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Mateo 25:31-46
Por Richard Niell Donovan
Traducción por Emmanuel Vargas Alavez
El Hijo del Hombre viene en su gloria. Tanto el título (Hijo del Hombre) como la
visión vienen de Daniel 7:13-14. El Hijo del Hombre es la manera favorita de
Jesús para referirse a sí mismo (8:20; 9:6; 10:23; 11:9; 12:8, 32, 40; 13:37, 41;
16:13, 27-28; 17:9, 12, 22; 19:18; 20:18; 24:27, 30, 37, 39, 44; 25:31; 26:2, 24,
45, 64). La frase tiene un tono humilde, pero no hay humildad en esta
descripción del Hijo del Hombre. El viene en poder y gloria.
Este pasaje incluye varios títulos cristológicos: el Hijo del Hombre (v. 31),
pastor (v. 32), rey (v. 34, 40), y Señor (v. 37, 44). Jesús se sienta en un trono
(v. 31); identifica a Dios como su Padre (v. 34); y pronuncia un juicio sobre el
mundo. “Así que esta escena es completamente cristológica. Para Mateo, esta
cristología, y no un humanitarismo general, es la que valida la ética del amor y
la misericordia que se convierte en el criterio escatológico del juicio. Este texto
no puede ser usado para legitimar el ‘apoyo’ bíblico para una ética humanitaria
general sin estar de acuerdo con la cristología y el apocalipticismo con los que
está inseparablemente enmarcada” (Boring, 445).
¿A quién se refiere Jesús con “todas las gentes” (ethne) (v. 32). Los eruditos
están divididos. En el Nuevo Testamento, ethne se usa más frecuentemente
para hablar de los gentiles, que serán juzgados en base a las acciones de
misericordia a “mis hermanos más pequeñitos” (Senior, 285). Esto
respondería a la pregunta de ¿qué hay de aquellos que nunca escucharon
sobre Jesús? También se ajusta con los comentarios que Pablo hace sobre los
gentiles en Romanos 2:12-15.
El Hijo del Hombre separa a la gente en dos grupos como un pastor separa a
las ovejas y los cabritos. Las ovejas soportan el frío mejor que los cabritos, así
que los pastores ponen a los cabritos en un lugar protegido mientras que las
ovejas continúan con el forraje. Las ovejas parecen ser las más favorecidas de
las dos. Frecuentemente se usa pastores en las Escrituras para Dios y Jesús, y
las ovejas frecuentemente es la metáfora para referirse al pueblo de Dios. La
mano derecha es el lugar favorecido, y la izquierda el lugar menos favorecido.
MATEO 25:34-40: EN CUANTO LO HICISTEIS
34Entonces el Rey dirá á los que estarán á su derecha: ‘Venid, benditos
de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación
del mundo. 35Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me
disteis de beber; fui huésped, y me recogisteis; 36Desnudo, y me
cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis á
mí.’ 37Entonces los justos le responderán, diciendo: ‘Señor, ¿cuándo te
vimos hambriento, y te sustentamos? ¿Ó sediento, y te dimos de
beber? 38¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿Ó desnudo, y te
cubrimos? 39¿O cuándo te vimos enfermo, ó en la cárcel, y vinimos á
ti?’ 40Y respondiendo el Rey, les dirá: ‘De cierto os digo que en cuanto lo
hicisteis á uno de estos mis hermanos (griego = adelphon mou, mis
hermanos)pequeñitos, á mí lo hicisteis.’
El pastor (v. 32) se ha convertido en rey (v. 34), al igual que el pastorcillo David
de quien Jesús es descendiente se convirtió en rey. El rey imparte la bendición
del Padre a quienes le dieron socorro en la forma de las seis obras de
misericordia: comida, bebida, recepción, ropa, cuidado y visita. “Estas buenas
obras son llamadas ‘obras de amor bondadoso’ (gemilut hasadim) en la
literatura rabínica… (y) son típicas de las que se encuentran en las listas del
Antiguo Testamento (Deuteronomio 15:7-11; Isaías 58:7-10; Salmos 37: 21;
41:1…) y otras antiguas fuentes judías” (Hultgren, 151).
Note la sorpresa de los que hacen la misericordia. Cuando el rey les dice que
han hecho estas obras de misericordia a él, no se pueden imaginar cuándo
ocurrió eso. Al realizar la misericordia a “estos mis hermanos
pequeñitos,” no tenían idea de que serían recompensados por su amabilidad.
No había otros intereses en su generosidad. Ellos dieron porque fueron
movidos a ello por la necesidad humana, no por la ganancia potencial.
El rey les explica a estos asombrados misericordiosos que, al igual que habían
mostrado misericordia a“estos mis hermanos pequeñitos,” (griego
= adelphon mou, mis hermanos) “á mí lo hicisteis” (v. 40). “‘Uno’. El
individualismo de este texto nos sorprende. ¡De seguro una persona no es tan
importante en todo un mundo de necesidad! Jesús quiere que lo pensemos otra
vez. Y no es solamente una persona, esa persona es la ‘más insignificante’”
(Bruner, 922).
• Tercero, Jesús puede haber dirigido estas bendiciones para quienes ayudaran
a los cristianos necesitados que estaban involucrados en la proclamación del
Evangelio. Un poco antes había enviado a los doce en una misión para
proclamar el Evangelio y les dijo, “No aprestéis oro, ni plata, ni cobre en
vuestras bolsas; Ni alforja para el camino, ni dos ropas de vestir, ni
zapatos, ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento” (10:9-10).
Al llevar un poco más allá esta imagen de los círculos concéntricos, Jesús, en
varios momentos de su vida, tuvo necesidad de todas estas seis obras de
misericordia. Tal vez podemos colocarlo en el centro de nuestro círculo, no
como un cuarto círculo, sino como el eje alrededor del cual se dibujan los
círculos.
En Romanos 2:12-15, Pablo crea una excepción para los gentiles (personas
que no han tenido el beneficio de una instrucción religiosa) que “naturalmente
haciendo lo que es de la ley,” demostrando “la obra de la ley escrita en sus
corazones.” Y explica “porque no los oidores de la ley son justos para con Dios,
mas los hacedores de la ley serán justificados.” Esto, sin embargo, solamente
aborda la circunstancia de la gente que no sabe de Cristo, y se queda corto
para excusar a la gente que deliberadamente rechaza a Cristo, sin importar
cuán meritorias sean sus obras.
También debemos admitir que Cristo, que hace posible la salvación, no es libre
de salvar a cualquiera que él desea. Podemos decir que hizo la excepción con
el ladrón en la cruz, pero que el ladrón clamó “Acuérdate de mí cuando vinieres
á tu reino” (Lucas 23:42), que suena muy parecido a una confesión de fe.
Morris dice “Jesús no está diciendo que estas son personas cuyas buenas
vidas les han ganado la salvación como su derecho. Está diciendo que Dios las
ha bendecido y las ha llevado a su reino, y después procede a citar la evidencia
que muestra que en realidad pertenecen a ese reino. Sus vidas son la
evidencia de que Dios ha estado obrando en ellos” (Morris, 637).
Se nos deja con la ambigüedad con respecto a lo que Cristo hará, pero no en
ambigüedad con respecto a lo que es nuestro deber. Tenemos la
responsabilidad de decirle a la gente que Cristo ofrece una gran bendición para
quienes muestran misericordia a “estos adelphon mou, mis hermanos y
hermanas, pequeñitos.” Tenemos la responsabilidad de ayudarlos a entender
las tres clases deadelphoi mencionadas arriba, para que puedan estar
pendientes de oportunidades para servir a los necesitados en general, a los
cristianos necesitados, y a los cristianos necesitados comprometidos con la
proclamación del Evangelio. Creo que también tenemos la responsabilidad de
decirles que no presuman que sus actos de misericordia los salvarán si
desprecian a Cristo. Hacer esto es colgar su salvación de un cordón muy
delgado.
Al igual que el rey bendice a quienes están a su derecha por realizar esos
actos de misericordia, también maldice a quienes están a su izquierda por fallar
en hacer esos actos de misericordia. En vez de una invitación al reino
preparado desde la fundación del mundo, Jesús consigan a estas personas
al “fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (v. 41). Dios
diseño el reino para la gente, pero preparó el fuego para el diablo y sus
ángeles. No todos los ángeles son buenos (ver Romanos 8:38; Colosenses
2:18; 2 Pedro 2:4; Judas 6; Apocalipsis 12:7-9). Estos son ángeles que se han
aliado con el demonio.
Cristo, en este texto y en otras partes, nos dice las reglas por las que el reino
de Dios se gobierna, reglas muy diferentes de aquellas a las que estamos
acostumbrados. Él nos dice que la persona que vive por las reglas del reino se
beneficiará poderosamente por esa elección.