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Ahora, acercándonos a Dios, confiese sus pecados, confiese su incredulidad. Dígale a Dios que
usted está avergonzado de sí mismo, de su incredulidad.
Lo reto a hacer eso y usted verá la Gloria de Dios.
Dígale a Jesús que nunca más va a descreerle.
Ahora que usted lo está aceptando, ahora eso va a finalizar. Usted nunca más se a quejar. No
importa lo que parezca, lo que se sienta, usted lo va a creer, porque Dios así lo dijo. ¡Dios lo
dijo!
Usted ha salido de la torre de Babilonia. Usted ha salido al valle, donde el lirio de los valles se
encuentra. Usted ha salido a la cuesta de la montaña, donde la Gracia de Dios fluye libremente
desde la Fuente de la Vida.
Confiese sus faltas. Diga: “Dios…”Si usted ha hecho algo a alguien, diga: “Voy a volver atrás y
hacer las cosas bien”
Haga eso ahora. Ore de todo corazón esta oración con la cabeza inclinada y los ojos cerrados:
(Luego de terminada la Oración Personal por sanación, el Profeta William Branham ora por las
personas con la siguiente oración)
Oh Dios, mi Padre,
Vengo en el nombre de Jesús para orar por este pueblo que honesta y sinceramente han
confesado sus errores ahora.
Oh Bendito Dios que esta sea una noche que nunca olviden.
Que el Espíritu Santo entre en cada corazón ahora mismo y solamente saque todo, todas las
cosas y todas las enfermedades de sus cuerpos.
Y acabo de enseñarle a este pueblo que Dios está en ellos y si Dios está en ellos y ellos le
hablan a esa enfermedad y dicen: “Apártate de mí” y no dudaren en su corazón, en ese
instante esa enfermedad tiene que moverse porque Cristo así lo dijo, porque no son ellos los
que hablan, es el Padre que mora en ellos quien está hablando.
Ellos están necesitados, sal de ellos en el nombre de Jesucristo.
Lo digo como el siervo de Dios, por medio de un mensaje de un Ángel, quien me ungió y ha
demostrado a la gente que Jesús está aquí y el mensaje está correcto.
Así que sal de ellos en el nombre de Jesucristo, yo te ordeno que te vayas de cada persona
enferma y entres en las tinieblas de afuera, en el nombre del Señor Jesucristo. Amén.