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El pasado 28 de junio, el Parlamento aprobó la Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para
2018, pendiente sólo de su publicación en el BOE, que, aunque con un nuevo Gobierno, no ha variado
sus contenidos, entre ellos, el incremento salarial previsto en el Acuerdo de Función Pública suscrito por
CCOO y el anterior Gobierno (y respetado por el nuevo) que ha blindado la subida retributiva pese al
terremoto político que ha supuesto la moción de censura.
El incremento, por encima del IPC previsto, debe incluir, con carácter retroactivo desde enero de 2018:
Correos debe actuar, a corto plazo, es decir, ¡YA!, convocando la Mesa de negociación para la aplicación
del incremento de este año, tanto a laborales como a funcionarios. Los años de congelación y recorte
retributivo no permiten demoras en mejoras que afectan a los derechos de las personas.
Pero, para CCOO este primer paso, que abre la senda a la recuperación salarial, no puede quedarse ahí a
la espera de que los futuros incrementos se vayan produciendo a golpe de cada LGPE. Correos, en
aplicación del Acuerdo de Función Pública, votado por todos los Grupos Parlamentarios y de obligado
cumplimiento, debe aplicarlo íntegramente mediante UN PACTO SALARIAL PLURIANUAL QUE ABARQUE
AL MENOS HASTA 2020, como indica el Acuerdo de Función Pública, y que CCOO considera que, incluso,
tiene que llegar hasta 2023 incorporando un incremento singular que debe poner en la mesa de negociación
la compañía pública.
La Dirección de la mayor empresa pública no puede mirar para otro lado. Re-ccoo-nquistar derechos es
y será una prioridad para el sindicato mayoritario de Correos, CCOO, que, justamente por ello, mantendrá
una movilización unitaria (huelgas generales incluidas) que tiene entre sus objetivos principales el
rescate salarial de unos trabajadores/as mileurista que ha decidido decir ¡BASTA YA! Una movilización que
no va a cesar hasta que no vuelva a los bolsillos el dinero que se arrebató al colectivo postal. Lo dicho: si no
hay reparto del crecimiento económico, continuará el conflicto. Hemos pasado del Ministro Montoro a la
Ministra Montero. Esperemos que haya cambio de políticas y no sólo de apellidos.
2 de julio de 2018