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Géneros literarios

Se denomina género literario a cada una de las clases en que se dividen los textos literarios, escritos
por los autores con una finalidad determinada. Cada género literario comprende, a su vez, otros
subgéneros literarios.

Cada género tiene sus rasgos característicos:

1. Género lírico: Se usa para expresar sentimientos y para ello, emplea generalmente el verso.

2. Género narrativo: Se utiliza para presentar historias realizadas por personajes que pueden
intervenir mediante el diálogo. El narrador cuenta la historia y para ello puede utilizar
distintas formas de elocución, esto es, la narración, la descripción, la exposición o la
argumentación.

3. Género dramático: Es aquél destinado a ser representado ante unos espectadores. Los
personajes intervienen sin la mediación de ningún narrador, siguiendo las indicaciones
sobre vestuario, gestos, movimientos, etc. que contienen las acotaciones del texto teatral.
Subgéneros literarios
Llamamos subgéneros literarios a cada uno de los tipos de textos que se incluyen en los anteriores
géneros señalados, caracterizados porque todos tienen rasgos comunes del género al que
pertenecen.

Los principales subgéneros son los siguientes:


1. Subgéneros líricos:
A. Canción: poema de tema amoroso.

Ejemplos:
A fuego lento
A fuego lento tu mirada
A fuego lento tú o nada
Vamos fraguando esta locura
Con la fuerza de los vientos y el sabor de la ternura
Sigue el camino del cortejo
A fuego lento a fuego viejo
Sigue avivando nuestra llama
Con todo lo que te quiero y lo mucho que me amas

A fuego lento me haces agua


Contigo tengo el alma enamorada
Me llenas, me vacías, me desarmas
Ay ay ay amor cuando me amas
A fuego lento revoltosas
Caricias que parecen mariposas
Se cuelan por debajo de la ropa
Y van dejando el sentimiento amor forjado a fuego lento

A fuego lento mi cintura


A fuego lento y con lisura
Vamos tramando este alboroto
Con la danza de los mares y el sabor del poco a poco
Siguo el camino del cortejo
A fuego lento a fuego añejo
Sigo avivando en nuestra llama
Tantos días como sueños, tantos sueños que no acaban

A fuego lento me haces agua...


B. Elegía: poema en el que se llora la muerte de un ser querido.

Elegía a una vida trágica

El fin se acerca, y no encuentro consuelo


a cada paso me acerco más

El tiempo ha cobrado su cuota inerme


dejando claro su poderío ante mí.

Mi vida fue un fracaso simple y trágico


No logré más a causa del miedo

Pero el miedo no fue a los demás ni al mundo


Fue un temor a mí mismo

Y que jamás logre entender


Hasta llegado el día final.

C. Oda: poema que trata un tema serio y elevado.


Oda II” de Anacreonte
“El ser Supremo en todo
(que Dios debe nombrarse)
con sabia providencia la perfección reparte;
dióle á los Elementos fecundidad notable,
instinto dio á las Bestias, á los Peces y Aves,
entendimiento ál Hombre,
haciéndole á su Imagen, y una voluntad libre,
con que pueda inclinarse á el recto bien honesto,
útil, y delectable.
¿Y qué dio al Alma Justa?
Gracia , con que elevarse sobre las perfecciones y dotes naturales: lo que
amando á Dios logra, y pierde por no amarle.”

D. Sátira: poema utilizado para ridiculizar a alguien o a algo.

Del libro elogio a la locura de Erasmo de Rotterdam

…No querría que creyeseis que lo he compuesto para exhibición del ingenio a la
manera que lo hace la cáfila de los oradores. Pues éstos, según ya sabéis, cuando
pronuncian un discurso que les ha costado treinta años elaborar, y que más de
una vez es incluso ajeno, juran que lo han escrito, y aun que lo han dictado, en
tres días, como por juego…

E. Égloga: poema extenso con temas de la naturaleza y ambiente pastoril.


1- El dulce lamentar de dos pastores, de Garcilaso de la Vega
En esta obra se expresa un dialogo entre dos pastores que poseen diferentes historias amorosas.
Salicio sufre los desplantes de su amada, mientras Nemoroso sufre la muerte de su Elisa.

2- En medio del invierno está templada, de Garcilaso de la Vega


En esta obra se muestran varios personajes de su primera obra, y el tema vuelve a desarrollarse
entre personas del campo sufriendo por un amor no correspondido.

2. Subgéneros narrativos:
A. Cuento: narración breve con pocos personajes y con el tiempo y espacio
escasamente desarrollados.

La Vainilla

Cuentan que Xanath, hija de nobles totonacas, célebre por su belleza, vivía en un palacio cercano al
centro ceremonial de Tajín, sede de su pueblo. Cierto día en que la joven acudió a depositar una
ofrenda sobre el plato colocado en el abdomen de Chac-Mool (“Mensajero Divino”), encontró
casualmente a Tzarahuín (jilguero), un alegre doncel al que le agradaba silbar, y surgió entre ambos
amor a primera vista.

Sin embargo, el romance mostró dificultades para prosperar, porque Tzarahuin era pobre y vivía en
una choza humilde rodeada de tierra fértil en que abundaban las anonas, las piñas y las calabazas.
A pesar de la diferencia de clases, los enamorados se reunían casi a diario, de manera fugaz, cuando
el mancebo llevaba al mercado la cosecha de sus siembras, y en poco tiempo una sincera pasión se
apoderó de sus corazones.
Una tarde en que Xanath pasó junto al templo sagrado de los nichos, la sorprendió la mirada
penetrante del dios gordo, que se caracterizaba por su vientre abultado, la frente rapada y su triple
penacho; y desde entonces el señor de la felicidad se dedicó a cortejarla.

La doncella logró esquivarlo en un principio, mas el astuto dios encontró la forma de revelarle sus
sentimientos y, al ser rechazado, su alegría habitual se tornó en cólera y amenazó a la joven con
desatar la furia de Tajín, si no accedía a sus reclamos amorosos. La advertencia hizo temblar de
miedo a Xanath, pero no traicionó a Tzarahuín.

El astuto dios gordo resolvió entonces ganarse la confianza del padre de la joven para que influyera
en el ánimo de Xanath. Lo invitó a su palacio, le reveló secretos divinos y cuando manifestó interés
por la linda muchacha, recibió completo apoyo para casarse con ella. Xanath hubo de soportar un
mayor acoso del testarudo dios y su padre la obligó a aceptar una nueva cita, que resultaría fatal,
pues luego de haber dado otra negativa al señor de la felicidad, éste, irritado, lanzó un conjuro sobre
la doncella y la transformó en una planta débil de flores blancas y exquisito aroma: la vainilla.

Y si bien el dios creyó vengarse, lo cierto es que mientras de él existen sólo vagos recuerdos, en
cambio, tenemos muy presente en nuestros días a la planta orquidácea cuya esencia es muy
apreciada en la cocina y la pastelería de muchas partes del mundo.

Fin
B. Novela: narración más extensa y compleja que el cuento donde aparece una trama
complicada o intensa, personajes sólidamente trazados, ambientes descritos
pormenorizadamente, con lo que se crea un mundo autónomo e imaginario.

Ejemplos:
 La buenaventura
 La corneta de llaves

C. Poema épico: Relata las hazañas heroicas con el propósito de glorificar a una patria.
Por ejemplo, La Eneida, de Virgilio.
Ilíada
La Ilíada es una epopeya griega y el poema más antiguo escrito de la literatura
occidental. Se atribuye tradicionalmente a Homero. Compuesta en hexámetros
dactílicos, consta de 15.693 versos (divididos por los editores, ya en la antigüedad,
en 24 cantos o rapsodias) y su trama radica en la cólera de Aquiles. Narra los
acontecimientos ocurridos durante 51 días en el décimo y último año de la guerra
de Troya. El título de la obra deriva del nombre griego de Troya, Ιlión. Este poema
épico narra la cólera de Aquiles, hijo del rey Peleo y de la nereida Tetis, su causa,
su larga duración, sus consecuencias y su posterior cambio de actitud. La ira del
pelida Aquiles termina junto con el poema, cuando se reconcilia con Príamo,
padre de su enemigo Héctor, momento en que se celebran los funerales de éste.
Homero es el poeta griego por antonomasia, el poeta divino que influyó
decisivamente en el arte, la literatura, la lengua, la religión y la filosofía griegas. Su
obra, memorizada por los escolares, ha dejado a través de los siglos una huella
indeleble en la vida de los griegos. Homero llegó a Occidente de la mano de
Petrarca, cuando este humanista adquirió los manuscritos de los dos inigualables
poemas homéricos que, con gran dolor, no supo descifrar. De todas las ediciones
disponibles, destaca el trabajo de Antonio López Eire en su edición de Cátedra.

D. Cantar de gesta: Poema escrito para ensalzar a un héroe. Por ejemplo, el Poema de
Mío Cid.

De sus ojos
De sus ojos fuertemente llorando,

De un lado a otro volvía la cabeza mirándolos;

Vio las puertas abiertas y contrapuertas sin candados,


Las perchas vacías, sin pieles y sin mantos

Y sin halcones y sin azores ya pelechados.

Suspiró Mio Cid, se sentía muy preocupado,

Habló Mio Cid sumamente mesurado:

¡Bendito seas, Señor Padre, que estás en lo alto!

¡Esto me han devuelto mis enemigos malvados!

E. Romance: Poema épico-lírico usado para narrar hazañas o hechos de armas.

Cuando el alba me despierta


Cuando el alba me despierta 8-
los recuerdos de otras albas 8a
me renacen en el pecho 8-
las que fueron esperanzas. 8a
Quiero olvidar la miseria 8-
que te abate, pobre España, 8a
la fatal pordiosería 8-
del desierto de tu casa. 8a
Por un mendrugo mohoso 8-
vendéis, hermanos, la entraña 8a
de sangre cocida en siesta 8-
que os hace las veces de alma. 8a

3. Subgéneros dramáticos:
A. Comedia: Desarrolla conflictos divertidos y amables, con personajes pertenecientes
al mundo de la normalidad.
HAY UNA SOPA EN MI MOSCA

ACTO ÚNICO
PERSONAJES:

MOZO 1
MOZO 2
MOZO 3
ENCARGADO
COCINERO
LOS COMENSALES: ANÍBAL, ROSITA, JULIÁN, HUGO Y DOROTEA
ENFERMERO 1
ENFERMERO 2
ENFERMERO 3

(La escena transcurre en un restaurante. Como es una comedia de situaciones que


no tienen relación entre sí, en tres niveles diferentes hay tres mesas y sus sillas, en
donde cada mozo atiende a los comensales. En el centro del escenario hay una
puerta vaivén que da a la cocina, como las de los restaurantes, por donde
aparecen y desaparecen los mozos. Además, hay un mostrador, donde está el
Encargado. Los comensales están ubicados en sus respectivas mesas, conversando
y esperando que los atiendan o sirvan la comida. Los mozos también atienden a
otros que no están en escena, para lo cual salen por los laterales como si
estuvieran en otra parte del mismo restaurante.)

MOZO 1: (Con la bandeja en las manos, pasa delante del encargado.) ¡Sale una
especial de muzzarella y aceitunas! (La lleva a Aníbal, que está sentado solo a su
mesa.)
ENCARGADO: (Detrás del mostrador.) Si sale, que lleve abrigo, afuera hace un frío
terrible.
(El mozo 1 le deja la pizza a Aníbal sobre la mesa.)
ANÍBAL: (Exigente.) ¡Le pedí con vino y vino sin el vino!
MOZO 1: ¿Quién no vino?
ANÍBAL: Usted vino sin el vino.
MOZO 1: Pero vine… (Duda mirando hacia la cocina.) ¿O acaso no vine?
ANÍBAL: Usted vino, pero…
MOZO 1: Ufff, me quedo más tranquilo, pensé que no había venido y todavía
estaba en la cocina sacándome la mugrecita de las uñas. (Vuelve a la cocina.)
ROSITA: (Acompañada en la mesa por Julián, le pide al mozo 2.) Mozo, tráiganos
dos tecitos con azúcar.
MOZO 2: (Con el anotador en la mano.) No tenemos té, pero le puedo traer el
azúcar.
JULIÁN: (Ofuscado.) Mejor, que sean dos cafés con leche… ¿Tiene leche, no?
MOZO 2: (Apunta.) Es lo que sobra aquí. (Vuelve a la cocina.)
COCINERO: (Desesperado, sale de la cocina.) Señor Encargado, se pudrió todo: los
ratones tomaron la cocina.
ENCARGADO: ¿No habíamos traído un gato?
COCINERO: Si, pero recuerde que el minino se hizo adicto a la leche y tuvimos que
traer un perro para que lo espantara de la heladera…
ENCARGADO: ¿Y el perro, dónde está?
MOZO 1: (Con la bandeja en las manos, pasa delante del encargado.) ¡Salen dos
pastas con albóndigas! (Sale de escena, como llevando la comida a otros
comensales.)
COCINERO: Ahí va, en esos platos, acompañando los espaguetis. Ojalá no ladre
cuando lo pinchen con los tenedores. (Vuelve a la cocina.)
HUGO: (Al mozo 3.) ¿Sopa con qué tiene?
MOZO 3: Hay con fideos y arroz…
DOROTEA: Pidámoslas con fideos, así no se nos llena la boca de granos.
MOZO 3: (Vuelve a la cocina.) ¡Marchen dos sopas con fideos!
ENCARGADO: ¡Si marchan, sacáles una foto, que seguro nos hacemos millonarios!
ANÍBAL: (Mira asqueado la pizza.) ¡Mozo! (Cuando tiene adelante al mozo 1.) Yo le
pedí una especial de muzzarella y aceitunas negras. Mire, el queso brilla por su
ausencia y las aceitunas están caminando por la pizza. ¿Qué hacemos?
MOZO 1: No se preocupe, en un instante se lo soluciono. (Vuelve a la cocina.)
HUGO: (Mientras espera, conversa con Dorotea.) ¿Y cómo van tus estudios de
piano?
DOROTEA: Bárbaro, si hasta me han pagado una beca para terminarlos en una
universidad de Alemania.
HUGO: ¿Quién, el gobierno?
DOROTEA: No, los vecinos (Al ver la sopa que el mozo 3 le acaba de servir.) Mozo,
¿se dio cuenta de que traía el dedo metido en la sopa?
MOZO 3: Sí, pero no se preocupe, no está caliente.
HUGO: (Va a meter la cuchara, pero se detiene porque se dio cuenta de algo.)
¿Qué hace esta mosca en mi sopa?
MOZO 3: (Mira el plato.) Yo diría que nada estilo pecho, señor
DOROTEA: (También mira su sopa.) Y en la mía hay una mosca muerta.
MOZO 3: Sí, es que no todas nadan tan bien como la de la sopa de su amigo.
COCINERO: (Se acerca.) ¿Hay algún problema con la sopa?
HUGO: (Asqueado.) ¡Su sopa tiene una mosca muerta y la mía aún patalea!
COCINERO: (Desesperado.) ¡Llame a un salvavidas! Mientras, tirémosle un grisín a
ver si así se mantiene a flote.
HUGO: (Fastidiado.) Ah, ¿son pillos? (Los empieza a seguir para golpearlos y así
salen por un lateral.)
(El mozo 1 vuelve a la mesa de Aníbal llevando un tubo de insecticida y rocía la
pizza.)
ANÍBAL: ¡¿Qué hace?!
MOZO 1: Mato las cucarachas y de paso le doy el toque que le falta a la pizza: este
insecticida tiene sabor y aroma a muzzarella.
ANÍBAL: ¿Y el vino?
MOZO 1: No sé, creo que no vino (Se va a la cocina.)
JULIÁN: (Le comenta a Rosita.) Me regalaron un reloj, pero no me gusta llevarlo
por la calle.
ROSITA: Tenés miedo de que te lo roben.
JULIÁN: No, porque es de pared. (Al ver que el mozo 2 mete la corbata en su taza.)
Mozo, está metiendo su corbata en mi café con leche.
MOZO 2: No se alarme, señor, esta tela no encoge. (Les sirve los cafés con leche a
ambos.)
ROSITA: (Descubre algo en la taza y se levanta espantada.) ¡Encima, hay una
laucha!
MOZO 2: Yo sabía que había oído mal: era con leche, no con laucha. Pero no se
preocupe, no tomará mucho.
JULIÁN: (Mientras apantalla a Rosita que se ha desmayado sobre su silla.) Pero,
dígame, ¿qué hace esa laucha en el café con leche?
MOZO: ¡¿Qué sé yo?! Soy mozo, no adivino.
JULIÁN: Encargado, Encargado… Venga por favor.
ENCARGADO: Sí, ya oí todo. (Al mozo 2.) ¿Te parece bonito? Además, ese café con
leche está helado
MOZO 2: ¿Cómo sabe? Si ni lo probó.
ENCARGADO: Porque la pobre laucha está tiritando de frío
JULIÁN: (Enojadísimo.) Yo los mato. (Comienza a pelear con el encargado y el
mozo 2 intenta separarlos.)
ANÍBAL: (Al mozo 1.) Mozo, quiero que venga el encargado y vea a estas
cucarachas pizzeras.
MOZO 1: (Que ha ido a atenderlo.) Eso no va a poder ser. El encargado les tiene un
asco terrible a las cucarachas.
ANÍBAL: (Se le tira encima y lo quiere ahorcar.) ¿¡Me estás gastando!? ¡Te mato,
pedazo de infeliz!
MOZO 3 Y COCINERO: (Entran seguidos por Hugo y Dorotea.) ¡La policía, llamen a
la policía! ¡Nos matan y aún soy joven para morir! (Se confunden en la trifulca
general.)
Los enfermeros entran súbitamente y, tras ver la pelea, se abalanzan sobre los
mozos, el cocinero y el encargado, a quienes les ponen una camisa de fuerza.)
ENFERMERO 1: Finalmente los pudimos atrapar.
ENFERMERO 2: Hace una semana que estos cinco locos se escaparon del
manicomio y pusieron este restaurante.
ANÍBAL: (Que, como los demás, está muy sorprendido por la situación) ¿Y son
peligrosos?
ENFERMERO 3: No, pero estaban a cargo de la cocina del hospital y desde que se
escaparon tenemos que pedir comida por teléfono. Ahora, vamos que los están
esperando para que preparen la cena.
ENCARGADO: ¿Pero no podemos irnos sin antes cobrarles a los clientes?
COMENSALES: (Molestos.) ¡Yo no pienso pagar! ¡Pero si casi nos envenenan! ¡Lo
único que falta, que nos cobren!
MOZO 1: Bueno, si no quieren pagar, no paguen. Pero, al menos, déjennos unas
buenas propinas.
TELÓN O APAGÓN

B. Drama: Los personajes luchan contra la adversidad, que suele causarle gran daño.
Pueden intervenir elementos cómicos y entonces toma el nombre de tragicomedia.

Entra Sir John Falstaff.

Falstaff: “¿Te hecho ya mía, mi divina joya?” ¡Ah, ahora puedo morir, pues ya he
vivido bastante: éste es el término de mi ambición! ¡Ah, hora bendita!

Tranio: Algún humor extraño le habrá incitado a ese modo de vestir: pero muchas
veces va mal vestido.

Bautista: Me alegro de que venga, como quiera que venga.

Biondelo: ¡Pero señor, si no viene él!

Baustista: ¿No decías que venía?

Biondelo: ¿Quién? ¿Qué venía Petrucho?

Baustista: Si, que venía Petrucho.

Biondelo: No, señor, digo que viene su caballo, con él a lomos.

Bautista: Bueno, es todo uno.

C. Tragedia: Presenta terribles conflictos entre personajes de alta alcurnia –reyes,


héroes- que son víctimas de terribles pasiones que les llevan a la destrucción y a la
muerte.
La amistad está sobrevalorada
El caso es que yo tengo un amigo con el que me llevo muy bien y él, a su vez, tiene otro amigo al
que yo no conocía de nada. Un día se presentó con él y estuvimos tomando unos vinos. La verdad
es que es un tipo francamente simpático y desde entonces hemos quedado más veces, mi amigo,
su amigo y yo, sin ningún problema y lo hemos pasado bien. No sé muy bien a santo de qué, pero
un viernes, este amigo (el amigo de mi amigo), aparece en una de estas quedadas con dos personas,
amigos suyos, según parece, que ni yo ni mi amigo conocíamos con antelación. Donde caben tres
caben cinco y en lugar de tres vinos y tres pinchos, se sacaban cinco vinos y cinco pinchos y santas
pascuas. No es cuestión de discutir.

Sea como fuere, esta acumulación de amistades me hizo pensar. No es que yo tenga nada en contra
de los amigos del amigo de mi amigo, pero ¿dónde está el límite? ¿Puedo considerarlos amigos
míos? ¿Sus amigos, si los tuvieran, serían a su vez amigos míos? Si, por circunstancias, hubieran
procreado y tuvieran hijos, ¿serían sus hijos necesariamente amigos míos? ¿Y sus cuñados, tíos,
nietos? ¿No es esto tomarse la amistad muy a la ligera? Yo a mi amigo le conozco desde que éramos
críos, nuestras familias eran vecinas y hemos estudiado juntos la mitad de la vida. Su amigo, bueno,
su amigo es simpático, ya lo he dicho, pero no le conozco tanto y ya, si encima se trae a sus propios
amigos, ¿no desplaza y degrada mi amistad original? Para ser sinceros, ahora mismo me encuentro
algo incómodo en este grupo de amigos, ligeramente perdido entre tanta muestra de amistad, sobre
todo porque yo soy más bien contenido.

A lo que iba. El caso es que yo tengo un amigo, bueno, un conocido…

El grano
—Mamá, ¡mamá! Tengo un grano en la cara, me ha salido un grano, ¿me escuchas? En el lado
derecho, como un lunar infecto.

—Uhm

—Un grano, mamá. ¡Un grano!

—Bien. Bueno, no será tan grave. Date alguna pomada y se te va enseguida.

—No se va, mamá. No se va a ir. Está aquí para quedarse, ¡oh Dios! ¿Te imaginas? ¿Imaginas que
esté aquí siempre? No podría vivir con ello. No podría vivir con este alien en la cara. Un monstruo,
mamá, un monstruo.

—Estás exagerando. Siempre exageras. Yo a tu edad…


—Tú a mi edad estabas casada hace años con papá. Estabas embarazada de mi hermano y no creo
que te quedase tiempo para fijarte en granos en la cara con el tripón que tenías entonces. No me
vengas con historias, madre, te llamo porque tengo un grano en medio de la jeta que me tapa la
mitad de la cara.

—Pero ¿tan grande es? A ver si va a ser… ya sabes… el bicho.

—¿Cáncer? Pero mamá, a ti se te va a la olla. Es un asqueroso grano.

—¿Seguro? Mira que a tu tía Luci…

—Seguro mamá, no me vengas con paranoias.

—Mejor, mejor. Me dejas más tranquila. Entonces date algo de pomada y se pasa.

—Mamá, ya te he dicho que me he dado pomada y no se va, esto no se va. Tengo un alienígena en
la cara, un extraterrestre gordo y desagradable.

—¿Y no puede esperar todo esto? Son las once de la noche, nos has pillado en la cama y tu padre
está aquí protestando y diciendo que cuelgue. ¿No lo podemos hablar mañana?

—¡Estás loca! ¿Mañana? Si se ve gigante a estas horas, imagínate cómo estará por la mañana.
Seguro que es como una planta, está vivo, con la luz del sol crecerá y crecerá. ¡Qué asco, mamá!
¡Qué asco!

—Bueno cálmate. Échate a dormir. Quédate en la cama un par días. Di en el trabajo que tienes gripe,
a fin de cuentas, es como si estuvieras enferma, ¿no? Yo te llevo la comida, no te preocupes, y evita
los espejos, todos. No te maquilles, la cara limpia, lávate solo con agua y jabón. Frótate con
bicarbonato en el grano dos veces al día, por la mañana y por la noche, antes de acostarte. Esparce
el bicarbonato y masajea suavemente la zona con los dedos índice y corazón, en círculos, durante
uno o dos minutos. Cuando hagas esto, ten la pierna del lado del grano… ¿la derecha?

—La derecha

—Bien, ten la pierna derecha levantada, ¡no te tumbes! Haz todo esto estando de pie. Mantén la
pierna derecha levantada, como te digo. Si puedes haciendo un ángulo recto, de noventa grados. Es
recomendable, pero no estrictamente necesario. Debes aguantar durante los dos minutos que te
estás masajeando la cara con el bicarbonato. Es normal que no aguantes con la pierna en ángulo
recto todo el tiempo, pero no la apoyes nunca en el suelo, ¡nunca! Evita el café, y todos los lácteos,
sobre todo el queso, es muy graso y contaminante, no te hace bien, y el segundo día ayuna por
completo, toma solo agua y zumo de pomelo sin azúcar. El zumo de pomelo te lo debes tomar tres
veces al día: nada más levantarte, a mediodía y a las seis de la tarde. Tiene propiedades secantes y
sirve para tensar la piel y eliminar las arrugas. Recuerda lo de los espejos; no te mires en ellos. No
es que no te vayas a reflejar, como los vampiros, es porque hay mucho componente psicosomático
en la desecación de un grano. Si te miras la cara y lo ves, te estresas y generas endorfinas que inciden
en su curación. Tu cuerpo es sabio, cariño, y reacciona de forma desagradable si tú te encuentras
desagradable. Es un espejo interior, te lo creas o no.
Descanso en cama, bicarbonato, pomelo y evitar los espejos. No hay más. Con eso en dos días
tendrás la cara impoluto y mucho más suave de lo que nunca la has tenido.

—Gracias mamá. Mil gracias. No sé qué haría sin ti, eres un sol. Ahora mismo mando un correo al
trabajo para decir que no me encuentro bien, y mañana por la mañana aviso de que estoy enferma
y que no iré a trabajar. Eres sol.

—Muy bien cariño. Ahora a dormir. Un beso.

—Un beso mamá, y dale otro a papá. Descansad.



—Dirás lo que quieras Mari Carmen, pero esta generación es medio boba o boba entera.

—No te quito la razón, Manolo, no te quito la razón. Vamos a dormir, anda. Apaga la luz.

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