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Los versículos 1–2 del primer capítulo son la salutación y es en donde se identifican al
autor y los destinatarios. Asimismo, se describen las circunstancias problemáticas en que
vivían quienes reciben la carta. Generalmente, dispersión se refiere a todos los cristianos
(judíos y gentiles) esparcidos por las cinco provincias romanas del norte de Asia Menor.
Por esa razón, tenemos que habitar en medio de una sociedad que no nos acepta; en un
mundo que no ofrece seguridad.
Todo cristiano está expuesto a los caprichos de otros y a peligros e injusticias de
parte de los que no honran a Dios.
Cristo dijo: “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a
vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo,
antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece” (Juan 15:18–19).
Cuando se siente sólo y perdido dentro de la gran masa de una sociedad que no lo
entiende y que está en su contra, debe recordar que Dios se fijó en él, lo escogió y lo amó;
es un tesoro que el Señor ha tomado para sí mismo.
Nuestros cuerpos resucitarán (Filipenses 3:20) y, por último, Pablo dice que “todo es
vuestro” (1 Corintios 3:21–23).
Esta herencia no puede ser destruida, es incorruptible, no tiene defecto, porque es
incontaminada, no se consume ni se gasta con el tiempo, es inmarcesible.
¡PENSEMOS!
¿Qué experiencia o problema difícil hace que usted se sienta inseguro?
¿Es posible que se haya concentrado más en el problema que en Dios?
¿Le ayuda recordar que él le salvó y que usted es un amado hijo de él?
¿Cuál es la bendición futura que le da a usted más confianza y gozo?
¿Qué puede hacer ahora para agradecer al Rey del Universo esta seguridad?
LECCIÓN 2
Sometidos a Prueba
1 Pedro 1:6–9
Preguntas:
¿Puede el ser humano comprender el significado de todas estas penas?
¿Qué postura debe tomar cuando se presentan?
¿Qué actitud ha de tener un cristiano cuando pasa por una experiencia negativa?
¡PENSEMOS!
¡Dios decide qué experiencias vamos a pasar; nosotros decidimos cómo vamos a pasarlas!
LECCIÓN 3
Los profetas anunciaban que el Mesías traería bendición al mundo (v. 10).
Sin embargo, no entendían el significado de todo lo que escribían. Esto hizo que se
dedicaran a estudiar atentamente las promesas divinas y las Escrituras, porque querían
entender la bendición que el Mesías traería al mundo.
Los profetas no entendieron por qué había de haber sufrimiento antes de la gloria (v.
11).
Dios les revelaba profecías sobre el sufrimiento del Siervo de Dios. Sin embargo, otras
profecías decían que el Mesías sería un personaje poderoso y victorioso. Lo cual les hacía
preguntarse:
“¿En qué tiempo y en qué clase de circunstancias podría el Mesías ser una
persona sufrida y a la vez victoriosa?”
En Lucas 24:25–27, Jesús habló con los discípulos en el camino a Emaús. Les expuso
este mismo tema para que entendieran que el Mesías tendría que sufrir y después ser
glorificado:
“¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su
gloria?”
Aun así, no captaron en toda su magnitud que Cristo vendría por segunda vez
para manifestar su gloria.
El sufrimiento y la gloria
Estos tres versículos (10–12) introducen una enseñanza que es muy clave.
Necesitamos captarla para apreciar el gran impacto que tiene esta primera carta
de Pedro.
La encontremos muchas veces en ella.
La enseñanza es esta: los cristianos experimentamos primero el sufrimiento, y
después disfrutamos la gloria.
¡PENSEMOS!
Piense en varias razones por qué el creyente puede regocijarse en medio de las
tribulaciones:
¿Qué nuevo descubrimiento hizo usted en los versículos 6–12?
¿Quién fue quien le comunicó el evangelio de Jesucristo?
¿Le ha dado las gracias?
LECCIÓN 4
¡Santidad!
1 Pedro 1:13–21
“Las actitudes determinan las acciones”. Este lema es muy adecuado para introducir
estos versículos.
Enfrentarse a una sociedad hostil requiere tener actitudes correctas y una conducta
que sea congruente.
¡ESPERAD! 1:13
… el autor nos advierte de una responsabilidad, la cual provee la clave para entender
todo el pasaje: ceñid los lomos de vuestro entendimiento
Esta expresión era una figura conocida en aquella cultura donde se usaba la toga
como prenda de vestir.
Para trabajar, caminar o correr, el hombre la levantaba y aseguraba con el
cinturón, permitiéndole así tener más libertad de movimiento.
Entonces, esto significa: “preparen su mente para la acción”.
“¡Analicen, reflexionen, mediten, cuiden cómo piensan y qué actitud deben
tomar!”.
A lo largo del pasaje, Pedro lista los temas que deben ocupar nuestros pensamientos y
determinar nuestra conducta.
Este mandato implica que, para vivir con esas cualidades, se requiere atención,
aprendizaje y razonamiento.
¡PENSEMOS!
¿Por qué es el alto costo de nuestra salvación una motivación para reverenciar
a Dios?
¿Cuáles versículos incluyen de nuevo los temas de sufrimiento y gloria?
Sed Sobrios
Otro mandato aun más específico en cuanto a nuestra actitud es: sed sobrios.
La idea es “ser disciplinado, controlado y estable”. No sólo se trata de evitar las
sustancias que embriagan, sino ser congruente y moderado en las actitudes, en el
hablar, en nuestras reacciones y conducta.
La sobriedad requiere tener prudencia y restringir el uso del poder, los derechos
y los privilegios.
Esta forma de vida se describe como deseos personales (v. 14)ignorancia (v. 14) y vanidad
(v. 18).
Una vana manera de vivir significa una vida sin plan ni propósito, que no logra
llegar a ningún buen resultado.
¡Qué desilusión vivir una existencia que no tiene metas estipuladas por Dios o que
nosotros quisiéramos cumplir!
Es una vida completamente inútil.
Por su parte, el apóstol Pablo enseña acerca de esto diciendo que la meta del Creador es
que el creyente sea conformado a la imagen de su Hijo Jesucristo (Romanos 8:29, 2
Corintios 3:18).
También escribió a la iglesia de Galacia diciendo que anhelaba que nuestro
Redentor fuera formado en ellos (Gálatas 4:19).
Este proceso se desarrolla durante toda la vida del cristiano.
El apóstol Juan prometió que “cuando él se manifieste, seremos semejantes a él,
porque le veremos tal como él es” (1 Juan 3:2).
Entonces, se entiende que Dios perfeccionará esta obra en el creyente cuando
Cristo venga.
LECCIÓN 5
Es el único humano que no tuvo pecado y por eso, su sacrificio por nosotros fue
aceptable y efectivo. “Llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero”
(2:24).
¡PENSEMOS!
LECCIÓN 6
EL AMOR FRATERNAL 1:22–25
Jesucristo dijo “…conocerán todos que sois mis discípulos” (Juan 13:34–35).
El amor entre los hermanos en Cristo es la tarjeta de presentación o etiqueta
que los identifica como tales.
Una manera de predicar la realidad y potencia del evangelio es manifestar
afecto, armonía y apoyo mutuo entre los hermanos.
¡PENSEMOS!
¡PENSEMOS!
¿Qué aprendió usted de los dos vocablos “amor fraternal” y “amaos”? ¿Ha fallado
usted con respecto a amar y mostrar afecto hacia algún creyente que conoce?
Reflexione…¿qué me hace falta para amar a este hermano y mostrárselo? ¿Está su
iglesia creando oportunidades para que los no creyentes observen el amor entre los
cristianos?
LECCIÓN 7
HAMBRE ESPIRITUAL 2:1–3
En 2:1, la lista de pecados que el creyente debe evitar son errores que se
cometen en la forma en que se relaciona con otras personas. Son lo opuesto del
amor que Pedro mandó en 1:22.
El vivir bajo las presiones de una sociedad hostil puede provocar algunas
emociones, reacciones y conductas negativas. He aquí la lista.
Malicia es el impulso interno que quiere hacer daño a otra persona.
Engaño significa literalmente “atrapar con anzuelo o cebo”. Esta palabra habla
de mentir o disimular para despistar y manipular.
Se vio la hipocresía en 1:22 donde se tradujo como “fingir”. Uno que tiene
malicia y practica el engaño desea esconderlo. Se finge ser otra cosa con el fin de
ayudar a mejorar la reputación personal o para conseguir algún beneficio.
Posiblemente Pedro recuerda las envidias de los mismos discípulos (Lucas
22:24–27).
Detracciones habla de acusar y difamar. Se usa al hablar de la conducta de los
enemigos de la fe en 2:12 (murmuran).
El Señor compara su Palabra con otros alimentos, por ejemplo, con el pan
(Mateo 4:4) porque es un alimento universal y básico para el diario vivir, y la miel
(Salmos 119:103) porque es dulce y sabrosa.
También es el alimento sólido que se necesita para seguir madurando en la fe
(1 Corintios 3:1–4 y Hebreos 5:11–14).
Jeremías habló del gozo que sentía al saborear la Santa Palabra (Jeremías
15:16).
¡PENSEMOS!
Examine su corazón…
¿Habrá un pecado que le haya quitado el apetito por leer y estudiar la Biblia?
LECCIÓN 8
OFRECIENDO SACRIFICIOS 2:4–8
JESUCRISTO ES:
La piedra viva, v. 4
La principal piedra del ángulo, v. 6
La piedra desechada, v. 7
La piedra de tropiezo, v. 8
El incrédulo no acepta que Cristo es Dios y que murió por los hombres.
Tampoco admite que es pecador y que solamente por Jesús es posible ser aceptado
por el Altísimo. Desobedece el mensaje porque no responde con fe a la gran oferta
divina. La frase final enseña que el hombre que persiste en su incredulidad, ha sido
destinado a la desobediencia por su rebeldía.
¡PENSEMOS!
¿Cómo le fortalece a usted saber que forma parte del templo de Dios?
Hoy en día, ¿cuáles son los motivos que hacen que algunos tropiecen en él?
LECCIÓN 9
Las frases del versículo 9 tienen un significado especial porque ese fue el
nombre con que el Señor llamó al pueblo judío en el Antiguo Testamento (Exodo
19:6, Deuteronomio 7:6).
Ahora sabemos que en la actualidad la iglesia es el pueblo de Dios, y él aplica
las mismas expresiones a los cristianos.
Para los gentiles esta era una idea revolucionaria, el ser identificados con estas
frases: linaje escogido, real sacerdocio, nación santa y pueblo adquirido por Dios.
Estos nombres representan grandes privilegios que solamente los judíos habían
disfrutado.
Linaje escogido v. 9
La nación judía fue elegida con el fin de mediar entre Dios y el resto de la
humanidad y ese era el papel del sacerdote. El deber de su pueblo era manifestar el
carácter y las obras del Altísimo para que todo el mundo lo conociera y se sometiera
a él. En algunas épocas la nación judía cumplió su tarea, pero en muchas otras no
fue así. Su mal testimonio hizo que los gentiles blasfemaran contra Jehová
(Romanos 2:24).
Real sacerdocio v. 9
Somos un real sacerdocio porque tenemos la responsabilidad de anunciar las
virtudes de Dios, sus atributos y obras, todo lo que revela su gloriosa excelencia.
Pablo enseñaba que Dios tiene el propósito de que lleguemos a ser conformes a
la imagen de Cristo (Romanos 8:29). Cuando nuestras vidas manifiesten su divino
carácter, entonces los demás conocerán las excelencias de Dios.
Nación santa v. 9
En el capítulo 1, Pedro exhortó a los creyentes a ser santos porque Dios dice:
“Yo soy santo”.
Esto mismo dijo primero a la nación judía y era responsable de obedecer las
normas de la ley de Moisés y demostrar la santidad divina. A través de su vida
nacional, su vida comunitaria y su ética personal, el mundo comprendería que
Jehová era el único Señor santo y verdadero.
Pero en muchas épocas las naciones que los rodeaban sólo veían el pecado del
pueblo y no podían apreciar en ellos el reflejo del carácter de su Creador.
Actualmente, nuestro Padre ha dado a la iglesia el privilegio y la
responsabilidad de cumplir ese propósito, por lo que debe ser santa y reflejar al
mundo que el Soberano del universo es santo y verdadero, para que los hombres
crean en él.
¡PENSEMOS!
LECCIÓN 10
EXTRANJEROS Y CIUDADANOS 2:11–17
Antes de iniciar su lista, Pedro identifica a los creyentes como extranjeros y peregrinos. Sin
importar de qué país procedan, no pertenecen a este mundo. Son residentes temporales.
Filipenses 3:20–21 y Hebreos 11:8–16 nos recuerdan que somos ciudadanos del cielo.
No podemos esperar que el mundo nos trate como a los suyos porque no echamos raíces ni
queremos quedarnos en él para siempre, sino que vamos de paso para llegar a otra tierra.
Esta mentalidad nos motiva a ser santos en nuestra relación con el gobierno, nuestro patrón,
cónyuge y la sociedad en general.
Antes de entrar de lleno a su disertación a partir del v. 13, Pedro especifica que tenemos
dos responsabilidades generales.
1) que os abstengáis de los deseos carnales (v. 11) y
2) manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles (v. 12).
Los deseos carnales pueden ser los que menciona en 4:3, pero también puede referirse a
toda forma de egoísmo que brota de nuestra naturaleza pecaminosa.
Por ejemplo, se ve en esta sección que debemos evitar mostrar un espíritu de rebeldía
contra los gobernantes, así como reacciones negativas contra un patrón abusivo.
Más adelante, el apóstol habla de egoísmo en el matrimonio, de la venganza y de los labios
que maldicen a otros. Todos estos son deseos carnales.
Material de trabajo para el ministerio de Varones 23
Pág.
Serie: Remando contra la corriente Ic Shalom Cuernavaca Ministerio Varones La VID
Las buenas obras mencionadas en el versículo 12 no deben entenderse sólo como actos de
bondad y piedad hacia los necesitados. Para Pedro incluyen la obediencia a las leyes, pagar
los impuestos, honrar y comprender al cónyuge y mostrar afecto a los hermanos en Cristo.
Hay tres razones por las cuales debemos conducirnos de esta manera.
Una es que somos ciudadanos del cielo. La voluntad de Dios es nuestra norma y no el
ejemplo de la sociedad.
En segundo lugar, la naturaleza egoísta pone en peligro el bienestar espiritual del creyente
porque entabla una guerra contra el alma.
En tercer lugar, el hijo de Dios ha de tomar en cuenta la influencia de su conducta en los
que no conocen a Cristo.
Los gentiles en este versículo no se refieren sólo a los no judíos, sino a todos aquellos que
no creen y que hablan contra los creyentes.
Posiblemente los hermanos de Asia Menor eran víctimas, no sólo de la calumnia de sus
vecinos, sino de acusaciones por parte de las autoridades.
Algunas veces, los ciudadanos de un país ven a los extranjeros y los critican porque son
diferentes (4:4).
Existían muchos motivos de sospecha contra ellos, posiblemente por razones justificadas
como se sugiere en 3:16–17.
Pero habrá un día en que la gracia y salvación vendrán a ellos. El día de la visitación, el
Espíritu Santo actuará en ellos, y tendrán oportunidad de reconocer que la conducta de los
cristianos es buena y que Dios está en ellos. ¡Glorificarán al Altísimo y aceptarán a Cristo!
Se encuentra aquí otro importante principio para nuestra vida de creyentes. No hemos de
aislarnos de las personas que viven a nuestro alrededor porque ellos necesitan conocernos y
observarnos para que sean influenciados por nuestra buena conducta.
¡PENSEMOS!
¿Por qué a veces es el buen testimonio más importante que las palabras?
¿Qué sucede cuando testificamos de Cristo sin mostrar una buena conducta?
LECCIÓN 11
LOS CIUDADANOS 2:13–17
Los creyentes en Jesucristo tienen su ciudadanía en el cielo, pero también tienen
obligaciones civiles en el mundo. El Creador instituyó el gobierno humano para que
guardara el orden y la tranquilidad en la sociedad y se sujetara al Rey de reyes.
El estado no ha cumplido bien este papel en muchas épocas de la historia. Pero todos
tenemos que cumplir nuestras responsabilidades en la sociedad en que vivimos. Entonces,
el creyente es extranjero y a la vez, ciudadano de su país.
En segundo lugar, hemos de vivir en sujeción porque el gobierno tiene una función dada
por Dios: para castigo…y alabanza. Es así que el estado puede exigir obediencia a las leyes
y mantener el orden en la sociedad.
Material de trabajo para el ministerio de Varones 25
Pág.
Serie: Remando contra la corriente Ic Shalom Cuernavaca Ministerio Varones La VID
En tercer lugar, el autor dice que colaborar con el gobierno hace callar la crítica de los que
ignoran la verdad. Como en el versículo 12, Pedro se preocupa por las acciones de los
creyentes porque ésas influyen en la vida y actitudes de los que no conocen a Cristo.
Los creyentes preguntamos, “¿Qué se hace cuando el gobierno manda algo que Dios ha
prohibido, o cuando prohíbe algo que nos ha mandado?”
La Biblia provee una guía al creyente en estos casos. Cuando sucede una contradicción
entre lo que dice el Creador y el gobierno, hemos de obedecer primero al Señor.
Esto sucedió cuando las autoridades judías prohibieron a Pedro y a Juan que enseñaran en
el nombre de Jesús, pero ellos respondieron: “Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a
vosotros antes que a Dios” (Hechos 4:19).
También Daniel se opuso a las instrucciones del rey de Babilonia, rechazando la dieta que
les había ordenado porque no respetaba las normas de la ley y era parte de la adoración a
los ídolos (Daniel 1).
Es importante observar que Daniel actuaba así porque honraba al rey y a su administrador.
No rechazó todo el plan real para la preparación de liderazgo que exigía, sino sólo lo que
infringía las normas divinas. Tampoco mostró un espíritu rebelde y soberbio, sino que
quería colaborar. Propuso un plan alterno y Dios lo prosperó.
Hoy en día, si un gobierno prohíbe la evangelización o el culto, los creyentes han de
cumplir estos deberes a pesar de la ley. Sin embargo, no deben provocar a las autoridades
creando escándalos con una conducta indebida. Tenemos que estar muy seguros de que la
Biblia manda o prohíbe una cosa antes de resistir la voluntad del gobierno. No hemos de
insistir en una conducta basada sólo en el deseo o costumbre de los cristianos.
En el capítulo 6, Daniel se encontró de nuevo obligado a desobedecer un decreto. El rey
prohibió la oración a Dios. Con firmeza y valor, el profeta siguió su costumbre de orar a
riesgo de su vida. Pero es muy importante notar que él era un hombre que colaboraba en
todo lo que se le pedía. Su efectividad como funcionario del gobierno, honradez y actitud
en esta ocasión le ganaron el favor del rey Darío (6:3–4). Daniel es buen ejemplo del
creyente que sufre no por haber hecho el mal, sino por obedecer a su Señor.
¡PENSEMOS! ¿Cuáles son algunas normas gubernamentales que los cristianos a veces
infringen? ¿Qué hizo usted en alguna ocasión en que no estuvo de acuerdo con las
autoridades? Evalúe su conducta a la luz de las Escrituras.