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ABSTRACT xi

RESUMEN xii

PRÓLOGO xiii

1. MAPAS DE IRRADIACIÓN GLOBAL SOLAR EN LA REPÚBLICA


MEXICANA 1
1.1 Introducción 1
1.2 Irradiación global diaria, promedio mensual 3
1.3 Irradiación difusa diaria y horaria, promedio mensual 8
1.4 Irradiación directa diaria y horaria, promedio mensual 11
1.5 Irradiancia directa en días despejados 12
Mapas 13
REFERENCIAS 26

2. DESARROLLO DE ESPEJOS PARA CONCENTRADORES SOLARES 29


2.1 Introducción 29
2.2 Concentración solar y propiedades ópticas de espejos 30
2.2.1 Tipos de espejos 32
2.3 Sustratos de vidrio 33
2.3.1 Generalidades 33
2.3.2 Vidrios sílico-cálcico-sódicos 34
2.3.3 Ataque químico de la superficie del vidrio 37
2.3.4 Curvatura del sustrato de vidrio 38
2.4 El proceso de crecimiento de una película delgada 38
2.4.1 Consecuencias estructurales del proceso de crecimiento para películas
delgadas 40
2.5 La evaporación térmica para fabricar películas delgadas 41
2.6 Uso de cañón de electrones para fabricación de espejos de primera
superficie 43
2.6.1 Características del cañón de electrones 43
2.6.2 Evaporación del aluminio y monóxido de silicio 46
2.6.3 Proceso de evaporación con cañón de electrones 46
2.6.4 Características de la película protectora 50
2.6.5 Influencia de la velocidad de evaporación del aluminio y su espesor
en la reflectividad 52

v
2.7 El proceso de la erosión iónica 53
2.7.1 Corriente directa 55
2.7.2 Radiofrecuencia 56
2.7.3 Regiones del plasma 57
2.7.4 Efecto de la temperatura del sustrato durante el proceso de erosión 59
2.7.5 Arcos producidos durante el proceso de erosión iónica 60
2.8 La erosión iónica para fabricar espejos de primera superficie 61
2.8.1 Descripción del equipo 62
2.8.2 Erosión iónica del aluminio 64
2.8.3 Erosión iónica del cuarzo (SiO2) 67
2.8.4 Dificultades surgidas en los experimentos 71
2.8.5 Método alternativo para la evaporación de aluminio 73
2.8.6 Limpieza del sustrato de vidrio 75
2.8.7 Generación de vacío y limpieza con descarga luminosa 77
2.8.8 Pruebas de intemperismo 78
2.8.9 Resultados de corrosión observados en pruebas de intemperismo 81
2.9 Armado del mosaico reflector en los concentradores 82
2.9.1 Moldes con perfil parabólico 82
2.9.2 Fabricación de los moldes 83
2.9.3 Diseño del horno para el doblado del vidrio 85
2.9.4 Doblado de vidrio 89
2.9.5 Fabricación del concentrador y montaje en la planta termosolar 92
2.9.6 Evaluación de las pérdidas de concentración 94
2.9.7 Pruebas de concentración 96
2.9.8 Funcionamiento en campo 101
REFERENCIAS 105

3. FILTROS SOLARES EMPLEADOS COMO VENTANAS PARA OBTENER


CONFORT Y AHORRO DE ENERGÍA EN EDIFICACIONES 109
3.1 Introducción 109
3.1.1 La relación arquitectura-energía 110
3.2 Importancia el confort 113
3.2.1 Balance térmico en el cuerpo humano 116
3.3 Irradiancia solar 119
3.4 Ventanas como elemento de control térmico 120
3.4.1 Vidrio común 122
3.4.2 Parámetros ópticos de un cuerpo translúcido 126
3.4.3 Propiedades ópticas de un sistema vidrio-película delgada 127

vi
3.4.4 Efectos de los recubrimientos en vidrios arquitectónicos 129
3.4.5 Cromogénesis 130
3.5 Fabricación de ventanas selectivas de la radiación solar 133
3.5.1 Depósito de películas pasivas de Cu2O y CuS 134
3.6 Propiedades y comportamiento de las ventanas selectivas de la
irradiancia solar 136
3.6.1 Desempeño de las películas de óxido cuproso 136
3.6.2 Ventana cobre-óxido cuproso 142
3.6.3 Ventana de bióxido de vanadio 143
3.6.4 Procedimiento de fabricación de la película de VO2 144
3.6.5 Propiedades espectrales de la ventana de VO2 145
3.6.6 Propiedades térmicas de las ventanas de Cu2O 147
3.6.7 Microscopía electrónica de barrido del Cu2O 148
3.7 Estudio de intemperismo de las ventanas con Cu2O 149
3.7.1 Corrosión 150
3.7.2 Preparación del sustrato 152
3.7.3 Pruebas de corrosión de las películas 152
3.7.4 Análisis de las muestras con espectrofotometría de infrarrojo 163
3.8 Análisis de la composición de la película Cu2O-CuS por RBS 167
3.9 Espectroscopía de fotoelectrones generados por rayos X (XPS) 168
3.9.1 Fundamentos y características generales 168
3.9.2 Discusión de resultados 169
3.10 Ahorro de energía para un departamento que incorpora las ventanas
con la película Cu2O-CuS 172
3.10.1 Ecuaciones generales de balance de energía en una edificación 172
3.10.2 Balance de energía para ventanas 173
3.10.3 Simulación y ahorro de energía con ENERGY-10 175
3.11 Conclusiones 179
REFERENCIAS 181

4. ESTANQUES SOLARES: IMPERMEABILIZACIÓN Y OSCILACIONES


TÉRMICAS 185
4.1 Introducción 185
4.2 Uso de arcillas como impermeabilizantes en estanques solares 186
4.2.1 Antecedentes 186
4.2.2 Tipos de revestimientos 187
4.2.3 Revestimientos minerales 193
4.2.4 Investigación experimental 207

vii
4.2.5 Conclusiones y recomendaciones 222
4.3 Movimientos oscilatorios en la capa no convectiva de un estanque solar 225
4.3.1 Antecedentes 225
4.3.2 Oscilaciones 227
4.3.3 Investigación experimental 231
4.3.4 Conclusiones y sugerencias 237
NOTACIÓN 238
REFERENCIAS 238

5. PLANTAS TERMOSOLARES: GENERACIÓN DIRECTA DE VAPOR CON


CONCENTRADORES DE CANAL PARABÓLICO 245
5.1 Introducción 245
5.2 Generación directa de vapor (GDV) 247
5.2.1 Antecedentes 247
5.2.2 Ebullición 249
5.2.3 Flujo de dos fases 255
5.2.4 Inestabilidades en flujos de dos fases 258
5.2.5 Descripción del proceso de generación directa de vapor 261
5.2.6 Generación directa de vapor en la planta solar 266
5.2.7 Conclusiones de esta sección 274
5.3 Transitorios en receptores de acero y de pared bimetálica Cu-Fe, durante
la generación directa de vapor 275
5.3.1 Antecedentes 275
5.3.2 Flujo estratificado en tubos horizontales 277
5.3.3 Modelo matemático 278
5.3.4 Receptor de pared bimetálica cobre-acero 284
5.3.5 Pruebas experimentales de flexión y distribución de temperaturas
en la pared del receptor 286
5.3.6 Respuesta a la flexión y distribución de temperaturas de los……
receptores de acero y de cobre-acero 289
5.3.7 Conclusiones y recomendaciones de esta sección 312
5.4 Eficiencia en producción de electricidad en una planta termosolar por
medio de generación directa de vapor (GDV) 313
5.4.1 Antecedentes 313
5.4.2 Eficiencias ciclo Rankine 314
5.4.3 Eficiencia en la producción de vapor en el concentrador de canal
parabólico 316
5.4.4 Eficiencias del motor de pistones de vapor 317
5.4.5 Eficiencia en el generador de corriente alterna o alternador 319

viii
5.4.6 Eficiencia global de la planta (eficiencia de conversión de la energía
solar en electricidad) 320
5.4.7 Desarrollo experimental 320
5.4.8 Análisis de resultados 326
5.4.9 Conclusiones y recomendaciones de esta sección 331
5.5 Sistemas de generación solar eléctrica con canal parabólico (plantas SEGS) 332
5.5.1 Antecedentes 332
5.5.2 Plantas SEGS con canal parabólico 334
5.5.3 DISS (direct solar steam) 340
5.5.4 Financiamiento para tecnologías de plantas termosolares con canal
parabólico 344
5.5.5 Conclusiones de esta sección 346
5.6 Conclusiones finales 347
NOTACIÓN 348
REFERENCIAS 349

6. DICCIONARIO TÉCNICO DE TÉRMINOS UTILIZADOS EN


ENERGÍA SOLAR 353
Introducción 353
A 355
B 358
C 359
Ch, D 369
E 372
F 378
G 382
H 383
I 385
J, L 388
M 390
N 392
O 393
P 395
Q 398
R 399

ix
S 403
T 408
U 412
V 413
W, Z 414
BIBLIOGRAFÍA 415

RECONOCIMIENTOS 419

APÉNDICE. PÁGINAS EN INTERNET RELACIONADAS CON ENERGÍA


SOLAR 423

x
ABSTRACT

This book presents progress made over the last decade in solar energy related research:
1. The statistical of the maps of global solar irradiation for the country’s important
cities and towns is extended to 10 years, and in the case of Mexico City to 20
years.
2. It describes how a prototype of a parabolic trough with first surface aluminium
mirrors was obtained.
3. It explains how two solar filters, both working efficiently in the visible
spectrum as well as in the near infrared spectrum, were obtained: one passive
type with Cu2O and CuS, and one active type, made of VO2, and sensitive to
temperature changes.
4. Several options for lining solar ponds with clays, which have advantages over
synthetic materials, are discussed as well as an update of the aspect of thermal
oscillations, which are probably the reason for erosion of the non-convective
layer.
5. It discusses advances in direct steam generation using two-phase stratified
flows, which are necessary for low power generation, from 1 kW to 60 kW. The
behavior of a Cu-Fe bimetallic tube as an absorber that reduces transient
thermal stress caused by two-phase stratified flows is also discussed.
6. Finally, it includes a dictionary of terms used in solar energy.

xi
RESUMEN

Este libro presenta los avances de la última década en investigaciones relacionadas con
energía solar:
1. Amplía en diez años la estadística de los mapas de irradiación solar global para
ciudades y poblaciones importantes del país, y en veinte años para el DF.
2. Describe la obtención de un prototipo de canal parabólico con espejos solares de
aluminio de primera superficie.
3. Explica cómo se obtuvieron dos filtros solares, eficientes tanto en el espectro
visible como en el infrarrojo cercano: uno pasivo de Cu2O y CuS; otro de tipo
activo, de VO2, sensible a cambios de temperatura.
4. Presenta varias opciones para impermeabilizar estanques solares con arcillas,
analizando las ventajas de éstas sobre los impermeabilizantes sintéticos, además
de una actualización en el aspecto de las oscilaciones térmicas, que son
probables responsables de la erosión de la capa no convectiva.
5. Expone los avances en la generación directa de vapor con flujos estratificados en
dos fases, los cuales son necesarios para la generación de energía a bajas
potencias, desde 1 kW hasta 60 kW, y discute con detalle el comportamiento de
un tubo bimetálico Cu-Fe como absorbedor, que reduce los esfuerzos térmicos
causados por transitorios con flujos estratificados en dos fases.
6. Finalmente, incluye un diccionario de términos utilizados en energía solar.

xii
PRÓLOGO
Lo que fue, eso será;
lo que se hizo, eso se hará.
Nada nuevo hay bajo el Sol.
Eclesiastés 1, 9

Una de las metas de esta obra es contribuir con un granito de arena a satisfacer las
necesidades que tiene México. Pretende aportar conocimiento aplicable para ayudar a
satisfacer una necesidad que ya resulta grave: el crecimiento sustentable del país y el
mejoramiento del nivel de vida de su población.

El punto de partida es la fe en la propia capacidad para desarrollar ciencia aplicada,


enfocada principalmente a la atención de problemas nacionales. Dejar de unicamente
importar bienes e intentar también hacer las cosas por nuestra cuenta tiene diversos
beneficios sinérgicos, como el que resulta del aprendizaje logrado durante los procesos
de una investigación o de un avance tecnológico; en otras palabras, con el desarrollo de
tecnología propia, al mismo tiempo que resolvemos una cuestión práctica, también
generamos un mecanismo de enseñanza en el que se estimula la creatividad y se amplía
el criterio del estudiante para contribuir a soluciones. Éste debe ser el principal objetivo
de un centro de investigación y, obviamente, resulta más provechoso que formar
exclusivamente ingenieros o técnicos. Por otro lado, se facilita el logro de empleos, ya
que quien alcanza una maestría o un doctorado suele obtenerlos más fácilmente y estar
más calificado para ellos; asimismo, al optar por un posgrado nacional, se evita la salida
de recursos económicos y humanos del país, y quienes lo cursan adquieren la capacidad
para dar respuestas óptimas y específicas, en el contexto de nuestra situación, pues
sobran ejemplos donde las ideas copiadas del extranjero no sólo resultan ineficaces en
nuestro entorno local, sino incluso contraproducentes.

xiii
Los recursos naturales aportan todo lo que el hombre necesita; la energía solar forma
parte de ellos y es prácticamente inagotable; además, México es un país con grandes
posibilidades para su explotación. El trabajo arduo y constante del investigador hace que
esa riqueza potencial se transforme en capital real; de ahí que el conocimiento y avance de
las diferentes tecnologías relacionadas con la solar, permita que se utilice este recurso con
mayor intensidad y eficiencia en todas sus aplicaciones.

Esta obra puede considerarse como una continuación del libro Ingeniería de la Energía
Solar (Almanza y Muñoz, 1994)1, por lo que lleva el mismo título, pero ahora acompañado
por el número II. De hecho, la mayoría de los capítulos están directamente vinculados con
sus correspondientes partes del texto anterior (irradiación solar global, estanques solares,
espejos y concentradores solares, así como plantas termosolares), como se explica en sus
respectivas introducciones. Al presente trabajo se incorpora un nuevo capítulo sobre el
desarrollo de filtros solares para ser aplicados en ventanas, nueva línea de investigación
que se viene desarrollando desde hace más de cuatro años y que tiene como finalidad hacer
más confortables casas y edificios, así como ahorrar energía. Por último, se incluye un
diccionario de términos utilizados en energía solar, con el fin de uniformar conceptos y
definiciones relacionados con dicho tema. Aunque ya existe por lo menos un glosario en
lengua española que aborda esta cuestión (Aguilar y Aguilar, 1983)2, éste sólo cuenta con
una recopilación relativamente limitada, además de que algunas de sus acepciones no son
del todo acordes actualmente con la literatura internacional, por lo que se consideró
conveniente realizar un diccionario donde se revisan, amplían y actualizan los términos
utilizados en energía solar.

A lo largo de los seis capítulos que forman esta publicación, el lector encontrará que el
contenido es multidisciplinario. En cada uno de ellos intervinieron como autores o
coautores becarios de licenciatura, maestría y doctorado del Instituto de Ingeniería,
UNAM, cuyos trabajos de investigación quedaron plasmados como ingredientes esenciales
de este texto. Estos estudiantes, por provenir de muy diversas ingenierías y especialidades:
civil, eléctrica, química, mecánica y energética, le dan al libro una especie de universalidad
que resulta atractiva y formativa, pues muestra que, para lograr un objetivo común, el
conocimiento requiere con frecuencia traspasar fronteras entre disciplinas y, además,
conseguir su integración de manera práctica y eficaz.

1
Almanza, R y Muñoz, F (1994), Ingeniería de la Energía Solar, El Colegio Nacional, México.
2
Aguilar, J y Aguilar, J M (1983), Diccionario de Energía Solar, Alhambra, Madrid, España.

xiv
En esta obra, se pretende aclarar y ampliar diversos temas y conceptos de uso frecuente y
en boga, relacionados con la energía solar; éstos fueron revisados y enriquecidos por los
árbitros que examinaron el material propuesto, quienes con sus acertados comentarios
contribuyeron a darles mayor orden y precisión. Se enfatiza en particular el desarrollo de
distintos tipos de materiales que sirven para aprovechar la energía solar, mismos que
abarcan algunos de los capítulos, donde se involucraron distintas disciplinas: ciencia de
materiales, fisicoquímica de arcillas, mecánica de suelos y de fluidos, química de
corrosión, termodinámica y transferencia de calor.

Una vez que el lector se haya familiarizado e involucrado en el conocimiento de diferentes


tecnologías que pueden aplicarse para la captación y aprovechamiento de la energía solar,
se habrá cumplido con el más importante de los propósitos de este libro, pues la
generación de información, así como su divulgación, son las mejores herramientas para
tomar decisiones y resolver con éxito cualquier acción que se emprenda. En todo caso, en
opinión de los autores, bajo el Sol aún hay mucho que descubrir, comprender y aprovechar
para beneficio del ser humano y del medio que lo rodea.

Marzo, 2002

xv
1. MAPAS DE IRRADIACIÓN GLOBAL SOLAR EN LA REPÚBLICA
MEXICANA

Rafael Almanza

1.1 Introducción

Una primera versión de los mapas de irradiación global diaria promedio mensual y
anual, en langleyes por día, apareció en 1975 (Almanza y López, 1975; Almanza y
López, 1978). En Almanza y Muñoz (1994) se publicó el documento de 1975 como el
cap 1 del libro Ingeniería de la Energía Solar. A la fecha (2001), se ha ampliado la
estadística de datos meteorológicos así como el número de localidades con observa-
ciones del Servicio Meteorológico Nacional (1940-1990), por lo que ha sido posible
presentar una actualización de estos mapas (figs 1.3 a 1.15) al contar con una mejor
estadística, que los hace más confiables; además, actualmente se usan las unidades del
Sistema Internacional (MJ/m2), lo cual es recomendable para evitar confusiones al
estimar irradiación solar, como ha sido captado por el autor a lo largo de varios años, ya
que la notación langleyes por día (ly/día) usada en la década de los 70 y parte de los 80
fue controvertida. Una versión preliminar de este nuevo capítulo fue publicada en 1992
por Almanza et al. Ahora se presenta una versión corregida y aumentada, ya que en
1992 aparecieron errores de imprenta, tanto en ecuaciones como en mapas. Asimismo,
se incluye la información necesaria para evaluar irradiación difusa y directa, aparte de
una explicación más explícita de algunos aspectos relacionados con la evaluación de las
irradiaciones, con el fin de aportar información más amplia, por ejemplo, en
evaluaciones de ahorro de energía en edificios, en arquitectura bioclimática, etc.

1
Aun cuando existen otros tipos de mediciones meteorológicas relacionados con la
energía solar, los datos de irradiancia medidos directamente, son la mejor fuente de
información para elaborar mapas climatológicos de irradiación global, y es común
medir ésta en sus componentes directa y difusa, valoradas en unidades de energía por
unidad de tiempo, por unidad de área sobre un plano horizontal, mediante un piranó-
metro. Sin embargo, en ausencia de esta información, es factible utilizar relaciones
empíricas para estimar irradiación global a partir de las horas de insolación, o de
nubosidad, en cuyo caso, la aproximación puede variar diez por ciento. Otra alternativa
es determinar la irradiación de un lugar particular mediante la extrapolación de datos
existentes de otras localidades con latitud, topografía y climas semejantes a los de aquél.

Afortunadamente, el futuro de la evaluación de irradiancia e irradiación solar global y


normal directa está en el procesamiento de las imágenes de nubosidad por medio de
satélites estacionarios. Actualmente, con esta tecnología es posible lograr resoluciones
de 10 a 40 km, pero pueden obtenerse en ciertos casos, principalmente en días claros,
resoluciones en el intervalo de 1 a 5 km como se discute en Renné et al (1999).
Generalmente, la exactitud es del 10 % cuando existe una estadística de varios años.

De acuerdo con esta misma referencia, esta tecnología ha avanzado bastante puesto que
los modelos empíricos o teóricos son ya lo suficientemente confiables, y sólo algunos
pueden llegar a necesitar mediciones de irradiancia, mientras que otros sólo requieren
parámetros físicos bien establecidos.

En Renné et al (2000) se pueden apreciar resultados más contundentes para la


República Mexicana con base en imágenes de satélite, pues se cuenta con una
estadística de ocho años. En esta misma referencia se establece una correlación con los
mapas aquí presentados (Almanza et al, 1992), congruentes con tal información de
satélites. Ésta es una razón más por la que este capítulo se incluye en este libro, además
de que se observó un corrimiento de las isohelias respecto a la primera versión.

Finalmente, se desea hacer un último comentario. La Universidad de Sevilla, España,


está desarrollando un método que usa las cartulinas de un heliógrafo de Cambell-
Stokes, las cuales son leídas con una cámara digital o escáner, tanto para obtener la
heliofanía efectiva como la irradiancia normal directa (Silva y Ruiz, 2002).

2
1.2 Irradiación global diaria, promedio mensual

Se ha demostrado que las sumas diarias de irradiación son función de la duración de


insolación para una localidad particular, siendo la relación1 entre ellas del tipo

(
H = H ' C a' +b' n ( N )) (1.1)

donde

H irradiación global diaria promedio horizontal para el periodo dado (por


ejemplo, mensual)
H’C irradiación global diaria horizontal para un día despejado del periodo en
cuestión

a’, b’ constantes que relacionan la irradiación y la insolación, las cuales dependen


de la localidad y el clima

n horas diarias de insolación promedio para el mismo periodo

N número máximo de horas diarias de insolación posibles, estimando que no


existe obstrucción en el horizonte para el periodo en consideración.

Sin embargo, como no existen mediciones y es difícil calcular la irradiación bajo


condiciones de cielo despejado, Page (1961) modificó este método para no requerir de
H’C y, con base en la irradiación extraterrestre sobre una superficie horizontal, obtener
la irradiación global diaria, en promedio, del periodo deseado

H = H o a+b n( ( N )) (1.2)

donde

Ho irradiación fuera de la atmósfera para la misma localidad, promediada para


el periodo en cuestión; su valor puede calcularse o deducirse de gráficas
(Duffie y Beckman, 1991)

1
Esta relación se basa en un desarrollo de Angström (1924). Otros procedimientos similares han sido desarrollados
por Fritz (1951), Page (1961), Black (1954) y Sivkov (1971).

3
a, b constantes que relacionan la irradiación y la insolación; dependen de la
localidad y el clima

n, N mismo significado que en la ec 1.1.

El método general para obtener la irradiación a partir de datos de insolación consiste en


determinar a y b para una localidad donde se dispone de los dos tipos de datos:
insolación e irradiación. En el caso de México, debido a la ausencia de datos de
irradiación para las diferentes localidades, su aplicación es difícil; sin embargo, puede
utilizarse donde el clima y tipo de vegetación son conocidos. Al respecto, Lof (1966)
obtuvo las constantes a y b para diferentes localidades del mundo, aun con climatología
y flora distintas. A pesar de ello, un problema importante al aplicar estas constantes es
que México tiene regiones montañosas que causan variación sustancial de la nubosidad
entre localidades a distancias relativamente cercanas; además, existen zonas donde la
topografía y el clima cambian bruscamente.

El modelo empleado, en la literatura denominado empírico, es el desarrollado por


Reddy (1971), que obtiene la irradiación global con desviaciones menores de diez por
ciento. Fue desarrollado principalmente para la India, lo cual hace más confiable su
aplicación en México, ya que tanto la latitud como los climas existentes en ambos
países son muy semejantes.

Dicho autor, además de los datos de insolación, emplea los parámetros latitud del lugar,
longitud promedio del día y número de días lluviosos en el mes, así como humedad
relativa promedio por día. Esta información puede obtenerse para 53 localidades de la
República. En la tabla 1.1 se listan estos lugares, así como la estadística de las horas de
insolación.

Los números en la tercera columna indican el número de años con registro de horas de
insolación en el periodo 1941-1990, los restantes parámetros meteorológicos tienen una
estadística mayor.

4
TABLA 1.1 LOCALIDADES DONDE SE ESTIMÓ LA IRRADIACIÓN SOLAR
(ESTADÍSTICAS ANUALES METEOROLÓGICAS DE 1941 A 1990)

Estado Ciudad Número de Estado Ciudad Número de


estadísticas estadísticas
Ags Aguascalientes 39 Nay Tepic 12
BC Mexicali 30 NL Monterrey 36
BCS La Paz 30 Oax Salina Cruz 16
San Javier 30 Oaxaca 14
Cam Campeche 38 Pue Puebla 35
Chis Comitán 28 Qro Querétaro 11
Arriaga 10
Tuxtla Gutiérrez 26 QR Chetumal 7
San Cristóbal 26 Cozumel 30
Tapachula 40 SLP Río Verde 35
Chih Chihuahua 7 San Luis Potosí 9

Coa Piedras Negras 12 Sin Mazatlán 23


Saltillo 39 Culiacán 36

Col Colima 40 Son Hermosillo 9


Manzanillo 13 Guaymas 32

DF Tacubaya 50 Tam Soto la Marina 6


Tampico 9
Dgo Durango 20
Tlax Tlaxcala 39
Edo Toluca 33
Méx Chapingo 17 Ver Tuxpan 10
Córdoba 24
Gto Guanajuato 25 Orizaba 35
Jalapa 40
Gro Chilpancingo 38 Veracruz 39
Acapulco 21
Yuc Progreso 40
Hgo Pachuca 40 Valladolid 10
Jal Colotlán 9 Mérida 32
Lagos de Moreno 19 Zac Zacatecas (La 35
Guadalajara 31 Bufa)
Mich Morelia 34

5
La fórmula deducida por Reddy para estimar la irradiación global total, en langleyes
(1 ly = 1 cal/cm2) con datos medios mensuales, es

( 1 + 0.8 p )( 1 − 0.2t )
H =K (ly) (1.3)2
h

donde

K (λN + ψij cos φ)102, en ly

φ latitud del lugar, en grados


N longitud promedio del día durante el mes, la cual puede obtenerse con la ec 1.4

λ 0.2/(1 + 0.1 φ) (factor de latitud)


ψij factor de estación que depende del mes y localidad
j = 1 para tierra adentro y j = 2 para costa; i = 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12 y
corresponde a los meses de enero a diciembre con los siguientes valores,
Reddy (1971):

i 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
ψi1 1.28 1.38 1.54 1.77 2.05 2.30 2.48 2.41 2.36 1.73 1.38 1.17
ψi2 1.46 1.77 2.05 2.15 2.05 2.05 2.10 2.17 2.14 1.96 1.60 1.43

p n/N

n horas promedio de insolación por día durante el mes

t r/M

r número de días lluviosos durante el mes

M número de días en el mes

h humedad relativa media por día en el mes

2
La ec 1.3 se obtuvo tomando como referencia la Escala Radiométrica Mundial de 1956. Los nuevos valores
obtenidos usando esta misma ecuación se incrementaron en dos por ciento, para lograr valores normalizados con
el último valor de la constante solar de 1 367 W/m2 recomendada por la Organización Meteorológica Mundial.

6
Declinación (δ)
23.45°
30

20

10

0
0 100 200 300
-10

-20

-30
Día del año

Fig 1.1 Posición del Sol a lo largo del año con respecto al plano del Ecuador,
obtenida con la ecuación para δ (pág 10)

La longitud del día se obtiene de

2
N= cos −1 (− tanφtanδ ) (1.4)
5

donde δ es la declinación (posición angular del Sol en cada época del año, con respecto
al plano del ecuador) deducida por Cooper (1969) (fig 1.1). La dificultad de aplicar este
modelo a latitudes mayores de 30° (que para México no es relevante), se salva con la
modificación propuesta por Reddy (1981) en respuesta a Goldberg (1979). Velázquez,
Sámano et al (1988) comparan los diferentes modelos aplicados en México, incluyendo
el de Angström que se considera universal, y relacionan los datos medidos de radiación
solar con los obtenidos en los modelos aplicados a México, por medio de un análisis
estadístico.

Concluyen que el modelo de Reddy aplicado a México en Almanza y López (1975,


1978) dio los mejores resultados.

Resultados

Con base en este método (Reddy, 1971), se realizaron mapeos mensuales de la


República Mexicana a fin de conocer la irradiación solar global diaria promedio por

7
mes, en MJ/m2, mediante datos de horas de insolación. Además, se obtuvo el mapa de
irradiación global diaria promedio por año, en las mismas unidades. Estos se muestran
en las figs 1.3 a 1.15, al final del capítulo. Se observa un corrimiento de las isohelias
respecto a la versión anterior (Almanza y López, 1995; Almanza y López, 1978), que
puede considerarse apreciable si la precisión que se desea es del orden de 10 %.
Además, los datos obtenidos fueron bastante representativos, pues existe una
continuidad aceptable con la información tomada de la frontera norteamericana
conseguida por Bennett (1965) y Hulstrom (1981) para los doce meses del año.

En el mapa correspondiente al promedio anual (fig 1.15), se observa que las regiones de
mayor irradiación en la República son Sonora, Chihuahua y el oriente de Baja
California. Las regiones mencionadas son las más propicias para ubicar instalaciones
que requieran de una alta incidencia de energía solar. Existen otras dos regiones
bastante definidas con más de 19.2 MJ/m2 en el año: una abarca Durango, Zacatecas,
Aguascalientes, y otra, la mayor parte de Puebla, Guerrero y Oaxaca.

Asimismo, se aprecia que más de la mitad del país recibe 17 MJ/m2 diarios en el año, lo
cual significa que en México el uso de la energía solar representa una fuente importante
de energéticos para el presente y para el futuro. Ésta podría destinarse a calentamiento
de agua, secado de granos, cocción de alimentos, refrigeración, aire acondicionado,
calefacción, bombeo de agua, generación de energía eléctrica, etc.

Es importante recalcar que el porvenir de la evaluación de irradiancia e irradiación, está


en el uso de imágenes de satélites en tiempo real para evaluar eficiencias instantáneas y
promedios de diferentes dispositivos para las diferentes aplicaciones de la energía solar.
En países como México que cuenta con este recurso en la mayor parte de su territorio,
esta alternativa será muy útil en dichas aplicaciones.

1.3 Irradiación difusa diaria y horaria, promedio mensual

Irradiación difusa diaria promedio mensual

En la fig 1.2 se muestran algunos de los modelos más usados para correlacionar la
irradiación global diaria con la difusa. El método de Page (1961) es el más sencillo y
empleado (Kudish et al, 1981; Lewis, 1987; Vignola y McDaniels, 1984; Koromakis,
1986; Gueymard, 1986; Ma e Iqbal, 1984).

8
Fig 1.2 Diferentes modelos para evaluar la radiación difusa

El modelo utilizado por él propone una ecuación lineal (véase fig 1.2) que relaciona la
irradiación difusa diaria promedio mensual con la irradiación global diaria promedio
mensual, a través de la ecuación

Hd
= 1.00 − 1.13K T (1.5)
H
donde

KT índice de claridad definido por

H
KT = (1.6)
Ho
Ho irradiación extraterrestre diaria promedio mensual y
H irradiación global diaria promedio mensual, donde
 24   2πϖ sr 
H o = 3 600   Gsc Eo  sen φ sen δn + cos φ cos δn sen ωsr 2
 , J/m (1.7)
π   360 
(Duffie y Beckman, 1991)

9
φ latitud, positiva al norte del ecuador, en grados
δ declinación, δ = 23.45 sen [360 (284+N)/365], en grados
N día del año, N = l, ..., 365, comenzando en enero 1
δn declinación calculada para el día más representativo del mes (véase tabla 1.2)
Gsc constante solar, 1367 W/m2
ωsr ángulo al amanecer, ωsr = cos-1(-tan φ tan δ) , en grados
Eo factor de corrección por excentricidad en la trayectoria de la Tierra alrededor
del Sol (Spencer, 1971).

TABLA 1.2 DECLINACIÓN CALCULADA PARA EL DÍA MÁS


REPRESENTATIVO DEL MES (IQBAL, 1983)

Mes Día δn (grados)


Enero 17 -20.84
Febrero 14 -13.32
Marzo 15 - 2.40
Abril 15 + 9.46
Mayo 15 +18.78
Junio 10 +23.04
Julio 18 +21.11
Agosto 18 +13.28
Septiembre 18 + 1.97
Octubre 19 - 9.84
Noviembre 18 -19.02
Diciembre 13 -23.12

Irradiación difusa horaria promedio mensual

Para la obtención de la irradiación difusa horaria promedio mensual I d para una hora
media dada por ωs se recomienda usar la siguiente ecuación (Iqbal, 1983; Collares-
Pereira y Rabl, 1979)

Id π 0.9971cosω s − cosω ss
rd = = (1.8)
Hd 24 senω − ω π cosω
ss ss ss
180
Por ejemplo, entre 10 y 11 a m, ωs es igual a 22.5°, cada hora equivale a 15° y, a las
12 p m, ωs = 0°, es decir ωs es la hora media del periodo en cuestión (10:30 a m),

10
mientras que la irradiación global horaria promedio mensual I , se puede obtener de
Collares-Pereira y Rabl, 1979.

I
= rd (a + bcosω s ) (1.9)
H
donde

a = 0.409 +0.5016 sen (ωss – 1.047)


b = 0.6609 – 0.4767 sen (ωss – 1.047)
ωss ángulo del ocaso, en radianes = – ωsr

1.4 Irradiación directa diaria y horaria, promedio mensual

Una vez conocidas las cantidades horarias I e I d en una superficie horizontal, se puede
calcular fácilmente la irradiación directa horizontal horaria, en promedio mensual, I b

I b = I − I d , J / m2 (1.10)

Para determinar la irradiación directa normal horaria, en promedio mensual, I bn , en J/m2

I bn = I b / senα = I b / cosθ z (1.11)

donde θz el es el ángulo cenital y α la altitud solar, calculada con la ecuación

cos θz = sen α = cos δ cos φ cos ω + sen φ sen δ (1.12)

siendo ω el ángulo horario. Se considera a partir del medio día, en ese punto vale 0°;
15°/h, negativo antes del medio día y positivo después de él.

Las unidades de I bn son J/m2, o sea que I bn representa el valor de G bn , en W/m2,


integrado para una hora. G bn es la irradiancia directa normal promedio mensual a lo
largo de la hora que se está integrando.

Al dividir I bn entre 3 600 s se puede obtener el valor del flujo radiante promedio de la
irradiancia directa, en W/m2.

Con la información de irradiación directa normal horaria promedio mensual I bn , es


posible generar una curva de irradiancia directa diaria. Generalmente, se hace esta
aproximación para evaluar el comportamiento instantáneo de un concentrador solar en
W/m2 a lo largo del día. Para hacer la aproximación, se divide I bn entre 3 600 s, y se

11
obtiene así el valor del flujo promedio directo normal de la irradiancia en W/m2 en el
punto medio de la hora donde se evaluó I bn . De esta manera, se contará con una
irradiancia en lugar de una irradiación. Con estos valores de irradiancia se puede
generar una curva que sería la irradiancia directa normal.

Finalmente, para obtener la irradiación directa diaria promedio mensual en una super-
ficie horizontal, ésta se puede obtener como

Hb = H − Hd (1.13)

1.5 Irradiancia directa en días despejados

Se ha demostrado que la única manera de realizar estimaciones aproximadas por lapsos


cortos de tiempo (por ejemplo horarios), es por medio de métodos parametrizados para
días completamente despejados, los cuales han sido verificados en varias zonas del
planeta. En estos métodos se considera que, en ausencia de nubes, la irradiancia solar
total recibida en la superficie de la Tierra es un residuo, después de que el flujo
extraterrestre ha sido atenuado por la absorción y dispersión atmosférica. La gran
variedad de modelos propuestos en estos métodos se pueden consultar en (Iqbal, 1983;
Estrada-Cajigal, 1985). En condiciones atmosféricas reales, se presenta un amplio
intervalo de valores de turbiedad, agua y ozono y el modelo debe ser capaz de incluir
estos cambios. Para México, se considera que el modelo de Hoyt (1978) es uno de los
más apropiados, de acuerdo con los resultados de Galván et al, 1988. La estructura de
éstos permite realizar el cálculo de la irradiancia solar para diversos tipos de atmósferas
ideales y reales (limpia, turbia, seca, húmeda, etc). La mayor incertidumbre en estos
métodos radica en la selección adecuada de las funciones de trasmisión atmosférica.

Para una atmósfera sin nubes, Hoyt (1978) propone calcular la irradiancia directa
recibida en una superficie horizontal con la fórmula
5
Gbc = Eo Gsc cos θz (1- Σ Aj) Tas Tr (1.14)
j =1

donde Aj (j = 1 a 5) son razones de absorción para agua (j = 1), bióxido de carbono (j = 2),
ozono (j = 3), aerosoles (j = 4) y oxígeno (j = 5); Tas y Tr son funciones de trasmitancia
debida a la dispersión por el polvo y por las moléculas de aire (dispersión de Rayleigh),
respectivamente; parámetros que se pueden estimar como lo indican Iqbal (1983),
Estrada-Cajigal (1985) y Hoyt (1978). Gbc es la irradiancia solar directa instantánea en
W/m2 y Gsc la constante solar.

12
Los números entre paréntesis son
langleyes durante el día.

∗ Los valores marcados sobre EUA se


tomaron de las referencias Bennet,
1965 y Hulstrom, 1981.
13

Fig 1.3 Promedio de irradiación global diaria en enero, en MJ/m2


Los números entre paréntesis son
langleyes durante el día.

∗ Los valores marcados sobre EUA se


tomaron de las referencias Bennet,
1965 y Hulstrom, 1981.
14

Fig 1.4 Promedio de irradiación global diaria en febrero, en MJ/m2


Los números entre paréntesis son
langleyes durante el día.

∗ Los valores marcados sobre EUA se


tomaron de las referencias Bennet,
1965 y Hulstrom, 1981.
15

Fig 1.5 Promedio de irradiación global diaria en marzo, en MJ/m2


Los números entre paréntesis son
langleyes durante el día.

∗ Los valores marcados sobre EUA se


tomaron de las referencias Bennet,
1965 y Hulstrom, 1981.
16

Fig 1.6 Promedio de irradiación global diaria en abril, en MJ/m2


Los números entre paréntesis son
langleyes durante el día.

∗ Los valores marcados sobre EUA se


tomaron de las referencias Bennet,
1965 y Hulstrom, 1981.
17

Fig 1.7 Promedio de irradiación global diaria en mayo, en MJ/m2


Los números entre paréntesis son
langleyes durante el día.

∗ Los valores marcados sobre EUA se


tomaron de las referencias Bennet,
1965 y Hulstrom, 1981.
18

Fig 1.8 Promedio de irradiación global diaria en junio, en MJ/m2


Los números entre paréntesis son
langleyes durante el día.

∗ Los valores marcados sobre EUA se


tomaron de las referencias Bennet,
1965 y Hulstrom, 1981.
19

Fig 1.9 Promedio de irradiación global diaria en julio, en MJ/m2


Los números entre paréntesis son
langleyes durante el día.

∗ Los valores marcados sobre EUA se


tomaron de las referencias Bennet,
1965 y Hulstrom, 1981.
20

Fig 1.10 promedio de irradiación global diaria en agosto, en MJ/m2


Los números entre paréntesis son
langleyes durante el día.

∗ Los valores marcados sobre EUA se


tomaron de las referencias Bennet,
1965 y Hulstrom, 1981.
21

Fig 1.11 Promedio de irradiación global diaria en septiembre, en MJ/m2


Los números entre paréntesis son
langleyes durante el día.

∗ Los valores marcados sobre EUA se


tomaron de las referencias Bennet,
1965 y Hulstrom, 1981.
22

Fig 1.12 Promedio de irradiación global diaria en octubre, en MJ/m2


Los números entre paréntesis son
langleyes durante el día.

∗ Los valores marcados sobre EUA se


tomaron de las referencias Bennet,
1965 y Hulstrom, 1981.
23

Fig 1.13 Promedio de irradiación global diaria en noviembre, en MJ/m2


Los números entre paréntesis son
langleyes durante el día.

∗ Los valores marcados sobre EUA se


tomaron de las referencias Bennet,
1965 y Hulstrom, 1981.
24

Fig 1.14 Promedio de irradiación global diaria en diciembre, en MJ/m2


Los números entre paréntesis son
langleyes durante el día.

∗ Los valores marcados sobre EUA se


tomaron de las referencias Bennet,
1965 y Hulstrom, 1981.
25

Fig 1.15 Promedio anual de irradiación global diaria, en MJ/m2


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28
2. DESARROLLO DE ESPEJOS PARA CONCENTRADORES SOLARES

Iván Martínez
Genaro Correa
Rafael Almanza
Marcos Mazari
2.1 Introducción

El presente capítulo es continuación de los caps 2 y 4 del libro Ingeniería de la Energía


Solar (Almanza y Muñoz, 1994), donde se explican los procedimientos de fabricación
de espejos de acrílico de segunda superficie, así como de aluminio electropulido.

Con el fin de lograr una mayor pureza de las dos películas que conforman el espejo (Al
y SiO), se emprendió la etapa del diseño y construcción de dos cañones de electrones
(Ramírez, 1990). Posteriormente, a finales de 1992 se inició el desarrollo de espejos de
primera superficie formados por dos películas, una reflectora de aluminio y otra
protectora de monóxido de silicio (SiO), producidos mediante calentamiento térmico en
una cámara al alto vacío. Sin embargo, las impurezas presentes en los filamentos de
tungsteno empleados introdujeron impurezas que causaron la corrosión rápida de los
espejos.

En este capítulo se presenta la experimentación llevada a cabo para mejorar la calidad,


vida media y protección contra la corrosión en espejos de aluminio de primera
superficie, por medio de cañones de electrones, y una nueva técnica: erosión iónica
(sputtering), la cual permitió producir espejos de áreas grandes en el laboratorio. La
exposición es detallada, lo que permitirá al lector tener una claridad completa sobre el
alcance de estos experimentos.

29
En lo que respecta a concentradores solares, se incluye el desarrollo realizado para
obtener un concentrador cilíndrico parabólico conformado por espejos de 30 x 60 cm.
Los espejos fueron unidos para formar una especie de mosaico, dado que el tamaño de
los concentradores es muy superior al de los espejos. Se exponen los detalles tanto del
doblado de los sustratos como de la fabricación de los espejos, así como de las
características de enfoque de dicho concentrador. Los concentradores fueron colocados
en la planta solar del Instituto de Ingeniería de la UNAM.

2.2 Concentración solar y propiedades ópticas de espejos

Un concentrador de canal parabólico está formado por: una superficie reflejante


depositada sobre un sustrato, una estructura de soporte que tiene el perfil de una
parábola, un tubo absorbedor circular con un recubrimiento apropiado selectivo de color
negro colocado a lo largo del eje focal del canal parabólico, y un tubo de vidrio con alta
transmisividad, evacuado para evitar pérdidas por convección.

Para facilitar la construcción de tales colectores solares, se agrupan segmentos del canal
parabólico en forma de módulos, cada uno de los cuales tiene su propio sistema de
seguimiento solar, formado por una celda fotosensible y un motor. Así, la radiación
incidente se absorbe por el fluido de trabajo que circula a través del tubo absorbedor.
Este fluido puede ser aceite mineral, sal fundida o agua (Thomas y Guven, 1985).

El desempeño de cualquier sistema de energía solar mejora si aumenta la eficiencia del


colector, por lo que ésta puede maximizarse si dicho incremento no significa un gran
aumento en el costo. Los parámetros que afectan la eficiencia del colector son (Rabl et
al, 1982):

a) Condiciones de operación, como irradiancia, disposición del movimiento


(norte-sur, este-oeste), temperatura de operación, flujo del fluido de trabajo, etc
b) Propiedades de los materiales, como la reflectividad∗ y absortividad
c) Tipo de receptor. Incluye forma del absorbedor, cualidades de su superficie y
diámetro del tubo
d) Geometría del concentrador, integrada por radio de concentración, ángulo de
borde y apertura de la parábola.


A lo largo del texto se usa la terminación ividad, de acuerdo con las definiciones discutidas por Siegel y
Howell en su libro Thermal Radiation Heat Transfer.

30
Las condiciones de operación pueden variar de una instalación a otra, pero la reducción
de costos por unidad de producción requiere un diseño común, por lo que estos
parámetros deben ser los mismos. Los parámetros de diseño de un concentrador de
canal parabólico pueden ser clasificados en geométricos y funcionales. Los primeros se
refieren a todas las características físicas: el diámetro del tubo absorbedor, el diámetro
del tubo de vidrio envolvente y el radio de concentración; mientras que los segundos
aluden a las características de desempeño y comportamiento del concentrador de canal
parabólico: la eficiencia óptica, la eficiencia térmica instantánea y de todo el día, y las
pérdidas térmicas del tubo absorbedor. Estos parámetros son altamente influidos por las
propiedades de los materiales utilizados y por los errores ópticos asociados con el
sistema. Las propiedades por considerar de los materiales son: la reflectividad del
espejo, la transmisividad de la cubierta de vidrio y la absortividad del tubo absorbedor.
Los errores pueden deberse a los defectos en el material reflejante, a la estructura de
soporte, a la localización del tubo absorbedor con respecto al eje focal del concentrador
de canal parabólico y a una mala alineación de éste con respecto al Sol provocada por
errores del sistema de seguimiento (Thomas y Guven, 1985).

La reflectividad especular es la propiedad óptica más importante de los espejos de


primera superficie para aplicaciones en energía solar, ya que determina su eficiencia en
el campo de trabajo como un criterio por el cual se puede evaluar su grado de corrosión
o degradación.

Cuando un rayo de energía luminosa incide sobre un espejo, parte de él es reflejado y


parte absorbido. La reflectividad solar se define como la relación entre la intensidad de
la radiación solar reflejada (I) y la intensidad de la radiación solar incidente (Io). A esta
relación comúnmente se le identifica como ρs, y es igual a I/Io. La intensidad de la
radiación depende de la longitud de onda y la dirección (su distribución espacial), la que
incluye la dependencia del ángulo sólido.

Al incidir un haz de luz con cierto ángulo sólido sobre una superficie, ésta lo refleja en
dos componentes, la especular y la difusa, de donde se tienen dos tipos de reflectividad:

• Reflectividad especular. La reflexión se realiza conservando el mismo ángulo


respecto a un plano normal

• Reflectividad difusa. La reflexión pierde el ángulo de incidencia y se distri-


buye el haz hacia todas direcciones en forma hemisférica.

31
En años recientes, el trabajo de investigación sobre este tipo de espejos ha sido
desarrollado en el Instituto de Ingeniería, UNAM, con las tecnologías de descarga
luminosa, cañón de electrones y erosión iónica con magnetrón plano, cuyos esfuerzos se
han concentrado principalmente en las siguientes áreas:

1. En la película reflejante de aluminio, la cual depende de la razón entre el


espesor y la velocidad de deposición, así como en el mejoramiento de la
adherencia de la película sobre el sustrato de vidrio.

2. En la capa protectora, que debe ser escogida y preparada para que tenga una
alta transparencia y sea ópticamente durable bajo varias condiciones de
fabricación.

3. Pruebas de estabilidad ante agentes ambientales, mediante procesos acele-


rados de intemperismo.

El cuarzo (SiO2), si se evapora adecuadamente, forma una capa que muestra poca
absorción en el espectro ultravioleta y en el visible, y tiene un índice de refracción que
es idéntico al del cuarzo fundido, lo cual es esencial para los espejos de primera
superficie. Las películas de cuarzo se utilizan para el recubrimiento de superficies de
semiconductores y como recubrimiento óptico, y brindan muy buena protección contra
los embates del medio ambiente (Jiefeng et al, 1995).

2.2.1 Tipos de espejos

Básicamente existen dos tipos de espejos, los de primera superficie y los de segunda
superficie (fig 2.1). Los primeros tienen la película reflejante colocada sobre la
superficie del vidrio expuesta al medio; en cambio, los de segunda superficie tienen la
película reflectora ubicada en la parte posterior del vidrio, y protegida por la estructura
que soporta al espejo.

En 1986, el Instituto de Ingeniería de la UNAM (Almanza et al, 1992) desarrolló la


primera generación de espejos de aluminio de primera superficie, utilizando
evaporación térmica al vacío y evaporación reactiva. Sin embargo, el aluminio
depositado con estas técnicas presentó numerosos microagujeros en la película de
aluminio que facilitaban su corrosión.

32
Fig 2.1 Tipos de espejos

Los primeros espejos utilizados en el mundo para aprovechar la energía solar fueron
espejos de segunda superficie, ya que requieren poco esfuerzo para proteger a la
película reflejante del ataque y corrosión del medio ambiente; sin embargo, necesitan
vidrios especiales de baja absorción y resultan de costo elevado. Por esta razón y con el
fin de hacer más accesible el uso de la energía solar, en el Instituto de Ingeniería, se
desarrollaron espejos que utilizaran cualquier tipo de vidrio, y por tanto, fueran más
baratos. Actualmente, EUA, España y Alemania también se dedican a la investigación y
desarrollo de este tipo de sistemas reflejantes.

2.3 Sustratos de vidrio

En esta parte, se da una descripción general sobre la composición y propiedades del


vidrio, así como de la influencia de ciertas sustancias para las diferentes aplicaciones.
Además, se describe cómo se llegó a determinar la temperatura de reblandecimiento.

2.3.1 Generalidades

De acuerdo con la definición de la American Society for Testing Materials, el vidrio es


un producto inorgánico fundido que se ha enfriado sin cristalizar. La composición de un
vidrio puede representarse en moles por ciento o en peso por ciento. La primera forma
es adecuada para investigaciones estructurales; por ejemplo, para establecer si un
compuesto actúa como formador de red o como modificador. Sin embargo, en las
fábricas y laboratorios de la industria del vidrio la composición se da solamente como
porcentaje en peso. En la preparación de una composición vítrea se puede proceder de la
siguiente forma: se añade el nuevo constituyente al vidrio base, el cual se calcula como
el 100 %; o de otra manera, se pone también la arena igual al 100 % y se añaden a ésta
las demás sustancias. No obstante, la mayor parte de las veces se prepara un nuevo

33
vidrio, donde se sustituye gradualmente uno de los constituyentes, lo cual tiene como
ventaja que sólo experimenta variación uno de los óxidos que constituyen el vidrio.

Al dejar enfriar una masa fundida de materia vítrea, se alcanza finalmente la


temperatura de la primera formación de cristales, siempre que el enfriamiento sea lo
suficientemente lento. Si este proceso se lleva a cabo en varias masas fundidas de igual
composición cualitativa, pero cuantitativamente diferentes, y se unen las temperaturas
correspondientes a la primera aparición de cristales, se obtiene la llamada curva de
liquidus, por debajo de la cual existe casi siempre una parte todavía líquida. Si se unen
entre sí las temperaturas de solidificación completa se obtiene la curva de solidus. En
los sistemas de tres o más componentes ya no se obtienen curvas, sino superficies. Si la
temperatura desciende todavía más, muchos de los cristales formados experimentan
transformaciones, pasando de las variedades estables a altas temperaturas a las estables
a bajas temperaturas. Si la masa fundida se enfría, por último, a la temperatura
ambiente, se forman agregados cristalinos que son productos típicos de devitrificación
para cada composición química de la masa fundida (Salmang, 1962).

2.3.2 Vidrios sílico-cálcico-sódicos

El desarrollo de la tecnología del vidrio se ha dado con el sistema ternario


Na2O•CaO•SiO2, que es la mezcla base de casi todos los vidrios planos y huecos. La
representación de este sistema en un diagrama ternario no se hace en la forma usual de
un diagrama triangular de Gibbs, solamente se traza en un sistema de coordenadas
rectangulares representando la parte de más interés técnico, la cual corresponde a
composiciones comprendidas entre 0 y 24 % de Na2O, y entre 4 y 20 % de CaO. El
resto hasta 100 % es de SiO2. En el centro se puede observar el máximo correspondiente
al Na2O•3CaO•6SiO2.

En los vidrios industriales se hacen variar las composiciones para conseguir condiciones
de elaboración más sencillas o para modificar algunas propiedades; la mayor parte de
las veces esto se consigue añadiendo Al2O3, MgO, B2O3, ZnO, etc. Sin embargo, se
pueden conseguir también las propiedades deseadas eligiendo una composición
adecuada del sistema base.

El punto de transformación y el punto de reblandecimiento disminuyen linealmente al


aumentar la cantidad de Na. En la representación triangular, las líneas de igual
temperatura de transformación y del mismo coeficiente de dilatación se cortan
formando una red (fig 2.2).

34
Fig 2.2 Diagrama de líneas de reblandecimiento (Salmang, 1962)

Si se añade Al2O3 (trióxido de aluminio o alúmina) se observa que disminuye la


temperatura de fusión, se detiene marcadamente la devitrificación, hay un fuerte
aumento de las resistencias al lavado y al choque térmico, y la dureza junto con la
tenacidad se ven influidas favorablemente.

Si se añade MgO (óxido de magnesio), la temperatura de líquidus y la velocidad de


cristalización disminuyen un 10 % por cada 1 % de MgO.

Si se añade B2O3 (trióxido de diboro) hasta un 1.5 %, la temperatura de fusión y el


coeficiente de dilatación decrecen ligeramente.

Al incorporar BaO (monóxido de bario) en pequeñas cantidades, disminuye la resistencia


química al principio lentamente y después con rapidez, la temperatura de reblande-
cimiento aminora y la dilatación térmica aumenta, la densidad crece linealmente con el
aumento de BaO, y el módulo de elasticidad, el índice de refracción y la duración de la
fusión disminuyen ligeramente, mientras que las propiedades de elaboración se mejoran.

La determinación de la importante temperatura de reblandecimiento no se lleva a cabo


la mayor parte de las veces ópticamente, sino con ayuda de un dilatómetro o también se
puede determinar con la temperatura a la que empieza a alargarse una fibra de vidrio
suspendida. Este método tiene la ventaja de que puede realizarse a una determinada
viscosidad. Esta temperatura de reblandecimiento depende del tratamiento térmico
previo. En la tabla 2.1 se ven ejemplos del intervalo de temperatura entre reblandeci-
miento y congelación para diferentes vidrios.

35
TABLA 2.1 INTERVALOS DE TEMPERATURA DE TRABAJO PARA
DIFERENTES TIPOS DE VIDRIO

Tipo de vidrio Temperatura de Temperatura de


congelación, en °C reblandecimiento, en °C
Pyrex 440 580
de botella 440-490 500-580
de borato 370 480
de cristal 350 435
de termómetro 390-450 520-540

Con esta tabla se pone en evidencia la influencia de la composición química en un par


de propiedades de los vidrios. La fig 2.2 muestra líneas de relaciones entre los
coeficientes de dilatación y las temperaturas de reblandecimiento para los vidrios
cálcico-sódicos.

La vida de la superficie de un vidrio con fractura es muy corta. A causa de la rotura se


originan enlaces libres por desgarramiento de los tetraedros de SiO2 y de sus
compuestos adyacentes. Incluso en el vacío, apenas se puede evitar la saturación de
estos enlaces libres dispuestos espacialmente. Cuando se consigue evitar su saturación,
las valencias libres se emplean en la desaparición de las grietas; sobre tales superficies
de rotura reciente, el polvo de vidrio se adhiere muy fuertemente.

Bajo la denominación de sorción se consideran la totalidad de las reacciones de


superficie. La absorción tiene lugar en el interior del vidrio y la adsorción sobre su
superficie. La limpieza de la superficie con mezcla crómica (H2SO4 + K2Cr2O7 + H2O)
aumenta en un 40 % la superficie específica, mientras que, en la degasificación del
vidrio a temperaturas crecientes, se encuentra un máximo de pérdida de gas entre 200 y
300°C, después sigue un mínimo entre 350 y 450°C, y a partir de entonces se observa
un rápido aumento.

Una superficie de vidrio de sílice, plana, completamente libre de agua, absorbe agua a la
temperatura ambiente, primero monomolecularmente (se adsorbe), después en una capa
de grosor creciente que depende de la temperatura y de la presión de vapor (se empieza
a absorber). La evaporación de la capa monomolecular es posible únicamente a
temperaturas superiores a 200°C y bajas presiones.

36
Las gotas de agua son retenidas en el vidrio por los grupos hidrófilos (algunos de los
diferentes óxidos que forman al vidrio tienen regiones de su molécula que atraen a la
molécula de agua) y su expansión se estorba por los hidrófobos (regiones de los óxidos
que forman al vidrio y que repelen a la molécula de agua). El grado de mojado se
reduce por los gases absorbidos.

El mojado se favorece cuanto más orientadas están las moléculas de la superficie. La


superficie del vidrio, como se dijo, contiene zonas hidrófilas e hidrófobas, siendo las
primeras de mayor predominio; en cambio en los metales predominan las segundas.

2.3.3 Ataque químico de la superficie del vidrio

Los ataques al vidrio por agua, ácidos y especialmente por soluciones alcalinas son
completamente diferentes entre sí. Mientras que los dos primeros agentes disuelven
principalmente las partes básicas existentes, la sosa destruye toda la materia vítrea. Este
ataque es independiente del tiempo y de la agitación; depende de la temperatura y de la
concentración, factores que promueven el rompimiento de los enlaces (Si-O-Si),
seguido de la adsorción de los iones (OH)-. Sin embargo, la existencia de otros iones
puede retardar el proceso.

El contacto con el agua determina la salida de iones Na+ del vidrio y la entrada de iones
H+ en él, según la Ley de la difusión. Esto no es un intercambio de iones ya que existen
variaciones químicas en la materia vítrea que mantienen la neutralidad electrónica del
vidrio.

El proceso de corrosión debido a la acción del agua, comienza por la fijación de los
grupos (OH)- en los grupos (SiO4)- de la superficie. A esto sigue el acoplamiento de los
grupos (ONa)- después de la lixiviación de los álcalis, así como la fijación adicional de
moléculas de agua. Esta hidrólisis conduce a formaciones estables, porque el
apantallamiento y neutralización de las cargas de los iones Si4+ tienen lugar dentro de
un elemento de volumen pequeño, por formación de complejos (ejemplo:
Si 4 + O 62 − H 8+− λ Na +x ). Estos complejos pueden considerarse como sales sódicas hidratadas
del ácido ortosilícico; además son solubles en agua, por lo que se pueden difundir y no
protegen de un ataque posterior. Lo mismo sucede en el caso de ataque por ácidos.

La corrosión alcalina se puede disminuir adicionando aluminatos al vidrio, ya que al


polimerizar los grupos silicato de la superficie con grupos aluminato da lugar a la

37
formación de una película que evita una siguiente corrosión. El apantallamiento de los
iones Si4+ se completa con una reacción de polimerización, con lo cual los iones Si4+ y
Al3+ se unen a los iones OH- y adoptan una coordinación octaédrica. La capa
polimerizada impide la difusión del resto de los productos formados después, de peso
molecular más pequeño (Salmang, 1962).

La presencia de ácidos y álcalis diluidos tiene poca influencia sobre la descomposición


del vidrio. En ocasiones ésta se cataliza, como con las lejías, ya que en la descom-
posición del vidrio queda siempre lejía alcalina libre y el ácido silícico se hace soluble;
por lo que los vidrios ricos en SiO2 y en B2O3 son más resistentes a los ácidos que al
agua y más resistentes al agua que a los álcalis. Se puede decir entonces que la
resistencia a la corrosión se eleva al aumentar el contenido de SiO2.

2.3.4 Curvatura del sustrato de vidrio

La composición del vidrio cálcico-sódico que se utilizó en los trabajos de investigación


para construir la parte reflejante de los concentradores es la siguiente: 67.7 % de SiO2,
15.6 % de Na2O, 5.6 % de CaO, 4.0 % de MgO, 2.8 % de Al2O3, 2.0 % de BaO, 1.5 %
de B2O3 y 0.6 % de K2O. Este es un vidrio de tipo flotado que, por las características de
su fabricación, cuenta con una superficie bastante más plana (que la de un vidrio
elaborado con otros procesos) en la que se deposita la película de material reflejante. El
objetivo es lograr una reflectividad especular alta al formar el espejo.

La temperatura de reblandecimiento del vidrio flotado que se empleó, se determinó de


la siguiente manera: se localizó en una región del diagrama de temperaturas de
reblandecimiento (fig 2.2, en pág 35), la composición del vidrio anteriormente citada;
de dicho diagrama se seleccionó un intervalo de temperaturas, el cual fue desde 530°C
hasta 600°C (∆T ≈ 70°C). En ese intervalo se llevaron a cabo pruebas para la
determinación de los puntos de reblandecimiento de los vidrios con los que se trabajó.
Se usaron vidrios de tipo flotado y de tipo convencional, de diferentes tamaños de
superficie, pero con el mismo espesor (3 mm).

2.4 El proceso de crecimiento de una película delgada

Según Wasa y Hayakawa (1992), cualquier tipo de proceso de deposición de películas


delgadas, químico o físico, involucra tres etapas principales:

38
1. Producción de los átomos, moléculas o especies iónicas apropiadas

2. Transporte de las especies anteriores hacia el sustrato a través del medio

3. Condensación sobre el sustrato

La formación de una película delgada sólida es un fenómeno de superficie que se lleva a


cabo vía nucleación y un proceso de crecimiento, el cual se describe a continuación:

1. Las especies unitarias provenientes del blanco*, al impactarse sobre la superficie


del sustrato pierden su velocidad (componente normal) y son físicamente
adsorbidas en ella.

2. Las especies inicialmente adsorbidas no se encuentran en equilibrio térmico con la


superficie del sustrato, por lo que están en movimiento constante sobre ella. En
este proceso, interactúan entre ellas mismas, formando grandes agrupaciones o
núcleos.

3. Los grupos o núcleos formados son termodinámicamente inestables, por lo que


con el tiempo pueden tender a desorberse según los parámetros de deposición.
Cuando un grupo colinda con otras especies adsorbidas antes de desorberse,
comienzan a crecer en tamaño. Después de alcanzar un tamaño crítico seguro, el
grupo de especies alcanza la estabilidad termodinámica y se dice que la barrera de
nucleación ha sido superada. Este paso involucra la formación de un tamaño
crítico, quimiadsorbido, estable y se llama etapa de nucleación.

4. El crecimiento del núcleo crítico, tanto en número como en tamaño, se da hasta


que se alcanza cierto valor en la densidad de saturación de la nucleación. La
densidad de nucleación y el tamaño promedio de los núcleos dependen del valor
de los parámetros como la energía de acumulación de especies, la razón de
apilamiento, las energías de activación de adsorción, la difusión térmica, la
temperatura, topografía y naturaleza química del sustrato, etc. Un núcleo puede
crecer paralelamente al sustrato por difusión superficial de las especies
adsorbidas, y perpendicularmente a él por apilamiento de las especies incidentes.
Generalmente, sin embargo, la razón de crecimiento lateral en esta etapa es mucho

*
Blanco: Placa hecha del material que va a ser evaporado con erosión iónica, generalmente con una pureza mayor
de 99 %.

39
mayor que la de crecimiento perpendicular. Los núcleos en crecimiento se llaman
islas.

5. La siguiente etapa es la de coalescencia, en la cual las pequeñas islas comienzan a


unirse unas con otras en un intento de reducir el área superficial del sustrato. Esta
tendencia a formar grandes islas termina con una aglomeración y aumenta por el
incremento de la movilidad superficial de las especies adsorbidas debido a una
mayor temperatura. En algunos casos, la formación de nuevos núcleos puede
ocurrir en áreas recientemente expuestas como consecuencia del efecto de
coalescencia.

6. Grandes islas crecen juntas, dejando canales y agujeros sin recubrir el sustrato. La
estructura de la película en esta etapa cambia desde un tipo de islas discontinuas
hasta un tipo de red porosa. Una película completamente continua se forma al
rellenarse dichos canales y agujeros.

2.4.1 Consecuencias estructurales del proceso de crecimiento para películas delgadas

En una película delgada hecha de un material cualquiera, su microestructura y detalles


topográficos de la superficie dependen de factores como: cinética de crecimiento,
temperatura del sustrato, naturaleza química, origen de las diferentes especies de
impurezas, topografía del sustrato y ambiente gaseoso.

Por otro lado, los parámetros que influyen en la movilidad de adsorción de especies
sobre la superficie del sustrato son: energía cinética de las especies incidentes, razón de
depósito, sobresaturación (por ejemplo, el valor de la presión de vapor entre la
concentración de la solución por arriba de los requerimientos de condensación a la fase
sólida bajo condiciones de equilibrio termodinámico), condensación o coeficiente de
adhesión (por ejemplo, la fracción del total de espacios adsorbidos sobre el sustrato) y el
nivel de impurezas.

1. Microestructura. El tamaño de los granos formados durante el depósito puede


crecer cuando la sobresaturación decrece y se incrementa la absorción de
especies en la superficie. Cuando se tiene la suficiente energía cinética, la
movilidad superficial se reduce debido a la penetración de las especies
incidentes en el sustrato, y da como resultado un grano pequeño. Este efecto de
la energía cinética de las especies impactantes sobre el tamaño de grano es más

40
pronunciado a mayores temperaturas del sustrato; dicho efecto es más
significativo para películas relativamente más delgadas.

2. Rugosidad de la superficie. A condiciones de baja nucleación y alta


sobresaturación, la densidad de los núcleos iniciales es alta y su tamaño crítico
pequeño. Una medición cuantitativa del factor de rugosidad es la razón del área
real efectiva entre el área geométrica disponible.

3. Densidad. Se puede conocer mediante la determinación del espesor de la


película por métodos gravimétricos. Un comportamiento general observado en
películas delgadas es el decrecimiento de la densidad con la disminución del
espesor.

4. Adhesión. La adherencia de una película sobre un sustrato depende de la


naturaleza química, limpieza y topografía microscópica de la superficie del
sustrato. Esta propiedad se mejora con valores altos de energía cinética de las
especies incidentes, energía de adsorción del depósito y densidad inicial de
nucleación.

La presencia de contaminantes sobre la superficie del sustrato puede incrementar o


disminuir la adhesión, dependiendo de si la energía de adsorción crece o decrece
respectivamente. Así mismo, la adhesión de una película puede mejorarse mediante más
centros de nucleación sobre el sustrato; por ejemplo, con el uso de sustratos de grano
fino o sustratos precubiertos con el material adecuado. Las pérdidas de adherencia y
depósitos porosos se dan bajo condiciones de sobresaturación y vacío pobre.

2.5 La evaporación térmica para fabricar películas delgadas

El número de átomos o moléculas evaporadas de una superficie sólida o líquida depende


mucho de la temperatura. Como ya se conoce, la presión de vapor de equilibrio se
alcanza en un sistema termodinámicamente cerrado. Sin embargo, en la práctica no se
llega a tal equilibrio porque el medio que rodea a la fuente del vapor actúa como un
sumidero que consume al vapor que le va llegando. Los átomos evaporados se
condensan en cualquier parte que esté a menor temperatura. Con estas consideraciones
se formuló una ecuación que expresa la razón de evaporación molecular con respecto al
tiempo. La máxima velocidad de evaporación se obtiene con una αe = 1 y ph = 0
(Pulker, 1984).

41
1 dN  pe − ph 
⋅ = α e  (2.1)
A dt  2π ⋅ m ⋅ k ⋅ T 

donde

dN número de átomos evaporados


A área superficial (cm2)
t tiempo (s)
αe coeficiente de evaporación
pe presión de equilibrio en la superficie del material (Torr)
ph presión hidrostática del material fundido (Torr)
m masa atómica (g/gmol)
k constante de Boltzmann (J/K)
T temperatura (K)

Hay varios métodos de evaporación, y su selección depende principalmente del tipo de


material utilizado y de la pureza requerida para la película por fabricar; además, en la
práctica influyen también el tipo de instalación disponible y los equipos con que se cuenta.

Uno de los métodos de evaporación más usados es el de calor por radiación, cuya fuente
es generalmente una resistencia de tungsteno en forma de espiral, sobre la cual se monta
el material por evaporar, por lo que debe ser un material con punto de fusión
relativamente bajo.

Todos los métodos de evaporación térmica requieren de una presión mínima de 1 x 10-3
Pa (1 x 10-5 mbar), y solamente en el caso de algunos materiales se permiten presiones
en una magnitud mayor. Los principales métodos son:

• Calentamiento directo con resistencia


• Calentamiento indirecto con resistencia
• Calentamiento con haz de electrones (cañón de electrones)
• Cañón de deflexión
• Cañón de telefoco
• Calentamiento con láser
• Calentamiento con alta frecuencia
• Técnicas flash
• Evaporación continua

42
En las investigaciones realizadas, la presión mínima fue de 4 x 10-3 Pa (4 x 10-5 mbar),
suficiente para evaporar aluminio. A continuación, se describen de manera muy general
los dos primeros métodos de la lista.

a) La evaporación por calentamiento directo se lleva a cabo mediante una


sublimación del material en forma de barra o cable sujetado entre dos electrodos,
por lo que se calienta en forma directa debido al flujo de corriente. Esta técnica
rara vez se utiliza en materiales como C, Fe, Ti y Rh.

b) Calentamiento indirecto con resistencia. Es un método más común. La


evaporación del material se realiza en un contenedor o crisol hecho de Mo, Ta,
W o C, que puede tener forma de tira, rizo, bote, etc. En algunas ocasiones se
emplean recipientes cerámicos hechos de Al2O3 y BeO, BN o BN/TiB2. El
contenedor se calienta por medio del flujo de corriente eléctrica y transfiere el
calor para sublimar o evaporar el material. Se pueden elaborar reacciones
químicas durante la evaporación, pero pueden llegar a ser indeseables cuando
contaminan la película formada.

2.6 Uso de cañón de electrones para fabricación de espejos de primera superficie

2.6.1 Características del cañón de electrones

Un cañón de electrones suministra energía a una sustancia para evaporarla al alto vacío;
dicho suministro se hace por medio de un bombardeo de electrones. Este dispositivo
genera un flujo de electrones mediante un filamento de tungsteno, los cuales son
acelerados y enfocados sobre la superficie de la sustancia por evaporar. Para ello, se
utiliza la aplicación de campos eléctricos que van desde 4 hasta 10 kV.

Para el funcionamiento de los cañones se requiere una corriente mínima del haz de
10 mA. Al chocar los electrones sobre la sustancia, la mayor parte de la energía cinética
de las partículas se convierte en calor y, por tanto, se pueden alcanzar temperaturas que
exceden los 3 000°C. Puesto que la energía cedida se realiza con partículas cargadas, es
posible concentrarlas para incidir sobre la sustancia de manera que existan partes que
queden a baja temperatura, sobre todo las que entran en contacto con el crisol. Gracias a
esto, las interacciones que pudieran existir entre el evaporante y el crisol pueden
reducirse en gran medida.

43
Existe gran variedad de arreglos (Chopra, 1979 y Glang, 1970), y éstos pueden
clasificarse de acuerdo con la técnica usada para sostener al evaporante. Para este caso,
el cañón empleado es el de trayectoria curva, lo que significa que el haz sigue una
trayectoria de este tipo a causa de la aplicación de un campo magnético perpendicular a
su trayectoria. Este campo magnético se suministra por un imán permanente.

Como fuente de electrones se emplea un alambre de tungsteno, que mantiene su forma y


solidez a altas temperaturas. La vida media del filamento está limitada por las
reacciones posibles con los vapores del evaporante y por la erosión iónica debido a la
incidencia de iones positivos de alta energía.

Cuando al filamento se le induce corriente empieza a liberar electrones, para lo cual se


requiere un alto voltaje, que va a partir de cero y aumenta hasta llegar al requerido,
aproximadamente 4 kV. Una vez liberados, los electrones llegan al campo magnético
que existe entre las dos placas de hierro (fig 2.3); ahí, la velocidad del electrón se
vuelve constante y su trayectoria se desvía, dirigiéndose al centro del crisol donde se va
a evaporar el material en experimentación. En el instante en que los electrones tienen
contacto con la sustancia por evaporar, toda su energía cinética se transforma en energía
calorífica, la cual con estos valores de energía (4keV) permite lograr temperaturas del
orden de 3 000°C, de manera que se pueden evaporar materiales refractarios y óxidos.
Para conocer con mayor detalle el diseño de estos cañones, se puede consultar Ramírez
(1990).

En la fig 2.4, se observan los cañones de electrones dentro de la cámara de vacío de


2.3 m3. Cada cañón posee un crisol que es de diferentes materiales y contiene la
sustancia por evaporar. Para evaporar aluminio se utiliza uno de nitruro de boro (BN), el
otro está hecho de grafito y se utilizó en la evaporación del óxido de silicio. La razón de
emplear dos materiales distintos obedece a que el grafito no reacciona con dicho óxido,
inclusive al rojo vivo (durante la evaporación los crisoles adquieren este estado). Lo
mismo ocurre con el nitruro de boro y el aluminio. Los crisoles descansan sobre una
placa de cobre de 1.2 cm de espesor, en cuyo interior se encuentra una tubería del
mismo material que conduce agua de enfriamiento, para evitar que al calentarse
empiecen a evaporarse algunas partículas de cobre; asimismo, esta placa fue horneada
para evitar un desprendimiento de gases provocado por posibles impurezas.

44
1 Polo magnético (Fe)
2 Placa de cobre
3 Cátodo (acero inoxidable)
4 Soporte del filamento
5 Soporte del imán (Al)
6 Imán permanente (Alnico)
7 Crisol
8 Línea de enfriamiento
9 Filamento

Fig 2.3 Diagrama de un cañón de electrones

Fig 2.4 Arreglo de los cañones de electrones en


el interior de la cámara de vacío

45
2.6.2 Evaporación del aluminio y monóxido de silicio

La evaporación es una de las tres técnicas utilizadas para la deposición de materiales


metálicos sobre sustratos de vidrio; las otras dos son la depositación química y la
erosión iónica.

De todas estas técnicas, la que más se utiliza para producir espejos de manera comercial
es la depositación química. La evaporación le sigue en importancia de uso, pero es más
común encontrarla como el método preferido en laboratorios de investigación. La
erosión iónica requiere mucho equipo periférico, por llamarlo de alguna manera, pues
involucra cámaras de vacío y mucha energía para lograr desprender iones de un metal y
depositarlos en un sustrato (González y Olvera,1989). Sin embargo tiene muchas
ventajas, pues permite también fabricación en gran escala, además, produce películas
muy resistentes a la corrosión lo que hace que los espejos fabricados por erosión iónica
sean los más promisorios para aplicaciones en energía solar.

Es posible conocer la técnica empleada para la elaboración del espejo con sólo apreciar
su duración. Así pues, la técnica que deja un mayor contenido de contaminantes en la
superficie reflectora es la de depositación química, ya que el proceso se realiza en
condiciones ambientales comunes, en presencia de humedad y polvo. Los otros dos
métodos también presentan contaminación aunque mucho menor, debido a que se llevan
a cabo dentro de cámaras especiales de vacío, donde sólo pueden "ensuciar" los gases
que se usan durante el proceso en sí; por ello, se recomienda el manejo de gases inertes.

2.6.3 Proceso de evaporación con cañón de electrones

El calentamiento de una resistencia, hecha de un material con alto punto de fusión como
tungsteno, molibdeno, tantalio o niobio, genera un flujo de electrones que incide sobre
el crisol, con la sustancia por evaporar y recubierto algunas veces por cierto tipo de
cerámica para evitar emisión de impurezas. Estos electrones al chocar transforman su
energía cinética en calorífica, trayendo consigo un cambio de agregación de la sustancia
dentro del crisol. Se genera un vapor, que va a depositarse sobre la superficie fría del
vidrio que está en la trayectoria de la sustancia que se está evaporando.

Según sea el material que se vaya a evaporar, el tiempo y la intensidad de la corriente se


deja circular, pues con ello se controla el espesor de la película, que para ser reflectiva,
requiere de espesores mayores de 70 nm.

46
Los vidrios ya completamente limpios se montan sobre una estructura metálica puesta
ex profeso, dentro de la cámara de evaporación y a una altura de 40 cm por arriba de los
cañones de electrones.

En cada proceso de evaporación se colocan tres vidrios, abarcando solamente un área de


200 x 150 mm, pues de esta manera se asegura que el ángulo de incidencia de los
vapores no sea mayor de 30 grados con respecto a la normal a la superficie del sustrato.
Como materia prima para la superficie reflejante, se debe usar aluminio de alta pureza
(99.99 %) y dióxido de silicio al 99 % como material protector.

Una vez alcanzada la presión de alrededor de 1.33 x 10-3 Pa* dentro de la cámara de
evaporación o vacío, se cierra parcialmente la válvula aislante de alto vacío y se abre la
válvula de aguja para permitir la entrada de oxígeno hasta una presión de 1.33 Pa, con la
cual se produce la descarga luminosa (plasma) a condiciones de 3 000 V y 400 mA. La
descarga luminosa se constituye como la etapa final in situ de la limpieza del sustrato de
vidrio. Este proceso dura de 15 a 20 minutos.

Durante la descarga luminosa, los iones acelerados a altas velocidades, al chocar, son
capaces de remover moléculas de gases adsorbidos en la superficie del vidrio. Para
sustratos de vidrio, se prefiere la descarga luminosa con oxígeno porque se incrementa
la adhesión entre la película de aluminio y el vidrio (Almanza et al, 1992).

Al terminar esta etapa, se abre por completo la válvula de alto vacío para extraer todos
los gases del interior. Al conseguirse un vacío entre 1 y 5.33 x 10-3 Pa, se empieza a
aplicar gradualmente corriente al cañón de electrones que tiene el crisol con aluminio
hasta conseguir la velocidad de evaporación deseada. Se deposita entonces una película
reflejante de 100 nm sobre la superficie de los vidrios a una velocidad mínima de
0.35 nm/s. La tabla 2.2 presenta los parámetros principales que se toman en cuenta a lo
largo del experimento.

Una vez que se alcanzó el espesor deseado, se apaga el cañón y se introduce suficiente
oxígeno para alcanzar una presión en la cámara de evaporación que va de 1.06 x 10-2
hasta 1.33 x 10-2 Pa (la presión de l.33 x 10-2 es el valor máximo al cual se puede
trabajar, pues es el límite dentro del intervalo de operación en el cual trabaja la fuente
de poder que alimenta a los cañones).

*
Se utilizan Pa como unidades de presión y nm para espesores; sin embargo, el equipo está calibrado para
trabajar en Torr y µm de Hg para las presiones y en Å como unidad de espesor (1 Torr = 133.3437 Pa,
1.013 Pa = 7.6 µm de Hg, 1 nm = 10 Å).

47
TABLA 2.2 PARÁMETROS PRINCIPALES DEL PROCESO DE EVAPORACIÓN
DE ALUMINIO CON CAÑÓN DE ELECTRONES

Tiempo de depósito, Presión de trabajo, Corriente en el Espesor de


en min en Pa cañón de e-, en mA aluminio, en nm
0 6.66 x 10-3 30 0
2 6.66 x 10-3 35 0
3 6.53 x 10-3 40 1.3
4 6.13 x 10-3 40 3.5
5 6.13 x 10-3 45 16.2
6 6.26 x 10-3 50 56.0
7 6.00 x 10-3 50 101.3

TABLA 2.3 EVAPORACIÓN DE ÓXIDOS DE SILICIO POR MEDIO DE CAÑÓN


DE ELECTRONES Y SUS PROPIEDADES

Evaporación de SiO Propiedades de los óxidos de Si

Composición Condiciones de Velocidad de Compuesto Índice de λ característica


química de la evaporación evaporación refracción (µm)
película (0.55µm)
SiO 1.33 x 10-3 Pa 2 nm/s SiO 1.9 - 1.2 10.2
-2
SiO 1.33 x 10 Pa 37 nm/s Si2O3 1.52 - 1.55 9.4 - 9.7 y 11.5
-2
Si2O3 1.33 x 10 Pa 0.4nm/s SiO2 1.46 - 1.47 9.3 - 9.4 y 12.5
-1
SiO2 y Si2O3 1.33 x 10 Pa 0.4 nm/s

El siguiente paso es la evaporación del SiO en una atmósfera de oxígeno, con el otro
cañón de electrones; a esto se le conoce como evaporación reactiva (Hass et al, 1982 y
Glang, 1970), pues no es sólo SiO lo que se deposita sobre el espejo, sino un compuesto
producto de la reacción de éste con el oxígeno: dióxido de silicio (SiO2). Si se evapora
suficiente monóxido de silicio, a una velocidad de 0.1-0.3 nm/s, hasta llegar a producir
una capa protectora de 250 nm, se consigue una película con una proporción de 1.5
átomos de oxígeno por cada átomo de silicio. Una manera fácil de expresar dicha relación
estequiométrica se logra con la fórmula Si2O3, que se manejará de aquí en adelante.

Un análisis cuidadoso mediante espectroscopía de infrarrojo e índices de refracción de


películas de óxidos de silicio, realizado por Ritter y Pliskin en la década de los sesenta
(Ritter, 1966; Ritter, 1962; Pliskin y Lehman, 1965), mostró que se favorece la
formación de Si2O3 cuando se evapora bajo estas condiciones (tabla 2.3).

48
Se trazó un gráfico de las constantes de extinción obtenidas de los espectros infrarrojos
versus relación estequiométrica de átomos de oxígeno respecto a los de silicio y se
compararon contra los valores que tendrían si el compuesto en la película fuese SiO2.

Por medio de una técnica microanalítica y los espesores de película, se determinó la


masa de los átomos Si2+ del SiO que no reaccionaron con el oxígeno introducido. En el
SiO2, los átomos de silicio presentan estado de oxidación 4+. Conociendo el peso total
de la película se puede establecer su composición, es decir la estequiometría de la
película protectora.

Esta técnica analítica se puede llevar a cabo porque la reacción de oxidación se efectúa
en la superficie del sustrato. El oxígeno se encuentra químicamente adsorbido en la
película donde se depositará el compuesto de silicio, cuyo número se puede calcular
según una ecuación propuesta por Trapnell (Ritter, 1966), que depende del número de
moléculas de oxígeno que colisionan con el sustrato, un valor de 3x1016 moléculas de
O2/cm2 en un segundo, es el usual para favorecer la formación de Si2O3.

En dichas investigaciones se estableció que las películas evaporadas con cañones de


electrones a partir de SiO bajo las condiciones indicadas en la tabla 2.3 estaban
compuestas de 1.5 átomos de oxígeno por cada átomo de silicio (si hubiese reaccionado
todo el SiO, se tendrían dos átomos de oxígeno por cada silicio); una manera adecuada
de expresar dicha relación es proponer la fórmula aparente Si2O3. Los espectros de estas
películas presentan bandas de absorción corridas y más anchas que las del SiO2, lo que
se debe a la porosidad y deficiencia de oxígeno.

La estructura de la película contiene numerosos enlaces "cortados" (≡Si-O• •Si≡ en


lugar de ≡Si-O-Si≡), los cuales pueden ser parcialmente hidrogenados si hay hidrógeno
en el gas residual o posiblemente también vapor de agua. Sin embargo, esta absorción
se presenta sobre todo al exponerse la película a la atmósfera; de ahí que se haya
mencionado anteriormente, que al exponerse la película al aire se termina de oxidar
(≡Si-O-O-O-Si≡ ) (Correa, 1993).

Esta película protectora posee baja absorción en la región solar del espectro
electromagnético y una alta dureza. El SiO tiene una transmisividad más baja que el
Si2O3. Baja velocidad y alta presión del oxígeno son la clave para producir espejos de
alta calidad, según se pudo comprobar tanto en lo citado por la bibliografía como en los
experimentos realizados.

49
TABLA 2.4 PARÁMETROS PRINCIPALES DURANTE LA EVAPORACIÓN
DE SiO CON CAÑÓN DE ELECTRONES
Tiempo de depósito, Presión de trabajo, Corriente en el Espesor de Si2O3,
en min en Pa cañón de e-, en mA en nm
0 1.33 x 10-2 18 2.4
3 1.33 x 10-2 18 12.8
4 1.33 x 10-2 18 13.6
6 1.33 x 10-2 18 17.3
20 1.33 x 10-2 20 46.8
22 1.33 x 10-2 20 50.5
24 1.33 x 10-2 20 54.8
66 1.33 x 10-2 20 153.8
68 1.33 x 10-2 20 158.0
70 1.33 x 10-2 20 165.0
110 1.33 x 10-2 22 247.6
112 1.33 x 10-2 22 251.0
112.5 1.33 x 10-2 22 253.4

Durante las evaporaciones, el espesor de las películas depositadas se verifica con el


medidor de espesores. De esta forma, es posible estimar la velocidad de deposición y
ajustarla con sólo aumentar o disminuir la corriente eléctrica que llega a los cañones.
Los datos que se registran en una evaporación típica de SiO se muestran en la tabla 2.4.

2.6.4 Características de la película protectora

Como se comenta en Hass et al, 1982, la película protectora basada en trióxido de


silicio (Si2O3) constituye un excelente material para realizar recubrimientos, puesto que
se adhiere firmemente al aluminio y se endurece rápidamente cuando se expone al aire a
causa de la oxidación de su superficie. El trióxido de silicio presenta alta absortividad a
longitudes de onda inferiores a 300 nm (Hass et al, 1982). Sin embargo, esto no afecta
la reflexión en los espejos, puesto que se desea que trabajen en el ámbito del espectro,
que va de 350 a 2 500 nm.

La composición y propiedades ópticas de la película de Si2O3 dependen en gran medida,


de las condiciones de evaporación: velocidad de depósito y presión parcial de oxígeno.
Para producir una película con las características reflejantes deseadas (nula absortividad
en el ultravioleta cercano, visible e infrarrojo cercano), se requiere una velocidad de
evaporación de 1 a 0.3 nm/s y una presión parcial de oxígeno de cerca de 1.33 x 10-2 Pa,
pues de otra manera el compuesto que se deposita en los espejos no es Si2O3.

50
Transmisividad en porciento

1 Portaobjetos
2 Portaobjetos con una película
depo
itada de Si2O3 (250 nm)
3 Vidrio corning 7090

Fig 2.5 Transmisividad de tres tipos de vidrio

Fig 2.6 Patrón de difracción de rayos X de la película de Si2O3

Para determinar la absortividad solar de esta capa, se depositó únicamente Si2O3. en un


portaobjetos. Comparando la transmisividad antes y después de haber evaporado, se
corroboró que dicha capa tiene una absortividad mínima a la radiación en el ámbito de
interés del espectro. La fig 2.5 presenta los espectros correspondientes.

El tipo de estructura que posee la película protectora puede ser policristalina,


monocristalina (un solo cristal) o amorfa, dependiendo de la temperatura del sustrato y
la velocidad de deposición (Khan, 1970). De un análisis de los patrones de difracción de
rayos X de la muestra ya mencionada, resultó que su estructura es amorfa (fig. 2.6), lo
que coincide con lo mostrado en la bibliografía (Pulker, 1984). Normalmente, las películas

51
de óxidos de silicio evaporadas y condensadas a temperaturas menores de 400ºC son
vítreas y amorfas; presentan un grado diferente de polimerización, debido a la cantidad
de oxígeno que contienen, ya que llegan a tener enlaces silicio-silicio (–Si–Si–).

Si se mantiene una baja presión parcial de oxígeno en el evaporador o si la velocidad de


evaporación es elevada, la capa protectora revela tanto una absortividad a todas las
longitudes de onda menores de 500 nm como un color amarillento (típico cuando se
tiene monóxido de silicio); Hass et al (1982) y Almanza et al (1995) reportan resultados
similares. En resumen, la velocidad con que se depositan los vapores de Si2O3, así como
la cantidad de oxígeno, determinan la composición química de la capa protectora, que
influye junto con el espesor de la capa de aluminio en la reflectividad de los espejos de
primera superficie fabricados por cañones de electrones.

2.6.5 Influencia de la velocidad de evaporación del aluminio y su espesor en la reflectividad

Existen opiniones divididas respecto a la velocidad de depósito del aluminio. Para


alcanzar altas reflectividades, Hass et al (1982) recomiendan una velocidad de depósito
elevada. Sin embargo, otros investigadores consideran que este aspecto no es importante
ni tiene influencia (Griffin, 1980).

Para determinar cuál criterio es más certero y útil para estas necesidades, se prepararon
algunos espejos (evaporando únicamente aluminio), unos a alta y otros a baja velocidad;
su reflectividad fue medida y, como ejemplo, se muestran algunos resultados en la
tabla 2.5. De ellos, resultó que es necesario evaporar rápidamente el aluminio.

TABLA 2.5 REFLECTIVIDAD A DIFERENTES VELOCIDADES DE DEPÓSITO


DE ALUMINIO

Muestra Espesor de película (nm) Velocidad de depósito ρs (±0.001)


del aluminio (nm/s)
Al Si2O3
04-29-2 400 2000 0.8 0.864
07-08-2 109.2 2000 0.74 0.872
04-27-1 201.6 2000 0.73 0.841
02-20-1 107 2000 0.18 0.805
04-20-1 200 2000 0.15 0.811
04-20-1 200 2000 0.15 0.803
05-04-1 200 2500 0.7 0.866
03-30-2 131.3 2500 0.29 0.809

52
Reflectividad
0.9
0.85
0.8
0.75
0.7
0 100 200 300 400 500
Espesor (nm)

Fig 2.7 Relación entre el espesor de la película de aluminio y su reflectividad

Con estos mismos espejos y otros fabricados especialmente, se hizo también un estudio
sobre el espesor óptimo. Se observó que no existe una dependencia entre la reflectividad
y el espesor de la película de aluminio si éste es superior a 100 nm. A espesores
menores de 100 nm la reflectividad decrece; la razón es que la capa de aluminio es tan
delgada que deja pasar parte de la luz incidente; si se observa a través de ella se notará
que es posible visualizar los objetos que están enfrente.

Es importante optimar el espesor de la película reflejante para que los costos de


fabricación no se eleven por el excesivo consumo de material reflejante y para que los
esfuerzos mecánicos de las interfases Al-vidrio y Al- Si2O3 no provoquen desprendi-
mientos de las películas. En películas muy gruesas se pierde flexibilidad, pues llegan a
ser muy rígidas y pesadas. Esto hace que los esfuerzos inducidos por la diferencia en los
coeficientes de expansión de los compuestos rompan los enlaces en las interfases.

Con base en los resultados y en las consideraciones expuestas, se concluyó que el


espesor de 100 nm (±20 nm) es el más apropiado para el aluminio. Si se considera el
Si2O3, éste debe ser lo suficientemente grueso para proteger al aluminio de la
degradación y abrasión, pero no a tal grado que reduzca la reflectividad de los espejos.
Se observó que con espesores menores de 200 nm la reflectividad era alrededor de 6 %
menor que en los espejos con espesores de 210 a 250 nm (Correa, 1993). Espesores de
hasta 350 nm no influyen en las propiedades ópticas (fig 2.7).

2.7 El proceso de la erosión iónica

La erosión iónica (sputtering) de materiales por medio del bombardeo con iones positi-
vos de gases nobles es el proceso más antiguo para producir películas delgadas en vacío.

53
Fue descubierto hace más de 140 años por Grove en 1852, en Inglaterra, y por Plücker
seis años más tarde, en Alemania, durante experimentos de ionización de gases (Pulker,
1984). En ese tiempo era considerado un fenómeno indeseable, puesto que el cátodo del
tubo de descarga era destruido. En 1877, el proceso de erosión iónica en metal se aplicó
para la producción de espejos; posteriormente, se utilizó para la decoración de artículos
con películas de metales nobles, y alrededor de 1930, para aplicaciones eléctricas con
películas conductoras de oro sobre la cera del fonógrafo de Edison. En 1933, la erosión
iónica se empleó para depositar algunas películas conductoras, pero perdió popularidad
a causa del rápido desarrollo de otras técnicas como la evaporación térmica. Sin embargo,
en 1955 tuvo un resurgimiento que ha durado hasta nuestros días. Investigadores de
todo el mundo han realizado numerosos estudios del fenómeno que han dado como
resultado su conocimiento completo. Esto permitió un desarrollo tecnológico que
facilita en la actualidad un control preciso del proceso y con ello la capacidad de
producir películas de alta calidad para aplicaciones cada vez más numerosas.

La erosión iónica se lleva a cabo bombardeando una superficie sólida con partículas
energizadas como, por ejemplo, iones acelerados, para provocar que los átomos de
dicha superficie se desprendan y se dispersen en todas direcciones debido a las
colisiones de dichas partículas cargadas con energía (Jiefeng et al, 1995a y b).

La erosión iónica se inicia con la primera colisión entre las partículas incidentes del gas
residual y los átomos de la superficie del sólido por evaporar, llamado blanco, los cuales
se empujan de la superficie hacia el interior, creando un fenómeno parecido al del tiro
inicial en una partida de billar, donde rebotan con los primeros átomos que conforman
la red policristalina del sólido. Suponiendo un arreglo aleatorio de los mismos, la
distribución de la energía del choque llega a extenderse de 5 a 10 nm por debajo de la
superficie; sin embargo, la mayor parte del intercambio de momentum ocurre sólo hasta
1 nm, donde las partículas, a su vez, desplazan hacia afuera a los átomos que se
encontraban en la superficie en ese momento (Ishitani, 1974 y Harrison, 1968, en
Sequeda, 1986). El átomo desalojado viaja a través del medio donde se encuentran los
iones y se condensa en la superficie del sustrato.

La fracción de energía cinética transferida por la partícula incidente se obtiene con la


siguiente ecuación (Sequeda, 1986).

4M i M t
ε= (2.2)
(M i + M t ) 2

54
donde Mi es masa del ión incidente (kg) y Mt masa del blanco (kg).

2.7.1 Corriente directa

Al aplicar una diferencia de potencial entre dos electrodos que se encuentran a cierta
distancia uno de otro y que están inmersos en un gas neutro a baja presión (vacío), el
flujo de corriente que pasa a través de dicho gas puede ser insignificante debido a la alta
resistencia eléctrica.

Si la resistencia del gas neutro es mayor que la resistencia del circuito en general, el
voltaje entero cae uniformemente a través del espacio existente entre los electrodos.
Pero si el cátodo es forzado a emitir algunos electrones por una fuente externa de
corriente directa, el campo eléctrico existente los acelera hacia el ánodo. En su camino,
estos electrones chocan con las moléculas del gas neutro y las ionizan, lo cual hace que
con cada nueva colisión se emitan nuevos electrones, hasta que el número total de ellos
que alcanza el ánodo es mayor que el número producido originalmente en el cátodo. Los
iones que resultan de esas colisiones también son acelerados por la acción del campo
eléctrico, pero en dirección del cátodo. Bajo estas condiciones una pequeña corriente
fluirá entre los electrodos.

Si se aplica el voltaje necesario, algunos de los iones que chocan en el cátodo causarán
una emisión secundaria de electrones desde la superficie del cátodo. Los electrones
secundarios también son acelerados por el campo eléctrico y provocan nuevas
colisiones generando más iones y electrones. Estos dos procesos de ionización, por
electrones de impacto y electrones secundarios emitidos por un choque iónico,
controlan la cantidad de corriente (I) que fluye a través del gas y puede describirse
mediante la siguiente ecuación (Maissel y Glang, 1970):

I 0 .e( αd )
I= (2.3)
1 − r [e( αd ) − 1]

donde

I total de corriente que llega al cátodo


I0 cantidad de corriente directa (electrones primarios) alimentada al cátodo
α número de iones producidos por unidad de longitud
d distancia entre electrodos
r número de electrones secundarios emitidos por ion incidente

55
Esta ecuación predice los valores de corriente en un gas a voltajes por debajo del voltaje
causante del fenómeno de “descarga luminosa”. Si se eleva el voltaje entre los electrodos,
el número de electrones producidos por unidad de longitud (α) y el número de electrones
secundarios emitidos por ion incidente (r) aumentan, lo que hace negativo al denomi-
nador de la ecuación anterior. A partir de ese momento la ecuación deja de ser útil.

En ese momento también, la cantidad de electrones secundarios producidos en el cátodo


son suficientes para mantener el flujo de corriente necesario para producir una descarga
luminosa. La descarga luminosa se consigue si un gas recibe la energía suficiente para
ionizarse y emitir radiación visible; se dice entonces que el gas “encendió”. En inglés se
conoce como gas breakdown.

2.7.2 Radiofrecuencia

La erosión iónica con corriente directa de materiales dieléctricos no puede llevarse a


cabo debido a que existe acumulación inmediata de cargas positivas en la superficie de
material por depositar, lo que provoca que la descarga luminosa no se mantenga por
mucho tiempo. Los iones se acumulan pues el material no es conductor; entonces, en la
superficie la carga neta se hace positiva, y repele a los nuevos iones que van llegando.

Este problema se resuelve aplicando el potencial con radiofrecuencia. De esta manera la


polaridad de los electrodos se cambia varios miles o millones de veces por segundo, lo
que evita que transcurra el tiempo suficiente para que las cargas se acumulen.

Este fenómeno fue observado por Robertson y Clapp en 1933; en 1960 se empezó a
utilizar en el depósito de películas de dieléctricos (Wasa y Hayakawa, 1992). Actual-
mente, la erosión iónica con radiofrecuencia es ampliamente usada para la fabricación
de películas de compuestos como SiO2, Al2O3, BN, Si3N4, Ta2O5, HfO2 y otros óxidos.

La mayoría de los blancos para erosión iónica se adhieren a una placa metálica
refrigerada con agua. El adhesivo es generalmente soldadura de indio, de indio-estaño o
algún epóxico tanto conductor térmico como eléctrico. Es muy importante la
refrigeración cuando se manejan dieléctricos, pues por las características no conductoras
de los materiales, el calor se acumula más rápidamente que en los metales, y cuando se
trabaja a altas potencias, es posible incluso alcanzar la temperatura de sublimación y
que el material sea tanto erosionado como evaporado. Por estas razones los blancos
llegan a ser más delgados, con espesores inferiores a un centímetro.

56
Fig 2.8 Regiones del plasma (Rossnagel et al, 1990)

2.7.3 Regiones del plasma

Después de romper con la resistencia eléctrica del gas ionizado ocurre una descarga
luminosa, es cuando se dice que el gas "se encendió". Entonces, aparecen regiones
diferentes y la distribución del potencial entre los electrodos ya no es uniforme. La fig 2.8
muestra el comportamiento de la descarga de CD. En ella se ven separadas las diferentes
regiones que se presentan en ese espacio; sin embargo, a simple vista la descarga
luminosa se observa como una entidad continua en la que es difícil diferenciar cada una
de las regiones que se describen a continuación (Dobrowolski y Pekelsky, 1992).

a) Halo catódico. Es una capa luminosa muy angosta que generalmente se puede
observar junto al cátodo. Este halo surge cuando los iones decaen de su estado

57
excitado, es decir, que la luz visible emitida en esta región se debe a la pérdida de
la excitación del gas neutro en la superficie del sólido bombardeada por él.
b) Espacio oscuro de Crookes. Esta es una región muy importante para la descarga
con CD, ya que en un principio el voltaje entre los electrodos es uniforme pero
cuando se forma el resplandor y el gas comienza a emitir luz visible, casi todo el
voltaje aparece a través de esta región; éste acelerará los iones positivos desde la
región negativa del halo luminoso hacia el cátodo, donde se lleva a cabo la
emisión de electrones secundarios con una probabilidad aproximada de 0.1 a 0.05
(es decir, que deben chocar con la superficie del cátodo alrededor de 10 a 20 iones
para liberar un electrón secundario), y también son causantes de la erosión iónica
del cátodo. En esta región, los electrones secundarios también son acelerados por
el campo eléctrico hacia el ánodo para entrar a la región negativa del halo
luminoso; su velocidad es mayor que la de los iones positivos por lo que la
densidad de electrones es menor que la densidad de los iones presentes.
c) Halo negativo. Esta región se caracteriza por tener densidades electrónicas e
iónicas casi iguales, típicamente en el intervalo de 109 a 1011 cm-3. Esto se debe al
tamaño del campo eléctrico en el espacio oscuro de Crookes, el cual hace que los
electrones lo atraviesen rápidamente y algunos de ellos alcancen la orilla del halo
negativo; así, comienzan a producir cantidades significativas de pares ión-electrón;
el predominio de la carga positiva decae rápidamente y empieza una región
neutral formada por aproximadamente el mismo número de iones y electrones. En
esta región los electrones ocultan a los iones, ya que estos últimos no son
influidos por la existencia de los electrodos y se mueven a través del halo
negativo por difusión más que por la influencia del campo eléctrico. A esta región
luminosa negativa se le llama plasma.
d) Espacio oscuro de Faraday. Cuando los electrones entran a la región del halo
negativo, prácticamente poseen la totalidad de la caída de potencial del cátodo.
Esta energía se pierde a través de una serie de ionizaciones sucesivas o excita-
ciones por colisión. Eventualmente la energía de los electrones se reduce al punto
en el que ya no pueden producir iones adicionales. En la orilla más lejana del halo
negativo, donde ya no se produce ningún ion adicional, los electrones comienzan
a acumularse, formando una región de insignificante carga negativa, en la cual los
electrones no tienen la suficiente energía para causar otra ionización o excitación,
por tanto es una región oscura.

58
Fig 2.9 Plasma sobre el blanco de un magnetrón plano

e) Columna positiva. Después de pasar a través del espacio oscuro de Faraday por
difusión, los electrones son acelerados por un pequeño campo eléctrico local hacia
el ánodo de manera similar a la descrita en la ec 2.3 pero con r = 0. A esta región
se le conoce como columna positiva.
El espacio oscuro de Faraday y la región de columna positiva, generalmente no juegan
un papel muy importante en el proceso de formación y mantenimiento del plasma
(aunque son muy importantes para las descargas que se usan como fuentes luminosas).
Si el ánodo se mueve cada vez más cerca hacia el cátodo, la columna positiva puede
apagarse y el espacio oscuro de Faraday puede desaparecer. En este trabajo dicha
distancia puede oscilar entre 10 y 16 cm, sin que se presente ningún problema.

En la fig 2.9, se presenta un esquema de la dirección de las líneas del campo magnético
y eléctrico en la superficie de cualquier blanco en un magnetrón plano.

2.7.4 Efecto de la temperatura del sustrato durante el proceso de erosión

La temperatura del sustrato tiene un efecto mayor sobre las propiedades de la película
que cualquier otro parámetro de la evaporación. Como se esperaba, una razón de
deposición rápida tiende a formar películas con baja densidad; sin embargo, este efecto
es relativamente pequeño en usos normales.

Las películas de cuarzo depositadas por erosión iónica con fuente de radio frecuencia
sobre un sustrato con temperaturas alrededor de 450°C parecen estar más compactas
que las depositadas a una temperatura de casi 100°C, lo cual se aplica para un blanco de
silicio puro que al ser evaporado reacciona con el oxígeno presente en el plasma. Lo
anterior se manifiesta al comparar la posición de las bandas de absorción en el espectro

59
de las películas hechas por erosión iónica y las películas hechas con un método térmico-
oxidante, ya que la forma de las primeras, correspondiente a baja temperatura, es más
grande que las de las hechas a altas temperaturas. La principal diferencia se da en las
bandas medias (Pliskin et al, 1967).

2.7.5 Arcos producidos durante el proceso de erosión iónica

La física de los arcos de plasma y su origen, ha recibido una gran atención durante los
últimos cinco años. El problema físico de mayor interés es el aumento de la ionización
de un gas inmerso en un campo eléctrico, y el subsecuente agotamiento de las
características aislantes de dicho gas cuando está en estado neutro, sin que éste haya
alcanzado una saturación de corriente, por lo que puede conducir aun más corriente; así
un plasma o una descarga luminosa se da en un gas conductor.

Un arco, es un evento local que ocurre en la cámara donde se lleva a cabo la evapo-
ración y que es perjudicial para el proceso. Los arcos son pequeños cortocircuitos con
densidades altas de energía, que tienen el efecto de una explosión en miniatura. Cuando
ocurre alguno cerca de la superficie del blanco o de la superficie de la cámara de vacío,
causa una pequeña fusión local del material; este material se expulsa en parte y puede
dañar la sustancia que está siendo procesada, además de acumularse sobre cualquier otra
superficie. Este tipo de erosión puede contaminar al blanco, así como degradar la
estructura que soporta todo el equipo (Grove, 1995). Los principales tipos de arcos son
(Scholl, 1995):

a) Interacciones entre el plasma y el blanco. Ocurren en el espacio oscuro de


Crookes cuando es "puenteado" por un flujo muy fuerte de electrones, que pudo
haberse originado por el agotamiento de una región aislante sobre el blanco u otra
fuente de electrones provenientes de la superficie del mismo blanco. La inversión
del voltaje de dicho blanco inmediatamente apagará estos arcos.

b) Arcos homopolares. Se producen cuando grandes campos eléctricos se forman a


lo largo de una superficie de una región del blanco aislada eléctricamente, ya que
se crea un flujo de corriente a lo largo de dicha superficie o entre la parte aislada y
las regiones conductoras de sus alrededores.
c) Interacciones entre el escudo del magnetrón y el sustrato. Se forma un arco entre
el escudo del magnetrón y el sustrato si la diferencia de potencial entre ellos es

60
reforzada súbitamente. Esto puede causar daño a la película depositada. Cuando
ocurre un daño de este tipo con corriente directa se le llama mousebite.
d) Interacciones entre el blanco y el escudo del magnetrón. Estos arcos se hacen
cuando se tiene una baja impedancia y se pueden formar desde el blanco a tierra
(usualmente con un espacio oscuro en el escudo), por un trastorno directo del gas
en el espacio intervenido o por la presencia de un puente conductor como puede
ser una "escama u hojuela" del material depositado. Estos arcos o cortos pueden
producirse en ambas direcciones e invertir el voltaje del blanco sin que sea seguro
apagarlos.

En general, los arcos son causados por: partículas contaminantes que están sobre la
superficie del blanco o sobre estructuras cercanas, la contaminación aislante sobre el
blanco debida a veces a la redeposición de la corriente de vapor sobre la superficie del
blanco, irregularidades microscópicas o inclusiones dentro de la superficie del blanco u
otros componentes del magnetrón capaces de emitir un campo, y por sustancias reactivas
en el gas residual, que pasan inadvertidas en la alimentación de gas o se introducen por un
mal vacío dentro de la cámara, formando compuestos aislantes con el material del blanco.

2.8 La erosión iónica para fabricar espejos de primera superficie

Con el manejo de esta tecnología se buscaron los siguientes objetivos:

• Principalmente, construir espejos de aluminio de primera superficie con un


perfil parabólico, para los concentradores de la planta termosolar del Instituto
de Ingeniería, UNAM, sobre sustratos de vidrio comercial cal-sosa flotados de
3 mm de espesor.
• Desarrollar tales espejos mediante la tecnología de erosión iónica al alto vacío
con magnetrón plano, y con la posibilidad de usar la técnica de evaporación
con filamento para la fabricación de la película reflejante.
• Lograr que la vida útil de los espejos fuera de al menos 10 años y con una
reflectividad mínima de 0.85; además de que se montaran en campo para
quedar expuestos a las condiciones atmosféricas de la ciudad de México.
• Utilizar, para la construcción de los espejos, materiales accesibles en México
y de bajo precio, y determinar además su costo de fabricación como proyecto
experimental.

61
A continuación, se da una descripción general de la metodología de operación para todo
el equipo que interviene en el proceso de fabricación de los espejos destinados para los
concentradores de tipo canal parabólico del Instituto de Ingeniería. Se comenzó con
espejos planos para corroborar las condiciones de operación tales como el vacío, tiempo
de depósito, potencia de la fuente de alimentación, espesores de las películas, etc,
determinadas en las etapas anteriores de este trabajo (evaporación con filamentos y uso
de cañones de electrones). Cuando ya se tuvieron los parámetros óptimos que
permitieron producir los mejores espejos de aluminio de primera superficie, se
utilizaron espejos cóncavos para los concentradores de la planta solar del Instituto.

2.8.1 Descripción del equipo

Como ya se mencionó, la técnica de depósito para la fabricación de películas delgadas


que se empleó fue la de erosión iónica con magnetrón plano (planar magnetrón
sputtering), la cual requiere de equipos de laboratorio complejos, por lo que para
describirla, los equipos se han agrupado en diferentes sistemas según la función que
desempeñan:

• Sistema de doblado de vidrio. Un molde de lámina de acero inoxidable, dos


moldes de masa-roca y un horno de 6 750 W cuya temperatura máxima fue de
700 ºC ± 12 ºC y capacidad de 0.36 m3.
• Sistema de limpieza. Cátodo para descarga luminosa, hecho con una barra circular
de aluminio de 90 cm de diámetro, y fuente de corriente directa de alto voltaje
(5 000 V y 1 A).

• Sistema de bombeo o vacío. Bomba rotatoria de desplazamiento positivo con


sellos de aceite, marca Sargent Welch, modelo 1397, impulsada por un motor
eléctrico monofásico de 754 W (1 hp) y capacidad de 500 L/min, presión mínima
de 1.3 Pa (1.3 x 10-2 mbar); bomba de difusión, marca Leybold, con capacidad de
4 000 L/s, y aceite siliconado de baja presión de vapor tipo DG 704, marca Varian,
especial para alto vacío; con ella se alcanza a mantener una presión absoluta
mínima constante de 10-3 Pa.

• Sistema de erosión iónica o sputtering: Cámara de vacío cilíndrica, de acero al


carbón, con diámetro de 1.35 m y 1.55 m de longitud. Fuente de corriente directa,
marca Advanced Energy, modelo MDX-1.5k, cuyas especificaciones eléctricas
son: potencia máxima de salida 1500 W; voltaje de salida 1600 V (en voltaje de

62
choque), voltaje de ignición (del plasma al alto vacío) 900 V, 1200 V, alimenta-
ción 208/220 V de corriente alterna, 50/60 Hz ± 10 %, 13.4 A, factor de potencia
de 0.6, impedancia estándar, regulación 0.2 % de variación, tiempo de suministro
de magnitud de control de 1 a 10 segundos o 1 a 10 minutos. Fuente de radiofre-
cuencia, marca Advanced Energy, modelo RFXII-1250, con las siguientes
especificaciones eléctricas: frecuencia de 13.56 MHz ± 0.005 %, potencia de
salida máxima de 1250 W en 50 Ω, alimentación de 220 V corriente alterna, tres
fases, 50/60 Hz y 12 A. Utiliza agua como refrigerante con un flujo mínimo de
3.78 L/min (1 gal/min) a una temperatura máxima de 25°C. Acoplador de
impedancias (impedance-matching network), marca Advanced Energy, modelo
AZX-10, que consta de dos partes: el sintonizador y el módulo de control de
sintonía (MCS), tiene desempeño de hasta 100 kVA, potencia reflejada menor del
l % del intervalo entre 150 W y 2 500 W, frecuencia de 13.56 MHz, potencia de
entrada para el control de 24 V, 2 A, tiempo típico de sintonización de un
segundo, y todo el sistema requiere agua de enfriamiento con un flujo mínimo de
75.7 L/h (20 gal/h) a una temperatura máxima de 27°C. Dos magnetrones planos
rectangulares como cátodos del tipo sunsource, marca Materials Science. Un
blanco de cuarzo y otro de aluminio de alta pureza.

• Sistema de control de presión: Medidor analógico marca Pennwalt, modelo TB-3,


intervalo de medición desde presión atmosférica de 75.5 kPa hasta 1.3 Pa.
Medidor digital de cátodo frío, con intervalo de medición de 2 a 1 x 10-4 Pa.
Válvula de aguja para nivelar presión. Válvula de control de presión. Tanque de
14 litros con argón grado cromatográfico, marca Linde, pureza mínima de
99.998 %, presión inicial de 13 790 kPa. Un tanque de 14 litros con oxígeno grado
UAP SD (ultra alta pureza), marca Linde, pureza mínima de 99.8 %; presión
inicial de 13 790 kPa. Tanque esférico de 0.61 litros de volumen, que soporta una
presión máxima de 12 257 kPa (125 kg/cm2); en él se hace la mezcla de los gases
mencionados anteriormente.

• Sistema de movimiento mecánico: Motor eléctrico marca Dayton de 50 W (1/15 hp),


alimentación de 110 V, monofásico. Soporte del espejo, que incluye barras de acero
inoxidable como ejes de movimiento, para el desplazamiento del soporte del vidrio.

Además, se cuenta con los equipos de control de calidad usados para probar, bajo
condiciones normales y extremas de operación, el desempeño de cada espejo elaborado:

63
una cámara de intemperismo, un medidor de reflectividad, un medidor de energía solar
(piranómetro) y un multímetro para medir la concentración de los espejos.

Todos ellos son necesarios para la fabricación de los espejos de primera superficie
aplicables al aprovechamiento de la energía solar, con miras a una producción industrial
por medio de la tecnología de erosión iónica con magnetrón plano.

2.8.2 Erosión iónica del aluminio

Para fabricar la película reflejante en los espejos de primera superficie (Martínez, 1997),
se utilizó un magnetrón plano con blanco de aluminio (99.99 % de pureza), tamaño
12.7 x 25.4 cm (5 x 10 plg) y 1.3 cm (1/2 plg) de espesor.

Antes de dar paso a la alimentación de energía, se debe ajustar la presión de operación


con argón, siguiendo el mismo procedimiento que el usado para la descarga luminosa;
después de muchas pruebas, se fijaron valores que pueden oscilar desde 5 x 10-2 Pa
(5 x 10-4 mbar) hasta 7.5 x 10-2 Pa (7.5 x 10-4 mbar). El valor mínimo de presión se
determinó por prueba y error en 4.8 x 10-2 Pa (4.8 x 10-4 mbar), ya que con presiones
más bajas no se daba el halo luminoso, es decir, la cantidad de moléculas de argón
presentes en la cámara era tan baja que no era suficiente para crear la corriente de
electrones secundarios y, por tanto, el plasma necesario con el cual se inicia la erosión
iónica; mientras que el máximo valor se fijó en esa cantidad, para trabajar a las
presiones más bajas posibles, ya que cuanto más alto es el vacío mejor calidad se
obtiene de película reflejante.

Cuando ya se tienen las condiciones de presión adecuadas, es muy importante el agua


de enfriamiento para los magnetrones y la placa de cobre con la que se refrigera el
sustrato. Para llevar a cabo esta parte del experimento, primero hay que revisar que las
conexiones de la fuente de corriente directa hacia el magnetrón con blanco de aluminio
estén colocadas debidamente (tanto las tierras físicas, como los cables que conducen la
energía de alimentación). Una vez hecho esto, se acciona el interruptor principal de la
fuente de CD que se encuentra en la parte posterior de la misma; luego se enciende el
interruptor frontal, y se presiona el botón de setpoint para ajustar los valores iniciales de
operación, cuyo control puede ser con potencia, voltaje o cantidad de corriente. El
experimento se llevó a cabo controlando la potencia, dando un valor inicial de 150 W
que fueron suministrados paulatinamente al sistema en un tiempo de 8 segundos.

64
Una vez ajustados los valores, se acciona el botón de encendido con el cual se da el
paso de energía de la fuente de CD al magnetrón, y si no hay ningún problema, la
potencia sube rápidamente prendiéndose el indicador de plasma. En ocasiones, se
forman arcos eléctricos entre la placa que sirve como blanco y el escudo del magnetrón
o entre dicha placa y el plasma de argón. Como la fuente cuenta con un detector de
dichos arcos, mientras ocurren, el indicador se enciende constantemente alrededor de
tres minutos, para luego entrar en estado estable. Esto sucede siempre que se enciende
el magnetrón con blanco de aluminio; las impurezas del ambiente y el óxido de
aluminio son las causas.

Cuando se lleva a cabo la erosión iónica de aluminio en alto vacío, la superficie del
blanco queda con el material en estado puro; sin embargo, al abrir la cámara y dejarla
expuesta a la atmósfera, entra aire cuyo oxígeno reacciona con el aluminio de la
superficie creando una capa de óxido de aluminio (Al2O3), la cual tiene varios nanómetros
de espesor. Por lo que al formarse el plasma de argón, los cationes tienen que destruir la
capa formada evaporándola primero; con ello las condiciones del sistema cambian y
tienen que pasar varios minutos (de 5 a 90 minutos) antes de eliminarla por completo. Es
entonces cuando se inicia la erosión iónica o sputtering del aluminio. En ese momento,
manteniendo la potencia constante, el voltaje sube rápidamente y la cantidad de corriente
baja ligeramente, hasta llegar al estado estacionario con el cual ya se trabaja.

Posteriormente, se acciona el motor que mueve el carro que soporta al vidrio, de manera
continua pasando enfrente al magnetrón lo más lento posible una y otra vez en un
intervalo de tiempo que va de 15 a 20 minutos aproximadamente; tiempo que depende
del espesor deseado.

La potencia de la fuente de corriente directa se va variando desde 350 a 400 W, en


función del espesor requerido de la película de aluminio y la cantidad de corriente que
el sistema va demandando. La corriente empleada para erosión iónica de aluminio se
ubica en un intervalo que va desde 0.52 hasta 0.72 A. De acuerdo con el resultado de las
pruebas, no es conveniente darle más potencia, ya que la fuente podría sobrecalentarse.

Cuando se ha cumplido con el tiempo planeado, se baja la potencia de la fuente de CD


poco a poco hasta llegar a cero, se acciona el interruptor de apagado para interrumpir el

65
paso de energía hacia el magnetrón y luego el interruptor frontal para apagarla, dejando
que el ventilador funcione por unos minutos más para enfriar adecuadamente todos sus
componentes, así como el agua de enfriamiento de los magnetrones se deja circular un
rato más. También se cierran la válvula de control de presión y la válvula de salida del
regulador de presión del tanque de argón.

Después de unos minutos de haber terminado con la erosión iónica del aluminio, se
apaga el interruptor principal de la fuente de CD y se corta el agua de enfriamiento de
los magnetrones y de la placa de cobre. El flujo de agua de enfriamiento sólo se
interrumpe en el caso de que no se lleve a cabo la erosión iónica del cuarzo para la
formación de una película protectora.

Otra de las variables por considerar, que es de las más importantes, es la distancia que
hay entre electrodos, ya que la cantidad de corriente y el voltaje se dan en función de
dicha distancia y de la presión dentro del la cámara. Después de varias pruebas se
determinó que la distancia óptima era de 13.5 cm; sin embargo, el sistema trabajaba
perfectamente en el intervalo de 10 a 16 cm de separación.

En la tabla 2.6, se describe una corrida típica de la erosión iónica de aluminio en


condiciones óptimas de operación.

TABLA 2.6 DATOS DE OPERACIÓN PARA UNA CORRIDA TÍPICA EN LA


QUE SE FORMA UNA CAPA REFLEJANTE DE ALUMINIO

Presión, Potencia, Corriente, Voltaje, Tiempo, Comentarios


en Pa en W en A en V en min

8.0 x 10-2 150 0.68 212 0 Halo luminoso de inmediato


6.1 x 10-2 200 0.91 216 3
-2
6.2 x 10 250 1.08 230 10
-2
6.3 x 10 300 1.08 279 29
6.3 x 10-2 300 0.55 539 30 Comienza la erosión iónica
-2
6.1 x 10 350 0.63 549 33 Vidrio enfrente del magnetrón
-2
6.5 x 10 350 0.63 550 50 Película de Al completa

66
2.8.3 Erosión iónica del cuarzo (SiO2)

Para fabricar la película protectora se utilizó un magnetrón plano con blanco de cuarzo
(SiO2 al 99.99 % de pureza) con tamaño de 12.7 x 25.4 cm (10 x 5 plg) y espesor de
0.65 cm (1/2 plg). Para llevar a cabo la erosión iónica del SiO2 se utilizó una fuente de
radio frecuencia con una potencia máxima de 1.25 kW, con el cátodo inmerso en una
mezcla gaseosa reactiva de 70 % argón (grado cromatográfico, 99.998 % de pureza) y
30 % oxígeno (grado ultra alta pureza, 99.99 %).

Al determinar esta proporción, se tuvieron que hacer muchas pruebas con diferentes
proporciones de cada gas; además, en un principio, cada tanque de gas tenía su propia
línea con su propia válvula de control de presión, las cuales llegaban a una unión T
antes de entrar a la cámara de vacío, lo cual no dio buenos resultados para el control de
presión, por lo que se decidió cambiar el sistema. El procedimiento seguido para
elaborar la mezcla de gases, después de todas las modificaciones al sistema, es el
siguiente:

Se cierran todas las válvulas del sistema de control de presión, excepto las válvulas
del manifold y la válvula de paso de entrada del tanque esférico. Se conecta la bomba
de vacío Varian CD-300, la cual desecha todo el gas que se encuentre en las líneas de
este sistema y en el tanque esférico, durante aproximadamente 10 minutos.

Una vez hecho el vacío, se cierra la válvula azul del manifold y se desconecta la
bomba; enseguida, se abre la válvula de paso del tanque con oxígeno y se regula la
presión hasta 172.4 kPa (1.76 kg/cm2); se deja así unos tres minutos y se cierra la
válvula de paso.

Se abre la válvula de paso del tanque con argón, cuidando de que la presión a la salida
del regulador sea superior a la existente en el tanque esférico; se regula la presión hasta
que alcance valores de 861.8 kPa (8.79 kg/cm2); también se deja así durante tres
minutos y luego se cierra la válvula de paso del tanque con argón y la válvula roja del
manifold. De esta manera se deja abierta la válvula de paso del tanque esférico, el cual
queda aislado del resto del sistema y conectado directamente a la válvula de control de
presión.

67
Una vez hecha la mezcla ya se puede empezar a trabajar con el magnetrón con blanco
de cuarzo, además de que la presión dentro de la cámara de vacío ya está en valores de
1 x 10-3 Pa (1 x 10-5 mbar).

Al alcanzar la cámara la presión anterior, se enciende la fuente de radiofrecuencia (RF),


se abren las llaves para el agua de enfriamiento, de la placa de cobre (que soporta al
sustrato de vidrio) y de la fuente de radiofrecuencia. La llave de agua de enfriamiento
de los dos magnetrones ya debe estar encendida desde la evaporación del aluminio. Se
abre la válvula que controla el paso del gas de trabajo y se ajusta hasta que el indicador
digital marque 8 x 10-1 Pa (8 x 10-3 mbar), en ese momento se activa el interruptor de la
fuente de RF para darle carga al magnetrón y se ajusta, a 3 W, el indicador de potencia
de entrada (set point); en ese momento se forma el plasma dentro de la cámara de vacío.

Una vez que el magnetrón se ha encendido y se forma el plasma (inicio del halo
luminoso), se ajusta la presión para que oscile entre 2.0 x 10-1 Pa (2.0 x 10-3 mbar) y
2.8 x 10-1 Pa (2.8 x 10-3 mbar). Poco a poco se incrementa la potencia a una velocidad
de aproximadamente 2 W/s hasta llegar a un total de 800 W. La potencia a la cual se
hace el depósito puede variar de acuerdo con la rapidez de erosión del cuarzo que se
quiera y a las variaciones de presión que puedan existir dentro de la cámara; el intervalo
típico de potencia de operación que se utilizó fue de 700 a 900 W.

El tiempo del proceso de deposición se comenzaba a contar desde el momento en que el


espejo se colocaba justo enfrente del magnetrón, ya que durante el proceso de arranque
estaba colocado de manera que el haz de plasma no le afectara.

Ya que el espejo está enfrente del magnetrón, se acciona el motor de movimiento hacia
un lado y otro a la mínima velocidad posible, de tal forma que el espejo pase varias
veces enfrente del blanco de cuarzo. En ocasiones, el motor se ve afectado por la
radiación electromagnética que se refleja de la cámara, de manera que éste no se puede
controlar bien, por lo que la velocidad de movimiento se incrementa.

Durante todo el proceso de deposición del cuarzo hubo que controlar manualmente la
presión, ya que nunca está estable; además hay que vigilar el valor de potencia reflejada
que no debe ser mayor de 1% de la potencia que indica el punto de entrada. Se observó
que al colocar un ventilador externo para enfriar la fuente, ésta trabajaba mejor al no

68
calentarse tanto y el interruptor térmico no se accionaba tan fácilmente; así se puede
trabajar a 950 W durante más de una hora.

Las condiciones de operación fueron diversas, por lo que se hicieron muchas pruebas
hasta determinar qué factores eran los más influyentes para la formación de una buena
película de cuarzo que cumpliera con las condiciones deseadas. Al término del
experimento, se debe disminuir la potencia paulatinamente hasta llegar a cero. En ese
momento se accionaba el interruptor de paro y se apagaba el controlador del acoplador
de impedancias. Si la fuente está muy caliente, el interruptor principal no se debe apagar
hasta que se enfríe y el agua de enfriamiento se deja circular durante unos minutos más.
Posteriormente se cierran las válvulas que permiten la entrada del gas y, al mismo
tiempo, se desconectan las resistencias que calientan el aceite de la bomba de difusión
para que deje de operar.

El agua de enfriamiento de la bomba de difusión sigue circulando, así como la bomba


rotatoria hace su labor de auxiliar. Cuando el aceite está frío, se cierran las llaves del
agua de enfriamiento y se apaga la bomba rotatoria. Para evitar que el producto final
fuera afectado por cambios de presión y temperatura rápidos, la cámara de vacío no se
abría hasta el día siguiente y así no se dañaba la película de aluminio-cuarzo formada.

El espejo se dejó en total 60 minutos enfrente del magnetrón. La presión es difícil de


controlar, por lo que se trabajó con un intervalo de tolerancia de ± 0.05 Pa alrededor de
0.22 Pa. El parámetro que se trató de mantener constante fue la polarización de los
electrodos (DC bias), por lo que la potencia de alimentación variaba un poco entre cada
corrida para un mismo valor del bias. Conforme se hacían más pruebas, el
comportamiento del equipo mejoraba, con la condición de no abrir la cámara de vacío
por más de dos horas. Algunas veces, se notaba la formación de zonas con forma
esférica más iluminadas que el resto del espacio en la cámara, esto por la formación de
plasma en dichas zonas.

La tabla 2.7 presenta una corrida típica de la erosión iónica del cuarzo en condiciones
óptimas de operación. En ella se dan diversos puntos de lectura a una potencia media
para describir el comportamiento en un amplio intervalo.

69
TABLA 2.7 DATOS DE OPERACIÓN EN UNA SESIÓN TÍPICA DONDE SE
DEPOSITA LA CAPA PROTECTORA DE CUARZO (SIO2)

Presión Potencia Potencia Potencia *DC bias Plasma Tiempo Comentarios


(Pa) alimentada reflejada prestablecida (V) (h: min: s)
(W) (W) (W)

0.80 5 1 3 +01 no 00 :00 :10


0.21 102 1 100 -12 no 00 :01 :10
0.22 202 1 200 -24 si 00 :02 :10
0.26 313 1 310 -35 si 00 :04 :00
0.18 402 1 400 -36 si 00 :04 :55
0.25 502 1 500 -42 si 00 :05 :55
0.26 603 1 600 -50 si 00 :06 :50
0.19 703 1 700 -57 si 00 :07 :50
0.24 763 1 760 -60 si 00 :09 :20
0.20 783 1 780 -61 si 00 :10 :20
0.20 783 1 780 -60 si 00 :11 :00 Se inicia depósito
0.24 703 1 700 -60 si 00 :13 :00
0.20 713 1 710 -61 si 00 :18 :00
0.26 723 1 720 -61 si 00 :22 :00
0.24 723 1 720 -62 si 00 :43 :00
0.19 723 1 720 -62 si 00 :56 :00
0.19 723 1 720 -61 si 01 :11 :00 Fin de prueba
* Polarización entre electrodos

Con las siguientes definiciones:

Presión (Pa). Establece el valor registrado en el punto donde se encuentra el


sensor de presión dentro de la cámara de vacío, por lo que se
supone que la presión en la zona de los magnetrones será
ligeramente mayor.

Potencia alimentada (W). Se refiere a la cantidad de energía por unidad de


tiempo en que la fuente alimenta al magnetrón.

Potencia reflejada (W). Se refiere a la cantidad de energía que se refleja hacia


la fuente, por lo que se resta a la potencia alimentada.

70
Potencia prestablecida (W). Se refiere al valor que el usuario fija en la fuente y
equivale a la potencia alimentada menos la reflejada.

DC bias (V). Es la diferencia de potencial establecida entre electrodos, tiene un


valor negativo ya que el punto de referencia es la alimentación
de energía a cátodo.

Plasma. Se refiere a la formación del plasma dentro de la cámara de vacío.

La erosión del cuarzo presentó un comportamiento más sensible a la separación entre


electrodos, ya que las condiciones de presión variaban ligeramente. Sin embargo, el
proceso de evaporación se llevaba a cabo de manera satisfactoria en el mismo intervalo
que la erosión del aluminio (de 10 a 16 cm de separación), con ligeros ajustes a la
presión. Este último parámetro es muy importante, ya que de él depende la curvatura
máxima (longitud de la flecha de curvatura) que podrá tener un vidrio para la
fabricación de espejos parabólicos.

Se fabricaron 20 espejos cóncavos y cinco planos con vidrios comerciales, en ocho


meses de trabajo. No todos fueron satisfactorios, ya que algunos salieron con tonalidad
blanca por el exceso de aluminio y otros transparentes por la falta del mismo elemento.
Poco a poco, al modificar las condiciones de elaboración de las capas reflejante y
protectora, se obtuvieron resultados más alentadores, hasta que se cumplió con el
objetivo del experimento al fabricar el concentrador montado en campo. Estos espejos
tienen una película protectora de cuarzo que presenta una baja absorción de la radiación
UV y visible, tanto para espejos planos como para espejos curvos.

2.8.4 Dificultades surgidas en los experimentos

Debido a que en el proceso de erosión iónica, el 95 % de la energía de los iones que


bombardean al blanco se pierde en forma de calor a lo largo de toda la placa y sólo el
5 % se aprovecha para generar iones secundarios que están relacionados con átomos
evaporados (Pulker, 1984), el sistema de enfriamiento con agua dentro de los
magnetrones se vuelve indispensable para disipar el calor generado en la superficie y
transmitido al interior, lo que incluye la protección de los imanes permanentes.

Durante uno de los experimentos falló el suministro de agua de enfriamiento y el


magnetrón se sobrecalentó durante un periodo aproximado de 30 minutos, de tal forma

71
que los imanes permanentes sufrieron un aumento de temperatura, por lo que la
densidad del campo magnético disminuyó aproximadamente un 17 %, de un valor de
300 Gauss a 250 Gauss en promedio. Con esos valores, la densidad iónica de la zona del
plasma que estaba junto al blanco no era suficiente para provocar la erosión de la placa
de aluminio, por lo que se tomó la decisión de cambiar a otra técnica de evaporación.

Es de suma importancia mantener la cámara de vacío en buenas condiciones de limpieza


para evitar la formación de arcos u otros fenómenos.

Se observó que durante la evaporación reactiva de cuarzo, con fuente de


radiofrecuencia, se producían algunos arcos entre el plasma y el blanco, entre el blanco
y el escudo del magnetrón, y ocasionalmente entre el plasma y la cámara de vacío.

Dichos arcos se debían a depósitos de residuos de sustancias orgánicas adsorbidos en las


paredes de la cámara de vacío y cuerpo del magnetrón. Para corregir este defecto, se
hizo una limpieza exhaustiva con agua y alcohol isopropílico de todo el interior de la
cámara, junto con una descarga luminosa intensa durante una hora; de esta forma se
eliminaron las descargas y las subsiguientes evaporaciones reactivas de cuarzo
procedieron sin problemas.

En general, se comprobó que las condiciones óptimas de operación para la fabricación


de la película protectora de cuarzo son las que se expresan en la tabla 2.8, las cuales se
mantuvieron prácticamente constantes aun antes de la limpieza total.

TABLA 2.8 PARÁMETROS TÍPICOS PARA LA FABRICACIÓN DE PELÍCULA


DE SIO2 CON MAGNETRÓN PLANO

Parámetros Valores
Presión de arranque 0.85 Pa (8.5 x 10-3 mbar)
Presión de operación 0.3 Pa ±0.03 Pa (3.0 x 10-3 mbar)
Potencia de evaporación 900 W (para un blanco de 5 x 10 plg y ¼ plg espesor)
Potencial entre electrodos (DCbias) > -060 V
Potencia reflejada < 1 % de la potencia de evaporación
Tiempo de exposición 50 minutos
Composición del gas 70 % argón – 30 % oxígeno
Tamaño del sustrato 0.3 x 0.6 m

72
Por otro lado, hay que tener cuidado de ajustar la distancia que hay entre el escudo y el
blanco, que en el caso del aluminio fue de 4 mm y en el del cuarzo de 5 mm. Una vez
que dicha distancia es uniforme, el riesgo de arco se minimiza. Hay que mencionar que
conforme se van haciendo más evaporaciones, más probabilidades hay de que se
acumule un poco de material entre los dos elementos ya mencionados y formen un
contacto que provoque corto circuito, por lo que hay que limpiar periódicamente al
magnetrón para evitar estos problemas.

2.8.5 Método alternativo para la evaporación de aluminio

Como ya se mencionó, cuando se habló de la evaporación térmica, otra manera de llevar


a cabo la evaporación del aluminio es mediante el calentamiento de un filamento de
tungsteno o molibdeno colocado entre dos electrodos de cobre.

Debido a la disminución del campo magnético de los imanes del magnetrón con blanco
de aluminio (pureza 99.99 %), al momento de fabricar los espejos curvos para los
concentradores se utilizó el calentamiento indirecto de alambre de aluminio (pureza de
99.99 %) colocado en un filamento de tungsteno (W) (fig 2.10), en forma de espiral
(doce vueltas totales) entre dos barras de cobre de 1 cm de lado, que funcionaban como
electrodos.

Se le conectaban dos cables de cobre a las barras sin aislamiento calibre 0 AWG, con
diámetro de 9.525 mm (3/8 plg) y 7 hilos con diámetro de 3.175 mm (1/8 plg) cada uno,
cuya alimentación se hacía a través de una brida especial, cuyas salientes de cobre
(barras atravesadoras) se conectaban a una fuente de soldar con generador.

La fuente de soldar se trabajó a un promedio de 280 A y 40 V durante un intervalo


promedio de tiempo de 4~5 minutos, valores necesarios para provocar el calentamiento
del filamento y consecuentemente la fusión y evaporación del alambre de aluminio.

Fig 2.10 Esquema de colocación del alambre de Al en el filamento de W

73
En este procedimiento, se debe tener mucho cuidado de colocar la cantidad exacta de
aluminio en cada espira del filamento, ya que si se sobrepasa, al formarse la gota de
aluminio puede caer sin llegar a evaporarse.

La eficiencia de evaporación del aluminio fue de aproximadamente del 60 %, es decir,


que 40 % del aluminio se desperdicia al caer cuando se funde. Por otro lado, no todo el
aluminio evaporado llega a depositarse sobre sustrato, ya que se pierde por lo menos el
80 % al depositarse en el resto de la cámara de vacío. Al tomar en cuenta las
consideraciones anteriores se tiene un rendimiento máximo del 10 % global.

Procedimiento seguido para evaporación con filamento de tungsteno:

1) Se prepara todo el sistema de vacío hasta llegar a la presión más baja posible
(≤ 5.5 x 10-4 mbar).

2) Se conectan los electrodos de la fuente de soldar a los atravesadores de la


brida colocada en la boquilla 4 (fig 2.11).

3) Se enciende la fuente de soldar y se espera un minuto con el regulador en el


mínimo.

4) Se comienza a mover el regulador de la fuente para incrementar poco a poco


la alimentación al filamento de W.

5) Cuando el filamento se enciende se deja fijo el regulador y se espera un minuto.

6) Se incrementa un poco la alimentación hasta que el aluminio se funda y


comience a hervir.

7) Cuando hierve, el soporte móvil donde se encuentra el sustrato de vidrio, debe


moverse rápidamente de un extremo al otro durante dos minutos.

8) Al acabarse el aluminio se da por concluida la evaporación y se ejecuta el


procedimiento para la evaporación reactiva de cuarzo.

Es muy importante tener contacto visual con el filamento de W, de forma que se puedan
identificar en cada momento de la evaporación los pasos por seguir. Si se da más carga
a los electrodos, las gotas de aluminio formadas hierven tan violentamente, que se caen
del filamento y no se pueden recuperar.

74
Fig 2.11 Diagrama del sistema de vacío. A la derecha de la cámara de vacío se
encuentran la bomba de difusión y la bomba mecánica, respectivamente

TABLA 2.9 DATOS DE UNA CORRIDA TÍPICA PARA LA


EVAPORACIÓN CON FILAMENTO DE W

Parámetros Valores
Cantidad de aluminio ~ 0.4 g
Cantidad de corriente 280 A
Diferencia de potencial 40 V
Tiempo de evaporación 4 minutos
Eficiencia 10 %

La ubicación de los filamentos se hizo a una distancia tal que dividían al espejo en tres
partes, es decir, a 10 cm de los bordes del espejo. La razón de dicha ubicación se debió
a que de esta manera se tendría una evaporación uniforme sobre el sustrato de vidrio y,
por tanto, una película más homogénea. Los parámetros de esta evaporación se dan en
la tabla 2.9.

2.8.6 Limpieza del sustrato de vidrio

Una vez dada la curvatura a los vidrios se procedía a la limpieza exhaustiva de los
mismos. El proceso de limpieza requiere que se rompan los enlaces entre las moléculas
contaminantes, así como los enlaces entre estas moléculas y el vidrio. De manera que la
técnica elegida depende de los componentes del sustrato, del tipo de impurezas y del

75
grado de limpieza que se quiere lograr. Si no hay buena limpieza, la vida útil del espejo
se reduce considerablemente, ya que la adherencia de la película reflejante en él no será
muy favorable, por lo que no aguantará mucho tiempo a la intemperie (Ramírez, 1990).

El método que se utilizó para llevar a cabo la limpieza es el siguiente:

1) El vidrio se lava con detergente y agua corriente (algunas veces con agua
destilada), se talla con una esponja suave para no rayarlo. Una vez limpio, se
seca con una pistola industrial de aire caliente.

2) Se introduce en un baño de mezcla crómica (H2SO4+K2Cr2O7+H2O) a una


temperatura aproximada de 80°C, durante un intervalo de tiempo de 20 a 30
minutos.

3) Se saca del baño y se lava con agua (de preferencia destilada) cuidando de no
mandar al drenaje los residuos de la mezcla. Se seca con aire caliente.

4) Una vez seco, se introduce en un baño de alcohol isopropílico, y se le da una


ligera frotada con guantes de plástico durante 5 minutos, para que con un
esfuerzo mecánico se eliminen las posibles impurezas que aún estén adheridas
al vidrio.

5) Finalmente se seca nuevamente con aire caliente y con un paño suave seco
(franela limpia).

La mezcla crómica se prepara disolviendo dicromato de potasio (K2Cr2O7) en una


mezcla con 80 % de ácido sulfúrico (H2SO4) y 20 % de agua. Las cantidades utilizadas
fueron: 400 mL de H2O, 1600 mL de H2SO4 y 50 g de K2Cr2O7; para dar un total de 2 L
de mezcla crómica cuya coloración es rojo oscuro por la presencia del ion Cr6+, agente
oxidante muy poderoso que se reduce a Cr3+ conforme se utiliza y reacciona con
materia orgánica haciendo que parte de ella se transforme en compuestos solubles en
agua. La mezcla cambia su coloración a verde claro ya que predomina la presencia del
ion Cr3+. Ambos iones son tóxicos, por lo que cuando la mezcla ya no sirve tiene que
confinarse o dársele un tratamiento basado en sales de hierro, después de lo cual queda
un polvo que se confina por su toxicidad.

Para comprobar la limpieza del sustrato de vidrio, se le hace la prueba de mojado con
agua (water break test): Si un sustrato limpio se extrae de un recipiente con agua pura,

76
una película continua de agua permanecerá en su superficie. Lo cual indica que hay un
buen mojado entre el sustrato y el agua.

Una vez limpio el vidrio, se coloca en el soporte de placa de cobre adaptado sobre el
carro que se encuentra en el interior de la cámara de vacío, se fija con unos pequeños
sujetadores fabricados de alambre de acero en el Instituto de Ingeniería. Una vez fijo, se
cierra la puerta de la cámara de vacío con los pernos y tuercas correspondientes.

2.8.7 Generación de vacío y limpieza con descarga luminosa

Al cerrar la cámara de vacío y comprobar que las demás válvulas están cerradas, se abre
la válvula V3 (fig 2.11), y se encienden la bomba rotatoria y el medidor analógico de
presión. Después de una hora de bombeo se observa que la presión está en 20 Pa
(200 µm de Hg), en ese momento se conecta la bomba de difusión y se abren las
válvulas para la circulación del agua de enfriamiento de dicha bomba. Después de
media hora, el aceite de la bomba ya está lo suficientemente caliente como para generar
vacío, por lo que se cierra la válvula tres y se abre completamente la válvula V2, que se
encuentra en la línea de unión de la bomba de difusión y la bomba mecánica; de esta
manera la bomba rotatoria funciona como bomba auxiliar para la bomba de difusión.

La válvula V1, que se encuentra entre la cámara de vacío y la bomba de difusión, se abre
ligeramente (tres vueltas) para poder hacer la limpieza con descarga luminosa. La
limpieza se hace de la siguiente manera: una vez que el indicador de presión analógico
llegó al mínimo, se abre la válvula de salida del regulador de presión del tanque con
argón y la válvula roja del manifold; posteriormente se abre la válvula de control, con la
cual se ajusta la presión en el interior del tanque en un intervalo de 1.33 a 2.66 Pa (10 a
20 µm de Hg). Después de que se alcanza esta presión, se enciende la fuente de
corriente directa para la descarga luminosa y se ajusta en 3000 V para luego controlar la
cantidad de corriente en aproximadamente 0.5 A con la válvula de control de flujo de
gas, que está en la boquilla 5 (fig 2.11).

Si se presentan arcos y chispas en el interior de la cámara de vacío, se baja la intensidad


del voltaje, así como la presión de trabajo, hasta que desaparezcan y pueda trabajarse a
las condiciones descritas inicialmente. La descarga se aplica en un intervalo de tiempo
que generalmente va de 15 a 30 minutos, dependiendo de las condiciones a las que
estuvo expuesta la cámara mientras estaba abierta.

77
Para finalizar esta limpieza, se cierra la válvula que regula la entrada de gas y se espera
a que baje la presión para apagar la fuente de alto voltaje. Una vez apagada, se deja
completamente abierta la válvula V1 (fig 2.11), se apaga el indicador analógico de
presión y se enciende el indicador digital. Además se agregan aproximadamente 10 L de
nitrógeno líquido a la parte superior de la bomba de difusión para facilitar la conden-
sación de los gases y para que la presión sea más baja, y dé un mejor vacío. Una vez que
el indicador de presión marca 4.0 x 10-3 Pa (4.0 x 10-5 mbar), se puede decir que el
equipo está listo para iniciar el experimento, aunque es recomendable esperar a que la
presión baje aún más.

Durante la limpieza con descarga luminosa, se llevan a cabo los siguientes fenómenos
superficiales (Brawn, 1970):

• Calentamiento directo del interior de la cámara debido al choque de


partículas cargadas.

• Desorción de impurezas por el bombardeo continuo de electrones, de iones


de baja energía y de partículas neutras.

• Modificación de la superficie del vidrio por la adición continua de las


partículas que conforman el plasma.

2.8.8 Pruebas de intemperismo

Dado que el objetivo es la construcción de espejos de alta calidad y gran durabilidad,


para constituir así una opción rentable y alternativa en la generación de electricidad, es
necesario asegurarse de su desempeño bajo condiciones climáticas adversas. Con ese
fin, se efectuaron pruebas de intemperismo para examinar las propiedades de tales
espejos y predecir su comportamiento una vez en operación. Se realizaron estas pruebas
con más de 100 espejos, incluyendo los fabricados tanto con cañones de electrones
como con magnetrones. Se siguieron dos tipos de experimentos:

• Exposición de los espejos al medio ambiente

• Exposición de los espejos a condiciones extremas simuladas en el laboratorio

78
La primera opción es más adecuada, pero requiere mucho tiempo, así como diversas
locaciones para analizar diferentes variables. Por consiguiente, se dio mayor impor-
tancia a la simulación de pruebas de intemperismo bajo condiciones extremas.

En este estudio, la idea principal fue examinar las propiedades de los espejos de primera
superficie de Al-SiO2 y asegurarse de la protección a la corrosión que debe brindar la
película de SiO2. La degradación se estimó por cambios en la apariencia física y en la
reflectividad. Para ello, antes de cada prueba se registraban su correspondiente
reflectividad y algunas imperfecciones que pudieran presentar; por ejemplo, presencia
de rayones, microagujeros, etc. Las pruebas seleccionadas para evaluar la calidad de los
espejos son (Masterson et al, 1983; Dennis y Mc Gee, 1980):

a) Pruebas con humedad. La cámara de intemperismo empleada en estos


experimentos está hecha de acero inoxidable y materiales aislantes. Sus
dimensiones internas son 1 m de largo, 1 m de ancho y 1 m de alto. Se encuentra
conectada a un humidificador ultrasónico, marca Samsung, modelo HU-820A,
que se encarga de producir el vapor de agua necesario para generar y mantener la
humedad deseada. La humedad relativa (HR) se mide con un indicador de
humedad y temperatura HMI31, marca Vaisala, y se controla con sólo ajustar el
volumen del vapor que entra a la cámara. Para evitar pérdidas de humedad, la tapa
está sellada con empaque de hule. Cuenta además con una resistencia eléctrica y
un sistema de refrigeración para poder obtener altas y bajas temperaturas. Un
termopar permite registrar la temperatura en el interior de la cámara sin necesidad
de tener que abrirla durante el experimento. Un ventilador asegura una
distribución uniforme de humedad y temperatura. Los espejos se someten a un
medio con 100 % de humedad relativa y temperatura ambiente durante cuatro
semanas.

b) Ciclo térmico. Su propósito es verificar la adhesión entre las películas y el


sustrato bajo variaciones en la temperatura, ya que cada material presenta un
coeficiente térmico de expansión diferente. Las películas al contraerse y
expandirse por efecto de las variaciones de temperatura, llegan a experimentar
esfuerzos mecánicos capaces de romper los enlaces entre superficies, lo que se
traduce en el desprendimiento de las películas del vidrio. El primer paso es
colocar las muestras dentro de la cámara de intemperismo a 50 ºC y humedad

79
ambiental por una hora; una vez transcurrido este tiempo se deja enfriar al
ambiente por otra hora. A continuación, se sumergen en una charola dentro de una
mezcla de nitrógeno líquido y alcohol isopropílico durante 20 minutos. La
temperatura de la mezcla es de –50 ºC. Entonces, se retiran para que nuevamente
alcancen la temperatura ambiente; esta etapa dura 60 minutos, y luego se repite el
proceso. Después de cada ciclo, se revisa la apariencia de los espejos. Se efectúan
cinco ciclos en total.

c) Alta temperatura. La temperatura es un factor muy importante en la degradación y


estabilidad de los espejos, ya que puede provocar una disminución rápida en el
desempeño de éstos. La velocidad de degradación es muy sensible a la
temperatura. De acuerdo con las recomendaciones (Masterson et al, 1983), en este
tipo de pruebas la temperatura no debe exceder 80 ºC. Las películas de cuarzo
cuya composición sea muy deficiente en oxígeno al someterse a elevadas
temperaturas sufren un cambio en su estructura, pues el silicio captura parte del
oxígeno que les hacía falta, lo que se traduce en cambios de propiedades ópticas,
como por ejemplo el índice de refracción (Pliskin et al, 1967; Pliskin y Lehman,
1965). Así mismo, si el aluminio no está totalmente protegido, al calentarse puede
sufrir oxidación y disminuir la reflectividad del espejo. El propósito de esta serie
de pruebas es examinar la degradación y estabilidad de los espejos bajo estas
condiciones. Cada espejo se calienta a 70 ºC dentro de la cámara de intempe-
rismo; a intervalos de 24 horas se medía su reflectividad y revisaba su apariencia.
La duración del experimento fue de 72 horas.

d) Inmersión en solución salina. Se utiliza una solución de cloruro de sodio al 5 %


en peso, como sustitución de una cámara de niebla salina, equipo con el que no
cuenta el Instituto de Ingeniería. La inmersión de los espejos se efectúa a una
temperatura que oscila entre 13 y 16 ºC, donde permanecen por 72 horas. Para
examinar la corrosión y variación en la reflectividad los espejos se revisan cada
24 h, y se les da un enjuague previo con agua destilada para eliminar restos de sal.
Con esta prueba se simulan condiciones de ataque salino similares a las que
ocurrirían en zonas costeras.

e) Pruebas de abrasión. Una vez en operación, los espejos acumularán polvo, se


erosionarán por efecto del paso de partículas arrastradas por el viento y por la
necesidad de limpiarlos con cierta frecuencia. Estas partículas absorben y

80
dispersan la luz, afectando la especularidad del espejo. Las rayaduras que pudiera
provocar su limpieza son también causa de pérdida de reflectividad. Así pues, es
importante conocer la dureza de la película protectora y considerar su resistencia a
la abrasión provocada por estas condiciones. La abrasión y resistencia a la
abrasión son difíciles de cuantificar. La prueba consiste en limpiar con un paño
suave, en seco y bajo condiciones de humedad. Se talla la superficie de los
espejos con un paño limpio, seco y suave, aplicando un esfuerzo moderado.
Después de frotar alrededor de 200 veces, se observa si hay cambios conspicuos
en la apariencia y la reflectividad. Enseguida se repite la prueba con un trapo
empapado en una solución de detergente común.

2.8.9 Resultados de corrosión observados en pruebas de intemperismo

Salvo un espejo que sufrió apreciable corrosión (fig 2.12), en el resto no hubo gran
daño. Se observó que la prueba de inmersión en agua salina era la que más daño
provocaba a los espejos, principalmente aquellos producidos mediante evaporación con
filamento de tungsteno, ya que éste se degrada con el uso y forma una aleación con el
aluminio (Almanza et al, 1992).

Fig 2.12 Espejo sumergido completamente en la solución salina. El


espesor de la película protectora en este caso fue de ~3000Å

81
En general, existe un ataque preferencial en la zona del espejo en contacto con la
interfase aire-agua. Se supuso que, como se trata de una zona donde existe un equilibrio
entre la evaporación y la condensación del agua, la concentración de sal es mayor que
en el seno del líquido; además, el vapor de agua presente se introduce entre las películas
a través de alguna imperfección microscópica resultante de la porosidad de la película
del cuarzo, y se difunde entre las dos capas despegándolas y permitiendo así la entrada
de más vapor e inclusive de la solución. Uno de los espejos se sumergió por completo y
únicamente presentó el ataque de la sal en un punto, a partir del cual se propagó con
rapidez. El ataque se inició por la presencia de algún microagujero en la película
protectora. Esto puede evitarse si se incrementa el espesor del cuarzo.

Con la prueba de abrasión, se obtuvieron los mismos resultados favorables que en las
pruebas de humedad, ciclo térmico y alta temperatura. Por tanto, la capa protectora es lo
suficientemente fuerte para soportar sin riesgo, lo que sería el mantenimiento de
limpieza de los espejos una vez montados y expuestos al medio ambiente.

2.9 Armado del mosaico reflector en los concentradores

2.9.1 Moldes con perfil parabólico

La selección del material con que se fabricaron los moldes comenzó cuando se
propusieron las siguientes opciones: cemento refractario, arcilla, yeso, porcelana
moldeable y masa-roca.

Se seleccionó al material Masa-rocaMR, que es una especie de cemento basado en


puzolanas, microfibras sintéticas y naturales, cementantes y aditivos, que al hidratarse
se comporta como una masa sumamente moldeable, cuya contracción durante el
fraguado es despreciable; además, este material se puede someter a temperaturas de
hasta 800 ºC sin perder sus propiedades. Con dichos moldes se dio forma a los vidrios
que posteriormente se convirtieron en espejos.

De manera general, un material mejor que la masa-roca es la arcilla moldeable, pero su


alto costo hizo imposible adquirirlo.

El procedimiento para la fabricación de los moldes fue el siguiente:

82
1) Se requirió dar la forma exacta a los moldes de masa-roca, por lo que se
utilizaron los moldes originales (de lámina de acero) con los que se fabricaron
los soportes de fibra de vidrio que estaban en la planta termosolar.

2) Se modificó un horno del Instituto de Ingeniería para alcanzar la temperatura


de 600 ºC, con el fin de llegar arriba del punto de reblandecimiento de este
tipo de vidrio.

2.9.2 Fabricación de los moldes

Uno de los objetivos de este proyecto fue utilizar vidrio comercial cal-sosa como
sustrato de los espejos de primera superficie. En una etapa anterior de este proyecto, se
determinó la temperatura de reblandecimiento de este tipo de vidrio, para una curvatura
cualquiera en forma de catenaria (debido a que la presentación en el mercado del vidrio
es en forma plana). En este trabajo se requirió adaptar este método de doblado para una
curvatura parabólica exacta.

Por un lado, el modelo que se siguió para la geometría de los espejos solares fue el
perfil del molde original con el que se construyeron los soportes usados en la planta
termosolar del Instituto de Ingeniería, UNAM. Tales soportes tienen una apertura de
2.5 m, el foco a 0.625 m del vértice y un ancho de 1.14 m cada uno. El campo de
concentradores estaba constituido por 16 módulos divididos en cuatro partes, y cada
parte estaba formada por tres soportes de fibra de vidrio.

Por otro lado, debido a las limitaciones de la cámara de vacío donde se fabricaron los
espejos y al tamaño de los magnetrones (superficie de erosión útil), sólo se tenía espacio
disponible para fabricar espejos de 0.6 x 0.3 m como tamaño máximo, de modo que
para cubrir el área de un soporte se requirieron 16 espejos acomodados en forma de
mosaico, que dieron un área total reflejante de aproximadamente 3.12 m2. Como
referencia se utilizó un soporte prácticamente igual al anterior, al cual se le instaló
espejo comercial de aluminio marca 3M tipo SA-85P, cuya área total era de 3.24 m2,
instalado en cuatro partes. El área total de cada soporte (ArT en m2, ec 2.4), está dada
por la longitud de arco de la parábola (ec 2.5) multiplicada por el ancho de ésta. En la
tabla 2.10 se especifican las medidas de ambos concentradores.

ArT = L ⋅ a (2.4)

83
y2 2x + 4x2 + y 2
L = 4x + y +
2 2
Ln (2.5)
2x y

donde (fig 2.13)

ABC = L longitud de arco de la parábola (m)


a ancho del soporte con perfil parabólico (m)
x distancia del vértice al eje de apertura (m)
y ½ de la longitud de apertura (m)

Fig 2.13 Soporte con perfil parabólico

TABLA 2.10 MEDIDAS GENERALES DE LOS CONCENTRADORES


EVALUADOS

Tipo de espejo... Vidrio cal-sosa-Al Espejo 3M SA-85P


Apertura total del soporte (m) 2.508 2.509
Distancia vértice–foco (m) 0.625 0.625
Ancho del soporte (m) 1.142 1.142
Longitud del arco de la parábola (m) 2.876 2.877
Área total disponible (m2) 3.284 3.285
Apertura de la superficie con espejo (m) 2.372 2.452
Distancia vértice–línea de apertura (m) 0.609 0.628
Ancho de la superficie con espejo (m) 1.14 1.14
Longitud del arco de la parábola (m) 2.74 2.83
Área total reflejante (m2) 3.12 3.24
Reflectividad inicial 0.85 0.85
Peso total (kg) 45 26

84
El fraguado del material con el que estaban hechos los moldes, se alcanzaba aproxima-
damente cinco horas después de humedecerlo, para luego dejarlo reposar envuelto en
tela de franela muy húmeda, con el fin de evitar fisuras por secado rápido. La dureza
total la alcanza en 72 horas. Ya hechos los moldes, se colocaban en el horno y se
calentaban a 150ºC durante tres horas para quitarles el exceso de humedad.

Como estructura de soporte, se colocaron internamente dos tipos de malla electro-


soldada: fina de 2 mm de diámetro y gruesa de 3 mm de diámetro. Esto con el fin de
contrarrestar los esfuerzos mecánicos transversales y longitudinales producidos durante
el ciclo de calentamiento y enfriamiento del molde.

Se construyeron únicamente dos moldes a la vez, por las limitaciones de espacio en el


horno y por tratarse de una figura simétrica con respecto al vértice de la parábola. Por
tanto, se necesitaron solamente ocho vidrios, con un tipo de curvatura y ocho con otro
tipo para formar el mosaico completo. Adicionalmente, se utilizaron cuatro espejos más
sin curvatura, los cuales se colocaron en los extremos longitudinales.

2.9.3 Diseño del horno para el doblado del vidrio

Para llevar a cabo el doblado del vidrio, se necesitó un horno cuyas dimensiones debían
ser las adecuadas para dar cabida al menos a dos moldes juntos. Por tal motivo, se
modificó un horno perteneciente al área de enrocamientos del Instituto de Ingeniería,
UNAM, cuyas dimensiones fueron adecuadas para las necesidades de este proyecto
(0.7 m de frente x 0.72 m de profundidad x 0.72 m de alto).

El calentamiento del horno se efectuó mediante resistencias tipo tira de 62 cm de


longitud y capacidad de 750 W cada una. La capacidad inicial del horno era de 2 250 W
y se aumentó a 6 750 W (200 % más).

El material aislante con el que estaban rellenas las paredes del horno era fibra de vidrio,
cuya aplicación se recomienda para un intervalo de temperatura de 200 a 450ºC (Perry y
Chilton, 1994), por lo que fue necesario cambiarlo por otro, adecuado para una tempe-
ratura de 600 ºC. Por consiguiente, se escogió la fibra cerámica, marca Kaowool, en
dos presentaciones, una como “colcha” de 5.1 cm de espesor (2 plg) y 128 kg/m3 de
densidad (8 lb/pie3), instalada dentro de las paredes, y otra como “tabla” de 5.1 cm de
espesor (2 plg) y 256 kg/m3 de densidad (16 lb/pie3), instalada como recubrimiento
interno del horno; de tal forma que el interior quedó instalado tipo mufla.

85
Tabla de fibra cerámica Colcha de fibra cerámica

T1= 600°C T2= 90°C

Q = flujo de calor Tamb = 25°C

A= área normal
x1 x2 al flujo de calor
espesores
Fig 2.14 Esquema del flujo de calor a través de las paredes del horno

Una vez colocado el nuevo aislante, se montaron las resistencias en conexión delta, a
una línea de tres fases de 220 V. De esta manera quedaron tres bancos de tres
resistencias (2 250 W) cada uno colocados en la base y en las paredes laterales del
interior del horno, descansando sobre la tabla de fibra cerámica.
De acuerdo con la ec 2.6, el flujo de calor promedio que circulaba a través de las
paredes del horno fue de 1 533 J/s (5 518.7 kJ/h); de tal forma la temperatura promedio
en el exterior de dichas paredes era de 90°C y en el interior de 600°C a régimen
estacionario (fig 2.14).

Q=
(T1 − T2 ) ⋅ A (2.6)
x1 x 2
+
k1 k 2
donde
Q flujo de calor del interior al exterior del horno (J/s)
Ti temperatura de la superficie en cada punto (ºC)
xi espesor del aislante (m)
ki conductividad térmica del aislante (W/[m⋅ºC])
A área normal al flujo de calor (m2)

Las pérdidas estimadas representan el 22.7 % de la capacidad instalada. Es indudable


que se pueden minimizar estas pérdidas; no obstante, debido a las limitaciones de
espacio no se pudo colocar un aislante de mayor espesor.

La cantidad de calor perdido puede considerarse alta; sin embargo, debido a las
limitaciones de espacio y al costo de los materiales aislantes y refractarios necesarios
para un mejor aislamiento, no se justificó el gasto en ellos.

86
El sistema de control fue bien diseñado, ya que mantenía la temperatura en un intervalo
bastante aceptable (± 2 % de 600 ºC) y las partes que lo componían fueron suficientes
para mantener la intermitencia necesaria en la alimentación de corriente a las resistencias.

Con el horno usado, se necesitaron dos horas para llegar a la temperatura de


reblandecimiento del vidrio y una hora más para que adquiriera la curvatura del molde.

En cuanto al desempeño de los materiales durante el calentamiento, se observó que el


material masa-roca a alta temperatura depende mucho del fraguado, ya que según la
humedad con la que cuente al principio de las pruebas, así será el tiempo de vida útil
para el doblado de vidrios.

Sin embargo, después de cierto tiempo siempre se hizo quebradizo y poco a poco se
separaba de la estructura de malla que le daba soporte. Por tal motivo, siempre hubo que
tener cuidado de revisar la superficie y curvatura de los moldes, ya que en promedio su
vida útil fue de seis ciclos de calentamiento y enfriamiento, en los que permanecían
aproximadamente una hora a 600 ºC. Por tanto, se construyeron diez moldes en total.

El control de temperatura se hizo por medio de un controlador analógico, que mediante


un termopar tipo k, detectaba la temperatura en el interior para mandar la señal de
encendido o apagado de las resistencias. Dicha señal la recibía un dispositivo llamado
relevador de estado sólido, cuya función era la de interrumpir la alimentación de
energía a los bancos de resistencias. Se instalaron tres relevadores en total, uno por fase,
con capacidad de 20 A cada uno. El modelo utilizado fue el G2PA-220B-VD, marca
Omron, de fabricación japonesa.

Ya colocado el sistema de control se procedió a calcular la curva de calentamiento del


horno sin ningún tipo de carga en su interior, primero con la capacidad inicial de tres
resistencias, cuya ecuación de regresión se expresa en la fig 2.15.

Esta gráfica sirve para estimar el tiempo mínimo de calentamiento y mínimo de


enfriamiento del horno, con el fin de calcular la duración total de una prueba con un
intervalo de error pequeño y además para la buena planeación del experimento.

Posteriormente, se hicieron pruebas para establecer la curva de calentamiento del horno


sin carga y a capacidad máxima, que dieron como resultado la gráfica expuesta en la
fig 2.16. Su comportamiento se pudo modelar con una función polinomial de tercer
grado, de modo que esta gráfica pudo aplicarse durante el desarrollo de esta parte del
proyecto, al doblar todos los vidrios con toda la potencia disponible.

87
Curva de Calentamiento del Horno (2250 W)
160
140
Temperatura (ºC)

120
100

80
T = 10.299t + 6.6154
60 2
R = 0.9983
40

20
0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65

Tiempo (min)

Fig 2.15 Calentamiento del horno sin carga y con tres resistencias

Curva de Calentamiento del Horno (6750 W)


700

600
Temperatura (ºC)

500

400
3 2
T = 0.4232t - 13.078t + 153.09t - 139.6
300 2
R = 0.9952
200

100

0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65

Tiempo (min)

Fig 2.16 Calentamiento del horno a capacidad máxima (nueve resistencias) sin carga

Para desarrollar las curvas de calentamiento (figs 2.15 y 2.16), se utilizó un termómetro
digital Omega modelo 871-A, cuyo error era de ± 1 ºC y su capacidad máxima de
1 370 ºC. Éste se usó también para comprobar y registrar la temperatura en el interior
del horno, ya que el controlador no contaba con una pantalla que la indicara.

88
2.9.4 Doblado de vidrio

Como sustrato para los espejos se utilizó vidrio comercial cal-sosa del tipo flotado de
3 mm de espesor, cuya característica principal consiste en la buena planaridad y
homogeneidad de sus caras, lo que favorece una baja especularidad (< 5 mrad).
Debido al proceso de fabricación del vidrio, una de las caras está contaminada con
estaño, por lo que su identificación se hizo por medio de una lampara de luz
ultravioleta, cuya radiación al incidir sobre las trazas de este metal, da un efecto de
fluorescencia. Las placas de vidrio utilizadas tienen una dimensión de 600 x 300 mm.
A éstas hay que darles un tratamiento especial de limpieza para garantizar una buena
adherencia de la película reflejante durante las pruebas de intemperismo.

Los vidrios se limpiaban y se colocaban sobre los bordes de cada molde (fig 2.17), el
control se fijaba en 600 ºC y se dejaba trabajar hasta que alcanzara la temperatura
indicada en un periodo de aproximadamente dos horas. A esta temperatura, el vidrio
por gravedad adquiere la forma del molde. Se dejaba enfriar todo durante 18 horas.

En las figs 2.18 y 2.19 se muestran los resultados del doblado de algunos vidrios,
primero con carga de un molde, un vidrio y el soporte de ángulo de hierro que se
construyó para colocar los moldes dentro del horno.

En la fig 2.20 se observa el comportamiento de la mayor parte del proceso de doblado,


ya que se puede ver claramente las zonas de calentamiento, control a una temperatura
(610°C) y enfriamiento, que se recomienda hasta 150 ºC para retirar el vidrio del
horno.

El resto de los vidrios se doblaron en lotes de dos, de la forma indicada por la curva
de calentamiento representada en la fig 2.21.

En dichas figuras se puede observar que el calentamiento inicial en el horno, se da de


manera rápida debido a que se está en un punto muy cercano al equilibrio térmico con
el exterior, por lo que es fácil alejarse de él. Conforme pasa el tiempo y aumenta la
temperatura en el interior de horno, es más difícil alejarse del equilibrio y, por tanto,
la curva va tendiendo a una asíntota horizontal.

89
Fig 2.17 Representación del proceso de doblado del vidrio plano sobre el molde
con la curvatura del concentrador solar

Curva de calentamiento del horno


(con 1 vidrio + 1 molde + 1 soporte)

700
Temperatura, en ºC

600
500
400
300
Zona de calentamiento Zona de control
200
100
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 130
Tiempo, en min
16/marzo/1998

Fig 2.18 Calentamiento y control del doblado de un vidrio

Curva de calentamiento del horno


(con 1 vidrio + 1 molde + 1 soporte)

700
Temperatura, en ºC

600
500
400
300
Zona de calentamiento Zona de control Zona de
200
100 enfriamiento

0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 130
Tiempo, en min
17/marzo/1998

Fig 2.19 Calentamiento, control y parte del enfriamiento en el doblado de un vidrio

90
Curva de calentamiento y enfriamiento del horno
700
Temperatura, en ºC
600

500

400

300 Zona

200 de
Zona de
Zona de control
100
enfriamiento
calentamiento
0
0 40 80 120 160 200 240 280 320 360 400

18/marzo/1998 Tiempo, en min

Fig 2.20 Calentamiento, control y enfriamiento del doblado de un vidrio

Curva de calentamiento del horno


(con 2 vidrios + 2 moldes + 1 soporte)
700
600
Temperatura, en

500
400
300
200 Zona de calentamiento Zona de control
ºC

100
0
0 40 80 120 160 200 240

19/junio/1998 Tiempo, en min

Fig 2.21 Calentamiento del doblado de dos vidrios

Una vez que las resistencias están en equilibrio y ceden al medio un flujo de calor
constante, las pérdidas hacia el exterior también son constantes, de tal forma que la
temperatura en la superficie externa del horno es función del coeficiente de
transferencia de calor del material aislante. De este modo, cuando se llega a la etapa de
control a 600 ºC, en el interior del horno, se tienen condiciones de estado estacionario y
la temperatura en la superficie externa llega a ser de aproximadamente 90 ºC.

91
Para minimizar los riesgos de quemaduras del personal por contacto con la superficie
del horno, se colocaron rótulos con el aviso: cuidado superficie caliente, en cada una de
las caras del horno; además se delimitó el área que ocupó dicho equipo.

Se debe tener mucho cuidado de que la superficie del molde esté libre de basura o
granos de masa-roca, ya que pueden afectar severamente la curvatura del vidrio y por
tanto, la planaridad del mismo. Por tal motivo, antes de iniciar el doblado de cada lote
se limpiaba perfectamente la superficie de cada molde; una vez que el vidrio estaba en
proceso de doblado, no existía ningún recubrimiento que protegiera su superficie
externa, aunque esto no era relevante, ya que no existía ningún riesgo de que algún
fragmento de la tabla de fibra cerámica cayera encima de él.

Durante todo el proyecto se dio curvatura a un total de 30 vidrios, lo que incluye la


etapa de pruebas y mejoras, así como la de productos finales. Cada lote de dos vidrios
tardaba en calentarse a 600°C aproximadamente dos horas, permanecía una hora más en
un intervalo de control de ± 12°C, aunque en ocasiones (como se puede observar en las
figs 2.18 a 2.21) este intervalo era más grande, y la etapa de enfriamiento duraba más de
ocho horas para alcanzar una temperatura de 150 ºC.

Bajo estas condiciones, se debe tener cuidado en el momento de retirar el vidrio del
interior del horno, ya que existe el riesgo de quemaduras. En cuanto al vidrio, el choque
térmico que sufre no es muy grande y resiste perfectamente.

2.9.5 Fabricación del concentrador y montaje en la planta termosolar

Después de haber fabricado todos los espejos necesarios para cubrir el área de un
segmento de concentrador para la planta termosolar del Instituto de Ingeniería, se
seleccionó uno de los soportes de fibra de vidrio que estuviera en mejor estado, se
limpió adecuadamente y se trazaron sobre su superficie las marcas para colocar los
espejos perfectamente alineados.

La colocación de los espejos se llevó a cabo muy cuidadosamente. Como adhesivo se


utilizó pegamento de silicón, el cual demostró resistir la degradación provocada por los
factores ambientales en los espejos planos elaborados durante la etapa anterior a este
proyecto y que llevaban a la fecha dos años a la intemperie.

92
1.15 m

2.70 m
2.90 m

Fig 2.22 Esquema de la distribución de los espejos en el concentrador


de canal parabólico (vista de elevación)

El concentrador con espejos de vidrio de primera superficie se colocó en uno de los


módulos solares junto a otro segmento hecho con papel comercial 3M tipo SA-85P,
para comparar resultados de evaluación en condiciones similares de operación. Ambos
concentradores se alinearon y con ello se pudo dar comienzo a la evaluación de sus
desempeños.

Como ya se mencionó, el montaje de los espejos sobre un soporte de fibra de vidrio se


realizó trazando sobre éste líneas guía (fig 2.22), dejando dos milímetros de separación
entre espejos. Dicho espacio se dejó para evitar el roce de un vidrio con otro cuando
todo el soporte estuviera en movimiento, ya sea durante la instalación en campo o
durante el proceso de enfoque en cada prueba.

Se comprobó que el error en el haz de concentración provocado por dichas


separaciones, no fue significativo, ya que durante la fabricación de los moldes se tomó
en cuenta este espacio.

Para fijar cada uno de los espejos, se aplicó una película de silicón en el reverso del
vidrio, de tal forma que pasado el tiempo de secado, cada espejo quedó fijo sobre el
soporte y se formó el mosaico. Además, entre las separaciones que existían entre los
espejos también se aplicó silicón para evitar la acumulación de tierra y humedad.

Cuando un concentrador no está en uso, su posición es como la que se muestra en la


fig 2.24, por lo que la parte más cercana al piso está expuesta a mayor degradación por
los agentes naturales que actúan sobre el suelo, de modo que por motivos de seguridad

93
(como evitar choques del concentrador durante la instalación, piedras del terreno
pegadas en los extremos durante los días de inactividad, etc), los espejos no cubrieron
completamente el área del soporte, de tal forma que se dejó un espacio de 10 cm en
cada extremo sin cubrir, lo que se puede apreciar en la fig 2.23. El área total cubierta
fue de 3.12 m2 (20 espejos en total), con una apertura de 2.37 m.

El montaje en campo, se hizo sobre uno de los soportes ya existentes en la planta


termosolar del Instituto de Ingeniería, UNAM. El concentrador se fijó con tornillos de
3/8 plg. y para protegerlo se cubrió con una lona de plástico. Se observó que la
deformación sufrida por el soporte debido al peso de los espejos no fue significativa, ya
que el molde original tiene una apertura de 2.52 m, valor igual al que tiene el
concentrador cuando está enfocado.

2.9.6 Evaluación de las pérdidas de concentración

Las evaluaciones hechas a los espejos debían comenzar con la medición de las
reflectividades especulares totales (esto antes del armado del concentrador) en el
reflectómetro de espectro solar. Para ello, se hicieron diferentes mediciones distribuidas
uniformemente en toda el área de cada espejo y se tomaba un valor promedio para
determinar su calidad.

Posteriormente, una vez montados en el soporte de fibra de vidrio e instalados en


campo, se procedió a medir la pérdida de radiación alrededor del tubo absorbedor, así
como la cantidad de radiación incidente sobre el mismo.

Se utilizó un dispositivo con una celda fotovoltaica, cuyo diámetro era de 5.4 cm de
longitud, pero se recubrió parte de su superficie con una lámina cortada al ancho del
tubo absorbedor (2.4 cm), de manera que el área total expuesta de la celda era de
12.2 cm2 (fig 2.25). Esto con el fin de que la irradiancia alrededor del tubo no alterara la
lectura específica para cada zona.

La diferencia de potencial generada en la fotocelda se mediría en tres zonas: en la parte


del foco donde está el tubo absorbedor y a ambos lados de él con una distancia
equivalente al ancho del tubo (2.4 cm), es decir, sobre una línea perpendicular al eje
focal abarcando el área expuesta de la fotocelda.

94
Fig 2.23 Fotografía del concentrador solar de canal parabólico con
espejos de aluminio en sustratos de vidrio

Fig 2.24 Dos concentradores de canal parabólico con espejos de aluminio: uno con
espejos comerciales en sustrato de acrílico marca 3M (izquierda), otro con
espejos desarrollados en el IIUNAM, en sustratos de vidrio comercial de
3 mm de espesor (derecha)

95
Fig 2.25 Esquema de la fotocelda, para evaluación de los concentradores solares

Con la celda fotoeléctrica se pudo medir una diferencia de potencial al conectarla a un


multímetro digital, de forma que al colocarla en el lugar correcto por un instante (menos
de dos segundos), se tenía una lectura en el foco de la parábola y en sus alrededores.

Por tanto, se podría comprobar la simetría de concentración, y de forma indirecta las


pérdidas por el enfoque y especularidad de los espejos, es decir, los errores ópticos del
sistema pueden ser cuantificados mediante la medición de la distribución de radiación
solar en el plano focal, para obtener la función error de todo el sistema. Se debe tener
presente que las pérdidas por medir son función de la planaridad de los espejos, del
factor de forma y del error de seguimiento.

La función de error para un concentrador ha sido discutida en detalle por Vant-Hull, 1991.
En esta referencia se toman en consideración la especularidad del espejo, el error de
curvatura durante la construcción del concentrador que además incluye el error de
deformación a lo largo del tiempo debido a la fuerza de gravedad y el error de
seguimiento; además, debe incluirse el tamaño finito del Sol con su brillantez circunsolar.

2.9.7 Pruebas de concentración

La evaluación del haz de concentración, en cuanto a enfoque e intensidad producido por


el mosaico de espejos del concentrador, se hizo por medio de una serie de celdas
fotoeléctricas, que se colocaron perpendicularmente al eje focal del canal parabólico y
en el vértice de cada una de las hileras de espejos. De forma que, a partir de la
diferencia de potencial generada en dichas celdas y medida con un multímetro sobre el
foco de la parábola donde se colocaba el tubo absorbedor de 2.54 cm de diámetro, se
cuantificó la eficiencia de concentración en cuatro zonas del mosaico de espejos;
algunas de las mediciones se exponen en las tablas 2.11 y 2.12. En la fig 2.26 se
esquematiza la zona del tubo absorbedor en la que se tomaron las mediciones.

96
Fig 2.26 Esquema del haz de concentración y pérdidas del concentrador de
canal parabólico, con su eje focal en la dirección este-oeste

TABLA 2.11 EJEMPLOS DE MEDICIONES DE PÉRDIDAS DE ENERGÍA


ALREDEDOR DEL TUBO CONCENTRADOR

Concentrador con espejo 3M Concentrador con espejo de vidrio

Irradiancia (mV)
Hora del día Global Máx Hora del día Global Máx
12:35 43.7 53.6 12:30 43.9 53.8
Distancia* Norte Sur Distancia* Norte Sur
3 cm 73 78 3 cm 61 56
6 cm 40 38 6 cm 38 35
9 cm 24 26 9 cm 31 29
Irradiancia (mV) en condiciones semibrumosas, con algo de nubosidad y contaminación
Hora del día Global Máx Hora del día Global Máx
12:10 45.1 54.0 12:05 42.8 53.2
Distancia* Norte Sur Distancia* Norte Sur
3 cm 75 81 3 cm 63 58
6 cm 42 41 6 cm 40 38
9 cm 28 31 9 cm 24 19
* La distancia con respecto al tubo absorbedor

Con el fin de llegar a establecer una comparación entre el concentrador con espejos de
vidrio y el concentrador con espejo comercial de aluminio PMMA, marca 3M SA-85P,
se tomaron dos lecturas diferentes, una para cada uno de ellos. Esta última lectura sirvió
para comparar el desempeño en el enfoque del mosaico de espejos, ya que la superficie
del espejo comercial era más plana.

97
TABLA 2.12 ALGUNAS MEDICIONES DE IRRADIANCIA* HECHAS EN EL
FOCO DE CADA CONCENTRADOR

Tipo de Espejo Hora del día Foco Global Máx


(mV) (mV) (mV)

3M 11:10 292.4 39.2 50.3

Vidrio 11:10 331.3 41.8 51.8

3M 11:30 315.3 42.8 51.3


Vidrio 11:30 346.8 40.5 51.0

3M 11:50 303.0 45.7 54.2


Vidrio 11:50 348.2 46.6 54.8

3M 12:00 318.0 45.8 56.7

Vidrio 12:00 353.0 47.9 56.8

*Todas las cantidades de irradiancia solar tienen unidades de mV

En la tabla 2.11, se define la hora del día en que se llevó a cabo la medición, junto con la
lectura tomada al colocar la fotocelda en posición horizontal hacia arriba (irradiancia
global), y para tener un dato de comparación en el momento en que el concentrador esté
enfocado y, por tanto, en funcionamiento, se tomó la lectura cuando la fotocelda estaba
hacia arriba con la inclinación del Sol (irradiancia máxima). Los datos promedio de las
tablas 2.10 y 2.11 se expresan de manera gráfica en las figs 2.27 y 2.28.

Las mediciones de irradiancia solar, hechas por medio de una fotocelda (área de
aproximadamente 12.2 cm2), cuya respuesta se daba en mV, también se llevaron a cabo
por cada sección de espejo en cada concentrador, es decir, para cada una de las cuatro
hileras longitudinales de espejos en sustratos de vidrio se tomó una lectura y para los
espejos comerciales fueron dos secciones. Un ejemplo de este tipo de mediciones se
señala en las tablas 2.13 y 2.14.

98
Distribución de la diferencia de potencial en el
(mV) concentrador con espejo de vidrio
350
300
250
200
150
100
50
0
9 6 3 foco 3 6 9
Distancia al tubo absorbedor (cm)

Fig 2.27 Perfil de pruebas en campo del concentrador con espejos en


sustratos de vidrio

Distribución de la diferencia de potencial en el


concentrador con espejo de 3M SA-85P
(mV)
350
300
250
200
150
100
50
0
9 6 3 foco 3 6 9
Distancia al tubo absorbedor (cm)

Fig 2.28 Perfil de pruebas en campo del concentrador con espejos


comerciales 3M

Las mediciones expuestas en la tabla 2.12 se refieren a lecturas tomadas directamente


en el foco de cada concentrador, donde además se establece la irradiancia global y
máxima cuando se expone la fotocelda directamente al Sol en posición horizontal y con
inclinación, respectivamente.

Se dice que es una medida indirecta, ya que se supone que el valor de irradiancia solar es
directamente proporcional al voltaje generado por una celda fotoeléctrica. Además, cada
fila longitudinal de espejos da una lectura de voltaje ligeramente diferente, lo mismo ocurre
con el espejo comercial 3M, debido a la diferencia de especularidad de cada sección.

99
TABLA 2.13 EJEMPLO DE MEDICIONES HECHAS EN EL FOCO
DE CADA FILA DE ESPEJOS DE VIDRIO
Medición 1* Medición 2 Promedio
Global inicial 50.1 50.8 50.5
Fila 1 347 350 349
Fila 2 343 340 342
Fila 3 352 349 351
Fila 4 341 336 339
Global final 49.3 48.9 47.5
* Todos los valores de irradiancia solar están expresados en mV

TABLA 2.14 EJEMPLO DE MEDICIONES EN EL FOCO DE


CADA FILA DE ESPEJOS COMERCIALES 3M
Medición 1* Medición 2 Promedio
Global inicial 48.4 48.3 48.4
Fila 1 318 314 316.0
Fila 2 306 308 307.0
Global final 47.2 47.1 47.2
*Todos los valores de irradiancia solar están expresados en mV

TABLA 2.15 LECTURAS GENERADAS POR PÉRDIDAS DE IRRA-


DIANCIA EN LOS ESPEJOS DE SUSTRATO DE VIDRIO

Global inicial 48.9 50.3 49.6


Global final 50 49.8 49.9

Pérdida 1 (mV) Pérdida 2 (mV) Promedio (mV)


Fila 1 Norte 45 55 50
Sur 35 38 37
Fila 2 Norte 51 52 52
Sur 47 41 44
Fila 3 Norte 55 52 54
Sur 42 44 43
Fila 4 Norte 65 62 64
Sur 43 49 46

100
TABLA 2.16 LECTURAS GENERADAS POR
PÉRDIDAS DE IRRADIANCIA SOLAR
EN ESPEJOS COMERCIALES

Pérdida
(mV)

Fila 1 Norte 48
Sur 44
Fila 2 Norte 60
Sur 63

Todas las pérdidas de irradiancia solar se midieron, por cada fila de espejos de cada
concentrador a 3 cm con respecto a los extremos norte y sur del tubo absorbedor ya que
su orientación es este-oeste. Además, como referencia se tomó la lectura de irradiancia
solar antes y después de cada medición, con el fin de evidenciar la poca variabilidad de las
condiciones en ese momento. Algunas de las lecturas se exponen en las tablas 2.15 y 2.16.

En las figs 2.27 y 2.28, se puede observar el perfil de distribución de la irradiancia solar
concentrada en el tubo absorbedor y en sus alrededores.

2.9.8 Funcionamiento en campo

La metodología para llevar a cabo el análisis de los datos recolectados en campo y, con
ello, la evaluación de los concentradores, fue la siguiente:

1) Se escribieron los datos de voltaje producido por la fotocelda en varias tablas, una
para las pérdidas alrededor del tubo y otra para los valores en el foco de cada
concentrador (tablas 2.11 a 2.16).

2) Se calculó la variación de los datos y su promedio, tomando en cuenta las


variaciones de la irradiancia solar en cada instante para cada medición y se
normalizaron los datos para compensar la diferencia de áreas.

3) Se supuso que las pérdidas de energía solar, debido a la especularidad y al


enfoque del concentrador, eran significativas solamente a 2.4 cm de distancia a
cada lado del tubo absorbedor. Por lo que la lectura registrada en el foco se sumó

101
con la de las pérdidas y de esa manera se establecía el 100 % de la irradiancia
captada.

4) De modo que para calcular la fracción de incidencia de la irradiancia solar


reflejada, se dividió la lectura obtenida sobre el foco entre la suma de lo expuesto
en el punto 3.

5) Este procedimiento se aplicó para cada una las mediciones hechas. De manera
que, para generalizar los resultados, se calculó una desviación estándar y un
promedio para cada zona de medición.

En las tablas 2.17 y 2.18 se establecen los datos ya procesados; en ellas aparece el
porcentaje de pérdidas, el promedio de los valores y la desviación que éstos presentaron
en todas las mediciones para cada concentrador. Así se cuantifica el grado de afectación
del enfoque y la especularidad.

Se debe tomar en cuenta que las lecturas tomadas varían según la época del año en que
se llevan a cabo, ya que el ángulo de inclinación del Sol cambia; sin embargo, el
rendimiento será constante.

Se tiene que el porcentaje de pérdidas en el proceso de concentración de la energía solar


está un poco por arriba del esperado, ya que de un valor de 15 % estimado se obtuvo un
21.9 %, en el concentrador prototipo de espejos con sustrato de vidrio. En el otro
concentrador las pérdidas se estimaron en 25.6 %.

Dicho valor se debe principalmente a la especularidad de cada uno de los espejos, cuyo
efecto sumado es significativo. Esta afirmación se apoya en las evidencias visuales del
haz de concentración, cuya forma sobre el tubo absorbedor era muy irregular. Además,
se debe añadir el error que se tiene por la orientación del concentrador con respecto al
Sol y error por el perfil de cada uno de los espejos, así como del soporte mismo.

Se observó que el esquema de mosaico es funcional para este tipo de concentrador solar
y que con la debida alineación para cada parte puede llegar a formarse un espejo que
funcione como uno de tamaño mayor.

102
TABLA 2.17 CONCENTRADOR PARABÓLICO CON ESPEJOS EN SUSTRATOS
DE VIDRIO
Vidrio Foco Pérdida N Pérdida S Σ de Total Pérdidas Útil
pérdidas (%) (%)
Fila 1 348.5 50.0 36.5 86.5 435.0 19.9% 80.1%
Fila 2 341.5 51.5 44.0 95.5 437.0 21.9% 78.1%
Fila 3 350.5 53.5 43.0 96.5 447.0 21.6% 78.4%
Fila 4 338.5 63.5 46.0 109.5 448.0 24.4% 75.6%
Promedio 344.8 54.6 42.4 97.0 441.8 21.9% 78.1%

TABLA 2.18 CONCENTRADOR PARABÓLICO CON ESPEJOS COMERCIALES


3M Foco Pérdida N Pérdida S Σ de Total Pérdidas Útil
pérdidas (%) (%)
Fila 1 316.0 48.3 44.0 92.3 408.3 22.6% 77.4%
Fila 2 307.0 60.0 63.0 123.0 430.0 28.6% 71.4%
Promedio 311.5 54.2 53.5 107.7 419.2 25.6% 74.4%

Por otro lado, se asumió que el valor de reflectividad de los mejores espejos obtenidos
en la etapa anterior a este proyecto (0.86) fue el mismo que el de los construidos en este
trabajo. Tal simplificación se apoya en la gran cantidad de pruebas hechas con
anterioridad (Almanza et al, 1997; Correa et al, 1998 y Martínez et al, 2000a y b).

Para comparar los resultados de la medición de reflectividad, se elaboró la tabla 2.19,


donde se especifican los valores de cada uno de los espejos comerciales probados en la
planta termosolar del Instituto de Ingeniería, UNAM. Tres de ellos tienen un tiempo de
exposición de al menos 18 años a la intemperie, mientras que los espejos de primera
superficie elaborados en la primera etapa del proyecto y los de plata comercial marca
3M, llevan cuatro años de exposición. Por último están los concentradores montados en
agosto de 1998, que son el objeto de este trabajo y se evaluaron tras un año de exposición.

Se puede observar que el valor de reflectividad en los espejos de primera superficie con
cuatro años de exposición cumple con el objetivo de tener una vida útil larga, por lo que
se estima la misma vida útil para los espejos de este proyecto. Aunque la extrapolación
a diez años tiene cierta incertidumbre, se puede decir que es un resultado bastante

103
alentador, ya que al hacer las mejoras pertinentes en ciertas deficiencias del sistema, se
pudieron mejorar las propiedades de los espejos, al punto de equipararse con las de los
espejos hechos por otros métodos.

Finalmente, se puede establecer con los resultados obtenidos de los espejos, evidencia
suficiente como para decidir si tales espejos pueden llegar a utilizarse en una planta
termosolar. El manejo de la cantidad de oxígeno, como variable durante la fabricación
de la película protectora de cuarzo, es determinante para obtener espejos de alta
reflectividad y alta resistencia a la intemperie; sin embargo, se requiere perfeccionar la
técnica para obtener espejos de alta calidad empleando el mínimo de recursos y tiempo.

TABLA 2.19 REFLECTIVIDAD ESPECULAR DE ALGUNOS ESPEJOS


COMERCIALES DESPUÉS DE 4 Y 18 AÑOS DE EXPOSICIÓN A
LA INTEMPERIE EN LA PLANTA TERMOSOLAR DEL IIUNAM
(MARTÍNEZ ET AL, 2000)

Tipo de espejo Reflectividad ρs(±0.001) Tiempo Comentario


(años)
Inicial Final
FEK–244 0.86 0.72 18 Efecto túnel y corrosión
(PMMA con aluminio)
Kingston 0.86 0.42 18 Placa de aluminio muy
(Aluminio electropulido) opaca
Aluminio en PMMA 0.85 0.71 18 Efecto túnel y corrosión
(Acrílico con 3 mm de espesor) Espejos mexicanos
3M ECP–305 0.95 0.90 4 Efecto túnel, corrosión y
(PMMA con plata) agrietamiento del acrílico
Espejos de aluminio de 0.86 0.85 4 Sustrato de vidrio y
primera superficie planos películas en buenas
(Al y SiO2 depositados condiciones
por sputtering)
3M SA–85P (de aluminio) 0.85 0.84 1 Inicio de efecto túnel, se
(PMMA con inhibidores raya fácilmente
de UV)
Espejos de aluminio de 0.86 0.80 1 Algunos presentan color
primera superficie curvos blancuzco
(aluminio depositado por
evaporación con filamento de
tungsteno, protegido con
sputtering de cuarzo)

104
TABLA 2.20 EMISIONES ANUALES DE LOS PRINCIPALES
CONTAMINANTES EN LA CIUDAD DE MÉXICO*

Contaminante ton/año
SO2 45 468
COx 2 358 141
NOx 128 646
HC 1 025 579
Partículas suspendidas 451 614

El problema de la diferencia de espesores continuó hasta el final de las pruebas sin


llegar a ser significativo ya que se pudo minimizar; no obstante, se puede resolver en
etapas futuras de desarrollo. Este problema está directamente relacionado con la
especularidad y, por tanto, afecta directamente al valor de reflectividad.

Después de un año de instalado en campo, sin ningún tipo de protección más que un
mantenimiento periódico de limpieza, cada uno de los espejos ha soportado los embates
de los factores climáticos de la ciudad de México —cuyas condiciones ambientales en
cuanto a contaminantes se muestran en la tabla 2.20—, ya que a simple vista no se
detecta ningún tipo de degradación o deterioro.

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108
3. FILTROS SOLARES EMPLEADOS COMO VENTANAS PARA OBTENER
CONFORT Y AHORRO DE ENERGÍA EN EDIFICACIONES

Genaro Correa
Rafael Almanza
3.1 Introducción

Actualmente el crecimiento de un país no debe separarse del cuidado del medio


ambiente. El trabajo que a continuación se presenta surge de esta idea. Se considera
importante su divulgación pues proporciona al lector un panorama completo sobre los
aspectos que se involucran en una simple ventana: la ciencia de materiales, la óptica, el
ahorro de energía, la protección al medio ambiente, la sensación de bienestar y
comodidad en el interior de una habitación, así como el diseño y orientación más
apropiados en una edificación, entre otros.

En los últimos años han crecido exponencialmente las publicaciones y los congresos
internacionales sobre el acondicionamiento bioclimático y las edificaciones susten-
tables, es decir, ha aumentado la preocupación por el diseño de casas y edificios que al
mismo tiempo que armonicen con el medio ambiente no resulten incómodas ni tampoco
grandes consumidoras de energía.

El desarrollo de ventanas acordes a las necesidades climáticas de nuestro país, capaces


de reducir los flujos de energía a través de ellas, es el camino que se propone para con-
cientizar y propiciar el ahorro de energía en edificaciones y hacerlas más confortables.

A continuación, se exploran un poco más a detalle algunos aspectos de lo que es el


confort y cómo surgen los conceptos actualmente en boga del diseño bioclimático; se
mencionan los mecanismos de regulación térmica que tiene el cuerpo humano y los

109
fenómenos de transferencia de luz y calor que se suceden en una ventana, así como los
diferentes tipos de ventanas existentes para usarse como filtros solares selectivos.

3.1.1 La relación arquitectura-energía

El mantenimiento del confort en el interior de las edificaciones modernas se realiza


normalmente mediante calefacción, enfriamiento, humidificación o bien deshumidi-
ficación; sin embargo, se requieren importantes cantidades de energía eléctrica para
conseguirlo. Si se considera que en México aproximadamente 80 % de la electricidad se
produce mediante la quema de algún combustible fósil, como gas natural, combustóleo,
carbón y diesel (Secretaría de Energía, 1998), resulta que esta clase de edificaciones
contribuyen indirectamente, por su diseño, al dispendio de recursos no renovables y a la
contaminación del medio. Considerando al país, la suma de los edificios y unidades
habitacionales técnicamente bien diseñados daría lugar a significativos ahorros en el
consumo de combustibles.

El problema específico que atiende el trabajo que a continuación se presenta, es el


desarrollo de ventanas con un recubrimiento que permita controlar el paso de la
radiación solar. De esta manera se pueden regular los flujos de energía que circulan a
través de las ventanas y así mejorar las condiciones ambientales en el interior de las
edificaciones, pero aprovechando la luz natural y reduciendo al mismo tiempo los
requerimientos energéticos de los mismos. Esta clase de sistemas requiere de menos aire
acondicionado o calefacción.

Cuando se mencionan las edificaciones climáticamente confortables y energéticamente


eficientes, los conceptos de arquitectura vernácula y bioclimática adquieren especial
importancia. La arquitectura vernácula es el estilo y construcción propios de un lugar,
con los que se ha edificado en siglos anteriores — esto aplica para cualquier región del
mundo— y surge como la manifestación de la realidad de un pueblo, representa su
devenir histórico, sus circunstancias culturales y la síntesis de sus orígenes e influencias.
Aparece congruente con la situación geográfica y las particularidades del paisaje. Esta
arquitectura mantiene cierta unidad con el entorno, ya que los materiales usados en la
construcción son productos ofrecidos por el medio físico y cuya manufactura es posible
a través de modos preindustriales e imitativos. Las técnicas constructivas son
tradicionales, de repetición empírica y basadas en la autoconstrucción.

110
La arquitectura vernácula puede considerarse entonces como el origen y antesala de lo
que hoy se conoce como arquitectura bioclimática. En aquélla, de forma instintiva,
aparecen aplicaciones formales que llevan a una arquitectura confortable, adaptada al
medio y que hace un uso eficiente y racional de los recursos naturales. La arquitectura
bioclimática, por su parte, formula la posibilidad de proponer y realizar proyectos
arquitectónicos que se desenvuelvan en armonía y respeto con su entorno, como una
unidad total y como una acertada solución frente al inminente y excesivo consumo de
recursos energéticos no renovables.

Si se hace un estudio de la arquitectura vernácula, se descubrirá que cuenta con detalles


particulares en sus diseños, los cuales proporcionan las condiciones deseadas de confort
sin la necesidad de recurrir a grandes consumos energéticos o inclusive sin hacer uso de
ellos. La forma y orientación de los edificios, la distribución de puertas, ventanas,
aleros, uso de árboles, tipo de vegetación y agua, son algunos ejemplos; muros muy
gruesos y el agrupamiento de casas eran las maneras más comunes de reducir los
efectos de las grandes fluctuaciones de temperatura.

La inmensa mayoría de las viviendas y de los edificios que se construyen en los países
en vías de desarrollo, y según el tipo de clima de que se trate, no tienen equipos
adecuados de calefacción o de aire acondicionado para el enfriamiento del aire de la
habitación. Esto supone que es sólo el edificio, por su diseño, orientación, materiales y
dispositivos, el que ha de defender a los ocupantes de la agresividad térmica del medio.

No debe haber un solo ingeniero y arquitecto capaz de negar la importancia del confort
térmico en una vivienda. Sin embargo, las ciudades están plagadas de errores y
despreocupaciones en esta materia. El conocimiento del diseño bioclimático es
fundamental y resulta necesario crear conciencia sobre su importancia para evitar seguir
con esos errores, resultado de la necesidad de resolver las enormes exigencias de todo
orden que intervienen en un diseño de edificación.

Actualmente, en muchos países alrededor del mundo se está logrando una amplia
difusión temática del diseño bioclimático; en otros, apenas resurge el tema con un
notable afán de hacerse presente de manera permanente y como un real cambio de
actitud. Con el creciente interés por el ahorro de energía y la protección del medio
ambiente, se ha despertado la necesidad de construir edificaciones rediseñadas de forma
tal que proporcionen el confort haciendo uso de medios sustentables.

111
Estos conceptos de arquitectura ambientalista, ecológica, bioclimática, solar, green
architecture, etc, han sido establecidos años atrás y no son de ninguna manera recientes.
Hacia la década de los 50 y tomando como punto de partida los conceptos de progreso
que se gestaron con la revolución industrial, la máquina de vapor y los combustibles
fósiles, la sociedad comenzó a evolucionar hacia un consumismo desmedido.

Veinte años más tarde, y a raíz de la fuerte crisis del petróleo producida en ese decenio
(1973), la sociedad en general comenzó a aceptar que los energéticos que hasta el
momento le habían dado soporte no tenían un carácter ilimitado y, por tanto, no podían
seguir siendo explotados sin mesura ni prevención. Empezó una época de recesión que
llevó a que los países industrializados redujeran su elevado consumo energético y a que
comenzara el interés por el desarrollo de nuevos sistemas que permitieran un
considerable ahorro de energía, así como por un mayor estudio y conocimiento sobre las
energías renovables. Fue en ese momento que tomaron auge las dos nuevas opciones:
energía eólica y energía solar. Actualmente, la humanidad se dirige a una nueva época
“energética”, de convivencia entre la de los hidrocarburos, la de las energías renovables
y la energía nuclear.

Hoy en día se cuida el medio ambiente más que en ningún otro momento de la historia.
Se hacen estudios de impacto ambiental prácticamente para cualquier actividad y de
esos estudios recientes ha surgido una nueva discusión acerca del uso de las presas para
generación de hidroelectricidad. Se ha descubierto que las presas han sido causa de
extinción de algunas especies a lo largo del tiempo y si se considera también el impacto
regional que provoca su construcción: impactos climáticos, estéticos al alterar el paisaje,
humanos al tener que reubicar poblaciones completas; entonces, se ha comenzado a
plantear la posibilidad de desaparecer algunas de ellas (Montaigne, 2001; Gleick, 2001).
Durante mucho tiempo se consideró a la hidroelectricidad una energía “limpia” y muy
barata, ahora este concepto está cambiando; por tal razón y por la escasez de nuevas
cuencas, es de esperarse que en el futuro dejen de emprenderse nuevos proyectos
hidroeléctricos a gran escala.

Las investigaciones acerca de la relación arquitectura-energía se remontan a más de


treinta años atrás. Entre estos trabajos destacan los presentados por los hermanos Víctor
y Aladar Olgyay, quienes ya hacia los años cincuenta, y con una visión futurista, se
atrevieron a plantear una arquitectura distinta de la que se había hecho convencional-
mente hasta entonces.

112
Víctor Olgyay planteaba una interpretación bioclimática de la arquitectura, donde se
especifican y definen los efectos que tiene el clima sobre el ser humano. A partir de
numerosos trabajos de investigación y diversas publicaciones, Olgyay se convirtió en el
autor de referencia fundamental para aquellos que posteriormente decidieron seguir el
camino bioclimático (Olgyay,1963).

Por estas razones, en el Instituto de Ingeniería, se ha abierto una nueva línea de


investigación donde, aprovechando el conocimiento adquirido en la fabricación de
películas delgadas para usos y aprovechamiento de la energía solar, se producen
ventanas que trabajan como filtros solares espectralmente selectivos (activos y pasivos).
La idea es desarrollar al menor costo, la tecnología más apropiada para la fabricación de
ventanas que regulen el paso de la energía solar teniendo en cuenta las características
climáticas de países como México y considerando además el poder adquisitivo de la
población, de manera que estas ventanas tengan penetración en el mercado de la
industria de la construcción, para así tener edificaciones más confortables y de bajo
consumo energético.

3.2 Importancia del confort

La búsqueda del confort pretende proveer un clima en el interior de las edificaciones


que resulte agradable a los individuos o bien, que les sea de fácil adaptación. Hay que
distinguir entre confort térmico, de iluminación y acústico. El más importante de éstos
es el confort térmico, que a su vez está controlado por la temperatura del aire, la
temperatura radiante de los cuerpos, humedad y ventilación o circulación del aire.
Algunos autores hacen distinción entre el confort térmico y el higrotérmico, en el
entendido de que el térmico hace referencia a condiciones de temperatura del aire,
mientras que el higrotérmico incluye la influencia de la humedad. En sentido estricto
existen varios esquemas de confort térmico pero ninguno resulta útil en trabajos
prácticos de diseño; en ellos queda oculta la influencia de las variables del medio. Por
esta razón y para los fines de divulgación que persigue este capítulo, se proporciona la
definición de confort térmico expuesta líneas antes, en este mismo párrafo.

La carta bioclimática de Olgyay es la más apropiada para percibir la influencia de las


variables climatológicas del entorno, pues incluye la temperatura del aire, la humedad,
la irradiancia solar y la velocidad del aire.

Estos factores no son necesariamente aditivos y nunca son lineales. La Sociedad Nortea-
mericana de Ingenieros en Calentamiento, Refrigeración y Aire Acondicionado, ASHRAE

113
por sus siglas en inglés, ha definido el confort térmico como: Aquella condición de la
mente que expresa satisfacción con la temperatura ambiente (ASHRAE, 1989).

La primera condición del confort es que el balance térmico de toda la energía generada
y perdida por el organismo sea igual a cero. Si esto no sucede, el organismo se defiende
poniendo automáticamente en acción los mecanismos termorreguladores. Factores como
la humedad y la velocidad del viento influyen en la actividad de dichos mecanismos.

En la fig 3.1 se presentan los límites del confort según la actividad física realizada,
mientras que en la tabla 3.1, se muestra la cantidad de calor disipada según sea la
actividad física, que determina de cierta manera el límite del confort. Cabe señalar que
es difícil establecer un límite específico para el confort, dado que no todas las personas
presentan la misma sensibilidad ni las mismas costumbres; por esta razón, siempre que
se habla de confort es conveniente manejar zonas de confort. Lo que sí está probado es
la consecuencia perjudicial de los medios no confortables, que producen fatiga,
agotamiento físico y nervioso, disminución del rendimiento, aumento de los errores y
riesgo de accidentes en el trabajo, además de exponer al organismo a contraer diversas
enfermedades.

En la fig 3.2, se muestra el resultado de una investigación sobre la frecuencia de los


accidentes en una fábrica (Rivero, 1988). Se comprueba que a medida que el medio es
térmicamente más hostil, la preocupación del sujeto sobre ese problema va en aumento,
apartando su atención de la actividad específica que está realizando, favoreciendo la
distracción y la consiguiente pérdida de eficiencia y seguridad en el trabajo.

Si se toma en cuenta la función, como sitio de descanso, que cumple la vivienda, se


advierte que el confort térmico tiene una importancia singular. El hombre puede pasar
más tiempo sin comer que sin dormir. El descanso es una necesidad fisiológica
ineludible en la que el organismo recompone los efectos del gasto realizado durante el
periodo de actividad. El proceso de la reconstrucción de las células y la eliminación de
los detritos no es instantáneo; por otra parte, es la razón por la cual el ser humano no
puede realizar ciertas tareas pesadas sin descansos intermedios. Para que realmente sea
efectiva esta recuperación fisiológica, debe realizarse con la menor tensión posible tanto
térmica como lumínica, acústica, muscular o nerviosa. De no ser así, la recuperación
será insuficiente y el problema se irá agravando progresivamente. Este aspecto se
convierte así en una de las funciones más importantes de la vivienda (Correa, 2000).

114
Fig 3.1 Representación del área de confort humano en función de la temperatura y
la actividad realizada (Rivero, 1988)

TABLA 3.1 DISIPACIÓN DE CALOR POR ACTIVIDAD PARA


EL SER HUMANO (BANSAL ET AL, 1994)

Actividad Tasa de producción de calor


W W/m2
Dormir 60 35
Descansar acostado 80 45
Sentado. Trabajo normal de oficina 100 55
Escribir en la computadora 150 85
Caminata (3 km/h) 200 110
Caminata rápida (6 km/h) 250 140
Trabajo pesado más de 300 más de 170

115
Frecuencia relativa de
150

accidentes
130

110

90
0 10 20 30
Temperatura ambiente, en °C

Fig 3.2 Frecuencia de accidentes de trabajo en función de la temperatura del medio


(Rivero,1988)

3.2.1 Balance térmico en el cuerpo humano

El cuerpo humano genera calor como un producto secundario de las reacciones


metabólicas celulares, y parte de este calor lo cede al medio ambiente.

En promedio, 55 % de la energía de los alimentos se transforma en calor durante la


formación del ATP (trifosfato de adenosina). Del 45 % restante, el metabolismo celular
sólo aprovecha poco más de la mitad, es decir, el 25 % de la energía suministrada por
los alimentos. Sin embargo, continúa transformándose en calor la mayor parte de ese
25 %: síntesis de proteínas, energía de la contracción muscular, bombeo de la sangre
por el corazón, etc.

Por tanto, se puede decir que prácticamente toda la energía producida por el
metabolismo de los alimentos en el organismo se convierte en calor. La única excepción
es la realización de un trabajo exterior por los músculos.

La cantidad de calor perdido por cada uno de estos procesos varía considerablemente
según las condiciones atmosféricas. En una habitación a temperatura normal, un cuerpo
desnudo elimina por radiación el 60 % de su pérdida total de calor (Olgyay, 1963). Al
tiempo que el cuerpo irradia calor en todas direcciones, le llega radiación térmica,
proveniente de las paredes, de otros cuerpos y objetos vecinos. Si la temperatura del
cuerpo es mayor que la temperatura del medio que lo rodea, fluirá una cantidad de calor
mayor desde el cuerpo hacia el exterior, aunque en general, la superficie del cuerpo
humano absorbe extraordinariamente la radiación de onda larga.

El calor perdido por radiación varía en proporción directa de la diferencia entre la cuarta
potencia de: 1) la temperatura de la superficie corporal, y 2) la temperatura media del

116
medio ambiente. Por tanto, es imposible afirmar en forma exacta qué porcentaje del
calor corporal se perderá por irradiación, a menos que se definan todas las condiciones
que en un momento determinado rodean al cuerpo. Generalmente sólo se pierden
pequeñas cantidades de calor del cuerpo por conducción directa desde la superficie
corporal a los demás objetos como sillas, camas, etc.

Por otra parte, la pérdida de calor por convección (hacia el aire) representa aproxima-
damente el restante 40 % del calor perdido por el cuerpo. El movimiento vibratorio de
las moléculas de la piel puede aumentar el movimiento de las moléculas del aire que
entran en contacto directo con ella. Sin embargo, una vez que la temperatura del aire
inmediatamente vecino de la piel, resulta igual a la temperatura de ésta, ya no hay
intercambio de calor desde el cuerpo hacia el aire. Por consiguiente, la conducción de
calor del cuerpo al aire termina automáticamente, a menos que éste se desplace de
manera que aire nuevo no calentado esté constantemente en contacto con la piel y se
presente de esta manera el fenómeno de la convección. Una persona desnuda sentada en
una habitación de temperatura agradable (condiciones de comodidad), sin corrientes de
aire, pierde el 12 % aproximadamente de su calor por convección natural (Butera,1998).

El efecto de enfriamiento del viento a baja velocidad es proporcional a la raíz cuadrada


de su velocidad. Sin embargo, cuando la velocidad del viento excede de unos cuantos
kilómetros por hora ya no se produce enfriamiento adicional en grado considerable,
pues el viento ha enfriado la piel hasta la temperatura del propio aire. La velocidad con
la cual el calor pasa del interior del organismo a la piel es entonces el factor que rige la
rapidez con la cual se pierde calor.

Cuando el agua se evapora de la superficie corporal, se pierden 2.5 kJ (0.6 kcal) por
cada gramo de agua evaporada. El agua se evapora insensiblemente pero de manera
constante por la piel y los pulmones. Ello provoca una pérdida continua de calor del
orden de 50 a 75 kJ (12 a 18 kcal) por hora. Esta evaporación insensible de agua no se
puede controlar para regular la temperatura, pero la pérdida de calor por evaporación se
puede moderar regulando la intensidad del sudor.

Cuando la temperatura del medio es mayor que la de la piel, en lugar de perder calor el
cuerpo lo gana por radiación y conducción procedente del medio vecino. En tales
circunstancias, el único medio por el cual el cuerpo puede perder calor es la
evaporación.

117
El clima húmedo tiene influencia sobre la pérdida de calor por evaporación. Los días de
verano calientes y húmedos son muy molestos, debido a que el sudor corre por la
superficie corporal más profusamente que en estado normal, ocurre así porque el aire ya
está humedecido casi hasta la saturación. Por lo que la intensidad de evaporación puede
estar considerablemente disminuida, o totalmente anulada, de manera que el sudor
secretado persiste en estado líquido. Así la temperatura del cuerpo se acerca a la
temperatura del medio, o se eleva por encima de ella a pesar de que el cuerpo sigue
sudando.

La falta de movimiento del aire evita la evaporación, que significa el enfriamiento


eficaz por conducción de calor hacia el aire. Los vestidos aprisionan capas de aire junto
a la piel y en la textura de la ropa, por lo cual aumenta el espesor de la zona aislada y
disminuyen las corrientes de convección. Entonces, la intensidad de pérdida calorífica
del cuerpo por conducción disminuye considerablemente. La mitad, aproximadamente,
del calor transmitido desde la piel a los vestidos se pierde por radiación en ellos, en
lugar de ser transmitido a través de los espacios pequeños que quedan. La eficacia del
vestido para evitar la pérdida de calor desaparece casi por completo si el tejido de la
ropa se humedece, pues el aire aprisionado que es el que actúa como aislante, es
sustituido por agua; de hecho, los intersticios del vestido quedan llenos de agua. La ropa
húmeda posee una tasa de transferencia de calor de 20 veces o más la tasa de la ropa
seca.

El vestido, que es permeable para la humedad, permite una pérdida casi normal de calor
por el cuerpo, gracias a la evaporación; cuando hay producción de sudor, el propio
sudor puede empapar el vestido y se produce la evaporación, no en la piel sino en la
superficie del vestido. Ello enfría el vestido, lo cual a su vez, enfría la piel. El límite
inferior de la temperatura a la cual puede llegar el vestido, es la temperatura de bulbo
húmedo del aire atmosférico; en zonas desérticas esta temperatura está muy por debajo
de la temperatura de bulbo seco del ambiente.

Si el organismo llega a tener una temperatura debajo de 37°C se activan diversos


mecanismos que aumentan la producción de calor, especialmente el aumento de
actividad muscular que culmina en escalofríos.

Además del mecanismo termostático para el control de la temperatura corporal, el


cuerpo tiene otro mecanismo destinado al mismo fin y más potente todavía, que consiste

118
en el control de la conducta del individuo en relación con la temperatura, que puede
explicarse así. Siempre que la temperatura se eleva demasiado, hay señales provenientes
del área prepótica del encéfalo que proporcionan la sensación psíquica de exceso de
calor.

Por lo anterior, la persona efectúa ajustes adecuados del ambiente para restablecer su
sensación de bienestar y comodidad en ambos casos. Éste, generalmente conlleva a la
disminución en la productividad del individuo, razón por la cual, es importante tratar de
lograr las condiciones de comodidad térmica dentro de las habitaciones.

Los tipos evidentes de ajuste de conducta incluyen: selección de vestidos, desplaza-


miento del cuerpo hacia un ambiente diferente, aumento de calor o de frío propor-
cionados ya sea por calentadores adecuados o por acondicionamiento del aire, etc.

Hasta ahora se ha centrado la importancia del tema en sus repercusiones sobre la salud
del hombre y en su eficiencia en el trabajo, aunque esto no quiere decir que no tenga
otras implicaciones. El resto del capítulo se enfoca a los aspectos técnicos de la
fabricación de ventanas especiales para el control de la radiación solar, las cuales son un
elemento constructivo importante para un edificio o un barrio, técnicamente bien
diseñados. Mucha de la ganancia o pérdida de calor en una edificación se da
principalmente a través de las ventanas; el control de esos flujos de energía por medio
de filtros solares se traduce en ahorros significativos en el consumo energético de los
equipos térmicos y de iluminación que estén instalados en la edificación.

3.3 Irradiancia solar

La mayor parte del aprovechamiento de la energía solar se realiza en la superficie


terrestre y entonces, resulta de interés considerar cómo influye la atmósfera en la
irradiancia que nos llega del Sol y la cantidad de radiación que recibimos de esta
estrella.

La fig 3.3 reproduce el espectro solar fuera de la atmósfera terrestre, es decir, la


irradiancia que recibimos directamente desde el espacio proveniente del Sol. La curva
tiene forma de campana y representa el espectro de emisión de un cuerpo negro a una
temperatura aproximada de 6 000 K, que es la temperatura superficial del Sol.

119
Fig 3.3 Traslapo de la irradiancia solar que recibe la tierra y la transmisividad∗ del
vidrio cal-sosa común. Ambos espectros están a la misma escala en el eje de
las abscisas (la longitud de onda). Nótese que el vidrio es muy transparente a
la luz solar y el infrarrojo cercano

Integrando el área bajo la curva nos da lo que se conoce como la constante solar
(1 353±21 W/m2), que es la máxima cantidad de energía que recibe una superficie
orientada perpendicularmente al Sol en ausencia de atmósfera en un instante dado.
Como se puede observar, la irradiancia solar se restringe a un intervalo de longitud de
onda entre 250 a 3000 nm. Las hendiduras que se observan se explican por la absorción
de partes de la energía radiante por algunos de los gases que componen la atmósfera
terrestre.

3.4 Ventanas como elemento de control térmico

Tradicionalmente se piensa en la ventana de una edificación como algo inherente a la


edificación misma, un elemento decorativo e indispensable para la conexión psicológica
del interior con el exterior y así crear la ilusión de un único espacio.


A lo largo del texto se usa el sufijo ividad al hablar de la radiación transmitida, reflejada y absorbida. De
acuerdo con las definiciones discutidas por Siegel y Howell en su libro: Thermal Radiation Heat Transfer.

120
La arquitectura contemporánea, con sus estructuras de acero y hormigón, ha
revolucionado su uso, extendiéndolo hasta convertir a los edificios en verdaderas cajas
de cristal. El cambio fue rápido, propio del vertiginoso desarrollo tecnológico,
encontrando al arquitecto muy preocupado por los aspectos formales, pero poco
informado sobre las consecuencias técnicas. Se ha dejado llevar muchas veces por
influencias foráneas, sin analizar la adecuación de los ejemplos a medios diferentes del
propio. Sin embargo, los arquitectos tienen cada vez más en cuenta su utilidad como un
elemento que proporciona un servicio ecológico; esto es cierto puesto que con la ayuda
de las ventanas, se puede hacer más confortable una habitación, en primer lugar con el
control de la iluminación del interior y en segundo como un control del paso del calor;
estos dos factores contribuyen grandemente en el ahorro del consumo energético de la
edificación.

Cuando la irradiancia solar incide en un cuerpo se absorbe, refleja y/o transmite. Enten-
diéndose por transmitida la energía que atraviesa el cuerpo por transparencia, como
ocurre en el aire o el vidrio. La energía absorbida se transforma en energía térmica o calor.

El vidrio es el material más utilizado para la fabricación de ventanas. Su composición


química es variada y depende de la materia prima utilizada en su elaboración y del
proceso de ésta. La sustancia que comunica color a un vidrio convencional es, en
general, el hierro, que incluso en proporciones de centésimas por ciento colorea, según
sea el estado de oxidación de este metal, de verde azulado, verde amarillento o incluso
pardo negruzco cuando está en presencia de azufre. El hierro ferroso (Fe2+) colorea con
más intensidad que el férrico (Fe3+). En el vidrio coexisten ambos grados de oxidación.
Los vidrios con 1 % de óxido de hierro son todavía azules si el 0.3 % está en forma de
óxido ferroso (FeO) y el 0.7 % como óxido férrico (Fe2O3). Los vidrios con 3 % de óxido
de hierro son verdes si cuentan con 0.7 % de FeO y 2.3 % de Fe2O3 (Salmang, 1962).

Para las aplicaciones en energía solar, su contenido de hierro 2+ es de suma importancia;


si es baja la cantidad de óxido ferroso (FeO), el vidrio absorberá muy poco de la
irradiancia solar. En el caso de que el contenido de FeO sea alto, el vidrio tendrá baja
transmisividad en el intervalo del infrarrojo del espectro solar, es decir, será muy
absorbente del infrarrojo (fig 3.4). El Fe2O3 absorbe en el ultravioleta. En México, el
vidrio que más se utiliza es el de cal-sosa (sódico-cálcicos o soda-lime, en inglés), con
contenido de óxidos de hierro de aproximadamente 0.10 %. La composición química
aproximada de este vidrio es: 67.7 % SiO2, 15.6 % Na2O, 5.6 % CaO, 0.6 % K2O, 2 %

121
BaO, 4 % MgO, 2.8 % Al2O3,1.5 % B2O3 y 0.1 % Fe3O4 (FeO+Fe2O3) (Martínez,
1997). A este tipo de vidrio se le denominará a continuación vidrio común (fig 3.4).

La conductividad térmica del vidrio común es 1.2 W/mºC, un valor relativamente alto,
similar al de un hormigón o un ladrillo macizo; pero en el caso que se estudia, lo que
cuenta es el pequeño espesor del vidrio junto con la elevada capacidad de conducir el
calor, que lo convierte en un material por el cual circula la mayor parte del calor que
entra o sale de una habitación. Una lámina de vidrio común de 5 mm de espesor tiene
una resistencia térmica y una capacidad de amortiguación iguales a un ladrillo de 4 mm
de espesor. Una ventana compuesta por dos vidrios con cámara de aire no ventilada
presenta una resistencia equivalente a una pared de ladrillos macizos de 14 cm y una
amortiguación similar a una de 10 cm de espesor. Las cortinas y otros dispositivos de
protección que forman parte del cerramiento no modifican estos valores; no se toman en
cuenta en los cálculos ya que siempre dejan intersticios por donde circula el aire y
además, porque nunca se tiene la seguridad de que los habitantes del edificio los
manejen correctamente en el momento oportuno.

Normalmente el problema creado por la baja resistencia térmica de construcciones que


emplean los materiales citados se resuelve con equipos calefactores o de aire
acondicionado. La elevada conductividad térmica de la ventana hace que para climas
templados, la temperatura superficial del vidrio llegue a 6 o 7ºC en algunos días de
invierno, creando condiciones inadecuadas de habitabilidad térmica, aun cuando la
temperatura del aire interior se mantenga en los 20ºC. En este caso existe una elevada
pérdida de calor hacia el exterior a través del vidrio que es necesario suministrar
artificialmente para conservar la temperatura de la habitación. En el verano las
consecuencias son todavía peores pero en sentido opuesto.

3.4.1 Vidrio común

El comportamiento de los cuerpos cuando reciben energía radiante es selectivo, lo que


significa que la cantidad de energía que absorben, reflejan o transmiten depende de la
longitud de onda del rayo incidente. Con el vidrio sucede un fenómeno similar; para un
rayo que incide perpendicularmente sobre la superficie (dirección normal a su
superficie) de una lámina de vidrio común de unos 4 mm de espesor, el 80 % de su
energía se transmitirá por transparencia y el 20 % restante será reflejado y absorbido
(fig 3.5).

122
Fig 3.4 Transmisividad espectral para vidrios de 6 mm con diferentes proporciones de
óxido ferroso (Duffie y Beckman, 1991)

Fig 3.5 Balance de energía para la irradiación incidente en una ventana de vidrio
común

123
Se concluye entonces que ese vidrio común es muy transparente a las longitudes de
onda entre 400 y 2 800 nm, es decir, en una banda que incluye a las radiaciones visibles,
al infrarrojo cercano y a parte del infrarrojo medio (véase fig 3.3). A partir de este límite
la transmisión desciende bruscamente hasta que después de los 4 000 nm el vidrio pasa a
comportarse como un material opaco a la radiación incidente; sólo se refleja una
pequeña cantidad de la energía incidente; el resto es absorbida por el vidrio y convertida
en calor de longitud de onda larga.

Cuando el rayo no es normal al plano y su ángulo de incidencia aumenta, la energía


reflejada se hace cada vez mayor, en tanto la transmitida y la absorbida van
disminuyendo, aunque conservando aproximadamente, entre ellas, la proporción
establecida anteriormente.

En la fig 3.3, se representa la composición del espectro solar y el espectro de


transmitancia del vidrio común, tomando en abscisas la misma escala. Analizando las
dos gráficas de la figura llegamos a la conclusión de que el vidrio común es muy
transparente a toda la radiación solar.

Se analizarán ahora los fenómenos térmicos que ocurren en una habitación cerrada con
una ventana (figs 3.6 y 3.7), cuando un rayo de Sol incide sobre un vidrio del tipo de
vidrio cal-sosa, con comportamiento espectral similar al de la fig 3.3. La mayor parte de
esa energía pasa, por transparencia, hacia el interior donde calienta el aire y es
absorbida y reflejada por los cuerpos del espacio interior. La energía absorbida por los
cuerpos se transforma en calor, por lo que provocará una elevación de la temperatura
del medio. ¿Qué posibilidades tiene esta irradiancia que atravesó el vidrio de regresar al
exterior? Dicha energía saldrá a través de la ventana principalmente por convección y
por radiación. También existirá transferencia de calor por conducción pero sólo en el
momento de atravesar al vidrio. Veamos con más detalle este mecanismo.

En locales cerrados la trasmisión del calor por convección constituye un proceso lento,
ya que primero debe calentarse el aire; después, mediante movimientos convectivos,
éste llegará hasta la cara interna del vidrio, de donde se transmite por conducción hasta
la cara externa del vidrio, el cual lo transmitirá en parte al exterior por convección
nuevamente.

124
Fig 3.6 Distribución de la energía incidente sobre un vidrio; la energía
absorbida se irradia hacia el interior y hacia el exterior

Fig 3.7 Representación del fenómeno de reemisión de energía desde el


interior de una habitación hacia el exterior (Bansal et al, 1994)

La otra forma de transmisión del calor es por radiación; sin embargo, la energía que
viaja a través de la habitación por radiación es la emitida por los cuerpos presentes en el
interior, que es energía radiante de onda larga (alrededor de 9 000 nm). El vidrio es
opaco a esa longitud de onda. Opacidad al infrarrojo significa comportarse como un
cuerpo negro. Entonces, el vidrio actúa como una esponja en la presencia de la
radiación infrarroja que ha sido reirradiada por los objetos del interior; absorbe esa
radiación y después la reirradia al exterior (fig 3.7).

125
3.4.2 Parámetros ópticos de un cuerpo translúcido

Llamando Ei a la energía de la radiación incidente en un cuerpo translúcido y Eα, Eρ y


Eτ a las porciones de energía absorbida, reflejada y transmitida, respectivamente, se
tendrá

Eα + Eρ + Eτ = Ei (3.1)

dividiendo entre Ei

Eα Eρ Eτ
+ + =1 (3.2)
Ei Ei Ei

Eα Eρ Eτ
Se conocen a los cocientes , y como coeficientes de absorción (α), de
Ei Ei Ei
reflexión (ρ) y de transmisión (τ), respectivamente. Por tanto

α+ρ+τ=1 (3.3)

Estos coeficientes reciben el nombre de absortividad (α), transmisividad (τ) y


reflectividad (ρ).

Los parámetros ópticos, transmisividad τ, reflectividad ρ, y absortividad α, son función


del ángulo de incidencia, así como de la longitud de onda. La notación en letras griegas
empleada hasta ahora para dichas propiedades se utiliza para el caso de sustancias puras
ideales y homogéneas. En este trabajo, cuando se mencionen sistemas compuestos por
diversos materiales o sustancias, la energía reflejada, absorbida y transmitida de todo el
conjunto, se simbolizará de la siguiente forma: R para la reflectividad, T para la
transmisividad y A para la absortividad. Se ha seguido la nomenclatura establecida por
Siegel y Howell en su libro Thermal Radiation Heat Transfer.

Los materiales se comportan selectivamente con respecto a la radiación incidente. Esto


significa que la cantidad de energía que absorben, reflejan y transmiten es diferente para
cada longitud de onda y para la dirección con que incide esta energía. Así, por ejemplo,
al estudiar el comportamiento de un vidrio común ante las diferentes longitudes de
onda, se llega a una representación de sus propiedades como la que se presenta en la
fig 3.4, donde se grafican la transmisividad versus la longitud de onda.

126
Tal y como se indicó, para una superficie transparente, como es el caso de una ventana
hecha de vidrio común, sólo una parte de la irradiancia solar incidente la atraviesa, la
restante es reflejada y absorbida por el material; parte de la energía absorbida más tarde
será emitida como infrarrojo de onda larga. Esto se representa en la fig 3.5, donde la
energía solar admitida hacia el interior es de 84 % aproximadamente, cifra que se
obtiene de sumar la transmisividad y la energía absorbida reirradiada al interior.

3.4.3 Propiedades ópticas de un sistema vidrio-película delgada

Para mejorar la apariencia y propiedades de las ventanas, se recubren los vidrios con
otros materiales y de esta manera se consiguen ventanas o mejor dicho, filtros de
radiación solar. Existen diferentes tipos, por ejemplo, unos con características de alta
reflectividad y poca transmisividad de luz visible y calor, como serían los vidrios
polarizados, otros son más selectivos y bloquean el paso del calor y permiten el paso de
la mayor cantidad de luz visible.

A fin de conocer el comportamiento de un filtro solar, se evalúan sus propiedades


ópticas y radiantes. Experimentalmente, no es posible medir todas estas propiedades; de
hecho las más comunes son la transmisividad y reflectividad espectral. La
transmisividad espectral se mide a un ángulo de incidencia normal a la superficie
(perpendicular), por medio de espectrofotómetros. En lo que respecta a la reflectividad
espectral, ésta puede ser especular o difusa y se mide con los reflectómetros. La
reflectividad especular mide la intensidad de energía de los rayos reflejados a un ángulo
de 5º con respecto a la normal, mientras que la radiación difusa proveniente de la
muestra es reflejada dentro del dispositivo en todas las direcciones.

La predicción de las propiedades de sistemas compuestos, como es el caso de un


sustrato de vidrio con recubrimiento sobre una de sus caras, requiere más información
que la reflectividad y transmisividad de la cara recubierta, para lo cual se tienen las
siguientes ecuaciones (Rubin et al, 1998), que permiten caracterizar a la ventana y
poder simular su comportamiento para diferentes ángulos de incidencia:

(1 − rs )tcτ s
Tc = (3.4)
1 − rs rc f τ s2

127
(1 − rs )2 rc f τ s2
ρ cf = rs + (3.5)
1 − rs rc f τ s2

tc2 rsτ s2
ρ cb = rcb + (3.6)
1 − rs rc f τ s2

donde

subíndice c cara con recubrimiento


subíndice ssustrato
superíndice fcara frontal
superíndice b cara posterior
ttransmisividad interfacial sustrato-recubrimiento
rreflectividad interfacial
τ transmisividad interna
T transmisividad total
ρ reflectividad total

A fin de conocer la influencia del ángulo de incidencia, se introduce el siguiente


término en τs

 − KL 
I  
τ s = t = e cos θ  (3.7)
Ii

donde

Iiirradiancia incidente
Itirradiancia transmitida
K coeficiente de extinción del recubrimiento
L espesor de la película
θ ángulo de incidencia

La luz solar en muy raras ocasiones incide perpendicularmente sobre la superficie de


una ventana, llega en ángulos bajo los cuales la transmisividad y la reflectividad difieren
de modo importante de los valores medidos en el laboratorio. Éstos últimos se miden a
un ángulo normal a la superficie (0º) y son los que se reportan generalmente en las
especificaciones ópticas de los fabricantes o en los artículos de revistas especializadas.

128
1

Tsol normalizada
0.8

Vidrio flotado
0.6
sencillo
0.4 doble
triple
0.2

0
0 20 40 60 80 100

Ángulo de incidencia

Fig 3.8 Se observa la dependencia de la transmisividad, en una


ventana de vidrio flotado común, al del ángulo de
incidencia de la luz solar (Karlsson et al, 2001). A
partir de 60º ocurren cambios importantes

Por eso, se necesitan ecuaciones confiables que incorporen el efecto del ángulo de
incidencia y permitan calcular las propiedades de las ventanas en diferentes circuns-
tancias más cercanas a la realidad. Véase la fig 3.8, donde un ángulo de incidencia de 0º
significa también incidencia perpendicular. Las ecuaciones anteriores tienen la ventaja
de incorporar tal efecto.

3.4.4 Efectos de los recubrimientos en vidrios arquitectónicos

Los grandes edificios modernos con fachadas cubiertas casi por completo con cristales
son cada vez más numerosos y muy valorados en nuestra sociedad. Si bien son
atractivos visualmente, tienen la desventaja de que en el interior de la construcción hay
una alta o baja ganancia térmica —debido a las condiciones del tiempo a lo largo del
año, pues habrá días cálidos y días fríos— a causa del elevado porcentaje de vidrio
exterior. Este problema se suele atacar aumentando los dimensionamientos de los
equipos de aire acondicionado y/o de calefacción, lo que conduce a que se incrementan
los gastos de instalación y operación del edificio.

No obstante, existe otra solución cada vez más frecuente, al exceso de ganancia térmica
hacia el interior. Ésta es colocar en los vidrios recubrimientos altamente reflejantes,
pero que generalmente tienen elevadas absortividades, con respecto a los vidrios
normales. Dichos recubrimientos les confieren las coloraciones verdosas, azuladas y
grisáceas que todos hemos visto en los grandes edificios.

129
Surgen entonces otras dificultades. La primera es la reducción de la transmisividad en el
visible; sin embargo, el ojo humano no percibe gran disminución de la visibilidad
puesto que el flujo luminoso del interior es menor al exterior. La segunda, consecuencia
de la primera, es que la iluminación natural dentro del edificio se ve disminuida y, por
tanto, se hace necesario recurrir a mayor iluminación artificial. Además de los costos
que representa la instalación de la iluminación eléctrica, su baja eficiencia provoca
aumento en la carga térmica por la disipación de calor de las lámparas.

La solución se encuentra entonces en ventanas selectivas a la radiación, que impidan el


paso del calor pero que no afecten a la luz visible. La fabricación de vidrios con bajo
coeficiente de transferencia de calor (U) basados en películas de baja emisividad o
empleando varias películas con diferentes propiedades, depositadas sucesivamente
sobre la superficie del vidrio es una de las soluciones; otra es la instalación de ventanas
con doble vidrio donde el espacio entre los vidrios está al vacío (presiones muy bajas) o
se encuentra relleno con algún gas de baja conductividad térmica.

3.4.5 Cromogénesis

Recubrimientos de películas delgadas ópticamente activos son aquéllos capaces de


modificar sus propiedades ópticas de acuerdo con cambios en las condiciones a las que
estén expuestos. Esta capacidad de respuesta a los efectos del medio ambiente se puede
conseguir mediante una serie de procesos físicos y químicos en gran número de
sustancias. Dicho fenómeno recibe el nombre de cromogénesis, término derivado de las
palabras χροµα = croma (color) y γενεσιξ = génesis (creación), creación de color. Son
cuatro los mecanismos principales, responsables de la variación reversible de las
propiedades ópticas. Sin embargo, los sistemas pasivos son los más conocidos y los más
empleados por su relativa simplicidad y facilidad de fabricación. Los sistemas activos
son más complejos e incorporan diversos componentes, a excepción de los fotocrómicos
y los termocrómicos. Los vidrios arquitectónicos ampliamente utilizados en la construc-
ción de edificios son un ejemplo. Un sistema pasivo no modifica sus propiedades sea
cual sea la condición del medio, su transmisión y absorción de radiación solar, por
ejemplo, permanecerá constante sea de día o de noche.

Fotocromismo. Se define como un cambio en su absorción óptica, que se realiza cuando


el material se expone a diferentes tipos de radiación (hν)∗. Las propiedades originales se


La energía de una onda electromagnética es igual al producto hν, donde ν es la frecuencia de la onda (la velocidad
de la luz multiplicada por el inverso de la longitud de onda, c/λ); h es la constante de Planck (6.6262x10-34 J s).

130
restablecen cuando dejan de recibir la radiación. Este tipo de materiales resultan los más
conocidos, pues han tenido gran aplicación en vidrios, básicamente en la fabricación de
anteojos; sin embargo, su estudio en películas delgadas es reducido.

Termocromismo. Es el cambio de las propiedades ópticas en función de la temperatura.


Los compuestos al calentarse modifican de manera reversible su reflectividad,
transmisividad, absortividad, conductividad, etc, y regresan a sus propiedades originales
cuando se enfrían.

Electrocromismo. Se presenta exclusivamente en películas delgadas. Es el cambio de las


propiedades ópticas por la aplicación de una diferencia de potencial, que tiende a
restablecerse al aplicarse el voltaje opuesto. Tecnológicamente son los recubrimientos
más atractivos, pues se puede controlar la transmisividad a voluntad, puesto que el
voltaje es regulado según los intereses del usuario.

Sistemas de cristal líquido. Es parecido en cierto modo al electrocromismo. El meca-


nismo básico es el campo eléctrico producido por dos electrodos transparentes; cuando
se modifica la dirección del campo eléctrico, las moléculas de cristal líquido cambian de
orientación. La modulación óptica se da con la ayuda de moléculas de un colorante
disperso entre el cristal líquido.

Los procesos físicos y químicos que ocurren en el fenómeno de la cromogénesis son


varios y están relacionados entre sí, por lo que resultan de gran interés científico; se
presentan transporte iónico, transporte electrónico, cambios en la composición química,
variación del potencial químico, formación de centros de color, aparición de efectos de
barrera interfacial, etc. Para entender todos estos procesos, mecanismos y efectos es
necesario recurrir a la química y física del estado sólido, ciencia y tecnología para la
fabricación de películas delgadas, fenómenos de superficie, electroquímica, técnicas de
análisis y caracterización de compuestos, y física de polímeros, entre otras disciplinas.

Actualmente, se han descubierto gran variedad de recubrimientos ópticamente activos.


La mayoría de las investigaciones han documentado óxidos de metales de transición
(Lampert y Granqvist, 1989) y, predominan los estudios del electrocromismo (Lampert,
1995), ya mencionado, que resultan los más atractivos comercialmente por su gran
gama de aplicaciones.

131
Fig 3.9 Los cuatro mecanismos principales causantes de la cromogénesis. En el
termocromismo y en el sistema por cristal líquido es instantáneo el cambio de
la transmisividad (Lampert y Granqvist, 1989)

Otra serie de compuestos que ganan popularidad son los polímeros para aplicaciones en
electrocromismo.

132
Nuestras investigaciones se han enfocado en compuestos de cobre y vanadio, óxidos
principalmente, fáciles de manejar y de fabricar, con propiedades ópticas apropiadas
para los usos y climas de nuestro país.

3.5 Fabricación de ventanas selectivas de la radiación solar

La técnica que se utilizó para el depósito de las películas selectivas fue la erosión iónica
o sputtering, que está catalogada dentro de las técnicas que depositan películas delgadas
por medios físicos (PVD)∗. Esta técnica es muy empleada industrialmente para la
producción de recubrimientos de ingeniería y otros para todo propósito. Algunas de sus
aplicaciones son recubrimientos con bajo coeficiente de fricción o con elevada dureza
para piezas mecánicas, metalizado de papel o plástico, recubrimiento de componentes
electrónicos, depósito de las diferentes capas que conforman los discos compactos,
fabricación de vidrios arquitectónicos.

Como el proceso de depósito se realiza en alto vacío, se garantiza la pureza y calidad


del mismo pues no sufre contaminación de agentes extraños presentes en la atmósfera.
Se tiene también un gran control sobre todas las variables del proceso, lo que simplifica
la operación de los equipos y posibilita obtener una variada gama de recubrimientos.

La erosión iónica involucra un bombardeo de iones sobre la superficie del material que
va a depositarse. Los iones son acelerados y chocan con energías de 500 eV
aproximadamente; esta energía la transfieren a las partículas que son arrancadas y que
eventualmente se depositan sobre el sustrato o pieza por recubrir. Como las partículas se
aceleran a causa de toda la energía que llevan, inciden con fuerza en el sustrato dando
por resultado que se adhieran firmemente. Los recubrimientos fabricados con erosión
iónica presentan gran adhesión y, por tanto, mayor resistencia a la corrosión que con
técnicas de depósito por evaporación térmica o de baño químico; asimismo, son muy
uniformes y homogéneos. Las películas producidas no presentan regiones gruesas o
delgadas, lo que las hace excelentes candidatas para aplicaciones en óptica. Finalmente,
al ser una tecnología madura ampliamente difundida y con diversos usos industriales, es
viable la futura producción en gran escala de las ventanas propuestas en este capítulo.


Por sus siglas en inglés: physical vapour deposition.

133
3.5.1 Depósito de películas pasivas de Cu2O y CuS

Se describe el proceso seguido para fabricar ventanas selectivas de óxido cuproso Cu2O
y sulfuro de cobre (CuS). En un principio se produjeron ventanas con un recubrimiento
exclusivo de óxido cuproso y en una segunda etapa se combinó este compuesto junto
con otra película de sulfuro de cobre.

Se colocó el sustrato de vidrio de 600 x 400 mm frente a dos magnetrones planos de


250 x 125 mm (fig 3.10) (la técnica que hace uso de los magnetrones planos se expone
detalladamente en el cap 2, sobre Desarrollo de espejos para concentradores solares).
El sustrato es vidrio flotado comercial de 3 mm de espesor. A continuación, se procedió
a eliminar los restos de impurezas de la superficie del vidrio con una descarga de un
plasma de baja energía, mejor conocido como descarga luminosa durante 20 minutos y,
posteriormente, se depositó una película de óxido cuproso. Para ello, se introdujo argón
al interior del tanque hasta una presión de 8 x 10-3 Torr y con la fuente de corriente
directa se le aplicó al sistema un voltaje de 810 V, con baja potencia (200 W). La
erosión iónica o sputtering con los magnetrones se inicia cuando el potencial entre los
electrodos alcanza valores de 400 a 500 V. Como el blanco de cobre está negativamente
polarizado —también se le denomina cátodo—, los iones Ar+ lo bombardean arribando
con energías del orden de 100 a 500 eV. Los átomos en la superficie del cobre están
unidos por energías inferiores a 10 eV (energía de sublimación) y la energía promedio
de aquellos que son desprendidos es de 10 a 40 eV; el resto de la energía se disipa en el
magnetrón en forma de calor.

Al argón que compone el plasma se incorporó un porcentaje de oxígeno, que varió de


20 a 35 %, para asegurar que las moléculas de Cu reaccionaran al momento de viajar a
través del plasma para depositarse en el sustrato. Un análisis por XPS (ESCA), fig 3.46
de la pág 170, comprobó que ese porcentaje de oxígeno producía películas de la
estequiometría deseada: dos átomos de cobre por uno de oxígeno.

El tiempo de depósito fue de aproximadamente 10 minutos lo que permite obtener


espesores de óxido cuproso del orden de 100 nm a una potencia de 350 a 400 W.

Al momento de realizar la erosión iónica, el sustrato de vidrio se mantiene en continuo


movimiento con ayuda de un motor adaptado para tal fin con objeto de abarcar el área
ya señalada de 600 x 400 mm para asegurar un depósito uniforme.

134
Fig 3.10 Vista del interior de la cámara de evaporación. Se aprecian dos magnetrones
y el soporte para mover el vidrio (placa de la derecha). La alimentación
eléctrica y el agua de enfriamiento entran por el tubo que se observa a la
izquierda de la fotografía

Con el fin de mejorar las propiedades espectrales de la película de óxido cuproso, se


agregó a ésta una película de sulfuro de cobre II. Para hacer el depósito del sulfuro de
cobre II se partió de la película fabricada por sputtering, a la cual se le hizo pasar una
corriente de ácido sulfhídrico (H2S), con lo que se formó una capa de CuS sobre la
superficie del blanco de cobre. El tiempo de exposición fue de 1 a 2 h según el volumen
de gas producido.

Se aplicó otra metodología para el depósito del sulfuro de cobre II, que consistió en
extraer el blanco de cobre de la cámara de evaporación y someterlo a exposición con
ácido sulfhídrico durante 2 h, para formar en la superficie del blanco de cobre una capa
delgada de sulfuro. A continuación, se le reintroduce en la cámara para proceder con la
erosión de esta película sulfurada que se deposita sobre la de óxido cuproso.

Siguiendo la primera metodología descrita para la formación del H2S se pudo mejorar la
calidad del depósito de sulfuro de cobre, pues producirlo por sputtering no permitía
abarcar una gran área ni asegurar que el depósito fuese exclusivamente de CuS, debido
a que durante el proceso se agotaba rápidamente este material. El CuS depositado por
erosión iónica era previamente producido sulfurando el blanco de cobre 99.99 % con
una corriente de ácido sulfhídrico, bajo condiciones de baja temperatura lo que generaba

135
una capa muy delgada de CuS que al agotarse era cubierta por otra de cobre metálico,
siendo esta última indeseable.

Se obtuvieron ventanas con una coloración gris amarillento, resultado del amarillo del
Cu2O y el tono grisáceo del CuS. El espesor de la película de CuS fue de
aproximadamente 40 nm.

Comercialmente es posible adquirir blancos de CuS; sin embargo, la falta de recursos


impidió que se comprara por lo que se tuvo que recurrir a la producción en el
laboratorio por los métodos químicos ya descritos.

3.6 Propiedades y comportamiento de las ventanas selectivas de la irradiancia solar

3.6.1 Desempeño de las películas de óxido cuproso

A continuación, se presenta el comportamiento espectral de diferentes muestras de


óxido cuproso producidas en nuestro laboratorio, mediante un plasma reactivo de
Ar-O2. Las películas presentan una agradable coloración amarilla y alta luminosidad,
salvo la muestra 11-3-01 (fig 3.11).

Los espectros se obtuvieron en los laboratorios del Centro de Investigación en Energía,


en Temixco, Mor. Se midieron reflectividades y transmisividades. Se utilizó un
espectrofotómetro Shimadzu VIS-NIR modelo 3101.

En todas ellas, se observa que en el infrarrojo hay una transmisividad (T) de


aproximadamente 50 a 60 % de la radiación. Con respecto al visible, la radiación es
bloqueada de un 25 a 40 % (transmisividad del 75 a 60 %). Las muestras alcanzan sus
valores más altos en el visible (380 a 760 nm) y en el infrarrojo cercano (hasta
1100 nm), lo que manifestará una alta luminosidad en el interior de una habitación que
cuente con este tipo de ventanas. En conclusión, se puede decir que este depósito reduce
a la mitad la transmisión de calor y sólo un tercio de la luz visible.

La muestra 11-03-01 presenta un corrimiento, resultado de una diferente composición


química con respecto a las demás. De hecho esta muestra presenta presencia de óxido
cúprico, como lo comprueban los estudios en espectrofotometría de infrarrojo cuyos
resultados se dan en el capítulo siguiente. El comportamiento que siguen las muestras
12-03-01 y 18-03-01 se debe a su mayor espesor con respecto a la 18-03-02.

136
VIS INFRARROJO
100

90
Vidrio claro

Transmisividad, en porcentaje
80
18-03-02
70 18-03-01
12-03-01
60

50

40 11-03-01

30

20

10

0
290 490 690 890 1090 1290 1490 1690 1890 2090 2290 2490

Longitud de onda, en nm

Fig 3.11 Transmisividad de muestras de Cu2O fabricadas sobre vidrio claro de 3 mm,
por erosión iónica

100
Transmisividad, en porcentaje

Sustrato
80

60
Cu2O
40

20
Cu2O-CuS
0
200 600 1000 1400 1800 2200
Longitud de onda, en nm

Fig 3.12 Transmisividad espectral de los filtros de óxido cuproso (Cu2O) y de óxido
cuproso-sulfuro de cobre (Cu2O-CuS)

Un espesor grande resultará en la aparición de más picos y en un ligero desplazamiento


hacia debajo del espectro. Este desplazamiento es señal de que se está dejando pasar
menos radiación. Al observar con cuidado los picos principales, se percibe que

137
coinciden en las tres muestras aproximadamente en los 650 nm, lo que es indicio de su
misma composición química, en este caso óxido cuproso.

Para obtener un filtro solar eficiente, se requiere que la transmisividad en el infrarrojo


sea la más baja posible y en el visible lo más elevada. De esta manera la ventana
bloquea en su mayor parte el calor incidente sin reducir su visibilidad. La película sola
de óxido cuproso resulta insuficiente para obtener un filtro solar capaz de ser
comercializado; es necesario optimarlo para que su bloqueo del infrarrojo sea mayor;
por ello se diseñaron sistemas de diversas películas.

Se fabricaron otro tipo de películas muy delgadas (de 10 a 20 nm de espesor) de sulfuro


de cobre II sobre la de óxido cuproso. Con el fin de obtener una ventana con menor
transmisividad en el infrarrojo, sin afectar el comportamiento en el visible de la misma,
se seleccionó este compuesto (Nair MTS y Nair PK, 1991). Por tanto, se tuvo una
ventana capaz de controlar más eficientemente el paso de la radiación infrarroja
teniendo un par de capas que proporcionen poca transmisividad del infrarrojo. Estas
ventanas presentaron una coloración gris amarillento, resultado del amarillo del Cu2O y
el tono grisáceo del CuS.

La fig 3.12 presenta la transmisividad espectral VIS-NIR de las películas de óxido


cuproso y la de la combinación de óxido cuproso-sulfuro de cobre. En ella se aprecia el
efecto de incorporar el sulfuro de cobre. Los espectros de las ventanas mostraron tener
una transmisividad en el infrarrojo inferior a 20 %, cifra que puede ser menor si se
aumenta el espesor de la película de sulfuro; sin embargo, esto implica disminuir la
transmisividad en el visible. Obsérvese la mejoría en la zona del infrarrojo a expensas
del visible. De hecho, en el visible su transmisividad está cercana a 30 % lo que
coincide con las mediciones reportadas por Nair et al (1997).

Se buscó que la combinación de las dos películas produjera una ventana que dejara
pasar la mayor cantidad posible de luz visible y bloqueara lo más posible de infrarrojo.
Su característica principal es no disminuir la visibilidad al evitar la excesiva entrada de
radiación infrarroja durante el día, mientras que, durante la noche, reduce la tasa de
pérdida de calor hacia el exterior.

138
Fig 3.13 Reflectividad y transmisividad de una muestra de Cu2O-CuS. La
absortividad es calculada: A = 100 - (T+R)

Ventana Cu2O
100
VIS IR
T, R y A, en porcentaje

80

60
Transmisividad

40
Reflectividad

20
Absortividad

0
250 500 750 1000 1250 1500 1750 2000 2250 2500
Longitud de onda, en nm

Fig 3.14 Reflectividad y transmisividad de una muestra de Cu2O. La


absortividad es calculada: A = 100 - (T+R)

En las figs 3.13 y 3.14 se observan los espectros de transmisividad (T), reflectividad (R)
y absortividad (A) para los dos tipos de ventanas señalados hasta ahora.

El sistema de dos películas Cu2O-CuS tiene una tendencia de comportamiento parecido al


esperado para una ventana de baja emisividad: baja reflectividad en el visible y alta en el
infrarrojo, mientras que la transmisividad sigue el comportamiento opuesto (fig 3.15).

139
VIS IR
100

Reflectividad

T y R, en porcentaje
80

60

40

20
Transmisividad
0
250 750 1250 1750 2250

Longitud de onda, en nm

Fig 3.15 Representación teórica ideal de la reflectividad y transmisividad en un


recubrimiento de baja emisividad (Johnson, 1991, Almanza y Muñoz, 1994)

Una película de baja emisividad como su nombre lo indica tarda en perder la energía
que se encuentra en ella, es decir, la energía se emite más lentamente. Y esta energía se
emite como radiación infrarroja de onda larga (mayor de 2 500 nm). Una ventana de
baja emisividad absorbe energía solar y emite energía radiante característica de su
temperatura. A una superficie con alta absorción en el espectro solar y baja emisividad
en el intervalo de emisión de un cuerpo negro (a 6 000 K) se le llama superficie selectiva
de la radiación solar.

La transmisividad es casi cero para la mayor parte de los materiales en la zona del
infrarrojo con longitud de onda superior a 2 500 nm, lo que significa que una superficie
de baja emisividad tiene alta reflectividad (ε = 1 - R) en esa región del espectro. Si el
cuerpo es semigris, A = ε = 1 - R (Duffie y Beckman, 1991).

El conocimiento de cómo se comporta el infrarrojo es útil para evaluar el desempeño de


las ventanas. Una ventana de baja emisividad rechaza (refleja) la radiación infrarroja si
la temperatura exterior es mayor, por el contrario en invierno evitará que todo el calor
del interior se escape (nuevamente lo refleja pero hacia adentro). Pero esto es verdad
sólo para el infrarrojo de más de 2 500 nm. Para la radiación de longitud de onda
inferior, la baja emisividad va dejando de significar alta reflexión conforme aumenta la
transmisividad.

140
En los espectros de las figs 3.11 a 3.15 se evidencia que la transmisividad (T) no es
constante en el visible, ni en el ultravioleta o el infrarrojo, lo mismo sucede con la
reflectividad (R) y la absortividad (A). Con el fin de clasificar y de simular el
comportamiento de un filtro solar por computadora para conocer cómo sería su
desempeño a lo largo de un año ya puesto como ventana, es necesario obtener un valor
promedio de sus propiedades ópticas; de esta manera la codificación del programa de
computadora es más simple.

Hablar de un promedio de las propiedades ópticas (transmisividad, reflectividad,


absortividad) de un cuerpo traslúcido no es lo más apropiado, pero brinda una idea de
cómo es que un espectro como el de la figura anterior se puede convertir en una cifra
que, a la postre, es el parámetro empleado para medir la calidad de dicho objeto.

Estas cifras se obtienen para cada región del espectro: ultravioleta, visible e infrarrojo.
Cada región se divide en pequeños intervalos de igual energía (que no significan
intervalos iguales de longitud de onda) y se integran todas las áreas bajo la curva
definidas por los intervalos.

Con ayuda del programa TRABSOL, desarrollado en el Centro de Investigación en


Energía, UNAM, se hicieron estos cálculos para algunas muestras. Los cuales fueron
utilizados posteriormente en la simulación por computadora con TRNSYS y ENERGY-10
de las ganancias térmicas de una ventana con estos recubrimientos.

La tabla 3.2 indica los valores obtenidos de T, R y A (para las tres regiones del espectro
solar) de las muestras de Cu2O y de Cu2O-CuS que aparecen en la fig 3.12.

La transmisividad total de la muestra de óxido cuproso es de 55 %, refleja 20 % y


absorbe 25 % de la radiación solar que incide sobre ella; mientras que la muestra
mejorada compuesta por una película de Cu2O y encima de ella otra de CuS posee una
transmisividad total de 22 %, refleja 17 % y absorbe 60 % de la radiación solar.

TABLA 3.2 VALORES, INTEGRADOS POR ZONAS DEL ESPECTRO SOLAR,


DE REFLECTIVIDAD Y TRANSMISIVIDAD,
CORRESPONDIENTES A LAS MUESTRAS DE LA FIG 3.12
Composición RUV RVIS RIR TUV TVIS TIR TTOT RTOT A
de la película
Cu2O 7.26 13.3 25.2 0.93 51.7 60.8 55.2 19.6 25
Cu2O-CuS 11.2 15.1 19.5 1.4 25.1 21.4 22.4 17.4 60.1

141
Transmisividad, en porcentaje
60
50 Cu-Cu2O
40
30
20 CuS-Cu2O

10
Cu-Cu2O gruesa
0
200 600 1000 1400 1800 2200
Longitud de onda, en nm

Cu2O-CuS Cu-Cu2O Cu-Cu2O gruesa

Fig 3.16 Transmisividad espectral comparativa entre filtros a los que se añade a la
película de óxido cuproso otra de sulfuro de cobre o de cobre

3.6.2 Ventana cobre-óxido cuproso

El procedimiento de fabricación de la ventana de Cu2O-CuS utilizado en este trabajo


resulta en ciertos aspectos poco práctico, debido a que no se pueden fabricar las dos
películas en una sola sesión, es necesario abrir la cámara de evaporación para depositar
el sulfuro y eso induce algo de contaminación en la interfase de las dos películas por la
adsorción de impurezas del aire. Sin embargo, este problema queda eliminado si la
producción del recubrimiento se lleva a nivel industrial, donde es necesario que el
proceso sea continuo para manejar grandes volúmenes de producto terminado. La
restricción que se tiene en nuestro caso es el poco espacio para introducir más
magnetrones que permitan depositar las películas sucesivamente sin necesidad de
romper el vacío. En el mercado se dispone de blancos de CuS.

Esto significó diseñar otro tipo de filtro solar que empleara cobre en lugar de sulfuro de
cobre. Las películas metálicas en vidrio fueron las primeras ventanas utilizadas como
sistemas pasivos y resultan ser muy reflejantes en el infrarrojo, comercialmente hay
disponibles ventanas con recubrimientos muy delgados de plata y de aluminio. Se espe-
raba que el cobre confiriera a la ventana un desempeño similar al del CuS. En la fig 3.16
se presenta el espectro de transmisividad espectral de dicho sistema de dos películas.

142
Como se puede observar, las propiedades del filtro de cobre-óxido cuproso son
similares a las del filtro que incorpora sulfuro, su luminosidad (transmisividad en el
visible) puede ajustarse en 40 % aproximadamente, mientras que en el infrarrojo la
transmisividad es de 15 a 20 %.

Con estos resultados, se puede suponer que los filtros a base de cobre-óxido cuproso y
sulfuro de cobre-óxido cuproso son viables para su uso como sistemas pasivos en
edificios y casas para el ahorro de energía.

3.6.3 Ventana de bióxido de vanadio

Las ventanas producidas con base en cobre son ventanas novedosas que requieren
insumos y tecnología que las hacen viables para países como México, con bajo nivel
tecnológico en su industria y con climas templados y cálidos. Considerando
precisamente las condiciones climáticas apropiadas para instalar las ventanas de óxido
cuproso-sulfuro de cobre y de cobre-óxido cuproso, se proponen para los climas
templados con oscilación térmica diaria moderada.

Las razones para recomendarlas para dicho tipo de clima se derivan del hecho que estas
ventanas son pasivas, es decir, sus propiedades espectrales son constantes siempre y,
por ejemplo, cuando haya tiempo frío o invernal, estas ventanas no dejarán entrar la
poca pero valiosa radiación que contribuirá a calentar el interior del aposento, en
contraparte, tampoco dejará escapar el calor generado dentro de la habitación. Este
efecto resultará más acentuado si la temperatura es más baja. Sin embargo,
considerando que este efecto no se refleja en las simulaciones hechas para Mexicali ni
para la ciudad de México, que se presentan más adelante, se concluye que nunca será
tan pronunciado como para desalentar su uso en la República Mexicana.

Se trabajó en la obtención de una ventana selectiva de bióxido de vanadio (VO2) que


bloqueara automáticamente el paso del calor sin afectar el de la luz visible. Esto se
consigue cuando la ventana alcanza una temperatura de 68ºC, temperatura susceptible
de ser alcanzada en días cálidos y de mucha insolación. Cabe señalar también que,
además de la temperatura ambiental, este cambio en las propiedades ópticas de la
película va a depender de si la película y el vidrio poseen una alta absortividad y una
baja emisividad, dado que ambas propiedades propician su calentamiento al retener la

143
radiación solar incidente y transformarla en calor. Para aumentar la posibilidad de que
la película de VO2 alcance su temperatura crítica con mayor facilidad se puede construir
una ventana compuesta donde haya una película de alta absorción que incremente y
mantenga la temperatura de la de bióxido de vanadio. Otra posibilidad es dopar la
película del óxido de vanadio con algún otro elemento como flúor, niobio, molibdeno o
tungsteno (Lampert y Granqvist, 1989). Se ha reportado que agregando de 2 a 7% de
estos elementos en la película se consigue la disminución de su temperatura crítica hasta
valores que varían en un intervalo de 60 a 50ºC.

3.6.4 Procedimiento de fabricación de la película de VO2

Se hicieron depósitos de VO2 a partir de un blanco de vanadio puro. Se sometió el


blanco a bombardeo de iones de argón y oxígeno que desprendieron los átomos de la
superficie del metal, los cuales viajaron a través del plasma oxidándose y dando por
resultado el compuesto químico VO2, que es el que se deposita sobre un vidrio de
60 x 30 cm. El proceso dura de 30 minutos a una hora dependiendo del espesor de
película deseado. Para espesores de 250 nm se requiere un depósito de una hora.

Para producir los iones se emplea una fuente de corriente directa y se le aplica al
sistema un voltaje de 810 V, con baja potencia (200 W). La erosion iónica se inicia
cuando el potencial entre los electrodos (blanco de vanadio uno y vidrio el otro) alcanza
valores de 400 a 500 V. Como el blanco de vanadio está negativamente polarizado —
también se le denomina cátodo—, los iones Ar+ lo bombardean arribando con energías
del orden de 100 a 500 eV. Los átomos en la superficie del vanadio están unidos por
energías inferiores a 10 eV (energía de sublimación) y la energía promedio de aquellos
que son desprendidos es de 10 a 40 eV, el resto de la energía se disipa en el magnetrón
en forma de calor.

Al argón que compone el plasma, se incorporó un 10 % de oxígeno, para asegurar que


las moléculas de vanadio reaccionaran al momento de viajar a través del plasma para
depositarse en el sustrato. La fuente de corriente directa se ubica a una potencia de
400 W para hacer la oxidación del metal. Al momento de alcanzar los 400 W, el
sustrato de vidrio se mantiene en continuo movimiento con ayuda de un motor adaptado
para tal fin y abarcar el área ya señalada de 600 x 400 mm con un depósito uniforme.

144
TABLA 3.3 CONDICIONES PARA EL DEPÓSITO DE LAS PELÍCULAS DE VO2

Parámetros Valores
Presión del gas 13.33 x 10-2 Pa
Composición del gas 10 % oxígeno-90 % argón
Temperatura del sustrato de vidrio 300ºC
Potencia de la fuente de corriente directa 400 W
Tiempo del depósito 30 a 60 minutos

Se obtuvieron vidrios con una coloración amarilla de una tonalidad ligeramente verdosa
y con un comportamiento selectivo a la radiación infrarroja. Este comportamiento es un
cambio de las propiedades ópticas en función de la temperatura. Al calentarse la
película a temperaturas mayores de 68ºC, ésta modifica de manera reversible su
reflectividad, transmisividad, absortividad, conductividad, etc, y regresa a sus propie-
dades originales cuando se enfría por debajo de esa temperatura.

3.6.5 Propiedades espectrales de la ventana de VO2

Para asegurar esta modificación de propiedades en función de la temperatura es


necesario que el VO2 tenga una estructura policristalina. Si el depósito de bióxido de
vanadio se realiza sin calentamiento resulta una estructura amorfa. El calentamiento
permite el reacomodo de las moléculas de bióxido de vanadio en pequeños agrupa-
mientos o cristales, a mayor temperatura, los cristales serán más grandes y la eficiencia
de la ventana será mucho mayor. Esta propiedad termocrómica es posible gracias a que
el orbital 3d del vanadio modifica sus enlaces al elevarse la temperatura, lo que permite
al óxido transformarse de un dieléctrico en un semiconductor (Burkhardt et al, 1999).

El mayor problema por vencer en esta última etapa fue el desarrollo de un sistema de
calentamiento apropiado. Se deseaba subir la temperatura del vidrio hasta 400ºC; sin
embargo, limitaciones como una posible oxidación del aceite siliconado de la bomba de
difusión (que se utiliza para hacer alto vacío y cuyo costo por litro es $5 000 pesos
aproximadamente), un debilitamiento de la estructura de la cámara de evaporación (es
un tanque con 40 años de antigüedad que se somete constantemente a esfuerzos por el
hecho de trabajar en alto vacío) y una posible fusión o fractura de los arosellos que
aseguran el cierre hermético de la cámara, etc, hicieron que nuestra temperatura límite
fuese 300ºC.

145
Transmisividad de VO2
100

T, en porcentaje
VIS IR
80
60
40
20
VO 2 arriba de temp. crítica
0
0 500 1000 1500 2000 2500

Longitud de onda, en nm

Fig 3.17 Transmisividad espectral de la película de VO2. Al alcanzar una temperatura


superior a 68ºC, la transmisividad se modifica y la película bloquea gran
parte del infrarrojo o calor

Entonces, el reto fue obtener la mejor película de VO2 bajo estas restricciones de
temperatura. Lo ideal hubieran sido depósitos entre 400 y 500ºC; sin embargo, el
tamaño de nuestros equipos no permiten alcanzar temperaturas tan altas.

Un espectro típico de transmisividad de las muestras producidas se muestra en la


fig 3.17.

La curva superior presenta el desempeño de la ventana a temperaturas inferiores a la


temperatura crítica de 68ºC, la curva inferior muestra que la misma película impide el
paso del 65 % del infrarrojo cercano (790 a 2500 nm) aunque también su transmisividad
en el visible disminuye un poco, aproximadamente 5 %. Esto significa que dicha
película permitirá el paso de la irradiancia solar cuando la temperatura ambiente no sea
tan alta y cuando la película esté por debajo de los 68ºC.

Si las condiciones del día son calurosas y de elevado soleamiento, el sistema vidrio-
película de VO2 se calentará por arriba de dicha temperatura crítica, lo que provocará
que se modifiquen los enlaces químicos del vanadio, convirtiéndose el VO2 en un
semiconductor. Al tener la película un comportamiento de semiconductor bloqueará el
paso del calor y de la luz.

Sin embargo, el máximo bloqueo del calor alcanzado por las muestras fue del 70 a
65 %. Se han reportado en la literatura bloqueos máximos en el infrarrojo del orden de

146
85 a 90 % si la temperatura del sustrato al momento del depósito es de 800 ºC
(Christmann et al, 1996). El vidrio a esa temperatura empieza a reblandecerse por lo
que técnicamente no es viable fabricar ventanas a temperaturas cercanas al punto de
fusión del vidrio. En el trabajo citado de Christmann se trabajó con sustratos de cuarzo
de 1 a 2 cm2 cuyos puntos de fusión fueron 1 713 ºC.

3.6.6 Propiedades térmicas de las ventanas de Cu2O

Con los resultados obtenidos, se puede suponer que los filtros con base en cobre-óxido
cuproso, sulfuro de cobre-óxido cuproso y bióxido de vanadio son viables para su uso
como sistemas de control de la radiación solar con el fin de obtener ahorro en el
consumo de energía. Para ello y para conocer con más detalle la cantidad de energía que
es posible ahorrar, se procedió a hacer una simulación con el programa ENERGY-10. Se
pudo conocer la evolución térmica de un departamento de interés social de 70 m2 y los
ahorros de energía a lo largo del año. Al final del capítulo se dan los resultados.

Esta serie de ventanas tienen ventajas sobre los dos tipos de vidrios que más se usan
actualmente para rechazar el calor; los vidrios entintados y oscurecidos y los que
cuentan con un recubrimiento altamente reflejante que no es selectivo, por lo que resulta
también poco luminoso, además de las molestias que provoca a aquellos que transitan
por el exterior de la edificación y que reciben los rayos reflejados por estas ventanas. De
hecho, el uso de estos últimos está empezando a regularse en algunos países.

Se hizo una búsqueda bibliográfica en INTERNET (www.pilkington.com, www.saint-


gobain-glass.com, www2.vto.com), a fin de averiguar las características de algunas
ventanas disponibles comercialmente. Se encontró que en el mercado europeo y
norteamericano, prevalecen ventanas dobles o triples, con huecos intermedios rellenos
por algún gas noble; también ofrecen recubrimientos de un solo vidrio. Pudimos
observar que los datos que reportan de transmisividad para un solo recubrimiento son
muy parecidos a nuestro recubrimiento de Cu2O; sin embargo, la diferencia se nota en el
coeficiente de transferencia de calor (U), más bajo en nuestras ventanas (0.69 BTU/h ft2 °F,
3.92 W/m2 K).

Se midieron los valores de R y U de nuestras ventanas con óxido cuproso, los resultados
se presentan en la tabla 3.4.

147
TABLA 3.4 VALORES DEL COEFICIENTE DE TRANSFERENCIA DE CALOR Y
SU TRANSMISIVIDAD PARA MUESTRAS DE VENTANAS DE CU2O

Muestra R (m2 K/W) U (W/m2 K) Transmisividad (VIS) Comentarios

Cu2O (∼250Å) 0.254 3.93 75 % Coloración amarilla clara


Cu2O (∼500Å) 0.254 3.93 70 % Coloración amarilla
Cu2O (∼500Å) 0.233 4.3 70 % Coloración amarilla.
Ligeramente quemado de
un extremo
Cu2O (∼200Å) 0.247 4.05 75 % Coloración amarilla clara
Vidrio común 0.159 6.30 90 %
Vidrio doble 0.368 2.72 80 %

Como conclusión, al revisar los vidrios con un solo recubrimiento, lo que se ofrece son
ventanas que reflejan parte de la radiación solar pero no controlan la transferencia de
calor, pues su coeficiente U corresponde al del vidrio ordinario (1.1 BTU/h ft2 °F,
6.30 W/m2 K). Se trata pues de ventanas que bloquean el paso de la luz, resultan
agradables a la vista pero no tienen un comportamiento adecuado para considerárseles
sistemas pasivos para el control de los flujos de energía calorífica.

Las mediciones de las muestras de óxido de cobre fueron hechas con un medidor de
flujos de calor marca OMEGA. Los datos del vidrio común y el vidrio doble se
obtuvieron de datos reportados en la bibliografía.

Se puede ver que las ventanas con película de óxido de cobre se ubican en un valor
intermedio entre una ventana de vidrio común de 3 mm de espesor (vidrio tipo cal-sosa)
y una ventana con dos vidrios y una separación de aire.

El criterio de selección de los compuestos de cobre que se propone se basa en la


disponibilidad de las materias primas y estabilidad de las mismas bajo plasmas con
reacción química. Se busca un proceso de fabricación simple y de costo lo más bajo
posible.

3.6.7 Microscopía electrónica de barrido del Cu2O

Los depósitos son de aproximadamente 50 nm de espesor y fueron hechos sobre


sustratos de acero inoxidable para facilitar su manejo bajo el microscopio electrónico.

148
Figs 3.18 y 3.19 Fotografías con microscopía electrónica de barrido (SEM) de
recubrimientos de Cu2O hechos con erosión iónica. La primera de
ellas es una amplificación a 10 000X de la segunda

En las figs 3.18 y 3.19 se observa la estructura granular resultante del choque térmico
causado por el súbito enfriamiento que sufrieron las películas al momento de hacerlas,
pues la cámara de evaporación fue abierta de inmediato, y entró aire a temperatura
ambiente. Al terminar de hacer el depósito, muestra y sustrato se encuentran a
temperaturas de 100 a 200°C.

Al observar los detalles la superficie del grano en la fig 3.18 (que corresponden a las
sombras oscuras en los granos de la fig 3.19), se percibe que son huellas de la estructura
de crecimiento de la película. También, revisando la uniformidad del grano en la
fig 3.18 podemos inferir que la película no presenta ningún microagujero por el cual
pueda iniciarse la corrosión.

3.7 Estudio de intemperismo de las ventanas con Cu2O

A continuación, se presenta el estudio de la corrosión atmosférica de películas delgadas


de óxido cuproso depositadas sobre sustratos de vidrio del tipo cal-sosa. Se estable-
cieron los mecanismos a través de los cuales se lleva a cabo la corrosión atmosférica y
la durabilidad de las ventanas para el control del calor. Se realizaron experimentos de
laboratorio y campo, complementados con diversas espectroscopías para determinar los
productos de corrosión formados durante los ensayos de corrosión atmosférica.

149
El estudio de la resistencia al ataque de la atmósfera de estos sistemas, permite diseñar
mejores estrategias de protección a fin de prolongar su tiempo de vida útil y, demostrar
su gran potencial económico por sus costos y fácil disponibilidad de las materias
primas.

Se determinó la morfología de los ataques generados durante los ensayos mediante


microscopía electrónica de barrido (SEM)∗ con análisis simultáneo de las diversas
estructuras que se formaron, mediante dispersión de rayos X (EDX). Se presentan las
fotografías de las principales estructuras observadas mediante SEM. Se propusieron
mecanismos de nucleación y propagación de fallas, a partir de los cuales se deducen las
posibles soluciones tendientes a optimar el comportamiento a la intemperie de las
películas analizadas.

En la SEM, un haz de electrones, de unos cuantos cientos de angstroms∗∗ de diámetro,


barre la superficie de la muestra. El impacto de estos electrones sobre los átomos de la
superficie genera la emisión de nuevos electrones denominados electrones secundarios;
de la medición de la intensidad de los electrones secundarios resulta una señal que se
envía a un tubo de rayos catódicos, similar al cinescopio de un televisor o de un monitor
de computadora. La imagen que aparece en la pantalla del monitor es resultado de los
sucesivos y continuos pasos del haz electrónico sobre la muestra. Cada barrido de la
muestra va produciendo una línea en la pantalla, y se requieren infinidad de líneas para
producir una imagen.

3.7.1 Corrosión

Entre los parámetros de mayor incidencia en la corrosión atmosférica, es ampliamente


reconocida la acción de los diferentes contaminantes ambientales derivados de fuentes
naturales como el mar, las sulfataras, los volcanes, etc, y de origen antropogénico, los
ambientes industriales, con aporte de gases como el SO2, diversos NOx, etc, partículas
de polvo, hollín, minerales y metales (Evans y Taylor, 1972 y Rosales, 1997).

El fenómeno de la corrosión es de naturaleza electroquímica, es decir, que ocurre por


medio de reacciones en las que se produce la oxidación y reducción de diferentes


Por sus siglas en inglés: Scanning Electron Microscopy.
∗∗
1 Å = 1 x 10-10 m. La equivalencia de 10 Å es 0.1 nm.

150
sustancias presentes (Rosales y Ayllón, 1980b). Para que se produzca la corrosión de un
metal, el cual generalmente se oxida, se requiere la presencia de un electrolito, en cuyo
medio se produce el transporte de iones y de corriente eléctrica, y de alguna sustancia
como el O2 del aire o el agua, capaces de reducirse en presencia del metal (Evans y
Taylor, 1972; Rosales, 1997).

Se ha informado frecuentemente que los contaminantes ambientales manifiestan su


máximo poder de reacción sobre superficies metálicas expuestas a la atmósfera, durante
los periodos de lluvias, rocío o cualquier otra forma de depósito de agua líquida,
denominados tiempo de humectación (TDH) (Evans y Taylor, 1972). Esto se debe a que
el agua líquida posibilita la disolución de las sustancias agresivas, sales (NaCl), óxidos
(SO2), etc, dando origen a los electrolitos, sin los cuales no ocurrirían las reacciones de
corrosión (Evans y Taylor, 1972; Morcillo et al, 1998). La mayor o menor agresividad
de estos electrolitos sobre los metales y aleaciones de interés tecnológico depende de los
tipos y niveles de contaminantes de la atmósfera, la cual varía con la distancia a la
fuente de contaminación (distancia al mar, a una planta industrial, a un volcán, etc)
(Rosales, 1997).

El efecto de otras variables atmosféricas de aparente poco significativa incidencia,


puede modificar grandemente los niveles de agresividad de determinada atmósfera. Tal
es el caso de los vientos, cuya acción varía las concentraciones de contaminantes al
apartarlos o al concentrarlos sobre materiales en servicio, variando el tiempo de
humectación (TDH) de alguna cara de cierta estructura, respecto de las restantes,
aportando partículas del suelo de tipo corrosivo o inertes, erosionando la superficie de
modo de dejar continuamente zonas del metal expuestas sin productos de corrosión, etc.

El caso del aporte de sólidos puede causar importantes cambios en la velocidad de


corrosión de metales, en ambientes húmedos, ya que la salinidad del suelo es un factor
de gran aceleración para la corrosión, al promover la formación de electrolitos de
apreciable agresividad. Si los vientos promueven el depósito de polvo del suelo,
formado por partículas inertes al metal, se han encontrado crecientes efectos pasivos
con el tiempo debido a la compactación de los productos de corrosión (Rosales, 1997).
La incidencia de estos parámetros de acción indirecta puede ser tan importante como
para modificar los resultados en más del 50 %.

151
3.7.2 Preparación del sustrato

Durante los ensayos en diferentes condiciones ambientales se pudo apreciar que la


resistencia a la corrosión atmosférica del recubrimiento de Cu2O, estaba fuertemente
condicionada por el nivel de limpieza aplicado al sustrato de vidrio sobre el que se
efectuaron los depósitos de las películas.

La limpieza del sustrato de vidrio es vital para mejorar la adhesión de las películas,
puesto que una mala limpieza reduce la vida media del sistema vidrio-película por la
inclusión de impurezas, incrementando también la probabilidad de que el ataque del
medio provoque daños muy severos. La limpieza consistió en un baño en solución
ácida, un lavado posterior con agua destilada seguido de otro lavado con alcohol
isopropílico y una limpieza con plasma de argón a 3 kV y 0.5 A durante 20 minutos
aproximadamente.

3.7.3 Pruebas de corrosión de las películas

Las películas de Cu2O en estudio se sometieron a ensayos con diferentes duraciones y


condiciones atmosféricas, para establecer el efecto relativo de los diversos factores
ambientales que desencadenan los ataques por corrosión. Se hicieron pruebas en cámara
Xenotest, niebla salina, y exposición al ambiente marino.

En todas las muestras, el ataque fue localizado, independientemente del ambiente en los
que fueron expuestas las muestras para realizar los ensayos. Este resultado es habitual
durante los estudios de corrosión atmosférica, no sólo de películas sino de numerosos
metales y aleaciones ensayados en las más variadas condiciones ambientales (Rosales y
Ayllón, 1980a).

Para la microscopía electrónica de barrido (SEM) y el análisis morfológico de la


superficie, se utilizó un microscopio electrónico marca Phillips 515. Éste cuenta con
una microsonda dispersiva de energía marca EDAX 9100 con la que se hicieron los
análisis de dispersión de rayos X (EDX) que determinaron los elementos ajenos a la
composición original de la película selectiva.

152
3.7.3.1 Resultados

En las pruebas de corrosión sobre las ventanas con recubrimientos de óxido cuproso se
distinguieron, con ayuda de la microscopía electrónica de barrido (SEM), dos tipos
diferentes de fallas que corresponden a distintas etapas o mecanismos del proceso de
corrosión, diferenciables en el tiempo: el inicial, consistente en ampollado, y la
propagación, caracterizada por la formación de productos de corrosión, esencialmente
óxido cúprico, con incorporación de cloruros. Mediante técnicas complementarias a la
SEM, se evidenció la formación de estos compuestos. Las técnicas fueron dispersión de
rayos X (EDX) y espectroscopia de infrarrojo (FTIR). La tabla 3.5 es un sumario de las
muestras ensayadas y a qué pruebas fueron sometidas.

En los resultados de los análisis mediante EDX, del tipo del que se muestra en la
fig 3.20, se constató la presencia de cloro en las zonas atacadas. Se seleccionó un sitio
atacado y se le hizo incidir un haz de rayos X. En la fig 3.20 se observan los picos de
los diferentes elementos químicos involucrados. Las muestras recibieron un baño de oro
por lo que este elemento está presente con dos picos.

Los porcentajes de abundancia de los elementos en la muestra están en el listado de la


izquierda que corresponde al análisis después de exposición a niebla salina durante 72
horas; el de la derecha corresponde a la misma muestra antes de ser sometida a la
prueba.

Las muestras después de estar sometidas a la niebla salina fueron lavadas con agua
destilada con objeto de eliminar de la superficie los restos de cloruro de sodio. Este
análisis demostró que parte del cloruro reaccionó con la película dando lugar a
productos de corrosión.

La espectroscopía de infrarrojo (FTIR) permitió seguir la transformación de Cu2O en


CuO (figs 3.39 y 3.40). Esto se explica con detalle más adelante cuando se discuten los
análisis del FTIR.

Las pruebas en la cámara de niebla salina dieron resultados similares a los de las
muestras expuestas en la estación de ambiente marino de CAMET en Mar del Plata,
Argentina, resultando ambas atmósferas las más agresivas de las condiciones
atmosféricas ensayadas.

153
TABLA 3.5 LISTADO DE LAS MUESTRAS EMPLEADAS EN LAS PRUEBAS
DE CORROSIÓN
Composición* No Tamaño Tipo de Apariencia Comentarios
y espesor muestra (mm) ensayo
5-03
Código:V1A Cu2O≈500Å V1A1 110 x 25
V1A2 120 x 25
V1A3 140 x 25
Código: V2A Cu2O≈500Å V2A5 100 x 150
SiO2≈3 000Å V2A6 100 x 150
V2A7 220 x 60
V2A8 220 x 60
Composición* No Tamaño Tipo de Apariencia Comentarios
y espesor muestra (mm) ensayo
11-03
Código: V1B Cu2O≈500Å V1B1 100 x 150 Marino Oscuro Muestra rota,
falta un trozo
V1B2 180 x 83 Marino
V1B3 100 x 120
V1B4 95 x 55
V1B5 120 x 30 Niebla
salina
V1B6 45 x 40
V1B7 110 x 50 Niebla
salina
V1B8 165 x 15 Niebla Forma en
salina punta de
flecha
Composición* No Tamaño Tipo de Apariencia Comentarios
y espesor muestra (mm) ensayo
12-03
Código: V2C Cu2O≈500Å V2C1 100 x 150
SiO2≈3000Å V2C2 100 x 150
V2C3 220 x 60
V2C4 220 x 60
V2C5 300 x 80
V2C6 220 x 60 Xenotest
V2C7 220 x 60 Xenotest
V2C8 110 x 25
V2C9 115 x 25 Al en una
esquina

154
TABLA 3.5 (Continuación)
Composición* No Tamaño Tipo de Apariencia Comentarios
y espesor muestra (mm) ensayo
17-03
Código: V2D Cu2O≈500Å V2D1
SiO2≈3000Å V2D2 100 x 150 NieblaAtaque por
salinaácido en
medio
V2D3 100 x 150 Marino Roto,
maltratado
Código: V1D Cu2O≈500Å V1D4 120 x 70 Niebla
salina
V1D5 200 x 95
V1D6 130 x 90 Marino
V1D7 110 x 90 Marino
V1D8 85 x 36 Niebla
salina
V1D9 110 x 25
V1D10 120 x 25
V1D11 110 x 25
V1D12 120 x 25
V1D13 155 x 28 Xenotest Se extrajo la
mitad para
análizarla a los
ocho días
V1D14 100 x 23
Composición* No Tamaño Tipo de Apariencia Comentarios
y espesor muestra (mm) ensayo
18-03
Código: V2E Cu2O≈500Å V2E1 110 x 75 Marino
SiO2≈3000Å V2E2 120 x 100 Marino
V2E3 200 x 12
V2E4 220 x 60
V2E5 220 x 60
V2E6 120 x 80
Código: V1E Cu2O≈500Å V1E7 110 x 25
V1E8 120 x 25
V1E9 105 x 15 Niebla
salina

155
Fig 3.20 Espectro EDX de una zona atacada en la muestra V1D4. Sometida a 72 h en
niebla salina. Se observa la presencia de cloro en los productos de corrosión

3.7.3.2 Ensayos en Xenotest

Se empleó un deteriorímetro marca Xenotest 450 con programación de temperatura,


humedad y ciclos alternados de lluvia y radiación, para simular una exposición al medio
ambiente con precipitaciones e insolación. Las muestras se colocan verticalmente en
soportes que giran sobre su propio eje y alrededor de una lámpara de Xenón de 4 500 W,
cuyo espectro simula al solar gracias a una serie de filtros que la cubren. La lluvia se
simula por inyección de agua desmineralizada a través de un tubo circular multihoradado,
colocado en la parte superior de la periferia de la cámara. Cada muestra está sometida a
la radiación cuando se orienta hacia la lámpara y a humidificación sin radiación cuando
el respectivo portamuestras gira 180º sobre su propio eje. Este equipo permite programar
los intervalos de humedad y temperatura ambiente, así como la frecuencia y la duración
de los ciclos alternos de humidificación y secado, necesarios para el desarrollo de corrosión.

Las figs 3.21 y 3.22 son imágenes que muestran el aspecto de las fallas apreciables
mediante MEB sobre la muestra V2C7, después de ocho días de ensayo en el equipo
simulador.

156
Fig 3.21 Formación de ampollas en Fig 3.22 Detalle a 5000X de la zona
la muestra V2C7 después de centro-derecha de la fig 3.21
una semana en Xenotest

Fig 3.23 Detalle de una ampolla en Fig 3.24 Detalle de una ampolla en
crecimiento, aparecen ya crecimiento con formación de
dos agujeros en la película productos de corrosión,
visibles al centro y en la circundados por los límites de
parte inferior la ampolla

La película de Cu2O resulta muy uniforme y el ataque se detecta fácilmente, con un


tamaño de las ampollas del orden de los cinco micrómetros. El inicio se caracteriza por
la formación de ampollas y su crecimiento se produciría por oxidación en la interfase
con el vidrio, en áreas con limitado acceso de oxígeno. Mediante espectroscopía de
infrarrojo (fig 3.41, en pág 166), se pudo constatar la presencia de CuO, formado a
expensas del Cu2O.

En las figs 3.23 y 3.24 se pueden apreciar detalles sobre la nucleación de las ampollas
de la misma muestra V2C7 de la fig 3.21.

157
Fig 3.25 Espectro EDX de la muestra V2C7, sometida a 360 h en Xenotest

La reacción de reducción, complementaria de la oxidación de Cu+ a Cu2+ en el óxido,


sería la de reducción del O2 del aire, como es habitual en corrosión atmosférica, según la
ecuación

O2 + 2H2O + 4e- → 4OH-

Luego del ampollamiento, la película de Cu2O se recubre con productos de corrosión,


superponiéndose este mecanismo de oxidación superficial al anteriormente descrito.

Esta secuencia de aparición de las fallas se deduce de la distribución de los productos de


corrosión, según un patrón circular con fisuras y desprendimientos en las zonas
afectadas. Las figs 3.21 a 3.24 presentan los efectos de este mecanismo.

La fig 3.25 muestra el espectro EDX de la muestra V2C7 después de haber estado
sometida durante 15 días en Xenotest. No hubo gran diferencia antes y después de la
prueba. Esto significa que en general la muestra resistió el ciclo de radiación-
humectación, pues los ataques mostrados en las figs 3.21 a 3.24 fueron en sitios muy
localizados. Con esta técnica no es posible determinar el grado de ataque al cobre, pues

158
se haría necesario cuantificar al oxígeno. Elementos con número atómico inferior al
sodio no se pueden cuantificar con esta técnica y el oxígeno tiene número atómico 8
(Z = 8).

3.7.3.3 Ensayos en cámara de niebla salina

La cámara en la que se realizaron los ensayos cumple con las especificaciones de la


norma ASTM B 117. La solución con la que se satura el ambiente mediante pulveri-
zación es de NaCl al 3.5 % en peso en agua desmineralizada a 35° C.

En las figs 3.26 y 3.27 se pueden apreciar productos de corrosión superficiales sobre la
probeta V1D8, después de una exposición de 72 h en cámara de niebla salina. Las
imágenes en 28 y 29 corresponden a otras regiones de la misma muestra.

En la fig 3.30 se nota un ampollamiento y posterior desprendimiento de la película,


mientras que en la fig 3.31 se pueden apreciar productos de corrosión formados a partir
de la película de Cu2O y aplastados bajo la capa de cuarzo depositada en la fabricación
de la ventana.

Siguiendo con las imágenes en niebla salina, las micrografías 3.32 a 3.34, permiten
apreciar una fase más temprana del ampollamiento que apareció en la muestra V1B5 al
cabo de 72 h de exposición en niebla salina. Estas ampollas se encontraron en las áreas
centrales de bandas de escurrimiento, donde la superficie habría quedado cubierta bajo
la solución salina creada al ir condensando sobre la superficie. Las zonas de ataque
corresponden a las áreas sometidas a máximos tiempos de humectación (TDH),
alineadas a lo largo de los trazos verticales de las líneas de escurrimiento. Éstas son
visibles a simple vista, ya que tienen un ancho de 3 mm.

En las micrografías de las figs 3.32 y 3.34 las ampollas del recubrimiento se alinean a lo
largo de bandas de unos 5 a 20 µm de ancho como subestructuras dentro del ancho total
de las bandas dejadas por el escurrimiento de la solución salina.

En las figs 3.33 y 3.34 se puede ver el detalle de diferentes ampollas, con varias líneas
de expansión lateral cada una, que ponen de manifiesto la variante morfología que
adoptan durante el proceso de su crecimiento.

159
Fig 3.26 Productos de corrosión Fig 3.27 Detalle de la fig 3.26.
superficiales. Muestra VID8 Amplificación a 10 000X

Fig 3.28 Otra región de la muestra Fig 3.29 Detalle de la fig 3.28.
V1D8. Se aprecian los Amplificación a 10 000X
productos de corrosión
creciendo sobre la superficie

Fig 3.30 En la zona central izquierda Fig 3.31 Otra estructura en la


se observa una ampolla muestra de la fig 3.30,
alargada. En la derecha ya ampolla colapsada y con
se desprendió la película productos de corrosión

160
Fig 3.32 Muestra V1B5. Ampollas en
las líneas de escurrimiento Fig 3.33 Amplificación de una
de la solución salina ampolla de la fig 3.32.
condensada sobre la Alrededor se ven ampollas
superficie diminutas, 4 400X.
Muestra V1B5

Fig 3.34 Muestra V1B5, detalle de Fig 3.35 Extremo de la muestra


otra ampolla. La presencia de V1D8, donde se aprecia la
ampollas más pequeñas y ausencia de película en la
productos de corrosión parte superior y numerosas
alineados verticalmente miniampollas agrupadas
delimitan la zona que por zonas.
permaneció cubierta por la
solución salina que se
condensó y escurrió

Un tipo de ampollas diferente del anterior se observa en las figs 3.35 y 3.36, correspon-
dientes al extremo inferior de la probeta V1D8

La fig 3.20 es el espectro EDX de la muestra V1D4, después de 72 h en cámara de


niebla salina.

161
Fig 3.36. Amplificación de una región de la fig 3.34. Muestra V1D8

3.7.3.4 Exposición en ambiente marino

Respecto a los ensayos realizados con diferentes tiempos de exposición en el ambiente


marino, el análisis de las muestras expuestas en la estación de CAMET, en Mar del Plata,
Argentina, revela una corrosión más marcada, con formación de productos de corrosión
en el interior de ampollas. Ello sugiere que en las etapas iniciales, los fenómenos corro-
sivos serían similares a los que se observaron al cabo de las pruebas en la cámara de
niebla salina, que se inician con la formación de ampollas y luego dan lugar a la aparición
de productos de corrosión en su interior, como puede verse en las figs 3.37 y 3.38.

Fig 3.37 Zona de muestra sometida al Fig 3.38 Amplificación de la ampolla


ambiente marino, donde se de la fig 3.37, donde se
aprecia una ampolla y que la observan los productos de
superficie de la película está corrosión formados en el
muy atacada interior

162
3.7.4 Análisis de las muestras con espectrofotometría de infrarrojo

Para conocer el grado de oxidación de las muestras se utilizó un espectrofotómetro de


infrarrojo de doble haz marca Nicolet. Se midió la reflectividad espectral especular en el
intervalo de longitud de onda de 2 000 a 25 000 nm (2 a 25 µm)∗ a un ángulo de
incidencia de 5º. Para producir la radiación infrarroja se utiliza una lámpara conocida
como lámpara incandescente de Nernst; ésta es una varilla pequeña que tiene apariencia
de cerámica, fabricada con una mezcla especial de óxidos metálicos, y sellada con
platino en los extremos. La varilla a temperatura ambiente no es conductora, pero
cuando se calienta entra en un estado de conducción después del cual un flujo de
corriente mantiene una incandescencia que es rica en radiación infrarroja. El análisis de
las lecturas que va obteniendo el aparato para construir el espectro, lo realiza por
transformada de Fourier, de ahí la abreviatura empleada para designar la técnica: FTIR.

Por medio de la espectrofotometría de infrarrojo (FTIR) fue posible evaluar la


composición química de las distintas muestras antes y después de los ataques. Se
esperaba que el ataque sobre las muestras de ventanas de óxido cuproso fuera tal que la
película se oxidara por completo y se transformara en óxido cúprico; sin embargo, esto
no fue así, dado que los espectros demostraron que coexisten las dos especies químicas
sin pasar por completo a la especie más oxidada aun bajo los más severos ataques.

Se obtuvieron espectros de transmisividad en el infrarrojo lejano que permitieron


monitorear el progresivo paso del cobre del estado de oxidación +1 (en el Cu2O) al
estado de oxidación +2 (CuO). Cada uno de estos estados de oxidación tiene un espectro
característico que permite identificarlos. Los espectros de las muestras son una
combinación de los dos espectros peculiares debido a que en las muestras atacadas hay
presencia de las dos especies químicas.

Los picos que se consideraron en la discusión para cada espectro son en realidad
mínimos, es decir, picos que apuntan hacia abajo, situados en 590 cm-1 y 615 cm-1. Si el
compuesto es predominantemente óxido cúprico (CuO), estos picos dejan de ser
pronunciados y su longitud es menor. Hubo muestras que tuvieron un recubrimiento de
cuarzo como protección; éste compuesto también aparece como un pico angosto y muy
pronunciado “hacia abajo” a 1 200 cm-1.


Equivalentes en número de onda de 5000 a 400 cm-1.

163
Fig 3.39 Espectro FTIR de las muestras V1B6 y V1B2, extraídas de una misma
ventana. La composición química de ambas es la misma y consiste en
óxido cúprico (CuO). La curva S corresponde a la muestra V1B6 que no
fue sometida a ninguna prueba, la curva P es de V1B2 después de dos
meses en el ambiente marino

Fig 3.40 Espectro FTIR de las muestras V2E3 (curva A) sin atacar y de la muestra
V2E2 (curva Q) después de un mes en ambiente marino. La oxidación del
Cu2O a CuO se manifiesta por la reducción de la altura de los picos a 590
cm-1 y 615 cm-1. El pico en 1 250 cm-1 corresponde al cuarzo depositado
para protección de la película

164
En la fig 3.39 se muestran los espectros de transmisividad de las muestras V1B6 y
V1B2, ambas trozos de una misma muestra de mayor tamaño, según se puede ver en la
tabla 3.5. La curva denominada S’ corresponde a una probeta sin ataque y la curva P
presenta el comportamiento de la película después de haber estado expuesta en el medio
marino de Mar del Plata, Argentina, durante dos meses. Las dos curvas son muy
similares y presentan dos picos (dirigidos hacia abajo) entre 590 y 820 cm-1. La forma y
ancho de estos picos indican una predominancia de óxido cúprico (CuO). El pico en
1 250 cm-1 implica que esta muestra no fue protegida con cuarzo. Por tanto, esta película
no sufrió ningún cambio en su composición química porque ya estaba totalmente
oxidada.

La fig 3.40 presenta claramente los cambios en composición química que se presentan
en la superficie de las muestras, expuestas en un ambiente marino, y que no llegan a ser
de tal magnitud para convertir la película de Cu2O en CuO (fig 3.39). Los picos en 590
cm-1 y en 615 cm-1 son muy evidentes, indicando la presencia de Cu2O. Entre estos
picos existe un máximo a 605 cm-1 cuya altura aumenta mientras mayor sea la presencia
de óxido cuproso. En la fig 3.39 no está presente pues la película es de óxido cúprico.
Los picos en 1 200 cm-1 corresponden a la presencia de la película protectora de cuarzo.
Las curvas A y B pertenecen a la muestra V2E3, sin atacar, y la curva Q a la muestra
V2E2, sometida a ataque en medio marino durante un mes. La diferencia en las alturas
de las curvas (intensidad de la señal), al igual que las alturas de los picos, indican el
grado de corrosión de las muestras. La tendencia a separarse que se observa en el
extremo izquierdo de la gráfica, se debe a diferencias de espesor en las películas.

En la fig 3.41 se observa que casi no existe diferencia en el tipo de ataque si las
muestras están sometidas a corrosión en niebla salina o ambiente marino; en ambas, la
intensidad de la señal después del ataque disminuye en la misma proporción. La curva F
es la muestra testigo. Comparando las longitudes y anchura de los picos en 590 cm-1 y
615 cm-1 entre las figs 3.40 y 3.41, se observa que la proporción de Cu2O es mayor si
los picos están más marcados y son más angostos.

La fig 3.42 presenta la curva de transmisividad del sustrato de vidrio utilizado para
fabricar las diferentes muestras. Por otra parte, las curvas 3 y 6 corresponden a los
resultados de la prueba de Xenotest de dos zonas diferentes de V2C6, después de una
semana. La presencia de CuO se deduce por la relativa poca longitud del pico a 590 cm1.

165
Fig 3.41 Espectro FTIR de dos muestras expuestas al cloruro de sodio. La curva F
es una muestra sin atacar. En las otras dos, una fue sometida a niebla
salina y la otra a ambiente marino, no hay diferencia entre ambas. El pico
en 590 cm-1 es menor en las muestras atacadas lo que indica presencia de
óxido cúprico

Fig 3.42 Espectro para el sustrato de vidrio y dos zonas de la muestra V2C6
expuesta durante una semana a Xenotest

166
Fig 3.43 Espectro RBS de película de Cu2O-CuS depositada por erosión iónica

3.8 Análisis de la composición de la película Cu2O-CuS por RBS

A continuación, se muestra un espectro por RBS (Rutherford back scattering) de la


película Cu2O-CuS (fig 3.43); en ella se aprecian los picos del cobre, el azufre y el
oxígeno. Se observó que la composición de la película selectiva es no estequiométrica y
varía según la duración del depósito. Hay también presencia de estaño, proveniente de
la fabricación del vidrio flotado usado como sustrato.

Para hacer el depósito del sulfuro de cobre II (en la muestra de la figura) se partió de un
blanco de cobre 99.99 %, al cual se le hizo pasar una corriente de ácido sulfhídrico
(H2S), con lo que se formó una capa de CuS sobre la superficie del blanco de cobre;
acto seguido, se le hizo la erosión iónica para depositarla sobre el vidrio. Si el tiempo de
depósito o la potencia utilizada es muy elevada, se termina la capa de CuS y el sistema
empieza a erosionar el cobre puro del blanco que ha quedado expuesto.

Por el tipo de técnica empleada, es probable que el plasma al ser muy energético,
descomponga parte del sulfuro cúprico que es erosionado y, si se incluye el depósito
posterior de cobre al terminarse la capa de sulfuro, se puede explicar la presencia de
proporciones no estequiométricas de las especies químicas.

167
Fig 3.44 Proceso de fotoemisión de electrones

3.9 Espectroscopía de fotoelectrones generados por rayos X (XPS)

3.9.1 Fundamentos y características generales

La técnica XPS, también denominada ESCA (electron spectroscopy for chemical


analysis), se basa en el análisis de las energías de los fotoelectrones emitidos por una
sustancia al ser irradiado con rayos X. Este proceso se conoce desde principios de siglo
(efecto fotoeléctrico) pero se aplicó como base para una técnica de análisis a partir de la
década de los 60.

Sobre la muestra en estudio se hace incidir un haz de fotones monoenergéticos de rayos


X, de energía hν conocida (fig 3.44). Estos fotones son absorbidos por la muestra,
perdiendo su energía en el proceso de fotoemisión: parte es gastada en arrancar
electrones de los distintos orbitales atómicos, superando la energía de ligadura que los
une al núcleo EB, y el resto es cedida a los mismos como energía cinética EC. El balance
de energía es hν = EB + EC para el caso de átomos libres. Dado que hν es conocida y Ec
se mide, se pueden determinar con un cálculo sencillo los valores de EB. Cada elemento
químico posee una estructura electrónica propia, por lo que la determinación de la
energía de ligadura de uno o más orbitales de cada elemento permite la inmediata
identificación del mismo (análisis cualitativo).

Se presenta un problema cuando se analizan semiconductores o aislantes, estos


materiales se cargan eléctricamente durante el análisis XPS. Los electrones que salen de
la muestra dejan a ésta cargada positivamente y dicha carga se traduce en corrimientos

168
en los niveles de energía de la muestra. Es necesario proveer un camino de baja
resistencia para neutralizar esa carga.

3.9.2 Discusión de resultados

Se analizó un depósito de cierto óxido de cobre sobre vidrio, presuntamente Cu2O. Se


deseaba conocer el estado de oxidación del cobre en la otra película.

Los electrones emitidos por la muestra se analizaron y contaron en función de su


energía. Dan lugar a espectros de energía que consisten en picos netos montados sobre
un fondo continuo. Normalmente se obtiene un espectro amplio (wide) porque abarca un
gran intervalo de energía cinética. Para obtener los valores exactos de energía de cada
pico se hacen acercamientos; se obtienen así los llamados espectros estrechos (narrow).

Se observa una distribución de picos netos montados sobre un fondo continuo. Los
picos están formados por fotoelectrones provenientes de diferentes niveles atómicos del
cobre. Las energías cinéticas son mayores para los niveles menos ligados y la ubicación
de los picos en el eje de energías permite la inmediata identificación del elemento que
les dio origen.

En la fig 3.45 se representa un espectro amplio de oro. En él, hacia el lado de menor
energía de cada pico se registra un gran incremento de fondo, producido por
fotoelectrones de ese nivel que perdieron parte de su energía en su recorrido en el
material pero que alcanzaron a salir y ser contados. Los electrones emitidos por
fotoexcitación sufren en su trayectoria hacia la superficie colisiones con otros electrones
del sólido que les producen pérdidas de energía. La alta probabilidad de estas colisiones
inelásticas es la que determina que XPS sea una técnica para el análisis de superficies.
Sólo los electrones emitidos por las últimas capas de la muestra alcanzan a salir con su
energía intacta y dan lugar a los picos netos.

Otra característica que se observa en el espectro del oro de la fig 3.45, es que los
diferentes niveles atómicos dan origen a picos de distinta altura. La razón es que cada
nivel tiene diferente probabilidad de ser ionizado y emitir electrones. Esa probabilidad
asociada con un área es la sección eficaz de fotoemisión de cada orbital, σ. Para los
rayos X usados en XPS todos los elementos presentan algún nivel con σ
suficientemente grande para su detección.

169
Fig 3.45 Espectro amplio por XPS para el oro. Los fotoelectrones emitidos por los
orbitales externos dan lugar a los picos (Watts, 1994)

Fig 3.46 Espectro angosto XPS de muestra de óxido cuproso, depositada por
sputtering en atmósfera Ar-O2

170
Fig 3.47 Espectro por XPS de cobre II en una muestra de óxido cúprico, aparece el
pico 2p y la aparición de satélites. Los satélites están ausentes en los
espectros de cobre 0 y cobre I (Watts, 1994)

La fig 3.46 presenta el espectro angosto de la muestra analizada. Se observa el


desdoblamiento del nivel 2p3/2 del cobre. Las energías de enlace pueden medirse con
precisión de 0.1 eV. Este tipo de espectro se usa además para obtener corrimientos de
los picos.

Una característica de XPS es su posibilidad de proporcionar el estado de oxidación de


los elementos (valencia) que constituyen las superficies. Las energías de enlace de los
electrones son sensibles al entorno químico que rodea al átomo del cual provienen y sus
valores difieren si se trata de un elemento puro o si se halla combinado con otros. Por
ejemplo, cuando un metal forma un óxido, cede electrones al oxígeno, el
apantallamiento de los electrones de valencia disminuye y los electrones interiores están
más atraídos al núcleo; esto provoca que la energía de enlace del elemento como óxido
sea mayor que como elemento puro.

La fig 3.47 muestra un espectro de cobre II, diferente de la fig 3.46, que corresponde al
espectro del cobre I. Se aprecian las diferencias en energías y también la presencia de
picos satélites en el caso del cobre II.

Estos satélites ocurren cuando el fotoelectrón (electrón interno), excitado por el haz de
rayos X, al salir del átomo interactúa con algún electrón de la capa de valencia y lo
promueve a un nivel de energía superior; como resultado, el electrón interno ve
reducida su energía ligeramente y en consecuencia aparece en el espectro en una

171
posición ligeramente desplazada. Los satélites más comunes son los 2p de los metales
de transición, cuya capa de valencia corresponde a la de los orbitales d.

Al comparar los dos espectros, el de la fig 3.46, que corresponde a la muestra fabricada
por sputtering reactivo, y el de la fig 3.47, espectro de óxido cúprico (CuO) obtenido de
la bibliografía, se deduce que la película depositada sobre las muestras que se
analizaron es, en efecto, óxido cuproso (Cu2O).

3.10 Ahorro de energía para un departamento que incorpora las ventanas con la
película Cu2O-CuS

3.10.1 Ecuaciones generales de balance de energía en una edificación

El análisis del sistema de intercambio térmico de una edificación se hace considerando


tres elementos fundamentales: las ventanas, la mampostería y el aire del interior, cuya
temperatura representa el grado de confort. Con el fin de hacer el estudio de los flujos
de energía que intervienen y determinar la temperatura del interior, a lo largo del día, es
necesario determinar los coeficientes de transferencia de calor entre cada uno de los tres
elementos ya mencionados.

En general no existen coeficientes internos de transferencia de calor comúnmente acep-


tados o unificados debido a la diversidad de materiales de construcción, sus distintos
orígenes y geometrías de la edificación, lo que hace difícil de considerar un solo valor
para un material determinado. Por esta razón, una de las metodologías más aceptadas es
obtener estos coeficientes mediante las correlaciones propuestas por Raithby y Hollands
(1975) y Hollands et al (1975), que evalúan la convección natural en espacios cerrados.
Posteriormente, se define una ecuación de balance de energía para cada elemento para
después resolverlas de manera simultánea con ayuda de los coeficientes mencionados.

Para la ventana, el balance de energía es

dTw
M w Cp w = AbU wb ( Tw − Tb ) + AwU wa ( Tw − Ta ) + AwU wo ( Tw − To ) (3.8)
dt

Para la edificación:

dTb
M b Cp b = AwU wb ( Tb − Tw ) + AbU ba ( Ta − Tb ) + AbU bo ( Tb − To ) (3.9)
dt

172
Para el aire del interior:

dTa
M a Cp a = AbU ba ( Ta − Tb ) + AwU wa ( Ta − Tw ) (3.10)
dt
donde

subíndice w ventana
subíndice b edificación
subíndice o ambiente externo
subíndice a aire del interior
Uij coeficiente interno de transferencia de calor entre los elementos i y j
(kJ/m2 K)
Ai área de cada elemento (m2)
Mi masa de cada elemento (kg)
Cpi capacidad calorífica de cada elemento (kJ/kg K)
T temperatura (K)
t tiempo (s)

Cada uno de los coeficientes de transferencia de calor arriba mencionados son


coeficientes globales que incluyen los efectos de los tres mecanismos de transferencia
de calor: conducción, convección y radiación. No es objeto de este libro profundizar en
los cálculos de la ganancia térmica, balances energéticos y obtención de estos
coeficientes para una edificación, sin embargo, es interés de los autores que el lector
obtenga un panorama completo de las ventanas y el ahorro de energía que es posible
alcanzar con ellas. Por consiguiente, a continuación se proporciona con más detalle el
balance de energía para ventanas (ASHRAE, 1989).

3.10.2 Balance de energía para ventanas

Como se vio al comienzo de este capítulo, en cualquier instante el balance de energía


entre la superficie de una ventana iluminada por los rayos solares y el medio que la
rodea es

qR + qA + qT + qRCo + qRCi = It + U(To-Ti) (3.11)

donde

173
qR calor reflejado por el vidrio (W/m2)
qA calor absorbido por el vidrio (W/m2)
qT calor transmitido a través del vidrio hacia el interior (W/m2)
qRco calor que sale por el vidrio al exterior por radiación y por convección (W/m2)
qRci calor que llega al vidrio por radiación y convección (W/m2)
It radiación solar incidente (W/m2)
U coeficiente total de transferencia de calor del vidrio (W/m2 K)
To temperatura del exterior (K)
Ti temperatura del interior (K)

En general, la magnitud de qA es relativamente pequeña si la ventana está compuesta


sólo por vidrio común. La tasa de producción de calor al exterior o calor rechazado a la
atmósfera es la suma de qR y qRCo. El coeficiente total de transferencia de calor se
determina con la ecuación siguiente

1
U= (3.12)
 1 + 1 + L 
 ho hi k

donde

hi coeficiente combinado de radiación y convección–cara interna del vidrio (W/m2 K)


ho coeficiente combinado de radiación y convección–cara externa del vidrio (W/m2 K)
L espesor del vidrio (m)
k conductividad térmica del vidrio (W/m K)

Si se desea conocer la cantidad total de calor que entra por la ventana entonces se
considera

q = It τ + Ni(αIt) + U(To-Ti) (3.13)

donde

It τ radiación solar transmitida a través del vidrio


Ni(αIt) parte absorbida de la radiación solar que se libera en el interior
U(To-Ti) cantidad de calor que pasa al interior por la diferencia de temperaturas
Ni factor que indica el porcentaje de calor que pasa al interior, por ventana
de un solo vidrio sin recubrimiento, es igual a U/ho

174
La cantidad total de calor que entra por la ventana (q) también puede obtenerse
calculando por separado la componente convectiva, la de radiación y la de conducción.

3.10.3 Simulación y ahorro de energía con ENERGY-10

Con el fin de probar la viabilidad de este tipo de materiales y sus grandes posibilidades
de aplicación inmediata a las condiciones de vivienda de nuestro país, se realizó una
simulación de los flujos de energía a lo largo de un año para un departamento de interés
social.

Se utilizó para ello el software conocido como ENERGY-10, programa que permite
simular flujos de energía y sugerir estrategias para el ahorro y uso eficiente de la energía
en el diseño de edificaciones, según el tipo y uso.

Se escogieron dos tipos de climas característicos de nuestro país; el templado,


predominante en el centro del país, donde se concentra la mitad de la población del país;
y el clima cálido extremoso, como el de la ciudad de Mexicali, BC, que se caracteriza
por tener un elevado consumo energético a lo largo de todo el año, tanto para
calefacción como para enfriamiento (aire acondicionado).

No es propósito de este libro hacer un estudio detallado del diseño y eficiencia


energética de los materiales de construcción, sino únicamente ejemplificar los posibles
ahorros en el consumo de energía que se tendrían en un departamento estándar por
incluir ventanas que controlen y regulen los flujos de calor hacia el interior y el exterior
de la habitación. Ventanas que pueden ser producidas en México, con materiales de
fácil adquisición y empleando una tecnología ampliamente difundida industrialmente
para hacer depósitos de películas delgadas en gran escala y a bajo costo. Los detalles
sobre la tecnología se explicaron en el cap 2, sobre desarrollo de espejos para
concentradores solares.

Se tomaron como referencia los departamentos de una unidad habitacional del


FOVISSSTE, ubicada al sur de la ciudad de México. El caso base, que es el
departamento tal y como se encuentra, se definió con las siguientes características: área
de 70 m2, con techo de concreto, suelo de mosaico y paredes construidas con dos
materiales, una parte de concreto y otra parte con ladrillo hueco. El edificio presenta
una orientación de norte a sur, con ventanas de vidrio tipo cal-sosa de 3 mm, cuatro en
su cara norte y cuatro en su cara sur.

175
Fig 3.48 Consumo anual de energía para clima seco extremoso

Fig 3.49 Consumo anual de energía para clima templado con lluvias en verano

El caso de ahorro de energía incorpora control de iluminación (para cuantificar el efecto


de dejar las luces encendidas al momento de salir de la habitación) y ventanas de vidrio
cal sosa de 3 mm con un recubrimiento de Cu2O-CuS. Los departamentos en ambos
casos se consideraron habitados por cinco personas y con calefacción por resistencia
eléctrica; mientras que, para el clima extremoso, se consideró adicionalmente un equipo
de aire acondicionado a base de un ciclo de expansión directa.

A continuación, se presentan los resultados de la simulación energética. Las figs 3.48 y


3.49 muestran los consumos de energía anuales, por usos finales. La fig 3.48
corresponde a un clima como el que tiene la ciudad de Mexicali, BC, mientras que la
fig 3.49 sería para un clima templado como el de la ciudad de México. Se aprecia que el

176
calentamiento y el enfriamiento o aire acondicionado, son las variables más importantes
puesto que representan más de la mitad del consumo energético.

En segundo lugar de importancia quedan los consumos —señalados en las gráficas


como otros—, por calentamiento de agua, usos de la electricidad distintos a la
iluminación, etc. Para ambas ciudades no hay diferencias apreciables.

En tercer sitio destaca el consumo por iluminación. Estrategias de control sobre la


iluminación, por ejemplo, mediante sensores de movimiento llegan a tener participación
tal que pueden representar un ahorro de 10 a 15 MJ/m2 anuales.

La importancia del uso de las ventanas con película selectiva al paso del calor es
evidente si analizamos que el mayor potencial de ahorro de energía se encuentra en
calefacción y aire acondicionado. En la simulación, para evidenciar la influencia de las
ventanas especiales con el recubrimiento de Cu2O-CuS, se mantuvieron sin cambio
todas las variables a excepción de las estrategias de control de iluminación, tipo de
ventanas y uso de aleros en ellas con el fin de proporcionar sombreado durante ciertas
horas de soleamiento directo.

Al analizar las figs 3.48 3.49, se observan las diferencias en los requerimientos
impuestos por las variables climáticas: para Mexicali se obtiene el doble de la demanda
energética necesaria para la ciudad de México, tanto en el caso base como en el de
ahorro. Por esta razón son tan importantes los posibles ahorros de energía.

En la fig 3.48 se aprecia que en Mexicali hay un ahorro potencial anual del orden de
180 MJ/m2, que representa el 24 % del consumo total del caso base. Por su parte, bajo
las condiciones climáticas de la ciudad de México se tendría un ahorro de alrededor de
80 MJ/m2, un 16 % del consumo total de la energía necesaria en el caso con las ventanas
convencionales. Las ventanas selectivas reducen las grandes oscilaciones térmicas a lo
largo del día mediante el control de la luz y el infrarrojo o calor.

Las figs 3.50 y 3.51 presentan el desglose de costos de la energía por usos finales en
pesos corrientes (considerando el costo de la energía en el 2001). En la fig 3.50
sobresale que para el clima extremoso el costo del aire acondicionado es elevado debido
a que es mucha la demanda de enfriamiento en épocas de calor, aunque también es ahí
donde más ahorro se obtiene por el uso de las ventanas. Para la simulación en la ciudad
de México se considera que no es necesario el uso del aire acondicionado, por tal razón
no existe consumo de energía para este apartado.

177
Fig 3.50 Desglose de los costos energéticos para la ciudad de Mexicali. Clima seco
extremoso

Fig 3.51 Desglose de los costos energéticos para la ciudad de México. Clima
templado con lluvias en verano

Aparentemente no es mucho el costo de la calefacción; sin embargo, como se observó


en las figs 3.48 y 3.49, el consumo energético por calefacción es el segundo en
importancia (100 a 200 MJ/m2).
Los costos por calefacción para la ciudad de México son 30 % menores con respecto a
los de Mexicali en ambas situaciones, el caso base y el caso ahorro de energía. La
calefacción se realiza por medio de resistencias eléctricas en las dos ciudades y en los
dos casos.

178
Finalmente, lo más digno de resaltar es el gran ahorro de energía que hay por incorporar
las ventanas especiales en las dos ciudades: el ahorro en energía por calentamiento es de
aproximadamente el 40 % ($11/m2 en Mexicali y $7/m2 en la ciudad de México). Esto
significa que durante épocas de frío, las ventanas con la película selectiva de óxido
cuproso-sulfuro de cobre impiden que el calor del interior se escape rápidamente como
ocurriría si las ventanas tuvieran únicamente el vidrio común. Al enfriarse menos el
interior, la demanda energética para calefacción también es menor. Este mismo efecto
es contrario durante el verano, pues al haber mayor temperatura exterior, parte de la
energía calorífica del ambiente tiende a pasar a través de los vidrios hacia el interior.
Sin embargo, el recubrimiento selectivo solo permite el paso de la luz visible recha-
zando al calor; esto se refleja en una menor carga térmica, que es necesario eliminar del
interior de la edificación, para alcanzar las temperaturas de confort. Para ambas
ciudades, éstas se fijaron en 21ºC como lo establecen las normas de ASHRAE (2001).

3.11 Conclusiones

Se obtuvieron ventanas con recubrimientos selectivos de la energía solar. De ellas, las


ventanas de Cu2O-CuS permiten aproximadamente un 20 % de ahorro de energía, según
estimados hechos por medio de simulaciones por computadora. Dependiendo del tipo de
clima varía el grado del ahorro: en la ciudad de Mexicali se consume el doble de energía
que en la ciudad de México; en términos porcentuales, para Mexicali se obtuvo 24 % de
ahorro (180 MJ/m2) y para la ciudad de México 16% (80 MJ/m2).

Como estas ventanas regulan la radiación calorífica principalmente, los mayores ahorros
energéticos se obtienen en los usos de calentamiento y aire acondicionado. El empleo de
sistemas pasivos, como estas ventanas con recubrimiento de Cu2O-CuS, reducen las
oscilaciones térmicas en el interior de las habitaciones, lo que se traduce en mejoría de
las condiciones de confort.

La aplicación de este tipo de ventanas es amplio inclusive en sitios donde el clima es


más benigno. Se sugiere su uso para reducir el consumo de energía, pues el ahorro
monetario que se consigue es de tomarse en cuenta.

Las películas delgadas depositadas sobre sustratos de vidrio demostraron su gran


resistencia al ataque del medio ambiente y a grandes períodos de insolación. En un
ambiente marino, la duración a la corrosión disminuye apreciablemente, pues el
contacto con la sal acelera los procesos corrosivos. Estos procesos se inician al

179
producirse un ampollamiento del recubrimiento subyacente al penetrar dichos agentes
por poros que permiten la difusión a la interfase con el vidrio del sustrato. Su
crecimiento radial lo determinaría la simple difusión, si se tratara de una película
uniformemente adherida al sustrato. Tal morfología se determinó para pequeñas
ampollas, es decir, durante la etapa de nucleación. Se produjo corrosión en la interfase
película/sustrato de vidrio, con formación de productos más voluminosos que la película
inicial, lo que favorece el desprendimiento de ambos tipos de películas.

Los espectros en infrarrojo y los análisis por EDX señalan que el principal producto de
corrosión formado en ciertas zonas de la superficie de la película es el CuO, siguiendo
los mecanismos antes descritos, y después, por algún medio físico, éste se desprende
dejando al descubierto una superficie “fresca” de Cu2O. El resultado es que se observa
una descamación en la muestra, que corresponde al desprendimiento de las ampollas,
acompañada de un ligero cambio en su coloración resultado del adelgazamiento de la
película. El mecanismo de corrosión es superficial.

Con el fin de continuar mejorando los estudios sobre los flujos térmicos y el ahorro de
energía de estos sistemas capaces de regular el paso de la radiación, se están haciendo
simulaciones considerando el ángulo de incidencia de la radiación solar y la aplicación
de modelos de transferencia de calor más específicos. Para ello se hará uso de software
más especializado, el TRNSYS.

La ventana de más simple elaboración donde se sustituye la película de sulfuro de cobre


por otra de cobre proporciona resultados similares de baja transmisividad en el
infrarrojo, por lo que es una tercera opción viable.

Se trabajó también en la fabricación de una ventana activa termocrómica con base en


bióxido de vanadio. Hasta ahora, los resultados espectrales y de composición química
obtenidos, con este compuesto, son promisorios; resta perfeccionar la técnica de
depósito de la película y medir su coeficiente de transferencia de calor.

Uno de los principales logros con respecto a esta ventana fue el depósito de la película
selectiva de bióxido de vanadio en un sustrato de vidrio cal sosa de los usados
convencionalmente en las casas y edificios. Los trabajos de investigación sobre el tema
han reportado depósitos similares pero sobre sustratos, con áreas muy pequeñas, de
cuarzo o de silicio (Christmann et al, 1996; Kusano y Theil, 1989). En este proyecto se

180
trabajó a escala semindustrial y con materiales convencionales para comprobar la
viabilidad tecnológica de la producción de elevados volúmenes en México.

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183
4. ESTANQUES SOLARES: IMPERMEABILIZACIÓN Y OSCILACIONES
TÉRMICAS

Gerardo Silva
Rafael Almanza
Óscar Callejas
4.1 Introducción

En el libro Ingeniería de la Energía Solar (Almanza y Muñoz, 1994) se describen


diferentes aspectos relacionados con estanques solares. Éstos abarcan desde la
definición de un estanque, sus ventajas y desventajas, además de algunos modelos
matemáticos, hasta diversas aplicaciones, como generación de vapor, desalación de
agua, y aspectos relativos a la refinación y recuperación de sales. Asimismo, se hace
una breve descripción del uso de suelos arcillosos como una opción para la
impermeabilización de dichos estanques.

Ya que esta tecnología ha seguido avanzando en diversos países (Robbins et al, 1995,
Hassairi et al, 2001), uno de los principales objetivos que se plantean es la reducción de
costos, así como la comprensión de otros fenómenos del cuerpo de salmuera que
conforma al estanque, con el fin de predecir su comportamiento a largo plazo y evitar la
contaminación del subsuelo y de los acuíferos.

En la primera parte de este capítulo, se presenta una serie de alternativas para emplear
suelos arcillosos como impermeabilizantes, como opción para reducir el costo y el
riesgo de contaminación en el subsuelo. En la segunda parte se expone un aspecto
completamente diferente, pero también de primordial importancia, puesto que tiene que
ver con el rompimiento de la capa no convectiva debida, principalmente, a la difusión
ascendente de sales a lo largo del tiempo.

185
La reunión de ambos temas podría desconcertar al lector, pues son completamente
diferentes; el primero de ellos tiene que ver con la mecánica y fisicoquímica de suelos,
mientras que el segundo está relacionado con la mecánica de fluidos y la transferencia
de calor (convección). Sin embargo, los autores consideran que dichos temas deben
presentarse en un solo capítulo, ya que su desarrollo se ha enfocado a estanques solares,
condición impuesta por el carácter multidisciplinario de esta tecnología.

4.2 Uso de arcillas como impermeabilizantes en estanques solares

4.2.1 Antecedentes

El primer paso en el diseño de sistemas de almacenamiento es buscar el sitio más


apropiado, con base en las condiciones óptimas desde el punto de vista hidrológico,
geológico y geotécnico. El segundo paso es realizar una extensa investigación
geotécnica en el sitio. En cuanto al diseño físico del sistema de confinamiento se debe
evaluar el sistema de disposición. Esto debe incluir consideraciones de permeabilidad y
deformación a largo plazo, así como cambios en las propiedades debido a la interacción
con el material almacenado. Cuando la capacidad de deformación del subsuelo no
cumpla los requisitos, hay que considerar el mejoramiento del suelo de cimentación
(Van Impe, 1994). Los estanques solares funcionan como diques de nivel bajo que
almacenan salmueras, por lo que debe tomarse en cuenta la elevación del nivel freático.
Los perfiles de suelo ideales para dichos estanques son aquéllos con un nivel freático
profundo (Fredlund y Rahardjo, 1993).

Los estanques solares de gradiente salino son sistemas artificiales donde se almacenan
salmueras de alta concentración, las cuales son un producto de valor económico,
además de contaminante, por lo que es importante resolver el problema del control de
filtraciones a través del terreno; aparte de las filtraciones, el flujo de calor del fondo del
estanque hacia el subsuelo reduce la eficiencia de dichos sistemas. Por ello, es necesario
seleccionar un material adecuado que sirva como barrera para impermeabilizar, aislar
térmicamente y, al mismo tiempo, evitar la contaminación de los acuíferos y cualquier
otro sistema subterráneo. La opción es emplear revestimientos a partir de suelos
arcillosos, en vez de materiales sintéticos.

En el caso de estanques solares, la mayor preocupación son las pérdidas de salmuera


concentrada. Debido a la gran extensión que se requiere cubrir, la necesidad de un recu-

186
brimiento eficiente pero barato es evidente. En los últimos años se han desarrollado gran
variedad de técnicas de impermeabilización; sin embargo, los métodos de impermea-
bilización con suelos compactados son los que mejor se adaptan a las condiciones
nacionales pues, además de contar con varios años de experiencia de operación exitosa,
frecuentemente resultan los más económicos. La posibilidad de usar membranas sintéticas
es menor, pues además de ser demasiado costosas, son de comportamiento incierto debido
a posibles defectos de fabricación, instalación y a las condiciones propias de operación,
como, por ejemplo, la alta temperatura del suelo (Auvinet y Esquivel, 1986).

4.2.2 Tipos de revestimientos

En términos de materiales para revestimiento hay una clara distinción entre revesti-
mientos minerales (arcillas y mezclas de arena-arcilla) y revestimientos artificiales
(geomembranas, revestimientos asfálticos, etc). La aplicación de geosintéticos es una
herramienta novedosa para prevenir la contaminación en rellenos sanitarios y
confinamientos controlados, ya que permite el control y tratamiento adecuado de líquidos
y gases contaminantes. Actualmente, ciertas organizaciones o reglamentos, como la
Agencia de Protección Ambiental de EUA (USEPA) o las regulaciones federales en
Alemania, exigen sistemas de revestimiento doble o compuesto como condición para
construir rellenos con desechos peligrosos. En dichos sistemas pueden intervenir
productos geosintéticos que utilizan arcillas del tipo de las bentonitas.

En general, los materiales geosintéticos son manufacturados a partir de polímeros. Entre


ellos están las geomembranas y los geotextiles. Los geotextiles son textiles en el sentido
tradicional; sin embargo, los tejidos se hacen usualmente de productos del petróleo o de
fibra de vidrio. Pueden ser tejidos, anudados o no tejidos. En cuanto a las geomembranas,
al seleccionarlas se deben considerar sus propiedades mecánicas: maniobrabilidad,
deslizamiento, agrietamiento por esfuerzo y coeficiente térmico de expansión, así como
la estabilidad de pendiente lateral (Das, 1994).

Por otra parte, los revestimientos geosintéticos son casi impermeables y se han
propuesto en la bibliografía diversas combinaciones para sistemas de revestimientos
sintéticos compuestos. Los diseños que usan geosintéticos deben basarse en revesti-
mientos sintéticos y minerales combinados debido a los severos requisitos para
traslapos de revestimientos geosintéticos y la posibilidad de pequeñas perforaciones a
través de estos materiales, muy delgados (≤ 15 mm) (Van Impe, 1994).

187
Fig 4.1 Revestimiento geosintético con arcilla-

Una capa compactada de arcilla de al menos 60 cm de espesor con conductividad


hidráulica menor de 1 x 10-9 m/s ha sido un requisito típico. Un comportamiento
satisfactorio a largo plazo de capas compactadas de arcilla no puede asegurarse cuando
hay desecación, ciclos de congelamiento y deshielo, o excesivo asentamiento del
material subyacente. Parcialmente en respuesta a este tipo de problemas, se han desarro-
llado los revestimientos de arcilla geosintéticos (GCL), con el fin de utilizarlos como
barreras de materiales elaborados básicamente en capas. Los GCL están compuestos de
geosintéticos y una delgada capa de arcilla, usualmente bentonita, adherida a una
geomembrana, o bien intercalada entre dos capas de geotextiles (fig 4.1).

Este último tipo de GCL contiene regularmente alrededor de 4 a 5 kg/m2 de bentonita


sódica. Su espesor en seco es de 6 mm, pero al hidratarse se expande aproximadamente
a 12 mm. La presión de expansión por fuerzas de repulsión entre partículas es de cerca
de 2 MN/m2, mientras que las correspondientes a la expansión entre cristales por
adsorción de dos, tres y cuatro capas de moléculas de agua son de 100 y 27 MN/m2,
respectivamente. Los geosintéticos se manufacturan en páneles con espesor de
aproximadamente 5 m y longitudes hasta de 60 m (Mitchell, 1994; Koerner et al, 1995).

Los revestimientos deben cumplir principalmente con tres condiciones: 1) tener una
conductividad hidráulica (permeabilidad) relativamente baja, 2) ser compatibles con el
líquido almacenado, y 3) tener capacidad de atenuación relativamente alta.

En EUA se requiere que la permeabilidad para barreras de tierra y tierra tratada sea
igual o menor de 1 x 10-9 m/s, con valores permitidos en algunos casos de 1 x 10-8 m/s.
Los requisitos para barreras de geomembrana se especifican comúnmente en términos
de un espesor mínimo aceptable y tipo de material, más que de una conductividad
máxima permitida. No obstante, la efectividad completa de una barrera para prevenir
flujo y difusión depende tanto de su conductividad como de su espesor (Mitchell, 1994).

188
TABLA 4.1

Material Permeabilidad Espesor típico Permisividad


(m/s) (m) (s-1)
Arcilla compactada 1 x 10-9 0.9 1.1 x 10-9
Geomembrana 1 x 10-14 0.001 – 0.002 0.5 - 1 x 10-11
Arcilla-geosintético 1 x 10-12 - 1 x 10-10 0.012 8 x 10-11 - 8 x 10-9

La permisividad, definida como la relación entre la conductividad hidráulica y el


espesor, equivale a la velocidad de flujo correspondiente a una diferencia de carga
unitaria a través de la barrera. La permisividad es una medida útil de la efectividad
relativa de diferentes sistemas de barreras. Algunos valores típicos de conductividad
hidráulica de diferentes materiales para barreras, así como espesores usuales para
barreras hechas con los materiales indicados, se muestran en la tabla 4.1.

El transporte químico puede ser dominado por advección, donde las especies disueltas
suspendidas son transportadas por el flujo del líquido, o bien por difusión. El flujo por
difusión es impulsado por gradientes de potencial químico, pero para la mayoría de las
aplicaciones se pueden usar en el análisis gradientes químicos de concentración. El
coeficiente de difusión se mide y expresa en términos de gradientes químicos (Mitchell,
1993).

La difusión molecular contribuirá en una pequeña parte del total del flujo químico a
través de la barrera, con la dirección del flujo de la zona de alta concentración a la de
baja concentración, y su magnitud proporcional a la diferencia de concentración. Los
coeficientes de difusión química están típicamente en el intervalo de 2 x 10-10 a 2 x 10-9 m2/s,
para difusión a través de suelos, y en el orden de 3 x 10-14 m2/s para difusión a través de
geomembranas. En materiales con bajas conductividades hidráulicas, la difusión
molecular de contaminantes puede ser importante con la advección. Aun con difusión,
el transporte químico total a través de barreras de suelo y geomembranas será bajo para
sistemas de barreras de conductividad hidráulica baja, dado que la diferencia de carga a
través de la barrera es pequeña (Mitchell, 1994).

No hay un tipo de barrera que sea totalmente impermeable al transporte químico. Sin
embargo, las barreras disponibles actualmente pueden construirse para cumplir las
exigencias de conductividad hidráulica y ser suficientemente resistentes al flujo por

189
advección y difusión, por lo que resultan seguras para la protección ambiental (Mitchell,
1994).

Para determinar el diseño final de un revestimiento, deben hacerse pruebas de


compatibilidad específicas con los materiales propuestos como barreras y en
condiciones representativas del sitio en el cual se construirá. Su propósito es determinar
la posibilidad de que el líquido almacenado cause un incremento en la permeabilidad
del material utilizado como revestimiento. Se han hecho diversos estudios para
determinar el efecto de diferentes soluciones químicas en laboratorio. Algunos
resultados han sido contradictorios, y se han postulado varias razones para explicar
estos resultados opuestos, incluyendo procedimientos de prueba inapropiados. Sin
embargo, debido al amplio rango de composiciones químicas y a los diferentes
materiales potenciales para revestimientos, las pruebas de compatibilidad son un
componente necesario para evaluar posibles materiales para revestimientos
(Shackelford y de Mello, 1994).

La atenuación se refiere a la reducción en la velocidad y/o magnitud de la migración de


contaminantes debido a reacciones físicas, químicas y/o biológicas (Shackelford y
Nelson, 1996). Los mecanismos de atenuación y sus efectos netos son los siguientes: la
adsorción (inmovilización, si el cambio de pH no es alto), el intercambio catiónico y
aniónico (inmovilización de los componentes, pero elusión de algunos otros elementos,
causando incremento en su concentración), la dilución (reducción de la concentración),
la precipitación (inmovilización en la mayoría de los casos; los cambios de pH y
potencial redox tienen efecto significativo) y la filtración (inmovilización) (Bagchi,
1989).

Un tipo especial de membrana sintética es el EPDM (monómero diene-etileno


propileno), que es una categoría especial de hule butilo y es el único que puede
emplearse para altas temperaturas (de 80 a 100°C) (Auvinet y Esquivel, 1986). Sin
embargo, el material tiene que ser sellado térmicamente en el sitio, lo cual es una
operación difícil, además de que el material es costoso. Un estanque de 6 250 m2 fue
revestido con EPDM, de aproximadamente 1.5 mm de espesor, el cual tiene gran
resistencia al calor, la sal y los rayos UV, y después de siete años todavía parecía estar
en buenas condiciones (Tabor y Doron, 1987). Por otro lado, en la investigación de una
técnica económica de impermeabilización para usarse en un almacenamiento de calor
estacional por medio de una fosa de agua caliente de aproximadamente 1 500 m3, se

190
probó una técnica de revestimiento de arcilla híbrida en dos etapas: una capa espesa de
arcilla y un sello secundario de revestimiento sintético delgado, ya sea con una
membrana plástica como el polietieleno (PE) o elastomérica (EPDM), en función de la
estabilidad lateral al deslizamiento (Duer y Svendsen, 1993).

Se han usado con gran éxito materiales plásticos como revestimientos para pequeños
prototipos de estanques solares. Sin embargo, la experiencia con grandes estanques
solares (mayores de 5 km2) construidos para generación de electricidad muestra que si
se usan tales revestimientos sintéticos, el costo del estanque solar se incrementa hasta en
un 30 %. Los revestimientos con arcillas locales pueden ser la respuesta para reducir el
costo del revestimiento para estanques solares grandes, particularmente en países en
desarrollo. Se debe investigar el uso potencial de arcillas y materiales disponibles
localmente como revestimientos para estanques solares. Un método de bajo costo para
revestimientos de estanques consistió en utilizar plásticos baratos, como el polietileno
(PE), en forma de sándwich con suelos arcillosos. Este método se probó en un estanque
de 40 000 m2 con buen resultado después de algunas modificaciones. La utilidad neta
fue la posibilidad de construir estanques con un costo hasta tres veces menor que con
membranas sintéticas (Tabor y Doron, 1987). Un efectivo y económico diseño de
revestimiento puede consistir en una película de polietileno de baja densidad (LPDE)
manufacturada localmente, colocada entre dos capas de arcilla local compactada (Jubran
et al, 1996). No obstante, el polietileno presenta ciertas desventajas: baja confiabilidad
de las juntas, piezas de tamaño reducido, rigidez y baja resistencia al arrugamiento
(Auvinet y Esquivel, 1986).

La primera aplicación de un GCL en un estanque solar se realizó en la Universidad de


Texas en El Paso (Robbins et al, 1995). Originalmente se había instalado como
impermeabilizante una membrana plástica, consistente en una tela de poliéster
recubierta con PVC con una masa por unidad de área de 1.0 kg/cm2, como parte
principal de un sistema de revestimiento doble, en el que el confinamiento secundario
estaba formado por una membrana ya existente de hypalon (resina de polietileno
clorosulfonado, CSPE). Una exhaustiva investigación demostró que la falla del
revestimiento fue amplia y muy prematura respecto al tiempo de vida estimado. La
pérdida de elasticidad fue probablemente el factor individual más importante en la falla
final; se estima que dicho factor se debió a los efectos de las altas temperaturas,
salmueras y bajo pH a los que estuvo expuesto el revestimiento en el estanque solar. El

191
costo y facilidad de instalación fueron los principales factores en la decisión para
diseñar un sistema de revestimiento empleando un GCL. De los comúnmente
disponibles en el mercado, se seleccionó uno consistente en una capa de bentonita
pegada a una membrana de polipropileno de 0.075 cm, con el fin de proporcionar
resistencia a las altas temperaturas experimentadas en el fondo del estanque. El proceso
de hidratación es crítico para la eficiencia del revestimiento, por lo que la bentonita se
sometió a una prehidratación con agua dulce antes de interactuar con la solución
saturada de NaCl, para lograr la expansión de la arcilla y el sellado de las uniones. El
estanque completo fue cubierto con una membrana sellada de polipropileno de
0.075 cm, la cual ofrecía un confinamiento secundario y formaba la base del dispositivo
experimental. El sistema de revestimiento primario consistió en el GCL para el fondo
del estanque y un revestimiento de polipropileno de 0.1 cm para los lados del mismo, en
sustitución del GCL, el cual no puede emplearse lateralmente debido a que la capa de
bentonita hidratada no soporta esfuerzos cortantes para un ángulo mayor de 15°,
correspondiente al determinado para las pendientes laterales. Desgraciadamente, el GCL
sólo se probó durante dos años, hasta que se presentó una falla en la membrana de
polipropileno de 0.1 cm situada en los bordes laterales del estanque, por arriba del nivel
del agua, producida por un deterioro del material por exposición a los rayos UV,
atribuido a un defecto de fabricación. Dicho material, así como el GCL, se sustituyó por
una nueva membrana mejorada de polipropileno de 0.15 cm, cuyas juntas están
soldadas y con ésta se cubrió el estanque entero. Esta barrera sigue funcionando bien
hasta la fecha (enero de 2002) (Lu, 2002; comunicación personal).

La permeabilidad de los GCL es de particular importancia para proteger el agua


subterránea cuando actúan ante soluciones salinas utilizadas para deshelar. Es conocida
la vulnerabilidad de los revestimientos de arcilla compactada a grandes incrementos en
conductividad hidráulica por ciclos de congelamiento/deshielo, aun cuando las mezclas
compactadas de suelo-bentonita pueden no ser tan vulnerables al daño. Datos limitados
de laboratorio indican que los revestimientos de geosintéticos no sufren incrementos de
permeabilidad como resultado de ciclos de congelamiento-deshielo. Por tanto, según los
datos disponibles, los GCL parecen superiores en términos de resistencia a ciclos de
congelamiento/deshielo. Sin embargo, hace falta información adicional en esta área. Las
investigaciones muestran que la permeabilidad de los GCL a soluciones salinas es
dependiente, en grado decisivo, del contenido de agua o grado de expansión de la
bentonita. Si el revestimiento no se seca, y presenta contenidos de agua de aproxima-

192
damente 100 a 150 %, las permisividades determinadas en las investigaciones, de 1 a 4 x
10-9 s-1, están dentro del mismo intervalo que en otras investigaciones de permeabilidad
(Koerner et al, 1995).

En comparación con los geosintéticos, los revestimientos con arcilla compactada


presentan las siguientes ventajas: no sufren perforaciones, ofrecen mayor tiempo de
contención, tienen gran capacidad de atenuación de los lixiviados y, aunque su costo es
variable, generalmente es menor.

4.2.3 Revestimientos minerales

Esta obra geotécnica involucra deformación del suelo, estabilidad volumétrica y flujo de
fluidos, sustancias químicas y energía en varias formas. Existen consideraciones que
tienden a complicar el análisis de flujo y presiones en el suelo, como la posible
existencia de tensiones en el agua de poro, diferencias de composición y campos de
fuerza adsorbente de las superficies de las partículas, diferencias en fuerzas entre
partículas y en el estado de energía del fluido de poro de un punto a otro debido a
gradientes térmicos y químicos. Tales gradientes causan flujo de fluidos, deformaciones
y cambios de volumen (Mitchell, 1993).

Los materiales usados para revestimientos térreos artificiales son:

1) Suelos nativos, tanto de grano fino (limo y arcillas) como suelos gruesos con
cantidades significativas de finos.
2) Mezclas de suelos, como arena con bentonita sódica.
3) Suelos mejorados o químicamente estabilizados, como arcilla con cal.

Mediante un estudio geotécnico se evalúa si los suelos locales pueden emplearse para
impermeabilizar o, en su caso, definir los problemas de estabilidad que éstos plantearán
para la aplicación de un método de impermeabilización dado. En muchos casos, el suelo
encontrado en el sitio puede no ser plástico; esta clase de material puede mezclarse con
minerales arcillosos, como bentonitas, para lograr las propiedades deseadas. La calidad
de las mezclas de arenas limosas con bentonitas será altamente dependiente de la
distribución de tamaño de grano de todos los constituyentes, la homogeneidad de la
mezcla, el contenido de agua al mezclar y la densidad de la mezcla en la instalación. La
arena limosa debe ser bien graduada para suministrar la interacción óptima con los

193
minerales de bentonita, lo que es de gran importancia para eliminar pequeñas fisuras al
trabajar bajo gradientes de temperatura.

Además de los minerales arcillosos, los suelos cohesivos generalmente contienen


también otros componentes, principalmente carbonatos, materia orgánica, óxidos e
hidróxidos de hierro y aluminio, sulfatos y sulfuros, los que pueden reaccionar con los
lixiviados. Para evitar cambios perjudiciales, se deben estipular en las regulaciones y
observar en la práctica valores límite de estos componentes. El diseño geotécnico y
construcción de revestimientos minerales eficientes para estanques solares implica el
análisis de varios aspectos, tales como el control de filtraciones, el transporte de sales
hacia el subsuelo y el aislamiento térmico.

4.2.3.1 Control de filtraciones

a) Pruebas de permeabilidad

Para estimar las filtraciones en un estanque se puede suponer que el flujo esté
gobernado por la ley de Darcy. La ley de Darcy establece una relación directamente
proporcional entre el gasto de filtración Q y el gradiente hidráulico i en los análisis de
flujo y consolidación, es decir, Q = kiA; donde k es la conductividad hidráulica
(permeabilidad) y A el área de la sección transversal a la dirección del flujo. Existe
evidencia de que dicha ley se cumple exactamente en arcillas saturadas, pero que
pueden surgir aparentes desviaciones como resultado de la migración de partículas,
efectos electrocinéticos y gradientes químicos de concentración (Mitchell, 1993).

Las pruebas de permeabilidad tienen como propósito medir la conductividad hidráulica


(permeabilidad) del suelo al agua. La determinación de la permeabilidad es la principal
prueba de laboratorio realizada en suelos arcillosos compactados, para evaluar la
conveniencia de utilizarlos en la construcción de revestimientos con arcillas
compactadas en sitios de rellenos o almacenamientos superficiales para desechos
peligrosos. De acuerdo con el valor obtenido, se puede juzgar si el revestimiento de
suelo arcilloso impedirá el movimiento de los lixiviados hacia los cuerpos de agua
adyacentes a las instalaciones de disposición final (Craig, 1981).

La conductividad hidráulica es función de dos factores: 1) la estructura del medio


poroso, y 2) las propiedades del fluido. El diseño tradicional de revestimientos, se ha

194
basado principalmente en el flujo saturado y en la minimización de la conductividad
hidráulica saturada (permeabilidad) del material usado como barrera. En los enfoques
no tradicionales se pone mayor énfasis en la consideración de flujo no saturado,
reacciones fisicoquímicas y transporte de contaminantes (Shackelford y Nelson, 1996).

Existen diferencias básicas en la naturaleza y comportamiento físico entre un suelo


saturado y uno no saturado. En el caso del suelo no saturado, éste consta de tres fases
(sólida, líquida y gaseosa) y la presión del agua de poro es negativa respecto de la
presión de aire de poro. El proceso de excavar, remoldear y recompactar un suelo no
saturado da como resultado un material no saturado. La caracterización del coeficiente
de permeabilidad es una función de la presión de agua de poro negativa y es, por tanto,
una variable en el análisis de flujo, por lo que se debe considerar esto en el
procedimiento y equipo por utilizar para caracterizar dicho coeficiente en laboratorio
(Fredlund y Rahardjo, 1993).

Diversos factores influyen en el comportamiento de un revestimiento de tierra arcillosa:


tipo de mineral arcilloso y su textura (tamaño de partícula de suelo y distribución del
tamaño de partícula), contenido de agua de moldeo, esfuerzo de compactación, esfuerzo
efectivo, tipo de permeante, su concentración, temperatura y tiempo de exposición. La
composición mineral y la actividad A (relación entre el índice de plasticidad y el
porcentaje de partículas menores de 2 µm) son dos factores primordiales en la
permeabilidad. La actividad de las arcillas sigue el orden decreciente: esmectitas >
atapulgita > ilita > caolinita.

En la literatura sobre el tema, se recomiendan distintas especificaciones en cuanto a


límites de Atterberg y granulometría del material para revestimiento. Generalmente,
estas recomendaciones se han hecho con el fin de lograr bajas permeabilidades en
campo (k ≤ 1 x 10-9 m/s). Esto se consigue al incrementar la maniobrabilidad del suelo
y, con ello, reducir la existencia de macroporos y otros defectos secundarios que son
potencialmente perjudiciales para el revestimiento de arcilla. Si se aumenta la cantidad
de finos, particularmente de material arcilloso, y se limita la cantidad de material
grueso, se minimiza el máximo valor de la relación tamaño de partícula-terrón
permitido para material de revestimiento, con lo cual se disminuye el riesgo potencial
de macroporos y defectos estructurales, así como la permeabilidad.

195
La Agencia de Protección Ambiental de EUA (USEPA) exige que los revestimientos de
arcilla tengan un coeficiente de permeabilidad de 10-9 m/s o menor. En función de
alcanzar dicho valor, el suelo debe cumplir con el siguiente criterio (EPA, 1989):

1. Tener al menos 20 % de finos (partículas del tamaño de arcilla y limo fino).

2. El IP deberá ser mayor de 10. Los suelos que tienen un IP mayor de 30 son
difíciles de manejar en campo y son más susceptibles de sufrir desecación y
agrietamiento.

3. No deberá contener ninguna partícula ni pedazo de roca que sea mayor de 1.2
pulgadas (≈ 25 - 50 mm).

Además del tipo de líquido permeante, entre los factores que afectan la permeabilidad
de las arcillas compactadas están el contenido de agua y el correspondiente peso seco de
compactación alcanzado, así como el esfuerzo y tipo de compactación empleados. Los
parámetros más importantes para controlar el coeficiente de permeabilidad, k, de una
arcilla compactada son (Auvinet y Esquivel, 1986; Mitchell y Jaber, 1990):

1. Contenido de humedad y peso unitario seco de compactación. Se observa que al


compactar in situ con un contenido de agua del lado húmedo del óptimo, de tal
manera que se logre un alto peso unitario seco, el suelo tendrá un bajo coeficiente
de permeabilidad (por ejemplo, un contenido de agua superior en 5 % al óptimo
Proctor); asimismo, la homogeneidad es importante, por lo que la arcilla se debe
curar durante una semana antes de extenderse y compactarse. Igualmente, se
observa que un equipo de amasado pesado, como un tractor agrícola o rodillo pata
de cabra, introduce una mayor deformación por corte durante la compactación, y
crea una estructura más dispersa del suelo y una menor permeabilidad. Se
recomienda que la longitud de la pata sea igual o mayor que el espesor de la capa
suelta de suelo para lograr una correcta unión entre capas.

2. Tamaño de los terrones. A mayor tamaño de terrón la permeabilidad se


incrementa varios órdenes de magnitud; sin embargo, el grado de aumento en k
disminuye con el incremento en el contenido de agua. Por tanto, en la preparación
de los revestimientos es importante que los terrones se rompan mecánicamente al
menor tamaño posible; por ejemplo, mediante un equipo pesado de compactación
por amasado.

196
3. Liga entre capas. Es fundamental la unión entre capas sucesivas; de otra manera,
el líquido puede moverse a través de grietas verticales en el revestimiento y viajar
a lo largo de las interfases entre dos capas hasta que encuentre otra grieta; este
proceso puede aumentar el coeficiente promedio de permeabilidad del
revestimiento. Por esta razón se recomienda la escarificación y control de
humedad después de compactar cada capa.

La desecación se refiere al secado del suelo y a la formación de grietas de tensión que


conducen a caminos de flujo preferenciales a través del revestimiento. Es un problema
potencialmente serio en climas áridos y tropicales, en particular en suelos con alto
contenido de agua (≥ 40 %). Para minimizar la desecación se recomienda humedecer
constantemente el material compactado, formar una capa superior de protección
pasando un rodillo sobre cada capa compactada y escarificar el material para lograr una
adecuada unión entre capas. Asimismo, se sugiere hacer terraplenes de prueba y
emplear el contenido de agua, más que el peso unitario seco, como factor de control de
calidad de la compactación. Por otra parte, se han encontrado fisuras en arcillas
normalmente consolidadas con alto contenido de agua que no pueden haber sido
causadas por secado o por descarga; también se ha observado un incremento en la
fragilidad (friabilidad) en trozos de arcilla blanda que se han almacenado por mucho
tiempo. Estos efectos pueden ser causados por sinéresis, que es la mutua atracción de
partículas arcillosas para formar agregados estrechamente unidos con fisuras entre ellos;
tal comportamiento se observa muchas veces en la gelatina debido al envejecimiento
(Mitchell, 1993).

Los cambios de temperatura pueden causar flujo de aire y agua y, como consecuencia,
cambios volumétricos dentro de la masa de suelo. Por tanto, en un suelo no saturado, se
debe formular un flujo unidimensional que incorpore los gradientes de temperatura, así
como el flujo de vapor de agua, ya que éste puede ser un factor significativo en
condiciones no isotérmicas.

La construcción de un revestimiento altera el balance de humedad natural del suelo. Las


capas de revestimientos de tierra y el material de cimentación también están sujetas a
desecación, por lo que es necesario optimar el diseño relativo a la prevención de
agrietamiento. Un gradiente de temperatura hacia el subsuelo puede causar que el
material térreo pierda una gran proporción de su humedad en lugares donde al

197
revestimiento basal subyazca una capa de grava para drenaje (August et al, 1997). Los
revestimientos basales de rellenos y el subsuelo están sujetos a cargas térmicas a largo
plazo, lo que causa el calentamiento del revestimiento entre 40 y 50°C. Tal
calentamiento, bajo ciertas condiciones (en revestimientos compuestos con una
geomembrana superior o en segmentos de revestimientos minerales simples sin acceso
superior a lixiviados), puede causar desecación en la capa mineral. Los resultados de
pruebas de laboratorio y con modelos numéricos de combinaciones de transporte de
agua, vapor y calor, indican que el componente mineral del revestimiento compuesto
está expuesto al riesgo de desecación si el revestimiento está sobre un material basal
permeable. Ninguna capa de drenaje debe construirse directamente debajo del
revestimiento mineral, a menos que dicha capa pueda mantenerse continuamente en
estado saturado (Holzlöhner, 1997).

Tanto en los revestimientos minerales simples como en los compuestos, el autosellado


es una propiedad muy importante. Dicha propiedad consiste en la capacidad propia de
cerrar las fisuras causadas por influencias externas, manteniendo el efecto requerido de
barrera del sistema de revestimiento a largo plazo. Esta propiedad se considera, junto
con la de adsorción, la mayor ventaja de usar minerales arcillosos como material de
revestimiento, ya que contribuyen a la reparación de deficiencias constructivas y
posibles agrietamientos debidos al subsiguiente asentamiento del revestimiento. En
cuanto a la selección del material, los resultados experimentales indican que los suelos
arcillosos con expansión nula o ligera, como los caoliníticos o ilíticos, respectivamente,
deben preferirse a los de mayor potencial de expansión, como los miembros altamente
expansivos del grupo de la esmectita. Deben rechazarse los suelos con tendencia al
colapso, como los limos o margas. En algunas pruebas, al usar soluciones salinas
monovalentes y divalentes, las arcillas mostraron mejores propiedades de autosellado de
lo esperado; la ilita resultó más ventajosa que el caolín a este respecto, además de que es
menos susceptible a la desecación y se expande sólo moderadamente. Cabe aclarar que
el mineral aislado ilita, como el que se utilizó en dichos experimentos, es excepcional y
no se presenta en depósitos de arcilla naturales, en las cantidades y con el grado de
pureza necesarios para la construcción de rellenos y revestimientos (Holzlöhner, 1997).

Numerosos casos estudiados en campo indican que los valores de conductividad


hidráulica en suelos arcillosos compactados pueden ser varios órdenes de magnitud
mayores que los valores medidos en laboratorio con el mismo suelo, particularmente si

198
el control de calidad de la construcción es pobre. Como consecuencia de la relación
entre los valores de conductividad hidráulica de laboratorio y de campo, algunas
agencias reguladoras (EPA) establecen como requisito que los valores de laboratorio se
confirmen en campo en un terraplén de prueba que se construye utilizando los mismos
materiales y procedimientos de construcción que se emplearán en el revestimiento real
(Shackelford y de Mello, 1994).

b) Pruebas de compatibilidad

La compatibilidad se refiere al efecto potencial en las propiedades del material por


interacciones químicas entre el líquido permeante y el material poroso. Entre las
pruebas para analizar la compatibilidad están los propios ensayes de permeabilidad;
adicionalmente, en algunos casos, pueden usarse pruebas modificadas de límites de
Atterberg y del hidrómetro (sedimentación), para proporcionar una indicación
relativamente rápida de un problema potencial de compatibilidad (Shackelford y de
Mello, 1994). Asimismo, el análisis de rayos X es adecuado para examinar los cambios
estructurales en los minerales arcillosos después del contacto con especies químicas que
afectan su estructura (Koerner et al, 1995).

Desde un punto de vista práctico, un incremento en la conductividad hidráulica puede


considerarse significativo si el valor final (flujo establecido) excede el máximo valor de
permeabilidad permitido. Una consideración adicional en la evaluación de la
compatibilidad entre revestimientos de suelos y líquidos permeantes es, potencialmente,
la de un efecto de primera exposición. Este efecto se refiere al del primer líquido al que
es expuesto el suelo, ya sea por simple humedecimiento o por flujo. La conductividad
hidráulica de un espécimen sometido directamente al líquido de prueba puede no
resultar igual a la del mismo espécimen expuesto al agua antes que a la solución
química. Esta tendencia es congruente con la expansión que resulta en una matriz del
suelo densa en bentonitas expuestas inicialmente al agua, seguida por la floculación de
la arcilla al interactuar después con una alta concentración de soluciones electrolíticas.
Ya que es poco probable que el revestimiento arcilloso en el campo sea expuesto al
flujo de agua antes que a las soluciones químicas, el efecto de primera exposición puede
ser significativo en la práctica. Posiblemente, los procedimientos de prueba estándar son
aceptables desde un punto de vista reglamentario, pero podrían ser extremadamente no
conservadores de acuerdo con la situación en campo (Shackelford y Nelson, 1996).

199
Los parámetros importantes respecto a sustancias químicas inorgánicas son: concentra-
ción y tipo de solutos, pH y conductividad eléctrica de la solución, temperatura y
tiempo de exposición. Las soluciones diluidas de compuestos inorgánicos pueden tener
efectos significativos en la permeabilidad, como resultado de su influencia en la
floculación y dispersión de partículas arcillosas (Evans, 1991; Mitchell, 1993).
Incrementos significativos en la conductividad hidráulica pueden resultar de la
floculación de las partículas arcillosas debido a interacciones con soluciones de
electrolitos; altas concentraciones de sales pueden causar contracción de la matriz del
suelo y agrietamiento de las arcillas con el consecuente aumento de permeabilidad.

De particular consideración son los sitios con soluciones básicas (elevado pH) o altas
concentraciones de sales disueltas. Cuando se exponen a especies químicas agresivas,
las arcillas de alta plasticidad con gran contenido de agua, como lodos bentoníticos y
mezclas de suelo-bentonita, son más susceptibles a contracciones y agrietamientos que
los suelos densamente compactados con bajo contenido de agua (Mitchell, 1994). Los
esfuerzos efectivos refuerzan al suelo, lo que implica la estabilización de enlaces y
fuerzas entre partículas y disminución del efecto de otros factores, como el contenido de
agua y la constante dieléctrica del fluido. Resultados de pruebas de conductividad
hidráulica con moderados esfuerzos efectivos indican que algunas cargas de cobertura o
sobrecargas serían suficientes para restringir los cambios de estructura anticipados al
diseñar revestimientos (Shakhtour y Daignault, 1996). La solución final adoptada para
la impermeabilización de una laguna de cristalización consistió en un revestimiento
arcilloso de 40 cm de espesor protegido mecánicamente contra la desecación mediante
una capa de sal de 50 cm de espesor que se forma progresivamente en el fondo de los
estanques. En este caso práctico, la efectividad de los revestimientos de arcilla
compactada se confirmó para las arcillas plásticas que almacenan salmueras de alta
concentración (Auvinet y Esquivel, 1986).

Además de la permeabilidad, otro parámetro importante para evaluar la conveniencia de


utilizar cierta clase de suelos como material de revestimiento es la variación de la
plasticidad de las muestras de suelo como resultado de la interacción con los líquidos
permeantes, sobre todo en aquéllas que presentan relativamente altos índices de
plasticidad. En dichos especímenes se han observado variaciones que dependen de las
concentraciones de las soluciones y del tiempo de exposición de las muestras a las

200
soluciones en cuestión. Si los cambios en las propiedades de plasticidad, compactación
y contracción no son previstos, las consecuencias pueden ser negativas.

Se han realizado muchas investigaciones para estudiar el efecto de complejos iónicos de


sales en las características físicas y de filtración de suelos salinos; éstas dependen de la
cantidad y tipo de sales presentes en estado sólido y disueltas en el agua de poro, así
como también de la capacidad de intercambio de bases y de los cationes intercambiados
que determinan el grado de dispersión e hidratación de las partículas. La desalación
puede afectar la plasticidad del suelo de diferentes maneras debido al complejo
mecanismo por el cual las sales influyen en el contenido de agua característico; en
muchos casos dicho contenido se incrementa. La lixiviación de las sales es acompañada
de cambios en el complejo iónico de sales y, como consecuencia, de la dispersión y
capacidad de retención de agua de la fracción fina del suelo. Como resultado final, estos
factores influyen no solamente en la permeabilidad del suelo, sino en casi todas sus
propiedades físicas (Petrukhin, 1993).

Generalmente, las propiedades plásticas de un suelo arcilloso serán muy diferentes


dependiendo de cuál sea el catión de intercambio. Según la bibliografía, el índice de
plasticidad es mayor para una bentonita sódica que para una cálcica (Grim, 1962).
Asimismo, se dice que entre diversos suelos estudiados, aquéllos saturados de sodio
presentan el índice de plasticidad más alto, en la mayoría de los casos (Baver et al,
1980). En estudios de estabilización de suelos se ha investigado el efecto que sobre los
límites ejercen diversas sustancias adicionales, y se encontró que las que más los
afectan son las de base sódica, que hacen aumentar los límites considerablemente, en la
mayoría de los casos; sin embargo, la sal común (NaCl) produce con frecuencia
disminución del límite líquido. Los cloruros también afectan la plasticidad de los suelos
al reducir los límites plástico y líquido (Winterkorn y Pamukcu, 1991).

Es importante tomar en cuenta el efecto que tiene la temperatura en las pruebas de


compatibilidad. Por ejemplo, en el caso de un sistema de almacenamiento de sales
inorgánicas, como un estanque solar, las temperaturas que pueden alcanzarse son del
orden de 80 a 90°C. Por otra parte, la solubilidad de la sal de acuerdo con la
temperatura puede ser débil o fuerte. Si la solubilidad se incrementa fuertemente con la
temperatura, entonces es posible llegar a tener un estanque de almacenamiento saturado
(Almanza y Muñoz, 1994).

201
Una de las características distintivas de las partículas coloidales es la presencia de una
carga en su superficie, positiva en algunos y negativa en otros, la cual se adquiere por
ionización directa de los grupos que están en la superficie de las partículas, o bien por
adsorción selectiva de iones de la solución en la que están suspendidas las partículas.
Alrededor de una partícula cargada negativamente hay una acumulación selectiva de
iones positivos (capa de Stern) presentes en la solución por atracción electrostática entre
el adsorbente y el adsorbato; la distribución de los iones es del tipo condensador. El
espesor de la capa de Stern está fijado por el radio hidratado de los iones de carga
opuesta (contraiones). De acuerdo con la teoría de Gouy y Chapman, parte de estos
cationes tienden a formar una segunda capa que permanece fija a la partícula coloidal
(capa de Gouy), donde la concentración de cationes disminuye con la distancia desde la
superficie de carga negativa. Esta capa, de naturaleza algo difusa, forma junto con la
capa superficial negativa lo que se conoce como la doble capa eléctrica o difusa. Fuera
de ella, los iones se mueven libremente y constituyen una atmósfera iónica parecida a la
que existe alrededor de los iones en solución. Lo anterior se aplica a su vez a una
superficie cargada positivamente, la que entonces atrae iones negativos. El espesor de la
doble capa estará dado por la distancia, medida a partir de la superficie cargada
eléctricamente, donde la concentración de aniones y cationes se iguala a la de la
solución libre. Debido a la carga de superficie, existe un potencial entre la partícula
coloidal y la solución anterior. La parte de potencial que existe entre la capa difusa fija
y la solución libre se conoce como potencial electrocinético o zeta, el cual desempeña
un papel importante en las propiedades eléctricas de los sistemas coloidales, como la
movilidad electroforética (Bornemisza, 1982; Crockford y Knight, 1983; Goldman et al,
1988).

El espesor de la doble capa eléctrica resulta de un balance entre la fuerza electrostática


que atrae a la capa difusa hacia la superficie del mineral y las fuerzas osmóticas que
tienden a difundir a los cationes lejos de la superficie del mineral. La fuerza de
atracción electrostática depende de las propiedades del mineral (es decir, de su carga
superficial), mientras que las fuerzas osmóticas dependen de las propiedades de la
solución que lo rodea, incluidos los iones disueltos (Goldman et al, 1988). Tal y como
es discutido por Evans (1991), la doble capa difusa es sensible a la variación de diversos
parámetros, como la concentración del electrolito, constante dieléctrica, temperatura y
pH del fluido, tamaño del ion hidratado y su valencia, y adsorción de aniones.

202
El efecto de la temperatura en la interacción suelo-agua, que puede suponerse a partir de
apropiadas consideraciones fisicoquímicas, fue estudiado en arcillas naturales en el
intervalo de temperaturas entre 30 y 99°C por Baver y Winterkorn (1935), quienes
dividieron el agua de interacción total (de expansión) correspondiente a altos contenidos
de agua en: 1) agua de hidratación, cuya unión está asociada con un considerable calor
de humedecimiento, y 2) osmótica, agua relativamente no restringida entre los cationes
hidratados en lo que muchos llaman la doble capa difusa. Ambos tipos de agua están
intrínsecamente relacionados con la constante dieléctrica. Ya que dicha constante dismi-
nuye al aumentar la temperatura, y más rápidamente de lo que la energía cinética de los
iones intercambiables se incrementa con la temperatura, tras una elevación de ésta en un
sistema de suelo saturado, se puede esperar una disminución tanto del agua de
hidratación como de la osmótica. Esto significa que para un contenido total de agua
constante, un incremento de temperatura disminuye la porción que está unida o
restringida e incrementa la porción que es libre, en tanto que también disminuye la
viscosidad de la última. Este efecto de temperatura es completamente lineal en sistemas
arcilla-agua relativamente puros dentro de un intervalo limitado de temperatura, pero se
vuelve más complicado aun en estos sistemas cuando temperaturas altas pueden causar
marcados efectos de dispersión o floculación en función del mineral de arcilla y tipo de
ion de intercambio. La complejidad es aun mayor con la presencia de minerales no
arcillosos de tamaños de limo y mayores. El fenómeno básico, no obstante, es una
disminución del agua de interacción ante un aumento de temperatura. Dicha
disminución normalmente causa un incremento del coeficiente de permeabilidad; sin
embargo, la permeabilidad puede disminuir por un fuerte efecto de dispersión,
especialmente si la arcilla está contenida dentro de los intersticios de un esqueleto
granular grueso (Winterkorn y Fang, 1991).

La explicación de los cambios en las propiedades de los suelos por efecto de la


temperatura está basada en diferentes mecanismos, entre los que se mencionan como
probables la variación del espesor de la doble capa difusa de Gouy y Chapman, la
modificación de la viscosidad del agua y los efectos acompañantes en los arreglos
geométricos de las partículas de suelo. El incremento en la energía térmica produce una
disminución de la resistencia de la unión entre partículas, pero al mismo tiempo hay una
reducción de la relación de vacíos. Es posible que en ciertas muestras la disminución de
la relación de vacíos compense la de resistencia de unión entre partículas. En el caso de
un suelo con bajo coeficiente de permeabilidad se puede favorecer la acumulación de

203
presiones de poro uniformes y no uniformes con altas temperaturas (> 40ºC) que no
pueden disiparse fácilmente y, por tanto, resultan menores resistencias y densidades.
Para verificar y sustentar resultados, es necesario extenderse más en estudios de
densidades y otros factores, como la actividad, pH e iones adsorbidos, además de el tipo
y cantidad del mineral de arcilla, para poder explicar el comportamiento de las arcillas
(Laguros, 1969).

Según una interpretación mecanicista, se puede considerar que un suelo cohesivo está
compuesto por plaquetas de arcilla, de varias formas y tamaños, empacadas de una
manera que depende de su modo de depositarse (o preparación artificial) y de su
ambiente. Las cargas externas son aplicadas al material a través del sistema en los
puntos de contacto entre las partículas. De acuerdo con este concepto, la estructura de la
arcilla se puede imaginar como una compleja armadura tridimensional, con los puntos
de contacto como nudos o articulaciones. Las fuerzas en los contactos son producidas
por las fuerzas de atracción de van der Waals, fuerzas de repulsión debidas a la
interacción de las dobles capas eléctricas de las superficies de la arcilla, y una porción
de las fuerzas externas. Si las dobles capas eléctricas se expanden y, en consecuencia las
fuerzas repulsivas se incrementan, se puede esperar un reajuste de la estructura del suelo
bajo las cargas aplicadas. En función de este modelo mecanicista de comportamiento de
suelo y de las fuerzas entre partículas, la expansión de la doble capa eléctrica disminuye
los esfuerzos efectivos, lo cual permite fallas al corte en los contactos entre partículas.
La disminución de volumen (consolidación) es una manifestación de tales fallas (Plum
y Esrig, 1969).

En arcillas activas, como la montmorilonita sódica, y a bajas presiones de consoli-


dación, el contacto entre partículas es pequeño; consecuentemente, la expansión de la
doble capa eléctrica por calentamiento podría causar un incremento de volumen, similar
al que ocurre por lavado de sales. En el caso de arcillas menos activas los contactos
entre partículas son más importantes. La expansión de la doble capa podría, en este
caso, reducir los esfuerzos efectivos en los puntos de contacto y permitir que ocurran
deformaciones por cortante y consolidación. El argumento anterior sugiere que, cuando
un suelo cohesivo con un significativo número de contactos se somete a calentamiento,
esto conduce a un incremento en la compresibilidad observada a bajas presiones en
diversas pruebas reportadas. Asimismo, algunos autores encontraron experimentalmente
que los límites líquido y plástico de los suelos decrecen al incrementarse la temperatura,
y lo atribuyeron exclusivamente a la disminución de la viscosidad del agua; no obstante,

204
las pruebas de límites son una medida de la resistencia al corte del suelo y, por tanto, los
resultados se explican mejor con referencia al modelo anteriormente discutido (Plum y
Esrig, 1969). Al respecto, la disminución del límite líquido e índice de plasticidad
implicarían una reducción de la compresibilidad, como puede comprobarse al observar
la variación de las propiedades físicas en la Carta de Plasticidad (Juárez y Rico, 1986).
De acuerdo con lo anterior, factores como el tipo de arcilla, arreglo geométrico final de
las partículas, remoldeo y adición de soluciones acuosas, así como cambios inducidos
por la temperatura, son importantes para relacionar las variaciones de plasticidad,
compresibilidad y permeabilidad.

Respecto a la prueba de sedimentación (hidrómetro) mencionada anteriormente, este


tipo de ensaye, entre otros que también consideran las fuerzas de superficie de las
partículas en suspensión y su interacción con la solución, pueden ser muy útiles para
estimar la estabilidad coloidal en suelos arcillosos, lo que encuentra una aplicación
importante al evaluar el riesgo por erosión interna; por ejemplo, en el caso particular de
barreras arcillosas con infiltración vertical. La dispersión de arcillas en la parte inferior
del revestimiento puede facilitar su posterior y progresiva migración ascendente por
fuerzas de filtración, a través de conductos o huecos entre partículas, hasta encontrar
salida dentro del almacenamiento (Sherard y Decker, 1977; Goldman et al, 1988). Cabe
recordar que una correcta identificación y cuantificación de los componentes minerales
cristalinos y amorfos puede ayudar en la predicción de la susceptibilidad de ciertos
materiales a sufrir disolución química o precipitación al ser expuestos a ambientes de
composición, pH y temperatura críticos, así como para tener una idea aproximada del
grado de agregación de las partículas de suelo por la presencia de agentes cementantes
(Cordero, 1997). Por ello, los métodos para determinar la composición del suelo, así
como su potencial alteración, entre los que se menciona el análisis por difracción de
rayos X a través de sus diversas técnicas, son un recurso más para examinar la
compatibilidad.

4.2.3.2 Transporte de sales hacia el subsuelo

El principal objetivo de las medidas de impermeabilización es minimizar la migración


de contaminantes. Esto está determinado por la impenetrabilidad y por la retardación de
los contaminantes; sin embargo, no existe una valoración aceptada o principio de diseño
para ello. En algunos estados de Alemania se usa la capacidad de intercambio catiónico

205
(CIC) como parámetro característico, y se establece empíricamente un valor de 10
miliequivalentes (meq) (Holzlöhner y Meggyes, 1997).

Básicamente, existen dos mecanismos de transporte químico en arcillas compactadas: la


advección, que es función del gradiente hidráulico, y la difusión, función a su vez del
gradiente de concentración. Aunque el diseño tradicional de revestimientos de arcilla se
ha basado en la suposición de transporte advectivo (Darciano), estudios más recientes
indican que la difusión molecular tiende a ser un mecanismo dominante del transporte
de contaminantes en suelos finos. En suelos de grano fino, donde los valores de
conductividad hidráulica son muy pequeños, esto es, k menor de 1 x 10-9 m/s, el
transporte químico puede controlarse por difusión. La importancia relativa de la
advección y difusión en el transporte químico total para suelos de distintas conducti-
vidades hidráulicas k son: k > 1 x 10-8 m/s: domina advección; 1 x 10-10 < k < 1 x 10-8 m/s:
ambas son importantes; k < 1 x 10-10 m/s: domina difusión.

Mientras que el flujo advectivo se basa en la ley de Darcy (q = ki), el flujo por difusión
sigue la ley de Fick, cuya ecuación está dada por JD = DiC, donde i e iC son los
gradientes hidráulico y químico, q y JD las velocidades de flujo hidráulico y químico, k
la conductividad hidráulica y D el coeficiente de difusión, que es el parámetro de
control en el flujo químico.

Dos conclusiones importantes de lo significativo de la difusión son que: 1) la mejor


barrera de confinamiento que puede construirse es una de control de difusión y 2) a
menor permeabilidad, el análisis basado sólo en la conductividad hidráulica (advección
pura) es menos conservador. Como resultado de evidencia de campo, así como de
modelos analíticos, es necesaria una baja conductividad hidráulica para un reves-
timiento de arcilla compactada en campo, pero no es suficiente para asegurar un
adecuado confinamiento.

4.2.3.3 Aislamiento térmico

Cuando se determina la estabilidad del material en función de cambios en la


temperatura se habla de sus propiedades térmicas. Una de las principales propiedades
del suelo empleado como revestimiento en un estanque solar es su conductividad
térmica, pues de ella dependerán las pérdidas de calor al subsuelo, lo que afecta en parte

206
la eficiencia del estanque. A menores valores de conductividad térmica se minimizarán
las pérdidas térmicas.

La transferencia de calor en los suelos ocurre a través de las partículas sólidas, del agua
y aire de los poros del suelo. Como la conductividad térmica de los minerales del suelo
es de aproximadamente 2.9 W / (m°C), en tanto que para el agua y aire es de 0.6 y
0.026 W/ (m°C), respectivamente, la transferencia de calor se hace principalmente a
través de las partículas de suelo. De acuerdo con esto, a menor relación de vacíos mayor
será el número y área de contactos entre partículas, y a mayor grado de saturación
mayor la conductividad térmica. La conductividad térmica típica de un suelo proba-
blemente está en el intervalo de 0.5 – 3 W / (m°C). Todos los minerales cristalinos en
los suelos muestran una disminución en la conductividad térmica al incrementarse la
temperatura. Por otra parte, las arenas cuarzosas tienen mayor conductividad térmica
que las que tienen alto porcentaje de mica (Mitchell, 1993). En estudios anteriores
(Almanza et al, 1989; Almanza y Lozano, 1990), con una caolinita y una bentonita se
obtuvieron conductividades menores de 0.6 W / (m°C), después de que muestras
compactadas de estas arcillas interactuaron con salmueras calientes de NaCl por varios
meses.

4.2.4 Investigación experimental

En este trabajo se reportan las siguientes muestras probadas como revestimientos com-
pactados: arcillas naturales con ilita y montmorilonita, haloisita, caolinita, atapulgita y
zeolita mezclada con bentonita sódica. Bentonitas sódicas en polvo, naturales y tratadas
con polímeros se probaron en ambas condiciones: como revestimiento compactado y
como impermeabilizante geosintético de arcilla. Volclay CG-50 es una bentonita sódica
granular no tratada, y Volclay CRC una bentonita sódica granular, especialmente selec-
cionada, procesada y tratada; GEL 540-P es una arcilla atapulgita selecta. En estudios
previos de permeabilidad conducidos en algunas arcillas y varias soluciones con sales
alcalinas, como NaCl, LiCl y KCl, se encontró que la salmuera de KCl era el electrolito
que producía los efectos más notables (Almanza, Castañeda y Silva, 1995; Silva y
Almanza, 1998), por lo que esta última se seleccionó como principal líquido permeante.

En la tabla 4.2 se pueden apreciar las propiedades índice de las muestras seleccionadas
para pruebas de permeabilidad; en la tabla 4.3 se señalan propiedades fisicoquímicas de
las muestras escogidas para pruebas de límites de Atterberg modificadas, pruebas
fisicoquímicas y análisis de difracción de rayos X.

207
Existen diversas expresiones para indicar la concentración de una cierta disolución,
como la molaridad, normalidad y porcentaje en peso o volumen. La fuerza iónica es una
medida de la concentración molar total de iones, que enfatiza la contribución
proporcional a la solución no ideal de las especies con carga mayor que uno. Para
soluciones con fuerzas iónicas menores de 0.1 M, se puede suponer que los coeficientes
de actividad de los iones en solución tienen un valor cercano a uno (soluciones ideales)
(Domenico y Schwartz, 1990). Por ello, en soluciones diluidas es válido considerar
solamente las concentraciones equivalentes para el análisis del efecto de las especies
químicas disueltas, sin que exista un factor adicional que afecte su comportamiento,
como sería el caso de ambientes salinos; asimismo, como se comentó anteriormente, la
solubilidad de una sal varía con la temperatura. Debido a estas consideraciones, por
facilidad de preparación y medición se eligió trabajar con concentraciones expresadas
en porcentajes con respecto a la saturación. El máximo porcentaje por peso a 20°C para
una solución acuosa de KCl es de 25 % (100 %, respecto a la saturación), concentración
que expresada en términos de fuerza iónica es superior al límite inferior anteriormente
mencionado. Como punto de comparación, la salinidad del agua de mar definida en
términos del número de gramos de sales secas existentes en 1 kg de agua de mar varía
de 33 a 37 g, con un promedio cercano a 35 g (35 000 ppm); para decirlo de otra manera,
el agua de mar contiene alrededor de 3.5 % de sales disueltas (Brown et al, 1993).

TABLA 4.2 PROPIEDADES ÍNDICE DE LAS MUESTRAS PARA


PERMEÁMETROS

Espécimen SUCS Mineral predominante LL LP IP Ss ωop


(%) (%) (%) (%)
Volclay CRC CH Montmorilonita 438 35 403 2.52 42
Volclay CG 50 CH Montmorilonita 548 41 507 2.56 45
Bentonita Na CH Montmorilonita 353 26 327 2.55 29
Zamora CH Haloisita-esmectita 77 37 40 2.68 31
Zeolita 80%/Bentonita Na 20% Zeolita-montmorilonita 97 32 65 2.40 35
Blanquizca CL Ilita 40 21 19 2.61 15
Café oscuro CL Ilita 46 20 26 2.70 19
Morelos ML Ilita 54 40 14 2.54 46
Haloisita MH Haloisita 78 66 12 2.69 70
Caolinita ML Caolinita 37 26 11 2.66 24
Atapulgita CH Paligorskita 380 105 275 2.35 98
ωop, contenido óptimo de agua; Ss, densidad de sólidos

208
TABLA 4.3 CARACTERÍSTICAS FISICOQUÍMICAS DE LOS SUELOS
PROBADOS

Propiedad Referencia Suelos arcillosos


BCa-1 Zamora Caolinita BCa-2 BNa
Fuente Dato del producto Durango Zamora, Mich Industrial Durango Durango
Color Carta Munsell de Blanco Gris muy Café muy Rosáceo Blanco
colores del suelo (10YR 8/1) oscuro pálido (5YR 8/2) (10YR 8/2)
(2.5Y 4/0) (10YR 8/2)
LL (%) ASTM D 4318 132 76.6 37 156.3 353
LP (%) ASTM D 4318 33 37.1 26 47.3 26
IP (%) 99 39.5 11 109 327
LC (%) ASTM D 427 14.3 12.7 26.3 19.3 9.8
Wopt(%) 34 31 24 52 29
Ss ASTM D 854 2.6 2.68 2.66 2.6 2.6
% < malla 200 ASTM D 422 97.5 92.5 99 100 100
%<2µ ASTM D 422 49 59 50 86 48
A 2.02 0.67 0.22 1.27 6.81
Clasificación ASTM D 2487 CH CH ML CH CH
Principal mineral Rayos X Montmorilo- Haloisitamont- Caolinita Montmorilo- Montmorilo-
arcilloso nita morilonita nita nita
Pc (%) 9.83 9.56 12.27 5.76 5.06
CaCO3 (%) 17.4 4.85 3.15 5.9 6.4
CICT (meq/100 g) 86 67 2.8 100 66
IAM (meq/100 g) (ASTM C-837) 52 36.5 1.7 68 44
A, actividad; IAM, índice de azul de metileno; Pc, pérdida por calcinación

4.2.4.1 Pruebas de compatibilidad

a) Permeabilidad

Las pruebas descritas fueron realizadas después de eliminar las partículas mayores que
la malla Nº 40. Se diseñó y describió un permeámetro de acrílico transparente (Almanza
y Castañeda, 1993), con el fin de obtener el coeficiente de permeabilidad por medio de
una prueba de carga variable (fig 4.2). Para determinar el coeficiente de permeabilidad
en dichas pruebas se aplicó la ley de Darcy. Este permeámetro permite aplicar
gradientes hidráulicos hasta de 40, y cuenta con un área grande (214 cm2). Para
controlar la temperatura se introduce una resistencia sumergible para acuario de 25 W,
que puede alcanzar 50°C, y para aislar térmicamente al permeámetro se cubre con lana
mineral. Previamente, los permeámetros se forran con papel aluminio y se colocan en
un cuarto semioscuro para evitar el crecimiento de microrganismos. Para registrar las

209
temperaturas se dispone de termómetros a partir de termopares con monitores digitales,
y para medir el pH del efluente se emplea un potenciómetro eléctrico.

Las muestras fueron compactadas dentro del permeámetro, aplicando un esfuerzo


correspondiente al de la prueba Proctor estándar, con un contenido de agua 3 % superior
al óptimo; el espesor inicial fue de 5 cm, en general. El espesor de los impermea-
bilizantes geosintéticos es de aproximadamente 3 mm antes de su hidratación; entre las
dos capas de geosintéticos se encuentra el material sellador, una capa de bentonita en
polvo, que se expande en contacto con el agua. Tanto las muestras compactadas como
los geosintéticos se confinaron entre dos capas de arena. Inicialmente, el agua destilada
pasa a través de las muestras para establecer como referencia el valor de permeabilidad
en estado estable. El líquido permeante se cambia entonces a la salmuera. Las pruebas
se continúan hasta que las lecturas de permeabilidad y las concentraciones del efluente
son estables, y entonces se incrementan las concentraciones de manera progresiva.

Adicionalmente, se realizó un experimento de permeabilidad con una muestra


compactada de arcilla de Zamora y una salmuera de KCl (40 %, respecto de la
saturación) mezclada con un líquido colorante; es posible identificar esta arcilla como
una montmorilonita-haloisita. Posteriormente, se realizaron pruebas con otras muestras,
en las que también se incrementó la temperatura. El colorante fue utilizado como
líquido trazador no reactivo con el fin de encontrar la distribución del flujo cuando
ocurre un incremento de permeabilidad. El líquido colorante es una disolución de azul
brillante, que pertenece a la familia de los trifenilmetanos, de fórmula C37H34N2Na2O9S3,
en una dosis de 4 g/L. Se eligió debido a que es muy visible en el suelo, de débil
toxicidad y baja adsorción sobre las partículas arcillosas (Daoud, 1996).

Se realizaron pruebas comparativas en un permeámetro de carga variable en una celda


triaxial con contrapresión y presión confinante continua. Con este permeámetro es
posible aplicar gradientes hidráulicos hasta de 20. El cambio de volumen está
controlado por buretas graduadas a la entrada y salida de la celda triaxial. La muestra se
coloca en una cámara de acrílico llena de agua que puede presurizarse para presionar la
membrana flexible contra la muestra, previniendo el flujo a través de la pared. Para
incrementar el grado de saturación de la muestra, el límite de la contrapresión es hasta
de 0.6 MPa. Dado que el área de la muestra es grande (174 cm2), se tiene un pequeño
efecto de escala y una mayor precisión (Auvinet y Esquivel, 1986). La muestra se
preparó en un molde de compactación y después de ser extraída se probó en la celda

210
triaxial. La muestra fue compactada con una humedad superior a la óptima con un
espesor inicial de 5 cm, con un esfuerzo de compactación correspondiente a la prueba
Proctor estándar. La muestra preparada para la prueba triaxial consiste en una columna
cilíndrica de suelo compactado confinado lateralmente por una membrana flexible (de
látex) y con discos porosos en sus extremos. Se hace pasar a través de la muestra
suficiente líquido estándar (agua destilada) para establecer como referencia un valor de
permeabilidad estable a temperatura ambiente, antes de que se introduzca el líquido
permeante (salmuera de KCl).

Fig 4.2 Permeámetro de acrílico

211
b) Plasticidad

Los materiales seleccionados fueron dos bentonitas cálcicas, así como una bentonita
sódica activada, todas ellas muestras comerciales secadas al aire. Mediante la
exposición de dos muestras comerciales de bentonita a un flujo con salmueras de NaCl
en varias concentraciones, se buscó lograr un intercambio iónico para evaluar posterior-
mente las variaciones del índice de plasticidad de estas arcillas. Con el fin de acelerar el
proceso de intercambio iónico, se investigó la variación de la plasticidad de las tres
muestras, usando técnicas de agitación directa con salmueras y posteriores diluciones
mediante lavados con agua destilada. Las bentonitas fueron contaminadas con cloruro
de sodio en distintas concentraciones mediante tratamiento directo (Silva et al, 2000).

c) Pruebas fisicoquímicas

Con objeto de conocer algunas de las propiedades fisicoquímicas más importantes desde
el punto de vista de identificación, así como para determinar el grado de interacción de
los suelos con ciertas sustancias, se procedió a realizar diversas pruebas de laboratorio
siguiendo los procedimientos establecidos en análisis de suelos (Silva, 1991), tanto con
las muestras en su estado original como después de interactuar con las salmueras
empleadas en los permeámetros. La salinidad del suelo se midió inicialmente en
extractos acuosos de pastas de saturación de suelo (Page, 1982), tanto en su estado
original como después de ser procesada con diferentes concentraciones de salmuera
durante una semana, de la manera previamente descrita para las pruebas de plasticidad.
Parte de las muestras contaminadas fue lavada con agua destilada varias veces,
remplazando repetidamente las soluciones. Una vez obtenidos los extractos de las
muestras, se realizaron los análisis químicos en las soluciones filtradas para determinar
la concentración de los solutos más abundantes de las muestras previamente tratadas,
antes y después de ser lavadas. Con el fin de verificar directamente el efecto de un
exceso de sales en el agua de poro sobre la plasticidad, se utilizaron parte de las mismas
muestras molidas que se ocuparon para las pruebas de límites de plasticidad, tanto en su
estado original como después de un primero y segundo lavados posteriores al
tratamiento con salmueras. Para confirmar el efecto más drástico del potasio, se
procedió a la determinación del sodio y potasio intercambiables en muestras de
bentonita en estado original, así como después de interactuar en los permeámetros, o
bien, tratadas directamente con salmueras de NaCl o KCl.

212
d) Difracción de rayos X

Para complementar la información de las muestras aún no identificadas, se analizaron


éstas por medio de difracción de rayos X. Además, algunas muestras con un contenido
importante de montmorilonita se trataron previamente tanto con salmueras de cloruro de
sodio como de potasio, y se obtuvierone los difractogramas correspondientes antes y
después de que las muestras fueran lavadas del exceso de sales.

4.2.4.2 Resultados obtenidos y análisis

a) Permeabilidad

Las pruebas con salmueras de KCl parecen alcanzar un estado estable durante el tiempo
registrado solamente en especímenes como la haloisita, caolinita, atapulgita y GCL con
Volclay CRC. En general, el incremento de permeabilidad en estos especímenes fue
menor que en los otros. Cuando la muestra compactada de Volclay CRC tuvo un flujo
de KCl con una concentración mayor del 70 %, respecto a la saturación, los incrementos
de permeabilidad fueron superiores a los tres órdenes de magnitud (de 1 x 10-9 a 1 x
10-5 cm/s). El experimento continuó durante dos semanas, bajo las mismas condiciones
y con resultados similares. Finalmente, se utilizó de nuevo un flujo de agua y, de
inmediato se obtuvieron permeabilidades menores. Para concentraciones iguales, el
geotextil con Volclay CRC tuvo una permeabilidad menor que la respectiva muestra
compactada.

Las muestras más sensibles al cambio de temperatura, empleando agua como líquido
permeante son las que contienen ilita como mineral arcilloso predominante, y en menor
grado la caolinita, donde se presentan incrementos de permeabilidad hasta de dos
órdenes de magnitud, no explicables por el cambio de viscosidad. Como se pudo
comprobar con ayuda del colorante, la razón es que el índice de expansión térmica de
estos materiales es diferente al del acrílico del permeámetro, por lo que al incrementarse
súbitamente la temperatura se presenta un flujo extraordinario entre la muestra y la
pared de acrílico; esto se facilita debido a que las arcillas de estas muestras no se
expanden. Este elevado flujo es transitorio y disminuye con el tiempo. En estos casos,
los valores de pH del efluente son parecidos a los del agua, lo que significa que ésta no
se filtró a través del suelo, sino que migró entre la pared del permeámetro y la muestra.

213
Algunos especímenes no presentaron cambios en su permeabilidad al agua al
incrementar la temperatura, pero sí los tuvieron al estar expuestos a la salmuera, tal es el
caso de la haloisita y la zeolita con bentonita sódica; esto indica que el efecto de la
solución electrolítica afecta la estructura de estas muestras al elevarse la temperatura.
En general, la arcilla más estable en condiciones no isotérmicas y bajo altas
concentraciones de sales fue la atapulgita (de 1 a 4.5 x 10-8 cm/s). Asimismo, se pudo
observar un mejor comportamiento de los geotextiles con bentonitas tratadas, tanto a
temperatura ambiente como al incrementarse ésta y utilizar salmueras. Es posible que
los geotextiles limiten el efecto de contracción de la muestra, sobre todo al presentarse
un aumento de temperatura.

La prueba del trazador mostró la existencia de caminos preferenciales en el espécimen.


El líquido colorante se observó principalmente en algunas áreas específicas de la pared
de la muestra. Sin embargo, también se encontraron conductos coloreados en varias
secciones transversales en toda la profundidad de la muestra.

La foto correspondiente a una prueba con una caolinita tratada con salmuera de KCl al
80 % e incrementando la temperatura hasta 50°C (fig 4.3), revela dos franjas marcadas
por el colorante a través de un corte transversal de la muestra, y a lo largo de todo su
espesor. La prueba en la muestra de Zamora, con KCl al 40 % a temperatura ambiente
(fig 4.4), exhibe la presencia del colorante en algunas zonas de la pared, así como en la
sección transversal del espécimen a través de todo su espesor.

La tabla 4.4 muestra los resultados de pruebas de permeabilidad en el permeámetro de


pared flexible; es decir, el espesor final del espécimen (tf), tiempo registrado para el
valor de permeabilidad y tiempo total transcurrido de la prueba, concentración de
entrada y salida de la salmuera (respecto a la saturación) y coeficiente de permeabilidad
a temperatura ambiente. En una prueba de carga variable, realizada en una muestra de
Zamora, con una presión confinante de 0.3 MPa y una contrapresión de 0.25 MPa, se
mostró que la permeabilidad medida con la salmuera de KCl fue cerca de un orden de
magnitud mayor que con el agua destilada. Se puede observar que la presión confinante
disminuye el flujo lateral, respecto a una prueba en pared rígida, pero no impide el
aumento de las filtraciones a través de la muestra.

214
Fig 4.3 Muestra de caolinita con salmuera de KCl y temperatura

Fig 4.4 Muestra de Zamora con salmuera de KCl

215
TABLA 4.4 PRUEBA CON PERMEÁMETRO DE PARED FLEXIBLE

Espécimen (tf) Tiempo registrado Líquido de prueba Coeficiente de permeabilidad


(días) (cm/s)

Zamora (5 cm) 14 Agua 2.5 E-07


15 KCl (40 %) 6.9 E-06

Es importante hacer notar que el ion monovalente K+causa la hinchazón en las arcillas
del tipo de las montmorilonitas (Baver et al, 1980). Sin embargo, la solvatación puede
ser una fuerza importante para altas concentraciones de electrolitos, como lo propone
Sposito (1989).

b) Plasticidad

La fig 4.5 es un ejemplo de las gráficas obtenidas, correspondiente a una bentonita


sódica, donde aparecen líneas de tendencia que unen puntos asignados de acuerdo con
el tratamiento que recibió la muestra y su correspondiente contenido de agua (LL, IP y
LP); en ellas se incluyen puntos correspondientes a tratamientos con distinta duración,
antes y después de uno o varios ciclos de lavado, en tanto que se grafican puntos
aislados que corresponden a muestras obtenidas de permeámetros. Con base en lo
anterior, se graficaron en la carta de plasticidad varios puntos correspondientes a los
valores de plasticidad determinados en muestras tratadas con distintas concentraciones y
tiempos de exposición, así como los puntos correspondientes a las muestras sin ningún
tratamiento (originales) como punto de referencia; en las figuras se indica cuándo los
límites de plasticidad de la muestra se obtuvieron con o sin lavar el exceso de sales.
Asimismo, en cada gráfica se ilustra la ecuación de línea de tendencia de los puntos
obtenidos y el coeficiente de correlación del IP respecto del LL, así como la línea A de
Casagrande; como ejemplo se muestra la fig 4.6, correspondiente a una bentonita
cálcica.

En las gráficas generadas, la mayoría de los puntos correspondientes a muestras del


mismo origen caen arriba de la línea A, excepto las muestras sin lavar, y tienen un
comportamiento lineal que indica que en los valores de plasticidad domina la
composición mineralógica. También se observa que, una vez eliminado el exceso de
sales, con mayor tiempo de exposición se logra una mayor activación de las bentonitas.

216
TRATAMIENTO
A B C D E
450

400 Tratamiento:
A) Original
B) 1 semana (sin lavar)
CONTENIDO DE AGUA, EN PORCENTAJE

350 C) 1 semana (1er. lavado)


D) 1 semana (2º lavado)
E) Del permeámetro
300

250

LL
200 IP
LP
150

100

50

Fig 4.5 Bentonita sódica tratada con NaCl

IP
350
IP = 0.9624LL - 31.497
2
300 R = 0.9991

100
250
Lav adas
60% Línea A
200
35%
150
5%
100 O riginal
5%
50 60%
35% Sin lav ar
100%
0
0 50 100 150 200 250 300 350 400
LL

Fig 4.6 Bentonita cálcica tratada con varias concentraciones de NaCl

217
En el caso de altas concentraciones y mayores tiempos de exposición, el índice de
plasticidad de las muestras después del primer ciclo de lavados es todavía menor que el
correspondiente a la muestra original, lo cual se explica por la mayor exposición de la
muestra a los contaminantes; esto es más notable en el caso de la bentonita sódica, la
cual a su vez es una arcilla previamente tratada para su comercialización. El límite
plástico aumenta ligeramente en muestras lavadas y sin lavar, respecto del valor de la
muestra sin tratar, y este efecto es más notable al aumentar la concentración y tiempo de
exposición. Resumiendo los resultados obtenidos, se observa lo siguiente: un
comportamiento lineal (coeficientes de correlación cercanos a uno y una ecuación de la
recta cuya pendiente es aproximadamente 1:1; una disminución del IP en muestras sin
lavar y aumento del IP (activación) al lavar la muestra; en las muestras sin lavar se
observa que a mayor concentración equivale un menor IP; en las muestras lavadas a
mayor concentración y mayor tiempo de exposición, mayor es el IP.

Las muestras sin lavar son menos plásticas. La razón de esto se halla en el efecto
floculante de las sales sódicas en exceso. Estas sales reprimen la ionización (espesor de
la capa doble difusa) de los iones de sodio adsorbidos. Con esto disminuyen el
potencial, la hidratación, el hinchamiento y la tendencia a la dispersión. El material
coloidal se flocula; en cambio, en los suelos lavados la dilución ha sido la necesaria
para lixiviar el exceso de sales, y los suelos se caracterizan por un complejo de
intercambio catiónico saturado de sodio y una mayor plasticidad. Con un incremento en
el porcentaje de sales en el agua de poro, la plasticidad de las partículas de suelo
disminuye. La variación en dicha plasticidad al lavar las muestras se observa en un
intervalo relativamente grande y depende de la concentración de las sales y del tiempo
de exposición. Se observa que los cambios registrados bajo condiciones de baja
salinidad pueden caer dentro de los límites de error en la determinación de las
propiedades relevantes. Si existe lixiviación de sales las condiciones de plasticidad e
impermeabilidad se vuelven favorables, mientras que si no existe eliminación del
exceso de sales la situación se vuelve crítica por el riesgo de contracciones y
agrietamientos indeseables del material utilizado como revestimiento.

c) Pruebas fisicoquímicas

Mediante un análisis químico del agua intersticial de los suelos en estudio, se pudo
comprobar la influencia que tiene en el espesor de la doble capa difusa la presencia de

218
un exceso de iones en el agua de poro; el efecto del anión (Cl) es más notorio que el del
catión (Na) (tabla 4.5). Por tanto, se sugiere probar con otras sales, además del NaCl, y
considerar el efecto tanto del catión como del anión.

Los resultados de intercambio de cationes en suelos que contienen montmorilonita, y


que fueron tratados con soluciones de NaCl y KCl, tanto en permeámetros como en
pruebas directas de agitación con y sin lavado del exceso de sales, indican que al expo-
ner las muestras a la acción del cloruro de potasio la cantidad de este catión aumenta en
los sitios de intercambio, mientras que el valor correspondiente del sodio disminuye de
manera considerable, lo que parece indicar un desplazamiento entre dichos cationes.
Asimismo, se aprecia cómo el intercambio con el sodio produce un aumento de los
sitios de intercambio ocupados por este catión, en tanto que los valores de potasio
intercambiable prácticamente no varían respecto al valor original (tablas 4.6 a 4.9).

TABLA 4.5 Na+ Y Cl- SOLUBLES (BCa-2 Y BNa)

Muestra Na+ Cl- IP


(meq/l) (meq/l) (%)

BCa-2 Original 2.50 2.0 109


NaCl 100 %
3.78 10.2 171.1
(Lavada)
NaCl 100 %
0.72 2.3 322
(2° Lavado)
BNa Natural 0.98 1.7 327
NaCl 100 %
6.89 13.5 233.2
(Lavada)
NaCl 100 %
0.63 2.0 407.8
(2º Lavado)

TABLA 4.6 Na+ Y K+INTERCAMBIABLES

Muestra Na+ K+
(meq/100g) (meq/100g)

BNa original 42.61 1.73


Geotextil-BNa (permeámetro) 4.98 25.12

219
TABLA 4.7 Na+ Y K+INTERCAMBIABLES

Muestra Na+ K+
(meq/100g) (meq/100g)

BCa –1 19.4 2.0


BCa-1 + KCl 40 % 7.65 47.42
(permeámetro)
BCa-1 + KCl 40 % lavada 6.52 39.02

TABLA 4.8 Na+ Y K+INTERCAMBIABLES


Muestra Na+ K+
(meq/100g) (meq/100g)

BCa-1 original 19.4 2.0


BCa-1 + NaCl 35 % 59 1.55
(permeámetro)
BCa-1 + NaCl 35 % 63.5 1.72
BCa-1 + NaCl 80 % lavada 137.37 1.77
BCa-1 + NaCl 100 % lavada 149 1.77

TABLA 4.9 Na+ Y K+INTERCAMBIABLES


Muestra Na+ K+
[meq/100g) (meq/100g)
Zamora original 6.53 1.50
Zamora + KCl 35 % 1.25 54.60
(permeámetro)

d) Difracción de rayos X

En las muestras tratadas con salmuera es evidente el hecho de la desaparición de fases


predominantes de montmorilonita o su desplazamiento a menores concentraciones.
Después de eliminar el exceso de sales existe una tendencia a regresar a los valores
originales, principalmente a bajas concentraciones (tabla 4.10). Por un lado, se aprecia
que la técnica de difracción de rayos X es útil para identificar la composición del suelo,
pero por otro, se manifiesta la importancia de un análisis fisicoquímico previo a la
interpretación definitiva, que nos indique si existen especies químicas que puedan
afectar los resultados.

220
TABLA 4.10 ANÁLISIS POR MEDIO DE DIFRACCIÓN DE RAYOS X

Muestra Especies mineralógicas identificadas

Montmorilonita, Sist ortorrómbico (P)


Bentonita cálcica original
Cuarzo, Sist, Hexagonal (A)
Cuarzo, Sist Hexagonal (P)
Esmectita (A)
Bentonita cálcica, NaCl 35 % sin lavar
Halita, NaCl, Sist cúbico (A)
Cristobalita, Sist tetragonal (m)
Montmorilonita, Sist ortorrómbico (P)
Cuarzo, Sist hexagonal (A)
Bentonita cálcica, NaCl 35 % lavada
Calcita (A)
Cristobalita, Sist tetragonal (A)
Cuarzo, Sist hexagonal (P)
Halita, NaCl, Sist cúbico (A)
Bentonita cálcica, NaCl 85 % sin lavar
Montmorilonita, Sist ortorrómbico (A)
Cristobalita, Sist tetragonal (A)
Cuarzo, Sist hexagonal (P)
Bentonita cálcica, NaCl 85 % lavada Montmorilonita, Sist ortorrómbico. (A); Calcita (A)
Cristobalita, Sist tetragonal (A)
Silvita, KCl, Sist cúbico (P)
Bentonita cálcica, KCl 40 % sin lavar Cuarzo, Sist hexagonal (A)
Montmorilonita, Sist ortorrómbico (s)
Montmorilonita, Sist ortorrómbico (P)
Bentonita cálcica, KCl 40% lavada Cuarzo, Sist hexagonal (A)
Cristobalita (m)
Montmorilonita, Sist monoclínico (P)
Bentonita sódica original
Cuarzo, Sist hexagonal (A)
Cuarzo, Sist hexagonal (P)
Silvita, KCl, Sist cúbico (P)
Bentonita sódica, KCl 40 % sin lavar
Montmorilonita, Sist ortorrómbico (b)
Halita ?
Montmorilonita, Sist Ortorrómbico (P)
Bentonita sódica, KCl 40 % lavada Cuarzo, Sist Hexagonal (P)
Interestratificados (s)
Albita (plagioclasa), Sist triclínico (P)
Zamora original Cuarzo, Sist hexagonal (A)
Haloisita (s), esmectita (s)
Silvita, KCl, Sist cúbico (m)
Zamora, KCl 40 % sin lavar Haloisita 7 Å, Sist monoclínico (s)
Cristobalita, Sist tetragonal (s)
Albita, (plagioclasa), Sist triclínico (s)
Haloista, Sist monoclínico (s)
Zamora, KCl 40 % lavada
Esmectita (s)
Cuarzo (s)
P, fase predominante; A, fase abundante; m, fase en concentración media; b, fase en concentración baja;
s, fase en concentración muy baja.
El signo de interrogación (?) se emplea cuando no se registra un número suficiente de picos para asegurar la
presencia de la especie mineralógica en cuestión.

221
4.2.5 Conclusiones y recomendaciones

El diseño y construcción de un estanque solar es una obra que requiere del análisis de
diversos factores físicos y químicos. Se deben conocer las diversas alternativas de
impermeabilización existentes para hacer un correcto análisis comparativo de las
distintas opciones. Los revestimientos con suelos compactados siempre son una propuesta
que hay que considerar, debido a las ventajas que ofrecen respecto a barreras sintéticas,
especialmente para las condiciones nacionales actuales. No obstante, para su adecuada
aplicación es necesario conocer los aspectos fisicoquímicos de las arcillas y proponer
investigaciones que solucionen los inconvenientes que presentan en ciertas situaciones.

Respecto a las pruebas experimentales, los valores de permeabilidad en los suelos


expuestos a distintas concentraciones de salmuera fueron en general mayores que los
medidos con agua destilada. Sin embargo, el incremento de permeabilidad con el flujo de
salmuera es parcialmente reversible cuando el agua se reutiliza como solución de prueba.

La razón de los aumentos de permeabilidad al agua al incrementar la temperatura en


muestras con ilita (mica hidratada) es que el índice de expansión térmica de estos
minerales, de naturaleza aislante, es diferente al del acrílico del permeámetro, por lo que
al incrementarse súbitamente la temperatura se presenta un flujo extraordinario entre la
muestra y la pared de acrílico; este flujo alto es transitorio y disminuye con el tiempo.
No obstante, algunas muestras que no presentaron aumentos de permeabilidad
significativos al incrementar la temperatura del agua sí los tuvieron al trabajar con
salmueras en altas concentraciones. La muestra menos susceptible fue la atapulgita, en
tanto que en las muestras con contenido significativo de esmectita, la expansión inicial
por contacto con agua es suprimida por la interacción con las salmueras, sobreviniendo
un incremento de flujo lateral al aumentar la temperatura, tal y como se pudo constatar
con las pruebas al emplear líquidos trazadores. El flujo no disminuye sino hasta
intercambiar la salmuera por agua.

En muestras con ilita, el aumento de permeabilidad con salmueras e incrementos de


temperatura fue hasta de tres órdenes de magnitud, debido a problemas de flujo lateral,
mientras que en aquéllas con montmorilonita los valores fueron aún mayores. Entre los
geotextiles, la muestra de bentonita sódica tratada con polímeros presentó el mejor
comportamiento impermeable. La atapulgita fue la muestra más resistente a cambios de
permeabilidad, y la caolinita también exhibió una susceptibilidad limitada ante la

222
salmuera. La menor permeabilidad obtenida en la prueba de pared flexible con una
muestra de suelo nativo con montmorilonita se atribuye a la presión de confinamiento;
en este tipo de permeámetro se debe considerar que puede presentarse con el tiempo un
problema potencial de corrosión e incrustación de sales en los conductos de pequeño
diámetro. Por otra parte, el sistema de pared rígida es adecuado para determinar si
pueden existir interacciones entre la arcilla y las especies químicas. La prueba con el líquido
colorante trazador confirma la existencia de caminos preferenciales en la muestra completa.

Generalmente, las muestras que tuvieron mejor comportamiento como impermea-


bilizante al interactuar con salmueras y sufrir cambios térmicos fueron las que están
compuestas por minerales del tipo de la atapulgita, caolinita, haloisita e ilita, es decir, de
bajo potencial de expansión. Por el contrario, los especímenes compuestos por
esmectitas, e incluso mezclas de éstos con zeolitas, presentan susceptibilidad al flujo
con salmueras, debido a que su capacidad de expansión es anulada por altas salinidades,
y presenta caminos preferenciales a través de todo su espesor y área transversal, como
consecuencia de fenómenos explicados en parte por la acción de fuerzas electrostáticas.
Las bentonitas tratadas (Volclay CRC) presentan menores incrementos de permea-
bilidad, sobre todo trabajando junto con los geotextiles; es posible que estos últimos
contribuyan a reducir el efecto de contracción provocado por las salmueras.

Los efectos de sales alcalinas en la permeabilidad de las arcillas pueden ser causados
por la contracción de la montmorilonita expandida como resultado de la adsorción
específica del ion K+. Esto ocurre debido a la electronegatividad y tamaño iónico de este
catión. La contracción y el agrietamiento pueden ser causados por la reducción en el
espesor de la doble capa difusa, dado el incremento en la concentración electrolítica
como resultado de los iones (aniones y cationes) disueltos en el agua. Altas concentra-
ciones de sales reprimen la ionización (espesor de la capa doble difusa) de los iones
adsorbidos. Con esto disminuyen el potencial, la hidratación, el hinchamiento y la
tendencia a la dispersión, y el material coloidal se flocula. El ion monovalente K+ causa
la hinchazón en las arcillas del tipo de las montmorilonitas; por otra parte, la solvatación
puede ser una fuerza importante para altas concentraciones de electrolitos.

Por lo anterior, es recomendable no utilizar como material de revestimiento suelos


arcillosos con contenido apreciable de esmectita, por ejemplo bentonitas, que puedan
ser expuestos a salmueras alcalinas (NaCl o KCl) en concentraciones mayores del 1 %,
respecto a la saturación, especialmente durante periodos prolongados y con incrementos

223
de temperatura. Si se utilizan, estos materiales pueden fallar como impermeabilizantes,
ya que al variar sus propiedades de plasticidad son susceptibles de sufrir contracciones y
agrietamientos.

La expansión inicial de arcillas que contienen esmectita expuestas al agua y que


permiten una matriz del suelo densa e impermeable es seguida por la floculación de la
arcilla sometida a una alta concentración de soluciones electrolíticas. Dado que es poco
probable que el revestimiento arcilloso en el campo sea expuesto al flujo de agua antes
de ser sometido a las soluciones químicas, el efecto de la primera exposición desde un
punto de vista práctico puede ser significativo. La variación de la permeabilidad que se
presenta en muestras de laboratorio tratadas primero con agua puede ser más drástica en
las condiciones de exposición en campo.

En relación con los cambios de la plasticidad, los datos obtenidos en esta experimen-
tación sistemática realizada con muestras de bentonitas tratadas con distintas concentra-
ciones de salmueras, quedan señalados en varias gráficas por líneas con una tendencia
general similar. Esto comprueba que la plasticidad de muestras con la misma composi-
ción mineralógica varía de acuerdo con el tipo de intercambio catiónico y el contenido
de sales en el agua de poro, mientras que las características de la fracción coloidal
permanecen esencialmente inalteradas. Asimismo, se comprobó, mediante un análisis
químico del agua intersticial de los suelos en estudio, la influencia que tiene en el espesor
de la doble capa difusa la presencia de un exceso de iones en el agua de poro; el efecto
del anión (Cl-) fue tanto o más notorio que el del catión (Na+). Por ello, se sugiere probar
con otras sales, además del NaCl, y considerar el efecto tanto del catión como del anión.

En las pruebas de intercambio de bases en muestras que contienen esmectita, se observó


una tendencia de mayor aumento en las posiciones de intercambio al interactuar con
salmueras de KCl. Los resultados de las pruebas fisicoquímicas indican que, al exponer
las muestras a la acción del sodio, la cantidad de este catión aumenta en los sitios de
intercambio, mientras que el valor correspondiente del potasio no presenta una varia-
ción significativa. El efecto del cloruro de potasio es aun más notorio; es decir, en la medida
que aumentan los sitios de intercambio de potasio, el valor correspondiente del sodio
disminuye considerablemente, lo que indica un desplazamiento entre dichos cationes.

Al observar los resultados del análisis de los difractogramas correspondientes a las


muestras tratadas con salmueras (KCl o NaCl), es interesante advertir que en el

224
espécimen tratado, antes de eliminarse el exceso de sales, la montmorilonita deja de ser
la especie mineral con fase predominante, y es desplazada a otra fase de menor
concentración, o bien su presencia se oculta. Este efecto es más evidente cuando el
tratamiento se hace con KCl. Al lavar la muestra, la fase de la montmorilonita se
observa nuevamente en los difractogramas. Por lo anterior, es importante correlacionar
las pruebas fisicoquímicas con los métodos de identificación antes de llegar a
interpretaciones aisladas.

Puede decirse como conclusión, que los cambios mencionados en las propiedades del
suelo que ocurren debido al efecto de las sales solubles y a su lavado del suelo deben
tomarse en consideración al evaluar las propiedades estructurales de suelos salinos y
predecir los cambios que pueden ocurrir con el tiempo.

Para correlacionar los cambios de permeabilidad y plasticidad que se presentan en


suelos arcillosos al interaccionar con salmueras en distintas concentraciones y tiempos
de exposición, así como con gradientes térmicos, se sugiere continuar con el análisis
comparativo por medio de pruebas fisicoquímicas y técnicas de análisis de composición
de las muestras más representativas.

Esta investigación ha permitido realizar aplicaciones adicionales, como estudios sobre


tratamientos químicos para mejorar el comportamiento de suelos arcillosos empleados
como barreras impermeables, así como sobre dispersión de arcillas en problemas de
tubificación de presas de tierra.

4.3 Movimientos oscilatorios en la capa no convectiva de un estanque solar

4.3.1 Antecedentes

La capa no convectiva de un estanque solar es una capa intermedia con un gradiente


salino, de forma que su densidad aumenta con la profundidad, cuyo espesor varía
generalmente entre 1 y 1.5 m, y funciona como aislante térmico. Este tema ha sido
discutido con detalle por Almanza y Muñoz (1994).

Debido al gradiente salino se forma uno térmico, de manera que la temperatura aumenta
con la profundidad, y es cercana a la del ambiente en la región próxima a la superficie
del estanque. Esta capa no convectiva evita el movimiento del fluido, de manera que
aísla la capa inferior de 1 a 2 m de espesor, la cual sí es convectiva, y donde la tempera-

225
tura puede alcanzar los 100°C, por lo que actúa como almacén térmico y captador solar
(Zangrando y Bryant, 1978; Tabor y Weinberger, 1981; Nielsen, 1980).

El gradiente salino debe permanecer lo suficientemente grande para contrarrestar el


efecto de la fuerza de flotación con el fin de mantener el régimen no convectivo de la
capa en dicho estanque. Uno de los principales problemas en estanques solares es la
erosión del gradiente y, por tanto, la aparición de capas convectivas no deseadas en la
zona no convectiva, lo que llevaría finalmente a un colapso del estanque.

El llamado sistema convectivo doblemente difusivo, conocido también como el


problema de Bérnard de dos componentes, se ha estudiado con gran interés en mecánica
de fluidos (Schechter et al, 1974; Turner, 1973). Dicho sistema muestra movimientos
muy diferentes a los conocidos convencionalmente, es decir, a los correspondientes a
fluidos simples estratificados. En estos sistemas existen inestabilidades, que pueden
presentarse aun cuando la distribución de densidad sea estáticamente estable. Diversos
trabajos se han realizado para entender y predecir el comportamiento físico de sistemas
con parámetros que varían fuertemente, como temperatura y salinidad, por ejemplo en
un estanque solar con un gradiente salino estabilizado (Zangrando, 1979).

Gran cantidad de publicaciones relacionadas con problemas que involucran transferen-


cia de calor están asociadas con el calentamiento de estanques no convectivos, así como
de lagos naturales estratificados; sin embargo, poca atención se ha dado a los criterios
de la alteración de la capa no convectiva en la presencia de gradientes térmicos, flujo de
irradiancia solar y perturbaciones mecánicas. Los estanques solares no convectivos están
continuamente expuestos al medio ambiente y son influidos por vientos, cambios en el
flujo de irradiancia solar, extracción de energía de la capa inferior del estanque, etc.

Hull et al (1981) efectuó algunas simulaciones numéricas de inestabilidades en la capa


no convectiva de estanques solares. En dichas simulaciones el periodo de oscilaciones
varía en un intervalo de 1 a 50 s y el decaimiento es exponencial, con una vida media de
décimas de segundo. Se sugiere que el mecanismo físico que produce tales oscilaciones
es del tipo de perturbaciones que se propagan al azar en dicho estanque.

Por lo que respecta al colapso de estanques solares, Schladow e Imberger (1987)


proponen considerar al efecto del calentamiento de las paredes donde se encuentra
contenido el estanque como principal factor de la inestabilidad que conduce a la erosión

226
de éste, considerando que tal efecto influye en la capa convectiva. Sin embargo,
Domínguez-Lerma (1988) rebate lo anterior, afirmando que la inestabilidad en el
interior de la zona de gradientes es oscilatoria, mas en su análisis no formula cuál es la
causa del colapso en estanques solares.

Los experimentos reportados en este documento están relacionados con las oscilaciones
en la capa no convectiva, las cuales pueden explicar lo que sucede con los problemas de
alteración de esta zona.

4.3.2 Oscilaciones

La comparación del número de Rayleigh salino (véase notación, al final del capítulo)

gd 3 β∆S
Rs = (4.1)
νK T

con el número convencional de Rayleigh:

gd 3α∆S
R= (4.2)
νK T

permite predecir posibles modos de convección, los cuales han sido estudiados por
Schechter et al (1974), Turner (1973), Veronis (1968) y Baines y Gill (1969),
definiendo los siguientes parámetros:

1 ∂ρ
α =− (4.3)
ρ ∂T
y
1 ∂ρ
β= (4.4)
ρ ∂S i

En los modelos estudiados por estos autores, existen tres diferentes modos probables de
convección para un líquido sujeto a un gradiente térmico desestabilizador, que
inicialmente es no convectivo debido a los efectos de la concentración de un soluto con
gradiente estabilizante:

I. Movimiento de convección que ocurre espontáneamente (inestable)


II. Movimiento oscilatorio (inestable)
III. Ambos gradientes estabilizados

227
Fig 4.7 Diferentes regímenes convectivos relacionados con los números de Rayleigh
térmicos y salinos (Baines y Gill, 1969)

En una revisión más completa de la convección de un líquido que es calentado desde


abajo, se mencionan, por ejemplo, los fenómenos conocidos como convecciones de
Rayleigh-Bénard, Bénard-Marangoni, inestabilidades oscilatorias, flujos Taylor-
Coyette, etc, los cuales se pueden encontrar en Platten y Legros (1984), Cross y
Hohenberg (1993) y Getling (1998).

En la fig 4.7 se muestran diferentes regímenes relacionados con los números de


Rayleigh térmicos y salinos. En el cuadrante superior derecho está la región de interés
cuando el comportamiento de un estanque solar se modela en estado estacionario. Si el
interés está en el modo oscilatorio, entonces el modelo debe estar en la región
denominada oscilaciones. Esta región es donde tienen lugar los movimientos
oscilatorios, que ocurren cuando el gradiente de temperatura es desestabilizador
mientras que el gradiente salino es estabilizador.

Es bien conocido el principio del intercambio de estabilidades en el problema de Bénard


(Chandrasekhar, 1961). Sin embargo, esto ya no es válido cuando una segunda fuerza
estabilizadora actúa sobre dicho sistema; por ejemplo, un efecto de rotación, campo

228
magnético o un gradiente de soluto estabilizador (Veronis, 1968; Baines y Gill, 1969;
Chandrasekhar, 1961; Nield, 1967; Shirtcliff, 1969); entonces las inestabilidades
pueden aparecer como oscilaciones. La principal razón para el flujo es la debida al
gradiente de concentración.

Al formarse un gradiente de temperatura en una solución, comienza entonces el flujo de


un soluto difusivo (efecto Soret) y, si este sistema llega a un equilibrio mecánico,
resultará un gradiente del soluto. En el caso de estanque solares, la sal fluirá de las
regiones calientes que se encuentran en la parte inferior del estanque a las zonas más
frías que se localizan en la superficie superior de dicho estanque. La magnitud del
gradiente así establecido depende del coeficiente de Soret σ t (de Groot y Mazur, 1962):

D'
σt = (4.5)
D

El coeficiente de Soret fue medido por Caldwell (1973) para una solución de NaCl al
2.85 %, en peso, y T < 50ºC. Algunos estudios experimentales y teóricos de la convección
Rayleigh-Bénard (Schechter et al, 1974; Caldwell, 1970; Platten y Chavepeyer, 1973),
han mostrado que la diferencia de temperatura a través del fluido no siempre es una
función creciente del flujo de calor aplicado. Bajo ciertas circunstancias, por ejemplo, las
condiciones de frontera, variaciones en las propiedades del fluido con la temperatura,
gradientes de concentración o variación con el tiempo del flujo de calor, pueden permi-
tir que la diferencia de temperatura ∆T disminuya a pesar de que el flujo de calor aumente
dentro de un intervalo limitado de dicho flujo, como se ha observado en las gráficas de
Schmidt-Milverton (Schechter et al, 1974; Platten y Chavepeyer, 1973). La diferencia
de temperatura ∆T puede ser evaluada en múltiplos y el estado del sistema puede depen-
der de su historia. En estos casos, el movimiento por convección se inicia con un
movimiento oscilatorio, el cual puede ser descrito dentro del modo inestable (oscilatorio).

Algunas estimaciones numéricas del periodo de oscilaciones para los valores adimen-
sionales de los números (Prandtl, Schmidt, etc), compatibles con experimentos en
líquidos, han sido obtenidas para las oscilaciones en laboratorio con una celda de
Bénard (Platten y Chavepeyer, 1973). El orden de magnitud de este periodo es de 1 min;
este periodo fue calculado a partir de

4d 2
ts = (4.6)
3πKT [− S / (1 + S )]1 / 2

229
donde

β D'
S= SS (4.7)
α D 1 2

de manera que esta expresión relaciona el cambio de densidad debido a la difusión


térmica con aquélla que resulta de cambios de temperatura y de composición constante,
donde S1 y S2 son concentraciones en porcentaje con respecto a la saturación de las dos
componentes del promedio de la mezcla binaria.

Para el caso de un líquido puro S = 0, lo que implica que ts →∞ y ninguna oscilación es


posible. Las oscilaciones son posibles en el intervalo –1< S < 0 (Platten y Chavepeyer,
1973). Cuando S = -1, la contribución de difusión térmica al gradiente de densidad es
igual, pero en dirección opuesta a la contribución del gradiente de temperatura. Cuando
S < -1, el gradiente de densidad se convierte en estable. En las referencias (Schechter et
al, 1974; Caldwell, 1970; Platten y Chavepeyer, 1973) se discuten los experimentos
realizados con una mezcla de agua-isopropanol, o una solución de agua de mar, en una
celda de Bénard en la que el calentamiento se aplica en la frontera inferior, y se muestra
que cuando el flujo de calor es pequeño, correspondiente a una cantidad pequeña ∆T,
entonces el calor que se transfiere a través de la capa del fluido es por medio de
conducción, de manera que se obtiene una curva lineal, en la cual la pendiente se
relaciona con la conductividad térmica. Si se sigue elevando el flujo de calor, esto da
lugar a un aumento en el gradiente de temperatura, hasta que se alcanza un máximo.
Una vez logrado esto, se forman corrientes de convección oscilatoria y, además, se
observa una pequeña región con pendiente negativa. Aparentemente, las oscilaciones se
calman con un poco más de calor, permitiendo que se observe una curva reme-
morizante, como la que se obtiene con fluidos puros. En esta parte la curva es otra vez
lineal, pero presenta una pendiente diferente debido a la contribución de convección del
flujo de calor. Es interesante notar que, si se intenta retroceder a través de esta curva por
medio de una disminución lenta del flujo de calor, se observa que existe una histéresis,
y se obtiene una curva diferente hasta que la banda de conducción se intercepta otra vez,
pero ya sin cruzar la región oscilatoria. Estas oscilaciones en la región negativa de la
pendiente pueden saturarse cuando se establece un modo estacionario de amplitud finita
(Platten y Chavepeyer, 1973). Los mecanismos hidromecánicos operativos en la región
de pendiente negativa todavía no están claramente definidos ni entendidos.

230
Fig 4.8 Perfil del estanque solar de NaCl

4.3.3 Investigación experimental

Se colocó un termopar cobre-constantán en el centro del estanque solar, con el fin de


localizar si ocurrían dichas oscilaciones. Una vez observado dicho fenómeno con
variaciones en temperatura de alrededor de 0.25ºC, se utilizó un termómetro diferencial
(termopar cobre-constantán-cobre) y la señal se amplificó. En la fig 4.8 se muestra el
perfil del estanque solar de NaCl existente en la Universidad de Nuevo México; en esta
figura se grafica temperatura contra profundidad. Las mediciones de oscilaciones se
llevaron a cabo en las cinco regiones no convectivas (a, b, c, d y e).
La distancia entre las dos uniones del termómetro diferencial fue de 8 cm, con el fin de
tener una unión en la región no convectiva y la otra en la región convectiva (temperatura
constante), ya que durante las mediciones de dichas oscilaciones la zona convectiva
resultó mayor de 8 cm. Adicionalmente, un termopar cobre-constantán fue colocado al
mismo nivel dentro del estanque, muy semejante al de tipo cobre-constantán-cobre, con
objeto de localizar el gradiente térmico en la región dentro del estanque.

Como se planteó en la sección anterior, si algún flujo de calor se suministra al sistema


las oscilaciones estarían en la región no convectiva; esto se observó en el estanque bajo
diferentes condiciones. Con el propósito de asegurar que las oscilaciones medidas se
debieran a fenómenos térmicos y no de origen mecánico, se realizaron observaciones
durante 24 horas, desde el 23 de marzo hasta el 30 de abril, en 1982.

231
Se dan los siguientes argumentos para confirmar el origen térmico de las oscilaciones:

a) En días de calma o poco viento y días completamente soleados, las oscilaciones


siempre empezaron muy temprano, entre las 7 y 8 a m, aumentaron su amplitud
durante el día, y alcanzaron un máximo en la tarde, alrededor de las 3 p m
Posteriormente, empezaron a disminuir las amplitudes hasta alrededor de las 10 p m,
y llegaron a ser prácticamente nulas después de esta hora. Las oscilaciones
observadas durante las primeras horas de la noche, aunque de baja amplitud,
existen debido a que algo de calor se suministra por las regiones más profundas del
estanque. La fig 4.9 muestra las oscilaciones típicas observadas en la región a; en
esta figura, la señal del termómetro diferencial se retrasa alrededor de 330 s
respecto al termopar cobre-constantán, debido a que la constante del tiempo de los
dispositivos electrónicos que se usaron era de ese orden. El periodo de las
oscilaciones observadas en las diferentes regiones no convectivas de la fig 4.8 está
en el intervalo de 90 a 130 s y su amplitud aumenta de 0 a 1.2ºC. En la tabla 4.11,
se muestran los valores de la amplitud durante un día soleado y con plena quietud
de viento.

b) En días claros, soleados y prácticamente sin viento, la región donde se colocaron


los termómetros, sombreados con una manta oscura de aproximadamente 2 m2, y
alrededor del medio día cuando las oscilaciones fueron suficientemente grandes, se
observó que éstas se redujeron cuando la fuente de potencia (irradiancia solar)
disminuyó. La amplitud bajó de 0.8 a 0.4ºC; esto se muestra en la fig 4.10

c) En días nublados con nubes no muy densas la amplitud queda prácticamente cons-
tante alrededor de 4 horas (de las 11:00 a las 15:00 h) aunque la irradiancia global
estuvo fluctuando con un promedio de 784 W/m2; la amplitud de las oscilaciones
quedó constante durante este periodo con un valor de alrededor de 0.8ºC.

d) Durante una mañana soleada la amplitud empezó a incrementarse desde muy


temprano (entre las 7 y 8 a m), pero al medio día empezó la nubosidad causando que
la irradiancia disminuyera de alrededor de 931 a 428 W/m2, en cerca de 10 min;
dicha amplitud disminuyó de 0.8 a 0.5ºC en el mismo periodo, aproximadamente.

232
Fig 4.9 Oscilaciones en la región a, en un día soleado y en calma

TABLA 4.11 CAMBIO DE LA AMPLITUD DE LAS OSCILACIONES


CON EL TIEMPO DURANTE UN DÍA SOLEADO Y CASI
EN COMPLETA CALMA (MARZO 31, 1982)

Tiempo, en h ∆T, en ºC Periodo de oscilaciones, en s

7:30 0.3 116


8:30 0.5 116
9:30 0.5 129
10:30 0.5 129
11:30 0.5 120
12:30 0.7 133
13:30 0.9 124
14:30 1.0 124
15:30 1.2 129
16:30 1.0 129
17:30 0.6 139
18:30 0.3 113
19:30 0.1 120

233
d) Con vientos del orden de 30 km/h a lo largo del día, la amplitud de la temperatura
fluctuó en la zona de gradiente alrededor de 4ºC sin un periodo bien definido,
disminuyendo dicha amplitud con la profundidad. Se considera que las fluctua-
ciones inducidas por el viento aparecen en forma diferente a las oscilaciones
periódicas observadas en días sin viento.

e) El periodo de las oscilaciones térmicas (~100 s) parece ser mucho mayor del que se
puede atribuir a oscilaciones mecánicas de gran escala en el estanque. Por ejemplo,
la oscilación mecánica de mayor periodo en el estanque surgiría de una longitud de
onda larga, de movimiento tipo zangoloteo. Esta clase de movimiento en el
estanque solar de la Universidad de Nuevo México puede estimarse, aproxima-
damente, como un segmento rígido de una esfera que sufre un movimiento
armónico simple en el campo gravitacional de la Tierra, como se muestra en la
fig 4.11. Para las dimensiones mostradas en el esquema, la solución sería

R
t ≈ 2π (4.8)
g
donde R = 12.5 m

De manera que t ≈ 7 s. Se esperaría que otros modos tuvieran periodos más cortos.

f) Si se inducen artificialmente oscilaciones mecánicas a lo largo del día, el periodo


de las oscilaciones térmicas depende del periodo del movimiento del agua, mientras
que si el movimiento mecánico se interrumpe, aparecen las oscilaciones de
periodos largos que se observan cuando el estanque está en calma.

g) En la tabla 4.12 se muestran las características de ondas superficiales a diferentes


profundidades (Lamb, 1945). Esto significa que el periodo de ondas que se
pudieran atribuir a oscilaciones mecánicas de gran escala dentro del estanque, entre
la superficie y una profundidad de 1.5 m, sería del orden de algunos segundos,
mucho menor que los periodos observados.

234
Fig 4.10 Oscilaciones, con y sin sombra sobre los termopares, bajo diferentes
condiciones

Fig 4.11 Dimensiones del estanque solar de la Universidad de Nuevo México

235
TABLA 4.12 ONDAS SUPERFICIALES A DIFERENTES PROFUNDIDADES

Profundidad del agua, Longitud de onda, en metros


en metros
0.305 3.05 30.5
Periodo de onda, en segundos
0.305 0.442 1.873 17.645
3.05 0.442 1.398 5.923

Durante las últimas mediciones, la capa convectiva superior fue de 1.47 m de espesor,
de manera que sólo la región a permaneció en el estanque (véase la tabla 4.13). Durante
abril 28, un día soleado y de quietud, se realizó el último experimento con el termopar
diferencial, con las uniones separadas 22 cm. La unión en la región más baja se presentó
a una profundidad de 1.59 m, en la capa no convectiva a, mientras que la unión superior
se produjo en la capa convectiva; se observaron oscilaciones con un periodo de
alrededor de 400 s, con amplitudes de 0.4ºC, que persistieron de las 12:00 a las 20:00 h.
Se publicó un resumen de estos experimentos hechos por Almanza y Bryant (1983).

TABLA 4.13 CAMBIO DEL TAMAÑO (m) DE LAS REGIONES EN EL


ESTANQUE SOLAR, DESDE EL 29 DE MARZO HASTA EL 28
DE ABRIL

Región/día 29 1 5 8 10 13 19 20 28
marzo abril
a 1.14 1.16 1.16 1.11 1.09 1.10 1.06 1.09 1.03
Ca 0.24 0.29 0.36 0.38 0.44 0.41 0.31 0 0
b 0.13 0.13 0.03 0.04 0.03 0.07 0.06 0 0
Cb 0.15 0.15 0.19 0.20 0.21 0.17 0 0 0
c 0.08 0.04 0.05 0.05 0.03 0.04 0 0 0
Cc 0.17 0.17 0.19 0.15 0.09 0 0 0 0
d 0.08 0.04 0.03 0.03 0.02 0 0 0 0
Cd 0.20 0.20 0.05 0 0 0 0 0 0
e 0.11 0.06 0.03 0 0 0 0 0 0
Ce 0.19 0.26 0.38 0.49 0.56 0.71 1.01 1.41 1.47

236
4.3.4 Conclusiones y sugerencias

Como la teoría lo predice, realmente se observan oscilaciones en el problema de Bénard


de dos componentes. El orden de magnitud del periodo de oscilación no cambia con el
término dT/dz, pero sí con la profundidad. Estas oscilaciones deben inducirse por
difusión térmica, ya que nunca aparecen en fluidos puros como lo muestra Platten y
Chavepeyer (1973). Como ya se ha discutido, si se hubieran realizado en una región de
pendiente positiva cerca de la región de la oscilación (gráfica de Schmidt-Milverton), y
si el calor suministrado estuviera disminuyendo de manera que condujera a la región de
conducción, no aparecerían oscilaciones. Esto significa que el fenómeno observado está
siempre en la región de pendiente negativa, y nunca va a la región de convección más
conducción (pendiente positiva). La amplitud de las oscilaciones aumenta con el viento
y con el flujo de irradiancia global durante el día; sin embargo, durante la noche este
fenómeno no existe sin viento, y la capa no convectiva trabaja como en un estado
estacionario. Se observó que si en la noche existe viento, entonces las oscilaciones
aparecen otra vez, pero sin un periodo bien definido y con una amplitud más pequeña
(0.5ºC).

El fenómeno de erosión se observó en la capa superior convectiva (región e), ya que


ésta se redujo en tamaño durante las mediciones en sólo pocos días (de 11 a 3 cm), y la
capa convectiva (región c) aumentó su tamaño de 19 a 38 cm, en alguna forma debido a
este tipo de oscilaciones, ya que son mayores en esta región, en ocasiones hasta de 4ºC
de amplitud. La tabla 4.13 muestra cómo las diferentes capas convectivas y no
convectivas están cambiando sus tamaños en un periodo de 20 días, con el incremento
diario de irradiancia solar y con vientos hasta de 30 km/h. Ya que durante el periodo de
estos experimentos la capa no convectiva a casi no fue alterada o erosionada, se puede
concluir que está recibiendo baja irradiancia solar y que los efectos de los vientos son
mínimos, de manera que tales efectos ya no son tan importantes a estas profundidades.
Sería interesante realizar estudios experimentales para analizar cuál podría ser el tamaño
óptimo de la capa convectiva superior, con el fin de reducir estos fenómenos, princi-
palmente el de la erosión y así un colapso del estanque solar.

La idea de publicar este documento en forma detallada es que, hasta la fecha (febrero de
2001), no se ha explicado con un modelo teórico las oscilaciones aquí descritas. Este
tema está abierto y se espera que en el futuro esto se pueda lograr, ya que ayudaría a
entender mejor la erosión en estanques solares, así como a lograr un estanque solar

237
estable. Se sugiere que, experimentalmente, lo anterior podría lograrse mediante un
sistema automatizado que permita monitorear la salinidad a diferentes profundidades de
la capa no convectiva, de manera que si ésta cambia, entonces se proceda a inyectar
salmuera con mayor o menor salinidad, dependiendo de lo que se detecte con el
monitoreo.

NOTACIÓN

d capa de fluido horizontal con espesor d


D coeficiente de difusión
D’ coeficiente de difusión térmica
g aceleración de la gravedad
KT difusividad térmica
R número de Rayleigh
Rs número de Rayleigh salino
S concentración (salinidad)
∆S cambio en la concentración
ts periodo de las oscilaciones
T temperatura
∆T diferencia de temperatura a través de una capa del fluido
z coordenada en el eje vertical
ρ densidad del fluido
ν viscosidad dinámica

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243
5. PLANTAS TERMOSOLARES: GENERACIÓN DIRECTA DE VAPOR CON
CONCENTRADORES DE CANAL PARABÓLICO

Vicente Flores
Álvaro Lentz
Gustavo Jiménez
Rafael Almanza
5.1 Introducción

La generación de energía eléctrica por medios termosolares es similar a la generación por


combustibles fósiles, la diferencia reside en la forma de obtener el vapor. En los sistemas
termosolares la obtención de altas temperaturas se logra mediante la concentración de
irradiancia solar directa. En México, como en otras partes del mundo donde el consumo
de energía es considerable, se emplean diferentes fuentes de energía convencional y, en
menor medida, energías no convencionales o renovables. El uso de estas últimas es una
opción promisoria y cuenta con numerosas ventajas desde el punto de vista ambiental,
además de la diversificación en el abastecimiento de energía como estrategia para no
depender tanto de las fluctuaciones del mercado en el precio de los combustibles.

La búsqueda de oportunidades y la necesidad hacen a nuestro país candidato para la


instalación de plantas termosolares de canal parabólico. México tiene una demanda
creciente de energía eléctrica, excelente irradiancia solar en regiones donde existe gas
natural y líneas de transmisión que facilitan su instalación.

En el Instituto de Ingeniería (IIUNAM), se ha adquirido experiencia en la generación de


vapor desde 1976, utilizando concentradores solares tipo canal parabólico (Almanza y
Muñoz, 1994). En 1981 se terminó la construcción de una planta termosolar que operó
con aceite, y a partir de 1994 se iniciaron los trabajos de acondicionamiento de dicha
planta para la generación directa de vapor.

245
Con base en lo anterior, en este capítulo se mostrarán aspectos fundamentales del
proceso de generación directa de vapor en plantas termosolares. En la primera sección,
se estudia el proceso de ebullición del agua incluyendo cada uno de sus estados, se
analiza la ebullición de un líquido en reposo y la ebullición en flujo; así como los
efectos que causa la formación de flujos bifásicos durante la ebullición. Se describen los
patrones de flujo en dos fases en tuberías horizontales y las condiciones bajo las cuales
tienen su origen, tomando en cuenta flujos másicos, velocidades de cada fase y diámetro
de tubería. Al final, se presentan resultados de la experiencia de trabajar en generación
directa de vapor experimentando con la deformación de los receptores de acero, cuando
a través de ellos se presenta un flujo bifásico estratificado, siendo éste uno de los
problemas más serios en el proceso de generación directa de vapor.

En la siguiente sección, se estudia la factibilidad técnica de utilizar un receptor de pared


compuesta Cu-Fe, con objeto de eliminar la deflexión de los receptores provocada por
los gradientes térmicos generados en la pared durante la formación repentina del flujo
bifásico estratificado. Se analiza de manera teórica la distribución de temperaturas en la
pared de receptores de acero y de cobre, así como la relación al variar los espesores de
la pared de cobre con respecto a la de acero en el receptor bimetálico. Se describe la
construcción del receptor bimetálico y se presentan los resultados de pruebas
experimentales, analizando su comportamiento en la deformación mecánica transitoria y
las temperaturas en la pared del mismo. Estos resultados se consideran satisfactorios
para que el receptor Cu-Fe sea recomendable para la generación directa de vapor.

En la tercera sección, se evalúa el comportamiento de una planta termosolar de baja


potencia durante la generación de electricidad, para lo cual se determina su eficiencia
global térmica como sistema, así como la eficiencia para cada uno de sus componentes.
Para este análisis se considera la planta solar del Instituto de Ingeniería, con capacidad
de 2.24 kWe. La experiencia obtenida al operar la planta termosolar fue la base para
conocer a fondo las inestabilidades presentes durante la generación de electricidad,
puesto que éstas se presentan en los tubos receptores del sistema de concentración.

Por último, se incluye una sección para dar a conocer los sistemas solares de alta
potencia para la generación de electricidad que emplean concentradores de canal
parabólico. Estas plantas son conocidas como SEGS por sus siglas en inglés (Solar
Energy Generating Systems). Se hace una reseña histórica y la descripción del funcio-
namiento, que opera con aceites térmicos o sintéticos como fluidos de transferencia de

246
calor y, en un futuro, como sistemas de generación directa de vapor. Además, se analiza
la importancia y conveniencia de adaptar campos de concentradores de canal parabólico
dentro de las plantas de generación de energía eléctrica de ciclo combinado.

Debido a que cada sección de este capítulo trata temas independientes, al final de cada
una se presentan conclusiones particulares y, finalmente, las conclusiones generales.

5.2 Generación directa de vapor (GDV)

5.2.1 Antecedentes

La generación de vapor mediante la irradiancia solar puede llevarse a cabo utilizando


concentradores de canal parabólico, los cuales se han empleado de diversas formas para
tal propósito. Los sistemas diseñados para generar vapor usando concentradores
cilíndrico parabólicos son los sistemas de circuito dual, de conversión instantánea y de
generación directa.

En el sistema de circuito dual, en la actualidad el más ampliamente empleado, un fluido


de transferencia de calor se hace circular a una razón constante a través del campo de
colectores. El fluido es calentado al circular por los concentradores y posteriormente
pasa a un sistema de intercambio de calor. En este sistema, el fluido caliente, que
generalmente es un aceite sintético con una temperatura de hasta 400ºC, suministra el
calor necesario para convertir el agua en vapor saturado o sobrecalentado a la
temperatura y presión requeridos. Conforme el vapor se produce, el sistema de
intercambio de calor se alimenta con agua para mantener una generación continua de
vapor, mientras que el fluido de transferencia de calor se recircula a los concentradores.
El sistema de circuito dual tiene la ventaja de que se le puede adaptar un sistema
secundario con quema de combustible fósil, que puede ser una caldera, o bien un
calentador para el fluido de transferencia de calor, para compensar las fluctuaciones de
la irradiancia solar incidente. Otra ventaja es que ésta es una tecnología altamente
desarrollada, de la que tiene experiencia en su operación. Sin embargo, este sistema
tiene como desventaja que la temperatura de operación está restringida
aproximadamente a 400ºC, de manera que la temperatura del vapor está limitada
alrededor de los 370°C (Trieb, 1995), además de que incluye la dificultad de contener el
fluido de transferencia de calor. Por otra parte, en este sistema las mejoras adicionales y
la reducción de costos se encuentran limitadas, no solamente por el intervalo de
temperatura del aceite térmico, sino también por todos los componentes necesarios para

247
el circuito de aceite y por el consumo de energía de los sistemas secundarios durante su
operación.

En el sistema de conversión instantánea de vapor, los concentradores solares se


alimentan con agua presurizada que se calienta a una temperatura entre 180 y 200ºC.
Para evitar la ebullición del agua dentro del tubo absorbedor o en las tuberías del campo
de colectores, el agua es mantenida a presión por medio de una bomba de circulación.
Después de pasar por los concentradores, el agua es conducida a un tanque de
evaporación instantánea donde, debido al cambio de presión, una parte de ella se
convierte en vapor. La conversión del agua en vapor puede realizarse con diferentes
métodos. Uno de ellos es hacer pasar el agua presurizada, que ha sido calentada en los
concentradores, a través de una válvula de estrangulación y, posteriormente, al tanque
de conversión instantánea. La caída de presión sufrida por el agua caliente, durante su
paso a través de la válvula, provoca que una parte de ella se convierta en vapor. Esta
conversión es un proceso donde se utiliza el calor sensible del agua, para transformarla
en una mezcla bifásica de agua y vapor saturados a las condiciones que prevalecen en el
tanque de conversión. Otra forma de generar el vapor es emplear una cámara
instantánea dentro del tanque de conversión. Esta cámara, que básicamente es un
separador centrífugo, cuenta con un aro de refuerzo de placa perforada, el cual asegura
velocidades bajas de salida y una agitación mínima en el tanque. De esta manera,
cuando el agua a alta presión y temperatura entra en la cámara, se convierte
instantáneamente en vapor a la temperatura y presión de diseño. En ambos métodos, el
vapor se separa en el tanque de conversión instantánea y es alimentado a un sistema de
distribución de vapor, mientras que el líquido saturado se recircula a través del campo
de concentradores. Para mantener el nivel necesario de líquido, el agua de alimentación
del tanque se mezcla con el líquido saturado y es alimentada a la succión de la bomba
del lazo de colectores.

La calidad del vapor obtenido por medio de los sistemas de conversión instantánea
generalmente es menor del 10 % (Thomas, 1996). Este sistema de generación de vapor
tiene la desventaja del alto consumo de potencia de la bomba de alimentación de los
concentradores, debido a la gran caída de presión que se tiene durante el proceso. Otro
inconveniente es que el vapor producido eficientemente es relativamente poco. Sin
embargo, sus ventajas consisten en que se aprovechan las excelentes propiedades de
transferencia de calor del agua en comparación con las de los aceites térmicos utilizados
en los sistemas de circuito dual, el relativamente bajo costo del sistema al no requerirse

248
un intercambiador de calor, que evita los problemas de estabilidad de flujo que se
pueden presentar en un sistema de generación directa de vapor y que los controles
empleados son relativamente simples.

El sistema de generación directa es, en teoría, la forma más sencilla de producir vapor.
En el concepto directo o in situ, se alimenta agua a presión en los concentradores de
canal parabólico y se convierte en vapor mientras circula a través del tubo absorbedor;
de esta manera se tiene un flujo de dos fases (líquido-gas) a través del concentrador. El
sistema de generación directa de vapor representa un sistema con gran potencial para
incrementar la eficiencia y disminuir los costos de instalación de los sistemas solares de
generación de vapor (Müller et al, 1993), ya que no utiliza el aceite térmico ni el
sistema de intercambio de calor empleado en los sistemas de circuito dual, aparte de
contar con la capacidad de producir mayor cantidad de vapor que un sistema de
conversión instantánea. Otra ventaja del sistema de generación directa es que su
desempeño térmico no depende, como en los sistemas anteriores, de la interacción entre
los colectores solares y el sistema de intercambio de calor o el tanque de conversión
instantánea. Este sistema, sin embargo, requiere que la tubería completa del campo solar
opere en el rango de presión del vapor vivo, además de que el flujo bifásico puede ser
más difícil de manejar y controlar.

A diferencia de los sistemas de circuito dual y de conversión instantánea, los sistemas


de generación directa de vapor no se han puesto en uso, debido a que se encuentran
todavía como trabajo experimental de laboratorio.

5.2.2 Ebullición

Cuando un líquido cambia de fase y se convierte en vapor, el proceso se llama


evaporación si se presenta en la superficie libre del líquido, mientras que si la
conversión ocurre dentro de la masa de éste, comúnmente de manera vigorosa, el
proceso se llama ebullición. La situación más común donde se presenta la ebullición
ocurre cuando una superficie sólida se encuentra en contacto con un líquido y su
temperatura se eleva por arriba de la temperatura de saturación de éste. En dicho caso,
existen dos situaciones generales bajo las cuales la ebullición puede ocurrir: la
ebullición de un líquido en reposo y la ebullición en flujo. Estas situaciones se describen
a continuación.

249
5.2.2.1 Ebullición de un líquido en reposo

La ebullición de un líquido en reposo es la situación más simple para el cambio de fase.


El cambio de líquido a gas se presenta en una superficie que se calienta y se encuentra
sumergida en un líquido en reposo, sin tomar en cuenta el movimiento causado por las
corrientes que se generan por la convección libre y la agitación debida al crecimiento y
colapso de burbujas.

Cuando el líquido se encuentra a su temperatura de saturación, el proceso se llama


ebullición saturada, mientras que si el líquido se encuentra a una temperatura menor, se
llama ebullición local o subenfriada. En este último caso, la ebullición está limitada a
una capa que se ubica en la vecindad inmediata de la superficie de calentamiento.

En la ebullición de un líquido en reposo se pueden presentar diferentes etapas, las cuales


se pueden observar en la curva de ebullición mostrada en la fig 5.1 (Bejan, 1995). Esta
curva se obtuvo al graficar el flujo de calor con respecto a la diferencia entre la
temperatura de una superficie de calentamiento cilíndrica y horizontal Tp, y la
temperatura de saturación del líquido que lo circunda Tsat; dicha diferencia se conoce
como exceso de temperatura. La gráfica corresponde a un experimento en el que
inicialmente se tiene un líquido a la temperatura de saturación, donde la temperatura de
la superficie de calentamiento se incrementa monótonamente y se mide el flujo de calor
resultante. El perfil de la curva permite distinguir los diferentes regímenes de ebullición
en un líquido en reposo. La relación no monótona, entre el flujo de calor y la
temperatura de exceso, se debe a las diversas formas que el vapor generado toma en la
vecindad de la superficie de calentamiento. El líquido utilizado para obtener esta gráfica
fue agua a presión atmosférica.

El primer aspecto de la curva es que a diferencias pequeñas de temperatura no existe


formación de burbujas, por lo que el líquido cercano a la superficie de calentamiento se
sobrecalienta y sube en forma de corrientes a la superficie libre del líquido. De esta
manera, la transferencia de calor es mediante convección natural, y puede presentarse
evaporación en la superficie libre del líquido. En la mayor parte de los casos, la
superficie de calentamiento debe exceder la temperatura de saturación del líquido por
una cantidad perceptible para que la ebullición comience, y este exceso de temperatura
dependerá de la presión y el tipo de fluido que se tenga (Parker, 1969).

250
Fig. 5.1 Regímenes de ebullición de agua en reposo a presión atmosférica (Bejan,
1995)

Con diferencias de temperatura más altas, se forman pequeñas burbujas de vapor en


algunos puntos favorables sobre la superficie de calentamiento; estos puntos se llaman
sitios de nucleación. Usualmente los sitios de nucleación son cavidades ocupadas por
gas o vapor, un punto diminuto y puntiagudo, una impureza o una frontera entre
cristales en la superficie de calentamiento. Debido a que nucleación es el nombre con
que se conoce al proceso que da origen a una burbuja, el término ebullición nucleada se
utiliza para identificar a este primer régimen de ebullición, a partir de que las burbujas
de vapor se forman en los sitios discretos de nucleación. En la parte baja de la curva de
ebullición nucleada, el proceso consiste en la formación de burbujas aisladas que crecen
hasta que la inercia y/o las fuerzas de flotabilidad vencen las fuerzas de superficie que
mantienen a la burbuja en la superficie calentada, haciendo que ésta se libere y suba en
el líquido hasta alcanzar la superficie libre. Si el líquido está abajo de la temperatura de
saturación, suficiente calor puede transferirse de la burbuja de vapor al líquido más frío
conforme la burbuja sube, de manera que ésta se hace más pequeña y puede conden-
sarse completamente y colapsar, antes de llegar a la superficie libre del líquido o bien,
en el caso de un líquido altamente subenfriado, la burbuja puede colapsarse sin
separarse de la superficie de calentamiento. En esta situación de ebullición subenfriada,
poco o nada del vapor alcanza la superficie libre del líquido.

251
Al aumentar la temperatura de la superficie, el flujo de calor y la frecuencia de
formación de burbujas se incrementan, al igual que los sitios de nucleación; de esta
manera las burbujas aisladas forman columnas de burbujas de vapor, las cuales, al
seguir aumentando la temperatura, interactúan y forman glóbulos y columnas continuas
de vapor. Durante el régimen de ebullición nucleada se presenta un incremento brusco
en la inclinación de la curva de ebullición, causado por el gran aumento en el
coeficiente de transferencia de calor, lo que provoca que el flujo de calor aumente
rápidamente con solamente un pequeño incremento adicional en la temperatura de la
superficie.

Conforme continúa aumentando la temperatura, la formación de más y más vapor, en la


vecindad de la superficie tiene el efecto de aislar gradualmente a ésta del líquido, de tal
forma que se produce una disminución en la inclinación de la curva de ebullición
nucleada. Por tanto, se llega al punto en el que se presenta el flujo máximo de calor,
también llamado flujo crítico de calor. Para el agua, este flujo crítico de calor es del
orden de 106 W/m2, mientras que el exceso de temperatura es de 30ºC (Bejan, 1995).

En el punto de flujo de calor máximo se inicia el siguiente régimen de ebullición, que es


el más peculiar y se conoce como ebullición de transición. A partir de este punto, la
diferencia de temperatura provoca que se produzca vapor a una razón más grande que
con la que podría ser removida por la formación de burbujas durante la fase de contacto
del líquido con la superficie, de manera que se forma una película de vapor que cubre
parcialmente a la superficie de calentamiento. Sin embargo, debido a que esta misma
diferencia de temperatura no es lo suficientemente grande para producir vapor en la
razón requerida y mantener una película estable, la película de vapor se colapsa por
momentos. Por tanto, el líquido toca intermitentemente la superficie de calentamiento y
es separado de la superficie por la película de vapor, que a intervalos es remplazada por
la ebullición nucleada. Puesto que la conductividad térmica del vapor es mucho menor
que la del líquido, el coeficiente de transferencia de calor decrece conforme se incre-
menta la cantidad de vapor, lo que lleva a una disminución del flujo de calor conforme
el exceso de temperatura sigue aumentando. Al incrementarse la diferencia de
temperatura en la región de transición, porciones cada vez más grandes de la superficie
son cubiertas por la película de vapor, hasta que el exceso de temperatura se vuelve lo
suficientemente grande para mantener una película estable que cubre completamente la
superficie de calentamiento. La razón de generación de vapor iguala exactamente la

252
razón con la que el vapor deja la película en forma de burbujas, de manera que la
película se presenta uniformemente. En el punto en que la película de vapor comienza a
ser estable se crea una resistencia muy alta para la transferencia de calor entre la super-
ficie de calentamiento y el líquido, por lo que se llega al punto conocido como flujo
mínimo de calor. Para agua a 1 atmósfera, el flujo mínimo de calor está en el intervalo de
104 a 105 W/m2 y ocurre a un exceso de temperatura de 100 a 200°C (Bejan, 1995).

La región de ebullición de transición es una región compleja, donde partes de la


superficie están en el régimen de ebullición nucleada, unas en el tipo de glóbulos y
columnas y otras en el régimen de ebullición de película, que es el régimen siguiente en
la curva de ebullición.

En el régimen de ebullición de película se consigue una condición de equilibrio, donde


la transferencia de calor a la fase líquida, a través de la capa de vapor, es igual al flujo
de calor en la superficie de calentamiento. Existe una producción neta de vapor y se
desprenden glóbulos de la capa. La película de vapor cubre completamente la superficie
de calentamiento y el flujo de calor reanuda su incremento monótono con el exceso de
temperatura. Sin embargo, con un aumento grande en el exceso de temperatura,
solamente se obtiene un pequeño incremento en el flujo de calor, lo que implica que se
tenga una diferencia de temperatura grande y variante. Por consiguiente, para una
temperatura fija del fluido, la temperatura de la superficie de calentamiento puede ser
muy alta, llegando incluso a la temperatura de fusión del material. A las elevadas
temperaturas que se pueden encontrar en este último régimen, el efecto de la radiación
térmica directa a través de la película contribuye cada vez más en la razón de
transferencia global de calor, de la superficie de calentamiento al líquido, conforme el
exceso de temperatura aumenta.

La curva de ebullición mostrada en la fig 5.1 corresponde al experimento en el que se


controla el exceso de temperatura. Por tanto, la curva puede ser obtenida en ambas
direcciones, es decir, aumentando o disminuyendo el exceso de temperatura.

Otra alternativa para obtener la curva de ebullición es controlando el flujo de calor, de


manera que la variable dependiente, en este caso, sea la diferencia de temperatura. En
dicho experimento, sin embargo, el perfil de la curva dependerá de si el flujo de calor se
incrementa o disminuye. Cuando el flujo de calor se aumenta a partir de un nivel

253
suficientemente bajo, se pueden obtener inicialmente, el régimen de convección natural
y las diversas formas del régimen de ebullición nucleada, similar a la curva de exceso
de temperatura controlada. No obstante, cuando el flujo de calor se incrementa
ligeramente arriba del valor del flujo máximo de calor, la temperatura de la superficie
de calentamiento aumenta bruscamente, y penetra en la región de ebullición de película
sin pasar por la región intermedia de ebullición de transición. En la mayor parte de los
casos, esta nueva temperatura puede ser más alta que la temperatura de fusión de la
superficie de calentamiento, razón por la cual al punto máximo en el régimen de
ebullición nucleada se conoce como flujo crítico de calor.

Por otro lado, cuando el flujo de calor disminuye desde un nivel suficientemente alto, el
exceso de temperatura decrece a lo largo de la región de ebullición de película hasta que
el flujo mínimo de calor se alcanza. Cuando el flujo de calor decrece ligeramente por
debajo de este punto, la película de vapor se colapsa, se forman burbujas aisladas y la
temperatura de la superficie cae hasta alcanzar el régimen de ebullición nucleada.

Cuando el flujo de calor se controla durante la ebullición, el régimen de ebullición de


transición es inaccesible y ciertas porciones de la curva de ebullición únicamente
pueden obtenerse al variar el flujo de calor en una dirección determinada. Se dice que la
ebullición con flujo de calor controlado es un ejemplo de histéresis (Bejan, 1995;
Ginoux, 1978).

5.2.2.2 Ebullición en flujo

La ebullición en flujo se distingue de la ebullición de un líquido en reposo por la


presencia del flujo de un fluido, causado por la circulación natural en un circuito
hidráulico o por una bomba externa. El cambio de fase se presenta cuando el líquido
pasa por el canal calentado. En la ebullición en flujo el proceso de transferencia de calor
es considerablemente más complicado, ya que ocurren efectos convectivos que no se
presentan en la ebullición de un líquido en reposo. Se piensa que en la ebullición en
flujo existen dos tipos de comportamiento: la ebullición nucleada, en la que se forman
burbujas por nucleación en la superficie sólida, y la ebullición convectiva, donde el
calor se transfiere por conducción y convección a través de una película delgada de
líquido, y se presenta evaporación en la interfase líquido-gas. Ambos mecanismos
pueden coexistir durante el proceso de ebullición; sin embargo, conforme la calidad del

254
vapor se incrementa, la ebullición nucleada se suplanta gradualmente por la ebullición
convectiva. Así, la razón de transferencia de calor se debe a la combinación de estos dos
comportamientos, los cuales se encuentran estrechamente interrelacionados (Bejan,
1995; Whalley, 1987).

Cuando un fluido bulle mientras circula por un canal, un flujo de dos fases se origina,
cuyas características son complejas debido a que existe una fuerte interacción entre su
hidrodinámica y el comportamiento de la transferencia de calor (Kakaç y Mayinger,
1977). Algunas de estas características se tratarán en la sección 5.2.4, cuando se
describa el proceso de generación directa de vapor. No obstante, es conveniente conocer
los diferentes regímenes que puede experimentar un flujo bifásico al circular por un
canal horizontal.

5.2.3 Flujo de dos fases

Un flujo bifásico es el flujo en el que interactúan dos fases, las cuales pueden ser sólido,
líquido o gas. La característica principal que distingue al flujo bifásico de los flujos de
una sola fase, es la existencia de interfases dentro del flujo, las cuales se influyen por el
movimiento mismo de las fases. En un flujo bifásico, la distribución instantánea de las
interfases dentro de un canal dado, para razones de flujo de fase dadas, puede tener un
intervalo infinito de posibilidades. Sin embargo, existe una tendencia de los flujos de
dos fases para adoptar determinadas configuraciones a lo largo de un canal, las cuales
pueden ser claramente clasificadas. Las distribuciones características de las interfases se
llaman regímenes o patrones de flujo y pueden pronosticarse a partir de variables
independientes del sistema, como son las razones de flujo de cada fase y sus propie-
dades físicas (Lun et al, 1996).

En un flujo bifásico líquido-gas en un tubo horizontal, los patrones de flujo son


complicados, debido a que la gravedad causa una distribución asimétrica de las fases.
En este caso, la fase líquida se arrastra hacia la parte baja del tubo y la fase gaseosa
tiende por cambio de densidad, a fluir hacia la parte superior. Los patrones de flujo que
pueden presentarse en un flujo horizontal adiabático se muestran en la fig 5.2. El orden
en el que éstos se presentan va siguiendo el incremento en la razón de flujo de la fase
gaseosa con respecto a la fase líquida.

255
5.2.3.1 Flujo de burbuja

A razones bajas de flujo de gas, con relación a la razón de flujo de líquido, solamente
burbujas dispersas de gas están presentes en la fase líquida, las cuales tienden a
congregarse cerca de la parte superior del tubo y se mueven a una velocidad
relativamente constante. A velocidades más altas del flujo, las burbujas pueden distri-
buirse más uniformemente.

5.2.3.2 Flujo de burbujas asimétricas

Si la razón de flujo de gas se incrementa, las burbujas aumentan y se unen formando


burbujas asimétricas, las cuales al igual que en el patrón anterior, tienden a moverse a lo
largo de la parte superior del tubo.

5.2.3.3 Flujo estratificado

Con el incremento de la fase gaseosa, las burbujas asimétricas crecen y un flujo


continuo de gas se presenta en la parte superior del tubo, mientras que la fase líquida
fluye en el fondo. Este es el caso extremo de separación gravitacional. En este régimen
la separación de las dos fases es completa y la interfase líquido-gas es lisa.

5.2.3.4 Flujo ondulado

Cuando se tiene un flujo bifásico de líquido y gas a través de un tubo sencillo,


comúnmente el gas fluye más rápido que el líquido. Conforme la velocidad de la fase
gaseosa se incrementa en el flujo estratificado, sobre la interfase líquido-gas se forman
ondas, cuya amplitud aumenta al incrementarse la velocidad del gas.

5.2.3.5 Flujo intermitente

Cuando la razón de flujo de gas, relativa a la razón de flujo de líquido es lo suficien-


temente alta, las ondas sobre la interfase pueden alcanzar una amplitud muy grande, de
manera que éstas llegan a tocar la parte superior del tubo. Se alcanza un punto donde, en
lugar de que el gas sea llevado por el líquido en forma de burbujas, el líquido es llevado
por el gas a lo largo del tubo en forma de lingotes. Estos lingotes se distribuyen a lo
largo del flujo y pueden tener desde algunos centímetros hasta alrededor de un metro de
longitud y su velocidad aumenta conforme avanzan a lo largo del tubo.

256
Fig 5.2 Patrones de flujo en un tubo horizontal

5.2.3.6 Flujo anular

En este régimen, debido a que la razón de flujo de gas es muy alto, el líquido fluye
solamente en una película que se esparce alrededor de la pared del tubo en forma de
anillo, mientras que la fase gaseosa ocupa el centro. Este anillo de líquido no tiene un
espesor uniforme, ya que la película es más gruesa en la parte inferior del tubo. Con
frecuencia, algo de líquido también se encuentra disperso en el centro en forma de
gotas. Cuando se tienen razones de flujo de gas aún más altas, el anillo de líquido puede
ser muy delgado o incluso eliminado, de manera que la fase líquida puede encontrarse
únicamente como gotas dispersas o pulverizadas.

Los patrones de flujo anteriores han sido definidos para un flujo adiabático, lo que
generalmente significa que las razones de flujo de gas y de líquido son constantes. Sin
embargo, en el caso de un flujo al que se le suministra calor o con una caída de presión
lo suficientemente grande para causar que una cantidad significante de líquido se
evapore, los patrones de flujo pueden cambiar rápidamente a lo largo del tubo.

Los patrones de flujo son útiles para una mejor compresión del flujo de dos fases y para
el desarrollo de modelos.

257
5.2.4 Inestabilidades en flujos de dos fases

Se han observado diversos tipos de inestabilidades en el flujo de dos fases, los cuales
van desde variaciones simples de flujo, hasta fenómenos periódicos complejos (Kakaç y
Mayinger, 1977). Generalmente, las inestabilidades de flujo de dos fases pueden
presentarse cuando los fluidos sufren grandes cambios de densidad, debido a ebullición,
condensación o cualquier otro proceso. Como resultado de los cambios de densidad,
pueden ocurrir grandes fluctuaciones en la razón de flujo. Un cambio en la razón de
flujo produce un cambio en la densidad del fluido a través del sistema, el cual, por
medio de la alteración en la distribución de la caída de presión, puede conducir a
oscilaciones de flujo autoexcitadas. Las oscilaciones de flujo sostenidas pueden causar
vibración mecánica forzada de componentes, problemas de control del sistema o pueden
afectar las características locales de transferencia de calor, dando como resultado
temperaturas oscilatorias en la pared del canal por el que circula el flujo.

Las inestabilidades de flujo de dos fases pueden clasificarse como inestabilidades


estáticas o dinámicas, dependiendo del carácter estático o dinámico de las leyes de
conservación necesarias para explicar la dinámica de los estados de equilibrio inestables
(Delhaye y Giot, 1981). El inicio de las inestabilidades estáticas puede ser pronosticado
a partir únicamente de consideraciones de estado estacionario, mientras que el
desencadenamiento de inestabilidades dinámicas involucra la inercia transitoria y
efectos dinámicos de retroalimentación.

A continuación, se describen brevemente algunas de las inestabilidades que pueden


presentarse en un sistema de flujo de dos fases.

5.2.4.1 Crisis de ebullición

Ésta es el resultado de un cambio en el mecanismo de transferencia de calor y se


caracteriza por un súbito aumento de la temperatura de la pared del canal por el que
circula el flujo.

5.2.4.2 Expulsión periódica

La expulsión periódica de líquido de un canal es una inestabilidad de relajación que


puede abarcar desde variaciones transitorias simples, de las razones de flujo de entrada
y salida, hasta expulsiones violentas de grandes cantidades de líquido fuera del canal

258
calentado, ya sea por uno o ambos extremos. El término usado para describir el
fenómeno de expulsión periódica en un flujo es mediante pulsos de burbujas (chugging)
(Delhaye y Giot, 1981; Kakaç y Mayinger, 1977). La expulsión la causa una
vaporización súbita de la masa del fluido que ha sido sobrecalentada. En esta
inestabilidad el fenómeno de formación, crecimiento y colapso de burbujas es
importante. Al parecer, el mecanismo responsable de la generación de grandes
sobrecalentamientos de líquido es el retardo en la nucleación, debido, por ejemplo, a la
ausencia de sitios de nucleación en la pared del canal. El ciclo de la inestabilidad de
expulsión periódica puede dividirse en incubación, nucleación, expulsión y un periodo
de rellenado del fluido. En el periodo de incubación se produce el sobrecalentamiento
necesario para la nucleación violenta. Debido a que el retardo de la nucleación puede
variar fortuitamente, el periodo de la inestabilidad puede ser irregular.

5.2.4.3 Inestabilidades de transición de patrones de flujo

Los cambios en el régimen de flujo de dos fases son provocados por mecanismos que no
siempre son bien entendidos. El régimen de transferencia de calor durante la ebullición,
en la pared de un canal calentado, puede cambiar súbita y dramáticamente debido a
cambios pequeños en algunos parámetros (crisis de ebullición, rehumedecimiento,
transición de ebullición a transferencia de calor de una sola fase, etc). Debido a que
algunas veces los regímenes de flujo y de transferencia de calor, tienen fuerte influencia
sobre el comportamiento global del canal en el que se presenta la ebullición, estos
cambios pueden conducir a inestabilidades de flujo (Delhaye y Giot, 1981).

Un ejemplo de esta inestabilidad de transición es cuando se tiene un flujo cuyas


condiciones se encuentran cerca del punto de transición, entre el régimen de flujo de
burbuja y el de flujo anular (Kakaç y Mayinger, 1977). Un incremento temporal en la
cantidad de burbujas en el patrón de flujo de burbuja o en el patrón de flujo intermitente
(originado por una reducción temporal en la razón de flujo) puede cambiar el régimen a
flujo anular, con su característica caída de presión más baja. Esta caída de presión
acelera momentáneamente la razón de flujo; sin embargo, al incrementarse ésta última,
el vapor generado puede volverse insuficiente para mantener el régimen de flujo anular,
revirtiéndose al flujo previo de burbuja o intermitente, de manera que el ciclo puede
repetirse. Este comportamiento oscilatorio se debe, en parte, al retardo ocurrido en la
aceleración y desaceleración del flujo.

259
Otra situación que puede producir una inestabilidad, es el ruido generado por los
patrones de flujo inestables, particularmente el flujo intermitente, que puede provocar
vibración de componentes mecánicos y amplificar las perturbaciones de flujo o conducir
a la crisis de ebullición.

5.2.4.4 Oscilaciones de ondas de densidad

Estas oscilaciones son probablemente el tipo más común de inestabilidad que se pueden
encontrar en los sistemas de flujo de dos fases. Son causadas por la interacción
dinámica entre razón de flujo, distribución de densidad y distribución de caída de
presión dentro de un canal calentado. El mecanismo físico que conduce a las
oscilaciones de ondas de densidad puede describirse de varias maneras, una de ellas es
la siguiente (Hsu, 1986). Cuando existe una restricción aguas abajo en la salida de una
sección calentada, la razón de flujo volumétrico que circula a través de la restricción es
afectada por la densidad local del fluido. Cuando un lingote de líquido pasa a través de
la restricción, el flujo se frenará y de esta manera el fluido permanecerá en la sección
calentada por más tiempo y se generará una mayor cantidad de vapor. La expansión de
dicho vapor aumentará la presión, la cual puede forzar al flujo tanto hacia aguas arriba
como hacia aguas abajo. Después de que el lingote de líquido pasa a través de la
restricción, la razón de flujo volumétrico se incrementará súbitamente, precipitándose el
fluido fresco con baja cantidad de vapor y a muy alta velocidad a través de la sección
calentada. El calentamiento de este último lingote de líquido provoca que el ciclo
comience nuevamente. Durante todo el ciclo, la razón de flujo y la presión fluctúan
entre valores altos y bajos. Esta inestabilidad es una oscilación de baja frecuencia, cuyo
periodo es aproximadamente una o dos veces el tiempo requerido para que una partícula
de fluido viaje a través del canal.

5.2.4.5 Oscilaciones de caída de presión

Esta clase de inestabilidades se desencadenan por un fenómeno de inestabilidad estática.


Las oscilaciones de caída de presión ocurren en sistemas que tienen un volumen
compresible aguas arriba o dentro de la sección calentada y se producen únicamente
cuando la caída de presión a través de la sección de prueba decrece, al aumentar el flujo
en el sistema (Kakaç y Mayinger, 1977). La inercia del fluido en el canal y el volumen
compresible en el flujo de dos fases interactúan en forma similar a un sistema masa-
resorte.

260
Fig 5.3 Proceso de generación directa de vapor en el tubo absorbedor

5.2.4.6 Oscilaciones térmicas

Esta inestabilidad ocurre cuando se presenta una transición entre los modos de trans-
ferencia de calor en respuesta a una fluctuación en el flujo. Estas oscilaciones producen
grandes cambios en la temperatura de la superficie de calentamiento. Se piensa que en
las oscilaciones térmicas el flujo podría oscilar entre la ebullición de película y la
ebullición de transición en un punto dado, produciéndose así, oscilaciones de
temperatura de gran amplitud en la pared del canal sujeto a un flujo de calor constante.
Al parecer, en esta inestabilidad existe una interacción con oscilaciones de ondas de
densidad de frecuencia más alta, las cuales actúan como perturbaciones que desesta-
bilizan la ebullición de película (Kakaç y Mayinger, 1977). El periodo de las oscila-
ciones térmicas está gobernado por la inercia térmica del calentador.

En un sistema real varias inestabilidades pueden ocurrir simultáneamente; al analizar un


sistema todas las inestabilidades deben ser consideradas como componentes interrela-
cionadas.

5.2.5 Descripción del proceso de generación directa de vapor

El proceso de generación directa de vapor en un concentrador de canal parabólico puede


ser esquematizado como se muestra en la fig 5.3, donde se observa el corte longitudinal
de un tubo absorbedor, en el que un flujo de agua se convierte en vapor mientras circula

261
a través de él. Sobre la parte inferior del tubo incide un flujo concentrado de irradiancia
solar directa. Debido a que el flujo incide únicamente sobre una parte del tubo, a través
de la sección transversal de éste se presentan diferentes temperaturas, cuyo valor
máximo se localiza en la parte inferior y el mínimo en la parte superior. Conforme la
temperatura del tubo absorbedor aumenta, la energía solar absorbida es transferida al
flujo de agua.

Suponiendo que el flujo de irradiancia sobre la superficie inferior del tubo es uniforme
y que en el interior de éste se tiene una presión subcrítica constante a lo largo de toda su
longitud, el tubo absorbedor puede ser dividido en tres zonas para su análisis (Mandal y
Mandal, 1994; Ray, 1981).

En la primera zona, el flujo de agua líquida subenfriada entra al tubo absorbedor con
una temperatura inicial T1. Conforme el agua avanza en esta zona su temperatura se
incrementa hasta alcanzar la temperatura de saturación, la que se indica como T2. En
esta zona se tendría un proceso de convección forzada de una sola fase, donde el
coeficiente de transferencia de calor sería casi constante. En el caso de que el flujo de
calor sobre el tubo absorbedor fuera alto, la nucleación de burbujas podría presentarse
en esta primera zona de fase líquida. Así, debido a que la temperatura del flujo de agua
todavía sería menor a la temperatura de saturación, la ebullición subenfriada del agua
líquida ocurriría antes del punto marcado como de calidad termodinámica igual a cero.
Por tanto, la ebullición subenfriada, junto con la convección forzada de la fase líquida,
provocarían el incremento de la temperatura del flujo de agua. En este caso el coefi-
ciente de transferencia de calor se incrementaría, debido a la ebullición subenfriada,
conforme la masa del fluido se aproximara a su temperatura de saturación (Whalley,
1987).

La segunda zona en el tubo absorbedor corresponde a la del flujo bifásico originado por
el cambio de fase que experimenta el agua. Aquí se tendría el proceso de ebullición
saturada, donde la ebullición nucleada y los efectos de convección forzada provocarían
una alta transferencia de calor. La generación de vapor en esta zona, inicialmente sería
por nucleación en la pared del tubo; sin embargo, en caso de que el flujo de calor fuera
bajo, la temperatura de la pared podría ser insuficiente para provocar la nucleación y el
líquido sufriría un sobrecalentamiento considerable antes de que cualquier vapor se
formará, de manera que la nucleación se retardaría hasta después del punto de calidad
termodinámica igual a cero (Kakaç y Mayinger, 1977).

262
Con el inicio de la ebullición nucleada se comenzaría a desarrollar el régimen de flujo
de burbuja en el tubo absorbedor. Conforme el flujo de agua circulara por el tubo, la
generación de vapor no solamente ocurriría en los sitios de nucleación, sino también se
presentaría por evaporación directa desde las interfases, causando el aumento de la
calidad del vapor. En el flujo de la mezcla líquido-gas se desarrollarían diferentes
patrones (flujo de burbujas asimétricas, flujo estratificado, flujo intermitente, etc)
cambiando de uno a otro, conforme la calidad del vapor se incrementara.

En el principio de esta segunda zona, la temperatura de la pared sería suficiente para


provocar la nucleación de burbujas en la pared del tubo; sin embargo, al aumentar la
calidad del vapor, la temperatura de la pared tendería a disminuir debido a la
transferencia de calor mejorada. Al suceder esto último, la transferencia de calor en la
interfase aumentaría en importancia con respecto a la transferencia de calor por
ebullición nucleada. Por tanto, al seguir disminuyendo la temperatura de la pared, se
llegaría a un punto en el que ésta no sería lo suficientemente alta para mantener activos
los sitios de nucleación, por lo que la nucleación de burbujas se suspendería y el
proceso de ebullición se volvería convectivo en carácter (Kakaç y Mayinger, 1977;
Whalley, 1987).

Al presentarse esta última situación, la calidad del vapor sería tal que el patrón de flujo
habría cambiado hasta llegar al régimen de flujo anular. Aunque algunas burbujas
probablemente todavía se formarían en la pared del tubo, la mayor parte del cambio de
fase se presentaría por evaporación en la interfase líquido-gas, como resultado de la
conducción de calor a través de la película de líquido. En este régimen de flujo anular,
el coeficiente de transferencia de calor aumentaría rápidamente conforme la película de
líquido se volviera más delgada debido a la evaporación. Sin embargo, al continuar
incrementándose la calidad del vapor, se llegaría a un punto en el que la película de
líquido desaparecería, lo que provocaría que el coeficiente de transferencia de calor
decreciera rápidamente hacia su valor para el vapor puro. Dicha situación es conocida
como crisis de ebullición. En tubos horizontales, esta crisis ocurre primero en la parte
alta del tubo (al secarse la película de líquido) mientras la parte baja de la pared
permanece húmeda (Kattan et al, 1998a). Por consiguiente, la crisis de ebullición se
presenta debido a la transición del régimen del flujo anular al de flujo anular con secado
parcial de la pared del tubo.

263
En esta segunda zona del tubo absorbedor, se presentarían la ebullición nucleada y la
ebullición convectiva del agua. En un principio, el valor del coeficiente de transferencia
de calor en esta zona dependería de las contribuciones de la ebullición nucleada y de la
ebullición convectiva. Al volverse dominante la ebullición convectiva, el coeficiente de
transferencia de calor aumentaría conforme se incrementa la calidad del vapor. El
coeficiente alcanzaría su valor máximo a una alta calidad del vapor, punto en el que la
pared del tubo todavía se encontraría completamente húmeda. La calidad del vapor en la
que se tendrá el coeficiente de transferencia de calor máximo dependerá del flujo local
de calor y de la velocidad de la masa de agua (Kattan et al, 1998c).

Al seguir aumentando la calidad del vapor el coeficiente de transferencia de calor


disminuiría después de alcanzar su valor máximo, debido a que se iniciaría el secado
parcial de la parte alta de la pared del tubo. Por tanto, el coeficiente de transferencia de
calor decrecería rápidamente al incrementarse la calidad del vapor. En la última parte de
esta segunda zona, el valor del coeficiente de transferencia de calor dependería de la
configuración del patrón de flujo dentro del tubo, es decir, dependería de qué tanto de la
pared del tubo se encontrara seca (Kattan et al, 1998b).

Al llegar a la tercera zona del tubo absorbedor, el flujo de agua habría sido evaporado
completamente y se tendría el flujo en una sola fase del vapor. Al inicio de esta última
zona, sin embargo, todavía podría tenerse un flujo de gotas de líquido dispersas en el
flujo de vapor, las cuales se evaporarían después del punto indicado como de calidad
termodinámica igual a uno.

En la tercera zona del tubo, nuevamente se tendría un régimen de convección forzada de


una sola fase, donde el coeficiente de transferencia de calor sería relativamente bajo y
alta la temperatura de la pared del tubo. El flujo de vapor entraría a esta última zona a
una temperatura T3 igual a la temperatura de saturación (T2 = T3) y sería sobrecalentado
hasta alcanzar una temperatura T4 a la salida del tubo absorbedor (Mandal y Mandal,
1994).

Cabe señalar que, debido al cambio constante en el flujo de irradiancia solar durante el
día, para una razón constante de flujo de agua, la longitud de cada una de las zonas
anteriores en el tubo absorbedor podría variar con el tiempo, debido al aumento o
disminución de la cantidad de calor que se transfiere al fluido.

264
La dificultad de la generación directa de vapor, en un concentrador de canal parabólico,
se debe al hecho de que en el tubo absorbedor se tiene un flujo de dos fases, cuya
complejidad se presenta porque la mezcla de agua y vapor no es uniforme, ya que se
producen distintos patrones de flujo. En este sentido, los regímenes que deben evitarse
durante el proceso de generación son el flujo estratificado y el flujo intermitente. El
flujo estratificado, provocado por la formación de zonas secas en la parte alta de la
periferia del tubo, causadas por la disminución de la razón de flujo o bien por el secado
parcial de la película de líquido en el régimen de flujo anular, es uno de los casos más
críticos para el proceso. En los tubos absorbedores horizontales, o ligeramente
inclinados, este régimen puede causar diferentes coeficientes de transferencia de calor
entre las superficies que se encuentran en contacto con la fase líquida y con la fase de
vapor, y provocar grandes diferencias de temperatura sobre la sección transversal del
tubo absorbedor (Lippke, 1996; Müller et al, 1993). Por otro lado, como se mencionó en
la sección anterior, el régimen de flujo intermitente puede provocar vibraciones, que
pueden causar serios daños mecánicos.

Un punto importante en un sistema de generación directa de vapor es su


comportamiento (respuesta transitoria) a las condiciones de insolación frecuentemente
cambiantes y a las nubes pasando por el campo solar y sombreando los colectores por
tiempo limitado. Por esta razón, un sistema de generación directa requiere de algún tipo
de control en el campo solar para mantener las condiciones del vapor que se está
generando. Algunas alternativas que se han pensado para lograr este objetivo son el
control del flujo de entrada, la recirculación de agua extra desde un separador y la
inyección local de agua a lo largo de la trayectoria del flujo (Müller et al, 1993).

El proceso de recirculación y el sistema de inyección son dos opciones que se han


estudiado para lograr mejor control en los sistemas de generación directa de vapor.

En el proceso de recirculación, un flujo alto de masa es alimentado al concentrador, de


manera que solamente son obtenidas bajas calidades de vapor. El vapor se separa en un
tambor y es sobrecalentado en los colectores siguientes. Patrones de flujo favorables y
flujos estables, a razones de flujo suficientemente altas, se pueden lograr siempre. Sin
embargo, en este proceso aún quedan preguntas acerca de la operación de lazos
paralelos y del control del sistema.

265
Por su parte, el sistema de inyección fue pensado como una forma para lograr el control
local y facilitar que el campo solar reaccione a las perturbaciones locales de insolación, lo
cual todavía no es posible en el proceso original de generación directa de vapor. En este
sistema se inyecta agua en varios puntos del tubo absorbedor. Mientras que en el proceso
original la calidad del vapor se incrementa a lo largo del tubo absorbedor, en el proceso
de inyección la razón de flujo de masa se incrementa a muy alta calidad del vapor.

5.2.6 Generación directa de vapor en la planta solar

En la planta solar del Instituto de Ingeniería en Ciudad Universitaria, se instaló un


sistema para estudiar el proceso de generación directa de vapor en un concentrador
solar. Dicho sistema incluyó los siguientes elementos: un subsistema de concentración
solar con concentradores de canal parabólico y tubo absorbedor, un depósito para
almacenar agua tratada, una bomba tipo turbina regenerativa, un medidor de gasto de
agua, válvulas para el control del flujo de agua en la entrada y salida del absorbedor, un
concentrador de canal parabólico, y medidores de temperatura y presión.

Antes de realizar las primeras pruebas de generación de vapor, se montaron y enfocaron


los espejos parabólicos del concentrador solar. Debido a que la estructura de soporte de
algunos de estos espejos se encontraba deformada en alguno de sus bordes, fue
necesario ajustar su posición para que al momento de enfocar el concentrador, los
espejos reflejaran correctamente la radiación solar sobre el receptor. El estado del tubo
absorbedor también influyó en este punto, ya que había partes en las que el tubo se
colgaba o estaba ligeramente flexionado hacia alguno de sus lados, por lo que se buscó
la posición de los espejos con la que se tuviera el mejor enfoque.

El agua que se utilizó durante las pruebas y la generación de vapor fue acondicionada en
la planta de tratamiento de agua de la planta solar, localizada a un costado de ésta.
Debido a que el agua natural sin tratar contiene disueltos compuestos minerales, en
especial sales de calcio y magnesio (normalmente bicarbonatos y sulfatos) que causan
su dureza, el agua fue sometida a un tratamiento de ablandamiento. Con este
tratamiento, que consiste en eliminar las sales de calcio y de magnesio, se buscó evitar
el problema de la formación de incrustaciones y depósito de sedimentos en la superficie
del tubo absorbedor, lo que podría provocar un aumento en la resistencia al paso del
calor y, por tanto, la disminución en la eficacia de la transferencia de calor.

266
Al inicio de las primeras pruebas de generación de vapor, el gasto de agua de entrada se
reguló buscando que éste fuera evaporado completamente en el concentrador, de
manera que a la salida se tuviera solamente un flujo de vapor. Sin embargo, aun
suministrando un gasto de 0.757 L/min, que era el mínimo registrado por el medidor de
flujo, a la salida del absorbedor se obtuvo un flujo de líquido y gas. Solo fue posible
generar vapor saturado de baja calidad en el concentrador.

5.2.6.1 Deflexión del tubo absorbedor

Durante las primeras pruebas de generación de vapor, se presentó un problema con el


receptor del concentrador solar, que consistió en la deflexión del tubo absorbedor
(Almanza et al, 1997). Dicha deflexión, que provocó la ruptura de los tubos de vidrio
del receptor, ocurría cuando a la salida del tubo absorbedor se tenía un flujo de vapor
sin agua líquida y se presentaba, casi siempre hacia la parte de arriba del absorbedor y
en ninguna ocasión hacia abajo o hacia los lados. Al principio, la deflexión solamente
aparecía en la parte final del tubo absorbedor; sin embargo, en pruebas posteriores, ésta
tuvo lugar a lo largo de todo el tubo. En la fig 5.4 se muestra el tubo absorbedor,
compuesto de cinco segmentos e instalado en la línea focal del concentrador parabólico.

Fig. 5.4 Deflexión en el segmento 4 del absorbedor de acero

267
El tubo absorbedor se componía de cinco tubos de acero dulce de 3.175 cm de diámetro
exterior, 2 mm de espesor y 3 m de longitud, los cuales se apoyaban en cinco soportes
ubicados a lo largo del concentrador y separados uno de otro por una distancia
promedio de 2.95 m. En dichos soportes, el tubo absorbedor tenía libertad para moverse
axialmente, por lo que su expansión térmica longitudinal no era restringida.

Debido a que la deflexión era difícil de pronosticar durante la generación de vapor, para
su análisis se encontró una forma alternativa de reproducirla. El procedimiento consistió
en enfocar el concentrador y permitir que el tubo absorbedor sólo con aire elevara su
temperatura con la irradiancia solar. Después de determinado tiempo, un flujo de agua a
temperatura ambiente se alimentaba al concentrador, que al circular y evaporarse en el
tubo absorbedor, provocaba el pandeo. Con este procedimiento, la deflexión se iniciaba
en el primer tubo, alcanzaba su valor máximo y disminuía hasta desaparecer por
completo; posteriormente, la deflexión se presentaba en el segundo tubo, donde seguía
la misma secuencia y después pasaba sucesivamente a los demás tubos (véase segmento
4 de la fig 5.4). Conforme el flujo de agua circulaba a través del tubo absorbedor, el
pandeo se iba presentando en cada uno de los segmentos del tubo que lo formaban,
hasta que dicho flujo alcanzaba la salida. Momentos antes de que se iniciara el pandeo
en cada uno de los tubos, a la salida del tubo absorbedor se tenía un flujo brusco de
vapor (debido a la evaporación súbita del agua en el tubo caliente). El flujo de vapor se
presentaba generalmente cuando la deflexión crecía y alcanzaba su valor máximo;
ulteriormente, cuando el pandeo comenzaba a bajar, el flujo de vapor cesaba y no se
volvía a presentar hasta que la deflexión comenzaba en el siguiente tubo.

Para estudiar este problema, se llevaron a cabo mediciones de la temperatura del tubo
absorbedor, antes, durante y después de presentarse la deflexión, así como de la
magnitud de esta última. Las mediciones de temperatura se realizaron por medio de dos
termopares tipo T (cobre-constantán). Los termopares eran de tipo bayoneta con resorte,
los cuales fueron colocados en el tubo absorbedor por medio de un adaptador de
abrazadera para registrar la temperatura de la superficie exterior del tubo en su parte
superior e inferior. Por su parte, la deflexión se midió utilizando un teodolito y un
extensómetro. Las mediciones se tomaron sin la cubierta de vidrio y en el punto medio
de cada uno de los tubos, lugar donde generalmente se presentaba la deflexión máxima.
Las mediciones se efectuaron solamente en un tubo a la vez, iniciando con el primer
tubo, siguiendo con el segundo y así sucesivamente hasta llegar al quinto.

268
Fig 5.5 Gráficas de temperaturas en el tubo absorbedor, segmento 1 – prueba 2

Antes de iniciar una serie de mediciones, el tubo por medir tenía, en promedio, una
temperatura de 172°C en la parte inferior y 136°C en la parte superior. El flujo de agua
con que se alimentó al concentrador fue de 2 L/min; para esto, únicamente se utilizó la
presión hidrostática proporcionada por el depósito de agua, el cual se encontraba
aproximadamente 1.5 m sobre el nivel del tubo absorbedor. Las temperaturas se
registraron cada 15 s, mientras que la magnitud de la deflexión se midió solamente
cuando ésta alcanzaba su valor máximo. Sin embargo, hubo ocasiones en las que el
valor de la deflexión pudo registrarse momentos antes de llegar a su punto máximo. En
cada uno de los tubos se realizaron tres mediciones, de manera que se obtuvieron 15
grupos diferentes de valores (Jiménez, 2000).

Analizando el comportamiento de las temperaturas en cada uno de los tubos, antes,


durante y después de la deflexión, se puede establecer que éstas siguen una cierta
tendencia, la cual puede ser descrita utilizando los valores obtenidos en la medida 2 del
tubo 1 del absorbedor, presentados en la fig 5.5. Se encuentran graficadas con respecto al
tiempo, la temperatura de la parte superior e inferior del tubo, así como la diferencia de
temperatura entre estas dos zonas. Las líneas verticales indican el comienzo (ED) y el

269
final (BD) del pandeo, así como el momento en que se presentó la deflexión máxima
(Dmáx), cuyo valor también se muestra. Los puntos indicados con las líneas verticales
únicamente son una aproximación, ya que en algunos casos la deflexión se presentaba
de manera muy rápida, por lo que era difícil ubicar el punto exacto en el que la
deflexión iniciaba, finalizaba o alcanzaba su punto máximo.

En la fig 5.5 se puede observar que inicialmente las temperaturas del tubo se encuentran
estables, los valores que se tienen en la parte superior e inferior son casi constantes. En
el tiempo t = 30 s, punto en el que aproximadamente se inicia el pandeo, ambas tempe-
raturas comienzan a disminuir; sin embargo, como puede notarse, la temperatura de la
parte de abajo del tubo decrece con mayor rapidez que la de la parte de arriba. Cabe
mencionar que es aproximadamente, en este momento, cuando se presenta el flujo
brusco de vapor. La diferencia en la rapidez con que la temperatura disminuye en cada
una de las zonas del tubo, es muy marcada en el intervalo comprendido entre t = 30 y
t = 45 s, donde la deflexión alcanza un valor de 4.2 cm. En el intervalo siguiente de t = 45 a
t = 60 s, la rapidez con la que varía la temperatura de abajo sigue siendo mayor que la de
arriba, aunque la diferencia aquí no es tan marcada; durante este intervalo la deflexión
aumenta ligeramente, llegando a 4.3 cm. La deflexión alcanza un valor máximo de
4.5 cm en el intervalo comprendido entre t = 60 y t = 75 s. En este último lapso, la
rapidez con que disminuyen las temperaturas se invierte, es decir, la temperatura superior
decrece más rápido que la temperatura inferior, aunque en este caso, la diferencia en la
rapidez de disminución de las temperaturas no es tan grande. Este comportamiento
continúa hasta t = 105 s; sin embargo, la deflexión desaparece alrededor del tiempo t =
90 s. A partir de t = 105 s, ambas temperaturas decrecen con la misma rapidez.

En cuanto al comportamiento de la diferencia de temperatura entre las dos zonas del


tubo, se puede observar que ésta disminuye abruptamente a partir del tiempo t = 30 s,
debido a la rápida variación de la temperatura de la parte inferior. La diferencia de
temperatura disminuye hasta alcanzar un valor mínimo en t = 60 s. En las diferentes
pruebas que se realizaron, se observó que es aproximadamente al alcanzar este valor,
cuando se presenta la deflexión máxima del tubo. Después de este punto, la diferencia
de temperatura vuelve a incrementarse, como resultado de que ahora la temperatura de
la parte superior del tubo disminuye con mayor rapidez que la de la parte inferior.
Cuando las temperaturas en ambas zonas del tubo disminuyen con la misma rapidez, la
diferencia de temperatura tiende a estabilizarse alrededor de un valor determinado. En la
figura esto sucede aproximadamente a partir de t = 105 s.

270
TEMPERATURA DE LA SUPERFICIE DEL TUBO ABSORBEDOR
segmento 3, prueba 1

200

ED
180 Dmáx= 1.3 cm.
BD

160
Temperatura, en °C

140

120

100

80

60

40

20

0
0 15 30 45 60 75 90 105 120 135 150 165 180 195 210 225 240 255 270
Tiempo, en s
Temp. sup. Temp. inf. Dif. temp.

a)

TEMPERATURA DE LA SUPERFICIE DEL TUBO ABSORBEDOR


segmento 5, prueba 3

200

ED
180 Dmáx=2.9 cm.

BD
160
Temperatura, en °C

140

120

100

80

60

40

20

0
0 15 30 45 60 75 90 105 120 135 150 165 180 195 210 225 240
Tiempo, en s
Temp. sup. Temp. inf. Dif. temp.

b)
Fig 5.6 Gráficas de temperaturas en el tubo absorbedor: a) segmento 3 – prueba 1;
b) segmento 5 – prueba 3

271
En las mediciones realizadas hubo pruebas en las que la diferencia en la rapidez con la
que disminuían las temperaturas no fue tan marcada; en tales casos el valor de la
deflexión fue menor. Como ejemplo de esto, en la fig 5.6 se muestran las gráficas de la
prueba 1 del tubo 3 y de la prueba 3 del tubo 5. En esta última, puede observarse cómo
las temperaturas aumentan gradualmente hasta el momento en que se inicia el pandeo;
esto se debió a que la temperatura del tubo todavía no se encontraba estabilizada en el
momento de iniciar la prueba.

Aunque el procedimiento que se utilizó para reproducir la deflexión del tubo en las
mediciones anteriores fue distinto de la manera en que la deflexión se presentó durante
la generación de vapor, la causa de ésta puede referirse como sigue.

Durante la generación de vapor en el concentrador, es probable que la presión interna


del tubo absorbedor aumentara, debido a la falta de una buena regulación, y provocara
que la presión de la bomba no fuera suficiente para mantener un flujo constante de agua
en el concentrador, lo que redujo el gasto o incluso dejó de suministrarlo. Es probable
que el flujo dentro del absorbedor se haya estratificado, de manera que el agua líquida,
al fluir por la parte de abajo del tubo, aumentó rápidamente su temperatura hasta llegar
a un punto en el que su evaporación se presentó de manera súbita, y provocó que la
temperatura de la parte inferior disminuyera abruptamente en un intervalo corto de
tiempo, a diferencia de la temperatura de la parte superior. Esta disminución originó una
distribución de temperaturas no uniforme en el tubo absorbedor, la cual provocó que la
parte inferior del tubo sufriera una contracción mayor que la parte superior en un mismo
intervalo de tiempo, induciéndose así un sistema de esfuerzos que dio origen a la
deflexión (Boley, 1960).

Debido a que en este caso los esfuerzos térmicos fueron originados por una distribución
de temperaturas no uniforme en el tubo absorbedor, provocada en un intervalo corto de
tiempo, los tubos de acero dulce fueron cambiados por tubos de cobre, con el propósito
de obtener una distribución de temperaturas más uniforme en caso de presentarse esta
disminución abrupta de la temperatura de la parte inferior del tubo. Los tubos de cobre
utilizados tenían 3.51 cm de diámetro exterior y 3 m de longitud. Al reproducir la
deflexión con los tubos de cobre, ésta no se eliminó totalmente, pero disminuyó de
manera que fue casi imperceptible.

272
La deflexión en el tubo absorbedor disminuyó debido a que el cobre, al tener una
conductividad térmica mayor (395 W/m K) que la del acero dulce (51 W/m K) originó
una distribución de temperatura más uniforme en el tubo absorbedor. De esta manera, al
presentarse la disminución abrupta de la temperatura de la parte inferior del tubo, la alta
conductividad térmica del cobre provocó que las contracciones sufridas en las diferentes
partes del tubo fueran también más uniformes, lo que permitió que fueran compensadas
mejor por el tubo absorbedor y se evitara así la deflexión.

Finalmente, las pruebas de generación de vapor se realizaron con los tubos de cobre y
durante éstas, la deflexión no se volvió a presentar.

5.2.6.2 Generación de vapor con el tubo absorbedor de cobre

Utilizando el tubo absorbedor de cobre, las pruebas que se realizaron consistieron en


observar el comportamiento y control del sistema durante la generación directa de
vapor.

Durante dichas pruebas se presentaron reflujos de vapor del sistema de concentración


hacia la bomba de alimentación, los que provocaron que ésta dejara de bombear agua.
Fue necesario instalar una válvula de retención para evitar tanto los reflujos de vapor
como los de agua caliente, así como los golpes debidos al paro de la bomba.

Puesto a que el gasto de agua proporcionado por la bomba era demasiado alto, se hizo
un arreglo en la tubería para recircular parte de dicho gasto (bypass) y poder alimentar
al concentrador el flujo de agua adecuado con la presión requerida.

Para regular el flujo de vapor a la salida del concentrador, fue necesario emplear una
válvula de aguja, ya que durante las horas de baja radiación era más difícil mantener
constante la presión interna del concentrador, por lo que fue requerida una regulación
más fina del flujo.

Para medir la calidad de vapor generado, fue necesario separar las fases del flujo
bifásico obtenido a la salida del concentrador, para lo que se armó un separador de
vapor. Este separador consistió simplemente de un ensanchamiento en la tubería, que
reducía la velocidad del flujo, y de un arreglo en forma de T, que cambiaba la dirección
de la fase gaseosa del vapor. Por tanto, al reducir la velocidad del flujo bifásico y
cambiar la dirección de la fase gaseosa, se lograba que ésta quedara separada de la fase

273
líquida. Para evitar que alguna parte de la fase gaseosa saliera junto con el flujo de la
fase líquida, a la salida de esta última se colocó una trampa de vapor de cubeta
invertida, que además sirvió para captar y acumular la fase líquida.

Durante la generación de vapor se presentaron fugas a través de las uniones de los tubos
de cobre. Los tubos contaban con extremos roscados, los cuales fueron sellados con
cinta de teflón; sin embargo, después de trabajar por algún tiempo, los tubos se
aflojaban y se presentaban fugas de vapor a través de las uniones. Este aflojamiento de
los tubos era provocado por la expansión y contracción que sufría la tubería al enfocar y
desenfocar el concentrador durante el día. Para solucionar este problema se utilizó un
sellador para tuberías de vapor, el cual eliminó las fugas durante algunos días.

Una vez que se hicieron los cambios necesarios en la instalación, la generación directa
de vapor se llevó a cabo sin problemas.

Cabe mencionar que durante estas pruebas no se observaron inestabilidades en el flujo


de dos fases obtenido en el absorbedor. Esto probablemente se debió a que el vapor
generado fue de baja calidad; al tenerse una cantidad baja de vapor en el flujo bifásico,
se obtuvo un régimen de flujo favorable, que evitó el surgimiento de alguna
inestabilidad.

El sistema se preparó para llevar a cabo las mediciones necesarias para obtener la
eficiencia térmica del concentrador cilíndrico parabólico.

5.2.7 Conclusiones de esta sección

De acuerdo con el modelo matemático desarrollado por Valdés et al, en 1998, flujos
estratificados generan un efecto importante de enfriamiento en la parte inferior del
absorbedor durante la ebullición del agua en el flujo en dos fases. Esto significa que el
efecto de enfriamiento en la parte inferior del tubo es más drástica que en la parte
superior (véanse las figs 5.5 y 5.6), por lo que se presenta una contracción axial del tubo
absorbedor, que es más rápida en la parte inferior que en la superior, lo cual explica la
flexión hacia arriba (Almanza et al, 2002). Una explicación más rigurosa es la siguiente.
Al inicio se calienta el tubo con aire estático hasta lograr temperaturas del orden de
170oC al incidir la irradiancia solar directa sobre el absorbedor. Estas condiciones se
logran en alrededor de 30 min, de manera que la diferencia de temperaturas alcanzada
entre la parte superior e inferior es del orden de 40oC antes de iniciar el flujo de agua

274
(fig 5.5). Una expansión lineal se realiza durante este calentamiento, la cual hace que el
tubo se deslice sobre los postes con una deflexión de solamente 2 a 3 mm en cada
sección del tubo absorbedor. Cuando el agua empieza a fluir en dicho receptor, un
gradiente térmico se observa en cada una de las secciones en forma independiente, de
manera que una diferencia de temperaturas de sólo 4oC se alcanza en 60 s con una
deflexión de 4.3 cm (fig 5.5). Ninguna deflexión se crea en las siguientes secciones,
hasta que el agua llega a éstas, ya que solamente existe aire en ellas. De manera que esta
deflexión sólo es un fenómeno transitorio local debido al gradiente térmico observado,
que genera esfuerzos térmicos.

Se puede concluir que existen dos tipos de flexión en el absorbedor, una debida a la
expansión térmica del absorbedor cuando se calienta con aire estático, desde la
temperatura ambiente hasta arriba de 140oC. Esta deflexión es despreciable (2 a 3 mm)
en cada sección, mientras la otra es local y transitoria, debida a gradientes térmicos
rápidos en cada sección del absorbedor. Este fenómeno ha sido explicado teóricamente
por Almanza et al (2002).

La solución de usar cobre en lugar de acero no es la óptima, ya que cuando este material
eleva su temperatura se va recociendo de manera que cambian sus propiedades
mecánicas.

5.3 Transitorios en receptores de acero y de pared bimetálica Cu-Fe, durante la


generación directa de vapor

5.3.1 Antecedentes

Han surgido serios problemas durante la generación directa de vapor en las plantas
solares que emplean concentradores de canal parabólico con receptor lineal,
relacionados con los transitorios en la alimentación del flujo másico de agua y con el
flujo de irradiancia solar que incide en la superficie exterior del receptor. Estos
transitorios crean un desbalance térmico en dirección acimutal en la pared del tubo
originando problemas. En primer lugar, la flexión del receptor ascendente o descendente
y en consecuencia la ruptura del tubo de vidrio envolvente y, en segundo lugar, la
creación de esfuerzos térmicos en la pared que originan daños al recubrimiento
selectivo y fatiga en el material.

275
La solución a estos problemas sería mantener la superficie interna de la pared del
receptor lo suficientemente húmeda, con lo que la transferencia de calor tendería a ser
homogénea y eliminaría al máximo el desbalance térmico.

Para lograr lo anterior, se han hecho algunas propuestas técnicas; entre otras, la
inclinación ascendente del receptor en la etapa de ebullición, es decir, donde se forma el
flujo en dos fases, ya que el diferente coeficiente de transferencia de calor de cada una
de las fases es la causa directa del problema térmico (Herrmann y Lippke, 1998). Otra
solución sería el acoplamiento interno de un tubo excéntrico al tubo receptor, con menor
espacio en la parte baja para lograr que el líquido se eleve a la parte superior del tubo y
logre humedecer la mayor parte de la pared del receptor (Geskes y Fischer, 1999) .

Otro problema que ocasiona la distribución de líquido y gas que fluye a través de un
tubo horizontal es que, además de afectar el valor de la transferencia de calor y crear
variaciones de temperatura, provoca inestabilidades en la velocidad de masa del fluido e
inestabilidad del sistema de generación de vapor, dando lugar a la formación de zonas
secas y calientes en la pared interna del receptor, las cuales degradan la superficie
selectiva; además, genera la vibración intermitente del receptor en la zona de
alimentación de agua.

Para prevenir inestabilidades de flujo, daños a la superficie selectiva y fatiga en el


material del receptor, la superficie interna del tubo debe estar en contacto con la fase
líquida en todo momento. El diagrama propuesto por Baker (1954) se emplea a menudo
como guía para asegurar que las condiciones de flujo en el tubo receptor se encuentran
dentro de un régimen de flujo aceptable para evitar estos problemas.

Por otro lado, en la planta solar del Instituto de Ingeniería, UNAM, se ha construido un
receptor de pared cobre-acero, basado en los resultados de simulaciones teóricas para
determinar la distribución de temperaturas en la pared del receptor; la excelente
conductividad térmica del cobre y la resistencia mecánica del acero favorecen la
distribución homogénea de temperaturas y disminuye la deformación del receptor, ya
que los gradientes térmicos se minimizan y con ello se reducen en gran medida los
efectos de los transitorios durante la GDV (Flores et al, 2000; Almanza et al, 2000).
Asimismo, se han probado experimentalmente receptores de acero de 25.4 y 31.7 mm
de diámetro y los resultados han sido comparados entre sí, a fin de proponer el mejor de
los receptores para las condiciones de operación de la planta solar.

276
En particular en el estudio de los transitorios durante el proceso de generación directa
de vapor, la respuesta transitoria del receptor bimetálico bajo el suministro repentino de
un flujo de agua es uno de los aspectos más importantes que se han investigado teórica
y experimentalmente en los últimos años en el Instituto de Ingeniería. En este mismo
contexto se han estudiado aspectos primordiales, como el ángulo de incidencia de la
irradiancia solar sobre la pared del receptor, y situaciones críticas como los altos
gradientes de temperatura en el mismo.

5.3.2 Flujo estratificado en tubos horizontales

Algo primordial para el diseño o selección de receptores para concentradores de canal


parabólico son los patrones o regímenes de flujo bifásico, definidos por la configuración
geométrica que adoptan las dos fases en un flujo líquido-gas (Whalley, 1996).

En el flujo estratificado como se mencionó en la primera sección de este capítulo, la


interfase gas-líquido es lisa, aunque normalmente es ondeante como en el flujo de onda.

Los flujos de agua y vapor se caracterizan por los diferentes coeficientes de trans-
ferencia de calor; diversos patrones de flujo causan distintos perfiles de temperatura en
la pared en una sección transversal. Si la pared se humedece uniformemente la
transferencia de calor es muy buena y la diferencia de temperaturas sobre la sección
transversal pequeña; sin embargo, si la pared del tubo no se humedece completamente
por la fase líquida, surgen localmente gradientes térmicos en la pared del tubo.

Un flujo bifásico líquido-vapor en tuberías horizontales de 25.4 mm de diámetro con


velocidades de la fase líquida ≤ 0.15 m/s y de la fase vapor entre 0.15 y 3.05 m/s
(Baker, 1954), a través de tubos calentados, tiende a la estratificación de capas de agua
y vapor. En este caso, el vapor de agua fluye por la parte superior de la pared interna del
tubo y el líquido por la parte inferior, donde se considera que la superficie del líquido es
relativamente uniforme (fig 5.7). Cuando la fase vapor es sobrecalentada a pesar de que
una película de líquido aún existe en el fondo del tubo, el desbalance térmico de las
fases aparece pronto con muy baja calidad del vapor. Después de que ocurre la
estratificación, el desbalance aún se incrementa, ya que por acción de la gravedad sólo
la capa inferior del vapor en contacto con la superficie líquida de agua (interfase
líquido-vapor) contiene gotas, lo que evita que se humedezca la parte superior de la
pared del tubo.

277
Fig 5.7 Flujo estratificado

El flujo estratificado conduce a un sobrecalentamiento local de la pared del tubo


receptor; la gran diferencia entre los coeficientes de transferencia de calor de la sección
líquida y la sección de vapor en la superficie interna del tubo da como resultado altos
gradientes de temperatura que inducen a severos esfuerzos térmicos en la pared del
tubo. Los flujos de burbuja, tapón y anular no causan esfuerzos térmicos, ya que ellos
aseguran suficiente humedad en toda la superficie interna del tubo (Goebel, 1999;
Ginoux, 1978), por lo que es deseable trabajar con estos flujos. Sin embargo, debido a
las condiciones de bajo gasto de vapor en plantas termosolares de baja potencia (1 kWe
a 100 kWe) es importante conocer a fondo el comportamiento del flujo estratificado.

5.3.3 Modelo matemático

Se desarrolló un programa de simulación para determinar la distribución de tempe-


raturas en la pared de un tubo receptor bimetálico cobre-acero en condiciones de flujo
estratificado y flujo de irradiancia lateral. Anteriormente, se desarrolló uno para simular
la distribución de irradiancia solar con incidencia en la parte inferior del receptor
(Valdés et al, 1998).

La configuración de la distribución de la fase de líquido y vapor a través de la pared


interna del receptor, con atención especial al ángulo de incidencia del flujo de calor en
la pared externa del tubo, son aspectos primordiales considerados en el desarrollo del
modelo matemático. No obstante que el problema es de tipo cilíndrico, el modelo
matemático que se describe a continuación y con el cual se resuelve el problema de la
distribución de temperaturas es de coordenadas cartesianas. En principio, facilita la
comprensión de la distribución de temperaturas y a pesar de ser sencillo en la solución,
hasta el momento ha presentado buena concordancia y estabilidad en comparación con
los resultados obtenidos experimentalmente.

278
a) Flujo de irradiancia distribuido b) Flujo de irradiancia homogéneo

Fig 5.8 Configuración del receptor Cu-Fe con flujo bifásico, flujo de calor lateral y
parámetros de interés en el desarrollo del modelo

Con respecto a la distribución del flujo de calor en la pared del receptor, se podría tomar
la que muestra la fig 5.8a, si la sección transversal del concentrador fuera totalmente
parabólica. No obstante, en el modelo aquí desarrollado la configuración que muestra la
fig 5.8b se acerca más a la distribución real del flujo de calor, por la deformación sufrida
en los concentradores con el tiempo, causante de que la región focal se haya dispersado.

La distribución de temperaturas en estado estable para el esquema de la fig 5.8b, se


obtiene de la solución de la ec 5.1:

∂ 2T ∂ 2T
+ =0 (5.1)
∂x 2 ∂y 2

Bajo las condiciones de frontera siguientes:

∂T ∂T
−k = −k en y = 0, y = πD (5.2)
∂y ∂y

∂T
−k = q" en x = L, e ≤ y ≤ πD (5.3)
∂x

∂T
−k = hg ( Tg − T p ) en x = 0, e2 ≤ y ≤ πD (5.4)
∂x

∂T
−k = h f ( T f − Tp ) en x = 0, e1 ≤ y ≤ e2 (5.5)
∂x

∂T
−k = hg ( Tg − Tp ) en x = 0, 0 ≤ y ≤ e1 (5.6)
∂x

279
∂T
−k =0 en x = L, 0 ≤ y ≤ e (5.7)
∂x

La condición de frontera (ec 5.7) establece una pared adiabática en la dirección y, desde
0 hasta e, que con base en la fig 5.8 corresponde a la mitad de la pared del tubo, donde
no hay incidencia del flujo de calor. En la práctica se logra cuando el receptor se envuelve
con una cubierta de vidrio transparente, y en el modelo matemático así se ha considerado.

Las ecs 5.1 a 5.7 se resolvieron empleando el método de diferencias finitas con la
distribución de nodos que muestra la fig 5.9, y estableciendo la siguiente relación de
tamaño de malla

∆Y
C= (5.8)
∆X

A continuación se establecen las ecuaciones en diferencias finitas para cada punto nodal:

Borde convectivo en dirección X (cobre-fase vapor o líquida):

1  h ∆Y 1  1 h ∆Y
Tm ,n +1 −  ∞ + Tm ,n + CTm +1,n + Tm ,n −1 = − ∞ T∞ (5.9)
2C  kCu C 2C kCu

Nodos internos (cobre-cobre):

1  1 1
Tm ,n +1 + CTm −1,n − 2C + Tm ,n + CTm +1,n + Tm ,n −1 = 0 (5.10)
2  C 2

Nodos internos (cobre-acero):

k Cu + k Fe  k + k Fe k Fe  k k + k Fe
Tm ,n +1 + CTm −1,n − C + Cu + C Tm ,n + Fe CTm +1,n + Cu Tm ,n −1 = 0
2Ck Cu  Ck Cu k Cu  k Cu 2Ck Cu
(5.11)
Borde con flujo de calor (acero-flujo de irradiancia):

1  1 1 q" ∆Y
Tm ,n +1 + CTm −1,n − C + Tm ,n + Tm ,n −1 = − (5.12)
2C  C 2C k Fe

Borde adiabático (acero-sin flujo de irradiancia):

1  1 1
Tm ,n +1 + CTm −1,n − C + Tm ,n + Tm ,n −1 = 0 (5.13)
2C  C 2C

280
Fig 5.9 Distribución de nodos en la pared del receptor Cu-Fe

Fig 5.10 Altura del nivel del líquido y ángulo de humedad

En el modelo matemático es primordial el conocimiento de los coeficientes de


transferencia de calor, tanto de la fase líquida como de vapor. El proceso de cálculo es
el siguiente (Hahne et al, 1997), (Herrmann y Lippke, 1998):

Se determinan las áreas transversales de la sección líquida Af y de la sección de vapor Ag


respectivamente, las cuales están en función de la altura del líquido δ y éste a su vez del
ángulo de humedad θ (fig 5.10 y ec 5.14); así mismo, el área transversal de la región
líquida se obtiene en función del ángulo de humedad, ec 5.16

δ = r( 1 − cosθ ) (5.14)

Af = r 2 ( θ − senθ cosθ ) (5.15)

281
Es determinante que se requiere un proceso iterativo para precisar δ y θ, por lo que un
paso importante en el proceso del cálculo de los coeficientes de transferencia de calor es
calcular el ángulo de humedad, lo que se hace por iteraciones aplicando el método de
Newton de primer orden.

El área transversal de la región de vapor se determina como

π
Ag = d i2 − A f (5.16)
4

Con la altura del líquido para un flujo másico establecido e introduciendo las propie-
dades termodinámicas del fluido, se determinan la calidad del vapor y posteriormente
los coeficientes de transferencia de calor para la fase líquida y para la fase de vapor

Nu f k f Nu g k g
hf = hg = (5.17)
d hf d hg

(ξ / 8)(Re− 1000 ) Pr
Nu = (5.18)
1 + 12.7 (ξ / 8) (Pr ( 2 / 3 ) − 1)

Los números de Reynolds y Prandtl del líquido y vapor son respectivamente


.
d hf m Af d hg m Ag
Re f = Re g = (5.19)
µf µg

µ f Cp f µ g Cp g
Pr f = Prg = (5.20)
kf kg

siendo
4Af 4 Ag
d hf = d hg = (5.21)
Sf Sg + S f

  δ 
S f = d i π − arccos 2 − 1 S g = πd i − S f (5.22)
  di 

ξ = (1.82 log10 Re− 1.64) −2 (5.23)

Antes de aplicar este modelo matemático al tubo bimetálico, se validó con base en resul-
tados experimentales obtenidos por Goebel (1999), quien generó la gráfica de la fig 5.11.

282
340

320 Temperatura

Temperatura de la pared, en °C
300

280

260

240

220

200
0 30 60 90 120 150 180 210 240 270 300 330 360 390

Periferia del receptor, en grados

Fig 5.11 Distribución de temperaturas en la pared del receptor de acero (Goebel, 1999)

340

Temperatura
320
Temperatura de la pared, en °C

300

280

260

240

220

200
0 30 60 90 120 150 180 210 240 270 300 330 360 390
Periferia del receptor, en grados

Fig 5.12 Distribución de temperaturas en la pared del receptor de acero con datos con
los que se generó la fig 5.11 y aplicando el modelo matemático desarrollado

La gráfica (fig 5.11) se empleó para corroborar los resultados generados por este
modelo matemático. En ella se muestra la tendencia que describe la distribución de
temperaturas para un receptor de acero de 50 mm de diámetro, con calentamiento
lateral, presión de 30 bar, flujo másico de 50 kg/m2s y flujo de calor de 46 kW/m2. Con
estas mismas condiciones, se trabajó con el modelo aquí desarrollado y se generó la
gráfica de la fig 5.12. Resultó que, para el primer caso (resultados de Goebel), la mayor
temperatura es 326°C y, para el segundo, 329.8°C; las menores temperaturas son 235°C
y 234.7°C, respectivamente; así mismo, las zonas de mayor y menor temperatura con-
cuerdan con la posición angular de la sección transversal del tubo como se muestra en
las figs 5.11 y 5.12, lo que da validez al modelo matemático.

283
5.3.4 Receptor de pared bimetálica cobre-acero

Se han descrito algunos problemas inherentes a la GDV, estudiados actualmente por


diversos autores (Almanza et al, 2002; Zarza et al, 1997) y el problema más crítico y,
por tanto, más significativo en este proceso es la flexión que sufren los tubos receptores.
Para visualizar la factibilidad de construir un tubo receptor de pared compuesta con una
capa interior de cobre y una exterior de acero, se empleó el modelo matemático antes
descrito, con el que se simuló el comportamiento térmico de tres configuraciones
diferentes de receptor, bajo las mismas consideraciones de operación de flujo
estratificado. En la simulación, se consideraron receptores de 31.7 mm de diámetro, lo
que produjo una mezcla saturada estratificada a 350oC. Cuando el tubo es de cobre, se
genera una diferencia de temperatura acimutal máxima de 8.57oC (364.91-356.34°C),
mientras que cuando el receptor es de acero la diferencia máxima es de 28.62oC
(382.93-354.31°C). Posteriormente, se simuló un receptor de pared compuesta cobre-
acero y se obtuvo una diferencia de temperatura máxima de 15.7oC (371.11-355.41°C).
En esta simulación el espesor de la pared de cobre es 1/3 del espesor total de la pared.

Modificando el espesor de la pared de cobre en el receptor compuesto, la distribución de


temperaturas puede manejarse entre los dos límites para el acero y para el cobre. Con el
propósito de probar esta aseveración, se realizó una nueva simulación, ahora conside-
rando que el espesor de la pared de cobre es 2/3 del espesor total de la pared. Cuando el
espesor de la pared de cobre en el receptor de pared compuesta es 2/3 del espesor total,
la diferencia de temperaturas máxima que se alcanza es de 11.09°C (367.08-355°C),
similar al perfil de temperaturas generado cuando se prueba solamente el receptor de
cobre. Por lo que de aquí en adelante el estudio teórico y experimental se refiere al
receptor de cobre-acero con 2/3 de cobre del espesor total de la pared.

Las figs 5.13 y 5.14 son el resultado de la simulación, y representan la distribución de


temperaturas acimutal y radial en la pared de cada receptor; las líneas están formadas
por grupos de tres perfiles de temperaturas (fig 5.9) y la superposición indica que las
diferencias de temperatura radiales en la pared del receptor son despreciables. El nodo 1
corresponde a la parte superior y el nodo 11 a la parte inferior de la sección transversal
del tubo.

284
Fig 5.13 Distribución circunferencial de temperaturas

Fig 5.14 Perfil de temperaturas en dos receptores bimetálicos

Fig 5.15 Receptor bimetálico de pared cobre-acero

285
La propuesta de usar un tubo bimetálico es con objeto de evitar al máximo el fenómeno
de flexión que se presenta en los receptores de los concentradores durante la GDV y en
consecuencia la ruptura del tubo envolvente de vidrio. Hasta el momento, lo anterior se
ha logrado gracias al alto coeficiente de conductividad térmica del cobre; sin embargo,
este material se recuece con el tiempo, pierde sus propiedades mecánicas y además sólo
se recomienda usarlo a presiones bajas (17 bar) (Almanza et al, 1997). Por tanto, y
como solución al problema de la flexión, se ha construido un receptor bimetálico cobre-
acero con el que se logra, por un lado, tener excelente transferencia de calor en el
interior del tubo debido a la conductividad térmica del cobre (386 W/m-K), lo que evita
altos gradientes de temperatura y, por otro lado, buena resistencia mecánica con el acero
para trabajar tanto a baja como a alta presión de vapor.

El tubo bimetálico (fig 5.15) se construyó con dos tubos, uno interno de cobre tipo k
para vapor y otro externo de acero galvanizado, el primero entra a alta presión dentro
del segundo logrando que entre las superficies externa e interna de los tubos se tenga un
excelente contacto mecánico. El tubo cobre-acero fue maquinado para obtener la relación
de espesor de la pared, 2/3cobre-1/3acero; el resultado fue un receptor de 3 m de longitud,
31.7 mm de diámetro y 2.6 mm de espesor. Posteriormente se le aplicó una superficie
selectiva comercial para aplicaciones en energía solar SOLKOTE Hi/Sorb-II, con emi-
sividad del orden de 0.28 a 0.49 y absortividad de 0.88 a 0.94. El transitorio se genera
comúnmente en la parte inicial del circuito hidráulico y es por el hecho de estar a menor
temperatura el fluido de transferencia de calor (~30°C). Sin embargo, podría haber
mayor gradiente de temperaturas en la pared del receptor y, por tanto, se observaría
mejor el fenómeno de flexión y sus efectos; por ello, el tubo bimetálico sólo se
experimentó en esta zona.

5.3.5 Pruebas experimentales de flexión y distribución de temperaturas en la pared del


receptor

Uno de los problemas más delicados que se presentan durante la generación directa de
vapor es la flexión en el tubo receptor de los concentradores de canal parabólico en
presencia de flujo bifásico y estratificado. Ya se han realizado trabajos de investigación
sobre el fenómeno de flexión, principalmente en receptores de acero y de cobre (Almanza
et al, 1997) durante el proceso de generación directa de vapor en concentradores de
canal parabólico.

286
Fig 5.16 Sistema solar de generación directa de vapor

A partir de estos estudios, se ha establecido que el fenómeno transitorio de flexión ocurre


bajo condiciones de cambio de gradientes de temperatura en la superficie del tubo cuando
se presenta un patrón de flujo estratificado, el cual conduce a un sobrecalentamiento
local de la pared interna del receptor, ya que la distribución de temperaturas en la pared
del tubo depende del coeficiente de transferencia de calor de las fases líquida y gaseosa,
además del ángulo de humedad (altura del líquido), calidad del vapor y en gran parte del
ángulo de incidencia de la irradiancia solar directa, es decir, en la parte inferior o lateral
de la superficie exterior del receptor. La incidencia del flujo de calor en la parte lateral
del receptor para concentradores de canal parabólico con orientación norte-sur ocurre en
las mañanas y en las tardes cuando la altura solar es baja, mientras que con orientación
este-oeste ocurre en el solsticio de invierno y en menor grado en el solsticio de verano.

En el IIUNAM, se ha experimentado el fenómeno de flexión del tubo receptor empleando


el sistema solar de generación directa de vapor (fig 5.16), con las características y
configuración siguientes: Se emplea un sistema de concentración solar de canal parabó-
lico situado en una latitud de 19° 22' norte con orientación este-oste; con un concen-
trador de 2.5 m de apertura, 14.5 m de longitud y 62.5 cm de distancia focal, con
superficie reflejante de papel aluminio con reflejancia cercana a 88 %, de la marca 3M.
Los receptores con los que se ha experimentado han sido de acero galvanizado tipo SAE
1020 de 25.4 y 31.7 mm de diámetro, de cobre tipo k para uso industrial de 25.4 mm de
diámetro y actualmente con un receptor de pared compuesta cobre-acero de 31.7 mm de
diámetro. En la configuración del receptor, éste se encuentra concéntrico a un tubo de
vidrio tipo Pyrex que lo envuelve con el propósito de evitar al máximo pérdidas de calor

287
hacia el ambiente. La separación óptima entre superficies externa del receptor e interna
del tubo de vidrio es de 2.5 cm y ambos, receptor y envolvente de vidrio, están fijos a la
línea focal del concentrador por soportes aproximadamente cada 3 m de distancia.

En las pruebas experimentales se empleó agua a temperatura ambiente como fluido de


transferencia de calor, y se registraron las temperaturas en la parte inferior y superior de
dicho absorbedor cada 8 s, así como el tiempo en que se flexionaba el tubo a partir de
que comenzaba a fluir el agua y la deformación longitudinal y transversal durante el
calentamiento del receptor.

Se emplearon termopares tipo K (cromo-aluminio) de bayoneta con resorte, los cuales


fueron colocados en la superficie exterior del tubo receptor por medio de un adaptador
de abrazadera. Para evitar la influencia del flujo de irradiancia durante la medición de
temperatura de la pared del receptor, se aisló la punta de los termopares con material
refractario. Se empleó también un flujómetro y un mecanismo de medición de despla-
zamiento. El dispositivo para medir la flexión permite registrar el desplazamiento del
tubo hacia arriba y hacia abajo, lo cual pudo observarse en los receptores de prueba.

El proceso para llevar a cabo la prueba experimental de flexión del tubo receptor es el
siguiente. Se enfoca el tubo absorbedor con respecto a los rayos reflejados por los
concentradores de tal forma que el flujo de calor incida en la parte inferior o lateral del
receptor horizontal; se logra entonces tener mayor temperatura en cualesquiera de las
dos regiones del tubo, según sea conducida la prueba, que en cualquier otro punto en la
periferia del mismo. Estas mediciones se hicieron alrededor del medio día.

El tubo receptor se calienta después de ser enfocado sin líquido en su interior y cuando
se alcanzan las máximas temperaturas cercanas a los 200oC, se hace circular agua a
temperatura estable entre 25 y 35°C, en un intervalo de 0.8 a 1.5 L/min; el objetivo es
crear el efecto transitorio por la formación del flujo en dos fases.

El proceso termohidráulico que genera las condiciones para que ocurra el efecto
transitorio (flexión en el receptor) es el siguiente. El agua entra al tubo cuando la pared
exterior de éste se encuentra entre 200 y 230oC, al primer contacto con la pared del
receptor a esta temperatura, el agua forma inmediatamente las dos fases, en la parte
inferior en dirección axial circula una capa de agua formando el tipo canal abierto y el
resto del área transversal se cubre de vapor (fig 5.17)

288
a) b)
Fig 5.17 Sección transversal del receptor cobre-acero y distribución de la fase líquido y
la fase vapor, a) con irradiancia distribuida, b) con irradiancia homogénea

Como anteriormente se explicó, el coeficiente de transferencia de calor es más alto entre


la fase líquida y la pared que entre la fase gas y la pared, por tanto, es mayor el
enfriamiento en la superficie inferior del receptor, lo que origina una contracción y a la
vez la flexión ascendente. Se pensaría entonces que el receptor sólo presenta flexiones
hacia arriba, pero con las condiciones de prueba ocurren inestabilidades que propician
también la presencia de flexiones hacia abajo.

Cuando el flujo de irradiancia incide en la parte inferior, la temperatura en esta zona es


mayor que en la parte superior. Para establecer las condiciones en las cuales lograr el
calentamiento lateral del tubo receptor, se conoce que debido al tiempo de operación de
los concentradores (20 años), éstos ya han sufrido deformaciones (Martínez et al, 2000),
por lo que la región focal se ha dispersado. De esta forma, cuando el haz de luz ilumina
la parte lateral del tubo y la temperatura inferior y superior son similares, la incidencia
del flujo se considera lateral con una irradiancia uniforme sobre el receptor

5.3.6 Respuesta a la flexión y distribución de temperaturas de los receptores de acero y


de cobre-acero

Para establecer la factibilidad técnica de usar el tubo de cobre-acero como receptor en


concentradores de canal parabólico en las condiciones presentes durante la GDV, se
probó experimentalmente y los resultados fueron comparados con los del receptor de
acero bajo las mismas condiciones de operación; flujo másico de agua, temperatura del
agua y temperatura de la pared del receptor, principalmente.

En principio, el experimento realizado con el receptor de acero fue fundamental para


establecer las condiciones bajo las cuales ocurría el fenómeno de flexión; posterior-

289
mente, se consideró como parámetro de referencia para analizar el comportamiento del
receptor de cobre-acero. Las flexiones obtenidas con el tubo de acero en los peores
casos fueron hasta de 5 cm ascendente y de 14 mm descendente, en los mejores casos
los resultados fueron de 2 cm ascendente y de 5 mm descendente. El valor de las
flexiones queda en función de la temperatura de la pared y del flujo másico alimentado.

Algunas observaciones resultantes de las pruebas experimentales y que explican la causa


que origina las flexiones ascendente y descendente en el receptor se explican enseguida.

Cuando un segmento del receptor se flexiona, se forma una ondulación lineal en todo el
receptor, como lo muestra la fig 5.18, el cual afecta a los segmentos laterales; esto se
comprobó colocando mecanismos para registrar la flexión en cada segmento del
receptor. Se ha observado que en un tiempo corto de 4 a 7 s después de que el agua hace
contacto con el tubo, comienza la flexión, la cual se muestra como un movimiento
ondulatorio longitudinal a través del tubo, que tiene mayor valor en la parte central
debido a la separación entre soportes. Este movimiento ondulatorio es consecuencia de
la diferencia de temperaturas entre la parte inferior y superior del tubo, que se va dando
conforme fluye el agua a través de él. El fenómeno se muestra mejor en el tubo de acero
que en el bimetálico porque en el primero es más lenta la transferencia de calor; por
tanto, permanece más tiempo la diferencia de temperaturas entre la región del tubo en
contacto con la fase líquida y la región en contacto con la fase vapor, y se prolonga
también el tiempo de deformación.

Una mejor comparación del comportamiento a la flexión es entre el receptor de acero y


el bimetálico, ya que para ambos las condiciones de prueba son similares, principal-
mente las temperaturas que se alcanzan en la pared de cada receptor. Es de notarse que
debido al gran cambio de gradientes de temperaturas en la pared del receptor de acero
(véase fig 5.21) es mayor el valor de la flexión, 4.9 cm, que para el segundo, tan sólo de
3.5 mm, y es menos notorio el gradiente de temperaturas (fig 5.23).

Fig 5.18 Flexión del receptor completo

290
Fig 5.19 Flexión de un segmento del receptor

Fig 5.20 Flexión ascendente del receptor

En las pruebas realizadas en el receptor de acero se observó que también ocurría la


flexión hacia abajo; sin embargo, no en todas las pruebas sucedió lo mismo. Lo anterior
se debió a que en el segmento de pruebas de 3 m puede o no ocurrir la ondulación lineal
del receptor, dependiendo de la temperatura de la pared del tubo y del flujo másico de
agua que se suministre. Cuando el flujo es de 1 L/min la ondulación se crea en el
segmento de pruebas de la forma que describe la fig 5.20; donde la flexión hacia abajo
se hace coincidir con el punto donde se registra ésta, es decir, en esta figura se muestra
como "punto de medición de la flexión", coincidente con la zona de flexión del receptor
hacia abajo. Con pequeños flujos (1 L/min) de agua y la temperatura de la pared del
tubo entre 200 y 230oC, con mayor temperatura en la parte inferior que en la superior,
sólo permite que se humedezca alrededor de 1/3 del total de la longitud del tubo ya que
inmediatamente se presenta la ebullición del agua en contacto con la pared; esto hace
que se flexione hacia arriba la parte humedecida y la parte no humedecida siguiente por
acción de la primera, tienda a flexionarse hacia abajo. Si el flujo es de 1.5 a 2 L/min,
sólo existe la flexión hacia arriba de la forma ilustrada por la fig 5.20, con el mismo
valor de temperatura.

La deformación mostrada en la fig 5.19 se presenta en los primeros instantes,


posteriormente de manera instantánea cambia a la forma de la fig 5.20.

291
5.3.6.1 Incidencia del flujo de irradiancia solar en la parte inferior del receptor

Para estudiar el comportamiento del receptor bimetálico bajo la acción del flujo de
irradiancia solar incidiendo en la parte inferior, se realizaron pruebas experimentales y
simulaciones teóricas, considerando parámetros similares en el desarrollo de la fase
experimental y teórica respectivamente. Los resultados del comportamiento del receptor
bimetálico bajo las inestabilidades transitorias presentes en la GDV se comparan con
aquellos obtenidos con las mismas condiciones utilizando el receptor de acero.

El proceso experimental ya se ha descrito anteriormente, bajo el cual fueron estudiados


un receptor de acero de 25.4 mm de diámetro y 1.9 mm de espesor de pared, un receptor
de acero de 31.7 mm de diámetro y 3.8 mm de espesor de pared, y el receptor
bimetálico de cobre-acero de 31.7 mm de diámetro y 2.6 mm de espesor de pared con
2/3 de pared de cobre del espesor total.

Los resultados experimentales muestran que se alcanza mayor gradiente de temperatura


en el receptor de acero de 1.9 mm de pared mientras ocurre el transitorio, por tanto,
también es mayor la deformación instantánea de este receptor. Aunque el receptor de
acero de 3.8 mm de espesor de pared presenta similar gradiente de temperatura que el
anterior, la deformación es de menor grado y se debe a la mayor resistencia mecánica
que soporta, por ser de espesor mayor, (figs 5.21 y 5.22) en esta comparación. Es notorio
entonces en esta primera comparación que la propiedad importante que reduce el grado de
deformación instantánea en los receptores de acero, es la resistencia mecánica.

Al observar ahora los resultados del receptor bimetálico, el cual tiene un espesor de tubo
de acero (0.8 mm) menor que el absorbedor monometálico (1.9 mm), se muestra un
gradiente térmico relativamente pequeño y un valor de deformación también pequeño.
La acción del cobre como un difusor de calor provoca que la temperatura se uniforme
en la pared del receptor en dirección acimutal evitando con ello una deformación
notable a pesar de la formación del patrón de flujo bifásico estratificado, al igual que
ocurre en los receptores de acero, siendo ésta la causa principal que da origen a los
gradientes térmicos en la pared del receptor, como se ha explicado en párrafos
anteriores (véase fig 5.23).

De lo anterior se concluye, que el receptor de pared compuesta resulta el más idóneo


para reducir los efectos adversos transitorios en la ebullición del agua durante la
generación directa de vapor con bajos flujos másicos.

292
225

200
Flexión máxima
175
Comienza a fluir el agua

Te 150
mp CONDICIONES DE PRUEBA
era Receptor de acero con espesor de pared de 1.9 mm
tur 125
a, Temperatura del agua de alimentación: 36 ºC
en
ºC Flujo másico de agua: 1.4 kg/min
100
COMPORTAMIENTO DEL RECEPTOR
75
Flexión hacia abajo: 1.5 mm a 7 s de comenzar a fluir el agua

50 Flexión hacia arriba: 4.9 cm a 10 s de comenzar a fluir el agua

25

0
0 5 10 15 20 25
Tiempo, en sx2

Temperatura inferior Temperatura superior Diferencia de temperaturas

Fig 5.21 Respuesta térmica y mecánica del receptor de acero de 1.9 mm de espesor de
pared, con incidencia de la irradiancia solar en la parte inferior del receptor

225
CONDICIONES DE PRUEBA
200 1. Temperatura del agua de alimentación: 30 ºC
2. Flujo másico de agua: 1.5 kg/min
175

comienza a fluir el agua


150
Flexión máxima
Temperatura, en ºC

125
COMPORTAMIENTO DEL RECEPTOR
100
1. Flexión hacia abajo: 5 mm
2. Flexión hacia arriba: 3 cm, a 20 s de comenzar a fluir el agua
75

50

25

0
0 5 10 15 20 25 30
Tiempo, en sx2

Temperatura inferior Temperatura superior Diferencia de temperaturas

Fig 5.22 Respuesta térmica y mecánica del receptor de acero de 3.8 mm de espesor de
pared, con incidencia de la irradiancia solar en la parte inferior del receptor

293
220
Inicia la flexión
200
Flexión máxima
180

160 comienza a fluir el agua


Temperatura, en ºC

140 CONDICIONES DE PRUEBA


1. Receptor de Cu-Fe de 2.6 mm de espesor de pared
120
2. Temperatura del agua de alimentación: 20 °C
100 3. Flujo másico: 1.5 l/min
FLEXIÓN DEL RECEPTOR Cu-Fe
80
Flexión hacia abajo: 3.5 mm a 5.7 s de comenzar el flujo de agua
60
Flexión hacia arriba: 8 mm a 15 s de comenzar a fluir el agua
40

20

0
0 2 4 6 8 10 12 14 16
Tiempo, en sx2
Temperatura inferior Temperatura superior Diferencia de temperaturas

Fig 5.23 Respuesta térmica y mecánica del receptor de pared compuesta Cu-Fe, con
incidencia de la irradiancia solar en la parte inferior del receptor

5.3.6.2 Incidencia del flujo de irradiancia solar en la parte lateral del receptor

Una variante importante en las pruebas para analizar el comportamiento térmico y


mecánico del receptor bimetálico con flujos bifásicos estratificados es cuando la
irradiancia solar incide en la parte lateral del receptor, que, como se ha explicado
anteriormente, ocurre en el solsticio de invierno y en menor grado en el de verano, en el
sitio y orientación donde se encuentra instalado el sistema solar empleado para la fase
experimental.

Los resultados de las pruebas experimentales que reflejan el buen comportamiento del
receptor compuesto cobre-acero a la deformación transitoria, se muestran en las gráficas
de las figs 5.24 y 5.25; asimismo, se presenta el comportamiento del receptor de acero
(fig 5.26) como referencia para el receptor de pared compuesta. Igualmente, se emplea
el modelo matemático para determinar las temperaturas en la pared del receptor y
predecir su comportamiento térmico; se hacen coincidir los parámetros para las pruebas
experimentales y los empleados en la simulación teórica (estos se describen en el
apartado de pruebas experimentales).

294
250

Comienza a fliur el agua


Flexión hacia arriba

200

CONDICIONES DE PRUEBA
150
Temperatura, en ºC

1. Receptor Cu-Fe, con 2.6 mm de espesor de pared


2. Temperatura del agua de alimentación: 35 °C

100 3. Flujo másico de agua: 1.5 kg/min

COMPORTAMIENTO DEL RECEPTOR Cu-Fe

50 1. Flexión hacia arriba, 5 mm a 4':20" de comenzar a fluir el agua


2. Flexión hacia abajo :1.5 mm a 4´40" de comenzar a fluir el agua

-50 0 80 120 200 280 360 400 480


Tiempo, en s
Temperatura inferior Temperatura superior Diferencia de temperaturas

Fig 5.24 Temperaturas experimentales en la pared del receptor Cu-Fe, con incidencia
lateral de irradiancia solar

225

comienza a fluir el agua


Flexión hacia arriba
200

175

150
Temperatura, en ºC

CONDICIONES DE PRUEBA
125
1. La prueba se realizó en el último segmento del tubo absorbedor
2. Temperatura del agua de alimentación: 28 °C
100
3. Flujo másico de agua: 1.5 kg/min

75
COMPORTAMIENTO DEL RECEPTOR Cu- Fe
50
1. Flexión hacia abajo: 1 mm a 3´:43" de comenzar a fluir el agua
2. Flexión hacia arriba: 6 mm a 4´:17" de comenzar a fluir el agua
25

-25
0 10 20 30 40 50 60 70
Tiempo, en sx6
Temperatura inferior Temperatura superior Diferencia de temperaturas

Fig 5.25 Temperaturas experimentales en la pared del receptor Cu-Fe, con incidencia
lateral de irradiancia solar

295
250
comienzaia a fluir el agua CONDICIONES DE PRUEBA
225
1. Temperatura del agua de alimentación: 35 °C
200
2. Flujo másico de agua: 1.3 kg/min

175

Flexión máxima
Temperatura, en ºC

150

125

COMPORTAMIENTO DEL RECEPTOR


100
1. Flexión hacia abajo :2 mm a 8 s de comenzar a fluir el agua
75
2. Flexión hacia arriba: 4.5 cm a 16 s de comenzar a fluir el agua

50

25

-25

-50
1 5 9 13 17 21 25 29 33 37
Tiempo, en sx2
Temperatura inferior Temperatura superior Diferencia de temperaturas

Fig 5.26 Temperaturas del receptor de acero con incidencia lateral de la irradiancia
solar

Simulando la distribución de temperaturas en la pared del receptor de acero, se generó


la gráfica de la fig 5.27, la cual muestra una máxima diferencia de temperaturas de
29.8°C, mientras en el resultado experimental se obtiene una diferencia de temperaturas
de 24°C (fig 5.26); ambas corresponden a la diferencia entre la parte superior e inferior
de la pared del receptor. La misma comparación anterior se hace para el receptor de
pared compuesta Cu-Fe, donde se logra que la diferencia de temperaturas generada por
simulación sea de entre 10°C y 13.5°C, (fig 5.29), mientras que en los resultados
experimentales los gradientes térmicos oscilan alrededor de 8.7°C (figs 5.24 y 5.25). Al
igual que para el acero, los resultados teóricos del receptor Cu-Fe presentan mayores
gradientes térmicos que en los resultados experimentales. En las figs 5.27 y 5.29, el
nodo 1 corresponde a la parte superior y el 11 a la parte inferior. La diferencia para el
receptor de acero y para el receptor de Cu-Fe entre los resultados de simulación y los
experimentales, se atribuye principalmente a que durante el calentamiento no se logra
realmente un flujo de calor uniforme en la pared del tubo; así mismo, las pérdidas de
calor hacia el ambiente no son estables, mientras que en el modelo matemático todos los
parámetros se consideran estables.

296
240

236.2 CONDICIONES DE SIMULACIÓN


235 235.0 235.6
233.4 Receptor de acero, 1.9 mm de espesor de pared
232.2 Irradiancia con incidencia lateral
230 229.5 Flujo másico = 78 kg/h
Irradiancia directa = 700 W/m2 227.6
Temperatura, en °C

225
223.8
221.2
220

216.3 215.7
215

211.2
210

207.3 207.4
205 204.4
203.8
202.4 202.0
201.6
200 200.2 200.4
200.0

195
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.27 Distribución de temperaturas en la pared del receptor de acero

1
22 240 °C 2

21 3
230 Nodos

20 220 4

210
19 5
200 °C

18 190 6

180

17 7

16 8

15 9

14 10

13 11
12

Fig 5.28 Representación polar de la fig 5.27

297
216
CONDICIONES DE SIMULACIÓN
214.7214.9214.6
214.2 Receptor cobre-fierro con 2.6 mm de espesor de pared
214 214.0
Irradiancia con incidencia lateral
Flujo másico: 84 kg/h 213.2
212.9
Irradiancia directa = 700
212
211.7
211.5
Temperatura, en ºC

210.4
210
209.6
209.1

208
207.8
207.3

206.5
206
205.8
205.2
204.7
204 204.0 204.0
203.3203.4

202
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.29 Distribución de temperaturas en la pared del receptor Cu-Fe

Debido a la configuración geométrica que adopta el flujo bifásico a través del tubo y el
flujo de irradiancia solar incidente en la pared del mismo (fig 5.9), las temperaturas
mayor y menor no están en la parte superior e inferior, sino que la mayor se da donde
existe la combinación de máximo calentamiento y menor coeficiente convectivo entre el
fluido y la pared, y la menor donde existe la combinación de menor calentamiento y
mayor coeficiente convectivo, respectivamente. Es decir, de acuerdo con la gráfica
obtenida por el modelo matemático correspondiente a la distribución de temperaturas en
la pared del receptor (fig 5.28, representación polar), la máxima temperatura se logra en
la región donde hay flujo de irradiancia solar en la superficie exterior del receptor y en
la superficie interna se tiene mínima transferencia de calor entre la fase vapor y la pared
del receptor. De la misma forma, la mínima temperatura se obtiene en la región donde
no hay incidencia de irradiancia solar, y en la superficie interna se tiene un alto
coeficiente convectivo entre la fase líquida y la pared del receptor. En la gráfica de la
fig 5.29, estas zonas corresponden a los nodos 3, 4 y 13, 14 respectivamente.

Por otro lado, en las gráficas resultantes de pruebas experimentales, la mayor diferencia
de temperaturas ocurre cuando se forma el flujo bifásico, que se presenta como una
desviación de la temperatura inferior, por el enfriamiento de la pared con la fase líquida.

298
214 216
CONDICIONES DE SIMULACIÓN
CONDICIONES DE SIMULACIÓN
214.7214.9214.6 Irradiancia homogénea en la parte inferior
214.2 Receptor cobre-fierro con 2.6 mm de espesor de pared
214 214.0
212.2 Sin cubierta de vidrio
Irradiancia con incidencia lateral
212 212.2
Flujo másico: 84 kg/h 213.2
211.7212.9 211.7
Irradiancia directa = 700
212
211.7
211.5
210.7 210.7
Temperatura, en ºC
210 210.4
Temperatura, en °C

210
209.4 209.6 209.4
209.1

208
207.8
208 207.3
207.6 207.6
206.5
206 207.1205.8 207.1
205.2
206.3 204.7 206.3
206
204 204.0 204.0
205.5 205.5 205.5 205.5
205.3 203.3203.4
204.8 204.8
204.5
202
204 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

202
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.30 Distribución de temperaturas acimutal y radial en la pared del receptor de


acero D = 25 mm, L = 1.9 mm, m& = 78 kg/h, G = 700 W/m2

A partir de resultados obtenidos teóricamente, se complementa el análisis del compor-


tamiento del receptor de acero con base en la distribución de temperaturas acimutal en la
pared del receptor. Las gráficas que se presentan en las figs 5.30 a 5.37 son generadas
con los mismos valores de entrada para compararlas. Las variantes consideradas son las
siguientes: 1) el ángulo de incidencia de la irradiancia solar, en la parte inferior y en la
parte lateral, 2) distribución de la irradiancia solar en la pared del receptor, homogénea
o distribuida en la superficie exterior (véase fig 5.17a y b), y 3) con o sin cubierta de
vidrio que envuelve al receptor.

Cuando la irradiancia incide en la parte inferior del receptor, el mayor gradiente térmico
se alcanza con cubierta de vidrio e irradiancia distribuida, entre la zona más caliente y la
más fría, 226.88 - 208.83°C = 18°C (fig 5.35); mientras que el menor gradiente térmico
se logra en el receptor con irradiancia homogénea y sin cubierta de vidrio, 212.176 -
20454°C = 7.64°C (fig 5.30).

299
220
CONDICIONES DE SIMULACIÓN
Irradiancia distribuida en la parte inferior

218 Sin cubierta de vidrio

216
T emperatura, en °C

214

212

210

208

206
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.31 Distribución de temperaturas acimutal y radial en la pared del receptor de


acero D = 25 mm, L = 1.9 mm, m& = 78 kg/h, G = 700 W/m2

245

CONDICIONES DE SIMULACIÓN
240
238.3238.6 Irradiancia homogénea lateral
237.1
236.1 Sin cubierta de vidrio
235
233.7
232.1
230
228.5
Temperatura, en °C

226.3
225

221.4 221.1
220

216.5
215

212.1 212.4
210
208.9
207.6
206.0
205 205.2
203.5 203.6
201.7201.1201.7
200

195
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.32 Distribución de temperaturas acimutal y radial en la pared del receptor de


acero D = 25 mm, L = 1.9 mm, m& = 78 kg/h, G = 700 W/m2

300
280
CONDICIONES DE SIMULACIÓN

270
Irradiancia distribuida lateral
Sin cubierta de vidrio
260

250
Temperatura, en ºC

240

230

220

210

200

190

180
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.33 Distribución de temperaturas acimutal y radial en la pared del receptor de


aceroD = 25 mm, L = 1.9 mm, m& =78 kg/h, G = 700 W/m2

230

CONDICIONES DE SIMULACIÓN
228
226.9

226.9
226.6

226.6
226.3

226.3
226.1

226.1
Irradiancia distribuida en la parte
225.9

225.9
225.9

226
225.4

225.4

Con cubierta de vidrio

224

222
221.0

221.0
Temperatura, en ºC

220

218

216

214
213.4

213.4

212
210.3

210.3

210
209.2

209.2
208.8

208

206
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.34 Distribución de temperaturas acimutal y radial en la pared del receptor de


acero D = 25 mm, L = 1.9 mm, m& = kg/h, G = 700 W/m2

301
222
CONDICIONES DE PRUEBA

220
Irradiancia homogénea en la parte inferior
Con cubierta de vidrio
218

216
Temperatura, en °C

214

212

210

208

206

204
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.35 Distribución de temperaturas acimutal y radial en la pared del receptor de


acero D = 25 mm, L = 1.9 mm, m& = 78 kg/h, G = 700 W/m2

245
CONDICIONES DE SIMULACIÓN

240
Irradiancia homogénea en la parte lateral
238.4237.9
237.4
Con cubierta de vidrio
235.7
235 234.9

232.0
230.8
230
Temperatura, en °C

226.6 226.7
225
222.8

220 219.7
218.9

215 215.1

211.4
210.7
210
207.7
206.7
205 204.6
203.3 203.9
202.3202.4
200
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.36 Distribución de temperaturas acimutal y radial en la pared del receptor de


acero D = 25 mm, L = 1.9 mm, m& = 78 kg/h, G = 700 W/m2

302
280
CONDICIONES DE SIMULACIÓN
270
267.1267.1
Irradiancia distribuida en la parte lateral
264.5 264.3
Con cubierta de vidrio
260 259.2 258.3

252.2
250 248.5
Temperatura, en ºC

245.3
240 238.6
235.5
232.0
230
225.5
220 219.0 219.1

212.8
210 211.2
206.7 206.3
204.0 203.6
200 203.0

190

180
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.37 Distribución de temperaturas acimutal y radial en la pared del receptor de


acero D = 25 mm, L = 1.9 mm, m& = 78 kg/h, G = 700 W/m2

210
CONDICONES DE SIMULACIÓN
Receptor de pared compuesta Cu-Fe
Irradiancia con incidencia en la parte inferior del receptor
209
Irradiancia = 700 W/m2
Flujo másico = 84 kg/h

208
Temperatura, en °C

207

206

205

204
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.38a Distribución de temperaturas en la pared del receptor Cu-Fe, con


irradiancia homogénea de acuerdo con la fig 5.17

303
213
CONDICIONES DE SIMULACIÓN
Receptor de pared compuesta Cu-Fe
Irradiancia con incidencia en la parte inferior de receptor
212
Irradiancia = 700 W/m2
Flujo másico = 84 kg/h

211
Temperatura, en ºC

210

209

208

207
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.38b Distribución de temperaturas en la pared del receptor Cu-Fe,con


irradiancia distribuida de acuerdo con la fig 5.17

Cuando el análisis se hace con cubierta de vidrio, esto indica que la región donde no hay
incidencia de irradiancia solar en la pared del receptor se considera zona adiabática, y
cuando se analiza sin cubierta de vidrio, indica que la región donde no hay incidencia de
irradiancia solar se considera zona con transferencia de calor entre el tubo receptor y el
aire ambiente, es decir, existen pérdidas térmicas hacia el ambiente. Las figs 5.38a y b, y
5.39a y b muestran notoriamente esto último, ya que en los primeros y últimos nodos
correspondientes a la parte superior del receptor la temperatura cae como consecuencia
de las pérdidas de calor de esta región de la pared hacia el aire ambiente.

Cuando la irradiancia incide en la parte lateral, el mayor gradiente térmico en la pared


del receptor se logra con cubierta de vidrio e irradiancia distribuida, siendo su valor de
267.12 - 203.01°C = 64.1°C entre la región más caliente y la más fría (fig 5.37). El
menor gradiente térmico ocurre con irradiancia homogénea y con cubierta de vidrio, con
238.44 - 202.25°C = 36.19°C (fig 5.36), aunque no difiere mucho de cuando el receptor
se analiza sin cubierta, y el gradiente es de 238.61 - 201.14°C = 37.47°C (fig 5.32).

304
224
CONDICIONES DE SIMULACIÓN

222
Receptor Cu-Fe con 2.6 mm de espesor de pared
Irradiancia con incidencia lateral
220
Flujo másico = 84 kg/h

218 Irradiancia = 700 W/m2

216
Temperatura, en ºC

214

212

210

208

206

204

202
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.39a Distribución de temperaturas en la pared del receptor Cu-Fe, con


irradiancia distribuida de acuerdo con la fig 5.8

216
CONDICIONES DE SIMULACIÓN

Receptor Cu-Fe con 2.6 mm de espesor de pared


214
Irradiancia con incidencia lateral
Flujo másico: 84 kg/h
2
Irradiancia directa = 700 W/m
212
Temperatura, en °C

210

208

206

204

202
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.39b Distribución de temperaturas en la pared del receptor Cu-Fe, con


irradiancia homogénea de acuerdo con la fig 5.8

305
En cuanto a la diferencia radial de temperaturas, el mayor gradiente se presenta cuando
la irradiancia solar es distribuida e incide en dirección lateral, y corresponde a la zona donde
se encuentra la parte más delgada de la película del líquido en la pared interna y en la
externa incide el mayor porcentaje de irradiancia; este gradiente se ha considerado
despreciable ya que en los peores casos el máximo valor asciende sólo a 1.23°C;
específicamente este valor corresponde al nodo 9 de la fig 5.37, con las condiciones de
simulación ahí indicadas, donde puede notarse que la línea de la gráfica se hace más
densa por la diferencia radial de temperaturas.

En líneas anteriores se ha dado la explicación de porqué en ciertas zonas de la pared del


receptor en dirección acimutal se logra mayor temperatura que en otras. Lo anterior es
básico para proponer la sustitución del receptor de acero por el de pared compuesta
cobre-acero, cuyo análisis se dará más adelante.

Ya que el receptor de pared compuesta Cu-Fe es una propuesta para eliminar o reducir
al máximo los efectos transitorios causados por la formación repentina del flujo bifásico
estratificado durante la GDV, se hace una comparación entre los resultados del compor-
tamiento del receptor bimetálico con incidencia de la irradiancia solar en la parte
inferior y aquellos cuando la irradiancia incide en la parte lateral del mismo, siendo las
dos variantes del ángulo de incidencia solar que ocurren en el transcurso del año. Se
parte de resultados teóricos y experimentales, y se tiene que para el primer caso, tanto
los gradientes de temperatura como el valor de deformación son más bajos que para el
segundo caso, en la que es más notorio el cambio de gradiente durante el transitorio y de
mayor valor la deformación del receptor. Comparando las figs 5.23 y 5.24 puede
corroborarse la aseveración anterior; dichas figuras se generan experimentalmente bajo
condiciones similares de temperatura de pared del receptor y flujo de agua. Los
resultados teóricamente obtenidos también demuestran lo dicho anteriormente al hacer
la comparación entre las gráficas de las figs 5.38a y b y 5.39a y b; ambas fueron
generadas bajo las mismas condiciones excepto el ángulo de incidencia de la irradiancia
solar; que para la primera fue en la parte inferior y para la segunda en la parte lateral del
receptor.

Es obvio que cuando la irradiancia solar incide en la parte inferior del receptor la
diferencia de temperaturas es menor, ya que la mayor parte del flujo incide en la zona

306
donde internamente existe líquido en contacto con la pared y éste absorbe la energía
recibida. Para cuando la irradiancia incide de forma lateral en la pared del receptor, sólo
una fracción de ésta tiene contacto con la fase líquida internamente, la otra parte incide
en la región donde la fase vapor existe y la transferencia de calor es muy pobre, por lo
que se genera así un mayor gradiente térmico. Por tanto, el efecto de un transitorio es
más drástico para el receptor cuando la irradiancia solar directa incide en dirección
lateral en la pared del receptor que cuando incide en la parte inferior, durante la
generación directa de vapor con flujos másicos de agua relativamente pequeños.

Las gráficas que a continuación se presentan son resultados de simulaciones en


condiciones similares a aquellas obtenidas para el receptor de acero (figs 5.40 a 5.47),
con objeto de comparar la respuesta a los efectos transitorios entre un receptor y otro, y
reforzar la propuesta de usar el receptor de pared cobre-acero con las variantes
principales presentes durante el proceso de generación directa de vapor.

Se sabe que al usar el receptor de pared cobre-acero se disminuye en gran medida el


gradiente térmico comparado con el receptor de acero; la mayor diferencia de
temperaturas para el receptor cobre-acero se obtiene cuando la irradiancia es distribuida
e incide en dirección lateral, siendo el valor de 226.05 - 208.726°C = 17.326°C en
dirección acimutal entre la región más caliente y la más fría. El menor gradiente térmico
se obtiene cuando la irradiancia directa es homogénea e incide en la parte inferior del
receptor, con un valor de 208.73°C - 206.8°C = 2°C.

Al comparar los gradientes térmicos anteriores con los resultados experimentales, el


valor de la flexión del receptor bimetálico durante un transitorio correspondería para un
∆T = 17.326oC entre 3 y 5 mm de flexión, lo cual prácticamente eliminaría el problema
de ruptura del tubo de vidrio que envuelve al receptor.

Por otro lado, teóricamente se comprueba que la peor condición durante el proceso de
generación directa de vapor, es cuando la irradiancia solar directa incide en dirección
lateral en la pared del receptor.

Con respecto a los gradientes térmicos en dirección radial, éstos se consideran


despreciables, ya que los máximos valores ascienden a 1°C en los peores casos.

307
209.5
CONDICIONES DE SIMULACIÓN

Irradiancia homogénea, en la parte inferior del receptor


Sin cubierta de vidrio
209

208.5
Temperatura, en °C

208

207.5

207

206.5
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.40 Distribución de temperaturas acimutal y radial en la pared del receptor


Cu-Fe, D = 31.7 mm, L = 2.6 mm, m& = 78 kg/h y G = 700 W/m2

214.5
CONDICIONES DE SIMULACIÓN

Irradiancia distribuida en la parte inferior del receptor


214
Sin cubierta de vidrio

213.5
Temperatura, en °C

213

212.5

212

211.5

211
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.41 Distribución de temperaturas acimutal y radial en la pared del receptor


Cu-Fe, D = 31.7 mm, L = 2.6 mm, m& = 78 kg/h y G = 700 W/m2

308
216
CONDICIONES DE SIMULACIÓN

Irradiancia homogénea en la parte lateral del receptor


214
Sin cubierta de vidrio
Temperatura, en ºC

212

210

208

206

204

202
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.42 Distribución de temperaturas acimutal y radial en la pared del receptor


Cu-Fe, D = 31.7 mm, L = 2.6 mm, m& = 78 kg/h y G = 700 W/m2

226

CONDICIONES DE SIMULACIÓN
224
Irradiancia distribuida en la parte lateral del receptor
222
Sin cubierta de vidrio
220

218
Temperatura, en °C

216

214

212

210

208

206

204
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.43 Distribución de temperaturas acimutal y radial en la pared del receptor


Cu-Fe, D = 31.7 mm, L = 2.6 mm, m& = 78 kg/h y G = 700 W/m2

309
215

CONDICIONES DE SIMULACIÓN

214
Irradiancia homogénea en la parte inferior del receptor
Con cubierta de vidrio

213
Temperatura , en °C

212

211

210

209

208
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.44 Distribución de temperaturas acimutal y radial en la pared del receptor


Cu-Fe, D = 31.7 mm, L = 2.6 mm, m& = 78 kg/h y G = 700 W/m2

219
CONDICIONES DE SIMULACIÓN

Irradiancia distribuida en la parte inferior del receptor


Con cubierta de vidrio
218

217
Temperatura, en °C

216

215

214

213
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.45 Distribución de temperaturas acimutal y radial en la pared del receptor


Cu-Fe, D = 31.7 mm, L = 2.6 mm, m& = 78 kg/h y G = 700 W/m2

310
218

CONDICIONES DE SIMULACIÓN
216
Irradiancia homogénea en la parte lateral del receptor

Con cubierta de vidrio


214
Temperatura, en °C

212

210

208

206

204
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.46 Distribución de temperaturas acimutal y radial en la pared del receptor


Cu-Fe, D = 31.7 mm, L = 2.6 mm, m& = 78 kg/h y G = 700 W/m2

228

226

224 CONDICIONES DE SIMULACIÓN

Irradiancia distribuida en la parte lateral del receptor


222
Con cubierta de vidrio

220
Temperatura, en °C

218

216

214

212

210

208

206
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Nodos

Fig 5.47 Distribución de temperaturas acimutal y radial en la pared del receptor


Cu-Fe, D = 31.7 mm, L = 2.6 mm, m& = 78 kg/h y G = 700 W/m2

311
5.3.7 Conclusiones y recomendaciones de esta sección

La flexión del receptor se debe a una rápida contracción axial de una parte del tubo con
respecto a otra bajo la presencia de un flujo bifásico estratificado.

Los cambios de temperatura en el receptor de acero son más notorios que en el


bimetálico, lo que se traduce en mayor flexión para el primero que para el segundo.

El modelo matemático ha mostrado confiabilidad dentro del intervalo de variación de


los parámetros de entrada, para la operación de las plantas solares de generación directa
de vapor de baja potencia; así también, la comparación de la curva de distribución de
temperaturas generada por Goebel, 1999, contra la curva generada por el modelo
matemático concuerdan ampliamente tanto por la tendencia que describen como por los
resultados que se obtienen en las dos gráficas.

De la experiencia experimental bajo diferentes condiciones de trabajo, el tubo


bimetálico se considera el adecuado para evitar flexiones que provoquen la ruptura del
tubo de vidrio envolvente. Puede concluirse que el absorbedor bimetálico tiene mucho
mejor comportamiento que el acero para las condiciones de operación durante la GDV.

Experimentalmente, se observó que al aumentar el espesor de la pared de 1.9 a 3.8 mm


también aumenta la resistencia mecánica a la deformación y, en consecuencia, a la
flexión del tubo receptor. No obstante, aunque se disminuye el grado de deformación, el
gradiente térmico se mantiene lo suficiente para generarle la flexión al receptor y crear
la ruptura del vidrio. Al comparar la flexión que se obtiene con la del receptor de pared
bimetálica con espesor de 31.7 mm, ésta es de cuatro a seis veces menor.

Se ha explicado que el efecto de la formación del flujo bifásico y estratificado es más


evidente en el primer segmento del receptor, como consecuencia de la temperatura que
por calentamiento se ha alcanzado en la pared (∼200°C) y de la temperatura del agua de
alimentación (∼30°C), el choque térmico ahí es muy grande; por lo que a partir de
observaciones de pruebas experimentales se propone colocar segmentos bimetálicos en
las primeras secciones del receptor, ya que las inestabilidades más pronunciadas ocurren
en estas regiones y se reducen por las propiedades de los dos materiales. Así que,
cuando el flujo en dos fases llega al siguiente segmento, ya ha tenido un precalen-
tamiento que contribuye a que tanto el choque térmico como el efecto de las dos fases
sean menores.

312
Por tanto, se recomienda que durante el proceso de generación directa de vapor se
trabaje con velocidades de la fase líquida y de la fase vapor de manera que el patrón de
flujo se mantenga fuera del régimen estratificado. Los flujos anular, intermitente y de
burbuja serían los deseables para trabajar en el proceso GDV, ya que éstos permiten
humedecer de forma eficiente la pared del receptor, lo que evita altos gradientes de
temperatura y en consecuencia minimiza los esfuerzos térmicos y la flexión del
receptor. Sin embargo, estas condiciones sólo se pueden cumplir en grandes plantas
termosolares como las SEGS, las cuales manejan flujos muy altos para generación de
electricidad de 30 a 80MWe. En plantas de baja potencia, como ya se mencionó, los
flujos son bajos y no hay manera de evitar la estratificación.

Aún se continuará con pruebas experimentales considerando algunas variantes en la


operación de la planta solar, como la presencia de nubes por tiempos cortos o
prolongados, así como el estudio experimental del comportamiento térmico y mecánico
del acero, con diferentes alternativas en la generación de vapor, con flujos pequeños,
tubo lleno de agua durante el calentamiento etc, para conocer con detalle el comporta-
miento en estado estacionario.

5.4 Eficiencia en producción de electricidad en una planta termosolar por medio de


generación directa de vapor (GDV)

5.4.1 Antecedentes

En 1976, en el IIUNAM (Almanza y Muñoz, 1994), se comenzó un programa para


estudiar un concentrador de canal parabólico, que consistía en un canal de 6 m de largo
por 2 m de apertura. En esa época el vapor se generaba directamente en el absorbedor y
era enviado a un motor de pistones de vapor de 125 W (Stuart Sirius); la eficiencia
solar-mecánica fue de alrededor del 2 %, con una irradiancia de 700 W/m2 por cuatro
horas aproximadamente.

Posteriormente, se construyó la Planta Solar del Instituto de Ingeniería con 550 m2 de


concentradores, ubicados en la parte posterior del Jardín Botánico Exterior, en Ciudad
Universitaria. Dicha planta cuenta con 16 módulos de concentradores de canal
parabólico con orientación este-oeste; tiene además una torre de almacenamiento de
aceite, un evaporador y equipo auxiliar. El aceite (bonfil) circulaba a través de los tubos
absorbedores de los concentradores solares, se calentaba y mediante un intercambiador

313
de calor se producía vapor de manera indirecta, que después era enviado a un motor de
pistones acoplado a un generador eléctrico formando un ciclo Rankine.

En esta sección, se hace un estudio de la eficiencia global del sistema de GDV en


cuanto a la conversión de energía solar-electricidad en un ciclo Rankine abierto.
Además se determina la eficiencia de los principales componentes de la planta, como el
generador de vapor solar, el motor de pistones de vapor y el alternador eléctrico. Una
versión preliminar aparece en Almanza y Lentz (1998).

5.4.2 Eficiencias ciclo Rankine

Gran parte de la electricidad generada comercialmente se obtiene mediante el uso de


plantas generadoras de vapor que operan según el ciclo Rankine.

El ciclo termodinámico básico se representa en un diagrama temperatura-entropía, en la


fig 5.48, donde se ubican los siguientes procesos:

Proceso 4-1 Compresión isoentrópica en una bomba


Proceso 1-2 Suministro de calor a presión constante en una caldera
Proceso 2-3 Expansión isoentrópica en una turbina
Proceso 3-4 Extracción de calor a presión constante en un condensador

a) b)
Fig 5.48 Ciclo Rankine: a) componentes, b) diagrama T-s

Para pasar del estado 4 al 1, una bomba comprime isoentrópicamente el líquido que sale
del condensador hasta que alcanza la presión necesaria para que entre a la caldera; para
pasar del estado 1 al 2, la caldera suministra energía a presión constante hasta que el
agua se evapora completamente a vapor saturado o sobrecalentado; en el proceso 2-3, el

314
vapor se expande isoentrópicamente en una turbina hasta el estado 3; luego el vapor
húmedo sale de la turbina y se condensa a presión constante, proceso 3-4, hasta que se
obtiene líquido en el punto 4, que cierra el ciclo.

El calor suministrado en el proceso 1-2 puede provenir de combustibles convencionales,


de una fuente solar o de un reactor nuclear En este caso, la caldera es el concentrador
solar, el cual va a generar vapor. En el proceso de expansión 2-3 se utiliza un motor de
pistones en lugar de la turbina, ya que el motor de pistones presenta mejor desempeño
con el flujo, presión y temperatura del vapor producido por el campo de concentradores.
La eficiencia del ciclo Rankine ideal se utiliza como patrón y representa el máximo
teórico que puede conseguirse con una determinada combinación de caldera-motor de
vapor; se obtiene al dividir el trabajo neto producido por un motor ideal (expansión
isoentrópica) entre la energía que suministra la caldera (concentrador solar).

Trabajo neto producido en una expansión isoentrópica


Eficiencia del ciclo Rankine ideal =
Calor suministrado por la caldera

(h2- h3) – (h1 – h4)


ηciclo Rankine ideal = (5.24)
(h2-h1)

Trabajo neto producido en el interior de la máquina


en una expansión real
Eficiencia del ciclo Rankine real =
Calor suministrado por la caldera

(h2 – h3´) – (h1´ – h4)


ηciclo Rankine real = (5.25)
(h2 – h1´)

(ηinterna motor )(Wmotor ideal )-(Wbomba ideal/ηinterna bomba) (5.26)


ηciclo Rankine real =
m& (h2-h1')

315
En caso de que el trabajo de la bomba sea despreciable (h1´ = h1 = h4, fig 5.48 b)

(Potencia al freno)/ηmec motor


ηciclo Rankine real = (5.27)
m& (h2 – h4 )

donde ηmec motor


tor es eficiencia mecánica del motor de vapor.

El consumo específico de vapor (ms) es la cantidad de vapor en kilogramos, que


necesita el motor para producir un kW-hora (Burghardt, 1984); este valor puede
referirse a la potencia al freno de la siguiente manera:

ms = m& /P (5.28)

donde

m& Flujo de vapor (kg/h)


P Potencia al freno (kW)
ms Consumo específico de vapor (kg/kWh)

Por tanto, la ec 5.27 se convierte en

3 600
ηciclo Rankine real = (5.29)
ms (h2-h4 ) ηmec motor

donde

3 600 equivalente térmico de un kWh


h2 entalpía del vapor a la entrada del motor (kJ/kg)
h4 entalpía del agua a la entrada del concentrador (kJ/kg)

5.4.3 Eficiencia en la producción de vapor en el concentrador de canal parabólico

Para determinar la eficiencia con la que el concentrador convierte la energía solar en


energía térmica (vapor) se utiliza la ecuación

316
m& v ( h v − h a )
ηconcentrador η u = (5.30)
G d Aa

donde

m& v flujo de vapor generado (kg/s)


hv entalpía del vapor (kJ/kg)
ha entalpía del agua de alimentación (kJ/kg)
Gb irradiancia directa proyectada en el plano de captación (kW/m)
Ae área efectiva de concentradores (m2)

5.4.4 Eficiencias del motor de pistones de vapor

La eficiencia interna se define como

Trabajo (o potencia) producido por el vapor en el


interior de la máquina, en una expansión real
Eficiencia interna =
Trabajo (o potencia) producido por el
vapor en una expansión isoentrópica

(h2 – h3´)
ηinterna motor = (5.31)
(h2 – h3)

3 600
ηinterna motor = (5.32)
ms(h2 – h3) ηmec motor

Potencia al freno
Eficiencia mecánica del motor =
Potencia desarrollada por el vapor en el
interior de la máquina, en una expansión real

Potencia al freno
ηmec motor = (5.33)
m ( h2 – h3´)

317
Potencia al freno
Eficiencia global del motor =
Potencia producida por el vapor
en una expansión isoentrópica

Potencia al freno
ηglobal motor = = (ηinterna motor)(ηmec motor) (5.34) (5.34)
m (h2 – h3)

Freno de Prony

La potencia al freno en el caso de motores relativamente pequeños se determina


mediante el freno de Prony.

El freno consiste de un fleje portador de una serie de bloques de madera que rodean al
volante del motor, o a una polea montada en el eje de dicho motor y unida al mismo; los
bloques se hallan en contacto con la superficie de la polea. El fleje, puede tensarse o
aflojarse sobre dicha polea por medio de un tornillo ajustado a mano (fig 5.49).

La distancia horizontal (r), medida desde C hasta el centro del eje del motor es la
longitud del brazo del freno. El freno de Prony es un aparato de fricción y el trabajo
desarrollado en la polea se disipa en forma de calor, por tanto, es preciso tomar las
debidas precauciones para refrigerarla (Severns et al, 1954).

Fig 5.49 Freno de Prony

318
Debido a que el trabajo (W) se define como el producto de una fuerza por la distancia a
lo largo de la cual actúa la fuerza, el trabajo absorbido por un freno de Prony en cada
vuelta de la polea será

W = 2πrf (5.35)

donde

f fuerza neta registrada por la báscula (kg).


r longitud del brazo del freno, en metros
2πr distancia en metros que recorrería el punto C en cada revolución si no hubiese
deslizamiento en el freno

Si se conoce el número de revoluciones de la polea por unidad de tiempo, se puede


calcular la velocidad a la que se produce el trabajo, o sea la potencia

 kgf − m 
Potencia   = 2πrfN (5.36)
 min 

2πrfN rfN
Potencia( kW ) = = (5.37)
6118.7 973.8

donde N es revoluciones por minuto en la polea.

5.4.5 Eficiencia en el generador de corriente alterna o alternador

Las pérdidas de energía en un generador de corriente alterna (CA) se clasifican de la


siguiente manera:

1. Pérdidas en el cobre del rotor y del estator (I2R)


2. Pérdidas en el núcleo
3. Pérdidas mecánicas
4. Pérdidas adicionales

Las pérdidas en el cobre de una máquina de CA son las pérdidas por calentamiento
debidas a la resistencia de los conductores del rotor y del estator (Chapman, 1987).

319
Las pérdidas mecánicas se deben a la fricción en los rodamientos y con el aire, y las
pérdidas en el núcleo a la histéresis y a las corrientes parásitas. Con frecuencia, estas
pérdidas se toman en grupo y se les llama pérdidas de vacío o pérdidas rotacionales de
la máquina.

Las pérdidas adicionales son todas aquellas pérdidas que no se pueden clasificar en
ninguna de las categorías descritas anteriormente. Por convención se supone que son
iguales al uno por ciento de la potencia de salida de la máquina.

La eficiencia de un generador de corriente alterna es la relación entre la potencia


eléctrica útil de salida y la potencia mecánica total de entrada

ηalternador = Psal/Pent (5.38)

5.4.6 Eficiencia global de la planta (eficiencia de conversión de la energía solar en


electricidad)

Finalmente, la eficiencia total del sistema (concentrador-motor de vapor-alternador), es


el cociente que resulta de dividir la energía eléctrica generada entre la energía
suministrada por el Sol.

ηglobal de la planta = potencia eléctrica/Gb Ae (5.39)

Otra forma de calcular la eficiencia solar-electricidad es

ηglobal de la planta = (ηconcentrador)(ηciclo Rankine real)(ηmec motor)(ηalternador) (5.40)

5.4.7 Desarrollo experimental

5.4.7.1 Eficiencia del concentrador solar como productor de vapor

El campo de concentradores de canal parabólico es donde se genera vapor directamente;


éstos concentran la radiación solar y transfieren calor al agua que fluye en el interior de
los tubos absorbedores.

Las variables que intervienen para el estudio de la eficiencia son

• La irradiancia solar directa (W/m2)


• La temperatura del fluido (agua) a la entrada y a la salida (ºC)

320
• La presión del fluido (kg/cm2)
• El flujo de másico de agua a través de los tubos absorbedores (kg/h)

Se debe conocer de manera real qué cantidad de energía se recibe en forma de


irradiancia y qué cantidad se transforma en calor; lo que se necesita es determinar
cuánta energía se suministra al sistema y cuánta se obtiene del mismo mediante el
vapor. Para determinar la energía que recibe el concentrador, en primera instancia, se
debe medir la irradiancia directa que incide sobre el área de captación real, que es el
área del espejo instalado menos las partes dañadas o con sombra.

Posteriormente, a presión constante se debe determinar el gasto, la temperatura y la


presión con la que entra el agua. Es necesario conocer estas mismas variables en el
vapor de salida para obtener la energía que suministra el concentrador; con las condicio-
nes de entrada y salida y con la ayuda de tablas de vapor de agua para conocer la entalpía.

Para lograr la eficiencia del generador de vapor (campo de concentradores), se debe


dividir la potencia que absorbió el vapor entre la potencia que recibe el campo de
concentradores, resultando la ec 5.30.

Para obtener mediciones confiables del flujo de vapor, se condensó éste en una probeta
que contenía 5 litros de agua fría; el vapor era introducido en la probeta por debajo del
nivel del líquido, en intervalos que iban desde 30 a 60 s. Los resultados se compararon
con las lecturas de un medidor comercial de agua, situado en la entrada del campo de
concentradores.

Los resultados que se muestran a continuación se obtuvieron alrededor del medio día
solar, con baja velocidad de viento y cielo despejado.

Agua entrada, ha Vapor de salida, hv Flujo másico Irradiancia directa Eficiencia, η *


(kJ/kg) (kJ/kg) (kg/s) (kW/m2) (%)

105.3 2739.3 0.0117 0.820 38.151

*Usando la ec 5.30

Tomando un grupo de mediciones representativas de diferentes días, se obtuvo en


promedio una eficiencia en la generación directa de vapor en los concentradores solares
de 38 % (Lentz, 2000).

321
5.4.7.2 Eficiencia interna del motor de pistones de vapor

Para encontrar de manera experimental la eficiencia interna del motor de pistones de


vapor, se necesita conocer la potencia al freno, el consumo específico de vapor, la
eficiencia mecánica del motor y las entalpías del vapor en la entrada y la salida.

Mediante un freno de Prony, que se construyó para ese propósito, se obtiene la potencia
que entrega el motor de pistones de vapor en su flecha; se mide la presión y la
temperatura del vapor a la entrada y a la salida; además se mide el flujo másico del
vapor y el flujo de líquido en purgas; simultáneamente se miden las revoluciones por
minuto (rpm) de la flecha y la fuerza aplicada durante el frenado.

La velocidad de rotación de la flecha se midió con un tacómetro mecánico y la fuerza


aplicada en el extremo del brazo de frenado con una báscula granataria.

Como no se evaluó en forma experimental la eficiencia mecánica del motor de vapor, se


toma un valor de 85 %, de acuerdo con la literatura técnica (Severns et al, 1954). En
esta referencia, se dice que las máquinas construidas deficientemente tienen una
eficiencia mecánica del 85 %, y que las de excelente construcción pueden dar 90 %.

Los datos que se obtuvieron al operar el freno son los siguientes: velocidad de giro del
motor, 900 rpm; fuerza aplicada, 2.8 kgf; brazo del freno, 0.34 m. La potencia al freno
se calcula con la ec 5.37 y es de 0.88 kW.

Con un flujo másico de vapor de 60 kg/h y una potencia al freno de 0.88 kW, el
consumo específico de vapor suministrado a la máquina resultó de 68.18 kg/kWh.

El motor operó en un ciclo abierto, bajo las condiciones siguientes: sin condensador,
descargando el vapor al ambiente (presión atmosférica absoluta de 0.75 bar); vapor de
entrada a 160º C y 6.2 bar, h2 = 2759.4 kJ/kg; el vapor a una presión de salida de
0.75 bar, con una humedad de 0.889, h3 = 2409.6 kJ/kg (expansión isoentrópica) y un
consumo específico de 68.18 kg/kWh. Mediante la ec 5.32, y suponiendo una eficiencia
mecánica de 85 %, la eficiencia interna resultante es de 19.42 %.

322
Fig 5.50 Primotor con freno de Prony

5.4.7.3 Eficiencia del generador eléctrico (alternador)

Para determinar la eficiencia del alternador es necesario conocer sus condiciones de


operación tanto de entrada como de salida. Resulta más sencillo hacerlo a la salida que a
la entrada, pues medir cuánta potencia está entregando el primotor, o sea el motor
auxiliar que acciona al alternador es un poco más complicado; esto debe realizarse
midiendo el par a la salida del primotor.

Para conocer la potencia del primotor se necesita caracterizarlo para saber su


comportamiento y, por tanto, su eficiencia. En este caso, se utilizó un motor de corriente
directa alimentado por un banco de baterías.

De manera similar a como se hizo en el motor de vapor, utilizando el freno de Prony, se


obtuvo la potencia al freno entregada en la flecha del primotor; además, se midieron el
voltaje y la corriente para obtener la potencia eléctrica de entrada (fig 5.49).

Finalmente, se hizo otra prueba acoplando directamente el motor eléctrico (primotor) y


el alternador (fig 5.50), en la que se midió tanto el voltaje como la corriente de entrada y
de salida. Conociendo la eficiencia del primotor y la potencia eléctrica de entrada y
salida del sistema primotor-alternador, se puede obtener la eficiencia correspondiente
del alternador, de la siguiente manera:

323
Ws = We · Epm · Ea (5.41)

donde

We potencia eléctrica de entrada del primotor


Epm eficiencia del primotor
Ea eficiencia del alternador
Ws potencia eléctrica de salida del alternador

Despejando, se obtiene la eficiencia (Ea) del alternador

Ws
Ea = (5.42)
(E pmWe )

La eficiencia del alternador en este caso fue de aproximadamente 87 % para 800 rpm,
que es la velocidad de trabajo del motor de pistones de vapor.

5.4.7.4 Eficiencia del ciclo Rankine

La eficiencia del ciclo Rankine real se calcula con la ec 5.29:

3600
ηciclo Rankine real =
ms (h2-h4 ) ηmec motor

Con los datos siguientes:

ms = 68.18 kg / kWh
h2 = 2759.4 kJ/kg
h4 = 105.03 kJ/kg (agua a 25ºC)
ηmec motor = 85 %

La eficiencia de ciclo Rankine real abierto resultó de 2.34 %.

324
Fig 5.51 Primotor-alternador

Fig 5.52 Motor de vapor con alternador durante la generación de electricidad

325
5.4.7.5 Eficiencia global solar-electricidad

Finalmente, se obtendrá la eficiencia global del sistema. Ésta se calculará de dos


maneras, la primera será midiendo directamente la potencia solar recibida en los
concentradores de canal parabólico y la potencia que entrega el alternador eléctrico. La
segunda es obteniendo el resultado del producto de cada una de las eficiencias
individuales de las principales partes que integran el sistema, como son el generador de
vapor solar, el motor de pistones de vapor y el alternador eléctrico.

En el primer caso, según la ec 5.39, la eficiencia experimental obtenida fue de 0.98 %.

En el segundo caso, de acuerdo con la ec 5.40, si se multiplican las eficiencias del


generador de vapor solar, del ciclo Rankine real sin condensador, la mecánica del motor
y la del generador de corriente alterna, se obtiene una eficiencia global de 0.7 %.

5.4.8 Análisis de resultados

La generación de vapor en los concentradores de canal parabólico se logró con éxito, y


no se presentó flexión durante la doble fase en los tubos absorbedores de cobre al
generar vapor directamente.

La generación del vapor directamente en los concentradores solares permitió confirmar


que la flexión de los tubos absorbedores es ocasionada por gradientes térmicos que
provocan esfuerzos en las paredes de dichos tubos, y si el material es acero, el problema
de la flexión es mayor, mientras que con el tubo de cobre, se reduce, y no rompe la
envolvente de vidrio. Para evitar dicha flexión, se han propuesto nuevos diseños de
tubos bimetálicos que trabajen con doble fase para generar vapor directamente.

La eficiencia en la generación directa vapor en los concentradores de canal parabólico


fue del orden de 40 %. Esta eficiencia se vio afectada principalmente por los siguientes
factores:

1. La forma del concentrador. La curvatura original sufrió deformaciones, que


provocaron que el foco se alejara del tubo absorbedor aproximadamente 3 cm y
que parte de la irradiancia reflejada se perdiera.
2. Deterioro en el material reflejante del espejo de segunda superficie por efecto
túnel, que reduce los niveles de irradiancia reflejada.

326
3. El problema de la utilización de tubos absorbedores de cobre, que se reblandecen
con el tiempo y pierden su dureza original, haciéndose más flexibles y, con ello,
se deforman y pierden su posición inicial. Esto ocurre principalmente en los
extremos de los módulos donde se realiza la unión con mangueras flexibles,
mismas que oponen resistencia al movimiento libre ocasionando la deformación
del tubo; también hay flexión a lo largo del tubo entre soportes, ocasionada por
los efectos de la gravedad.

La eficiencia en la generación de vapor sólo considera el vapor generado, dejando a un


lado el flujo de agua caliente que sale de la trampa de condensados (trampa de vapor).

Con respecto a la eficiencia interna real del motor de vapor, ésta fue de 2.1 %. Si se
compara con la eficiencia obtenida con los datos del fabricante (3.9 %), esta última es
casi del doble, lo que sugiere la revisión de dicho motor para mejorar su rendimiento.

Una de las razones de la baja eficiencia es que el motor recibe vapor saturado o muy
cercano a la curva de saturación, por lo que el trabajo en el expansor es pequeño. Se
podría mejorar sobrecalentando un poco más el vapor y aprovechando el calor latente de
condensación del vapor que sale del motor, del cual se podría utilizar aproximadamente
el 20 % para precalentar el agua que reciben los concentradores; el resto del calor que se
necesita eliminar puede ser aprovechado en otro proceso que requiera calor, como la
destilación de agua.

Para corroborar la baja eficiencia térmica que se ha encontrado, se toman los datos de
una gráfica proporcionada por el fabricante del motor (fig 5.53); si se trabaja a una
presión manométrica de 80 libras/pulgada2 (5.6 kg/cm2) y 800 rpm, en la gráfica se
encuentra un consumo de 150 libras/ hora (68.1 kg/h), y a esa misma presión se tienen
2.5 BHP (caballos de fuerza al freno), equivalente a 1.86 KW; en consecuencia, el
consumo específico de vapor es de 36.66 kg/kWh.

Considerando que el motor recibe vapor saturado a 6.6 kg/cm2 abs (h = 2 760 kJ/kg), y
que el vapor de la descarga se condensa a 25ºC (h3 = 2 410.3 kJ/kg), mediante la ec 5.32
resulta una eficiencia interna de 33 % para el motor de pistones de vapor, suponiendo
una eficiencia mecánica de la máquina de 85 %.

327
Fig 5.53 Curvas de comportamiento del motor de vapor Stuart Swan, cuando opera a
nivel del mar y descarga el vapor a la atmósfera (elaborado por el fabricante)

Cuando se tiene vapor muy cercano a la línea de saturación, el trabajo que se puede
realizar en el expansor es muy pequeño, por lo que la eficiencia en estas condiciones
suele ser baja.

Aunado a lo anterior, como el ciclo es abierto, el vapor que sale del motor se
desperdicia en la atmósfera, cuando parte de ese calor podría utilizarse para calentar el
agua con que se alimenta a los concentradores.

La operación del motor de pistones de vapor requiere una lubricación abundante con
aceite mineral, el cual llega a mezclarse con el vapor formando una emulsión que puede
observarse en el escape del motor. Por ese motivo el ciclo está abierto, ya que de no ser
así se presentarían incrustaciones en toda la tubería y los equipos que intervienen en el
proceso que transforma los rayos solares en potencia mecánica.

La utilización de una turbina puede ser la solución para cerrar el ciclo, ya que ese
expansor requiere una lubricación mínima; además, el aceite de lubricación no se
mezcla con el vapor, como ocurre en el motor de pistones, aunque presenta menor
eficiencia con flujos másicos bajos.

Es conveniente utilizar motores de pistones de vapor a bajas potencias según lo


discutido por Kreider (1979), donde los parámetros utilizados para estimar el
desempeño de estas máquinas son la velocidad específica (Ns) y el diámetro específico
(Ds). Cuando se presentan valores entre 0.001 y 1.0 para Ns y de 4 a 50 para Ds es

328
cuando se obtienen las mejores eficiencias. Si la velocidad específica (que depende de
las revoluciones por minuto y del flujo de vapor) se incrementa a valores mayores de
1.0, es conveniente sustituir los motores de vapor por expansores rotatorios como
turbinas radiales o axiales.

Comercialmente existen en el mercado motores de pistones de vapor desde 1 kW hasta


60 kW, que pueden utilizarse como expansores en aplicaciones solares (comunicación
privada, Spilling, 2000; Stuart Models Catalog , 1995).

La potencia del motor eléctrico de la bomba es de 3 hp, aunque se requiere una potencia
mucho menor. Se utilizó esta bomba porque no se contaba con otra que tuviera un
variador de velocidad para controlar el gasto.

A continuación, se hace el cálculo de la eficiencia del ciclo Rankine ideal, la cual se


desea comparar para analizarla.

La eficiencia térmica del ciclo Rankine se obtiene determinando WB, Wt y qent.

h2 = 2759.4 kJ/kg s2 = 6.76634 kJ/kg K


s2 = s3 = 67663 = 1.213 + (7.4557-1.2130)x
x = 0.889 h3 = 2409.6 kJ/kg
h4 = 104.82 kJ/kg a 0.75 bar y 25ºC
h1 = 105.30 kJ/kg a 6 bar y 25ºC
h1 = 105.30 + vent (Psal – Pent ) h1 =105.4 + 0.52 kJ/kg
WB = (h1-h4) = 1.0 kJ/kg
Wt = (h2 –h3) = (2759.4 – 2409.6) Wt = 349.8 kJ/kg
Wnet = Wt –WB = 349.8 – 1.0 = 350. 8 kJ/kg
qent = h2 –h1 = (2759.4 – 105.3) qent = 2654.1 kJ/kg
ηciclo Rankine ideal = Wnet/qent = 350.8 / 2654.1
ηciclo Rankine ideal = 13.21 %

Si se compara la eficiencia de ciclo Rankine ideal con la eficiencia del ciclo Rankine
real, de 13.21 % y 2.16 %, respectivamente, se puede decir que hay posibilidades de
obtener una mejor eficiencia utilizando una turbina con mayor eficiencia interna.

329
A continuación, se compara el efecto que puede tener un condensador en la eficiencia
de ciclo Rankine y para ello se compara el ciclo Rankine ideal con el ciclo Rankine real
con condensador.

Esta es la eficiencia térmica del ciclo Rankine ideal con condensador que podría
obtenerse mediante la determinación de WB, Wt y qent.

h2 = 2759.4 kJ/kg s2 = 6.7663 kJ/kg K


s2 = s3 = 67663 = 0.3669 + (8.5558 – 0.3669 )x
x = 0.7851 h3 = 2021.36 kJ/kg
h4 = 104.75 kJ/kg a 0.003 bar y 25ºC
h1 = 105.30 kJ/kg a 6 bar y 25ºC
h1 = 104.75 + vent (Psal – Pent ) h1 =105.4 + 0.52 kJ/kg
WB = (h1-h4) = 1.0 kJ/kg
Wt = (h2 –h3) = ( 2759.4 – 2021.36 ) Wt = 738.04 kJ/kg
Wnet = Wt –WB = 349.8 – 1.0 = 350. 8 kJ/kg
qent = h2 –h1 = (2759.4 – 105.3) qent = 2654.1 kJ/kg
ηciclo Rankine ideal con condensador = Wnet/qent = 738.04 / 2654.1
ηciclo Rankine ideal con condensador = 27.80 %

La eficiencia de ciclo de Rankine real con condensador corresponde a la ec 5.30, con


una eficiencia interna de 2.1 %, un trabajo de 350.8 kJ/kg, un trabajo de la bomba de
1.0 kJ/kg y una eficiencia de la bomba de 85 %, resulta ser de 16.61 %. Esta es la
eficiencia que podría obtenerse con el condensador.

La eficiencia del alternador eléctrico que se acopló directamente al motor de pistones de


vapor resultó de 87 %, a una velocidad de 800 rpm.

La eficiencia del primotor que accionaba el alternador eléctrico es de 53 %; esta


eficiencia es baja debido a que dicho motor está diseñado para trabajar a 3 600 rpm, por
lo que a 800 rpm no se obtiene su mejor desempeño.

Al realizar la prueba de caracterización del primotor, es conveniente que esté diseñado


para trabajar a revoluciones similares a las del alternador eléctrico, pues se presentarían
menos variaciones al realizar mediciones.

330
La eficiencia solar-electricidad medida es de 1 %, lo que quiere decir que de cien
unidades de energía radiante recibida, se obtiene una unidad de energía eléctrica, que
puede utilizarse para diferentes necesidades.

La eficiencia con que se convierte la irradiancia solar en electricidad es el producto de


la eficiencia de los componentes del sistema (campo de concentradores (40 %), ciclo
Rankine real (2.16 %), mecánica del motor de pistones de vapor (85 %) y alternador
(87 %) y resultó ser de 0.7 %.

La eficiencia solar-electricidad resultante de dividir la potencia eléctrica generada entre


la irradiancia recibida por los concentradores resultó de 0.9 %.

La diferencia entre la eficiencia solar-electricidad medida directamente y la eficiencia


solar-electricidad resultante del producto de cada una de las eficiencias de los elementos
que intervienen, puede deberse a los errores acumulados en mediciones; si bien no es
exactamente el mismo resultado, la diferencia es pequeña.

5.4.9 Conclusiones y recomendaciones de esta sección

Es conveniente realizar una revisión al motor de pistones de vapor ya que de acuerdo


con los datos del fabricante debería proporcionar el doble de la potencia que actual-
mente entrega en su flecha.

Es recomendable cambiar el motor de pistones de vapor por otra máquina con mayor
eficiencia como, por ejemplo, un motor Scroll (Jaimes, 2001); dicho dispositivo podrá
mejorar la eficiencia de todo el ciclo y, por consiguiente, hacer más eficiente la
generación solar-electricidad.

Es útil cerrar el ciclo para aprovechar el calor del vapor que sale del expansor, y recu-
perar el condensado de la trampa de vapor y de las purgas, ya que el calor se utilizaría
para calentar el agua de entrada a los concentradores, evitando desperdicios innecesarios.

En una etapa posterior, si se desea la generación eléctrica durante las 24 horas del día,
será necesario añadir al sistema una caldera de gas, en paralelo al campo de
concentradores, para sustituirlos durante la noche. Dicha caldera podría funcionar en
serie durante el día para el mejor control de los transitorios solares y con esto se tendría
vapor de buena calidad durante todo el tiempo en que se produzca electricidad.

331
La baja eficiencia obtenida también se debe a que los concentradores solares deberían
tener eficiencias arriba de 50 %. Los aquí presentados tienen una antigüedad de 20 años,
por lo que han sufrido una deformación en el foco de la parábola, aumentando su
tamaño, así como degradación de los espejos. Además, el nivel de irradiancia solar
directa no es el adecuado para estos dispositivos. Éstos deben instalarse en la zona
noroeste del país donde la irradiancia solar directa llega a órdenes de 1 kW/m2.

Como se discutió en esta sección, los motores de pistones de vapor presentan mejores
eficiencias internas a bajas potencias y flujos másicos pequeños, mientras que las
turbinas tienen mejores eficiencias internas cuando las potencias y los consumos
específicos de vapor son mayores.

5.5 Sistemas de generación solar eléctrica con canal parabólico (plantas SEGS)

5.5.1 Antecedentes

La implementación de plantas de potencia solar térmica en regiones de alta irradiancia


solar, es una opción importante como estrategia de abastecimiento de electricidad
compatible con el ambiente. Actualmente, se ha adquirido gran experiencia en el
manejo de tecnologías solares térmicas para generación de electricidad que están
disponibles. Tal es el caso de los sistemas de generación solar eléctricos que emplean
concentradores de canal parabólico (plantas SEGS), instalados en California, con
capacidad de 354 MWe, los cuales han alimentado más de 9 000 GWh a la red eléctrica
municipal por más de 14 años de operación, suministrando 80 % del total de electri-
cidad generada actualmente a partir de la energía solar (Aringhoff, 2001).

Diferentes estudios han demostrado que aún existe gran necesidad de intensificar los
esfuerzos para integrar las tecnologías solares térmicas en los sistemas de la red
eléctrica existente. Por tanto, si se alcanza un alto desarrollo de estas tecnologías y se
introducen en el mercado las plantas de potencia solar con canal parabólico, éstas
contribuirán sustancialmente a la reducción global de emisiones de CO2.

Por lo que respecta a las plantas ISCCS (Integrated Solar Combined Cycle Systems), se
detallan en forma general a continuación.

332
Fig 5.54 Opción para integrar energía solar en plantas de ciclo combinado

En un sistema convencional de ciclo combinado, el calor de desecho del ciclo Brayton


se utiliza para generar y sobrecalentar vapor para un ciclo Rankine. En este caso la
turbina de vapor opera a eficiencias del orden de 24 % debido principalmente a las
restricciones sobre la presión y temperatura del vapor, las cuales son causadas por un
cierto contenido de humedad en la etapa final de expansión. Se sabe que en una planta
convencional de vapor se pueden alcanzar eficiencias mayores por medio de vapor
sobrecalentado y/o recalentado, pero en un ciclo combinado puro la presión de vapor
está restringida a un intervalo de 40 a 60 bar a temperaturas de sobrecalentamiento de
480 a 500°C y el recalentamiento no es posible debido a la insuficiencia de energía
disponible a altas temperaturas. Sin embargo, en los sistemas ISCCS se implementan
los parámetros de vapor ya que es posible el uso de recalentamiento del vapor de la
turbina. Esto permite el aumento de eficiencia alrededor de un 40 %, de manera que la
eficiencia total de la planta aumenta y las emisiones se reducen. El esquema de la
fig 5.54 es una propuesta de una planta ISCCS. En estos sistemas, la turbina de gas no
cambia sino que las condiciones de vapor se transforman por medio de calor solar para
generar y recalentar el vapor, mientras que los desechos de la combustión provenientes
de la turbina de gas, precalientan el agua de alimentación así como sobrecalientan el
vapor. No se requiere sobrecalentamiento del sistema solar ya que la temperatura de
evaporación se puede elevar para obtener altas presiones, por ejemplo, hasta 100 bar.
De manera que los gases residuales de la turbina de gas se usan para sobrecalentar el

333
vapor de presión alta a temperaturas del orden de 500°C. Digamos que un ciclo
combinado convencional con una turbina de gas con capacidad de 60 MWe utilizará una
turbina de vapor con una capacidad de 30 MWe, mientras que en el sistema ISCCS, la
turbina de vapor tendrá una capacidad de 80 MWe (Kearney y Nava, 1994). El
funcionamiento y costos de las plantas ISCCS se evalúan por medio de programas de
cómputo muy sofisticados con sistemas de ciclo combinado con la adición de plantas
termosolares de canal parabólico en un intervalo de 46 a 349 MWe (Kearney et al,
1995)

Por último, la generación directa de vapor con concentradores de canal parabólico es


una opción promisoria para mejorar la tecnología de las plantas de potencia solar de
varios MWe y hacerlas rentables. Existen preguntas concernientes al proceso de GDV y
deben tener respuesta antes de que una planta con carácter comercial se diseñe. Con este
fin, un nuevo proyecto denominado Direct Solar Steam (DISS) ha surgido con el
objetivo de desarrollar una nueva generación de plantas de potencia solar-térmica, con
producción directa de vapor en los tubos absorbedores de los concentradores de canal
parabólico. Durante la primera fase del proyecto llevada a cabo de 1996 a 1998, se
construyó un laboratorio de pruebas de tamaño real en la Plataforma Solar de Almería,
en España, para investigar bajo condiciones reales de irradiancia solar los procesos
básicos de la generación directa de vapor y evaluar las preguntas técnicas existentes
concernientes a esta nueva tecnología (Zarza et al, 2001).

5.5.2 Plantas SEGS con canal parabólico

Los Sistemas de Generación Solar Eléctricos (SEGS por sus siglas en inglés) son
plantas de potencia de canal parabólico que representan la tecnología más desarrollada
en generación de potencia solar térmica, con capacidad de 354 MWe, y operan desde la
mitad de la década de los 80, conectadas a la red en el sureste de California. Consisten
en un gran arreglo de concentradores de canal parabólico que reflejan la luz solar
(irradiancia solar directa) en un tubo absorbedor negro, el cual está ubicado en la línea
focal. Un sistema de seguimiento automático mantiene al tubo en la línea focal durante
el día siguiendo el movimiento aparente del Sol. El tubo absorbedor es enfriado por un
fluido de transferencia de calor, comúnmente un aceite sintético con resistencia de
temperatura superior a 400°C. El fluido caliente se bombea a un intercambiador de
calor/evaporador de un ciclo Rankine para generación de vapor y potencia.

334
Fig 5.55 Configuración de una planta SEGS (Geyer y Quaschning, 2000)

La experiencia en la operación de plantas SEGS se inicio en California, EUA, desde


1984. A partir de este año y hasta 1991, se construyeron nueve plantas solares con
capacidad de 13.8 a 80 MWe de potencia solar, administradas por la compañía LUZ
International Ltd. Actualmente, se han instalado 354 MWe en sistemas de generación
eléctrica solar. Las SEGS en California han producido más de 9000 GWh y están aún
conectadas a la red. Con esa experiencia, SEGS es la tecnología disponible más
desarrollada en la actualidad para generación de electricidad por energía solar
(Aringhoff, 2001).

De las nueve plantas SEGS de California, la primera planta tiene una capacidad de
potencia de 13.8 MWe, las siguientes seis tienen una capacidad de 30 MWe cada una y
las últimas dos una capacidad de 80 MWe, y ocupan una área total de concentradores de
2.2 millones de metros cuadrados. La fig 5.55 muestra la configuración de una planta
SEGS con concentradores de canal parabólico (Trieb et al, 1997). La tabla 5.1 resume
las características técnicas de cada una de las nueve plantas y en la tabla 5.2 se presenta
la evolución de la tecnología de cuatro generaciones de los concentradores de canal
parabólico utilizados en esas plantas.

335
TABLA 5.1 CARACTERÍSTICAS DE LAS PLANTAS SEGS

Unidad I II III IV V VI VII VIII IX

Capacidad neta (MW) 13.8 30 30 30 30 30 30 80 80


Área total (ha) 29 67 80 80 87 66 68 162 169
Área del campo solar 8.3 19 23 23 25.1 18.8 19.4 46.4 48.4
(ha)
Temperatura de salida 307 321 349 349 349 391 391 391 391
del campo solar (°C)
Eficiencia térmica del 35 43 43 43 43 43 43 53 50
campo solar (%)
Eficiencia solar- 9.3 10.7 10.2 10.2 10.2 12.4 12.3 14 13.6
electricidad (%)
Electricidad producida 30.1 80.5 91.3 91.3 99.2 90.9 92.6 252.8 256.1
(GW/año)
Gas natural usado al año 4.8 9.5 9.6 9.6 10.5 8.1 8.1 24.8 25.2
(m3/año x 106)
Costo (EUA$/kW) 4 490 3 200 3 600 3 730 4 130 3 870 3 870 2 890 3 440

TABLA 5.2 EVOLUCIÓN DE LA TECNOLOGÍA DE LOS CONCENTRADORES


DE CANAL PARABÓLICO

1ª Generación 2ª Generación 3ª Generación 4ª Generación


(LS-1) (LS-2) (LS-3) (en proyecto)

Apertura 2.5 m 5m 5.76 10.5 m


Longitud del módulo 50 m 48 m 99 m 49 m
Distancia entre postes 6m 12-15 m 17.3 m 25 m
2 2 2
Área de espejos 128 m 235 m 545 m 504 m2
Temperatura del fluido 307 oC 350 oC 390 oC 390-450 oC

El primer paso se dio en 1983, cuando LUZ negoció por 30 años un contrato con la
compañía Southern California Edison por la venta de la electricidad de dos plantas, una
de 13.8 MWe y otra de 30 MWe. Estas plantas, llamadas SEGS I y SEGS II, fueron el
comienzo de la serie de nueve plantas SEGS.

336
La instalación de SEGS I consta de un área de 32 960 m2 de colectores utilizados para
calentar un fluido de transferencia a base de hidrocarburos el cual pasa a través de los
canales parabólicos y del generador de vapor, generando vapor a 35.3 bar para un ciclo
convencional de turbina de vapor. En este sistema el campo solar se usa para precalentar
el agua y generar vapor, independientemente un sobrecalentador de gas natural incre-
menta la temperatura a 415 oC.

Los trabajos de SEGS II comenzaron a principios de 1985. Esta planta tiene una
instalación de 30 MWe con un campo solar compuesto por colectores LS-1 y LS-2, la
siguiente generación. La planta SEGS II introdujo el mejor y más importante concepto
de diseño para la configuración de la planta en paralelo con el campo solar. El vapor de
la turbina podía ser alimentado por el campo solar o por la caldera de gas.

La idea de una fuente de energía a base de combustibles fósiles se incorporó en las


subsecuentes plantas SEGS. Se concibió el concepto de una planta híbrida capaz de
operar con gas natural y energía solar, con sus aparentes beneficios: capacidad de
trabajo en condiciones de baja irradiancia solar y confiabilidad para cada necesidad
especial que una empresa de servicio público debe tener.

LUZ continuó desarrollando plantas SEGS de 30 MW hasta la construcción de SEGS


VI y SEGS VII en 1988. Las mejoras en la tecnología de los concentradores permitieron
alcanzar mayores temperaturas, lo que repercutió en un ciclo y una turbina con mayores
eficiencias y, posteriormente, la introducción de un ciclo con recalentamiento. Cada
instalación fue desarrollada como un producto independiente que vendía su energía a
Southern California Edison Company.

En 1989 y 1990, LUZ incrementó el tamaño de las plantas a 80 MWe con la


construcción de SEGS VIII y SEGS IX.

Cada planta tomó aproximadamente un año de construcción, con una fuerza de trabajo
de 400 personas, llegando en ocasiones a 800; la construcción de estas plantas
representó alrededor de 3 200 empleos al año. Las nueve plantas han operado desde su
instalación, y el funcionamiento se considera regular y excelente en algunos aspectos.

En 1991 la compañía LUZ desapareció debido a dificultades económicas principal-


mente en el desarrollo de los planes de la planta SEGS X.

337
5.5.2.1 Elementos principales del sistema de concentración solar

1 Campo de colectores, que es un arreglo de gran número de concentradores de canal


parabólico; cada concentrador incluye la superficie reflectiva y el tubo receptor .
2 Sistema de bombeo. Transporta la energía térmica desde los tubos receptores al
sistema de generación de potencia eléctrica.
3 Almacén térmico, donde la energía solar térmica se almacena y se descarga cuando
se requiere.
4 Sistema de respaldo convencional con combustibles fósiles.
5 Sistema de generación de potencia eléctrica, que comprende el generador de vapor
y el acoplamiento generador eléctrico-turbina de vapor.
6 Sistema de control de la planta solar.

5.5.2.2 Ventajas y desventajas de las plantas SEGS

Ventajas:
• Tecnología confiable con la experiencia de operar 9000 GWh con concentradores
de canal parabólico y aceite térmico
• Acoplamiento simple de un sistema convencional a base de aceite combustible o
gas natural
• Disponibilidad de alta potencia de más de 94 %
• Modular en componentes solares
• La cogeneración es posible.

Desventajas:
• Temperatura de operación solar restringida a 400°C
• Temperatura del vapor restringida a 370°C y máxima presión de 100 bar a base de
energía solar (510°C a base de aceite combustible), la energía solar y la energía de
respaldo fósil son convertidas a electricidad con una eficiencia relativamente baja
del ciclo de vapor.

El funcionamiento de las plantas SEGS han continuado mejorando su tiempo de vida


operacional. Con la supervisión de Kramer Junction se ha alcanzado una reducción del
30 % en costos de operación y mantenimiento durante los últimos cinco años,
incrementando al mismo tiempo las eficiencias de planta a valores pico diarios de 20 %
como lo muestran los resultados de operación de la planta SEGS VI (fig 5.56).

338
Fig 5.56 Eficiencias medidas en la planta SEGS VI en julio de 1997 (Geyer y
Quaschning, 2000)

Este es el resultado de la aplicación de mejores programas en el diseño del concentrador


y los procedimientos de operación y mantenimiento, llevados a cabo en colaboración
entre la Compañía de Operación de Kramer Junction y los Laboratorios Nacionales
Sandia en Albuquerque, Nuevo México, EUA. Además, compañías de fabricación de
componentes de concentradores parabólicos han hecho avances, por ejemplo, en Israel
SOLEL ha mejorado los tubos absorbedores y Pilkington Solar ha desarrollado procesos
mejorados e integración de sistemas para generación de potencia más eficiente. Se
estima que nuevas plantas, con tecnología actual con las mejoras anteriores, producirían
energía limpia a un costo de EUA$ 0.12 a 0.20/kWh.

Actualmente, se ha propuesto un nuevo proyecto por medio de la generación directa de


vapor aprovechando los elementos de las plantas SEGS. Dentro del proyecto, el aceite
como fluido de transferencia de calor será remplazado por agua, la cual se evapora
directamente y se sobrecalienta a temperaturas de 400°C con una presión superior a
100 bar. Este vapor puede ser alimentado directamente a una turbina de vapor, y de esta
forma el intercambiador de calor y el aceite no son necesarios. Este proyecto reducirá
los costos e incrementará la eficiencia anual. Posteriormente, una reducción de costos y
mejor eficiencia se obtendrá con el proyecto Eurocanal (Geyer y Quaschning, 2000), el
cual tiene como objetivo desarrollar una estructura de concentrador de canal parabólico

339
mejorada. Los prototipos de ambos proyectos en desarrollo se han instalado y probado
en la Plataforma Solar de Almería.

5.5.3 DISS (direct solar steam)

Las plantas de potencia solar-térmico basadas en concentradores de canal parabólico


son actualmente la tecnología más próspera para generación de electricidad, lo cual ya
ha sido demostrado por las plantas SEGS en California. La generación directa de vapor
en tubos absorbedores se vislumbra como una alternativa prometedora para hacer
competitiva esta tecnología. La sustitución del aceite por generación directa de vapor
resulta en una más baja inversión y costos de operación, así como reducción de los
riesgos ambientales y peligros de incendio en caso de fugas. Simultáneamente, el
funcionamiento puede ser mejorado evitando pérdidas termodinámicas asociadas con el
intercambiador de calor aceite-agua/vapor de las plantas SEGS. En combinación con
mejoras posteriores del campo de concentración e integración del global del sistema, se
prevé lograr una reducción del 26% en costos de electricidad (Zarza et al, 2001).

Tomando en consideración este beneficio esperado, un grupo de patrocinadores


alemanes y españoles, con el soporte financiero de la Comisión Europea del Programa
JOULE, comenzó en 1996 el proyecto DISS, programa dirigido al desarrollo de una
nueva generación de plantas de potencia solar-térmico con concentradores de canal
parabólico.

Las mejoras esperadas para las plantas de potencia solar-térmico están basadas en tres
factores principales:

1. Desarrollo e implementación de componentes para concentradores de canal


parabólico (por ejemplo, nuevos tubos absorbedores más económicos con excelentes
propiedades térmicas y ópticas, sistemas de seguimiento solar más baratos,
mejores espejos, etc).
2. Desarrollo de procesos de generación directa de vapor para eliminar el aceite
usado en las actuales plantas solar-térmico como un calor llevado desde el campo
solar al subsistema de potencia. Puesto que el proceso de generación directa de
vapor es una vía promisoria para incrementar la eficiencia global de plantas de
potencia solar térmica con canal parabólico, el desarrollo de esta nueva tecnología
fue definida como el objetivo principal de el proyecto DISS.

340
3. Optimación del diseño y procesos de toda la planta en global para lograr un mejor
acoplamiento entre el campo solar y el sistema de potencia.

5.5.3.1 Laboratorio de pruebas DISS PSA

Durante la primera fase del proyecto DISS (1996-1998), un laboratorio de pruebas de


tamaño real fue diseñado y construido en la Plataforma Solar de Almería (PSA), el
centro de investigación en energía solar más grande de Europa. Actualmente, en la
segunda fase del proyecto DISS (1999–2001), los tres procesos básicos de generación
directa de vapor (esto es, con flujo continuo, recirculación e inyección) bajo condi-
ciones reales de irradiancia solar, para encontrar cuál sería el mejor para una planta
comercial y obtener experiencia para el diseño de futuras plantas de potencia, basadas
en GDV con flujo anular en dos fases.

El laboratorio está compuesto por dos subsistemas, el campo solar y el compensador de


la planta. El campo solar convierte la irradiancia solar directa en vapor sobrecalentado,
mientras que el compensador de planta condensa este vapor sobrecalentado y lo regresa
a la entrada del campo solar.

El campo solar está compuesto de una línea de once concentradores de canal parabólico
con orientación norte-sur, conectados en serie, con una longitud total de 550 m y
3 000 m de espejos. Cada concentrador tiene cuatro módulos de canal parabólico con
excepción de los concentradores 9 y 10, los cuales tienen solo dos. Cada módulo tiene
una apertura de 12 m y una longitud de 5.57 m con longitud focal de 1.71 m. La
relación entre diámetro interno y externo del tubo absorbedor es de 50/70 mm.

La línea de concentradores está dividida en dos secciones por un separador de agua/vapor:

Sección de evaporación de agua. En los primeros nueve concentradores de la línea


donde el agua es alimentada, ésta se precalienta y convierte en vapor saturado. Su eje de
seguimiento puede colocarse horizontal o inclinado con 2 o 4º para estudiar la influen-
cia de la inclinación sobre el patrón de flujo bifásico.

Sección de sobrecalentamiento del vapor. Está formada por los dos últimos concentra-
dores en la línea donde el vapor saturado derivado de la sección de evaporación es
sobrecalentado.

341
Fig 5.57 Esquema de los procesos básicos para la GDV del proyecto DISS (Herrmann
y Lippke, 1998)

Los tres principales modos de operación son:

Entrada al campo solar Salida del campo solar


Modo 1: agua a 40 bar/210oC vapor a 30 bar/300oC
Modo 2: agua a 68 bar/270oC vapor a 60 bar/350oC
Modo 3: agua a 108 bar/300oC vapor a 100 bar/375oC

En el compensador de planta, el vapor sobrecalentado producido por el campo solar es


condensado en un condensador a base de aire y se convierte en agua de alimentación
que es bombeada a la entrada del campo solar y al sistema de inyección de agua en un
circuito cerrado. El balance de planta contiene también un desareador y un equipo de
dosificación química. El sistema de recirculación de agua consiste de un separador de
agua/vapor y una bomba que recircula el agua al separador a la entrada del campo solar.

Hay inyectores de agua en el campo solar lo que permite la operación del sistema en
cualquiera de los tres procesos básicos de generación directa de vapor: circulación
continua, inyección y recirculación. La fig 5.57 muestra los esquemas básicos para cada
uno de los tres procesos. Todos los componentes del laboratorio DISS han sido

342
diseñados para operación flexible, así que cualquier combinación de las tres
configuraciones básicas es posible.

El laboratorio de pruebas DISS de la PSA estuvo en operación por más de 2 000 horas
de enero de 1999 a octubre de 2000. A pesar de los problemas técnicos presentes
durante este periodo, muchas pruebas se han realizado y se ha ganado experiencia. Estas
pruebas continuaron hasta agosto de 2001. Es importante mencionar que los problemas
principales no fueron en los procesos mismos de la generación directa de vapor, sino en
el equipo convencional utilizado durante los procesos (por ejemplo, termopares
instalados en los tubos absorbedores, bomba de recirculación de agua y tarjetas
electrónicas), ya que siempre se trabajó con flujo anular en dos fases.

El mayor impedimento para la implementación de electricidad solar son los costos de


inversión relativamente altos del sistema de concentración solar. La disponibilidad de la
potencia solar-térmica es restringida por las fluctuaciones naturales de la fuente de
energía. A primera vista, esto parece limitar severamente la posibilidad de generación
de potencia rentable con cargas pico, y bajos costos de generación de potencia con carga
base. Finalmente, un hecho importante es la confiabilidad de las plantas, la cual
depende sobre todo de su nivel de desarrollo tecnológico. Dos aspectos importantes de
carácter técnico deben considerarse para aumentar la confiabilidad de estas plantas
durante el suministro de energía eléctrica.

El primero, es la hibridación de las plantas de potencia solar con sistemas de respaldo a


base de combustibles fósiles. Un sistema de respaldo fósil permite la compensación de
las fluctuaciones de entrada de la energía solar y la operación en horarios sin
disponibilidad de energía solar, aumentando las horas de carga anual (factor de
capacidad) y la disponibilidad de potencia a más de 800 horas anuales. En este caso,
combustibles como el gas natural o el aceite combustible se usan como fuente de
energía adicional para completar la energía de salida deseada de la planta.

El segundo aspecto es la integración de un sistema de almacenamiento de energía en la


planta solar. En combinación con un aumento del área del campo de concentración
solar, un almacén permite un incremento anual en las horas de operación por medio de
energía solar y, además, compensa fluctuaciones de corto tiempo en la disposición de la
energía solar. Actualmente, se están realizando estudios con fluidos con sales eutécticas

343
con nitratos, como fluido de transferencia de calor y como fluido para almacenar
energía (Kerney y Herrmann, 2001).

Posiblemente, el alto costo de inversión específico de las instalaciones solares será de


menor problema en el futuro, si la capacidad de producción de los componentes solares
se incrementa y si los costos del combustible se elevan.

5.5.4 Financiamiento para tecnologías de plantas termosolares con canal parabólico

Algunos de los principales patrocinadores mundiales en inversión de energía, como el


World Bank Group, el Kreditanstalt für Wiederaufbau (KfW), de Alemania, y el
European Investment Bank (EIB), están convencidos de las promesas ambientales y
perspectivas económicas de las tecnologías de potencia solar térmica; por ejemplo, en la
primavera de 2000, el consejo de la Oficina Mundial del Medioambiente (GEF, por sus
siglas en inglés) aprobó un financiamiento para los primeros proyectos solares térmicos
en Egipto, India, México y Marruecos, por aproximadamente 200 millones de dólares
norteamericanos en total.

Por otro lado, para responder a las actuales necesidades de mercado para hacer
competitiva la tecnología de potencia solar térmica, pequeños campos solares pueden
integrarse en plantas de ciclo combinado, plantas de carbón, diesel o gas natural. Las
inversiones adicionales requeridas serán del orden de 400 a 1 500 dólares nortea-
mericanos por kW instalado, para alcanzar con base en la carga de operación una
participación solar superior al 10 %.

La Oficina Mundial del Medioambiente, tiene el objetivo de reducir emisiones de gases


de invernadero, incrementando la participación en el mercado de tecnologías en energía,
con baja emisión de estos gases para aplicaciones específicas. Dentro de sus tareas los
gobiernos de los siguientes países han considerado el financiamiento de proyectos en
plantas de potencia de ciclo combinado, empleando concentradores de canal parabólico
y plantas de potencia con generación directa de vapor (Geyer y Quaschning, 2000).

Egipto
La GEF ha considerado aplicar un financiamiento en Egipto para adicionar un campo de
concentradores de canal parabólico de 200 000 a 500 000 m2 para un nuevo proyecto de
ciclo combinado con gas natural en Kuraymat, el cual actualmente se encuentra en el
proceso de requisición.

344
India
La GEF planea aplicar en la India un financiamiento para adicionar un campo de canal
parabólico de 200 000 m2 a un proyecto de una planta de ciclo combinado de 135 MWe,
con nafta como combustible, instalada en Mathania, Rajasthan. La KfW de Alemania ha
ofrecido prestar 45 millones de dólares para este proyecto, para el cual GEF tiene
asignada la misma cantidad. La preparación de los términos de referencia ya se han
tratado.

Irán
Este país tiene contratado con sus propios fondos nacionales un estudio de factibilidad
para la implementación de una planta, de ciclo combinado con gas natural, con un
campo de concentradores de canal parabólico de 200 000 a 400 000 m2 de área, en el
desierto de Yazd.

México
La GEF planea un financiamiento para México, destinado a implementar un campo de
concentradores de canal parabólico de 100 000 a 500 000 m2 para el proyecto de una
planta de ciclo combinado con gas natural, instalada en las áreas desérticas del norte de
México. Éste será ofrecido a inversionistas privados, como un proyecto de energía
independiente, y la preparación de los términos de referencia ya se han elaborado.

Marruecos
Para Marruecos, la GEF considera un financiamiento para aumentar el área de un
campo de concentración solar con canal parabólico de 100 000 a 500 000 m2, que se
acoplará a una planta de ciclo combinado con gas natural cercana a la línea de gas que
conecta Argelia con España. Dicho sistema se ofrecerá a inversionistas privados como
un proyecto de energía independiente, cuya preparación de los términos de referencia
comenzó a finales de 2000.

5.5.4.1 Proyectos en desarrollo de tecnologías de potencia solar térmica

Grecia
En la isla de Creta, el capital privado fundó Millenium Solar. El primer proyecto solar
térmico a través de la compañía THESEUS que, junto con fuertes patrocinadores
industriales griegos y europeos, ha propuesto la aplicación para licitar una planta de
potencia solar térmica de 52 MWe con 300 000 m2 del campo de concentradores de

345
canal parabólico, el cual suministraría electricidad sólo con energía solar a la red
eléctrica de la isla de Creta.

España
Existía la propuesta de nuevos incentivos para la generación de electricidad a partir de
energías renovables en 1999. Se han iniciado varios proyectos privados con energía
solar empleando concentradores de canal parabólico. El principal proyecto es una planta
de potencia de canal parabólico (Andasol) de 32 MWe, que se instalaría en la provincia
de Almería, con un campo de concentradores de canal parabólico que emplea un
concentrador de diseño propio denominado Eurocanal. La planta se diseña para un área
de captación solar de 235 000 m2 con generación directa de vapor.

Estados Unidos
Políticas de energía limpia y renovable han revivido el interés de importantes firmas
industriales como Bechtel, Boeing, Duke Solar e Industrial Solar Technology por desa-
rrollar adicionalmente tecnologías de energía solar térmica, como el proyecto de Nevada.

5.5.5 Conclusiones de esta sección

Las plantas SEGS tuvieron su mayor desarrollo de 1984 a 1990, y consecuentemente, lo


tuvo la tecnología de canal parabólico. Aunque con algunos problemas, ésta se puede
considerar una tecnología desarrollada, con posibilidad de pronta comercialización.

Las SEGS han producido más del 80 % de la energía generada mediante energía solar;
sus 354 MWe instalados y sus nueve plantas constituyen sin duda la experiencia
acumulada más importante en generación de electricidad mediante energía solar.

La tendencia de los mercados eléctricos apunta a la utilización de plantas de gran


tamaño que operen con combustibles fósiles. Por ello, para utilizar canales parabólicos,
se propone integrar campos de concentradores en plantas de ciclo combinado, conocidas
como ISCCS, por sus siglas en inglés (Integrated Solar Combined Cycle Systems).

La generación directa de vapor en concentradores de canal parabólico reducirá los


costos de generación eléctrica al eliminar los aceites sintéticos y el intercambiador de
calor, lo que hará los costos más competitivos para su integración al sistema eléctrico.

Los costos en la generación de electricidad por medio solar tienen un papel muy
importante en el desarrollo y la utilización de la tecnología; la disminución en los

346
precios de la energía generada y el aumento en los combustibles fósiles harán más
atractivo invertir en tecnologías solar.

5.6 Conclusiones finales

Se ha demostrado que técnicamente es factible producir energía eléctrica a partir de la


generación directa de vapor empleando concentradores de canal parabólico. Esto se
probó experimentalmente en la planta solar del IIUNAM, con capacidad de 2.24 kW, la
cual, a pesar de la baja eficiencia global solar-eléctrica (1%), no depende directamente
de la etapa solar, sino de la etapa de potencia. Por ello, la parte solar, a pesar del tiempo
de operación (20 años), cumple con las expectativas para generar energía eléctrica a
partir de energía solar.

Con el conocimiento de las condiciones bajo las cuales se forman los diferentes
patrones de flujo bifásicos en tuberías horizontales y de las diferentes fases del proceso
de ebullición del agua, se ha propuesto el uso de un receptor de pared compuesta Cu-Fe,
con apoyo de un estudio teórico y experimental, a fin de eliminar la deformación
repentina de los receptores, cuando operan en condiciones transitorias de generación
directa de vapor. Este receptor Cu-Fe ha funcionado satisfactoriamente en tal proceso,
con diferentes flujos de agua y variando el ángulo de incidencia de la irradiancia solar
(en la parte inferior y la parte lateral).

Con la operación de las plantas SEGS desde 1984 a la fecha, la tecnología de las plantas
de potencia con concentradores de canal parabólico ha demostrado por más de quince
años la madurez tecnológica para generar energía eléctrica en el orden de MW. Después
de operar con aceite térmico o sintético como fluido de transferencia de calor, la
tendencia apunta a la generación directa de vapor. Ahora se tiene la certeza de que es
posible la generación directa de vapor empleando concentradores de canal parabólico,
lo cual ha sido demostrado a escala real en las instalaciones de la Planta Solar de
Almería, España, durante el desarrollo del proyecto DISS, cuando se trabajó con flujos
másicos elevados en el modo de alimentación del flujo continuo, recirculación e
inyección, con temperatura de saturación de agua a 300 °C y presiones de 100 bar.

Esto se ha demostrado también en la Planta Solar del Instituto de Ingeniería, al trabajar


en estados transitorios con flujos relativamente bajos, con presiones bajas de 8 bar y
temperaturas de saturación cercanas a 200 °C. Los experimentos en dos fases con flujos
estratificados, los cuales son mucho más complejos que con flujo anular, han permitido
utilizar la GDV en plantas de baja potencia. La siguiente tarea en esta planta será

347
demostrar su operación durante la generación directa de vapor en condiciones de estado
estacionario, con el fin de lograr el aprendizaje integral de esta tecnología, involucrando
además un sistema de control que permita su operación con el mínimo personal.

NOTACIÓN

D diámetro del tubo (mm)


L espesor de la pared del tubo (mm)
e mitad del perímetro del tubo
h coeficiente de transferencia de calor convectivo (W/m2 K)
q" flujo de calor por irradiancia solar (W/m2)
T temperatura (oC)
k conductividad térmica (W/m K)
r radio de la tubería (m)
A área de la sección transversal del flujo (m2)
dh diámetro hidráulico (m)
Nu número de Nusselt
Pr número de Prandt
Re número de Reynolds
S perímetro de la sección transversal del flujo (m)
m& flujo másico (kg/s, kg/h o L/min)

δ altura del nivel del líquido (m)


θ ángulo de humedad, definido por la altura del líquido (grados)
η eficiencia
µ viscosidad dinámica (N s/m2)
ξ factor de fricción

Subíndices
f fase líquido
g fase gas
p pared
sat saturación del líquido
Cu cobre
Fe fierro
∆X/∆Y = 7

348
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352
6. DICCIONARIO TÉCNICO DE TÉRMINOS UTILIZADOS EN ENERGÍA SOLAR

Rafael Almanza
Introducción

Uno de los incentivos que motivó al autor para escribir este diccionario, fue evitar
confusiones en los términos utilizados en el lenguaje de energía solar.

En la bibliografía, existen todavía términos relacionados con la evaluación de radiación


solar al incidir sobre una superficie: irradiación, insolación, irradiancia, intensidad,
radiación, flujo radiante, densidad de flujo radiante, etc, con los cuales pueden
presentarse confusiones. Aunque existen publicaciones que recomiendan el uso
adecuado para dichos términos, se encuentran documentos donde aún se confunden.

Otro aspecto es el relacionado con propiedades intensivas y extensivas de los


materiales. Actualmente, se está tratando de uniformar el sufijo ividad. Éste se aplica a
las intensivas, por ejemplo: resistividad eléctrica, conductividad térmica, difusividad,
etc. Respecto a las extensivas, el sufijo ancia es el que está representándolas, por
ejemplo: resistencia eléctrica o conductancia. En este diccionario pueden encontrarse las
definiciones de propiedades intensivas y extensivas.

Sin embargo, esta terminología no se aplica en el área relacionada con la transferencia


de calor por radiación. En este caso el sufijo ividad se usa para propiedades radiativas
relacionadas con una sustancia ópticamente tersa o lisa y con una superficie no
contaminada, por ejemplo: emisividad, reflectividad, etc; mientras que el sufijo ancia
como emitancia, reflejancia, etc, se emplea para medir las propiedades donde existe la
necesidad de especificar las condiciones de la superficie. El aspecto más complejo se
relaciona con la reflectividad (reflexividad), ya que ésta depende no sólo del ángulo con

353
la que incide la energía radiante sobre una superficie, sino también de la dirección que
está siendo considerada como energía reflejada. Por tanto, este tema se trata en forma
más o menos detallada. Aun así, el término emitancia no sigue rigurosamente esta
convención, ya que la emitancia de un cuerpo opaco no varía con el espesor (Siegel y
Howell,1992).

Ya que la literatura de transferencia de calor usa el término radiación, éste se presenta


como sinónimo de irradiancia, término usado en energía solar. Este último es el
recomendable en escritos internacionales para representar la rapidez con la que la
energía radiante incide en una superficie por unidad de área.

Sin embargo, se deja a consideración del lector los usos de emisividad o emitancia,
reflectividad o reflejancia, absortividad o absortancia, transmitividad o transmitancia,
puesto que en la literatura universal, unos usan una alternativa y otros la otra.
Asimismo, se considera que algunas definiciones en esta obra, pueden presentar
controversia, por lo que se sugiere recurrir a las referencias incluidas u otro documento
confiable.

Por lo que se refiere a las siglas, el objetivo de incluirlas es porque algunas de ellas
representan conceptos nuevos dentro del campo de la energía solar, de manera que al
lector que no esté familiarizado con éstas, pueda tener un concepto al menos general de
su significado. Con lo que respecta a las siglas de instituciones mexicanas o
internacionales relacionadas con la energía solar, tiene por objeto difundir este libro en
los países de lengua hispana, donde éstas no se conocen o no se encuentran fácilmente.

354
A
absorbedor. Sustancia con capacidad de absorber parte de un flujo radiante. Véase
también receptor.
absorbedor negro. Sustancia ideal cuya superficie tiene la propiedad de absorber todo
el flujo radiante que incide sobre ella.
absorbente. Sustancia en cualquiera de sus estados (líquido, sólido o gaseoso) capaz de
absorber un flujo radiante.
absortancia (α).Propiedad de un medio en el que se determina qué fracción de energía
radiante que viaja a lo largo de una trayectoria, será absorbida dentro de una distancia
dada en dicho medio.
absortancia direccional. Absortancia de la irradiancia incidente que proviene de una
dirección determinada.
absortancia hemisférica. Absortancia procedente de todas las direcciones, es decir, la
comprendida en un ángulo sólido de 2π sr.
absortividad. Propiedad óptica del material para absorber el espectro UV-visible-NIR
de la irradiancia solar incidente sobre la superficie terrestre. En forma más general, pro-
piedad que tiene un material para absorber una fracción de la energía incidente sobre él.
absortividad espectral direccional. Fracción absorbida de la intensidad de la radiación
con un determinado intervalo espectral que incide en una dirección determinada.
absortividad espectral hemisférica. Al integrar todas las direcciones de incidencia de
la intensidad de la radiación dentro de un determinado intervalo espectral, a una
temperatura T, se obtiene la absortividad espectral hemisférica.
absortividad total direccional. Cuando la intensidad de la radiación es integrada en
todas las longitudes de onda del espectro provenientes de una dirección determinada, se
obtiene la absortividad total direccional.
absortividad total hemisférica. Cuando se integra la intensidad de la radiación en
todas las direcciones de incidencia y el espectro completo de longitudes de onda a una
temperatura T, se obtiene la absortividad total hemisférica.
acimut. Véase ángulo acimutal solar.
acondicionamiento del aire. Proceso general del tratamiento de aire para controlar
simultáneamente su temperatura, humedad, limpieza y distribución, con el fin de
alcanzar el confort prestablecido.
actinómetro. Dispositivo para medir el flujo de irradiancia solar.

355
acumulador. Sistema donde se puede almacenar energía para cederla y aprovecharla en
diferentes usos.
acumulador de calor. Masa sólida, líquida o gaseosa, generalmente con capacidad
calorífica elevada, usada en un acumulador.
adobe. Material arcilloso utilizado en la construcción de muros, en unidades de mayor
tamaño que los ladrillos, y cuya baja conductividad térmica proporciona buen
aislamiento térmico de las habitaciones.
adsorbente. Sólido o líquido que adsorbe otras sustancias.
adsorción. Retención superficial de moléculas por sólidos o líquidos.
aerosol. Suspensión gaseosa de partículas ultramicroscópicas en forma de líquido o
sólido.
afelio. El punto sobre la órbita planetaria más lejana del Sol.
agua salobre. Agua salada con valores de salinidad dentro de un intervalo aproximado
de 0.50 a 17.0 partes por mil. En forma más general, agua con menos sal que el agua de
mar, pero no al grado de ser potable.
álabe. Parte de una turbina que recibe la energía cinética de un fluido para transmitirla a
un rodete o disco en forma de energía mecánica, donde finalmente se monta en un eje
algún dispositivo para su uso.
albedo. Fracción de la irradiancia incidente que se refleja principalmente de la Tierra a
la atmósfera.
altitud solar (αs). Ángulo comprendido entre una recta que une al Sol con un objeto u
observador y la horizontal, donde se localizan éstos últimos. Este ángulo es el
complemento del ángulo cenital.
amanecer. Periodo cuando se considera que el Sol asoma en el horizonte.
amorfo. Sólido no cristalino, es decir, sin estructura bien definida.
ANES. Siglas de la Asociación Nacional de Energía Solar, AC (México).
ángulo acimutal solar (γs). Ángulo medido en el sentido del giro de las manecillas del
reloj, entre el norte geográfico y la proyección sobre el horizonte de la posición del Sol.
ángulo de borde. Ángulo formado por el eje de un concentrador (tipo parabólico) y la
línea imaginaria que va desde su borde al punto focal.
ángulo de incidencia. Ángulo formado por un rayo (incidencia solar directa, láser, luz
colimada, etc) y la línea perpendicular a la superficie de incidencia.
ángulo de incidencia normal. Ángulo de incidencia de 90º a la superficie colectora.
ángulo de inclinación. Ángulo formado por la horizontal y la superficie del colector.

356
ángulo de reflexión. Ángulo que se forma por la irradiancia solar directa reflejada y la
normal al captador solar.
ángulo de refracción. Ángulo formado por un rayo de la irradiancia solar directa sobre
un material transparente y su trayectoria al entrar a dicho medio transparente (vidrio,
agua o aire).
ángulo horario (ϖ). Posición angular del Sol hacia el este u oeste respecto del sur
geográfico. A medio día, su valor es cero (positivo por las tardes y negativo por las
mañanas). Su valor es de 15º por hora. Sin embargo, algunos autores lo definen con los
signos al revés.
ángulo sólido (Ω). Superficie cerrada formada por todos los rayos que convergen en un
punto. Dicha superficie está en el lado opuesto de dicho punto y el ángulo sólido se
mide en esterradianes (sr). El ángulo sólido de una esfera es 4π sr. También puede
definirse como el despliegue angular en tres dimensiones; hacia el vértice de un cono
medido por el área interceptada por dicho cono, sobre una esfera unitaria cuyo centro es
el vértice del cono mencionado.
antirreflejante. Película antirreflejo. Evita que se refleje la irradiancia solar.
apertura de un concentrador. Proyección del área de un concentrador a través de la
cual la irradiancia solar que todavía no ha sido concentrada incide sobre dicho
concentrador.
apogeo. Punto en la órbita de un cuerpo con mayor distancia al centro de la órbita.
área captadora. Superficie máxima de un colector que capta la irradiancia solar.
arquitectura bioclimática. Soluciones óptimas en el diseño de una edificación al
considerar parámetros meteorológicos y ambientales así como orientaciones para lograr
confort en dicha vivienda.
arquitectura solar. Solución óptima en el diseño de una vivienda tomando en cuenta la
irradiación global solar a lo largo del año.
arquitectura vernácula. Arquitectura propia de una región, que utiliza los materiales
propios de ella. Se basa en el dominio de técnicas y sistemas constructivos ancestrales.
arreglo tándem. Arreglo de dos o más películas fabricadas una sobre la otra.
arsenuro de galio (GaAs). Material cristalino con un punto de fusión a 1 238°C. Se
utiliza en la fabricación de celdas fotovoltaicas.
ASES. Siglas en inglés de la Sociedad Americana de Energía Solar, de EUA (American
Solar Energy Society).
astigmatismo. Defecto de un sistema óptico debido a la refracción del lente o
reflejancia de un espejo que da una imagen distorsionada. También se conoce como la

357
incapacidad de un objetivo para enfocar en un mismo plano líneas horizontales y
verticales, cuando éstas están cercanas a los bordes de la lente o el espejo.
ASTM. Siglas en inglés de la Sociedad Americana de Normas para Materiales, de EUA
(American Society for Testing Materials).
Atenuación. Reducción de irradiancia solar debida a la dispersión o absorción del
medio transmisor.
Atenuación atmosférica. Atenuación de la irradiancia solar debida a la atmósfera.
AWEA. Siglas en inglés de la Asociación Americana de Energía Eólica (American
Wind Energy Association).
Azimut. Véase ángulo acimutal solar.

B
banda de conducción. Banda de energía en la que los electrones se pueden mover
libremente en un sólido o semiconductor, por lo que se produce un transporte neto de
carga.
banda de valencia. Máxima energía de banda electrónica en un semiconductor o
aislante que se puede llenar con electrones.
banda prohibida. Intervalo de energías prohibidas en la teoría de banda de
semiconductores.
barrera de potencial. Potencial en una región donde la fuerza ejercida sobre una
partícula se opone a que ésta pase a través de dicha región.
barrera Schottky. Región de transmisión formada dentro de un semiconductor que
sirve como barrera rectificadora en la unión con una capa metálica.
basa. Base en la que se apoya una columna. Es conocida también como zapata.
batería. Fuente de corriente directa hecha de una o varias unidades que convierten
energía química, térmica, nuclear o solar en energía eléctrica.
bioclima. Factores climáticos que actúan sobre una comunidad. Éste está determinado
por los vegetales y animales del entorno.
bioconversión. Conversión de materia orgánica a una forma más útil de energía
mediante procesos biológicos.
biodegradable. Característica de una sustancia que puede ser descompuesta por
microorganismos.
biodiversidad. Conjunto de especies animales y vegetales que viven en un espacio
determinado.

358
biomasa. Materia no fosilizada proveniente de entes biológicos.
biósfera. Vida de seres sobre la Tierra, que incluye la parte baja de la atmósfera, la
hidrósfera, el suelo y la litósfera hasta una profundidad de 2 km aproximadamente. La
materia a nivel molecular interacciona con seres vivientes que se encuentran en su
entorno.
blindaje. Véase recubrimiento metálico.
bolómetro. Instrumento que mide la energía de origen electromagnético, generalmente
solo para ciertos intervalos de longitud de onda por medio del cambio de resistencia de
un conductor delgado, originando el calentamiento de esta resistencia por la radiación
electromagnética incidente.
bomba de calor. Dispositivo que transfiere calor de un cuerpo frío a uno más caliente,
gastando energía mecánica en el proceso. Se considera que su principal objetivo es
calentar el dispositivo de alta temperatura en lugar de enfriar el de menor temperatura.
bóveda. Estructura con perfil en forma de arco que cubre un espacio entre muros o
diferentes pilares.
brillante. Que emite o refleja mucha luz, que tiene luminosidad.
brillantez. Véase luminancia.
brillar. Emitir o reflejar algo con una luz intensa.

C
caldera. Dispositivo para transformar, por medio de combustión u otros fenómenos
físicos y químicos, calor que se transfiere a un fluido.
caldera solar. Dispositivo localizado en el foco de un sistema de enfoque solar.
calefacción solar. Conversión de irradiancia solar en calor por medio de dispositivos
tecnológicos, para el confort humano.
calor de fusión. Diferencia entre los valores de la entalpía del líquido saturado y el
sólido saturado a una misma presión. Más brevemente: diferencia entre las entalpías de
saturación entre líquido y sólido a una misma presión.
calor de reacción. Cambio de entalpía que acompaña a una reacción química a presión
constante. También se puede definir como el negativo del cambio en la energía interna
que acompaña a una reacción química a volumen constante.
calor específico. Razón de la energía necesaria para elevar la masa de un material sólo
un grado de temperatura a la cantidad de energía requerida para elevar una masa igual
de una sustancia de referencia, usualmente agua, también sólo un grado de temperatura.

359
calor latente de fusión. Cantidad de energía necesaria para la transformación de un
sólido en líquido.
calor latente de sublimación. Cantidad de energía necesaria para la transformación de
un sólido en vapor.
calor latente de vaporización. Cantidad de energía necesaria para la transformación de
un líquido en vapor.
calor sensible. Calor absorbido o producido por una sustancia durante un cambio de
temperatura y que no es acompañado por un cambio de estado.
calorímetro. Instrumento usado para medir la cantidad generada de calor o emitida por
materiales durante procesos, que pueden ser reacciones químicas, cambios de estado o
formación de soluciones.
cambio de fase. Metamorfosis que sufre un material o mezcla, que permite cambiar de
una fase a otra, como de gas a líquido, de sólido a gas, etc.
camino óptico. Espesor de un material óptico multiplicado por su índice de refracción.
campo de helióstatos. Conjunto de helióstatos que reflejan la irradiancia solar directa
hacia un receptor central que se localiza en una torre.
campo fotovoltaico. Conjunto de páneles fotovoltaicos que constituyen una instalación
solar para la generación de electricidad.
campo solar. Conjunto de dispositivos o colectores solares que constituyen una
instalación solar.
candela. Unidad de intensidad luminosa en el SI. Se define como 1/60 de la intensidad
luminosa de un centímetro cuadrado de un cuerpo negro, a la temperatura de fusión del
platino (1769ºC).
cañón de electrones. Dispositivo utilizado para evaporar películas sobre un sustrato,
usando un haz de electrones.
capa metálica. Véase recubrimiento metálico.
capacidad calorífica. Cantidad de calor requerida para elevar un sistema un grado de
temperatura en una forma específica; usualmente a presión o volumen constante.
capacidad de almacenamiento térmico. Cantidad de energía en una sustancia que se
puede almacenar y usar posteriormente.
capacidad residual. Capacidad de un acumulador eléctrico que ya no puede ser
utilizada.
capacidad útil. Capacidad de un acumulador eléctrico para ser descargado antes de
llegar a su capacidad residual.
capitel. Elemento superior sobre el fuste de columnas o pilastras.

360
captación solar. Fenómeno que consiste en la transformación de irradiancia solar en
otra forma de energía útil.
captación solar directa. Captación solar debida sólo a la irradiancia solar directa.
captador solar. Instalación diseñada para convertir y acumular la energía proveniente
del Sol que incide en forma de irradiancia solar.
captador solar plano. Captador solar en el cual el área del absorbedor es igual a la
apertura. Típicamente es un captador solar con una o dos cubiertas de vidrio y aislado
térmicamente; transfiere calor al fluido que circula por él.
carga. Cantidad de electricidad que utiliza un consumidor cuando se conecta al sistema
que la suministra.
carga eléctrica. Cantidad de electricidad que usa un sistema conectado a la red o al
sistema que suministra electricidad.
carga pico. La máxima carga sobre un sistema generador de electricidad, de manera
que este sistema debe ser capaz de poder generar tal electricidad a tal carga en un
periodo predeterminado con anterioridad.
carga térmica. Cantidad de calor por unidad de tiempo que se debe suministrar o
eliminar a un edificio para mantener una temperatura predeterminada.
carta cilíndrica. Mapa resultante de la proyección de meridianos y paralelos
geográficos sobre un cilindro que es tangente o intercepta la superficie de una esfera.
carta solar. Representación gráfica que muestra la posición del Sol en cualquier época
del año en una latitud dada.
casa solar. Vivienda que utiliza energía solar como fuente única o principal de
suministro energético.
cátodo fotoeléctrico. Superficie fotosensible que emite electrones cuando se expone a
la irradiancia solar u otra fuente radiante.
cátodo fotovoltaico. Véase cátodo fotoeléctrico.
celda fotoeléctrica. Véase celda fotovoltaica.
celda fotoelectrolítica. Dispositivo que utiliza la irradiancia solar en procesos químicos
electrolíticos.
celda fotoelectroquímica. Dispositivo que produce voltaje y corriente utilizando
técnicas combinadas de métodos fotoquímicos y electroquímicos, generalmente donde
se realizan los procesos químicos de oxidación-reducción expuestos a la irradiancia
solar.

361
celda fotogalvánica. Celda electroquímica donde cambios de corriente o voltaje son
resultado de cambios generados fotoquímicamente en las concentraciones relativas de
reactivos, comúnmente en una solución por fase oxidación-reducción.
celda fotovoltaica. Dispositivo que detecta o mide radiación electromagnética al
generarse un potencial en una unión de dicha celda. Convierte la irradiancia solar en
corriente eléctrica por el efecto fotoeléctrico.
celda multiunión. Celda solar fabricada de dos o más materiales, cada uno con una
eficiencia óptima en un intervalo espectral limitado de la irradiancia solar.
CENIDET. Centro Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico (México).
Realiza proyectos de investigación en energía solar, entre otros.
cenit. Punto de intersección de la esfera celeste o del globo terráqueo con la vertical del
observador.
central fotovoltaica. Central solar que produce electricidad por medio de módulos o
páneles fotovoltaicos.
central solar. Central que usa la irradiancia solar global o directa para generar
electricidad por procesos fototérmicos o fotovoltaicos.
central solar de chimenea. Central solar que utiliza un captador solar plano de gran
extensión para calentar aire, éste se mueve por convección natural en una chimenea de
una altura del orden de 200 m o más y, finalmente, genera electricidad con una turbina
de viento.
central solar orbital. Central solar que hace uso de satélites estacionarios con celdas
fotovoltaicas que producen electricidad, la cual se trasmite a la Tierra por medio de
microndas. (Se encuentra en desarrollo.)
central solar-térmica. Central solar que produce electricidad por procesos fototérmicos
usando concentradores solares.
central solar-térmica de concentradores distribuidos. Central solar-térmica que
utiliza generalmente concentradores tipo canal parabólico o paraboloides de revolución.
central solar-térmica de receptor central o torre central. Central solar-térmica que
emplea helióstatos que enfocan la irradiancia solar directa en un receptor ubicado a una
altura del orden de 60 m o más.
CESA. Central Solar de Almería, en España. Es un sistema de receptor central con 300
helióstatos.
CFE. Comisión Federal de Electricidad (México). Patrocina proyectos de investigación
en energía solar, entre otros; además ejecuta y realiza instalaciones aprovechando
fuentes renovables de energía incluyendo la solar.

362
CI. Índice de temperatura-humedad. Da un valor numérico, en general dentro del
intervalo de 70 a 80, que refleja las condiciones atmosféricas externas de temperatura y
humedad como una medida de confort (o disconfort) durante la temporada calurosa del
año; es igual a 15 más 0.4 veces la suma de temperatura de bulbos seco y húmedo en
grados Fahrenheit.
CIBNOR. Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, en La Paz, Baja
California Sur. Esta institución realiza proyectos de investigación en energía solar, entre
otros.
ciclo de Brayton. Ciclo termodinámico donde se llevan a cabo dos procesos a presión
constante y otros dos a entropía constante. Se utiliza para turbinas de gas. Se usa
actualmente en un ciclo combinado con dichas turbinas y centrales de canal parabólico,
que generan vapor y electricidad.
ciclo de Carnot. Ciclo termodinámico ideal teórico para evaluar la máxima eficiencia
de cuatro procesos reversibles en sucesión: expansión isotérmica con adición de calor,
expansión isoentrópica, compresión isotérmica con proceso de rechazo de calor, y
finalmente una compresión isoentrópica. Cualquier otra eficiencia termodinámica es
menor que este ciclo. Si en este ciclo se recibe calor a una temperatura T1 y se rechaza a
una temperatura T2 , la eficiencia es (T1- T2)/ T1.
ciclo de Rankine. Ciclo termodinámico que consiste en la adición de calor a presión
constante en una expansión isoentrópica, rechazando calor residual a presión constante
en una compresión isoentrópica. Se usa principalmente en sistemas solares donde se
genera vapor como fluido de trabajo.
ciclo termodinámico. Procedimiento o arreglo en que un material realiza un proceso
cíclico que incluye una forma de energía, como calor a una temperatura elevada
proveniente de una combustión, donde parte se convierte a otra forma de energía como
la mecánica, y el calor restante se rechaza a menor temperatura hacia un sumidero.
cielo opaco. Cantidad de cielo cubierto (en décimos) por nubes.
cielo transparente. Condiciones atmosféricas a través de las cuales se puede observar
el cielo con color azul.
CIEMAT. Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas,
en España. Patrocina proyectos de energía solar, entre otros.
CIE-UNAM. Centro de Investigaciones en Energía, UNAM, en México. Realiza
proyectos de investigación en energía solar, entre otros.
CINVESTAV-IPN. Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del Instituto
Politécnico Nacional, en México. Lleva a cabo proyectos de investigación en energía
solar, entre otros.

363
circuito primario. En un sistema solar, circuito por donde circula el fluido de
transferencia de calor,
circuito secundario. En un sistema solar, circuito por donde circula el fluido de trabajo.
circulación. Movimiento de un fluido por un circuito.
circulación forzada. Circulación de un fluido por medio de una bomba mecánica.
circulación natural. Circulación de un fluido por convección natural, la cual se debe a
la diferencia de densidades del fluido calentado por la energía solar.
claridad. Véase luminosidad.
climatización. En un espacio cerrado, acondicionamiento del aire a una temperatura y
humedad prefijadas para alcanzar confort ambiental.
climatizador. Dispositivo utilizado para regular la temperatura y la humedad de un
espacio cerrado.
clímax. Conglomerado vegetal en equilibrio y estable, dentro de determinada área
geográfica, con factores climáticos estables y en equilibrio.
CNA. Comisión Nacional del Agua, en México. Dependencia gubernamental que
patrocina algunos proyectos de energía solar.
CNRS. Siglas en francés del Centro Nacional de la Investigación Científica, en Francia
(Centre National de la Recherche Scientifique), que patrocina proyectos de energía
solar, entre otros.
cocina solar. Concentrador solar para la cocción de alimentos por medio de
concentración de la irradiancia solar directa.
cocina solar con páneles fotovoltaicos. Parrilla eléctrica para la cocción de alimentos,
que se alimenta mediante un acumulador eléctrico, el cual se carga con páneles
fotovoltaicos.
cocina solar parabólica tipo canal. Dispositivo para la cocción de alimentos con un
concentrador cilíndrico parabólico. En éste se calienta aceite como fluido de
transferencia de calor, el cual se utiliza después en un serpentín que contiene el
recipiente donde se van a cocer los alimentos.
cocina solar tipo invernadero. Caja aislada térmicamente con espejos laterales para
cocción de alimentos. La caja tiene una cubierta transparente y funciona también bajo el
efecto de invernadero.
cocina solar tipo paraboloide de revolución. Dispositivo para la cocción de alimentos
en forma de plato parabólico, tipo sombrilla o paraguas, donde cada sección es parte de
un platillo parabólico. La cocción se lleva a cabo directamente sobre el recipiente que
recibe la irradiancia directa enfocada.

364
coeficiente de absorción (α). Si un flujo (energía, sonido, etc) a través de un material
disminuye con la distancia x en proporción a e-αx, entonces α se conoce como
coeficiente de absorción. También se conoce como razón de absorción
coeficiente de atenuación. Capacidad espacial de atenuación, en un material, para
cualquier radiación electromagnética transmitida.
coeficiente de difusión. La ley de difusión establece que el flujo másico de un
constituyente por unidad de área es proporcional al gradiente de concentración. El
coeficiente de proporcionalidad se conoce como coeficiente de difusión.
coeficiente de eficiencia. Razón de la energía útil suministrada por un sistema dinámico
dividida entre la energía suministrada a éste, durante un periodo de operación.
coeficiente de extinción (K). El coeficiente de extinción K está dado por K = αλ/4π
donde λ es longitud de onda en vacío y α el coeficiente de absorción de un material.
coeficiente de reflexión. Relación de la amplitud de una onda reflejada por una
superficie dividida entre la amplitud de la onda incidente.
coeficiente de transferencia de calor. Cantidad de calor que pasa a través de una
unidad de área de un medio o sistema en una unidad de tiempo, cuando la diferencia de
temperatura entre las superficies del sistema es un grado.
coeficiente de transmisión. Valor de la cantidad asociada con la resultante producida
por las ondas reflejadas en un punto dado del medio de transmisión, dividido entre el
valor asociado con la onda incidente.
coeficiente de turbidez. Factor en la ley de absorción que describe la extinción de la
luz incidente.
coeficiente de turbidez de Angström. Véase fórmula de turbidez de Angström.
cogeneración. Generación de electricidad sumada al uso de calor de desecho, en forma
de vapor o agua caliente, usando la misma cantidad de combustible que en la operación
unitaria de generación de electricidad.
cogeneración solar-térmica. Producción conjunta de electricidad entre una planta solar
y una planta convencional eléctrica.
colector solar. Dispositivo diseñado para absorber la irradiancia solar, y convertirla en
energía útil, generalmente calor. Véase también captador solar.
colector solar evacuado. Colector solar construido con tubos metálicos cubiertos con
tubos de vidrio concéntricos. Éstos se aíslan con alto vacío, de manera que existe un
aislante térmico casi perfecto. El objetivo es minimizar las pérdidas por convección y
conducción casi a cero.

365
colimador. Instrumento que produce rayos paralelos de luz. También se conoce como
el dispositivo que confina los elementos de un haz dentro de un ángulo sólido
predeterminado.
columna de agua. Columna tabular localizada en la zona de agua o vapor de una
caldera. Sirve para alimentar medidores periféricos protectores.
combustibles fósiles. Conjunto de sustancias líquidas como el petróleo, sólidas como el
carbón, o gaseosas como el gas natural (metano) que son combustibles.
compuesto eutéctico. Mezcla de sustancias que se funden a temperatura más baja que
sus constituyentes.
CONACYT. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, en México. Dependencia
gubernamental que patrocina proyectos de energía solar, entre otros.
CONAE. Comisión Nacional para el Ahorro de Energía, en México. Organiza
reuniones sobre energía solar y otras fuentes renovables.
concentración solar. Enfoque de irradiancia solar directa proveniente de un área mayor
hacia un área menor, generalmente con el objetivo de alcanzar temperaturas altas,
usualmente mayores de 100°C.
concentrador canal parabólico o cilíndrico-parabólico. Concentrador de foco lineal
constituido por una superficie reflejante cilíndrica con una geometría de parábola en su
perfil.
concentrador parabólico compuesto (CPC). Concentrador que alcanza el límite
termodinámico de concentración C = 1/senθa en dos dimensiones, o C = 1/sen2θa en tres
dimensiones, donde θa es la mitad del ángulo de aceptación. En energía solar este
concentrador es estacionario y está formado, cuando el absorbedor es plano o tubular,
por dos reflectores parabólicos que forman un canal y están unidos longitudinalmente.
El absorbedor se encuentra en su parte inferior, de manera que toda la irradiancia que se
recibe en su apertura se enfoca a dicho receptor.
concentrador solar. Dispositivo óptico que permite que mediante espejos o lentes se
concentre la irradiancia solar directa.
concentrador solar con foco lineal. Concentrador formado por espejos planos
rectangulares y longitudinales, o por una parábola tipo canal, de manera que la
irradiancia solar directa se enfoca sobre un absorbedor longitudinal. Necesita
seguimiento continuo del movimiento aparente del Sol.
concentrador solar con foco puntual. Concentrador formado por un paraboloide de
revolución que enfoca la irradiancia solar directa en un punto o zona de área muy
limitada.

366
concentrador solar fijo. Concentrador tipo CPC u otro en que el absorbedor se mueve;
por ejemplo, un concentrador formado por un casquete semiesférico con absorbedor
lineal.
concentrador solar fotovoltaico. Concentrador solar utilizado para incrementar la
irradiancia solar sobre un absorbedor fotovoltaico.
concentrador solar tipo Fresnel. Concentrador formado por espejos planos
longitudinales en posición horizontal, que siguen el movimiento aparente del Sol y
enfocan la irradiancia solar directa sobre un absorbedor lineal. Los espejos tienen una
orientación norte-sur u oeste-este.
conducción térmica. Flujo de energía térmica que atraviesa una sustancia de una región
de mayor temperatura a una de menor temperatura.
conductancia térmica. Cantidad dada por la transferencia de calor a través de un
cuerpo dividido por la diferencia de temperatura a través de las superficies que lo
conforman.
conductividad térmica, coeficiente de conductividad o conductividad calorífica (k).
Flujo de calor a través de una superficie por unidad de área y por unidad de tiempo,
dividido entre el negativo de la rapidez de cambio de temperatura con la distancia en
una dirección perpendicular a la superficie.
conductor térmico. Sustancia con conductividad térmica relativamente alta.
confort. Anglicismo que indica las condiciones bajo las cuales, la mente y el cuerpo,
expresan satisfacción con el medio ambiente.
confort térmico. Sensación subjetiva de calor o frío que depende de la temperatura
ambiente.
confort higrotérmico. Sensación subjetiva que expresa satisfacción o insatisfacción de
acuerdo con las condiciones de humedad y temperatura. Adquiere importancia en
regiones húmedas.
constante solar. Rapidez de irradiancia solar global fuera de la atmósfera a todas las
longitudes de onda, incidente sobre una unidad de área y expuesta normalmente a los
rayos del Sol. Su valor promedio a lo largo de diferentes años y por diferentes grupos
pertenecientes al WRC, es de 1 367 W/m2 .
convección forzada. Convección térmica en la que el fluido se mueve por un agente
externo, generalmente mecánico.
convección libre. Véase convección natural.
convección natural. Convección térmica en la que el fluido en movimiento es el
resultado de la presencia de un cuerpo caliente en contacto con tal fluido, que le

367
provoca gradientes de temperatura y por tanto de densidad, de manera que el fluido se
mueve bajo la influencia de la gravedad.
convección térmica. Transferencia de energía térmica debida al movimiento físico de
un sitio a otro de una sustancia que absorbe calor; ésta logra obtener energía térmica que
se almacena para uso posterior.
conversión de energía. Proceso para cambiar energía de una forma a otra.
conversión directa de energía. Conversión de energía térmica o química en potencia
eléctrica por medio de generadores directos de potencia.
conversión fotoeléctrica. Conversión directa de energía solar (irradiancia solar) en
eléctrica por medio de una celda fotoeléctrica.
conversión fotoquímica. Conversión de irradiancia solar en energía química por medio
de reacciones químicas influidas por tal irradiancia, principalmente la ultravioleta.
conversión fototérmica. Conversión de la irradiancia solar en calor útil.
conversión fotovoltaica. Véase conversión fotoeléctrica.
conversión solar en termoeléctrica. Conversión de la irradiancia solar en energía
eléctrica, por medio de calor; se usa generalmente en naves espaciales.
conversión solar termodinámica. Conversión de irradiancia solar en energía mecánica
por medio de un ciclo termodinámico.
conversión termoiónica o termiónica. Conversión de energía solar o térmica en
electricidad usando generadores termiónicos.
conversión termoquímica. Conversión de energía térmica en energía química por
medio de una reacción endotérmica que se produce a temperaturas elevadas. Se usa
comúnmente en sistemas de almacenamiento de energía, y posteriormente, mediante
una reacción exotérmica, se utiliza dicha energía.
convertidor termiónico. Dispositivo que tiene dos electrodos, uno de los cuales se
eleva a alta temperatura por energía solar. Éste se convierte en un emisor termiónico de
electrones, mientras que el otro funciona como colector de éstos.
convertidor termoeléctrico. Convertidor que cambia la energía solar u otra fuente de
calor en energía eléctrica.
COP. Es coeficiente de desempeño, por sus siglas en inglés (coefficient of
performance). En un ciclo de refrigeración, es la razón de la energía calorífica extraída
por la máquina de calor a baja temperatura respecto al trabajo suministrado para operar
el ciclo.
corriente de portadores. Movimiento de portadores en un semiconductor bajo la
influencia de un voltaje aplicado.

368
cristal. Sólido homogéneo, formado de un elemento, compuesto químico o mezclas
isomorfas, a través del cual los átomos o moléculas están arreglados en un modelo
repetitivo y simétrico.
cromogénesis. Término utilizado para indicar el cambio de propiedades ópticas de los
materiales. En particular, se usa más frecuentemente en el cambio de transmitancia de
un material transparente al depositarle películas.
cuanto. Véase quántum.
cubierta. Lámina o película, transparente o translúcida que cubre un captador o
absorbedor solar con el fin de reducir pérdidas por convección y conducción.
cuerpo negro. Cuerpo ideal que absorbería toda radiación incidente y no reflejaría
nada.
cúpula. Bóveda generalmente semiesférica o paraboloide.
curva característica corriente-voltaje. Es la gráfica donde se presenta la corriente de
salida de un dispositivo fotovoltaico como función del voltaje de salida a una
temperatura e irradiancia particular.
curva de carga. Gráfica que muestra la potencia suministrada por un sistema de
potencia eléctrica versus tiempo.
curva de transmisión espectral. Representación gráfica de la transmitancia de un
cuerpo transparente o traslucido en función de la longitud de onda en el espectro solar.

Ch
chapitel. Remate en forma de punta de una torre.
chimenea solar. Tubo vertical con altura del orden de 200 m, por el que circula aire
caliente por convección. Este flujo proviene de colectores solares que se calientan en su
base.
CHUmean. Siglas en inglés de centigrade heat unit. Es la unidad de energía calorífica
igual a 0.01 de la cantidad calor necesaria para elevar una libra de aire seco de 0 a
100ºC, a presión constante de una atmósfera; su equivalente en joules es 1 900.44.

D
declinación solar (δ). Declinación es la medida de la posición angular del Sol en cada
época del año respecto al Ecuador. El círculo que pasa por esta posición, se conoce
como círculo horario del Sol, con un valor de -23.45º ≤ δ ≤ 23.45º.

369
degradación solar. Fenómeno que consiste en el deterioro de un material expuesto a la
irradiancia solar.
densidad de flujo energético. Flujo energético por unidad de superficie.
densidad de flujo solar (W/m2). Véase irradiancia.
densidad óptica. El grado de opacidad de un medio translúcido expresado por logI0/I,
donde I0 es la intensidad del rayo incidente e I la intensidad del rayo transmitido.
desalación solar. Procedimiento utilizado para evaporar agua de mar o salmuera con
calor solar. Con esta técnica se puede producir NaCl u otro tipo de sal, así como agua
potable. También se pueden usar celdas fotovoltaicas para desalación por ósmosis
inversa, ozonación, etc.
desalación solar por etapas. Uso de plantas de tipo multiefecto o etapa múltiple para la
desalación solar usando salmuera calentada por energía solar.
desarrollo sustentable. Proceso por medio del cual se pueden cubrir en forma
permanente tanto las necesidades materiales como espirituales de los habitantes, sin
causar deterioro en las condiciones ambientales o incluso mejorándolas, para lograr el
sustento de dichos habitantes.
descarga térmica. Transferencia de calor acumulado en un almacén térmico para usarlo
en aplicaciones térmicas.
desestratificador. Dispositivo que se utiliza para evitar la estratificación térmica de un
fluido en un almacén.
desinfección solar. Eliminación de organismos patógenos en sustancias líquidas
contaminadas, principalmente agua, por medio de la elevación de su temperatura con
colectores o concentradores solares. El proceso utilizado para dicha desinfección es la
pasteurización.
desintoxicación solar. Eliminación o transformación de residuos tóxicos en agua,
fundamentalmente de tipo orgánico, por medio de radiación ultravioleta. Esta última se
utiliza con un fotocatalizador que produce un par de electrones que generan una foto-
oxidación o foto-reducción de los contaminantes presentes en el agua contaminada.
desorción. Proceso para la eliminación de una sustancia sorbida invirtiendo el proceso
de absorción o adsorción.
destilación solar. Desalación solar de agua salobre usando plantas de múltiple efecto o
etapa múltiple.
destilador solar. Dispositivo para evaporar y condensar agua. El agua se confina en una
o varias casetas cubiertas por uno o dos vidrios inclinados, donde se calienta por efecto
de invernadero y por absorción de la irradiancia solar que incide sobre una charola. Ésta
se localiza en la base del dispositivo donde se coloca la salmuera que se desea convertir

370
en agua desalada. Finalmente, el agua evaporada se condensa en las cubiertas de vidrio
y se almacena en un recipiente.
día sideral. Tiempo que transcurre entre dos pasos consecutivos de una estrella por el
meridiano local. Representa el periodo de rotación de la Tierra medido con respecto a
las estrellas, el cual puede considerarse como el periodo verdadero de rotación, con una
duración de 23 h, 56 min, 4.091 s.
día sidéreo. Véase día sideral.
día solar aparente. Tiempo transcurrido durante una rotación de la Tierra sobre su eje
y con respecto al Sol aparente.
día solar medio. Periodo de la duración de una rotación de la Tierra sobre su eje, con
respecto a un Sol promedio a lo largo del año.
diatérmano. Capaz de transmitir calor radiante.
dieléctrico. Que no conduce electricidad.
difusión de impurezas. Cuando una sustancia se difunde en un semiconductor en
pequeñas cantidades, suministra electrones o huecos libres a dicho material.
difusión de radiación. Transmisión de radiación electromagnética en todas direcciones
por un cuerpo capaz de efectuarla.
difusión salina. Difusión molecular de la sal disuelta en un líquido a través de todo su
volumen.
difusión térmica. Fenómeno en el cual la existencia de un gradiente térmico en una
mezcla de fluidos, da lugar al flujo de uno de sus constituyentes.
difusividad másica. Véase coeficiente de difusión.
difusividad térmica. Cantidad de calor que pasa normalmente a través de una unidad
de área por unidad de tiempo dividida entre el producto del calor específico, densidad y
gradiente de temperatura.
difusor. Ducto, cámara o sección por medio del cual un fluido a alta velocidad y baja
presión se convierte en fluido de alta velocidad y alta presión. En estanques solares se
conoce como el dispositivo para inyectar salmuera concentrada en la zona del gradiente
salino cuando éste se desestabiliza.
diodo Schottky. Junta o barrera formada por el contacto directo de materiales
semiconductores con un metal. Este tipo de contacto rectifica señales y puede también
presentar alguna resistencia.
diodo semiconductor. Semiconductor de dos electrodos que utiliza las propiedades
rectificadoras de una unión pn.

371
diodo Zener. Diodo semiconductor de interrupción, el cual se fabrica generalmente de
silicio y donde la función de interrupción del voltaje inverso se basa en el efecto Zener.
disconfort. Significa ausencia de confort, es decir, condiciones ambientales bajo las
cuales el ser humano se siente incómodo.
disolución. Fenómeno que consiste en la dispersión de una sustancia en otra; la
resultante es una sustancia homogénea.
disolvente. Parte de una solución que está presente en mayor cantidad o es el
compuesto que está en forma de líquido.
distancia focal. Distancia del punto focal de una lente o espejo curvo al punto principal.
distribución de Fermi. Distribución de la energía de los electrones en un semiconductor.
DLR. Siglas en alemán de la Institución Alemana para la Investigación Aeroespacial
(Deutsche Forschungsanstalt für Luft-und Raumfahrt), donde se realizan proyectos de
energía solar, entre otros.
DNI. Siglas en inglés de irradiancia normal directa (direct normal irradiance), medida
con un pirheliómetro o evaluada en forma indirecta por un piranómetro de banda
rotatoria. Ésta se puede estimar también mediante mediciones de irradiancia global y
difusa por medio de piranómetros.
DOE. Siglas en inglés de la Secretaría de Energía, en EUA (Department of Energy),
que es la dependencia responsable de patrocinar proyectos de energía, incluyendo los de
energía solar.
domo translúcido. Ventana en el techo de una habitación que transmite luz visible en
forma difusa por medio de un material translúcido.
donador. Impureza añadida a un semiconductor puro para aumentar el número de
electrones libres.
dopado. Adición de impurezas a un semiconductor para obtener una característica
deseada, como la producción de material n o p.
DSG. Siglas en inglés de generación directa de vapor (direct steam generation). Véase
GDV.

E
ebullición. Cuando un líquido está en contacto con una pared sólida y ésta excede la
temperatura de saturación del líquido, al cambio de líquido a gas se le llama ebullición.
Es importante recalcar que este fenómeno tiene como característica la formación de
burbujas de vapor sobre la superficie del sólido, debido a las altas temperaturas que

372
llega alcanzar el flujo de calor sobre éste. Existen tres tipos de ebullición: de película,
de convección forzada y de convección natural, involucrándose en cada uno toda la
masa del líquido. Este fenómeno ocurre cuando la presión de vapor saturado es igual o
mayor que la presión externa.
eclíptica. Plano de la órbita de la tierra alrededor del Sol. Círculo máximo que recorre
el Sol en su movimiento aparente dentro de la esfera celeste, a lo largo de un año.
Intersección del plano de la órbita de la Tierra con la esfera celeste.
ecología. Rama de la biología que estudia las interrelaciones de los organismos con su
medio ambiente, tomando en cuenta los factores físicos externos sobre dichos
organismos.
ecosistema. Organismos vivos en un determinado ambiente que lo modifican
interactuando entre sí.
ecuación de tiempo. Relación que ajusta el tiempo solar y el tiempo estándar con el
meridiano y longitud del lugar. Se debe a: 1) la excentricidad de la órbita de la Tierra y
2) la oblicuidad de la eclíptica o inclinación del eje terrestre respecto a la órbita.
Ecuador. Círculo alrededor de la Tierra, equidistante de los polos norte y sur, y que
divide a nuestro planeta en dos hemisferios.
Ecuador celeste. El gran círculo primario de la esfera celeste en el sistema ecuatorial,
donde cualquier punto está a 90º de los polos celestes.
efecto de invernadero. Característica de ciertos vidrios, como el de cal-sosa (soda-
lime) con alto contenido de Fe2O3 y FeO, los cuales tienen la propiedad de ser opacos a
partir de la longitud de onda de 3.0 µm en la parte infrarroja del espectro solar, por lo
que la irradiancia solar, principalmente en su espectro visible, pasa a través de ellos.
Una vez absorbida la mayor cantidad de dicha radiación por un cuerpo que se encuentre
detrás del vidrio, se queda atrapada dentro del sistema cerrado, transformándose en
radiación infrarroja (calor). Ya que ésta no puede transmitirse a través del vidrio, la
temperatura del sistema se eleva. Este fenómeno se conoce como efecto de invernadero.
De forma más general, es el efecto creado por la atmósfera de la Tierra cuando absorbe
calor del Sol, y la atmósfera actúa como un vidrio.
efecto fotoeléctrico. Liberación de una carga eléctrica debido a la incidencia de
radiación electromagnética sobre una sustancia. En este fenómeno se incluyen la
fotoemisión, fotoionización, fotoconducción, efecto fotovoltaico y efecto Auger.
efecto fotovoltaico. Producción de un voltaje en un semiconductor no homogéneo
como el silicio (dopado), o en una unión de dos tipos de materiales, por la absorción de
irradiancia solar u otra fuente de radiación electromagnética.

373
efecto Peltier. Calor absorbido o rechazado en la unión de dos materiales diferentes, los
cuales conducen una corriente eléctrica pequeña; esta absorción o rechazo depende de la
dirección de la corriente.
efecto Seebeck. Aparición de un voltaje debido a la diferencia de temperatura entre dos
uniones de metales diferentes en un mismo circuito.
efecto termoeléctrico. Conversión directa de calor en energía eléctrica o el inverso.
Véase termoelectricidad.
efecto Thomson. Efecto termoeléctrico en el cual el calor fluye hacia adentro o hacia
fuera de un conductor homogéneo, cuando una corriente eléctrica fluye entre dos puntos
del conductor a temperaturas diferentes. La dirección del flujo de corriente circula del
metal más frío al más caliente o viceversa.
efecto Zener. Interrupción no destructiva en un semiconductor, la cual ocurre cuando
un campo eléctrico, a través de la banda prohibida, es tan alto que se produce en forma
súbita un número de portadores en esta región.
eficiencia (η). Razón de energía útil suministrada por un sistema dinámico dividida
entre la energía suministrada por el sistema fuente durante un periodo de operación.
eficiencia de conversión fotovoltaica. Véase eficiencia fotovoltaica.
eficiencia fotovoltaica. Razón de la potencia máxima eléctrica respecto al producto del
área del dispositivo fotovoltaico y la irradiancia solar, medida en porcentaje.
eficiencia óptica de un concentrador o colector plano. Fracción de la irradiancia solar
directa o global que llega al receptor y es absorbida por éste.
eficiencia térmica. Razón de trabajo realizado por una máquina térmica y la energía
absorbida por ésta. Se puede definir también como la razón del calor útil entregado por
un equipo o sistema térmico respecto a la energía absorbida por éste.
einsteinio. Unidad de energía luminosa usada en fotoquímica; es igual al número de
Avogadro multiplicado por un fotón de luz de la frecuencia que se esté considerando.
eje óptico. Línea que pasa por el foco y el vértice de un concentrador. En lentes es la
recta que pasa por el centro de curvatura de la lente. En forma más general, es la línea
que pasa a través de un sistema óptico simétrico y que bajo la rotación del sistema no
altera dicha simetría.//Dirección de propagación de la luz en cristales.
electrodeposición. Proceso electrolítico por medio del cual un metal se deposita en el
cátodo a través de una solución con iones. Se usa frecuentemente en energía solar para
depositar películas selectivas.
emisión termiónica. Liberación de electrones o iones de una sustancia a causa de un
calentamiento alto.

374
emisividad. Propiedad de un cuerpo que describe su habilidad para emitir radiación
cuando se compara con la emisión de un cuerpo negro a la misma temperatura.
emisividad espectral direccional. Razón de la habilidad emisiva de un cuerpo real
respecto a la de un cuerpo negro, la cual depende de la dirección, longitud de onda y
temperatura de la superficie. En otras palabras, cuando una superficie se encuentra a una
temperatura T, al cociente formado por la intensidad de radiación emitida por la
superficie en el intervalo espectral considerado y en una dirección determinada, se
divide entre la intensidad de la radiación emitida por un cuerpo negro en el mismo
intervalo espectral, a una temperatura T.
emisividad espectral hemisférica. Al integrar la emisividad espectral direccional en
todas las direcciones de un hemisferio, se obtiene la emisividad espectral hemisférica.
emisividad monocromática direccional. Cociente formado por la intensidad de
radiación emitida por la superficie a la temperatura T y longitud de onda λ en una
dirección fija, dividida entre la intensidad de radiación emitida por un cuerpo negro
bajo las mismas condiciones.
emisividad monocromática hemisférica. Relación de la potencia emisiva monocro-
mática a una temperatura dada T, dividida entre la potencia emisiva monocromática de
un cuerpo negro a la misma temperatura T.
emisividad total direccional. Promedio de la emisividad espectral direccional sobre
todas las longitudes de onda para una dirección determinada.
emisividad total hemisférica. Al integrar la emisividad espectral hemisférica en todas
las longitudes de onda consideradas, se obtiene la emisividad total hemisférica.
emitancia (ε). Propiedad de un material isotérmico de un espesor dado que describe su
habilidad para emitir energía al compararse con la emisión de un cuerpo negro a la
misma temperatura.
enchapado. Véase recubrimiento metálico.
energía geotérmica. Energía térmica existente en las profundidades de la Tierra. Puede
ser utilizada directamente para suministrar calor o se puede convertir en energía
mecánica y eléctrica.
energía primaria. Energía que existe en forma natural intrínseca, como los
combustibles de origen fósil con alto poder calorífico, como el carbón antes de ser
convertido en energía útil. Otras formas de energía primaria son la geotermia, las
hidroeléctricas, etc.
energía radiante o radiación. Cuando una sustancia se excita arriba de 0 K radia
energía conocida como energía radiante. También se conoce como la emisión y
propagación de ondas que transmiten energía a través del espacio o un medio.

375
energía renovable. Fuentes de energía que son regenerativas o virtualmente inagotables
como la energía solar.
energía secundaria derivada. Energía que proviene de transformar combustibles
fósiles o nucleares, agua en presas, mezcla de salmuera-vapor o vapor seco de pozos
geotérmicos, irradiancia solar, viento, etc, en energías disponibles para su uso directo.
energía solar. Energía emitida por el Sol en forma de radiación electromagnética.
envolvente. Superficie transparente que protege a un cuerpo contra fenómenos de
convección.
EPA. Siglas en inglés de la Agencia de Protección del Medio Ambiente, de EUA
(Environmental Protection Agency).
EPRI. Siglas en inglés del Instituto de Investigación en Energía Eléctrica, de EUA
(Electrical Power Research Institute).
equinoccio. Instante cuando ocurre que cualquiera de los dos puntos de intersección de
la eclíptica y el ecuador celeste coinciden, y su declinación es 0°. Además, el día y la
noche tienen igual duración.
erosión iónica. Erosión o expulsión de átomos o grupos de los mismos, por medio de
un plasma, a partir de una superficie que funciona como cátodo para depositarse en un
sustrato (ánodo) en forma de película. Se utiliza para la fabricación de espejos solares,
filtros solares o películas selectivas.
esfera celeste. Esfera imaginaria de un radio lo suficientemente grande con un centro
predeterminado. Se utiliza para localizar cuerpos celestes, los cuales son proyectados
sobre ella. Generalmente es concéntrica con el globo terráqueo.
espectro. Intervalo de frecuencias dentro del cual la radiación tiene una característica
especial; por ejemplo, espectro ultra violeta, espectro visible, espectro infrarrojo, etc.
espectro electromagnético. Intervalo total de longitudes de onda o frecuencias de
radiación electromagnética, las cuales abarcan desde los rayos cósmicos hasta las ondas
de radio.
espectro solar. Espectro electromagnético que proviene del Sol y va desde longitudes
de onda de 10-9 cm hasta 30 km.
espectro solar infrarrojo. Intervalo de longitudes de onda en la zona infrarroja de la
irradiancia solar. En la superficie terrestre va de 770 a 2 500 nm, y se conoce como
infrarrojo cercano (NIR). Asimismo, hay un intervalo mínimo de 2 500 a 10 000 nm
conocido como infrarrojo lejano, aunque para fines prácticos se considera entre 3 000 y
4 000 nm. En general, las longitudes mayores de 4 000 nm son emitidas por la Tierra y la
atmósfera y se conocen como radiación terrestre.

376
espectro solar ultravioleta (UV). Intervalo de longitudes de onda en la zona
ultravioleta de la irradiancia solar. En la superficie terrestre va de 300 a 400 nm, y es
conocido como UV cercano.
espectro solar visible (V). Intervalo de longitudes de onda de la irradiancia solar
visible. Al nivel del mar se considera que va de 380 nm a 770 nm.
espectro visible. Intervalo de longitudes de onda de la irradiancia solar visible.
espectrofotómetro solar. Instrumento que mide la trasmitancia o reflejancia de
materiales usados en energía solar. Usualmente se mide la parte UV-V-NIR que llega a
la superficie terrestre.
espesor óptico. Véase camino óptico.
estanque solar. Estanque con agua salada que funciona como captador solar y almacén
térmico. La parte inferior, a una profundidad de 1.5 a 3 m es una salmuera saturada, la
cual absorbe la irradiancia solar que llega. Ésta se calienta y, para evitar la convección,
se establece un gradiente salino, haciendo que en la superficie del estanque se tenga
agua pura o con muy baja salinidad. Este gradiente provoca otro de temperatura, de
manera que esta zona se conoce como no convectiva y funciona como aislante térmico.
este (E). Punto cardinal por donde sale el Sol en los días de equinoccio. Su dirección
está a 90º a la derecha del norte.
esterradián (sr). Unidad utilizada para medir ángulos sólidos. Es igual al ángulo sólido
subtendido en el centro de una esfera, de manera que intercepta un área de la superficie
de dicha esfera. Dicha área es igual a un cuadrado cuyos lados son iguales en longitud al
radio de la esfera.
estratificación. Arreglo de un cuerpo de agua u otro líquido, donde dos o más capas
horizontales tienen características diferentes, especialmente en sus densidades. En
general se establecen gradientes salinos, térmicos o de densidad.
evaporación. Conversión de un estado líquido en vapor por la adición de energía. En
otras palabras, es el paso lento de una sustancia de la fase líquida a la fase de vapor.
Este fenómeno se produce solamente si la tensión de vapor del ambiente es inferior a la
de saturación y ocurre cuando se produce vapor en una interfase líquido-vapor. Existen
diferentes mecanismos para lograr este fenómeno. Por ejemplo, cuando el calor de
evaporación se transporta hacia la superficie del fluido, lo cual ocurre cuando la
radiación incide sobre la superficie del líquido y es absorbida por éste u otro
mecanismo.//Otra forma de lograrlo es cuando una corriente de aire fluye sobre la
superficie de un líquido por convección libre y/o forzada; adyacente a la superficie, la
temperatura es menor que el promedio en dicha corriente; sin embargo, ésta está
saturada y, por tanto, la humedad promedio de ésta es menor que la adyacente ya
mencionada. De esta manera existe un proceso que permite estabilizar temperatura,

377
velocidad y humedad, de tal forma que un proceso de transferencia de calor se lleva a
cabo entre ambas superficies (aire-agua) y, por consiguiente, se transfiere calor de la
superficie del agua al aire. Esto es un proceso combinado convección-conducción, en el
cual se considera finalmente que la transferencia de vapor ocurre por los procesos
combinados de convección y difusión.
externalidades. Costos externos relacionados con la conversión de energía y su uso,
cuando se incorporan daños causados a la salud y al medio ambiente, por ser utilizados
en la producción de energía.

F
factor de capacidad. Cuando el factor de carga se aplica a un solo generador, entonces
éste se llama factor de capacidad.
factor de carga. Cantidad real de electricidad producida, comparada con la cantidad
máxima posible considerando el mismo periodo, expresado en porcentaje.
factor de carga fotovoltaico. Relación de la potencia máxima suministrada por una
celda fotovoltaica al producto del voltaje en circuito abierto por la corriente en el
circuito cerrado. La mayoría de las celdas modernas tienen factores mayores de 0.72.
factor de forma. Véase factor de intercepción.
factor de funcionamiento. Razón de la capacidad útil a la salida de un sistema dividida
entre la requerida a la entrada.
factor de intercepción. Fracción de irradiancia solar incidente sobre el concentrador
que llega al absorbedor después de ser reflejada. Algunas veces también mencionada
como factor de forma.
factor de luminosidad. Razón de flujo luminoso, en lumens, emitido por una fuente, a
una longitud de onda particular, dividido entre flujo radiante correspondiente en watts a
la misma longitud de onda. Este factor mide la sensibilidad visual del ojo.
factor de turbidez de Linke. Relación que permite evaluar la atenuación por vapor de
agua y aerosoles de la irradiancia solar al pasar por la atmósfera.
fermión. Partícula como el electrón, protón o neutrón, los cuales obedecen la regla de la
función de onda de que algunas partículas idénticas cambian de signo cuando las
coordenadas de un par cualquiera son intercambiadas, es decir, obedecen el principio de
exclusión de Pauli y la estadística de Fermi–Dirac. Su spin tiene un valor semientero.
filtro solar. Dispositivo construido de vidrio o plástico transparente en el cual se
depositan películas para reducir la transmitancia de la luz visible o la radiación
infrarroja. Pueden ser pasivos o activos.

378
filtro solar activo. Véase ventana inteligente.
filtro solar barocrómico. Filtro que cambia sus propiedades ópticas cuando se aplica
una presión. Éste recupera sus propiedades iniciales cuando se elimina dicha presión.
filtro solar con base en cristales líquidos. Filtro que cambia sus propiedades ópticas
cuando la orientación de las moléculas del cristal líquido varían. Generalmente esta
orientación se modifica debido a un campo eléctrico aplicado.
filtro solar electrocrómico. Filtro cuyas propiedades ópticas cambian bajo la acción de
un campo eléctrico, y recuperan su estado inicial cuando se elimina dicho campo.
filtro solar fotocrómico. Material cuyas propiedades ópticas (transmitancia) se
modifican cuando es expuesto a la luz, y regresa a su estado inicial cuando se expone
nuevamente a la oscuridad.
filtro solar fotogray. Filtro solar fotocrómico comercial, usado principalmente en
lentes visuales, que se oscurecen cuando reciben irradiancia solar. Sus propiedades
ópticas regresan a su estado inicial cuando se elimina dicha irradiancia.
filtro solar pasivo. Filtro con el que se desea obtener valores de trasmitancia en el espec-
tro visible del orden de 50 % o mayores, y en el infrarrojo cercano menores del 50 %.
filtro solar termocrómico. Filtro cuyas propiedades ópticas cambian cuando se
calienta, y recupera sus propiedades iniciales cuando se enfría.
fluido de trabajo. Fluido que puede ser calentado, enfriado, presurizado y expandido
para realizar trabajo; por ejemplo, mover una turbina en un ciclo termodinámico.
fluido de transferencia de calor. Fluido utilizado para absorber calor en una región,;
por ejemplo en el absorbedor, y transportarlo a una zona diferente, que puede ser un
almacén térmico.
flujo de calor. Cantidad de calor transferido en unidad de tiempo.
flujo laminar. Flujo en una corriente con perfil lineal de un fluido incompresible,
viscoso y newtoniano, dentro del cual todas las partículas se mueven en forma alineada.
flujo luminoso. Es la energía lumínica que pasa a través de un ángulo sólido unitario en
unidad de tiempo.
flujo radiante. Rapidez con respecto al tiempo de energía radiante. Energía radiante
que atraviesa un área en una unidad de tiempo.
flujo solar. Flujo de energía proveniente del Sol.
flujo turbulento. Movimiento de fluidos donde las velocidades y presiones locales
fluctúan en forma irregular, es decir en forma azarosa.
foco. Punto o región pequeña en la que convergen rayos que son reflejados por un
concentrador solar.

379
fórmula de turbidez de Angström. Relación para evaluar los efectos de dispersión y
absorción de la irradiancia en la atmósfera terrestre causada por aerosoles.
fotocatálisis. Activación de una reacción química por medio de un catalizador
semiconductor usando la irradiancia solar, principalmente la irradiancia UV.
fotocátodo. Superficie fotosensitiva que emite electrones cuando se expone a la luz.
fotocelda. Dispositivo de estado sólido que es fotosensitivo, emite electrones, y cuya
característica voltaje-corriente es función de la irradiancia incidente.
fotoconducción. Aumento en la conducción de electricidad, resultante de la absorción
de radiación electromagnética.
fotoconductividad. Aumento en la conductividad eléctrica mostrado por sólidos no
metálicos cuando absorben radiación electromagnética.
fotoconductor. Sólido no metálico cuya conductividad aumenta cuando se expone a
radiación electromagnética.
fotocromismo. Habilidad de películas depositadas en sustratos de vidrio para
oscurecerse reversiblemente bajo luz intensa.
fotodegradación. Descomposición de una sustancia por energía radiante.
fotodetector. Detector que responde a energía radiante.
fotodiodo. Un diodo semiconductor en el cual la corriente inversa varía con la
iluminación.
fotodisociación. Eliminación de uno o varios átomos de una molécula por la absorción
de un quántum electromagnético.
fotoelectricidad. Liberación de carga eléctrica por radiación electromagnética que
incide en una sustancia; se incluye fotoemisión y fotoionización, fotoconducción, efecto
fotovoltaico y efecto Auger.
fotoeléctrico. Fenómeno que pertenece a los efectos eléctricos de la luz, como la
emisión de electrones, generación de voltaje o cambio en la resistencia cuando un
material fotosensitivo se expone a la luz.
fotoelectrólisis. Proceso que utiliza radiación electromagnética para ayudar o efectuar
procesos electrolíticos que ordinariamente requieren del uso de energía eléctrica.
fotoelectrón. Electrón emitido por efecto fotoeléctrico.
fotoemisión. Expulsión de electrones de un sólido por radiación electromagnética.
fotoemisor. Material que emite electrones cuando es suficientemente iluminado.
fotoemitancia. Propiedad de una sustancia para emitir electrones cuando se expone a la
luz.

380
fotoionización. Eliminación de uno o varios electrones de un átomo o molécula por la
absorción de un fotón visible o de luz ultravioleta.
fotoisómero. Isómero producido por fotólisis.
fotólisis. Uso de energía radiante para producir cambios químicos.
fotología. Estudio científico de la luz.
fotoluminiscencia. Luminosidad simulada por radiación visible, infrarroja o ultravioleta.
fotometría. Cálculos y mediciones relacionados con cantidades describiendo la luz,
como intensidad luminosa, flujo luminoso, densidad de flujo luminoso, distribución de
la luz, calor, factor de absorción, distribución espectral, reflejancia y transmitancia de luz.
fotómetro. Instrumento para realizar mediciones de luz o radiación electromagnética.
fotón. Partículas en reposo sin masa, conocidas como el quántum del campo electro-
magnético, el cual contiene energía, moméntum y momento angular.
fotoquímica. Estudio de los efectos de la luz sobre reacciones químicas.
fotorreducción. Reducción química que se produce por radiación electromagnética.
fotosíntesis. Síntesis de compuestos químicos por acción de la luz, especialmente la
manufactura de compuestos orgánicos.
fototransistor. Transistor que puede tener una de las terminales, ya sea la del colector o
la del emisor, sobre una base con cualquiera de ellas o ambas terminales, y donde dicha
base está expuesta a la luz por medio de lentes minúsculas.
fotovoltaico. Capaz de generar voltaje como resultado de una exposición a radiación
visible u otra fuente de radiación.
fracción solar. Análisis de sistemas térmicos que dan el resultado del funcionamiento
del sistema por periodos largos, los cuales se usan en análisis económicos.
freón. Gas altamente estable o inerte que no reacciona fácilmente con otros elementos
químicos. Se utiliza en sistemas de refrigeración y bombas de calor; debido a su cambio
de fase de líquido a gas a temperaturas relativamente bajas, es apropiado para usos
relacionados con energía solar.
función de distribución de Fermi-Dirac. Función que especifica la probabilidad de
que un miembro de un conjunto de fermiones independientes, como electrones en un
semiconductor o metal, ocupen un cierto estado de energía cuando se alcanza el
equilibrio térmico.
función de luminosidad, curva de luminosidad, eficiencia espectral luminosa o
función de visibilidad. Medida estándar a la respuesta del ojo a luz monocromática en
un intervalo del espectro solar (390 nm a 760 nm); esta función está normalizada a la
unidad en su valor máximo (550 nm).

381
fuste. Elemento primordial de una columna, que está entre el capitel y la basa.

G
ganancia solar. Energía obtenida del Sol. Este término se utiliza generalmente en el uso
de energía solar en edificios con sistemas pasivos.
ganancia solar directa. Energía solar que penetra a través de ventanas de edificios, la
cual puede ser parte de la carga de calentamiento del edificio.
ganancia térmica. Aumento de calor dentro de un espacio dado como resultado directo
de calentamiento por la irradiancia solar y de otras fuentes radiantes de calor, como
lámparas, equipo eléctrico o personas.
gasificación. Cualquier proceso químico o calorífico usado para convertir una sustancia
sólida o líquida en gas.
gasificación termosolar. Gasificación de materiales sólidos y líquidos principalmente
por medio de concentradores solares. Existen materiales orgánicos como los freones que
pueden ser gasificados con colectores planos.
gasocrómico. Modulación óptica debida a la inyección de hidrógeno en una película
que forma un filtro solar.
GDV. Generación directa de vapor. Fenómeno donde se produce vapor directamente en
los tubos absorbedores, los cuales están colocados en el foco de concentradores
cilíndrico parabólicos.
GEF. Siglas en inglés de la Oficina para el Mejoramiento del Medio Ambiente, asociada
con las Naciones Unidas y el Banco Mundial (Global Environment Facility).
gel. Sistema coloidal en dos fases; consiste en un sólido y un líquido, de manera que
parece más un sólido que una solución coloidal.
generador solar. Generador eléctrico impulsado por irradiancia solar; generalmente es
usado en satélites.
generador termiónico. Véase convertidor termiónico.
geoposicionador. Dispositivo digital que recibe las señales de satélites para encontrar la
posición exacta de un punto determinado en la superficie terrestre (latitud, longitud y
altitud). Se utiliza frecuentemente para determinar orientaciones de dispositivos solares.
En inglés se conoce como GPS (Global Position System), y también se le conoce como
sistema de posicionamiento global.
geotermia. Perteneciente al calor que existe en el interior de la Tierra.
geotextiles. Impermeabilizantes sintéticos utilizados en estanques solares.

382
gétter. Material usado en altos vacíos para mantener estas presiones en recipientes
cerrados como los tubos absorbedores en concentradores cilíndrico parabólicos.
global. Utilizado generalmente para la irradiancia e irradiación solar recibida en la
Tierra; es la suma de los componentes directo y difuso.
GMS. Siglas de un satélite geoestacionario para la medición de nubosidad y otros
parámetros meteorológicos (Japón).
gnomo. Manecilla en un reloj solar. Objeto que según su posición y la longitud de su
sombra, indica la hora del día.
GOES. Siglas en inglés de satélites artificiales geoestacionarios para la medición de
nubosidad y otros parámetros meteorológicos, de EUA (geostationary operational
environmental satellities).
GOMS. Siglas de un satélite geoestacionario para la medición de nubosidad y otros
parámetros meteorológicos, de Rusia.
gradiente salino. Concentración de sal disuelta en agua que aumenta con la profun-
didad en un estanque solar.
gradiente térmico. Rapidez del cambio de temperatura con la distancia; por ejemplo, el
aumento de temperatura por debajo de la superficie superior de un estanque solar.
grado día de calefacción. Forma de grado-día usada como indicación del consumo de
combustible. Cuando se usan grados Fahrenheit, la temperatura promedio diaria
empieza en 65ºF, mientras que para centígrados empieza en 19ºC.
grado día de refrigeración. Unidad para estimar la energía necesitada para el enfria-
miento de un edificio. Esta unidad es dada para cada grado Fahrenheit cuando la tempe-
ratura media diaria excede 75ºF (24ºC).

H
heliocéntrico. Relativo al Sol como centro.

heliodón. Instrumento capaz de simular la trayectoria del Sol a lo largo del año, a
distintas horas y con diferentes latitudes. Se utiliza principalmente para el estudio del
soleamiento de casas o edificios mediante maquetas o modelos. Es muy práctico para
ensayar distintas orientaciones y disposiciones en proyectos de arquitectura
bioclimática, simulando las variaciones horarias de la luz solar.

heliofanía efectiva. Periodo durante el cual el lugar en observación ha recibido


irradiancia solar directa.
heliofanía relativa. Cociente de la heliofanía efectiva a la heliofanía teórica astronómica.

383
heliofanía relativa real. Cociente entre heliofanía efectiva y heliofanía teórica local.
heliofanía teórica astronómica. Periodo máximo durante el cual se podría recibir
irradiancia solar directa; ésta es independiente de las obstrucciones que puedan causar
fenómenos meteorológicos o la topografía del lugar.
heliofanía teórica local. Diferencia entre la heliofanía teórica astronómica y el periodo
durante el cual relieves topográficos obstruyen la irradiancia solar directa.
heliógrafo. Instrumento que registra la duración de las horas de insolación y permite
conocer en forma cualitativa la acción de los rayos solares sobre una tira de papel.
También se conoce como el instrumento para enviar mensajes telegráficos por medio de
la reflejancia de rayos solares usando espejos.
helióstato. Dispositivo que consiste en un conjunto de espejos, estructuras de soporte,
mecanismos de seguimiento solar y cimentación para su montaje, los cuales se mueven
continuamente para seguir el movimiento aparente del Sol. Esto permite que la
irradiancia solar directa se refleje en un receptor, comúnmente colocado sobre una torre.
heliotropo. Planta cuyas flores giran hacia el Sol a lo largo del día. En concentradores
solares, es el dispositivo que permite localizar la posición del Sol.
heterounión. Unión de dos materiales semiconductores diferentes, usualmente con una
discontinuidad despreciable en su estructura cristalina.
hidroelectricidad. Conversión de la energía cinética del agua en movimiento,
generalmente almacenada en una presa, para convertirla en energía mecánica y
posteriormente en electricidad.
hidrólisis. Descomposición o alteración de sustancias químicas por agua. En soluciones
acuosas de electrolitos, las reacciones de cationes con agua son efectuadas para producir
una base débil o un ácido débil.
higrómetro. Instrumento que mide la humedad del aire u otro gas, habitualmente la
humedad relativa, en porcentaje.
higroscópico. Material que posee la habilidad de absorber el vapor de agua; por lo
general se trata de sales que pueden cambiar de color al irse saturando con agua.
higróstato o humidistato. Instrumento para medir y controlar la humedad relativa.
hora pico. Tiempo de mayor demanda de la energía eléctrica.
horizonte. Círculo máximo resultante de la intersección de la esfera celeste con un
plano perpendicular a la vertical, el cual pasa por el centro de la Tierra
hoyo. Véase hueco.
hueco. Estado de energía de un electrón vacante en un átomo y que está cerca del
máximo de la banda de energía en un sólido. Se comporta como si fuera una partícula
cargada positivamente.

384
humedad. Contenido de vapor de agua en la atmósfera, expresado en cualquiera de sus
diferentes medidas; por ejemplo, humedad relativa.
humedad absoluta. Relación de la masa de vapor de agua en una muestra de aire
dividida entre la masa de la muestra.
hmedad específica. En un sistema húmedo, es la relación de la masa del agua en forma
de vapor y la masa total del sistema.
humedad relativa. Relación adimensional de la presión de vapor real del aire y la
presión de vapor de saturación.
humidificación. Proceso para aumentar la cantidad de vapor de agua en un gas.
humidificador. Aparato para suministrar humedad al aire, con el propósito de mantener
condiciones de humedad preseleccionadas.
huso horario. Zona sobre la superficie terrestre en forma de huso esférico, donde se le
atribuye la hora de su meridiano medio a cada uno de sus puntos.

I
IEA. Siglas en inglés de la Agencia Internacional de Energía (International Energy
Agency).
IG-UNAM. Instituto de Geofísica, de la UNAM, en México. Realiza mediciones de
irradiancia solar en varias partes del país.
IIE. Instituto de Investigaciones Eléctricas, en México. Tiene un grupo que trabaja en
aspectos de la energía solar.
IIUNAM. Instituto de Ingeniería, de la UNAM, en México. Realiza proyectos de
investigación en energía solar, entre otros.
iluminación o iluminancia. Corresponde a la irradiancia en la terminología radiomé-
trica y connota energía incidente, usualmente energía en una superficie. Se mide en lux
(lumen/m2 ), fot (1 lumen/cm2) o candela-pic (1 lumen/pie2); se conoce también como
densidad de flujo luminoso sobre una superficie. También se considera como la
magnitud referente al efecto producido por la energía lumínica.
imbibición. Proceso que fija las moléculas fotocrómicas a la superficie de un lente,
vidrio o cualquier otro tipo de sustrato transparente.
impureza. Sustancia que al ser difundida en un semiconductor en cantidades muy
pequeñas, suministra electrones libres o huecos, dependiendo del tipo de la sustancia
difundida.
índice de confort. Índice de temperatura-humedad.

385
índice de refracción (n). Razón de la velocidad de propagación de ondas luminosas en
vacío y su velocidad de propagación en la sustancia que se desea evaluar.
inercia térmica. Resistencia que una masa presenta al cambiar su temperatura como
función de su masa y calor específico.
infiltración de aire. Entrada de aire a través de hendiduras hacia las habitaciones,
principalmente por puertas y ventanas.
INSATs. Siglas de satélites geoestacionarios para la medición de nubosidad y otros
parámetros meteorológicos, en la India.
insolación. Irradiancia solar disponible en la superficie terrestre. El valor máximo de la
densidad de flujo al nivel del mar con cielo claro es alrededor de 1 kW/m2. //También se
utiliza este término para la enfermedad ocasionada por recibir los rayos del Sol durante
periodos prolongados.//Otra definición es: irradiancia solar cuando ésta se haya por
encima del horizonte bajo condiciones meteorológicas óptimas. La duración de la
insolación se mide con un heliógrafo.
intensidad luminosa (candela). Flujo luminoso incidente sobre una superficie que está
colocada en una dirección predeterminada y dividida entre el ángulo sólido corres-
pondiente.
intensidad monocromática de radiación. Energía radiante emitida por un elemento de
área que pasa a través de otro elemento diferente de área a una longitud de onda dada y
con una dirección bien definida.
intensidad radiante (W/sr). Energía emitida por unidad de tiempo, por unidad de
ángulo sólido en una dirección predeterminada.
intensidad solar (W/sr). Flujo radiante por esterradián incidente sobre una superficie o
reflejado por ésta. En este caso, también se suele denominar reflejancia especular.
intercambiador de calor. Dispositivo que transfiere calor de un fluido a otro.
inversión térmica. Fenómeno donde una capa atmosférica tiene mayor temperatura que
una capa inferior. La característica principal de esta capa inferior es su marcada
estabilidad térmica, de manera que produce poca turbulencia.
inversor. Dispositivo para convertir corriente directa en corriente alterna.
IPN. Siglas del Instituto Politécnico Nacional, en México. Realiza proyectos de investi-
gación en energía solar, entre otros.
irradiación (J/m2). Energía radiante incidente por unidad de área. Es el producto de la
irradiancia por su duración en un intervalo de tiempo prefijado.
irradiación difusa. Energía solar difusa (irradiancia difusa) incidente sobre una
superficie e integrada en un periodo predeterminado.

386
irradiación directa. Irradiancia directa incidente sobre una superficie e integrada en un
periodo determinado; por ejemplo, horario, diario, mensual o anual.
irradiación extraterrestre. Irradiancia extraterrestre solar integrada a lo largo de un
tiempo predeterminado.
irradiación global. Irradiancia global incidente sobre un área e integrada a lo largo de
un periodo. La irradiación global mensual se refiere a la irradiación global promedio
diaria sobre una superficie horizontal y promediada en el mes deseado.
irradiación total. Irradiancia total integrada a lo largo de un periodo dado, sobre una
superficie horizontal.
irradiancia (W/m2). Densidad de flujo radiante, o sea flujo radiante por unidad de área
incidente sobre una superficie. En alguna bibliografía antigua de energía solar se conoce
como radiación.
irradiancia de la atmósfera. Irradiancia de onda larga proveniente de la atmósfera
debido a la emisión de ésta por sus componentes (vapor de agua, ozono, dióxido de
carbono, etc). El espectro de la atmósfera es muy irregular a causa del calentamiento y
enfriamiento diario de ésta.
irradiancia del cielo. Véase irradiancia de la atmósfera.
irradiancia extraterrestre. Es la irradiancia solar recibida en una superficie horizontal
en ausencia de atmósfera.
irradiancia solar difusa. Irradiancia solar dispersada por la atmósfera que llega a la
superficie terrestre.
irradiancia solar directa. Irradiancia que no se dispersa por la atmósfera terrestre. Más
precisamente es la densidad de flujo radiante proveniente del disco solar, tomado desde
una pequeña región circunsolar en el cielo, que está dentro de un ángulo subtendido de
5 grados.
irradiancia solar global. Irradiancia directa más difusa sobre una superficie horizontal
que se localiza en la superficie terrestre.
irradiancia solar total. Aunque este término se ha confundido con irradiancia global,
su significado es diferente. Significa la irradiancia solar global más las irradiancias de
origen terrestre y atmosférico que inciden en una superficie horizontal.
ISCCS. Siglas en inglés de Sistema Integrado de Ciclo Combinado (Integrated Solar
Combined Cycle System), en general con gas natural y plantas termosolares de canal
parabólico.
ISES. Siglas en inglés de Sociedad Internacional de Energía Solar (International Solar
Energy Society).

387
isentrópico. Anglicismo usado por algunos autores en lugar de isoentrópico. Véase
isoentrópico.
isobárico. Línea o superficie que une los puntos que tiene la misma presión en un
sólido, líquido o gas.
isocrómico. Perteneciente a una variación de ciertas cantidades relacionadas con la luz
(como una densidad del medio a través del cual pasa la luz, o sea índice de refracción),
en que el color o la longitud de onda se mantienen constantes.
isoentrópico. Línea que conecta puntos con la misma entropía.
isohelia. Isolínea con el mismo valor de irradiación solar.
isohipsas. Líneas con la misma presión medidas a una altura predeterminada.
isolínea. Línea que une puntos con las mismas propiedades; por ejemplo con la misma
irradiación solar, humedad, presión, etc.
isolux. Línea o superficie que conecta puntos con la misma intensidad luminosa.
isomorfo. Igualdad en formas cristalinas de una sustancia conocida como cristal.
isotacas. Líneas con la misma velocidad de viento, pero sin determinar su dirección.
isoterma. Línea o superficie que une los puntos que tienen la misma temperatura en un
sólido, líquido o gas.

J
jet. Flujo bien definido de gas o líquido proveniente de un orificio, una boquilla o que
se mueve en un ducto reducido.

L
lago solar. Algunas veces a los estanques solares se les menciona con este término.
lambert. Unidad de brillantez (luminancia) equivalente a 1/π candelas por cm2.
lámpara solar estándar. Lámpara con incidencia normal de 500 W/m2, usada en
laboratorios para calibrar piranómetros.
langley (ly). Unidad utilizada hace varios años para medir la irradiación solar. Equivale
a 1 cal/cm2.
láser. Dispositivo que produce un haz de luz casi paralelo, monocromático y coherente
por medio de la excitación de átomos. Los niveles de energía de éstos pasan a uno

388
mayor, causando una energía radiante en fase. Se utiliza como dispositivo para
comprobar alineación y concentración de concentradores solares y helióstatos.
latitud (φ). Distancia angular al norte o sur del Ecuador medida en grados. El Ecuador
es cero grados y los polos están a ±90 grados. Norte: 90 grados.
lente. Pieza curva de vidrio pulido usado para refracción de la luz; sus dos caras
superficiales tienen el mismo eje.
lente de Fresnel. Lente delgada construida por una serie de zonas concéntricas o
paralelas con estructuras talladas o moldeadas sobre una superficie plana de vidrio o
plástico. Dichas zonas aparecen como estrías a simple vista, y tienen la propiedad de
enfocar en una zona pequeña los rayos solares que inciden sobre ésta.
longitud. Distancia angular a lo largo del Ecuador, entre el meridiano que pasa por la
posición deseada y el meridiano de Greenwich.
longitud de difusión. Camino promedio recorrido por una partícula que se difunde en
un semiconductor.
longitud de onda. Distancia entre dos puntos, que tienen la misma fase en dos ciclos
consecutivos de una onda periódica, a lo largo de la dirección de su propagación.
longitud de rayos ópticos. Longitud que atraviesa en un estaque solar la irradiancia
solar incidente.
lumen. Flujo luminoso emitido en todas direcciones por un cuerpo negro con área
superficial de 1/60π cm2 y temperatura de 2 042 K. // También se conoce como el flujo a
través de un ángulo sólido de una fuente puntual de una candela.// Otra definición es:
flujo sobre todos los puntos de una unidad de superficie que se encuentra a una distancia
de una fuente puntual que emite con una intensidad de una candela.
luminancia. Razón de la intensidad luminosa en una dirección dada por un elemento
infinitesimal de una superficie que contiene al punto bajo consideración, dividido entre
el área ortogonalmente proyectada del elemento en un plano perpendicular a la direc-
ción dada.
luminosidad. Calidad de estar iluminado.
lux. Unidad para medir la iluminación (1 lux = 1 lumen/m2).
luxómetro. Dispositivo que mide la iluminación en luxes.
luz. Radiación electromagnética con longitudes de onda capaces de originar la
sensación de visión. Su intervalo va de 400 nm (violeta) a 770 nm (rojo).
LUZ. LUZ International Ltd, compañía que construyó inicialmente las plantas
termosolares de canal parabólico en el desierto de Mojave, en California, EUA. Está
integrada por nueve plantas en total, con una potencia instalada de 354 MWe.

389
M
macroclima. Clima de una zona geográfica grande.
magnetismo terrestre. Magnetismo ocasionado por el campo magnético de la Tierra.
manómetro. Instrumento utilizado para medir la presión de un líquido o de un gas.
mapa de irradiación solar. Mapa donde se evalúa el recurso solar para sus aplicaciones.
Generalmente son diarias en promedios mensuales y anuales. En general, se consideran
la evaluación global, difusa y normal directa. La global y la difusa se evalúan para
superficies horizontales o inclinadas, mientras que la directa se evalúa como la normal
directa al monitor.
mapa de irradiación solar. Mapa donde se evalúa el recurso solar para sus aplicaciones.
Generalmente sus evaluaciones son diarias en promedios mensuales y anuales. En
general, se consideran la evaluación global, difusa y normal directa. La global y la
difusa se evalúan para superficies horizontales o inclinadas, mientras que la directa se
evalúa como la normal al monitor
máquina térmica. Dispositivo mecánico que convierte calor en trabajo.
masa de aire (MA). Irradiancia solar que al pasar a través de la atmósfera sufre
atenuación, dicha atenuación se debe a la masa de aire. El camino más corto al penetrar
en dicha atmósfera es cuando el Sol está en el cenit. A nivel del mar, MA = 1; para la
posición del Sol con ángulo cenital de 60°, MA = 2; y MA = 0 significa irradiancia solar
extraterrestre.
mecanismo de seguimiento solar con foco lineal. Tipo de mecanismo en un eje, que
puede ser para movimiento este-oeste, norte-sur o norte-sur polar en los concentradores
cilíndricos parabólicos, que son los más comunes. El mecanismo debe seguir el movi-
miento aparente del Sol, puede ser a través de un dispositivo (heliotropo), sensible a la
variación de la irradiancia solar directa, electrónica asociada (control) y un motorreductor.
mecanismo de seguimiento solar con foco puntual. En un concentrador con foco
puntual, es el mecanismo que permite que la irradiancia solar directa, siempre llegue
normal a la apertura del concentrador, generalmente un paraboloide de revolución.
Consta de un heliotropo sensible a la variación de la irradiancia solar directa, sistema de
control y mecanismo que realiza el movimiento del concentrador en dos ejes.
medio día. Instante en que el Sol atraviesa el meridiano del observador.
medio transparente. Medio que tiene la propiedad de transmitir rayos luminosos, de tal
manera que el ojo humano puede ver a través de él.
meridiano geomagnético. Semicírculo que conecta los polos magnéticos.

390
meridiano terrestre. Línea sobre la superficie terrestre que conecta los puntos de los
polos norte y sur.
metalizar. Cubrir una superficie metálica o no metálica con otro metal, por medio de
evaporación al vacío o atomización.
meteorología. Ciencia que estudia los fenómenos atmosféricos.
METEOSATs. Siglas de satélites geoestacionarios para medir la nubosidad y otros
parámetros meteorológicos, en Europa.
microclima. Clima de una zona geográfica pequeña. Está formado por la topografía del
lugar, medio ambiente, suelo y vegetación.
microconvección. Fenómenos de convección a escala pequeña que pueden aparecer en
la zona de gradientes de un estanque solar.
microonda. Onda electromagnética que tiene una longitud de onda entre 0.3 y 30 cm.
microorganismos. Organismos microscópicos, bacterias, protozoarios, levaduras, virus
y algas, que aparecen con el tiempo en estanques solares y hay que eliminarlos,
principalmente las algas, ya que reducen la transmitancia de la salmuera
módulo fotovoltaico. Grupo de celdas fotovoltaicas encapsuladas y arregladas en serie
y paralelo dentro de un recipiente plano y cubiertos con una placa de vidrio. Véase
pánel fotovoltaico.
monocristalino. Compuesto con un solo tipo de cristal y con una simetría.
monocromático. Radiación electromagnética con un intervalo pequeño de longitudes
de onda.
montura acimutal (horizontal). Montura que permite a un concentrador girar en dos
ejes; uno que trabaja verticalmente (altitud) y otro que lo hace sobre el plano horizontal
(acimut).
montura ecuatorial (alineación polar). Montura que permite a un concentrador girar
en dos ejes, uno colocado en paralelo al eje de la Tierra (eje polar), y el otro
perpendicular a éste (eje de declinación).
movimiento aparente del Sol. Movimiento del Sol a través de la esfera celeste, la cual
tiene como centro a la Tierra. Este movimiento es diario de este a oeste, de manera que
el camino del Sol es parte de un círculo en esta esfera.
movimiento acimutal. Movimiento en una montura acimutal.
movimiento polar. Movimiento en una montura ecuatorial.
MSSTF. Siglas en inglés de la planta solar de torre central localizada (Medium-Scale
Solar Test Facility), en los Laboratorios Sandia de Albuquerque, para pruebas de
materiales.

391
muro de agua. Muro con un almacén térmico con base en agua. La irradiancia solar
pasa a través de un vidrio transparente orientado al sur, y llega al agua almacenada
detrás de éste. El muro puede ser de concreto con bolsas llenas de agua incrustadas
dentro de él, las cuales son calentadas, y almacenan calor en ellas. El efecto de
invernadero evita la pérdida de calor hacia el exterior, por lo que éste se disipa hacia el
interior de la habitación.
muro de tanques con agua. Almacén térmico con un muro compuesto de tanques
llenos de agua y pintados de negro. Este muro se orienta al sur y está protegido por una
cubierta de vidrio. La irradiancia solar llega a los tanques, los calienta y protege el calor
almacenado por el efecto de invernadero. Los tanques radian calor hacia el interior de la
habitación.
muro de Trombe. Muro con almacén térmico, conocido así por su inventor, Felix
Trombe. El muro está hecho comúnmente de mampostería y cubierto en el exterior con
una placa de vidrio para lograr el efecto de invernadero. El muro se calienta radiando
calor al interior de la habitación. Además, si hay ductos superiores sobre dicho muro,
también puede fluir aire caliente por ellos, hacia el interior de la habitación.
mylar. Película de poliéster usada en energía solar.

N
nadir. Punto de la esfera celeste que se encuentra por debajo del observador o sea a
180º del cenit.
NBS, actualmente NIST. Siglas en inglés de la Oficina Nacional de Normas, de EUA
(National Bureau of Standards). Véase NIST.
negro de humo. Colorante negro con base en carbono elemental. El más fino se prepara
con gases formados por hidrocarburos. Éste se encuentra en la composición de varios
colorantes negros.
niquelado. Recubrimiento de níquel fabricado por métodos electrolíticos. Se usa
generalmente en tratamientos de películas selectivas.
NIR. Siglas en inglés de infrarrojo cercano al espectro visible (near infrared).
NIST, antes NBS. Siglas en inglés del Instituto Nacional de Normas y Tecnología, de
EUA (National Institute of Standards and Technology).
nit. Unidad de luminiscencia, igual a una candela por metro cuadrado.
nivel de energía. Estado energético que caracteriza el comportamiento de un átomo o
molécula cuando existe un intercambio de energía con el exterior.

392
nivel de Fermi. Energía en la cual la ocupación de estados de energía con electrones
puede existir, cuando estos estados alcanzan un equilibrio térmico.
NOAA. Siglas en inglés de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, de
EUA (National Oceanic and Atmospheric Administration).
NOAA-4. Siglas del satélite que proporciona información de imágenes relacionadas con
nubosidad. Éstas se usan para evaluar irradiancia solar.
nomograma bioclimático. Línea obtenida de una gráfica de temperatura del aire versus
una función de humedad; en general humedad relativa, y que muestra las condiciones
bajo las cuales una persona está cómoda con su medio ambiente.
norte geográfico. Punto cardinal determinado por la intersección del horizonte con el
plano meridiano, orientado hacia la estrella polar.
norte magnético. Punto sobre la superficie terrestre en la posición horizontal, de
manera que la dirección de las líneas magnéticas terrestres están hacia el polo
magnético norte. Éste no coincide con el norte geográfico; el polo norte está situado a
unos 70º de latitud norte y 100º de longitud oeste.
NREL. Siglas en inglés de Laboratorios Nacionales de Energías Renovables, de EUA
(National Renewable Energy Laboratory), los cuales realizan investigaciones en energía
solar, entre otras.
NSF. Siglas en inglés de la Fundación Nacional para la Ciencia, de EUA (National
Science Foundation), la cual patrocina proyectos de investigación.
nubosidad. Porción del cielo cubierto con nubes, medido en décimos de cielo cubierto.

O
oblea de silicio. Obleas obtenidas de una barra de silicio cristalino con espesores de
0.03 a 0.4 cm para construir una celda solar.
ocaso. Etapa en la que un cuerpo celeste en el hemisferio visible, sobre el horizonte,
pasa al hemisferio invisible.
oeste. Uno de los puntos cardinales por donde se pone el Sol en los días de equinoccio.
Su dirección está a 90° a la izquierda del norte.
onda. Perturbación que se mueve a través de la superficie de un fluido.
onda electromagnética. Perturbación que se propaga desde cualquier carga eléctrica,
que oscila o que es acelerada; estando lejos de la carga, consiste en campos electromag-
néticos que vibran y se mueven a la velocidad de la luz.

393
onda óptica. Perturbación óptica relacionada con la luz o radiación electromagnética
que hace uso de sus propiedades ondulatorias.
onda térmica. Perturbación debida a una variación de temperatura, que se propaga a
través de un medio.
opacidad. Flujo de luz incidente sobre un medio dividido por el flujo de la luz
transmitida, la cual ha sido dispersada o absorbida.
opaco. Medio impermeable a los rayos de luz.
OPEC. Siglas en inglés de la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(Organization of Petroleum Exporting Countries), conocida en español como OPEP.
OPEP. Siglas en español de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
óptica. Ciencia que estudia los fenómenos asociados con la generación, transmisión y
detección de radiación electromagnética en el intervalo espectral de ondas, desde rayos
X hasta onda corta.
óptica física. Estudio de la interacción de ondas electromagnéticas en el intervalo de
frecuencias ópticas en un material que forma el sistema óptico.
óptica geométrica. La geometría de los caminos de los rayos de luz y el conjunto de
imágenes a través de un sistema óptico.
óptica ondulatoria. Rama de la óptica relacionada con la luz o radiación electromag-
nética, que hace uso de las propiedades ondulatorias de dicha radiación.
orientación. Dirección de los ejes de un cristal relativa a las caras de éste.// La
dirección de un edificio o colector solar.
orientación polar de un concentrador. Concentrador solar, principalmente del tipo
cilíndrico parabólico, donde el eje que tiene una orientación norte-sur, está alineado
paralelamente al eje polar de la tierra. Esto quiere decir que la irradiancia solar directa
es normal en los equinoccios.
oriente. Dirección a 90º del norte, hacia la derecha. En los equinoccios, el Sol sale por
este punto cardinal.
OTEC. Siglas en inglés de conversión de energía usando los gradientes térmicos en los
océanos (ocean thermal energy conversión).
oxidación. Reacción química en la que un elemento o compuesto se combina con
oxígeno.
oxirreducción. Oxidantes y reductores.
ozono (O3). Forma alotrópica del oxígeno como una molécula triatómica.
ozono estratosférico. Capa en el exterior de la atmósfera que absorbe la mayor
cantidad de radiación ultravioleta proveniente del Sol.

394
P
pánel fotovoltaico. Charola con celdas fotovoltaicas alineadas en varias hileras, que se
conectan en serie y en paralelo, generalmente para dar un voltaje máximo de 18 volts.
Esta charola se encuentra cubierta con una placa de vidrio, para proteger las celdas del
ambiente.
pánel fotovoltaico con concentrador. Pánel fotovoltaico que hace uso de lentes o un
concentrador con reflectores para incrementar la irradiancia solar sobre las celdas
fotovoltaicas.
pánel radiante. Dispositivo utilizado para calefacción, de manera que emite calor por
medio de un fluido que circula a través de él.
par electrón-hueco. Cuando se rompe un enlace covalente en un cristal, se libera un
electrón y queda un hueco en el lugar correspondiente, el cual podrá moverse si se
aplica un voltaje externo.
parábola. Curva cuya ecuación es y = ax2 + bx + c.
paraboloide de revolución. Platillo con perfil parabólico.
pasivo. Concepto usado en los sistemas solares térmicos, donde el movimiento del
fluido de transferencia de calor se mueve debido al cambio de densidades.
película antirreflejante. Película delgada de material dieléctrico colocada en un
material transparente para reducir su reflexión a la irradiancia solar.
película selectiva. Recubrimiento por electrodeposición, erosión iónica, atomización o
baños químicos, que forma una película sobre un metal, y tiene propiedades de
absortividad alta en el espectro visible y emisividad baja en el espectro infrarrojo.
pérdida de carga. Diferencia en presión entre dos puntos de un sistema con fluidos
dinámicos, causada principalmente por fenómenos de fricción en las paredes del ducto.
pérdida térmica. Energía o potencia transmitida hacia el exterior de un sistema en
forma de calor.
perigeo. En la órbita de un cuerpo, el punto con menor distancia al centro de tal órbita.
perihelio. Sobre la órbita planetaria, el punto que se encuentra más cercano al Sol.
persiana. Apertura en pared o techo con sesgos o tiras inclinadas que permiten la
entrada o bloqueo de rayos solares, así como la ventilación ambiental. Puede ser fija o
flexible.
persiana autorregulable. Ventana en el techo que puede estar abierta y ser usada para
ventilar, iluminar y colectar calor radiante.
PET. Siglas en inglés de polietileno de tereftalato (polyethylene terephtalate), un
material usado en energía solar.

395
pintura selectiva. Pintura comercial que tiene propiedades ópticas selectivas, alta
absortividad y baja emisividad.
piranómetro. Aparato utilizado para medir la irradiancia solar global.
piranómetro esférico. Piranómetro que mide la irradiancia sobre una superficie esférica.
pirheliómetro. Instrumento que mide la irradiancia solar normal directa, es decir, la que
incide de forma normal en dicho dispositivo, en todo momento. Necesita un sistema de
seguimiento solar para realizar tales mediciones.
pirgeómetro. Instrumento que mide la irradiancia atmosférica sobre una superficie
horizontal negra a temperatura ambiente.
pirradiómetro. Instrumento que mide irradiancia total (solar más terrestre).
pirradiómetro de balance. Véase pirradiómetro de irradiancia neta.
pirradiómetro de irradiancia neta. Instrumento para medir el flujo de irradiancia total
de la parte superior del sensor en posición horizontal, así como la parte inferior, de
manera que mide irradiancia solar, terrestre, superficial y atmosférica.
planta solar fotovoltaica. Decenas o centenas de páneles fotovoltaicos interco-
municados para generar corriente directa, que posteriormente puede convertirse en
corriente alterna para conectarse a la red.
planta solar térmica. Central solar-térmica que produce electricidad por medio de una
conversión concentrada de irradiancia solar. Para la producción de energía mecánica se
usa una turbina acoplada con un alternador para la producción de electricidad.
plasma. Fluido constituido por cargas eléctricas tanto positivas como negativas pero en
igual número, de manera que en conjunto se encuentra en un estado neutro. Tiene
luminosidad y se utiliza, por medio de erosión iónica, para depositar películas en
sustratos de vidrio, con el fin de generar filtros solares o espejos.
plásticos o plastómeros. Serie de materias primas que, al mezclarse con ingredientes
adecuados o aditivos, dan las materias plásticas de las cuales se obtienen los
semielaborados y productos finales. Los plastómeros y elastómeros pertenecen a esta
familia y se conocen como altos polímeros.
pleno. Ducto o tubería grande que distribuye o recoge un fluido hacia o desde un
circuito de ductos o tuberías más pequeñas.
pluviómetro. Aparato para medir la cantidad de agua precipitada durante la lluvia.
PMMA. Siglas en inglés de metacrilato de polimetilo (polymethyl metacrylate),
conocido como acrílico, y usado en dispositivos solares.
poder emisivo. Es la rapidez de emisión de energía radiativa por unidad de área de una
superficie.

396
polarización. Propiedad de una onda transversal que vibra u oscila. Es una magnitud de
carácter vectorial y tiene una dirección perpendicular a su dirección de propagación. Si
la propiedad de oscilación o vibración se realiza de modo predecible, se dice que está
polarizada en una dirección fija y siempre paralela a ésta (polarización lineal). También
se puede realizar con un vector que describa la vibración rotando a una frecuencia dada
alrededor de la dirección de propagación (polarización circular).
policristalino. Sustancia rígida formada por cristales pequeños orientados cada uno al
azar. La unión de cada uno de ellos se conoce como frontera o defectos de grano.
poliestireno. Aislante térmico rígido.
polietileno. Plástico delgado transparente o translúcido, usado como cubierta en
invernaderos.
poliuretano. Aislante térmico que puede aplicarse como una placa rígida o en forma de
espuma que fluye y se expande, en espacios regulares e irregulares.
polo celeste. Cualquiera de los dos puntos de intersección de la esfera celeste y la
extensión lineal del eje polar terrestre, que se conocen como norte y sur polar.
polo geomagnético. Cualquiera de dos puntos antípodas que marcan la intersección de
la superficie terrestre con el eje extendido de un dipolo, que se supone está localizado
en el centro de la Tierra y que se aproxima al campo magnético real de la Tierra.
portador. Electrón o hueco en un semiconductor tipo n y p.
portador mayoritario. Portador, electrón o hueco, que constituye más de la mitad de
portadores en un semiconductor.
portador minoritario. Portador, electrón o hueco, que constituye menos de la mitad del
número total de portadores en un semiconductor.
potencia calorífica. Cantidad de calor liberado en la combustión completa de una
unidad de peso o una unidad de volumen del combustible en cuestión.
potencia emisiva monocromática. Rapidez con que una superficie emite radiación
térmica de longitud de onda λ por unidad de área y por unidad de longitud de onda, en
todas direcciones.
potencia emisiva total. Rapidez con que una superficie emite energía radiante por
unidad de área en todas direcciones y en todo el espectro completo.
potencia pico. Véase carga pico.
precalentador solar. Uso de energía solar para calentar parcialmente una sustancia por
medio de un colector solar.
presión de radiación. Presión ejercida por los fotones provenientes de una fuente
luminosa, y que chocan con algún obstáculo. A nivel microscópico algunos fotones
pueden resultar rechazados por la presión de radiación.

397
proceso Czochralski. Método para hacer crecer cristales usando una semilla cristalina;
por ejemplo, silicio.
propiedades extensivas. Propiedad no inherente de un sistema, la cual cambia con la
cantidad de material en el sistema. El valor cuantitativo es igual a la suma de los valores
de la propiedad para los constituyentes individuales; por ejemplo, masa, volumen
energía, etc, son algunas propiedades de este tipo. Pueden cambiar con el tiempo.
propiedades hemisféricas radiativas. Propiedades radiativas de un elemento de
superficie que se promedian sobre todos los ángulos sólidos que pasan a través de un
hemisferio, cuyo centro es el elemento de superficie.
propiedades intensivas. Propiedades independientes de la cantidad, forma o tamaño de
la sustancia bajo consideración. Estas no son aditivas y pueden cambiar de lugar a lugar
en el sistema en cualquier momento. Además pueden ser función de la posición y el
tiempo; por ejemplo, volumen específico, presión, temperatura, etc.
PSA. Siglas de Plataforma Solar de Almería, en España. Es una institución donde se
llevan a cabo diferentes desarrollos sobre aplicaciones de la energía solar.
psicrometría. Rama de la termodinámica asociada con mediciones del contenido de
vapor de agua en el aire u otros gases.
psicrómetro. Instrumento que mide la temperatura de bulbo seco y la temperatura de
bulbo húmedo, para determinar la humedad relativa del aire u otros gases.
punto Aries o punto vernal. Intersección del Ecuador con la eclíptica o el punto del
cielo en que aparece el Sol en el instante del equinoccio de primavera (20 o 21 de
marzo).
punto eutéctico. Punto en el diagrama constituyente de una mezcla de sales que indica
la temperatura con un punto de fusión más bajo que el de los componentes de tal
mezcla.
punto Libra o punto del equinoccio de otoño. Intersección del Ecuador con la
eclíptica o el punto del cielo en que aparece el Sol, en el instante del equinoccio de
otoño (22 o 23 de septiembre).
PURPA. Siglas en inglés del Reglamento Regulador de Plantas Generadoras de
Electricidad, en EUA (Public Utility Regulatory Polices Act).

Q
quad. Unidad de energía calorífica igual a 1015 BTU o 1.055 x 1018 joules.
quántum. Entidad resultante de cuantización de un campo u onda, que tiene
propiedades semejantes a una partícula, como energía, masa, moméntum y momento

398
angular; por ejemplo, el fotón es un quántum de un campo electromagnético y el fonón
es el quántum de la vibración de una red cristalina.
quark. Una de las partículas hipotéticas base, cuya magnitud de carga es un tercio o dos
tercios de la carga del electrón; en teoría muchas partículas elementales pueden estar
formadas por quarks.

R
radiación. Emisión y propagación de energía electromagnética a través del espacio o de
algún material.
radiación circunsolar. Radiación solar dispersa por la atmósfera en un aro angular
alrededor del Sol. Produce la aureola solar, cuya extensión angular está directamente
relacionada con la turbidez atmosférica, por lo que aumenta al aumentar la turbidez.
Generalmente la anchura angular del Sol con su aureola se considera de 5 grados.
radiación espectral. Véase radiación monocromática.
radiación monocromática. Radiación electromagnética confinada en un intervalo muy
estrecho. Puede considerarse como sinónimo de radiación espectral, ya que ésta
generalmente se considera en un intervalo pequeño.
radiación nocturna. Cantidad en que la radiación infrarroja terrestre saliente excede la
irradiancia infrarroja entrante, que proviene del cielo.
radiador. Dispositivo destinado a la emisión de energía radiante.
radiador selectivo. Objeto que emite radiación electromagnética cuya distribución de
energía espectral difiere de la de un cuerpo negro pero con la misma temperatura.
radián. En una circunferencia, el arco cuya longitud es igual al radio. Esta unidad se
usa como medida de ángulos y arcos; por ejemplo, la longitud de una circunferencia es
2π rad, o sea 2π rad = 360°.
radiancia (W/m2 sr). Flujo radiante que sale o llega a una superficie en una dirección
dada por unidad de ángulo sólido y por unidad de superficie proyectada ortogonalmente
en esa dirección.
Radiation. Serie de satélites de observación destinada a medir irradiancia solar.
rayo. Curva cuya tangente en cualquier punto está en la dirección de propagación de la
onda de luz.
rayo convergente. En concentradores tipo parabólico, es el rayo reflejado que se dirige
al foco de la parábola.
rayo incidente. Rayo que llega a un colector solar.

399
rayo reflejado. Rayo que se refleja en un vidrio, espejo u otro objeto de cualquier
color.
rayo refractado. Rayo que al incidir en una lente cambia de dirección, debido a la
diferencia en índices de refracción de los medios.
razón de concentración. Razón de la densidad del flujo radiante saliente respecto al
flujo entrante.
reacción endotérmica. Reacción química que absorbe calor.
reacción exotérmica. Reacción química que libera calor.
reacción fotocrómica. Reacción química que produce cambio de color.
reacción fotoquímica. Reacción química influida o iniciada por luz, particularmente
luz ultravioleta.
reacción redox. Véase redox.
receptor. Dispositivo colocado en el foco de un concentrador solar que absorbe la
irradiancia solar directa en forma concentrada.
recombinación. Combinación y neutralización resultante de partículas u objetos con
cargas diferentes, como un hueco y un electrón, o un ión positivo y otro negativo.
recubrimiento metálico. Formación de una película metálica adherente sobre un
objeto. Frecuentemente este método se usa en películas selectivas como niquelado y
cromo negro.
redox. Proceso químico en el que ocurren reducción y oxidación.
reducción fotoquímica. Reducción química producida por radiación electromagnética.
reducción química. Reacción química de hidrógeno con otra sustancia. También
conocida como reacción química en la que un elemento gana un electrón.
reflectividad. Propiedad de una superficie que describe qué fracción de energía
incidente es reflejada por la superficie.
reflectividad difusa hemisférica. Propiedad de un cuerpo cuando la energía incidente
en cierta dirección se refleja con una intensidad uniforme en todas las direcciones,
apareciendo igualmente brillante en cualquier dirección.
reflectividad espectral bidireccional. Propiedad dependiente de la temperatura. Es la
razón que expresa la contribución de la intensidad espectral que incide con cierto
ángulo, y que ésta proporciona a la intensidad espectral reflejada en una determinada
dirección diferente de la de incidencia. El término bidireccional debe entenderse como
el ángulo con que la energía incidente llega sobre la superficie, pero también depende
de la dirección considerada para la energía reflejada.

400
reflectividad espectral direccional-hemisférica. Energía reflejada en todos los
ángulos sólidos dividida entre la energía incidente espectral con una sola dirección. En
reciprocidad, se obtiene la intensidad uniforme incidente en todas direcciones (véase
reflectividad espectral hemisférica-direccional).
reflectividad espectral hemisférica. Si la energía incidente espectral llega desde todos
los ángulos del hemisferio, entonces la fracción de la intensidad que se refleja en un
determinado ángulo se conoce como reflectividad espectral hemisférica.
reflectividad espectral hemisférica-direccional. Esta propiedad se refiere a cuando la
intensidad espectral se refleja en una sola dirección pero con una radiación incidente
espectral que llega en todas direcciones.
reflectividad especular. Reflectividad de ondas electromagnéticas que al ser reflejadas
viajan en una determinada dirección; además, las direcciones de las ondas incidentes y
reflejadas hacen ángulos iguales con una línea perpendicular a la superficie reflejante en
el mismo plano. En otras palabras, también es una superficie reflejante (metal o vidrio
aluminizado o plateado) que da una imagen directa de la fuente, con el ángulo de
reflexión igual al de incidencia.
reflectividad mixta. Reflectividad de radiación electromagnética por una superficie
áspera con grandes irregularidades.
reflectividad monocromática. Reflejancia óptica restringida a un intervalo muy
estrecho de irradiancia solar.
reflectividad múltiple. Véase reflectividad secundaria.
reflectividad secundaria. Reflectividad de la luz que se regresa y vuelve a incidir
varias veces en superficies de alta reflejancia.
reflectividad selectiva. Reflejancia de radiación electromagnética en ciertas longitudes
de ondas.
reflectividad total bidireccional. La contribución hecha por la energía incidente total
en una dirección dada a la intensidad total reflejada en otra dirección dada, se conoce
como reflectividad total bidireccional.
reflectividad total direccional-hemisférica. Es la fracción de la energía total incidente
en una dirección dada, que se refleja en todas las direcciones angulares.
reflectividad total hemisférica. Si la radiación total incidente llega a todos los ángulos
del hemisferio, la razón de ésta con la reflejada en todas direcciones, se conoce como
reflectividad total hemisférica.
reflectividad total hemisférica-direccional (sólo para irradiancia difusa incidente).
Se conoce como la razón de la intensidad reflejada dividida entre la intensidad incidente.

401
reflectómetro. Instrumento fotoeléctrico para medir la reflejancia óptica de una super-
ficie reflejante.
reflector. Material que refleja la irradiancia solar.
reflector blanco. Reflector que refleja la energía radiante en todas las longitudes de
onda y no absorbe nada.
reflector de Fresnel. Dos o más espejos planos inclinados en forma escalonada que
concentran la irradiancia solar directa sobre un absorbedor.
reflector difuso. Cualquier superficie cuyas irregularidades son tan grandes compa-
radas con la longitud de onda de la radiación incidente, que los rayos reflejados están en
una multiplicidad de direcciones.
reflector especular. Superficie reflejante (metal pulido o vidrio aluminizado o
plateado) que da una imagen directa de la fuente, con el ángulo de reflexión igual al de
incidencia.
reflejancia. Razón de la energía transportada por una onda reflejada por una superficie,
respecto a la energía transportada por la onda incidente sobre dicha superficie.
reflexión. Regreso de ondas o partículas desde una superficie en la que incidieron.
reflexividad. Véase reflectividad.
refracción. Cambio de dirección en la propagación de las ondas electromagnéticas
cuando pasan de un medio a otro, donde la velocidad de onda es diferente.
refractividad. Medida cuantitativa de refracción, generalmente índice de refracción.
refractómetro. Aparato utilizado para medir los índices de refracción.
refrigeración. Enfriamiento de un espacio o sustancia, a una temperatura menor que la
ambiental.
refrigeración pasiva. Sistema de enfriamiento solar que opera por medio de la
gravedad y en el que existe evaporación para recuperar y transferir energía.
refrigeración por absorción. Refrigeración por medio de la expansión de amonio
líquido en gas y absorción del gas por agua; el amonio se reúsa después de que el agua
se evapora.
refrigeración por adsorción-desadsorción. Usando sólidos o líquidos adsorbentes es
posible eliminar el vapor de agua existente en el aire. Los materiales pueden regenerarse
por medio de calor solar. De esta forma, el agua se usa para enfriar corrientes de aire
por saturación parcial, de manera que el aire está en condiciones de enfriar el sistema.
refrigeración por compresión de vapor. Ciclo de refrigeración en el que el
refrigerante es circulado por una máquina que permite la ebullición o evaporación
sucesiva del líquido refrigerante. Cuando éste pasa a través de la válvula de expansión,

402
produce un efecto de enfriamiento en su vecindad, seguido por una compresión de
vapor en líquido.
refrigeración solar. Enfriamiento que es mecánicamente suministrado por energía solar
o realizado por medio de un sistema solar pasivo. En el primer caso, se usan bombas de
calor o dispositivos eléctricos solares que mecánicamente pueden enfriar el espacio
vecinal. En el segundo, sombreados horizontales, ventilación, arquitectura solar,
sumideros de calor masivos y otros elementos que contribuyen al enfriamiento.
refrigerante. Fluido de trabajo, como el freón, utilizado en dispositivos de enfriamiento
para absorber y disipar el calor.
rejilla para fotocelda. Malla colocada sobre una celda fotovoltaica que realiza la
función de electrodo.
reloj de Sol. Instrumento que indica la hora por medio del Sol. Se compone de una
varilla o paleta delgada que produce una sombra sobre un plato calibrado, donde están
marcadas las horas, así la sombra sobre éstas señala la hora del día según la posición del
Sol.
resistencia térmica. Medida de la habilidad de un cuerpo para evitar que fluya calor a
través de él.
resistividad térmica. Recíproco de conductividad térmica.
respuesta espectral. Respuesta de un dispositivo o material a la luz monocromática
como función de la longitud de onda.

S
sal eutéctica. Composición particular de una mezcla de sales que permite bajar el punto
de fusión comparado con sales puras.
sal fundida. Fluido de transferencia de calor, compuesto generalmente por sales
eutécticas, el cual se utiliza en sistemas de torre de central y en canal parabólico. Estas
sales pueden ser almacenadas o transferir su calor al fluido de trabajo.
sales. Compuestos químicos, sólidos a temperatura ambiente, los cuales se caracterizan
por un enlace iónico entre un componente electropositivo (metálico) y otro
electronegativo (radical ácido o residuo halogénico).
salida del Sol. Véase amanecer.
salmuera. Solución con sales disueltas cuya salinidad es mayor que la del agua de mar.
satélite artificial. Cuerpo lanzado desde la Tierra, dotado de una velocidad tangencial
que lo obliga a girar alrededor de la Tierra.

403
satélite artificial geoestacionario. Satélite artificial que describe una órbita completa
alrededor del Ecuador en 24 horas exactas. Por esta razón da la impresión de estar fijo.
saturación. Condición en que la presión parcial de cualquier fluido constituyente es
igual a su máxima presión parcial posible bajo las condiciones ambientales existentes,
de manera que cualquier aumento en la cantidad de ese constituyente, iniciará dentro de
él un cambio a un estado más condensado.
SCE. Siglas en inglés de la Compañía de Electricidad del Sur de California (Southern
California Edison Co), la cual compra la electricidad generada por las plantas
termosolares SEGS.
SDWH. Siglas en inglés de colector solar doméstico para calentar agua (solar domestic
water heating).
secador solar. Dispositivo construido con colectores planos o concentradores solares
para producir aire caliente, el cual se hace circular a través de un material que se desea
secar para reducir su humedad.
SEGS. Siglas en inglés de los módulos solares de canal parabólico (solar electric
generating systems), construidos por LUZ.
seguidor solar. Mecanismo automático que permite que un concentrador o colector
solar se mueva a lo largo del día, para que esté enfocado de manera que la irradiancia
sea máxima sobre su apertura. Este mecanismo generalmente se usa en sistemas
fotovoltaicos y concentradores solares de alta temperatura.
seguidor solar de dos ejes. Mecanismo montado en un sistema de concentración
puntual. El más conocido es la montura ecuatorial, que consta de dos ejes
perpendiculares: un eje polar, colocado en posición paralela al eje de rotación de la
Tierra, y que corrige el ángulo horario (movimiento este-oeste), y un segundo eje,
conocido como eje de declinación, que se ajusta una vez al día. Existe también la
montura acimutal, la cual es una combinación de un eje vertical y otro horizontal; sin
embargo, no se pueden usar en seguimientos prolongados, ya que implicaría ajustar
continuamente los dos ejes de la estructura.
seguidor solar de un eje. Mecanismo montado en sistemas de concentración de foco
lineal. El concentrador puede estar en posición horizontal con orientación norte-sur y
movimiento diario este-oeste. Otra alternativa es la posición horizontal con orientación
este-oeste y movimiento diario en dirección norte-sur. Finalmente existe la posición
polar norte-sur con movimiento diario este-oeste.
segundo. Unidad de tiempo, que se define como la duración de 9 192 631 770 periodos
de la radiación correspondiente a la transición entre los dos niveles hiperfinos del estado
base del átomo de Cesio 133.

404
SEIA. Siglas en inglés de la Asociación de Industrias de Energía Solar, de EUA (Solar
Energy Industries Association).
selenuro de cobre-indio (CuInSe2). Material utilizado en la fabricación de celdas
solares. Está formado como un compuesto de cobre, indio y selenio
semiconductor. Sólido cristalino cuya conductividad eléctrica es intermedia entre un
conductor y un aislante. Su valor oscila entre 105 y 10-7 mhos por metro y,
generalmente, su conductividad depende de la temperatura.
semiconductor extrínseco. Semiconductor cuyas propiedades eléctricas dependen de
las impurezas añadidas al cristal semiconductor.
semiconductor intrínseco. Semiconductor cuya concentración de portadores de carga
es característica del material y no de sus impurezas o defectos en su estructura
cristalina. Se conoce también como semiconductor tipo i.
semiconductor tipo n. Semiconductor extrínseco en que la densidad de conducción de
electrones excede a la de huecos.
semiconductor tipo p. Semiconductor extrínseco en que la densidad de huecos excede
a la densidad de conducción de electrones.
semiconductor tipo p+ . Semiconductor tipo p en el que el exceso de la concentración
de huecos móviles es muy grande.
sensibilidad espectral. Véase respuesta espectral.
SERI. Siglas en inglés del anterior Instituto de Investigaciones en Energía Solar, de
EUA (Solar Energy Research Institute), hoy conocido como NREL.
serpentín. Tubo de diámetro pequeño respecto a su longitud. Usualmente está curvado
varias veces sobre sí mismo, de manera que ocupa poco espacio y presenta una gran
superficie de irradiancia.
siemens (S). Unidad de conductancia, admitancia y suceptancia igual a la conductancia
entre dos puntos de un conductor, de manera que la diferencia de potencial de 1 volt
entre estos puntos produce una corriente de un ampere. La conductancia de un
conductor en siemens es el recíproco de ohm.
silicio (Si). Elemento no metálico del grupo IV, con número atómico 14 y peso atómico
28.086.
silicio amorfo. Material utilizado en la fabricación de semiconductores, que no tiene
estructura cristalina.
silicio monocristalino. Silicio cristalino crecido artificialmente y en el que todas las
partes tienen la misma orientación cristalográfica.
silicio policristalino. Material compuesto de pequeños cristales de silicio orientados al
azar y unidos por la denominada frontera de grano.

405
silicón. Material construido de polímeros que contienen átomos de silicio y oxígeno. En
su forma comercial es repelente al agua y se usa como sello en dispositivos solares.
simetría cristalina. Repetición de un elemento real de acuerdo con ciertas leyes. Es una
de las propiedades esenciales de la materia cristalina.
simulador solar. Arreglo con base en lámparas de halógeno que se utiliza en lugares
cerrados para simular artificialmente la irradiancia solar. Generalmente se emplea para
evaluar dispositivos solares chicos.
sinéresis. Fenómeno que consiste en la contracción espontánea de un gel con la
separación de la parte líquida.
sistema de captación solar. Elementos que captan la irradiancia solar y la transforman
en una forma de energía útil.
sistema de control. Sistema en que las salidas de uno o más componentes son forzadas
a cambiar de una manera deseada en función del tiempo.
sistema de sombreado. En un edificio, elementos que producen sombra en épocas de
alta irradiancia solar.
sistema óptico. Sucesión de dos o más superficies refringentes o reflejantes, utilizadas
para obtener la imagen de un objeto.
sistema para almacenar calor. Dispositivo utilizado para almacenar fluidos de
transferencia de calor que han absorbido el calor generado por la irradiancia solar sobre
un colector o concentrador.
sistema solar activo. Sistema solar para calentamiento o enfriamiento que opera por
medios mecánicos, como motores, bombas o válvulas.
sistema solar pasivo. Sistema solar para calentamiento o enfriamiento que opera por
medio de la gravedad, flujo de calor o evaporación sin la intervención de dispositivos
mecánicos para captar y transferir energía.
sistemas cristalinos. Cada una de las siete posibles agrupaciones de clases cristalinas.
SMN. Siglas del Servicio Meteorológico Nacional, en México.
SNLA. Siglas en inglés de los Laboratorios Nacionales de Sandia en Albuquerque, de
EUA (Sandia National Laboratories at Albuquerque), que realizan grandes proyectos de
energía solar.
sobrecalentamiento. Efecto que, bajo ciertas condiciones, sufre un conductor al ser
calentado en demasía, lo que ocasiona la pérdida o degradación de sus propiedades.
Sol. Estrella alrededor de la cual gira la Tierra. Consta de una acumulación de gas con
un diámetro de 1.4 x 106 km, que se mantiene compactado debido a su gravedad. En su
interior, se realizan reacciones de tipo termonuclear que convierten hidrógeno en helio,
y son generadoras de la energía que emite.

406
Sol aparente. Sol como le aparece a un observador.
Sol ficticio. Debido a que la órbita aparente recorrida por el Sol es una eclíptica, la cual
está inclinada unos 23º respecto al Ecuador, el movimiento del Sol no es uniforme. Para
simplificar cálculos, se considera que este cuerpo celeste tiene un movimiento uniforme
y se conoce como Sol ficticio, que coincide con el Sol verdadero en el perigeo y en el
apogeo.
Sol medio. Movimiento uniforme de un Sol hipotético que recorre el ecuador.
Sol verdadero. Dado que el movimiento del Sol no es uniforme, no se puede utilizar
para medir tiempos, pues en el perigeo va más deprisa que en el apogeo. Se considera
que recorre el plano que es de la eclíptica y que corta al Ecuador en la línea de los
equinoccios.
solana. Espacio cerrado cubierto con vidrio donde los rayos solares pueden penetrar.
SolarPACES. Denominación formada parcialmente con las siglas en inglés, de los
Sistemas Generadores de Electricidad y Sistemas Químicos (Solar Power and Chemical
Energy Systems). Estos constituyen un programa dependiente de la Agencia
Internacional de Energía, en el que los países constituyentes se enfocan a la solución de
aspectos relacionados con la generación de electricidad por medio de concentradores,
así como a la desintoxicación de agua contaminada con sustancias tóxicas por medio de
concentración solar.
soleado. Días claros o con poca nubosidad.
soles. En lugar del factor de concentración, algunas veces se utiliza la cantidad
adimensional sol para referirse al flujo de irradiancia solar en forma natural que recibe
una superficie plana. Esta cantidad puede multiplicarse decenas de veces, por medio de
concentradores.
solsticio. Cada uno de los dos instantes del año cuando la Tierra se localiza en su órbita
de manera que la inclinación del eje polar (23.5º) está hacia el Sol: junio 21 para el
hemisferio norte y diciembre 22 para el hemisferio sur. Durante esta época el Sol
alcanza los dos puntos de la eclíptica más alejados del Ecuador.
solución. Mezcla de líquido, sólido o gas cuyos componentes están distribuidos unifor-
memente.
soluto. Sustancia disuelta en un solvente.
solvente. La parte de una solución que está presente en mayor cantidad.
sublimación. Transformación directa de un sólido en vapor.
superficie selectiva. Película adherida a un sustrato con alta absortividad en el espectro
visible y baja emisividad en el infrarrojo. Véase película selectiva.

407
sur. Uno de los puntos cardinales. De las dos intersecciones del plano meridiano con el
horizonte, el punto Sur es aquel orientado en sentido opuesto a la Estrella Polar. Su
dirección está a 180º del norte.
sustentabilidad. Condiciones que aseguran la existencia de la raza humana, por medio
de geosistemas que pueden ayudar al desarrollo de la humanidad.
sustentable. Acción que no daña el hábitat para las generaciones subsecuentes y les
permitirá realizar y disfrutar una forma de vida semejante o mejor que las normas
actuales.

T
tabla solar. Listado donde se encuentran los valores de acimut y altura.
tedlar. Nombre comercial del fluoruro de polivinil.
teflón. Materia plástica fluorada con propiedades dieléctricas, ópticas y mecánicas
importantes. Éste se obtiene por polimerización del tetrafluoretileno.
telurio de cadmio (CdTe). Material oscuro formado por cristales cúbicos con un punto
de fusión a 1 080ºC. Es soluble con descomposición en ácido nítrico, y se usa para
construir semiconductores y celdas fotovoltaicas.
temperatura. Índice térmico en el cual se encuentra una determinada cantidad de
energía. También se considera como la medida de calentamiento o enfriamiento de un
objeto o sustancia respecto a un valor de referencia estándar. Más formalmente, la
temperatura se relaciona con la energía cinética de las moléculas, y se puede definir
como la condición de un cuerpo que determina su transferencia de calor desde o hacia
otros cuerpos.
temperatura de confort. Cualesquiera de los índices a los que la temperatura del aire
se ajusta para proporcionar confort o disconfort humano, bajo las condiciones
prevalecientes de temperatura, humedad, irradiancia solar y viento.
temperatura efectiva. Temperatura que, sin movimientos de aire, induciría a un
trabajador sedentario con vestimenta ordinaria y en el interior de un edificio, la misma
sensación de confort inducida por las condiciones reales de temperatura, humedad y aire
en movimiento.
temperaturas absolutas (K). Escala de temperaturas definidas por Kelvin por medio
de TK = Tc + 1/γ, donde TK es temperatura absoluta, Tc temperatura en ºC y γ coeficiente
de dilatación de los gases ideales a presión constante. Como 1/γ = 273.14, TK = Tc +
273.14.

408
tensión de vapor. Presión máxima del vapor saturado en presencia de un líquido con el
cual está en equilibrio a cierta temperatura.
tensión de Zener. Véase voltaje Zener.
termistor. Componente de un circuito resistivo que tiene un coeficiente de temperatura
negativo, de manera que presenta cambios grandes de su resistencia con cambios
pequeños de temperatura.
termocirculación. Véase circulación natural.
termoclina. Gradiente de temperatura en la capa de un estanque solar, natural o en el
océano, en que la temperatura disminuye o aumenta con la profundidad. También se
conoce como la capa de un cuerpo o almacén de calor que está estratificado
térmicamente.
termocromismo. Propiedad reversible de una película de cambiar de color según los
cambios de temperatura.
termodifusión. Fenómeno de difusión que se produce en el seno de un gas al existir un
gradiente térmico. Véase difusión térmica.
termodinámica. Rama de la física que busca derivar de postulados básicos, las
relaciones entre propiedades de la materia, especialmente las afectadas por intercambio
de energías en forma de calor entre un sistema y otro; generalmente la energía y el
trabajo de un sistema a nivel de macroescala. A microescala se estudian estos
fenómenos por medio de la mecánica estadística, mediante la teoría cinética de gases.
termoelectricidad o efecto termoeléctrico. Conversión directa de calor en energía
eléctrica o a la inversa, en la que se involucran los efectos Seebeck, Pelttier y Thomson.
Sin embargo, por convención excluye otros fenómenos como la emisión termoiónica.
termografía. Fotografía que usa la radiación en la región del infrarrojo (calor) emitida
por objetos en un intervalo de temperaturas predeterminado y que involucra colores
para distinguirlos por medio de papel o a través de una pantalla.
termógrafo. Instrumento que percibe, mide y registra la temperatura de la atmósfera.
termograma. Registro realizado por un termógrafo.
termohalina. Propiedad relativa a la actividad conjunta de temperatura y salinidad en
estanques solares.
termoisopleta. Un isograma o isopleta de temperatura es, específicamente, una línea
sobre una gráfica climática que muestra la variación de temperatura en relación con dos
coordenadas.
termólisis. Disociación de una sustancia por medio de calor.
termoluminiscencia. Cualquier luminiscencia que aparece en un material debido a la
aplicación de calor.

409
termometría. Ciencia y tecnología para la medición de temperatura, así como el
establecimiento de estándares para medir ese parámetro.
termómetro. Instrumento utilizado para medir la temperatura.
termómetro diferencial. Conexión de dos termopares en serie, donde debe haber dos
uniones del mismo metal, para medir la diferencia de temperatura entre ellas, tomando
una como punto de referencia. También se conoce al termómetro bimetálico como
termómetro diferencial.
termómetro termoeléctrico primario. Termómetro eléctrico que consiste en un
termopar. Una porción de uno de sus conductores se mantiene a una temperatura fija y
conocida (referencia), generalmente 0ºC, de manera que es posible medir temperaturas
con mayor precisión en los extremos que forman el circuito abierto de dicho termopar
mediante un voltímetro. En la actualidad, la referencia se sustituye por dispositivos
electrónicos que la simulan.
termomigración. Técnica utilizada para el dopado de semiconductores, en la que
cantidades exactas de impurezas conocidas son expuestas para emigrar del lado frío de
una oblea de tal material a la parte caliente, cuando se calienta en un horno.
termopar. Dispositivo que consiste básicamente en dos conductores diferentes y
unidos. El voltaje termoeléctrico desarrollado en estas dos uniones es proporcional a la
diferencia de temperatura entre las uniones (efecto Seebeck).
termopar diferencial. Véase termómetro diferencial.
termopila. Arreglo de termopares conectados en serie o paralelo para obtener a la salida
un voltaje o una corriente alta. Se utiliza para medir temperatura o energía radiante o
para convertir energía radiante en eléctrica.
termoquímica. Parte de la química que estudia el comportamiento de las reacciones
químicas cuando existe absorción de calor.
termorregulador. Termostato de alta sensibilidad.
termosifón. Fenómeno que se presenta en un sistema cerrado de tubos conectados a una
máquina enfriada por agua, que permite la circulación natural y enfriamiento del
líquido, utilizando la diferencia en densidad de las porciones fría y caliente. También se
conoce como la convección natural utilizada en un colector solar pasivo con almacén
térmico, donde el agua caliente se almacena en este último.
termostato. Dispositivo que se utiliza para mantener la temperatura deseada de un
sistema cerrado.
termoswitch. Interruptor térmico.
termounión. Empalme termoeléctrico en una de las superficies de contacto entre los
dos conductores de un termopar.

410
tiempo aparente. Véase tiempo solar aparente.
tiempo solar aparente. Tiempo medido por el movimiento aparente diurno del Sol.
tiempo solar promedio. Tiempo de un Sol promedio ficticio que viaja con una
velocidad uniforme a través del firmamento a lo largo del año.
tiempo solar verdadero. Ángulo horario del Sol o ángulo que forma con el meridiano
del lugar.
torre de viento. Dispositivo utilizado para la circulación natural del aire en el interior
de un edificio.
transferencia de calor. Movimiento de calor de un cuerpo a otro por medio de
radiación, conducción o convección.
translúcido. Medio que transmite rayos de luz en forma difusa y que no es transparente.
transmisividad. Transmitancia interna de una pieza de una sustancia no difusora y de
espesor unitario.
transmisividad monocromática hemisférica. Fracción de radiación monocromática
que puede transmitirse a través de un medio semitransparente.
transmisividad total hemisférica. Al integrar en todas las longitudes de onda la trans-
misividad monocromática hemisférica, se obtiene la transmisividad total hemisférica.
transmitancia (τ). Propiedad de un material que determina la fracción de energía que
en el origen de su trayectoria sería trasmitida a través de un espesor dado.
transmitancia interna. Valor corregido de la transmitancia para eliminar los efectos de
dispersión y reflexión de la superficie de la sustancia en cuestión, es decir, la razón de la
potencia radiante que alcanza la salida superficial de la sustancia en cuestión en relación
con la potencia radiante que abandona la superficie de entrada.
transmitividad. Véase transmisividad.
transparencia. Cualidad de una sustancia de transmitir luz de diferentes longitudes de
onda, algunas veces medida en porcentaje de la radiación que penetra una distancia de
un metro.
transparente. Que permite el paso de radiación o partículas.
triforio. Bóveda o cúpula sobre el nivel del techo.
TRNSYS. Siglas en inglés de Transient Systems Simulation, un programa desarrollado
en la Universidad de Wisconsin para la simulación de sistemas solares en transitorios.
tubo de calor. Dispositivo de transferencia de calor que consiste en un tubo metálico
sellado con un forro interno de material capilar retorcido y una pequeña cantidad de
fluido en un vacío parcial; el calor se absorbe en un extremo por evaporación del fluido
y es liberado en el otro extremo por condensación del vapor.

411
turbidez. Medida de la claridad de un líquido mediante escalas calorimétricas.
Aparición brumosa o nubosidad en un líquido naturalmente claro, causada por la
suspensión de gotas líquidas coloidales o sólidas finas.
turbina. Máquina utilizada para transformar la energía existente en la corriente de un
fluido en energía mecánica rotatoria.

U
UABC. Universidad Autónoma de Baja California, en México. Realiza proyectos de
investigación en energía solar, entre otros.
UAEMEX. Universidad Autónoma del Estado de México, en Toluca, Edo Méx. Lleva a
cabo proyectos de investigación en energía solar, entre otros.
UAG. Universidad Autónoma de Guanajuato, en la ciudad de Guanajuato, México.
Efectúa proyectos de investigación en energía solar, entre otros.
UAM. Universidad Autónoma Metropolitana, en México, DF. Realiza proyectos de
investigación en energía solar, entre otros.
UAQR. Universidad Autónoma de Quintana Roo, Campeche, México. Esta Universidad
lleva a cabo proyectos de investigación en energía solar, entre otros.
UAS. Universidad Autónoma de Sonora, en Hermosillo, México. Efectúa proyectos de
investigación en energía solar, entre otros.
UAY. Universidad Autónoma de Yucatán, en Mérida, México. Lleva a cabo proyectos
de investigación en energía solar, entre otros.
ultravioleta (UV). Perteneciente a la radiación ultravioleta. Se definen tres intervalos
de ultravioleta: el 95 % de la irradiancia UV que logra atravesar la atmósfera y llega a la
Tierra se conoce como UV-A, de 315 a 400 nm; el 5 % restante es UV-B, la cual
corresponde a un intervalo de 280 a 315 nm. La UV-C es menor de 280 nm, en general
corresponde a un intervalo de 200 a 280 nm y se produce con lámparas artificiales. El
tipo UV germicida se encuentra cercano a 254 nm.
umbráculo. Cobertizo para resguardar las plantas del Sol.
UNAM. Universidad Nacional Autónoma de México. Realiza proyectos de investiga-
ción en energía solar, entre muchos otros.
UNDF. Siglas en inglés del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (United
Nations Development Programme).
unión. Región de transición entre dos regiones semiconductoras diferentes en un
dispositivo semiconductor tal como una unión pn, o entre un metal y un semiconductor.

412
unión termoeléctrica. Véase termounión.

V
vacío. En sentido estricto es el espacio carente de materia. En sentido más amplio es el
estado de rarefacción más o menos acentuada de un gas contenido en un recipiente.
vacuómetro. Dispositivo para medir presiones por abajo de la atmosférica.
valor R. Unidad para medir el valor aislante de un material o sustancia, o sea su
resistencia al flujo de calor. Entre mayor sea su valor, mejores propiedades de aislante
térmico tendrá. Se conoce como resistencia térmica.
valor U. Unidad utilizada para medir la habilidad de un material para transmitir calor en
un edificio. Más formalmente, es el coeficiente total de transferencia de calor de un
material, o sea, la combinación de varios coeficientes de transferencia de calor:
radiación, convección y conducción. Es el inverso del valor R.
válvula check o válvula de no retorno. Dispositivo para limitar automáticamente el
flujo en un sistema en una sola dirección.
válvula de expansión. En un fluido, válvula que al bajar su presión hace que aumente
el volumen de dicho fluido.
vaporización. Conversión de una sustancia química de un estado líquido o sólido a un
estado gaseoso o de vapor por la aplicación de calor, sea reduciendo la presión o por la
combinación de ambos procesos.
vatio. Sinónimo de watt.
ventana inteligente. Vidrio con recubrimiento de películas especiales, que tiene la
propiedad de cambiar su transmitancia ante cambios de temperatura, irradiancia solar,
presión, etc. Estas son ventanas de tipo activo.
ventila. Apertura diseñada para permitir el flujo de aire.
ventilación. Arreglo para el movimiento, circulación y control de calidad de aire en un
espacio cerrado.
ventilación artificial. Introducción de un flujo de aire a un espacio cerrado por medios
mecánicos o de otro tipo.
ventilación natural. Ventilación débil y variable en un espacio cerrado causada por la
diferencia en la densidad del aire por medio de chimeneas o ventiladores pasivos.
vidrio. Material ampliamente empleado en la energía solar. Es un material duro,
amorfo, inorgánico, usualmente transparente y quebradizo. Se fabrica por la fusión de

413
silicatos y algunas veces con boratos y fosfatos, que con ciertos óxidos básicos evitan
que al enfriarse rápidamente se cristalice.
viento solar. Flujo supersónico de gas compuesto de hidrógeno y helio ionizado que
fluye continuamente del Sol hacia el sistema solar con velocidades de 300 a 1000 km/s,
y, además, lleva campos magnéticos del Sol.
viscosidad. Resistencia de un sistema líquido o gaseoso al flujo cuando está sujeto a
esfuerzo cortante. También se conoce como fricción interna o resistencia al flujo.
visera. Objeto que se coloca encima de la frente para defender la vista de la luz directa.
voltaje de falla Zener. Resulta de una falla no destructiva en un semiconductor, la cual
ocurre cuando el campo eléctrico a través de la región de obstrucción es lo
suficientemente alto. Produce una forma de emisión de campo y aumenta repentina-
mente el número de portadores en esta región.
voltaje Zener. Voltaje medido a una corriente predeterminada en una región de
interrupción eléctrica de un diodo semiconductor. También se conoce como el voltaje al
que ocurre una interrupción eléctrica en un semiconductor
vuelo o voladizo. Distancia que un techo proyecta más allá del muro, medida
horizontalmente.

W
Watt pico. Unidad para medir el máximo funcionamiento de un dispositivo solar. Se
usa ampliamente en la generación de electricidad, sea por métodos fototérmicos o
fotovoltaicos.
WMO. Siglas en inglés de Organización Mundial de Meteorología (World Meteorological
Organization).
WRC. Siglas en inglés de Centro Mundial de Radiación (World Radiation Center).

Z
zapata. Elemento de soporte en la base de una columna, principalmente de concreto,
que tiene como objetivo principal la repartición de los empujes sobre el terreno.
zenit. Véase cenit.
zona de confort. Intervalo de temperaturas interiores, humedad y movimiento del aire,
con las cuales las personas consideran que física y mentalmente disfrutan el ambiente.

414
zona de gradiente salino. En un estanque solar, es la zona comprendida entre las zonas
convectivas superior e inferior, la cual trabaja como aislante térmico debido a que es
una zona no convectiva.
zona de gradiente térmico. Al establecerse un gradiente salino en un estanque solar, se
genera un gradiente térmico, ya que la radiación penetra al fondo del estanque, donde la
salmuera saturada la absorbe y se calienta de tal manera que, una vez elevada su
temperatura, la zona no convectiva evita que se enfríe.
zona inferior de un estanque solar. Zona constituida por una solución saturada de sal,
la cual es convectiva. Al atraparse la irradiancia solar en ésta, se calienta hasta
temperaturas del orden de 100ºC, de manera que funciona como captador solar y
almacén térmico.
zona superior de un estanque solar. Zona de agua dulce o de poca salinidad, que sirve
para establecer el gradiente salino del estanque.

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www.meteofa.mil.ar/biblioteca/heliofania.htm
www.harcourt.com/dictionary/
www.astrored.org/doc/curso/page2.html

417
RECONOCIMIENTOS

Cap 1

Las secciones 1.3, 1.4 y 1.5 de la publicación original fueron realizadas en su mayoría
por Vicente Estrada-Cajigal, y la captura de gran parte de la información meteorológica
por Joel Barrientos Ávila.
Iván Martínez, Arturo Sáez y Álvaro Lentz hicieron el laborioso trabajo de escanear y
corregir los mapas.
Genaro Correa enriqueció con comentarios importantes este capítulo.

Cap 2
Varias dependencias de la UNAM apoyaron la realización de este estudio, facilitando
espacio físico, becas e instalaciones para la experimentación: Instituto de Física,
Instituto de Química y Centro de Investigación en Energía; mientras que el patrocinio
provino de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA).
El doctor Chen Jiefeng, investigador visitante del Shanghai Institute of Ceramics, trabajó
con los autores brindando su amplia experiencia y conocimientos.
El maestro Héctor Cruz Manjarrez aportó valiosos comentarios y ayuda técnica.
El señor Gabriel Mendoza Vega proporcionó ayuda técnica de enorme importancia para
la realización del trabajo experimental.
Los árbitros —uno interno del IIUNAM y otro externo a esta institución—contribu-
yeron con inestimables comentarios que ayudaron en mucho a mejorar este capítulo.

Cap 3
El doctor Marcos Mazari facilitó, en el Instituto de Física de la UNAM, el uso de la
infraestructura necesaria para fabricar las películas en estudio.
La DGAPA y el CONACYT patrocinaron parte de este proyecto. La Dirección General
de Intercambio Académico y la Dirección General de Estudios de Posgrado, ambas de

419
la UNAM, financiaron parcialmente la estancia de investigación del primer autor,
Genaro Correa, en Argentina.
El doctor P K Nair y el maestro Héctor Cruz Manjarez brindaron facilidades para
analizar y medir, respectivamente, la transmisividad de las películas, y proporcionaron
valiosas sugerencias. El doctor Juan Carlos Cheang Wong realizó los análisis de RBS.
En Argentina, la doctora Cristina Oviedo, de la Comisión Nacional de Energía Atómica,
del Centro Atómico Constituyentes, proporcionó el equipo para las pruebas de espec-
troscopía de fotoelectrones (ESCA).
En ese mismo país, la doctora Blanca Rosales, directora del Departamento de Corrosión
del Centro de Investigaciones Científicas y Técnicas de las Fuerzas Armadas (CITEFA),
invitó al primer autor a efectuar una estancia de investigación en dicho Centro, donde
prestó además las facilidades necesarias para realizar los experimentos. También en
CITEFA, Dante Jiménez, del Departamento de Corrosión, realizó las microfotografías por
SEM y los espectros EDX; el doctor Raúl Tarulla, del Departamento de Química
Analítica hizo los análisis de composición química de las muestras por FTIR, y
Alejandro Fernández, del Departamento de Corrosión, aportó inapreciable ayuda y
consejos para los experimentos.
El profesor Chen Jiefeng, del Shanghai Institute of Ceramics, hizo valiosos comentarios
y sugerencias, durante su estancia en México.
Finalmente, los árbitros internos y externos realizaron una valiosa revisión, e hicieron
acertados comentarios y sugerencias.
Gabriel Mendoza Vega aportó su generosa colaboración como laboratorista.

Cap 4
La sección 4.2 es parte de una investigación patrocinada por CNA, DGAPA-UNAM y
CONACYT.
Los autores agradecen especialmente el apoyo del doctor Alberto Jaime a esta
investigación, así como los comentarios de los notables investigadores Jesús Alberro y
Marcos Mazari, y las oportunas sugerencias del doctor Gabriel Auvinet, quien otorgó
además el generoso permiso para usar el permeámetro de pared flexible del Laboratorio
de Geotecnia del Instituto de Ingeniería.
Asimismo, se agradece a la doctora Norma García el respaldo brindado para usar el
Laboratorio de Edafología Mtro Nicolás Aguilera, de la Facultad de Ciencias de la
UNAM; a los doctores Octavio Cano y Adolfo Cordero el uso de los laboratorios de

420
difracción de rayos-X del Instituto de Física de la UNAM, así como a la maestra Ma
Angélica del C Arias, del Instituto de Geología de la UNAM, por los análisis de
difracción de rayos X.
El profesor Howard C Bryant, de la Universidad de Nuevo México, dio todas las facili-
dades para efectuar los experimentos relacionados con estanques solares (sección 4.3).
En el IIUNAM, Carlos Aguayo brindó su apreciable asistencia técnica; la maestra
Emilia Soledad Lucario ayudó a obtener materiales y equipo para los experimentos;
Guillermina Sánchez y Elizabeth Plata, de la Unidad de Sistemas de Información,
facilitaron la información bibliográfica; y Angélica E Mendoza Neri, capturó la sección
4.3 de este documento.

Cap 5
La DGAPA y el PUE, ambos de la UNAM, además de la CFE, otorgaron apoyo para
desarrollar esta investigación.
El programa SEP-PROMEP otorgó apoyo económico al ingeniero Vicente Flores Lara,
para realizar su investigación de doctorado sobre el receptor bimetálico.
El señor Ceferino Figueroa Hernández aportó su valiosa colaboración en el desarrollo
del trabajo experimental en la Planta Solar.
En especial, se agradece a los revisores, uno del Instituto de Ingeniería y otro externo,
sus valiosos comentarios para mejorar este capítulo.

Cap 6
El autor expresa su reconocimiento a los árbitros del IIUNAM y externos que revisaron
este diccionario, por sus valiosas observaciones y sugerencias.
Vicente Flores y Genaro Correa hicieron sugerencias y comentarios muy acertados.
Angélica Elizabeth Mendoza aportó dedicación y paciencia al capturar este capítulo.
Una vez publicado el glosario, se agradecerá todo tipo de comentarios, observaciones y
nuevas palabras o términos que ayuden a enriquecerlo, y que podrán ser incluidas en
una versión posterior, con el crédito correspondiente para quienes las proporcionen.
Finalmente, se reconoce la importante la labor de los árbitros que revisaron en forma
global todo el libro, los cuales fueron diferentes de los que participaron en cada
capítulo.

421
APÉNDICE

PÁGINAS EN INTERNET RELACIONADAS CON ENERGÍA SOLAR

Arquitectura solar

http://www.eren.doe.gov/solarbuildings/
Aplicaciones de la energía solar en edificios
http://www.solarhouse.com/
Casa solar
http://www.fbe.unsw.edu.au/units/solarch/
Arquitectura solar, Australia
http://stores.us.ohio-state.edu/~steen/homepower/41p038.html
Enfriamiento solar en edificios
http://www.egis.org/Helio_us.html
Helióstatos pequeños para iluminación
http://eetd.lbl.gov/BT.html
Ahorro de energía en edificios
http://eetd.lbl.gov/
Ahorro de energía en edificios

Asociaciones y sociedades de energía solar

http://www.anes.org
Asociación de energía solar, México
http://www.seia.org/main.htm
Asociación de industrias relacionadas con energía solar
http://wire.ises.org
Noticias, organizaciones, perspectivas, memorias, proyectos y estadísticas en energía
solar
http://www.solarenergysociety.ca
Sociedad de energía solar, Canadá

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http://www.ases.org
Sociedad americana de energía solar

Canal parabólico

http://www.eren.doe.gov/troughnet/
Información de canal parabólico en el Departamento de Energía, EUA
http://www.industrialsolartech.com/troughs.html
Compañía comercial de concentradores solares tipo canal parabólico
http://www.chatlink.com/~soltherm/
Canal parabólico
http://www.nrel.gov/docs/fy00osti/27925.pdf
Documento de almacén térmico en plantas de canal parabólico
http://www.suntherm.com/
Canal parabólico pequeño
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Canal parabólico
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Canal parabólico laboratorios Sandia, EUA
http://www.dukesolar.com/prod/ResourceCenter/news/Nevadanews.asp
Duke solar
http://www.energylan.sandia.gov/sunlab/Snapshot/TROUGHS.HTM
Sandia nuevo canal parabólico (USA trough )

Cocinas solares

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Cocinas solares
http://www.sungravity.com
Cocinas solares y sistemas de agua para aplicaciones rurales
http://solarcooking.org/espanol/default.htm
Planos para construir cocinas solares
http://solarcooking.org/
Cocinas solares

Colectores solares planos

http://www.generationsolar.com/
Colectores solares planos
http://www.mexicosolar.com/energy/espanol.html
Compañía mexicana de colectores solares para agua

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http://www.solar1.com.mx/
Compañía mexicana de colectores solares para agua y sistemas fotovoltaicos
http://www.cleardomesolar.com/
Colectores planos para aire caliente en habitaciones

Concentradores solares

http://www.eren.doe.gov/csp/
Concentradores solares
http://www.four-solaire.com/
Hornos solares, Francia

Cursos

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Cursos de energía solar fotovoltaica
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Aspectos educativos relacionados con energía solar
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Curso de energía solar
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Cursos técnicos de energía solar, España
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Capacitadores en energía solar, México

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Desinfección con energía solar
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Desinfección de agua con energía solar
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Pasteurización de agua con energía solar

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Páneles fotovoltaicos comerciales
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Diferentes productos con páneles solares
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Páneles fotovoltaicos solares
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Páneles fotovoltaicos comerciales
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Compañía mexicana de páneles solares
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Compañía mexicana de páneles solares
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Compañía mexicana de páneles fotovoltaicos
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Fabrica de celdas solares, España
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Páneles fotovoltaicos
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Compañía mexicana de colectores solares para agua y sistemas fotovoltaicos

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Centro de energía solar, Florida
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Energía solar, Texas, EUA
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Organización SolarPACES, Agencia Internacional de Energía
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Noticias, organizaciones, perspectivas, memorias, proyectos y estadísticas en energía
solar
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Centro de energía solar, Florida
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Paraboloides, Laboratorios Sandia, EUA
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Paraboloides solares, intercambiadores de calor, sistemas de seguimiento, etc.

Productos relacionados con energía solar

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Compañía mexicana de productos solares
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Lentes con filtros para radiación ultravioleta
http://www.jxj.com/suppands/renenerg/select_company/719_123html
Compañías que venden superficies selectivas
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Diversas compañías en energías renovables
http://www.transitions.com
Lentes con filtros para radiación ultravioleta
http://www.sbicouncil.org/home/index.html
Uso de energía solar y diferentes materiales para el ahorro de energía
http://www.heliocol.com/
Calentamiento de albercas
http://www.solarattic.com/solar.htm
Tecnología térmica solar
http://www.ormat.com/
Turbinas para aplicaciones de energía solar y geotermia
http://www.dallasweb.com/john/
Filtros solares para protección de radiación ultravioleta
http://www.solaraccess.com/
Portal con productos y noticias relacionadas con energía solar
http://www.saecsaenergiasolar.com/
Compañía mexicana de productos solares
http://www.agroindustrias.org/2-07-01secadosolar.shtml
Compañía para el secado solar
http://www.asensa.org/
Asociación española de empresas de energía solar y alternativas
http://energiasolar.homestead.com/
Compañía venezolana de secadores solares
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Federación europea de la industria solar

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http://www.mercosur.com
Diferentes compañías del Mercosur incluyendo solares
http://www.ecomall.com/biz/solarcat.htm
Productos solares
http://sales.goldmine-elec.com/Catlist.asp
Convertidores de voltaje
http://www.redrok.com/engine.htm#expander
Expansores Scroll
http://www.hionsolar.com/
Compañía americana dedicada a producir hidrógeno por medios solares
http://www.hhs.net/jbrown/solarsel.htm
Colectores solares
http://www.zomeworks.com/solar/solarintro.html
Diversos productos solares

Revistas y publicaciones

http://www.re-focus.net
Acceso a la revista REFOCUS de ISES
http://www.kohala.net/abundance/power/plans.html
Publicaciones para construir dispositivos solares simples
http://www.greenbuilder.com/Sourcebook/PassSolGuide3.html
Sistemas solares pasivos
http://www.iingen.unam.mx/pub/index.html
Publicaciones de energía solar en el Instituto de Ingeniería, UNAM

Seguimiento

http://pages.prodigy.net/rich_demartile/
Sistema de seguimiento simple
http://www.redrok.com/main.htm#electronics
Sistemas de seguimiento
http://www.redrok.com/elcheapo.htm
Sistemas económicos de seguimiento

Torre central

http://www.sandia.gov/Renewable_Energy/solarthermal/NSTTF/furnaces.htm
Horno solar, laboratorios Sandia, EUA
http://www.eventhorizons.com/solarstuff.html
Plantas termosolares en Barstow, California

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Varios aspectos sobre energía solar

http://www.solarenergy.net/
Páginas de internet relacionadas con energía solar
http://www.argonet.co.uk/users/bobsier/sola6.html
Plantas termosolares usando el concepto de chimeneas solares
http://www.redrok.com/neat.htm#concentrator
Patentes en dispositivos solares
http://www.crh.noaa.gov/mpx/satellite.html
Fotos del satélite Goes para EUA y México
http://www.energiasrenovables-larevista.es/
Noticias recientes en energías renovables
http://www.bp.com/index.asp
Estadísticas de energía incluyendo la solar
http://solstice.crest.org/index.shtml
Portal que muestra diversas fuentes de energía, incluyendo la solar
http://www.calculator.org/properties.html
Conceptos y constantes utilizadas en energía solar

431

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