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LLUVIA TARDIA

“Y en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está por los hijos de tu pueblo; y
será tiempo de angustia, cual nunca fué después que hubo gente hasta entonces: mas en
aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallaren escritos en el libro.” Daniel
12:1.CI 86.1

Cuando termine el mensaje del tercer ángel la misericordia divina no intercederá más por los
habitantes culpables de la tierra. El pueblo de Dios habrá cumplido su obra; habrá recibido “la
lluvia tardía,” el “refrigerio de la presencia del Señor,” y estará preparado para la hora de
prueba que le espera. Los ángeles se apuran, van y vienen de acá para allá en el cielo. Un ángel
que regresa de la tierra anuncia que su obra está terminada; el mundo ha sido sometido a la
prueba final, y todos los que han resultado fieles a los preceptos divinos han recibido “el sello
del Dios vivo.” Entonces Jesús dejará de interceder en el santuario celestial. Levantará sus
manos y con gran voz dirá “Hecho es,” y todas las huestes de los ángeles depositarán sus
coronas mientras él anuncia en tono solemne: “¡El que es injusto, sea injusto aún; y el que es
sucio, sea sucio aún; y el que es justo, sea justo aún; y el que es santo, sea aún santo!”
Apocalipsis 22:11 (VM). Cada caso ha sido fallado para vida o para muerte. Cristo ha hecho
propiciación por su pueblo y borrado sus pecados. El número de sus súbditos está completo;
“el reino, y el señorío y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo” van a ser dados a los
herederos de la salvación y Jesús va a reinar como Rey de reyes y Señor de señores.CI 86.2

Cuando él abandone el santuario, las tinieblas envolverán a los habitantes de la tierra. Durante
ese tiempo terrible, los justos deben vivir sin intercesor, a la vista del santo Dios. Nada refrena
ya a los malos y Satanás domina por completo a los impenitentes empedernidos. La paciencia
de Dios ha concluído. El mundo ha rechazado su misericordia, despreciado su amor y
pisoteado su ley. Los impíos han dejado concluir su tiempo de gracia; el Espíritu de Dios, al que
se opusieran obstinadamente, acabó por apartarse de ellos. Desamparados ya de la gracia
divina, están a merced de Satanás, el cual sumirá entonces a los habitantes de la tierra en una
gran tribulación final. Como los ángeles de Dios dejen ya de contener los vientos violentos de
las pasiones humanas, todos los elementos de contención se desencadenarán. El mundo
entero será envuelto en una ruina más espantosa que la que cayó antiguamente sobre
Jerusalén.CI 86.3

El gran derramamiento del Espíritu de Dios que ha de alumbrar toda la tierra con su
gloria, no sobrevendrá hasta que tengamos un pueblo esclarecido que sepa por
experiencia lo que significa ser colaboradores juntamente con Dios. Cuando tengamos
una consagración completa y sincera al servicio de Cristo, Dios reconocerá el hecho
derramando su Espíritu sin medida; pero esto no ocurrirá mientras la parte más grande
de la iglesia no trabaja juntamente con Dios. Dios no puede derramar su Espíritu cuando
el egoísmo y la complacencia propia se manifiestan en forma tan notoria, cuando
prevalece un espíritu que, si se lo tradujera en palabras, constituiría la respuesta de Caín:
“¿Soy yo guarda de mi hermano?”—The Review and Herald, 21 de julio de 1896.CMC
56.1

Así puede suceder ahora. Desechen los cristianos todas las disensiones, y entréguense a
Dios para salvar a los perdidos. Pidan con fe la bendición prometida, y ella les vendrá.
El derramamiento del Espíritu en los días de los apóstoles fue “la lluvia temprana”, y
glorioso fue el resultado. Pero la lluvia tardía será más abundante. ¿Cuál es la promesa
hecha a los que viven en estos postreros días? “Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de
esperanza; hoy también os anunció que os restauraré el doble”. “Pedid a Jehová lluvia
en la estación tardía. Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba verde
en el campo a cada uno”. Zacarías 9:12; 10:1.2CPI 176.3

Oí que los revestidos de la armadura proclamaban la verdad con gran poder, y ella producía su
efecto. Vi a las personas que habían estado atadas: algunas esposas por sus consortes, y
algunos hijos por sus padres. Los sinceros, a quienes hasta entonces se les había impedido oír
la verdad, se adhirieron ardientemente a ella. Desvanecióse todo temor a los parientes. Tan
sólo la verdad les parecía sublime, y la valoraban más que la misma vida. Habían tenido
hambre y sed de verdad. Pregunté por la causa de tan profunda mudanza y un ángel me
respondió: “Es la lluvia tardía; el refrigerio de la presencia de Dios; el potente pregón del tercer
ángel”.CPI 618.1

Esta obra será semejante a la que se realizó en el día de Pentecostés. Como la “lluvia
temprana” fue dada en tiempo de la efusión del Espíritu Santo al principio del ministerio
evangélico, para hacer crecer la preciosa semilla, así la “lluvia tardía” será dada al final de
dicho ministerio para hacer madurar la cosecha. “Y conoceremos, y proseguiremos en conocer
a Jehová: como el alba está aparejada su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la
lluvia tardía y temprana a la tierra”. “Vosotros también, hijos de Sión, alegraos y gozaos en
Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia arregladamente, y hará descender
sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio”. “Y será en los postreros días, dice
Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne”. “Y será que todo aquel que invocare el
nombre del Señor, será salvo”. Oseas 6:3; Joel 2:23; Hechos 2:17, 21.CS 596.2

Así también puede ser ahora. En vez de las especulaciones humanas, predíquese la Palabra de
Dios. Pongan a un lado los cristianos sus disensiones y entréguense a Dios para salvar a los
perdidos. Pidan con fe la bendición, y la recibirán. El derramamiento del Espíritu en los días
apostólicos fué la “lluvia temprana,”17 y glorioso fué el resultado. Pero la lluvia “tardía” será
más abundante.DTG 767.2

Todos los que consagran su alma, cuerpo y espíritu a Dios, recibirán constantemente una
nueva medida de fuerzas físicas y mentales. Las inagotables provisiones del Cielo están a su
disposición. Cristo les da el aliento de su propio espíritu, la vida de su propia vida. El Espíritu
Santo despliega sus más altas energías para obrar en el corazón y la mente. La gracia de Dios
amplía y multiplica sus facultades y toda perfección de la naturaleza divina los auxilia en la
obra de salvar almas. Por la cooperación con Cristo, son completos en él, y en su debilidad
humana son habilitados para hacer las obras de la Omnipotencia.DTG 767.3

La planta crece porque recibe lo que Dios ha provisto para mantener su vida. Del mismo
modo se logra el crecimiento espiritual por medio de la cooperación con los agentes
divinos. Así como la planta se arraiga en el suelo, nosotros necesitamos arraigarnos en
Cristo. Así como la planta recibe la luz del sol, el rocío y la lluvia, nosotros tenemos
que recibir el Espíritu Santo. Si nuestros corazones se apoyan en Cristo, él vendrá a
nosotros “como la lluvia tardía y temprana a la tierra”9. Como el Sol de Justicia, se
levantará sobre nosotros “y en sus alas traerá salvación”10. Creceremos “como lirio”.
Nos vivificaremos “como trigo” y floreceremos “como la vid”11.ED 96.2

El proceso del crecimiento del trigo es como sigue: “Primero hierba, luego espiga,
después grano lleno en la espiga”12. El propósito que tiene el agricultor al sembrar la
semilla y cultivar la planta, es obtener el grano: pan para el hambriento y semilla para
cosechas futuras. Así también espera una cosecha el Agricultor divino. Trata de
reproducirse en el corazón y en la vida de sus seguidores, para que por medio de ellos
pueda ser reproducido en otras vidas y otros corazones.ED 96.3

El gran asunto que pronto afrontaremos [la imposición de las leyes dominicales], eliminará a
todos aquellos a quienes Dios no ha señalado, y él tendrá un ministerio puro, verdadero,
santificado, preparado para la lluvia tardía.—Mensajes Selectos 3:440 (1886).EUD 152.4

Pero acerca del fin de la siega de la tierra, se promete una concesión especial de gracia
espiritual, para preparar a la iglesia para la venida del Hijo del hombre. Este
derramamiento del Espíritu se compara con la caída de la lluvia tardía; y en procura de
este poder adicional, los cristianos han de elevar sus peticiones al Señor de la mies “en
la sazón tardía.” Zacarías 10:1. En respuesta, “Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia
abundante.” “Hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía.” Joel 2:23.HAp
45.1

Pero a menos que los miembros de la iglesia de Dios hoy tengan una relación viva con
la fuente de todo crecimiento espiritual, no estarán listos para el tiempo de la siega. A
menos que mantengan sus lámparas aparejadas y ardiendo, no recibirán la gracia
adicional en tiempo de necesidad especial.HAp 45.2

Se me señalo el momento cuando terminaría el mensaje del tercer ángel. El poder de Dios
había reposado sobre sus hijos; habían terminado su obra y estaban preparados para la hora
de prueba que les aguardaba. Habían recibido la lluvia tardía o refrigerio de la presencia del
Señor, y el testimonio viviente se había reavivado en ellos. Por todas partes había resonado la
postrera gran amonestación, agitando y enfureciendo a los moradores de la tierra que no
habían querido recibir el mensaje.HR 422.1

Dijo el ángel: “Dios irá probando cada vez más de cerca a cada uno de sus hijos.” Algunos están
dispuestos a aceptar un punto; pero cuando Dios los prueba en otro, lo rehuyen y retroceden,
porque hiere directamente algún ídolo suyo. Así tienen oportunidad de ver lo que hay en su
corazón que los aísla de Jesús. Hay algo que aprecian más que la verdad y su corazón no está
preparado para recibir a Jesús. Los individuos son probados durante cierto tiempo para ver si
quieren sacrificar sus ídolos y escuchar el consejo del Testigo fiel. Si alguno no quiere ser
purificado por la obediencia de la verdad, y vencer su egoísmo, su orgullo y malas pasiones, los
ángeles de Dios reciben este encargo: “Se han unido a sus ídolos, dejadlos,” y prosiguen con su
obra, dejando en manos de los malos ángeles a aquellos que no han subyugado sus rasgos
pecaminosos. Los que resisten en cada punto, que soportan cada prueba y vencen, a cualquier
precio que sea, han escuchado el consejo del Testigo fiel y recibirán la lluvia tardía, y estarán
preparados para la traslación. ... ¡Ojalá que toda persona que profesa tibiamente su creencia
pudiese comprender la obra de limpieza que Dios está por realizar entre su pueblo profeso!
Estimados amigos, no os engañéis acerca de vuestra condición. No podéis engañar a Dios. Dice
el Testigo fiel: “Conozco tus obras.” Apocalipsis 3:1. El tercer ángel está conduciendo a un
pueblo paso a paso, cada vez más arriba. A cada paso será probado.1JT 65.3

En ocación de la transfiguración, Jesús fué glorificado por su Padre. Le oímos decir: “Ahora es
glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él.” Juan 13:31. Así, antes de su entrega
y crucifixión, fué fortalecido para sus últimos terribles sufrimientos. Al acercarse los miembros
del cuerpo de Cristo al período de su último conflicto, al “tiempo de angustia de Jacob,”
crecerán en Cristo y participarán en gran medida de su Espíritu. Al crecer el tercer mensaje
hasta ser un fuerte pregón, cuando acompañe a la obra final un gran poder y gloria, los hijos
de Dios participarán de aquella gloria. La lluvia tardía será lo que los fortalecerá y reavivará
para atravesar el tiempo de angustia. Sus rostros resplandecerán con la gloria de aquella luz
que acompaña al tercer ángel.1JT 131.1

La fuerza de la lluvia tardía a veces arrasará las invenciones del hombre, la maquinaria
humana; los límites de la autoridad humana serán como cañas rotas; y el Espíritu Santo
hablará con poder convincente mediante el instrumento humano viviente. Nadie se detendrá
entonces a observar si las frases están bien redactadas o si la gramática es impecable. Las
aguas vivas fluirán por los canales singulares de Dios.2MS 67.1

Hemos llegado ahora a los últimos días de la obra del mensaje del tercer ángel, cuando
Satanás actuará con creciente poder, porque él sabe que su tiempo es corto. Al mismo tiempo
recibiremos por medio de los dones del Espíritu Santo diversidad de operaciones en el
derramamiento del Espíritu. Este es el tiempo de la lluvia tardía.—Carta 230, 1908.3MS 91.4

El gran asunto que muy pronto afrontaremos, eliminará a todos aquellos a quienes Dios no ha
señalado, y él tendrá un ministerio puro, verdadero, santificado, preparado para la lluvia
tardía...3MS 440.2

Debemos orar que Dios abra las fuentes de las aguas de vida. Y nosotros mismos debemos
recibir del agua viva. Oremos con corazón contrito, con el mayor fervor, para que ahora, en el
tiempo de la lluvia tardía, los aguaceros de gracia caigan sobre nosotros. En toda reunión a que
asistamos deben ascender nuestras plegarias para que en este mismo tiempo Dios imparta
calor y humedad a nuestras almas. Al buscar a Dios para la recepción del Espíritu Santo, este
poder obrará en nosotros mansedumbre, humildad de mente, y una dependencia consciente
de Dios para la lluvia tardía que perfecciona la obra. Si oramos por la bendición con fe, la
recibiremos como Dios lo ha prometido.—Testimonios para los Ministros, 518.Or 147.2

Lo que necesitamos es la influencia vivificante del Espíritu de Dios. “No con ejército, ni
con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”. Zacarías 4:6. Orad
sin cesar, y velad, obrando en armonía con vuestras oraciones. Mientras oráis, creed,
confiad en Dios. Es el tiempo de la lluvia tardía, cuando el Señor dará liberalmente de
su Espíritu. Sed fervientes en la oración, y velad en el Espíritu.—Testimonios para los
Ministros, 521.Or 147.3

A menos que estemos avanzando diariamente en la ejemplificación de las virtudes cristianas


activas, no reconoceremos las manifestaciones del Espíritu Santo en la lluvia tardía. Podrá
estar derramándose en los corazones en torno de nosotros, pero no la discerniremos ni la
recibiremos...Or06 121.1

Esta visión fué dada en 1847 cuando eran muy pocos los hermanos adventistas que
observaban el sábado, y de éstos eran aun menos los que suponían que su observancia era de
suficiente importancia para trazar una separación entre el pueblo de Dios y los incrédulos.
Ahora se comienza a ver el cumplimiento de esa visión. El comienzo “del tiempo de angustia”
mencionado entonces no se refiere al tiempo cuando comenzarán a ser derramadas las plagas,
sino a un corto período precisamente antes que caigan, mientras Cristo está en el santuario. En
ese tiempo, cuando se esté terminando la obra de la salvación, vendrá aflicción sobre la tierra,
y las naciones se airarán, aunque serán mantenidas en jaque para que no impidan la
realización de la obra del tercer ángel. En ese tiempo, descenderá la “lluvia tardía” o refrigerio
de la presencia del Señor para dar poder a la voz fuerte del tercer ángel, y preparar a los
santos para que puedan subsistir durante el plazo cuando las siete postreras plagas serán
derramadas.PE 85.3

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