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Vagina:
su epitelio se atrofia y desaparecen los pliegues o plicas rugosas que le dan elasticidad. El
canal vaginal se vuelve más estrecho y corto, el introito se estenosa. Desaparecen los
bacilos de Döderlein y el pH aumenta. Disminuye la lubricación con lo que
aparece sequedad vaginal.
Vulva:
Vejiga y uretra:
se aprecia atrofia de todo el epitelio vesical. El meato uretral se atrofia y queda expuesto al
exterior a consecuencia de la atrofia de los labios.
Suelo pélvico:
Mamas:
se produce atrofia del tejido glandular por lo que disminuyen de tamaño y se aplanan los
pezones.
Si bien es cierto que los problemas del tracto urinario no son una consecuencia directa de
este déficit de hormonas, el tracto urinario inferior y el aparato genital femenino tienen un
origen embriológico común lo que hace que ambas estructuras sean sensibles a la acción de
las hormonas sexuales femeninas. Según apunta la Dra. Estefanía Romero Selas, Uróloga
del Instituto de Cirugía Urológica Avanzada ICUA “existen receptores de estrógenos y
progestágenos en la vagina, en la vejiga, en la uretra y en la musculatura del suelo pélvico
por lo que, el descenso de los niveles de estrógenos en sangre incide en dichas estructuras
con receptores para estas hormonas. No obstante, la mayor parte de estos cambios pasan
inadvertidos para la mujer y en la mayoría sólo son perceptibles los síntomas que afectan a
la vulva y la uretra”.
Uno de los síntomas urinarios más prevalentes durante la menopausia son las infecciones
urinarias, ya que con la menopausia aumenta el PH de la vagina, dando lugar a este
problema debido a un desequilibrio en la flora vaginal. Según la Dra. Romero “Está
demostrado que el aporte de estrógenos tópicos vaginales reduce considerablemente la
frecuencia de las mismas”.
Otros de los problemas que suele experimentar la mujer durante su etapa menopáusica son
la vejiga hiperactiva y los síndromes de urgencia-frecuencia miccional que se traducen en
una necesidad urgente de orinar. Esta sintomatología se relaciona directamente con la
atrofia urogenital secundaria a la disminución de la producción de estrógenos. Estos
problemas suelen resultar muy incómodos pero con un tratamiento hormonal puede
reducirse el cuadro sintomático considerablemente. No siempre pero a veces sucede que
degeneran en incontinencia urinaria de urgencia. Llegados a este punto existen múltiples
opciones para el tratamiento de la misma.
Cambios Genitourinarios