al am an añ ao ap aq ar as at Liu,
Li. «”Caminos hacia la complejidad social en China”».Error en la cita:
Etiqueta <ref> no válida; el nombre "Liu_1" está definido varias
veces con contenidos diferentes
3. Volver arriba↑ Wolpin, Samuel. Lao Tse y su tratado sobre la virtud del Tao (Tao Te Ching).
Cap. 2: Orígenes del Pueblo Chino. Pág. 13.
4. Volver arriba↑ 49 Myths about China, Marte Kjær Galtung, 2014
5. Volver arriba↑ «El Ejército de Terracota». Guerreros de Shi Huangdi. Consultado el 26 de
diciembre de 2017.

Bibliografía[editar]
 Bregolat Obiols, Eugenio (2007). La segunda revolución china. Colección Imago
Mundi. Barcelona: Ediciones Destino. ISBN 9788423339198.
 Ceinos, Pedro (2006). Historia breve de China. Madrid: Silex ediciones. ISBN 978-84-7737-
173-1.
 Domenach, Jean-Luc (2006). ¿A donde va China?. Colección Paidós Historia
Contemporánea. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica. ISBN 978-84-493-1841-2.
 Fairbank, John K. (1997). China. Una nueva historia. Santiago de Chile/Barcelona: Ed.
Andrés Bello.
 Freches, José (2006). Erase una vez China. Colección Gran Austral (Espasa). Madrid:
Espasa-Calpe. ISBN 978-84-670-2215-5.
 Gernet, Jacques (2007). El mundo chino. Barcelona: Editorial Crítica. ISBN 978-84-8432-868-
1.
 Hansen, Valerie (2000). The Open Empire. A History of China to 1600. W.W. Norton
and Company: New York.
 Lovell, Julia (2007). La Gran Muralla: China contra el mundo (1000 a. C.-2000 d. C.).
Barcelona: Editorial Debate. ISBN 978-84-8306-720-8.
 Martinelli, Franco (1975). Historia de China. Dos volúmenes. Barcelona: Editorial de
Vecchi.
 Olle I Albiol, Manel (2005). Made in China: el despertar social, político y cultural de la
China contemporánea. Colección Imago Mundi. Barcelona: Ediciones Destino. ISBN 978-
84-233-3769-9.
 VV.AA. (2003). El despertar de la nueva China: implicaciones del ingreso de China en
la organización mundial del comercio. Madrid: Asociación Los Libros de la
Catarata. ISBN 978-84-8319-169-9.
 Wolpin, Samuel (2003). Lao Tse y su tratado sobre la virtud del Tao (Tao Te Ching).
Kier. ISBN 950-17-0127-1.

Historia de China

China es un país con una historiamilenaria y trepidante. Una


nación que cuenta con unas tradiciones ancestrales y una
cultura que se remonta a varios siglos en el tiempo. Sus
sorprendentes paisajes, su especial gastronomía y las amables
gentes, dejan prendado al visitante. Un territorio que a lo largo
del tiempo ha pasado por etapas históricas y períodos muy
diferentes y que merecen ser conocidos.
En CurioSfera.com queremos explicarte la historia de
China y su origen. ¿Comenzamos?

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Índice de contenidos
 1 Origen de China
 2 Prehistoria de China – Los Shang y los Zhou (Chou)
 3 La Edad del Hierro en China
 4 Primera unificación de China e imperio Han
 5 Segundo período imperial de China
 6 El imperio Ming
 7 La China de los manchúes
 8 La revolución y la república china
 9 Historia República Popular China
 10 La muerte de Mao y el triunfo del reformismo

Origen de China
Para conocer la historia y origen de China primero debes
conocer cómo es y su situación geográfica. La República
Popular de China (Zhonghua Renmin Gongheguo), es el país
más poblado del mundo y el tercero en extensión después de
Rusia y Canadá, es la primera potencia de Asia.
Sus tierras se extienden desde el corazón del continente (Tíbet
y Sinkiang) hasta las costas del Pacífico. Limita al norte con
Mongolia y Rusia; al este con Rusia, Corea del Norte, el mar
Amarillo y el mar de la China Oriental; al oeste con Kazajstán,
Kirguisistán, Tadjikistán, Pakistán y la India; al sur con Nepal,
Bhután, Myanmar, Laos, Vietnam y el mar de la China
Meridional.

Para los occidentales, China es sinónimo de exotismo y


misterio, sugiere refinamientos sutiles y crueldades extremas,
obras de arte admirables y paisajes de gran belleza. Esta
imagen no debe inducir a perpetuar simplificaciones y
prejuicios, y no puede ocultar la importancia de una de las
civilizaciones más destacadas del planeta.

China, cuya historia está llena de acontecimientos, de


descubrimientos científicos, es un país muy complejo, en el que
conviven más de 1.350 millones de personas, esto es, más de
una quinta parte del total del planeta.
Justamente el enorme volumen de su población lo convierte en
una de las incógnitas que la humanidad tiene planteadas para
los próximos años. China no es tan solo el mercado potencial
más importante del mundo, sino que el dinamismo que ha
cobrado su economía está a punto de convertirlo en un gigante
comercial.

La resolución del enigma chino dependerá, a partir de ahora, del


modelo político y económico que se adopte y de la mayor o
menor inclusión de la nación en el concierto internacional.

Prehistoria de China – Los Shang y los Zhou


(Chou)
El paleolítico antiguo está representado en China por el
célebre sinántropo, cuyas osamentas fueron descubiertas
(1921) en Zhou Koudian (Chou-Kou-tien), al sudoeste de
Beijing. A partir del 4.000 a.C. se comprueba un rápido
desarrollo de varias culturas neolíticas, particularmente en la
región de la “China del loes” (valle del Huang He), que aparece
ya como adelantado sobre las comarcas vecinas.
Reproducción del hombre primitivo hallado en China (Hombre de
Pekín)
A fines de este período neolítico (2200 a.C. a 1800 a.C.) los
anales tradicionales sitúan la primera dinastía de la historia
de China, la de los Xia o Hsia. Hacia principios del milenio II
a.C. se produce en China un fenómeno capital: la aparición de
la técnica del cobre.

Con esta revolución técnica se precisan algunas características


de la civilización china arcaica. Así, apareció lo que se ha
llamado la “dicotomía fundamental”: por una parte, los nobles,
habitantes de las “ciudades-palacio”, y por otra parte, los
campesinos, que cultivaban las tierras alrededor de los muros
de la población.
Mapa del imperio de la dinastía Shang
Los anales han conservado la lista de los soberanos de
una dinastía Shang(fechas tradicionales: 1766 a.C. a 1112
a.C.). Los Shang fueron reemplazados por los Zhou (fines del
milenio II a.C.).

Los Zhou establecieron primeramente su capital cerca del


emplazamiento de la actual Xian (Sian), y se refugiaron más
tarde (750 a.C.), bajo la presión de los “bárbaros” vecinos, en
Henan (Honan), cerca de Luoyang.
Señales de la primitiva civilización china
Bajo el dominio de los Zhou se produjo una expansión
colonizadora hacia la China Central y hasta el sur del Yangzi
Jiang. Como la autoridad de los reyes Zhou no podía extenderse
hasta los límites de un territorio tan vasto, se formaron en la
periferia varios principados autónomos y la unidad del mundo
chino corrió el riesgo de romperse.

En los siglos VII a.C. y VI a.C. tres grandes principados


destacarían sucesivamente: Qi (en Shangdong o
Shangtung), Qin (en Shanxi) y, sobre todo, Chu, cuyo territorio
se extendió hasta el sur del Yangzi Jiang.

La Edad del Hierro en China


La evolución que se aprecia desde el siglo VI a.C. se precisaría y
aceleraría con la introducción de la fundición del hierro y el
arado uncido. Con las nuevas herramientas agrícolas y con los
grandes trabajos colectivos de construcción de diques se
incrementaron las tierras aptas para el cultivo.
Herramientas de metal halladas en China
Estos importantes cambios en las condiciones
económicas determinaron una nueva estructuración de la
sociedad. Diversas reformas tendieron a destruir los restos de la
antigua nobleza y a organizar las bases de un poder
centralizado.

Los campesinos fueron agrupados y se instauró el principio de la


responsabilidad colectiva. Paralelamente se engrandecieron los
núcleos urbanos, que se convirtieron en centros
comerciales y artesanales.
El pensador y filósofo chino Confuncio
El pensamiento filosófico y político también experimentó
profundas transformaciones: época llamada de las “cien
escuelas”. Nació entonces el pensamiento de Confucio, que
resaltaba los principios morales y proponía regular las
costumbres por la educación.

Otras escuelas importantes fueron la de los taoístas, que


recelaban de la política y propugnaban la vuelta a la naturaleza
y a un modo de vida lo más sencillo posible, y la de
los legistas, que querían regentar la sociedad con todo el poder
de la ley.

Primera unificación de China e imperio Han


En los siglos IV a.C. y III a.C. las disputas entre los grandes
principados se transformaron en verdaderas guerras de
anexión, que concluyeron (año 221 a.C.) con el triunfo de
la dinastía que gobernaba el estado occidental de los Qin.
En este el primer emperador ordenó la construcción de la gran
muralla china.

El primer emperador de la dinastía Qin, Shi Huangdi (221 a.C.


a 210 a.C.), organizó, siguiendo los principios de la escuela
legalista, la administración centralizada y jerarquizada. que
perduró a través de todas las dinastías, y trató de unificar la
cultura y la ideología chinas según las pautas de aquella
escuela.

La dinastía Han (206 a.C. a 220 a.C.) desde su capital,


Changan, continuó la obra unificadora de los Qin, pero al
mismo tiempo se formó una nueva clase de terratenientes que
controlaban grandes dominios y a menudo tendieron a
independizarse del poder central.
Mapa territorio Dinastía Qin
Los Han adoptaron el confucianismo en lugar del
legalismo como ideología oficial, reservaron para el Estado
diversos monopolios e inauguraron un nuevo sistema de
reclutamiento de los funcionarios, que fue origen de la
importante clase de los mandarines.

Bajo los Han el emperador se convirtió en personificación del


Estado, con supremo poder legislativo, ejecutivo, judicial y
religioso. Entre los años 9 y 22 un gran dignatario, Wang Man,
usurpó la autoridad.
Mapa del imperio de la dinastía Han
A partir del año 23 la dinastía Han recuperó el poder, pero
transfirió la capital más al este, a Luoyang, por lo que recibe la
denominación de “Han orientales”. El aumento del número de
campesinos libres que pasaron al control de los grandes
propietarios originó una gran sublevación popular, la de los
“turbantes amarillos” (184), cuyos jefes estaban influidos por la
ideología taoísta.

La crisis se agudizó con los ataques de los nómadas, que


arremetían en la frontera del noroeste, y la dinastía se hundió,
con lo que el poder real pasó a los militares que gobernaban las
regiones, así como a las grandes familias terratenientes que los
sostenían.

Durante el periodo llamado de los “tres reinos y seis


dinastías” (220-618) China estuvo dividida en tres reinos, el
de Wei al norte, el de Shu al oeste y el de Wu en el bajo
Yangzi Jiang, en lucha por el poder y en progresivo repliegue
hacia el sur, mientras el norte sufría sucesivas invasiones de
tribus bárbaras.

Mapa de los tres reinos y seis dinastías


A partir del siglo IV, el imperio nacional chino se vio reducido a
la China Meridional. En él, el budismo alcanzó gran
esplendor y las artes y las ciencias un gran desarrollo,
favorecido por el uso del papel, que había sido inventado en el
período anterior (puedes ver quién inventó el papel)

Al mismo tiempo, al norte del Yangzi Jiang, se formaron algunos


imperios fundados por jefes no chinos que supieron asimilar la
técnica y la administración chinas sin perder sus vínculos
tribales. El más importante fue el imeprio de Wei (386 – 557),
de la tribu turca de los tuoba o tabgach, que unificaron el norte
y adoptaron el budismo.

Segundo período imperial de China


En el año 581 un dignatario de origen chino, Yang Jian (Yang
Kien), reunió bajo su autoridad las regiones del norte y en el
año 589 sus ejércitos ocuparon Jiankang (actual Nanjing).
Fundó una nueva dinastía, la dinastía de los Sui, que reunificó
de nuevo las tierras chinas.

La dinastía Tang (618-907) continuó la obra de los Sui


inaugurando uno de los períodos más brillantes de la
historia de China, que se vio convertida en el centro político,
económico y cultural de Asia, con una población de unos 50
millones de habitantes.

El emperador Tai zong (627-649) volvió a dar a la


administración un alto grado de racionalización y competencia, y
a pesar de adoptar un código legal y de costumbres basado en
el confucianismo, mantuvo el imperio abierto a todas las
ideologías.
Bajo el mandato de Xuanzong (713-756), el imperio chino, que
ya se había anexionado Corea y Annam, intentó consolidar sus
posiciones en Asia Central, pero fue derrotado por los árabes.

Con esta derrota comenzó la decadencia de la dinastía Tang,


que fue sucedida por un período anárquico llamado de las “cinco
dinastías” (907-960) en el que China estuvo de nuevo dividida.
A pesar de todo, las ciudades del sur, enriquecidas por el
comercio del té, vivieron un momento extraordinariamente
próspero.

La reunificación llevada a cabo por los Song (960-1279) se


realizó sobre la ideología oficial de
un neoconfucianismo altamente autoritario, que legalizó y
constitucionalizó un rígido despotismo imperial en medio de una
gran intransigencia hacia las restantes escuelas de
pensamiento, que fueron perseguidas como heréticas.
A pesar de las reducciones territoriales sufridas por el imperio
chino, a consecuencia de la formación de reinos bárbaros
dentro de sus fronteras, los emperadores Song se abstuvieron
de emprender grandes expediciones militares contra ellos por
temor a que el ejército llegara a tener demasiada influencia.

Las ciudades del sudeste, gracias al auge del comercio del té,
continuaron su vida próspera, convertidas en el nuevo centro de
gravedad de China; en ellas siguió aumentando la importancia
social de los gremios comerciales y se produjeron importantes
descubrimientos técnicos, como el compás magnético,
la pólvora y la imprenta de tipos móviles.

Los ataques de los bárbaros obligaron a trasladar la capital a


Hangzhou, al sur del Yangzi Jiang (1126). El imperio formado
por Gengis Jan supuso una grave amenaza para China,
que finalmente fue sometida por los mongolescuando Kubílai
(1260-94) conquistó la China de los Song.
El líder de los Mongoles, Gengis Jan
Kubilai trasladó la capital a Beijing y fundó la dinastía de
los Yuan (1279-1368), que transformó profundamente la
estructura del país. Los Yuan desarrollaron las posibilidades
comerciales del sur (exportación de seda, importación de
especias), el papel moneda se hizo de uso general (ver historia
del dinero).

Los juncos visitaron todos los puertos del sur y sureste de Asia y
se estableció una zona de libre cambio comercial desde el
Pacífico hasta la Europa oriental, a causa del control mongol de
la “ruta de la seda” y de la seguridad que dio a las
comunicaciones el sistema mongólico de postas.
Mapa de la ruta de la seda
Los mongoles abrieron su corte a los viajeros occidentales,
como Marco Polo, y a la cultura budista, llevada por los monjes
tibetanos. Pero a su vez la población china quedó totalmente
excluida de la política del país: los altos cargos del gobierno
fueron monopolizados por los mongoles.

La administración pasó a manos de funcionarios extranjeros


(budistas y nestorianos) y la antigua clase intelectual
confucianista pasó a ocupar el último lugar de la escala social;
a pesar de las teóricas mejoras legales, la situación del
campesino empeoró y se generalizó la situación de pauperismo
colectivo, que provocó la aparición del bandidaje y, a partir del
año 1325, de revueltas populares.

El imperio Ming
A mediados del siglo XIV la revuelta campesina de los
“turbantes rojos” asestó un golpe fatal a la dinastía mongol de
los Yuan. Fue un campesino de Anhuí, Zhu Yuanzhang (Chu
Yuang-chang), el que en medio de las turbulencias logró
hacerse con el poder y fundó una nueva dinastía, la dinastía de
los Ming(1368-1644).

Adoptó el nombre de Hongwu (Hung Wu) (1368-99), y bajo el


Gobierno de su hijo Yongle (Yong-lo) (1403-1425) el imperio
conoció un gran progreso. La dinastía Ming representó la
revalorización de la época clásica (Han y Tang), el triunfo de
una exaltada xenofobia y el repliegue de China en sí misma.

El neoconfucianismo siguió legalizando el despotismo imperial,


pero al mismo tiempo surgió un confucianismo de tendencias
idealistas, que destacó la dignidad del hombre, verdadero centro
del universo. La clase de los funcionarios se abrió a personas no
pertenecientes a la aristocracia terrateniente, pero la situación
de los campesinos empeoró.
La minería y la metalurgia se desarrollaron, y los
comerciantes chinos, al ver interrumpida la ruta de las
caravanas, establecieron colonias en las islas del índico para
controlar las rutas marítimas. En 1425 Annam se sometió al
vasallaje chino.

A fines del siglo XVI la corte alcanzó un gran refinamiento y el


gobierno pasó a manos de los eunucos; al mismo tiempo
comenzó la intervención colonial europea con la instalación de
los portugueses en Macao (ver historia de Portugal).

La China de los manchúes


Los manchúes, que habían formado en el noreste un imperio en
el que se mezclaban los principios administrativos chinos con
sus instituciones tribales, penetraron en China y proclamaron
la dinastía Qing (Tsíng) (1644-1912) o Manchú.
La conquista fue fácil, aunque el sentimiento nacionalista
mantuvo durante algún tiempo una postura de resistencia
pasiva; la nueva dinastía, que en 1658 había sido reconocida en
toda China, respetó las tradiciones ideológicas y la organización
social china, y se limitó a proteger las fronteras chinas con
guarniciones manchúes en los puntos estratégicos.

Los 150 primeros años de la dinastía representaron un momento


de estabilidad interior y expansión exterior, impulsada ésta por
un considerable desarrollo demográfico, que se unió a la
introducción de nuevos cultivos e industrias.

Bajo el Gobierno de Kangxi (Káng-hsi) (1662-1723) China, en


igualdad técnica con Europa, abrió sus puertas a los
jesuítas, que la pusieron en contacto cultural, técnico y
religioso con Occidente; el imperio chino englobó parte de
Manchuria, el Turquestán, Mongolia (que fue protectorado
chino hasta 1912) y el Tíbet.
Pero a la muerte de Kangxi (1723) las actividades coloniales
de ingleses, franceses y portugueses en el continente
asiático provocaron una limitación de la política de tolerancia y
apertura hacia los occidentales.

Durante el siglo XIX se produjo un cambio fundamental: China


se desfasó técnicamente respecto a Europa por no
producirse en ella la Revolución industrial; esto la colocó en
inferioridad de condiciones ante las potencias occidentales, que
obligaron a China, a través de una serie de guerras, a abrirles
sus mercados, admitir establecimientos extranjeros en sus
puertos y firmar concesiones mineras y ferroviarias.

Las necesarias reformas económicas tropezaron con el


conservadurismo de las clases altas y la oposición de los
gobernantes, así como con la influencia de la ideología
confuciana y del orden social tradicional, que llevó a los grupos
nacionalistas a formar numerosas sectas secretas y a rechazar,
por reacción, las técnicas occidentales, empeorando así las
condiciones económicas del país.

Frente a esta situación, la posición de la dinastía se hizo difícil;


ante el exterior, por tratar de oponerse a los abusos
occidentales, y ante el interior, por no tener fuerza suficiente
para lograrlo.

El primer conflicto armado de China con una potencia


europea fue con Gran Bretaña: la llamada guerra del
opio (1839-1842) fue fácilmente ganada por Gran Bretaña, que
por el Tratado de Nankín (1842) impuso la cesión de Hong
Kong como base naval y comercial, la apertura al comercio
británico de los puertos de Guangzhou, Xiamcn, Fuzhou, Ningbo
y Shanghai, y la regularización de los aranceles comerciales.

El movimiento religioso Tai ping (1848-64), apoyado por los


campesinos, organizó en el sur un estado independiente como
protesta contra los abusos de los extranjeros y contra los
excesivos impuestos.

La sublevación puso en graves dificultades al Gobierno de


Beijing, que solo pudo aplastarla por la intervención de
potencias perjudicadas por la interrupción de las actividades
comerciales. Los británicos y los franceses aprovecharon esta
situación, y por el Tratado de Beijing obtuvieron nuevas
ventajas.

A partir de este momento China fue una presa fácil para las
potencias imperialistas. Francia estableció un protectorado en
Annam-Tonkín, Rusia consiguió el extremo noreste de China y
Japón obtuvo Formosa y la península de Liaodong.
Las pérdidas chinas no fueron mayores gracias a la rivalidad
entre las potencias colonialistas, ya que, mientras Rusia y Japón
pretendían dividir el país en zonas de influencia, EE.UU. y Gran
Bretaña preferían una política de “puertas abiertas” para todas
las potencias.

La rápida derrota en la primera guerra chino-japonesa no


fue bastante para hacer ver a las clases superiores la necesidad
de introducir cambios en la estructura del país. Hasta después
del aplastamiento de los bóxers por las potencias occidentales
(1900) no se adoptaron sistemas occidentales de educación,
organización militar y administración.

La revolución y la república china


En el año 1911, Sun Yatsen, apoyado por jóvenes militares y
estudiantes, educados en las ideas occidentales, fundó, en
Cantón, el Guomindang, partido nacionalista cuyos principios
fundamentales eran la unificación nacional, la democracia y el
aumento del nivel de vida popular.

Sun Yatsen, fundador de el Guomindang, partido nacionalista


chino
Este mismo año un motín de las tropas de Wuchang inició la
revolución, que acabó con la abdicación, en 1912, de Pu Yi,
último emperador chino. La presidencia de la
República fue ofrecida por Sun Yatsen a Yuan Shikai, general
del ejército real, mientras Sun se reservaba la dirección de la
Asamblea Nacional; pero pronto entraron en conflicto, porque
Yuan trató de gobernar autoritariamente mediante un régimen
personalista.

A su muerte, ocurrida en 1916, el país se desintegró


políticamente; mientras en teoría el Gobierno de Beijing siguió
funcionando, una serie de “señores de la guerra” o
comandantes militares semiindependientes se repartieron el
país.
Sun Yatsen, con la ayuda de la URSS y de los comunistas, logró
instalar un gobierno en Guangzhou que preparó un plan de
reformas sociales, al mismo tiempo que modernizó el ejército.

Después de la muerte de Sun (1925) y de un período de


rivalidades, la dirección del Guomindang pasó a Jiang Jieshi,
quien expulsó a los comunistas del gobierno y emprendió una
expedición al Norte contra los “señores de la guerra”.
Los comunistas se organizaron en guerrillas bajo la dirección de
Mao Zedong y Chu Te, y formaron un gobierno popular, que
procedió a repartir tierras entre los campesinos. El ejército del
Guomindang, dirigido por Jiang Jieshi, ocupó Guangzhou y
efectuó una matanza de comunistas, aunque sin conseguir
dominar completamente el foco revolucionario.

Siguieron largos años de lucha entre comunistas y fuerzas


del Guomindang, hasta que en 1934 estas últimas expulsaron
del sur de China a los comunistas, que se instalaron en la
provincia de Shanxi, en el norte, después de recorrer 10.000 km
(la Larga Marcha). Mientras, militares rivales del Guomindang
se disputaron el poder en las provincias del Norte, a las que
convirtieron en un foco de luchas civiles y anarquía.
la “larga marcha China”
En marzo de 1931 fue aprobada, en la nueva capital, Nanjing,
una Constitución provisional de la República; poco tiempo
después, generales disidentes proclamaron la independencia de
cinco provincias del Sur.

El bandolerismo, fenómeno tradicional en la historia de


China, se recrudeció en la década de 1920 a 1930 a
consecuencia de la anarquía reinante. La revolución antifeudal
de Sun Yatsen produjo profundos cambios en la estructura
económica y social de la China tradicional.

Sin embargo, la revolución burguesa durante la etapa de


Jiang Jíes-hi no consiguió su plena realización y el afianzamiento
en todo el país. Las luchas civiles que ensangrentaron China
desde 1920 hasta 1940 fueron un síntoma de este fracaso, que
repercutió desfavorablemente en el progreso técnico y
económico.
A principios de la década de 1930 los campesinos de las
regiones centrales, bajo la dirección del partido comunista, se
constituyeron en comités locales y procedieron al reparto de
tierras y a la organización de milicias populares que engrosaron
las filas del ejército revolucionario.

En 1931 Japón invadió Manchuria y la convirtió en un estado


vasallo; en 1937 atacó el Norte del país y conquistó Shanghai y
Nanjing, lo que significó la segunda guerra chino-japonesa
(1937-45).

Las fuerzas del Guomindang pactaron con los militares


disidentes del Sur y con el ejército popular comunista con el fin
de coordinar la acción militar frente a los invasores. Japón logró
controlar los centros urbanos y las áreas costeras; sin embargo,
el campo era dominio de las guerrillas de Mao Zedong (Mao Tse
Tung), abastecidas por la URSS.
Tras la capitulación de Japón en 1945 y la consiguiente retirada
de las tropas niponas del territorio chino, resurgieron las
disidencias latentes entre Jiang Jieshi y los comunistas, al
plantearse el conflicto de la ocupación de las zonas liberadas.

Jiang Jieshi
En 1946 se reanudó la guerra civil. Las fuerzas del
Guomindang, que gozaban del apoyo de EE.UU. (ver historia de
Estados Unidos), fueron perdiendo terreno, especialmente en
Manchuria y el norte de China.

El régimen de Jiang Jieshi perdió apoyo popular y cayó, en


las zonas que todavía controlaba, en una semianarquía,
agravada por la escasez económica y la inflación. En 1948
EE.UU. retiraron su apoyo al jefe del Guomindang, a causa de la
corrupción que reinaba en su gobierno (una gran parte de la
ayuda y las armas estadounidenses fueron a parar, a través de
generales sobornados, a manos de los comunistas).
En las zonas conquistadas por los comunistas se procedía al
reparto de tierras y a la implantación de una serie de medidas
encaminadas a mejorar la situación económica de la población.

Finalmente, el ejército popular de Mao Zedong tomó Nanjing


(1949) y Jiang Jieshi, completamente derrotado, se refugió con
los restos de su ejército en la isla de Formosa, donde, bajo
protección estadounidense, gobernó hasta su muerte (1975).

Historia República Popular China


El 1 de octubre de 1949 Mao Zedong anunció en Beijing la
proclamación de la República Democrática Popular China.
Una asamblea del pueblo eligió presidente de la República a Mao
Zedong, primer secretario del partido, y a Zhou Enlai jefe del
Gobierno y ministro de Exteriores.

Mao Zedong (Mao Tse Tung)


Las relaciones con la URSS, ya intensas durante la revolución,
se acrecentaron con el triunfo. La Unión Soviética facilitó
ayuda económica, técnica y militar en gran escala, montó
fábricas y complejos industriales, etc. Hasta 1957 la
socialización del sector agrícola, base de la economía china, se
efectuó en varias etapas y según normas rigurosas de
austeridad.

En 1950 las tropas chinas ocuparon el Tíbet, Estado


teocrático dotado de una posición estratégica clave para el
dominio de China, donde los sacerdotes budistas (lamas) fueron
despojados de su poder y sometidos a una dura represión.

Ocupación China del Tibet


El envío masivo de voluntarios chinos en ayuda de Corea del
Norte (guerra de Corea 1950-53) y la protección aeronaval de
EE.UU. a Formosa, motivada por el bombardeo chino de las islas
costeras de Matsu y Quemoy, bajo control de Jiang Jieshi,
agravaron las relaciones entre EE.UU. y China, ya
extremadamente tensas desde el triunfo de la revolución.
La primera constitución, según el modelo soviético, fue
promulgada en 1954. China participó en la Conferencia de
Bandung de países afroasiáticos (1955). Una revuelta en el
Tíbet fue reprimida militarmente (1959) y el dalai-lama tuvo
que refugiarse en la India. En octubre de 1962 estalló
un conflicto armado en la frontera chino-india del
Himalaya por divergencias en su trazado, y las tropas chinas,
tras derrotar a las indias, se retiraron a sus posiciones, pero el
contencioso no fue resuelto.

Tras un primer período de nacionalizaciones, industrialización


forzada (1953-57), colectivismo y rigor ideológico, la campaña
de las Cien Flores alentó la crítica contra los errores del
régimen (1957), pero produjo tal explosión de descontento, que
fue frenada en seco y seguida por una gran purga de
intelectuales y cuadros del partido.

Imagen publicitaria de la campaña de las Cien Flores China


El “gran salto hacia adelante” (1958), pretendió acelerar
los cambios revolucionarios mediante las comunas
populares, pero la economía quedó desorganizada y la crisis
llegó a la dirección del partido. Mao Zedong tuvo que ceder la
presidencia de la República a Liu Shaoqi (1959), partidario de
una política más moderada.

Desde 1960 las relaciones con la Unión Soviética entraron en


una profunda crisis, motivada por divergencias ideológicas en la
estrategia comunista mundial y por conflictos fronterizos.
Enarbolando la bandera de la revolución mundial, China
aumentó su influencia entre los pueblos del Tercer Mundo,
aunque tras la Conferencia Afroasiática de Argel (1965) sus
posiciones retrocedieron ante las presiones soviéticas.

En el contexto de la disputa ideológica con la URSS, a la vez que


íntimamente vinculada a los problemas internos de la
organización económico-social, la Revolución Cultural
Proletaria, iniciada en Beijing a fines de 1965, marcó la
evolución de la República Popular hacia el radicalismo.
La revolución, caracterizada por la movilización masiva de los
jóvenes chinos (Guardias Rojos) y la activación de la
propaganda ideológica, tuvo como efecto la progresiva
sustitución de los mandos “revisionistas” por partidarios
entusiastas de las doctrinas de Mao.

Liu Shaoqi, Deng Xiaoping y sus colaboradores fueron


destituidos (1968), y el IX Congreso del Partido Comunista
Chino (PCCh) en abril de 1969 confirmó la rápida ascensión de
Lin Biao, sucesor designado de Mao.

Continuaron, sin embargo, las tensiones ejército-partido, y en


1971 murió Lin Biao cuando, tras caer en desgracia, huía en
avión a Moscú. Dos años más tarde, el X Congreso del
PCCh liquidó al “grupo antipartido” de los radicales, aumentó el
poder de Zhou Enlai y rehabilitó a Deng y otros dirigentes
purgados durante la Revolución cultural.

X Congreso del PCCh


En el campo internacional, la posición de China experimentó
sensibles cambios en el período 1970-75: distensión con
EE.UU., reflejada en el ingreso de la República Popular
China en la ONU, reemplazando a Formosa (1971), y en la
visita de Nixon a Beijing (1972). La muerte de Zhou Enlai
(enero 1976), reemplazado por el poco conocido Hua Guofeng
como primer ministro en funciones, abrió un período de
incertidumbre.

La muerte de Mao y el triunfo del reformismo


La historia reciente de China viene marcada por el
fallecimiento de su líder. Tras la muerte de Mao Zedong (9
septiembre 1976) se afirmó el papel de Hua Guofeng y, sobre
todo, de Deng Xiaoping, rehabilitado en 1977 y designado
viceprimer ministro en 1978, personalidad clave en la etapa
posterior, en la que se impusieron los elementos moderados, a
través de una campaña de crítica contra la radical “banda de
los cuatro”, encabezada por Jiang Qing, viuda de Mao.
Muerte de Mao Tse Tung
Liquidado este grupo, China entró en una etapa de “realismo”.
En política internacional se mantuvo la distancia con respecto a
la URSS, se firmó un tratado de paz y amistad con
Japón (1978) y Deng visitó EE.UU. (1979).

La desmaoización prosiguió con la sustitución de Hua Guofeng


como presidente del partido por el reformista Zhao
Ziyang (1980), el juicio contra la “banda de los cuatro” y la
condena a muerte de la viuda de Mao, aunque la pena le fue
conmutada por la de cadena perpetua (1981).
Li Xiannian
En 1983, el nombramiento de Li Xiannian como presidente
de la República China confirmó el poder de Deng Xiaoping,
que impuso un programa de modernización a través del sexto
plan quinquenal (1981-1985). El XII Congreso del PCCh selló la
desmaoización, abolió el cargo de presidente del partido y Hu
Yaobang fue designado secretario general.

Prosiguió la campaña contra los radicales y el Diario del Pueblo


decretó que “el marxismo-leninismo no puede resolver todos los
problemas de nuestro tiempo”. Las reformas más audaces
fueron económicas: introducción de estímulos materiales,
desarrollo del sector privado, inversiones extranjeras y polos de
desarrollo abiertos al capitalismo, según el criterio de “dos
sistemas y un solo régimen político”. En 1984 se firmó con
Gran Bretaña el acuerdo para la retrocesión de Hong
Kong en 1997.
Asamblea del partido comunista de China
El acelerado crecimiento económico y la liberalización política
impulsaron las grandes manifestaciones estudiantiles (diciembre
1986-enero 1987) para reclamar libertades democráticas.

Los conservadores se alarmaron y Hu Yaobang fue destituido


como secretario general y reemplazado por Zhao Ziyang (1987).
El viraje fue confirmado por el XIII Congreso del PCCh, en el
que se retiró Deng, y el nombramiento de Li Peng como primer
ministro, que impuso un programa de austeridad y
centralización de las decisiones económicas (1988).

La muerte de Hu Yaobang en abril de 1989 fue el detonante


de masivas manifestaciones estudiantiles de protesta en
la plaza de Tiananmen de Beijing. Tras la sangrienta
intervención del ejército (4 junio) y la posterior ola de represión
y ejecuciones, Zhao Ziyang fue sustituido al frente del partido
por Jiang Zemin.
Un manifestante retiene una columna de tanques durante las
protestas en la plaza de Tiananmen
El régimen sufrió entonces una etapa de aislamiento
internacional, que superó tras la crisis del golfo Pérsico (agosto
1990) y la firma de un tratado fronterizo con Rusia en 1991.

Deng abandonó en 1989 su último cargo, la presidencia de la


comisión militar del comité central del PCCh, pero sus
partidarios mantuvieron la hegemonía en el XIV Congreso del
partido (1992) e impusieron un programa de “construcción del
socialismo con características chinas”. EE.UU. renovó a
China la cláusula de nación más favorecida (1994), pero las
tensiones volvieron en 1996 con una crisis diplomático-militar
en el estrecho de Formosa y nuevas tensiones en el Tíbet.
La muerte de Deng no cambió la dirección comunista ni sus
proyectos de reforma, y Jiang Zemin fue elegido presidente de
la República China. Después del XV Congreso (1997), Jiang
Zemin se afianzó en la secretaría general del Partido, y Li Peng,
al que se atribuye la represión de Tiananmen, fue reemplazado
como primer ministro por Zhu Rongji, un declarado reformista,
que estableció un programa para la transformación de las
empresas estatales, la extensión del sector privado y una
reducción drástica de la burocracia (1998).

En junio de 1998 el presidente Clinton realizó una visita a


China, la primera tras la matanza de Tiananmen, para crear un
nuevo marco político para las crecientes relaciones económicas.
Un año después se produjo la retrocesión de Macao por parte de
Portugal. Por otra parte, la intercepción por cazas chinos de un
avión espía estadounidense en Hainan originó una seria crisis
diplomática (2001).
China liberó a los miembros de la tripulación pero retuvo el
aparato, y EE.UU. impuso al país represalias comerciales. Ese
mismo año el presidente Jiang Zeming firmó con su homólogo
ruso, Vladimir Putin, un tratado de amistad y cooperación sin
precedentes, y en noviembre la República Popular ingresó
en la Organización Mundial del Comercio (OMC), tras
quince años de intensas negociaciones. En el XVI Congreso del
partido (2002) Hu Jintao sustituyó a Jiang Zemin en los cargos
de secretario general y presidente del país.

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